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Las Redes Semánticas Naturales, su Conceptualización y su

Utilización en la Construcción de Instrumentos

Isabel Reyes Lagunes'


FACULTAD DE PSICOLOGÍA
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

RESUMEN
Se enfatiza la importancia de la medición del significado psicológico en la
construcción de pruebas culturalmente relevantes Se propone una versión
modificada de las Redes Semánticas Naturales, originalmente propuesta por
Figueroa, González y Solís (1981) para lograr este objetivo Se ejemplifica el valor
psicométrico de esta técnica y se incluyen lineamientos básicos para la elaboración
de instrumentos de medida en la ciencia psicológica

PALABRAS CLAVE: REDES SEMÁNTICAS. TÉCNICAS DE ELABORACIÓN DE


INSTRUMENTOS, RELEVANCIA CULTURAL.

ABS TR ACT
The measurement of meaning ¡s stressed for the development of cultural relevant
psychological tests. A modified versión of the Natural Semantic Networks originally
developed by Figueroa, González y Solis (1981) is presented exemplifying the
technique stablishing it's psychometric valué
KEYWORDS: SEMANTIC NETWORKS, SCALE DEVELOPMENT TECHNIQUES, CULTURAL RELEVANCE
REVISTA DE PSICOLOGÍA SOCIAL Y PERSONALIDAD,
VOL IX, NO. 1,1993, 81-97

INTRODUCCIÓN

Observando el gran número de pruebas psicológicas que se encuentra en el mercado y las


que se citan o proponen en la literatura, parecería que construir este tipo de instrumentos es
una tarea sencilla. Sin embargo, aquellos que nos hemos visto confrontados con la necesidad o
inquietud de elaborarlas, hemos constatado que esto no es así, y que, a pesar de seguir paso
por paso cada uno de los lineamientos especificados en la literatura, el producto final resulta
limitado, poco confiable y de dudosa validez, con la consecuente frustración del investigador.
Esto, aunado con múltiples problemas, como recursos financieros limitados, inaccesibilidad a
muestras representativas, etc., han orillado tradicionalmente a los profesionistas de países en
vías de desarrollo a traducir, en el mejor de los casos, adaptar y, casi nunca, a estandarizar
instrumentos creados en otras culturas, con la consecuente tergiversación de la información.

Con base en la bibliografía relevante (Anastasi, 1982; Guilford y Fruchter, 1973;


Nunnally, 1989) y nuestra experiencia partimos el presente trabajo de las siguientes premisas:

• Un instrumento de medida debe ser, contener y obtener una muestra representativa de


conductas en las que se refleje la característica o atributo que queremos medir,

• Las manifestaciones conductuales, aunque con cierto sustrato común universal (Eticas),
tienen características culturalmente específicas (Étnicas) y que

• El significado tiene una función mediadora entre el objeto y las conductas (Osgood,
Suci y Tannenbaum, 1957) y, consecuentemente, juega un papel importante en el
campo de la medición.

De manera Interesante, la gran mayoría de las pruebas más populares y conocidas,


han sido desarrolladas, obviamente partiendo de una base teórica, en oficinas, cubículos o
laboratorios por un investigador o un conjunto de especialistas que han elaborado reactivos,
esto es, estímulos que posteriormente han sido probados en las poblaciones de interés. Es
decir, en muy pocas ocasiones se han normado por lo que los sujetos dicen, por la indagación
directa con los individuos de las situaciones que consideran características o representativas
de cierto tipo de conductas, considerando además, que el significado denotativo de las
palabras es el que rige las respuestas de los individuos.
REYES LAGUNES, I. REDES SEMÁNTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
INSTRUMENTOS

El significado ha sido definido y explicado de diferentes maneras (factor


representativo, disposición, expectativa, reacción de mediación, significado subjetivo,
psicológico, etc.), pero su medición y los procesos que intervienen en éste, han resultado una
tarea compleja para los psicólogos. Como ante muchos otros fenómenos psicológicos, el
problema de comprender al significado ha sido más de los enfoques metodológicos utilizados
para definirlo y evaluarlo, y no del fenómeno en si (Szalay y Maday, 1973).

Por y en cuanto a su concepción mencionaremos que para Watson (Osgood, 1952) el


significado es producto del condicionamiento; para los mentalistas, la idea es la esencia del
significado y para Morris (1962) es cualquier estructura de estímulos que no es el objeto.

En cuanto a las aproximaciones para medirlo han ido desde las fisiológicas (Max,
1935; Jacobson, 1932); experimentaciones de generalización semántica (Razran, 1935-1936)
hasta las técnicas de asociaciones libres, originalmente utilizadas por Galton y en la actualidad
por Szalay y Deese (1967) y la del diferencial semántico desarrollada por Osgood (1952).

De los varios métodos que han surgido para medir el significado, ninguno ha tenido la
fuerza, ni la fortuna suficiente, como para explicar de manera completa este fenómeno
psicológico. En la búsqueda de su conceptualización hemos encontrado las propuestas del
neoasociacionismo, originalmente creadas para el estudio de la memoria pero que, como
veremos adelante, resultan relevantes para el estudio del significado.

Los, a sí mismos denominados, neoasociacionistas han sido mucho más liberales que
sus predecesores en lo referente a las conexiones y a qué llega a conectarse. Ellos hipotetizan
que hay asociaciones entre acontecimientos mentales (p. ej. representaciones, símbolos,
conceptos o proposiciones) que no son estímulos o respuestas primitivas, esto es, que no se
corresponden directamente con objetos y acontecimientos del mundo externo.

Los primeros modelos asociativos (Fiegenbaum, 1963; Hintzman, 1968) no tomaban


en consideración los numerosos tipos de conocimiento semántico lo cual fue posteriormente
superado por Quillian (1969) con su modelo de red del Procesamiento Lingüístico en la
Memoria. Otro ejemplo de modelo de red es el de Memoria Asociativa Humana de Anderson y
Bower (1973) quienes conciben las asociaciones entre primitivos semánticos (ideas simples)
para formar ideas complejas que pueden, a su vez, asociarse ente si. Aunque obviamente
útiles, estos modelos tienen la limitante de ser totalmente artificiales, o sea que han sido
diseñados para simular el proceso de memoria en computadora.
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No. 1,1993, 81-97

En México, Figueroa, González y Solis (1981) propusieron que el estudio de las redes
semánticas debería ser natural, es decir, que hay que trabajar con las estructuras generadas
por los sujetos, y no con las redes elaboradas por las computadoras puesto que éstas siguen
los lineamientos del experimentador. Es así que este nuevo modelo y su técnica asociada
requieren que los individuos partan de un concepto central (nodo) y produzcan una lista de
definidoras, a cada una de las cuales se le asigna un peso (valor sem ántico) por su
importancia como definidoras del concepto.

Con base en esta lista, y a los valores asignados a las definidoras (jerarquía), se logra
tener un mapeo de la organización de la información en memoria (Mora, Palafox, Valdez y
León, 1984), puesto que uno de los postulados básicos de las redes semánticas es que debe
haber alguna organización interna de la información contenida en la memoria a largo plazo, en
forma de red, en donde las palabras o eventos forman relaciones, las cuales como conjunto
dan el significado.

El significado, consecuentemente, es el resultante de un proceso reconstructivo de


información en la memoria, el cual nos da el conocimiento de un concepto (Figueroa, González y
Solís, 1981). En otras palabras, la red total generada para un concepto en particular indica, en
palabras de estos autores que: "Las redes determinan el significado de un concepto" (p. 3) y
que entre mayor sea la red se podrá tener una mejor comprensión y conocimiento acerca de lo
que para los sujetos significa la idea definida

Otra característica primordial de esta técnica es el concepto de distancia semántica,


en donde el que los elementos se encuentren separados en alguna forma nos permitirá hacer
predicciones, como en la red de Collins y Quillian (1969). En otras palabras, no todos los
conceptos dados como definidores, son igual de importantes para definir al concepto central
(nodo), importancia que se puede conocer a partir de las jerarquías obtenidas por cada
definidora. En este sentido Figueroa, González y Solís (1981) dicen que las redes son una
representación de la información, que puede ir cambiando ya que el conocimiento adquirido se
integra a la estructura presente enriqueciéndola.

Con base en lo anterior, afirmamos que la red semántica de un concepto es aquel


conjunto de conceptos elegidos por la memoria a través de un proceso reconstructivo, y que
esta estructura y organización deben permitir un plan de acción, así como la evaluación
subjetiva de los eventos, acciones u objetos (Mora, Palafox, Valdez y León, 1984). En otras
palabras, nos produce el significado psicológico que Szalay y Bryson (1973) postulan es la
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INSTRUMENTOS

unidad fundamental de la organización cognoscitiva, compuesta de elementos afectivos y de


conocimientos, que crean un código subjetivo de reacción y reflejan la imagen del universo
que tiene la persona y su cultura subjetiva. De acuerdo con Szalay y Bryson (1974) la reacción
total del significado psicológico es una unidad natural de representación cognoscitiva, y es
también una unidad de estimulación en la elicitación o producción de la conducta, por lo que
ratificamos su importancia en la medición psicológica.

Convencidos de la firmeza teórica de esta aproximación y tomando en consideración


diversas experiencias de su bondad (p. ej. Reyes Lagunes y Ferreira Ñuño, 1989: Valdez, y
Reyes Lagunes, 1989) y su validación psicométrica (Valdez y Reyes Lagunes, 1990) es que
proponemos la siguiente versión modificada a las redes semánticas naturales para la
construcción de instrumentos de medición psicológica culturalmente sensibles y relevantes

LA TÉCNICA

El proceso debe iniciarse por la identificación clara del objetivo de la red, el cual
puede ser alguno o varios de los siguientes:

a) Conocer el significado psicológico de uno o varios conceptos y/o

b) Identificar aquellas conductas o indicadores que la población meta considera


pertenecen al constructo de interés.

Los estímulos a utilizar, consecuentemente, pueden ser de tres diferentes


modalidades.

En el primero de los casos se utilizarían las palabras de interés. Por ejemplo: Familia,
Padre, Papá, México, Bandera, etc.

En segundo término, para identificar conductas utilizaríamos la definición teórica del


constructo, obviamente sin incluir la palabra clave, por ejemplo la siguiente definición de
asertividad (Jakubowki y Lange, 1978): Actuar haciendo Valerios derechos, expresando lo que
uno cree, siente y quiere considerando los derechos de los demás, o

En tercer lugar presentar constructos como Controlabilidad o indicadores de ellos por


ejemplo roles (Yo como Jefe).

En este punto es importante recordar que los estímulos precedentes siempre causan
efecto (recuérdese el aprendizaje debido al test-retest); por lo que éstos deberán ser
presentados «n orden aleatorio Para evitar el cansancio y contaminación en las estructuras
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recomendamos utilizar un mínimo de tres estímulos y un máximo de cinco, procurando incluir


siempre un estímulo distractor (no de interés pero relacionado) para disminuir el efecto de
adivinación en los respondientes.

Los estímulos serán impresos en la parte superior de hojas tamaño esquela


presentadas en forma vertical. A partir de este momento el procedimiento es relativamente
simple.

Requiere, en primer lugar, solicitarle al sujeto que realice dos tareas fundamentales

A.- Definir con la mejor claridad y precisión al estímulo que se les presenta, mediante el
uso de como mínimo cinco palabras sueltas (verbos, adverbios, sustantivos, adjetivos, etc. sin
utilizar artículos o preposiciones) que consideren están relacionados con éste.

B- Una vez realizada esta tarea se solicita que cada sujeto lea sus definidoras y le
asignen números en función de la relación, importancia o cercanía que consideren tienen para
el estímulo, esto es, indicándoles marquen con el número 1 a la palabra más cercana o
relacionada con el estimulo, con el 2 a la que le sigue en importancia, y así sucesivamente
hasta terminar de jerarquizar cada una de las palabras producidas.

Aunque el tiempo para realizar la tarea no es especificado dentro de las instrucciones


(no es una tarea de velocidad) se otorgan tres minutos para producir las definidoras, después
de lo cual se les indica inicien la jeraquización que toma aproximadamente un minuto; después
del cual se informa deben pasar al siguiente estímulo.

Antes de iniciar la tarea formal, se lleva a cabo un ejercicio grupal con un


estímulo-ejemplo para garantizar la comprensión de las instrucciones. Tradicionalmente, éste ha
sido el concepto "MANZANA", por ser lo suficientemente universal y neutral como para no influir
en el resto de la tarea; sin embargo, no se le considera como único e indispensable para la
técnica. Lo que es más, investigadores en trabajo de campo con adultos de bajo nivel
educativo reportan la necesidad de hacer más de un ejemplo y que éstos sean más ad hoc al
objeto de estudio (Ferreira Ñuño y Sanders Brocado y Conde, comunicación personal, 10 de
enero, 1993).

Para proceder al análisis de la información esta puede ser registrada en una hoja de
captura manual para redes semánticas o directamente en computadora a través de programas
tales como DBASE, EXCEL o SPSS. El modelo a seguir (tabla 1) consiste de una columna
para escribir las palabras y de diez columnas más en las cuales se registra tanto las
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INSTRUMENTOS

frecuencias como la jerarquización otorgada a cada una de las palabras generadas por el
grupo.

T A B L A 1.
Formato de Captura de Redes Semánticas Naturales
Estímulo: Manzana
ORDEN 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

DEFINIDORA PONDERACIÓN (10) (9) (8) (7) (6) (5) (4) (3) (2) d) P. S.*
Árbol Frece. 4 1 2 3 5 4 5 7 9 10

V. P." (40) (9) (16) (21) (30) (20) (20) (21) (18) (10) 205
Fruta Frece. 9 8 7 5 6 5 5 1 2 2

V. P. (90) (72) (56) (35) (36) (25) (20) (3) (4) (0) 341
Pera Frece. 3 3 2 4 4 5 6 5 8 10

V. P. (30) (27) (16) (28) (24) (25) (24) (15) (16) (10) 215
Roja Frece. 10 8 8 5 5 5 4 3 - 2 0

' P. S. = Peso Semántico;


V. P. (100) (72) (64) (35) (30) (25) (16) (9) (4) (0) 355

' V. P. = Valor Ponderado

En el ejemplo mostrado en la tabla anterior para el estímulo manzana, la definidora


mostrada primer término fue árbol, mencionada en primer término por 4 sujetos, en segundo
por 1, en tercero por 2, en cuarto quinto y sexto por 3, 5 y 4 sujetos, en séptimo por 5, en octavo
por 7, en noveno por 9 y 10 la ubicaron en décimo lugar.

Una vez concentrados los datos procedemos a la calificación de ellos para lograr los
puntajes relevantes para nuestro objetivo: obtener una muestra representativa de conductas en
las que se refleje el atributo o característica que queremos medir. De la amplia gama de puntajes
que Figueroa, González y Solís (1981) identifican, consideramos que para la construcción de
instrumentos psicológicos se requiere conocer sólo algunos de ellos. Además, proponemos una
nomenclatura diferente para identificar los valores pues, con base en nuestra experiencia,
consideramos indispensable aumentar su claridad para lograr una mejor comunicación.

1. El primero de los puntajes es el denominado Valor J y es considerado por los


autores de la técnica como riqueza de la red. Sin embargo, como este es solo el número total de
las diferentes definidoras producidas por los sujetos, en realidad sólo refleja el tamaño de la red
Con base en lo anterior, proponemos que se le denomine así y se le identifique con las siglas
77?
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2. El valor M, Peso Semántico de cada una de las definidoras, se obtiene a través de


la suma de la ponderación de la frecuencia por la jerarquización asignada por el grupo, donde
los unos (más cercano) son multiplicados por diez, los doses (2) por nueve, los treses (3) por
ocho y así hasta llegar al ordenamiento 10 que es multiplicado por uno. Tomando de nuevo la
lógica de su significado proponemos identificarlo como PS

3. Para el conjunto SAM, conformado exclusivamente, de acuerdo con los iniciadores


de la técnica, por las 10 definidoras con pesos semánticos más altos, nuestra propuesta
modifica tanto su estructuración como su denominación, con base en los
siguientes
argumentos:

• Ante el desconocimiento del tamaño del universo (tamaño de la red) no se puede


especificar el tamaño de la muestra que lo represente (conjunto SAM).

• Un número, arbitrariamente definido, excluye definidoras importantes que aun


teniendo el mismo peso semántico, por cuestiones azarosas (p. ej. orden alfabético) no son
contempladas, y

• Falta de sustento teórico para su delimitación.

Tomando en consideración que el objetivo primordial de este conjunto es identificar


clara y objetivamente aquellos elementos que representan (definen) al estímulo proponemos
que se sustente su delimitación a través del punto de quiebre (Scree test) propuesto por Cattell
(1952) para el análisis factorial. Para tomar esta decisión se requiere graficar los pesos
semánticos en forma descendiente y hacer el corte cuando la pendiente de la curva adquiera
su carácter asintótico en relación al eje de las Xs. La estructura así construida se le
denominará Núcleo de la Red y se le identificará por sus siglas NR

4. La Distancia Semántica Cuantitativa entre los elementos del Núcleo de la Red se


obtiene asignándole a la definidora con Peso Semántico más alto el 100% y produciendo los
siguientes valores a través de una regla de tres simple a partir de ese valor. Este puntaje fue
originalmente denominado FMG y lo identificaremos por sus siglas DSC.

5. Partiendo de la afirmación de Judson y Cafer (1956 en Mayer, 1978) y Abric, (1993)


en el sentido de que el significado psicológico no puede existir aislado sino que se encuentra
determinado por el contexto específico que lo rodea, tanto social como económico, cultural y
político, proponemos:
RtYtSÍAGUNIS, I
REDES SEMÁNTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN Dt INS WUWNIOS

• Se estudien diferentes grupos de sujetos, mínimo 50, formados con base en ias
variables clasificatorias relevantes (edad, escolaridad, sexo) y

• La inclusión de un índice de Consenso Grupai, el cual se obtendrá a través del


porcentaje total de las definidoras en las que concuerdan los sujetos de los diversos grupos
estudiados. Este puntaje se identificará como ICG.

6. Al continuar desarrollando la técnica encontramos que perdíamos información en


cuanto a la Carga Afectiva de las definidoras por lo que aumentamos esta característica como
puntaje CA. Para éste, y siempre tomando como punto de referencia el estímulo, se clasifican
las definidoras como positivas, negativas o descriptivas. El simple análisis de las frecuencias
nos puede indicar que tipo de evaluación predomina en el concepto estudiado pero deberemos
2
establecer su significatividad a través de la prueba de x

El resto de los valores propuestos por la técnica original no resultan relevantes para la
construcción de pruebas psicológicas, son más adecuadas para la comparación de los
individuos contra el grupo de pertenencia (ver Figueroa, González y Solís, 1981) por lo que no las
presentamos.

Valdez y Hernández (1986), Valdez y Martínez, (1987) y Valdez y Reyes Lagunes


(1989) han propuesto la formación de Categorías Semánticas, obtenidas con base en las
relaciones de sinonimia que tienen algunas de las palabras definidoras; por ejemplo,
roja-colorada; amigo-cuate; madre-mamá; etc. Aunque contamos con evidencia de la bondad
de esta aproximación (Valdez y Reyes Lagunes, 1990; Valdez y Reyes Lagunes, 1992),
debemos reconocer que a través de ella se pierde información, puesto que, aunque las palabras
tengan el mismo significado denotativo (madre-mamá) no coinciden en el connotativo

El índice de Consenso se ve también afectado por la forma en que se identifica a la


categoría, definidora con mayor Peso Semántico para el grupo específico, pudiendo éste ser
diferente a través de los grupos. Aunado a lo anterior, hemos constatado con frecuencia que al
categorizar, los investigadores no toman en consideración la palabra estímulo, produciendo asi
categorías semánticas falsas. En consecuencia recomendamos, exclusivamente para la
construcción de pruebas, se agrupen aquellas definidoras que se usen en singular y/o plural
(guapo-guapos) y femenino y/o masculino (amiga-amigo)
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ELABORACIÓN DEL INSTRUMENTO

Iniciaremos este apartado con la definición que hemos acuñado de una prueba
psicológica Esta es: Una situación estandarizada experimental en la que obtenemos una
muestra representativa de conductas en las que se refleja la característica o atributo que
queremos medir. (Reyes Lagunes, 1991). Para lograr este objetivo es indispensable iniciar la
tarea por dar respuesta a las siguientes preguntas:

1. ¿Qué quiero medir?


2. ¿En quién lo quiero medir?
3. ¿Para qué lo quiero medir?
La integración crítica de la bibliografía relevante nos permitirá definir conceptualmente el
atributo a medir (rasgos de personalidad, actitudes, atribución, etc.) que será corroborado a
través de la técnica que aquí presentamos, Redes Semánticas, la cual obviamente se llevará a
cabo con sujetos que reúnan las características definidas al contestar en quién lo quiero
medir. A través del análisis cualitativo de ambas fases identificaremos los indicadores del
constructo lo que, a su vez, nos permite integrar el plan de prueba. La estipulación clara de
para qué lo quiero medir, guiará los indispensables análisis psicométricos para que el
instrumento sea una herramienta confiable y válida para las poblaciones meta.

Los elementos significativos encontrados a través de la técnica de Redes Semánticas


serán utilizadas en la elaboración de los reactivos componentes del instrumento. La estructura
debe ser congruente con lo que se medirá, consecuentemente puede tomar diferentes formas
que van desde afirmaciones en las que se incluye la definidora hasta listas adjetivales de
cotejo (Adjective Check List). Obviamente, las formas de respuesta también son variadas:
escalas tipo Likert, elección forzada, jerarquización, etc.. Es conveniente recordar que para
controlar los sesgos en las respuestas, los reactivos que conforman las pruebas psicológicas
deben:

a) estar contrabalanceados; es decir, contar con el mismo número de reactivos positivos


y negativos, y

b) el orden de los reactivos debe ser estipulado al azar.

A continuación, ejemplificaremos esta propuesta a través de algunas de las pruebas


construidas con la técnica.
REYES LAGUNES, I. REDES SEMÁNTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
INSTRUMENTOS

Primer caso: La Satisfacción Laboral del Médico Familiar (García Peña, en proceso).
Después de la infructuosa búsqueda de instrumentos adecuados para la apreciación de la
satisfacción laboral en nuestro medio, la autora, bajo nuestra supervisión, aplicó la técnica
utilizando los indicadores de Satisfacción Laboral; encontrando que a ésta se le definía a
través de la presencia, entre otros, de la amistad, el salario y lo estimulante del trabajo. Para
medir la valoración afectiva del constructo (actitud) se decidió redactar afirmaciones para ser
contestadas en escala tipo Likert de siete intervalos como mostramos a continuación:

3- Me siento satisfecho en el trabajo porque éste es muy estimulante


Acuerdo ______________________ Desacuerdo
5.- Un salario adecuado es un elemento importante en la satisfacción laboral
Acuerdo _______________________Desacuerdo
23. La buena relación que guardo con mis jefes, me produce satisfacción laboral.
Acuerdo ______________________ Desacuerdo
Los índices psicométricos obtenidos son adecuados: la confiabilidad interna (a de
Cronbach) de las subpartes del instrumento fluctúa entre .765 y .939, además de que por
medio del análisis factorial se comprobó la estructura hipotetizada.

Segundo caso: Autoconcepto Psícosocial de Jóvenes Guatemaltecos Refugiados


(Avila Wolff, en proceso). Partiendo de la concepción de que el autoconcepto es la percepción
individual ante sí mismo resultante de su relación con los otros, con el ambiente social y
político al cual pertenece, con su historia y su experiencia en una relación de intercambio y de
pertenencia, se consideró que ninguna de las pruebas existentes podría ser utilizada
válidamente con adolescentes refugiados en México provenientes de Guatemala.
Consecuentemente, se aplicó la técnica utilizando como estímulos los roles vividos por ellos:
Yo como hijo(a), como refugiado(a), como guatemalteco(a), como amigo(a) y como hombre o
mujer encontrándose que arrojaban características muy diferentes; por lo que el instrumento
final se conformó con estas seis dimensiones y se le denominó Autoconcepto Psicosocial. A
diferencia del ejemplo anterior, los reactivos en este caso se presentaron en el tipo de Lista
Adjetival de Cotejo y respondiéndose en un continuo de mucho a nada (cross-modal) como
podemos ver a continuación:
REVISTA DE PSICOLOGÍA SOCIAL Y PERSONALIDAD, VOL
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YO COMO AMIGA

Mucho Nada

Amable ___________________________________________ *

Respetuosa ___________________________________________

Querida __________________________________________

Tranquila __________________________________________

* La línea es de 10 cms. y la respuesta se mide en centímetros.

A pesar de que las características tan especiales de los sujetos estudiados (nivel
educativo, refugiados en campamentos, etc.) parecían dificultar la medición de su
autoconcepto, la confiabilidad y validez reportada en su construcción logra los niveles
adecuados, (a promedio .83 y factores representativos).

Tercer caso: El Amor y el Poder en la Relación de Pareja (Rivera Aragón, en


proceso). Con base en la afirmación de Díaz-Guerrero y Díaz Loving (1988) de que el amor y el
poder hace cuatro siglos dejaron de ser opuestos para intermezclarse; la autora, interesada en
el estudio de la interacción marital, decidió medir esta dimensión en sujetos mexicanos Para
lograr su objetivo, tuvo que iniciar por la indagación del significado psicológico de ambos
términos para la construcción del instrumento requerido el cual ha conformado a través de
situaciones específica como se presenta a continuación.

SITUACIÓN UNO: VACACIONES

Ud. y su esposo(a) no están de acuerdo sobre dónde ir y qué hacer


en las vacaciones que vienen:

1. Le pido a mi esposo(a) que haga lo que yo quiero


( ) ( ) ( ) ( ) ( )
Nunca Raramente Algunas veces A menudo Siempre

2. Trato de negociar y comprometerme


( ) ( ) ( ) ( ) ( )
Nunca Raramente Algunas veces A menudo Siempre
RE YE S LAOUNES, I. REDES SEMÁNTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
INSTRUUENTOS

Como se puede observar en este ejemplo, debido a la intención del instrumento, la


escala tipo Likert requiere que se conteste en relación a la frecuencia y no, como en el caso de la
medición de actitudes, estando de acuerdo o desacuerdo con la afirmación

Cuarto caso: Medición de rasgos Masculinos (Instrumentales) y Femeninos


(Expresivos). (Reyes Lagunes, en proceso). Desde el principio de la civilización se asignaron
diferentes funciones, expectativas, roles a los individuos dependiendo de su sexo biológico,
que originalmente eran estudiados por otras ciencias sociales y no la Psicología. A partir de la
publicación de el libro Sexo y Personalidad, donde Terman y Miles (1936) enumeran algunos
patrones conductuales masculinos y femeninos típicos es que inicia la preocupación en
nuestra ciencia por identificar los rasgos de personalidad diferenciales, proponiéndose a partir
de los 50's (Bakan, 1966; Bennet y Cohén, 1959; Parson y Bales, 1955) que los hombres son
más instrumentales y las mujeres más expresivas. Estos últimos hallazgos llevaron a la
concepción de que estas características eran dos polos opuestos en un continuo Sin
embargo, a partir de los 70's se modifica la conceptualización a una formulación dualística
donde la masculinidad-femineidad son dimensiones separadas esencialmente independientes
(Bem, 1974; Block, 1973; Carlson, 1971; Spence y Helmreich, 1978). Con base en esta
concepción, Díaz Loving, Díaz Guerrero, Helmreich y Spence (1981) prueban la efectividad del
instrumento de medición desarrollado por estos últimos en Estados Unidos, encontrando que
las características incluidas no son completamente equivalentes en nuestra cultura
Consecuentemente, se iniciaron una serie de estudios utilizando la técnica de Redes
Semánticas para iniciar la elaboración del instrumento que a continuación ejemplificamos

A continuación encontrarás una serie de palabras que usarás para describirte


tomando en consideración que, entre más grande y más cerca de la palabra se encuentre el
cuadro, indica que tienes más de esa característica.

Ejemplo:

Autoritario

En el ejemplo puedes ver que hay siete cuadros después de autoritario; debes marcar
con una X sobre el cuadro que te representa mejor. Si marcas el cuadro más grande, esto
indica que tienes mucho de esta característica. Si marcas el cuadro más pequeño; esto indica
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que esta característica no te describe. El espacio que se encuentra exactamente a la mitad de


las dos palabras, indica que no tienes ni mucho ni poco de la característica que se menciona. El
resto de los espacios indican diferentes grados de la característica, utiliza éstos para
encontrar el punto adecuado para tu propia persona.

Contesta tan rápido como sea posible, sin ser descuidado, utilizando la primera
impresión que venga a tu mente. Contesta en todos los renglones, dando solo una respuesta en
cada renglón.

Tus respuestas son totalmente anónimas y confidenciales, recuerda que debes


responder "COMO ERES SIEMPRE, NO COMO TE GUSTARÍA SER"

YO SOY

Abnegado(a)
Abusivo(a)
Acomedido(a)

El formato de respuesta aquí presentado, original de la autora, lo denominamos Escala Pictórica


tipo Likert y fue desarrollado para aumentar la claridad, objetividad y comprensión de la tarea en
sujetos que, como nuestra población, no están acostumbrados a contestar pruebas psicológicas y
cuyo nivel educativo predominante les hace tener dificultades con la abstracción e identificación de
continuos.

DISCUSIÓN

Con el presente trabajo hemos tratado de presentar una de las aportaciones que la
Teoría Cognoscitivista, eminentemente experimental ha sumado a los esfuerzos de nuestra
ciencia, para entender la conducta del ser humano, contribuyendo al estudio de los procesos

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REYES LAGUNES.I. REDES SEMÁNTICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
INSTRUMENTOS

internos que se realizan para manejar y almacenar la información (Redes Semánticas) y para la
elaboración de pruebas psicológicas.

La técnica ofrece una gran posibilidad de aplicaciones debido a su amplia versatilidad


de aplicación y uso, además de que se ha demostrado que suple de alguna forma las
carencias y dificultades que ofrecen otros métodos que se han utilizado con la misma finalidad ya
que además queda abierta la posibilidad de realizar comparaciones por grupos, lo cual nos
permite analizar de manera más específica y objetiva la información que se obtenga.

Para finalizar, estamos seguros de haber dado un paso más en el estudio de la


conducta y explicación de la misma, considerando que lo subjetivo (información) puede volver
más objetiva la finalidad explicativa de la ciencia psicológica, y la relación que mantiene para
con su objeto de estudio, que es el ser humano. Estamos seguros que los instrumentos
desarrollados a través de esta técnica serán más confiables, válidos y culturalmente
relevantes.

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