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Cibernética

I Cibernética I ntroducción El término cibernética tiene su


origen en la palabra griega kybernetiké , su sentido es el de
significar aquellos oficios relacionados con la navegación,
bien sea timonel o piloto. Fue Norbert Wiener quien, en
1948, acuñó el término cibernética con el sentido actual
para incluir en éste aspectos que hacen referencia a la
teoría de control y de comunicación, los cuales resultan
pertinentes para comprender cómo opera la causalidad,
tanto en organizaciones vivas como en organizaciones no
vivas, como lo son las máquinas. La cibernética aborda el
tema de la causalidad de los fenómenos y en este sentido
su función conceptual se implica en un radio de acción que
alcanza todo aquello del mundo del conocimiento que
exceda los límites de la causalidad lineal. Por ello resulta
fundamental para abordar procesos de pensamiento, en los
cuales la racionalidad lógico formal que se asienta sobre la
causalidad lineal para sus explicaciones es insuficiente.
Todo fenómeno en el cual la causa no se agota en el efecto
que produce, sino que prosigue con una retroacción que
dirige la acción del efecto de nuevo hacia la causa, está en
el corazón mismo de la cibernética. Los procesos donde
operan mecanismos de control, información, comunicación,
mantenimiento de constantes, equilibrios dinámicos, en
definitiva regularidades, fenómenos de autoorganización,
autopoiesis, autorreproducción, ecológicos, son
susceptibles de explicaciones causales cibernéticas. Dentro
del ámbito sistémico es importante incursionar en el estudio
de la ci - bernética porque no es posible comprender el
funcionamiento de un sistema y su contexto sin un
entendimiento previo de cómo opera la causalidad en el
universo relacional que los sistemas proponen. Por otra
parte, si la causalidad lineal es un pilar esencial sobre el
que se sostiene la racionalidad lógica, la cibernética o
causa - lidad circular es fundamental para sostener la
racionalidad supralógica del pensamiento complejo cuyo
abordaje llevaremos a cabo en un capítulo posterior.
Equiparar cibernética con causalidad circular no es gratuito,
el cibernauta o piloto de una embarcación cuando haya
iniciado su singladura por el océano con un derrotero
orientado al destino final de su viaje en un lugar
determinado, elegido previamente, diseñará una deriva en
un mapa de navegación con sus instrumentos
36 J osé A ntonio G arciandía I maz pertinentes. En esta
primera ruta dibujada sobre el mapa, no están previstos los
acontecimientos del viaje, en principio deberá ajustarse a la
dirección y el sentido consignados. Sin embargo, no es
suficiente para el viaje la ruta dibujada, porque el mar tiene
pocas referencias orientadoras, será preciso tener en
cuenta el contexto de los astros para la orientación en
medio del magma difuso y uniforme de las aguas. Por ello,
el piloto deberá consultar periódicamente el mapa, la
brújula, el cielo estrellado, para mantenerse en la dirección
correcta. Sus movimientos del timón serán dependientes de
él, que a su vez lo moverá en función de la información que
le retroalimenta la brújula, el cielo. Además, puede suceder
que los vientos, el balance desequilibrado de la carga mal
dispuesta, el oleaje intenso de un mar agitado, la amenaza
de una tormenta marina, etc., generen desviaciones de la
dirección de la ruta, con lo cual el timonel intentará
reajustarla de manera persistente con cada una de las
eventualidades surgidas en el trayecto. Lo que sucede es
que el piloto lleva a cabo un movimiento a su vez
generador de un movimiento en el barco sobre el cual
diferentes fenómenos producen desplazamientos que el
timonel debe corre - gir. Vemos pues que el timonel y su
embarcación están sumergidos en un proceso circular de
causas y efectos conectados todos ellos entre sí. (Véase
Figura 1.1) F igura 1.1 Timonel E squema cibernético
Embarcación Eventualidades La cibernética sostiene el
supuesto fundamental según el cual la causalidad circular
está inscrita en los mecanismos y funciones de control,
procesamiento de información e intercambio de la misma
en máquinas, organismos vivos y orga - nizaciones
sociales. Autores como Bateson se han preocupado en el
pasado por comprender cibernéticamente las complejas
reacciones humanas. La preocupación por la cibernética
surge en el momento en que algunos pensadores y
científicos comienzan a desviar el interés de su
conocimiento hacia aspectos de la realidad que no son
directamente la materia. Es decir, fijan su atención en lo
que sucede entre elementos, partes o individuos que se
relacionan. Observan algún pa - trón particular de conexión,
pautas de interacción, circuitos informacionales, redes
complejas de contacto o dinamismos en equilibrio
constante. Los primeros cibernéticos eran matemáticos,
neurocientíficos, científicos sociales e ingenieros.
Trabajaban en un nivel de descripciones diferente al de
centrarse en la materia, se concentraban en la descripción
de patrones de relación, en esencia, patrones de
comunicación, bucles cerrados y redes. Este interés los
condujo al desarrollo de conceptos como retroalimentación,
autorregulación y autoorganización. Wiener consideraba
que los conceptos de mensaje, control y retroalimentación
estaban conectados a pautas de organización, es decir, a
elementos inmateriales
P ensar sistémico 37 cuya presencia es fundamental en
cualquier descripción que pretenda abordar la complejidad
de la vida. La preocupación por la cibernética comenzó
durante la Segunda Guerra Mun - dial en los Estados
Unidos en torno a un grupo de investigadores, entre los que
había neurocientíficos, ingenieros y matemáticos, todos
ellos involucrados en investigaciones de tipo militar
encaminadas al estudio de la detección de aviones
enemigos. Se trataba de un grupo no propiamente
organizado de personas, cuyo interés residía en la
investigación de asuntos que compartían. Uno de estos
aspectos comunes era el afán por desentrañar los
mecanismos de los fenómenos men - tales y cómo los
acontecimientos neuronales podían traducirse en un
lenguaje matemático. En el sustrato de este interés estaba
la esperanza de lograr enunciar una ciencia exacta sobre la
mente. Con posterioridad a la guerra se formalizaron una
serie de reuniones cada cierto tiempo en la ciudad de
Nueva York que fueron conocidas como las Conferencias
de Macy, auspiciadas por la fundación del mismo nombre.
A estas reuniones asistía un grupo heterogéneo de
personas de diferentes disciplinas del conocimiento e
investigación. En ellas se propiciaban conversaciones
interdisciplinarias de una gran riqueza, en las cuales los
participantes buscaban explorar nuevas ideas y formas de
pensar. Si en la primera fase de estas conferencias se
reunían ingenieros, físicos, matemáticos y neurocientíficos,
en una segunda época, en los finales de los años cuarenta,
fueron invitados científicos y pensadores de las áreas
humanísticas entre los cuales se hallaban Bateson y Mead.
Esto enriqueció más las conferencias puesto que se
produjo un genuino esfuerzo por encontrar la manera de
salvar la distancia entre disciplinas tan disímiles, para
además hallar puntos de conexión entre ellas. 1 Von
Foester recién llegado de Austria en 1948 fue invitado a las
conferencias a raíz de un artículo suyo sobre la memoria y
aspectos matemáticos, que fue publi - cado. Como no
sabía sino cuarenta palabras en inglés, el grupo decidió
que para un rápido aprendizaje del idioma lo mejor era
nombrarlo editor de las reuniones y así fue. En algún
momento de las conferencias surgió la pregunta de cómo
denominar a estas conversaciones interdisciplinarias en las
cuales comenzaba a emerger un conocimiento nuevo. von
Foester sugirió que ya que Wiener había utilizado el
término de cibernética para hablar de ciertos mecanismos,
podía denominarse al contenido de las reuniones como
cibernética. 2 Las dos figuras más relevantes del grupo
eran Norman Wiener y von Neuman. El primero era
matemático y filósofo con un fuerte interés por la biología y
su preocupación intelectual abarcaba además de aspectos
como los mecanismos de comunicación y control, también
el tema de la organización y sus aplicaciones a lo social. El
segundo, también matemático, tuvo una gran trascendencia
en el desarrollo de la teoría cuántica, la teoría de juegos y
fue el inventor del ordenador digital. Así mismo, tuvo un
fuerte interés por el funcionamiento del cerebro, y la
posibilidad de comprenderlo en términos de lógica formal
era para él uno de los principales retos científicos. Desde
que Bateson comenzó a participar en las reuniones, Wiener
mantuvo con él una relación muy fructífera que fue de gran
influencia, sobre todo para el primero. 1 F. Capra, La trama
de la vida , Barcelona, Anagrama, 1998. 2 H. von Foester,
Comunicación personal , Seminario “Sistémica elemental
desde un punto de vista superior”, Sistemas Humanos,
Bogotá, 1998.
38 J osé A ntonio G arciandía I maz Ambos compartían una
actitud mental ecléctica que les facilitaba una trashumancia
permanente por diferentes disciplinas, cuya consecuencia
era el planteamiento de conexiones que a su vez permitían
establecer principios y planteamientos de orden abarcador
más complejo y de nivel de abstracción más universal.
Trataban de plan - tear una visión holística de los
fenómenos, lo cual derivó en los esbozos de lo que sería el
enfoque sistémico para la observación de muchos
fenómenos. Bateson, cuya formación intelectual tenía un
fuerte componente de biólogo, también congregaba en él
conocimientos antropológicos, psicológicos, etológicos,
tenía una gran curiosidad por todo lo referente a los
principios de organización de todos los fenómenos
relacionados con la vida. Aspecto que en uno de sus
últimos libros llamó, “la pauta que conecta”. 3 A partir de
esta experiencia, Bateson prosiguió en su trabajo aplicando
la manera de pensar sistémica e intervino en la
incorporación de la sistémica en la terapia de familia,
participando en las investigaciones del Grupo de Palo Alto,
sobre mecanismos cibernéticos de comunicación en las
familias de esquizofrénicos (teoría del doble vínculo), e
incluso diseñó un modelo cibernético para la comprensión
del alcoholismo. E l concepto Si hemos de describir en qué
consiste la cibernética será preciso referirnos a un supues -
to: en toda función de control, intercambio y procesamiento
de información subyacen unos principios comunes,
independientemente de si se utilicen en el entendimiento
del funcionamiento de máquinas, organismos o estructuras
sociales. Su campo de acción involucra la investigación de
procesos sistémicos (totalidades compuestas por
elementos relacionados entre sí) de diversa índole,
fenómenos de regulación, adaptación, autorreproducción,
autoorganización, etc. Desde la aplicación cibernética se
han desarrollado diferentes disciplinas teó - ricas entre las
que se pueden mencionar: la teoría de sistemas, teoría de
control, teoría de la información, teoría de la comunicación,
teoría del juego y la teoría de la decisión. La cibernética es,
por tanto, una forma de captar, discernir y reconocer las
pautas que organizan sucesos, remite a la exploración de
los fenómenos que sobrepasan los límites de la materia sin
abandonarla, para abordar el proceso de cómo las cosas,
acontecimientos y fenómenos en general se ponen en
conexión causal sobrepasando la causalidad lineal. Ese
proceso al que se hace referencia es el proceso circular,
centro y eje de la cibernética. Lo cual expresa que
diferentes elementos, partes o aspectos de un sistema
mantienen una influencia mutua, correlativa y
recíprocamente contingen - te en sus comportamientos en
una forma de relación compleja, es decir, existen
acontecimientos o fenómenos cuya comprensión está
limitada por las explicaciones de causalidad lineal ( X
produce el efecto Y ), y, para abordarlos, es preciso
referirse al contexto general en el que sucede,
representado por “la contingencia recíproca de diferentes
variables”. 4 Esto se podrá lograr en la medida en que el
método de explicación causal pueda incluir en su
descripción de los acontecimientos, las 3 G. Bateson,
Espíritu y naturaleza , Buenos Aires, Amorrortu, 1993, p.
18. 4 F. B. Simon, H. Stierlin y L. C. Wynne, Vocabulario de
terapia familiar , Barcelona, Gedisa, 1993, p. 55.
P ensar sistémico 39 diferentes interacciones y resaltar los
aspectos retroactivos resumidos en la ecua - ción, X
produce el efecto Y que a su vez produce el efecto X . Los
procesos en los cuales es preciso generar, mantener y, por
lo tanto, esta - bilizar ciertas variables y constantes en un
equilibrio dinámico son tributarios de este abordaje, como,
por ejemplo, los de orden evolutivo y coevolutivo, los
procesos de desarrollo y modificación de estructuras y
organizaciones. Como se desprende de lo expresado hasta
aquí, la cibernética se centra en obtener respuestas para
facilitar la comprensión de la complejidad implícita en los
procesos relacionales de los sistemas, más allá del aspecto
material. La cibernética está interesada en observar las
pautas de conexión entre las cosas y los acon -
tecimientos, como lo expresa Keeney: “en el mundo de la
cibernética podemos concebir dos clases de sucesos en
que se manifiesta la pauta: los que envuelven lo material y
lo que llamamos inmateriales. Podemos así distinguir entre
la corporeización de la pauta por la materia y la aparición
de la pauta en mundos inmateriales o imaginarios”. 5
Observar las pautas de conexión en el universo exige un
salto paradigmático desde el mundo de la materia, al
mundo de lo relacional o interactivo. Para entender esta
perspectiva podemos recurrir al concepto de máquina. Ésta
es algo más que la suma de sus partes o sustancias,
supone una determinada organización de sus
componentes, es decir, una particular forma de
relacionarse causalmente de manera circular que se
corporeiza, se hace material. Los materiales que constitu -
yen la composición de la máquina, sin la organización
(relaciones, interacciones, patrones de conexión) para una
función, no podrían ser reconocidos como una máquina,
sólo constituirían un conjunto de materia. Ver el mundo
desde una pers - pectiva cibernética desplaza el hábito de
mirar lo material de manera exclusiva, dirige la mirada al
espacio intermaterial, al espacio de la relación que se halla
entre elementos materiales. T emporalidad Un aspecto
importante a tener en cuenta en la cibernética se refiere a
la tempo - ralidad. Si bien en la causalidad lineal los
acontecimientos se suceden en un proceso lineal y, por lo
tanto, el tiempo se constituye como un aspecto irreversible,
en la cibernética cuyo soporte causal es la circularidad, el
tiempo lineal no tiene cabida, sino en la medida en que la
sucesión de acontecimientos que describe forma parte de
una temporalidad circular, cuya esencia es la redundancia.
Cuando abordamos la temporalidad lineal, la secuencia de
los hechos se sucede al avanzar el tiempo, es decir, de una
forma diacrónica (del griego dia y cronos , a través del
tiempo). Desde la perspectiva circular los hechos se
presentan en una forma sincrónica. Esto es que existe una
concurrencia aquí y ahora, de los elementos o sucesos que
los hace contemporáneos. Lo sincrónico se muestra como
repetición de un círculo causal donde la retroacción y la
recurrencia están siempre presentes. Es fácil comprenderlo
si observamos cualquier circuito en fisiología orientado a
mantener alguna constante hormonal o metabólica como la
glicemia, en la cual permanentemente 5 B. Keeney,
Estética del cambio , Barcelona, Paidós, 1991, p. 78.

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