Cuando el niño tiene hambre y no se lo gratifica, o cuando siente molestias, la

situación cambia bruscamente. Despierta su odio y su agresión y lo dominan

impulsos de destruir a la misma persona que es objeto de sus deseos. La madre es
el primer vinculo que tiene el niño, tiene con ella una relación simbiótica, siendo ella
quien se encarga de sus cuidados, la ama, pero cuando no satisface sus pulsiones
libidinales es también a quien odia, es entonces donde surge como antes mencione,
sentimientos de ambivalencia en el pequeño, las cuales lo llevan a desear causarle
daño o destruirla en ocasiones no solo se queda en su imaginación, lo lleva al acto
y la muerde, toda su agresión gira en torno a la madre, esto posteriormente se ve
reflejado en sus relaciones.
Una mujer puede aparentemente haberse apartado de su madre, y sin embargo
buscar inconscientemente algunos aspectos de aquel primer vínculo en su relación
con el marido el hombre que ama. (No solo el varón siente por su madre amor, sino
también la mujer, ella busca también en sus parejas similitudes con su madre,
pueden ser físicas o de su personalidad, busca reparar el daño que en sus fantasías
le pudo haber causado, teniendo como pareja alguien que se asemeje a su madre.

Ciertas personas, se desazonan muy pronto cuando notan falta de aprecio, aun en
quienes poco signifiquen para ellos. esto se debe a que no se sienten merecedores
del cariño y las atenciones de nadie, no importa si sean personas con una carga
emocional importante o baja, la frustración y desaliento está presente, esto
generado por un sentimiento de ser menos que los demás, ser malos por haber
intentado causarle daño a su madre, todo esto en el plano inconsciente, tienen
también remordimientos, creen poder causarle daño a sus seres queridos.

En el caso de la niña, su atracción hacia el pecho materno se transforma en interés,

en gran parte inconsciente, por el genital paterno, el cual se convierte en el objeto
de sus deseos. La niña primero experimenta la homosexualidad vivida con su madre
y posteriormente se traspasa a la heterosexualidad, es decir ahora es el padre con
quien fantasea, esto ya puede ser en un plano consciente o inconsciente, un
ejemplo de ello lo tenemos cuando la niña le dice al padre que se quiere casar con
él y también tiene el deseo de darle hijos para poder competir con la madre, ahora
tendrá competencia con ella por el amor de su padre, a pesar de seguirla deseando
pero es más fuerte el deseo reciente que surge por el progenitor del sexo opuesto.

Los deseos y fantasías vinculados a la madre y a las hermanas constituyen la base

de futuras relaciones homosexuales directas, que se expresan indirectamente en
forma de amistad y afectivas entre mujeres. Se entiende el deseo que puede sentir
la hija sobre la madre o padre pero no por sus hermanas, y menos, que esto se va
manifestado en relaciones homosexuales con sus amigas, ósea que aunque ella
incline sus preferencias a heterosexuales continua teniendo deseos homosexuales
y peor aún que las relaciones filiales sean producto de ello, es algo que en mi punto
de vista no alcanzo a comprender, entonces, ¿siempre se gira alrededor de una
bisexualidad?

Junto con impulsos destructivos existe en el inconsciente del niño y del adulto una
profunda necesidad de hacer sacrificios para reparar a las personas amadas que,
en la fantasía han sufrido daño o destrucción El amor siempre estará lleno de
abnegaciones, de tratar de reparar el daño, hacer sacrificios sin importar causarse
daño a ellos mismos, un ejemplo se tiene cuando el hombre le pega a su mujer y
ella se cree su salvadora y en sus fantasías confía que con su amor y sacrificios
podrá hacer cambiar a su hombre, sin importarle que su propia vida este en juego,
pues a él alguien lo debió de haber causado mucho daño y ella lo curara.

Puesto que al identificarnos con otro ser compartimos la ayuda o la satisfacción que
le proporcionamos, recuperamos por una vía lo que sacrificamos por otra. cuando
las historias de vida se parecen o se cree que tienen similitudes es cuando más se
engancha el sujeto con el otro, al ayudar al ser amado se curan también las heridas
propias, sin importar que se esté atentando contra la integridad física o emocional
propia a costa de sanar a quien se ama.

Una relación feliz y sexualmente gratificadora le prueba la bondad de su pene y

también inconscientemente, el éxito de sus intentos de reparación. cuando se ve y
cree capaz de satisfacer a su mujer siente que su pene es bueno y que puede lograr
el, como persona todo lo que se proponga, vive las fantasías que algún día tuvo con
su madre, pero ahora de forma permitida socialmente sin tener que competir con su
padre y se sabe reparado. En cada una de las esferas de su vida, escuela, trabajo
o cual quiera que el desee.

Muchas personas buscan solución a sus dificultades mediante el desplazamiento

predominante de personas a objetos. Una forma muy clara en la que se muestra
dicha traslación se da cuando buscan en objetos o sustancias llenar el vacío
afectivo, introduciéndose en las adicciones como a la comida, las compras o
sustancias como el alcohol y las drogas.
Su objeto original de amor es así reemplazado por una sucesión de objetos diversos
Ahora puede lograr de forma exitosa vencer y reparar sus sentimientos de agresión
sin sentir culpa aparente, podrá tener placer, disfrutar de cierta forma plenamente,
considera que los objetos cubrirán los huecos que no fueron llenados
satisfactoriamente en su infancia.

Si sus deseos sexuales hacia la madre, hermanas no están reprimidos, amor y

deseo sexual podrán, más tarde en la vida, revivir, unirse y desempeñar una parte
vital en sus relaciones amorosas. El hecho de que el niño renuncie a la madre o las
mujeres de su familia, es como un traslado de su amor y deseo hacia las demás
mujeres; es decir si renuncia a ellas, a cambio podrá tener a cuanta mujer le venga
en gana y disfrutara de ellas sin el menor remordimiento.

Puedo deducir que la relación madre- hijo es el punto flaco en la relación sujeto-
adicciones, pues estará en la búsqueda constante de llenar el vacío afectivo que
surgió en sus inicios como infante, ahora bien traslada esa falta de amor de persona
a persona a un objeto, mediante el cual busca redimir sus culpas y va por la vida
reeditando la neurosis infantil, en búsqueda del placer, el cual le fue negado, o no
consiguió tener de la manera que el cómo todo niño buscaba en su madre.