MINA

COBRIZA
GEOLOGIA ESTRUCTURAL

NAVARRO MANAY LUIS KEVIN BRANDO

SANDOVAL VASQUEZ ERLI
 UNIVERSIDAD NACONAL DE TRUJILLO

INDICE
MINA COBRIZA ............................................................................................................ 2
1. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL................................................................................. 2
2. INTERPRETACION GEOLOGICA ......................................................................... 2
2.1. GEOLOGÍA HISTÓRICA .................................................................................... 2
ANEXOS....................................................................................................................... 4

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MINA COBRIZA

1. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL

El desarrollo estructural del área está relacionado a las diferentes fases tectónicas
producidas sucesivamente desde el Paleozoico hasta nuestros días, comprendiendo a los
ciclos orogénicos Herénico y Andino, que han controlado los procesos sedimentarios y
han ocasionado un intenso magmatismo intrusivo como extrusivo a la vez que ha
deformado las rocas existentes con diversas formas y estilos hasta tomar la
configuración actual y dirección característica NO-SE de las estructuras (pliegues y
fallas).

Está deformación ha originado un sistema de grandes y profundas fallas que han

dividido al terreno en elongados mega bloques de dirección general NO-SE, que
aparecen como pilares y fosas.

2. INTERPRETACION GEOLOGICA

2.1.GEOLOGÍA HISTÓRICA

Las características geológicas del área son el resultado de numerosos y sucesivos

procesos que, en menor o mayor grado, han afectado la zona desde el siluriano hasta
nuestros días.

Durante el siluriano la región constituida parte de una gran cuenca marina relativamente
poco profunda y reductora donde se depositaron grandes volúmenes de material pelítico,
el cual, al producirse cambios eustáticos en la cuenca, tuvo también aporte de material
samitico cuarzoso. Esta sedimentación clástica estuvo también acompañada de un
evento volcánico efusivo, calcoalcalino, que se hizo preponderantemente importante
durante el Devoniano.

Hacia fines del Devoniano y comienzos del Carbonifero, se produce una ingente
deformación comprensiva conocida como fase Eohercínica que afecta a los terrenos del
Paleozoico inferior, producto de lo cual se depositan, sobre cuencas continentales
gruesas secuencias de material sefitico preponderantemente. Así mismo, algunos
subvolcánicos riolíticos se emplazan en las pelitas silturodevonianas. Adicionalmente,
durante el Fini-Mississipiano se produce un importante evento volcánico tanto efusivo
como explosivo sobre el área, extendiéndose está última actividad hasta comienzos del
Pensilvaniano.

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Una transgresión marina se produce paulatinamente sobre el área, convirtiéndose ltra

vez bajo condiciones marinas moderadamente profundas. En ella, la sedimentación
predominantemente pelítica. Nuevamente ocurre cambios eusáticos negativos ocurridos
durante el Fini- Pensilvaniano, generan la paulatina sedimentación de material
carbonatado, lo cual se hace más importante durante el Eo-Permiano, está reducción de
la profundidad de la cuenca es acompañada por un paleo clima cálido, que hacen
posible la presencia de numerosas formas invertebradas de vida (colonias de cotales,
fusulimidos, braquiópodos, pelecípodos, etc).

Movimientos tectónicos distensivos se producen en la región, generando un fallamiento

profundo de dirección NNO-SSE, producto de lo cual sucede una emersión del área, que
es acompañada por relativamente rápidos procesos de erosión y depositación de
material clástico y principalmente grueso. Así como también un importante vulcanismo
efusivo y explosivo, destacándose entre otras cosas, sus productos riolíticos peralcalinos
y no peralcalinos, así como también basaltos subalcalinos.

Hacia finales del Permiano y comienzos del Triásico, suceden nuevos movimientos
distensivos, produciendo rupturas en la cadena paleozoica, que originan los embriones
de grandes fosas y pilares sobre la región. Estos hechos son acompañados por el
emplazamiento del Batolito de Villa Azul, como consecuencia de ello, hay una
paulatina subsidencia del sector Occidental, que condiciona la formación de facies
continentales clásticas, evaporiticas mixtas y facies carbonatadas marinas, sobre estas
condiciones de plataforma somera se desarrollan formas de vida (braquiópodos,
pelecípodos, corales, algas, etc)

La ausencia de rocas del Jurásico medio y superior, sugiere la presencia de un gran

hiatus, producido, tal vez, como consecuencia de una emersión de esta parte de la
región, a causa de los movimientos tectónicos generados por la deformación Málmica.

Durante el Eo-Cretáceo, un nuevo ingreso del mar origina la sedimentación de material

elástico cuarzoso carbonatado, el cual es seguido luego por material exclusivamente
calcáreo. Variaciones en el nivel eustático del mar originan una lenta emersión que
provoca un radical cambio a facies evaporíticas, calcáreas y ledolitas a fines del Eo-
Cretáceo y durante el Fini-Cretáceo.

A finales del Cretáceo y comienzos del Paleógeno se produce una nueva fase de
deformación comprensiva (fase peruana) que reactiva algunas de las grandes fallas
originadas por la deformación Fini-herciniana formando cuencas intramomtañosas (de
Tambo y Huayllay), que contemporánea y rápidamente fueron rellenadas por material
clástico rojizo. Las condiciones paleoecológicas fueron favorables para la presencia de
carofitas.

A comienzos del Mioceno, una nueva deformación comprensiva es producida como

consecuencia de un evento tectónico conocido como (fase Quechua) la cual reactiva

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notablemente las fallas antiguas y genera una gran cuenca intramomtañosa en el lado
Occidental, conocida hoy como Cuenca de Ayacucho. Contemporáneamente, se
produce una intensa sedimentación continental y lacustrina, acompañada de material
piroclástico y lávico a finales de este período.

Un nuevo pulso tectónico ocurre (fase Quechua 2) produciendo una deformación leve
del terreno que es acompañado por un nuevo episodio volcánico característicamente
explosivo, el cual es contemporáneo acompañado por una notable depositación
continental de material clástico. En este período se producen también algunas
intrusiones menores, básicas al Este y félsicas al Oeste.

Posteriormente, durante el Fini-Mioceno y el Eo-Plioceno, se produce una nueva

deformación tectónica (fase Quechua 3) que afecta el área, fallándola y plegándola
suavemente y produciendo un gran episodio volcánico que se extiende grandemente,
rellenando las paleo depresiones.

En el Pleistoceno, como consecuencia obvia de levantamiento de los Andes, se produce

un intenso período de actividad fluvial, surcando profundamente los terrenos y
depositando material clástico sobre grandes extensiones del área.

Casi contemporáneamente, ocurren períodos de glaciación sobre las partes más elevadas
(Cordilleras de Razuhuilca y Yanaorjo), dejando como registro de ellas su característica
morfología y depósitos glaciares.

La actividad de degradación y agradación continúa hasta el Holoceno.

ANEXOS

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