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ASÍ SERÁ LA VIDA SI NO ACTUAMOS ANTE LA CRISIS

CLIMÁTICA Y ESTOS LOS PAÍSES DE MAYOR


AFECTACIÓN
EMANCIPACIÓN jueves, diciembre 05, 2019 CIENCIA, CUIDADOS Y
SALUD, EDUCACIÓN, INFORMACIÓN INTERNACIONAL, MEDIO AMBIENTE

1. Cómo nos cambiará la vida si no


actuamos ante la crisis climática
Sin una acción climática más ambiciosa y urgente,
estos panoramas serán la realidad de todos
Solo dos escenarios son posibles: si tomamos medidas contra la emergencia climática
o si no lo hacemos. Los países que se reúnen estos días en la cumbre del clima COP25
de Madrid saben bien lo que se juegan si no ponen todos sus esfuerzos en frenar el
aumento de temperaturas.

Adeline Marcos

La crisis climática intensificará la frecuencia de fenómenos extremos como los huracanes. / José
Antonio Peñas (SINC)

El cambio climático se ha ido acomodando rápidamente en las regiones hasta


adentrarse en las vidas de la gente. Millones de desplazados huyen ahora de sus
efectos. Este ente cada vez menos invisible se nutre de los errores e inacciones de los
gobiernos. Cada vez se hace más fuerte, cada vez alcanza a más personas, pero aún
no es del todo imparable.

Para poner freno a la emergencia climática se aprobó el Acuerdo de París, la


resolución universal que unió a todos los países en 2015. Sin embargo, la situación de
cada uno de los Estados miembro de Naciones Unidas hace que estos sufran o
contribuyan de diferente manera al aumento generalizado de las temperaturas.

Ciudades anegadas y asfixiadas, especies emblemáticas borradas del mapa, niñas y


niños desnutridos y eventos extremos inexplicables son ya la realidad en muchas zonas
del mundo. Sin una acción climática más ambiciosa y urgente, que restringa aún más
las emisiones de gases de efecto invernadero, estos panoramas serán la realidad de
todos.

Las áreas urbanas, donde vive más de la mitad de la población mundial, están
afectadas por los efectos del cambio climático, pero también generan una gran
concentración de gases de efecto invernadero. De hecho, según un informe de
Naciones Unidas, son responsables de hasta el 70 % de las emisiones antropogénicas
globales, la mayoría procedentes del consumo de combustibles fósiles por el uso del
coche.
Fallecen siete millones de personas cada año, según la Organización Mundial de la
Salud, por la exposición a partículas contaminantes del aire

Para el año 2030 se prevé que las urbes acojan el 60 % de la población mundial, y en
2050 vivirán unos 2.500 millones de personas más en las ciudades. Los riesgos
climáticos pueden incrementarse aún más, si no se reducen las emisiones de CO2.
Muchas ciudades, como Nueva York, Rio de Janeiro, Sidney o Santa Cruz de Tenerife
en España sufrirán especialmente el aumento del nivel del mar.

Además, la contaminación empeora la salud de las personas. En la actualidad, fallecen


siete millones cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por la
exposición a partículas contaminantes del aire. Si no se actúa, también se elevará la
prevalencia de enfermedades respiratorias, alergias y otras dolencias circulatorias o
neurodegenerativas, además de la malnutrición y el paludismo por el aumento de las
temperaturas.

Pero las ciudades también son parte de la solución. Bien diseñadas y mejor transitadas
se convierten en centros de innovación y creatividad para actuar contra la polución.
El impulso de zonas verdes, energías renovables y transporte limpio mejorará la
calidad de vida de las personas.
Con condiciones atmosféricas cada vez más desfavorables, a los animales les quedan
pocas opciones de supervivencia: se adaptan, huyen o perecen. Muchos de ellos no
tendrán tiempo ni siquiera de adaptarse. Tras evaluar 10.000 estudios científicos, un
trabajo publicado en Nature Communications muestra que no todas las especies
podrán hacer frente al vertiginoso ritmo del aumento de temperaturas.

La crisis climática está acelerando una extinción


masiva de animales

La zona mediterránea y España en particular, que alberga la mayor biodiversidad de


Europa, será una de las que sufra más las consecuencias del cambio climático. Las
precipitaciones irregulares y la sequía prolongada afectarán a los hábitats de las
especies, de las que el 26 % ya está en estado crítico. Si no se superan los 2 ºC de
aumento de temperaturas, casi el 30 % de los grupos de especies y más de un tercio
de las plantas estarán en peligro en la zona mediterránea. Si no se consigue mantener
este límite, la situación empeorará.

En otras regiones del mundo, la crisis climática está acelerando una extinción masiva
de animales. En menos de 60 años, casi la mitad de las especies podría desaparecer si
las emisiones de gases de efecto invernadero continúan su frenético ritmo. Pero
incluso manteniendo los objetivos del Acuerdo de París, el 25 % de las especies podrían
perderse, sobre todo en la Amazonía o las Islas Galápagos, apunta un informe de la
Universidad de East Anglia (Reino Unido) en colaboración con WWF.

Para garantizar la supervivencia de especies emblemáticas, como el orangután o el


leopardo de las nieves, son necesarios corredores ecológicos para permitir su
movilidad en un territorio cada vez más afectado por incendios, deforestación y
disminución de glaciares.
La emergencia climática ha creado ganadores y perdedores. Unas 880 millones de
personas viven en asentamientos precarios muy vulnerables al cambio climático, la
mayoría de ellos en países pobres. Paradójicamente, este grupo de población es el
que emite menos gases de efecto invernadero.

La emergencia climática ha exacerbado las


desigualdades entre países ricos y pobres

Además, la crisis climática ha exacerbado la desigualdad entre estos países y los


industrializados. Aunque en las últimas décadas la brecha entre las naciones había
disminuido, el cambio climático ha impedido que lo hiciera más rápido, según un
estudio publicado este año en la revista PNAS. La diferencia es un 25% mayor entre los
países empobrecidos y los enriquecidos que si no existiera el calentamiento global.

El aumento de temperaturas también genera mayor inseguridad alimentaria,


según Oxfam Intermón. No solo aumentan los precios de los productos, sino que
además se pierden las cosechas por la alteración del clima. Esto provoca mayor
desnutrición, aumento de las enfermedades y tasas más elevadas de mortalidad
infantil.
Para luchar contra las consecuencias del cambio climático, varios países han
implementado sistemas sanitarios resilientes al clima, como promueve la OMS en una
encuesta presentada esta semana en la COP25. Pero solo 51 de los 101 participantes
han informado tener un plan nacional de salud y una estrategia relativa al cambio
climático. Y son justamente las naciones con mayores problemas para incrementar
estas políticas las más vulnerables a los efectos del cambio climático.

El año 2019 lo ha dejado bien claro: el mundo sufre cada vez más sequías severas,
déficits de precipitaciones, inundaciones intensas, olas de calor más mortíferas,
huracanes más potentes e incendios letales, entre otros eventos extremos.
Prácticamente ninguna zona del mundo ha quedado exenta de los efectos del
constante aumento de las temperaturas, batiéndose todos los récords a lo largo de
esta última década.

Los eventos extremos no siempre están ligados a


feroces incendios y sequías
Según el Índice de Riesgo Climático 2020 de la organización Germanwatch presentado
ayer en la cumbre del clima de Madrid, los eventos extremos se han convertido en un
gran desafío para todos los países, ya no solo para los más empobrecidos. Cerca de
500.000 personas han fallecido debido a unos 12.000 eventos extremos que han
generado pérdidas económicas de miles de millones de dólares americanos.

España no es una excepción. La desertificación extrema, mayores inundaciones y


fuertes temporales la ha posicionado en el puesto 38 entre las naciones más
vulnerables al cambio climático. El país ha sufrido graves consecuencias humanas y
materiales.

Pero los eventos extremos provocados por el aumento de temperaturas no siempre


están ligados a feroces incendios y sequías, el clima se desajusta tanto que se pueden
producir olas de frío extremo en zonas totalmente inesperadas.

El pasado invierno EE UU registró temperaturas mínimas récord, provocadas por una


alteración del vórtice polar, un ciclón de aire frío masivo que se mantiene sobre el
Polo Norte gracias a una corriente en chorro caliente. Si esta se desestabiliza, como
ocurre actualmente por el cambio climático, partes del vórtice polar se desplazan
hacia el sur. Esto provocará olas de frío polar más frecuentes en Norteamérica, Europa
y Asia.
_________________
Adeline Marcos
Periodista especializada en medio ambiente. Redactora del área de ciencias naturales en SINC

Zona geográfica: España


Fuente: SINC
https://www.agenciasinc.es/Reportajes/Como-nos-cambiara-la-vida-si-no-actuamos-ante-la-
crisis-climatica

2. Estos son los países más afectados


por eventos climáticos extremos
El instituto Germanwatch ha presentado durante la cumbre del clima de Madrid los
resultados del Índice de Riesgo Climático Global 2020. Según este análisis, basado en
los impactos de los eventos climáticos extremos y los datos socioeconómicos asociados
a ellos, Japón, Filipinas y Alemania fueron los países más afectados en el año 2018.

Eva Rodríguez Nieto

Cerca de 500.00 personas murieron como resultado directo de más de 12.000 eventos climáticos
extremos que causaron daños por valor de 3,5 billones de dólares en los últimos 20 años / Pixabay

El Índice Global de Riesgo Climático, presentado durante la cumbre climática (COP25)


que se celebra estos días en Madrid, hasta el 13 de diciembre, muestra que en 2018
países industrializados como Japón y Alemania están entre los más afectados por olas
de calor y graves sequías. También Filipinas, ya que sufrió el tifón más fuerte
registrado en todo el mundo el pasado año. A esta lista le siguen Madagascar, India y
Sri Lanka.

“Es una sorpresa que los países desarrollados estén tan altos en el índice de este año.
Es un indicador de que los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos se
sienten en todo el mundo”, dice a Sinc David Eckstein, del instituto de investigación
Germanwatch que ha presentado el informe en la COP25.

Según sus creadores, el Índice de Riesgo Climático Global (IRC) indica el nivel de
exposición y la vulnerabilidad a los fenómenos climáticos extremos “que los países
deben entender como una advertencia para estar preparados para eventos climáticos
más frecuentes o más severos en el futuro”.

En este sentido, de los países europeos analizados, Alemania experimentó en 2018 el


año más cálido desde que se tiene registro, debido a una fuerte ola de calor. El período
entre abril y julio de 2018 fue el más caluroso de la historia del país germano, con
temperaturas de cerca de 3° C por encima de la media.

España ocupa el puesto 38 debido principalmente a las fuertes lluvias, tormentas e


inundaciones que tuvieron lugar en octubre de 2018

“España ocupa el puesto 38 debido principalmente a las fuertes lluvias, tormentas e


inundaciones que tuvieron lugar en octubre de 2018, en la parte oriental de España y
las Islas Baleares”, apunta Eckstein.

Las olas de calor fueron una de las principales causas de los daños en 2018. De los diez
países más afectados en 2018, Japón, Alemania e India sufrieron un prolongado
período de calor.

Países más afectados a largo plazo

El estudio también ha analizado los resultados a largo plazo de estos fenómenos


extremos desde 1999 a 2018. En este caso, los países pobres son los que tuvieron que
soportar impactos más altos. “Siete de los diez países más afectados en este período
son países en desarrollo con bajos ingresos medios per cápita”, señalan.

Puerto Rico, Myanmar y Haití fueron los más afectados, según este índice a largo
plazo. Cerca de 500.000 personas murieron como resultado directo de más de 12.000
eventos climáticos extremos que causaron daños por valor de 3,5 billones de dólares
en los últimos 20 años.
“Los países en desarrollo y las comunidades vulnerables dentro de estos están más
afectados existencialmente por los impactos, ya que carecen de la capacidad para
hacerles frente”, añade el experto.

“El índice muestra que el cambio climático tiene efectos desastrosos, especialmente
en países pobres, pero también en los industrializados", dice Eckstein

Haití, Filipinas y Pakistán son golpeados repetidamente por fenómenos


meteorológicos extremos sin tiempo para recuperarse por completo. “Eso subraya la
importancia de mecanismos de apoyo financiero real para países pobres, no solo en la
adaptación al cambio climático, sino también para hacer frente a las pérdidas y daños
inducidos por el clima", subrayan desde Germanwatch.

“El índice de riesgo climático muestra que el cambio climático tiene efectos
desastrosos, especialmente para los países pobres, pero también causa daños cada vez
más graves en países industrializados como Japón o Alemania", concluye Eckstein.
Dar respuesta a los más vulnerables

Una de las cuestiones a debate en la COP25 es abordar la financiación para ayudar a


las personas y los países más pobres a hacer frente a los daños y las pérdidas
relacionadas con la crisis climática.

El trabajo resalta que aunque las pérdidas financieras absolutas son significativamente
mayores en los países ricos, es en los países de bajos ingresos donde las muertes, la
miseria y las amenazas por el clima extremo son mucho más probables.

“La conferencia climática debe obtener resultados sobre la decisión de determinar


regularmente las necesidades de apoyo de los países vulnerables para daños futuros.
Además, la COP25 tiene que decidir los pasos necesarios para generar recursos
financieros reales para satisfacer dichas necesidades. Asimismo, la implementación
de la adaptación al cambio climático también debe fortalecerse”, enfatizan.
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Eva Rodríguez
Periodista y redactora de SINC especializada en información sobre ciencias naturales y sociales

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