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RENÉ MORENO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
ADMINISTRATIVAS Y FINANCIERAS
Integrantes:
Negociar consiste en llegar acuerdos que sean beneficiosos para las diferentes partes
afectadas. Evidentemente, para que haya un acuerdo primero debe haber un
desacuerdo que sea necesario solucionar. Por ello, cuando se producen divergencias
entre dos puntos enfrentados, es necesario que las dos partes cedan un poco para
poder llegar a un punto de encuentro intermedio.
Como todo proceso, la negociación consta de varios momentos esenciales, cada uno con sus
respectivas características y propiedades:
1. Planificación:
3. Análisis posterior:
Lo realiza cada una de las partes en función de los acuerdos alcanzados. Lo más común es que
éstos se contrasten con los objetivos iniciales.
2. Negociación progresiva
En ella sin embargo, la relación personal tiene una mayor importancia. Se crea un
ambiente de confianza donde poco a poco se van acercando las posiciones, antes de
implicarse de pleno en la negociación. Podemos ver este tipo de negociación con los
proveedores.
4. Negociación acomodativa
En la que una de las partes adopta una actitud más conciliadora para llegar a un
acuerdo. Se presenta una actitud de perder/ganar, la conducta es pasiva o sumisa.
Fortalezas:
Interés por cuidar esta relación independientemente del resultado, para fortalecer la
relación de confianza entre ambas partes.
Se da normalmente cuando es necesario la solución de una situación de conflicto.
Una de las partes cede ya que sabe que puede aprovechar esta situación para
futuras negociaciones.
Debilidad:
Es un gran error adoptar este estilo de forma permanente. Si cedes bajo cualquier
circunstancia puede entenderse como un signo de debilidad.
5. Negociación colaborativa
El principal objetivo es que ambas partes salgan beneficiadas. En este caso la conducta
es más asertiva donde se presenta una actitud de ganar/perder. Cumple las siguientes
características:
Se da una actitud de cooperación para aumentar la eficacia de la negociación.
Además de la consecución de un buen resultado el objetivo es mantener una
excelente relación.
Se usa sobre todo en las negociaciones internas de la empresa.
4. Mejora el autoconocimiento
A veces, puede ocurrir que nos dejamos llevar por los impulsos y no somos conscientes
de ello. Por eso, si vamos a negociar con otras personas y escucharles activamente,
debemos prestar atención a nuestras emociones también.
7. Ser asertivo
Ser asertivo es otra de las grandes cualidades que podemos poseer para relacionarnos
positivamente con los demás y, especialmente, cuando queremos negociar. La
asertividad es una forma de relacionarse respetuosa y no invasiva, en la que muestras
y expresas tu opinión sin menospreciar ni dejar de respetar a los demás.
8. Autoconfianza
Para poder defender tu postura con autoridad y respeto hacia los demás, es
indispensable confiar en uno mismo. Si no confías en tí mismo, es fácil dar tu brazo a
torcer antes de tiempo y es complicado que puedas regular tus emociones de manera
que consigas terminar la negociación de la manera que quieres.