Sei sulla pagina 1di 23

Acción de inconstitucionalidad.

Excmo. Superior Tribunal de Justicia:

Alejandro Daniel CANAVESIO, Presidente del Colegio del


Colegio de Abogado de Entre Ríos, constituyendo domicilio a los efectos del
proceso en calle Córdoba 264 Planta Alta de la ciudad de Paraná Provincia
de Entre Ríos, mail: alecanavesio@hotmail.com, celular 3436100001, con
patrocinio letrado de abogados de la matricula provincial vigente que
suscriben al pie, a V.E. digo QUE:

I. Objeto.

Vengo en representación legal del COLEGIO DE ABOGADOS


DE ENTRE RIOS con domicilio legal en calle Córdoba nº264, Planta Alta de
esta ciudad, a promover ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD contra el
Superior Gobierno de la Provincia de Entre Ríos debiendo correr traslado
de la demanda al mismo en la persona del Gobernador en su despacho sito
en Córdoba y México, 1º Piso de esta ciudad de Paraná y del Sr. Fiscal de
Estado, en su público despacho sito en calle Córdoba y México, 1º Piso
ambos de la ciudad de Paraná, a tenor de lo dispuesto en el art. 209 de la
Constitución de Entre Ríos del año 2008, con el objeto que al dictar
sentencia se declare la inconstitucionalidad del Acuerdo Plenario nº1 de
fecha 28 de octubre de 2.019 del Excmo. Superior Tribunal de Justicia de
la Provincia de Entre Ríos de acuerdo a los fundamentos de hecho y
derecho, que seguidamente pasó a exponer:

II- Personería:

Agrego copia autentica de mi designación como Presidente del


Colegio de Abogados de Entre Ríos con lo cual acredito me personería para
intervenir en la presente causa.

Conforme el art.53 del Dec.Ley nº4.109/56 ejerzo su


representación legal y en tal carácter puedo "actuar ante la justicia por sí o
por apoderado".

III. Legitimación:

1
III.1- Legitimación activa.

Conforme el art. 18 del Dec. Ley nº4.109/56 el Colegio de


Abogados de Entre Ríos tiene entre sus "funciones" y "atribuciones", las de
"..d) la representación de todos los abogados de la Provincia en sus
relaciones con los poderes públicos en cuestiones que atañen a la profesión",
como también la de "..i) la de defender los derechos de los Abogados en el
ejercicio de la profesión" y la de "..o) obtener la observancia de las leyes
arancelarias".

Surgirá del desarrollo de esta demanda que la cuestión que


motiva la misma tiene estrecha sino exclusiva relación con el ejercicio
profesional y su retribución (honorarios) lo que habilita que la entidad que
represento tenga cualidad suficiente para demandar como lo hace.

Esta legitimación ha dado reconocida por la Corte Suprema de


Justicia de la Nación al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal:
Fallos 324/448 y al Colegio de Abogados de la Provincia de Tucumán
(Fallos. 338/249 y 280)

III.2- Legitimación pasiva:

El Acuerdo nº1 de fecha 28/10/2019, cuya


inconstitucionalidad se plantea ha sido dictada por el Superior Tribunal de
Justicia de la Provincia de Entre Ríos, quien carece de legitimación pasiva
o capacidad para actuar en esta acción, razón por la cual corresponde
directamente demandar al Estado Provincial a tenor de lo dispuesto por el
art.209 de la Constitución de Entre Ríos del año 2008, debiendo actuar a
través de la Fiscalía de Estado de la Provincia. Así lo establece la norma
citada, al señalar: “El fiscal de Estado es el encargado de defender el
patrimonio del Estado Provincial. Es parte legítima y necesaria en los
juicios… de inconstitucionalidad y en toda controversia judicial en que se
afecten intereses del Estado.

En este sentido debe tenerse en cuenta como se ha resuelto por


el Excmo STJER, que: “Los poderes que integran el Gobierno de la
Provincia de Entre Ríos no pueden estar en juicio en forma individual,
ya que la personalidad jurídica requerida a tal fin corresponde al
Estado provincial como unidad, quien es representado en juicio por el
2
Gobernador o por quienes éste designe (argumento arts. 81 y 166,
Constitución de Entre Ríos). El Poder Judicial de la Provincia de Entre
Ríos y el Superior Tribunal de Justicia local no poseen capacidad para
estar en juicio, por lo que es el Estado provincial quien debe ser
demandado. (Cftr. STJER, en Pleno, 02/04/1997, “Albe, José A. y otros c.
Superior Tribunal de Justicia,”, LLLitoral 1998-2, 68 - LA LEY 1998-F,
869; Idem. STJER, 6/6/1994, "Mármol de Butta, Estela Graciela c. H.
Legislatura de la Provincia de Entre Ríos s/ demanda contencioso
administrativa".

Quien fuera Convencional Constituyente en Entre Ríos, en el


año 1932, Justo Medina "Como jefe del Estado el Gobernador es el
representante del Estado provincial, en todos los órdenes de su actividad
oficial y como persona jurídica. En tal carácter no sólo designa a los que
deben atender las demandas contra la provincia, en los casos en los que no
interviene el Fiscal de Estado..." ("La Constitución de Entre Ríos", t. II, p.
665). Del mismo modo y en el orden nacional, opina Marienhoff que la
personalidad jurídica le corresponde al Estado, considerado como unidad y
no aisladamente a cada uno de los poderes que integran el Gobierno
("Tratado de derecho administrativo", t. I, ps. 334/336), lo que encuentra
correlato con lo que actualmente prevé el art. 209 de la Constitución
Provincial actualmente en vigencia desde el año 2008.

Únicamente el STJER ha acordado legitimación pasiva en el


caso especial de las acciones de amparo (autoridad administrativa o
judicial o legislativa en ejercicio de funciones administrativas, funcionario,
corporación o empleado público -cfme.: Artículo 1, ley cit.-), de ejecución o
de prohibición (funcionario o corporación pública de carácter
administrativo -cfme.: Artículos 25 y 26, ley cit.-), habilitando el
direccionamiento de la demanda no sólo contra el órgano administrativo
con personalidad jurídica sino, también, contra los mismos funcionarios
autores del acto o de la omisión que se denuncian como lesivos de
derechos del amparista y hasta contra un empleado público que pudiere
ser autor de ellos, tal como ha sido tradicionalmente interpretado por este
Tribunal admitiendo la legitimación pasiva de organismos públicos o
funcionarios que son parte del Estado Provincial e independientemente de
él, carecen de personalidad autónoma para estar en otro tipo de juicio
distinto del amparo". (STJER, Sala Constitucional y Penal, 26 10 2011,
“M.M.A c/ Jefatura de Policía de Entre Ríos s Acción de amparo").
3
IV. Hechos.

1. En fecha 28 de octubre de 2.019 el Superior Tribunal de


Justicia de la Provincia de Entre Ríos se reunió en pleno y resolvió “3º)
ESTABLECER como parámetro mínimo regulatorio de honorarios
profesionales en el proceso de amparos -genéricos y especiales- 35 juristas
al vencedor en primera instancia, y 70 % de ese monto al vencido, al
momento de la regulación. Y por la labor en la alzada -de corresponder- el 40
% de la suma que fijada en la primera instancia -cfr. arts. 1, 2, 3, 4, 5, 7, 12,
59, 91 de la L.A. en armonía con la Ley 10.377 y las pautas previstas en el
art. 1255, segundo párrafo del C.C y C..”.

2. Esa resolución la tomó entendiendo idóneo y válido lo que


prevé el art. 35 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Provincia,
texto según la ley nº10.704 (art. 1º de la parte resolutiva de la decisión) y
que lo resuelto era "doctrina legal del Superior Tribunal de Justicia en la
materia y tendrá carácter obligatorio y vinculante" (art.2º de esa parte de la
decisión).

3. la decisión se tomó por la convocatoria que hiciera al efecto


el Sr. Presidente del Tribunal quien invocó la "potestad otorgada por el
artículo 35º de la Ley Orgánica del Poder Judicial nº6.902 modificada por la
ley nº10.704, a raíz de la existencia de criterios divergentes en
materia de regulación de honorarios en el marco de acciones de
amparo, en fallos dictados por tribunales con distinta integración…".

4. la decisión se tomó por mayoría en cuanto algunos de los


miembros del Tribunal en distintas partes de lo tratado votaron en sentido
contrario a lo que se decidió.

5. el acto del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia se


denominó "Acuerdo Plenario nº1 - art.35 Ley Orgánica del Poder Judicial -
Ley 10.704".

V. Derecho.

1. la pretensión ejercida está dirigida a que se declare


inconstitucional lo resuelto en el Acuerdo Plenario nº1.
4
Ello en cuanto en ese Acuerdo se han violado normas de la
Constitución Provincial de la Provincia de Entre Ríos que se señalarán
expresamente en el desarrollo de la fundamentación de esta demanda.

2. como surge de la exposición que se hace en el cap.II de esta


demanda el Superior Tribunal resolvió una cuestión en abstracto.

No lo decidió, valga la redundancia, en ningún "caso". En


ninguna "causa" judicial.

Surge de la propia lectura del Acuerdo.

Esa circunstancia es apuntada claramente ya en el primer voto


del vocal Miguel Ángel Giorgio.

El Tribunal se abocó a tratar una cuestión y decidir al respecto


fuera de un "caso" o "causa".

El art.203 de la Constitución de la Provincia de Entre Ríos


claramente establece que "..El Poder Judicial conoce y decide en los casos
contenciosos o voluntarios del derecho común, en las causas criminales, en
las contencioso-administrativas y en los demás casos previstos en esta
Constitución, siendo su potestad, en tal sentido, exclusiva, no pudiendo el
Poder Legislativo o Ejecutivo, en ningún caso, arrogarse atribuciones
judiciales ni hacer revivir procesos fenecidos, ni finalizar los existentes"..El
subrayado y destacado es del suscrito.

Consecuencia de esa clara demarcación de la competencia del


órgano judicial es que el art.205 al reglar la del Superior Tribunal de
Justicia establece que "…En materia judicial, el Superior Tribunal de
Justicia tiene las siguientes atribuciones, de conformidad a las normas que
establezcan las leyes de la materia: 1º. Ejercerá jurisdicción, originaria y
exclusiva, en los siguientes casos: a) En las causas que le fueran sometidas
sobre competencia o conflictos entre los poderes públicos de la Provincia o
entre las ramas de un mismo poder. b) En los conflictos internos de las
municipalidades y comunas y en los que se susciten entre ellas, y entre
éstas y las autoridades de la Provincia. c) En las gestiones acerca de la
constitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas, resoluciones o
5
reglamentos que estatuyan en materia regida por esta Constitución, que se
promuevan directamente ante el mismo por vía de acción. ……2º. Ejercerá
jurisdicción, como Tribunal de última instancia: a) En las causas sobre
constitucionalidad o inconstitucionalidad de leyes, decretos, ordenanzas,
resoluciones o reglamentos que estatuyan sobre materia regida por esta
Constitución y que se hayan promovido ante los juzgados de primera
instancia. b) En los demás casos establecidos en las leyes respectivas. c) En
las causas contencioso administrativas atinentes al reconocimiento de los
derechos, previa denegación o retardo de la autoridad administrativa
competente, en la forma en que lo determine la ley respectiva….". Los
subrayado se efectúa para destacar que no es viable decisiones fuera de un
"caso", de una "causa".

El concepto de "causa" o "caso" que habilita la intervención del


Poder Judicial en su función jurisdiccional se ha formado por numerosas
decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que desde siempre
exigió que para que haya caso contencioso se requiere una controversia
entre partes que respectivamente afirman y contradicen sus pretendidos
derechos, no siéndole permitido decidir cuestiones abstractas ni juzgar la
inconstitucionalidad de una ley o decreto sino cuando se trata de
aplicación a un caso contencioso. (Fallos103:53; 130:157; 186:414).

En el mismo sentido se ha señalado que: ““Antigua y reiterada


jurisprudencia del Tribunal exige que el control encomendado a la justicia
sobre las actividades ejecutiva y legislativa se ejerza frente a la existencia
de un “caso” o “controversia judicial”, requisito que debe ser observado
rigurosamente, para la preservación del principio de la división de poderes.
El poder conferido a la Corte Suprema de Justicia y a los tribunales
nacionales por los artículos 108, 116 y 117 de la Constitución se define, de
acuerdo con una invariable interpretación, como el que se ejercita en las
causas de carácter contencioso a las que se refiere en el artículo 2º de la ley
27, es decir, aquéllas en las que se persigue en concreto la determinación del
derecho entre partes adversas. Ello excluye, por ende, la posibilidad de
admitir pretensiones como la introducida en el sub lite, en tanto la aplicación
de las normas o de los actos de otros poderes no hayan dado lugar a un
litigio contencioso para cuyo fallo se exija el examen del punto constitucional
propuesto” (Fallos: 325:474; 327:1813; 328:3586; CSJN, 15/07/2010, “Día
Argentina S.A. y otra c/Buenos Aires, Provincia de s/acción de
inconstitucionalidad”. CSJN, 6.9.1990, Dromi, José R. s/avocación en:
6
Fontela, Moisés E. c./Estado Nacional, La Ley, 1990-E-97. Lo resuelto “es
de una generalidad tal que no permite tener con configurado el interés
concreto, inmediato y sustancial que lleve a considerar a la presente causa
como el "caso" o la "controversia", que son los únicos supuestos en que la
mentada función puede ser ejercida”. También ha dicho la CSJN que: ““El
control judicial de la Administración Pública exige la existencia de un caso
contencioso, que la controversia no sea abstracta y que el agravio recaiga
sobre el peticionante y no sobre terceros. Cuando ante los estrados de la
justicia se impugnan disposiciones expedidas en el ejercicio de una
atribución propia de alguno de los otros poderes, con fundamento en que
ellas se encuentran en pugna con la Constitución, se configura una causa
judicial atinente al control de constitucionalidad de preceptos legales
infraconstitucionales cuya decisión es propia del Poder judicial, siempre y
cuando se produzca un perjuicio concreto al derecho que asiste a quien
legítimamente lo invoca. El límite de la facultad de revisión del Poder Judicial
se encuentra ubicado en el ejercicio regular de las funciones privativas de los
poderes políticos del Estado. El fin y las consecuencias del control
encomendado a la justicia sobre las actividades ejecutiva y legislativa
requieren que el requisito de la existencia de un caso o controversia Judicial
sea observado rigurosamente para la preservación del principio de la
división de los poderes.” (CSJN, 17.12.1997, Rodríguez, Jorge - Jefe de
Gabinete de Ministros de la Nación s/plantea cuestión de competencia).

La exigencia constitucional que apuntamos hace a la


independencia de los poderes. El mismo texto del citado art.203
Constitución Provincial lo indica al vedar a los otros poderes a
inmiscuirse en lo que es competencia del Judicial.

La separación e independencia de los poderes es de la esencia


del sistema republicano de gobierno que han adoptado nuestros textos
constitucionales, nacionales y provinciales, y que debe ser respetado
rigurosamente.

Expuesta por Montesquie esta separación de los poderes y


consciente independencia de cada uno de ellos respecto de los otros, ha
merecido inacabable consideración de autores. . Así dice Gordillo: “La
respuesta clásica era la división de poderes como garantía de libertad, a lo
que siguió la praxis constitucional estadounidense de la fractura del poder
como garantía de libertad” (Tratado, t.I, pg.IX-3).
7
Por ello es tan grave la violación que ha concretado el Superior
Tribunal de Justicia al decidir como lo hizo en el Acuerdo Plenario nº1.

Decidió fuera de un caso concreto, "orbi et orbe", con lo que


concretó en realidad una norma general lo que le está expresamente
vedado hacer.

La competencia constitucional para establecer normas


generales es del Poder Legislativo conforme manda el art.122
especialmente en sus incisos 20º y 31º de la Constitución de la
Provincia de Entre Ríos.

Surge así claro que el Superior Tribunal de Justicia de la


Provincia de Entre Ríos en el Acuerdo Plenario nº1 del 28 de octubre de
2.019 lo que concretamente ha hecho es introducir una modificación al
Dec.Ley nº7.046.

Parece innecesario exponer más de lo que se describe para que


se aprecie que se han asumido facultades legislativas que no le competen
al órgano judicial.

Obviamente que una ley formal como es el Dec.Ley nº7.046,


ratificado por Ley nº7.503 no puede ser reformada sino por otra ley
formal.

Y se destacó antes que la sanción de leyes formales es de


competencia exclusiva y excluyente del Poder Legislativo de la Provincia.

A riesgo de ser reiterativo volvemos a señalar que el Superior


Tribunal en su parte resolutiva no resolvió una causa concreta, sino que en
abstracto estableció pautas para la regulación de honorarios en los juicios
de amparo.

Lo hizo "en general" como surge del texto del pto.3º de la parte
resolutiva del Acuerdo Plenario nº1: ""establecer como parámetro mínimo
regulatorio de honorarios profesionales en el proceso de amparos - genéricos
y especiales…". Y también ya para la eventual apelación "..el 40% de la
suma que fijada en la primera instancia…" (sic.).
8
Aún con algún error de redacciòn surge clara la vocación de
establecer (así se dice..) la pauta para regular honorarios en todos los
procesos de amparo.

Ratifica el principio fundamental de la división de poderes el


art.45 de la Constitución Provincial cuando establece que “Ningún
magistrado o empleado público podrá delegar, sin autorización legal, sus
funciones en otra persona; ni un poder delegar en otro sus facultades
constitucionales, siendo nulo, por consiguiente, lo que cualquiera de ellos
obrase a nombre de otro ya sea por autorización suya o con cargo de darle
cuenta, excepto los casos previstos por esta Constitución.

Así queda expuesto el fundamento de esta pretensión de


invalidar por inconstitucionalidad del Acuerdo Plenario nº1 del Superior
Tribunal de Justicia de Entre Ríos en cuanto en su concreción se violaron
los arts.203, 205, 122 y 45 de la Constitución Provincial.

3) el Acuerdo Plenario nº1 viola también el art.65 de la


Constitución de la Provincia de Entre Ríos que exige que “…las
sentencias judiciales y los actos administrativos serán fundados
suficientemente y decididos en tiempo razonable”. El subrayado es mío.

Ya se señaló en el punto anterior la ausencia total de


fundamento adecuado que diera basamento a la posibilidad constitucional
de que el Superior Tribunal de Justicia resolviera cómo lo hizo.

Pero además de ello es notorio que el órgano judicial


mencionado decide sin fundamento “suficiente”. Lo que se dice es
improcedente y errado.

Por otra parte, debe recordarse que como lo ha resuelto la


CSJN la doctrina de un fallo plenario no verse sobre el control de
constitucionalidad de normas y actos de autoridad, porque éste es difuso,
lo cual significa que ningún tribunal puede retacear o detraer de su
conocimiento a los demás tribunales y jueces de todas las jurisdicciones y
materias, nacionales y provinciales”. (CSJN, Fallos 302:980). En sentido
análogo: “Conforme con la doctrina de la C.S.J.N., resulta extraña a la
competencia de un tribunal en pleno la cuestión vinculada con un planteo de
9
inconstitucionalidad, ya que "por esa vía vendría a crear una interpretación
general obligatoria de orden constitucional, ajena a las atribuciones
naturales del referido tribunal" (Fallos 302:980, cons. 5º).

También ha resuelto la CSJN que se ha negado “que estuviese


en la órbita del Poder Judicial de la Nación la facultad de expedirse en forma
general sobre la constitucionalidad de las normas emitidas por los poderes
Legislativo y Ejecutivo” (cfr. Fallos 12:372; 95:51 y 115:163). A su vez es
criterio de la CSJN El criterio sostenido por el Alto Tribunal en Fallos
302:980 ("Gómez, Carlos y otros c/ García, Héctor Ricardo"), según el cual
un planteo de inconstitucionalidad resulta ser una materia ajena a la
competencia del Tribunal en pleno.

En forma análoga, la Cámara Federal de la Seguridad Social,


Sala 2, resolvió: “conforme con la doctrina de la C.S.J.N., resulta extraña a
la competencia de un tribunal en pleno la cuestión vinculada con un planteo
de inconstitucionalidad, ya que "por esa vía vendría a crear una
interpretación general obligatoria de orden constitucional, ajena a las
atribuciones naturales del referido tribunal" (Fallos 302:980, cons. 5º). A ello
cabe agregar que admitir la evaluación del re-curso interpuesto, también se
opone al criterio del Tribunal Cimero que, desde sus inicios (Fallos 1:27 y
292), negó que estuviese en la órbita del Poder Judicial de la Nación la
facultad de expedirse en forma general sobre la constitucionalidad de las
nor-mas emitidas por los poderes Legislativo y Ejecutivo” (cfr. Fallos 12:372;
95:51 y 115:163).(Cfr. CFSS, 18/6/2012, Boggiano, Antonio c/ Estado
Nacional - Ministerio de Desarrollo Social s/ Nulidad de acto
administrativo).

En la misma línea argumental se ha dicho: “A.) “... Que si bien


se ha reconocido a la jurisprudencia el carácter de fuente subsidiaria del
derechos positivo, entendido como auxilio intelectual para la interpretación
de las leyes, se ha negado a los fallos plenarios este carácter, aún bajo la
pretendida variante de una ley de interpretación auténtica expresamente
delegada en el Poder Judicial, porque, amén de tratarse de una
transferencia indebida y proscripta por la constitución en mérito del principio
republicano de separación de poderes (artículos 1, 29, 31, 33, 77 inciso 12,
108 y 116 de la C.N.), las sentencias plenarias carecen de los atributos
básicos de una ley: no cuentan con los previos asesoramientos técnicos y
consultas a los sectores sociales involucrados; no pasan por el procedimiento
10
de una discusión pública en doble instancia – cámara de diputados y
senadores-; y no cumplen con el requisito de la publicidad que prescribe el
art. 2 del Código Civil (Zaffaroni, Eugenio Raúl “Tratado de Derecho Penal”,
parte general, Editorial Ediar, Buenos Aires, 1988, tomo I, págs. 126 y ss.;
Maier, Julio B. J. “Derecho Procesal Penal”, Ed. Del Puerto, tomo I, págs. 132
y ss.; Eduardo J. Couture “Estudios de Derecho Procesal Civil”, Ediar,
Buenos Aires, 1948, vol. 1, pág. 107; Sebastián Soler “Derecho Penal
Argentino”, tomo I, pág. 124; José Sartorio “La obligatoriedad de los fallos
plenarios: su inconstitucionalidad”, La Ley, t. 96, pág. 799...), agregando
que: “B.) “...Que desde sus inicios, al examinar la naturaleza de la actividad
jurisdiccional, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha señalado que ...
los jueces sólo pueden pronunciarse respecto de un caso concreto; y no
pueden hacer declaraciones en abstracto o de carácter general (Fallos:
306:1125 y sus citas).” En este sentido, ha resuelto que una cuestión
justiciable es aquella destinada a decidir una situación de hecho real y
concreta, y no se la haya planteado por vía de hipótesis, ni para establecer
reglas para casos no sucedidos. Porque es de la “esencia del poder judicial
decidir colisiones efectivas de derechos” y no compete a los jueces de la
Nación “hacer declaraciones generales o abstractas” (Fallos: 2:254; 12:372;
24:248; 94:444; 107:179; 115:163; 193:524, entre muchos otros).

Por consiguiente, no han sido consideradas como cuestiones


justiciables las consultas, las resoluciones puramente normativas y las
causas simuladas (Fallos 28:404; 32:62; 52:432; 100:205; 188:179, y
muchos otros; confr. Imaz, Esteban y Rey, Ricardo E., El recurso
extraordinario, Ediciones de la Revista de Jurisprudencia Argentina,
Buenos Aires, 1943, pág. 40 y ss.).- C.) Que vinculado con este principio, y
al examinar los alcances de sus propias sentencias, el Alto Tribunal ha
señalado invariablemente, desde sus primeros fallos hasta el presente, que
sus resoluciones sólo deciden el caso concreto sometido a su jurisdicción y
no obligan legalmente sino en él, señalando que en eso consiste
particularmente la diferencia entre la función legislativa y la judicial
(Fallos: 16:364).”… Como consecuencia de este criterio, la Corte también
ha resuelto de manera reiterada que los tribunales inferiores pueden
apartarse de la doctrina de sus fallos aún al decidir casos análogos, sin que
se produzca gravamen constitucional en virtud de su independencia de
criterios (Fallos: 280:430; 296:610; 301:198; 302:748; 307:207; 308:1575,
2561, entre muchos otros)”2… E.) “... Que es de la esencia de la actividad
judicial resolver pleitos concretos, no hacer enunciaciones abstractas y
11
generales, pues es de los casos concretos, de su generalizada y reiterada
resolución de un mismo modo por varios tribunales, de donde se extraen
los principios generales a los que se le puede dar el nombre de
“jurisprudencia”…” “…H.) “Que, en este sentido, la imposición de la
doctrina que emana del fallo plenario, supone el avasallamiento del
principio del juez natural (art. 18 de la Constitución Nacional)…” “…I.) Que,
asociado con lo dicho en el punto anterior, cabe añadir que el acatamiento
irrestricto de una doctrina plenaria vulnera la garantía de la doble
instancia en materia penal, prevista en el artículo 8°, inciso 2°, apartado
h), de la Convención Americana de Derechos Humanos y en el artículo 14.5
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.-

En efecto, cuando un tribunal decide un caso interpretando la


ley de modo como se lo impone un fallo plenario, en verdad no da
respuesta individual a un planteo jurídico de las partes –cuando éstas lo
cuestionan expresamente- sino se limita a aplicar una doctrina obligatoria
surgida de un hecho en el cual el justiciable no ha tenido intervención. La
gravedad de este problema cobra especial relieve cuando se aprecia que el
recurso que la parte eventualmente puede llegar a interponer contra esa
decisión va a ser resuelto por una de las salas del mismo tribunal que dictó
la doctrina plenaria, cuyo contenido se impugna; porque aquélla
inexorablemente resolverá el punto de igual forma por una obligatoriedad
que sólo podría ceder frente a un nuevo fallo plenario.” “…Lo resuelto en
fallos plenarios no tiene, en la provincia de Buenos Aires, sobra decirlo-
jerarquía de ley.- (voto del Dr. Mancini). (Cftr. Tribunal de Casación Penal
de la Provincia de Buenos Aires – En Pleno – 05/10/2006 -C. 10.347 - “Ac.
Plenario reincidencia s/su revisión”).

Es de la esencia de la función judicial el deber de aplicar


directamente la Constitución y la ley, sin que estas normas deban ser
previamente interpretadas, con efecto vinculante, en otras sentencias, en
su momento dictadas para resolver otros casos concretos (conc. S.C.B.A.
29/09/92 en La Ley 1993-A-397).-

El STJ. de Río Negro, se ha pronunciado afirmando que: “Por


otra parte, darle a la jurisprudencia plenaria el carácter de una ley
interpretativa implica una lesión al principio de división de los
poderes del Estado, puesto que el Poder Legislativo no puede delegar
sus funciones en el Poder Judicial..." (Trib. Cit., 9/5/2012, "Ramírez,
12
Juan Edgar s/Excarcelación", Expte. P5135/11-2 (R-718/12/TSJ, citando
a (Soler, Sebastián, Derecho penal argentino, T.I, p.159: Zaffaroni,
Eugenio R., Tratado de Derecho Penal, Parte General, t.I, p.126/127 y
Ricardo Nuñez, Opúsculos de derecho penal y criminología, 1992, p.75).

Es público y notorio que lo resuelto tiende a “beneficiar” a los


organismos del estado que erróneamente incurren en actos administrativos
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta y no es lógico ni razonable que se
pretenda “abaratarles” las costas, perjudicando el trabajo profesional de los
abogados de toda la provincia, cuando lo correcto sería advertir la enorme
cantidad de actos u omisiones administrativas, -como lo demuestran las
estadísticas de quienes figuran como demandados en las acciones de
amparo en general-, que llevan a la promoción de la enorme cantidad de
acciones de amparo tendiente a que se restablezcan los derechos que
vulneran. Si las costas que debe asumir un organismo oficial es elevado, la
culpa no puede atribuirse a los letrados que deben trabajar para
restablecer los derechos que se vulneran, máxime si se tiene en cuenta que
la mayoría de tales amparos resultan procedentes, lo cual implica la
existencia de una conducta u omisión arbitraria o ilegal por parte del
organismo que dicta el acto administrativo u omite su dictado.

Basta recordar las palabras de un Senador Provincial y lo que


surge del voto de un integrante del STJER en sentencia de fecha
8/10/2019, en la causa “Valenzuela Norma Victoria c/Instituto de Obra
Social de la provincia de Entre Ríos s/acción de amparo” Causa n° 24250,
para advertir, que se dictó una norma tendiente a evitar los efectos
colaterales que traen aparejada las conductas u omisiones lesivas que
motivan los amparos fundamentalmente de salud, sin advertir que la
propia constitución entrerriana del año 2008 expresamente prevé que la
salud goza de protección constitucional, estableciendo en el art. 19 que “La
Provincia reconoce la salud como derecho humano fundamental,
desarrollando políticas de atención primaria. La asistencia sanitaria será
gratuita, universal, igualitaria, integral, adecuada y oportuna. Será
prioritaria la inversión en salud, garantizando el primer nivel de atención,
así como la formación y capacitación…” Agregando que “El medicamento es
un bien social básico.”

En consecuencia, en vez de cambiar y debilitar el


derecho a la salud que goza de protección constitucional, al obligar al
13
afiliado a tener que acudir a la vía del amparo, correspondería que se
aconseje a los organismos estatales contra quienes se promueven la
mayor cantidad de acciones, que cambie los criterios que asume hasta
la fecha, obligando al afiliado o contribuyente a tener que acudir a la
vía judicial e incluso con ello evitaría el enorme gasto en costas
judiciales. En materia de salud se advierte en muchos casos que un
mismo afiliado debe acudir a la vía de amparo a través de diversos
amparos, lo que genera costas innecesariamente. Basta ver algunas
carátulas donde se repite en el tiempo, la misma parte actora y entre
paréntesis se consigna la gran cantidad de amparos que ha tenido que
promover. (Cftr. Por ejemplo: Casos “Griesser c/IOSPER”).

En el voto mayoritario se echa mano del art.1.255 del Código


Civil y Comercial de la Nación.

Dejando de lado la constitucionalidad de esa norma, tomando


nada más que es la que se toma en el Acuerdo Plenario como habilitante
para decidir como se hace, no se requiere mayor análisis para concluir que
nunca se la debió ni pudo invocar.

Recordando los antecedentes de esta norma se señala que fue


incorporada al Código Civil de la Nación como su artículo 1.627 por la ley
nº24.432.

Ese cuerpo legal tenía también un art.13 con un texto similar.

Entonces se daba como finalidad de la norma (y de otras con


idéntica intención) el abaratamiento de los juicios.

La norma de una u otra forma establecía un criterio que había


sido usado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para modificar
regulaciones de honorarios que aparecían injustificada aun cuando tenían
fundamento en normas legales de honorarios.

Al recordar ese origen jurisprudencial no podemos sino señalar


que ese apartamiento de la aplicación de una norma legal se daba
necesariamente para decidir un caso, el que se decidía y por razones o
antecedentes concretos del mismo.

14
Nunca una norma general porque no lo podía ser.

Seguramente por ese origen es que el texto de aquel art.1.627


Cód. Civil y el art.1.255 Cód. Civ y Comercial expresa que esa facultad
judicial se puede utilizar cuando se fija una retribución considerando
concretamente un caso y se evalúa en ese caso la proporcionalidad entre
ella (la retribución que correspondería en ese caso aplicando las normas
arancelarias) y la labor cumplida.

Y le da sólo como facultad al juez la de fijar la retribución


“equitativamente”.

No se requiere mayor desarrollo para concluir que es una


facultad para casos concretos. Es de la esencia de las decisiones de
equidad.

El Dr. Carubia lo señala en su voto.

La propia norma establece que el principio es la aplicación de


las normas de honorarios y que debe darse en el caso “una evidente e
injustificada desproporción” entre labor cumplida y retribución que debería
fijarse, es que es unánime la opinión que esta facultad debe utilizarse
restrictivamente y que es de excepción.

Y por ello deben exponerse claramente expuestos los


fundamentos que autorizan y dan base a la decisión.

Abonan esa tesitura los precedentes de las decisiones de la


Corte cuando usó esas facultades.

Fueron siempre en casos de una trascendencia económica


enorme.

Así, por ejemplo:


Fallos 302/1452, "Estado Nacional c/Paz y Posse", 4.12.1980.,
Monto del juicio: $.41.000.000,00
Fallos 253/456, "Geope c/Club Sarmiento", 24.8.1966,
regulación $.300.000,00;

15
Fallos 320/495, "Pcia. Santa Cruz c/Estado Nacional",
8.4.1997, monto del juicio $.600.000.000,00.

Descripto así el posible marco de aplicación de la norma que se


echa a mano para decidir el Acuerdo Plenario nº1 debe concluirse que el
mismo no es ajustado a derecho.

a) se toma una decisión fuera de un “caso” judicial concreto.

Ante ello se violan no sólo las normas que regulan la


posibilidad de decidir en plenario sino la propia del art.1.255 CCyCNacion
que se pretende usar como fundamento de la posibilidad de decidir así.

b) no se dan, como no podía ser de otra manera al decidir fuera


de un caso concreto, los fundamentos que indiquen y justifiquen el
apartamiento de las normas generales.

Más aún: se afirma dogmáticamente que en los amparos (sin


distinción de materias tratadas, derechos en cuestión, etc.) existen
(¿siempre…?) una desproporción entre labor y retribución.

c) se decide en el marco de trascendencia económica muy


distantes a las situaciones que pudieron alguna vez permitir al más Alto
Tribunal nacional a usar la excepcionalidad de apartarse de las normas
legales.

Se manda no respetar el mínimo legal de 50 juristas (hoy


$.31.000,00) para mandar pagar $21.700,00. ¡¡¡¡

Los montos indicados lejos están de tener una significancia


importante si se los compara no ya con remuneraciones de funcionarios de
la mayor jerarquía sino con empleados de muy poca o ninguna.

Y en absoluto en concordancia con las cifras que en su


momento la Corte nacional ha entendido deben determinar el uso de estas
facultades excepcionales.

d) se deja de lado absolutamente de lado el tener en cuenta que


existe como única razón de la procedencia del amparo y consecuente

16
imposición de pago de honorarios al letrado que representó al afectado, el
incumplimiento por el Estado o una repartición suya de un deber que el
propio Tribunal entiende afecta derechos constitucionales esenciales.

Por estas razones es que se sostiene en esta demanda que el


Superior Tribunal de Justicia de la Provincia violó la norma constitucional
local del art.65.

No hay fundamento suficiente. El que se expone contradice


totalmente lo que la norma de fondo que se invoca establece.

La contradicción es notoria. Clara. No requiere mayor debate ni


investigación.

Se pretende aplicar una norma para casos concretos, de


excepción por ello mismo, de equidad para decidir en general, en abstracto.

Dogmáticamente se hace referencia en el Acuerdo


individualizado que tomando como base lo dispuesto por el art. 1255 del
CCCN, teniendo en cuenta que la labor en acciones de amparo se
circunscribe a una sola etapa -escrito de demanda, y prueba incorporada,
pues, pues el resto de notificaciones se efectúa de oficio, la aplicación de
los mínimos dispuestos en la ley arancelaria local conducirían a una
injustificada e irrazonable desproporción entre el efectivo trabajo
desarrollado y su retribución económica, lo cual implica una afirmación
desprendida de bases ciertas y sin tener el enorme desgaste que provocan
los actos arbitrarios.

No se ha tenido en cuenta el honorario profesional, desde


el punto de vista constitucional, ni su carácter alimentario. Como bien
enseña Lisandro Picasso Netri: “Los abogados son una parte
fundamental en el sistema judicial de un estado democrático que
debe ser respetado y tutelado por todos sus actores. El abogado
ejerce una actividad que participa de la función pública, ya que
colabora en el ejercicio de una de las prerrogativas de la soberanía,
como es la administración de justicia. La función del abogado como
parte del sistema judicial es tan necesaria como la del juez”.

17
En ese marco de dignidad y valoración de la función social que
cumple el abogado resulta fundamental la retribución que debe cobrar por
los servicios que presta. El honorario profesional goza de tutela
constitucional. El art. 14 bis de la Constitución Nacional habla de
retribución justa. Y el honorario profesional debe constituir una retribución
justa. Y para esto se debe lograr una equidad en la regulación de
honorarios y lograr conservar su integridad con el transcurso del tiempo.
Así ha dicho un importantísimo precedente: “… El trabajo de los
profesionales del derecho debe beneficiarse con los atributos que le confiere
el artículo 14 bis, en el cual se establecen los derechos a una retribución
justa y a obtener, por igual tarea, la misma remuneración…” Por otra parte,
la regulación de honorarios forma parte del derecho de propiedad de los
abogados y/o procuradores. Este derecho de propiedad consagrado por el
artículo 17 de la Constitución Nacional exige también que al momento del
pago de la retribución estemos ante un valor real y actual de la regulación”.
(Cftr. Aut.cit., Honorarios profesionales - Su tutela constitucional”, El Dial,
DC293C).

4. de lo que expongo en los dos apartados que preceden surge


cuáles son las violaciones a la Constitución Provincial que dan fundamento
a esta pretensión de declaración de inconstitucionalidad del Acuerdo
Plenario nº1.

El Superior Tribunal de Justicia de la Provincia al dictar el


denominado “Acuerdo Plenario nº1” ha actuado en violación de las normas
que se señalan en cada caso.

Resulta así concertado lo que hemos entendido pertinente


denominar “desviación de la jurisdicción”, ya que invocando la misma se ha
contradicho lo que la Constitución establece al respecto.

Esa desviación de la jurisdicción aparece apuntada en el voto


del Dr. Carubia cuando expone sobre que se estaría decidiendo en velada
finalidad de “disciplinar jueces” o cuando en su voto en la causa
“Valenzuela”, del 8 de octubre de 2.019 se lamentaba de la
desnaturalización del proceso de amparo y la distorsión que favorecía a la
administración.

18
Desde que se entendió que el derecho contenía una nota de
“inviolabilidad” (Stammler) quedó claramente expuesto que lo que no
satisface esa exigencia merece ser descalificado.

Es nuestra pretensión.

5. conforme el art.60 de la Constitución de la Provincia de


Entre Ríos “…. Es de ningún valor toda ley de la Provincia que viole o
menoscabe las prescripciones establecidas por la Ley Suprema de la Nación
y por esta Constitución, así como todo acto, contrato, decreto u ordenanza
que contravenga a las mismas o las leyes dictadas en su consecuencia,
pudiendo los interesados demandar o invocar su inconstitucionalidad o
invalidez ante los tribunales competentes….”.

El art.51 de la ley nº8-369, texto Ley nº10.704 establece que


“….La demanda de inconstitucionalidad se interpondrá ante el Superior
Tribunal de Justicia, quien ejerce jurisdicción originaria y exclusiva. En el
escrito inicial se mencionará la ley, decreto, reglamento, ordenanza o
resolución de carácter general, señalando con toda precisión cual es la
cláusula de la Constitución Provincial que estima violada y en que consiste
tal violación….”.

Mi parte ha satisfecho plenamente esas exigencias.

La viabilidad de una pretensión como la que ejerce el Colegio


de Abogados de Entre Ríos tiene también fundamento en la norma del
art.61 de la Constitución de la Provincia de Entre Ríos: ..”Todo
habitante de la Provincia, en el solo interés de la legalidad, tiene acción
directa para demandar ante el Superior Tribunal de Justicia la
inconstitucionalidad de una norma general contraria a la presente
Constitución. El firmante de una demanda temeraria será sancionado de
acuerdo con la ley”.

Como se desarrolla en el cap.II de esta demanda el Colegio que


represento tiene legitimación para demandar como lo hace.

Es fácilmente apreciable que al decidir el Superior Tribunal de


Justicia de la Provincia de Entre Ríos sobre la regulación de honorarios a
los abogados de la Provincia, en procesos en que ellos inexorablemente
19
deben intervenir, ha decidido sobre cuestiones respecto de las cuales el
Colegio que los representa tiene calidad suficiente para reclamar en su
consecuencia.

7. por obligación legal y en aras de la legalidad del proceso, se


procede a recusar con causa a todos y cada uno de los vocales del Superior
Tribunal de Justicia de Entre Ríos que intervinieran en el Acuerdo Plenario
nº1, a saber:
Emilio Aroldo Eduardo Castrillón
Susana Ester Medina De Rizzo
Daniel Omar Carubia
Claudia M. Mizawak
Miguel Ángel Giorgio
Martín Francisco Carbonell
Juan Ramón Smaldone
Susana Ester Medina De Rizzo
Germán Reynaldo Francisco. Carlomagno
Bernardo Ignacio Ramón Salduna.

Esta recusación se funda en el art.14 inc.7º del Código de


Procedimientos Civiles y Comerciales de la Provincia y el art.38,
especialmente sus incisos a) y j) del Código de Procedimientos Penales
de la Provincia.

Cualquiera haya sido el sentido del voto de los vocales en el


Acuerdo Plenario nº1 cuya constitucionalidad se cuestiona en esta
demanda es notorio que tienen al respecto prejuzgamiento y opinión que
obsta a la imparcialidad en su intervención.

Cualquiera haya sido el sentido del voto de los vocales en el


Acuerdo Plenario nº1 cuya constitucionalidad se cuestiona en esta
demanda es notorio que tienen al respecto prejuzgamiento y opinión que
obsta a la imparcialidad en su intervención.

8. Aun cuando esta demanda se fundamenta en la violación


por parte del Superior Tribunal de Justicia en el acto cuestionado de
normas de la Constitución Provincial no puede eludirse, como se ha dicho
de todos modos en otras partes de este memorial, que esa violación afecta
el principio republicano de la división de poderes y que el mismo es una
20
obligación constitucional de las provincias conforme exige el art.5º de la
Constitución Nacional y luego confirma el art.123 de la misma.

Mi parte ha impugnado suficientemente el Acuerdo Plenario


nº1 indicando concretamente la violación de las normas constitucionales
en que incurre: arts.203, 205, 122, 45 y 65 de la Constitución
Provincial.

En cada caso se indicó la relación entre los hechos del proceso


y la vinculación que tienen con lo resuelto y lo que quiere ser sometido
eventualmente a conocimiento de la Corte Suprema (CSJN, Fallos:
305:706, 296:639).

De ese mismo desarrollo surge la impugnación que se hace del


Acuerdo Plenario nº1 en cuanto a que su fundamentación es arbitraria en
cuanto carece de los “fundamentos suficientes” que se exige
constitucionalmente para que lo que se sea legítimo.

Ellos abonará también en el hipotético caso de una decisión


desfavorable a la pretensión que aquí se ejerce para viabilizar el recurso
extraordinario para ante la Excma. Corte de Justicia de la Nación.

La doctrina de la arbitrariedad – aún cunado revista carácter


de excepcional - atiende a la exigencia constitucional que las decisiones
judiciales sean fundadas y constituyan una derivación razonada del
derecho vigente, aplicado a las constancias agregadas legítimamente a la
causa (cfme. C.S.J.N., Fallos, 303:769, 834, 1146 y 1511; 313:1222).

Se denuncia entonces la “cuestión federal” para que en el


supuesto que no se acoja favorablemente la pretensión ejercida se recurra
ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por vía del recurso
extraordinario.

Ello porque entonces se estaría validando un acto estatal que


palmariamente contradice el principio republicano de la división de poderes
que hace a la esencia del mismo arrogándose uno de los poderes funciones
exclusiva de otro de los poderes constitucionales locales.

VI. Petitorio.
21
Por ello, pido de V.E.:
1. Me tenga por presentado, domiciliado, documentación
adjunta, por parte, me dé intervención con patrocinio letrado;
2. Por promovida por el Colegio de Abogados de Entre
Ríos formal Acción de Inconstitucionalidad tendiente a que haciendo lugar
a la demanda se declare la inconstitucionalidad del Acuerdo Plenario nº1
de fecha 28 de octubre de 2.019 del Excmo. Superior Tribunal de Justicia
de la Provincia de Entre Ríos;
3. Por recusados con causa los miembros del Superior
Tribunal de Justicas que se indican en el cap.IV. apartado 7), dándole
trámite a la recusación y oportunamente haciendo lugar a la misma;
4. Una vez constituido el Tribunal que actuará en este
proceso se dé trámite al juicio dando traslado al Sr. Gobernador de la
Provincia y al Sr. Fiscal de Estado de la Provincia;

5. Oportunamente se dicte sentencia haciendo lugar a la


demanda y en consecuencia se declare inconstitucional el Acuerdo Plenario
nº1 de fecha 28 de octubre de 2.019 del Superior Tribunal de Justicia de la
Provincia de Entre Ríos;
6. Se tenga presente la cuestión federal introducida.

Será justicia.

22
23

Potrebbero piacerti anche