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Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

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Norma González González, Martha Isabel Ángeles Constantino


Apuntes para repensar la "teoría de la transición epidemiológica" y su importancia para el diseño de políticas
públicas
Espacios Públicos, vol. 12, núm. 25, 2009, pp. 151-162,
Universidad Autónoma del Estado de México
México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67611350009

Espacios Públicos,
ISSN (Versión impresa): 1665-8140
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Universidad Autónoma del Estado de México
México

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www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Martín Rodríguez Peñaloza
Eduardo Rodríguez Manzanares

Apuntes para repensar la “teoría


de la transición epidemiológica” y su
importancia para el diseño de políticas públicas
Fecha de recepción: 7 de enero de 2009
Fecha de aprobación: 3 de febrero de 2009

Norma González González*


Martha Isabel Ángeles Constantino**

RESUMEN

En México, la llamada teoría de la transición epidemiológica ha sido y


sigue siendo un punto de referencia en el campo de la investigación, y desde
luego en el ámbito gubernamental ante la necesidad de comprender y de
explicar, en su caso de actuar, en torno a los cambios en los patrones de
salud y de enfermedad que se registran en el país hacia la segunda mitad del
siglo XX; sin embargo, dada la complejidad que han alcanzado nuestras
sociedades, el sentido de una inevitable transición en salud que marca la
diferencia entre sociedades subdesarrolladas y desarrolladas, se encuentra
en entredicho, por lo que se vuelve urgente replantear la vigencia y los alcances
de esta “teoría” para generar políticas en salud viables y en consecuencia
con un favorable impacto en el complejo y diverso panorama de la salud.

PALABRAS CLAVE: transición epidemiológica, transición en salud, políticas


en salud, política social.

ABSTRACT

The epidemiologic transition has been an important reference at the investi-


gate field as much as the public policy, but the social reality show us its
complex and the urgent need to review the concepts and the theories to study

* Profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.


** Profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM.

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and analyze the social problems. This is the mas de gobierno tenderán a privilegiar una
reason because we propose to review the im- serie de medidas fundadas en la convicción
portance and actuality the epidemiologic de que la atención médica, la construcción
theory to make a best government decisions. de clínicas y hospitales, el impulso a la
producción y provisión de medicamentos,
KEY WORDS: epidemiologic transition, health entre las acciones más destacadas, consti-
transition, social policy, health policy. tuyen el camino correcto para enfrentar y
solucionar los problemas de salud.

PRESENTACIÓN No obstante, es necesario tener presente que


en el escenario económico actual domina
El diseño de políticas públicas es una tarea una abierta tendencia a cuestionar el papel
de gran alcance y responsabilidad, ya que del Estado como gestor y productor de un
en una buena parte de ellas se expresa la tipo de servicio que se dice debe corres-
eficacia con la que los gobiernos construyen ponder a la iniciativa privada, además, por
y desarrollan sus decisiones en los diferentes supuesto, en el entendido de recursos econó-
niveles de gobierno (Aguilar, 2000; Bañón micos cada vez más limitados, de cara a
y Carrillo, 1997; Cardozo, 1998). En el caso necesidades crecientes (y en cierto sentido
particular de la salud, las políticas deben ilimitadas), por lo que no es extraño que desde
ser continuamente ajustadas a los cambios organismos y foros internacionales se llame
propios de una sociedad en permanente la atención respecto a que no hay sociedad
transformación, no hay acciones ni alguna, con recursos suficientes, para dar
soluciones definitivas, la pertinencia y el éxito respuesta a los problemas de enfermedad
de las medidas tomadas depende de la que demanda este tipo de atención sanitaria
posibilidad de entender el carácter social, (OPS, 2007; OPS, 1994); planteándose como
político y cultural que permea a aquellos necesario el pensar y actuar bajo ópticas
grupos sociales a quienes van dirigidas. diferentes al modelo biomédico, y diferentes
también a un sentido historicista evolucio-
El sentido de las decisiones de gobierno nista que insiste en ver un cauce de la historia
responde a una óptica, a una particular en el que de manera natural tiene lugar el
manera de pensar un problema que se paso de un perfil epidemiológico propio de
adscribe como parte de la responsabilidad sociedades subdesarrolladas a otro con las
gubernamental, y que por tanto requiere de características del llamado desarrollo.
medidas y acciones capaces de revertir los
efectos negativos sobre la sociedad. Así, por Para nuestras sociedades occidentales, la
ejemplo, si la óptica que domina en torno al enfermedad es un componente intrínseco a
abordaje e intervención en salud se mantiene su función y operación; en este vínculo con-
en los lineamientos de un concepto que verge tanto el nacimiento de la medicina
apuesta por la atención médica y farmacoló- científica que nombra a la enfermedad (por
gica, es claro que las decisiones y los progra- lo tanto la hace existir), la clasifica, la localiza

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en el cuerpo humano, y asimismo le pres- En este sentido, se hace posible la genera-


cribe un tratamiento, una terapia; como la ción y la reproducción de esquemas de
emergencia y el dominio de la definición relación en los que aparecen como obvios e
funcional de la salud que determina los indispensables los oficios de la medicina, la
criterios a los que debe apegarse el funciona- que desde sus diferentes ramas de conoci-
miento del ser humano como ente biológico miento e intervención corrige, y tiene el poder
y social. de restaurar la normalidad en los individuos,
una normalidad histórica y en consecuen-
“Si consideramos la evolución histórica de cia relativa, fundada en el cotidiano funcio-
la cultura a la que pertenecemos, consta- namiento para la realización y cumplimiento
tamos que en otros tiempos se daba gran de los roles asignados al interior de la fa-
importancia a la anomalía de forma y de milia, el espacio laboral y comunitario.
color. Actualmente se presta mayor atención
a la anomalía de función” (Conti, 1971: 293).
TRANSICIÓN EPIDEMIOLÓGICA,
No es fortuito que el establecimiento de EL VALOR DE UNA MIRADA HISTÓRICA.
criterios de normalidad (temperatura cor- EL CASO DE MÉXICO
poral normal, adecuados niveles de glucosa,
presión arterial sujeta a un rango de norma- Invariablemente, cuando en México a lo
lidad, etc.), remitan también a una reflexión largo del periodo que va de los años
en la que las convenciones y actos humanos cincuenta a los setenta, y una parte impor-
que se organizan y conforman en torno a un tante de la década siguiente, se habla de
esquema de valores (esto es a un orden transición epidemiológica, ello implica
moral) se expresen en la convivencia coti- hablar de cambios que acontecen en el
diana, determinando los accesos para el marco de transformación de las llamadas
adecuado desempeño laboral, para la convi- sociedades modernas (Zenteno, 1993; Coale,
vencia familiar y comunitaria), en fin 1977). Se trata, en este sentido, de cambios
proporcionando las medidas para asumirnos a partir de los cuales se pretende ofrecer
nosotros mismos y a nuestro entorno bajo una descripción en sentido evolutivo de
una condición de normalidad versus aquel perfil de enfermedades características
anormalidad (valga puntualizar, en términos de las sociedades en su camino hacia fases
de salud-enfermedad), interiorizando y cada vez más evolucionadas y que, por tanto,
manejando colectivamente un sentido en el dejan atrás patrones de enfermedad propios
que la salud y las condiciones que la de un inferior grado de desarrollo (Arriaga,
describen se acoplan con ese estado ideal 1990; Bronfman y Gómez de León, 1988).
al que se aspira; en tanto que la enfermedad,
genera una apreciación negativa a la que se Un rápido repaso por la historia, acerca de
liga el malestar, el dolor y la disfunción, cómo en diferentes momentos las sociedades
condición regida y acreditada por el saber han respondido ante los retos de salud
y el conocimiento médico. (COPLAMAR, 1989; Lacoste, 1980; Ruth y

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Griffith, 1968), puede ser un buen inicio paso a una organización y administración de
para repensar la importancia y la dirección la problemática en salud, capaz de enfrentar
de unas políticas en salud que desde problemas hasta entonces inéditos en
particulares marcos de conocimiento, nuestra sociedad, asimismo, se advierte
representación y por tanto posibilidades de sobre la necesidad de un nuevo perfil de
intervención, han logrado acciones eficaces, trabajadores de la salud cuya formación
esta reflexión adquiere valor en un momento profesional pueda insertarse a esos cambios
de nuestra historia que deja ver que no hay en el panorama epidemiológico del país (SSA,
procesos que en el curso y el destino “natu- 1999; SSA, 1994; SSA, 1990).
ral” de la historia, nos ubiquen en un mundo
de avances tecnológicos, capaz de hacer Desde luego, en el centro de todos estos
olvidar (de manera definitiva) a la enferme- cambios por los que transita el país, hay que
dad y sus consecuencias en términos de anotar y destacar también la emergencia de
discapacidades temporales o permanentes, padecimiento como el VIH/SIDA, el ébola, la
así como de la muerte misma en una etapa fiebre del Nilo, entre otros, que hasta antes
temprana de la vida.1 de los años ochenta no constituían un
problema de salud pública, y que a raíz de
En México, hasta buena parte de los años entonces se suman al espectro de los pro-
ochenta se mantiene el énfasis en una blemas de salud que demandan una aten-
discusión que pretende distinguir con ción pronta y eficaz de parte de las instancias
claridad las enfermedades de la pobreza gubernamentales responsables de la salud
frente a las llamadas enfermedades del (De la Cruz, 2004; Londoño y Sánchez, 1999;
desarrollo. En cada caso, uno y otro extremo Garrett, 1996). Se habla en este sentido de
la alusión intenta dar testimonio del proceso enfermedades emergentes que reclaman
de modernización por el que transita el país, una atención situada a horcajadas entre
y donde se registra el desplazamiento de aquellos problemas de salud aún no resuel-
infecciones, parasitosis, enfermedades cuyo tos, básicamente de tipo infeccioso y parasi-
origen se reconoce en problemas de tipo tario,2 y esos otros padecimientos a los que
alimenticio, por ese otro gran grupo de se alude en términos de enfermedades del
enfermedades a las que se identifica como desarrollo: diferentes tipos de cáncer, enfer-
enfermedades del desarrollo, y que aluden medades cardiovasculares y de orden meta-
a padecimientos de orden crónico- bólico, todos ellos padecimientos para los
degenerativo como: los diferentes tipos de cuales el país sigue sin contar con políticas
cáncer, las enfermedades cardiovasculares, de salud que con claridad identifiquen y
los padecimientos de tipo metabólico pongan en marcha estrategias bajo esque-
(Ferrero y Boada, 1988; Lerner y Quesnel, mas de trabajo que antes que prepararse para
1986). No es gratuito que a partir de atender a la enfermedad y sus complica-
entonces los documentos oficiales, como ciones, generen mecanismos de intervención
planes y programas sexenales en salud y evaluación de poblaciones, detectando opor-
destaquen el interés y la urgencia de dar tunamente posibles situaciones de enferme-

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dad que pueden ser enfrentadas con medi- posteriores que permitieron su control a
das no necesariamente de orden y de natu- través de antibióticos y de vacunas.
raleza médica; propiciando en este sentido
“innovadoras” formas de trabajo y admi- Para comprender estos cambios en los
nistración de los servicios de salud capaces patrones de enfermedad, es necesario insistir
de disminuir la presión sobre los servicios en las condiciones de vida que sostienen la
médico hospitalarios y, en general, sobre un estructura y el tejido económico de un
gasto en la atención de la enfermedad que mundo que se industrializa y en esa medida
hoy en día, frente a los embates neoliberales, alcanza un más alto nivel de desarrollo,
es cada vez más limitado.3 traducido en la operación de medidas
propias del ámbito de la salud pública, las
que logran impactar favorablemente para
ACERCA DEL CARÁCTER HISTÓRICO Y detener la propagación de agentes patógenos
SOCIAL DE LAS LLAMADAS que en el agua contaminada, el deficiente
“ENFERMEDADES DE LA POBREZA” control de los deshechos humanos (excretas,
basura orgánica e inorgánica), la conta-
Como es bien sabido, los diferentes tipos minación del aire, encuentran el vehículo
tanto de las infecciones como de las parasi- idóneo para iniciar y propagar la enfer-
tosis, fueron abatidas en la medida en que medad.4 También, se habla de las mejoras
se hacia realidad el progreso económico de en la alimentación y en la higiene personal
aquellos países hoy agrupados dentro del como otros de los pilares que de manera
ranking de países tecnológicamente desarro- concluyente impactaron en la reducción del
llados. Es decir, que a mayor desarrollo número de muertes y en la prolongación de
parecía garantizarse el aniquilamiento del la vida.
dolor humano causado por las enfermedades
que durante siglos habían sido descritas como Es muy importante llamar la atención,
el azote de la humanidad (Piñero, 2000). respecto a la forma en que las enfermedades
infecciosas dejaron ver la necesidad de llevar
Hay trabajos como el de Mckeown (1982), a cabo una investigación que a la par de los
que documentan la manera en que el cambio trabajos de laboratorio y estudios clínicos,
en el “medio”, haciendo alusión a lo que favoreciera el abordaje de colectividades,
hoy equiparamos a condiciones de vida y de grupos, de comunidades enteras, y no
desigualdad social (Stern y Tuirán, 1993; sólo de individuos; aun hoy en día, para
Durán, 1983; Ruth y Griffith, 1968), a lo prevenir y controlar una enfermedad infec-
largo de los siglos XVIII y XIX tuvo un impacto ciosa se requiere de un enfoque que mira
definitivo en la caída de la mortalidad en más allá del individuo, del control médico
dos de las tres grandes regiones que confor- y farmacológico que se pueda ejercer sobre
man el Reino Unido (Inglaterra y Gales), aun él (San Martín y Carrasco, 1986; Rosen,
antes de la identificación de los agentes 1985; Mckeown, 1982). No obstante la
patógenos y de los “descubrimientos” importancia de este tipo de abordaje, se le

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trivializó y entró en desuso a medida que tan un conocimiento que hasta hoy en día (a
los avances tecnológicos en el campo de pesar de las diversas críticas) mantienen la
la biomedicina prometían acabar de ma- vigencia de un pensamiento que en la
nera definitiva, y de una vez por todas, con identificación de los virus y las bacterias,
las enfermedades. traduce la existencia de las enfermedades
(Tecla, 1992), cuando en realidad la enfer-
Desde la Segunda Guerra Mundial las estra- medad como construcción con sentido y
tegias de salud pública se han concentrado significado social deviene de un proceso
en la erradicación de los microbios. Median- complejo inserto en las relaciones y funciona-
te un armamento médico poderoso producido miento que operativamente, en el caso de
durante la posguerra (antibióticos, antipalú-
la sociedad occidental, construye y traduce
dicos, vacunas), líderes políticos y científicos
en Estados Unidos y en todo el mundo libaron
la idea de enfermedad como una disfuncio-
campañas cuasi militares para extirpar ene- nalidad del cuerpo humano, vista a partir
migos víricos, bactéricos y parasitarios. El de una serie de expresiones biológicas que
objetivo era nada menos que hacer pasar a la le limitan su operación para el desempeño
humanidad por lo que se llamó la transición de las tareas que deben ser ejecutadas.
en salud, dejando atrás para siempre las en-
fermedades infecciosas (Garrett, 1996). “la existencia de enfermedad no se decide
por la presencia de un cambio biológico. Es
En efecto, todavía en los años setenta y cierto que siempre existe éste, pero solo
ochenta es posible localizar discursos en los cuando la sociedad decide que este cambio
que se enaltecen los avances de la ciencia y biológico es enfermedad, entonces aparece
su poder para hacer frente a los males de la la enfermedad” (Ackerknecht, 1985: 17).
enfermedad, sin duda entonces queda aun
mucho de ese resabio en torno al trabajo Esta manera de enfrentar cotidianamente
realizado durante la etapa microbiana, con el sentido de la salud y de la enfermedad, se
la que se nombra a un periodo dominado verá crecientemente fortalecida ante la
por la identificación de entidades micros- presencia al alza de las enfermedades
cópicas (microbios), a las que se hace respon- crónico-degenerativas, las que colocan en
sables de la existencia de las enfermedades una situación de permanente vulnerabilidad
infecciosas y de su propagación (Mora y (de por vida, dirían otros), a todo aquel que
Hersch, 1990). La construcción del micros- es diagnosticado con algunos de los pade-
copio por Van Leeuwenhoek, puso al descu- cimientos identificados como parte de este
bierto la existencia de entidades biológicas tipo de enfermedades, y a las cuales tam-
externas al cuerpo humano, que lo acechan bién se les ha abordado desde una mirada
y atacan, desencadenando una serie de y actuación médica con los altos costos no
síntomas identificados, en particular, con la sólo de índole económica, sino en términos
construcción de una enfermedad. Los del dolor humano que se ha tejido en torno
descubrimientos de Pasteur y Koch susten- a ellas.

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LAS ¿ENFERMEDADES CRÓNICO- vando la enfermedad y haciendo frente a


DEGENERATIVAS? BASES PARA UNA las complicaciones que suelen acompañarle.
DISCUSIÓN Y ANÁLISIS EN EL CAMPO DE Como en algunos documentos se menciona.
LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
“Antes los decesos eran eventos más o me-
Después de la exposición realizada, inicial- nos súbitos en la vida de una familia, ya que
mente resultaría imposible abordar los dife- se presentaban casi de manera sorpresiva
rentes tipos de cáncer, la diabetes y los pade- […] a partir de una enfermedad no muy
cimientos cardiovasculares en términos de prolongada y, generalmente, de etiología
“enfermedades”, ya que en un sentido es- infecto contagiosa” (CONAPO, 1999: 15-27).
tricto, no existe un agente nocivo que dé pie
a esos estados de enfermedad; sin embargo, Hoy en día, el concepto de enfermedad y
en el imaginario colectivo se sostiene el con- su significado social ha variado hasta gene-
cepto de enfermedad en el sentido más rarse una nueva vivencia a la que atraviesa
literal de la palabra. Cotidianamente partici- un sentido ontológico, al igual que la signifi-
pamos de las siguientes expresiones: “está cación de lo que es la salud y la muerte, en
enfermo de cáncer”, “tiene la enfermedad su caso las secuelas temporales o definitivas
de la diabetes”, “le dijeron que tiene una enfer- nombradas como discapacidades; se inclu-
medad del corazón”. Así, cabe preguntar, yen desde luego, las llamadas complicacio-
¿qué es lo que une, lo que comunica y man- nes que suelen acompañar a las enferme-
tiene la vigencia de la idea de enfermedad, dades crónico-degenerativas y en torno a las
trátese de las infecciones o de las llamadas cuales se teje una lectura médica que
enfermedades crónico-degenerativas? de tal proviene de esa interposición.
forma que no pocos considerarían un sin
sentido el aventurar este tipo de interro- En el nivel macro, los cambios se hacen
gante, sobre todo cuando parece obvio que patentes al momento en el que las institu-
“la enfermedad es la enfermedad”, e invaria- ciones de salud se ven urgidas de atender
blemente remite al trastocamiento de nuestro una demanda de servicios que en el terreno
rol social (familia, comunidad), y requiere de la organización, los recursos humanos,
de una canalización y atención médica. la infraestructura y la capacidad económica,
pueda atender la demanda médico hospita-
El sentido a que remite una enfermedad laria, de servicios de laboratorio, de abasto
crónico-degenerativa, va más allá de la sola y disposición de medicamentos, entre los
posibilidad enunciativa, ya que en un sentido más destacados, y los que a su vez obedecen
tanto macro como microsocial, hay una a un manejo de los servicios sanitarios en
derivación hacia transformaciones profundas términos de la atención que debe prestarse
que cruzan la recomposición social de cara a la enfermedad (OPS, 2007; OMS, 2004;
a su diagnóstico, lo que supone un largo Poder Ejecutivo Federal, 1994). Por otro
proceso de desgaste para el enfermo y su lado, en los diferentes niveles de la organiza-
entorno afectivo más inmediato; sobrelle- ción social existe una preocupación unánime

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por los costos a que remite la incidencia de mental, en torno a un fenómeno, el de la


unas enfermedades que golpean la pro- “salud”, que centra su atención en la me-
ducción económica, visible en el manejo de dición (a través del manejo de variables e
variables que remiten al ausentismo laboral indicadores) de la incidencia y de la distri-
y a las “pérdidas” que ello supone en tér- bución según grupo de edad, sexo y región,
minos de los indicadores macroeconómicos. de la distribución de la enfermedad y de la
muerte para conocer y en consecuencia
Así, siempre de la mano, el cambio pobla- actuar favorablemente.
cional y el cambio epidemiológico,5 han dado
paso a la prolongación de la vida a edades Sólo en la medida en que pueda realizarse
cada vez más avanzadas, lo que para los usos un análisis sociohistórico del fenómeno:
y funciones de nuestras sociedades, implica salud, enfermedad, muerte, se podrá ofrecer
una paulatina “pérdida” de capacidad física, un diagnóstico capaz de reconocer los
psíquica y social que invariablemente suele avances logrados, pero sobre todo se estará
acompañar al incremento en la esperanza en condiciones de reconocer los retos
de vida, y que supone también una “nueva” actuales a los que se enfrenta una sociedad
demanda de servicios y prestaciones en cada vez más compleja. Se trata de una
salud, para las que hoy en día cualquier problemática en salud íntimamente ligada
sociedad debe estar preparada. En México, a transformaciones económicas, tanto políti-
desde hace tres lustros empezó a dejar de cas como culturales. Estudiar los problemas
hablarse de un país joven, para poner el de salud más allá de sus lecturas tecnológicas
énfasis en los resultados de esa reducción favorece una visión extensa y completa de
en el crecimiento poblacional, y el incre- la dimensión del problema y de sus posibles
mento en la esperanza de vida, lo que con- alternativas de solución, con base en los
duce a un proceso de envejecimiento por el recursos con los que actualmente se cuenta.
que ya atraviesa este país. Se trata de “recursos” en un sentido no sólo
económico, sino de un espectro mucho más
amplio y complejo del que el término
A MANERA DE CONCLUSIÓN “recursos” alude a procesos y relaciones
sociales que viabilizan el sentido de la dispo-
Todo este rápido repaso analítico, guarda sición de tecnologías médicas, químicas, de
la intención de situar el diagnóstico sobre el recursos humanos, en infraestructura dispo-
cambio epidemiológico, en el marco de nible, de recursos económicos, encaminando
aquellas categorías de análisis que lo hacen decisiones y horizontes de actuación.
legible y que responden a una constitución
y sentido histórico; no son concepciones En el terreno de la definición de estrategias
surgidas de la nada, sino que tienen la públicas para la atención de aquello que ha
función de nombrar y connotar un cierto tipo sido identificado como un problema de salud,
de diseño a partir del cual nombrar, medir, y que por tanto requiere de la intervención
evaluar, en este caso la actuación guberna- gubernamental para paliar sus efectos nega-

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tivos, es indispensable contar con un marco además de la perspectiva médica debe


de análisis que haga posible la interpretación incursionar sobre otras posibilidades de es-
y la comprensión de los cambios demográficos tudio e intervención que sean favorables a la
y epidemiológicos que usualmente son atención y procuración de la salud, en con-
traposición al proceso de medicalización que
presentados de manera descriptiva. En otras
hoy en día caracteriza a nuestra sociedad, y
palabras, no es suficiente con saber que hoy que cada vez más hace dependiente al ser
en día (en comparación con el pasado) existen humano de la atención médica y la prescrip-
bajos niveles de mortalidad, o bien, que en ción farmacológica.
el mosaico epidemiológico las enfermedades
infecciosas ya no son la principal causa de 4
En un sentido estricto, asilados los “micro-
muerte; ése es sólo el principio para trabajar bios” no constituyen sino un cierto tipo de
en situar los alcances y significados sociales entidades con características bioquímicas, que
que rodean la problemática en salud, y que únicamente al entrar en contacto con determi-
reclaman sensibilidad y conocimiento de nadas condiciones y ambientes socioeconó-
micos y sistemas culturales, puede traducirse
parte de quienes tienen la responsabilidad
a la clasificación y descripción de una deter-
de tomar decisiones al respecto. minada enfermedad.

5
El término “transición demográfica”, descri-
NOTAS be las transformaciones en términos de la es-
tructura y volumen poblacional (Livi-Bacci,
1
Se asume que la muerte forma parte del pro- 1993; Benítez, 1993; Zavala, 1992;
ceso mismo de la vida, pero que debe de lle- Teitelbaum, 1976); aquellas que de manera
gar de manera “natural”, a una edad avanza- particular refieren la disminución de la mor-
da; considerando desde luego los patrones talidad general y el cambio en los esquemas
culturales que guían el relativo significado de crecimiento de la población (Martínez y
de la esperanza de vida y de la vejez. Leal, 2002; Gómez, 2002; CONAPO, 1999).
La idea convencional de una transición
2
Básicamente se trata de enfermedades consi- epidemiológica íntimamente ligada a ese sen-
deradas como una deuda histórica, vincula- tido de paso de una condición de subdesa-
das a la permanencia y/o resurgimiento de rrollo a otra identificada como desarrollada y
padecimientos de tipo infeccioso que habían siempre en el entendido de un movimiento
dejado de ser un problema de salud pública: progresivo que señala un momento ideal (ya
tuberculosis, paludismo, cólera, dengue, en- alcanzado por las llamadas sociedades desa-
tre las más importantes (SSA, 2001). rrolladas), es un concepto cada vez más des-
gastado que desde su nacimiento y a pesar
3
Aquí es muy importante no confundir la dis- del apego de investigadores para explicar el
cusión generada ante un modelo económico tipo, la dimensión y distribución de la enfer-
que perfila un tipo de atención social (que medad en la sociedad, ha recibido duras crí-
incluye la atención a la salud), con una cada ticas por ese manejo ideológico que al mar-
vez menor responsabilidad social, léase esta- gen de la historia trata de hacer aparecer como
tal; y la urgente necesidad de reconocer en “natural” el hecho de que las sociedades se
la salud una problemática de tipo social que hallan indefectiblemente destinadas a arribar

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y disfrutar de esa idea de modernidad como Bronfman, Mario y José Gómez de León (coord.)
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