Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Espacios Públicos,
ISSN (Versión impresa): 1665-8140
revistaespaciospublicos@yahoo.com.mx
Universidad Autónoma del Estado de México
México
¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista
www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Martín Rodríguez Peñaloza
Eduardo Rodríguez Manzanares
RESUMEN
ABSTRACT
151
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
and analyze the social problems. This is the mas de gobierno tenderán a privilegiar una
reason because we propose to review the im- serie de medidas fundadas en la convicción
portance and actuality the epidemiologic de que la atención médica, la construcción
theory to make a best government decisions. de clínicas y hospitales, el impulso a la
producción y provisión de medicamentos,
KEY WORDS: epidemiologic transition, health entre las acciones más destacadas, consti-
transition, social policy, health policy. tuyen el camino correcto para enfrentar y
solucionar los problemas de salud.
152
Norma González González
Martha Isabel Ángeles Constantino
153
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
Griffith, 1968), puede ser un buen inicio paso a una organización y administración de
para repensar la importancia y la dirección la problemática en salud, capaz de enfrentar
de unas políticas en salud que desde problemas hasta entonces inéditos en
particulares marcos de conocimiento, nuestra sociedad, asimismo, se advierte
representación y por tanto posibilidades de sobre la necesidad de un nuevo perfil de
intervención, han logrado acciones eficaces, trabajadores de la salud cuya formación
esta reflexión adquiere valor en un momento profesional pueda insertarse a esos cambios
de nuestra historia que deja ver que no hay en el panorama epidemiológico del país (SSA,
procesos que en el curso y el destino “natu- 1999; SSA, 1994; SSA, 1990).
ral” de la historia, nos ubiquen en un mundo
de avances tecnológicos, capaz de hacer Desde luego, en el centro de todos estos
olvidar (de manera definitiva) a la enferme- cambios por los que transita el país, hay que
dad y sus consecuencias en términos de anotar y destacar también la emergencia de
discapacidades temporales o permanentes, padecimiento como el VIH/SIDA, el ébola, la
así como de la muerte misma en una etapa fiebre del Nilo, entre otros, que hasta antes
temprana de la vida.1 de los años ochenta no constituían un
problema de salud pública, y que a raíz de
En México, hasta buena parte de los años entonces se suman al espectro de los pro-
ochenta se mantiene el énfasis en una blemas de salud que demandan una aten-
discusión que pretende distinguir con ción pronta y eficaz de parte de las instancias
claridad las enfermedades de la pobreza gubernamentales responsables de la salud
frente a las llamadas enfermedades del (De la Cruz, 2004; Londoño y Sánchez, 1999;
desarrollo. En cada caso, uno y otro extremo Garrett, 1996). Se habla en este sentido de
la alusión intenta dar testimonio del proceso enfermedades emergentes que reclaman
de modernización por el que transita el país, una atención situada a horcajadas entre
y donde se registra el desplazamiento de aquellos problemas de salud aún no resuel-
infecciones, parasitosis, enfermedades cuyo tos, básicamente de tipo infeccioso y parasi-
origen se reconoce en problemas de tipo tario,2 y esos otros padecimientos a los que
alimenticio, por ese otro gran grupo de se alude en términos de enfermedades del
enfermedades a las que se identifica como desarrollo: diferentes tipos de cáncer, enfer-
enfermedades del desarrollo, y que aluden medades cardiovasculares y de orden meta-
a padecimientos de orden crónico- bólico, todos ellos padecimientos para los
degenerativo como: los diferentes tipos de cuales el país sigue sin contar con políticas
cáncer, las enfermedades cardiovasculares, de salud que con claridad identifiquen y
los padecimientos de tipo metabólico pongan en marcha estrategias bajo esque-
(Ferrero y Boada, 1988; Lerner y Quesnel, mas de trabajo que antes que prepararse para
1986). No es gratuito que a partir de atender a la enfermedad y sus complica-
entonces los documentos oficiales, como ciones, generen mecanismos de intervención
planes y programas sexenales en salud y evaluación de poblaciones, detectando opor-
destaquen el interés y la urgencia de dar tunamente posibles situaciones de enferme-
154
Norma González González
Martha Isabel Ángeles Constantino
dad que pueden ser enfrentadas con medi- posteriores que permitieron su control a
das no necesariamente de orden y de natu- través de antibióticos y de vacunas.
raleza médica; propiciando en este sentido
“innovadoras” formas de trabajo y admi- Para comprender estos cambios en los
nistración de los servicios de salud capaces patrones de enfermedad, es necesario insistir
de disminuir la presión sobre los servicios en las condiciones de vida que sostienen la
médico hospitalarios y, en general, sobre un estructura y el tejido económico de un
gasto en la atención de la enfermedad que mundo que se industrializa y en esa medida
hoy en día, frente a los embates neoliberales, alcanza un más alto nivel de desarrollo,
es cada vez más limitado.3 traducido en la operación de medidas
propias del ámbito de la salud pública, las
que logran impactar favorablemente para
ACERCA DEL CARÁCTER HISTÓRICO Y detener la propagación de agentes patógenos
SOCIAL DE LAS LLAMADAS que en el agua contaminada, el deficiente
“ENFERMEDADES DE LA POBREZA” control de los deshechos humanos (excretas,
basura orgánica e inorgánica), la conta-
Como es bien sabido, los diferentes tipos minación del aire, encuentran el vehículo
tanto de las infecciones como de las parasi- idóneo para iniciar y propagar la enfer-
tosis, fueron abatidas en la medida en que medad.4 También, se habla de las mejoras
se hacia realidad el progreso económico de en la alimentación y en la higiene personal
aquellos países hoy agrupados dentro del como otros de los pilares que de manera
ranking de países tecnológicamente desarro- concluyente impactaron en la reducción del
llados. Es decir, que a mayor desarrollo número de muertes y en la prolongación de
parecía garantizarse el aniquilamiento del la vida.
dolor humano causado por las enfermedades
que durante siglos habían sido descritas como Es muy importante llamar la atención,
el azote de la humanidad (Piñero, 2000). respecto a la forma en que las enfermedades
infecciosas dejaron ver la necesidad de llevar
Hay trabajos como el de Mckeown (1982), a cabo una investigación que a la par de los
que documentan la manera en que el cambio trabajos de laboratorio y estudios clínicos,
en el “medio”, haciendo alusión a lo que favoreciera el abordaje de colectividades,
hoy equiparamos a condiciones de vida y de grupos, de comunidades enteras, y no
desigualdad social (Stern y Tuirán, 1993; sólo de individuos; aun hoy en día, para
Durán, 1983; Ruth y Griffith, 1968), a lo prevenir y controlar una enfermedad infec-
largo de los siglos XVIII y XIX tuvo un impacto ciosa se requiere de un enfoque que mira
definitivo en la caída de la mortalidad en más allá del individuo, del control médico
dos de las tres grandes regiones que confor- y farmacológico que se pueda ejercer sobre
man el Reino Unido (Inglaterra y Gales), aun él (San Martín y Carrasco, 1986; Rosen,
antes de la identificación de los agentes 1985; Mckeown, 1982). No obstante la
patógenos y de los “descubrimientos” importancia de este tipo de abordaje, se le
155
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
trivializó y entró en desuso a medida que tan un conocimiento que hasta hoy en día (a
los avances tecnológicos en el campo de pesar de las diversas críticas) mantienen la
la biomedicina prometían acabar de ma- vigencia de un pensamiento que en la
nera definitiva, y de una vez por todas, con identificación de los virus y las bacterias,
las enfermedades. traduce la existencia de las enfermedades
(Tecla, 1992), cuando en realidad la enfer-
Desde la Segunda Guerra Mundial las estra- medad como construcción con sentido y
tegias de salud pública se han concentrado significado social deviene de un proceso
en la erradicación de los microbios. Median- complejo inserto en las relaciones y funciona-
te un armamento médico poderoso producido miento que operativamente, en el caso de
durante la posguerra (antibióticos, antipalú-
la sociedad occidental, construye y traduce
dicos, vacunas), líderes políticos y científicos
en Estados Unidos y en todo el mundo libaron
la idea de enfermedad como una disfuncio-
campañas cuasi militares para extirpar ene- nalidad del cuerpo humano, vista a partir
migos víricos, bactéricos y parasitarios. El de una serie de expresiones biológicas que
objetivo era nada menos que hacer pasar a la le limitan su operación para el desempeño
humanidad por lo que se llamó la transición de las tareas que deben ser ejecutadas.
en salud, dejando atrás para siempre las en-
fermedades infecciosas (Garrett, 1996). “la existencia de enfermedad no se decide
por la presencia de un cambio biológico. Es
En efecto, todavía en los años setenta y cierto que siempre existe éste, pero solo
ochenta es posible localizar discursos en los cuando la sociedad decide que este cambio
que se enaltecen los avances de la ciencia y biológico es enfermedad, entonces aparece
su poder para hacer frente a los males de la la enfermedad” (Ackerknecht, 1985: 17).
enfermedad, sin duda entonces queda aun
mucho de ese resabio en torno al trabajo Esta manera de enfrentar cotidianamente
realizado durante la etapa microbiana, con el sentido de la salud y de la enfermedad, se
la que se nombra a un periodo dominado verá crecientemente fortalecida ante la
por la identificación de entidades micros- presencia al alza de las enfermedades
cópicas (microbios), a las que se hace respon- crónico-degenerativas, las que colocan en
sables de la existencia de las enfermedades una situación de permanente vulnerabilidad
infecciosas y de su propagación (Mora y (de por vida, dirían otros), a todo aquel que
Hersch, 1990). La construcción del micros- es diagnosticado con algunos de los pade-
copio por Van Leeuwenhoek, puso al descu- cimientos identificados como parte de este
bierto la existencia de entidades biológicas tipo de enfermedades, y a las cuales tam-
externas al cuerpo humano, que lo acechan bién se les ha abordado desde una mirada
y atacan, desencadenando una serie de y actuación médica con los altos costos no
síntomas identificados, en particular, con la sólo de índole económica, sino en términos
construcción de una enfermedad. Los del dolor humano que se ha tejido en torno
descubrimientos de Pasteur y Koch susten- a ellas.
156
Norma González González
Martha Isabel Ángeles Constantino
157
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
158
Norma González González
Martha Isabel Ángeles Constantino
5
El término “transición demográfica”, descri-
NOTAS be las transformaciones en términos de la es-
tructura y volumen poblacional (Livi-Bacci,
1
Se asume que la muerte forma parte del pro- 1993; Benítez, 1993; Zavala, 1992;
ceso mismo de la vida, pero que debe de lle- Teitelbaum, 1976); aquellas que de manera
gar de manera “natural”, a una edad avanza- particular refieren la disminución de la mor-
da; considerando desde luego los patrones talidad general y el cambio en los esquemas
culturales que guían el relativo significado de crecimiento de la población (Martínez y
de la esperanza de vida y de la vejez. Leal, 2002; Gómez, 2002; CONAPO, 1999).
La idea convencional de una transición
2
Básicamente se trata de enfermedades consi- epidemiológica íntimamente ligada a ese sen-
deradas como una deuda histórica, vincula- tido de paso de una condición de subdesa-
das a la permanencia y/o resurgimiento de rrollo a otra identificada como desarrollada y
padecimientos de tipo infeccioso que habían siempre en el entendido de un movimiento
dejado de ser un problema de salud pública: progresivo que señala un momento ideal (ya
tuberculosis, paludismo, cólera, dengue, en- alcanzado por las llamadas sociedades desa-
tre las más importantes (SSA, 2001). rrolladas), es un concepto cada vez más des-
gastado que desde su nacimiento y a pesar
3
Aquí es muy importante no confundir la dis- del apego de investigadores para explicar el
cusión generada ante un modelo económico tipo, la dimensión y distribución de la enfer-
que perfila un tipo de atención social (que medad en la sociedad, ha recibido duras crí-
incluye la atención a la salud), con una cada ticas por ese manejo ideológico que al mar-
vez menor responsabilidad social, léase esta- gen de la historia trata de hacer aparecer como
tal; y la urgente necesidad de reconocer en “natural” el hecho de que las sociedades se
la salud una problemática de tipo social que hallan indefectiblemente destinadas a arribar
159
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
y disfrutar de esa idea de modernidad como Bronfman, Mario y José Gómez de León (coord.)
la realización definitiva del progreso huma- (1988), La mortalidad en México. Niveles,
no. Se insistía en que sólo era cuestión de tendencias y determinantes, México, El Cole-
ajustar los tiempos, algunos arribaban antes gio de México A.C.
pero el sentido general era que todas las so-
ciedades tarde o temprano estarían destina- Cardozo Brum, Myriam (1998), “El ámbito sec-
das a abandonar su condición de subdesa- torial. Análisis de la descentralización en el
rrollo o de sociedades premodernas para ser sector salud (1983-1993)”, en Enrique Ca-
partícipes de todos los beneficios y ventajas brero Mendoza (coord.), Las políticas descen-
del desarrollo. tralizadoras en México (1983-1993). Logros y
desencantos, México, Porrúa/CIDE.
160
Norma González González
Martha Isabel Ángeles Constantino
161
Apuntes para repensar la “teoría de la transición
epidemiológica” y su importancia para...
Organización Panamericana de la Salud (OPS) Secretaría de Salud (SSA) (1990), Plan Nacio-
(1994), Las condiciones de salud en las Amé- nal de Salud 1990-1994, México, SSA.
ricas, vol. I y II, OPS, USA.
————— (1994), Reseña testimonial 1988-1994,
————— (2007), Salud en las Américas, vol. I México, SSA.
y II, OPS, USA.
————— (1999), Dirección General de Epide-
Piñero López, José María (2000), Breve histo- miología. Misión, México, SSA.
ria de la medicina, Madrid, España, Alianza
Editorial. ————— (2001), Programa Nacional de Salud
2001-2006, México, SSA.
Poder Ejecutivo Federal (1994), Programa de
reforma del sector salud (1995-2000), México. Tecla, J. Alfredo (coord.) (1992), Enfermedad
y clase obrera, México, IPN.
Rosen, George (1985), De la policía médica a
la medicina social, México, Siglo XXI. Teitelbaum, Michael S. (1976), “Importancia
de la teoría de la transición demográfica para
Ruth, Rice y G. Griffith (1968), Distribución y países en desarrollo”, en Demografía y Eco-
determinantes de la salud-enfermedad, Was- nomía, vol. 10, núm. 1, El Colegio de Méxi-
hington, D.C., OMS/OPS. co, México, pp. 54-67.
San Martín H., Martín S.C., Carrasco J.L. Zavala de Cosío, María E. (1992), “Los ante-
(1986), Epidemiología. Teoría, investigación cedentes de la transición demográfica en
y práctica, Madrid, Ediciones Díaz de San- México”, en Historia Mexicana, vol. 42,
tos, S.A. núm. 1, El Colegio de México, México,
pp. 103-128.
Santos Preciado, José Ignacio et al. (2003),
“La transición epidemiológica de las y los ado- Zenteno, Raúl (1993), “Visión latinoamericana
lescentes en México”, en Salud Pública de de la transición demográfica. Dinámica de la
México, vol. 45, supl. 1, Cuernavaca, México. población y práctica política” (IV Conferen-
cia Latinoamericana de Población), en La
Stern, Claudio y Rodolfo Tuirán (1993), “Tran- transición demográfica en América Latina y
sición demográfica y desigualdad social en el Caribe, México, INEGI-IISUNAM.
162