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Ubicado en pleno centro de Maracaibo, al final del conocido Callejón de los

Pobres o calle 99, y al fondo del centro comercial San Felipe, está una iglesia
en ruinas que, aunque pocos lo sepan, fue declarada Patrimonio Histórico
Nacional desde 1960 y Patrimonio Histórico Cultural del estado Zulia, en el
2004.

Se trata del templo San Felipe Neri, construido entre 1805 y 1835 por, José
Simón Peña, quien era dueño de la primera botica que hubo en Maracaibo y de
la isla de Providencia.
Semejante distinción pareciera designar a toda una joya de la arquitectura
marabina, pero la realidad es otra y dista mucho de los objetivos que llevaron a
otorgársela.
El recinto no cuenta con la suerte de sus vecinos el Convento, la Basílica, la
iglesia de Santa Bárbara o la Catedral, construcciones que hoy gozan de gran
esplendor y se conservan en muy buena forma gracias a constantes
inversiones para su mantenimiento.

“El templo de San Felipe Neri fue devastado por un terremoto en 1875, cuyo
epicentro se localizó en Cúcuta, Colombia y destruyó gran parte del techo y
muros, lo que obligó a la clausura por mucho tiempo hasta que en 1910, y
luego en 1986, hubo la intención de convertirlo en panteón, pero no se logró el
propósito. En 1922, Don Manuel Belloso compra esos terrenos con el templo
incluido y los dona a la Diócesis de Maracaibo”, relata el doctor Ernesto García
McGregor en la publicación El Zulia y su Gente.
Hoy, la edificación es un fantasma que pasa desapercibido a los ojos del
público. Basura, monte y toda clase de desperdicios invaden por todos su
alrededores.
Los buhoneros del callejón sellaron totalmente la vista a su fachada y está
abandonado a un destino incierto, debido a que se desconocen planes para su
rescate.
“Es una lástima que ni siquiera se escuche que la van a reparar. Esta iglesia
hace mucha falta en este sector de tanto pecador”, exclamó María de
González, comerciante.
Sin embargo, luego que la Iglesia lo cediera al Centro Rafael Urdaneta en
1988, “en 1990 se iniciaron trabajos de remodelación reforzando los arcos
laterales y las vigas piloto. También se adquirió la madera para refaccionar el
techo, trabajos que se iniciaron en 1992, pero en 1996 se paralizaron por
completo hasta la fecha”, señaló Tito Meleán, presidente del Centro Rafael
Urdaneta.

Indicó el titular de CRU que para este año está contemplado un presupuesto
para refaccionar las construcciones religiosas más importantes de Maracaibo y
la Costa Oriental del Lago y el templo de San Felipe Neri está incluido en la
partida.
Asimismo la Iglesia volvió a mostrar su interés para recuperar la instalación.
“Este año recibimos una carta de la Arquidiócesis donde nos invitan a
conversar sobre el tema y estamos dispuestos a cederlo, claro, después de
llegar a los acuerdos respectivos y que el CRU reciba la autorización de las
autoridades superiores”, puntualizó Meleán.
Una buena noticia para este testigo silente de la transformación urbana de
Maracaibo.

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