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5.

EL RACIONALISMO
5.1. Noción de Racionalismo
El racionalismo (del latín, “ratio”: razón) es una corriente gnoseológica que sostiene que la fuente de todo
conocimiento válido es la razón. Fue desarrollada en Europa continental durante los siglos XVII y XVIII, por René
Descartes, y luego por Spinoza, Leibniz, Wolff y Kant.
Se caracteriza por una firme confianza en que podemos alcanzar verdades objetivas y universalmente válidas
(objetivismo) y por la convicción de que sólo podemos alcanzar estas verdades por la razón, ya que nuestros sentidos
nos engañan. Manifestaba que estas verdades que conocía la razón como evidentes en sí, eran innatas (porque no
podían venir de la experiencia), y que a partir de ellas, es posible deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las
ciencias.

5.2. Argumentos del Racionalismo


El racionalismo parte manifestando una firme confianza en que podemos alcanzar verdades objetivas y
universalmente válidas. Esta confianza le viene del hecho de que existen las ciencias (que tienen como contenido
verdades objetivas y universalmente válidas).
Estos principios tan evidentes, que nadie pueda dudar de ellos, no pueden provenir de la experiencia, ya que se puede
dudar de la experiencia, porque muchas veces nos conduce al error; Además estos principios deben ser universales
y necesarios, mientras que la experiencia, nos presenta solo objetos particulares y contingentes. Luego estos
principios, no provienen de la experiencia, sino que están grabados en la razón (como ideas innatas), y es a partir de
ellos que debemos deducir, el resto de contenidos de la filosofía y de las ciencias.

5.3. Refutación del Racionalismo


El racionalismo tiene como error fundamental, en no reducirse al momento originario del conocimiento (el contacto
de la conciencia con el ser), para encontrar allí el verdadero objeto de la conciencia (el ser), e indagando ese objeto,
determinar la naturaleza de la facultad con la que se conoce dicho objeto. Así el racionalismo comienza reduciendo el
objeto de la conciencia a las ideas simples (claras y distintas) y por lo tanto, será la razón, la facultad cognoscitiva que
podrá conocer esas ideas y a partir de ellas, deducir las demás ideas.

6. EL EMPIRISMO
6.1. Noción de Empirismo
El empirismo (del griego, “empeiría”: experiencia). es la corriente gnoseológica que reduce el objeto de nuestro
conocimiento a las percepciones de la experiencia. Llevando a la negación de todo aquello que no se pueda conocer
a partir de la experiencia. Para el empirismo, entonces, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en
cuanto a su origen sino también en cuanto a su contenido.

Se desarrolla durante los siglos XVII y XVIII en Gran Bretaña (empirismo inglés), que surge como una oposición al
racionalismo de la época (defendiendo que el conocimiento se funda en la experiencia) y cuyos representantes más
destacados fueron Locke, Berkeley y Hume.

6.2. Argumentos del Empirismo

El empirismo se basa en dos principios fundamentales:


1ro) Las ideas son el objeto de nuestra conciencia.

Desde el momento en que la mente, en todos sus pensamientos y razonamientos, no tiene ningún otro objeto
inmediato que sus propias ideas, las cuales ella sola contempla o puede contemplar, resulta evidente que nuestro
conocimiento está dirigido sólo a ellas (Locke)
Cuando nos esforzamos por concebir la existencia de objetos exteriores, no hacemos sino contemplar nuestras propias
ideas (Berkeley)
No tenemos idea alguna de sustancia de ningún género, pues sólo tenemos ideas de lo que se deriva de alguna
impresión; y no tenemos impresión de una sustancia sea ésta material o espiritual. No conocemos más que cualidades y
percepciones particulares (Hume)
2do) Todas nuestras ideas provienen de la experiencia.

No existen las ideas innatas


Ya que ni los niños, ni los salvajes, ni los locos, tienen las ideas del hombre culto. Además no tendría
ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las mismas
verdades.

6.3. Refutación del Empirismo


El empirismo tiene como error fundamental, en no reducirse al momento originario del conocimiento (el contacto
de la conciencia con el ser), para encontrar allí el verdadero objeto de la conciencia (el ser), e indagando ese objeto,
determinar la naturaleza de la facultad con la que se conoce dicho objeto, ya que si reducimos el ser a un sector del
mismo, reduciremos también la facultad cognoscitiva a la parte que conoce ese sector del ser. Así el empirismo
comienza reduciendo el objeto de la conciencia a las ideas simples, aisladas entre sí, y por lo tanto, será la
experiencia, la facultad cognoscitiva que podrá conocerl a s y que tendrá el deber de asociarlas, para formar ideas
compuestas.

7. EL IDEALISMO
7.1. Noción de Idealismo
El idealismo es la doctrina que hace depender “la verdad de la realidad” de “la verdad de la conciencia”, en efecto,
para el idealismo, la determinación de lo que es “realidad”, “naturaleza” o “ser”, depende de la determinación de
la “conciencia”. Por eso, el idealismo no consiste en la simple negación de la «realidad exterior», sino en la
determinación de la esencia de la realidad a partir de la conciencia. Esto supone la afirmación de la conciencia
como principio y fundamento del ser y por lo tanto, del conocer
Esta corriente de pensamiento tuvo sus comienzos en 1781 con el filósofo alemán Immanuel Kant.
La obra de Kant dio inicio al idealismo alemán, escuela que afirma la conciencia como el fundamento de todo ser, y que
tuvo como mayores exponentes a los filósofos Fichte, Schelling y Hegel.

7.2. Argumentos del Idealismo


Podemos decir que el principio idealista tiene como primer defensor el racionalismo de Descartes, el cual dudaba de
todo en busca de algo que le dé una certeza firme. En efecto, para Descartes, nuestra razón puede alcanzar la verdad,
sin embargo constataba que entre los hombres había una multitud de opiniones opuestas. Entre estas opiniones
opuestas solo una tenía que ser verdadera y las demás erradas. ¿Cómo encontrar la verdad? Tenemos que dudar de
todo - decía - hasta encontrar un principio tan evidente que nadie pueda dudar de él, y a partir de ese principio
debemos deducir las otras verdades.
¿De qué no podemos dudar? De que dudamos, y esto lo hacemos por medio del pensamiento.
“Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum)

El argumento más fuerte del idealismo es entonces, el sostener como evidente que la verdad más cierta, a partir de la
cual podemos hacer ciencia, es “que pensamos”, y por lo tanto “que el objeto de nuestro pensamiento debe ser
determinado por el pensamiento”, ya que no sabemos si proviene de algo extramental.

7.3. Refutación del Idealismo

El error idealista consiste en dudar de la veracidad del acto de ser (le quita autoridad), dándole certeza y autoridad sólo
al acto de conocer, a partir del cual determinará posteriormente, la naturaleza del acto de ser. Al idealista no le
importa lo que el ser diga de sí mismo, sino lo que la conciencia diga del ser. El error consiste entonces, en negar
uno de los fundamentos del conocer: la presencia del ser, sin tener otro fundamento para hacerlo, que el querer
hacerlo.

8. EL REALISMO
El realismo es la doctrina que afirma que es “la realidad”, como “acto de ser”, la que pone en acto la conciencia,
permitiéndole realizar su acto propio, que consiste en conocer “el ser” y al mismo tiempo, conocer “que conoce”.
De esto se sigue que es solo a partir de la presencia del ser, que podemos determinar la naturaleza del mismo y no a
partir de la conciencia.

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