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Sarah Corona Berkin

E n diálogo.
3
Metodologías horizontales. . Si

e n Ciencias Sociales y
En diálogo.
Metodologías horizontales
en Ciencias Sociales y
Culturales
Sarah Corona Berkin
Olaf Kaltmeier
BIBLIOTECA d e EDUCACIÓN

La BIBLIOTECA DE EDUCACI~N tiene el propósito de dif'undir los estudios


teóricos y las experiencias prácticas más avanzadas que surgen hoy
en el ámbito internacional, así como de dar a conocer también las in-
vestigaciones. ideas y propuestas innovadoras que se van generando
en los países de habla hispana. Las distintas series de la BIBLIOTEC.~ DE
E D U C A C Ise~ N
editan bajo la responsabilidad de reconocidos especialis-
tas y están dedicadas a la foimación de los docentes. a los métodos di-
dát:ticos, a la psicología y los procesos cognitivos del aprendizaje, a las
nuevas tecnologías y las herramientas para investigar en su aplicación diálogo.
a todas las materias que constituyen los currículos escolares y planes
de estudio universitarios. Metodologías horizontales
en Ciencias Sociales y
Herramientas universitarias

EL~SABETHORNA Cómo usar la inform.ación


Culturales
GRAH.UISTEVENS e n trabajos de investigación

P H ~ L ICREME
S Escribir en la universidad
Sarah Corona Berkin
MARYLEA Olaf Kaltmeier
MELISA
WALKER Cómo escribir trabajos
de investigación

PHILLIPS Córno obtener un doctora.do


ESTELLE
DEREKPUGH

STEPHEN
VANEVER.~ Guía para estudiantes
de ciencias políticas

TALI~OT E s t u d i ~ ra, distancia


CHRTSTINE

gedisa
editorial
En diálogo. Metodologias horizontales en Ciencias Sociales
y Culturales

O Sarah Gwma Bcrkrn.


Oiaf Kxltmeicr.
Chrisrian BUschgm.
Rebeca Phz-Daniel,
C a m de la Peza,
Mailisa Carla Pinto,
Ivunnc Riafio.
Rita Marisa Ribes Pereira. Agradecimientos
Mano Rufer,
Elisaberh T ~ i d f l .

Primera edici6n: Junio M 12 Barcelona. España

Dertclios ~ s c n f a d o para
s t d a s las ediciones en castellano

C3 EditoriaI Gcdisa, S.A. Queremos expresar nuestro reconocimiento a las per-


Avda. Fibidabo 12, 3 O sonas y a las instituciones que fueron sede durante
08022 Barcelona España
TeI: 93 253 09 04
los tres años que duró el seminario de Métodos Hori-
Faxi 93 253 09 05 zontales e n los dos lados del Atlántico. En México, la
gedisa@gedisa.com Universidad Intercultural de Chiapas pero sobretodo
www.gedisa.com su comunidad de profesores y alumnos liderada por el
ISBN 978-81-97W678-3 DT.Andrés Fábregas, nos brindó la hospitalidad que
IBlC JE consideramos u n elemento substancial para el trabajo
horizontal que llevamos a cabo. El Dr. Fábregas fue el
Im- en M6xico
Printed in Mrxico interlocutor informado y ágil que toda investigación
demanda. Nuestro amigo Jesús Martín Barbero h a
Queda pmhibida la repmdxción total o parcial por cualquicr sido fuente de inspiración en distintos momentos de
medio de i n p s i ó r i , en f m a idcntica, exiractada este trabajo. En el 2011 nos acompañó con sus ins-
O niodificada. m castellana o cualquier otro idioma.
piradores comentarios y sugerencias durante el Con-
greso Internacional del Intercultural Communication
Studies que llevainos a cabo en S a n Cristóbal, Chia-
pas. El Dr. Horacio Góinez Lara, siempre reflexivo y
autocrítico, aportó la mirada del académico indígena
para comprender la comunicacióil dialógica con los
otros. Su muerte temprana (2011) nos hace extrañar
sus aportes precisos y pertinentes. En Aleinania el
grupo de investigación "¿E pluribus unum? Identida-
des Gtnieas en procesos iransnacionales de integra-
ción en las Américas" e n el Centro de Investigación
Interdisciplinaria nos ofreció u n ambiente creativo
para poder realizar los primeros pasos en el camino de
las metodologías horizontales. También recibimos el
apoyo de Conacyt (CB 2007/78954), de la Universidad
de Guadalajara, de la Universidad de Bielefeld y de
s u Centro de Estudios Inter-americanos para realizar
encuentros breves y propositivos. Agradecemos a Ge- Índice
rardo Beorlegui s u minucioso trabajo de corrección del
manuscrito y especialmente a Alejandro González S.
s u interés editorial en los contenidos de este libro así
como s u suave y paciente seguimiento para que este Introducción
libro formara parte del fondo editorial de Gedisa. En diálogo. Metodologías horizontales
en Ciencias Sociales ........................................................ 11
Sarah Corona Berkin y Olaf Kaltmeier
Saralz Corona Berkin y Olaf Kaltmeier

1. En diálogo: los nombres del proceso


Capítulo 1
Hacia la descolonización de las metodologías:
reciprocidad, horizontalidad y poder ......................... 25
Olaf Kaltmeier
Capítulo 2
El habla, la escucha y la escritura.
Subalternidad y horizontalidad desde
la crítica poscolonial ....................................................... 55
Murio Rufer

11. En diálogo: conflicto y reciprocidad en el campo


Capítulo 3
Notas para construir metodologías
horizontales ....................................................................... 85
Saralz Corona Berkin
Capitulo 4
Contando historias 1 narraciones en un contexto
postcolonial. Análisis del disciirso y análisis
biográfico como métodos horizontales .................. 111
Elisabeth Tuider
Capítulo 5
La producción de conocimiento como
"minga" y las barreras a la equidad
en el proceso investigativo ....................................... 137 Introducción
Yvonne Riaño
Capítulo 6
Sobre encuentros, amistades y caminos
en la investigación en Ciencias Humanas
En diálogo: metodologías
y Sociales ....................................................................... 161 horizontales en ciencias sociales
Mailsa Carla Pinto Passos y Rita Marisa Ribes Pereira
Sarah Corona Berkin / Olaf Kaltmeier
111. En diálogo: descubrir l a voz del o t r o y la propia
Capítulo 7
Consideraciones sobre la traducción
en la investigación horizontal .................................. 185
Ma. del Carmen de la Peza. Casares A partir de la década de 1990 se agudizó la crisis de la investi-
gación del otro. Con el auge de los acercamientos teóricos poses-
Capítulo 8 tructuralistas, poscoloniales e interaccionistas, la verdad produ-
Entre voces: una metodología cida por las etnografías tradicionales fue puesta en jaque, así
horizontal de autoría para el estudio como el problema de la representación, la autoridad y la autoría
de la comunicación entrecultural ........................... 209
colaborativa. Los movimientos políticos, las voces indígenas y de
Rebeca Pérez Daniel las mujeres, profundizaron la brecha entre el saber construido
Capítulo 9 desde el exterior de s u militancia y el generado al interior. Fi-
En búsqueda del sujeto histórico: identificando nalmente, la revelación en los textos académicos más recientes
a indios, ciudadanos y peruanos en la región de que las identidades son múltiples y sin esencia terminaron
andina del siglo XVIII y xrx ........................................... 231 con las certezas que imaginaban los estudios acostuinbrados a
Christian Büschges discurrir sobre el otro.
Estas discusiones han suscitado un amplio consenso de que ya
Bibliografía .................................................................... 247
no se trata de hablar sobre el otro, ni de una manera advocato-
Notas sobre los autores ............................................... 263 ria para el otro. En su lugar, la ética investigativa parte del ideal
de llegas a un didogo con el otro. De esta manera, el intercambio sión de la vinculación entre teoría y pdctica. En los textos de
horizontal y recíproca es el punto de partida para pmducir cono- este libro, los autores buscan superar la oposición entre hipdtesis
cimientos, cuyas condiciones deben ser negociadas peimanente- y praxis, asi como reflexionan a partir de sus experiencias ein-
mente con 10s o t m en el campo. @icas. Sus al-ticulos combinan de una manera innovadora las
Sin embarga, uno de los grandes problemas que enfrentan los teóricas y de método -facilitando una introducción
básica al estado del de-bate- con casos y ejemplos concretos que
investigadores es la escasee de guías que propongan maneras de
poner en prílctica estas reflexiones rnetodológicas y éticas. La ponen a las metodologias horizontales y recíprocas en la prácti-
presente publicación busca contribuir a subsanar esta caren- ca. Así sirve de caja de herramientas para el diseño de proyectos
de investigaci6n con e1 otro, tanto para estudiantes como para
cia ofreciendo pautas a considerar cuando se emprende la in-
e investigadores.
vestigación con el otro, desde la planeación, la aproximación al
campo, las técnicas y la producción de resultados.
La propuesta de mhtodos horizontales parte de nuestras pro-
pias experiencias y se basa en que la teoría y práctica son parte Sujetos en construcción
de un mismo proceso. Consideramos que la fase investigativa y
de producción de conocimiento es muy compleja y que no necesa- Los conceptos de diálogo son diversos, aunque u n punto de parti-
riamente los conceptos teóricos anteceden a la práctica y deter-
da para iniciar la discusión puede ser su etimología que se refie-
minar1 su contenido. Situaciones ejemplares como la de Bronis- re a la interacción de dos o más logos en oposición. Esto implica
que en la conversación participan dos o más sujetos a partir de
law N [alinowski en las Islas del Pacífico, cuya estancia obligada
1 -
le generó la necesidad de "inventar" la etnografía, o bien la con-
--A- su propia palabra y razón.
fesión de Claude Lévi-Strauss de que las teorías sobre el lengua- Sin embargo, a diferencia de las posturas que sustentan a
je de Roman Jakobson le permitieron cristalizar en u n conjunto esos sujetos como poseedores de una cultura esencial y estática.
de ideas coherentes los datos que había recopilado previamente y que son definidos por oposición a otros, en este trabajo cree-
en "el campo" y con los que ignoraba qué hacer, nos hace pensar mos que es necesario repensar el diálogo como el fenómeno so-
que la teoría y práctica para producir co~~ocimiento no están se- cial en el que los sujetos se construyen de forma permanente a
parados, ni suponen u n orden de aplicación definitivo. partir de las relaciones con otros. A este respecto, el teórico ruso
Es sintomático del eurocentrismo científico que la teoría sea Mijaíl Bajtin cibsewa que la función de1 otro no es de contraste,
concebida como abstracción separada de los datos y que el saber como en el binomio ego 1 alter, en el que un yo se opone a u n t ú ,
generado sea incompatible con la producción de conocimiento sino que e1 sujeto es social precisamente por ser u n fenómeno
desde la observación de los fenómenos cotidianos y tradicionales dialógico en que el otro es parte constitutiva del ser.
no occidentales. Separar la teoría de la praxis no sólo dificul- La dialogicidad como constructora del sujeto se puede obser-
ta encarar nuevos desafios políticos al dejar de teorizar sobre la var e n el hecho de que éste se constituye a partir del lenguaje,
práctica sino que también desvaloriza el conocimiento del otro al que en un principio es de otro y que en el proceso se hace propio.
momento de distinguir qué es ciencia y qué no. El discurso individual se conforma a partir de la palabra que en
LOSmi?todos horizontales entienden el proceso investigati- principio fue ajena. De esta forma estamos frente a una subjeti-
vo y l a producción de conocin~ientoscomo un eoinpiomiso po- vidad erigida con la alteridad. Lo que ocurre e n el plano particu-
lítico que genera formas de vivir mejor e n el espacio público. lar también sucede en eI ámbito de las culturas que nunca son
De esta manera, l a investigación es considerada como expre- "puras" y que se construyen de retazos de otras.
De una segunda manera soy siempre en relación con el otro, esa confrontación -cuando otro se abre a percibir, a escudriñar
porque mi discurso está orientado por 61: se refiere y responde a mi vida, a conocer lo que me constituye y que ya no alcanzo a
s u alocución, y a su vez se formula anticipando su respuesta. El ver, a la vez que yo me apropio de su logos y busco conocer quién
lenguaje que tiene sentido (no el del diccionario o los manuales es- se alcanza una empatía que deriva del diálogo y produce
de gramática) "habla" siempre a u n otro y en espera de su res- mutuo.
puesta. Para Bajtín, el lenguaje existe sólo en acción (frente a A partir de Bajtín planteamos que el investigador y el inves-
otro) y, por tanto, siempre es dialógico. tigado, cuando trabajan con esta perspectiva, nunca regresan
Y sucede, como en el juego de espejos de la novela Gringo vie- a l mismo lugar sino que se colocan en u n a frontera desde la
jo, descubro quién soy hasta que me veo en la cara del otro: cual ejercen su nueva mirada y realizan u n a obra dialógica, o
"codigofágica", como llama Bolívar Echeverría a la producción
Bailaron lentamente, reproducidos en los espejos com.0 discursiva que logra incorporar las voces de los otros para for-
una esfera. de navajas que corta por donde se la tome: mar la propia voz.
-Mira. Soy yo. Sin embargo, cabe aclarar que la celebración del diálogo y su
-Mira. Eres tzi. elaboracibn "mestiza" corren el riesgo de opacar el ejercicio del
-Mira. Somos [...] (Fuentes, 1986: 105). poder. Hay culturas más poderosas que otras y somos conscien-
tes de que su discurso marca el racismo, la exclusión y la domi-
El discurso del otro que me mira, me valora y me define, pero nación. Por eso planteamos como única condición para indagar,
también me devuelve un excedente de mí, esa parte que me es la afirmación consciente de la situación horizontal durante el
imposible ver salvo a través de su mirada. proceso de iilvestigación. En este sentido, tampoco significa que
npoco una cultura puede completar su identidad sin co- el otro tiene el poder de determinar de forma positiva o nega-
1 s u imagen e n el espejo de la otra. Investigar significa tiva mi propia identidad. Éste es u n complejo fenómeno en el
entonces promover ese encuentro para alternar miradas y pro- que, por ejemplo, el discurso descalificador puede ser asumido
porcionar u n a visión más integral de ambas culturas. por el sujeto o utilizado para construir la propia palabra eman-
En nuestro caso, al plantear la investigación como u n fenó- cigadora.
meno dialógico, nos aventuramos a la búsqueda de conocimiento Por último, el diálogo no siempre es hablado. Los lenguajes
mutuo en la que el otro es parte constitutiva del ser, en otras que intervienen pueden ser afectivos, corporales o artísticos,
palabras, el investigado es parte fundamental del investigador, y aunque también existen "indecibles", que el lenguaje hegemó-
viceversa. La voz del otro está determinada por quien la escucha nico no puede expresar y que están
en un diálogo en el que los sujetos toman turnos como hablante
y oyente. [. ..] clarainente en coizflicto con el racionalisino liberal,
Al introducir como punto de partida la naturaleza social de cuya caracteristica típica es suprinzir sus propias con-
los sujetos (uno se construye frente al otro), se pone en cuestióil diciones de enunciación y negar su espacio histórico de
la posibilidad de conocerlo sin su propia participación. En esta inscripcióiz [...]y pretenden estar hablando desde una
perspectiva, lo que se conoce es sólo lo que el otro desea que así posición imparcial (Mouffe, 1999: 197).
sea durante el diálogo. Por ello la importancia de construir situa-
ciones horizontales durante la investigación en las que ambas En este sentido, se excluye la expresión de los otros declarados
voces se expongan en u n contexto discursivo equitativo. Sólo en "no razonables" del "diálogo racional". Los métodos horizonta-
les implican hacer espacio a los ''indecibles" en la 1 da de , organizaciones no gub .ntales, fundaciones y mesas
otras formas de comunicación y diálogo. idas tratan de entende, a, con el objetivo de buscar y
hallar puntos d6biles para quemar ias resistencias y pacificar los
~ acuerdo con los intereses de las c o r ~ ~ c i o n e s .
m n f l i c t ~de
Las locuciones estratégicas Pero las trampas del diálogo ~ z osólo existen al lado de los
s e c t ~ E shegemánicos sino que también están presentes entre
El diálow tiene connotaciones muy positivas, humailistas e eman- los académicos y movimientos que demuestran simpatías con los
cipadoras, parque permite construir puentes con el otro para en- otros. Una vez más ilustra al respecto el lúcido trabajo de Todo-
tenderle. Sin embargo, nunca h a sido un instrumento inocente, rov. Analizando el caso particular de Bartolomé de las Casas,
pues hay varios usos políticos y estratégicos. Los departamentos llamado el primer defensor de los indígenas, este investigador
de marJzetirtg de las corporaciones trasnacionales promueven el búlgaro coilcluyó que el fraile dominico amó a los nativos de la
diálogo con la población para producir una buena imagen de su Nueva España, aunque no les entendió. Instaurando la imagen
empresa, crear confianza de los stakeholders e influir la toma de del "buen salvaje", De las Casas hace una profunda crítica de la
decisiones de los agentes de la sociedad civil y los gobiernos. Por conquista. pero falla en entender las estructuras y normas de
ejemplo, la multinacional química BASE' ofrece en su página web las sociedades indígenas. Esta forma estratégica de disimular
una abierta y confiada interlocución con todos los cibernautas el conocimiento sobre el otro para criticar lo propio, la encontra-
que visitan su portal ~ttp:llwww.basf.com/group/corporate/en/ mos t:n el Renacimiento, desde la utopía de Tomás Moro hasta
sustainabilityldial~g~efin-dialogue-with-politics/nan~technolo- los di:alogos del barón de Lahontan y Voltaire. De esta manera se
gylstakeholder-engagement). inaugura un género narrativo basado en el diálogo que recurre a
isi6n del Estada en la década de 1990, durante el auge las experiencias y opiniones de otros, los cuales están puestos en
dc beralismo, llev6 a la instauración de nuevos regímenes escena como expertos, quienes desde s u perspectiva ajena pue-
de guuer-nar y varias tkcnicas de poder que precisamente están dan relativizar la sociedad moderna.
basados en el diálogo. Tales instrumentos son las mesas redon-
das y la búsqueda de consensos en márgenes predefinidos, sin
tomar en cuenta las diferencias conflictivas, cada vez más agu- Horizontalidad como horizonte
das en tiempos de la polarización social, el racismo y la exclusián
masiva de amplios segmentos poblacionales. En contextos sociales caracterizados por asimetrías de poder, ex-
Estos usos estrategicos para pacificar conflictos sociales y cul- plotación y discriminación, una visión armónica del diálogo, tal
irales dentro de1 orden hegemiinico nos llevan a otra trampa como la plantea en su teoría del discurso el filósofo Jürgen Ha-
el diálogo. Entender al otro no significa quererlo. En su libro bermas (1981). consideramos que no es factible. También vemos
mina1 sobre la conquista de México, Tzvetan Todorov (1987) en s u acercamiento teórico una paradoja: cuando se alcanza el
a puesto de relieve cómo el conquistador Hernán Cortés hace nivel de la comunicación pedwta, se termina el diálogo, ya que
uso de la traducciiin, la conversación y el entendimiento antro- las diferencias, las polifonías y las hibridizaciones se desvanecen.
pdógico del otro para combatirlo mejor. E n la actualidad, estas La "obra dialógica" se describe de una manera dialéctica. La
técnicas del diálogo estratégico se encuentran en la mayoría de apertura al otro y el deseo de conocerlo también implica entrar
10s conflictos socioambientales, e n los que están involucrados a un proceso de re-conocerse a sí. Estos dos movimientos chocan
pueblos indígenas. U n verdadero ejército de expertos, antropó- y se entrelazan para abrir nuevas miradas a lo ajeno y a lo pro-
pio. En un proceso de investigación que se basa en los principios pone con Pierre Bourdieu y algunos pensadores poscoloniales un
de horizontalidad, reciprocidad y dialogalidad, esto supone que análisis autorreflexivo de las diversas constelaciones de actores
el "investigador" y el "investigado" llegan a una nueva mirada. involucrados en las diferentes estaciones del proceso de inda-
Según la metodología del diálogo de Sócrates, es posible recalcar gación, desde la definición del tópico y la identificación de las
que la producción del conocimiento e n l a conversación debería fuentes, pasando por la copresencia en el campo. hasta la discu-
ser relevante y alcanzable para todos los participantes y contra- sión de la autor-idad, así como el problema de la representación
partes. y recepción de los resultados. En cada una de estas estaciones
Retornando las ideas de este filósofo griego, el objetivo de la identifica las posibilidades y barreras para la descolonización de
mayéutica no sólo es la producción de conocimiento sino que tie- las metodologías, ilustráildolos con experiencias de un proyecto
ne una meta política-social, que es el eu zen o buen vivir. Con de historia oral en comunidades andinas del Ecuador.
este énfasis de buscar una buena vida para todos, las metodolo- En su artículo, Mario Rufer intenta una re-consideración de
g í a horizontales
~ y dialógicas comparten las mismas inquietudes la pregunta iniciada por Gayatri Spivak: ''¿Puede el subaltei-
que se expresan en los debates político-culturales -promovi- no hablar?', redireccionándola desde el ámbito de pioducción y
dos sobre todo por intelectuales y movimientos indígenas-, que significación latinoamericanos: ¿Bajo qué condiciones de enun-
reivindican el surnaq qarnaña o buen vivir, e n contra de los mo- ciación habla el subalterno? A partir de su trabajo en un pueblo
delos neoliberales-capitalistas. rural argentino, este autor recalca que los subalternos ya saben,
Tal perspectiva implica muchos cambios en e1 proceso de in- perfectamente, cómo f~incionala máquina académica y qué ha-
vestigacióii. No se trata de aplicar el diálogo coino una técnica cer ante ella. En este contexto de poder y posicioilamiento estra-
racionalizada para hacer más eficaz la comunicación y la pro- tégico, Rufer propone que la horizontalidad es una posibilidad si
ducción de conocimiento sino que es u n proceso horizontal más se produce como una instauración que asume esas condiciones
amplio que pone en cuestión las normas, los saberes y las prácti- de asimetría, como una tarea ético-política para producir senti-
cas institucionalizadas. Tampoco parte de una meta predefinida do dentro de ellas.
sino que es una búsqueda sin cinturones de seguridad. La segunda parte del libro, "En diálogo: conflicto y recipro-
El presente trabajo reúne textos de varias disciplinas acadé- cidad e n el campo", enfoca las condiciones de la conversación
micas que se caracterizan por su combinación de reflexiones me- directa con el otro eil la llamada praxis o "situación de campo".
todológicas e investigaciones empíricas. No tienen el propósito Sarah Corona Berkin investiga formas equitativas de relación
de presentar "soluciones", aunque quieren aclarar problemas con el investigado, Su texto desarrolla los puntos de partida teó-
metodológico-políticos y emprender los primeros pasos para su ricos que guían la propuesta, así conlo la definición del concep-
solución. En está búsqueda de nuevos métodos horizontales in- to de "conflicto fundador", eje del trabajo horizontal. El artículo
vitamos a las lectoras y 1ect.orec para que entren en diálogo con termina con un ejemplo aplicado de las técnicas y métodos uti-
nosotros. lizados en una investigación conjunta con indígenas wixáritari
En la primera parte del libro, intitulada "En diálogo: los nom- en torno a la fotografía para conocer la otra cultura, la propia y
bres del proceso", evidenciamos nuestro lugar de enunciación y generar discurso desde la "voz" personal.
denominamos los diferentes aspectos que nos parecen importan- Por su parte. Elisabeth Tuider plantea una coilexión entre los
tes en la tarea de los métodos horizontales. análisis del discurso y los biográficos, basándose en una investi-
Olaf Kaltrneier plantea el proyecto de Una descolonización de gación realizada en la frontera norte mexicana. Semejante enlace
las rnetodologias para llegar a una investigación horizontal. Pro- permite soslayar las deficiencias de ambas tradiciones: mientras
el análisis del discurso revela nuevas formas de subjetivación Ciudad Juárez, e n el que participó Arón, cantante de u n grupo
sin encontrar métodos adecuados para estudiarlas, el análisis de rap hip hop, interpretando algunas de s u s canciones.
biográfico centra su objetivo en las posiciones de los sujetos, sin El objetivo de la contribución de Rebeca Pérez Daniel es pre-
conectarlos can las discursos que los circundan. Tuider recalca sentar a Entre voces como una metodología horizontal para el
que l a perspectiva biográfica de las inigrantes 1 subalternas 1 t r a - ailálisis de la comunicación entrecultural. a través de la auto-
bajadoras de las maquiladoras nos facilita la diferenciación del ría a dos voces. Pérez Daniel expone e n qué consiste el modo
discurso estereotipado hacia u n entendimiento más completo de de aproximación y la naturaleza del análisis que persigue para
la vida en el bo~derland. diferenciarla de otras metodologías cualitativas que recuperan
E l artíeulo de la geági-afa social Yvonne Riaño presenta la me- las vaces de los sujetos. Estas reflexiones están basadas e n u n
todología "rninga'"ste nombre alude a las prácticas aildinas conjunto de proyectos de investigación realizados con niños, jó-
de reciprocidad comunitaria-. refiriéndose a l caso concreto de venes y profesores wixáritari e n México.
mujeres migrantes m Suiza. El principio orientador de este mé- El historiador Christian Büschges argumenta que en la co-
todo es la equidad, que h a sido entendida como la capacidad de yuntura actual de los movimientos indígenas, la investigación
codeterininación y desarrollo de relacioiles recíprocas. S u texto sobre el pasado se h a dedicado a juzgar de u n a manera más am-
desglosa los diferentes tipos de barreras que se interponen a la plia y específica el rol que actores definidos como tales h a n juga-
equidad y describe en detalle la inetodología "ininga", discutien- do en la formación de las sociedades latinoamericanas, desde la
do al final s u s *tos y potencialidades. época colonial hasta el presente. E n s u artículo reflexiona sobre
Mailsa Carla Pinto Passos y Rita Marisa Ribes Pereira parten las implicaciones teóricas y metodológicas de este cambio e n la
de la idea que las Ciencias Humanas y Sociales, cuyo objeto de historiografía latinoamericanista reciente, mediante una (re)lec-
estudio e s l a humanidad y s u cultura, tienen que ser ciencias t u m crítica de las fuentes disponibles sobre la representación y
dialiigicas, pues el conocimiento se produce justamente por el participación política de la población indígena, poniendo particu-
-ncuentra ton el otro. En s u contribución reflexionan con base en lar énfasis e n la región andina, durante el siglo XIX.
utores como Mijaíl Bajtín, Boaventura de Sousa Santos y Wal-
:r b n j a m i n sobre las implicaciones de este encuentro. S u s
experiencias surgen de proyectos de investigación con niños de
la afrodiáspara brasileña.
"En dialoga: descubrir la voz del otro y la propia" se titula la
mera parte de este estudio y hace hincapié en que el diálogo
rosigue después de finalizada la estadía en el campo. Carmen
ue la Peza Casares subraya que el conocimiento de la realidad
social se produce colectivamente. La comunicación entre inves-
tigador e investigado siempre es mediada por el lenguaje, ya
sea verbal, gestual, gráfico, etcétera, por tanto, implica necesa-
riamente un trabajo de traducción recíproca que acorte las dis-
tancias entre las experiencias, los sentidos y los valores de los
interlocutores. L a autora ejemplifica la situación de traducción
con la crónica periodística del entierro de u n joven asesinado en
1. En diálogo:
los nombres del proceso
Capítulo 1

Hacia la descolonización de las


metodologías: reciprocidad,
horizontalidad y poder
Olaf Kaltmeier

Los conflictos epistemológicos son siempre, inseparablemente,


conflictos políticos.
Pierre Bourdieu (1997: 15)

Desde la perspectiva de los colonizados


1...] el término de "investigación" está inseparablemente vinculado con el colo-
nialismo y el imperialismo europeo.
sma palabra '7nvestigación" es probablemente una de las más sucias en
el vocabulario del mundo indígena.
Linda Tuhiwai Smith (1999: 1; la traducción es del autor)

La acumulación de saberes fue parte integral de los proyectos


coloniales. Contar,medir, clasificar y representar han sido desde
los primeros contactos culturales de esa 6poca m6todos para ad-
quirir conocimiento sobre el otro. Desde esta percepción, el punto
de partida para la producci6n del saber es el racional-n~~- ciones en el trabajo de campo, así corno el uso del saber respecto
derno del Occidente. Tal perspectiva e g w é n t r i c a lleva a u n et- al otro. Edward Said analizó, en sus estudios precursores sobre
nocentrismo del conocimiento, en el que los otros son coilstruidos el orientalismo, cómo la imagen de esta porciói~del planeta se
corno seres inferiores. E n un segundo paso, este egocentrismo e n el discurso científico de los europeos interesados e n
es sobre-determinado por u n logos universal expresado en tér- la regibn, construyendo de esta manera también la identidad
minos tales como civilización. progreso y desarrollo. declarando propia de Occidente.
u n conocimiento particula~,lo occidental, como una verdad uni- A partir de la colaboración de las ciencias sociales y cultura-
vei-sal (Waldeilfels, 1991: 61). les con los proyectos coloniales surge en la antropología la ne-
Esto plantea una tautología episteinológica que está descrita cesidad de una autocritica sin compromisos. Con esto se inicia
por la investigadora maorí Linda Tuhiwai Smith: un cambio e n Ios objetos de la investigación. porque el campo
privilegiado ya no es el otro sino que lo propio llevado a una
La globalización del saber y de la cultura occidental "etnología de la cultura a la que pertenecemos" (Foucault, 1993:
está reafirmando perlnanentemente la imagen propia 12; la traducción es de los coordinadores). En su discusión de las
del Occidente como centro del saber legítimo, el árbi- obras de Gayatri Spivak y de su importancia para la sociología
tro de lo que es considerado como saber y la fuente del del desarrollo, Ilan Kapoor h a argumentado de manera similar:
sabes '%iuilizado':Esta forma del saber global es gene- "NO se pueden hacer 'tareas en el campo' sin haber hecho antes
ralmente llamado saber "universal" (Smith, 1999: 63: las 'tareas de casa"' (Kapoor, 2004: 641; la traducción es de los coor-
la traducción es del autor). dinadores).
Este cambio de perspectiva hacia una antropología de lo pro-
Frente a esta "violencia epistemológica" (Kaltmeier, 1999: 103- pio es expresado por Paul Rabinow:
107) surge la necesidad de analizar las relacioiles entre colonia-
lidad y saber para contribuir al proceso de la descolonización del hio necesitarnos una teoría de las epistelnologías indí-
conocimiento. genas, o una nueva epistemología del otro. Tendría-
En vísperas de la emergencia de sociedades del conocimiento mos que estar atentos frente a nuestra propia práctica
(Unesco, 2005) y el impacto cada vez mayor de saberes en la era izistórica que consiste en proyectar nuestras prácticas
de la información (Castells, 2002). la tarea de la descolonización cuHturales hacia los otros (Rabinow, 1986: 239: la tra-
tiene una actualidad urgente, sobre todo e n térmiilos de metodo- ducción es del autor).
l o g í a ~es
, decir, se deben democratizar las maneras de adquirir
conocimientos para poder multiplicar las historias y darle el per- Por fin, la crítica autorreflexiva permitió una "antropología de la
fil de provincia a l estatus privilegiado de Europa (Chakrabarty, antropología", en la que el investigador llega a ser el "etnógraf'o
2000). del etnógrafo" (hbinow. 1986: 253 y 243). Este debate en torno al
Un primer intento se dio en la antropología social, durante lugar episternol6gico de la antropología h a tenido u n gran im-
las décadas de 1980 y 1990. Con teorías posestructuralistas, pos- pacto en la deconstrucción de las estructuras del conocimiento
modernas y poscoloniales, el lugar epistemol6gico de la antro- hegemónico. Sin embargo, provocó un mayor problema, pues se
pslogía y de Ias ciencias sociales, y culturales en general, fue quedó entrampada e n una red de autocrítica que no h a llevado
puesto en jaque. E n un acercamiento autocrítico se cuestionaron a nuevas formas de la práctica de la investigación y, a l parecer,
la construcción del otro. las narrativas antropológicas, las rela- h a paralizado el encuentro con el otro.
Frente a tal dessoncierto de los estudios sociales y cultura- culturaZ y económico. Esto implica necesariamente los
les se suscitó una segunda coyuntura en la descolonieasi~nde procesos de transform~ción,descalonizmiiín, curucidn,
las metodologías, que tiene la particularidad de ser originada y Ea movilizaci6n m m o pueblos (Smith, 1999: 115-1 26;
y promovida par intelectuales indígenas. En el contexto de las la traducción es del autor).
movilizaciones politicas y de la coyuntura global de lo indíge-
na -expresado en la década de las Naciones Unidas dedicada a Coma se puede apreciar en esta cita, el alcance de las inetodo-
los pueblos indigenas 1994-2004 (y prolongada otros diez años logías indígenas va más allá de acumular conocimiento cien-
más), entre otros- obsemmos un auge de metodologías indíge- tífico, porque tiene una dimensión relacionada con el trabajo
nas en la primera década del siglo XXI (Smith, 1999; Denzin, Lin- y la pedagogía que se expresa en los aspectos de cura-
coln y Smit;h, 2008; Wilson y Yellow Bird, 2005). Este proyecto ción, descolonización espiritual y superación de los traumas
de1 '"msearching back', se encuentra en la misma tradición del (Smith, 1999: 117: Yellow Horse, 2005). Lo anterior
kriting back' a del 'talking back', la cual caracteriza a la litera- se demuestra también en la red pedagogy de las First Nations,
tura poscolonial o anticolonial" (Smith, 1999: 7; la traducción es en Estados Unidos, que recurre a las experiencias de la peda-
de los coordinadores). gogía de los oprimidos del brasileiio Paulo Freire en un diálogo
La emergencia de metodologías indígenas está relacionada interamericano.
de manera intrínseca con los movimientos sociales de nativos En muchas de las inetodologías indígenas notamos un cam-
Y su lucha por reconocimiento y redistribución. De ahí que es- bio epistemológico relevante, porque ahora éstos ya no son los
ti )dosno formen una disciplina docta, determinada por las objetos de la investigación sino los sujetos. En este sentido, las in-
lopcas del campo académico,l sino que son parte de un amplio dagaciones hechas por los nativos forman parte de un amplio
proceso de descolonización. Tal perspectiva la expresa de forma proyecto político-cultural de empoderamiento en pos de un es-
más sistemática la activista Linda Smith: tado de autodeterminación. Por ejemplo, el Kaupapa Maori, en
Nueva Zelanda, se basa en una política de identidad en la que
Aquí la agenda de investigación es conceptualizarla co- reconocerse aborigen es una demanda central para ser investi-
mo un proceso para constituir u n programa y u n a gador. De esta manera, los métodos indígenas pueden caer en
serie de acercamientos que están ubicados dentro de un esencialisino, de tal modo que sólo un iilvestigador ilativo
las politicas de descolonización del movimiento de los pueda escudriñar una cultura oriunda.
pueblos indígenas. La agenda está enfocada estratégi- En la reconstrucción de la esencia indígena, estas metodolo-
camente hacia el objetivo de su autodeterminación. E n gias ponen de relieve la larga duración de lo nativo precoloilial
una agenda de investigación la autodeterminación lle- hasta la actualidad. Empero, el rechazo de acercamientos pos-
ga a ser mucho más que u n objetivo político, es u n obje- coloniales en favor de métodos indígenas puede implícitamen-
tiuo de justicia social que está expresado por y a través te minimizar la importancia de la ruptura colonial. Tal como
de una ampiia gama de campos: psicológico, social, 10 describe el historiador chileno José Bengoa, creemos que la
ruptura colonial ha tenido impactos culturales, epistemológicos,
- políticos y económicos trascendentales para América: "No existe
1
r i e r r e Bourdieu usa el término campo científico. Sin embargo, a mi modo ninguna manera -ni siquiera en el idioma- de construir una
de ~r este concepto connota de manera especial a las ciencias naturales. continuidad entre el pasado indígena y lo siguiente colonial"
mientras que académico es más inclusivo de las ciencias sociales y cultu-
rales. (Bmgoa, 1999: 151).
Para resumir, estas dos coyunturas metodológicas descritas ceso co~nflictivode negociación con las propias contrapartes de la
han tenido un fuerte impacto en la descolonización del conoci-
miento, sin embargo, ambas están entrampadas. Mientras que
la autocrítica antropológica tiende a mirar hacia lo propio, occi-
.,,
investi gaci6n. Por tanto, tambiéll quiero hacer visible el contexto
-- a,l 0
, que se han desenvuelto las reflexiones metodológicas que
a compartir en el presente artículo.
dental, la segunda sólo observa a lo indígena. En estos dos po- Mi cuestionamiento desenvuelve el papel del subalterno, o del
los metodológicos existe el peligro del "aislamiento espléndido", otro, e n todas las estaciones del proceso de investigación. Por
es decir. de ver a una formación cultural con ojos esencialistas. Em- eco quiero hacer énfasis en los siguientes aspectos, que me pare-
pero, con un acercamiento esencialista -partiendo de culturas cen de un interés especial para futuras investigaciones que de-
puras- es imposible entender los entrelazamientos culturales. seen resaltar la voz de los subalternos de una manera dialógica: la
"En parte, a causa de la existencia de los imperios, todas las cul- definición del tópico, la identificación de las fuentes, la presencia
turas están en relación unas con otras, ninguna es única y pura. en campo, el problema de la autor-idad y la aut~~reflexividad
todas son híbridas, heterogéneas, extraordinariamente diferen- a~cadér nica.
ciadas y no monolíticas" (Said, 1993: 31). Los métodos no tienen un fin en sí sino que son un iilstru-
La expansión colonial y la formación del sistema capitalista mento para la const~ucciónsocial del saber. De tal modo, deben
mundial ha llevado a una shared lzistory -historia partida-, comprobar s u uso e n la práctica de la investigación. Por tanto,
en el doble sentido del pasado común coi1 varias interrelaciones mis reflexiones sobre la descolonización de los métodos la voy a
y del pasado de asimetrías de poder, explotación y desigualdad c ollar en un caso concreto, inspirado por mis experiencias
social, en fin, una divided lzistory (Coilrad y Randeria, 2002: 17). e proyecto que realicé entre S005 y 2006, en el cantón Sa-
En el caso de América, la conquista violenta dio inicio a una slza- quisiii, ubicado en la sierra ecuatoriana. Este cantón es un ver-
red lzistory, tanto en términos del surgimiento de u n entendi- dadero calidoscopio del movimiento indígena caracterizado por
miento geocultural del Occidente (Mignolo, 2000 y 2005) como la lucha contra la hacienda y por la reforma agraria. Desde los
en la emergencia del sistema capitalista mundial (Wallerstein. años 1960, una fuerte organización étnico-campesina provocó
1974) con su sistema racial de la división del trabajo (Quijano. a nivel nacional el levantamiento de 1990 y a nivel local la toma
2000). de la alcaldía por la vía electoral. A pesar de eso, se mantienen
Este acercamiento conceptual a una historia partida tiene altos índices de pobreza, alrededor de 85% en las áreas rurales.
profundas implicaciones metodológicas que aún tienen que ser El fruto más jugoso de esta investigación es el libro Jatarishz~n.
elaboradas y aprobadas en la práctica. Supone desarrollar méto- Testimonios de la luclza indígena de Sayuisili (1930-2006), que
dos horizontales que se basan en la reciprocidad y el diálogo. En elaboré con la colaboración de Arturo Ashca, Mario Castro y
un contexto de violencia epistemológica es importante superar la Carmen Cofre. Esta publicación contiene u n a narración colecti-
historia única de los vencedores y multiplicar los relatos desde va de los procesos organizativos en Saquisilí compuesta por 50
diferentes perspectivas. testimonios.
De este modo, mi punto de partida en esta contribución es la
siguiente: ¿Cómo colaborar con los subalternos y excluidos para
hacer visibles sus prácticas, discursos y aportes históricos en Reflexividad y descolonización
una investigación erudita? Esta pregunta se relaciona de forma
intrínseca con una ética y política académicas que no pueden ser Antes de abordar las estaciones del proceso de investigación
desarrolladas en un debate abstracto sino que se dan en un pro- quieyo empezar con unas meta-disertaciones sobre las posibili-
dades y los límites de la reflexividad. Su importancia consiste e n de lo social. En este sentido, el objetivo de una antropología de
que nos permite romper con los esquemas habituales y las ruti- la antropoIogía sería "objetivar las condiciones sociales de la pro-
nas para encontrar nuevos caminos. De tal manera, la autorre- duccióll del productor [. ..], o sea las propiedades, especialmente
flexividad no tiene una meta que alcanzar sino que es un proceso las actitudes e intereses, las cuales provienen de sus anteceden-
prrnanente, origina1 de Ia filosofía neo zapatista y expresado en tes sociales, étniicsos y de género" (Bourdieu, 1995: 185).
el lema "caminamos preguntando". Las metodologías científicas ofrecen la posibilidad de "objeti-
A nivel macro sociológico. la reflexividad es un concepto cla- var el sujeto que objetiva" (Bourdieu, 1992: 219). U n universalis-
ve e n las discusiones recientes sobre los cambios sociales y cul- p n del conocimiento está presente en l a postura referida, que fue
turales relacionados con la psmodernidad y la globalización. CI la por los estudios poscoloniales y culturales. Said resal-
Anthony Giddens, Ulrich Beck, John Urry y Scott Lash pro- a t: superable perspectivisn~oinherente e n todos los órdenes
mueven la idea de una modernización reflexiva. A pesar de sus epis~e~nológicos
diferencias, estos autores tienen en común la identificación de
la trasformación de la modernidad occidental, que es explicada No existe una posicicín fuera de las actuales relaciones
desde sus propias dinámicas. Entres ellas destaca el principio de erzlre culturas, entre desiguales poderes imperiales y
la reflexividad, entendido éste, por un lado, como una retroali- nd imperiales, entre otros diferentes; una posicidn y ue
mentación sistkmica de la modernidad, tal como lo define Beck, y podriu permitir un priuilegio episternológico para, de al-
por otro, como el poder de reflexibn cognitiva de los actores socia- guna manera, juzgar, evaluar e interpretar, libre de la
les actuando en sociedades modernas, de acuerdo con lo descrito carga de intereses, emociones e inuakuerurtaienios de
por Giddens y Lash (Beck, Giddens y Lash, 1996). Sin embargo, las inismas relaciones ddaas (Said, 1989: 216-217; la
1; ividad se limita sólo a lo moderno, sea en términos de traducción es del autor).
U m a o de los sujetos. No discurre sobre la producción del
"otro tradicional" y colonizado como su otra cara, re-afirmando En la antuopclIogía psrnoderna que expIar6 -tal como hemos
de tal manera la jerarquía del saber. La llamada reflexividad de visto- las pocibilidadec de las representaciones de otras cultu-
la segunda modernidad repite la ruptura epistemológica de la co- ras, se dio otra debate sobre las limitaciones de la reflexividad. Y
lonialidad, excluyendo otros saberes y procesos autorreflexivos. en el contexto del linguistic turn, u n enfoque metodológico den-
Esta ausencia de la pregunta colonial se repite en las discusio- tro de esta discusi0n fue el aspecto del writing culture (CIifforcl
nes rnetodolóigicas en torno a la reflexividad. Una de las postu- y Marcus. 1986) m las respectivas formas de representacibn;
ras más ambiciosas se desarrolla en la obra de Pierre Bourdieu la textualidad y la autoridad. Aquí, l a nocibn de reflexividad no
11995).Para este sociólogo francés la reflexividad tiene su base en llega -como es el caso de Bourdieu- a un nivel más alto del
la teoría social que se caracteriza por una homología entre campos conmimiento científico sino a una crisis episternol6gica de las
determinados por lógicas de prácticas específicas, así como dis- ciencias sociales y culturales. Frente a diferentes sistemas de m-
posiciones mgnitivas y performativas incorporadas, lo que Bour- nocimienta no es posible detectar una veidad superior sino que
dieu llama habitus. Según él, todo investigador puede identificar el conflicta de las saberes es entendida en términos del concepto
lag IÓgicas dentro de cada campo y reconstruirlas teóricamente de differend, identificado por Francoic Lyotard como uno de los
-esto es 10 que llama la reflexividad de primer nivel. También mayores problemas de la modernidad,
es posible cavilar sobre la propia práctica de la investigación, De estos debates se ex-traen importantes conclusiones para
10 que seria un segundo nivel, es decir, descripciones objetivas el estatus de la reflexividad en el proceso de la descolonizac-ión
del saber. El caso de Bourdieu demuestra que no necesariamente do en el Primer Mundo (véase también Kapoor, 2004: 632-633).
a mayores niveles de reflexividad se consigue una 'elación más Las diferencias y violencias epistemológicas no sólo se revelan
simétrica entre investigador e investigado, a veces al contrario. al nivel macro de las geopolíticas del saber entre Sur y Noi-te,
también pueden aumentar la distancia entre ambas partes. Así modernidad e indianidad, Occidente y Oriente, sino que están
que el sociólogo francés resalta la construccióil teórica del "obje- p-esentes en cada paso de la indagación. Por tanto, para la tarea
o" de estudio, que puede ser objetivado por el estudioso según de la descolonización del saber nos parece fundamental reali-
3s reglas del campo. Esto se realiza de una manera autoritaria Zar u n autorreflexivo análisis de las diferentes constelaciones
in mediar diálogo con el investigado. En contra de esta postura, de actores involucrados en las diversas estaciones del proceso de
consideramos que la "reflexividad subjetiva", en la que el inves- investigación.
tigador llega a ser etnólogo del etnólogo, obliga a l estudioso a re-
flexionar en todo momento sobre su relación con el otro, su poder
epistemológico y el juego de la representación. Modelo dinámico de interacciones
Esta posición rígida y la desconfianza frente al propio posicio-
namiento durante la investigación - s i n rechistar- nos parece La descolonización del saber no sólo se realiza por la buena vo-
una actitud conveniente dentro del proceso de descolonización luntad de u n investigador, esto sería reproducir la idea de un
del conocimiento. Sin embargo, para evitar el narcisismo de la creador solitario, sino que en el individuo se entrelazan diversas
automflexividad, criticado por Bourdieu (1995), es importante dimensiones identitarias y lógicas de prácticas que se van con-
considerar la construcciOn social del saber. De este manera, es im- virtiendo en hábitos.
posible separar la producción de conocimiento en los contextos De esta manera, proponemos un modelo dinámico de interac-
sociales, o sea, "los conflictos epistemológicos son siempre, inse- ciones en mstelaciones. Partimos de que cada persona forma
parablemente, conflictos políticos'' (Bourdieu. 1997: 15). parte de una constelación relaciona1 de diversos actores que son
El concepto de autorreflexividad moderna está relacionado con caracterizados por múltiples lógicas, prácticas y discursos, de-
lo que Spivak llama la "división internacional de trabajo intelec- bido a su posicionamiento en diferentes campos sociales, insti-
tual", en la que los agentes del hemisferio Sur son los informado- tuciones y contextos poscoloniales. Dentro de la constelación, la
res, ampliando la base empírica, mientras que los intelectuales actuación de cada actor depende de su perspectiva conceptual.
del hemisferio Norte tienen el monopolio de la interpretación. Así, cada uno desarrolla su posición, imaginándose en relación
Bajo el lema de la teacIzing machine, esta autora pone de relieve con otros. En este sentido, es importante para cada uno de los
la articulación de aprendizaje académico y poder epistemológico actores involucrados producir u n mapa cognitivo de las conste-
(Spivak, 1993 y 1990: 5), enfocando especialmente las políticas laciones a las que pertenece. Este "mapeo cognitivo" (Jameson
de la producción del saber en las universidades occidentales. In- 1990) está determinado por la específica posición del actor en los
vestigadores de estos meridianos van a las comunidades del Sur campos sociales y por las posiciones que adscribe a los otros ac-
para realizar trabajo de campo y acumular la información. Así, el tores dentro de la constelación. Frente a la alta complejidad de
Tercer Mundo "está reducido a u n repositorio de una 'diferencia las relaciones sociales y culturales, los actores tienen que pro-
cultural' etnográfica"' (Spivak, 1999: 388; la traducción es de los ducir imágenes esquemáticas y muchas veces estereotipadas de
coordinadores). Esta asimetría es u n imperialismo cultural - las múltiples contrapartes en la constelación. De esta manera, los
semejante a l económico-, porque el Tercer Mundo proporciona mapas cognitivos suponen posicionamientos que se basan tanto
los recursos, mientras que el surplus intellectual está produci- en experiencias concretas en la vida cotidiana como en represen-
taciones mediadas. Conceptos in~titucionaliz~doc o mediatiza- Thoinas Kuhn (1996) h a argumentado que las trasfomaciones
dos de los principios hegem0nlcos d e visión y divisibn del mundo en las ciencias no son expresiones de un desarrollo acumulativo
social también orientan los mapas cognitivos de cada actor indi- del
.- saber sino de rupturas g-eneracionales, en las que los jóvenes
vidual. Sin embargo, l a manera como un actor dado constituye y i~
heréticos" -en términos de Bourdieu- tratan de desplazar a
describe una constelación de actores y la manera como él se po- ..,duros "ortodoxos". De esta manera, es imposible hacer
1(1s rna
ciciona dentro de la misma depende altamente de sus decisiones Una diferencia entre un interés intrínseco y uno extrínseco, más
estratégicas (Kaltmeier y Thies, 2012). que nada se trata de navegar con las olas de las modas académi-
El investigador tampoco está afuera de las constelaciones cas, del linguistic a l spatial. al visual, al performatiue, al affec-
de poder, por tanto, no tiene un8 perspectiva privilegiada que ti -n,sin dejarse llevar por el oportunismo que desvalora al
pueda producir u n a versián más verdadera de las relaciones so- c cientifico. Asi se explica la búsqueda de temas para la
ciales y culturales. Su posición sólo es una entre otras, aunque investigación con referencia a una anticipación (Bousdieu, 1997:
es muy particular, pues está marcada por las dinámicas y las 1 la recepción de un cierto tema en el campo académico y
lógicas prácticas del campo académico, que tiene u n alto poder 1( eficioc esperados. Para poder adquirir capital científico es
cirnb6lico y es profundamente informado por la colonialidad del importante identificar los "huecos de la investigación" y acumu-
saber. lar, de tal manera, reputación y prestigio.
Todo análisis de constelaciones implica no sólo que las inte- Esta dinámica del campo se refuerza porque esta articulada
racciones en la investigación son negociadas en el formato del c,ada vi3.z más con la pregunta del financiamiento de la investi-
diálogo entre investigador e investigado dentro del trabajo de gacion de las políticas científicas de corte empresarial, a las que
campo sino que interactzían varios actores con diferentes niveles ectan subordinados día a día más proyectos. Los requisitos soliei-
I I

de poder -desde las universidades y organismos internaciona- tados por las instituciones públicas y privadas de investigación,
les, pasando por los rninisterias de Educaciiiir e investigación, tales como la Fundación Alemana para la Investigación (DFG),
m.
hasta las organizaciones no gubernamentales, los movimientos 'l'hyssen, Volkswagen o Ford, el Consejo Nacional de Ciencia y
sociales y los actores de la vida cotidiana. Por tanto. sugerimos a Tecnología, en México, o la Unesco a nivel supranacional, tanto
continuación identificar de una manera general las constelacio- como las correspondientes maneras de evaluación, en muchos
nes más importantes en el proceso de investigación, para explo- casos, le dan más forma a los proyectos que el diálogo con los ac-
rar los obstáculos y la posibilidad de acercarnos al horizonte de tores e n el campo de estudio. Esto se demuestra en la llamada
I L
las relaciones horizontales en todas las estaciones del itinerario poesía de l a s solicitudes", que ya es un género de la literatu-
de la indagación. ra académica, inventado para "vender el proyecto".
Dentro de este contexto surgió el trabajo realizado en Saqui-
silí como parte integral de u n amplio estudio financiado por la
La definición del tópico DFG que explora, con la proyección general de una nueva historia
política, la hipótesis de una "etnización de lo político" en Ecua-
Este no surge de la inspiración introspectiva de un sujeto-inves- dor, durante la década de 1990. Me integré en un proyecto cuyos
tigador sino que es producto de interacciones sociales. En primer pilares ya estaban puestos, y me tocó encontrar una temhtica
lugar, influyen en la mayoría de las casos las dinámicas del cam- innovadora, con demasiado trabajo de campo incluido en Ecua-
~o académico, en el que los estudiosos tratan de posicionarse con dor, lo que fue financiado al margen del estudio original. Empecé
un tema innovador frente a los guardianes del campo. EI filósofo con la idea de analizar las nuevas técnicas politicas dentro de
la gubernamentalidad neoliberal, desde la de una la Jatarishun, pues es una de las organizaciones que ha podido
orgaiiización indigena, un tema pendiente en la discusión acadé- mantener la unidad y el control efectivo de más de 30 comunida-
mica que, sin embargo, no corresponde al mainstr~amsino a una des en el cantón. De esta manera, m~difiquklas interacciones y
postura herética dentro del campo. negociaciones cotidianas en el campo de investigación, y el tópico
Sin embargo, una de las grandes aporías consiste en que las inicial sobre las técnicas de la gubernamentalidad neoliberal fue
ya deben describir lo que en realidad sólo se puede &andonada
desarrollar en el contexto de las discusiones en campo. Suponen En general, los cambios de tema, frecuentes en los trabajos
imaginarnos sobre el otro y están producidos con referencias in- de campo, tienen grandes repercusiones para la academia, sobre
tertextuales de otros trabajos académicos. De esta manera, el todo cuando se dan por la íntewención de1 otro y no obedecen a
investigador indaga en campo con una definición del tópico que, las reglas y metodologias de los estudiosos. Por u n lado, puede
por lo general, se debe más a las dinámicas de la academia que a ocurrir u n distanciamiento de la investigación del campo aca-
un diálogo con el otro. démico. Y, a ú n peor, si el tema es considerado por Ios ortodoxos
Esta situación cambia cuando el tema esta redefinido por la como demasiado "popular" o influenciado por las "ideologías" del
influencia del investigado. Por u n lado, se debe -especialmente campo de la política de la identidad, puede desvalorar el capital
en aquellos casos donde existe un contacto face-to-fdce con acto- simbólico-académico, tanto de la investigación como del propio
res subalternos- a la fuerza del encuentro y del diálogo. De nin- investigador. Por oti-o, también es u11 requerimiento que el in-
guna manera es u n proceso armónico sino que está caracterizado vestigador escuche al otro y redefina el tema para poder obtener
por el ímpetu de un "conflicto generador" (véase Szirah Corona nuevos conocimientos científicos, sobre todo en disciplinas como la
en esee mismo libro) debido a los vectores en la zona de contacto. antropolsgia social, en la que las lógicas prácticas en el campo
Ahí el interés del investigador choca con las inclinaciones de los ya le exigen al estudioso llegar a una representación auténtica
investigados. Éstos tienen que ser concebidos como actores que, del otro, e incluir su vaz.
en la mayoría de los casos, ya tienen sus experiencias mil inves- En la definición del. tópico se demuestra un juego bien compli-
tigadores y tratan de regular el ingreso al campo de indagaci8n cado de negociaci0n; un tema que es interesante para el campo
e imponer las reglas y normas en el proceso de la investigación. académico no lo es necesariamente para los "investigados", y al
Situaciones como éstas estuvieron presentes en mi caso. Para revés.
empezar e1 trabajo de campo me presenté con "mi propuesta"
en la asamblea de la Jatarishun, agrupación indígena del cantbn
Saquisilí, y logré gracias al apoyo de una organización no guber- De las fuentes hacia u n a l e c t u r a dialógica
namental ecuatoriana, la autorización de llevar a cabo la investi-
gación. Sin embargo, esto no significaba mucho, pues en realidad Proyectos coloniales e imperiales tienen el objetivo de encontrar
realizaba entrevistas de escaso coiltenido, porque -tal como me Y explorar fuentes para la acumulaciOn de riquezas. En términos
di cuenta en las conversaciones-, el tema ningíin interés des- de políticas económicas, se trata de u n proceso de "acumulación
pertaba para la Jatarishun. ni para los canlpesinos indígenas. por desposesiiin" (Harvey, 2003) en el que los científicos jugarán
Entonces, en las charlas con los dirigentes surgió la propuesta (y juegan) un papel importante en la identificación, categoriza-
de escribir la historia del proceso organizativo del movimiento ción y la exploración de esas fuentes. En sus dimensiones ma-
indígena en Saquisili. Además, la organización no gubernamen- teriales, podemos mencionar la explotación minera del oro, la
tal con la que estaba trabajando mostró un interés especial en plata, el petró1eu o el litio, y la éxplotacián agraria de productos
para exportar, como el azúcar, el plátano, el café o las plan- en la elección de los actores: ;Quién puede presentar su visión?
t;as med!icinales. Un proceso semejante sucede en el colonialismo ¿Quién elige a los entrevistados? Creemos que en el ideario de
t:uItura 1. El mismo concepto de la "fuente", utilizado sobre to- 10 horizontalidad es importante elegir de manera trasparente y
do en las ciencias históricas, demuestra una actitud de desigual- pativa. sin caer en la probleniática de la instrumentaliza-
dad y desapropiación. El sujet+investigador tiene que "buscar" c b la investigación por un grupo particular de la organizacibn
las "fuentes" para hacer brotar el conocimiento que después es ; , ~ ~ g ~ nEn a . el caso del proyecto de Ia Jatarishun identificamos
contado, clasificado y representado. Además, el poder epistemo- a 10s testigos entrevistados en reuniones de trabajo con los tres
IOgico está concentrado en e1 estudioso, mientras que las voces investigadores del propio colectivo. Además, preguntamos a cada
presentes en los textos de la "fuente" están reducidos al estatus de interrogado si él a ella recomendaban a otra persona para ser en-
un objeto. trevistada. Sabiendo que Ios tres estudiosos indígenas eligieron
Para poder cambiar esta videncia epistemológica nos parece a. los testigos desde la perspectiva de la organización, me dediqué
-

1 nte explorar la posibilidad de una relación dialógica - aI busc:xr más actares destacados que viven en otras cornuniclades
l- xiproca- con 10s textos, en los cuales encontramos in- jara F~odercomplementar el panorama de la constelación de
teracclones condensadac. Con una reflexión sobre el tipo de las - - --**
10s ~iivolucrados.
u
fuentes;" y otra sobre la lectura de los textos, quiero resaltar Cabe dejar claro que estas aubetnografías no son expresiones
d[os aspcx t o s clave para la tarea de una descoloniza~ónde las puras, descontanlinadas de los subalternos, o expresiones autóc-
>
mecoaoiogías.
1 1
tonas (ie los otros. De esta manera define Mary Louise Pratt el
Una manera privilegiada de recuperar, así como de hacer vi- concepto de autwtnografía o expresión autoetnográfica:
sible y escuchar las voces y los intereses de los actores subalter-
nos, es buscar posibilidades y crear condiciones para que estos Uso estas expresiones para referirme a aqz~elloscasos
hablen para sí mismos. El creciente cuerpo de expresiones au- e n que los sujetos colonizados se proponen representar-
toetnográficas, tales como testimonios, videos indígenas o cartas se a si mismos de manera que se comprolneten con los
personales son textos de suma importancia. términos propios del colonizador. S i los textos etnográ-
También es posible generar fuentes autoetnográficas en la in- ficos son u n medio por el que los europeos representan
teraccihn directa del trabajo de campo, en situaciones cara a ante ellos nzisinas a sus (usualmente sometidos) otros,
cara, como sucede en Ia etnografía, la investigación participati- los textos auioetnogrcificos son aquellos que los otros
va o cualitativa, y la historia oral. El estatus de estos testimonios construyen en respuesta a las mencionadas represen-
es diferente en las disciplinas académicas, mientras que en la taciones metropolitanas o e n diálogo con. ellas (Pratt,
antropología social está bien establecida, en la historia -espe- 1997: 27-28; la traducción es del autor).
cialmente en Alemania- rige todavía el dicho que el "testigo es
el enemigo natural del historiador", expresando la desconfianza De esta conceptualización podemos concluir que las represen-
sobre la situación dinámica de interacción en esta manera de taciones autoetnográficas son posicionamientos estratégicos y
recopilación de información. tácticos dentro de determinadas constelaciones de interacción
Dada la relevancia de fuentes autoetnográficas. recurrimos intercultural marcadas por asimetrías de poder. Por su condi-
en el estudio de las organizaciones indígenas de Saquisilí a la ción de contacto cultural, los textos autoetnográficos contienen
historia oral y realizamos más de 40 entrevistas en las comu- múltiples referencias intertextuales a discursos y narrativas he-
nidades de la sierra de Cotopaxi. El primer problema consiste gemónicas.
Esto confronta al investigador con un segundo reto respecto a de una "crítica $oble7 o de u n a "lectura contra-
los textos, que es su lectura. En los estudios culturales y posco- puntal" a la confrontación de dos bloques culturales a de una
Ioniales se parte de la idea que la identidad no se define desde lógica imperialista contra una lógica de resistencia, respectiva-
un núcleo duro de lo propio sino que en relación con los otros. Lo mente. En una investigacicin empírica con trabajo de campo tal
anterior supone la construcción y representación del otro que a acercamiento nos parece demasiado esquemático, tomando e n
la vez lleva a la conformación de lo propio. ,-uenta los procesos de transculturación y las múltiples maneras
Tal como hemos visto, esto es el caso de las autoetnografías. del autoposicionarniento. Por tanta, proponemos u n análisis de
Pero recalcamos que también en los documentos hegemónicos de constelaciones que no parte de culturas predefinidas sino de los
diversos archivos podemos descubrir la influencia del otro. En es involucrados.
las corrientes de investigación, estas huellas del subalterno y #tomandola idea del análisis de constelaciones, argumento
del otro no son visibles, por eso surge la necesidad de una nueva que 110 basta tomar en cuenta los dos partidos del investigador y
lectura de los textos. su contraparte en el campo sino que e s necesario identificar
En cuanto a las representaciones textuales hay que mencionar todos los actores que influyen en la constelación. Por ejemplo,
el aporte de los estudios poscoloniales, en especial, los provenien- en cuanto a los conflictos de tierra en la sierra ecuatoriana du-
tes de los estudios literarios. Edward Said (1993) propone una rante la década de 1970 se debe incluir a los campesinos-indí-
"lectura contrapuntal" refiriéndose también al "peerspectivisrno genas locales, los terratenientes, la agencia de reforma agraria,
contrapuntual" como una forma de mantener "los dos procesos, los abogados, la federación ecuatoriana de indios, tal como el
el del imperialismo y el de l a resistencia", lo que puede lograrse contexto contemporiineo de las políticas de identidad y del cam-
haciendo una lectura de los textos, incluyendo lo que alguna vez po académico. Partiendo de tal análisis de constelaciones, com-
había sido excluido de ellos. Entonces, se trata de una yuxtapo- plementamos la historia oral desde las comunidades indigenas
sición, la que en el proceso de la lectura contrapuntal lleva en un con testimonios de diez actores -sobre todo mestizos-urbanos-
proceso dialéctico a otra representación, más allá de los textos especialmente de Latacunga y Quito. Ellos formaban parte de
contrapuestos. organizaciones y partidos de izquierda, iglesias, organizaciones
De una manera similar, Walter Mignolo (2000) adoptb el tér- no gubernamentales y diversas instituciones involucradas en el
mino de pl uritopic hermeneutics, que tomó prestado del filósofo proceso de reforma agraria.
Raimundo Panikkar, para llegar a u n acercamiento metodoló- Recalcar la suprema importancia de testimonios para la t a -
gico más allá de las hermenéuticas rnonotópicas, occidentales, rea de l a descoionización del conocimiento no significa ignorar
utilizadas en los estudios de l a cultura. La idea central es pen- 10s textos escritos e n archivos oficiales, que representan e n la
s a r u n artefacto o un texto dado desde las diferentes perspec- mayoría de los casos las visiones hegemónicas. Sin embargo,
tivas de las culturas involucradas. Este autor pone de relieve argumentamos que también pueden ayudar para la recopi-
que se trata de una double critique, lo que implica la habilidad lación de data y pueden ser leidas de una manera que haga
de "pensar desde ambas tradiciones, y al mismo tiempo, des- visible las voces del otro y la fragilidad d e las negociaciones
de ninguna de ellas" (Mignolo, 2000: 67; la traducción es de los en el poder (pos) colonial (Stoler, 2008). Por tanto, realizamos
coordinadores). Con estos avances se dieron grandes pasos para un trabajo e n diversos archivos, tales como la Universidad
conseguir metodologias interrelacionales, las cuales ponen en Central, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Archivo
jaque a Ias geopolíticas de conocimiento hegemónicas. Sin em- Nacional de Historia, el Instituto de Desarrollo Agropecuario
barga, en términos rnetudoliigicos es una limitación reducir el (INDA), el Bundesarchiv, el archivo del Sistema de l a Educa-
eión Intercultural Bilingüe Cotopaxi (s~rc), archivo de l a entendimiento y u n a t s a s f o ~ 1 de lo propio e n t6rminos de
Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), hibridizaciones.
el Ministerio de Bienestar Social de Latacunga, el Archivo del "- tal manera, el diálogo no debe ser malentendido como un
Museo de la Casa de la Cultura, e n Latacunga, y el Centro de native que rápidamente llega a un going nai've, sin lograr
Documentación de la Comisión Ecuménica de Derechos Hu- en cuestión las hegemonías geopolíticas del saber. Par-
manos (CEDHU). tiendo del mismo argumento, Spivak critica que los investiga-
dores occidentales se están distanciando demasiado fácil de su
involucrarnisnto
.- en las estructuras poscoloniales. Dicen: " ' o ~ lo
,
Co-presencia en el campo Sientol, pero somos sólo blancos muy buenos, por eso no hablamos

P~ o rlos negros'. Estos so11 los golpes de pecho que se expresan


Los debates más profbndos sobre la interacción entre "investi- en -1 ..
.-
umbral y después el inundo sigue rodando como siempre"'
gador'' e "investigado" s e han presentado en el trabajo de cam- (Spivak, 1990: 121; la traducción es de los coordinadores). Esta
po dentro de la antropologia social. En esta disciplina ya existe actitud la analiza de la siguiente manera:
u n amplio mnsenco de que no se t r a t a de hablar sobre el otro,
n la manera advocatoria para el otro. En contraparte, la
6: lestigativa parte del ideal de llegar a un diálogo con el Al posicionarse como 'óutsiders", minimizan s u pro-
O pia complicidad e n las políticas del Norte-Sur, escon-
diálogo o intercambio es el punto d e partida para pro- diéndose mucFzas veces detrás de nai'veté o la falta de
duLu ~linocimientoc,lo que Johannes Fabian ha conceptua- conocimiento, mientras que se felicitan entre ellos todo
lizado en forma de un "encuentro", cuyas coildiciones deben el tiempo de ser los 'kalvadores de la marginalidad"
ser negociadas de manera permanente en el trabajo de carn- (Spivak, 1993: 61: la traducción es del autor).
po. Dennis Tedlock (1987) subraya que se t r a t a de formar u n a
base de acuerdo mutuo. Las condiciones básicas para esta inte- Este acercamiento tiene sus impIicaciones para la colonialidad
raccibn se fundan e n el hecho de que existe u n a "co-presencia" del saber, como lo afirma Kapoor: "Esta separación dentro 1 fuera.
(Fabian, 1983) entre investigador y subalterno, quienes com- o ayuda a cercar y despolitizar la etnicidad, o pone el lugar para
parten en la situación etnográfica el mismo espacio y tiempo. la trasformación y el compromiso social sólo en el subalterno del
Ahí se negocia l a experiencia de diferentes órdenes de expe- Tercer Mundo (o en el informante nativo como s u representan-
riencia, cada cual como u n a cuadrícula que ilumina algunos te)" (Kapoor, 2008; la traducción es de los coordinadores). Por
aspectos y deja otros en l a penumbra (WaldenfeEs, 1987: 149). eso creemos que la contextualizaeión de la investigación dentro
Entre estas cuadrículas cognitivas e s imposible detectar una de una shared histsry, que es caracterizada por la larga dura-
que tenga mayor grado de verdad, porque no existe ninguna ción colonial, requiere agentes activos y autorreflexivos, tanto
medida externa, objetiva. Así que el reto consiste en la traduc- de1 Sur como del Norte para poder llegar a una descolonizaciÓn
ción cultural. El acto de traducir no e s u n a simple tarea sino de1 saber y a nuevos saberes producidos de una manera dialógica
que existe u n a diferencia inconmensurable entre los idiomas. Y horizontal.
Por tanto, l a traducción no sólo debe incorporar lo ajeno en lo Sin embargo, no podemos entender el contacto intercultural
propio sino que necesita ampliar las fronteras del propio idio- sólo en términos de un encuentro t2tcha-t;te entre investigador
ma o cultura. Esto implica el acercamiento para alcanzar u n e investigado. Con las referencias a1 análisis de constelaciones
hemos puesto de relieve que la investigación es una "zona de ,e sumamente importante incluir esta fase después de la recopi-
contacto" (Pratt, 1991), en la que influyen varios actores con lación de data en todo este proceso.
qus diferentes mapas cognitivos. Con respecto a la temporali-
lad sincrónica podemos decir que cada actor es formado por sus
nteracciones con otros. Esta otredad se demuestra también al Autor-idad y representación
nivel diacrónico, en tal sentido que --como Walter Benjamin nos
recuerda- luchamos porque otros, anteriores a nosotros, han S ir la interacción inmediata en el campo existe una co-pre-
luchado, sobre todo en condiciones (pos) coloniales, marcados por sencia, en la que el subalterno puede presentar su visión, poner
las largas batallas coloniales, entonces es importante tener pre- sus col-ldiciones y aclarar sus intereses. Pero después llega iloi-
sente esta co-presencia de las voces y luchas históricas, tanto del malme nte la etapa de la mono-presencia del investigador, en
Sur como del Norte. la que él es la autoridad que traduce las interacciones sociales a
!mporalidad es, en otro sentido, también u n problema textuales.
I in la co-presencia de la investigación. En s u fase inda- Desde la perspectiva del académico, escribir el análisis es u n
gatoria, el investigador forma parte de la vida cotidiana parti- acto de "purificación" para poder re-integrarse después en una
cipando en las fiestas, trabajos y luchas de las comunidades. De sociedad ajena, fuera de lo "normal", a la sociedad propia. Es un
tal manera está expuesto a la integración en los largos circuitos exorcismo del otro (Crapanzano, 1977: 69) para desplazar su pre-
c !ciprocidad, que se expresa en términos de amistades, s y sus lógicas de actuar, con el propósito de aclimatarse eil
I. zgos o hasta e n cargos al servicio de la comunidad. Sin el conltexto de las sociedades occidentales y las lógicas del campo
ernbar~o,el ritmo temporal es diferente para el investigador, 7

acaaemico.
8

F investigación es u n proyecto que tiene inicio y final. Al Aunque este acto pueda ser útil para la salud psicológica del
t r la co-presencia y al finiquitar el proyecto también se investigador, es importante tener presente sus implicaciones. De
interrumpen, e n muchos casos, los círculos de reciprocidad. Al- hecho, se cambia el balance de poder, desde el encuentro nego-
gunas excepciones son descritas en las experiencias y reflexio- ciado entre los sujetos hasta la representación textual, en la que
nes de Cornelia Giebeler, en Juchitán, y los casos de antropólo- el otro llega a ser un objeto. que es fijado en el discurso en un
E. :os quie encontraron su nueva casa en la comunidad de estudios, acto de violencia epistemológica. Por tanto, es importante tomar
t rasfor.mando el proyecto de investigación en uno de vida, con una postura crítica y autorreflexionar sobre la autor-idad del
? ~ J J U S " O marido incluido.
,c.---.-.
investigador.
Casi siempre la conclusión del trabajo de campo finiquita el Desde mi perspectiva, dentro de las estructuras de las geopo-
Lijlogo sobre la investigación. Esto genera un mayor problema liticas del saber no es posible superar esta violencia epi~t~emoló-
para la descolonización del conocimiento, pues e n la fase de gica. Empero, evitar todas las representaciones del otro tampo-
la recopilación de los datos hay u n diálogo que durante su aiiáli- co soluciona el problema, porque precisamente carecer de voz o
sis e interpretación llega a ser un monólogo. De tal modo que la imagen -es decir, no ser representado-, es un acto de violen-
participación en el campo de una manera cínica puede ser vis- cia y desprecio. Frente a esta disyuntiva me parece importante
t a como una estrategia de cooptación por parte del investigador autoanalizar los modos de apropiación del saber. La autoridad
para "robary' data. Este reproche no se puede rechazar fácilmen- del intelectual e n los textos antropológicos es insuperable. No
te, porque de hecho es una manera (pos) colonial de apropiarse obstante, a las deconstrucciones posestructuralistas del autor,
del conocimiento de las poblaciones indígenas. Por eso nos pare- como una figura de la modernidad, se mantiene l a imagen del
investigador como Único creados de1 texto. Esta idea es institu- quien evita que el investigador cobre determine la data con sus
cianctlizada, tanto en el mercado de publicaciones con sus for- interpretaciones subjetivas, reduciendo su labor a la sistemati-
mas de publicidad como por el campo acad6mico con sus lógicas zación de la información.
de p-áctica para la acumulacilDn de capital, mediante el presti- fue posible identificar categmlas derivadas de las entre-
gio alcanzado por los frutos conseguidos. 1 que llegan a estructurar la narrativa del texto, evitando
Partiendo de esta situación complicada queremos argumentar que ésta se tornara académica, por lo que fue necesario pensar
que sí existen maneras de limitar la autor-idad del investigador. en la definición de mi papel como autor-idad. No quería tomar el
Un punto de partida lo ofrece la narrativa, que puede recurrir rol del relator omnisciente que hace comentarios ex-post sobre
a ]a polifonía y reducir el papel del analizador, lo que significa 10s relatos de los otros. Entonces elegí el papel del moderador
cambiar el género de las narraciones científicas. En este sentido, que tiene la función de dirigir una conversación y de apoyar a las
se requiere modificar la creencia ingenua en la objetividad y neu- voces presentes para que puedan expresarse. Cada capítulo ma-
tralidad de la narrativa científica y, por tanto, limitar también la yor empieza con una contextualización corta inía para explicar
autor-idad del investigador. De tal manera, su visión e interpre- el terna presentado al lector. Después escribí solamente conexio-
tacián sólo es una de las perspectivas posibles;. sin pretensiones nes entye los fragmentos de las entrevistas para crear u11 ámbito
para un lugar epistemológico superior. Esto se manifiesta en la de sentido. Empero, estas medidas no superan la autor-idad. El
técnica de "escribir a dos manos" (Corona, 2007), con la que el control sobre el texto fue mío, elegí la forma narrativa. seleccio-
t ?1 "otro" está puesto en y-uxtaposiciOn con el del inves- né las pa'rtec de la entrevista que entran al texto, organicé los
t sin que la narrativa sea $evaluada o evaluada por el fragmentos de las conversaciones, lo que crea un nuevo sentido.
segunao. Los dos relatas aparecen con iguales derechos, aunque
parten de perspectivas diferentes.
Una tarea difícil es ordenar y sistematizar las voces grabadas E1 público -o ¿quién lee etnografías?-
en el diálogo - e n el caso de Saquisili Ias entrevistas se guarda-
ron en minidisco y casete, y después se transcribieron. La tras- Mas allá de la autori-dad representativa es importante tomar en
cripción fue u n trabajo colectivo con los investigadores indígenas cuenta el público al que va dirigida la narración. Cada texto es
para no perder informaciones en el proceso de escribir el texto. La un acto comunicativo que, por tanto, tiene un lector imaginario,
manera de solucionar el problema de las vaees grabadas depende dependiendo del posicionamiento y el mapa mental del autor.
mucho de los objetivos de la investigación, acordadas y definidos En este caco nos interesan en particular los estudios académi-
junto con las contrapartes en el campo. El propósito del trabajo cos, que están dirigidos a grupos de expertos dentro del campo
en Saquisili fue escribir sobre el proceso organizativo. Así, enfo- académico. Esto obliga a los investigadores a usar un aparato de
camos u i ~ ahistoria colectiva y, por tanto, las narraciones bictgrá- ret6,czs académicas, es decir, una estructura de narración, re-
ficas o 10s relatos individuales eran de menor importancia. Por el ferencias intertextuales a &ras obras importantes, y un idioma
tiempo disponible para la evaluación recurrí al ancilisis de can- comespondiente al campo, lo que generalmeilte supone el uso del
tenido para sistematizar la data según los aspectos mencionados ingles.
por 10s entrevistados. De las diferentes charlas -independiente En la mayoría de los casos, la comunidad o el grupo de sub.
de la posición del entrevistado- sólo fuemn agrupadas las par- alternos que forma parte de la investigación no es considerad^
tes que se refieren a l mismo contenido. De alguna manera partí como pfiblico del estudio. Dirigir la recepción a estos grupos
de la idea de un "positivista afortunado" (Foucault, 1970: 2231, significaría aplicar otro estilo de escribir y estructurar el tra-
bajo. De esta manera se prolonga la ruptura entre co-presencia La antropología social, los estudios culturales y poscoloniales
y representación textual hasta la recepción de las narraciones han puesto en los años recientes mucho énfasis en la problen~á-
producidas. A lo anterior se deben sumar las políticas del saber tica de la representación. Pero, cobre todo en una sociedad de
académico que demanda cierta cantidad de textos producidos - la pregunta del saber no sólo es un tema de re-
especialmente en journa2s de Estados Unidos con peer review. presentación sino que de propiedad, e n términos materialistas.
En mi caso traté de hacer el malabarismo iinposible de aten- Temas como la propiedad intelectual, el robo de conocimieilto
der a dos públicos tan diferentes como el académico y las comu- referencia a plantas medicinales o la piratería genética de-
nidades indigenas campesinas. El resultado es una publicacion muestran el papel de la apropiación de saberes y conocimientos
híbmida que tiene sus deficiencias frente a ambos mundos. Las en la fase actual del capitalismo.
300 páginas del libro no obedecen a las conveiiciones académicas La c u e s t i ~ nde los derechos intelectuales se discute en el
--sobre todo en términos de referencias o citas de otros trabajos campo académico, sobre todo en referencia a los plagiados, pero
del campo, a l uso extensivo de los testimonios, y al enipleo de un de manera especial e n los contextos poscoloniales también se
idioma que se entiende en las comunidades. Además faltan las debe discutir con referencia a los entrevistados e informadores.
p r o ~ i a smeta-reflexiones y comentarios del investigador. Ellos ofrecen saberes y conocimientos, y sus voces están presen-
Con rbespecto a la política de edición no salió en una editorial tes en los textos. Sin embargo. el carilpo académico ignora esta
a~cadémj
- - -
tca de alcance internacional sino en la Colección Popular condición y requiere la autor-idad, de tal manera que el inves-
15 de Noviembre. una serie con publicaciones del ámbito de la tigador se convierte en el autor intelectual que cuenta con todos
historia social ecuatoriana, que está a cargo de la Corporación los derechos de la publicación. Las voces subalternas son expro-
Editora Nacional. Aunque los sellos de la Universidad de Biele- piadas de sus derechos intelectuales, cuando mucho aparecen en
feld y de la Universidad Aridina Simón Bolívar (Quito) ubican a l las "palabras de agradecimiento".
Iibro en un contexto académico, el valor de éste para acumular Mi solución frente a este dilema fue una decisión táctica: yo
c a ~ i t acientífico
l es muy bajo. firmo como autor del libro, aunque añadí en la portada "con la
La r acepción de la publicación en las comunidades indígenas colaboración de Arturo Ashca, Mario Castro y Carmen Cofre",
fiue mejc)r. Cierta cantidad del tiraje fue distribuida de manera haciendo explícita la intervención de los investigadores indíge-
gratuita en las escuelas de Saquisilí y entre varias organizacio- nas. A pesar de todo, esto no resuelve el problema. Reconocer los
nes, en especial el Movimiento Indígena-Campesino de Cotopaxi derechos intelectuales de todos los autores significaría tomar en
~ I I C C )y la Jatarishun. Según los comentarios de algunos amigos serio la iiitertextualidad y la polifonía de los textos producidos.
que trabajan en la zona había una reacción positiva frente al li- De esta manera, cabría desprivatizar los derechos intelectuales
bro, de tal manera que a un iiivestigador español le dijeron los Y cornunalizarlos, temas discutidos en el debate sobre los "co-
dirigentes de la Jatarishun: "Para poder trabajar con nosotros, munes" -desde Antonio Negri y Michael Hardt hasta Elinor
tienes que leer esto". Empero, la recepción también tiene sus li- Ostronl.
mitaciones. Cabe dudar si un libro es el formato más adecuado en
una cultura oral. Tal vez otros formatos -más alejados del ám-
bito académico-, como un programa en la radio (sólo algunas
entrevistas fueron trasmitidas en Radio Latacunga, la i-adiodifu-
sera del movimiento indígena de Cotopaxi), o un filme documen- El objetivo de este ensayo fue explorar las perspectivas para una
tal hubieran sido más accesibles para los comuneros indígenas. descolonización del saber por la aplicación de metodologías hori-
zontales y dialógicas. Partiendo de la idea de una historia divi- y 10 ajeno, entre el carnpo académico y el de las políticas
10
dida, presentamos el modelo del análisis de mnsteIaciones como de identidad.
un instrumento para enfoca^ las múltiples dimensiones y la pu-.
lifonía en el proceso de la investigacibn. A manera de
cjuiero discutir tres perspectivas metodológicas que, a mi modo La investigación es comunidad
de ver, pueden contribuir a esta tarea.
En contra el "acercamiento 'phallogweurocéntrico' al saber1'
(Restrepo y Escobar, 2005: 110; la traducción es de los coordi-
nadores) de un sujeto-hombre-investigador que está posicio-
,,do en u n lugar epistemológico superior frente a los "objetos"
de estudio, argumentamos que la investigación se basa en la
stigadar no puede escapar por completo de sus disposi- in%eracciónde múltiples actores con diferentes poderes de in-
coloniales, pero lo puede hacer visible y cambiar t r a s la tervención. Frente a la multidimensionalidad y la polifonía en
autorreflexividad permanente de sus discursos y prácticas. El el campo debemos reconocer formas colectivas de generar sa-
concepto de la historia padida -en los dos sentidos de una beres.Esto incluye reconocer a los "otros" no sólo como objetos
historia común y dividida- también nos obliga a aplicar me- de estudio o colaboradores sino como co-investigadores, de tal
todología~partidas en cuanto a las dos significaciones señala- nnodo cyue el estudio devenga en comunidad. Para el académico
das. Por un lado, es importante reconocer la diferencia entre los esto significa dejar de poner en cuestión su autoridad e n las
contextos de vida y de las histarias sufridas. Esto implica en el ."
dr~erentesestaciones del proceso de investigación con el objeti-
1 de la investigaciún llegar a u n nivel de a~to~reflexividad vo de no hacer invisible e1 aporte de los otros. Ya l a definición
1 propio posicionamiento -specialmente en el campo del tema de la ZnvestigaciOn debe ser un proceso en diálogo que
acadérrlic- y, al mismo tiempo, llegar a u n entendimiento del e'stá al.~ i e r t ode forma permanente a revisiones e hibridizacio-
otro. nles. DIe esta manera, nos tenemos que despedir del género de
T.-.
-8
eflexividad incluye en su dimensión histórica reconocer la meta-narrativa, del p a n relato, en favor de textos caleidos-
la prc~ p i acomplicidad con los proyectos coloniales que estruc- ~Ópicosfragmentados por diferentes perspectivas. Reconocer l a
turarcDn el campo académico. Mientras que algunos autores, polifonía intrinseca de la indagación tiene impacto, tanto para
---
CUHIV Gustavo Esteva (1992), optaron por u n a "desprofesiona- la acumulación de capital científico como de casacter IegaI, pues
lización" de los intelectuales, nosotros creemos que desde la el autor de la obra no es uno sino el fruto de un trabajo e n co-
perspectiva de u n a historia partida es importante cambiar las mún, que supone l a intervención de varias voces y a u b r e s . Así,
lógicas de práctica y los principios de visiOn y división del campo 10s derechos de l a propiedad intelectual no pueden ser conside-
académico. rados en términos privativos sino que deben ser comunitarios.
Esta percepción incluye un cambio en las interacciones de tal Esto nos lleva a superar la figura del investigador heroico para
modo que una metodología partida significaría encontrar enlaces dar cabida a u n investigador facilitador. promotor y moderador
Y objetivos comunes con base e n la co-presencia en el mundo y del diálogo.
un proyecto político común de descolonizaci0n. Así, el investiga- Respecto a la publicación se debe considerar a la comuni-
dor y las contrapartes más cercas del proceso de investigacidn dad con la que se lleva a cabo la investigación como u n público
llegan a ser caminadores fronterizos que cruzan los limites entre privilegiado, que tiene más derecho para acceder a los frutos
obtenidos (texto escrito, audiovisual o auditivo) que el público
académico internacional.

Cada investigación es un acto político

Existe un estrecho vínculo entre saber y poder, que está caracte-


rizado por la larga duración colonial. En este contexto, no exis-
te u n saber neutral o una investigacióil pura. Las interacciones Capítulo 2
-y nuestras propias disposiciones como investigadores-
- -
es-
tán contaminadas todavía por la colonialidad del poder que se
renueva en las interacciones institucionales y cotidianas.
~1 campo académico está profundamente estructurado por El habla, la escucha y- la
la colonialidad y, en el contexto actual, hay dinámicas masi-
vas de una como modificación del saber lideiado por empresas escritura. Subalternidad y
trasnacionales. A pesar de estas tendencias hegemónicas pensa-
mos que el campo de los estudios todavía es un lugar estratégi-
horizontalidad desde la crítica
co para cambiar las geopolíticas del saber, dada su importancia
para la definición de los principios de visión y división del mun-
poscolonial
do social, y dada su relativa autonomía frente a lo político y lo
económico. Por eso es importante tener una política y ética de Mario Rufer *
la investigación que no esté ideada desde un campo académico
idealizado sino que considere de manera integral los aspectos
Le restituyeron el nombre que merecía.
políticos, económicos y sociales, desde la definición del tema, pa- Sin anunciar nada lo dejó sobre la mesa.
sando por la recolección de la data, hasta la publicación de los Gritó: "No quiero la palabra.
resultados para promover el proceso de la descolonización del Quiero conocer, desnuda, el altar donde se nombra"
saber. Marosa di Giorgio

* Quiero agradecer los comentarios valiosos que hicieron a este texto Sarah
Corona, Olaf Kaltnieier, Carmen de la Peza, así corno las discusiones valiosas
.fin mis estudiantes del seminario "Cultura popular y
suba 1: el map?o do un sujeto de la enunciatión", en la cohort-tc2010-
SO 11 aestría ei1 Comunicación y Política de lil UAM-XochimiIco.
Comienzo esta reflexión con una escena que los antropólogos lla- p e t e n d í a re-escribir la historia a partir de la memoria pueble-
marían "situación de campo" (Geertz, 2003). A inicios de 2002. rina como eje. La intención era ingenua, pero nosotros éramos
yo colaboraba como asistente en una investigación sobre recu- conscientes de esa deliberada simplicidad. Sabíamos que las
peración de memorias locales en Córdoba, Argentina, en la zona rnernorias estarían "mediadas" por las historias formativas del
norte de la provincia, en Quilino. El reverso de la "pampa" ar- estado-nación. Anhelábamos un diálogo con esas historias, un
!gentina: u n espacio históricamente relegado por las políticas del enfrentamiento, incluso una negación total. Nunca esperábamos
estadwnación, al margen del sujeto territorial argentino, zona que esa historia fuera reproducida.
seca, viejo asentamiento de pueblo de indios, clara herencia in- En ese momento, claro está, no dijimos nada, pero después de
dígena en un país acostumbrado no a excluir sino a borrar (del una serie de encuentros, cuando la confiailza hizo posible otro
mapa, de la lengua, de la historia y de la tierra) aquello que no tipo de intercambios, yo expliqué la situación que habíamos per-
le conviene ver.' cibido, y don Efrén habló con estas palabras:
En el poblado había pocas casas de concreto, tanques de roto-
plast poblaban la estampa de lo que en aquel momento me pa- Lu historia nuestra no está escrita. Pero eso no es lo
reció la verdadera cara de la globalización. Con la directora del preocupante. Lo que preocupa es que ya tampoco puede
equipo, en ese entonces, esperábamos poder entrevistar a algu- ser no digamos escrita, pero dicha. Ustedes vienen a
nos residentes, y (tal vez ingenuamente como pensamos a veces buscar lo que ya saben que v a n a encontrar. Después
10s historiadores que el tiempo va trazando las madejas) quería- escriben. Y yo hablo, total ... acá vienen los antropólo-
mos ligar una vieja historia de resistencias desde la colonia has- gos, los políticos, los diputados, y a todos lzay que con-
ta el presente. Quilino era un pueblo de indios desde el temprano tarles lo que y a saben que vienen a oír. Pero déjeme que
siglo xvrr, rebelde, que debia elegir entre el quechua como lengua le diga: perder la lengua d e uno no es solamente u n a
colonizadora incaica, y el espaiiol como lengua colonizadora eu- cuestión. de palabras, es u n a cuestión de uida. Todo se
ropea. Siempre eligieron el quechua, obviamente. trastoca,es C O M O si uno IZO fuera ya dueño de s u uida.
vez e n el lugar, precisábamos hablar con uno de los po- Pero tampoco as posible explicarlo, porque uno como
s más importantes, don Efrén, que nos iba a narrar "la que no sabe exactarnente qué esta perdiendo, porque
historia profunda" de QuiIino, fuera de la fórmula normativa de p r d é s una lengua sólo cuando agarrcis otra. Pero cla-
los "pueblos serranos" como se conoce la historia de la región. ro, nunca sabés que la que p e d i s t e era ,?atuya y la que
Cuando llegamos a su casa y nos dispusimos a conversar con aprendes es de otro. Te das cuenta rnuclzo después, ge-
61, después de varios protocolos de rigor, comenzó la charla. A neraciones después quiero decir, cuando las palabras
10s pocos minutos mi maestra y yo nos miramos en un gesto de no te bastas. Y déjeme que le d i g a algo a usted que
complicidad. Efrén nos estaba cantando la historia de los pueblos es estudiante y sabe: acá nadie quiere uoluer a las tra-
narrada por Efraín Bischoff, ''el" historiador oficial de Córdoba, diciones. Querernos tener derechos, c o m un pueblito
miembro de número de la Academia Nacional de la Historia (Bis- ~ m i na, la educatidrc, a la salud, u vestirnos bien. A
choff, 1985). Nuestra decepcihn no podía ser mayor: el proyecto estas alturas todo es jodido: porque ko extraño es que
y a no somos muy distintas, acCi ni siquiera somos in-
dios, y mis hijos tampoco quieren serlol. Y tienen ra-
Sobre quilino, su historia y sus procesos de trasformación desde la don
zón. i P ~ i No. No distintos, nomás somos
Castro Olañeta (2006). pobres. 1' 1 no esc o, porque u usted en la
universidad no le ua a servir ... Diga que somos indios taricia asimétrica (el Estado, la institución) y que es habitado
y que nos vestimos como los sanauirones, y que uivinlos en Por la distancia, la confi-oiltación, la mímesis o la parodia, de
piso de tierra ... diga eso usted.2 forma tensa y ambivalente. Propongo que no pensemos en la
~ í ~ ~del
z ' subalterno
' coino una unidad discursiva que proviene
Luego me he dedicado a otros estudios muy remotos y si bien se del momento encantado y fetichizado de la tradición, la pureza,
redactaron los informes de investigación correspondientes (que la espiritualidad o la resistencia. Por último, asumo que en este
no incluyeron estas conversaciones), nunca volví a trabajar so- proceso dialógico. la táctica metodológica hacia la horiíontalidad
bre estos episodios. Borré hasta ahora esta entrevista que siem- radica en una modalidad de la escucha conlo decisión política y
pre me resultó t a n problemática, tan astutamente devastadora como toma de posición: ésta debería asumir la diferencia, la
de las convicciones que en aquel momento, siendo u11 aprendiz ambivalencia y la contradicción, haciéndolas presentes en el re-
de historiador, t.enía sobre la labor del intelectual y fundamen- gistro y la escritura como claves de interpretación del "momento
talmente sobre el rol de la historia. etnográfico".
Lo que ese relato dejaba implícito era un problema de asime-
tría, lenguaje y enunciación. Enuncio algunas preguntas perti-
nentes aquí: ¿Bajo qué condiciones de enunciación habla el sub- Enunciación, autoridad y representación
alterno? ¿SU habla es producida en un acto que está refrendado
en una escucha, en un marco de aparato enunciativo? (Benvenis- Si el pueblo no habla, bien puede cantar
te, 1974) ¿Qué tipo de contrato estereotipado se estableció entre Michel de Certeau
la academia como una máquina que produce subalternos / opri-
midos para cumplir en parte con los inlperativos de turno, como Los trabajos de la década de 1970 que dieron lugar a la escuela
decía ácidamente Michael Taussig, y los subalternos que saben inaugurada por Ranajit Guha (1983) y conocida como Estudios
ya, perfectamente, cómo funciona esa máquina y cómo reaccio- de Subalternidad (o Subaltern Studies Group), con un conjunto
nar ante ella? (Taussig, 1998). de historiadores indios educados en Inglaterra, propusieron un
En este texto intento plantear algunos ejes que permitan atra- desplazamiento de la noción clásica del íísubalterno".3Aunque
vesar esa asimetría y discutir las posibilidades y los límites de con matices muy diferentes, pusieron énfasis en tres elementos
una horizontalidad viable. Para ello, examinaré tres problemas. fundamentales que la crítica de la nueva izquierda inglesa, la
Primero, la importancia de considerar la dupla subalterno / sub- "historia desde abajo" (history from below) o la antropología ex-
alternidad como un insumo conceptual que pone el acento en perimental, había soslayado: que toda revisión debe ser una
la determinacibn de la palabra del subalterno por una jerarquía crítica a la voluntad universalizante del capital; que todo conoci-
que antecede a la enunciación y que la habita como una marca de miento e n el mundo poscolonial debe partir no de buscar archivos
(no) autoridad. Segundo, la necesidad de considerar a la hibridez alternos - c o n una noción amplia de archivo como fuente y como
como condición histórica de la "palabra del otro": el dialogisrno campo- sino de criticar la propia coilstrucción de ese archivo,
bajtiniano es así revisitado por la forma en que los subalternos
producen y actúan un discurso en el que está presente la ins-
3
Para u n estudio pormenorizado sobre la genealogía de 16s estudios de sub-
- alternidad y las diferentes vertientes teóricas y "generaciones", vease Dube
Entrevista a b:frén Cabrera, mayo de 2002, Qiiilino, Córdoba, Arg (2001).
1s que en palabras de Gayatri Spivak, supone que no hay exte- entonces clave para comprender esa formación histórica de la
rioridad entre el proyecto moderno colanizadur y la producción del subalterno."
de conocimielito y sus modalidades de representaciOn (Spivak, Los propios estuclios de subalternidad siguieron diversas ru-
S000), y el problema del subalterno o de la alteridad no es un tas analíticas como espacio de discusión colectivo Oa trasfor-
asunto de "recuperación" (recuperar voces. rescatar tradiciones) mación de las élites nacionalistas indias y su rol en la confor-
sino un problema de simetría y de rnación del estado nacional, el papel de la burguesía local en
Como bien plantea Massirno Mdonesi, cuando Antonio Gram- la configuraci6n de una "modernidad colonial" que utilizara la
sci utilizó esta expresión, fue como adjetivación: habló del sub. ambivalencia del legado imperial como estrategia vernácula de
alterno y no de la subalternidad. No teorizó sobre ésta como dominación); meandros sinuosos que no pueden ser concebidos
una condición histórica sino que propuso la categoría como una de forma compacta ya que la salida y entrada de académicos y
adjetivacibn del sujeto que se produce como historia, como con- las discusiones internas en torno al problema de la conciencia
dicibn para la subjetivacih política (Modonesi, 2009: 27). En política del subalterno o el lugar del movimiento obrero y del
todo caso, la subalternidad es experiencia sinabolizada del su- eran constantes (Dube, 2001). Pero lo cierto es que
jeto subalterno (y no es una condición ontológica de subordina- la recuperación de Grarnsci es un punto nodal para la lectura
ciones o sobredeterminaciones). Dentro del marxismo esto fue del grupo, y esto Ios exime de aparecer como una inlitaci6n de
innovador en tanto cuestioilaba al menos la recepción clásica la "historia desde abajo".
de la (Ieterrnii~aciónestructura-superestructura, y proponía El lugar de enunciación es lo que produce el reposicionamiento
evalua:r dras condiciones de subordinaci6n (casta. género, ra- epistemológico y la diferencia con la nueva izquierda: "el concep.
";-l:--,
LlallAa~ión) que exigían un replanteo de la noción heurística to de subalternidad es utilizado como crítica poscolonial" (Prakash,
y estructurada de clase. A su vez, propugnaba que el ser so- 1997). Esto es capital. La "sustanti~ci9n"delsubalterno es aqui
cial y la "conciencia" social estaban entrelazadas en la forma una estrategia epistémica y política: lo importante es rwonwer
experiem i a l del registro. Esto dio lugar a las excelentes con- no sólo la posición subordinada de clase (traducida en experien-
tribuciimes de Edward Palmer Thompson sobre la clase como cia subalterna) como potencia de subjetivación sino admitir que
una "fcirmación histórica de la experiencia" (Thompson, 1991), en contextos poscoloniales como Asia. África o América Latina,
donde la esfera temida de la cultura (temida porque en el mar- media eso que llamamos la "diferencia colonial", la marca de la
xismo clásico esta dispuesta a actuar como ideología) cumple colonia (que es un trazo histórico de racialización, subordinaci6n
un rol crucial: el folclore, la vestimenta, el rumor, los carnava- lingüística y subordinación superpuesta en el casca del género').
les, las manifestaciones culturales de la protesta fueron desde Esa maicacibn es una condicion histórica: no estamos dicien-
do que la subalternidad impuesta por el orden de jera~quización

órica de la "recuperaciOn" responde e n parte a las formas modernas


5
como se concibe la escisión t~adiciónlmodernidad. Pensar en "recuperar" No tenemos cspacio aquí para desarrollar este aspecto con amplitud, pero
implica dejar de lado las formas histhricas como las culturas subalternas el elemento central que introduce Gramsci para cuestionar la teoría del re-
han sido mediadas por los asedios de la modernidad, han dialogado con flejo y la sobredeterminación es "recibido" en las dhcadas de 1960 y 1970 en
ella. Incluso, la resistencia implico siempre "conocer" al otro. Por eso no Inglaterra como insumo clave para concebir las teorías de la cultura como
existen "culturas puras", formas "tradicionales" que deban ser "rescata- práctica (y no como atributo, ni valor), insurnos que alimentarAi1 la Escuela
das". Las culturas en resistencia son, sin duda, formaciones dinámicas. de Birmingham y el nacimiento de los estudios culturales en su fase más
contemporáneas. con historiciclacl propia. politizada. Puede consultarse Thompson (1993).
. colonial sea inmutable, ni irreversible, negando el dinamismo de
los procesos, la potencia de la s u b j e t i ~ a c i política.
8~
la colonia abandona el terreno del fundamento de ley y deja de

bajo la figura retórica de que se trataría de "otras" modernida-


des: carentes, fallidas, distópicas y, en todo caso, siempre con
retraso y siempre promisorias.
En el quiasina que implican las independencias y la forma-
ci8n de los estados-naci0n modernos (ya sea que los considere-
mos conlo arcos de solidaridades o como pactos de dominación
entre las élites criollas), se ocultan una serie de presencias I
continuidades fundamentales que constituyen la colonialidad de
las relaciones de poder. Hay una perversa violencia, dirá Dipesh
Chakrabarty, cuando un campesino indio es ungido ciudadano
y obligado a entrar en el conjuro de la ley con la ejecución de
derechos y deberes sobre 61. sin que se arraigue "dentro de él"
su apropiación hist8rica (al menos con la educación y su proceso
de normalización y con esa doble inscripción que marcaba Mi-
chel Foucault entre ser sujetos del lenguaje y sujetados a él me-
Pero cuando

ser la modalidad de ejercicio efectivo y desnudo del poder, la colo.


nialidad es la condición sobre la cual se funda la nueva historici-
dad política de las repúblicas y los estados nacionales (Quijano,
2000). No se trata de una "condición de remanente" histórico o
una supervivencia inevitable del "período" colonial. Como mues-
tran los casos analizados por los estudios de subalternidad, así
como el estudio de especificidades latinoamericanas (Rufer,
2010a; Bidaseca. 2010: Segato, SOO'i), la colonialidad es u n modo
de organización, gestión y administración de las poblaciones, que
en el discurso antropológico e histórico local oculta su condición
estado-naciÓn-paEer que para producir comunidad imaginada,
u n desdoblamiento del colonialismo e n la minorización
de los sujetos indios y en la re-instauración patriarcal de la ley.
Lo más pemistei~tees que mediante este proceso se construye
,se legitima la necesidad histórica (hasta hoy vigente) de que
ésos sujetos sean re-presentados por otros, quienes en efecto co-
pacen el orden del discurso sometido a la ritualización y a los
precisos para producir los efectos de autoridad:
el académico profesional, el político, el religioso-misionero y el
médico serán figuras sustantivas de este proceso (figuras que se
solapan e n una misma persona muchas veces, como ya sabemos).
Aquí llegamos al problema nodal por el que creo pertinente
seguir hablando de subalternidad: la representación. Más allá
de los dilemas metodológicos y relativos a las "fuentes" que re-
gistran el estudio de las "culturas populares" y que vuelven a
poner en el centro la categoría "pueblo", Michel de Certeau ha-
bía sido claro en un punto: la cultura popular no existe fuera del
gesto que la narra y a Ta vez la suprime (De Certeau, 2009). Por
el momento, y estratégicamente, no ahondaré en las diferencias
coneeptualec entre lo popular y lo subalterno. Pero las intempes-
tivas de este historkdor francés en un texto brillante, escrito en
1974, son claras (mucho antes que el problema de la representa-
ción del subalterno estuviera en el eje de las discusiones 'nistóii-
co-antropológicas):

La cultura popular se vuelve t a n t o más curiosa cuan-


do menos se teme a sus sujetos (esto es, cuando más se
encuentran doinesticados o al menos enmarcados en el
diante un orden del discurso) (Chaki-abarty, 2008: 121).Hay una yugo de la ley y la tutela).
perversa violencia en ese paraguas universal de la ley (derechos
El saber sobre el pueblo sigue ligado a un poder que lo
universales para todos) cuando ni e1 interés, ni el deseo expre-
autoriza, y ese poder de autorización en el mismo gesto
sados en la ley del Estado, invocan la llistoricidad que gobierna
de cristalizar y ordenar lo emergente, lo regula y domes-
las economías simbólicas de las poblaciones sometidas, y sus su-
tica, "matándolo" en ese proceso de ordenamiento.
jetos, por supuesto, tampoco tienen la posibilidad de interpelar o
de ser interpelados (en el sentido politico y en el althusseriano) - El propio gesto de colección (tradiciones. palabras, mi-
por el lenguaje de la ley. En estos casos, el 1-esultadoes casi siem- tos, leyendas, "saberes"), coinprende inevitablemente u n
pre el mismo: las poblaciones deben ser tuteladas por el nuevo ejercicio de ordenamiento con una textura epistemológi-
ca. Y el ordenamiento es externo st la eGonomíasimbólica litano del proceso y el promeso). La mirada solidaria no hace
de donde emana. Por ende, es siempre una reducción (De
Certeau, 2009: 47-49). Politica, no autoriza sujetos, no supriiiie las jerarquías históri-
camente procesadas y revisitadas y, en todo caso, operativiza su
discurso innovador en el terreno de la presencia: ahora si somos
Más allá de las consabidas objeciones a este texto, lo que siem- capaces de ver al otro, que sigue y seguirá siendo parte de la al-
pre he leído en sus líneas es una afirmación y una pregunta del teridad radical atravesada por la ideología de la diversidad que
autor. La afirmación: una modificación en las convicciones (sobre ,, realidad oculta la renovación de u n mutante proceso histórico
cómo se crea y reproduce la relación entre alta / baja cultura) de diferenciación.
no podrá cambiar lo que el conocimiento académicíscientífico cobra relevancia el epígrafe de este apartado: "Si el pue-
hizo con la cultura popular (crearla como categoría y procesarla bl iabla, bien puede cantar". De Certeau decía justamente
como sustrato y esencia para domesticar su historicidad y des- que ia emoción producida por la cultura popular (la canción in-
aparecerla). "Para un cambio en ese sentido es necesaria una terpretada. la vestimenta colorida) emana de la distancia que
acción política" (De Certeau, 2009: 49). La pregunta: "¿se puede separa ese ejercicio de contemplación. La emoción es la estrate-
pensar en una nueva organización en el seno de una cultura que gia de otrificación, no el valor neutro del reconocimiento o la em-
no fuera solidaria con un cambio de relación en las fuerzas so- patía. Esta afirmación es del mismo tenor irónico que la de don
ciales? (De Certeau, 2009: 69). Creo que este historiador francés Efrén: "Ah, pero no escriba eso, porque a usted e n la universidad
invoca sin metáforas (un recurso tan frecuente en su escritura) nc 3 a servir ... Diga que somos indios y que nos vestimos
lo que estamos intentando trabajar aquí: se requiere una acción CC S sanavirones, y que vivimos e n piso de tierra". Diga eso
uolítica de autorización enunciativa del subalterno (y no simple- que entra e n el régimen audible. diga eso que emociona y produ-
pensar que narra de forma transparente su experiencia C€ Leblo,diga eso que en el mismo reconocimiento nos coloca
jetivación. porque esto no reconoce que la subalternidad er ~ t r olado observable y "respetable": el de la jerarquía no
es una condición discursiva que permite el acto de habla, pero no enunciada, el de la distancia temporal, el del deber de preserva-
10 hace audible y ahí está el punto), y es necesario pensar que un ción y "vigilancia" de la tradición.
estudio de la "cultura popular" será productivo políticamente
cuando se solidarice (como estrategia) con un cambio de relación
en las fuerzas sociales.
Tal vez De Certeau se haya posicionado con casi 30 años de
E1 habla: recurso y performance
antelación a l emergente problemático de la interculturalidad: la
Si me pongo la fruta en la cabeza seguro que lloverá cerveza.
acción académica y política extenuante de "rescatar", "reconocer"
Si me pongo el sombrero de torero seguro que lloverá dinero.
y "visibilizar" modos y patrones culturales (comunitarios o Si me pongo algo encima seguro que algo lloverá.
subnacionales) amenaza con producir el reemplazo de un deber , de estereotipo.
Estereotipo, e s t e r e o t i ~ t e r e otipo
político de horizonte igualitario por una refuncionalización de la Kevin Johancen
distinción entre sociedades de cultura y sociedades de historia.
Un "ellos" (que se visten y se exhiben y cantan y rezan de acuer- Volviendo a don Efrén, el problema no era la extirpación de una
do con un aparente interés propio) es focalizado por el entrena- memoria, o que no "tuvieran historia", sino que todo lo que fuera
miento de la mirada de un "nosotros" (que esconde, otra vez, su narrado en términos de "su propia historia" sería colocado rápi-
Punto cera de observación: el de la historia, el tiempo metropo- damente desde las instancias que regulan, ritualizan y ordenan
la legitimidad de los discursos (el "purismo" de cierta academia, Esto sucede no como cálculo, ili estrategia, sino como irrup-
el Estado o el "tercer sector") en el terreno del mito, la leyenda. o ción en el campo de lo establecido y como desplazamiento en el
con suerte la celebrada circulación comunitaria de sabe re^.^ Por terreno de lo político.
supuesto que el subalterno habla, reclama desde un lugar en la Ahora sí quisiera hacer una distinción capital entre popular
historicidad, desde una noción precisa entre la pertenencia y la y subalterno, y explicar por qué me concentro eii el segundo. La
reproducción de la comunidad, por un lado, y el ejercicio (paródi- romantización del pueblo, el "volk" como ese sujeto que puede
co y perverso) de la ciudadanía y la interlocución con el aparato ser el germen trasformador, h e puesto en tensión coi1 estudios
de gobernabilidad. No quieren "romper" con el Estado, ni estar como los de De Certeau, en Francia, y los de Néstor García Can-
fuera de él: no todos, no siempre. Saben mejor que nadie que la clini o Jesús Martín Barbero, en la década de 1980. en América
ciudadanía es un horizonte excluyente que se debe desplazar y Latina (Canclini, 2002; Martín Barbero, 198'7).Esto dio paso a los
hacer estallar; vienen produciendo utopías desde la conquista análisis sobre los procesos de fabricación (académica, política y
misma. Pero en las políticas de la historicidad, el acontecimien- económica), trasf'ormación, apropiación e historicidad del "pue-
to es la urgencia (no la utopía): antes de romper con la ley, es blo". En este punto, el concepto de subalternidad sigue apelando
necesario reclamar y ejercer el derecho a su acceso. La violencia a comprender las múltiples condiciones de desigualdad y dif'e-
que precede a l conjuro del derecho es lo que Efrén está poniendo renciación con las cuales ese "sujeto" es producido y reproducido.
en evidencia aquí. En este sentido quieren "salud y educación": El concepto de subalternidad entendido como crítica poscolonial
no como una genuflexión de los oprinlidos ante las dádivas del remite siempre a lo que Valeria Añón y Pablo Alabarces llaman
Estado. No es tan difícil de comprender si lo miramos histórica- "aquello que está fuera de lo visible, de lo decible y de lo enun-
mente: para romper con el universo que instaura la ley (digamos ciable, o que, cuaildo se vuelve representación. no puede admi-
aquí el Estado), hay que establecer primero un vínculo con él. nistrar los modos en que se lo enuncia" (Alabarces y Añón, 2008:
pertenecer al registro audible de la escucha (más que al momen- 293). Los autores propolien que entender lo popular como subal-
to enunciable de las voces polifónicas). Lo que digo es que aquello ternidad implica:
que diferencia, en este caso, el ruido de la voz, es la posibilidad
de ser oído más que la potencia de producir un enunciado. [...]u n a definición que enfatice el plural pero que no
Don Efrén es nítido: ejercen ellos una "política de los gober- se tranquilice en él; que incluya siempre el conpicto, el
nados" (Chatterjee, 2006) con la clara internalización de sus poder, la desigualdad, sin naturalizarlos ni cristalizar
propias condiciones de dominación conlo plataforma de trasfor- u los sujetos en ellos [...] que reflexione de modo cons-
maci8n de esa situaci6n (prefiero hablar de internalización y no tante sobre el lugar del intelectual sin enmudecer; que,
de "co~iciencia''por los matices complejos que eso produce en la a contrapelo de expectativas y deseos populistas, pujeda
discusión posestructrrralista sobre la ideología, el deseo y el int,e- ver la reproducción de la donzinacidn articulada en los
implacables mecanis~nosde los medios de comunica-
ción (Alabarces y Añón, 2008: 302).
Este es otro problema en roIación con la autoridad de la historia: hay "cul- 3
turas del tiempo" (o sea, culturas antropológicas: indígenas, campesinas, fo agi-egaria que esa definición pueda contemplar las inutacio-
etcétera) y "culturas de historiaw (culturas de archivo. históricas: el noso- Iles,121s duplicidades y la reproducci61~e n los diferentes modos
tros occidental para quienes la contemporaneidad es una cuestión de jerar-
quía). No todos somos contemporáneos. Trabajo este Punto in extenso en
de instalar la cultura como policía (no política) de identidad. En
Rufcr (2010b). síntesis, no estamos aludiendo a un fracaso cognuscitívo, ni a una
renuncia de la herramienta política, sino que nos adosamos a lo rna de la ideología (algo que nos h a costado caro en el caso de la
que Spivak refiere con "habitar problemáticamente" esta distan- N
"ertiente más acrítica de 10s estudios culturales, como si la elec-
cia entre los lenguajes de la representación, los modos de adnii.. ción por la cuItura obviara el problema político de la reproduc-
z
nistrarlos y los agentes legitimados para esa administración. El ción y la n~ímesis).~El punto es, más bien, ver cómo la ideología zE
subalterno no puede controlar los modos e n los que se lo enuncia productiva y actúa en la articulación tensa y duplicada entre Ll
en el discurso político, académico, científico-médico o el propio subalternos y Estado, induce figuras e n el registro de l a mirada
discurso militante; y seríamos poco sensatos si no analizáramos académica, niega la formación de los procesos de hibridez y es
el poder de esas estrategias discursivas en la producción de po. incapaz de explicar las modalidades en que el subalterno se ve
líticas públicas, políticas culturales y o de "inclusión", un nuevo obligado a usar de forma ambivalente el lenguaje de la autori-
comodín conceptual "catacrésico" diría Spivak, porque desplaza dad. Al decir de De Certeau (1980). cómo es en la táctica donde
su referente y no sabemos muy bien hacia dónde. hacen política los débiles.
tomamos la gran apuesta de Guha en su libro Domina- El subalterno puede producir una torsión en los usos del pro-
L Itegemonia (1997), vemos que intentó mostrar cómo las pio texto que lo enuncia, desestabilizando la dicotomía de poder
~ I L L ~~lacionalistas
S (y no menos importante, todo el edificio in- (soy consciente de mi propia elaboración metonímica al hablar
telectual que las rodeaba) se habían convertido en los ventrílo- del subalterno, volviendo soberanía del lenguaje a un sujeto que
cuos de la población campesina e n general, y cómo los problemas siempre debe ser histórico, puntual, contextual y contingente).
persistentes de casta deben ser tamizados por esa configuración. Pero a lo que voy es que la distancia entre esa representación y
Andrés Guerrero, en una actitud similar, habla de la ocupación su administración, es una diferencia que el subalterno reconoce,
de la intelligentsia intelectual ecuatoriana en ese mismo sentido. ooera. practica y utiliza. En aquel "diga que somos indios y que El
Las élites creyeron estar dispuestas a poder "narrar" no sólo la 1: ;timos como los sanavirones" de don Efrén, hay una clara
historia de los otros sino sus intereses legitimos. sus razones y O ión con la jerarquía. Él sabe que políticos y académicos
formaciones simbólicas y políticas (Guerrero, 2000). "van" a administrar esos modos de enunciar que le son externos,
La ventriloquia funcionó y todavía funciona como un elemen- pero juega con ellos.
to crucial en las políticas de izquierda (algo que el movimiento Volvamos a Quilino: el corredor geográfico del norte de la pro- m
3
zapatista mexicano intentó plantear desde el inicio). Políticos e vincia de Córdoba se convirtió en escena de turismo alternativo 0
intelectuales e n sus respectivas funciones, "hablan" los intereses a fines de la década de 1990 con una recreación del camino real iD
del otro, "educan" la posición subalterna, "domestican" el lengua- colonial y el consecuente trazado de una ruta, delimitando una P
je de los campesinos, en una pretensión de legitimidad política. vieja geografía que nada tenía que ver con las sierras grandes, 3
ID
r*
La argumentación suele ser la de explicar adónde funciona la ni con el corredor pampeano (los dos espacios sociales por los que o
O
ideología, adónde se tifie la masa de "falsa conciencia'', adónde el o
Córdoba se conoce dentro de Argentina). Cuando yo lo comencé a o
subalterno es incapaz de ser coherente con sus propios intereses. Lo.
Ese uso "a la letra" de un concepto tan denso como el de ideo- - 8
r
o
logia en el propio Karl Marx, ha resultado el peor de los bina-
rismo~:el recrudecimiento de la retórica a modo vulgata, o el
7
Me refiero en especifico a cómo la deshistorización de los estudios cultura-
les en su vertiente estadounidense (y su repudio, a veces bien fundado, al
1.
3
abandono total de la palabra por considerarse anticuada a los marxismo clásico), creyendo obviar el concepto de ideología por inoperante r+
E
o elitista, quitó al problema político que habita e n el centro de toda con- ID
procesos de la "sociedad transparente". La apuesta del grupo de cepción sobre la cultura: es hoy un panorama de transacciones, de usos
!"

trabajo de Estudios de Subalternidad no es abandonar el proble- políticos y estratégicos. Trabajo este punto detenidamente en Rufer (2009).
tratar, y con la llegada del turismo (todavía escaso en ese enton- C
rio, esa agónica hibridez es un juego de fuerzas desnuda y,
ces), don Efrén vendía sus artículos de p ~ j de
a trigo (la artesanía mesto, que es política: una política de los gobernados, esa
F
"típica" de la zona). Al establecer el puesto afuera de su casa, se que rladuce un juego de alteraciones y de parodias con el mismo
de ropa y no usaba sus pantalones de mezclilla sino los lenguaje del poder, tomando decisiones en el campo asiniétrico de
tradicionales de grafa y sombrero. Hablaba diferente: se produ. reglas heterónomas que el subaltemo está obligado a habitar.
indio. En una ocasiítn me dijo: "Tuve que ir a unos viejos ma- un juego de relaciones de poder que si lo analizamos bajo los
nuales de la época de Per6n que estaban por ahí, para acordarme ~ ~poder 1 resistencia o colaboración / protesta nos
b i n a r i ~ i nde
bien cómo era eso de1 trenzado a la vieja usanza. Porque la gente impide comprender los mecanismos sutiles con los cuales cultu-
me los pedía asi, así se acordaban ellos que los hacíamos". La ra, pueblo e identidad son significantes que se negocian a diario,
eswna me parece importante porque posiciona la historicidad y en la tensión de esa negociación se produce su dimensión po-
dit. ambos constructos (el 'kllos" y el "nosotros"); el pasado de la lítica- Una política posible e histórica. Don Efrén lo sabía mejor
tradición que "la gente" (el turista de la ciudad) recordaba va- que yo.
gamente tambien era un recuerdo para don Efréil. Insisto: no Conviene aclarar que cuando hablo aquí de hibridez, entiendo
leer esto como una "pérdida de tradición" sino como la el concepto politicamente como el intelectual indio Homi Bha-
histo~icidadde los procesos culturales que seleccionan prácticas, bha lo plantea: u n proceso dinámico e inestable. u n a forma
apropian y reubican modos de forma ambivalente, y desplazan de habitar la modernidad (y no como la acepción más difundida de
producciones simbólicas. un bricolaje o sincreticmo de modos culturales) (Bhabha, 2002:
Había allí una ritualización performativa de eso que era es- 131-153). En este sentido, el sujeto híbrido (subalterno) utiliza
perado que se produjera, lo que ya conocemos como la reimen- los significantes que se ve obligado a usar, empero lo hace intro-
la tradición o la puesta en escena de una herencia ahí duciéndole una torsibn, que desestabiliza, que deja la marca de la
fabricada. La lectura nativista leería esto como la per- resistencia (que no debe nunca confuildirse con la literalidad de
dida irreparable de la autenticidad disidente, la perversión la protesta o con la frontalidad de la reacción) o de la insatisfac-
de1 mercado y la mercailtilización de los patrones identitarios. ción. Podemos pensarlo también recuperando la noción clásica
Cierto posestructuralisn~olo pondría en el plano del esencialis- de dialogisrno en Mijaíl Bajtín. El lingüista ruso planteaba que
rno estratégico. A mí me gustaría más proponer que se trata de la voz del interlocutor está presente en el decir del sujeto enun-
una operación política que asume la asimetría en el universo ciante, de ahí el efecto "polifónico" de todo discurso. A partir de
simbólico: la subalternidad se expresa en esa agónica hibridez aquí, entendemos de qué manera en el discurso del subalterno
que habita el saberse adentro de un sistema de representacio- está la presencia del discurso dominante y de la escena hege-
nes que no se administra, pero en el que se puede operar. mónita; un uso ambivalente de las expectativas del dominador.
Creo que no deberíamos leer la performance de Efrén como Quiero decir: la tradición etiquetada por el discurso hegemónico
"irreversible inimetisrno", "renuncia ante el sistema", o como una es "usada" estratégicamente por el hablante nativo, es r m i g i l i -
destilación de su falsa conciencia (tres de los argumentos recu- ficada, burlada en actos paródicos o miméticos. En el discurso de
rridos por quienes asignamos a veces el deber de pureza con la Efrén, el acto de enunciación reconoce la escena de dominación
que "el pueblo debe salvar al pueblo": una retórica que nos ex- Y utiliza sus significantes como estrategia política para denun-
culpa, en general, de comprender que "el pueblo" sólo puede dar ciar su exterioridad con respecto a 61. El discurso del subalterno
cuenta de una historia conceptual elaborada en otra instancia. retiene el significante, pero no la codificaciOn del valor; no la au-
Y no de mandatos en el universo de las prácticas sociales). Al toridad de ese discurso. Dirá Bhabha:
El objeto híbrido (...] retiene la sera blanza efectiva del Recurramos a la clásica viñeta de Franz Fanon. psicoanalista
simbolo autoritativo, pero reeualúa su presencia resis- negro nacido en Martinica:
tidndosele como e7 significan te de la Enstell ung [dislo-
cam ien to, tergiwrsactóm] -despui& de Fa interueneibn Me 'encuentro con un ale~a&n o un ruso que kablan mal
de la diferencia [-../ Privados de su pkenu presencia, los el frunce's. Intento darles, gesticulando, la información
saberes de 10 autoridad culturat pueden ser arfiicula- que me piden pero, al hacerlo, no olvido que uno u otro
dos con formas de saberes 'hativos" o enfi-entados con tienen una lengua propia, un pais, y que quizás sean
esos sujetos discriminados a los que deben gobernar un abogado o un ingeniera en su cultura. E n todo caso,
pero ya no pueden representar (Bhabha, 2002: 144; es u n extranjero en mi grupo y sus normas deben ser
las negritas fueron afiadidas por el autor). diferentes. El caso del negro no se parece ea nada a
esta: no tiene cultura ni civtlMación. Carece de ese "lar-
Cuando Spivak planteó la pregunta si podía el subalterno ha- go pasado histórico" (Fanon,1973: 28).
blar (Spivak, 20033, u n texto a mi entender muy rnaI leido, la
respuesta negativa en una fuerte disquisici0n con Foucault y Para Fanon, el colonizado (o eI subalterno y su colonialidad)
Gilles Deleuze no tenía que ver con afirmar la carencia de un siempre se encuentra en u n enfrentamiento con el lenguaje de
actor político posible e n los o p r i m i d ~ so, ~que no hay autonomía otro; una alegoría que remite a dos lexias: la situación (en fren-
como horizonte o "voz" como manifestación de una posición en te de) y la posición (la confrontación). En el caso del subaIterno
el juego de vínculos. Lo que esta autora estaba pIanteando era (pensemos en Efrén) no hay un entero "adentrarse" e n lo que
una respuesta académica, filosófica si se quiere. can el siguiente Foucault llamaba "el orden del discurso" porque, de nuevo, no
argumento central: el subalterno no tiene "voz propia" porque la 1 administrarlo. Incluso ese "adentrarse" tiene determina-
academia fagocita el discurso del otro dentro de los marcos pro- ( históricas diferentes en un contexto de reproducción de
pios del texto científico o el ensayo filosófico. El discurso del otro la coionialidad, como México o cualquier pais latinoamericano.
no es sino una cita acomodada siempre a las categorías propias Una cosa es el ingreso citadino y familiar (que e n otros tiempos
del discurso (la clase, el interés, la conciencia), y el subalterno se llamaba "burgués") en el orden del discurso, mediante los apa-
tiene siempre una posición arnbivalente aqui: por u n lado, ese ratos que ordenan y disciplinan esa sentencia foucaultiana de
no es "su discurso", porque su lenguaje es siempre un exceso que que "hablar es peligroso": por eso debemos ir a la escuela, vivir
no logra ser domesticado por entero. Pero, por otro, el subalterno en familia, reproducir el orden moral de la subjetivación. Otro
queda dentro del discurso del logos Occidental (un Occidental Proceso muy diferente es el forzamiento de la entrada en el orden
con mayúsculas que no existe, pero que se lo hace funcionar como discurcivo cuando la marca histórica de ese ingreso es la con-
tal en las estrategias discursivas de la Historia, el Desarrollo y el quista, la alienación y la subyugación por las armas de la guerra
Progreso): el subalterno debe lidiar con él, aprenderlo y resistirlo (Y habría que pensar si la ciudadanía e n América Latina no es
desde dentro. la retórica de una guerra que continiia por medio de la ley sus
estrategias nacionales bio y necropolíticas con la población pre-
viamente colonizada). Esa desigualdad que tiene determinacio-
' Sin ci para Spivak el concepto de agencia es un t~-......" rn>blcmii- nes geopolíticas claras, nos sitúa en la comprensión del contexto
tico. 4JUU asuine un sujeto del humanismo soberano,dcl c l i ~ c u ~ ys rde
~ la
1 0 logra c tampoco cn la socioloF!l;i eStratégic Poscolonial y exige modificar cualquier teoría sobre las voces, el
sición I Y tá siC1npl-pmediada ( S ~ l v a k2003
, habla o el diálogo.
La escucha y la escritura: [...] la mujer india que teme por S U vida al quedar uiu-
da, n o quiere entenderme, ni quiere hermanarse, ni ser
la horizontalidad como horizonte
intelectual. Quiere aprovecharme. AprouecIia~*m i pri-
vilegio no para que Izable por ella -el peor error de
¿El filósofo no será quien entiende siempre toda la izquierda- sino para que hable sobre ella en
(y entiende todo) pero no puede escuchar o, más precisamente, un lenguaje que la excede: el del estado, el de la po-
quien neutraliza en sí mismo la escucha.. . ? lítica. Ese, y no una cínica postura de conmiseración
Jean-Luc Nancy disfrazada de etnografía e-xperimental, es el deber del
inteilectual con el sz~balter~to.
Saber usar el privilegio
Mi opción teórica, siguiendo a Spivak o Chakrabarty, indica que para hacer u n a denuncia en el lenguaje de la le-y, en el
no hay posibilidad alguila de u n "rescate", recuperación o cele- lenguaje que tiene fuerza. Y eso es hacer teoría política
bración de algo que esté "fuera" de la modernidad (una tradición (Spivak. 2008: 84).
otra, una epistemología otra). Si buscamos ese "terreilo encanta-
do" de la tradición con sus vigilantes acérrimos y representantes Asumir el privilegio epistéinico no sólo es una manera de decir
(el indio, la etnia), corremos el riesgo de volver a arrojar a l su- "aquí está el intelectual que habla desde un lugar valorado y au-
jeto subalterno fuera de la historia, nuevamente, y esta vez con torizado" sino ejercer también el potencial político de esa asun-
las mejores intenciones. La "entrada y salida" de la modernidad ción que no es, insisto, hablar por, sino escuchar:
implica menos una estrategia posmoderna que una forma histó- La promesa de justicia debe hacerse cargo no sólo de
rica de habitar tiempos diferentes, jerárquicamente valorados. la seducción del poder, sino también de la angustia
Don Efrén no recordaba el trenzado a la vieja usanza porque de que el saber deba eliminar la diferencia, así como
había dejado de ser valor de uso e n su entorno, no tenía espacio l a différance, de que L L m
~ u n d o totalmente justo sea
en el saber, pertenecía a la memoria-estampa que 110 preserva imposible, siempre diferido y diferente de nuestras pro-
los procedimientos: el 110 era el guardián de ninguna puerta al yecciones, ese elemento indecidible ante el cual debe-
mito de origen, de ningún encanto que paliara la nostalgia arcai- mos arriesgar la decisión de que podemos escuchar al
zante del capital en los tiempos modernos. E n todo caso, era un ro (Spivak, 2010: 202).
sujeto histórico. Por eso trabajo más bien con las perspectivas
que toman a la decoiistrucción como camino heuristico (de ahí a r al otro no es una facultad, una intención, ni una ca-
también, por supuesto, la predilección por Spivak y su diálogo pacidad orgánica, tampoco es una práctica ajustada a la teoría
con Jacques Denida dentro del canon filosófico europeo). En de las voces o a las etnografías del habla: debe ser una decisión
este sentido y de cara al trabajo de campo-registro-escritura. Política. Cuando digo política intento hacerme eco de la propia
pienso que es necesario asumir el privilegio epistemalógico Y advertencia de Jacques Rancikre (1997): la política nace del des-
trabajar a trav6s de él. acuerdo y de un desequilibrio que debe njustarise entre logos y
LOSestudios de subalternidad vinieron a "desenmascarar" un ruido. Hay quienes sólo hacen ruido (o mejor dicho, de los que
supuesto intocable: el de que nuestro conocimiento produce un 5610 se escucha ruido). Porque su voz (por supuesto, no como to-
"cambio" en la inmediatez de ese "otro" que aborda. Empero, la nía sino como lexia) no es audible.
academia habla desde un lugar de autoridad, Y ese es el punto PuntuaIizamos dos cosas sobre la escucl nero, la falcn-
cIave que debe "explotarse adecuadamente" ( S ~ i v a k2000).
, tia de la teoría de las voces (Bidaseca, 20 :entra en que
pretende la transparencia de la tonia como si todo acto de habla
garantizara el performativo. La teoría de la perf'ormatividad no HSrelaciones de fuerza que nunca pueden producir una única y
011 idirnensiond forma subjetiva: algo como "el" oprimida oculta
registra la contraparte de la performance y del acto-autoridad. condiciones obtusas en las cuales un acto de opresión se pro-
la escucha. Esto no debe entenderse como "la recepción" las
duce Y se habita (esa crítica tan feroz de Foucault sobre la figura
corno u n contrato simbolizado que antecede a las voces. Hay
voces que no producen acto de habla porque no pueden garan- tn*rxista de "eY' obrem, y que Spivak no le perdona que después
. usado y reproducido en su famosa entrevista con Deleu-
l a h aya
tizar las condiciones sociales de la escucha. Segundo, e n tanto Ze)-9 Claro que no usé este término ingenuamente. Aparece e n l a
decisión política la escucha es contraparte de la mirada corno lexia de don Efrén.
instrumento domesticado de la superficie, como ese manto que
escruta intentando desnildar. La escucha no es un acto neutro Nos llantan los oprimidos. Eso decía u n libro. Qué
ni de condescendencia ni de horizontalidad como ficción entre fea, kno? Me suena a "los aplastados': Ya me
iguales. Propongo que metodológicamente usemos la imagen de quedé triste cuando l a leí. tanto vinieron a ver y a
la escucha como u n registro de la diferencia. quedarse pa' sacar esa. conclusión? Pero la otra vez
En este punto debemos desnaturalizar la fascinación dialógi. cuando vino el diputado este.. . el que ganó, el radica,l.
ca que ha confundido a veces la lógica impecable de Bajtín con un Yo le dije: "Oiga, es que acá somos oprimidos". jjUy!!,
vaciamiento de sentido crítico en la vulgata habermasiana. Si el no sabe cómo me miró y nze abraz6 y m.e dijo: 'Eso se v a
primero proponía el dialogismo e n todo discurso (como el registro a acabar''. Y y o dije: "Y, bueno, sera que hay que decirlo
polifonico que marca cualquier texto donde la voz de la alteridad así. Pero yo ...ojito, yo sojJtejedor. Y verserci [se ríe]':
está presente e n mi discurso) eso no puede nunca traducirse en
la transparencia del diálogo como la ponderación de argumentos "Vmero" adquiere en el contexto argentino el doble sentido de
desde el horizonte de cada sujeto, porque la diferenciación an- "hacer versos" y de hablar "puro verso" (pura mentira}. Esa li-
tecede a la capacidad de hacerse audible. Quiero decir, hay una minalidad era una estrategia siempre usada conmigo. Habitual-
estructuración de la capacidad de semantizar, y es una estruc- mente Efrén tenía ese manejo del lenguaje en el límite, y hacía
turación históricamente producida y metamorfoseada: l a que
establece que el indio, el desplazado, el indigente, el migrante,
no exponen can cartas sin marcar (o el "código transparente" del
lenguaje) ante los agentes del Estado o los intelectuales o la "so- En la entrevista con Deleuze, titulada "Los intelectuales y el poder", que
se reproduce en La niicrofisica del poder, Foucault usa las figuras de "el"
ciedad política" o, incluso, ante !os militantes o los "agentes de obrero y "un mao" para hablar de cómo reaccionó frente a las interseccio-
cooperación". A su vez, la mujer migrante. la mujer desplazada o nes entre deseo, poder e interés, después de 1968. Para empeorarla, De-
la mujer india, como bien mostró Spivak, está doblemente suje- leuze coiitesta que "la realidad está en lo que pasa en una fabrica". Estos
tada a las cartas marcadas del lenguaje de s u propia comunidad sintagmas son usados por Spivak e n "¿Puede el subalterno hablar'?" para
mostrar que Foucault seguía operando con un sujeto soberano (por iiiás qur
que la subalterniza, además de1 Estado, las agencias de coopera- siempre haya preconizado lo contraria) sin deterniinaciones geopoliticas
ciOn y los "terceros" sectores. (o sea, sin poder pensar que un obrero francés, o un obrero mexicano, en
Con esta misma sensibilidad que propone habitar la tensión. el que media la racialización y el acontecimiento colonial, jamas pueden
tal ves debamos dejar de hablar de los oprimidos para poner el estar atravesados por la misma elaboraciiin ni capacidad de reacciói~).A SU
vez. argumenta que DeIeuze asumía una "fetichización de lo concreto" (por
acento e n la opresióin, esa forrnalización de un acto que se ejerce más que siempre haya argumentado en su contra) (Foucault, 1976: 77-86;
sobre cuerpos y comunidades. y volver a la idea foucaultiana de Spivak, 2003).
que yo me sintiera simultáneamente conmovido, incluido y bup. [...] los tinicos que pensamos que los oprimidos resisten
lado. Esa liminalidad de su discurso -hoy lo percibo en la dj,. veinticuatro horas al día, somos los intelectuales. Se
tancia física y temporal- era un ejercicio perfecto de la hibridez necesita muclzo más que resistir para ser un campesi-
discursiva (hablar en el otro, con el otro. contra el otro, con las no acosado e n Nigeria: se necesita coraje, creatividad,
voces del otro en uno, todo en un mismo acto de habla). capacidad de negociación con las autoridades y u n tra-
Para decirlo en términos de Bajtín. e11 el discurso de don Efrén bajo mimético para hablar s u mismo lenguaje. La vida
estaba yo (mis expectativas, mis límites. mi autoridad como ac,. cotidiana es pura cultura política, no es n i n g ~ i ncola-
démico y mi desconocimiento siempre abismal de su historia, de boracionismo fdcil, ni resignación, ni conciencia para
su vida y de sus urgencias). Por eso propongo asumir y explici- sí de algunos elegidos (Mamma. 2004).
t a r en los procedimientos de escritura, eso que se excluye en la
fabricación de la evidencia. el lugar que habitamos: el del privi. Decidir, decíamos con Spivak, apiinta a una capacidad y un
legio que condicioi~ael diálogo. No lo anula, ni lo obtura, pero la capacidad de optar y el riesgo del equívoco. Ambos
lo marca. A esto llamo ser capaces de ejercer la escucha como ineludibles. Decidir políticamente implica habitar la diferencia,
un registro de la diferencia: entrenarse en la complejidad para no romantizarla, trabajar con y a travks de la contradicción, in-
escuchar la hibridez y su dimensión política, no ocultar lo que se terpretar el ocultamiento y la estrategia liminal del subalterno,
oye cuando esto contradice y torsiona eso que suponíamos de un comprender y registrar el desliz en una entrevista. la reproduc-
sujeto que resolvía fácilmente nuestras inquietudes académicas ción en una historia, el olvido premeditado en una clave. Es-
sobre identidad. cultura y poder. Tampoco domesticarlo en el cribir probleináticamente lo que estamos obligados a habitar,
formato del escrito académico que en el ropaje del dato limpio decía Spivak (2003): y escribir la complejidad instala una fisura
omite sus condiciones de producción. Metodológicamente, creo en el discurso de lo mismo, permite comprender que la lección
que la horizontalidad como potencia está contenida en su eti- central, si hubiera, se encuentra en el proceso de fabricación del
mología: es horizonte ejercido, explicitación y denuncia en los discurso subalterno, eil el reto de hacer una historia, una antro-
procedimientos de escritura. pología o una sociología sin garantías, como nos enseñara Stuart
Esto exige un cuidadoso trabajo de vigilancia para poder ex- Hall (2003): sin estatizar la voz del otro, sin pretender haber lle-
plicar la complejidad de habitar las asimetrías, sin simplificar gado a "escuchar y registrar" eso que estaba perdido. Se trata,
la escena o romantizar bajo nuevos ropajes la esperanza (terri- creo, de tener la humildad de escribir sobre una conversacióil
blemente opresiva) depositada en "el pueblo". Digo esto porque que produce sentido y significación en el momento mismo de su
se repite la creación de un sujeto sujetado por nuestros deseos. ejecución, atravesada por la fuerza de las relaciones que asumi-
proyecciones e insatisfacciones políticas: ahora pareciera que el mos y a las que no podemos (por más que sea nuestra intención)
subalterno tiene el deber de preservar lo que la historia moderna hacer epolzlté y suspender. Esto implica una trasformación me-
metamorf'oseó (la "tradición", la "identidad". la "espiritualidad"): todológica del trabajo con la evidencia, porque habrá que inter-
y por si h e r a poco resistir. resistir siempre y a cualquier cos- poner eil el proceso lineal de "cita de campo- interpretación del
to. En primer lugar, diría que el resultado de esperar encontrar autor", todo lo que hay del investigador en el campo mismo, todo
la "preservación" de cualquier patrimonio, es volver a poner al 10 que Ef'rén sabía de mí (y de mis determinacioiles: académico,
subalterno fuera de la historia que es contingencia, cambio jr di- de la pampa, nieto de ininigrantes europeos, marcado por la di-
namismo. En segundo lugar, me sumo a las palabras de Amina ferencia colonial en él). Pero rara vez los autores incluimos esa
Manlma: dimensión.
Hace poco tiempo. una colega antropóloga llevó a su hijo de Reflexiones finales
un año a su trabajo de campo en una zona alejada de la Argen-
tina, con un grupo indígena de la selva del Chaco. Le pregunté tardes puehlerinas de Quilino, Efrén me habia dicho:
cómo había registrado lo que la comunidad indígena pensaba de En
su niño y de sus juguetes, de sus modalidades de crianza y sus Don Bisclzoff [el historiador oficial que yo entendí que
ritos de interacción. Me miró extrañamente y me dijo: "Ése no reproducía] nos trajo su libro una vez. Aprendí m u -
era mi objeto". En mi propio caso, yo abandoné las memorias clzo elz.. . no crea. Todo eso que yo no sabía de mi pro-
de Efrén porque allí "no estaba" eso que habíamos construido pia gente. Pero eso otro que usted busca es demasiado
como argumento comprobable. Y sabemos que en estos casos, la nuestro y a d e m h , demasiado perdido, o no sé, dema-
falsación errada de una hipótesis no conduce a la "superación" siado clzarnz~scadopara C O I I ~ W IQuédese
-lo. con el libro.
del paradigma: amenaza contra él y eso es lo que estamos cada
vez menos dispuestos a aceptar. En lo personal me llevó diez La última oración que resalto me sonó siempre a una sentencia
años comprender por qué Efrén no era un indio-estampa como &ra, aunque implícita: no les vanlos a facilitar que ustedes y el
la historia-disciplina lo requería. y por qué sus inemorias comu- Estado nos adosen otra etiqueta más y nos designen una nueva
nitarias no existían sino hibridadas y mediadas con la historia estampa en la historia de la carencia: no modernos, no terrate-
nacional: en aquel entonces no pude pensarlo. nientes, no pampeanos (las negaciones de la historia nacional).
Creo que el borramiento del autor y de las condiciones de pro- Quédese con el libro fue siempre para mi la muestra de los pro-
ducción del encuentro con el subalterno no permiten comprender pios límites del trabajo académico, donde lo más sensato es re-
cuánto de esas condiciones construyen la posibilidad de signifi- conocerlos y trabajar ética y políticamente a través de ellos sin
car. Esos borramientos son tan peligrosos como la delación del pretender anularlos; desanudando las complejas hibridaciones
objeto estudiado: Efrén, por supuesto, no se llama Efrén. Como de fuerza y asimetría que esconden. Me dijo "eso que usted busca
la regla de rigor exige para preservar la identidad de potenciales está demasiado chamuscado".
perjudicados, los nombres han sido cambiados. Pero también el Chamuscado: viciado, corrupto, habitado por la duplicidad. Yo
autor y su proceso de labor con lo contradictorio y dual se borran buscaba las inemorias del subalterno y fue él quien me dio la
del reporte de investigación. y eso debe restituirse en un traba- respuesta: eso no existe como tal. Quédese con el libro, o bus-
jo horizontal. Debemos ser capaces de escribir sobre el proceso que otra cosa. Quédese con el libro o busque historizar cómo es que
de trasformación de la investigación desde las propias torsiones ya no somos tan distintos, nomás pobres. O cómo es que en la
que introduce el investigado, incluso cuando eso aparente violar universidad "sirve" la tradición y la estampa exótica del sana-
los estatutos de cientificidad en términos de "campo", "primera virón vestido y en piso de tierra (y para quiénes, y por medio de
mano", "interpretación". Justamente porque la condición pos- qu6 procesos de autorización). O por qué y para qué me presento
colonial nos ha enseñado que no existe primera mano sin una como "el oprimido" ante el diputado y como "el indio" ante el tu-
historicidad que antecede cualquier "recolección", más allá de rista, y por qué eso es hacer política habitando la historia. Fue
la metáfora naturalista que la metodología cualitativa sigue uti- don Efrén quien me reveló el método para comprender el "recur-
lizando. so a la cultura" en contextos de extrema desigualdad como los
que habitamos.
11. En diálogo:
conflicto y reciprocidad
en el campo
Capítulo 3

Notas para construir


metodologías horizontales
Srarh Corona Berkin

En un programa de la de Londres1 que data de 1984, se


BBC
muestra una crítica especialmente significativa a la antropología
Y, en particular, a Margaret Mead. Durante esta emisión apare-
cen pobladores de Pere y hfiunai, quienes eran jóvenes durante
las estancias de Mead en la isla de Manus, y que en esta ocasión
toman la palabra y llevan a juicio a la antropología. Utula Sama-
na, autoridad de la provincia de Morobe, dice:

El occidente tenía la escritura [...]salieron a estudiar y


a escribir sobre las llanzadas culturasprimitivas. Pero
la antropología no es el conocimiento del ser humano,
es sobre u n ser Izzcinano o un grupo que se iluelve ob-
jeto de estudio de otro ser humano. Esto deshunzaniza

1
"Anthropology on trial", RBC, Public Television, 1984.
nuestras relaciones, no las CWnpre~de(traducción de Mi trabajo, si bien coincide con la antropaIagía en el interés
la autora). conocer al otro, difiere en el objetivo de la investigacibn y los
por*todospara hacerlo. Mi punto de partida tiene que ver con en-
Una estudiante de antropología en Inglaterra, originaria de pa. rne
mejores fomias de vivir juntos a partir de la expresióii
púa Nueva Guinea, narra en el mismo programa televisivo: de la diversidad en términos de igualdad. Por tanto, lo que hago
interpela a la antropología desde la comunicación, en otras pala-
A veces u0.y a la biblioteca y leo libros y luego pregunto bras, me aboco al estudio del otro desde una reflexión política. El
ctlprofesor si puedo explicarlo desde el entendimiento de e,e que define mi proyecto tiene que ver con la forma de enunciar
mi comunidad. 01% no, dice, tienes que leer los libros. y desde el lugar propio.
lo
Yo me disgusto. iPor qué? S i esos libros lzablan de no- En cuanto a mi interés por vivir mejor eil el espacio público,
sotros desde fuera; ipor qué no puedo hablar desde mi también me distancio de los multiculturalistas y de las perspec-
propio conocimiento? tivas interculturales, pues me inquieta que el centro de la discu-
sión sea la existencia de múltiples culturas y no las relaciones de
Cuando los sujetos investigados salen de los libros, como en el poder entre ellas. En ciertos casos se llama la atención sobre sus
caso de los pobladores de Papúa Nueva Guinea. entrevistados 20 desigualdades y, sin embargo, se pospone u n pronunciamiento
años después de ser estudiados por Mnrgaret Mead, denuncian político al respecto, mientras que en otros, la cultura como cen-
el trabajo de la antropóloga porque se consideran engañados tro se manifiesta en la confrontación con la modernidad y el eu-
ron la manipulación individual de la información que le propor- rocentrismo, pero de igual manera se terinina por excluir a las
cionaron. También se lamentan que l a interpretación errónea y posiciones otras del debate público.
parcial de su cultura sea la que queda registrada j7 la que circula Por ejemplo, en lo que respecta al primer caso, Charles Taylor
por eT mundo y, fiilaimente, que su fama se deba a lo escrito so- (1993) defiende la opción del ieconociiniento, el respeto y la tole-
bre ellas sin que hayan percibido nada a cambio. rancia a la diferencia. Esta perspectiva defiende la superviven-
Los métodos antropológicos han cambiado y las etnografías cia de "todas las culturas" y el reconocimiento conio su garantía.
son ahora documentos elaborados desde una perspectiva moder- Así, al poner e n el centro la n~ulticulturalidadgenerada por las
na de la metodología. Sin embargo, siguen vigentes muchos de migraciones mundiales, observa que es imposible imponer en la
los problemas señalados por los habitantes de Papúa Nueva Gui- actualidad una imagen a los pueblos subalternos, por lo que ve
nea: la presencia no explícita del autor y del otro e n los textos pu- corno opción otorgarles el reconocimiento que exigen. Sin einbar-
blicadas, la autoridad de la mirada propia o el valor de la ajena, go, esta perspectiva ve a los distintos como un problema, pues ID
la responsabilidad y la reciprocidad, entre otros. considera que sus diferencias dificultan la convivencia bajo las O
P
Lo que el título de este articulo sugiere con métodos horizon- leyes nacionales. Una relacihn armónica como l a que imaginan
O
5
tales es que una forma de investigación a partir de la igualdad 10s rnulticulturalistns no es posible, en virtud de que el problema ro.
es posible. Aquí presento mi pmpiiesta de conflicto fundador y ?
no es el reconocimiento a sus culturas en los aspectos más ino- 5
explico cómo me hago cargo de Is igualdad en el proceso de in- CuOs sino que están e n juego conceptos políticos opuestos a los 3
#'
vestigación. Discuto también la autonornia de la propia mirada. O

así como la autoría dialógica, las formas de construcción de los


hegezriónicos y que se repelen. El "medio camiilo" de Taylor se
convierte en la exhibición de las culturas diversas, aisladas, sin ai5
datos y la presentación de los resultados en u n a perspectiva !'
intercambio, sin comunicación. Para Neil Bissoondath (1994). la
horizontal. Política multiculturalista en Canadá financia a las comunidades
inmigrantes con el objeto de que preserven s u cultura y tradicio. líticos (en la investigacifin y en e1 nctivismo) quedan opa-
nes. De esta manera. los recién llegados se mantienen e n guetos cados cuanda se les divide entre teoría y práctica. Sin em-
aislados de oportunidades más amplias y terminan siendo este- bargo, aclaro que si bien el trabajo investigativo que realizo
reotipos para los observadores externos. es politico, tiene que ver con el ámbito académico y, por
En la segunda perspectiva también vemos que a l centrarse tanto, no es continuidad de la "coinunicación acción". ni de
e n la posible extinción de l a s culturas diversas, se parte de Un las aproximaciones participativas con metas colaborativas.
concepto estático de cultura y esencial al sujeto (si la pierde. d q p
de ser). En el caso de 10s pueblos indigenas, se teme por su su. Llevar a l árnbiio de la investigación el principio de la praxis
pervivencia cultural h e n t e al gran bloque hegemónico, sin darse como generadora de conocimiento modifica la dirección que
cuenta que no existen culturas primarias, que todas implican un toma el proceso. Partir del sujeto en el trabajo de campo,
complejo proceso ambiguo y fluct~iantede construcción identita. pero reconocer su agencia y su discurso, considerarlo politi-
ria y, sobre tedo, que la relación entre los indigenas y la sociedad co, exige una forina distinta de enfrentar el proceso inves-
mayoritaria esta determinada por jerarquías y relaciones de p,. tigativo.
der. En ambos casos (los interculturales del respeto y los del a i s
lainiento) no se supera la tiranía de un centro estático, es decir, De l a crítica hecha a los esencialisinos culturales -que
el de la modernidad. o bien para reforzarlo o rechazarlo. son la base del respeto a las diferencias e n las perspec-
Frente a estos enfoques, en los que grupos sociales y sus cultu- tivas interculturales hegemónicas-, parto del entendido
ras "nacen distintos" a los "normales" y preexisten a la discrimi- que no hay epistemologías originarias que rescatar, ni dar
nación, propongo que precisamente esta última construye a 'los voz o hablar por los que de esta manera se vuelven meta
que son camo uno" y también al otro, al diferente, al excluible. exegética de la investigación. Las esencias culturales son
En otras palabras, no es un problema poner en el centro a las construcciones discursivas hegemónicas que persiguen cla-
culturas, admitir que son distintas y buscar formas de tolerancia sificar, jerarquizar y excluir a los considerados "natural-
y aceptación o de protección y aislamiento. No se discrimina a mente" distintos.
ninguna cultura por ser diferente sino que es la propia discrimi+
nación que construye estas diferencias al nombrar a los "diferen- En torno al diálogo rescato su impulso político. Producirlo en
tes" y caracterizarlos (el indígena es auténtico, el migrante es igualdad 110 es encontrar "zonas de contacto'' (Pratt, 1997),
ilegal, el homosexual es pervertido. el negro es erótico, etcétera). pues desde esta perspectiva se entiende l a hibridez, pero el
Cuando se nombra al otro desde una posición hegemónica, la di- contacto no se resuelve, l a diferencia sigue irresoluble, los
ferencia s e construye en oposición a la normalidad y se excluye distintos siguen excluidos. En adelante, por diálogo entien-
del espacio público y la política. do con Mijaíl Bajtin (2003a), la posibilidad de entablar co-
En síntesis, mi posición frente a los métodos horizontales debe municación entre los distintos. Porque cuando los oyentes
s u sustento e n los siguientes planteamientos: se vuelven hablantes y éstos oyentes, el diálogo implica un
espacio en el que los interlocutores producen algo diferente.
De la "comunicación acción", que se desprendía de los mo- Acabar con una voz "legítima", termina necesariamente con
vimientos convulsos de los años 1970. y de la certeza que la "ilegítima".
política y teoría no se podían separar, heredé una visión Producto de lo anterior, y adeiniis confrontada en previas
alternativa de la investigación. Aprendí que los efectos po- experiencias a la clara exigencia de reciprocidad por parte
de "mis investigados" que me han en repeti- utonomía de la propia mirada
das ocasiones: ''¿Y qué nos vas a dar a cambio de que asin-
tamos que nos investigues?", he buscado en la práctica y la Kn investigacibn social, ¿Quién nombra al otro? ¿Cuál es la
teoría explicar las relaciones entre los distintos, Mi traba- articipacibn del otro en la construcción de su "propio nombre"?
P
jo se enfl-entia con lo anterior e n diálogo y conflicto con la mento que para conocerlo como desea él mismo ser conoci-
participaci6n permanente de los wixáritari.%as categorias do, no es problema del investigador "haber estado allí" el tieinpo
con las que trabajo delimitan necesariamente lo que me para conocer a "su" comunidad, ni tampoco requiere de
es visible, dan un orden a mi actividad y provienen de la mayor "objetividad" O "reflexividad" de su parte. Durante mucho
teoría. Los wix6ritu.ri corlfrontan este saber occidental con tiempo se pensó que si se borraban las marcas de la implicación
sus propias estrategias de comunicación y política. personal, se producía una investigación científica y un conoci-
miento objetivo del otro. Pero esta postura no toma en cuenta la
No se trata de u n trabajo disciplinario de fronteras rígidas, ni unidireccionalidad del proceso de investigaci6r-i que finalmente
tampoco uno interdisciplinario en el que se suman y yuxtapo- termina por nombrar a l investigado desde un lugar ajeno y sin
nen apuestas teórico-metodológicas dispares. En u n intento por considerar s u propia mirada.
incorporar Ias voces y miradas (ajenas y propias) he desplazado Con "autonomía de la propia mirada" me refiero a la facultad
los conceptos convencionales de Ia antropología, la sociología y de expresar eI ''propio nombre" desde lugares y formas diversas.
el discurso, para construir una dinámica que permita responder Nombrarse a sí mismo se refiere a la creación de un discurso
iCómo incorporar las miradas del investigador y el investigado que otorgue una identidad propia frente a la etiqueta dominan-
para conocer al otro y además reconstruir el régimen de comuni- te impuesta históricamente. Uso el concepto "propio nombre"
cación entre los iguales? para referirme a la construcción que los otros desean hacer de
sí mismos frente al apelativo impuesto en el espacio público. Es-
tos últimos, los "nombres correctos" construidos unilateralmente
Precauciones metodológicas desde el poder, marcan jerarquía y valor. Pierre Bourdieu (1984:
163) titula su articulo "La 'juventud' no es más que una pala-
Con este objetivo he ido construyendo algunos términos, entre bra" para decir que esta "etiqueta" construida desde el poder,
ellos: la autonomía de la propia mirada, el conflicto fundados, la limita artificialmente una etapa social. Como consecuencia de
igualdad discursiva y la autoria Entre uoces. este rango de edad prefabricado, Zeyda Rodríguez (2010) mues-
tra cómo se limitan las posibilidades de trasformación y rebeldía
a la "juventud". "a una etapa f ~ ~ g a zCon
" . "autonomía de la pro
~ i mirada"
a busco e n la investigación los apelativos que los otros
' Los wixáritari (wixásika en su forma singular) son uno de los 64 pu~bloa
iiidigenas que habitan en Méxicu. Su lengua materna pertenltxe a la fB-
milia uto-azteca. A partir de 1985 se inició la forma actual de escribir su
idioma. Monolingües en wixáiika san 15.5%de sus miernbm, de los cuales comunica la coinunidad con la cabecera municilial fue inaugurada en 1998, la
hombres son 9.9% y mujeres 20.8?4. Habitan en los estados de Jalisco, Na- electricidad se instaló en 2009 y el drenaje está pendiente para 2012- rigen
yarit y Durango, organizados en tres comunidades (San Sebastián, Santa Con un dohle sistema político: el que responde a las autoridades tradicionales
Catarina y San Andrés). en un territo~iode 1 100 kilónietros cuadrados, de Y el que atiende las leyes estatales y federales. Los mexicanos conocen poco
10s 90 000 que reclaman conio t i e ~ r a propias.
s Un 3% son tierras de culti- la cultura de este pueblo y más bien recsnwen la iinagen que los medios nia-
vo, 44% pastizales y 52% boscoso. L,a p r i n i ~ r acarretera de terracería que sivos han construido.
construyen como propios en el proceso. Queda claro que 10s "pro. éticamente su acei6n. En estos casos el "informe de
pios nombres" no se construyen sólo en oposición a las etiquetas investigación" que contiene las interpretaciones y soluciones a
hegemónicas sino que están en diálogo con éstos. los problemas observados cumple así con una demanda virtual.
La "autonomía de la propia mirada" tiene que ver con el hecho Aunque ahora muchos científicos sociales son cuidadosos duran-
dialógico que se produce entre el investigador y el investigado trabajo de campo, la investigación sólo ratifica la asime-
te
donde el oyente y el hablante toman turnos y traducen lo propio tría de la intervención. En este tipo de intervención y demanda
y lo ajeno para construir conocimiento propio y sobre el otro. E, explícita, las categorías. las identidades de los participantes,
este sentido, nadie entra a la investigación con una autonomia el destino mismo de la intervención ya están integrados a los
anterior, esencial, originaria, sino que cada uno, investigador e mecanismos hegemónicos que definen la situación "científica".
investigado, se embarcan en un proceso para encontrar conoci- ~1 hecho misino de construir un objeto de estudio considerado
miento a partir de un juego de espejos, en el que cada uno se LLCOrre~t~",en una teoría correcta, para una disciplina dada, deli-
reconoce por la mirada que el otro, en una situación horizontal, mita y excluye lo que no está contemplado por ella. El objeto de
le devuelve. Esta "autonomía de la propia mirada" implica que estudio al ubicarse dentro de una teoría para que sea "u11 buen
al mostrarse ambos, uno frente al otro, se dicen quiénes son a objeto de conocimiento" forzosamente reproduce una relación de
diferencia del "yo digo quién eres tú" del investigador que no es dominación (Bhabha, 2003: 94-106).
horizontal. Por su lado, críticos radicales de la intervención, como Ray-
mundo Mier (2002), cierran las puertas no sólo a la investigación
sino a la posibilidad misma de ejercer la igualdad. En esta pos-
m1 cvnflicto f u n d a d o r tura se abren dos caminos con la intervención: o el investigador
reconoce el servilismo e intenta volverse uno con la comunidad
Aquí discuto la violencia de la intervención, argumentando que o se da el recrudecimiento de su identidad y la afirmación de sus
la demanda y la intervención son las condiciones para crear la- normas y su saber. Para este autor el recoiiocimiento de la in-
zos de reciprocidad y horizontalidad. Sin embargo, aclaro que la tervención sólo puede confirmar y apuntalar el orden canónico.
estrategia de la demanda también tiene un peso importante en Mi posición frente a la violencia de la intervención es distinta.
la negación del hecho de intervenir. Muchos estudios colabora- Primero, el universo normado al que se refiere Mier es uno que
tivos o participativos se justifican con las solicitudes (directas se imagina normado con anticipación, con historias y rituales ori-
e indirectas) de las comunidades en torno a diversas necesida- ginarios e inalterados. En mi perspectiva, por el contrario, las
des: de educación, salud. contaminación, desarrollo económico y culturas no son puras, ni están definidas de una vez por todas en
otras. La "demanda", para éstos, pareciera mitigar la violencia una especie de eseccia original. Sus historias están en movimien-
de la intervención. to, son contradictorias en ciertos momentos, siempre dinámicas.
Toda demanda en estas situaciones, como encubridora de la En mi investigación no hay epistemologías indígenas puras, ni
intervención, genera jerarquía en las relaciones: uno sabe, el otro mi objetivo es dar voz a un saber "auténtico" indígena, sino más
no. Aún en las investigaciones en las que se exploran "resultados allá de celebrar la diversidad, intento, a partir de mi intervención
conjuntos", el mismo punto de partida (la demanda) aniquila la corno conflicto generador, construir oportunidades de igualdad
igualdad de los actores. discursiva para que cada quien se exhiba como desea hacerlo.
Existen otro tipo de estudios académicos en los que no hay Existe otra forma de aproximarse al otro y es la que he bus-
una demanda explícita y el investigador tiene problema para cado explorar en mi trabajo de los años recientes con el pueblo
wixárika. La demanda o s u falta explícita no han sido el fp, pero la igualdad también es una ficción utilizada por el Esta-
no para construir conocimiento. He partido del supuesto que 1 el M e r , los sujetos son animados a alcanzarla a partir de
demanda está siempre presente e n las relacioiies humanas: 4 do Yuestas oportunidades y dejar de lado el verdadero ejercicio
la amistad, el amor, el trabajo. la vida en sociedad. eh sUP olitica. Se espera que el sujeto individual, con capacitación
E n otras palabras, todo contacto social implica un confiicto de la P
para el trabajo moderiio, compita por el ascenso social.
fundador. Pero éste, me queda claro, puede estar al servicio del
proyecto civilizatorio, o bien a partir de métodos horizontal Sin embargo, esta estrategia lejos de apoyar la igualdad, pro-
llegar a la autonomía de la propia mirada. Más aún. el confiin0 es, niueve que todos y uno por uno sean absorbidos por el sistema
y que la diversidad se esfuine en el mercado. El de-
fundador es condición para crear el lazo de reciprocidad. bate público. la participación política de los diversos, las voces
Eii este punto reconozco la demanda e n la relación entre ,l m ,íltiples m n respecto a los asuiitos públicos, pasan a segundo
interventor y el intervenido. Yo les demando y ellos a mi. En mi término frente a la necesidad de "volverse igual". Es claro que a
caso, impartir clases de español me ha asegurado 15 años de las metodúlogias horizontales no les interesa la igualdad que
coiitacto ininterrumpido con la Sierra Wixárika. Desde el prin- desvanece o calla las diferencias sino la que es condición para
cipio las autoridades tradicionales ulixáritari decidieron que mi
labor de profesora podía asegurar la asesoría a los maestros de E1 arreglo que hemos establecido entre la comunidad wixárika
s u escuela secundaria bilingüe. Con u n buen manejo del len- y yo desde hace 15 años podría sugerir la práctica del don, con-
guaje consideran que no seráii engañados con textos escritos cepto complejo que se ha estudiado en relación con las comunida-
y podrán hacer s u s reclamos a las autoridades iiacionales con des tradicionales. Para Marcel Mauss (2004), el don es un ritual
mayor validez. Así se negoció u n pacto: yo compartiría mi sa- que asegura la supervivencia de éstas. Como gratuidad, que no
ber lingüístico y sobre "el correcto acomodo de las palabras", es del todo gratuito y que tiene coino fundamento la reciprocidad
y ellos permitirían que visitara su comunidad para realizar con prescripciones y prohibiciones obligatorias, tiene reglas de-
investigación. terminadas en cada cultura.
La intervención como conflicto fundador es político y tiene que ApIicado el concepto de don. hay una tendencia al economismo
ver con no ocultar o anular las formas y saberes propios para del t6rrnino. En las sociedades modernas, el don se quiere ver
conocerse a si mismo en el diálogo con el otro, para ejercitar la como un efecto de mercado o lugar donde se enfrentan y armoni-
igualdad a pesar de la diferencia, para poner a prueba el vinculo zan los intereses. Claude Lévi-Strauss encuentra que los natu-
horizontal y permitir que se expresen las propias necesidades rales, así como las sociedades modernas, practican esta forma de
y las ajenas, se enfrenten los conflictos y se encuentren formas reciprocidad para ocultar la jerarquía social, la endogamia y la
nuevas y negociadas de vivir juntos. exdusión (Levi-Strauss, 1992: 172).
Pero aplicar el don como forma de relación mercantil, econó-
mica O de red social entre investigados e investigadores no aclara
Igualdad discursiva las relaciones confusas que se construyen en el trabajo de inves-
tigac16n. Difícilmente se puede equilibrar a partir del don esta
Ahora bien, a partir del conflicto fundador, ¿cómo se instaura la relacien que en u n priiicipio fue una forma de intervención o con-
igualdad? Ésta es asunto central para imaginar métodos hori- flicto fundador.
zontales. No en vano se le piensa desde múltiples perspectivas Tanipoco aplica en nuestro caso el don como creador y aliinen-
corno meta para la perfecta vida eil común. tadar de lazos sociales. E n mi caso, siendo extranjera a la comu-
nidad, no hay un interés por integrarme sus y coiivertip,
me a su sociedad. Si el don en teoría propol-ciona un mínimo de gB t i v a que
~ tracen un camino hacia la autonomía de las miradas
propias. En nuestro caso, producir ese diálogo es vacilante, im-
igualdad y proporcionalidad en una relación puramente desigual
en el caso de la relación mestizo-indígena, que es una relaejó{
históricamente de dominación, no se resuelve en un intercambio
,,
Plita enfrentar el conflicto que se genera cuando las condiciones
construyen para que el diálogo se dé horizontalmente. Y es
4 cuando los distintos se expresan en un espacio de igualdad
directo. Entre los wixáritari, los extranjeros son mantenidos a la discursiva, la tipologia de encuentros se caracteriza más por el
distancia. Se prohíbe a cualquiera no indígena habitar de forma que por el a ~ u e r d o . ~
fija en su territorio y está tajantemente prohibido casarse con un En otras palabras, estos espacios de igualdad no están allí
no indígena. De hecho, la falta más castigada en el "otro mundoe3
es "tener relaciones con animales y mestizos" (Salvador y Corona, Para rescatarlos; si se buscan, no se encuentran. Por ello es más
común hacer investigación sobre la base de l a desigualdad,
2002). Desde el momento en que no se quiere hacer del extranjero pues esa se halla por todos lados. De esta manera, la igualdad
un aliado, no interesa y, por tanto. no se conoce una forma de par- necesaria para el dialogo hay que ejercerla, instaurarla. Como la
ticipación a partir de una reciprocidad como la del don. entiendo, la igualdad discursiva no es u n término antropológi-
Mi relación de investigadora en la Sierra Wirárika es recípro- co sino político, y se tiene que ejercitar por voluntad. Soy yo como
ca, pero no se define económicamente, ni crea un nexo simbólico investigadora quien instaura un orden de igualdad discursiva
para integrarme a su comunidad, ni se guía por rituales propios. para pivducir conocimiento conjunto.
En la propuesta metodológica que propongo, desde un vínculo
creado a partir de la exposición explícita de mis objetivos y de
sus necesidades, aparece una posibilidad de que mi intervención Autoria Entre voces
tenga como finalidad la autonomía de las propias miradas. Con
transparencia y de f'orma directa, ambos planteanlos nuestras Ésta es parte del proceso investigativo en dos momentos. La
metas, inquietudes, problemas, necesidades. construcción misma del objeto estudiado, sus inétodos, conceptos
Este es otro sentido de la igualdad y es el que nos interesa. y técnicas son, por lo regular, autoria del investigador. Él eli-
Tiene que ver con lo político como espacio donde dos procesos dis- m
je construir desde sus conceptos teóricos o desde su experiencia 3
tintos se conjugan: el de las políticas públicas y el de los procesos empírica la forma en que realizará la indagación. Después se 0
2
de emancipación (Ranciere, 1995). Frente a los "nombres correc- vuelve u n traductor y productor de expiicaciones, pues se parte O
m
tos", producto de las políticas públicas (económicas, educativas. de que las narraciones del otro son representaciones que no ha- P
científicas) que otorgan jerarquía social, se generan los "nom- 3
blan por sí mismas y de que la interpretación es inevitable para 2
bres propios" productos de un proceso emancipatorio. Lo político O
construir conocimiento. a
o
será entonces el terreno del encuentro entre ambos cuando la o
Lo.
igualdad sufre un daño. En esta perspectiva, lo único universal hJ
m
político es la igualdad discursiva de cualquier hablante frente a 3
Véase la tipologia de encuentros entre profesores urbanos occidentales y 3

otro hablante. maestros indígenas wixiíritari. Los cuatro tipos de encuentros (.texto mono-
G-.
Dado que el conflicto fundador no tiene que ver con formas l6gico a partir de una voz, doble texto modificado por l a presencia del otro,
O3
,-+
armónicas de incorporar la voz de los otros sin comprometer un solo testo dialógico. dos textos monológicos sin intento de diálogo) se Y
n,
10s principios hegemónicos de la investigación, construir conoci- generaron en torno a temas del espacio público. conio la justicia. la belleza. ?'
el trabajo, la salud, la educación sexual. etcétera. Consultai Corona ct d.
miento mutuo tiene que ver con establecer condiciones investi- (2007).
Frente a esta práctica, la autoria Entre iioces supone horizon.
talidad desde el momento de construir el $fan tes escribir u n a historia sobre niños pobres y ricos (Robles,
del estudio, 3). Además se les entrevistó sobre el rnismo tema. Los resul-
De allí se desprenden conceptos y técnicas. Como primer rnomen. 200
tad
,,
fueron distintos, el mismo chico narraba en la entrevista
to, el conflicto fundador provoca el diálogo que produce investi- saber sobre las nociones económicas desde su cotidianidad. y en
gación conjunta. En el encuentro. al aproximarse al mundo d, un
SU exPresión pktica, en su cuento, reproducía la estructura y los
10s otros, mientras que éstos se inscriben eii la esfera de Sentido económicos que le ofrecían las caricaturas televisivas y
del investigador, se construye la comunicación entre ainbos. 0,
esta manera se trasfbrman las condiciones del "nombre correc. 4u, eran contradictorias con su versión de la entrevista. Esto me
hace pensar que los infPntes de la investigación conocían por
ton (por oposición al "propio nombre"), alejándonos de la relación lo menos dos géneros distintos aparentemente contradictorios.
sujeto-objeto para "nombrarnos" sujeto-sujeto. La autoría de la De 10 anterior podemos desprender que hablar en una entrevis-
investigación empieza así a realizarse a varias voces. Los obfeti. ta tiene una ferma y u n contenido, mientras que escribir u n
vos, las metas y las técnicas, se negocian. cuento requiere de u n a estructura y un formato que implica otro
En segundo lugar, enf'rentamos un problema generado por la
lengua misma. Si bien el diálogo es el motor de la investigación La manera de escribir Entre voces se confronta con las dificul-
horizontal, la lengua no posee formas sintácticas para dar cuen- tades propias del lenguaje y la escritura. El género para escribir
t a de esa conversación. Sólo es posible expresar las voces que Entre m e s no existe como tal, sin embargo, sin estar resuelto, lo
participan en el diálogo de la investigación mediante el recurso vamos formulaiido entre el diseño editorial, los textos múltiples
del discurso referido (DR),aunado al contexto que refiere (CR) o el que se producen en el proceso de la investigación horizontal y
autor (Voloshinov, 1976). el diálogo con otros materiales, como las fbtografías. los mapas,
Entoiices, ¿dónde y cómo hacer que aparezcan las múltiples los dibujos, las cartas. La forma, el contenido y las característi-
voces de los investigadores. cada uno desde su propia voz? Según cas horizontales del proceso determinan lo que el producto ter-
Valentín Voloshinov, son dos las formas de que aparezcan las vo- minado dice.
ces de los otros: el i>i mantiene su integridad y se forjan límites Enfrentados a estos dilemas, la autoría Entre voces se ha con-
rígidos entre DR y el CR y. por tanto, se aprecia un estilo lineal. centrado en producir formas textuales a varias manos,'$ donde
Propio de este estilo son por ejemplo los discursos jurídicos y los se observa que la voz de uno es siempre frente a otro. Clifford
de la prensa que intentan mostrarse libres de la subjetividad Geertz menciona esta necesidad discursiva con respecto a 10s
del CR. La otra forma es cuando s e infiltra la interpretación y la antropólogos: "se esfuerzan por leer por encima del hombro de
réplica del autor, s e borran los limites y se produce un estilo "pic- aquellos a quienes dichos textos pertenecen propiamente". Pero
tórico", en el que puede ser más dominante el DR o el CR. En estos 10 contrario,
casos. la voz del otro pierde su valor referencia1 para volverse
más o menos decorativo o bien el CR y su subjetividad aparecen (E1J mirar tales formas coino formas que "dicen algo
más activos en el texto. La literatura y las etnografías compar- sobre alg-o" y lo dicen a alguien5 significa por lo ine-
ten este estilo.
También sabemos que los géneros discursivos marcan lo de-
cible, no sólo en la forma sino en el contenido. Este aprendizaje Vénsc en el capítulo 8 de estc libro el artículo sobre autorías Filtre uoccs dc
es temprano y viene del entorno de los hablantes. En una in- Rehcca Pbrez-Daniel.
vestigación sobre efectos de la televisión se pidió a un grupo de Las cursivas son de l a autora.
nos la posibilidad d e [. ..] que llegue a la sustancia [...] 10 expresado en la obra es o no verdadero. El autor wixúriha
antes que a fórmulas reductiuas que pretenden expli- rá
narra lo que sabe, lo que ha oido, lo que conoce. No da fechas, ni
carlas (Geertz, 1997: 372). hace referencias. ni cita otras fuentes escritas. La comunidad le
hablar en su nombre v eso asegura su relevancia y
ha
Sin embargo. en los textos de Geertz las historias de sus inve,.
tigados no aparecen desde s u propia voz frente al antropólogo y
,, autoridad.
La propuesta occidental hace referencia al mundo de la escri-
tampoco la voz de Geertz e n el discurso del otro aparece "hablan. tura. Para el autor occidental. lo que escribe es suyo siempre y
do a alguien". cuando lo valide frente a una comunidad académica. Para ello
Desde nuestra perspectiva, ¿Qué significa ser autor? ¿Qué sig. existen reglas: debe probar conocimiento y autonomía. Citar, dar
nifica "hablar a alguien"? ¿Cómo se nombra el autor desde dife. crédito a quienes lo anteceden, señalar la bibliopaf'ía utilizada,
rentes voces? ¿De que forma le otorga sentido? ubicarse en el estado de la cuestión y en el conocin~ientodel gé-
El nombre del autor no pasa desapercibido en la portada de nero discursivo, etcétera. Si no llega a respetar estas reglas será
un libro o los créditos de una película o una exposición fotográ- señalado como plagiario. El autor occidental es aval del texto, de
fica. En la cultura occidental, éste se posiciona como dueño de la veracidad de lo que se dice y de las fuentes que lo determinan;
la obra, gana dinero, prestigio o reconocimiento como creador demuestra que sabe "construir" u n a obra.
si bien es un artesano que "acomoda las palabras" y los saberes El significado de 6sta se dará finalmente entre el texto y la
de su contexto en una obra. E n el entorno de los wixáritari. se lectura. Empero, se busca en el autor la respuesta a las incerti-
cuestiona la autoría individual. Para el caso del libro Entre uo- dumbres propias de la obra. En estos casos, dentro de la cultura
ces ... Fragmentos de educación entrecultural, se discutió con los escrita, la crítica, las reseñas y las presentaciones cumplen su
participantes y se expresó la autoria de la siguiente manera: papel descifrador. Sin embargo, se espera que la obra escrita o
Los profesores universitarios, autores especialistas en su tema, en imágenes diga lo necesario para que el lector lo entienda. En
firmaron con su nombre cada capitulo, los profesores wixáritai-i, el texto oral, las aclaraciones y adaptaciones se hacen a medida
conocedores avalados por su comunidad, firmaron 'voz wixárilia que avanza l a narración. Siempre en vivo, la historia se aclara,
de Taatutsi Maxakwaxi.' De esta forma se resolvió el problema construye y modifica según su auditorio. En Nuestro libro de la
de la honestidad de los autores e n cada uno de sus ámbitos cul- memoria y la escritura (Salvador y Corona, 20021, el profesor
turales y discursivos. Agustín responde a sus detractores occidentales que no compren-
En el caso de los profesores wixáritari, el conocimiento se den del todo el significado de sus textos. Explica que sus textos
construye a partir de lo que su comunidad les ha trasmitido, y son Únicamente "corno notas" que él, oralmente e n clase o frente
ese saber será avalado pos la propia comunidad: ésta determina- a su audiencia, irá profundizando, completando, desarrollando,
roblem matizan do. Con la ayuda de los alumnos y con el paso del
tiempo sus relatos se completarán más allá de lo publicado.
6
La voz wixárika consiste en el conjunto de los diez maestros de la secun- En la propuesta Entre voces se exponen todas las voces posi-
daria Taatutsi Maxakwaxi: 'Awiekame (Peiiciano Díaz Sotero), Haiyira bles de Ia forma que se producen siempre frente a otro. Conside-
CAgustin Salvador Martíncz), Hakaima Wiviana Ortiz Enrique). Matsiwi-
ma (Graciela Ortiz Sotero). Muwieritemai (Eduardo Madera de la Cruz). ramos que si no se encuentra expiicita esa otra voz, conoceinos
Turiniiwe (Everardo de la Cruz Ramírez), 'Utsiekame (Carlos Salvadol. sólo parcialmente lo que hablan. Lo que se dice siempre es frente
Diaz), Wamatsika (Fermiil Santibáfiez Madera). Itiaina (Apolonia de la a un "tiI" y, por ello, planteamos que deben escucharse las voces
Cruz Raniirez), Iiríyiwi (Cef'ei.ii10Carrillo Diaz). en interlocución. Así, en Entre voces... Fragmentos de educación
entrecu2tural se buscó que ambas voces se publicaran de forma pia, "la voz wixárika": la voz de la comunidad. El producto de
q u i t a t i v a . El calor de la página distingue la visión occidental los métodos horizontales no pretende ser uno y homogéneo. ni
y la visión wirárika.Ambos textos están escritos e n las dos len. ,iquiera uno sólo híbrido. sino múltiple e historizado, en el que
guas. Las páginas dialogan sobre u n mismo tema y se preseiitan se observe que la voz de uno es siempre determinada por la voz
completas para ser leidas por u n lector que puede elegir el orden del otro.
de su lectura.
La propuesta autoral Entre voces se resume de la siguiente
manera: Ejemplo de método horizontal:
un viaje a la ciudad
En Entre uoces, no sólo se expresa la voz propia desde un
autor colectivo indígena sino también desde u n autor co. ~1 caso que expongo a continuación se refiere al viaje de los jó-
lectivo occidental. Sobre los mismos temas se "escuchan" venes wixbritari a la ciudad: hablaré del trayecto y su estancia en
ambas voces en relación y conflicto. Las dos autorías se re- Guadalajara7 conlo objeto de investigación construido con la
conocen. expresadas desde su propio lugar y frente al otro. comunidad de Taatutsi Maxakwaxi.
Es accidental que aquí hablemos de voces indígenas y voces Todo investigador sabe que iniciar un nuevo estudio implica
occidentales. la a~itoriaEntre voces propone poner e n juego tener u n objeto de investigación. es decir, un tema modelado por
las sabidurías, las historias y creencias de los otros todos, ciertas reflexiones y conceptos teóricos. Nuestra propuesta no
en acción, frente al otro. tiene que ver con formas armónicas de incorporar la voz de los
otros sin objetar los principios hegemónicos del proceso investi-
Ea las distintas propuestas Entre voces, se busca que las gativo. Así, construir conocimiento mutuo presupone establecer
múltiples voces aparezcan, que no se oculte ninguna; que condiciones que tracen u n camino hacia la autonomía de las mi-
sea visible la voz hegemónica, porque en los casos que se radas propias, cuestionando las herramientas de investigación
pasa el n~icrófono,se presta la cámara o el teclado, jr se que obstaculizan la tarea. De tal manera, describo u n ejeniplo de
hace como si no existiera el "facilitador", no se comprende experiencia horizontal.
precisamente la relación entre los distintos, las distintas Al principio plantee a los profesores de Taatutsi Maxákwaxi,
voces en chonflicto. anteriores coautores de Entre voces.. . Fragmentos de educación
entrecultural (2007), continuar con nuestra meta educativa ini-
Cuando todas las voces están presentes e n u n contexto de cial: crear materiales didácticos para jóvenes que incidiera en
horizontalidad enunciativa, como interlociitores que deii- el conocimiento de ciertos temas desde la visión wixkrika y la
nen el discurso y son definidos por el discurso del otro, nos mestiza. Desde mi postura, historizar la relación daría luz sobre
acercamos al objetivo político de Entre voces: la convivencia
en el espacio público.
7
Guadalajara es la segunda ciudad más grande de México con 4.5 milloiles
Si bien me interesa la expresión de los "propios nombres", reco- de habitantes. Los jóvenes salieron de San Miguel Huaixtita, s u poblado de
336 habitantes, localizado en el norte del estado de Jalisco. El viaje diiió
nozco que no hay un sólo discurso sobre la visión del mundo; 10
20 horas eri camión. pues no hay carreteras paviinentadas que f'aciliteri la
hay por familias, por generaciones, por ideologías. cada quien salida desde la Sierra Wiuárika. Estos jóvenes. además de ser primeros
ofrece otra respuesta, pero también poseen una respuesta pro- viajeros a una urbe, tarilbién eran primeros fgtógraf'os.
el racismo g la exclusibn; traducir nuestros hallazgos a u n libh
para jóvenes indígenas y no indigenas nos situaría en u n lugaI. los jóvenes necesitarían tiempo durante su estancia para
Y -
privilegiado para hacer teoría desde la práctica. realizar Compras.
-. A su llegada a la ciudad se repartieron 31 chmaras fotográ-
Sin embargo, mis interlocutores me recordaron que había mu-
chos ejemplares en bodega de nuestra anterior publicación Por ficas de un sólo uso con 27 tomas cada una. Cabe hacer notar
que en esta perspectiva las cámaras sean propias y no "presta-
10 que no veían aún la necesidad de hacer otro libro; además,
se encontraban sin tiempo para distraerse del nuevo programa das", con el objeto de que no se "preste", de ninguna forma, la
intermediaria. Se instruyó a los jóvenes e n el uso técnico
oficial, demasiado demandante -para su situación.-.
del aparato más no e n los encuadres y la estética occidental, y
Por otro lado, no podíamos desperdiciar el presupuesto con.
,e les invitó a fotografiar la ciudad como "investigadores" de la
seguido para investigar la educación intercultural. De allí que
,isma. Al final del viaje se recogieron las cámaras, se revelaron
decidimos en conjunto modificar el objeto de estudio. Para empe-
10s rollos y una copia se regresó a cada fotógrafo y otra se guardó
zar serian los jóvenes mismos quienes aprenderían con la propia
experiencia lo que significa ser wixárika en la ciudad. Nosotros como acervo para esta investigación. Al entregar las imágenes,
,e preguntó en cada caso qué pensaba cuando hizo la fotografía
conoceríamos quiénes somos los urbanos frente a ellos no urba-
y si salió como q u e ~ i a . ~
nos. La investigación se construiría sobre el principio de que se-
;Porqué fotos? A diferencia de la antropología visual, en la que
r í a horizontal y basada en la praxis.
la imagen se usa para corroborar la presencia de otros distintos
y como herramienta auxiliar para la descripción minuciosa del
campo (objetivo propio de su disciplina), y también a diferencia
El trabajo de campo en la ciudad
de los fotógrafos artistas indígenas, que si bien exponen una cara
propia, es l a del autor individual, en este proyecto se trata de
Un grupo de 31 jóvenes indigenas de entre 13 y 16 años. y
alcanzar la autonomía propia y del otro mediante sus imágenes.
seis acompañantes profesores y padres de familia también
Nadie entra al estudio con autonomías, ni purezas, sino que la
wixáritari, salieron por primera vez durante seis días de su
meta de la investigación horizontal es alcanzar la autonomía de
comunidad, en la Sierra Wixárika, para visitar la ciudad de
la propia mirada en la confrontación con otros, en conflicto con
Guadalajara.
10s diferentes.
Los maestros de su secundaria pidieron que los jóvenes gra-
Por eso las fotografías tomadas por los jóvenes wilcc;,ritari en
baran sus impresiones y llevaran un diario de campo individual
la ciudad. son una forma de decir su "propio nombre", de posar
durante el viaje. El director de la escuela y los profesores bus-
como desean ser conocidos, jóvenes modernos e indígenas a la vez.
caban aprovechar la travesía a la ciudad para que los mucha-
También nos muestran la forma en que nos ven a nosotros urba-
chos adquirieran conocimiento útil para sus futuras salidas del
nos y mestizos.
poblado. El material sería posteriormente discutido en las cla-
Ahora bien, la fotografía, por su obstinación formal de pare-
ses. Los profesores pidieron que se colocara en la agenda de la
cerse tanto a la realidad, siendo que es sólo un recorte posible,
visita a la ciudad un paseo por el zoológico ("porque quieren ver
gana fuerza con una explicación del mismo fotógrafo. Los t<extos
animales que no conocen") y alguna zona "donde la gente vive
sin agua, sin tierra para sembrar, en casas de cartón", para que
además de conocer los atractivos de la urbe se dieran una idea
La discusión más completa y las fotografías están publicadas en Corona
de cómo se vive e n ella cuando no se tiene dinero. Subrayaron
de los jóvenes como pie de foto anclan y amplían el significado y
venes fotógrafos es que su cultura se construye de manera con-
completan la narración. De esta manera, la imagen con la pala. creta e n la relación con el otro. en u n proceso dinámico en el qiie
bra de los wixáritari se vuelve una poderosa herramienta para
se integran a la propia identidad elementos que dan respuesta
nombrarse a sí mismos. Yo por mi parte. también como ''lectora"
a nuevas necesidades. Desde s u propio lu,aar no existen wixá-
de la foto y sus textos, hago mi propio discurso. Fotos. textos,
,jtari a medias, ni contaminados y menos en vías de desapa-
diarios de campo, conversaciones. permiten construir u n nuevo rición. Tal vez los wixáritari han sobrevivido los últimos 500
texto de autoría a varias voces. porque su historia es la de u n permanente mestizaje en la
¿Qué nos aporta esta fotografía horizontal? Nuestro supuesto
confrontación con el otro, y que en espacios de encuentro como
es que contribuye en tres niveles: el político, el conocimiento del
conflicto fundador, pueden hacer explícitas.
otro y el conocimiento propio. Respecto al conocimiento propio del occidental urbano, las
En cuanto al aspecto político, tomado como el lugar para solu.
fotografías nos permitieron observar nuestro espacio como es-
cionar un daño social (es decir, corregir las etiquetas excluyentes
cenario vacío. Cuando no está cargado con nuestras propias
que se otorgan al indígena), estas fotografías nos permiten ale.
historias personales. mitos urbanos y símbolos nacionales, la
jarnos de la costumbre de reconocer a un indígena en una foto.
ciudad es una infraestructura moderna colmada de cables, ca-
grafia sólo si s u traje es bordado o si aparece sembrando, tejiendo
lles, edificios, topes, fuentes. señales, semáforos, parquirnetros,
en telar de cintura o llevando pesadas cargas en la espalda. Esta coches.
imagen la encontramos entre ios profesionales artistas, cientifi- La gente ningún interés despierta y tampoco se observa la
cos sociales, periodistas, y también en los fotógrafos aficionados. necesidad de registrarla. El peatón que cruza la calle no ame-
quienes reproducen lo niismo porque es la única narración visual rita una fotografía salvo si muestra una apariencia distinta:
que conocen. "Nunca habíamos visto una persona sentada e n silla con rue-
Esa historia visual única como "nombre correcto" es incorn- das", "La señora no me interesaba, eran los tacones ...luego me
pleta. La fotografía estereotipada del indígena lo caracteriza con compré unos". "Esos se abrazaron mucho tiempo y así se que-
una esencia arcaica, vulnerable, pueril y folclórica. El peligro de daron, no hicieron nada más", comentan los jóvenes sobre sus
una imagen homogénea, es que enfatiza la diferencia, la jerar- imágenes.
quiza y excluye a estos sujetos del espacio público y la política. Por otro lado, sus fotografías realizadas con encuadres abier-
Es importante equilibrar esa foto con narraciones visuales tos, e n las que el entorno es fundamental, la ausencia de gran-
propias, que expresen otras versiones de los pueblos indígenas. des acercarnientos e n sus fotos, s u dificultad de encontrar la
E n esta ocasión, la cámara otorgó al joven fotógrafo una nueva relación horizontal 1 vertical dentro de los espacios cerrados
posición productiva: aquí se ha trasformado de un objeto, o cuan- de la ciudad, nos dejan reconocer nuestra mirada disciplinada
do más, de u n observador de la fotografía, en sujeto fotógrafo. por las pantallas y la publicidad. Nuestras fotos privilegian los
con nuevas técnicas de poder.
fragmentos de cuerpos y espacios, la estetización sobre la des-
En relación con el conocimiento del otro, las fotografías nos cripción. la ausencia de contextos y la centralidad de la gestua-
acercan a la cara que el joven wixárika desea mostrar. En sus lidad humana.
tomas se muestran jóvenes apuestos, sanos, divertidos, actua- Conclusiones
les. El placer de comprar camisetas y zapatos de tacón, tomar
refresco y comida chatarra durante su viaje a la ciudad, no los
La metodología horizontal, sin ser una propuesta acabada. me
hace perder su identidad indígena. Lo que parecen decir los jó-
permitió llegar a cuatro concliisiones:
En primer lugar, mostrar procesos y el proyecto de inves. No se trata de "devolver" una mirada desde el exterior en
tigación que se forma en movimiento. Partir de los proce. un producto terminado. Margaret Mead regresó a la isla a
sos significa no producir indagación y prueba, ni ejercer 1, mostrar la película hecha sobre Manus. Empero, su exhi-
observación para autentificar "la verdad". Me intereso por bición fue interrumpida por las autoridades tradicionales
las estrategias indígenas y las formas en que ellos mismos v de frente a la lente del documentalista, Utula Samaila
buscan la verdad sobre sí mismos. En la comunicación con destaca: "como comentario general quiero decir que en el
10s demás, éstos lo nombran y le atribuyen lugares sociales futuro se debe consultar a los líderes de las comunidades
a partir de que lo recubren de cualidades y defectos. Pero lo qué puede ser registrado: algunas cosas van en contra de
el indígena también forja un ideal con el que quisiera ser nuestras costumbres". Lo que pretendemos con métodos ho-
conocido. Las distintas soluciones al propio nombre pueden rizontales es construir conocimiento sobre el otro y sobre la
responder a un movimiento de autonomía; si bien está claro propia cultura a partir de lo que cada quien desea expresar.
que el ideal de la autonomia wixárika no es el de la moder- La voz mediada, prestada o robada, sólo permite conocer
nidad donde se anhela la autonomía individual. una verdad mediada, prestada o robada.

En segundo lugar, constato que la identidad es dinámica.


Poco sabemos del proceso identitario del indígena. Sin em-
bargo, podemos distinguir procedimientos propios. Obser-
vamos que a diferencia del "nombre" impuesto. que es des-
contextualizado, el indígena se nombra a sí mismo en el
acto concreto, en un momento dado. Así, serlo o como ellos
señalan, llevar la cultura, apunta a una manera de ser. a
una historia continua, con origen en sus antepasados y pre-
sente de forma actualizada, el día de hoy. De esta manera,
el Corpus es heterogéneo y se busca allí la función de la
autonomía como desplazamiento del nombre que se les ha
impuesto y con el que se les ha jerarquizado socialmente.

En tercer lugar, al poner en contacto elementos disímiles.


se ven posibilidades suyas tanto como de la occidentalidad.
Al proponer la mirada indígena sobre sí mismos y a través
de allí mirarnos a nosotros mismos, aprovechainos la condi-
ción de toda existencia, un otro que delimita el nosotros. En
la interacción con el distinto, salvo si se oblitera el conflicto,
siempre está presente el otro. La cuestión decisiva es esta-
blecer la diferencia entre ellos y nosotros sin negarla como
constitutiva necesaria de la construcción de conocimiento y
de la vida en común.
Capítulo 4

Contando historias [narraciones


en un contexto postcolonial.
Análisis del discurso
y análisis biográfico como
métodos horizontales
Elisa bet h Tuider

No need to hear your voice when 1 can talk about you better
than you can speak about yourself.
No need to hear your voice. Only te11 me about your pain.
1 want to know your story. And then 1 will te11 it back to you in a new way
Te11 it back to you in such a way that it has become mine, rny own.
Re-writing you 1 write rnyself anew. 1 am still author, authority U
1 am still colonizer the speaking subject and you are now at the center of rny talk 2
O
bell hooks (1990: 241) Lo.
~
Li1

Con estas palabras critica la feminista y filósofa afroamericana


be11 hooks la relación de dominación entre la ciencia y los suje-
tos subalternos. Dicha relación está caracterizada -según be11
hooks- por varios mecanismos y relaciones de poder, sobre todo
por el racismo, el capitalismo y el patriarcado. En este contexto y Por eso, según Said, la produccibn del "otro extranjero" sirve
corno una representante del bbaclz fem.inism después del postcolo- también para definir el "nosotros". Con esto él 1 la 1 lo extranjero
nial turn, la autora busca caminos hacia una cultura de oposición 1 a no se da simplemente sino que es construido. Así, las prácti-
y aboga por una forma radical de contar narraciones (radical s t o q cas de la otredad (othering) se vuelven una condición previa para
telling). Esta reflexión o consideración de una narración radical hablar de "los extranjeros" y "de los otros", y al mismo tiempo se
no es fácil de iniplementar, porque en ella los ~ u e s t i o n a m i e n t ~ ~ 10sposiciona en "otra parte".
de la representación v autenticidad se vuelven virulentas. Las críticas de la científica literaria de ascendencia india Ga-
yatri Spivak explican la forma cómo se produce la representación
del "otro", e n especial, mediante las relaciones de raza, clase y
La pregunta de la representación género dice que se constituye a la mujer subalterna, a quien se
la representa de doble manera como la otra silenciada de una
Las representaciones de poder y las condiciones (materiales v nación (India):
discursivas) en el "hacer del mundo" (worlding) presentan los
puntos clave de la teoría poscolonial. En el centro de esta teoría y '[Tanto como] Objeto de la lzistografía colonialista y
su análisis está la "crítica [. ..] al proceso de producción del cono- como sujeto de la insz~rgencia,la construcción ideoló-
cimiento sobre los otros" (Williams y Chrisman, 1994: 8) +on lo gica del género mantine lo masculino dominan.te. S i
cual, al "otro" implícitamente aquí se lo descifra haciéndolo "es- e n el contexto de la producción colonial el subalterno
tranjero". Las preguntas decisivas de los estudios poscoloniales no tiene lzistoia y no puede lzablar; el subalterno conzo
son: ¿Quién realmente. con qué objetivo y con qué poder. sobre lo femenino está a ú n más profi~ndamenteen tinieblas"
qué y cómo se habla? (Spivak, 2003: 328).
Como uno de los principales representantes de los actuales
estudios poscoloniales, Edward Said explica el proceso de pro- Spivak responde así a su propia pregunta: ''¿Pueden los subal-
ducción del conocimiento y del poder para la gestación de "lo pro- ternos hablar?', aclarando que es difícil, porque sus narraciones
pio" y de "lo extranjero", mediante el ejemplo de Oriente. Con se ven impedidas ante la producción científica e ~ ~ o c é n t r i yc ala
el uso de las herramientas del análisis del discurso de Michel representación que ésta hace de ellas.
Foucauit, señala como el orientalismo (Said, 1978) se creó con Siguiendo estas críticas poscoloniales. Julia Reuter (2002)
medios visibles, como los viajes y las descripciones "auténticas", Pone al descubierto que el procedimiento de los procesos de in-
también con narraciones, imágenes y el vocabulario especifico de vestigación etnológico, antropológico y sociológico son prácticas
los "expertos de Oriente". que están generando exotismo, pues la travesía a l lugar del tra-
Y de la misma manera, esto es, por medio de las imaginaciones ? bajo de campo tiene una significación performativa, se produce
proyecciones de un "otro totalmente distirito", Europa se conforiiió: significado al estar en el camino y, a través de lo extranjero como
10 otro, se le encapsula en ese "otro" espacialmente y se le man-
El Oriente es [. ..] una de sus irncígenes más antigzt as 21 tiene "a distancia".
recurrentes del otro [de Europa]. Adiciona.lmente [otra] Cualquier investigados se convierte durante su viaje en "el
mitad del Oriente, la Europa [del Occidente] se define marginado" de Georg Simrnel. Esto origina la impresibn de ob-
como S I L imagen, idea, personalidad y experiencia con- jetividad y autonomía del estudioso viajero, quien con supuesto
trastada (Said. 1981: 8). $0 independiente mira el mundo: "Así pone a salvo la distancia
espacial, la tentación de deducir de cada característica topo,
la
fica que sea una peculiaridad cultural y con ello sentar juntasb26. laboral en las rnaquilad~~as. Raina Zimmering formula así
distancia y rareza. lugar e identidad (Reuter, 2002: 159). ' critica a la producción en la maquila:
10
Tampoco las fotografías traidas "de lejos" son garantía
la autenticidad. La iiiiagen era válida basta la década de lggD Las trabajadoras ganan en promedio u n salario de
ara cuatro dólares por 71iieuehoras de trabajo. Si se compa-
como verdad y objetividad. Era u n documento y aseguraba
trabajo cientifico de la investigación de campo, pero los obser. ra, e n Esta.dos Unidos se paga cinco dólares por hora
el
vadores 170 son inocentes sino constructores de la verdad. ta por un quehacer no calificado. El acabado del producto
praxis de mirar está formada y estandarizada siempre a partir se efectúa principalmente con trabajo manual, sin má-
de las ideas y los pareceres sociales. quinas. La mayor parte de la labor monótona y tediosa
-
En el contexto de estas reflexiones de formar al otro (otliering) la efectúan las rnujeres, como por ejemplo, el tapona-
y de reproducir las relaciones de poder en el proceso del cono. miento de los interncptores y conectores (Zimmering,
...

cimiento cientifico, a continuacióii quisiera reflexionar sobre la 2006: la t,raducción es de la autora).


aproxiniacióii al campo y sobre algunas impresiones de un viaje
de estudios (cfr. Tuidrr, Wienold y Bewernitz, 2009) a la frontera ciudad Juárez fue hasta la mitad de la década de 1980 una ciu-
norte mexicana.l dad pequeña. A partir de la aplicación del programa de indus-
Tomaré esa experiencia como ejemplo para presentar en este trialización fronteriza su número de habitantes h a crecido hasta
ae de las nia-
articulo la relación de la indagación biográfica p el análisis del aleanzar casi los dos millones, sobre todo con el au,
discurso. Esa combinación de métodos es un procedimiento me- quilas promovido por el estado mexicano a principios de 1960.
todológico adecuado para aproximarse al deseo de una investiga- En el nuevo mercado de trabajo laboral se aprovecharon espe-
ción horizontal. cialmente a las mujeres, pues a ellas se les ofrecía l a oportuni-
dad de huir del sector informal o de las demandas reproductivas.
Desde entonces, cerca de 400 consorcios internacionales se han
establecido en Ciudad Juárez con aproximadamente 300 mil tra-
Trabajo-migración-género
bajadores (Berndt, 2004).'
en la frontera norte de México En la actualidad, alrededor del 60%)de los trabajadores son
mujeres eii la frontera norte. A nivel mundial, el promedio es en-
Ciudad Juárez se encuentra en la literatura feminista y en la de
tre 7096 al 90% de mano de obra femenina, de ahí que el trabajo
solidaridad internacional como uno de los ejemplos de la explota-
en las maquiladoras esté fuertemente dominado por las féminas
(Wick, 1998: 237).
La contratacióii en las maquilas partía de las multiiiacionales,
' La frontera entre Estados Unidos y México es uiia de las más largas y niás ya que estas empresas presentaban a las mujeres como la "mano
cruzadas a nivel mundial. Buscando trabajo y una vida seguia iiiigran cada
afio cerca de 300 mi1 personas a México (ch. Sandoval Palacios, 2007) y, de obra ideal" por SUS "pequeños y ágiles dedos", que son "muy
de esas, cerca del 50'30son niujeres. A esto se agrega el número iiicalciila-
ble de migrantes ilegales e indocuinentados que cruzan a Estados Unidos
(cfr. Rubio Salazal.. 2009). Así viven ahoisa alrededor de uno de cada diez
mexicanos en I\'orteamérica. Cerca del 990 de la poblaciun estadounidense El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática asegura que
(aproxiniadaniente 41 niillones) son latinos o hispanos. en 2006 trabajaron 3R8.019 trabajadoras y 340,446 trabajadores en las ma-
quilas de toda la región fronteiza con Estados Unidos (INEGI, 2007: 13).
convenienteswpara los procesos de ensamblaje en la industria ]a, y eiitrevistas guiadas a los empleados de las organizaciones
electrónica, textil y automotriz. Además, porque ellas pueden Do gubernamentales.
llevar a cabo su trabajo pacientemente, con capacidad de adapta- El mayor interés de nuestra travesía y algunas de las pregun-
ción y a un costo más barato. Incluso, una organización política tas de investigación se manifiestan a continuación:
sindical de mujeres jóvenes e r a poco temida. Hasta el día de hov
">
sigue sin existir alguna en Ciudad Juárez (cfr.para la situacihn m ¿Cómo organizan las mujeres migrantes s u s vidas e n la
actual de los sindicatos: Ackermann y Bewernitz, 2009). frontera?
En el periodo de fuerte presencia de las maquiladoras en la
¿Qué efecto tiene la migración en el posicionamiento de las
frontera norte se diferencian tres fases en cuanto a la contrata-
mujeres en la fainiIia? Es decir, jellas adoptan a través de
ción de las mujeres. Eugenia de la O las divide en
Ia migración una nueva función (sustentar el hogar)?
Una feminización del trabajo e n las primeras décadas del ;Cómo viven las mujeres migrantes su maternidad a dis-
siglo xx hasta la decada de 1970. tancia?
Una desfeininización a partir de la década de 1980. ;Se abren por medio de sus quehaceres en una maquila
Y una ref'eminización desde los inicios de la década de 1990. nuevos espacios de negociación en sus respectivas vidas
privadas y públicas?
Las condiciones de trabajo en la industria maquiladora han = ¿Pertenecen ellas -en palabras de Spivak- a los subalter-
sido señaladas como precarias, inestables y "flexibles" -así nos de México, que desde la perspectiva de un feminismo
h a n sido criticadas continuamente en la literatura de solidari- global deben ser empoderadas?
dad. Estas críticas se han encendido también porque se crean
o suprimen los puestos laborales segrin los requerimientos del
proceso de produccion, se exigen horarios especiales, así como la Los discursos: la pregunta del "por qué"
concesión o negación de vacaciones. En general se eligen mujeres
jóvenes para ser contratadas, que no estén embarazadas y en legún Foucault, los discursos son modos generadores de realidad,
edades comprendidas entre 17 a 20 años. Otro (nuevo) requeri- s decir, ramas sociales poderosas para ordenar y jerarquizar3
miento para su contratación es que por lo menos tengan educa- dstos facilitan posibilidades de percepción, modos de pensar y
ción primaria. En la mayoria de los casos, las mujeres trabajan crean objetos de conocimiento. "Empíricamente un discurso está
entre 10 a 15 años. Muchas veces se termina la relación laboral compuesto de una corriente de declaraciones, las cuales serán a -
cuando la firma traslada su emplazamiento. ñadiduras de las aseveraciones, de modo que aparecen como un
La intersección trabajo-migración-género la tomanios c o ~ i l o sistema con un carácter de reglamentaci6nfl (Diaz-Bone, 2004: S).
base en el viaje de investigacion de varias semanas con 14 estu- Las estrategias de poder y las técnicas del conocimiento se
diantes de las universidades de HiZdesheim y Münster. Lo em- omiplementan con la constitución, reproducción y trasformación
prendimos en marzo de 2008 siguiendo la ruta 8e migración, esto
es. a travhs de la ciudad de México hacia la frontera norte. En
este contexto e influidos por los discursos solidarios, hicimos en- Foiicault trata además la pi'egiinta de cómo "se originan los efectos al inte-
trevistas biográficas a las trabajadoras migrantes de las maqui- rior de los disciirsos. los cliie son ni verdaderos ni falsos" (1978:34).
de los objetos científicos. Ellos producen también maneras sub. en sujeta" (Foucault. 1978: 243), g aprendió a reconocerse
jetivas específicas como su producto, por así decirlo, encarnad tal. El concepto de gobernabilidad (gou,vernenzentalité)
existente y material, debido a que los discuisos son ''prácti- 0,
que e n los años recientes ha entrado en la discusión científica,
cas [...] que forman sistemáticamente los objetos, de los cuales mantiene un marco metodológico, que muestra cómo las relacio-
ellos hablan" (Foucault, 1973: 74). O sea, los discursos no prece- nes de los discursos ordenados j7 poderosos. y la constitución del
den a la realidad social, ni sólo la describen. Más bien, el género ,,jeto, pueden ser pensadas de manera conjunta.
o el cuerpo o la raza son enteirdidos como producto de los regime. La investigación de la gobernabilidad, dice Andrea Bühr-
nes discursivos, los que producen los objetos, de los cuales sólo mann, está obligada a la
ellos pretenden hablar.
Sigo aquí un concepto del discurso foucaultiano, según el 1...] inuestigación de esas prácticas g-uberizamentales,
cual la producción del conocimiento y las órdenes de poder es- que no se agotan e n l a a t r i b i ~ c i ó na i ~ i zpoder estatal
tán adaptadas uira a la otra. Empeiw, poder4 y discurso no son central, sino que son ejercidas e n el interior del cuerpo
pensados como idénticos. ni coino unidos de manera casual. Los social conforme a diversos cálculos. S e trata de la i n -
discursos como prácticas sociales producen verdades poderosas, vestigación d e condiciones m u y reales, bajo las cuales
porque ellas se basan en un sistema de inclusiones y exclusioi~es. las prácticas e identidades específicas se forman y / o
En la comprensión analítica discursiva de Foucault, se trata transforman d e m a n e r a Izistórica concreta (Bührmann.
del entendimiento "de las reglas, según las cuales lo verdadero 2004: 6 ) .
es separado de lo falso y lo verdadero está provisto de específicos
efectos de poder", mediante los cuales se desarrolla una "econo- Pienso que en el plano metodológico se necesita una relación
mía política de la realidad" (Foucault, 1978: 53). del análisis del discurso con la investigación biográfica. Mien-
Con esto no existe ninguna forma de subjetivación que no sea tras que el primero investiga la producción y la delegación po-
el resultado de las condiciones de constitución de los contingen- derosa del conocimiento, en la segunda se trata de encontrar
tes históricos (Bührnrann, 2004: 28). Sobre las líneas de fuerza las localizaciones subjetivas significativas.
del poder se fbrman subjetividades. El sujeto no es acaparado El análisis del discurso e s u n "procedimiento ingenuo y sor-
totalmente por el poder, ni éste es reductible al primero. El su- presivo" (Bührmann 2004, Diaz-Bone 1999), que se refiere a
jeto se constituye en un doble movimiento: e n la sumisión y en la comprensión de los órdenes del conocimiento que son con-
la subjetivación, capaz de ejercitar el poder y de autoconduciwc. fiados a aquellos que están en el discurso. Entonces pregunta
Incluso este pensador fiailcés quería descubrir cuál es la ma- por las reglas internas, l a s lógicas y los órdenes de debates
nera específica "en la que un ser humano se transforma a sí mis- y, estos últimos, sobre todo, desde u n a perspectiva teórica de
poderV5

Lo característico de la concepción de poder de Foucault es que éste inipli-


ca. tanto u n a tendencia represiva como también u n efecto productivo, quE: El análisis del discurso tiene coiilo meta. según Reiner Keller (2004), re-
no es claramente localizable y tampoco es equiparable coi1 el Estaclo o las construir los procesos de construcción social, objetivación y legitimación
instituciones políticas. El poder no pertenece a una determinada clase sino de estructuras de sentido al nivel de las institucioiles y organizaciones, así
que es como u n a red licuada, dispersa y rizomática (cfi-. Foucaiilt, 1978). coino al nivel de los actores colectivos. Adernás, t r a t a de aclarar dos dife-
Como tal. el poder no es algo externo a la economía, o a los procesos cogili- rentes aspectos principales: por u n lado, los órdenes del conocimiento, lrp01'
tivos, o a la sexualidad, sino algo inmanente a ellos. otro, poner de relieve las posiciones de los hablantes.
La metodología de la investigación del discurso puede, s e g l
armados. Las temperaturas en Ea fábrica alcanzan
I Rainer Diaz-Bone, ii
hasta los 37 grados; las trabajadoras son insultadas
y humillada.~.El agua de la fábrica está contaminada
1,..] ser caracterizada corno una hermenéutica de se- con heces fecales que pueden provocar diarrea, enfer-
gando orden: tarea del anÚZisis del discurso es hacer
medades esto?nacales e infecciones. Seis trabajadoras
inteligible una regularidad que para los individuos
fuereron despedidas porque ellas osaron informar a
N es conuincente (la de las reglas de formación) den-
sus compañeras de que el agua estaba conta~ninada.
tro de una práctica discursiua orientada hacia una
Las cámaras de seguridad controlan cada mouimien-
práctica analítica, es decir, entender reconstra-
to de las trabajadoras al interior de la fábrica. El sa-
yendo (Diaz-Bone, 1999: 126-127; el énfasis es de la lario -de 72 a 92 centavos por minuto- cubre sólo
\
3
autora). un cuarto de las necesidades básicas de una familia. i:
Quien osa nombrar lapalabra "sindicato"corre el peli- zQ*
La pregunta central en el proceso de investigación es: ¿Qué, por gro de un despido {Ad hoc news, 2011). O
quién, para qué y cómo es presentado discursivamente? Por tan- 3
fD
to: ¿Quién tiene el derecho a hablar? ¿Cómo se origina el objeto Y'
discursivo (por ejemplo, "la mujer migrante")? ¿Cómo se ponen en En la página web de la agrupación Solidaridad de Mujeres se hace
conexiOn los diversos discursos (es decir, por género, explotación, énfasis sobre el escaso color rosa de la "realidad desde la mirada
maternidad)?6 de las trabajadoras". Se dice:
Las publicaciones sobre la situación laboral en las maquila-
doras en la frontera norte de México se enfocan a las relaciones La industria ~naqz~iladora es verdad que ofrece traba-
laborales sexistas, de explotación y que violan los derechos hu-
jo, pero también es fácil perderlo otra vez. El número
manos. No sólo el desarro110 monótono de1 trabajo sino también
de quienes hacen fila, cada semana, delante de la en-
las relaciones personales, la sexualidad, la fertilidad, así como
trada de la zona en búsqueda de trabajo es grande.
las necesidades corporales están sujetas a control. m
Sandra Ramos, la directora de esta organización de 3
En la campaña de "vestido limpio" se formula así la critica a mujeres "María Elena Cuadrany que se encarga de los 0
la producción de Adidas / Reebok en la zona libre de comercio: 2O
l derechos de las mujeres en "Las Mercedes", caracteriza CC]
I P
su trabajo como un acto de balance debido a que: do- S
Los trabajadores -fundamentalmente mujeres- tra- mina un fuerte miedo de que nuestros esfuerzos para 2
o
bajan en una zona de libre comercio, que está rodeada lograr mejores condiciones de trabajo asusten a los in-
de alambre de pú,as y que es patrullada por guardias versores extranjeros y ellos se vayan y no quieran se-
3
O

guir invirtiendo (http://www.no-racism.netloldls26/epzl


ro.
H
maquilas-besuch.htm1). 5
6
El análisis del discurso sociológico se basa en los actores (cfr. Diaz-Bonc,
1999) y considera que es iniporinnte csracterizarlos en el discuno. Ade-
i-
O

más, pone de relieve las regularidades del texto, y al mismo tiempo hace La literatura de solidaridad además se había suscitado para cri- 2
una serie de preguntas heurísticas de los textos y los cuerpos de textos. ticar las condiciones y los efectos del mercado en las zonas de
z
10
Quiere hacer notar las bases lógicas: ¿Por qué están relacionados justa- y
libre comercio, pues eran sistemas de explotación capitalista en
mente estos conceptos? Para deducir de ellos reglas y formaciones.
forma de maquiladoras y, así, como n~uchosotros, para señalar
1
La metodología de Ia investigación del discurso puede, según armados. Las temperaturas e n la fábrica alcanzan
Rainer Diaz-Bone, ltasta los 37 grados; las trabajadoras son insultadas
y humilladas. El agua de la fábrica está contaminada
(.../ ser caracterizada como u n a Iaernzenéutica de se- con heces fecales que pueden provocar diarrea, enfer-
g u n d o orden: tarea del análisis del discurso es hacer medades estomacales e infecciones. Seis trabajadoras
inteligible u n a regularidad que para los individuos fueron despedida.^ porque ellas osaron informar a,
no es convincente (la de las reglas de formación) den- s u s coinpañeras de que el agua estaba contaminada.
tro de u n a práctica discursiva orientada hacia. u n a Las cámaras de seguridad controlan cada movimien-
práctica analítica, es decir, entender reconstru- to de las trabajadoras al interior de la fábrica. El su-
yendo (Diaz-Bone, 1999: 126-127; el énfasis es de la lario -de 72 a 92 centavos por minuto- cubre sólo
autora). u n cu,arto de las necesidades básicas de u n a familia.
Quien osa nombrar la palabra '2indicato" corre el peli-
La pregunta central en el proceso de investigación es: ¿Qué, por gro de u n despido (Ad hoc news, 2011).
quién, para qué y cómo es presentado discursivamente? Por tan-
to: ¿Quién tiene el derecho a hablar? ¿Cómo se origina el objeto
discursivo (por ejemplo. "la mujer migrante")? ¿Cómo se ponen en En la página web de la agrupación Solidaridad de Mujeres se hace
conexión los diversos discursos (es decir, por género, explotación. énfasis sobre el escaso color rosa de la "realidad desde la mirada
rnaterx~idad)?~ de las trabajadoras". Se dice:
Las publicaciones sobre la situación laboral en las rnaquila-
doras en la frontera norte de México se enfocan a las relaciones La industria maquiladora es verdad que ofrece traba-
laborales sesistas, de explotación y que violan los derechos hu- jo, pero también es fá.cil perderlo otra vez. El número
manos. No sólo el desarrollo monótono del trabajo sino también de quienes hacen fila, cada sevtana, dela.nte de la en-
las relaciones personales, la sexualidad, la fertilidad, así como trada de la z0n.a en búsqueda de trabajo es grande.
las necesidades corporales están sujetas a control. Sandra Ramos, la directora de esta. organización de
En la campaña de "vestido limpio" se formula así la crítica a mujeres "María Elena CuadraJ'yque se encarga de los
la producción de Adidas 1 Reebok en la zona libre de comercio: derech.0~de las mujeres e n ' L a s Mercedes': caracteriza
szc trabajo como u n acto de balance debido a que: do-
Los trabajadores -fundamentalmente mujeres- tra- mina u n fuerte miedo de que nuestros esfuerzos para
bajan en u n a zona de libre comercio, que está rodeada lograr mejores condiciones de trabajo asusten a loa in-
de alambre de púa.s y que es patrullada por guardias versores extranjeros y ellos se va:lJany no quiera,n se-
guir invirtiendo (http://www.no-racism.netlold/c26/epz/
>análisis del discurso sociológico se basa cn los actores (cfr. Diaz-Bone.
maquilas-besuch.htm1).
Ig99) y considera que es importante ~araeterizarlosan el discurso. Ade-
más? Pone de relieve las regularidades del texto. y al mismo tiempo hace
La literatura de solidaridad además s e había suscitado para cri-
'"aserie de preguntas heuristicas de los textos ). los cuerpos de textos. ticar las condiciones y los efectos del mercado e n las zonas de
Q41ere hacer notar las hases lógicas: ;Por qué estbn relacionados justa- libre comercio, pues eran sistemas de explotación capitalista en
4
mente estos conceptos? Para deducir de ellos r e d a s y formaciones. forma de rnaquiladoras y, así, como muchos otros, para señalar
la situación catastdfica de las mndiciOnes de trabajo de los tra. tada, asesinada -pero ciertamente no como U n sujeto con poder
bajadores. de negociación.

Desde 1994 henzos estado trabajando e n solidaridad


con las organizaciones de mujeres y las que están a Las narraciones biográficas: la pregunta del ''c6mo"
favor d e los derechos laborales e n México, Améri-
ca Central y Asia, promoviendo LLIZ mayor respeto a Bajo la influencia de Alfred Schütz, Floriaii Znaiiiecki y William
los dereclzos de los trabajadores a tra~lésde campañas 1. Thomas se entabló a lo largo de 1920 la investigacidn biográfi-
corporati~las,el comnpromiso, la creación de redes y la ca en el contexto científico. La metodología de foriiiación de teo-
construcción de coaliciones y la promoción de políticas. rías de la investigación biográfica, que contrapone en ella una
El objeti~lofundamental de nuestro trabajo es fortale- dualidad de la teoría y lo empírico, fue posibilitada y probada en
cer las capacidades de las organizaciones de la socie- las investigaciones tempranas de la Escuela de Chicago (Chica-
dad citlil en el norte y en el sur para desafiar los i m - go School), durante la migración europea hacia Estados Unidos.
pactos negativos de la reestructuración manufacturera Hasta ahora estos trabajos presentan una base f'undamental
de la indusiris: textil mundial (Red de Solidaridad de para el enfoque fundamentado empírico reconstructivo. En este
la Maquila). contexto, Fritz Schütze (1983 y 1987), entre otros, desarrollo en
Alemania, en relación tanto con el interaccionismo simbólico y
la fenornenología, como bajo la influencia de los aparecidos enf'o-
U n análisis crítico del discurso, e inspirado por niedio de las ques sociológicos lingüísticos, u n procedimiento para producir g
expresiones de las entrevistas biográficas, señala también que analizar narraciones en la entrevista b i ~ g r á f i c a . ~
e n ios debates de solidaridad y e n los discursos de desarrollo es- Este tipo de investigaciiin se basa en la suposición de que las
tán inherentes las ideas de modernización (cfr. Ziai, 2010), y es- narraciones yacen en las estructuras generativas, "en la base co-
t a s recrean una representación del ''sujeto subalterno". Esto lo mún de la realidad" (Rosenthal y Fischer-Rosenthal, 2003: 45 7),
hacen porque no toman e n cuenta las diferencias regionales, de mismas que en la interaccibn entre el investigador y el narrador
clase, etnicidad y género, aunque a l "sujeto subalterno" lo con- pueden ser vividas y reconstruidas. Para eso apela la investiga-
ciban con capacidad de negociación y empoderamiento. Por esa ción biográfica a dos premisas: la primera implica que las na-
razón, son ignorados el conocimiento local. las voces, las prácti- rraciones dan información de eventos y experiencias del sujeto
cas locales y el concepto de la propia definición de la noción de que cuenta, o sea, que las representan, por tanto, la realidad es
empoderaiiiiento. una forma social y cultural determinada, y en una perspectiva
Ciudad Juárez se encuentra en las literaturas, feminista y de biográfica. En la segunda premisa se caracteriza a la narración
solidaridad internacional, como ejemplo de la explotación labo- corno una praxis comunicativa, mediante la cual los sujetos cons-
ral en las maquiladoras. En años recientes se presentan en los truyen su verdad individual biográfica y su realidad social coni-
medios de comunicación imágenes de una ciudad, caracterizada
por la presencia de carteles mafiosos de la droga, comercio de
armas y los excesos de la violencia cotidiana, como tainhién por El articulo "Narrative analysis: oral versions of' personal experience", de
el asesinato sistemático de mujeres: los feminicidios. La "mujer William Labov y .Joshua Waletzki, presentó. en 1967, tanto una funda-
mentación teórica como los señalamientos prácticos para el desarrollo de
subalterna" apareció en estos informes como explotada, iiialtra- eiltrevistas narrativas.
partida (cfr.Dausien, 2001: 581.' Con esto de nuevo s e termi- interseccionales de las varias diferencias, como género, sexuali-
na - c o m o el mal entendido frecuentemente expresado frente dad, etnicidad o clase.gAdemás, la investigación biográfica con-
a la investigación biográfica- con una homologación de la na. tiene el potencial de poder capturar simultánea y empíricamen-
rración y la realidad social, así como con u n a homologación de te la pertenencia hegembnica y marginal. De manera adicional,
la semántica y la realidad. este tipo de indagación ofrece "una estrategia metodológica para
En contra de esta supuesta honiologación del texto y la reali- el análisis diferenciado de las construcciones sociales [...] más
dad vivida, la investigación biográfica pregunta sobre la apropia- allá de las categorías binarias-tipificadas" (Dausieil, 2001: 57).
ción individual y el modelo de trasforinación de las condiciones La investigación biográfica se presenta así como el método más
sociales para cada punto histórico específico y su reactualización de indagación cualitativa, porque su supuesto básico es
en el ajuste de la investigación. que la narración biográfica iio es intencionalmente dirigible sino
O sea, la investigación biográfica se enfoca en las historias de que se refiere a las experiencias de las historias de vida eil la pre-
vida subjetivas desde el trasfondo de que "lo general está escon- sentación propia, fundamentalmente en la fluidez de la narración
dido e n la concreción del caso individual" (Alheit, 1992: 20). Por de entrada. Una entrevista biográfica empieza con la exhortación:
ello, además apunta a reconstruir las huellas del conjunto social "Quisiera pedirle a usted que me cuente su historia de vida". To-
e n las biografías individuales. Para tal efecto, es condición una talmente consciente la investigadora se contiene, no interrumpe,
dialéctica de lo individual y social, que se debe toinar eil cuenta ni pregunta, sino que escucha la presentación propia de la entre-
en el análisis biográfico. "Las construcciones sociales 'pasan' así vistada. Sólo en la segunda parte de la conversación, que por lo
[...] a través de la lógica individual de los procesos biográficos" regular requiere varias horas, la entrevistadora hace preguntas
(Dausien, 1998: 267). sobre lo narrado y sólo al final hace cuestionamientos externos.
Las identidades y biografías -así lo señalan los resultados La demanda de dar voz y espacio a los marginados subalter-
de la actual investigación cualitativa- están atravesadas por nos puede ser satisfecha con seguridad en una amplia porcióil
varias diferencias. Con la ayuda de la investigacióii biográfica de la investigación biográfica. La reconstruccióil de la historia de
se puede, pues. recoger de forma metódica las interconecciones

El ideal de un feminismo global, como fue presentado por Robin illorgan


En cuanto al objetivo de la investigación biográfica se discute, de manera (1984) en "Sisterhood is global", h a sido criticado como una forma de im-
critica. si ella trata con la narracióii autobiográfica de una representación perialismo cultural. De manera conjunta con Chandra Mohaiity podeiiios
auténtica de las experiencias vividas (ch. Schütze. 1983) o si no es más sostener los siguientes puntos críticos respecto al mismo: primero, en un
que el resultado de la interacción social (cfr. por ejemplo Koller, 2006). De feminismo global se crea un mundo común de mujeres, en el cual los deseos
acuerdo con este último objetivo, la investigación biográfica se encargaría e intereses de todas son iguales. En el sujeto global femenino, el " ~ i o s o t r a s
sólo de buscar "reconstruir cada interacción social y las construcciones re- mujeres". es donde las diferentes formas de vida de la diversidad de ellas se
tóricas y en dar la fuerza para que cada individuo comprenda su propia simplifica en una "familia femenina". Segundo, bajo la bandera universal del
historia de vida y otras narraciones por si mismo" (Koller, 2006: 49). Al feminismo global se propaga uno de color occidental, en el cual se prevé la
igual que haciendo género (doing gender) se puede hablar, por consiguien- individualidad y el desairo110 de su propio potencial. Tercero, el feminismo
te, de haciendo biografías (doing biography), y con ello se remite a una pro- global es un pensaniiento dialbctico inherente. o sea. una parte en el centro y
ducción perforiilativa de la biografía (no sólo en el contacto investigativo). la otra en la periferia, con las feministas occidentales cii el centro activo y las
Con su concepción trae a escena Peter Alheit su concepto de "Riografici- denominadas mujeres del Tercer hiluiido puestas precisanlente en la perife-
dad" (Alheit, 1992). Con ello se enfocará -en relación con Alfred Schütze- ria. La interpretacibn de las mujeres de Ixs sociedades no-occidentales como
a la bioarafia, tanto como un esbozo retrospectivo, corno a un rnoniento del víctimas de opresión, en una sociedad patriarcal, quienes para su liberación
esbozo de las expectativas sociales realizadas. requieren del apoyo dc sus hernianas midentales perinanece.
vida -el procedimiento metodológico de este tipo de indagación, %itad son mujeres. Ella naci6 en un pequeño pueblo de las cer-
según la grounded theory- no se orienta con teorías o hipótesis :anías de la ciudad de Durango. Debido a que sus dos padres se
lteriorrnente construidas sino que consigue sacar los temas, jedicaban a la agricultura, ella también vivió en su niñez en el
?scripciones de sentido y significados a partir del material. :ampo. Con su entrada a la escuela se fue a Durango -así como
Al mismo tiempo quiero acentuar que la investigación biográ- ;as hermanos- y visitó frecuentemente a sus padres y herma-
fica no es un espacio de privación del poder. Como ya se señaló 10s los fines de semana. Debido a la insistente recomendación
con anterioridad, una de sus premisas resalta que la narración je una maestra, los padres de Sonia decidieron que ella cursa-
es una praxis comunicativa, mediante la cual los sujetos constru- .a también la secundaria -la única de los 13 hijos- y después
!n sus verdades individuales biográficas y sus verdades sociales ,arnbién alcanzó una formación superior.
~njuntas(cfr. Dausien 2001: 58). En este sentido, se representa Poco antes de terminar sus estudios como ayudante de con-
la biografía como un producto conjunto de los investigadores y ,abilidad, a los 19 años conoció al que sería su marido. Después
los investigados, porque anibos siguen las reglas sociales de la le u n corto noviazgo, se casó con él y en la actualidad tienen dos
cotidianidad y sus códigos subyacentes. .lijas: Carina de 18 años y Nora de 5 años.
Muy poco se refleja en la metodología y en el método de la Hace nueve años migró Sonia por primera vez a Ciudad J u á -
investigación biográfica, que ésta también es de diferentes ma- rez, donde ya vivían sus padres. Ella confiesa lo siguiente en la
neras la puerta de entrada a las relaciones de poder, porque en iarración de entrada:
la situación de entrevista no sólo se posicioiia la autobiografiada
en un contexto discursivo social sino también el entrevistador. Bueno, nos venimos p a r a acá, el lzeclzo de venirnos
Manifestaciones como "los gringos" o "hay güerita" no son men- para acá,es porque acá está la familia. Mi rnamú, mi
ciones casuales o interjecciones de la persona entrevistada. Más papú emigraron hace ... ;qué será 13 años?... por pro-
bien, señalan la presencia de una estructura de poder discursiva blemas económicos. Aquí hay vida mejor, elz.. . bueno
y las diferentes posiciones en esta estructura de poder. Estas más trabajo. Ellos se vinieron p a r a acá. Yo me quedé
posiciones desiguales deberían estar incluidas en el análisis bio- allá, casada, con una hija (Sonia, 2008).
gráfico -más que antes- jT deberían estar reflexionadas en re-
lación con los poderosos discursos. Sobre todo, en la narración de 3n este pequeiio extracto de la narración de entrada podemos
entrada, en el análisis detallado de los textos escogidos. 'econstruir diferentes razones en contra de una simplificada
teoría pull-push de la migración de Sonia, esto es, por u n lado.
el mejoramiento de las condiciones de vida, y por otro, la familia
Retrato biográfico: Sonial0 iuega un rol importante para su decisión de migración y el apoyo
lue ello suponía, pues ya habitaban en Ciudad Juárez. También
Sonia Ortiz Martínez en el niomento de la entrevista tenía 38 e presenta la migración de Sonia como un escape a la situación
afios. Ella es la sexta de un total de 13 hermanos, de los cuales la on su marido.

10
- LO siguiente se basa e n la entrevista biográfica hecha por Marcela Gualo- es a una mujer de 64 allos y a sus cuatro hijas migrantes. Cada entrevista
tufia, Mauricio Carrera y Elisabeth Tuider durante el viaje de estudios. En se reilliz6 por separado. Esta parte se concentra en la entrevista hecha a
total se hicieron cinco entrevistas biográficas en un contexto familiar, estu Sonia Ortiz Martínez.
no. Entonces, pues no, le queda más, u,i poquito más La t o m a de un. trabajo en Ea industria maquiladora
libre el dinero aquí que ítllé. Y este, por eso, eso fue 10 no tiene el propósito ernancipatorio, de ninguna nzane-
que nos hizo venirnos p a m acá. Duré w u i sin trabajar ra,sino que están primero 10s necesidades económicas.
(risas) no muclio [. ..] No ha)! sindicato, pero con todas Pero la participación en el mercado laboral significa,
las prestaciones que tienes, es el alzorro (Sonia, 2008). sin embargo, fanto la creación de una relativa inde-
pendencia econbrnica, así como que en la mayoría de
Un análisis biográfico diferenciado también se dirige a l concepto vecespuede efectuarse con ello una ampliación del es-
de ernpoderamiento, que desde s u surgimiento a mediados de b pacio de negociación en el plano individual (Trzeciak.
década de 1980, por medio de las Redes de Mujeres del Sur, DA\YN 2809: 166-16'7).
(Development Alternatives with Women for a New Era), se ha
difundido en la critica." Resulta útil como Naila Kabeer (1999) Las narraciones biográficas de Sonia nos permiten concluir que
I
define al empoderamiento como un proceso de cambio para al- el trabajo en una maquila se puede calificar como positivo. Ella lo
canzar la posibilidad de elegir entre diversas fermas de ser y ha- valora así, pese a las dificultades, entre otras, en parte sexistas y
cer. Esta definición sirve para mirar el trabajo en la rnaquiladora de las malas condiciones, porque a l mismo tiempo también les
de la frontera norte mexicana, pues no sólo dirige su atención origina nuevos espacios de negociación y nuevas prácticas. Éstos
a la obtención de recursos económicos sino que también esta uni- se relacionan. por ejemplo, con sus decisiones sobre su propio
do con las prácticas de negociación y elección. salario, su capacitación actual, la perspectiva de una promoción
En el análisis de las entrevistas biográficas. se muestra que laboral, o varias veces. sobre los derechos alcanzados en seguri-
el concepto solidario feminista difundido de "empoderamiento dad social o médica.
igual trabajo", sólo en parte es acertado, pues el trabajo e n una En una situación de migración, las mujeres conciben nuevas
nlaquila, según lo señala el análisis de la situación en Ciudad prácticas sociales corno, por ejemplo, el ejercicio de la inatemi-
Juárez (cfr. Tuider, Wienold y Bewernitz, 2009; Trzeciak, 2009). dad a distancia, pues su hija de 18 años Carina, vive con una
es más que la entrada a un empleo pagado. Las mujeres migran- amiga suya en Durango. Sonia dice lo siguiente:
tes describen cómo y qué libertades de acción y estructuración se
han abierto para ellas en u n espacio discursivo de explotación. Todos los días me manda mensaje o le mando mensaje.
Si es mediante el trabajo en la maquila que se da o no el empo- Este, le hablo los lunes, de lógica que le hablo, a veces
deramiento depende de las circunstancias concretas de cada una el miércoles, y si todavba me queda saldo el viernes,
de las mujeres (cfr. Trzeciak, 2009: 159ss.). y si no me queda mucho saldo le mando u n ~aensaje,
pero casi siempre, ahora he encontrado la manera de
que... un compañero de trabajo tiene u m m m Internet.
. -
n ori~rnalmente
coiileilzó con ~1 objetivo de la igualdad de derechos a nivel Entonces, ya nos ponenzos en contacto por el Inter~zet
mundial en térn-iinos de raza, clase y género. por lo que este concepto fue (Sonia, 2008).
fuertemciite criticado a lo largo de la dbcada de 1990 como una estrategia
unidimensionnl y eurocéntrica, debido a que en el cmpoderamiento yace Aquí están presentes, tanto l a s redes locales coino también la te-
como base una representación totalmente cierta dc una "vida indcpendien-
te", en la que las mujeres del llamado Tercer Mundo serían colonizadas de lecomunicación, que los migrantes mantienen con sus familiares
nuevo, y en sus capacidades se verían privadas a decidir sobre sus propias para el apoyo de la maternidad a distancia. Los medios técni-
vidas y ponmlas en práctica. cos coino el teléfolio celular y la Inteinet (con cámaras de video)
son una ventaja para el enriquecimiento fundamental de estas internacional de1 trabajo. Sin embargo, también describe en
prácticas, para vivir y mantener las relaciones emocionales, la su entrevista biográfica un empoderamiento indudable, median-
corresponsabilidad, el cuidado y e1 compromiso. te su trabajo, y modifica con esto las consideraciones dominantes
de las relaciones de explottacibn global, así como la predominante
Entonces cualquier cosa que no está bien, mi ami* me teoría del empoderamiento feminista.
manda un mensaje. Estepas6 esto, esto, esto, esto, esto. Asimismo. se puede poner de relieve en la biografía de Soilia
Elz, no le digas que yo te dije (risas). Y ya yo marco las prácticas de estructuración de una "maternidad a distancia"
para allá. '2 ver, iqu&pasó?;Me tienes algo que decir? (Salazar Parreñas, 2005). Las madres trasnacionales cuestionan
Ayy, es que si ya sabes para qué me dices (risas). Pues con e!sto la interpretación ampliamente difundida en este mo-
quiero que tú me lo digas". O a veces ella misma me ) en Alemania y Europa de que la cercanía corporal y el

marca. O yo le marco y me dice: 'Y es que pasó esto y emocional coinciden (o tienen que).
esto y esto y mi tia se enojó': Así, y ya, 3'0 le doy su rega- El análisis de las prácticas (de vida) trasnacionales muestra
fiada y ella sabe que mis regañadas son regañadas, y cómo las libertades de acción se han aprehendido, estructurado
aparte me molesta y ya no le hablo, y eso le duele rnás, y cambiado. Con esto se presentan las mujeres, migrantes, t r a -
que cualquier otra cosa, le duele que yo ni le lzable (So- bajadoras de maquila, como actoras de sus biografias, y ellas no
nia, 2008). permanecen mas como objetos de nuestra investigación.
A nivel teórico se señala una vez más que los conceptos glo-
bales - c o m o el vinculante feminista "Nosotras-mujeresn- sólo
Reflexiones finales: son limitadamente útiles. porque no han sido incorporados en la
horizontalidad-reciprocidad-diálogo especificidad histórica y de contexto. No sólo las situaciones de
vida de las mujeres / migrailtes se diferencian a lo largo de la
La feminista chicana Gloria Anzaldúa h a trazado cómo (sobre) pertenencia de clase, religión o edad, sino también que las estra-
vivir en el borderland mediante las experiencias entre los es- tegias de superación las diferencian a unas de las otras.
pacios geográficos y nacionales (como México-Estados Unidos). La investigación biogrhfica se presenta con esto como un mé-
Una zona experiencia1 que está caracterizada por los actuales todo empírico, al que pueden pertenecer las experiencias y voces
regímenes de migración a ambos lados de 10s territorios. El es- de las migrantes / subalternas / trabajadoras de la maquila. Así,
pacio fronterizo resume la vida e n u n transespacio y la figura de se puede limitar su c?asificación unidimensional, por ejemplo.
la mestiza captura la lógica binaria en u n feminismo de frontera coma "víctimas", "explotadas" u "oprimidas". Precisamente la mi-
que tiene muchas posiciones subjetivas ambiguas, la que se cons- rada biográfica nos abre una diferenciacion de la normativa ' h a
tituye mediante la llamada y, al mismo tiempo, la disolución del de dos" a un "tanto ... como" que es característico para la vida e n
"otro", de la mujer indígena e n el discurso nacional de México, el borderland.
así como por medio de la exclusión y violencia de su experiencia Al mismo tiempo, se deben hacer de nuevo siempre preguntas
de las subjetividades de tsansfronteriza. criticas: iQuién y a quién, aquí, se le da VOZ? Porque es desde
En eI ejemplo presentado, se muestra que Sonia es posiciona- la "blanca", la feminista y académica que justamente aquí se re-
da como una mujer mexicana, migrante, madre cabeza de hogar. flexiona sobre las relaciones de poder metodológicamente.
trabajadora e n una maquiIa. Como mano de obra barata en una Con ayuda del análisis del discurso nos despedimos del su-
maquiladora, ella es utilizada además para estabilizar la divj- Puesto dei orden de ias diferencias naturales y binarias, en vez
!
de eso nos centramos en las relaciones de poder y estandariza.
ciones, los que son prerrequisitos para la constitución del sujeto
diversas experiencias subjetivas y superpuestas, y la incorpora-
ción discursiva.
IP
- c o m o sometido y con poder de acción. En mi aportación reflexioné sobre esta estancia de investiga-
Los campos de poder, la complejidad " p o d e r - c o n o ~ i m i e n t ~ ~ ción en la frontera norte mexicana, las particularidades del acce-
(en al abras de Foucault) son constitutivos a nivel global, Da- so al campo y la captura de datos en la interfaz de relaciones con
regional, vecinal e individual. La interseccionalidad que interseccionales. En este camino también pregunté qué
juega un rol importante en el contexto del escenario de la entre- potencial depara el border-feminismo para una metodología que
vista, de la investigación, del análisis. de la interpretación y del sujeta la simultaiieidad de experiencias distintas, solapantec y
contexto de presentación. .tnbuciones discursivas.
Bajo una perspectiva horizontal se tienen que tomar en cuen. A nivel metódico planteo una conexión entre análisis del dis-
t a la interaccihn, los regímenes de estandarizaciones, de jerar. curso y análisis biográfico. Semejante conexión permite soslayar
quizaciones, de demarcaciones fronterizas, así como de las inclu- las deficiencias de ambas tradiciones: mientras el primero revela
siones y exclusiones. nuevas formas de subjetivación sin encontrar métodos adecua-
Pienso que tanto la investigación biográfica como el análisis dos para estudiarlas, el segundo centra su objetivo en las posi-
del discurso pueden ser insertados dentro de los métodos de in- ciones de los sujetos sin conectarlos, de manera sistemática, con
vestigación horizontal. La primera, porque justamente es un pro- los discursos que los circundan. E n particular, reflexioné sobre
cedimiento muy abierto y un método orientado a las experiencias la posibilidad de un diálogo e intercambio en un contexto discur-
y significaciones del sujeto. El segundo, porque refleja de manera sivo de poder.
explícita las relaciones de poder.
Empero, la investigaciíin biográfica y los análisis del discurso
son per se dialógicos o basados en la reciprocidad. Sostengo que
el término "horizontalidad" es acertado, pues éste considera el
encuentro a l misino nivel, tanto en el marco del levantamiento
de datos, ser escuchado y dar la voz, como en el marco del anali-
sis y presentación de resultados.
Sin embargo, la horizontalidad no se la puede equiparar con
igualdad de derechos. Más bien, tienen que ser incluidas en una
discusión sobre horizontalidad las distintas posiciones del entre-
vistado y del entrevistador en la estructura normativa del poder
( y la estructura del conocimiento).
Esto es, los métodos horizontales necesitan la tematización de
10s cruces interseccionales de la estruct~irade poder, así como
la tematización de nuevas relaciones de poder (trasnacionales),
Y finalmente una perspectiva feminista y poscolonial. En este
sentido, la investigación de la gobernabilidad y su cruce con el
análisis de la biografía y del discurso contienen el potencial de
una metodología, la misma que incluye la simultaneidad de las
Capitulo 5

La producción de conocimientos
"minga" y las barreras
a la equidad en el
proceso investigativo
Ywonne Riaño

El nexo entre la producción de conocimiento y las relaciones de


poder preocupa al mundo académico desde hace un tiempo. A
partir de la crítica feminista se viene arguyendo que la cultu-
ra occidental moderna ha visto a la producción de conocimiento
como un medio de ganar poder no sólo mediante u n mayor domi-
nio sobre la propia vida y la naturaleza sino también sobre las
vidas de otros (Jaggar, 2008: 414). De esta manera, la produc-
ción de conocimiento en las ciencias sociaIes ha estado a menudo
ligada a aspiraciones de controlar el mundo social y, ademis, ha
sido parte integral de los proyectos colonialistas (Smith, 1999. a r n e n ~ acompañados
d~ p o r una representación que casacteri-
Gutiérrez Rodriguez, 2003). Este último punto también es tra: z8 a la "mujer migrante" como carente de recursos materiales
tado por los autores de la crítica poscolonialista, quienes cues- y educativos, víctima de estructuras globales de explotación y,
tionan cómo los escritores e investigadores representan a los or tanto, necesitada de la protección de los intelectuales euro-
P
objetos de estudio. Edward Said (1978a), por ejemplo eos y de las instituciones de asistencia social (Riaíio, 2007). De
P
muestra cómo e n los escritos de varios estudiosos europeos esta manera se aleja a las mujeres originales de otros continen-
representó a l "Occidente" como u n mundo irracional y atrasado tes de la posibilidad de participar e n el proceso de producción
lo cual ayudó a formar la fantasía social sobre la superioridad europeo, pues e n teoría carecen de los recursos para
racial de los europeos. Gayatri Spivak (1988) muestra a la vez participar e n tal proceso de tipo analítico. Así, los efectos e im-
cómo e n los trabajos de algunos intelectuales europeos se re- plicaciones de la investigacibn científica para "investigadores"
presenta al sujeto colonizado o "subalterno", e n particular a las e "investigados" son de tipo desigual. Mientras que los prime-
mujeres, como incapaces de razonar por sí mismas. necesitan- ros controlan el tipo de representación del "otro" que guía sus
do siempre de la mediación j7 la representación del "intelectual trabajos académicos, y ganan además en poder institucional y
del primer mundo". De igual forma, Chandra Mohanty (1991) social a l publicar sus inv~stigaciones,los segundos no logran
y Arturo Escobar (1994) h a n hecho una reflexión crítica sobre ser parte de u n proceso que contribuya a su empoderamiento
el proceso de producción de conocimiento que prevalece en las social e individual.
instituciones académicas occidentales: ¿quién lo produce sobre Frente a esta situación de desigualdad de poder de repre-
el "otra" investigado? idesde qué perspectiva y desde quQ espa- sentación que existe varios autores hemos abogado desde hace
cios? Para Mohanty (1991), la literatura de orientación feminis- un tiempo en favor de esforzarse por alcanzar relaciones de po-
ta h a representado a la mujer del "tercer mundo" como un ser der de representación más iguales entre "investigadores" e "in-
homogéneo, con poca educación, grandes necesidades materia- vestigados" (Riaño, 1995; Madge et. al, 1997; Kobayashi, 1999;
les y víctima de la dominación patriarcal, lo cual contrasta con Msuntz, 2002; Riaño y Baghdadi, 2007a).
las intelectuales occidentales, caracterizadas por su ilustración, Cabe observar que si bien todas las críticas anteriores han
autonomía y emancipación. De esta manera todos los intelec- sido extremadamente valiosas para mostrar la necesidad de ge-
tuales ejercen u n poder de representación que crea diferencias nerar nuevas prácticas investigativas que permitan traspasar
y jerarquías entre "mujeres del tercer mundo" y "mujeres del el dominio único de representacibn que han tenido los investiga-
primer mundo", y también entre "países subdesarrollados" y dores. y de esta manera contribuir a "descolonizar" los inétodos
ib
países desarrollados". Crear esas diferencias permite al mundo de investigación (Smith. 1999), a la vez los esfuerzos específi-
occidental adoptar una actitud paternalista respecto a los habi- cos por generar nuevas propuestas nletodológicas que alcancen
tantes de los "paises subdesarrollados" y, a la vez, perpetuar la e s ~ objetivos
s h a n sido relativamente reducidos. El objetivo del
idea sobre la superioridad de los intelectuales occidentales y la Presente artículo es contribuir a llenar este vacío.
necesidad del Primer Mundo de proteger a l "otro" frágil y nece- Por eso surge la pregunta de qué se entiende por "equidad"
sitado de ayuda. en el proceso investigativo cuando buscamos relaciones de poder
Un fenómeno similar a l arriba descrito se puede observar de representación más igualitarias. Nos referimos al proceso de
e n la investigación sobre l a migración femenina de los años alcanzar una mayor igualdad entre investigadores e investiga-
recientes a Europa. Los escritos sobre mujeres de Asia, Áfri- das respecto a s u capacidad de definir y representar durante el
ca y América Latina que migran a países europeos han sido proceso investigativo, y a obtener resultados de mutuo beneficio.
De esta manera, mientras que algunas investigadoras del enfo. este objetivo. Observemos que a pesar de su presencia persis-
que feminista h a n abogado por la necesidad d e "democratizar" la tente las barreras a la equidad son a menudo invisibles, pues
investigación (Jaggar, 2008), en este escrito usamos el concepto sn los medios académicos no se reflexiona lo suficiente de ma-
de los "métodos horizontales" para indicar la búsqueda de nera crítica respect,~al tipo de relación que debe existir entre
ques de producción de conocimiento basados en los principios de los investigadores e investigados, los fines de la investigación.
la codeterminación y la reciprocidad.
El artículo está estructurado en tres partes. En la primera Y el lugar donde se produce el conocimiento. El objetivo de esta
sección es, por tanto, realizar una reflexión que conduzca a hacer
se lleva a cabo una reflexión orientada a identificar los diferen. visibles los diferentes tipos de barreras que se interponen a la
tes tipos de barreras que se interponen a la equidad, y a dar equidad y esbozar caminos específicos sobre cómo podrían ser su-
pistas sobre cómo podrían ser desmontadas. La segunda parte peradas. En este articulo hemos identificado los siguientes seis
presenta de manera detallada los principios de la metodología tipos de barreras:
minga, la cual fue desarrollada en el contexto de un proyecto
de investigación dirigido por mí sobre mujeres procedentes de I Tabla 1. Identificando las barreras a la equidad en el proceso investigativo
América Latina, Europa del sureste y el Medio Oriente, quienes
migraron a Suiza por razones de reunificación familiar o asilo De imaginarios
político. En la tercera parte se hace una reflexión sobre los retos ,a caracterización de los investigadores como "expertos" y los
y potencialidades de metodologías horizontales, tales como min- investigados sin autonomía.
ga. Finalmente, las conclusiones resumen los puntos principa-
'es del artículo y formulan preguntas importantes para avanzar De jerarquía social
iuestras reflexiones en el futuro. 1 Empiezan con la denominación de "investigadores" e "investigados".

De intercambio comunicativo 1
Tener que limitarse a informar sin posibilidad de intercambio
Identificando y rompiendo comunicativo.
barreras a la equidad
Si bien es clara la necesidad de esforzarse en realizar investi-
En el poder de definición
1
La ausencia de codeterminación respecto a la definición de metas de
gaciones basadas en los principios de la codeterminación y la investigación y categorías de análisis e interpretación.
reciprocidad, el cuestionamiento es cómo alcanzarlos e imple-
mentarlos de manera concreta en el proceso investigativo. Conlo Hacia el aprendizaje mutuo
se decía arriba, la gran mayoría de los críticos poscolonialistas
lesigualdad entre los participantes de la investigacibn respecto a la
d a n t e a n una pregunta sofisticada de las prácticas occidenta- expansión de su conocimiento.
es de producción de conocimieiito, pero siguen sin dar mayores
listas sobre cómo podría llevarse a cabo en concreto una prácti-
a investigativa más equitativa. Aquí se argumenta que el reto I Espaciales
La separación entre "investigadores" e "investigados" empieza en los
l
le alcanzar relaciones de investigación más igualitarias implica lugares escogidos para el encuentro.
nte todo u n a reflexión sobre las barreras que se anteponen
Barreras de imaginarios los nominativos de "investigadores" e "investigados". Este tipo
de denominaciones se usan sin mayor reflexión, a pesar de que
iCOrno nos imaginamos al "otro" al que vamos a investiga,?
Como ya explicábamos en la introducción, nuestros temas y
,, la práctica tienen el efecto de construir a los investigados
como "objetos de investigación" y a los investigadores como
de investigación producen a menudo una visiGn del únicos expertos y Legitimados para producir conocimiento. Los
que lo construye de una manera homogénea, sin relevar denominativos crean así los términos de referencia para el tipo
las diferencias que existen a l interior de u n grupo y, a veces, de relación que existirá entre los participantes de u n a inves-
desde una perspectiva etnocent,rista que coloca a los hombres tiga~16n.De esta manera es importante esforzarse por buscar
v mujeres provenientes del "Oriente" (Said, 1978a), del "Tercer delianrinativos que señalen la situación de igualdad que se bus-
Mundo" (Mohanty, 1991), de la península balcánica (Redepen. ca entre los participantes de u n proceso de producción de cono-
ning, 2002), del mundo musulmán o del indígena (Smith. 1999) cimiento.
como "atrasados", caracterizados por acciones violentas, ~ Í c t i . ¿Cómo romper las barreras de jerarquía social? Aquí argu-
ma de estructuras (patriarcales) de explotación y con poca auto-
nomía de actuación. Este tipo de imaginarios geográficos crean ' mentamos que es imperativo reconocer que hay varios tipos de
saberes y diferentes tipos de espacios donde se produce conoci-
una práctica de investigación en l a que los investigadores de 1 miento. Sería conveniente pensar que tanto el saber que se pro-
países "desarrollados" sean vistos como más avanzados y con la I duce e n las esferas académicas coino el que se produce en el con-
legitimidad de producir conocimiento sobre el otro. texto de prácticas cotidianas tiene un valor imporkante. Si bien
¿Cómo enfrentar las barreras de imaginarios? Aquí ar_gu- es cierto que en el ámbito de los "proyectos de desarrollo" se !e
mentamos que una actitud critica en la investigación respecto
a cómo se ve y se construye al otro es un paso esencial para 1 ha dado en los años recientes mucha relevancia a la integración
del conocimiento de las poblaciones locales, también en muchos
"descolonizar" los rn6todos de investigación. Esa reflexión ne- otros contextos académicos afín existe reticencia a considerar
cesita ser orientada por la biisqueda de la diferencia respecto a a las personas o poblaciones estudiadas como "expertas". Reco-
los lugares / fenómenos investigados en vez de tratar de produ-
cir u n a imagen homogénea y monolítica. A la vez, se requiere
1 nocer el valor del conocimiento adquirido en la práctica cotidia-
na además significa construir una práctica investigativa que
t r a t a r de desvelar los potenciales y estrategias de las personas busca la cooperación entre grupos o individuos que cuentan con
1
investigadas y no sólo concentrarse en mostrar sus deficiencias Y diferentes tipos de saber.
limitaciones. Linda Smith (1999) aboga por u n a actitud crítica
respecto a los supuestos, valores y categorías sobre los que ce / <<a
Por eso proponemos que la relación entre "investigadores" e
~nvestigados"sea construida sobre la base de una relación equi-
funda una investigación. Esto significa respecto a las maneras valente a una sociedad (con fines investigativos), donde las dos
y formas de representación del "otro", y el preguntarse hasta Partes son consideradas como expertas, aportan diferentes ti-
qué punto está incluido o excluido del proceso investigativo. pos de saberes, y trabajan como '%sociosde investigacien". La in-
dagación se trasforma así en un proyecto cooperativo donde los
socios aportan conocimientos y reciben beneficios mutuos de
Barreras de jerarquía social expansión de su saber. Tal concepción no solo apunta a una ma-
yor justicia social sino a lograr u n conocimiento mas profundo
Otra barrera hacia la equidad empieza con el proceso de dife- del fenómeno investigado ya que se combinan diferentes tipos
renciación que se establece en los medios académicos al usar de saberes.
Barreras de intercambio comunicativo Barreras respecto al aprendizaje mutuo

Estas b a n e r a s surgen e n las practicas de investigación en que 61 tema de los beneficios de un proyecto investigativo para todos
las poblaciones estudiadas se limitan a informar sin posibilidad los participantes es de suma importancia. Por lo regular se parte
de intercambio comunicativo respecto a los objetivos de análisis del supuesto que la meta de los "investigadores" es mejorar Ia
y las categorías de interpretación y representación. omprensión de las personas 5' lugares investigados, lo cual de-
El rol del "otro" se reduce meramente a la tarea de informante bería contribuir a avanzar el conocimiento cientifico en general.
sin posibilidad de interacción comunicativa. La importancia En la investigación que se denomina como "aplicada" también se
de ésta ha sido revelada desde hace muchos años por autores busca contribuir a formular políticas para mejorar la situación
como Paulo Freire (1970) y Orlando Fals Borda (1998), quienes con. de las personas investigadas. Sin embargo, en la práctica existe
ciben la investigación como u n proceso dialógico. una desigualdad respecto a las utilidades de un proyecto investi-
Aquí argumentamos que es necesario romper las barreras a la gativo. Mientras que los investigadores ven como frutos concre-
interaccián comunicativa desarrollando métodos que permitan tos sus esfuerzos, la expansión de su conocimiento y su avance
u n sistemático intercambio de conocimiento entre todos los so- en los círculos de trabajo, los beneficios concretos que reciben los
cios de investigación. De esta manera se logran tres tipos de "investigados" son menos evideirtes. especialmente en lo que res-
beneficios para todas las partes participantes en el proceso: la pecta a su expansión de coiiocimiento. Por eso conviene hacerse
inclusión explícita de todos los tipos de conocimientos, la expan- la pregunta de cómo las prácticas y métodos investigativos pue-
sión del saber de cada uno de los participantes. y la generación den conducir a la mutua adquisicióii de nuevo "capital cultural"
de un conocimiento general que va más allá de los límites usua- pourdieu, 1986) o conocimiento.
les de comprensión.

Barreras espaciales
Barreras en e1 poder de definición
Las barreras que separan a los "investigadores" de los "investi-
En muchas prácticas corrientes de producción de conocimiento gados" no sólo son sociales sino también de tipo espacial, pues
existe una ausencia de codeterminación respecto a la definición pueden empezar en el lugar escogido para la producción de cono-
de metas de investigación, enfoques investigativos y categorías cimiento. Por lo general, los iiivestigadores recogen datos en el
de análisis. El poder de definición reside exclusivamente e n los "temeno". o sea, en los lugares donde las personas investigadas
investigadores, creando asi una situación de desigualdad entre viven o son activas, para después examinar y analizar los datos re-
las dos partes que participan en el proceso investigativo.Corno cogidos en los centros universitarios. Esta separación espacial
se mencionaba en la introducción, esta desigualdad de poder de entre ambos mundos conduce al ref'orzarniento de las desigualda-
representación conlleva el riesgo que se produzcan representa- des entre "investigadores" e "investigados". Mientras que los pri-
ciones unilaterales y poco diferenciadas de las personas y los lu- meros logran u n conocimiento profundo, tanto del terreno como
gares investigados. del mundo académico, los segundos casi ningún conocimiento ad-
La pregunta surge, por tanto, e n cómo romper estas barreras quieren sobre los lugares académicos, perpetuando así la imagen
para alcanzar una situación más igualitaria e n el poder de defi- de las universidades como "torre de marfil". ;Cómo enf'relitar las
nición. barreras espaciales? La respuesta parece obvia, aunque rara vez
se lleva a cabo. En una concepción de los "investigados" como sa
cios para la producción de conocimiento, éstos tambibn tendrían a1 mercado de trabajo de mujeres extracomunitarias
acceso a espacios académicos donde se llevaría a cabo el inter- en Sui2a.l La investigación fue concebida y dirigida
cambio coinunicativo. "Conquistar" los centros académicos pormi, realizada con el apoyo d e Nadia Baghdadi (estudian-
más tiene una función simbólica: desmitificar estos espacios te de doctorado) y l a cooperación de 57 mujeres uiiiversitarias
como lugares inaccesibles, caracterizándolos así como espacios de de América Latina, Europa del sureste y el Medio Oriente, quie-
nes participaron en los talleres minga que serán presentados
trabaja conjunto, y desmontar la torre de marfil.
más adelante. La financiación de la investigación estuvo a cargo
del Fondo Nacional Suizo para la Investigación Científica, en el
marco del Programa Nacional de Investigación sobre la Integra-
,--
La metodología minga ,ión y la Exclusión Social (NFP 51).
El nuevo enfoque metodológico producido para ese proyec-
¿Cómo implementar de manera concreta los principios postu.
to fue bautizado con el nombre de ininga. con el fin de relevar
lados en el apartado anterior? A continuación presentamos la
los paralelos entre nuestros objetivos de construir conocimien-
metodología minga, cuyo objetivo era desarrollar u n nuevo enfo-
que metodológico que permitiera la implementación de los prin- -- de manera conjunta y recíproca, y la práctica ancestral
t.n - . de la
.

''minkd' (quechua) o "ininga", que consiste en una práctica pre-


cipios de la codeterminación y la reciprocidad. Esta metodología
colombina de trabajo colectivo en la que no existe un intercambio
fue iniciada y desarrollada por Yvonne Riaño y Nadia Baghdadi
económico sino que se realiza con fines de inutuo beneficio. En
en el contexto de u n proyecto de investigación sobre mujeres
. - los paises andinos una minga puede tener diferentes tipos de
universitarias procedentes de América Latina, Europa del su-
utilidades sociales como, por ejemplo, l a construcción de infraes-
reste y el Medio Oriente que migraron a Suiza por razones de
tructura pública para una comunidad o el apoyo de una persona,
reunificación familiar o asilo político (Riaño y Baghdadi, 2007a,
o una familia, para la cosecha de productos agrícolas o la cons-
Riaño, Baghdadi y Wastl-Walter, 2008). ¿Por qué era necesaria
trucción de su vivienda.
esta investigación? La imagen pública que predomina en Sui-
¿Cómo se realizó la metodología niiiiga y en qué consiste
ea sobre la mujer migrante, en especial aquellas que vienen de
exactamente? Sus objetivos principales fueron la producción de
paises extracomunitarios, se basa en una visión que las homo-
geniza como personas que se h a n visto forzadas a migrar debido - - la reflexión sobre la propia situación de in-
conocimiento en grupo,
tegración profesional, la expansión y retroalimentación de cono-
a s u pobreza económica, y también como carentes de recursos
cimiento Dara todas las participantes, y la formación de redes
personales, educativos y culturales. La realidad es muy diferen-
Sociales y el empuje para la acción personal. Por tanto, n ~ i n g a
te. En Suiza existe uiia gran variedad de situaciones r e s ~ e c t o
trasforma la investigación en u n proyecto cooperativo. El pri-
-

a las razones y caminos de migración, así como la condición ju-


u

mer paso consistió e n buscar las posibles socias de investi,oacióil


rídica y situación de integración social y económica de las mu-
Para realizar el est,udio. De esta manera diseiiamos un panfleto
leres migrantes. Desafortunadamente, muchos de los estudios
en el que se explicaba a las posibles socias de investigación los
realizados en éste y otros países europeos, están lejos de darnos
objetivos del proyecto y los beiieficios recíprocos que se preten-
una visión completa y diferenciada sobre la variedad de situa-
'iones de la migración femenina (Riaño y Baghdadi, 2007b). El
bjetivo de esa investigación era producir una imagen diferen- -
Lada sobre la variedad de motivos de migración y estrategias de Para más detalles sobre el proyecto y sus publicaciones véase la siguiente
página web: www.in~migrantwomei~.ch.
dian alcanzar (entendido como especificación del "contrato d, $1 objetivo de los talleres minga era ir más allá de la mera
utilidades"). El proyecto fue presentado a dos colectivos, la aso. de información, como es usual en los métodos de los
ciación de mujeres migrantes del cantón de Aargau (.'Migran. d ~ ~ u p focales",
os buscando una expansión de conocimiento de to-
tinnenraum Aargau") y la organización feminista por la paz cfd das las participantes. Por eso los talleres fueron diseñados para
e n Berna, las cuales aceptaron llevar a cabo u n proyecto de tiao
cooperativo. P,,rnitir, tanto la narración de las historias de integración profe-
,ional de cada una de las mujeres como el análisis colectivo de las
El proceso de búsqueda condujo a que un total de 57 mujeres individuales. De esta manera. todas las involucra-
participara en la iniciativa. Teniendo en cueiita que los prooee. das detallaron primero sus experiencias de migración e inserción
tos cooperativos de investigación representan en la práctica un profesional (cada mujer había recibido unas semanas antes de
complejo proceso de interacción comunicativa, buscamos una es- asistir a l taller una guía general para estructurar la narración, la
tructura de trabajo que permitiera un intercambio claro, organi. cual podía ser trasformada y complementada por ellas), y luego el
zado y coherente. La metodología minga consiste en tres pasos l grupo realizó una reflexión sobre el tipo de barreras que habia en-
principales: los talleres de trabajo para producir conocimiento l frentado y los recursos con los que contaba para hacerles frente.
sobre barreras y recursos. la profundización de la reflexión en
conversaciones individuales, y los talleres de trabajo para el aná-
1 Así, las participantes no sólo dieron "a conocer sus historias" sino

lisis crítico de los resultados de investigación. , que también intervinieron en el análisis de sus propias experien-
cias y de las otras compañeras. Cada una logró situar su propia
biografía profesional en un contexto comparativo, propagando el
conocimiento sobre su propio caniino y los caminos seguidos por
Talleres de trabajo para producir conocimiento sobre las otras, y expandiendo así su capital cultural.
barreras y recursos Los talleres también permitieron reforzar el capital social de
todas las participantes, pues el intercambio de trabajo logró
El primer paso consiste en realizar talleres de trabajo en peque-
ños grupos de cinco a seis mujeres con el objeto de oroducir cono-
- . - .---
, que tanto mujeres activas en medios académicos como en otros
ámbitos de la sociedad se acercaran y- conocieran mejor. Para
cimienta sobre las barreras que ellas encuentran,; los recursos 1 romper barreras espaciales, los talleres minga se realizaron.
con los que cuentan, para lograr su integración profesional en tanto en los salones de seminario del departamento de Geogra-
Suiza. Los talleres duraron un día y su organización estuvo a fia Humana de la Universidad de Berna como en los salones de
cargo de Yvonne Riaño y Nadia Baghdadi, junto con una repre-
sentante del grupo de mujeres inigrantes (Cristina Gutzwiler) v
l reunión de las organizaciones de mujeres rnigrantes (cfd, Mi-
-
1 grantinnenraurn Aargau y CEDAP). En total se desarrollaron diez
otra de la organización cfd (Alicia Gainboa). Los talleres fueron talleres, e n los que participaron un total de 57 mujeres. y se lle-
precedidos por un intercambio entre el grupo de las cinco a seis
. . ---
-.
participantes respecto a las metas de investigación, la definición
~ varon a cabo en las ciudades de Berna, Aargau y Zurich.
I
de conceptos clave y la perspectiva de análisis. De esta mane-
a se logró un acuerdo sobre las metas que se podían alcanzar 1 Profundización de la reflexión en conversaciones
estos talleres, la definición del concepto de "integración" y individuales
.'AL Perspectiva de análisis. la cual se acordó que debería incluir
t¿Into factores de tipo individual como de la sociedad en general
El objetivo del segundo paso era profundizar en el análisis de
Y Sus iilstituciones. las biografías individuales y. a la vez, abordar temas delicados
que no habían sido pertinentes para la discusión en grupo. be
esta manera, las iniciadoras de la investigación W n n e Riao0 Prjrnera versión de síntesis y análisis de los resultados.Desde
y Nadia Baghdadi) realizaron reuniones en pares con cada uQa
el punto de vista organizativo, cada una de las participantes
recibido con algunos días de antelación el resumen de
de las participantes. Al inicio del encuentro se presentaron los
la presentación para que tuvieran tiempo de preparar sus co-
temas que a ambas les interesaba profundizar. Estos tópicos no
mentario~.Las mujeres se organizaron después de la presen-
sólo eubrÍaii la biografía profesional sino también la biografía
tación en subgrupos de cuatro personas para hacer el trabajo
individual, desde la infancia hasta el momento de la migración
de análisis critico. Los resultados generaron intenso debate entre
a Suiza. A continuacióii, las iniciadoras de la investigación toma-
los subgrupos de trabajo. Después una representante de cada
ron el m1 de formular las preguntas v la otra persona procedió a
subgrupo presentó los resultados del análisis al pleno de las
reflexionar y a realizar su recuento. Al final del intercambio la,
La principal critica se concentró en las tipolo-
dos partes realizaron un balance analítico de los temas tratados.
gias propuestas por las iniciadoras de la investigación respecto
Los frutos que se lograron eii esta segunda fase fueron expan.
al tipo de situaciones de integración al mercado de trabajo por
dir el capital cultural de las dos participantes (expaiisión de su
no ser suficientemente diferenciadas. Luego de u n fructífero de-
conocimiento y con~prensiónde s u s procesos de migración e
bate, las iniciadoras de la investigación procedieron a adaptar y
integración profesional) y reforzar su capital social (este tipo
diferenciar los resultados obtenidos y las tipologías propuestas.
de intercambio permite un mejor acercamiento y conocimiento de
1 ¿Cómo concluyó el taller? Al final una orientadora profesional,
las dos partes).
contactada por las organizadoras del proywto, presentó las di-
ferentes redes institucionales de apoyo para el acceso al inerca-

Talleres d e t r a b a j o para e l análisis critico de los


'
' do de trabajo suizo y dio algunos consejos a las mujeres sobre
cómo proceder e n el futuro.
Los frutos que se lograron en este taller fueron numerosos.
r e s u I t a d o s d e investigación
Por una parte, el logro de una comprensión más profunda de la
realidad gracias a la conjunción de varios tipos de saberes (aca-
Los pasos anteriores habían generado un volumen importante
démicos, vida cotidiana) y, por otra, el reforzainiento del capital
de información sobre las biografías de migración y de integra-
social y cultural de todas las participantes. Otro fruto significa-
ción profesional de las mujeres. ¿Cómo proceder a continua-
tivo fue que cada mujer recibió una certificación de trabajo de la
ción? ¿Cómo se llevaría a cabo el proceso de tyanscribir. siiit,e-
----- Ui~iveisidadde Berna como coproductora de conocimiento para el
tizar y analizar lo recabado? En los talleres con las mujeres se
- 2

acordó que las iniciadoras de la investigación (Yvonne Riaño y ( proyecto aquí descrito.
Nadia Baghdadi) estarían a cargo de este proceso. y que a con-
Para los empleadores suizos e s muy importante saber que
sus futuras empleadas tengan experiencia suiza y. por tanto, el
tinuación harían una presentación formal al conjunto de par-
ticipantes en las que sintetizarían los resultados principales
1 objetivo de esta certificación era apoyar a las mujeres en este
requerimiento. Además de este documento, cada mujer recibió
del trabajo y presentarían sus primeras interpretaciories. Con
este fin se realizaron dos talleres tipo sintesis. de mediodía de l una carpeta con los resultados del primer taller (en forma de
auración, uno en la ciudad de Berna (en las instalaciones del
- -. cuadro resumen), la trascripción de su biografía personal, las
cfd, con 25 participantes) j7otro en Zurich (en las instalacio- fotos d e los talleres, las direcciones de l a s participantes y
nes del cao'w, con 30 participantes), en los que se presentó una
1 las direcciones de las instituciones que apoyan el acceso al mer-
cado suizo.
Publicacisn destinada ~ o n a s incluyendo
, responsables de la política de integración de
a los responsables de la politica de integracibn cantones, i-esponsables de organizaciones de migrantes,
organizaciones no gubernamentales de apoyo a los inigrantes, re-
s los medios de comunicación masiva. académicos
p ~ s e n t a n t e de
El paso siguiente consistió en la elaboración de una p ~ b l i c ~ ~ i 6 ~ y las mujeres que participaron en los talleres minga.
tipo librillo destinado a los respoiisables de la politica de integra. La publicación tuvo una gran acogida en los mass media, pues
ción con los resultados principales de la investigación, según lo, el periOdico Des Bund, uno de los principales de la ciudad de
acuerdos del taller final y una serie de recomendaciones perti. Berna, sacó una pagina entera sobre los resultados de esta inves-
nentes. Esta edición fue presentada oficialmente en la Universi. tigación. A continuación miembros del Partido Verde de Suiza
dad de Berna, en un acto al que asistieron alrededor de 100 pep. lanzaron una petición al consejo de la ciudad de Berna, solicitan-
do accianes para mejorar la situación de las mujeres migrantes.
Como resultado, la Oficina Federal por la Igualdad de las Muje-
'
res y los Hombres otorgó financiacI6n a la organización cfd para
que realizara un proyecto que apoyara la integración de mujeres
migrantes al mercado laboral suizo. Este proyecto se está desa-
rrollan actualmente en cooperación con la Universidad de Ber-
na. a, través de Yvonne Riaño.

Las posibilidades
y retos de la metodología minga
Como se vio en la sección anterior, los frutos que se logran con
la metodología minga son numerosos: profundizacibn del conoci-
1 miento científico gracias a la conjunción del saber de tipo acadé-
mico y de la vida cotidiana, así como expansión del capital cultu-
ral y social de todas las participant,es en el proceso investigativo.
De esta manera, la metodologia rninga es un enfoque que permite
I
la doble meta de producir un tipo de conocimiento más profundo
Y cercano a Ias percepciones de Ias personas estudiadas respecto
Figura 1. Publicación para responsables de la politica de integración a los métodos tradicionales y tener un impacto social concreto en
basada en los talleres rninga2 las vidas de las participantes. ¿Cómo evaluaron las mujeres par-
ticipantes esta metodología? He aquí algunos pronunciamientos
' La traducción del titulo en alemán es: Las migrantes calificadas y siis posi- al final del último taller.3
bilidades de integración profesional e n Suiza. Resultados y recomendacio-
nes de u n estudio realizado en el marco del Programa Nacional de Investi- -
3
gaciiin sobre la Integración y la Exclusión Social NFP 51. Los nonlbres originales de las mujeres se conservan cn el anonimato.
Los talleres rninga fueron para mi una experiencia de esta última tiene necesariamente sus límites. Uno de
muy enriquecedora. Yo estoy convencida que el Izaúer los primeros retos con el que se enfrentaron las iniciadoras del
compartido mis experiencias de trabajo con otras m u - roye~tofueron las voces críticas que expresaron algunas de las
jeres el2 una situación similar a la mía me Iza ayzidado P
mucho a dejar atrás miedos y frustraciones. Por esa Participante~en los talleres respecto a los alcances de la metodo-
logía Por ejemplo, alguien inailifestó su desilusión, pues espera-
razón me siento más fuerte (Alejandra Amacher, admi- ba que los talleres se constituyeran en la base para la formación
nistradora de empresas, México). de un movimiento político que luchara por mejorar la situación de
A m i me gustó ntuclzo Ea experiencia de haber com- las mujeres inigrantes en Suiza.
partido con otras mujeres que también tienen expe- Otra de ellas expresó su descontento, ya que entre sus expec-
riencia de migración. Las mujeres se esforzaron por tativas figuraba que las responsables del proyecto le ofrecieran
contar sus biografías, reflexionar al respecto y además un puesto de trabajo en la universidad. La discusión sobre los
hacer recomendaciones prácticas para mejorar su inte- alcances sociales de las metodologías de tipo horizontal no es, sin
gración profesional. El clinza de trabajo era muy agra- embargo, un tema nuevo. Ya en décadas pasadas hubo intensos
dable. Además me alegré nzuclzo de volver a ver algu- debates respecto al alcance de los métodos que se entendían como
nas mujeres que hace algún tiempo no veía y de conocer "participativos" (Riaño, 1995), pues e n algunas visiones muy am-
a otras (Cemyle ~ z k i r a ntrabajadora
, social. Turquía). I
biciosas estos enfbques deberían tener u11 alcance político que
Los talleres tninga fz~eronmuy fructíferos para mi. condujera a la trasformación de las estructuras capitalistas
El análisis de ?nibiografía de trabajo me permitió eua- de explotación. &Cómopensar a l respecto? Nuestro punto de vis-
luar mejor mis prioridades profesionales. Mi confianza 1 ta es tener claro que el objetivo y alcance de una metodología
e n mi misma y mis actitudes personales cambiaron de como minga es iniciar un proceso de trasformación reflexiva que
manera m u y positiva. E n la práctica esto quiere decir conduzca al enriquecimiento individual y del grupo. Querer ir
que nze hice más activa en la búsqueda de contacto col2 1 más allá sería demasiado pretencioso y además pondría en duda
posibles emnpleadores. i E l resultado? He sido invitada la realización de este tipo de métodos, lo cual sería verdadera-
a entrevistas para trabajos que corresponden a mis ca- mente lastimoso. Por eso nos parece muy importante que desde
lificaciones. NO es eso ya u n éxito? La fuerza que se
nos trasmitió para sentirnos m á s fuertes y actuar
1 un primer momento todos los participantes tengan muy claro
cuál es el "contrato de utilidades" para que puedan decidir desde
d e esa m i s m a manera fue increíble (Juliana Gygax, 1 un inicio si tal proyecto puede satisfacer o no sus expectativas.
socióloga, Perú).
A pesar de sus numerosas posibilidades y de sus aspectos positi-
vos, cabe también relevar que la n~etodologíaminga es bastante El p r i n c i p i o d e la codeterminación: ¿cómo r e p a r t i r las
compleja y genera varios retos que se presentan a continuación. tareas?

u n a de las preguntas más difíciles de las metodologías basadas


iLas metodologías horizontales: alcance d e la acción social? en el principio de la codeterminación es ¿hasta qué punto debe-
rían participar en igual medida todos y cada uno de los partici-
Si bien es cierto que nlinga es una metodología que combina la pantes en la toma de decisiones, durante cada una de las fases
recolección de datos con la acción social, cabe reconocer que el de la investigación? Nuestra experiencia muestra que si bien la
codeterminación es el principio orientador, esto no significa que icompensación económica para las
en la práctica todos los participantes deban encargarse de rea]i.
participantes?
zar todas las tareas.
Desde el punto de vista organizativo es necesario encontrar )tra de las preguntas relevantes que surge en estas metodolo-
u n mecanismo que permita la representación de todas las voces .ías es jhasta qué punto deben ser compensadas económicamen-
participantes a lo largo del proceso investigativo, sin necesidad e las participantes de los talleres? Y un objetivo muy claro de
que todos tengan que trabajar juntos todo el tiempo. Por raza. ~ n ametodología ininga es el intercambio recíproco sin carácter
nes económicas también es claro que hay u n límite de tiempo nonetario. El beneficio se refiere a la expansión de conocimien-
que cada una de las participantes puede invertir y, por tanto, o y del capital social. Sin embargo, hay personas que invierten
se requiere designar un encargado de coordinar el proceso in. .arios días de trabajo en el proyecto, como es el caso de las co-or-
vestigativo, de organizar y moderar los talleres, de procesar y ganizadoras de los talleres. La pregunta remite a l reto de cómo
sintetizar la información, y de realizar unas primeras interpre-
taciones. 1 financiar un proyecto basado en metodologías horizontales. La
realidad es que los fondos financieros para la investigación son,
De esta manera, como se explicó más arriba, si bien es cierto por lo general, escasos y no siempre fáciles de obtener. En el
que todas las participantes de los talleres tuvieron la capacidad caso de este proyecto la financiación que logramos obtener fue
de c d e c i d i r en los tres momentos clave del proceso investiga- una compensación económica para el trabajo de medio tiempo de
tivo (metas de investigación, recolección de datos jranálisis e in- las Iniciadoras del proyecto (Yvonne Riaño y Nadia Baghdadi).
terpretación), también lo es que fue necesario designar algunas Asimismo, logramos obtener la financiación, tanto de los costos
personas que tendrían la responsabilidad principal del proyecto, de transporte de las participantes a los talleres como de s u s
como fue el caso de Yvonne Riaño y Nadia Baghdadi (iniciado- costos de alimentación y bebidas durante el tiempo que se
ras) y otras como Cristina Gutzwiler (representante del grupo realizaban estos talleres. De esa manera fue necesario buscar
de mujeres) y Alicia Gamboa (representante de la organización caminos alternativos para la compensación económica de las co-
cfd), quienes co-organizaron los talleres en conjunción con las organizadoras de los talleres. En el caso de la representante de
responsables principales. las mujeres nligrantes (Cristina Gutzwiler), logramos organizar
Esta repartición del trabajo crea, indudablemente, algunas , una pasantía en el Instituto de Geografía de la Universidad de
asimetrías, pues las iniciadoras del proyecto tienen mayor con- 1 Berna, por medio de la que recibió una compensación econón~ica
trol sobre el proceso de análisis y representación. Sin embargo, para s u trabajo. E n el caso de la representante de la organi-
esta situación es característica de una gran mayoría de procesos i zación cfd (Alicia Gamboa). conseguimos un acuerdo con la orga-
políticos democráticos en que de forma inevitable algunas per-
sonas deben asumir la responsabilidad principal de liderar el
1 nización para que pudiera incluir el tiempo de su trabajo en la
reparación de los talleres, dentro de su horario laboral.
proceso participativo. Lo que nos parece importante tener claro
es que si bien la codeterminación total es una utopía, a la vez
es el principio orientador del proceso investigativo y, de esta Los retos de comunicación:
manera, hay que esforzarse por lograr una representación de
entre la cercanía y la distancia
todas las voces participantes e n las tres fases clave del proceso
investigativo (fijación de objetivos, recolección de datos, análisis
e interpretación).
1 La comunicación entre participantes que pueden ser diversos
1 respecto a sus orígenes, su habitus, su idioma y su nivel de edu-
cación es. indudablemente, uno de los retos más importantes de tudiados y u n a s relaciones mtis igualitaiias entre los socios de
las metodologías horizontales. ¿Qué irnplieaciones puede tener investigación.
para la realización de metodologías como minga la "cercanía" y El principio orientador de este método es la equidad, que se
la "distancia" de tipo lingüístico, sociocultural y educativa que entiende como la capacidad de codeterminación y las relaciones
pueda existir entre los participantes? En algunos casos, como el entre los socios de investigación. La codeterminación
presentado, los grupos de trabajo comparten un lenguaje se define como la inclusión de las voces de los socios de inves-
colnú~l,a pesar de que sus idiomas maternos son el árabe, es. tigación en los momentos clave del proceso de decisión (definir
pañol, turco y serbocroata, debido a que todas las participantes del estudio, coiiceptos clave y métodos de indagación:
tienen formación universitaria, lo cual las pone en situación de recolección de datos, y análisis e interpretación de los resulta-
cercanía comunicativa para el análisis. Sin duda, esto facilita la dos). Las relaciones recíprocas entre los socios han sido concebi-
de talleres como minga. De cualquier forma creemos das como un intercambio no monetario dirigido al reforzamiento
que este tipo de metodologías pueden utilizarse en el caso de del capital cultural (conociiniento) y social (redes) de todos los
grupos en los que existe una mayor distancia respecto al nivel participantes.
educativo de los participantes. Ante todo. lo más importante es El artículo también ha presentado los diferentes tipos de ba-
encontrar un lenguaje común de comunicación. Y aqui es donde rreras con que se encuentran los investigadores cuando buscan
la imaginación y la sensibilidad de los investigadores juegan un implementar el principio de la equidad, y h a descrito en detalle
rol relevante. Mientras que en el caso del ejemplo aqui presen- la metodología minga, discutiendo al final sus potencialidades y
tado los instrumentos de trabajo f'ueron cuadros analíticos com- retos.
parativos en que se analizaban las barreras y los recursos, en los Para finalizar, el testo ha mostrado que metodologías como
casos de grupos más heterogéneos desde el punto de visto edu- minga, que combinan la investigación empírica con procesos
cativo será tal vez más adecuado trabajar con instrumentos mas de aprendizaje mutuo, pernliten una mejor comprensión de la
gráficos, como por ejemplo los mapas mentales o cartográficos, realidad gracias a la combinación del conocimiento de "expertos
las imágenes. los dibujos, las colchas de retazos (Riaño-Alcalh. académicos" y "expertos de la vida cotidiana". El reto a futuro
2006: 158). los cuales pernliten no solo visualizar las opiniones y consiste en seguir desarrollando e implementando este tipo de
memorias de los participantes sino también realizar un análisis metodologías, recogiendo experiencias de diversos tipos y en di-
comparativo. ferentes contextos socioculturales.
Asimismo, es importante comprender que los métodos hori-
zontales como minga no sólo son para grupos excluidos o para
usar en "países en desarrollo". Este tipo de metodologías hori-
Conclusión zontales son ante todo un enfeque de producción de conocimien-
to que busca lograr una práctica investigativa más igualitaria
Este artículo ha cuestionado las prácticas de producción de co- y una comprensión más profunda de los fenómenos estudiados.
nocimiento que generan una desigualdad entre "investigadores" De esta manera, no existen límites respecto a las poblaciones,
e "investigados" respecto a su capacidad de definir. representar lugares o grupos en los que se podría llevar a cabo, ya que pue-
Y obtener beneficios de tipo mutuo. En el desarrollo del texto den incluir hombres o mujeres, personas que se encuentran en
se ha presentado la metodología minga, que h e diseñada para situaciones de exclusión o, por el contrario, en situaciones socia-
alcanzar una coniprensión más profunda de los fenómenos es- les privilegiadas.
Agradecimientc I
Gracias de todo corazón a las mujeres que participaron en los
talleres minga por su interés y entusiasmo, así como por la sahi.
l,
duría de sus análisis críticos. Mis agradecimientos también Para l
I
Alicia Gamboa y Cristina Gutzwiler por su compromiso y creati.
1
Mdad en la co-organización de los talleres. Nadia Raghdadi me.
rece un reconocimiento especial por su fuerte compromiso como
co-investigadora de este proyecto. Además, la realización de esta 1 Capítulo 6
investigación no hubiera sido posible sin la financiación que el
Fondo Nacional Suizo para la Investigación Científica otorgó a
la autora de este articulo. Por su parte, Sarah Corona y Olaf
Kaltmeier contribuyeron a mejorar este material con sus comen. Sobre encuentros,
tarios críticos.
amistades y caminos en
la investigación en Ciencias
Humanas y Sociales
Mailsa Carla Pinto Passos / Rifa Marisa Ribes Pereira
Traducción: Rodrigo González R.

En el libro Alicia en el país de las maravillas. de Lewis Carroll,


aparece un pasaje donde la protagonista cae en la madriguera
de un conejo y, explorando el sinnúmero de túneles subterráneos
que ahí se encuentra, da con una bifurcación: "¿Qué camino debo
seguir?", le pregunta Alicia al conejo, y éste, a su vez, le res-
ponde: "¿A dónde quieres ir.' La niña objeta que no sabe. "En-
tonces", dice el conejo, "da lo mismo. Si no sabes a dónde quieres
ir, cualquier camino te puede ser útil".
Este breve fragmento de la historia de Alicia se muestra como
un ejemplo incitante para pensar el sentido de la investigación
en las Ciencias Humanas y Sociales, porque nos ofrece algunas
cuestiones que consideramos fundamentales en este tipo de tre- como criterio de cientificidad, por otro. esa misma sede
bajo, desde aquella que indaga sobre qué realidad queremos pco. se
de &jetividad le expropia el carácter de humanidad. Al abdicar
ducir con las investigaciones que llevamos a cabo. hasta asunt
de la utopía de comprender humanamente los fenómenos de los
relativos a qué caminos debemos escoger para lograr esa pmdu,os
hombres y, a partir de ellos, pensar categorías de comprensión
ción. Más allá de eso. el pasaje nos recuerda que todo andar e g a
apropiadas a su complejidad, la ciencia se trasforma en una nor-
repleto de preguntas y elecciones. Si nosotros, investigadores
mativa en la que los sujetos necesitan acomodarse a categorías
fuéramos el conejo blanco de la historia. indagaríamos si ella
fijadas a priori. Enfrentar esa paradoja es. en si, una
ne o no idea de dónde está. Si no ¿Cómo puede escoger a dónde ir?
declaración de opción teórica, pues implica pensar eientifieamen-
;Cuál es su punto de partida? ¿Desde qué contexto formula sus
te los fenómenos humanos colocando en debate el propio sentido
cuestionamientos? Consideramos que seria importante, incluso, de hacer ciencia.
indagar de quién estaría acompañada, pues creemos que la elec. Esa perspectiva de comprensión que presentamos encuentra
ción del interlocutor hace toda diferencia en el conocimiento que
resonancia en la filosofía del lenguaje de Mijaíl Bajtin (2003b
se desea producir y en la elección del camiiio de esa producción. y 2010), en s u esfuerzo por pensar de forma articulada las di-
¿Qué relaciones de alteridad entablan Alicia y el conejo? ¿Qué se mensiones ética, estética y epistemológica en la producción de
dicen el uno al otro? ¿Qué cuentan y qué callan? ¿Qué suponen eonocinlientos. Pensar y producir conocimiento son actos éticos
comprender? y no sólo cognitivos, toda vez que presuponen la implicación de
Indagaciones como éstas nos aportan pistas sobre la plurali- los sujetos que se ponen en diálogo. En cada investigación
dad de cuestionamientos que permean el trabajo del investiga- que hacemos ponemos en discusión. una vez más y siempre, las
dor y que exigen de él una actitud responsable. Mediante ellas concepciones de verdad y ciencia que nos h a n acompañado a lo
se explicitan tanto concepciones sobre la ciencia y la verdad largo de todo el trabajo de desentrañar - d e la formulación de
como perspectivas políticas que hacen de la investigación una las indagaciones a la producción y circulación de los textos con
constante búsqueda de sentido. Comprendemos que las Ciencias SUS J? esultados.
Humanas y Sociales tienen como objeto de estudio el propio ser Dsice este autor que es preciso hacer esfuerzos por la produc-
humano y su cultura, lo que exige pensar metodologías que lle- -
9

cion de u n conocimiento que, más allá de verdadero y coherente


ven a considerar las especificidades propias de ello. desde el punto de vista de los procedimientos científicos, provo-
que también sentido a los sujetos que los producen, representan-
do éticamente una verdad para ellos. Esto implica oponerse a
Algunas consideraciones sobre la investigación una concepción de ciencia pautada por la neutralidad del inves-
en Ciencias Humanas y Sociales tigador y a una concepción de verdad que se sustenta sólo en l a
coherencia interna de los procedimientos científicos. Ese modelo
Históricamente originadas en las Ciencias Naturales y Exactas. de ciencia fue gestado por el ideario moderno y convertido en
las Ciencias Humanas y Sociales heredaron de esa tradición la hegemónico por la filosofía positivista de inicios del siglo xx,pero
:reencia de que la verdad es fruto de la evidencia y de la correc- lejos de ser algo que se h a dejado atrás, está aún muy presente al
a aplicación metodológica. Sin embargo, si el objeto de estudio de inicio de esta centuria. Ejemplo de esto es el vigor actual de las
dquellas ciencias supuestamente admite esa forma de abordaje. perspectivas estructuralistas del lenguaje, las teorías comporta-
en las Ciencias Humanas y Sociales esto produce una gran para-
mentalistas del desarrollo humano y las concepciones colonialis-
doja: si, por un lado, la prescripción objetiva de las metodologías tas de la historia. 1
Bajtín (2003b: 400). en una critica que hace a la ciencia e ~ p l i . pensamiento abismal se sustenta en la imposibilidad de la co-
cativa, afirma que esa perspectiva opera con la idea de existencia presencia de los dos lados de la linea. pero no sólo por esto. Tam-
de un único sujeto y de una única consciencia -la del cientifich bién se sustenta e n la imposibilidad del diálogo en condiciones
responsable de la producción de un conocimiento unilateral y entre aquellos que están a ambos lados -por ejemplo,
monológico: el intelecto contempla una cosa y se pronuncia sobre los sujetos del pensamiento cientifico y aquellos de los saberes
ella. Hay un único sujeto: aquel que practica el acto de cognición populares: la población negra, indígena, los niños, las mujeres,
(de contemplación) y habla (se pronuncia). Delante de él hay una etcétera.
cosa muda. Cualquier objeto de conocimiento (incluido el ser hu- La legitimidad 1visibilización del conocimiento de aquellos que
mano) puede ser percibido y conocido a título de cosa. están en uno de los lados de la línea sólo existe porque la nega-
No por casualidad esa concepción de ciencia, que se pauta en ción de aquellos que están del otro les es impuesta, en una cons-
la idea de un conocimiento unilateral, es la misma que histórica. tante tensión entre invisibilidad y visibilidad. Este pensamiento
mente legitimó y aún hoy legitima innumerables procesos de co- abismal, siguiendo a Santos (2010), regula / controla nuestras
lonización, imponiéndose arrogante coino un conocimiento más relaciones y la visión que construimos del "otro" -aquellos his-
elaborado y verdadero. Comprometida con el desencantamiento tóricamente producidos como invisibilidad y negación-, los que
del mundo, la ciencia explicativa asume para sí la tarea de ilu- habitan "el otro lado de la línea". olvidados en su condición de
minar todo el reino de lo desconocido, empeñándose en la tarea sujetos, expropiados de sus condiciones históricas y sociales.
de traducir al lenguaje cientifico toda experiencia que le suene Santos argumenta que "la experiencia social del mundo es mu-
extraña. Amparado en esta perspectiva, el cientifico se apodera cho más amplia y variada que aquella que la tradición política
de la verdad para convertirse en una autoridad en relación con el y filosófica occidental conoce y considera importante" (Santos,
conocimiento que produce sobre aquellos que son tratados como 2008: 94). Por eso el autor afirma que existe hoy un desperdicio
cosa muda por esa ciencias y la sociedad que la legitima ¿A quién de esa experiencia social en función de aquello a lo que él llama
sirve ese conocimiento? A los vencedores, una vez que la historia razón indolente", o sea, un modelo de racionalidad que no funcio-
h a sido recurrentemente contada aunque no sea producida sólo na en el 1 con el apego de las otras racionalidades posibles. Esto
.-
por ellos, como hace ya mucho nos lo señaló Walter Benjamin 1 se da muchas veces por una cierta ignorancia 1 ceguera del pensa-
(1987: 225) al afirmar que 'hunca ha existido un momento de 1 miento científico hegemónico en relación con las experiencias del
cultura que no fuese también u n momento de barbarie". mundo social, que son plurales, diferenciadas y dinámicas.
/
Concordamos con Boaventura de Sousa Santos (2010) cuan- En esta perspectiva entendemos que, tanto la "sociología de las
do identifica e n las sociedades poscoloniales la existencia de 1.111 ausencias" que se refiere a la expansión del dominio de las expe-
<L
pensamiento abismal", fundado en distinciones visibles e invi- riencias sociales ya disponibles, como la "sociología de las emer-
sibles, en las que éstas últimas fundamentan a las primeras, di- gencias" que consiste en la expansión del dominio de las experien-
vidiendo la realidad social en dos universos diferentes: el que cias sociales posibles, implican necesariamente'la construcción
está de uno de los lados de la linea, amparado en la legitimidad de otra forma de ver las prácticas y a los sujetos practicantes.
de una perspectiva hegeniónica de ciencia, y el del otro lado de 1 Ésta es una orientación que hemos perseguido a lo largo de nues-
ella. Esta división hace que el segundo desparezca, toda vez que no tras investigaciones, entendiendo a nuestros interlocutores como
Se conforma o extrapola a los criterios dictados por la traducción portadores de conocimiento v protagonistas de la historia. Lo
unilateral. Se trasforma en una realidad inexistente. Al que estR
del otro lado de la linea se le entiende como una "ausencia". El 1
1 anterior supone verlos no sólo como sometidos a una ideología
omnipresente y determinadora de gestos, gustos y modelos de
pensamiento, sino como practicantes que inventan y reinventan concepción de la historia en la que no exista distinción entre los
cotidianamente (De Certeau, 2006). Sujetos inventores en las ar. grandes y pequeños acontecimientos. y "que tome en cuenta la
tes de hacer, que configuran el "tablero" del juego social vigente verdad de que nada de lo que un día sucedió puede ser considera-
y que. al inventar, se reinventan. do como perdido para la historia" (Benjamin, 1987: 222).
No se trata de pensar en formas de resistencia sino en lo, La metáfora de cepillar la historia a contrapelo señala que
modos de existencia que afectan y modifican a los otros a partir forma y contenido, que teoría y metodología, son aspectos indi-
del encuentro. Nos interesan sus modos de coexistencia. ¿En qué sociables en la producción de conocimientos. Así, si la ciencia
medida estos modos modelan a los sujetos y sus prácticas? Se- explicativa mantiene su empatía con los vencedores a l utilizar
guimos, así, orientadas por la idea de que investigar en el campo metodologías coilio la linealidad y el continuum para volver he-
de las Ciencias Humanas y Sociales es también comprometerse gemónico y uiliversal un conocimiento unilateral, es necesario
con la vida y los sujetos con los que trabajamos, implicadas con contraponer a él otras formas de comprensión de los fenómenos
la producción de un conocinliento que genere sentidos para noso- humanos que consideren el desorden y el desvío como perspecti-
tras mismas y los sujetos envueltos en esa producción. vas metodológicas. De este modo, lo inusitado puede salir a flote,
La poesía de Bertolt Bretch (1990), con sus contundentes in- como u n hilo que se desprende del orden del tejido y que ofrece a
dagaciones, ofrece una buena pista para la construcción de una la mirada del investigador la posibilidad de la indagación.
metodología de la comprensión de la historia y de la ciencia: vol- A partir de esa mirada y esa escucha buscanios construir
ver visibles sus condiciones. nuestras metodologías de investigación. cuyo primer principio
consiste en mirar con curiosidad hacia el otro lado de la línea y
;Quién construyó la Tebas de las siete puertus?
ver lo que ahí existe eil términos de saberes o identidades; mejor
Nuestros libros consignan los nombres de los reyes
dicho: consiste en trasformar la línea, que originalmente aparece
LOS reyes arrastraron los bloques de piedra? [. ..j 24. como divisoria en u11 juego de saberes, enredados, articulados,
dónde fueron los pedreros la noche e n que quedó lis-
carentes de intercambio.
ta la Muralla China? [...] Una victoria a cada página
Quién cocin.aba los banquetes de la victoria? [. ..] Tan-
tas historias, cuántas preguntas ... (Brecht, 1990).
L

Artes de hacer: el encuentro de trasformar


Cuestiones como las que ha trazado aquí Brecht contribuyeron la línea abismal en un juego de "cama de gato"'
mucho a que Benjamin. su interlocutor, esbozara la tesis de que
es preciso peinar la historia a contrapelo para que ésta p i d a Existe en Brasil un juego popular llamado "cama de gato", que
dejar de ser ese continuum en que fue trasformada por la 16- consiste en enmarañar entre los dedos una cuerdilla y, a partir
gica del progreso y la tradición positivista. Narrada e n conve-
niencia con los vencedores, la perspectiva unilateral oculta
-
1
Las investigaciones narradas en este apartado fueron coordinadas por Mailsa
contradicciones y sus embates, por eso, "es preciso cepillar la bis- Carla Pinto Passos e n el ámbito del programa de posgrado en EducaciGn de
toria a coiitrapelo", dice Benjamin (1987: 222)- O sea, es la Universidad del Estado de Río de .Janeiro, Brasil, en conjunto con cl equipo
apuntar hacia la construcción de otra perspectiva de la historia de investigación "Culturas e identidades en lo cotidiano". y contaroil con el
-vivida y narrada-, que visibilice a las innumerables contra- financian~ientodel CNPq (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico
e Tecnológico) y de la FAPEFLJ (Fundaqao de apoio A Pesyiiisa do Estado do
dicciones que le constituyen. Esa es la perspectiva que atribu- Rio de Janeiru). Son investigaciones relativas al curso de niaestría concluido
ye Benjamin al historiador materialista, comprometido con una por Sonia Kegiila dos Santos y Claudia Alcnandre Queiroz, respectivamente.
de ella, formar figuras geométricas que van evolucionando hacia 1 2010). que divide a los sujetos entre aquellos que saben y aque-
otras muy diferentes. La cama de gato es un juego que exige llos que se supone nwsaben, un material para el juego de '%ama
menos dos participantes. Siempre el otro. al enredar por nues.
tras manos el cordel. da a conocer las muchas formas en de gato", proponiendo así la negociación de los saberes y el en-
m a r a ñ a d ~de ideas, prácticas. identidades y, principalmente,
nuestro orden inicial se puede trasformar. Uno va cambia que posibilidades.
con el otro la estructura de las formas geomktricas. La C ndo
--- ~oblscibnnegra
T.a - en Brasil -según el último censo de X B G E , ~
de gato pasa de un par de manos a otro sin que se deshagan la, de 2010- contabiliza más del 50% de los habitantes. Aunque
formas geométricas del principio. Sin embargo. ellas se Van cuantitativamente sean mayoría, sus prácticas culturales e
modificando en nuevos e incontables diseños, en rnúltiples Po- identidades se mantienen sujetas a estereotipos, que los fijan
sibilidades. en la imagen de lo folclórico, subalterno, de inexistencia y nulo
Consideramos que este juego ofrece una bella metáfora re,- La sociedad brasileña es racista y lo más grave de este
pecto a la investigación y la producción de conocimientos. Creai racismo es el silencio que lo produce y que es producido por él.
infinitas formas con un "cordel de la realidad", para que estén en Como nos lo ha recordado Florestan Fernandes (2007), tenemos
contacto los múltiples sujetos que de ella forman parte. Lo que el prejuicio de tener u n prejuicio, por eso se trata de u n racismo
nos parece más interesante de este juego es que cada uno de los velado y disfrazado de falsa democracia racial, aunque maní-
jugadores se esmera en impedir que el diseño geográfico se des- fiesto e n las experiencias más cotidianas. Exactamente por el
haga. Más que una visión de mi~linuurnlo que entra en juego es silencio, la disimulación y la ideología racista, la sociedad bra-
una visión de compromiso y responsabilidad. Cuando recibo la sileña se convierte a Ea vez en víctima y victimario. Aunque la
cama de gato que toma forma en mis manos ¿Es solamente mia? i negra represente a más de la mitad de la población. esto no está
San las manos del otro que vuelven posible sus trasformaciones caracterizado en lo que se dice respecto a las referencias éticas y
y la continuidad del juego. estéticas presentes en la sociedad. No quiere decir que esas re-
También nosotras, con la intención de producir conocimiento 1 ferencias sean inexistentec sino que hay una producción de no
en dialogo con la afsodiáspora en Brasil, lo hacemos de manera existencia, y es justamente e n la deconstrucción de esa inexis-
dialéctica. Nuestras manos sustentan las figuras geométricas
formadas por el cordel enmarañado, articuladas a otros p i e s
1
1
tencia en la que hemos trabajado.
Nuestro compromiso, tanto con la producción de conocimien-
de manos cuyos dueños son los sujetos de nuestra investigación. ' to como con la emergencia de saberes, prácticas e identidades
En las indagaciones que realizamos trabajamos con la expe- relativas a esos grupos, nos impulsa a trabajar con sus narra-
riencia social que emerge en los contextos estudiados, preocupa- tivas. Nuestro interes esta puesto en sus historias y memorias,
das en aprovechar este universo de posibilidades que consiste sus prácticas y sus saberes. La imagen que mejor encaja aquí
en estar con el "otro". en contextos que son, muchas veces, trata- es la de la línea abismal, que divide al universo social, tras-
dos sólo como espaciotemporalidades de no-saber. Una ausen- formado en la cuerda de nuestra "cama de gato", en donde son
cia producida por u n discurso científico que antes de negar el representadas múltiples formas de pensar, de ver el mundo,
conocimiento y la experiencia, niega a l sujeto a l que pertenecen. incontables posibilidades y maneras de conocer, así como de s u s
Este h a sido un principio en la investigación: comprender a experiencias.
iluestros interlocutores como portadores de conocimiento y pro-
tagonistas de la historia. Sujetos que dialogan con nosotros
demuestran que es posible hacer de la "línea abismal" (Santos.
'
Instituto Brasileiro de Geografia e Estatistico.
La "metodología del encuentro" supone que la dialogicidad O, teratura,' con textos de narrativa autobiográfica escritos por
ocurre sólo en la relación que se establece en un orden dado de mujeres negras. Destacábamos así algunos sujetos de referencia
preguntas y respuestas sino en el momento que los sujetos se en- estudiantes. reconstruyendo el principio del "pen-
cuentran para narrar sus prácticiis e historias o en torno a un Para
,,miento abismal" (Santos, 2010), en el que éstos serían los que
hacer o haceres. Más allá de eso, la metodología referida cuenta están del lado de la ausencia, del no-saber y de la inexistencia.
aún con acontecimientos 1 encuentros que se dan muchas veces ~~~stextos eran semanalmente discutidos con los jóvenes.
por casualidad. que no estiin previstos y que van a redefinir lo, propusimos entonces hacer tapetes, bordados con las historias
mmbos que la investigación va tomando. que leían y oían. En u n trabajo posterior, el tema de los tape-
A lo largo del trabajo realizado con los estudiantes del coro
tes sus propias historias -narrativas que ellos producían
Voces del Mañana, del CIESP Santos Dumont (en el municipio de
Petrópolis, región Serrana de Río de Janeiro), muchos de esos
,, un texto colectivo para volverlos después tapetes bordados.
~a tapicería era, entonces y por primera vez, también un texto.
encuentros y algunas casualidades nos fueron obligando a redi- pero lo que más nos interesaba e n este proceso era la charla que
mensionar los rumbos de la investigación. Como sugiere el pasa- I se establecía a lo largo del proceso de confección de los tapetes.
je de Alicia en el país de las maravillas. elegimos un lugar para ' que tenían como tema las historias de los estudiantes, sus erpe-
llegar y escogimos la compañía. Los caminos los fuimos descu- riencias con el racismo. sus memorias, las prácticas familiares y
briendo en el proceso. comunitarias. Cada encuentro para l a elaboración de los tape-
El estudio consistía en desarrollar un trabajo junto a un pru- tes nos daba pistas para el conocimiento de aquellas realidades,
po de jóvenes cantores alumnos de una escuela pública -en su
mayoría niñas y niños negros- para comprender sus procesos 1 identidades y prácticas. Reafirmábamos así el encuentro como
metodología y la charla casual, en torno de un hacer. conlo insu-
identitarios y el papel del arte en esa dinámica. En una de las ac- mo para l a comprensión de aquel universo social.
tividades nuestro grupo de investigación promovió un encuentro La conversación a la vez alimentaba otro proyecto que se desa-
entre los jóvenes del coro y un artista plástico negro -Pedro Ci- rrollaba de manera paralela a éste en otra escuela de la periferia de
priano-, estudiante de letras, cuya obra estaba expuesta en la la ciudad de Río de Janeiro, en el barrio de Acari. Ahí, eil la escuela
galería del centro cultural de la ciudad de PetrOpolis. de educación infantil Ana de Barros Cámara, tomaban cuerpo cues-
E n la visita a l a exposición y en el encuentro con Cipria- tiones próximas a las que surgían en el CIEP Santos Dumont.
no, l a sorpresa de los estudiantes al descubrir que un chico ne- En el patio de la escuela un gran panel ostentaba u n dise-
gro podía ser artista plástico y exponer sus obras en una gale- ño a tamaño natural de Blanca Nieves y los siete enanos, tal
ría de arte. nos llevó a cuestionar cómo la representación de los como fueron llevados al estrellato por Walt Disney. La idea de
negros en Brasil vive en la actualidad una tensión de visibili- j
I la investigación surge cuando una niña de cinco años, encantada
dad 1 invisibilidad. Son visibles como subalternos, víctimas de la con la clase que acababa de tener, dijo a su profesora. una joven
discriminación, y como sujetos destinados a algunas actividades 1
negra: "Tía4 justed es Blanca Nieves!". El acto llevó a pensar
específicas -normalmente ligadas a lo folclórico y los estereoti-
pos-, pero ahora son visibles como sujetos -referencia en las
artes, en los espacios de ciencia y tecnología, a los que ya nos re- Esos talleres fueron realizados por la profesora Sonia Regina dos Santos.
E1 trabajo que narramos aquí se convirtió en la tesis de maestría titulada
ferimos con anterioridad. "Tia a senhora é negra porque qucr: narrativas que bordam memória e
A partir de este encuentro otros se interesaron: organizamos identidades". Disponible en www.proped.pro.br.
Para 10s estudiantes del mismo coro una serie de talleres de li- 'Tía" es una de las formas coino los niños llarnail a las profesoras cn Brasil.
a la profesora Claudia Alesandre Queiroz, miembro de nuestro
equipo de investigación. sobre los procesos identitarios de aqu,. plástica Magdalena Santos, una señora negra. septuagenaria,
]los nifios, negros e n s u mayoría. Las referencias éticas y estéti. habitante de Petr6polis (ciudad localizada a unos 70 kilómetros
1 de Río de Janeiro), y empleada doméstica jubilada, que pinta sus
cas que circulaban en la escuela sugerían pistas de un currículo
de infancia. Para el último día de la exposición pen-
en el que los sentidas de corporeidad y ética tenían coma refe-
1 samos en promover el encuentro de la señora Magdalena con los
rencia una "blanquitud. más que una existencia real, trataba
de una imagen de sujeto a ser divulgada, inculcada, Compartida, ahí mismo en la escuela, y para eso las profesoras organi-
, zaron con los estudiantes un conjunto de preguntas elaboradas
deseada. El elogio que la nifia hizo a l a profesora consistió en
a de la experiencia de los muchachos con las obras de la
un sentimiento legitimo de cariño y admiración, sin embargo, lo
artista. Como Magdalena decidió mejor no ir a Río de Janeiro,
que no está aquí dicho, pero si está enunciado, es la legitimación
de la blanquitud como modelo, tanto de belleza como de compe.
1 atribuyendo su negativa al hecho de que la ciudad era muy gran-
de y violenta, resolvimos entonces montar en el patio una pan-
tenck5
El equipo de investigación se dedicó entonces a pensar cómo talla conectada a una computadora con Internet para promover
desarrollar un trabajo en esa escuela que problematizara, par la charla vía skype (que es un servicio de comunicación online).
Para este día la comunidad fue invitada y estuvieron presentes
medio de encuentros y del uso de narrativas entre nifios y pro-
muchas madres, abuelos y papás de los niños. En casa, Magdale-
fesoras, esa imagen de "blanquitud". Elaboramos u n proyecto
na conversaría con nosotros asesorada por su hija, Sonia Santos,
en el que libros de literatura infantil. cámaras fotográficas y
quien también es miembro de nuestro equipo de investigación.
grabadoras funcionaran como mediadores de esa producción de
Teníamos entonces, en una tarde de viernes en la escuela,
conocimientos. Fotografiar. filmar con los alun~nos,alumnas y
una exposición montada en el patio, con obras de una seño-
profesoras las actividades de lectura g discusión de los libros -
ra artista plástica negra; un grupo de estudiantes y profesoras,
que tienen como temática las africanidades y afrobrasilidades-.
movilizados por la expectativa del encuentro por skype con una
tanto como las dramatizaciones de los mismos, fue una elección
referencia ética y estética, sobre la que todos habian conversado
metodológica de valoración de estéticas y de saberes diferencia-
dos de los infantes, con la meta de analizar los modos de recep- intensamente a lo largo de la semana. y una comunidad dentro de
la escuela participando de la actividad; del otro lado estaba una
ción, negociaciones. resignificaciones. conflictos. Lo que nos inte-
resaba no era necesariamente el producto sino las reflexiones de señora que nunca había usado una conlputadora y tampoco in-
los sujetos sobre sus procesos identitarios y las relaciones racia- gresado a la Internet, misma que no escondía su expectativa de
les. Lo que podía irse estableciendo en la dialoga a partir de esos responder a las preguntas elaboradas por los estudiantes. Este
encuentros sucedidos en torno a u n hacer, de un objeto común. fue u n encuentro muy productivo y que dio lugar a mucha discu-
sión entre el equipo de investigación. El hecho de haber tenido
Uno de estos momentos que consideramos bastante rignifica-
tivo merece ser narrado. De las diferentes actividades del pro que lidiar aquella tarde con tanta infcirmaci6n, acontecimientos,
yecto, una preveia la exposición en el patio de la escuela y. dii+ discursos y sentidos producidos sólo nos confirmó el carhcter no
rante una semana la presencia de algunos cuadros de la artista lineal del conocimiento y de la realidad, así como Pa complejidad
del campo de investigacihn. Se podría focalízar u n aspecto de
aquella experiencia, pero la totalidad es imposible de abarcar,
Este trabajo resultó en la tesis de maestría titulada "De urna chuva de Y por eso el diálogo con el equipo de investigación es t a n funda-
manga ao funk de Lel&:imagens da afbrdiáspora en1 uma escola de Acari...
Disponible en wwu7.proped.pro.bi.
mental: porque potencia la comprensión de l a pluralidad / com-
plejidad.
1
Esa experiencia nos remitió a la constatación de que, sobre En un primer momento realizamos un recuento de los medios
todo en esta perspectiva del encuentro, no existe control del in- y tecnologias a Ios que los niños tienen acceso, como una forma
vestigador sobre la investigación. El ejemplo más significativo de de buscar en el contexto de las prácticas cuestiones que orien-
eso -de entre todo lo que aconteció en esa tarde ya referida, taran nuestro estudio. Ese recuento fue llevado a cabo entre u n
~ ~ r r e s p o n dale momento en que las madres y los abuelos de los
ninos, identificados con ia historia de vida de Magdalena y con &rupo de aproximadamente 150 niños de escuelas públicas y pri-
vadas, y también entre los de la red familiar de los miembros del
que pinta, pidieron la palabra y comenzaron también a equipo de investigación.?
peguntarle, asunto que en lo absoluto formaba parte de la agen. Ese ,mpo de niños. con edades que variaban entre los 4 y 11
d a que teníamos preparada para aquella actividad y que vino a pertenecientes a distintas clases sociales, apuntaron a que,
consistir en un rico material de investigación. más alla de los medios electrónicos como la televisión y la radio,
Un hecho es que nadie produce conocimiento por si sólo. Éste ya investigadas por nosotros en proyectos anteriores, los medios
es un fenómeno palifiinico (Bajtin, 2003b). Cuando escribimos digitales estaban muy presentes en sus experiencias cotidianas.
este texto, otras voces están aquí presentes: autores leídos, con- la computadora con la Internet y el teléfono celu-
versaciones formales e informales con nuestros estudiantes, los lar con cámara fotográfica. Con ello los infantes dieron pistas de
colegas que trabajan con nosotros, y una infinidad de voces que que solían usar esos medios en casa, en la escuela o los ciberca-
se vuelven imposibles de enumerar. fés, y de que los usos que hacían de la computadora en esos luga-
1 res se alteraba de acuerdo con el tiempo disponible, la compañia
(o ausencia de ella) y, principalmente, la libertad de uso.
Artes de decir y decirse: la amistad como El campo de producción teórica referente a la cultura digital
principio metodológico6 es amplio, fluido y en permanente expansión. La producción teó-
rica revisada nos indicaba que las trasformaciones culturales
Ofrecemos aquí el tema de la amistad para construir en torno a engendradas por las tecnologías afectan de manera simbólica a
él una reflexión que permita comprender su sentido político como todos los sujetos contemporáneos, independientemente del acce-
principio metodológico en la construcción del trabajo de campo. so concreto que a ellas tengan, De una manera global, afectan
Esas reflexiones fiieron extraidas de un proyecto de investiga- por las trasformaciones en el orden de la comunicación, la eco-
ción institucional titulado "Artes de decir y decirse: narrativas nomía y la política, y de manera más restringida, en sus modos
infantiles y usos de los medios". que tiene por objeto comprender de vivir, pensar y relacionarse en la vida cotidiana. Sin embargo,
c6mo se constituyen las experiencias infantiles en la actualidad nos interesaba saber cómo el acceso concreto (o falta de acceso)
Y en qué medida esas experiencias son atravesadas por las tec-
nologías.
1 a esos medios afecta la condición infantil en la actualidad, Por

7
6
-
El equipo de investigación está formado por diez integrantes, alumnos dc
El proyecto de investigación narrado c11 este apartado h e desarrollado en licei~ciaturay posgrado en Educación. y tambikn por profesores de Edu-
el programa de posgrado en Educación de la Universidad del Estado de Rjo cación Básica: Fernanda Méndes Goncalvez, Joana Loureiro Freire, Joao
de Janeiro. Brasil, coordinado por la doctora Rita Marisa Ribes Perei1.a. Marcclo Lai~zilloti.Ivaila de Sousa Soares. Nélia Mara Rezende Macedo,
con apoyo del CNPq (Conselho Nacional dc Desenvo!viniento Científico Núbia de Oliveira Santos, Renata Lucía Raptista Flores, Regina María
Tecnológico) y de la FAPEM (Fundaqao de apoio a Pesquisa do Estado do Neiva Mesquita, Rita Marisa Ribcs Pereira (coordinadora) y Vania Lúcia
Rio de Janeiro). Monteiro de Souza.
la necesidad de delimitar un punto de partida, dada la ehxten.
sión y complejidad del tema. optamos por iniciar nuestro estudio
1 La amistad es una forma de experimentar la alteridsd y, des-
de hace mucho, se inserta en el campo de la construcción y sig-
buscando conocer los usos que de la computadora con acceso a 1,
Internet hacen los niños: cómo la utilizan. dónde, con quién, a
1 llificacibn de los saberes. No por casualidad h r m a parte de la
contenidos acceden, porqué la usan, qué crean y comunican con est r u d r a etimológica de la palabra filocofia, y era tratada por
~ ~ t ó t ~como l e suna virtud, superior a la riqueza y el poder.
esos usos.' a s para que nuestro abordaje no corriera el riesgo
~ i ~ n t r tanto,
I
A lo largo del levantamiento percibimos que la presencia del de dirigirse por una perspectiva romantizada de la amistad, to-
aparato técnico -ia computadora con conexión- durante la,
mamos del mismo filósofo griego una ponderación que aclara que
entrevistas afectaba de manera significativa la calidad de in.
terloeuei6n que se establecía entre investigador y niños. La Po-
1 le puede tener muchas facetac. De entre ellas, Aristóte-
les distinguía la amistad deleitosa, cuya base es el simple placer
sibilidad de los niños de acceder y mostrar concretamente la,
de la mrnpafiia; la aiilistad Útil, cuyos fundamentos se encontra-
situaciones a l a s que se referian ampliaba las posibilidades de
ban en la política, y la amistad honesta, que se funda en la ética
comunicación y las formas de comprensión de situaciones que, por ella desarrollada.
e n la ausencia de computadora 1 Internet, quedaban restrin- abordaje inicial del tema de la amistad condujo a estudios
gidas al mero campo del discurso. Esto nos indicó que seria im- iofes de filósof'os como Espinosa, Hanna Arendt y Michel
portante incorporar las tecnologías y su uso efectivo por parte
roucault que, actualizando el conisepto y atribuyéndoles nuevos
de los niños como constitutiva e n las estrategias metodoló-
sentidos, dieron a conocer su extensión. que va desde la idea de
gicas de nuestra comunidad de estudio. La pregunta que sur- comunidad (el bien común) hasta la de "cuidado de sí", funda-
gía entonces era cómo definir el campo en que la investigación mentada en una ética del individuo. Por la brevedad de la ar-
> .
empírica seria realizada, pues encontrar u n grupo de nifios u

gumentación aquí permitida, optamos por recortar de todo ese


con acceso a la computadora i Internet, y relativa autonomía de amplio debate las contribuciones que nos sirven para pensar la
uso, parecía una tarea poco fácil. amistad como instauración política y epistemológrca de un en-
Después pensamos que nuestra pregunta de investigación. cuentro entre sujetos, e n el que la investigación se vuelve u n
construida en torno a los usos espontáneos que los nifios hacen bien común. Ese recorte busca aproximar el tema de la amistad
de la computadora i Internet en su vida cotidiana. exigía for-
u-- con los c~nceptosde dialogieidad y alteridad, tal como h a n sido
mas de aproximación e interlocución propuestas con criterios de
desarrollados por Bajtín y apropiados por el equipo de investiga-
familiaridad. Fue así que l a amistad se presentó para nosotros ción en nuestras búsquedas metodoiógicas.
como un principio metodológico y que nuestro campo de inves- En la reIaci6n de amistad, el amigo se comporta conmigo del
tigación pasó a ser constituido por un grupo de niños que son
modo en que se comportaría consigo mismo. Este es el punto fun-
nuestros amigos. damental de construcción de una ética que presupone la necesi-
dad de existencia de otro y reconoce en la alteridad una verdad
de l a insuficiencia de si mismo. Cultivada por el habita, la ainis-
Tres subproyectos se encontraban en proceso: "Los niños y las redes soeia-
les". tesis doctoral de Nélia Mara Rezende Macedo; "Los niños J. los sitios
tad es u n ejercicio constante de autotrasformación en presen-
por ellos accesados", desarrollado como proyecto de disertación de maestría cia del otro, una creación compartida de sí mismo, e n donde las
por Joana Loureiro Freirr. y "Los usos que los ninos hacen de Is eomputa- identidades se construyen e n tanto se implican y se afectan.
dora i internet en el ciber". elaborado como monografía de grado por Fe>.- Es cierto que l a amistad también es u n ejercicio de concordia y
nanda Mmdes Goncalves.
que privilegia las afinidades, pera no se trata, empero, de una
coiicordia incondicional que se confunde con las relaciones de p,
der. Lo que queda en juego es la creación de una experiencia d, 10s presupuestos del lenguaje, que of'recen como punto de par-
igualdad política. que implica la horizontalidad de 1s c i r c ~ l a c j ó ~ tida uii diálogo en proceso, como los de la técnica, pues hemos
de la palabra (Arendt, 1993). constatado que cuando se estudian las traiisversalidades de la
Justamente en esta perspectiva de la horieontalidad de la pir. en la vida cotidiaiia, para que pueda existir conluni-
culación de la palabra entendemos la amistad como un fecundo caci6n entre el investigador y los nifios, es imprescindible que
camino metodológico de investigación. E1 hecho de tratarse d, entre ellos exista u n ininimo de presupuestos e n lo referente a l
trabajos realizados con niños implica poner a debate las relacio. dominio técnico. sin el cual las propias preguntas se vacían. Esos
nes de autoridad históricamente instituidas por los adultos so- presupuestos garantizan la comunicabilidad y la posibilidad de
bre los niños -padres, profesores, especialistas en general-, y nuevas indagaciones. La presencia de la computadora durante el
en tanto a la colonización de la experiencia de la infancia por las momento de la charla hace visibles algunos de estos presupues-
ciencias del comportamiento. En ese sentido, la relación de amis. tos y acentúa la creación discursiva sobre lo inusitado.
tad entre adultos y niños no es algo dado sino una c o i i s t r u ~ c i b ~ Cabe decir que los criterios de familiaridad o extrañamiento
que implica principios y valores en tanto forma de investigación y no constituyen una verdad "en sí" de la dimelisió11 metodológica
otras maneras de alteridad. Lo que aqui está eii juego es la rela- de la investigación. Se trata de una opción que responde a las de-
ción de autoridad muchas veces naturalizada como sometimieii- mandas teóricas y metodológicas. )- que define un punto de par-
to de uno en relación con el otro. tida para la interlocución. Tenemos claridad de que el juego de
Si la amistad. como cree Arendt (1993). se opone a las rela- "volver extraiio" y "volver familiar" el objeto estudiado es parte
ciones de poder, ella no es, por tanto, señal de indiferencia. Al integral del trabajo, toda vez que el extrañaniiento es el que mo-
contrario, implica compromiso y la indagación también. viliza
.----
- el acto de conocer. Elltendemos que en este caso, cuando
De manera distinta a los abordajes de investigación que prio- optamos por construir una interlocución con sujetos que ya son
rizan el extrañamiento como criterio a priori para elegir a los iii- nuestros amigos, la postura del estrañamiento se hará presente
terlocutores, y a fin de evitar influenciar las respuestas, optamos justamente cuando la relación de alteridad ya instituida por la
por la familiaridad que proporciona la amistad, justamente por amistad se trasforme en otra relación de alteridad pautada por
entender que el tipo de cuestión que formulamos se beneficia del la dinámica de la indagación. 0
hecho de que entre el investigador y sus interlocutores infantiles Esa nueva relación que nace con la investigacióii coloca a los al.
o
amigos en un nuevo lugar social y los invita a verse el uno al 0
existe una historia social común. Esa historia nos dice que entre P
ambos hay una relación del alteridad que preexiste a la relación otro de una forma que aún no habían experimentado. Del . . mis-
7 1
Z
mo modo, desnudan aspectos hasta entonces desconocidos del 2
de investigación, de modo que se inicia haciendo uso de una serie O
P
de presupuestos entre los interlocutores. Los presupuestos son otro. Por un lado, los presupuestos de la amistad dispensan la o
presentación y construcción de u n discurso más explícito y es- o
para Bajtin (2003b), elementos coiistitutivos del discurso que. LO.
al
por el hecho de ser compartidos y conocidos por los sujetos en tructurado. y por
" - otro. la instauración de la investigación trae m
3
diálogo, pueden dispensar la materialidad de la palabra a me- hacia "los amigos en diálogo" nuevos temas sobre los cuales no o
a.
N
dida que componen internamente el discurso producido en s~ han producido discursos, exigiendo de ellos la creación de nuevos O

dimensión extraverbal. oosicionamientos y formas de lenguaje. en fin, de una búsqueda 2


2.
0
En el caso especifico de la iiivestigacióii que aqui presentamos compartida de sentidos. !"
~oiisideramosimportantes en el proceso de iiiterlocución, tanto En esta perspectiva. la investigación instaura la discursivi-
dad como una acción que tiene por objeto compartir las cuestio-
\'.y.'.
orientadoras. Tales cuestiones o su construcción por parte (Bajtin, 2003b). Por eso mismo la ciencia no puede ser reducida
investigador no se encuentran dados a priori sino que ganan , una producción unilateral comprometida con el agotamiento
P
vi
O
existencia a lo largo del proceso de trabajo, en coautoria con los de los fenómenos sociales a partir de una explicación dada. A
sujetos investigados. O sea, su punto de partida, más que una diferencia de la explicación, entendemos la coinprensión romo S
ni
cuestión. es una intención de euestionamiento. Del mismo modo. una forma privilegiada de diálogo con otro, siempre que im-
su blanco no es la respuesta aislada a una cuestión -presa en su plica u n a producción compartida de discursividad acerca de la
hS
CD
condición de producto- sino u n proceso que permite que un realidad social que es polisémica por naturaleza. 2
7
determinado tema adquiera, en la relación de investigación, el Esta comprensión implica una produccióil de sentidos sobre
es'tatus de cuestión. y sobre el mundo de ambas partes: entre iiivestigador e in-
p
'3
Entendemos que esto fue lo que sucedió con el tema de la vestigado. El diálogo modifica siempre a los interlocutores. La -.
3
aliiistad, tomado inicialmente por nosotros investigadores como relación pmduce sentidos y contribuye también a que ambos se 2
ry
perspectiva metodológica. En la interlocución con nuestros ami- vean en otra perspectiva: aquella que sólo el "mirar del otro" Q
gos infantiles descubrimos que el tema de la amistad cruza sig- puede dar. En este sentido, el investigador no es un individuo o 21
Y
nific:ativamente sus experiencias con la tecnología, mediante su consciencia aislada y, mucho menos, neutro en relación con !as
part:icipación en las redes sociales, tales como Orkut y Facebook. elecciones que hace y las verdades que produce. El investigador
iJaué es ser amigo en las redes sociales? Esa nueva pregunta, es un sujeto social, inserto en su cultura, que ocupa u n lugar úni-
hoy trasformada en cuestionamiento de investigación, nos ha co y, desde ese lugar, construye y reconstruye valorativamente
exig$do pensar e n otras formas metodológicas que abarquen
l.-.
lil CC~mplejidad de la cultura digital. Estamos iniciando u n proce-
SO dt investigación cuyo ambiente en línea, el de los sitios de rela-
el conocimiento.
En la historia de Alicia en el país de las maravillas, tanto ella
como el conejo blanco no serán más los mismos después de ese
m
ción, es nuestro campo de investigación y nuestros interlocutores encuentro. Tampoco nosotras, investigadoras, ni nuestros inter-
los "amigos" infantiles que hicimos en Orkut y e n Facebook. locutores. Y, tal vez, la mejor lección que hemos aprendido juntos
radica en que es tan importante encontrar el camino a seguir
m
como aprender a perderse. Esto último, eil la actividad de la in- 3
Qué decir sobre el decir: vestigación, significa abdicar de las verdades a priori y asumir 0
9.

el lugar del no saber y de la búsqueda. E1 laberinto del no saber o


cultivando encuentros y amistades a
proporciona las más fértiles cuestiones: ¿A dónde ir? ¿Por qué ir? ?
3
Si la realidad es socialmente construida, ella puede suscitar di- ¿Con quién? 2
O
ferer~ t e formas
s de apreciación que varían de acuerdo con la his- a
O
toria y el contexto de cada sujeto que participa activamente de o
esa c:onstrucción. Esto pone en jaque cualquier pretensión expli- '4.
cativ'a totaiitaria, una medida en la que se condiciona la insus- -
3
vl

tituilble presencia del otro, así como de las posibles y diversas


inter'pretaciones que éste venga a contraponer.
'da producción de conocimiento en el campo de las Ciencias
!arias es un trabajo de comprensión respondiente, que presu-
una interlocución y una constante negociación de sentidos
111. En diálogo:
descubrir la voz del otro
y la propia
Capítulo 7

Consideraciones sobre
la traducción en la investigación
horizontal
Ma. del Carmen de la Peza Casares

Mientras se investiga, ya sea en ducunientos recientes, de otros


tiempos o en encuentros cara a cara, el investigador se enfrenta
con sujetos que viven y piensan en otras lenguas y poseen otras
1 culturas. Considero que las tesis de George Steiner (1995) so-
bre la traducción como un proceso de comunicación-comprensiOn
son relevantes para pensar la investigación social como una tra-
ducción entre el investigador y la comunidad estudiada.
El estudio que tiene como fin el conocimiento "universal" y la
verdad "objetiva" pretende traducir la cultura investigada al len-
l
guaje científico. En este acto se produce una violencia. El lenguaje
científico se impone como norma universal y se oculta el carácter
contingente y socialmente determinado de dicho lenguaje.
La investigación social que tiene como política la horizonta-
lidad enfrenta u n reto sin duda difícil: lograr la comprensión,
la comunicaciOn con el otro. ese que e s radicalmente otro, así Estas ciencias de filiación '"carteciana" se pueden agrupar en
como tmslader el sentido de la cultura del sujeto que investiga al tres perspectivas episternológieaa paradigmáticas: las teorías
lenguaje académica, científico, mediante u n acto de traducción. ~~;deali$tasW o "racionalistas", que privilegian el razonainiento
No se trata de u n a traslación universalizante, hornogenizadora &stracto y el método deductivo como vía de acceso a l cono-
univoca, sino de u n a que, en la inedida de lo posible, E s p e t e 1, dmienb de l a realidad social. El "empirismo", que considera
singularidad de los interlocutores. Se trata de producir un es- que el conocimiento objetivo se realiza mediante la observación
pacio de encuentro, buscar la comprensión inutua. Este trabajo directa d e los fenómenos, y que el método científico por exce-
intenta responder a las preguntas ¿En qué consiste el aconteci. lencia e s el inductivo. Y el materialismo histórico y el método
miento de traducción en la investigación horizontal'? ¿Cuáles son dialéctico, que consideran que el conocimiento s e produce en el
sus límites y posibilidades? doble movimiento inductivo / deductivo, y que el conocimiento
de l a realidad e s t á socio históricamente determinado, y é s t a
se encuentra en permanente trasformación gracias a l a acción
Lenguaje y pensamiento humana.
El racionalismo, el empirismo y el materialismo histórico
En el libro Después de Babel, Steiner (1995) hace u n recuento coinciden en que l a dificultad para acceder al conocimiento de la
histórico de las reflexiones en torno a l lenguaje e n el pensamien- realidad objetiva, objeto del conocimiento científico, son el senti-
to occidental. La discusión de la filosofia del lenguaje desde el do común y la ideología entendida como falsa concieilcia. Si bien
siglo m11hasta l a fecha se h a articulado en torno a dos grandes las distintas teorías sociales difieren e n las estrategias que per-
campos problemáticos: la relación entre lenguaje y pensamiento. miten superar las dificultades, la mayoría de ellas h a n dejado
así como la relación entre lenguaje y realidad. de lado al lenguaje como mediador en el proceso de coilocimiento
Existen dos puntos de vista paradigmáticos sobre l a relación por considerarlo fuente de error y confusión (De la,P e a , 2010).
que existe entre pensamiento y lenguaje. La perspectiva psicolo- U n a segunda perspectiva, a l a que se h a "acusado" de relati-
gista, a la que se h a denominado "cartesiana", considera que las vismo lingüístico, considera que el lenguaje no e s u n código que
ideas son inmanentes a l sujeto, que la capacidad del lenguaje sirve para expresar el pensamiento sino que éste es lenguaje,
e s universal, y que el lenguaje es u n código que sirve para ex- esta hecho de signos. E n esta teoría del lenguaje destacan los
presar el pensamiento. Desde este punto de vista, la verdad se trabajos del filósofo estadounidense Charles S. Peirce (1839-
concibe Como la equivalencia entre la palabra y el mundo. 1914) y del lingüista, crítico literario y marxista soviético, Va-
Las Ciencias Sociales, herederas de la teoría cartesiana del lentin Voloshinov (1895-1936).
zknguaje, h a n tenido como preocupación central el conocimien- Peirce sostiene que los seres humanos no podemos conocer el
t o de la verdad universal. Su objeto de estudio h a sido el hecho mundo directamente. No tenemos u n conocimiento intuitivo o
social en su "realidad objetiva",' conocer el hecho en sí, el objeto inmediato de las cosas, sólo podemos hacerlo mediante inferen-
tal como es, independientemente de la intención o de la percep- cias. Accedemos al conocimiento de la realidad mediante el pen-
c i h del sujeto que conoce. samiento. La realidad no existe más que como realidad pensada.
El pensamiento nos remite no a la cosa misma sino a la cosa
pensada, es decir, a otros pensamientos (Peirce. 1987: 60).
La objetividad se entiende coino "cualidad de objetivo". e s decir. "desapa Desde el punto de vista del proceso de razonamiento lógico,
simado, imparcial o justo". este filósofo afirma que el pensamiento humano es u n signo, y
que es mediante signos que los seres humanos conocen, piensan
y tienen experiencia del mundo. En el proceso de pensamicnb
! terioi' ~ ~ l o s h i n u 1976:
u, 21). La rnisnia conciencia individual

un signo remite siempre a otro signo. Un pensamiento remite


1 ,,tá hecha de signos.
Además, afirma que las ideas no tienen carácter inetafisico,
a otro pensamiento (Peirce, 1987: 85). También demuestra hechas de signos2El signo es una cosa, u n objeto material
incluso la percepción misma del mundo es u n signo. y toma como tanto, "la realidad del signo es totalmente objetiva". pero
el sentido de la vista para demostrar su teoría. El ojo 1 y,
lo más importante, y por esa razón "se presta a un método de
humano tiene una zona ciega, oscura. de tal forma que la pcr. ,studio objetivo" (Voloshinov. 1976: 21).
cepción inmediata de los objetos que vemos es discontinua, y Para este autor, el sujeto no es el origen del discurso, la con-
es el cerebro - e l pensamiento- el que convierte la percepción
discontinua del objeto en una imagen mental continua (Peirce / ciencia del sujeto es parte de la realidad externa y "toma forma
y vida en la materia de los signos creados por un grupo social or-
1987: 42). ganizado en el proceso de su intercambio sociaP [...] la lógica de
Peirce parte del análisis de los distintos tipos de signos me. la conciencia es la lógica de la interacción semiótica de un grupo
diante los cuales el pensamiento humano realiza el proceso de social" (Voloshinov, 1976: 22-24). El sujeto nace en una comuni-
inferencia de l a realidad. Toda nuestra experiencia, incluida dad, aprende y construye con las palabras -que son signos- la
la sensible, está mediada por distintos tipos de sig-nos -cua- realidad socia!.
lisignos, sinsignos y legisignos- que implican distintos niveles
de abstracción (Peirce, 198'7: 249). Si admitimos el razonamiento
de este filósofb estadounidense. la división que hace la sociología Lenguaje y realidad
clásica entre hechos objetivos, tal como ocurrieron en sí, y clis-
cursos como forma de valorar los hechos o puntos de vista sobre En cuanto a la relación entre el lenguaje y el mundo, Steiner
los hechos, no tiene sentido. Para este autor la realidad siempre sostiene la tesis de u n a contradicción fundamental: l a palabra
es pensada por alguien. El lenguaje, a la vez, es la capacidad no es el objeto al que se refiere, "el hombre tiene la facultad,
humana de pensar -como capacidad simbólica propia de la ima- la necesidad de contradecir, de desdecir el mundo, de imaginarlo,
ginación- y realidad social, objetiva. de hablarlo de otro modo" (Steiner, 1995: 227). La inadecuación
Siguiendo sus disertaciones, el pensamiento es un proceso radical entre el lenguaje y el mundo es a la vez el límite y la po-
de semiosis, y ésta es infinita (Peirce, 1987: 82). El padre de sibilidad de comunicar lo que es y, al mismo tiempo, decir lo que
la semiótica moderna no pretende negar la realidad objetiva. la no es y construir nuevos sentidos.
contundencia de los acontecimientos y de los hechos sociales, Y Esta contradicción fundaniental entre el lenguaje y el mundo
abonar en el relativismo del conocimiento, al contrario, el objeto se explica a partir de cuatro juegos de oposición que estructuran
del pensamiento para él es la realidad misma, el mundo (Peirce, el lenguaje humano:
1987: 210).
- - -

Por su parte, en contra de las perspectivas durkhemiana. del


E1 s i p o es una unidad compuesta por un significante (la voz hurnaila, el
marxismo mecanicista, de la perspectiva psicologista y metafísj- aparato fonador que emite y inodula ciertos sonidos) y un significado. En el
ca del lenguaje coino expresión de la realidad interna del sujeto. signo, significante y significado son inseparables. Un significante siil sig-
Voloshinov sostiene que el signo no es una realidad interna, in- nificado es sólo ruido. La asociacióii entre significante y significado ~s una
realidad externa al sujeto. es soriohistóri~a,se rhtdblece en la coiiiunidad

'
material, sino "un fenómeno del mundo exterior. Tanto el signo
de hablantes.
mismo como todos sus efectos [. ..] ocurren en la experiencia es- EI s~ihi-ayadoes iiiio.
La condición a la vez material e inmaterial del signo.* contemporáneas coinciden e n afirmar el carácter polisémico
de los signos, la condición a l a vez social e individual del len-
Una gramática que simultáneamente se despliega en el guaje, la multiplicidad y heterogeneidad de l a s lenguas y, por
tiempo y organiza nuestra experiencia de tiempo. 1 tanto, 10s inodos diversos en que las distintas lenguas consti-

El carácter a la vez público (social) y privado (individual)


,
1
tuyen a los sujetos y sus relaciones espacio temporales con y
en el mundo.
de la lengua. 1 Debido a la complejidad estructural de las distintas lenguas,
a la plasticidad del lenguaje y a la polisemia del signo, Steiiler
La relación que la lengua establece entre lo verdadero y
lo falso.
/ sostiene que "no existen dos épocas históricas, dos clases socia-
les, dos localidades que empleen las palabras y la sintaxis para
expresar exactamente lo mismo, para enviar señales idénticas
Justamente, en todas estas tensiones que dan lugar a l discurso de juicios e hipótesis. Tan~pocodos seres humanos" (Steiner,
hipotético, imaginario, condicional y hasta anti-objetivo, es don. 1995: 67). En ese mismo sentido. Mijaíl Bajtín desarrolló su
de se inscribe el carácter creador del lenguaje. 1 teoría polifónica del lenguaje, según la cual cada acto de comu-
La condición política misma se expresa y se realiza gracias 1 nicación discursiva es u n entramado de voces. El sujeto cons-
al carácter incierto y la heterogeneidad de las lenguas. Gracias al ( truye el sentido a partir del juego entre la palabra de todos, o
lenguaje se tiene la posibilidad de disentir. Éste es sistema de la lengua, la palabra del otro y la propia palabra
(Bajtín, 1982).
[...] el instrumento privilegiado gracias a.1cual el hom- La palabra no existe más que en acto y como tal nace valorada
bre se niega a aceptar el nzundo tal como es: sin ese en y por la comunidad de hablantes. Clases sociales, grupos de
rechazo, si el espiritrl abandonara esa creación ince- edad, género, diferentes entre sí, usan la misma lengua y "como
sante de anti mundos, según modalidades indisociables resultado, en cada signo ideológico se intersecan acentos con dis-
de la gramática, de las formas optativas y subji~ntiuas, tintas orientaciones. El signo se convierte en la arena de la lucha
nos ueriamos condenados a girar eternamente alrede- de clases" (Voloshinov, 1976: 36). La comunicación discursiva es
dor de la rueda de rnolino del tiempo presente (Steiner. uno de los espacios de la lucha social y de clases. Los sujetos ha-
1995: 227). blan y piensan desde lugares sociohistóricamente situados y las
posibilidades de decir y ser escuchados son resultado de relacio-
S i bien existen múltiples acuerdos y desacuerdos sobre es- nes de poder 1 saber socialmente determinadas (Foucault. 1970;
tos temas, todas las corrientes de las ciencias del lenguaje Bourdieu, 1985).
En todo acto de comunicación discursiva se expresa el conflic-
4 to y la desigualdad derivados del carácter jerárquico de la socie-
Tanto Peirce como Voloshinov difieren cle la perspectiva de Steiner sobre el
carácter material e inmaterial del sigilo y coilsideran que las ideas son ft,- dad. De acuerdo con Voloshinov:
nómenos materiales. no inetafisicos, significante y significado no se pueden
separar, como no se puede separar peiisaniiento y lenguaje. En ese centidcl.
la lengua no es un código que sirve para expresar ideas pre-exictentes. E1 [...]
las formas de los signos están condicionadas ante
h ~ r ~ u a-que
je sÓ10 existe en acto. en la comunidad de hablaiites- es (11 todo por la organización social de los participantes y
pensamiento. Por tanto, a difeiencia de Steiner, para anibos el signo no rs también por las condiciones inmediatas de su interac-
inmaterial, metafisico, cs una realidad iiiaterial. objetiva. ción. Cuando esas fornzas cambian, también lo lzace
el signo f...], d o si se abordo así, e,? problema de la Lenguaje y traducción
relaciOn entre signo y exislencia puede encontrar su ex-
presiort coneretct; sólo así el proceso d e formación cau,- 1 George Steiner e n su libro Después de Babel (1995) sostiene l a
sal del signo por la existencia surgirá corno un proceso tesis que podría sintetizarse en la frase "comprender es tradu-
de genuino pasaje de existencia a signo de genuina re- eií'. Parte de la constatación de dos fenómenos humanos insos-
fracción dialéctica de la existencia en el signo (Voloshi- Isyables: la multiplicidad y heterogeneidad de las lenguas y la
nov, 1976: 34). entre lenguas conlo una práctica que siempre h a exis-
tido. Estos dos hechos se encuentran inextricableinente relacio-
Tanto para Steiner corno para Voloshinov, en el marco de la len- n a d ~"la ~ :traducción existe porque los hombres hablan distintas
gua nacional común existen concepciones del mundo distintas lenguas" (Steiner, 1995: 71). Y podemos agregar con Paul Riccieur
y contrapuestas. En el lenguaje "la compulsión a la otredad que la traducción existe porque si bien "los hombres hablan dife-
vuelve política", y es gracias a la diversidad de las lenguas, de los r e n t e ~lenguas [...] pueden aprender otras, diferentes de su len-
sociolectos, de los idiolectos. que se hace "estallar" la identidad gua materna" (Riceeur , 2005: 34). Para Steiner, ya sea "dentro
"en voces independientes y antagonistas'' (Steiner, 1995: 234). o entre las lenguas, la comunicación humana es una traducción"
Eso permite a los seres humanos sustraerse al destino que le im- (Steiner, 1995: 68), por tanto, el estudio de la traducción intra o
pone la reproducción puramente biológica de la especie y pensar inter lingüística implica una teoría del lenguaje.
que "otro mundo es posible". Por eso Las distintas teorias del lenguaje se pueden agrupar en dos
perspectivas radicalmente opuestas: una tesis universalista que
[...] la ambigüedad, la oscuridad, los atentados contra sostiene que "la estructura subyacente del lenguaje es universal
la secuencia lógica y gramatical, la incomprensión re- y común a todos los hombres" y, por tanto, la traducción es po-
ciproca, la facudtad de mentir, -o de decir lo que no sible (Steiner. 1995: 931, y la tesis contraria que podríamos de-
es- no son enfermedades del lenguaje, son las raíces nominar monadista o relativista, que "sostiene que la reflexión
?mismasde SU genio (Steiner, 1995: 244). lógica y psicológica no llegan a agotar las estructuras profundas
universales [...] que nos lleva a pensar que la traducción es im-
La lengua es un sistema de signos complejo que a la vez estruc- posible" (Steiner, 1995: 94). Entre estos dos polos, en la historia
t u r a el conocimiento del mundo y la experiencia de los sujetos, de las teorías lingüisticas se han desplegado una gama de posi-
y permite crear nuevos sentidos. Cada una de las lenguas -sus c i ~ n e sintermedias respecto a los limites y posibilidades de la
sociolectos e idiolectos- constituyen formas particulares y dis- traducción intra e inter lingülstica.
tintas de pensamiento que permiten organizar, comprender Y En contra del mito totalitario de una lengua universal úni-
valorar el mundo de manera diferente. La diversidad de los len- ca -mito que los proyectos nacionales quieren realizar al im-
guajes no sólo demanda la traducción entre lenguas distintas poner a la población una sola lengua, una sola raza, una sola
sino también la traducción intraiingüistica. En ese sentido, todo religi8n- en la que se pudiesen fijar las sentidos para detener
acto de comunicación es uno de traducción. Cada vez que un su- el movimiento infinito de la s e r n i ~ s i s Walter
,~ Benjamin (1999:
jeto recibe un discurso se produce un acontecimiento de trasla- 77-88) sostiene la riqueza cultural que significa l a pluralidad, la
ción, se realiza u n acto de "traslado, de transferencia de sentido" heterogeneidad y la multiplicidad de las lenguas.
(Steiner, 1995: 13), ya sea de una lengua a otra. de un sociolecto
a otro, o de un idiolecto a otro. Un ejeii-iplocs la IICW lengua en la novela 1984 de George Orwell.
Para explicar la tensión entre posibilidad / imposibilidad de
mas definitivasde ¿as lenguas [pero] es sirnbolimdo e n u
la traducción, este pensador parte del mito de la torre de Rabel, el deue,rir 20s idiomas misrnos (Benjamin, 1999: 86).
Mientras que la Biblia refiere a la multiplicidad de las lengua, O3
como un "castigo7' y un limite a las posibilidades de comunica. 2.
Siempre hay nuevos sentidos y nuevos modos de ver el mun- P
ción con los otros, para Benjamin, más que pérdida e imposibi-
lidad de comunicación. la multiplicidad de las lenguas supone
do que, a su vez, se trasforman en el transcurso del tiempo. A 2
una riqueza infinita de significados. Para 61 las lenguas tomadag P&ir de la tensión paradójica entre secreto y revelación, entre
lo simbolizante y lo siinbolizado, la lengua que si bien - c o m o
aisladamente "son incompletas y sus significados [. ..] se enciien-
diría Roland Barthes- es fascista y nos obliga a decir, también -,

tran [...] en una constante trasformación" (Benjamin, 1999: 81) 8


abre la posibilidad de decir cosas nuevas y crear nuevos sentidos
Mediante el trabajo de traducción se amplían las posibilidades
(Barthes, 1982). zrD
de comprensión del mundo al incorporar y contrastar nuevas for.
G
mas de ver y pensar. De ahí que en términos de Benjamin '1, rC

traducción se alumbra [. ..] en el infinito renacer de las lenguas 2


Traducción y sentido P
[...] en la distancia entre su misterio y su revelación y se ve has- :
",.
ta qué punto esa distancia se haya presente en el conocimiento" O-
De acuerdo con Steiner, el acontecimiento de traducción, de tras-
(Benjamin, 1999: 82). En ese sentido, se puede decir que existe
lado del sentido de una lengua a otra, de un sujeto a otro, de una
=
una eomplementariedad entre las lenguas y, de manera hipoté-
cultura a otra, se realiza en cuatro fases. En la primera fase
tica, si sumáramos el conjunto de las miradas posibles de todas
se establece un pacto de inteligibilidad entre los interloeutores.
las lenguas que han existido y porvenir, el misterio del mundo se
Todo proceso de comunicación y traducción tiene como punto de 11951
vería revelado.
partida un gesto de confianza "sobre la coherencia del mundo
Para este autor, el sentido no se encuentra en la observación
[...] sobre la presencia del sentido'' (Steiner, 1995: 303). La cul-
directa de la cosa misma sino en la articulación que cada cul-
tura se materializa eii distintas prácticas: cotidianas, políticas,
tura - c o m o sistema simbólico- establece entre la cosa como
religiosas y estéticas, como la pintura, poesía, mUsica y canto, m
referente, como objeto "pensado" y "la manera de pensar" -de 3
que tienen sentido en si mismas, más allá de quién las analice o -
h
simbolizar- de quién la piensa. Por tanto, la fiinción del traduc- 5:
interprete.
tor "consiste en encontrar en la lengua -o la cultura- a la que o
Durante la segunda fase se produce un acto de violencia in- rO
se traduce una actitud que pueda despertar en dicha lengua -0 P
teroretativa. El traductor realiza un acto de agresión . - (Steiner, ;
r
a
en dicha cultura- un eco del original" (Benjamin, 1999: 83). La
1995: 304),invade la lengua extranjera y ejerce una violencia so-
"buena" traducción se subordina al sentido de la cultura que tra-
bre ella para extraer el sentido y "traerlo a casa" (Steiner, 1995:
duce y no a1 revés.
305). y de esa forma hacerlo comprensible en los términos de la
Sin embargo, la comprensión y el conocimiento del mundo son lengua de destino. En esta fase, el sentido del texto de origen se
siempre inacabados, pues
desfigura según los modos de decir de la lengua de destino para
permitir la comprensión del texto a quien lo recibe.
L...] en todas las lenguas y e n sus formas, a d e m á s de En la tercera fase se produce un acto de incorporacióii del sen-
lo transinisible, queda algo ii,nposible de trai,srnitir, algo tido del texto ajeno, un acto de apropiación. El proceso de empa-
que según el contexto e n que se encuentra, es sirnboli- tia con el otro que implica el acto de apropiación de la cultura
mnte o simbolizado j...] es sirnbolizante sólo e n las for-
ajena, eii cierto modo significa una pérdida. De acuerdo con Stei-
ner. "ningún gnipo cultural importa elementos ajenos sin iorpe,
e1 riesgo de transformarse" y perder un poco de su propia identi. ,*tierro de u n joven asesinado en Ciudad JuBrez, e n diciembre
dad (Steiner, 1995: 305). de 2010, en el que participó Axón. el cantante del grupo de rap
La última fase denominada "de compensación", busca ''resta. hi~>hop CM Crimen, interpretando algunas de sus canciones (Tu-
blecer el equilibro entre la lengua fuente y la lengua recipiente ,,ti, 2010).
(Steiner, 1995: 401). Todo acto de traducción es un acto de comu-
nicación. La comunicación autoritaria impone su punto de Yista
el otro, mientras que la comunicación horizontal es un pro. ~1 pacto de inteligibilidad
ceso dialógico de afección mutua y de trasformación recíproca,
El acto de traducción y comprensión del otro es esencialmente do proceso de comunicación con otro supone u n acto de con-
moral y lingüístico. Según Massignon "para comprender al otro fianza.Partimos del supuesto de que el otro no sólo dice algo
no hay que anexárselo sino convertirse en su huésped" (citado por sino que su palabra es verdadera. Admitimos que lo que dice
Steiner. 1995: 401). En términos de Ricaeur (2005), la traducción tiene sentido en si mismo y, en la medida en que significa, es
es un acto de hospitalidad lingüística. acceder al sentido mediante u n acto de traducción. En
Esto último implica dejarse trasformar por el sentido de la ese sentido, considero que la canción popular es portadora de
cultura del otro. No se trata de traducir la cultura del otro en sentidos, más allá de la interpretación que desde el campo aca-
términos de la propia sino respetar la otredad irreductible del démico podamos hacer.
otro y aceptar la diferencia insuperable entre lo propio y lo ex- En particular, el rap hip hop es u n lenguaje, está hecho
tranjero. Se trata más bien de trasformar la cultura "académica" de signos, tiene carácter simbólico, "significa", "quiere" decir
del investigador de modo que la cultura de la comunidad investi- "algo". Y aunque yo no pertenezca a la misma comunidad de
gada "sacude con violencia" el discurso académico y así "ampliar hablantes, es posible aprender, traducir y comprender esa h a -
y profundizar" el saber cientifico a partir de los saberes de la bla particular de este género musical. El proceso de traducción
comunidad estudiada. de un habla -el rap hip h o p a otra -el habla académica- es
En todo acto de traducción que busca la comprensión y el en- u n proceso de serniosis infinita.
cuentro con el otro existe una pérdida, sobre todo de certid~~rn- Para el caso del análisis que presento del reportaje "Del femi-
bre, que se verá compensada por el acercamiento a la experien- nicidio al juvenicidio" (Turati, 2010) existe un proceso de traduc-
cia del otro y su modo de ver y vivir el mundo, pues "el placer de ciones sucesivas. La reportera de la revista Proceso hace un pri-
habitar la lengua del otro es compensado por el placer de recibir mer trabajo de traducción. Trasforma u n acontecimiento del que
en la propia casa la palabra del extranjero" (Steiner, 2005: 28). ella h a sido testigo, en u n tipo particular de discurso: la crónica
periodística. Relato de un acontecimiento "ocurrido realmente".
De acuerdo con el relato de Marcela Turati: "Un rap se escucha
Un ejemplo de traducción: un asesinato, una en u n panteón de barrio en Ciudad Juárez el 11de diciembre". y
cita las palabras del cantautor:
crónica, una canción, un texto científico
En est,e apartado voy a ejemplificar los cuatro momentos del Mi ciudad está sufriendo, lo que necesita es paz,
Proceso de traducción propuestos por Steiner a partir de un ejer- las calles están m.a.nchada,sde sangre
cicio de interpretación / traducción de la crónica periodística del desempleados terminan robando
y no por gusto, más bien por e2 hambre,
1 mientras que las mafias se disputan por la plaza ,,l acontecin~ieiitoen discurso épico: convierte su experiencia en
u n cuerpo es encontrado ejecutado U dos cuadras de y canto. y como dispositivo mnemot6cnico de enuncia-
m i casa ción modifica los acontecimientos en hechos memorables. Gra-
Prendo la televisión buscando diversión cias a su carácter performativo la canción como parte del ritual
y lo prilnero que veo es una jovencita de tan sólo 12 luctuoso reúne a la comunidad que comparte la experiencia de
víctima de violación, dolor por la pérdida de uno de sus miembros. Según el propio
Los Estados Unidos se lucen poniendo un muro, de la periodista:
sentado en la banqueta me pregunto, que será de m i
futuro (Turati, 2010: 10). Los amigos del difunto, a quien apodaban Baser,
coreaban la canción compuesta por Arolz, que llevaba
El discurso oral de la canción al referirlo para su difusión en la p o r título "Crónicas de mi vida", y la canta.ban con
revista se trasforma en escritura y "pierde" su carácter auditivo, tanto sentimiento, como identificados con la rola de la
musical. Gracias a l carácter reflexivo del lenguaje articulado v que conocían bien el estribillo:
de la escritura, la periodista hace presente algo que ya está au-
sente. Un acontecimiento ocurrido en el pasado reciente. Narra Las calles de Juárez, y ta.mbién los bares,
el acontecimiento y describe lo que vio, el despliegue del ritual están. siendo testigos cómo se matan los enemigos,
colectivo en el espacio del cementerio: escuclza, mira y calla o puedes morir
por las balas de una me-tra-tra-tra-lla
Arón, el adolescente uocalista del grupo MC Crimen, (Turati, 2010: 11).
cantaba con los ojos cerrados al pie de la tumba de
J u a n Cazares, u n jo~lende 18 años rafagueado por los El rap hip hop es un género musical que tiene ciertas reglas de
pendilleros de su barrio junto con dos amigos que hoy creación estético-discursivas y de apreciación-lectura-inter-
descansan en tumbas vecinas. Tenía u n pomo de cer- pretación. Es lenguaje sonoro y visual en el que se integran de
veza en la mano que se balanceaba al ritino del rap manera particular gestos, música g palabra. También es poesía
(Turati, 2010: 10). épica. Relato en primera persona de acontecimientos ocurridos
en el barrio que se recita buscando la articulación entre la rima
La periodista - c o m o testigo y como observadora participante- del verso y el ritmo de la música.
da cuenta del acontecimiento mediante la crónica periodísticü
que en mi carácter de investigadora recojo como "documento". Una patrulla me detiene, los polis se bajan y rne
como relato de acontecimientos ocurridos "realmente", para inte- comienzan a esculcar interrogándome: jA dónde te
grar mi "archivo" de investigación.
diriges y en qué es lo que trabajas?
Por su parte, el rapero que, cuando compone y cuando canta S i no te gusta que te nziren mal, entonces por qué no te
una canción, interpreta y recrea la realidad social, de una for-
fajas,
ma distinta, a partir del lenguaje del rap hip hop traduce 10s como no traigo nada me dejan libre, más tarde se
acontecimientos en música y canto. El caiitautor como parte de escucha una ráfaga
la comunidad de hablantes a la que pertenece jT en la que se y volvemos a lo mismo, los contrarios de mi vecindario
constituyó como sujeto de género, clase y generación, trasforma vinieron acomnpaiiados de la muerte,
el que está tirado en m.edio de la. carretera es u n amigo Mujeres mueren, niños mueren,
y esta vez no tuvo suerte (Turati, 2010: 11)
por la maldita crueldad que los sicarios tienen
y no conviene quitar la vida por la riqueza,
En la canción se integran la experiencia individual y colectiva ya que si algo nos enseñó el de arriba fue la nobleza,
y se almacena e integra la memoria individual como parte de 1i recuerda que les drogas y la ambición al pozo llevan
memoria colectiva. El rap hip hop además es voz y puesta en es- (Turati. 2010: 12).
cena. En términos musicales, el ritmo se impone sobre melodía
armonía e instrumentación. La canción se produce con el cuerpo
A diferencia de la obsolescencia diaria de la crónica periodística,
y se despliega en el espacio: se canta y se baila en la calle, en al-
gracias a la canción los acontecimientos se trasmiten de gene-
gún escenario como espectáculo o en un estudio de grabación. En
ración en generación y se trasforman en parte de la memoria
este caso, el escenario es el cementerio y la canción se integra al
colectiva. En términos de Steiner,
ritual de difuntos. Según señala Turati en su reportaje:
L...] la realidad de la historia sentida y vivida en el se-
[...] cantaba Aron en el cementerio perdido entre las cu- na de una comunidad, depende de u n proceso continuo,
sas. La medre de Juan no dejaba de lZorar. A pesar aunque a m.enudo inconsciente, de traducción interna
de los anteojos oscuros se le veía la tensión en la cara. L...] poseemos civilización porque hemos aprendido
ElZa fue quién envió un correo electrónico al rapero, a l
a traducir más allá del tiempo (Steiner, 1995: 52).
l
quien no conocía, y lo invitó al panteón a cantarle a su
hijo. '2él legustaban m u d o tus canciones, le escribió".
La canción como acto reflexivo narra la historia valorada g tras-
La hermana de Baser -pelo negro brilloso, largas pes-
forma el sentir colectivo en experiencia y memoria. La música
tañas postizas y minifalda negra- plantaba flores d e
rap hip hop además de ser cantada e n aiguna lengua -español,
dáslico sobre el monte de tierra m r a t i , 2010: 11).
inglés- también está organizada como género musical e implica
u11 sociolecto: tópicos y modalidades de un habla juvenil que se
ha periodista describe la escena y la ilustra con una fotografía.
modifica en el transcurso del tiempo y al migrar de un espacio a
Produce un documento, traduce los acontecimientos a lenguaje.
otro. El hip hop de Medellin es distinto al de Cali, e n Colombia,
el discurso gestual y oral del ritual fúnebre es traducido por la
el de Ciudad Juárez, en Chihuahua. es diferente al de Tepito
periodista en crónica, la cual será objeto a su vez de una nue-
o Santa Fe, en la ciudad de México, aunque los distintos esti-
va traducción del lector de Proceso o de quien la toma como do-
los puedan ser reconocidos como expresiones del género musi-
cumento, parte del archivo de investigación. corpus de análisis
construido por quien investiga. Proceso de traducciones sucesi- cal. Además, cada canta-aut,or le imprime su propia marca a sus
canciones, su "modo de ver y de decir" el mundo, de acuerdo con
vas o en términos peirceanos: de semiosis infinita. Volviendo a
1 su idiolecto personal.
a escena referida por el artículo: el cantautor por medio de la can-
Al pasar de u n soporte material a otro los sentidos del rap
:ión valora los acontecimientos y a los personajes de acuerdo con
hip hop se trasforman según los contextos de su ejecución. La
:U modo particular de ver y vivir la realidad social. Del relato
canción grabada se torna en voz sin cuerpo en u n disco compac-
de 10s acontecimientos, el cantautor como lugar de la conciencia
to, o en algún otro medio de registro, y produce distintos efectos
colectiva pasa de la experiencia vivida al juicio ético y moral de
de sentido según los espacios de su ejecución: en la radio, en la
10s COmportainientos:
Internet o en cualquier otro medio de reproducción mecánica que
permita la repetición / ejecución de la canción en diversos espa-
cios y frente a variados espectadores.
Como parte de ese pacto de inteligibilidad, actores y espec-
MC: crimen es uno de los grupos de raperos y hip lzo-
peros itinerantes que cantan y bailan por la ciudad,
y ponen letras y movimiento a los horrores cotidianos
L-
tadores reconocen de manera pre-consciente o inconsciente que viven los niños y jóvenes juarenses que ven ejecu-
al rap hip hop como u11 lenguaje musical, que lo identifica ciones en el patio de la escuela o adentro de su propia
distingue de otros lenguajes musicales y sin~bólicos.Éste se casa y que están en riesgo por andar cerca de alguien
constituye e n espacio de organización colectiva, de identifica. con cuentas pendientes. O sin ellas (Turati, 2009: 11).
cióii y contra identificación de jóvenes de los sectores populares
urbanos. En el traslado de una experiencia a otra, de una lengua a otra,
El investigador como extranjero traduce e interpreta a este de una realidad a otra, el sentido de las canciones se trasforma y
género musical como sistema cultural y simbólico. Reconoce los prolifera eii los sentidos que le dan los intérpretes y los especta-
signos y las reglas de combinación del lzip lzop en su especifici- dores. La canción se mantiene viva - e s decir en moviiniento-
dad como lenguaje musical y en la relación que guarda con el en las múltiples ejecuciones, versiones 1 variaciones del sentido
contexto de creación y recreación, como espacio de construcción del texto"rigina1.
de sentidos y participación política, y como dispositivo de alma- En el trabajo de traducción se produce una violencia sobre el
cenamiento de las memorias de las comunidades en las que se texto7 original. El investigador desagrega y segmenta las prác-
produce y re-crea. ticas musicales del lzip lzop en múltiples iiiveles de análisis de
acuerdo con categorías propias del lenguaje académico. Reco-
noce y distingue a los actores de los espectadores que participan
El acto de violencia interpretativa en la práctica musical y las funciones que cumplen; identifica al
discurso musical como un producto específico de creación indivi-
En cada contexto -nacional. regional, local-, actores y especta- dual y colectiva; distingue y desagrega los elementos verbales,
dores crean, recrean y se apropian del rap lzip lzop a su manera. musicales y expresivos que lo integran para analizarlos. El in-
A partir de las reglas de este género musical como lenguaje y vestigador trasforma el discurso musical en objeto de investiga-
práctica simbólica, y gracias a un trabajo de traducción recípro- ción académica.
ca, el cantautor interpreta y recrea el mundo compartido con sil El hip hop como práctica musical colectiva pasa de a,wente en
auditorio y el público interpreta la obra y, por medio de ella. el la construcción social del sentido a objeto -pasivo- de investi-
mundo al que se refiere. Actores y espectadores trasladan los gación. Mediante un acto reflexivo sobre las prácticas musicales,
z
rD
sentidos de la canción utilizando sus propios códigos de lectura el investigador traduce estas prácticas de los actores - o r a l e s y C;
n
-escuchando, cantando y bailando cada uno a su manera-, o
gestuales- a otros lenguajes -en particular a la escritura y el o
ya sea desde el lugar de enunciación como cantautores o como comentario- en un intento de comunicación entre el mundo de ro.
intérpretes o espectadores. la vida de los hip hopeios y el mundo académico. 3
El cantautor emite su discurso desde un lugar reconocido de o
2.
N
enunciación. Lugar legitimado, taiito por los espectadores como o
3
Por relaciones de poder que hacen posible que una enunciación
emitida en un tiempo y un lugar determinados sea reconocida
Ya sea el hip hop como macro estructura, en general, o cada canción. en
particular.
89
como legítima. De acuerdo con Turati: Entendido como música, letra y estilos de baile, indumentaria. etcétera.
El estudioso, con una mirada necesariamente distante y cpi. gqullibrio entre la cultura ajena y la propia
tica, ejerce una violencia interpretativa sobre el rap hip ?toD
Lo traduce de acuerdo con las reglas del lenguaje académico y Entre el investigador y la comunidad se establece u n diálogo y
según una perspectiva teórico-metodológica propia, a partir d, una mutua trasformación. La investigación horizontal-dialógica
las categorías de las distintas disciplinas: la etnomusicologia, la que busca el conocimiento del otro -o en términos de Steiner.
sociologia, la psicología social o las ciencias del lenguaje. Saca al la comprensión del otro- mediante u n acto de traducción está
hip hop de su contexto de creación y ejecución como música he. regida por l a figura de la hospitalidad que acoge al otro en la
cha para el goce o el placer estéticos y lo trasforma en objeto de propia casa y se deja habitar por él.
investigación. En 2003, durante el congreso de la International Association
for Intercultural Communication, celebrado en la ciudad de Los
Ángeles, en un acto sorpresivo y sorprendente, Jim P e r k i n ~ o n , ~
El acto de hospitalidad lingüística presentó su ponencia cantando al ritmo del hip hop. Ese gesto
produjo una reacción de sorpresa e inco~nodidadentre los aca-
Un buen trabajo de traducción pasa de la violencia interpreta- démicos que estábamos presentes. Ese acto -provocativo o pro-
tiva a la hospitalidad lingüística y cultural. Los cantautores se vocador- permite formular algunas preguntas en torno a les
abren a los lenguajes del barrio y se dejan habitar por ellos. Por problemas de traducción del lenguaje de los sujetos sociales al
su parte, los espectadores -periodistas e investigadores- se lenguaje académico.
abren a los sentidos de la obra musical y se dejan habitar por La traducción del hip hop al lenguaje académico que estaba
ella. confrontando el profesor Perkinson nos devuelve a los cuestiona-
En sus canciones. el cantautor se distancia de lo vivido como mientus: ¿Esposible traducir el hip hop a u n lenguaje académi-
actor para convertirse en narrador de los acontecimientos que co? iEn qué medida la traducciiin académica es "fiel" al sentido
viven en el barrio con sus compañeros de clase, género y genera- del texto de origen? ¿Cómo alcanzar la comprensión y el int,er-
ción. El hip hopero traduce y trasforma la realidad y la devuelve cambio entre ambos lenguajes?
a la comunidad como música para cantar y bailar. La traducción El acto de traducir supone distintos desplazamientos de un
de la realidad vivida en canción -poesía épica- permite a la texto a otro, de un pensamiento a otro. Las variaciones del sen-
comunidad cambiar la experiencia en memoria colectiva y tras- tido se producen en la migración del texto oral de la canción y de
mitirla de generacibn en generación. los sujetos estudiados al texto escrito; del lenguaje poético de la
Mediante el diálogo horizontal con el otro, investigadores y obra de creacihn. al comentario crítico del investigador. La condi-
periodistas, entre otms espectadores, se abren a la experiencia cien indispensable para la comprensión de un lenguaje musical
de los sujetos investigados: los jóvenes de los sectores populares. y poético como el hip hop estriba en la capacidad del lenguaje
En ese proceso, no sólo trasforma su mirada sobre la sociedad y académico para trasformarse y dejarse habitar por este gbnero
10s acontecimientos que observa sino que también se modifica s en sus rniiltiples dimensiones: pogtica, musical y política; en la
si mismo y ofrece al conjunto de la sociedad una mirada sobre el
hip hop, que contribuya a una mejor comprensión de los proble-
Jarnes W. Perkinson es profesor asociado de Estudios de Filosofía y Religión
mas de exclusión económica, política y social de esos jóvenes de
en el M a r y g o v e Callege. Es autor del lrbro: Shamanism. racism, and hip-
10s sectores subalternos en las sociedades po~indust~riales con- hop culture: essays on white supremacy and black subversian, Palgrave
temporáneas. Macrnillan, Nueva York, 2005. 237pp.
V
plasticidad del lenguaje académico para comprender los múlti- hip hoperos-, para que a la vez el sentido pueda ser recibido,
ples desplazamientos de sentido que se producen de un lenguaje Y
1 ,,rnprendido, desde el lenguaje académico. Siii embargo. las tra- n
a otro, de un contexto a otro, de un interlocutor a otro. ducciones ''literales" iio permiten el traslado del sentido de un O
3
La traslacibn como vía de acercamiento a los sujetos de invea- habla a otra. La indagación que sólo repite, cita o reproduce lo 2,
P
tigación, en el horizonte de una política de investigación dialóg,- dicho por los sujetos iio permite el traslado del sentido para su

1
ca y horizontal, ofrece la posibilidad de producir un acto reflexivo comunicación y comprensión." 2.
JT critico sobre la tarea misma del investigador, la violencia O
Existe una diferencia en el acto de trnduccibn cuando la co- 3
que produce sobre el objeto en el proceso de conocimiento. Permi- aunicación es cara a cara o mediada por documentos y diferida rD
<n
te pensar el conocimiento de la realidad social no como realidad
objetiva sino como un proceso siinbólico de coiistrucción social de
sentido. En esta perspectiva, la realidad social es siempre *ea.
1 en el espacio y en el tiempo. Cuando un sujeto está frente a otro,
,i bien es posible acercarse a los sentidos del otro en sucesivas
aproximaciones, en el proceso mismo de interacción, requiere
8
CTrD
lidad pensada por alguien. El conocimiento de la realidad social 1 S7
una especial atención por parte del investigador. Es necesario r,

consiste en comprender el sentido que los sujetos sociales -en tener conciencia de las distancias culturales, de los sentidos dis-
2
P
este ejemplo los hip hoperos- le dan al mundo desde su propia tintos del mundo y de los matices que pueden tener a ú n las mis- 5
experiencia, desde los lugares distintos en que ellos la habitan, mas palabras. En el caso de la investigación que no cuenta con
o*
0.
mediante un proceso de con~unicación,de traducciones sucesivas la presencia de los sujetos, requiere de la reconstrucción de los =
o semiosis infinita. sentidos potenciales del texto de acuerdo coi1 las condiciones his-
La investigación dialógica y horizontal concibe a la indagación tóricas de su creación.
como un acto de traducción -no como un acto de descubrimien- Durante el proceso de traducción, se produce una extraposi- jZ071
t+, de comprensión de los sentidos que los sujetos investigados cidn en el espacio y el tiempo, y siempre se pierde algo de la
dan al mundo y a sus vidas. En este caso particular, el sentido lengua de partida a la lengua de destino, pero a cambio se crean
que los jiivenes raperos y hip hoperos le dan al mundo y a sus nuevos sentidos en la diferencia que se percibe en el acto de tras-
vidas desde los lugares de exclusión a los que la sociedad los ha lado de un habla a otra, de una lengua a otra, de una cultura a
confinado. m
otra. 3
El acto de traducción parte del supuesto de que los sujetos La comprensión es un acto de creación no sólo de descif'ra- S
2
construyen el sentido del mundo a partir de sus lenguajes y des- miento. Justamente, en la inadecuación de una lengua a otra, O
ln
de distintos lugares sociohistóricamente determinados. Enfoque de una cultura a otra, en esa diferencia de enfoques, es donde se ?
que no instaura al saber académico como el "saber verdadero" z
producen nuevos sentidas y se enriquecen ambas culturas (hip E
sino como uno de tantos modos de ver y construir la realidad. o
hopera y academica). EII términos de Bajtin: ' U n sentido descu- P
Un saber que busca acercarse a los sentidos del mundo, cons- 2
bre sus profundidades al encontrarse, al tocarse con otro sentido, O
truidos desde el lugar de los sujetos de estudio para su mejor un sentido ajeno: entre ellos se establece una suerte de diálogo 'sY.
c.r
comprensión. que supera el carácter cerrado y unilateral de estos sentidos, de 3
o
En la investigación horizontal, u n buen trabajo de traducción estas culturas" (Bajtín, 1982: 352).
?spefa el sentido del habla de partida -de los sujetos investige- 2
al trasladarla a l habla de destino -el lenguaje académico.
El habla acad6mica se tiene que trasformar para dejarse habitar
Por e1 habla de los siijetos estudiados -en este caso los jóvenes I Desde este punto dc vista enunciar u n a ponencia a ritiiio de lzip lzop 110 per-
mite trasladar el sentido de la cansibn al lenguaje académico.
Capítulo 8

Entre voces: una metodología


horizontal de autoría para el
estudio de la comunicación
I entrecultural
Rebeca Pérex Daniel
1

El objetivo de este texto es presentar a Entre voces como una


metodología horizontal para el análisis de la comunicación en-
trecultural mediante la autoría a dos voces. Al definirla como
metodología, supone un posicionamiento específico ante la cons-
;rucción del conocimiento que configura, de determinada mane-
ra, el acercamiento a la realidad y el énfasis de ciertos aspectos
en la mirada del investigador. Se pretende exponer en qué con-
siste, precisamente, ese posicionamiento, el modo de aproxima-
ción y la naturaleza del análisis que persigue, para diferenciarla
de otrns rnetodologias cualitativas que recuperan las voces de lo,
sujetds.
iuixáritaris y "mestizos", ("occidentales", üurbanos"),quienes dia-
Este texto se divide en cuatro secciones. En la primera ,, logaron sobre las diferencias de sus miradas con respecto a cinco
+,emáticasdistintas, dirigidas a la formación de sus respectivos
exponen los orígenes y fundamentos de esta perspectiva meto.
jóvenes estudiantes.
dológica. Después se explica cómo fiinciona como metodologia de
Para definir la nietodología de Entre voces no se vuelve indis-
autoría y cómo, a partir de la autoría, hace visibles fenómenos
pensable el carácter educativo del texto producido, aunque sí el
propios de la comunicacióii entre culturas. La tercera
~ecciónaborda las dimensiones y características especificas del
roces so de autoría utilizado a dos voces y el análisis del discurso
La autoría propuesta se basa en el diálogo entre dos
fenómeno vislumbrado en la autoría, denominado aquí como in.
grupos de sujetos cuyos referentes culturales son distintos. En
terdiscursividad, y todos los alcances de reflexión que se pueden
dicha conversación no sólo queda patente el posicionamiento de
hacer a partir de él sobre la realidad social. En la última sec.
cada grupo sino la aparición de un nuevo tipo de discurso sobre el
ción se explica la condición "horizontal" de esta metodolo,'ala y su
encuentro con el otro. Dicho discurso, si no fuese precisamente por
divergencia con los métodos cualitativos, para así evidenciar
nacer del intercambio con el otro, no existiría. En ese sentido, es
su especificidad g alcance.
provocado y "artificial" (es un artificio para hacer evidente lo que
A fin de exponer las características de esta metodología, se
antes no lo era), pero devela el tipo de relaciones supuestas y pa-
citarán ejemplos de un producto en particular derivado de dnc
- ---- tentes que se tienen con el otro y que se activan con su presencia.
investigaciones convergentes que compartieron todo el eje teóri-
Para decirlo con otras palabras, escribir sobre uno no resulta
co-metodológico, uno coordinado por la doctora Sarah Corona1
igual si se hace en solitario que frente a alguien. Un "otro", par-
-r otro coordinado por m i 2 Dicho producto es el libro para niños y
ticular y con rostro, puede detonar maneras especificas de de-
óvenes de educación básica llamado Los wixáritari viajan a
finirme frente a él y, por tanto, de enunciarme. Si con ese otro,
a ciudad: guía y memoria de u n viaje de S a n Miguel Huaixti-
además, se tiene u n a relación histórica y un interés común por
tu a Guadalajara (2011).Va, entonces.
el territorio compartido, dicha enuiíciación resulta crucial para
entendernos en relación. Esto supone la propuesta Entre voces.
U n ejemplo que revela la interacción es el siguiente fragmento
Entre voces del libro Los wixáritari viajan a la ciudad, en el que ios jóvenes
citadinos reflexionan sobre cómo ven su experiencia del zoológico
Sarah Corona (2007) propone en Entre voces.. . Fragmeiztos da
y suponen. a la vez, cómo la podrían apreciar los niños wixúrita-
educación entrecultural una vía de acercamiento al análisis de la
ri, detonando la idea socialmente construida en la urbe de que
comunicación entre culturas, a través de la autoi-ía de un texto
los indígenas, en esencia, son defensores de la naturaleza. a dife-
educativo. En dicho escrito se conjugaron las voces de docentes
rencia de los "citadinos".

Los que viven e n la ciudad. i r a.1 zoológico nos d a la


1
Proyecto CONACYT CB-2007 1 78954, "Nosotros no somos mexicanos: an6- impresión de encierro. Nos da la impresión de que
1is.i~del discurso indígena y sobre los indígenas en las políticas educativas
Y las perspectivas propias".
-
' Proyecto CONACYT SEP-SEB 2007 1 88158, 'Libros para la reflexión iri-
Pueblo indígena, tanibiéii conocido coino huich01. que habita en el territorio
tercultural: biblioteca infantil sobre el México actual".
serrallo de los estados de Jalisco. Durango y Nayarit. en México".
los animales se la pasan mal estando ahi. Sí está bo- o al acuerdo de los participantes en el espacio público sino, más
nito porque les arreglan. sus jaulas como su habitat, bien, a la generación de este discurso nuevo sobre el "encuentro":
pero en realidad nos deja esa impresión. De seguro lo que se evidencia no es u n discurso acabado y finito sobre lo que
es mejor ver a los anil~zalesal aire libre. Creimos que soy sino sólo fragmentos o pedazos de la enunciación requerida
eso les inzpresionaria a los wixáritari, que los anima- para definirme frente al otro. Es decir, en este diálogo provocado
les estuvieran encerrados y sin moverse muclzo, pues se genera justo la fracción de discurso que me permite acordar
ellos han visto y conocen a distintos anima.les que vi- con el otro. Dado que en la autoría no es posible hacer visible
ven al aire libre en la sierra (Pérez Daniel y Corona, todo el discurso, se hace visible sólo aquella parte que dialoga. Y
2011: 32).
/ es esa la que se vuelve objeM de análisis.
Un ejemplo de esta selección discursiva que se hace a la hora
Alejandro Raiter y Julia Zullo (2004) explican que este tipo de
construcciones discursivas acerca del otro se hacen presentes,
/ del diálogo es el siguieiite. Eii él, los jóvenes de la ciudad ex-
ponen lo que ellos vinculan a la mexicanidad, remarcando una
en realidad, en la cotidianidad de nuestra habla. Es decir, que diferencia entre ellos y los wixáritari:
en nuestra forma de decir las cosas se puede identificar cómo
nos imaginamos a esos "otros" con los que convivimos, qué opi- Bueno, sí, todos somos mexicanos, pero creemos que
namos sobre lo que ellos dicen y cómo nos posicionamos frente ellos son más lnexicanos porque nosotros dependemos
a ellos. Por eso, estos autores aseguran que "toda eiiunciación más de la tecnología, no de nuestra propia cultura.
forma parte de un dialogisrno permanente entre los miembros Ellos tienen más arraigo cultural. Creemos que pre-
de una comunidad" (Raiter y Zullo, 2004: 32). Hacer dialogar a guntándoles a ellos qué esperan de nosotros podemos
los miembros de una comunidad de manera f'áctica, como lo hace vivii- todos mejor (Pérez Daniel y Corona, 2011: 69).
Entre voces, supone reproducir con claridad y de forma conden-
sada ese posicionamiento socialmente construido sobre el otro En este fragmento, los muchachos de la ciudad señalan una for-
y sobre uno mismo. Evidenciar esos posicionamientos para re- taleza que conciben en los wixáritari (el arraigo cultural). Y por
flexionar sobre ellos es el propósito de este método. la posesión de dicha fortaleza asumen que ellos (los otros) son
Corona Berkin (2007) define esta metodología como una pro- más mexicanos. A cambio, seleccionan el dominio de la tecnolo-
puesta política, en el sentido de que la enunciación provocada y gía como algo característico de los habitantes de la urbe y que
lo que devela sobre el tipo de relaciones entre culturas, patente no poseen sus contrapartes. En esta diferencia, asumen el diá-
en el discurso, son al fin bosquejas de "acciones", es decir, de vo- logo como u n intercambio. Por su parte, los wixhritari parten de
ces posicionadas en un espacio común que dibuja una forma de una igualdad de condiciones. Ellos dicen:
ver al mundo compartido con el otro (Arendt, 2005). Esta autora
~efialaque: "desde una perspectiva donde existen múltiples opi- Los huicholes tanzbién lzablamos español, tenemos la
niones particulares, es sólo en la política como podemos poner- misma bandera y la misrna patria. Hacemos lo mismo
nos de acuerdo para convivir con nuestras diferencias" (Corona que los de la ciudad. Todos estamos en Mkxico, aquico-
Berkin, 2007: 12). Entre voces hace patente la acción política de memos y a.qui sacamos todo lo que necesitamos. Los de
10s sujetos. la ciudad lo Iza.cen, nosotros también. Todos somos
Además, la académica denomina esas acciones como "entrecul- mexicanos, entonces, aunque nu.estra Izistoria. es me-
turales", y explica que el prefijo "entre" ilo refiere a la conlunión nos conocida (Pérez Daniel y Corona,2011: 64).
Lo que ponen en discusión los wixdritari es su visibilidad en con los demás de la comunidad (Pérez Daniel y Corona,
la historia y el espacio público. Este es el punto de interés y 2011: 52).
negociación. La entreculturalidad referida por Corona Berkin
(2007) es precisamente a esta selecciQndiferenciada que se hace Los que uiuen e n la ciudad: "En realidad nos pregunta-
visible en el encuentro sobre qué negociar. No se negocia toda la mos, nosotros de la ciudad i,somos mexicanos?" (Pérez
cultura o todo lo que se es, sino sólo aquello que se cree necesa- Daniel y Corona, 2011: 68).
rio precisar.
Los fragmentos discursivos del encuentro dan evidencia de las Este discurso entresacado, provocado, reflexivo, autoreferido y, a
diferencias entre culturas construidas desde las culturas mis. la vez, en diálogo, es el que propone estudiar Entre voces. Pero,
mas. Al ponerlas e n juego dentro del diálogo, se hace obligatoria jcómo? Mediante un encuentro programado de dos etapas: uno
la historización de las mismas. Sin dicho proceso de historiza- de autoría y otro de análisis. A continuación se profundiza e n
ción se corre el riesgo de reproducir relaciones asimétricas que qué consiste cada una de ellas.
fortalezcan la naturalización de las relaciones hegemónicas en
el espacio común. Sólo en la historizacióil del discurso es posible
combatir la discrimiilación y la exclusión en el ámbito político. Entre voces como metodología de autoría
Esta autora aclara:
Para poder definirla así. es necesario reflexionar sobre qué se en-
Los que Izablan son las voces culturales y no las vo- tiende por "autor". Por eso retomo a Michel Foucault (2010). Este
ces individuales de los autores. Está en juego, pues, pensador francés define la "autoría" como la relación entre sujeto
el poder de cada cultura. La comunicación dialógica y texto, no puesta e n función de la producción o de la apropiación
manifiesta el conflicto: conflicto de poder, de discursos, sino, más bien, de cómo el primero actúa sobre el segundo y se
de conceptos (Corona Berkin, 2007: 25). deja atravesar por él. El sujeto actúa el texto y éste. a su vez,
moldea y disciplina al sujeto.
Es así como la autoría de Entre voces permite el acercamiento a Así, interesa el proceso de autoría en tanto que éste determina
un fenómeno específico de la relación entre culturas: el estudio el texto resultante, no respecto a quién dijo qué sino respecto
del encuentro, de sí mismo y del otro. En ese encuentro, donde se a cómo los sujetos participantes e n el diálogo entre cultural se
pone e n juego una parte de sí mismo para el diálogo, la mirada dejan atravesar por sus textos, los actúan y se posicionan frente a
del otro también obliga a mirarse a sí mismo. Eso se hace eviden- los discursos del otro. El resultado no es un texto producido por
te en esta metodología. Un ejemplo de cómo reflexionaron sobre equis persona o atribuido a equis individuo sino uno cultural que
sí los wixúritari y los habitantes de la ciudad son los siguientes atraviesa a los sujetos para posicionarse frente a otro también
fragmentos: cultural. Para ejemplificar cómo el discurso atraviesa a los suje-
tos se presenta el siguiente fragmento:
Los wixaritari: "En nuestra colnunidad ya pusieron
el drenaje. Pero aquí uinzos que el drenaje puede ensu- Varias personas preguntaron si el grupo wixaritari
ciar nuestras tierras y nuestra agua. De por sí tenemos pertenecía a una congregación o a una organiza.ción
poca agua. S i se entuba, pronto todo olerá mal y con- católica que los ayudaba.. Incluso, dijeron que que-
taminará nuestros barrancos. Debentos lzablur de esto rian donar dinero a. esa organ.ización. Algunos dan-
l zítntes, que no eran huiclzoles pero que usaban trajes
huiclzoles, los llnmrsron hermanos y los invitaron a
Así, lo que interesa de la metodología grupal dial6gica de Entre
voces no es quién escribe sino quién habla a través del texto. y
danzar con ellos hacia la basílica. Unos niños les re- qué dice, pues tanto el eiiunciador como lo que enuncia determi-
galaron botanas. Se trataba de celebrar a la virgen y nan la postura cultural que los define (wixáritari o mestiza). no rD
todos querían, al parecer, integrar a los estudiantes a e
sólo a nivel de qué es lo enunciable sino también de quién tiene 2
la celebración, haciéndolos objeto de las buenas obras
(Pérez Daniel p Corona, 2011: 43).
derecho a enunciarlo. para qué y frente a quién. A partir de aquí
la presencia del otro resulta crucial. pues lo enunciado en el tex-
as
3
to a l fin evidencia el fragmento de discurso que se pone en juego 3J
La figura del indígena vulnerable se atraviesa en el actuar festivo para negociar con el otro su sentido, desde su referente cultural. 3
2
de los que viven en la ciudad. En el encuentro con los wixáritari
no es la creencia el objeto de discusión sino s u vulnerabilidad.
Es decir, resulta crucial para entender al que enuncia, su desti-
natario y la relación propuesta entre ellos. Un ejemplo de esto a
O
Este discurso actualizado en el decir de los citadinos, evocaclo sería el siguiente fragmento: o
g.
por la presencia de los wixúritari, es el que se manifiesta en la
autoría de Entre voces. Creímos que lo que les llan~ariala atencidn a. los es-
Así, en la práctica de este tipo de escritura grupal y dialógica, tudiantes wixáritari serían los grandes monumentos
ninguna importancia tiene quién escribe; en contraparte, inte- Izistóricos que están en la zona centro de la ciudad.
resa muchísimo quién habla en el texto producido, pues ahi se Sin embargo, nos sorprendió que ellos pusieran espe-
encuentra al enunciador discursivo. Dicho enunciador traza lo cial atención en el mercado. Compraron mucho y de
que Foucault (2010) define como "autor", es decir, aquel sujeto todo. Quizá porque en la sierra no pueden tener acceso
que se deja ver en el texto enunciando cierto tipo de cosas, dán- a todo lo que ha-y en el mercado (Pérez Daniel y Corona,
dole importancia, estatus. credibilidad y utilidad a eso que dice, 2011: 20).
en un contexto social determinado. Por eso señala que:
En este decir se hace palpable la insistencia de los que viven la
ciudad en distinguirse de los wixáritari. El énfasis que hacen eil 3
[. ..] el nombre del autor funciona para caracterizar un esta ocasión es sobre la apreciación de la historia y del mercado. 0
9.
determinado modo de ser del discurso: para u n disczrr- La relación establecida entre el decir de unos y otros tiene tintes m
a
so, el hecho de tener u n nombre de autor, el hecho de de descalificación y consideración: se les descalifica por no apre- ?
que se pueda decir e s t o Iza sido escrito por tal" o "tal z
ciar la historia de los de la ciudad, pero se les tiene consideración
es su autor': indica que ese discurso no es una palabra por la precariedad de sus condiciones. No interesa, e n sí, qué
8a
O
cotidiana, indiferente, una palabra qup se va, que flo- nombre tiene la persona que dijo esto sino el discurso citadino o
ta y pasa, una palabra inmediatamente consumible, que atraviesa su decir y visibiliza una relación ambivalente con 2
sino que se trata de una palabra que debe ser recibida respecto a los wixáritari. 5
de cierto modo y que en una cultura dada debe recibir Dice Foucault (2010) que los discursos no son objetos de apro- 2,
un estatuto determinado [...j La función-autor es pues 8
piación, ni se ejercen de manera universal y constante. ni se for- 3
característica del modo de existencia, de circulación y man espontáneamente, ni se remiten pura y de forma directa 2
m
de funcionamiento de ciertos discursos en el interior de a un sujeto real. Por ello, no hay autoría para el discurso. Éste
?

una sociedad (Foucault. 20 10: 20-2 1). es el resultado de una operación compleja, en la que el sujeto
designado como autor lo proyecta. En otras palabras, los diseur- que comprender. Un ejemplo de esta visibilización son los dos
sos no se crean, se instauran. Por ello, la auto& es considerada ,iguientes fragmentos, en los que se evocan los discursos de
como "instauradora de discursividad". las culturas wiráritari y citadina-mestiza:
Lo que interesa en la metodología de Entre voces es crear una
condición de diálogo que permita instaurar discursos culturales Los wixáritari: "Nos gusta mucha ir u2 zoológico por-
de carácter político, que den evidencia del espacio común entre que vimos todos los animales ahí, de cerca. En la sie-
~ u l t u r a sy, las ~osibilidadesde encuentro y acuerdo entre elll. rra los vemos de lejos. Por eso nos gustó verlos acá"
- ----u,
LOS autores, en este sentido, como dice Roger Chartier (19941, {Pérez Daniel y Corona, 201 1: 28).
quedan dependientes y coaccionados por el discurso cultural que Los que viven en la ciudad: '3 al zoológico ms d a la
los atraviesa. Son sólo instauradores y no creadores de la rel.. impresión de encierro. Nos d a la impresión de que los
., ..
ción que se estudia.
--
animales se la pasan mal estando a h i Si está bonito
Así, cuando los wixáritari dicen "querenios que nuestros jó. porque les arreglan sus jau,las como su hábitat, pero
venes conozcan cómo es la ciudad, no sólo su lado bonito, sino en realidad nos deja esa impresión.De seguro es mejor
también lo difícil. porque no sabenios qué les tocará vivir a ellos ver a los animales al aire libre"(Pérez Daniel y Corona,
si migran" (Pérez Daniel y Corona, 2011: 2). están instaurando 2011: 32).
una condición de diálogo, en la que ellos asumen una postura
evaluativa ante el otro, dispuestos a reconocer pms y contras. Para producir estos textos sobre el encuentro no basta sólo con
Esta postura no es propia del que habla sino del discurso que lo reunir a los grupos de autores para que escriban. También es
atraviesa. Eso es lo que se imprime en la autorla. necesario asegurar ciertas condiciones para el encuentro. La me-
Entre voces es. entonces, una propuesta nietodológica para la -
toddotzía de autoría del proyecto editorial Entre-Voces .propone
autoría. Dicha autoria se construye a partir de dos gnipos que los siguientes elementos como distintivos para conseguir el pro-
dialogan a propósito de su encuentro. Se trata. pues. de una-- n-.i--] -
-- ducto textual antes descrito:
toria grupa1 que, en diálogo con otro grupo de autores de otro
referente cultural, reflexionan en común cobre temáticas de mu- Es indispensable buscar el encuentro cara a cara. No es
tuo interés evocadas por la presencia del otro. En estos textos se posible simularlo, ni hacerlo virtual, sino real en to-
hacen visibles las dos posturas y los encuentros y desencuentros dos los sentidos. Sólo así se detonan los discursos viilcu-
entre ambas, evidenciando no sólo el proceso de diálogo sino lados al otro.
--
los sentidos negociables y los innegociables para cada uno.
- -
6 1 resultado es un texto polifónico y simétrico, en cuanto a que Se debe clarificar el origen del texto, es decir, evidenciar
mbos grupos de autores participan en el proceso con la misma quién fue el que lo propuso, para qué lo hizo y por qué
.. - a c e ~ t a r o nparticipar todos los ii~volucrados.Esto
. pro-
inmon, logrando expresar posicionamientos distintos, desde ei -

[arco de referencia desde donde se posicionan. No hay un saber mueve romper con el dominio que, por lo general, tiene el
ií:" i ~ EI . sentido del texto esta en la visibilización de dos vnrm proponente sobre los demás. Proponente y participante,
-- ---- al final, se involucraráil en el trabajo desempeñando la
dj stintas que se posicionan frente al otro sin tratar de definirlo.
01
no intentando esclarecer su propia visión sobre una teniática misina función, es decir, siendo autores.
:hterés común. Este tipo de autoría fomenta un proceso de re- Los sujetos que se han de mostrar en el texto tienen que
x i ó n critica, en el que no hay verdad que develar sino posturas participar con la misma función en el proceso de autoriñ.
U n a forma de hacerlo es lograr quecada uno exponga, Estas condiciones del proceso de autoría constituyen los criterios
en igualdad de circunstancias. su perspectiva sobre si y de rigurosidad del método. Aún sin ellas se produce el encuentro o
sobre la realidad que desea proponer. un texta interdiscursivo, sin embargo, con ellas se puede garanti-
zar su producción, sobre todo en el estudio de diálogos entre cultu-
Ls traducción y la compilación no pueden estar al mismo rales históricamente asimétricos. como los existentes en México.
nivel que la producción. Por tanto, no son comparables, I
Para garantizar la simetria de los autoi-es, deben parti.
cipar con la iiiisma clase de acciones, e n especial, con la
producción.
1 Entre voces como metodología

La producción de los sujetos versa sobre sí y su postura


ante el encuentro con el otro. No se intenta describir al
! de análisis del diálogo entrecultural
Para entender el potencial del texto resultante como medio para
otro o sustituir su voz. Se trata de exponerse y dialogar el estudio del diálogo entrecultural, se debe partir del concepto
sobre los elementos que sean debatibles. de discurso. Este, como fenómeno comunicativo, tiene dos diinen-
siones reveladoras. Una refiere a la con~prensiónde todo aquel
El encuentro debe garantizar el espacio no sólo para el significado producido por una sociedad a propósito de un objeto y
reconocimiento entre los participantes y la exposición de que nos permite entender a ese objeto en sí.
sus posturas. sino sobre todo para este diálogo y negocia- La otra dimensión es la que refiere al discurso como "sistemas
ción. Así, la autoria se convierte en un proyecto a media- genéricos. los repertorios tópicos, las reglas de encadenamiento
no plazo. de enunciados que, en una sociedad dada, organizan lo decible -
lo narrable y opinable-'' (Angenot, 2010: 21). Es decir, aquellas
Toda discusión, ruptura o diferenciación no deberán en- normas que regulan en una sociedad cómo se tiene que hablar de
cubrirse. Aún cuando los autores participen con el mismo ese objeto y los límites para hacerlo. Al fin. dichas normas nos re-
tipo de acción, e n igualdad de condiciones, es posible que velan también la naturaleza de la sociedad que lo produjo. Asi, el
se establezcan entre sí relaciones complementarias. La discurso. manifiesto en el texto producido por la inetodología de
única forma de convertir ese fenómeno e n una propues- autoria, refleja posicionamientos sociohistóricos de dos comuni-
t a política es evidenciar las condiciones que produjeron dades. Tanto los contenidos asociados al otro como los posiciona-
la relación resultante. mientos sociohistóricos de una comunidad que habla se vuelven,
ya, un objeto de análisis para la comunicación eiltrecultural.
= El objetivo del producto textual siempre será mostrar el Otro objeto de interés son l a s relaciones que se establece11
encuentro y diálogo entre autores de dos culturas. No se entre las conlunidades cuando s u s discursos dialogan. Raiter y
trata de avalar posturas o de aleccionar sobre el proceder Zullo (2004) refieren a la capacidad de un texto para evidenciar
correcto. Para ello, es necesario partir de lo que se quiere esas relaciones como "interdiscurso". Al respecto dicen:
visibilizar y no de lo que se supone carece el potencial
destinatario. La particularidad de los textos, entonces. Toda enunciación individual es una forma de respues-
no será su caracter prescriptivo sino su contenido au- ta a otras enunciaciones y está constituida conzo tal.
torreferencial. descriptivo y reff exivo. Es decir, no debe Toda enu~~ciación fornza parte de un dialogismo per-
pretender el aleccionamiento sino la exposición. manente entre los miembros de una comunidad y, por
lo tanto, queda impresa e n el interdiscurso del que to- ;eneran discursos extraordinarios, los mismos que se suscitarían
dos participan. Toda enunciación es parte integrante ;i conviviéramos en igualdad de condiciones. ¿Cómo con estos
de an condexto y, en consecuencia,de la esfera ideológi- diálogos? ¿En esos diálogos se puede negociar? La metodología
ca de esa comunidad (Raiter y Zullo. 2004: 32). de Entre voces aporta la extraordinaria opo~tunidadde estudiar
un discurso inusual.
Es decir. e n el mismo texto se manifiesta la relación que se esta. Y es que, a diferencia de otras metodalsgías sobre el encueil-
blece con quien se dialoga. También eso se vuelve objeto de aná. ;ro, ésta prioriza la visibilización de las dos voces que participan,
Iisis para la coinunicación entrecultural. Así,contenidos, posicio- no sóIo la qiie de manera hegem6nica se invisibiliza o sólo la he-
nes y relaciones son tres elementos discursivos para el análisis gemónica. Dicho cambio trasforma radicalmente el discurso que
que la metodología Entre uoces permite asir, gracias a la cualidad se manifiesta y los fenómenos que en él se expresan.
del texto producido bajo las condiciones de autoría propuestas. ¿Cómo se logra crear este discurso inusual? Angenot de nuevo
La comprensión de estos tres elementos (contenidos, posicio- explica qiie para crear un discurso distinto al hegemónico debe
nes y relaciones) en el discurso producido por el encuentro entre proponerse un cambio. aunque pequefio, pero sustancial:
miembros de dos culturas posibilita la comprensión de un fenó-
meno mayor: el entendimiento de la configuración del espacio
~ ú b l i c oa partir de las acciones políticas dibujadas por el decir de
los sujetos. ¿Cómo un discurso puede develar acciones políticas?
i Este desvío debe ser crítico respecto de un elelizento de la
heg-emonía: no meramente discordante, sino discordan-
te de modo preciso, en el lugar correcto y con potencial
Marc Angenot explica: e n relación con apuestas 172Ús generales, lo que signi-
l
fica que tiene que ser fecundo (Angenot, 2010: 6S69).
[...] la función m a s importante de los discursos socia-
les, afin a s u rnonopolio de la representación, es pro- La propuesta de Entre voces radica en la visibilización del en-
ducir y fijar legitimidades, validaciones, publicidades cuentro, no sólo de la voz del subalterno, ni de la voz de la hege-
(hacer públicos gustos, opiniones e informaciones). monía. Su contribución es que muestra, con su forma de construir
Todo discurso legítimo contribuye a legitimar practi- el texto, las distintas capas de significación que desentrañan una
cas y maneras de ver, a asegurar beneficios simbólicos serie de fenómenos vinculados al diálogo entre culturas. Por ello,
(y no hay beneficios ni poderes sociales que no estén también se convierte en una propuesta metodológica para el es-
acompa fiados por lo s i ~ ból
n ico). L a cosa impresa mis- tudio de un conjunto de fenómenos vinculados a la comunicación
ma es un instrumento de legitimación (Angenot, 2010: entrecultural. El texto enseña sobre la interacción a partir de
65-66). analizar sobre ésta. Las capas de la interacción que se hacen
visibles son las siguientes:
Por ello, resulta crucial analizar cómo se escribe sobre el encuen-
tro con el otro en el espacio común, para entender a profundidad 1 I,a construcción de la interacción entre autores.
las posibilidades reales de diálogo. Entre voces ayuda a ello de
El tipo de diálogo que establecen entre ellos.
dos maneras. Por una parte, lo hace produciendo textos desde y
sobre el encuentro. Por otra, al generar condiciones extraordina- Los contenidos que eligen discutir.
rias de diálogo. las que refieren a la igualdad para la producción, La construcción discursiva de sí mismo frente al otro.
mismas que no se viven coi1 frecuencia en la vida cotidiana. se La construcción discursiva del otro frente a mí. I+:+
La construcción discursiva del otro como destinatario,
a
con el consentimiento o la aceptación que la
Las estrategias expositivas seleccionadas para mostrar ,muiiidad estudiada le otorgue a la interpretación del investi-
lo propio. gador y su compromiso con hacer visible el punto de vista de un
tipo de persona en especifico.
Así, la autoría grupa1 que dialoga con otro grupo de autores En contraparte, Entre uoces descansa su rigurosidad en las
sibilita el análisis de la interacción entrecultural, tanto de sus en que se da el encuentro y diálogo entre los suje-
condiciones como de sus potencialidades. m, SU validez en la comprensión de las dinámicas producidas
,, dicho diálogo, su comprobación en la constancia de los dis-
cursos expuestos en otros escenarios sociales. y su compromiso
La horizontalidad la visibilización del posicionamiento de los sujetos frente a
en la metodología de Entre voces 10s "otros".
La razón principal para denominar a Entre voces como una
Cntre voces surge e n el campo de la investigación comunicativa horizontal es porque el proceso supone la visibili-
partir del estudio de las formas de creación de sentido en las zación de dos posturas culturales en diálogo bajo condiciones de
3laciones entre culturas (Corona, 2007). Su intención inicial igualdad. El control sobre esas condiciones de igualdad, quizás
o fue sólo recuperar las voces de los sujetos sino provocar la ficticias, pero al menos instauradas en el inomento en que se
iteracci6n entre ellos; crear el espacio para que reflexiona- produce el texto, constituye la esencia que caracteriza el discurso
in juntos sobre el posicionamiento de cada uno frente al otro, a estudiar.
y generar u n texto interdiscursivo en el que dicho posiciona- La visibilización de las posturas en igualdad de condiciones
miento y reflexión fueran visibles ante otros, reconfigurando marca, por otra parte, una distancia con respecto a otras metodo-
así la imagen construida de ellos, los que hablan, en el espacio logía~denominadas como "colaborativas" o "participativas". No se
público. trata de que el investigador adquiera un compromiso político por
Así, pues, se rebasa la intención inicial de las metodologías el otro o frente al otro. Tampoco se trata de borrar el diálogo y si-
cualitativas clásicas de comprender al sujeto, el "otro", desde su mular que el texto resultante es sólo el discurso del otro. Se trata,
propia voz. Con este método se vislumbra otro tipo de fenóme- más bien, de la materialización de la relación entre dos grupos.
no de interés para la comunicación: el discurso del encuentro. uno frente al otro, en el mutuo compromiso político de dialogar.
Dicho fenómeno no sólo posibilita comprender a un "oti-o", o a Su objeto no es la visibilización en si misma sino la manera
si mismo, sino sobre todo a la naturaleza de su relación y a las en que se da, y la historización de la misma. El fin último es en-
potencialidades de su diálogo eii el espacio público. tresacar el discurso que se instaura frente al otro. Y eso sólo es
Al evidenciar un fenómeno distinto al de otras metodologías. posible cuando se escribe en diálogo, en igualdad de condiciones.
ésta implica criterios de rigurosidad, validez, procesos de com- Con ello, no se pretende rescatar al otro, hablar por el otro, visi-
probación y compromisos de investigación distintos. S. J. Ta- bilizar a l otro, sino analizar el discurso que se instaura de una y
~ l o yr R. Bogdan (1987) señalan, por ejemplo, que los métodos otra parte cuando se está en relación.
cualitativos descansan su rigurosidad en la capacidad de com- El texto es producto y objeto. Producto del encuentro y obje-
:nsión del investigador, la validez en la fidelidad de dicha to de anhlisis. Entre uoces, entonces, es una metodología para
n ~ r e n s i ó ncon respecto a la mirada "real" d e los sujetos, el análisis de discursos e n interacción. Como dicha interacción
también está atravesada por condiciones de desigualdad, el arti-
ficio del diálogo procura enfatizar la búsqueda en la igualdad de automático se zafa de las condiciones de igualdad en el
condiciones para dialogar. diálogo e invisibiliza los discursos qiie lo atraviesan.
Según Taylor y Bogdan (1987), las metodologías cualitativas
están inspiradas por el principio humanista de que toda vid
única y valiosa. Así, al estudiar a un grupo en especial, se a es
I Acerca de quién inicia el diálogo
lida su particularidad. Dicho principio sigue manteniendo una Va- 1
l
distancia entre el investigador g los sujetos de estudio, a saber, 1
l No hay un actor correcto para iniciar el diálogo. Se debe
pues al primero se le da el poder de evidenciar la valía de los 1
pensar en la circularidad de las relaciones simétricas.
estudiados. En ese sentido, cualquiera puede iniciar: los "otros" o el
Al recalcar la horizontalidad de la metodologia de Entre investigador.
ees, se insiste en que la relación entre investigadores y sujetos I

se trasforma: ambos son parte del diálogo que se estudia y, por l La propia necesidad de diálogo sirve para justificar una
tanto. objeto y sujeto de estudio. En ese sentido, este método intervención que detone el intercambio.
contempla una serie de supuestos sobre cómo manejar las situa-
ciones que suelen ser conflictivas en otras metodologias sobre el
estudio del "otro". Dichos supuestos son los siguientes: Acerca de qué tipo de relaciones se producen en el encuentro
1
Acerca de la participación del investigador
1 Aceptar el diálogo no implica, en auton~ático,la creación
de una relación simétrica.
El tipo de relaciones que se establecen en el diálogo de-
El investigador no puede ser observador, ni pretender la a los participan-
I
- - .
nenden de los discursos que atraviesan
objetividad, porque en la distancia no es posible enten- I tes, no de las condiciones de igualdad.
1
der la relación entre cultuyas. Sólo siendo parte del dia-
logo y. por tanto, de la autoria. puede asir los discursos l Las relaciones simttricas. al igual que las complementa-
l
dei encuentro. l
rias, están enmarcadas en sistemas de fuiicionamiento.
Es imposible que funcionen siempre en la simetría. Si no
I se logra la simetria no es u n fracaso. Dejar de estudiar
La relación de la cultura a la que pertenece el investi-
gador con otras culturas es la que se vuelve objeto de l las relaciones que se dan. sean las que sean, si.
estudio. Sin el referente que tiene éste sobre su propia Se debe esplicitar por qué se dio tal relación y no otra.
cultura, es imposible, de nuevo, asir los elementos dis-
cursivos sohre el encuentro. Por ello es indispensable
que él participe.
Acerca de la naturaleza del texto o los textos que se
producen
El investigador debe intervenir con el compromiso real
de entrar en diálogo, es decir, de exponerse y reflexionar 1 Todos los textos se producen en el marco de la interac-
sobre su propia posición frente al otro. Si éste participa ción misma. En este sentido, ningún participante tiene
con el compromiso de ayudar al otro o de salvarlo. en la ventaja de la posterior reelaboración.
- Laun produccihn no termina en una denuncia en
siempre u
empoderamiento, es decir, sólo hace visible la rela. Mucho menos, implica que sean armoniosas. La que po-
ción. Nunca alecciona sobre cómo debe de ser dicha re- sibilita este método es crear las condiciones para estudiar cómo
lación. 1 ,S que se comportarían los que dialogan si se dieran las condicio-
para hablar con el otro en igualdad de circunstaiicias. Ins-
taurar esto en el encuentro concreto sólo dispara discursos que.
Acerca de los discursos que se visibilizan
1
1 de otro modo, no son visibles. Entre uoces no ensefia. por si mis-
I
ma, cómo dialogar de manera correcta o cómo llegar a acuerdos.
I Empero. analizando la naturaleza de los discursos provocados
* El resultado no habla de los sujetos sino de la relación de 1
por este método, podemos ir avanzando en la construcción del
las culturas. I
l
l
diálogo.
Lo que se debe hacer es evidenciar la naturaleza djscur- Tampoco pretende ser la vía para que el investigador se re-
siva de esa relación. lacione de manera simétrica con los "otros", ni el recurso para
El producto no es la visibilización de los sujetos sino de la I
llegar a acuerdos sobre qué pensar o decir sobre la realidad. Su
l rihietivo
- -, sólo es entender la naturaleza de las relaciones entre
relación y su naturaleza sociohistórica.
1 culturas en un contexto determinado, poniendo en juego su pro-
pia visión cultural. La igualdad como condición del diálogo, la
que se maneja incluso entre investigador y sujetos participantes,

Conclusiones I es distinta a la simetria o al consenso. La igualdad, como condi-


ción. se puede garantizar a partir de la construcción de un esce-
La propuesta metodológica horizontal de Entre voces, basada en nario concreto y común; la simet,ria y el consenso no, pues depen-
procesos de autoria para el estudio de la relación entre culturas. den del posicionamiento que cada uno asume frente al otro. Así,
se concentra en la naturaleza discursiva del encuentro. Com- Entre voces no ayuda a que el investigador tenga una relación si-
prender los contenidos, las posiciones y las relaciones manifies- métrica o consensuada con los "otros" sino a comprender por qué
tas en el discurso del encuentro permite entender las cualidades él o ellos asumen tal o cual posición, acuerdan o difieren en esto
de su diálogo y las posibilidades de establecer acuerdos en e1 y aquello. Todo eso, de cualquier manera. implica una trasforma-
espacio común. Los limites de su uso están marcados por los al- ción en las relaciones clásicas propuestas por otras metodologias
cances de su objeto de estudio. Es decir, como toda metodología. entre el investigador y los sujetos.
es útil exclusivamente para indagar sobre el tipo de fenómenos Como método, como posición cientifica para la proclucción de
conocimiento, tampoco asume que su objetivo de estudiar la na-
- la que fue creada.
Para 5
o
Pero esa es su fortaleza. En el panorama pluricultural meri- turaleza de las relaciones sea para garantizar la simetria o la Lo.
cano son indispensables este tipo de propuestas metodológicas armonía en las relaciones culturales. El anátlisis propuesto per- M
3
Para la consecución de pistas que coadyuven a la construcción de mite la comprensión, no la manipulación. Su compromiso, por
una sociedad más justa, más participativa y con mayores compe- tanto, sólo es evidenciar los discursos que nos condicionan en
tencias para el encuentro y diálogo. No es que Entre uoces enseíie nuestros intercambios y resaltar su origen para su comprensión.
a dialogar. De hecho. instaurar la igualdad como condición del La apuesta de Entre voces es que resulta productivo hacerlo,
diálogo no implica que las relaciones resultantes sean de tipo si- pues se genera conocimiento sobre si, el otro y la relación. Quizá
can esto, poco a poco, se favorezca la construcción conjunta de un
tipo de relaciones más convenientes para todos, pero el método
no garantiza, por sí mismo. eso
Así. la búsqueda de la igualdad como condición del diálogo
se convierte sólo en un mecanismo metodológico para dispa
,,
otros discursos que condicionan las relaciones, es decir, rar
convierte en una variable de control para el estudio. Nunca es
una meta en si misma. Entre uoces no trata de decir cuál e, la
vía correcta para lograr mejores personas o sociedades. Trata d,
coniprender la naturaleza de las relaciones entreculturales por
medio de una serie de n~ecanismosque procuran construir iin e,
Capítulo 9
cenario para provocar la puesta en acción de discursos referidos
exclusivamente al encuentro con el otro. Para resumir, es una
metodología de producción para el análisis de la comunicación
entrecultural. En búsqueda del sujeto histórico:
identificando indios,
ciudadanos y peruanos en la
región andina del siglo XVIII y xnr
Christian Büschges

La lengua como un campo de batalla


3
En 2005 se organizó en la Universidad Andina Simón Bolívar, R
o
n
sede Quito, el coloquio internacional "El reto de la etnicidad en el o
o
espacio político. El caso ecuatoriano en el contexto de la América ro.
Andina (siglos xxx-ui)", organizado por la propia universidad J %
s
su homóloga de Bielefeld (Alemania).' En el coloquio participa- 0

Las actas del coloquio s i han publicado en Büschges. Christian; Guillrrmo


Bustos y 01af Kaltrneier (eds.). Etnicidad y poder en los paises andinos,
Corpoyación Editora Nacional, Quito, 2007.
ron científicos de diferentes disciplinas académicas, como son la
minos y conceptos científicos como "grupo étnico" o "indigena"
historia, la antropología, la sociología, las ciencias políticas. en.
forman parte de] severo ejercicio heuristico que debe realizar
tre otras, y además e n e1 auditorio estuvieron presentes algu
el investigador. En cambio, para el representante del grupo
representantes de diferentes sectores sociales del Ecuador. E nos
estudiado, definido como indigena. el uso de estos términos y
discusión de los conceptos teóricos que se aplican comúnment,la
conceptos está concebido muchas veces como una práctica po-
e n el área de la investigación de los movimientos indígenas del
lítica situada en u n contexto caracterizado por la continuidad
pais y de la región andina, en general. un hombre que se presen.
de estructuras y discursos de dominación (pos) colonial. De esta
tó como miembro de un grupo indigena de la Amazonia ecuato.
manera, l a lengua tanto cotidiana como científica se constitu-
n a n a tomó la palabra para recalcar su rechazo a los concepto,
ye en u n campo d e batalla político en el que diferentes actores
teóricos empleados en la discusión por los científicos. Indicó que
luchan por imponer y defender su visión del niundo y de la so-
-cito desde mi memoria-: "Me molesta que ustedes se refieren
ciedad (Bourdieu, 2001: 51).
a nosotros como 'grupos étnicos'. 'indígenas' o 'clases'. Nosotros
Cabe poner de relieve, que en este escenario, los grupos in-
e n cambio somos 'Shuar', ni más n i menos".
dígenas desde la década de 1990 ya no cumplen el papel de vic-
El rechazo de aquel representante de la población indígena
timas pasivas sino de actores activos y conscientes de su poder
a propósito de los conceptos científicos juzgados como ajenos al
para acuñar ellos mismos los términos y conceptos que definen
mundo y la cultura Shuar, parece confirmar l a inquietud que
su mundo. De esta manera, Lourdes Lieenia Tiban Gunla y Raúl
comparten las contribuciones a la presente antología que enfo-
Clemente Ilaquiche Licta (2008), pertenecientes a dos comuni-
can desde diferentes perspectivas y disciplinas académ'~ c a slas
dades de l a sierra ecuatoriana, recuerdan en s u libro sobre la
posibilidades y limites de u n "enfoque interculturai'' ("recíproco"
"jurisdicción indígena" de su pais la "etapa de reconstitución y
o "partieipativo") en el campo de la investigación científica y la
identificación" de los movimientos nativos en el contexto de la
relación compleja entre el investigador y su *'objetonde estudio.
fundación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del
Desde un punto de vista académico, no faltan obviameiite nr-
Ecuador (CONAIE) en 1985. Según estos autores, en aquel periodo
gumentos importantes pare defender el uso de términos y coii-
surgió "el concepto de nacionalidades y pueblos como una forma
ceptos cientificos, necesariamente abstractos y generales, en el
de sustituir términos peyorativos como: salvajes, étnicos, mino-
análisis de las sociedades actuales o históricas e n diferentes re-
giones del mundo, y de los actores y grupos sociales que las com-
rías, etc." (Tiban Guala y Ilaquiche Licta, 2008: 12). O sea, lo que
para el antropólogo. sociólogo o historiador es considerado u n
ponen. No obstante. a la hora de estudiar una sociedad a la que
concepto teórico de investigación. como por ejemplo el vocablo
se acostumbra referir como multicultural o multiétnica -el caso
"étnico". éste es rechazado por actores del movimiento indigena
de la mayoría en hatinoamérica hoy e n día-, la comunidad cien-
tifica, sin duda, está consciente del esfuerzo que se debe hacer
al ser considerado u n a herramienta política y u n instrumento de
discriminación. De allí que la CONATE adoptó la palabra "nacions-
para encontrar un lenguaje que no sólo se ajuste a las diferencias
lidades indígenas" como expresihn de una identidad política mo-
culturales existentes en tal sociedad sino que también reflexione
las distintas inquietudes. perspectivas y objetivos que caracteri- derna que sirve para legitimar un proyecto político que desafía
zan a los actores y grupos sociales, por un lado. y el investigador. la idea hegemónica-occidental de un estadc-nación cultural y
Por otro.
políticamente homogéneo, tal como lo adoptaron las élites crio-
llo-mestizas latinoamericanas. durante la época de la indepeii-
Estas diferencias causan muchas veces irritaciones e, inclu-
dencia, a principios del siglo xix. O sea, el término "nacionalidad
SO, conflictos entre ambos sectores. La definición y el uso de tér-
indigena" combina la noción eseiieialista de una cultui-a oriunda
particular con u n concepto funcionalista de organización politi.
ca. Vemos aquí una adaptación y reinterpretación de un término on Indi~enousPopulutions, fundado en 1982 por la Organización
que tiene una larga y compleja historia global desde el siglo xrx, de las Naciones Unidas (Brysk, 1994: 29-51).
sea como concepto ético-político (desde John Stuart Mil1 o, e-,
su corriente socialista. Karl Marx y Federico Engels. hasta
programa de nacionalidades" de Josef Stalin). sea como térmi-
El investigador ante un mundo inseguro I-
no ético-científico (en el estudio del nacionalismo) (White, 2006.
257-284; Lucero, 2003: 32-34; Karakras, 1990: 6). Una de las coiisecuencias que trae consigo lo político y el flujo
La adopción del vocablo "nacionalidades indigenas" por la PO. global de términos y conceptos para el investigador. sin duda, es
NAIE demuestra el hecho que la lucha por la definición y el uso de
el problema de encontrar un lenguaje objetivo y, a l a vez, adecua-
conceptos de identidad social y representación política de actores do a la realidad concreta que está estudiando. En las Ciencias
y grupos sociales no se reduce a un clash of cultures entre un ]en. Sociales y, sobre todo, en la Antropología (social) se ha enfren-
guaje cientifico concebido como universal -o rechazado como oc- tado este problema por una severa reflexión sobre el papel del
cidental y (pos) colonial-, por un lado, y un lenguaje cotidiano trabajo de campo y la investigación participativa que se basa en
arraigado a nivel local. por otro. Al adoptar el término de "nacio- el método de la "observación participante", inventando a prin-
nalidad", el movimiento indígena utiliza. traduce y recompone cipios del siglo xx por Bronislaw Malinowski (cfr. Angrosino y
un concepto originado en otros contextos políticos y científicos Mays de Perez, 2008: 67-93). Aún así, en la Antropología se co-
para identificar y representar una realidad local o nacional. noce el "miedo del investigador a l campo", fundado en el hecho
que los estudiosos siempre tienen que definir de forma severa
El flujo, la traducción y la negociación trasnacional de símbo-
los. semánticas e identidades colectivas definidos como "étnicos" su posición, cuestionada tanto por el riesgo de dejarse guiar en
se desprende también en otras áreas del mundo. Por ejemplo, a su trabajo de investigación "del otro" por proyecciones propias,
principios de la década de 1990, el inovimiento maoista de Nepal. como por el peligro de perder la distancia analítica a la hora de
para ganar el apoyo de la población rural del pais en su lucha avenirse al mundo estudiado (Lindner, 1981: 54-55).
contra la inoiiai*quia, retomó también el concepto de "nacionali- En el caso del estudio de los movimientos indigenas actuales,
dades indigenas", etnizando de esta manera un conflicto politi- el antropólogo se encuentra forzosamente en un contexto donde
co que el mismo movimiento había definido por mucho tiempo
el análisis cientifico se trasforma de manera fácil en una ma-
como u n mero enfrentamiento de clase^.^ En el caso nepalés, nifestación politica. No obstante, este entrelazamiento con~plejo
incluso los vocablos "indigenas" y "pueblos indigenas" sólo apa- abre al misino tiempo una perspectiva para elaborar u n enfoque
recieron de manera reciente en el espacio politico nacional, es de- participativo que incluye a los actores locales en la preparacióii
cir, en el contexto de la "revolución democrática9'que vivió el pais y tramitación de la investigación.
en 1990, reflejando a su vez un proceso global de la politización
de la etnicidad. influenciado fuertemente por el tVor/zing Group I
1 El historiador y el problema de las fuentes
Desde el puiito de vista del historiador, el problema de la obje-
De este proceso de etniiacion de lo político siii8giÓe n 1990 la orgaiiiiación tividad y el desafío que significa una relación directa entre el
Nepal Faderation of Indigeiioiis Nationalities (NEFIN) como repi-esentan-
t e de los griipos ttnicos del pais, +ase Christian Biischges (2009).
investigador g su objeto de estudio se da sobre todo en el área de
la llamada oral history, que ha sido influenciada f'uerteinente por
las reflexiones de la antropología. Pem también la historia en ge.
neral se ha beneficiado de este diálogo interdisciplinario, del que A-
vnl" entre el investigador y el objeto de estudio (Gareis, 2003; cfr. L-
nació un nueva paradigma, es decir, la antropología histórica , Cohi~,1987: 18-49}.
obstante, en los años recientes han aumentado los esfuer-
historia antropológica (Medick. 1989: 48-84: Evans-Pritchard, I T "

1961). Sin embargo, para el historiador que analiza sociedades z o científicos


~ para descubrir y valorizar a la población indígena
más antiguas. fuera del alcance de la historia oral, el punto d, como un actor propio en el ámbito económico. social y político.
partida es bien diferente. dado que hasta muy entrado el siglo xx por un lado, se ha intensificado la investigación en los archivos
se dispone de una amplia base de fuentes producidas por mucho, locales para ampliar la gama de actores y voces que a la vez
grupos subalternos, como es el caso de los indígenas de América atestiguan g construyen los sucesos históricos, y por otro. se h a
tratado de analizar detenidamente y deconstruir el carácter he-
Latina.
Una de las consecuencias que trae consigo esta situación es gemónico del lenguaje y de las visiones del mundo de los textos
que la población nativa ni siquiera ha sido considerada en fe- ofi-cialesproducidos por las instituciones y agentes de los nuevos
chas recientes como un sujeto político en la historia colonia] y estados-nación de la América Latina del siglo XIX, que provocan
-aún menos- del siglo xrx, sino como un objeto, una víctima en su gran mayoría una visión estrictamente dualista entre un
de la política del estado-nación y sus agentes locales o de otros mundo moderno y avanzado (criollooccidental) y un mundo tra-
sectores de la élite social, como eran los hacendados o curas, to- dicional y retrasado (indígena) (Cfr. Laciau. 2002; Mouffe, 1985).
dos ellos pertenecientes al estrato criollo o mestizo de la socie-
dad. Y aún en los casos de grupos indígenas que participaron en
sucesos politicos y militares a lo largo del periodo colonial y du* De indios, indígenas y ciudadanos
rante la época de los estados-nación, han sido considerados mu-
chas veces como manipulados por diferentes facciones de la élite A la hora de analizar los términos y conceptos que e n c o ~ ~ t r a n ~ o s
riolla-mestiza. incluso cuando -por ejemplo en el contexto del en las fuentes históricas respecto a la así llamada población indí-
~digenismolatinoamericano de principios del siglo m- éstas gena, el historiador también enfrenta el problema del lenguaje.
retendían hablar en favor del sector nativo mediante un dis- Como es bien sabido, el vocablo "indio" es un invento de Cristó-
urso que Andrés Guerrero ha bautizado como 'Centriloquista" bal Colán que se mantuvo después, tanto por los conquistadores
h e r r e r o , 1997: 555-590). como por la corona española, para crear una distancia clara y es-
En cierto modo, se podna considerar al "ventriloquismo" como table frente a la población sometida. La categoría jurídicc+fiscal
una consecuencia directa de las pocas fuentes disponibles que de esta palabra cimentó la posición subordinada de los pueblos
nos hacen entender los intereses y estrategias de la población conquistados en la jerarquía social colonial. De esta manera, el
indígena, dado que la mayoria de la documentación disponible término "indio" no reflexiona la diversidad politica. económica y
al respecto se compone de textos gubernamentales y legislativos. cultural de la población americana a la hora de la conquista espa-
actas judiciales, la prensa, etcétera. todos ellos dominados por ñola (Büschges, 2004: 82-97). Se sabe que, en 1492, no existieron
Uno o diferentes discursos hegemónicos. Pem también en los ca- "indios" en América, y tampoco existió una identidad colectiva
sos que existe un cuerpo considerable de fuentes producido por que abarcaba a todo la población del subcontinente. Con la inde-
actores nativos, el historiador que se ocupa de esta población pendencia de los estados latinoamericanos al principio del siglo
desde una perspectiva histórica se enfrenta siempre a una "doble xix, el vocablo colonial de "indio" fue reemplazado por "indígena",
extrañeza" fundada en la "distancia cultural" y n la vez "tempo- otro invento cuyo autor fue el "libertador" Simón Bolívar. Al mis-
mo tiempo, esta palabra se ha impuesto también corno término
cientifico utilizada sobre todo hasta el presente para denomine, bro de una comunidad indígena y trabajar de forma simultánea
a la población latinoamericana cuyas raíces históricas s e remon.
para una hacienda privada.
t a n a la epoca prellispánica. En el aspecto político, las autoridades nacionales y locales de
No obstante, la expresión "indígena" comparte con la de "in. las nuevas repúblicas andinas a menudo apoyaban prioritaria-
dio" el problema de presuponer u n a diferencia cultural, econó. mente a las respectivas autoridades indígenas tradicionales (ca-
miea y política frente a la población que desciende de los con. ciques o curacas) en desdén de la retórica liberal prevaleciente
,quistadores o de inmigrantes posteriores, incluyendo a 10, hasta mediados del siglo. De esta forma, seguían las tradiciones
miembros de la comunidad científica. Además, como en el caso de la corona española, que en s u época también se había servido
del "indio" desaparece la complejidad y divisiones internas del de las élites locales indígenas y de los diversos privilegios que
mundo llamado indígena. O sea, desde la época colonial (no ha-
éstas tradicionalmente poseían para organizar las labores j7 tri-
blando del periodo prehispánico) hubo importantes diferencias
butos que se le exigía
- a la comunidad (Thurner, 2003: 199-201).
culturales y sociales e n las mismas comunidades, por ejemplo,
No obstante, y siguiendo la tendencia de la época colonial tar-
entre los caciques y los "indios del común", dado que los prime-
dia consistente en privar del poder a la antigua nobleza incaica,
ros actuaban como intermediarios entre las así llamadas "dos se procuró la cooptación de nuevas autoridades indígenas loca-
repúblicas", es decir, de "españoles" e "indios", y de esta manera
les, mismas que serían empleadas como funcionarios menores
participaban con sus faniilias en diferentes mundos (Yannaka-
del Estado republicano. Entre ellos se encontraban los alcaldes de
kis, 2008). A partir de mediados del siglo xvrii (e11 el contex-
indios. quienes se desempeñaban como fuerzas estatales admi-
to de Ias reformas de los reyes borbónicos), además aumentó
nistrativas y policiales en diversas regiones. Dichos alcaldes or-
la competencia entre las autoridades tradicionales (nobles, de
ganizaban las jornadas de trabajo exigidas intermitentemente a
descendencia) y nuevos grupos de poder que ansiaban entrar en
los nativos por parte del Estado, de terratenientes particuIares o
e1 gobierno de las comunidades. Esta competencia se iba a re-
de las autoridades eclesiásticas.
forzar a partir de los movimiento~de independencia y continuó
La organización social de la población rural oriunda de Ameri-
durante e1 siglo xix.
ca se basaba e n jerarquías sociales y religiosas que variaban de
Las esferas de vida indigenas de la fase temprana de la re-
comunidad en comunidad, así como en amplias redes de paren-
pública se caracterizaron por una gran h e t e r ~ g e n e i d a d E
. ~n el
tesco real, electivo o ficticio. En algunas comunidades, la repre-
campo - d o n d e se concentraba la mayor parte de la población
sentación política seguía estando conformada por las autorida-
na tiva- podia encontrarse, aparte de las comunidades tradicio-
des tradicionales hereditarias (Guerrero, 1990). En otros casos,
n a les, algunos oriundos dedicados de forma individual a la agri-
por ejemplo. el de los alcaldes de indios, las autoridades locales
culltura a pequeña escala, así como familias asentadas en tierras
eran reclutadas de las jerarquías socio-religiosas respectivas, o
)pias o pertenecientes a criollos o mestizos, que destinaban
elegidas por una asamblea o, en su defecto, asignadas por lide-
rte de las horas laboradas al servicio de los terratenientes.
res religiosos, terratenientes o funcionarios estatales cri~lloso
--Las diferentes esferas de vida no siempre estaban claramente
mestizos.
separadas, de manera que una iiiisma persona podia ser miem- poco estudiada hasta
La administración local indígena ha
la actualidad (Thurner, 2003: 201). En algunos casos -siguiendo
canse por ejemplo las interl~retacionesgeilerales de Brooke Larson (200.1)
T'
la tradición colonial +xistían consejos municipales (cabildos),
e n otros, había asambleas comunitarias convocadiu de manera
Florencia Mallon (1995).
periódica. Las autoridades nativas locales estaban oficialmen-
te subordinadas a la administración estatal. Sin embargo, en
nas personas adquirieron tierras propias fueron categorizados
la mayoría de los casos, dichas autoridades estaban vinculadas
;eneralmente como "mestizos", dado que el estatus de "indio" fue
representantes de la población criolla o mestiza mediante di. igado de forma tradicional a la comunidad indigena y a las tie-
rsas relaciones clientelares. Este complejo sistema de partic-.
eras comunales de ésta (Jackson, 1999: 41-56).
ción política permitía a las comunidades indígenas mantener Además, Richard Konetzke h a demostrado que los libros ecle-
?rtonivel de autonomía local. ! siástico~,base de muchos trabajos sobre la composición étnica y
Aún más se complica la imagen del iiiundo indígena cuando
[irnos de las comunidades rurales, espacio importante para la i las relaciones sociales en las diferentes regiones de la América
iispánica, no son siempre confiables, dado que la clasificación ét-
traidición y re-producción cultural, y nos fijamos en la posición nica de las personas dependía a veces de la simple arbitrariedad
de los así llamados "indios forasteros" que cortaron durante el jel cura (Konetzke, 1948: 267-323).
no1!iodo colonial los nexos sociales que los unían con s u comuni.
Finalmente, el afán de las autoridades coloniales y de la élite
i de origen para vivir en otra comunidad o en una ciudad (Ca-
social de clasificar a la sociedad según criterios étnicos no co-
la, 2000). En particular, la migración a las ciudades grandes
rresponde necesariamente a la importancia que las personas ca-
Prc,dujo u n cambio del estatus étnico-juridico y modo de vida en V
talogadas daban a estas categorías oficiales. Según un estudio
un sector social que dejó de ser clasificado como "indio" y pasó a 1, de Douglas Cope sobre las capas sociales bajas de la ciudad de
sectores medianos de la sociedad, convirtiéndose de inanera ofi- 1 México durante el siglo xvn, los grupos subalternos estudiados
I, o sea, ante la burocracia colonial, en "mestizos". De esta ma-
a , en tiempos coloniales, el fenotipo ya no era suficiente para 1 no atendían mucho a las categorías étnicas oficiales en sus rela-
1 ciones sociales (Cope, 1994).
inir la identidad étnica de una persona sino que fueron más
Lo que se desprende de estos ejemplos es que el problema de
1 factores socioculturales (lengua, indumentaria, ocupación y
identificar y analizar a la "población indigena" no tiene que ver
iciones sociales) que se impusieron como marcas importantes
sólo con el acceso a las fuentes. Las fuentes disponibles demues-
hora de aclarar el estatus étnico de una persona.'
tran más bien que la complejidad del mundo social va más allá
i fines de la época colonial hubo ante el tribunal de la Audien-
de las categorizaciones étnicas de l a época (pos) colonial. Por la
de Quito más de 200 casos e n los que los jueces tuvieron
misma razón, los historiadores tienen que utilizar con mucho
que decidir sobre el estatus étnico de personas que se califica- cuidado estas mismas categorías de "indios I indígenas", "mes-
ron de mestizos, a pesar de haber sido clasificados por las autori-
dcrrl, tizos", "mulatos", etcétera. Por consiguiente, a la frase famosa
---es de la real hacienda como "indios" y, como tales, obligados
de Gayatri Spivak -"¿Pueden los subalternos hablar?"- se de-
a pagar tributo (Minchom, 2007). La dependencia de la clasifica-
bería quizá adelantar la pregunta: "¿Quién precisamente está
ción étnica de un contexto concreto se daba también e n áreas ru-
hablando?" (Spivak, 1988: 271-313). Para el historiador, esto
rales, como demuestra el caso de la provincia de Cochabamba, en
Bolivia. a fines del siglo xwii y principios del xix. En este periodo 1 significa: ¿Cómo hablar de los grupos subalternos, en nuestro ca-
so la "población indigena", sin caer en la trampa del esencialismo
se observa un cambio del estatus étnico de personas clasificados l o callarse por completo asustado por las premisas teóricas de u n
hast a ese entonces en los censos como "indios". Cuando estas mis-
constructivismo radical?
l "Hoy todos somos constructivistas", nos dice Rogers Brubaker
- Ya Patricia Seed acuiíb el termino social race para expresar esta dimensiún
social d e la identidad étnica o "racial" (Seed, 1982). 1
l
(2009: 21-42; Brubaker y Cooper, 2000: 1-47). En efecto, desde
los trabajos de Fredrrik Rarth y Benedict Anderson. y muchos
otros autores más, el constmctivismo (moderado) domina los con-
ceptos corrientes de la identidad social. Visto desde esta peps-
pectiva, las identidades étnicas, nacionales o de clase se constru. deben necesariamente) originar gntpos, asociaciones, etc6tera.
yen siempre en situaciones concretas y, por esta razón, emerge Es decir, no son los grupos sociales que desarrollan identidades
cambian o desaparecen con el tiempo y el contexto, e incluso va- n, que éstos se cristalizan alrededor de discursos y prácticas en
rias identidades pueden existir de forma paralela en e1 caso de contextos concretos.
Para pasar de la teoría a la historia, en nuestro contexto se
una persona o un grupo social, dependiendo de la situación con-
creta en que ésta o éstos actúan y se expresan (cfr. los ejemplos puede poner de relieve los así llainados movimientos indigenas
mencionados arriba: Barth, 1969;Anderson, 1991; Kohl, 199s: que han surgido e n toda la Ainérica Latina con mucha fuerza a
269-287). De esta manera, se habla también de identidades am. ~ a r t i de
I
r la década de 1970. Antes habían prevalecido los discur-
biguas, fluyentes o fractales (Kaltmeier y Thies, 2008: 25-46). sos e identificaciones de tipo clasista.
No obstante, siguiendo a Brubaker y Rederick Cooper, el enfo. En los ejemplos que siguen, tomados de la historia peruana,
que constructivista, tal como se le entiende y utiliza desde Fre- quiero discutir estas prácticas y discursos de ideiitificación y ca-
drik Barth, no siempre sabe evitar el esencialismo. Lo que tegorización social y politica con respecto a l siglo XIX e n la región
critican Bwbaker y Cooper es que, a pesar de que se entiende co- andina. para poner de relieve que este enfoque no es válido sólo
múnmente la identidad étnica (nacional) como una construcción respecto a la época actual sino que puede ser aplicado también
flexible, relaciona1 y situacional, en el análisis de las identidades. en periodos históricos más remotos,
por lo regular, éstas son entendidas como una característica de En la provincia andina peruana de Huaylas, en 1846, una fa-
un "grupo social" definido. Brubaker, eii cainbio, propone un en- milia denominada como "indígena" en la documentación judicial
foque constructivista que no sólo prescinde de la noción esencia- reivindicó la propiedad de unas tierras como pertenecientes a
lista de la identidad (étnica, nacional) como algo fijo y aparente- su pueblo de Cahuaz ante la corte provincial, en u n conflicto con
mente "natural" sino que también lo hace de un "enfoque grupa]" un terrateniente identificado como "criollo" (Thurner, 1997). El
(Brubaker, 2002: 163-189). Según ambos autores, la identidad abogado de la familia, "mestizo" según la documentación. argu-
(ktnica) no es tanto una calidad (aún efímera, ambigua) de uii mentaba que los indigenas habrían cuinplido siempre todos los
grupo social sino una práctica de actores concretos, individuales deberes e impuestos de la comunidad y del estado (colonial y
o colectivos, en un contexto concreto. Por esta razón, reemplazan republicano) que les eran cargados como "indios originarios re-
el término de "identidad" mediante la práctica de identificar y publicanos", por cuya razón eran dueños Iegitiiiios de los terre-
a-tegorizar diferentes actores (personas, asociaciones) que cons- nos disputados. El término "republicanos". que aparece en la
uyen un "grupo social" (étnico) como punto de referencia de documentación judicial, se encuentra también en muchos otros
N discurso identitario o de su política de identidad (Büschges. casos a partir de 1826 en los archivos provinciales de Huaylas,
2007: 15-35). y se opone abiertamente a la categorización estatal y judicial de
Por consiguiente, se deben estudiar los discursos y prácticas "indígenas". Mientras e n el contexto colonial, el térmiiio "repu-
que se utilizan para organizar y dividir el mundo social. Las iden- blicano" hubiera tenido su sentido en cuanto a denominar a los
tidades culturales aparecen no tanto como simple reflejo de una miembros de la así llamada "república de indios", categoría crea-
estructura social sino romo una práctica de actores concretos da por la corona española para implementar el gobierno dualista
orientada a insertarse en el mundo social, de posicionarse, para colonial (de "espaíioles" e *indios7'),en 1846 suena raro de la plu-
organizar o cambiar las reglas de la inclusión y exclusión. De es- ma de u n representante del "mundo indígena".
tos discumos (categorizaciones) y prácticas se pueden (aunque no El contexto histórico del uso de 1846 h e la reintroducción de
la "contribución indigena" en Perú. durante 1826 (vigeiite hasta
1854), que tuvo como consecuencia que las cornunidades rura-
En otra rebeli&, dentro de la provincia peruana de Ruanca-
les de la región andina acomodaran el término "republicano" del né, entre 1866 y 1868, clasificada tambien como "indígena" en las
discurso del estado-nacional a s u realidad local y los conflic- fuentes oficiales (en su mayoría de origen judicial), un tal Juan
tos políticos (por tierra^).^ Cabe resaltar que el término "repu- Bustamante, que era quechua hablante y se identificó como "mes-
blicano" no sólo sirvi6 a las comunidades rurales para rechazar tizo" y descendiente de la nobleza incaica, fungió de intercesor
la apropiación de sus tierras comunales por los terratenientes de los intereses de los rebeldes frente a las autoridades estatales
privados ("mestizos" o "criollos") sino que también fue utilizado ( M c Evoy, 1999: 95). El objetivo fundamental de las demandas era
dentro de las mismas comunidades, por ejemplo, en el caso de asegurar el control de las comunidades rurales sobre el cobro de
conflictos entre los miembros nacidos en la comunidad ("origina- impuestas y sobre la elección de las autoridades políticas. Al mis-
rios") y los "forasteros". mo tiempo. los rebeldes reclamaban el estatus de b'ciudadanos'y
De este caso judicial y otros parecidos se desprende que en y miembros de la Yianón peruana", a la que definían como una
el ámbito de las comunidades rurales del Perú andino se habia "asociación política de todos los peruanos" (hfc Evoy, 1999: 95).
difundido u n discurso republicano derivado del discurso oficial Como respuesta a las revueltas en Huancané, el Parlamen-
del estado-nacional y adaptado a las lógicas locales. En el ám- to Nacional en Lima dispuso en 1867 la supresión de! entonces
bito local, ser un buen republicano significaba cumplir con los vigente impuesto extraordinario de l a población indigena (Mc
deberes civiles, religiosos y económicos frente a la comunidad. Evoy, 1999: 99-106; Thurner, 1997: 99-136). Respecto al debate
En u n sentido más amplio, este mismo "republicanisrno" de ~arlament~ario, resulta interesante que varios diputados libera-
las comunidades se refería a cumplir con los deberes (sobre todos les apoyaban la tributación particular de la población indígena,
los impuestos) que exigía el estado-nación. Siguiendo el idioma por ver en ella (en el marco de una federalización general del
de la reciprocidad, las comunidades exigían del Estado proteger sistema fiscal) la mejor posibilidad para librar a ésta de la arbi-
su integridad administrativa y territorial que se remontaba a trariedad de la política paternalista del estado central, así como
tiempos coloniales. O sea, los representantes de las comunidades para garantizar a dicha comunidad una vía financiera legal de
rurales defendían ante e1 juzgado un concepto de comunidad e acceso a los servicios públicos (educación, infraestructura, dere-
identidad colectivo que combinaba tradiciones de la "república cho al voto).
de indios" colonial y del republicanisrno oficial del estado-na- El hecho de que muchos de los abogados e interlocutores, quie-
ción. Este "republicanisrno indigena" se expresaba también, en nes durante el siglo XIX representaban las reivindicaciones de las
1885, dentro Ia así llamada rebelión de Atusparia en la misma comunidades rurales ante los juzgados locales y nacional eran
provincia de Huaylas. En este contexto, el dirigente de la rebelión, clasificados o se auto representaban en la documentación oficial
el alcalde de indios Pedro Pablo Atusparia exigía el reconocimien- como "mestizos", no debe crear una oportunidad para caer de nue-
to de los sublevados por el gobierno nacional y las instituciones vo en la trampa del esencialisrno, juzgando a los conceptos repu-
públicas locales como "republicanos indígenas del estado peruvia- blicanos o nacionales que utilizaban estos representantes como
no" (Larson, 2004: 193, n.32). un discurso ventriloquista ajeno al "mundo indígena9. M á s bien.
y como hemos visto en los ejemplos mencionados. tanto dentro
de las comunidades rurales como en la comunicación de l s t a s
El juzgado pravincial confirmó la pertenencia del terreno en litigo a la m- con los funcionarios del estado-nación, diferentes actores -que
munidad y, con esto, la "argumentacion republicana" de la familia indi,=ena aparecen en las fuentes como "caciques", "alcaldes de indios",
y su abogado mestizo (Thurner, 1997).
"indigenac" o "mestizos"- manejaban un discurso "republiea~io"
I. o de "ciudadania" perteneciente a prácticas de identificación o
de políticas de identidad que trascienden la visión tradicional de
la "coinunidad indígena" como un mundo homogéneo, cerrado
apartado del "mundo exterior".

Conclusiones
J z
11 Sobre la base de las discusiones anteriores, cabe destacar que el
estudio de la "población indígena" del Perú, y de la América La-
Bibliografía
1 'D
tina en general, debe concentrarse en el análisis de constelacio.
m nes históricas concretas, sin duda caracterizadas por relaciones
Q asimétricas de poder, en las que diferentes actores luchan por
E
w imponer su visión del mundo y de la sociedad, y posicionarse en
el contexto de relaciones sociales concretas. En este contexto, g
particularmente con respecto a periodos históricos de los que dis- Ackermann, Tiin y Torsten Bewernitz (2009). "Gewerkschaftliche O p a n s i s i e -
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l http://www.ad-hoc-news.de/kontrollen-verkoinn~en-zu-alibi-i~~as~
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Notas sobre los autores

l
Christian Büschges

Profesor de Historia Ibérica y Latinoamericana en la Univeisi-


1 dad de Bielefeld (Alemania), doctorado de Historia de la Uni-
versidad de Colonia (Alemania). Sus temas de investigación son:
las cortes virminales de la monarquía hispánica (siglos WI-xvrr);
historia social del periodo colonial de Iberoamérica; l a nobleza
m colonial, etnicidad y política en la historia de América Latina:
I historia comparada; historia de México y la región andina (sobre
I
todo Ecuador). Publicaciones, entre otras: Familia 110nor y PO-
der. L a nobleza de Ea ciudad de Quito durante la época colonial
tardía (1 765-1 822), 2007; con Pablo Ospina y Olaf Kaltmeier
(eds.), Los Andes en mouinziento, Identidad y poder e n el nuevo
paisaje político

1 Sarah Corona Berkin

I Doctora e n Comunicación por la Universidad Católica de Lo-


I vaina (Bélgica). Ha sido profesora e n la Universidad Autónoma

1
Metropolitana (LJAW) -Xochimilco y en la Universidad Autóno- 1 versidad de Guadalajara (México). Su línea de investigación es
4 ma de Baja California, en México; en la Universidad de Florida, l a comunicación y la educación intercultural. En particular ha
?! en Gainesville (Estados Unidos), y en la Universidad de Biele- desarrollado trabajos de aplicacióii y esclarecimiento de la me-
O
C,
3 feld (Alemania). Actualmente es profesora de la Universidad de todología Entre voces, una propuesta centrada e n el diálogo ho-
15
Guadalajara (México). Realiza investigación en los campos de rizontal para el estudio de la comunicaci6n entrecultural y para
-O la comunicación escrita, la fotografía en distintos grupos socia- la autoría grupal. Su más reciente libro: Los wisáritari viajan a
E les y la educación intercultural. Algunos de sus libros: Miradas la ciudad (2011).
n
O
rn
entrevistas: aproximación a la cultura, comunicación y fotogra-
rn
6
fía huichola (2002); Querido novio. Cartas, escritura y contextos
.c,
culturales (2007); Entre voces.. .Fragmentos de educación entre- Carmen de la Peza
P cultural (2007), y Postales de la diferencia. La ciudad vista por
fotógrafos wixáritari (2011). Doctora en Filosofía de la Universidad de Loughborough (Ingla-
terra), en el área de Comunicación. A partir de la crítica a los es-
tudios de recepción y opinión pública ha desarrollado investiga-
Olaf Kaltmeier ci6n sobre los procesos sociales de significación. En la actualidad
trabaja sobre la lengua en México. metodologías de investigación
Profesor en Historia transnacional de las Américas y director del I cualitativas y análisis del discurso, Es profesora del posgrado en
Centro de Estudios Interamericanos en la Universidad de Biele- Comunicación y Política, y de la licenciatura en Comunicación
feld (Alemania). Enseñó en las universidades de Bielefeld (Ale- Social de la UAM-Xochimilco.Ha sido coordinadora de la licen-
mania), Andina Siinón Bolívar (Ecuador), de Guadalajara (Mkxi- ciatura en Comunicación; jefa del departamento de Educación y
co), y Católica de Temuco (Chile). Sus eilfoques de investigación Comunicación, y coordinadora del doctorado en Ciencias Socia-
abarcan etnicidad, movimientos s3ciales y antropología social, les de la UAM. Entre sus publicaciones más importantes se puede
estudios culturales y poscoloniales, y la historia transnacional mencionar el libro: Canciones metnorias e identidades. El bolero
de las Américas. Entre sus últimas publicaciones destacan: Se- y la educación sentinzental en México (2001).
lling EthniCit~~: Urban Cultural Politics in the Americas (2011);
ATeoliberalismus - Autonomie - Widerstand (con J e n s Kastner Y
Elisabeth Tuider. 2004); Etnicidad y poder en los paises undinos Mailisa Carla Pinto Passos
(con Christian Büschges y Guillermo Bustos, 2007). y Jataris-
hun. Testimonios de la lucha indígena de Saquisilí (2008). Doctora en Educación por la Pontificia Universidad Católica de
Río de Janeiro. Profesora de la Universidad del Estado de Río
de daneiro (Brasil), en la facultad de Educación. Es investigado-
Rebeca Pérez-Daniel ra del Laboratorio de Educaci8n e Imagen de la misma institu-
cien. Coordina el grupo de investigación "Culturas e identidades
Profesora de tiempo completo de la Universidad Autónoma de de lo cotidiano" y realiza investigación en torno al arte de hacer:
Chiapas @!léxico), adscrita a la facultad de Ciencias Sociales, diálogos y alianzas de la afrodiáspora e n las redes educativas.
donde es coordinadora del Centro de Apoyo Psicopedagógico. Con Rita Marisa - oordinó el libro: Iden tidad@,Diversi da-
Doctora en Educación y maestra en Comunicación por la Uni- de: prácticas c u l t ~ urb u
CIIZ pesquisa (2009).
I
Yvoiine Riaño

Profesora asociada del departamento de Geografía de la Univer-


1 loniales, estudios de subalternidad y epistemologias del sur. Ae-
tualmente es profesor-investigador de la ~AM-Xochimilco.Sus
publicaciones más recientes: La nación e n escenas: memoria pii-
sidad de Berna (Suiza) y directora de proyectos de investigación 1 blica y usos del pasado e n contextos poscoloniales (2010a); "Evi-
en la Maison d 'An.alyse des Processus Sociaux de la Universidad dence, teniporality, a n a l ~ t i c a lframeworks: categories, writing
de Neuchiitel (Suiza). Sus intereses priilcipales de investigación procedures and academic dependency7'. en Alatas. SyedFarid y
son gobernabilidad en ciudades de América Latina, migración la- Kathirika Sinha-Kerkhoff (eds.), Academic depeadency i n the
tinoamericana a Europa y redes sociales trasnacionales de mi-
grantes, que realiza desde la perspectiva de la intersección de 1 social sciences. Structural realities and intellectual ch,allenges,
Manohar, Delhi (2010b).
género y etnicidad. Actualmente dirige un proyecto sobre los
espacios sociales trasnacionales que migrantes colombianos y
ecuatorianos crean entre ciudades de Suiza, España, Colombia Elisabeth Tuider
y Ecuador. Junto con Nadia Baghdadi escribió el artículo "Un-
derstanding the labour market participation of skilled immi- Profesora en la Universidad de Kassel (Alemania) con la ~ " 4 -
grant woinen in Switzerland: the interplay of class, ethiricity dra "Sociología de la diversidad". Estudió e n la Universida
and gender", en Journal of International Migration ancl Inte- Viena (Austria) el doctorado en Pedagogía y Psicología. Ei. .".
gration (2007). años recientes ha dirigido varios proyectos de investigación
tre otros el proyecto "Cuba entre revolución y transforma(
(20 lo), "Migración-Tr abajo-Género en la frontera norte de
Rita Marisa Ribes Pereira sicd' (2008). Ha sido fellow investigadora en la Universida ,d de
Eth-
Bielefeld (Alemania), en el proyecto "E pluribus unum? tha
Profesora del programa de posgrado de la facultad de Educación nic identities in processes of transnational integration ir
de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (Brasil). Forma- Americas". Sus áreas de investigación son: estudios de gi
da en Filosofia por la Universidad Federal de Pelotas (Brasil) y y queer, teoría poscolonial, estudios culturales, métodos c
con doctorado en Educación por la Pontificia Universidad Católi- tativos, migración y globalización. Algunas de siis publicaciones
ca de Río de Janeiro (Brasil). Coordina el grupo de investigacibn recientes son: "Transnational biographies. The delimitation of
"Irfancia y culturas contemporáneas". En la actualidad realiza motherhood", en Chambon, Adrienne; Wolfgang Schroer y COP
investigación sobre infancia. cultura y tecnologías. En conjunto nelia Schweppe (eds.), Transna,tional social support, Routledge,
con Mailisa Carla Pinto coordinó el libro: Identidade, Diversida- Nueva York (en prensa).
de: prácticas cultu rais e m pesquisa (2009).

Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Córdoba


(Argentina). Doctor c i ~Estudios de Asia y África por El Colegio
de México (MGxico). S u s áreas de interés son las teorías poseo-
A paffir de la d&ada de 1990 se agudizoia cns'is en lai.ihye_gi
tigaoidnes sobre la otredsd. Con el auge de loa acarcam'i&~+:,i
?
tos teóricos posestructuralistas, posdoniales e intem@&,
nistas, le verdad producida por las blnograf[as*tradiciom@
fue puesta en jaque, así como el problema de la repre$qP
16n. lla autoridad y la autoria colaborativa. Los r n ~ v i r n ~ e n t ~ i
ioliocos, las voces indigenas y de bs mu@res. ~ > m f dc-'.lb
und~@
la brecha entre d saber construido dedc al exterior &.,su$
litancia y d gengrada el ihrior. Finaleenfe, 'la reM$Qi
los textos académicos mas redentes de que las i&dd
san nijl~plesy sin esencia teminaron c6n l?s m f f ~ t g $
imaginaban los mtudios acosturnbrdoc a discurrir -S&
m
Sin embargo, -..o de los grandes problemas que eftf&
los invwdigadores w la escasez de golas,quepropot@i

,
leras de poner en práctica estas refkxiaies.
Ums. La premte publicaOdn busca c o n ~ u i$::@
iar esta carencia &siendo pautas a mnsjdmr CW
t~

emprende la inwrstgpra<kimn d d i o , desde Is P@@%#j


la apmximsción al campo, las t h i c a s y la praduwkqz

La propueste de métodos horizontsk paRe


propias experiendas y se basa en que Is teoils y TE^
son parte da un mismo proceso. Es sMornatico de( aU
trismo cientlfica que la teoría sea concebida @@&
-,>F. b

separada de las &tos y que 91 caber g m & r o d ~ i S B a ' ! ~ !


B mn la prociuccit5n de conocimientode4xíe8~a.rkik6
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de los fenómenos cotidianos y tradicionales no8oc;cidKd3j
El presente trabajo reiins hxtoe de va&@ di@@!ifiP
cadámiais (antropdogla, cmunicacidn,- rcCioagiai, 'a$$
que se caracterizan par su cornbinacidn de refie?lia8nbsM

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