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E n diálogo.
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Metodologías horizontales. . Si
e n Ciencias Sociales y
En diálogo.
Metodologías horizontales
en Ciencias Sociales y
Culturales
Sarah Corona Berkin
Olaf Kaltmeier
BIBLIOTECA d e EDUCACIÓN
P H ~ L ICREME
S Escribir en la universidad
Sarah Corona Berkin
MARYLEA Olaf Kaltmeier
MELISA
WALKER Cómo escribir trabajos
de investigación
STEPHEN
VANEVER.~ Guía para estudiantes
de ciencias políticas
gedisa
editorial
En diálogo. Metodologias horizontales en Ciencias Sociales
y Culturales
Dertclios ~ s c n f a d o para
s t d a s las ediciones en castellano
de poder -desde las universidades y organismos internaciona- tados por las instituciones públicas y privadas de investigación,
les, pasando por los rninisterias de Educaciiiir e investigación, tales como la Fundación Alemana para la Investigación (DFG),
m.
hasta las organizaciones no gubernamentales, los movimientos 'l'hyssen, Volkswagen o Ford, el Consejo Nacional de Ciencia y
sociales y los actores de la vida cotidiana. Por tanto. sugerimos a Tecnología, en México, o la Unesco a nivel supranacional, tanto
continuación identificar de una manera general las constelacio- como las correspondientes maneras de evaluación, en muchos
nes más importantes en el proceso de investigación, para explo- casos, le dan más forma a los proyectos que el diálogo con los ac-
rar los obstáculos y la posibilidad de acercarnos al horizonte de tores e n el campo de estudio. Esto se demuestra en la llamada
I L
las relaciones horizontales en todas las estaciones del itinerario poesía de l a s solicitudes", que ya es un género de la literatu-
de la indagación. ra académica, inventado para "vender el proyecto".
Dentro de este contexto surgió el trabajo realizado en Saqui-
silí como parte integral de u n amplio estudio financiado por la
La definición del tópico DFG que explora, con la proyección general de una nueva historia
política, la hipótesis de una "etnización de lo político" en Ecua-
Este no surge de la inspiración introspectiva de un sujeto-inves- dor, durante la década de 1990. Me integré en un proyecto cuyos
tigador sino que es producto de interacciones sociales. En primer pilares ya estaban puestos, y me tocó encontrar una temhtica
lugar, influyen en la mayoría de las casos las dinámicas del cam- innovadora, con demasiado trabajo de campo incluido en Ecua-
~o académico, en el que los estudiosos tratan de posicionarse con dor, lo que fue financiado al margen del estudio original. Empecé
un tema innovador frente a los guardianes del campo. EI filósofo con la idea de analizar las nuevas técnicas politicas dentro de
la gubernamentalidad neoliberal, desde la de una la Jatarishun, pues es una de las organizaciones que ha podido
orgaiiización indigena, un tema pendiente en la discusión acadé- mantener la unidad y el control efectivo de más de 30 comunida-
mica que, sin embargo, no corresponde al mainstr~amsino a una des en el cantón. De esta manera, m~difiquklas interacciones y
postura herética dentro del campo. negociaciones cotidianas en el campo de investigación, y el tópico
Sin embargo, una de las grandes aporías consiste en que las inicial sobre las técnicas de la gubernamentalidad neoliberal fue
ya deben describir lo que en realidad sólo se puede &andonada
desarrollar en el contexto de las discusiones en campo. Suponen En general, los cambios de tema, frecuentes en los trabajos
imaginarnos sobre el otro y están producidos con referencias in- de campo, tienen grandes repercusiones para la academia, sobre
tertextuales de otros trabajos académicos. De esta manera, el todo cuando se dan por la íntewención de1 otro y no obedecen a
investigador indaga en campo con una definición del tópico que, las reglas y metodologias de los estudiosos. Por u n lado, puede
por lo general, se debe más a las dinámicas de la academia que a ocurrir u n distanciamiento de la investigación del campo aca-
un diálogo con el otro. démico. Y, a ú n peor, si el tema es considerado por Ios ortodoxos
Esta situación cambia cuando el tema esta redefinido por la como demasiado "popular" o influenciado por las "ideologías" del
influencia del investigado. Por u n lado, se debe -especialmente campo de la política de la identidad, puede desvalorar el capital
en aquellos casos donde existe un contacto face-to-fdce con acto- simbólico-académico, tanto de la investigación como del propio
res subalternos- a la fuerza del encuentro y del diálogo. De nin- investigador. Por oti-o, también es u11 requerimiento que el in-
guna manera es u n proceso armónico sino que está caracterizado vestigador escuche al otro y redefina el tema para poder obtener
por el ímpetu de un "conflicto generador" (véase Szirah Corona nuevos conocimientos científicos, sobre todo en disciplinas como la
en esee mismo libro) debido a los vectores en la zona de contacto. antropolsgia social, en la que las lógicas prácticas en el campo
Ahí el interés del investigador choca con las inclinaciones de los ya le exigen al estudioso llegar a una representación auténtica
investigados. Éstos tienen que ser concebidos como actores que, del otro, e incluir su vaz.
en la mayoría de los casos, ya tienen sus experiencias mil inves- En la definición del. tópico se demuestra un juego bien compli-
tigadores y tratan de regular el ingreso al campo de indagaci8n cado de negociaci0n; un tema que es interesante para el campo
e imponer las reglas y normas en el proceso de la investigación. académico no lo es necesariamente para los "investigados", y al
Situaciones como éstas estuvieron presentes en mi caso. Para revés.
empezar e1 trabajo de campo me presenté con "mi propuesta"
en la asamblea de la Jatarishun, agrupación indígena del cantbn
Saquisilí, y logré gracias al apoyo de una organización no guber- De las fuentes hacia u n a l e c t u r a dialógica
namental ecuatoriana, la autorización de llevar a cabo la investi-
gación. Sin embargo, esto no significaba mucho, pues en realidad Proyectos coloniales e imperiales tienen el objetivo de encontrar
realizaba entrevistas de escaso coiltenido, porque -tal como me Y explorar fuentes para la acumulaciOn de riquezas. En términos
di cuenta en las conversaciones-, el tema ningíin interés des- de políticas económicas, se trata de u n proceso de "acumulación
pertaba para la Jatarishun. ni para los canlpesinos indígenas. por desposesiiin" (Harvey, 2003) en el que los científicos jugarán
Entonces, en las charlas con los dirigentes surgió la propuesta (y juegan) un papel importante en la identificación, categoriza-
de escribir la historia del proceso organizativo del movimiento ción y la exploración de esas fuentes. En sus dimensiones ma-
indígena en Saquisili. Además, la organización no gubernamen- teriales, podemos mencionar la explotación minera del oro, la
tal con la que estaba trabajando mostró un interés especial en plata, el petró1eu o el litio, y la éxplotacián agraria de productos
para exportar, como el azúcar, el plátano, el café o las plan- en la elección de los actores: ;Quién puede presentar su visión?
t;as med!icinales. Un proceso semejante sucede en el colonialismo ¿Quién elige a los entrevistados? Creemos que en el ideario de
t:uItura 1. El mismo concepto de la "fuente", utilizado sobre to- 10 horizontalidad es importante elegir de manera trasparente y
do en las ciencias históricas, demuestra una actitud de desigual- pativa. sin caer en la probleniática de la instrumentaliza-
dad y desapropiación. El sujet+investigador tiene que "buscar" c b la investigación por un grupo particular de la organizacibn
las "fuentes" para hacer brotar el conocimiento que después es ; , ~ ~ g ~ nEn a . el caso del proyecto de Ia Jatarishun identificamos
contado, clasificado y representado. Además, el poder epistemo- a 10s testigos entrevistados en reuniones de trabajo con los tres
IOgico está concentrado en e1 estudioso, mientras que las voces investigadores del propio colectivo. Además, preguntamos a cada
presentes en los textos de la "fuente" están reducidos al estatus de interrogado si él a ella recomendaban a otra persona para ser en-
un objeto. trevistada. Sabiendo que Ios tres estudiosos indígenas eligieron
Para poder cambiar esta videncia epistemológica nos parece a. los testigos desde la perspectiva de la organización, me dediqué
-
1 nte explorar la posibilidad de una relación dialógica - aI busc:xr más actares destacados que viven en otras cornuniclades
l- xiproca- con 10s textos, en los cuales encontramos in- jara F~odercomplementar el panorama de la constelación de
teracclones condensadac. Con una reflexión sobre el tipo de las - - --**
10s ~iivolucrados.
u
fuentes;" y otra sobre la lectura de los textos, quiero resaltar Cabe dejar claro que estas aubetnografías no son expresiones
d[os aspcx t o s clave para la tarea de una descoloniza~ónde las puras, descontanlinadas de los subalternos, o expresiones autóc-
>
mecoaoiogías.
1 1
tonas (ie los otros. De esta manera define Mary Louise Pratt el
Una manera privilegiada de recuperar, así como de hacer vi- concepto de autwtnografía o expresión autoetnográfica:
sible y escuchar las voces y los intereses de los actores subalter-
nos, es buscar posibilidades y crear condiciones para que estos Uso estas expresiones para referirme a aqz~elloscasos
hablen para sí mismos. El creciente cuerpo de expresiones au- e n que los sujetos colonizados se proponen representar-
toetnográficas, tales como testimonios, videos indígenas o cartas se a si mismos de manera que se comprolneten con los
personales son textos de suma importancia. términos propios del colonizador. S i los textos etnográ-
También es posible generar fuentes autoetnográficas en la in- ficos son u n medio por el que los europeos representan
teraccihn directa del trabajo de campo, en situaciones cara a ante ellos nzisinas a sus (usualmente sometidos) otros,
cara, como sucede en Ia etnografía, la investigación participati- los textos auioetnogrcificos son aquellos que los otros
va o cualitativa, y la historia oral. El estatus de estos testimonios construyen en respuesta a las mencionadas represen-
es diferente en las disciplinas académicas, mientras que en la taciones metropolitanas o e n diálogo con. ellas (Pratt,
antropología social está bien establecida, en la historia -espe- 1997: 27-28; la traducción es del autor).
cialmente en Alemania- rige todavía el dicho que el "testigo es
el enemigo natural del historiador", expresando la desconfianza De esta conceptualización podemos concluir que las represen-
sobre la situación dinámica de interacción en esta manera de taciones autoetnográficas son posicionamientos estratégicos y
recopilación de información. tácticos dentro de determinadas constelaciones de interacción
Dada la relevancia de fuentes autoetnográficas. recurrimos intercultural marcadas por asimetrías de poder. Por su condi-
en el estudio de las organizaciones indígenas de Saquisilí a la ción de contacto cultural, los textos autoetnográficos contienen
historia oral y realizamos más de 40 entrevistas en las comu- múltiples referencias intertextuales a discursos y narrativas he-
nidades de la sierra de Cotopaxi. El primer problema consiste gemónicas.
Esto confronta al investigador con un segundo reto respecto a de una "crítica $oble7 o de u n a "lectura contra-
los textos, que es su lectura. En los estudios culturales y posco- puntal" a la confrontación de dos bloques culturales a de una
Ioniales se parte de la idea que la identidad no se define desde lógica imperialista contra una lógica de resistencia, respectiva-
un núcleo duro de lo propio sino que en relación con los otros. Lo mente. En una investigacicin empírica con trabajo de campo tal
anterior supone la construcción y representación del otro que a acercamiento nos parece demasiado esquemático, tomando e n
la vez lleva a la conformación de lo propio. ,-uenta los procesos de transculturación y las múltiples maneras
Tal como hemos visto, esto es el caso de las autoetnografías. del autoposicionarniento. Por tanta, proponemos u n análisis de
Pero recalcamos que también en los documentos hegemónicos de constelaciones que no parte de culturas predefinidas sino de los
diversos archivos podemos descubrir la influencia del otro. En es involucrados.
las corrientes de investigación, estas huellas del subalterno y #tomandola idea del análisis de constelaciones, argumento
del otro no son visibles, por eso surge la necesidad de una nueva que 110 basta tomar en cuenta los dos partidos del investigador y
lectura de los textos. su contraparte en el campo sino que e s necesario identificar
En cuanto a las representaciones textuales hay que mencionar todos los actores que influyen en la constelación. Por ejemplo,
el aporte de los estudios poscoloniales, en especial, los provenien- en cuanto a los conflictos de tierra en la sierra ecuatoriana du-
tes de los estudios literarios. Edward Said (1993) propone una rante la década de 1970 se debe incluir a los campesinos-indí-
"lectura contrapuntal" refiriéndose también al "peerspectivisrno genas locales, los terratenientes, la agencia de reforma agraria,
contrapuntual" como una forma de mantener "los dos procesos, los abogados, la federación ecuatoriana de indios, tal como el
el del imperialismo y el de l a resistencia", lo que puede lograrse contexto contemporiineo de las políticas de identidad y del cam-
haciendo una lectura de los textos, incluyendo lo que alguna vez po académico. Partiendo de tal análisis de constelaciones, com-
había sido excluido de ellos. Entonces, se trata de una yuxtapo- plementamos la historia oral desde las comunidades indigenas
sición, la que en el proceso de la lectura contrapuntal lleva en un con testimonios de diez actores -sobre todo mestizos-urbanos-
proceso dialéctico a otra representación, más allá de los textos especialmente de Latacunga y Quito. Ellos formaban parte de
contrapuestos. organizaciones y partidos de izquierda, iglesias, organizaciones
De una manera similar, Walter Mignolo (2000) adoptb el tér- no gubernamentales y diversas instituciones involucradas en el
mino de pl uritopic hermeneutics, que tomó prestado del filósofo proceso de reforma agraria.
Raimundo Panikkar, para llegar a u n acercamiento metodoló- Recalcar la suprema importancia de testimonios para la t a -
gico más allá de las hermenéuticas rnonotópicas, occidentales, rea de l a descoionización del conocimiento no significa ignorar
utilizadas en los estudios de l a cultura. La idea central es pen- 10s textos escritos e n archivos oficiales, que representan e n la
s a r u n artefacto o un texto dado desde las diferentes perspec- mayoría de los casos las visiones hegemónicas. Sin embargo,
tivas de las culturas involucradas. Este autor pone de relieve argumentamos que también pueden ayudar para la recopi-
que se trata de una double critique, lo que implica la habilidad lación de data y pueden ser leidas de una manera que haga
de "pensar desde ambas tradiciones, y al mismo tiempo, des- visible las voces del otro y la fragilidad d e las negociaciones
de ninguna de ellas" (Mignolo, 2000: 67; la traducción es de los en el poder (pos) colonial (Stoler, 2008). Por tanto, realizamos
coordinadores). Con estos avances se dieron grandes pasos para un trabajo e n diversos archivos, tales como la Universidad
conseguir metodologias interrelacionales, las cuales ponen en Central, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Archivo
jaque a Ias geopolíticas de conocimiento hegemónicas. Sin em- Nacional de Historia, el Instituto de Desarrollo Agropecuario
barga, en términos rnetudoliigicos es una limitación reducir el (INDA), el Bundesarchiv, el archivo del Sistema de l a Educa-
eión Intercultural Bilingüe Cotopaxi (s~rc), archivo de l a entendimiento y u n a t s a s f o ~ 1 de lo propio e n t6rminos de
Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), hibridizaciones.
el Ministerio de Bienestar Social de Latacunga, el Archivo del "- tal manera, el diálogo no debe ser malentendido como un
Museo de la Casa de la Cultura, e n Latacunga, y el Centro de native que rápidamente llega a un going nai've, sin lograr
Documentación de la Comisión Ecuménica de Derechos Hu- en cuestión las hegemonías geopolíticas del saber. Par-
manos (CEDHU). tiendo del mismo argumento, Spivak critica que los investiga-
dores occidentales se están distanciando demasiado fácil de su
involucrarnisnto
.- en las estructuras poscoloniales. Dicen: " ' o ~ lo
,
Co-presencia en el campo Sientol, pero somos sólo blancos muy buenos, por eso no hablamos
acaaemico.
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F investigación es u n proyecto que tiene inicio y final. Al Aunque este acto pueda ser útil para la salud psicológica del
t r la co-presencia y al finiquitar el proyecto también se investigador, es importante tener presente sus implicaciones. De
interrumpen, e n muchos casos, los círculos de reciprocidad. Al- hecho, se cambia el balance de poder, desde el encuentro nego-
gunas excepciones son descritas en las experiencias y reflexio- ciado entre los sujetos hasta la representación textual, en la que
nes de Cornelia Giebeler, en Juchitán, y los casos de antropólo- el otro llega a ser un objeto. que es fijado en el discurso en un
E. :os quie encontraron su nueva casa en la comunidad de estudios, acto de violencia epistemológica. Por tanto, es importante tomar
t rasfor.mando el proyecto de investigación en uno de vida, con una postura crítica y autorreflexionar sobre la autor-idad del
? ~ J J U S " O marido incluido.
,c.---.-.
investigador.
Casi siempre la conclusión del trabajo de campo finiquita el Desde mi perspectiva, dentro de las estructuras de las geopo-
Lijlogo sobre la investigación. Esto genera un mayor problema liticas del saber no es posible superar esta violencia epi~t~emoló-
para la descolonización del conocimiento, pues e n la fase de gica. Empero, evitar todas las representaciones del otro tampo-
la recopilación de los datos hay u n diálogo que durante su aiiáli- co soluciona el problema, porque precisamente carecer de voz o
sis e interpretación llega a ser un monólogo. De tal modo que la imagen -es decir, no ser representado-, es un acto de violen-
participación en el campo de una manera cínica puede ser vis- cia y desprecio. Frente a esta disyuntiva me parece importante
t a como una estrategia de cooptación por parte del investigador autoanalizar los modos de apropiación del saber. La autoridad
para "robary' data. Este reproche no se puede rechazar fácilmen- del intelectual e n los textos antropológicos es insuperable. No
te, porque de hecho es una manera (pos) colonial de apropiarse obstante, a las deconstrucciones posestructuralistas del autor,
del conocimiento de las poblaciones indígenas. Por eso nos pare- como una figura de la modernidad, se mantiene l a imagen del
investigador como Único creados de1 texto. Esta idea es institu- quien evita que el investigador cobre determine la data con sus
cianctlizada, tanto en el mercado de publicaciones con sus for- interpretaciones subjetivas, reduciendo su labor a la sistemati-
mas de publicidad como por el campo acad6mico con sus lógicas zación de la información.
de p-áctica para la acumulacilDn de capital, mediante el presti- fue posible identificar categmlas derivadas de las entre-
gio alcanzado por los frutos conseguidos. 1 que llegan a estructurar la narrativa del texto, evitando
Partiendo de esta situación complicada queremos argumentar que ésta se tornara académica, por lo que fue necesario pensar
que sí existen maneras de limitar la autor-idad del investigador. en la definición de mi papel como autor-idad. No quería tomar el
Un punto de partida lo ofrece la narrativa, que puede recurrir rol del relator omnisciente que hace comentarios ex-post sobre
a ]a polifonía y reducir el papel del analizador, lo que significa 10s relatos de los otros. Entonces elegí el papel del moderador
cambiar el género de las narraciones científicas. En este sentido, que tiene la función de dirigir una conversación y de apoyar a las
se requiere modificar la creencia ingenua en la objetividad y neu- voces presentes para que puedan expresarse. Cada capítulo ma-
tralidad de la narrativa científica y, por tanto, limitar también la yor empieza con una contextualización corta inía para explicar
autor-idad del investigador. De tal manera, su visión e interpre- el terna presentado al lector. Después escribí solamente conexio-
tacián sólo es una de las perspectivas posibles;. sin pretensiones nes entye los fragmentos de las entrevistas para crear u11 ámbito
para un lugar epistemológico superior. Esto se manifiesta en la de sentido. Empero, estas medidas no superan la autor-idad. El
técnica de "escribir a dos manos" (Corona, 2007), con la que el control sobre el texto fue mío, elegí la forma narrativa. seleccio-
t ?1 "otro" está puesto en y-uxtaposiciOn con el del inves- né las pa'rtec de la entrevista que entran al texto, organicé los
t sin que la narrativa sea $evaluada o evaluada por el fragmentos de las conversaciones, lo que crea un nuevo sentido.
segunao. Los dos relatas aparecen con iguales derechos, aunque
parten de perspectivas diferentes.
Una tarea difícil es ordenar y sistematizar las voces grabadas E1 público -o ¿quién lee etnografías?-
en el diálogo - e n el caso de Saquisili Ias entrevistas se guarda-
ron en minidisco y casete, y después se transcribieron. La tras- Mas allá de la autori-dad representativa es importante tomar en
cripción fue u n trabajo colectivo con los investigadores indígenas cuenta el público al que va dirigida la narración. Cada texto es
para no perder informaciones en el proceso de escribir el texto. La un acto comunicativo que, por tanto, tiene un lector imaginario,
manera de solucionar el problema de las vaees grabadas depende dependiendo del posicionamiento y el mapa mental del autor.
mucho de los objetivos de la investigación, acordadas y definidos En este caco nos interesan en particular los estudios académi-
junto con las contrapartes en el campo. El propósito del trabajo cos, que están dirigidos a grupos de expertos dentro del campo
en Saquisili fue escribir sobre el proceso organizativo. Así, enfo- académico. Esto obliga a los investigadores a usar un aparato de
camos u i ~ ahistoria colectiva y, por tanto, las narraciones bictgrá- ret6,czs académicas, es decir, una estructura de narración, re-
ficas o 10s relatos individuales eran de menor importancia. Por el ferencias intertextuales a &ras obras importantes, y un idioma
tiempo disponible para la evaluación recurrí al ancilisis de can- comespondiente al campo, lo que generalmeilte supone el uso del
tenido para sistematizar la data según los aspectos mencionados ingles.
por 10s entrevistados. De las diferentes charlas -independiente En la mayoría de los casos, la comunidad o el grupo de sub.
de la posición del entrevistado- sólo fuemn agrupadas las par- alternos que forma parte de la investigación no es considerad^
tes que se refieren a l mismo contenido. De alguna manera partí como pfiblico del estudio. Dirigir la recepción a estos grupos
de la idea de un "positivista afortunado" (Foucault, 1970: 2231, significaría aplicar otro estilo de escribir y estructurar el tra-
bajo. De esta manera se prolonga la ruptura entre co-presencia La antropología social, los estudios culturales y poscoloniales
y representación textual hasta la recepción de las narraciones han puesto en los años recientes mucho énfasis en la problen~á-
producidas. A lo anterior se deben sumar las políticas del saber tica de la representación. Pero, cobre todo en una sociedad de
académico que demanda cierta cantidad de textos producidos - la pregunta del saber no sólo es un tema de re-
especialmente en journa2s de Estados Unidos con peer review. presentación sino que de propiedad, e n términos materialistas.
En mi caso traté de hacer el malabarismo iinposible de aten- Temas como la propiedad intelectual, el robo de conocimieilto
der a dos públicos tan diferentes como el académico y las comu- referencia a plantas medicinales o la piratería genética de-
nidades indigenas campesinas. El resultado es una publicacion muestran el papel de la apropiación de saberes y conocimientos
híbmida que tiene sus deficiencias frente a ambos mundos. Las en la fase actual del capitalismo.
300 páginas del libro no obedecen a las conveiiciones académicas La c u e s t i ~ nde los derechos intelectuales se discute en el
--sobre todo en términos de referencias o citas de otros trabajos campo académico, sobre todo en referencia a los plagiados, pero
del campo, a l uso extensivo de los testimonios, y al enipleo de un de manera especial e n los contextos poscoloniales también se
idioma que se entiende en las comunidades. Además faltan las debe discutir con referencia a los entrevistados e informadores.
p r o ~ i a smeta-reflexiones y comentarios del investigador. Ellos ofrecen saberes y conocimientos, y sus voces están presen-
Con rbespecto a la política de edición no salió en una editorial tes en los textos. Sin embargo. el carilpo académico ignora esta
a~cadémj
- - -
tca de alcance internacional sino en la Colección Popular condición y requiere la autor-idad, de tal manera que el inves-
15 de Noviembre. una serie con publicaciones del ámbito de la tigador se convierte en el autor intelectual que cuenta con todos
historia social ecuatoriana, que está a cargo de la Corporación los derechos de la publicación. Las voces subalternas son expro-
Editora Nacional. Aunque los sellos de la Universidad de Biele- piadas de sus derechos intelectuales, cuando mucho aparecen en
feld y de la Universidad Aridina Simón Bolívar (Quito) ubican a l las "palabras de agradecimiento".
Iibro en un contexto académico, el valor de éste para acumular Mi solución frente a este dilema fue una decisión táctica: yo
c a ~ i t acientífico
l es muy bajo. firmo como autor del libro, aunque añadí en la portada "con la
La r acepción de la publicación en las comunidades indígenas colaboración de Arturo Ashca, Mario Castro y Carmen Cofre",
fiue mejc)r. Cierta cantidad del tiraje fue distribuida de manera haciendo explícita la intervención de los investigadores indíge-
gratuita en las escuelas de Saquisilí y entre varias organizacio- nas. A pesar de todo, esto no resuelve el problema. Reconocer los
nes, en especial el Movimiento Indígena-Campesino de Cotopaxi derechos intelectuales de todos los autores significaría tomar en
~ I I C C )y la Jatarishun. Según los comentarios de algunos amigos serio la iiitertextualidad y la polifonía de los textos producidos.
que trabajan en la zona había una reacción positiva frente al li- De esta manera, cabría desprivatizar los derechos intelectuales
bro, de tal manera que a un iiivestigador español le dijeron los Y cornunalizarlos, temas discutidos en el debate sobre los "co-
dirigentes de la Jatarishun: "Para poder trabajar con nosotros, munes" -desde Antonio Negri y Michael Hardt hasta Elinor
tienes que leer esto". Empero, la recepción también tiene sus li- Ostronl.
mitaciones. Cabe dudar si un libro es el formato más adecuado en
una cultura oral. Tal vez otros formatos -más alejados del ám-
bito académico-, como un programa en la radio (sólo algunas
entrevistas fueron trasmitidas en Radio Latacunga, la i-adiodifu-
sera del movimiento indígena de Cotopaxi), o un filme documen- El objetivo de este ensayo fue explorar las perspectivas para una
tal hubieran sido más accesibles para los comuneros indígenas. descolonización del saber por la aplicación de metodologías hori-
zontales y dialógicas. Partiendo de la idea de una historia divi- y 10 ajeno, entre el carnpo académico y el de las políticas
10
dida, presentamos el modelo del análisis de mnsteIaciones como de identidad.
un instrumento para enfoca^ las múltiples dimensiones y la pu-.
lifonía en el proceso de la investigacibn. A manera de
cjuiero discutir tres perspectivas metodológicas que, a mi modo La investigación es comunidad
de ver, pueden contribuir a esta tarea.
En contra el "acercamiento 'phallogweurocéntrico' al saber1'
(Restrepo y Escobar, 2005: 110; la traducción es de los coordi-
nadores) de un sujeto-hombre-investigador que está posicio-
,,do en u n lugar epistemológico superior frente a los "objetos"
de estudio, argumentamos que la investigación se basa en la
stigadar no puede escapar por completo de sus disposi- in%eracciónde múltiples actores con diferentes poderes de in-
coloniales, pero lo puede hacer visible y cambiar t r a s la tervención. Frente a la multidimensionalidad y la polifonía en
autorreflexividad permanente de sus discursos y prácticas. El el campo debemos reconocer formas colectivas de generar sa-
concepto de la historia padida -en los dos sentidos de una beres.Esto incluye reconocer a los "otros" no sólo como objetos
historia común y dividida- también nos obliga a aplicar me- de estudio o colaboradores sino como co-investigadores, de tal
todología~partidas en cuanto a las dos significaciones señala- nnodo cyue el estudio devenga en comunidad. Para el académico
das. Por un lado, es importante reconocer la diferencia entre los esto significa dejar de poner en cuestión su autoridad e n las
contextos de vida y de las histarias sufridas. Esto implica en el ."
dr~erentesestaciones del proceso de investigación con el objeti-
1 de la investigaciún llegar a u n nivel de a~to~reflexividad vo de no hacer invisible e1 aporte de los otros. Ya l a definición
1 propio posicionamiento -specialmente en el campo del tema de la ZnvestigaciOn debe ser un proceso en diálogo que
acadérrlic- y, al mismo tiempo, llegar a u n entendimiento del e'stá al.~ i e r t ode forma permanente a revisiones e hibridizacio-
otro. nles. DIe esta manera, nos tenemos que despedir del género de
T.-.
-8
eflexividad incluye en su dimensión histórica reconocer la meta-narrativa, del p a n relato, en favor de textos caleidos-
la prc~ p i acomplicidad con los proyectos coloniales que estruc- ~Ópicosfragmentados por diferentes perspectivas. Reconocer l a
turarcDn el campo académico. Mientras que algunos autores, polifonía intrinseca de la indagación tiene impacto, tanto para
---
CUHIV Gustavo Esteva (1992), optaron por u n a "desprofesiona- la acumulación de capital científico como de casacter IegaI, pues
lización" de los intelectuales, nosotros creemos que desde la el autor de la obra no es uno sino el fruto de un trabajo e n co-
perspectiva de u n a historia partida es importante cambiar las mún, que supone l a intervención de varias voces y a u b r e s . Así,
lógicas de práctica y los principios de visiOn y división del campo 10s derechos de l a propiedad intelectual no pueden ser conside-
académico. rados en términos privativos sino que deben ser comunitarios.
Esta percepción incluye un cambio en las interacciones de tal Esto nos lleva a superar la figura del investigador heroico para
modo que una metodología partida significaría encontrar enlaces dar cabida a u n investigador facilitador. promotor y moderador
Y objetivos comunes con base e n la co-presencia en el mundo y del diálogo.
un proyecto político común de descolonizaci0n. Así, el investiga- Respecto a la publicación se debe considerar a la comuni-
dor y las contrapartes más cercas del proceso de investigacidn dad con la que se lleva a cabo la investigación como u n público
llegan a ser caminadores fronterizos que cruzan los limites entre privilegiado, que tiene más derecho para acceder a los frutos
obtenidos (texto escrito, audiovisual o auditivo) que el público
académico internacional.
* Quiero agradecer los comentarios valiosos que hicieron a este texto Sarah
Corona, Olaf Kaltnieier, Carmen de la Peza, así corno las discusiones valiosas
.fin mis estudiantes del seminario "Cultura popular y
suba 1: el map?o do un sujeto de la enunciatión", en la cohort-tc2010-
SO 11 aestría ei1 Comunicación y Política de lil UAM-XochimiIco.
Comienzo esta reflexión con una escena que los antropólogos lla- p e t e n d í a re-escribir la historia a partir de la memoria pueble-
marían "situación de campo" (Geertz, 2003). A inicios de 2002. rina como eje. La intención era ingenua, pero nosotros éramos
yo colaboraba como asistente en una investigación sobre recu- conscientes de esa deliberada simplicidad. Sabíamos que las
peración de memorias locales en Córdoba, Argentina, en la zona rnernorias estarían "mediadas" por las historias formativas del
norte de la provincia, en Quilino. El reverso de la "pampa" ar- estado-nación. Anhelábamos un diálogo con esas historias, un
!gentina: u n espacio históricamente relegado por las políticas del enfrentamiento, incluso una negación total. Nunca esperábamos
estadwnación, al margen del sujeto territorial argentino, zona que esa historia fuera reproducida.
seca, viejo asentamiento de pueblo de indios, clara herencia in- En ese momento, claro está, no dijimos nada, pero después de
dígena en un país acostumbrado no a excluir sino a borrar (del una serie de encuentros, cuando la confiailza hizo posible otro
mapa, de la lengua, de la historia y de la tierra) aquello que no tipo de intercambios, yo expliqué la situación que habíamos per-
le conviene ver.' cibido, y don Efrén habló con estas palabras:
En el poblado había pocas casas de concreto, tanques de roto-
plast poblaban la estampa de lo que en aquel momento me pa- Lu historia nuestra no está escrita. Pero eso no es lo
reció la verdadera cara de la globalización. Con la directora del preocupante. Lo que preocupa es que ya tampoco puede
equipo, en ese entonces, esperábamos poder entrevistar a algu- ser no digamos escrita, pero dicha. Ustedes vienen a
nos residentes, y (tal vez ingenuamente como pensamos a veces buscar lo que ya saben que v a n a encontrar. Después
10s historiadores que el tiempo va trazando las madejas) quería- escriben. Y yo hablo, total ... acá vienen los antropólo-
mos ligar una vieja historia de resistencias desde la colonia has- gos, los políticos, los diputados, y a todos lzay que con-
ta el presente. Quilino era un pueblo de indios desde el temprano tarles lo que y a saben que vienen a oír. Pero déjeme que
siglo xvrr, rebelde, que debia elegir entre el quechua como lengua le diga: perder la lengua d e uno no es solamente u n a
colonizadora incaica, y el espaiiol como lengua colonizadora eu- cuestión. de palabras, es u n a cuestión de uida. Todo se
ropea. Siempre eligieron el quechua, obviamente. trastoca,es C O M O si uno IZO fuera ya dueño de s u uida.
vez e n el lugar, precisábamos hablar con uno de los po- Pero tampoco as posible explicarlo, porque uno como
s más importantes, don Efrén, que nos iba a narrar "la que no sabe exactarnente qué esta perdiendo, porque
historia profunda" de QuiIino, fuera de la fórmula normativa de p r d é s una lengua sólo cuando agarrcis otra. Pero cla-
los "pueblos serranos" como se conoce la historia de la región. ro, nunca sabés que la que p e d i s t e era ,?atuya y la que
Cuando llegamos a su casa y nos dispusimos a conversar con aprendes es de otro. Te das cuenta rnuclzo después, ge-
61, después de varios protocolos de rigor, comenzó la charla. A neraciones después quiero decir, cuando las palabras
10s pocos minutos mi maestra y yo nos miramos en un gesto de no te bastas. Y déjeme que le d i g a algo a usted que
complicidad. Efrén nos estaba cantando la historia de los pueblos es estudiante y sabe: acá nadie quiere uoluer a las tra-
narrada por Efraín Bischoff, ''el" historiador oficial de Córdoba, diciones. Querernos tener derechos, c o m un pueblito
miembro de número de la Academia Nacional de la Historia (Bis- ~ m i na, la educatidrc, a la salud, u vestirnos bien. A
choff, 1985). Nuestra decepcihn no podía ser mayor: el proyecto estas alturas todo es jodido: porque ko extraño es que
y a no somos muy distintas, acCi ni siquiera somos in-
dios, y mis hijos tampoco quieren serlol. Y tienen ra-
Sobre quilino, su historia y sus procesos de trasformación desde la don
zón. i P ~ i No. No distintos, nomás somos
Castro Olañeta (2006). pobres. 1' 1 no esc o, porque u usted en la
universidad no le ua a servir ... Diga que somos indios taricia asimétrica (el Estado, la institución) y que es habitado
y que nos vestimos como los sanauirones, y que uivinlos en Por la distancia, la confi-oiltación, la mímesis o la parodia, de
piso de tierra ... diga eso usted.2 forma tensa y ambivalente. Propongo que no pensemos en la
~ í ~ ~del
z ' subalterno
' coino una unidad discursiva que proviene
Luego me he dedicado a otros estudios muy remotos y si bien se del momento encantado y fetichizado de la tradición, la pureza,
redactaron los informes de investigación correspondientes (que la espiritualidad o la resistencia. Por último, asumo que en este
no incluyeron estas conversaciones), nunca volví a trabajar so- proceso dialógico. la táctica metodológica hacia la horiíontalidad
bre estos episodios. Borré hasta ahora esta entrevista que siem- radica en una modalidad de la escucha conlo decisión política y
pre me resultó t a n problemática, tan astutamente devastadora como toma de posición: ésta debería asumir la diferencia, la
de las convicciones que en aquel momento, siendo u11 aprendiz ambivalencia y la contradicción, haciéndolas presentes en el re-
de historiador, t.enía sobre la labor del intelectual y fundamen- gistro y la escritura como claves de interpretación del "momento
talmente sobre el rol de la historia. etnográfico".
Lo que ese relato dejaba implícito era un problema de asime-
tría, lenguaje y enunciación. Enuncio algunas preguntas perti-
nentes aquí: ¿Bajo qué condiciones de enunciación habla el sub- Enunciación, autoridad y representación
alterno? ¿SU habla es producida en un acto que está refrendado
en una escucha, en un marco de aparato enunciativo? (Benvenis- Si el pueblo no habla, bien puede cantar
te, 1974) ¿Qué tipo de contrato estereotipado se estableció entre Michel de Certeau
la academia como una máquina que produce subalternos / opri-
midos para cumplir en parte con los inlperativos de turno, como Los trabajos de la década de 1970 que dieron lugar a la escuela
decía ácidamente Michael Taussig, y los subalternos que saben inaugurada por Ranajit Guha (1983) y conocida como Estudios
ya, perfectamente, cómo funciona esa máquina y cómo reaccio- de Subalternidad (o Subaltern Studies Group), con un conjunto
nar ante ella? (Taussig, 1998). de historiadores indios educados en Inglaterra, propusieron un
En este texto intento plantear algunos ejes que permitan atra- desplazamiento de la noción clásica del íísubalterno".3Aunque
vesar esa asimetría y discutir las posibilidades y los límites de con matices muy diferentes, pusieron énfasis en tres elementos
una horizontalidad viable. Para ello, examinaré tres problemas. fundamentales que la crítica de la nueva izquierda inglesa, la
Primero, la importancia de considerar la dupla subalterno / sub- "historia desde abajo" (history from below) o la antropología ex-
alternidad como un insumo conceptual que pone el acento en perimental, había soslayado: que toda revisión debe ser una
la determinacibn de la palabra del subalterno por una jerarquía crítica a la voluntad universalizante del capital; que todo conoci-
que antecede a la enunciación y que la habita como una marca de miento e n el mundo poscolonial debe partir no de buscar archivos
(no) autoridad. Segundo, la necesidad de considerar a la hibridez alternos - c o n una noción amplia de archivo como fuente y como
como condición histórica de la "palabra del otro": el dialogisrno campo- sino de criticar la propia coilstrucción de ese archivo,
bajtiniano es así revisitado por la forma en que los subalternos
producen y actúan un discurso en el que está presente la ins-
3
Para u n estudio pormenorizado sobre la genealogía de 16s estudios de sub-
- alternidad y las diferentes vertientes teóricas y "generaciones", vease Dube
Entrevista a b:frén Cabrera, mayo de 2002, Qiiilino, Córdoba, Arg (2001).
1s que en palabras de Gayatri Spivak, supone que no hay exte- entonces clave para comprender esa formación histórica de la
rioridad entre el proyecto moderno colanizadur y la producción del subalterno."
de conocimielito y sus modalidades de representaciOn (Spivak, Los propios estuclios de subalternidad siguieron diversas ru-
S000), y el problema del subalterno o de la alteridad no es un tas analíticas como espacio de discusión colectivo Oa trasfor-
asunto de "recuperación" (recuperar voces. rescatar tradiciones) mación de las élites nacionalistas indias y su rol en la confor-
sino un problema de simetría y de rnación del estado nacional, el papel de la burguesía local en
Como bien plantea Massirno Mdonesi, cuando Antonio Gram- la configuraci6n de una "modernidad colonial" que utilizara la
sci utilizó esta expresión, fue como adjetivación: habló del sub. ambivalencia del legado imperial como estrategia vernácula de
alterno y no de la subalternidad. No teorizó sobre ésta como dominación); meandros sinuosos que no pueden ser concebidos
una condición histórica sino que propuso la categoría como una de forma compacta ya que la salida y entrada de académicos y
adjetivacibn del sujeto que se produce como historia, como con- las discusiones internas en torno al problema de la conciencia
dicibn para la subjetivacih política (Modonesi, 2009: 27). En política del subalterno o el lugar del movimiento obrero y del
todo caso, la subalternidad es experiencia sinabolizada del su- eran constantes (Dube, 2001). Pero lo cierto es que
jeto subalterno (y no es una condición ontológica de subordina- la recuperación de Grarnsci es un punto nodal para la lectura
ciones o sobredeterminaciones). Dentro del marxismo esto fue del grupo, y esto Ios exime de aparecer como una inlitaci6n de
innovador en tanto cuestioilaba al menos la recepción clásica la "historia desde abajo".
de la (Ieterrnii~aciónestructura-superestructura, y proponía El lugar de enunciación es lo que produce el reposicionamiento
evalua:r dras condiciones de subordinaci6n (casta. género, ra- epistemológico y la diferencia con la nueva izquierda: "el concep.
";-l:--,
LlallAa~ión) que exigían un replanteo de la noción heurística to de subalternidad es utilizado como crítica poscolonial" (Prakash,
y estructurada de clase. A su vez, propugnaba que el ser so- 1997). Esto es capital. La "sustanti~ci9n"delsubalterno es aqui
cial y la "conciencia" social estaban entrelazadas en la forma una estrategia epistémica y política: lo importante es rwonwer
experiem i a l del registro. Esto dio lugar a las excelentes con- no sólo la posición subordinada de clase (traducida en experien-
tribuciimes de Edward Palmer Thompson sobre la clase como cia subalterna) como potencia de subjetivación sino admitir que
una "fcirmación histórica de la experiencia" (Thompson, 1991), en contextos poscoloniales como Asia. África o América Latina,
donde la esfera temida de la cultura (temida porque en el mar- media eso que llamamos la "diferencia colonial", la marca de la
xismo clásico esta dispuesta a actuar como ideología) cumple colonia (que es un trazo histórico de racialización, subordinaci6n
un rol crucial: el folclore, la vestimenta, el rumor, los carnava- lingüística y subordinación superpuesta en el casca del género').
les, las manifestaciones culturales de la protesta fueron desde Esa maicacibn es una condicion histórica: no estamos dicien-
do que la subalternidad impuesta por el orden de jera~quización
trabajo de Estudios de Subalternidad no es abandonar el proble- políticos y estratégicos. Trabajo este punto detenidamente en Rufer (2009).
tratar, y con la llegada del turismo (todavía escaso en ese enton- C
rio, esa agónica hibridez es un juego de fuerzas desnuda y,
ces), don Efrén vendía sus artículos de p ~ j de
a trigo (la artesanía mesto, que es política: una política de los gobernados, esa
F
"típica" de la zona). Al establecer el puesto afuera de su casa, se que rladuce un juego de alteraciones y de parodias con el mismo
de ropa y no usaba sus pantalones de mezclilla sino los lenguaje del poder, tomando decisiones en el campo asiniétrico de
tradicionales de grafa y sombrero. Hablaba diferente: se produ. reglas heterónomas que el subaltemo está obligado a habitar.
indio. En una ocasiítn me dijo: "Tuve que ir a unos viejos ma- un juego de relaciones de poder que si lo analizamos bajo los
nuales de la época de Per6n que estaban por ahí, para acordarme ~ ~poder 1 resistencia o colaboración / protesta nos
b i n a r i ~ i nde
bien cómo era eso de1 trenzado a la vieja usanza. Porque la gente impide comprender los mecanismos sutiles con los cuales cultu-
me los pedía asi, así se acordaban ellos que los hacíamos". La ra, pueblo e identidad son significantes que se negocian a diario,
eswna me parece importante porque posiciona la historicidad y en la tensión de esa negociación se produce su dimensión po-
dit. ambos constructos (el 'kllos" y el "nosotros"); el pasado de la lítica- Una política posible e histórica. Don Efrén lo sabía mejor
tradición que "la gente" (el turista de la ciudad) recordaba va- que yo.
gamente tambien era un recuerdo para don Efréil. Insisto: no Conviene aclarar que cuando hablo aquí de hibridez, entiendo
leer esto como una "pérdida de tradición" sino como la el concepto politicamente como el intelectual indio Homi Bha-
histo~icidadde los procesos culturales que seleccionan prácticas, bha lo plantea: u n proceso dinámico e inestable. u n a forma
apropian y reubican modos de forma ambivalente, y desplazan de habitar la modernidad (y no como la acepción más difundida de
producciones simbólicas. un bricolaje o sincreticmo de modos culturales) (Bhabha, 2002:
Había allí una ritualización performativa de eso que era es- 131-153). En este sentido, el sujeto híbrido (subalterno) utiliza
perado que se produjera, lo que ya conocemos como la reimen- los significantes que se ve obligado a usar, empero lo hace intro-
la tradición o la puesta en escena de una herencia ahí duciéndole una torsibn, que desestabiliza, que deja la marca de la
fabricada. La lectura nativista leería esto como la per- resistencia (que no debe nunca confuildirse con la literalidad de
dida irreparable de la autenticidad disidente, la perversión la protesta o con la frontalidad de la reacción) o de la insatisfac-
de1 mercado y la mercailtilización de los patrones identitarios. ción. Podemos pensarlo también recuperando la noción clásica
Cierto posestructuralisn~olo pondría en el plano del esencialis- de dialogisrno en Mijaíl Bajtín. El lingüista ruso planteaba que
rno estratégico. A mí me gustaría más proponer que se trata de la voz del interlocutor está presente en el decir del sujeto enun-
una operación política que asume la asimetría en el universo ciante, de ahí el efecto "polifónico" de todo discurso. A partir de
simbólico: la subalternidad se expresa en esa agónica hibridez aquí, entendemos de qué manera en el discurso del subalterno
que habita el saberse adentro de un sistema de representacio- está la presencia del discurso dominante y de la escena hege-
nes que no se administra, pero en el que se puede operar. mónita; un uso ambivalente de las expectativas del dominador.
Creo que no deberíamos leer la performance de Efrén como Quiero decir: la tradición etiquetada por el discurso hegemónico
"irreversible inimetisrno", "renuncia ante el sistema", o como una es "usada" estratégicamente por el hablante nativo, es r m i g i l i -
destilación de su falsa conciencia (tres de los argumentos recu- ficada, burlada en actos paródicos o miméticos. En el discurso de
rridos por quienes asignamos a veces el deber de pureza con la Efrén, el acto de enunciación reconoce la escena de dominación
que "el pueblo debe salvar al pueblo": una retórica que nos ex- Y utiliza sus significantes como estrategia política para denun-
culpa, en general, de comprender que "el pueblo" sólo puede dar ciar su exterioridad con respecto a 61. El discurso del subalterno
cuenta de una historia conceptual elaborada en otra instancia. retiene el significante, pero no la codificaciOn del valor; no la au-
Y no de mandatos en el universo de las prácticas sociales). Al toridad de ese discurso. Dirá Bhabha:
El objeto híbrido (...] retiene la sera blanza efectiva del Recurramos a la clásica viñeta de Franz Fanon. psicoanalista
simbolo autoritativo, pero reeualúa su presencia resis- negro nacido en Martinica:
tidndosele como e7 significan te de la Enstell ung [dislo-
cam ien to, tergiwrsactóm] -despui& de Fa interueneibn Me 'encuentro con un ale~a&n o un ruso que kablan mal
de la diferencia [-../ Privados de su pkenu presencia, los el frunce's. Intento darles, gesticulando, la información
saberes de 10 autoridad culturat pueden ser arfiicula- que me piden pero, al hacerlo, no olvido que uno u otro
dos con formas de saberes 'hativos" o enfi-entados con tienen una lengua propia, un pais, y que quizás sean
esos sujetos discriminados a los que deben gobernar un abogado o un ingeniera en su cultura. E n todo caso,
pero ya no pueden representar (Bhabha, 2002: 144; es u n extranjero en mi grupo y sus normas deben ser
las negritas fueron afiadidas por el autor). diferentes. El caso del negro no se parece ea nada a
esta: no tiene cultura ni civtlMación. Carece de ese "lar-
Cuando Spivak planteó la pregunta si podía el subalterno ha- go pasado histórico" (Fanon,1973: 28).
blar (Spivak, 20033, u n texto a mi entender muy rnaI leido, la
respuesta negativa en una fuerte disquisici0n con Foucault y Para Fanon, el colonizado (o eI subalterno y su colonialidad)
Gilles Deleuze no tenía que ver con afirmar la carencia de un siempre se encuentra en u n enfrentamiento con el lenguaje de
actor político posible e n los o p r i m i d ~ so, ~que no hay autonomía otro; una alegoría que remite a dos lexias: la situación (en fren-
como horizonte o "voz" como manifestación de una posición en te de) y la posición (la confrontación). En el caso del subaIterno
el juego de vínculos. Lo que esta autora estaba pIanteando era (pensemos en Efrén) no hay un entero "adentrarse" e n lo que
una respuesta académica, filosófica si se quiere. can el siguiente Foucault llamaba "el orden del discurso" porque, de nuevo, no
argumento central: el subalterno no tiene "voz propia" porque la 1 administrarlo. Incluso ese "adentrarse" tiene determina-
academia fagocita el discurso del otro dentro de los marcos pro- ( históricas diferentes en un contexto de reproducción de
pios del texto científico o el ensayo filosófico. El discurso del otro la coionialidad, como México o cualquier pais latinoamericano.
no es sino una cita acomodada siempre a las categorías propias Una cosa es el ingreso citadino y familiar (que e n otros tiempos
del discurso (la clase, el interés, la conciencia), y el subalterno se llamaba "burgués") en el orden del discurso, mediante los apa-
tiene siempre una posición arnbivalente aqui: por u n lado, ese ratos que ordenan y disciplinan esa sentencia foucaultiana de
no es "su discurso", porque su lenguaje es siempre un exceso que que "hablar es peligroso": por eso debemos ir a la escuela, vivir
no logra ser domesticado por entero. Pero, por otro, el subalterno en familia, reproducir el orden moral de la subjetivación. Otro
queda dentro del discurso del logos Occidental (un Occidental Proceso muy diferente es el forzamiento de la entrada en el orden
con mayúsculas que no existe, pero que se lo hace funcionar como discurcivo cuando la marca histórica de ese ingreso es la con-
tal en las estrategias discursivas de la Historia, el Desarrollo y el quista, la alienación y la subyugación por las armas de la guerra
Progreso): el subalterno debe lidiar con él, aprenderlo y resistirlo (Y habría que pensar si la ciudadanía e n América Latina no es
desde dentro. la retórica de una guerra que continiia por medio de la ley sus
estrategias nacionales bio y necropolíticas con la población pre-
viamente colonizada). Esa desigualdad que tiene determinacio-
' Sin ci para Spivak el concepto de agencia es un t~-......" rn>blcmii- nes geopolíticas claras, nos sitúa en la comprensión del contexto
tico. 4JUU asuine un sujeto del humanismo soberano,dcl c l i ~ c u ~ ys rde
~ la
1 0 logra c tampoco cn la socioloF!l;i eStratégic Poscolonial y exige modificar cualquier teoría sobre las voces, el
sición I Y tá siC1npl-pmediada ( S ~ l v a k2003
, habla o el diálogo.
La escucha y la escritura: [...] la mujer india que teme por S U vida al quedar uiu-
da, n o quiere entenderme, ni quiere hermanarse, ni ser
la horizontalidad como horizonte
intelectual. Quiere aprovecharme. AprouecIia~*m i pri-
vilegio no para que Izable por ella -el peor error de
¿El filósofo no será quien entiende siempre toda la izquierda- sino para que hable sobre ella en
(y entiende todo) pero no puede escuchar o, más precisamente, un lenguaje que la excede: el del estado, el de la po-
quien neutraliza en sí mismo la escucha.. . ? lítica. Ese, y no una cínica postura de conmiseración
Jean-Luc Nancy disfrazada de etnografía e-xperimental, es el deber del
inteilectual con el sz~balter~to.
Saber usar el privilegio
Mi opción teórica, siguiendo a Spivak o Chakrabarty, indica que para hacer u n a denuncia en el lenguaje de la le-y, en el
no hay posibilidad alguila de u n "rescate", recuperación o cele- lenguaje que tiene fuerza. Y eso es hacer teoría política
bración de algo que esté "fuera" de la modernidad (una tradición (Spivak. 2008: 84).
otra, una epistemología otra). Si buscamos ese "terreilo encanta-
do" de la tradición con sus vigilantes acérrimos y representantes Asumir el privilegio epistéinico no sólo es una manera de decir
(el indio, la etnia), corremos el riesgo de volver a arrojar a l su- "aquí está el intelectual que habla desde un lugar valorado y au-
jeto subalterno fuera de la historia, nuevamente, y esta vez con torizado" sino ejercer también el potencial político de esa asun-
las mejores intenciones. La "entrada y salida" de la modernidad ción que no es, insisto, hablar por, sino escuchar:
implica menos una estrategia posmoderna que una forma histó- La promesa de justicia debe hacerse cargo no sólo de
rica de habitar tiempos diferentes, jerárquicamente valorados. la seducción del poder, sino también de la angustia
Don Efrén no recordaba el trenzado a la vieja usanza porque de que el saber deba eliminar la diferencia, así como
había dejado de ser valor de uso e n su entorno, no tenía espacio l a différance, de que L L m
~ u n d o totalmente justo sea
en el saber, pertenecía a la memoria-estampa que 110 preserva imposible, siempre diferido y diferente de nuestras pro-
los procedimientos: el 110 era el guardián de ninguna puerta al yecciones, ese elemento indecidible ante el cual debe-
mito de origen, de ningún encanto que paliara la nostalgia arcai- mos arriesgar la decisión de que podemos escuchar al
zante del capital en los tiempos modernos. E n todo caso, era un ro (Spivak, 2010: 202).
sujeto histórico. Por eso trabajo más bien con las perspectivas
que toman a la decoiistrucción como camino heuristico (de ahí a r al otro no es una facultad, una intención, ni una ca-
también, por supuesto, la predilección por Spivak y su diálogo pacidad orgánica, tampoco es una práctica ajustada a la teoría
con Jacques Denida dentro del canon filosófico europeo). En de las voces o a las etnografías del habla: debe ser una decisión
este sentido y de cara al trabajo de campo-registro-escritura. Política. Cuando digo política intento hacerme eco de la propia
pienso que es necesario asumir el privilegio epistemalógico Y advertencia de Jacques Rancikre (1997): la política nace del des-
trabajar a trav6s de él. acuerdo y de un desequilibrio que debe njustarise entre logos y
LOSestudios de subalternidad vinieron a "desenmascarar" un ruido. Hay quienes sólo hacen ruido (o mejor dicho, de los que
supuesto intocable: el de que nuestro conocimiento produce un 5610 se escucha ruido). Porque su voz (por supuesto, no como to-
"cambio" en la inmediatez de ese "otro" que aborda. Empero, la nía sino como lexia) no es audible.
academia habla desde un lugar de autoridad, Y ese es el punto PuntuaIizamos dos cosas sobre la escucl nero, la falcn-
cIave que debe "explotarse adecuadamente" ( S ~ i v a k2000).
, tia de la teoría de las voces (Bidaseca, 20 :entra en que
pretende la transparencia de la tonia como si todo acto de habla
garantizara el performativo. La teoría de la perf'ormatividad no HSrelaciones de fuerza que nunca pueden producir una única y
011 idirnensiond forma subjetiva: algo como "el" oprimida oculta
registra la contraparte de la performance y del acto-autoridad. condiciones obtusas en las cuales un acto de opresión se pro-
la escucha. Esto no debe entenderse como "la recepción" las
duce Y se habita (esa crítica tan feroz de Foucault sobre la figura
corno u n contrato simbolizado que antecede a las voces. Hay
voces que no producen acto de habla porque no pueden garan- tn*rxista de "eY' obrem, y que Spivak no le perdona que después
. usado y reproducido en su famosa entrevista con Deleu-
l a h aya
tizar las condiciones sociales de la escucha. Segundo, e n tanto Ze)-9 Claro que no usé este término ingenuamente. Aparece e n l a
decisión política la escucha es contraparte de la mirada corno lexia de don Efrén.
instrumento domesticado de la superficie, como ese manto que
escruta intentando desnildar. La escucha no es un acto neutro Nos llantan los oprimidos. Eso decía u n libro. Qué
ni de condescendencia ni de horizontalidad como ficción entre fea, kno? Me suena a "los aplastados': Ya me
iguales. Propongo que metodológicamente usemos la imagen de quedé triste cuando l a leí. tanto vinieron a ver y a
la escucha como u n registro de la diferencia. quedarse pa' sacar esa. conclusión? Pero la otra vez
En este punto debemos desnaturalizar la fascinación dialógi. cuando vino el diputado este.. . el que ganó, el radica,l.
ca que ha confundido a veces la lógica impecable de Bajtín con un Yo le dije: "Oiga, es que acá somos oprimidos". jjUy!!,
vaciamiento de sentido crítico en la vulgata habermasiana. Si el no sabe cómo me miró y nze abraz6 y m.e dijo: 'Eso se v a
primero proponía el dialogismo e n todo discurso (como el registro a acabar''. Y y o dije: "Y, bueno, sera que hay que decirlo
polifonico que marca cualquier texto donde la voz de la alteridad así. Pero yo ...ojito, yo sojJtejedor. Y verserci [se ríe]':
está presente e n mi discurso) eso no puede nunca traducirse en
la transparencia del diálogo como la ponderación de argumentos "Vmero" adquiere en el contexto argentino el doble sentido de
desde el horizonte de cada sujeto, porque la diferenciación an- "hacer versos" y de hablar "puro verso" (pura mentira}. Esa li-
tecede a la capacidad de hacerse audible. Quiero decir, hay una minalidad era una estrategia siempre usada conmigo. Habitual-
estructuración de la capacidad de semantizar, y es una estruc- mente Efrén tenía ese manejo del lenguaje en el límite, y hacía
turación históricamente producida y metamorfoseada: l a que
establece que el indio, el desplazado, el indigente, el migrante,
no exponen can cartas sin marcar (o el "código transparente" del
lenguaje) ante los agentes del Estado o los intelectuales o la "so- En la entrevista con Deleuze, titulada "Los intelectuales y el poder", que
se reproduce en La niicrofisica del poder, Foucault usa las figuras de "el"
ciedad política" o, incluso, ante !os militantes o los "agentes de obrero y "un mao" para hablar de cómo reaccionó frente a las interseccio-
cooperación". A su vez, la mujer migrante. la mujer desplazada o nes entre deseo, poder e interés, después de 1968. Para empeorarla, De-
la mujer india, como bien mostró Spivak, está doblemente suje- leuze coiitesta que "la realidad está en lo que pasa en una fabrica". Estos
tada a las cartas marcadas del lenguaje de s u propia comunidad sintagmas son usados por Spivak e n "¿Puede el subalterno hablar'?" para
mostrar que Foucault seguía operando con un sujeto soberano (por iiiás qur
que la subalterniza, además de1 Estado, las agencias de coopera- siempre haya preconizado lo contraria) sin deterniinaciones geopoliticas
ciOn y los "terceros" sectores. (o sea, sin poder pensar que un obrero francés, o un obrero mexicano, en
Con esta misma sensibilidad que propone habitar la tensión. el que media la racialización y el acontecimiento colonial, jamas pueden
tal ves debamos dejar de hablar de los oprimidos para poner el estar atravesados por la misma elaboraciiin ni capacidad de reacciói~).A SU
vez. argumenta que DeIeuze asumía una "fetichización de lo concreto" (por
acento e n la opresióin, esa forrnalización de un acto que se ejerce más que siempre haya argumentado en su contra) (Foucault, 1976: 77-86;
sobre cuerpos y comunidades. y volver a la idea foucaultiana de Spivak, 2003).
que yo me sintiera simultáneamente conmovido, incluido y bup. [...] los tinicos que pensamos que los oprimidos resisten
lado. Esa liminalidad de su discurso -hoy lo percibo en la dj,. veinticuatro horas al día, somos los intelectuales. Se
tancia física y temporal- era un ejercicio perfecto de la hibridez necesita muclzo más que resistir para ser un campesi-
discursiva (hablar en el otro, con el otro. contra el otro, con las no acosado e n Nigeria: se necesita coraje, creatividad,
voces del otro en uno, todo en un mismo acto de habla). capacidad de negociación con las autoridades y u n tra-
Para decirlo en términos de Bajtín. e11 el discurso de don Efrén bajo mimético para hablar s u mismo lenguaje. La vida
estaba yo (mis expectativas, mis límites. mi autoridad como ac,. cotidiana es pura cultura política, no es n i n g ~ i ncola-
démico y mi desconocimiento siempre abismal de su historia, de boracionismo fdcil, ni resignación, ni conciencia para
su vida y de sus urgencias). Por eso propongo asumir y explici- sí de algunos elegidos (Mamma. 2004).
t a r en los procedimientos de escritura, eso que se excluye en la
fabricación de la evidencia. el lugar que habitamos: el del privi. Decidir, decíamos con Spivak, apiinta a una capacidad y un
legio que condicioi~ael diálogo. No lo anula, ni lo obtura, pero la capacidad de optar y el riesgo del equívoco. Ambos
lo marca. A esto llamo ser capaces de ejercer la escucha como ineludibles. Decidir políticamente implica habitar la diferencia,
un registro de la diferencia: entrenarse en la complejidad para no romantizarla, trabajar con y a travks de la contradicción, in-
escuchar la hibridez y su dimensión política, no ocultar lo que se terpretar el ocultamiento y la estrategia liminal del subalterno,
oye cuando esto contradice y torsiona eso que suponíamos de un comprender y registrar el desliz en una entrevista. la reproduc-
sujeto que resolvía fácilmente nuestras inquietudes académicas ción en una historia, el olvido premeditado en una clave. Es-
sobre identidad. cultura y poder. Tampoco domesticarlo en el cribir probleináticamente lo que estamos obligados a habitar,
formato del escrito académico que en el ropaje del dato limpio decía Spivak (2003): y escribir la complejidad instala una fisura
omite sus condiciones de producción. Metodológicamente, creo en el discurso de lo mismo, permite comprender que la lección
que la horizontalidad como potencia está contenida en su eti- central, si hubiera, se encuentra en el proceso de fabricación del
mología: es horizonte ejercido, explicitación y denuncia en los discurso subalterno, eil el reto de hacer una historia, una antro-
procedimientos de escritura. pología o una sociología sin garantías, como nos enseñara Stuart
Esto exige un cuidadoso trabajo de vigilancia para poder ex- Hall (2003): sin estatizar la voz del otro, sin pretender haber lle-
plicar la complejidad de habitar las asimetrías, sin simplificar gado a "escuchar y registrar" eso que estaba perdido. Se trata,
la escena o romantizar bajo nuevos ropajes la esperanza (terri- creo, de tener la humildad de escribir sobre una conversacióil
blemente opresiva) depositada en "el pueblo". Digo esto porque que produce sentido y significación en el momento mismo de su
se repite la creación de un sujeto sujetado por nuestros deseos. ejecución, atravesada por la fuerza de las relaciones que asumi-
proyecciones e insatisfacciones políticas: ahora pareciera que el mos y a las que no podemos (por más que sea nuestra intención)
subalterno tiene el deber de preservar lo que la historia moderna hacer epolzlté y suspender. Esto implica una trasformación me-
metamorf'oseó (la "tradición", la "identidad". la "espiritualidad"): todológica del trabajo con la evidencia, porque habrá que inter-
y por si h e r a poco resistir. resistir siempre y a cualquier cos- poner eil el proceso lineal de "cita de campo- interpretación del
to. En primer lugar, diría que el resultado de esperar encontrar autor", todo lo que hay del investigador en el campo mismo, todo
la "preservación" de cualquier patrimonio, es volver a poner al 10 que Ef'rén sabía de mí (y de mis determinacioiles: académico,
subalterno fuera de la historia que es contingencia, cambio jr di- de la pampa, nieto de ininigrantes europeos, marcado por la di-
namismo. En segundo lugar, me sumo a las palabras de Amina ferencia colonial en él). Pero rara vez los autores incluimos esa
Manlma: dimensión.
Hace poco tiempo. una colega antropóloga llevó a su hijo de Reflexiones finales
un año a su trabajo de campo en una zona alejada de la Argen-
tina, con un grupo indígena de la selva del Chaco. Le pregunté tardes puehlerinas de Quilino, Efrén me habia dicho:
cómo había registrado lo que la comunidad indígena pensaba de En
su niño y de sus juguetes, de sus modalidades de crianza y sus Don Bisclzoff [el historiador oficial que yo entendí que
ritos de interacción. Me miró extrañamente y me dijo: "Ése no reproducía] nos trajo su libro una vez. Aprendí m u -
era mi objeto". En mi propio caso, yo abandoné las memorias clzo elz.. . no crea. Todo eso que yo no sabía de mi pro-
de Efrén porque allí "no estaba" eso que habíamos construido pia gente. Pero eso otro que usted busca es demasiado
como argumento comprobable. Y sabemos que en estos casos, la nuestro y a d e m h , demasiado perdido, o no sé, dema-
falsación errada de una hipótesis no conduce a la "superación" siado clzarnz~scadopara C O I I ~ W IQuédese
-lo. con el libro.
del paradigma: amenaza contra él y eso es lo que estamos cada
vez menos dispuestos a aceptar. En lo personal me llevó diez La última oración que resalto me sonó siempre a una sentencia
años comprender por qué Efrén no era un indio-estampa como &ra, aunque implícita: no les vanlos a facilitar que ustedes y el
la historia-disciplina lo requería. y por qué sus inemorias comu- Estado nos adosen otra etiqueta más y nos designen una nueva
nitarias no existían sino hibridadas y mediadas con la historia estampa en la historia de la carencia: no modernos, no terrate-
nacional: en aquel entonces no pude pensarlo. nientes, no pampeanos (las negaciones de la historia nacional).
Creo que el borramiento del autor y de las condiciones de pro- Quédese con el libro fue siempre para mi la muestra de los pro-
ducción del encuentro con el subalterno no permiten comprender pios límites del trabajo académico, donde lo más sensato es re-
cuánto de esas condiciones construyen la posibilidad de signifi- conocerlos y trabajar ética y políticamente a través de ellos sin
car. Esos borramientos son tan peligrosos como la delación del pretender anularlos; desanudando las complejas hibridaciones
objeto estudiado: Efrén, por supuesto, no se llama Efrén. Como de fuerza y asimetría que esconden. Me dijo "eso que usted busca
la regla de rigor exige para preservar la identidad de potenciales está demasiado chamuscado".
perjudicados, los nombres han sido cambiados. Pero también el Chamuscado: viciado, corrupto, habitado por la duplicidad. Yo
autor y su proceso de labor con lo contradictorio y dual se borran buscaba las inemorias del subalterno y fue él quien me dio la
del reporte de investigación. y eso debe restituirse en un traba- respuesta: eso no existe como tal. Quédese con el libro, o bus-
jo horizontal. Debemos ser capaces de escribir sobre el proceso que otra cosa. Quédese con el libro o busque historizar cómo es que
de trasformación de la investigación desde las propias torsiones ya no somos tan distintos, nomás pobres. O cómo es que en la
que introduce el investigado, incluso cuando eso aparente violar universidad "sirve" la tradición y la estampa exótica del sana-
los estatutos de cientificidad en términos de "campo", "primera virón vestido y en piso de tierra (y para quiénes, y por medio de
mano", "interpretación". Justamente porque la condición pos- qu6 procesos de autorización). O por qué y para qué me presento
colonial nos ha enseñado que no existe primera mano sin una como "el oprimido" ante el diputado y como "el indio" ante el tu-
historicidad que antecede cualquier "recolección", más allá de rista, y por qué eso es hacer política habitando la historia. Fue
la metáfora naturalista que la metodología cualitativa sigue uti- don Efrén quien me reveló el método para comprender el "recur-
lizando. so a la cultura" en contextos de extrema desigualdad como los
que habitamos.
11. En diálogo:
conflicto y reciprocidad
en el campo
Capítulo 3
1
"Anthropology on trial", RBC, Public Television, 1984.
nuestras relaciones, no las CWnpre~de(traducción de Mi trabajo, si bien coincide con la antropaIagía en el interés
la autora). conocer al otro, difiere en el objetivo de la investigacibn y los
por*todospara hacerlo. Mi punto de partida tiene que ver con en-
Una estudiante de antropología en Inglaterra, originaria de pa. rne
mejores fomias de vivir juntos a partir de la expresióii
púa Nueva Guinea, narra en el mismo programa televisivo: de la diversidad en términos de igualdad. Por tanto, lo que hago
interpela a la antropología desde la comunicación, en otras pala-
A veces u0.y a la biblioteca y leo libros y luego pregunto bras, me aboco al estudio del otro desde una reflexión política. El
ctlprofesor si puedo explicarlo desde el entendimiento de e,e que define mi proyecto tiene que ver con la forma de enunciar
mi comunidad. 01% no, dice, tienes que leer los libros. y desde el lugar propio.
lo
Yo me disgusto. iPor qué? S i esos libros lzablan de no- En cuanto a mi interés por vivir mejor eil el espacio público,
sotros desde fuera; ipor qué no puedo hablar desde mi también me distancio de los multiculturalistas y de las perspec-
propio conocimiento? tivas interculturales, pues me inquieta que el centro de la discu-
sión sea la existencia de múltiples culturas y no las relaciones de
Cuando los sujetos investigados salen de los libros, como en el poder entre ellas. En ciertos casos se llama la atención sobre sus
caso de los pobladores de Papúa Nueva Guinea. entrevistados 20 desigualdades y, sin embargo, se pospone u n pronunciamiento
años después de ser estudiados por Mnrgaret Mead, denuncian político al respecto, mientras que en otros, la cultura como cen-
el trabajo de la antropóloga porque se consideran engañados tro se manifiesta en la confrontación con la modernidad y el eu-
ron la manipulación individual de la información que le propor- rocentrismo, pero de igual manera se terinina por excluir a las
cionaron. También se lamentan que l a interpretación errónea y posiciones otras del debate público.
parcial de su cultura sea la que queda registrada j7 la que circula Por ejemplo, en lo que respecta al primer caso, Charles Taylor
por eT mundo y, fiilaimente, que su fama se deba a lo escrito so- (1993) defiende la opción del ieconociiniento, el respeto y la tole-
bre ellas sin que hayan percibido nada a cambio. rancia a la diferencia. Esta perspectiva defiende la superviven-
Los métodos antropológicos han cambiado y las etnografías cia de "todas las culturas" y el reconocimiento conio su garantía.
son ahora documentos elaborados desde una perspectiva moder- Así, al poner e n el centro la n~ulticulturalidadgenerada por las
na de la metodología. Sin embargo, siguen vigentes muchos de migraciones mundiales, observa que es imposible imponer en la
los problemas señalados por los habitantes de Papúa Nueva Gui- actualidad una imagen a los pueblos subalternos, por lo que ve
nea: la presencia no explícita del autor y del otro e n los textos pu- corno opción otorgarles el reconocimiento que exigen. Sin einbar-
blicadas, la autoridad de la mirada propia o el valor de la ajena, go, esta perspectiva ve a los distintos como un problema, pues ID
la responsabilidad y la reciprocidad, entre otros. considera que sus diferencias dificultan la convivencia bajo las O
P
Lo que el título de este articulo sugiere con métodos horizon- leyes nacionales. Una relacihn armónica como l a que imaginan
O
5
tales es que una forma de investigación a partir de la igualdad 10s rnulticulturalistns no es posible, en virtud de que el problema ro.
es posible. Aquí presento mi pmpiiesta de conflicto fundador y ?
no es el reconocimiento a sus culturas en los aspectos más ino- 5
explico cómo me hago cargo de Is igualdad en el proceso de in- CuOs sino que están e n juego conceptos políticos opuestos a los 3
#'
vestigación. Discuto también la autonornia de la propia mirada. O
otro hablante. maestros indígenas wixiíritari. Los cuatro tipos de encuentros (.texto mono-
G-.
Dado que el conflicto fundador no tiene que ver con formas l6gico a partir de una voz, doble texto modificado por l a presencia del otro,
O3
,-+
armónicas de incorporar la voz de los otros sin comprometer un solo testo dialógico. dos textos monológicos sin intento de diálogo) se Y
n,
10s principios hegemónicos de la investigación, construir conoci- generaron en torno a temas del espacio público. conio la justicia. la belleza. ?'
el trabajo, la salud, la educación sexual. etcétera. Consultai Corona ct d.
miento mutuo tiene que ver con establecer condiciones investi- (2007).
Frente a esta práctica, la autoria Entre iioces supone horizon.
talidad desde el momento de construir el $fan tes escribir u n a historia sobre niños pobres y ricos (Robles,
del estudio, 3). Además se les entrevistó sobre el rnismo tema. Los resul-
De allí se desprenden conceptos y técnicas. Como primer rnomen. 200
tad
,,
fueron distintos, el mismo chico narraba en la entrevista
to, el conflicto fundador provoca el diálogo que produce investi- saber sobre las nociones económicas desde su cotidianidad. y en
gación conjunta. En el encuentro. al aproximarse al mundo d, un
SU exPresión pktica, en su cuento, reproducía la estructura y los
10s otros, mientras que éstos se inscriben eii la esfera de Sentido económicos que le ofrecían las caricaturas televisivas y
del investigador, se construye la comunicación entre ainbos. 0,
esta manera se trasfbrman las condiciones del "nombre correc. 4u, eran contradictorias con su versión de la entrevista. Esto me
hace pensar que los infPntes de la investigación conocían por
ton (por oposición al "propio nombre"), alejándonos de la relación lo menos dos géneros distintos aparentemente contradictorios.
sujeto-objeto para "nombrarnos" sujeto-sujeto. La autoría de la De 10 anterior podemos desprender que hablar en una entrevis-
investigación empieza así a realizarse a varias voces. Los obfeti. ta tiene una ferma y u n contenido, mientras que escribir u n
vos, las metas y las técnicas, se negocian. cuento requiere de u n a estructura y un formato que implica otro
En segundo lugar, enf'rentamos un problema generado por la
lengua misma. Si bien el diálogo es el motor de la investigación La manera de escribir Entre voces se confronta con las dificul-
horizontal, la lengua no posee formas sintácticas para dar cuen- tades propias del lenguaje y la escritura. El género para escribir
t a de esa conversación. Sólo es posible expresar las voces que Entre m e s no existe como tal, sin embargo, sin estar resuelto, lo
participan en el diálogo de la investigación mediante el recurso vamos formulaiido entre el diseño editorial, los textos múltiples
del discurso referido (DR),aunado al contexto que refiere (CR) o el que se producen en el proceso de la investigación horizontal y
autor (Voloshinov, 1976). el diálogo con otros materiales, como las fbtografías. los mapas,
Entoiices, ¿dónde y cómo hacer que aparezcan las múltiples los dibujos, las cartas. La forma, el contenido y las característi-
voces de los investigadores. cada uno desde su propia voz? Según cas horizontales del proceso determinan lo que el producto ter-
Valentín Voloshinov, son dos las formas de que aparezcan las vo- minado dice.
ces de los otros: el i>i mantiene su integridad y se forjan límites Enfrentados a estos dilemas, la autoría Entre voces se ha con-
rígidos entre DR y el CR y. por tanto, se aprecia un estilo lineal. centrado en producir formas textuales a varias manos,'$ donde
Propio de este estilo son por ejemplo los discursos jurídicos y los se observa que la voz de uno es siempre frente a otro. Clifford
de la prensa que intentan mostrarse libres de la subjetividad Geertz menciona esta necesidad discursiva con respecto a 10s
del CR. La otra forma es cuando s e infiltra la interpretación y la antropólogos: "se esfuerzan por leer por encima del hombro de
réplica del autor, s e borran los limites y se produce un estilo "pic- aquellos a quienes dichos textos pertenecen propiamente". Pero
tórico", en el que puede ser más dominante el DR o el CR. En estos 10 contrario,
casos. la voz del otro pierde su valor referencia1 para volverse
más o menos decorativo o bien el CR y su subjetividad aparecen (E1J mirar tales formas coino formas que "dicen algo
más activos en el texto. La literatura y las etnografías compar- sobre alg-o" y lo dicen a alguien5 significa por lo ine-
ten este estilo.
También sabemos que los géneros discursivos marcan lo de-
cible, no sólo en la forma sino en el contenido. Este aprendizaje Vénsc en el capítulo 8 de estc libro el artículo sobre autorías Filtre uoccs dc
es temprano y viene del entorno de los hablantes. En una in- Rehcca Pbrez-Daniel.
vestigación sobre efectos de la televisión se pidió a un grupo de Las cursivas son de l a autora.
nos la posibilidad d e [. ..] que llegue a la sustancia [...] 10 expresado en la obra es o no verdadero. El autor wixúriha
antes que a fórmulas reductiuas que pretenden expli- rá
narra lo que sabe, lo que ha oido, lo que conoce. No da fechas, ni
carlas (Geertz, 1997: 372). hace referencias. ni cita otras fuentes escritas. La comunidad le
hablar en su nombre v eso asegura su relevancia y
ha
Sin embargo. en los textos de Geertz las historias de sus inve,.
tigados no aparecen desde s u propia voz frente al antropólogo y
,, autoridad.
La propuesta occidental hace referencia al mundo de la escri-
tampoco la voz de Geertz e n el discurso del otro aparece "hablan. tura. Para el autor occidental. lo que escribe es suyo siempre y
do a alguien". cuando lo valide frente a una comunidad académica. Para ello
Desde nuestra perspectiva, ¿Qué significa ser autor? ¿Qué sig. existen reglas: debe probar conocimiento y autonomía. Citar, dar
nifica "hablar a alguien"? ¿Cómo se nombra el autor desde dife. crédito a quienes lo anteceden, señalar la bibliopaf'ía utilizada,
rentes voces? ¿De que forma le otorga sentido? ubicarse en el estado de la cuestión y en el conocin~ientodel gé-
El nombre del autor no pasa desapercibido en la portada de nero discursivo, etcétera. Si no llega a respetar estas reglas será
un libro o los créditos de una película o una exposición fotográ- señalado como plagiario. El autor occidental es aval del texto, de
fica. En la cultura occidental, éste se posiciona como dueño de la veracidad de lo que se dice y de las fuentes que lo determinan;
la obra, gana dinero, prestigio o reconocimiento como creador demuestra que sabe "construir" u n a obra.
si bien es un artesano que "acomoda las palabras" y los saberes El significado de 6sta se dará finalmente entre el texto y la
de su contexto en una obra. E n el entorno de los wixáritari. se lectura. Empero, se busca en el autor la respuesta a las incerti-
cuestiona la autoría individual. Para el caso del libro Entre uo- dumbres propias de la obra. En estos casos, dentro de la cultura
ces ... Fragmentos de educación entrecultural, se discutió con los escrita, la crítica, las reseñas y las presentaciones cumplen su
participantes y se expresó la autoria de la siguiente manera: papel descifrador. Sin embargo, se espera que la obra escrita o
Los profesores universitarios, autores especialistas en su tema, en imágenes diga lo necesario para que el lector lo entienda. En
firmaron con su nombre cada capitulo, los profesores wixáritai-i, el texto oral, las aclaraciones y adaptaciones se hacen a medida
conocedores avalados por su comunidad, firmaron 'voz wixárilia que avanza l a narración. Siempre en vivo, la historia se aclara,
de Taatutsi Maxakwaxi.' De esta forma se resolvió el problema construye y modifica según su auditorio. En Nuestro libro de la
de la honestidad de los autores e n cada uno de sus ámbitos cul- memoria y la escritura (Salvador y Corona, 20021, el profesor
turales y discursivos. Agustín responde a sus detractores occidentales que no compren-
En el caso de los profesores wixáritari, el conocimiento se den del todo el significado de sus textos. Explica que sus textos
construye a partir de lo que su comunidad les ha trasmitido, y son Únicamente "corno notas" que él, oralmente e n clase o frente
ese saber será avalado pos la propia comunidad: ésta determina- a su audiencia, irá profundizando, completando, desarrollando,
roblem matizan do. Con la ayuda de los alumnos y con el paso del
tiempo sus relatos se completarán más allá de lo publicado.
6
La voz wixárika consiste en el conjunto de los diez maestros de la secun- En la propuesta Entre voces se exponen todas las voces posi-
daria Taatutsi Maxakwaxi: 'Awiekame (Peiiciano Díaz Sotero), Haiyira bles de Ia forma que se producen siempre frente a otro. Conside-
CAgustin Salvador Martíncz), Hakaima Wiviana Ortiz Enrique). Matsiwi-
ma (Graciela Ortiz Sotero). Muwieritemai (Eduardo Madera de la Cruz). ramos que si no se encuentra expiicita esa otra voz, conoceinos
Turiniiwe (Everardo de la Cruz Ramírez), 'Utsiekame (Carlos Salvadol. sólo parcialmente lo que hablan. Lo que se dice siempre es frente
Diaz), Wamatsika (Fermiil Santibáfiez Madera). Itiaina (Apolonia de la a un "tiI" y, por ello, planteamos que deben escucharse las voces
Cruz Raniirez), Iiríyiwi (Cef'ei.ii10Carrillo Diaz). en interlocución. Así, en Entre voces... Fragmentos de educación
entrecu2tural se buscó que ambas voces se publicaran de forma pia, "la voz wixárika": la voz de la comunidad. El producto de
q u i t a t i v a . El calor de la página distingue la visión occidental los métodos horizontales no pretende ser uno y homogéneo. ni
y la visión wirárika.Ambos textos están escritos e n las dos len. ,iquiera uno sólo híbrido. sino múltiple e historizado, en el que
guas. Las páginas dialogan sobre u n mismo tema y se preseiitan se observe que la voz de uno es siempre determinada por la voz
completas para ser leidas por u n lector que puede elegir el orden del otro.
de su lectura.
La propuesta autoral Entre voces se resume de la siguiente
manera: Ejemplo de método horizontal:
un viaje a la ciudad
En Entre uoces, no sólo se expresa la voz propia desde un
autor colectivo indígena sino también desde u n autor co. ~1 caso que expongo a continuación se refiere al viaje de los jó-
lectivo occidental. Sobre los mismos temas se "escuchan" venes wixbritari a la ciudad: hablaré del trayecto y su estancia en
ambas voces en relación y conflicto. Las dos autorías se re- Guadalajara7 conlo objeto de investigación construido con la
conocen. expresadas desde su propio lugar y frente al otro. comunidad de Taatutsi Maxakwaxi.
Es accidental que aquí hablemos de voces indígenas y voces Todo investigador sabe que iniciar un nuevo estudio implica
occidentales. la a~itoriaEntre voces propone poner e n juego tener u n objeto de investigación. es decir, un tema modelado por
las sabidurías, las historias y creencias de los otros todos, ciertas reflexiones y conceptos teóricos. Nuestra propuesta no
en acción, frente al otro. tiene que ver con formas armónicas de incorporar la voz de los
otros sin objetar los principios hegemónicos del proceso investi-
Ea las distintas propuestas Entre voces, se busca que las gativo. Así, construir conocimiento mutuo presupone establecer
múltiples voces aparezcan, que no se oculte ninguna; que condiciones que tracen u n camino hacia la autonomía de las mi-
sea visible la voz hegemónica, porque en los casos que se radas propias, cuestionando las herramientas de investigación
pasa el n~icrófono,se presta la cámara o el teclado, jr se que obstaculizan la tarea. De tal manera, describo u n ejeniplo de
hace como si no existiera el "facilitador", no se comprende experiencia horizontal.
precisamente la relación entre los distintos, las distintas Al principio plantee a los profesores de Taatutsi Maxákwaxi,
voces en chonflicto. anteriores coautores de Entre voces.. . Fragmentos de educación
entrecultural (2007), continuar con nuestra meta educativa ini-
Cuando todas las voces están presentes e n u n contexto de cial: crear materiales didácticos para jóvenes que incidiera en
horizontalidad enunciativa, como interlociitores que deii- el conocimiento de ciertos temas desde la visión wixkrika y la
nen el discurso y son definidos por el discurso del otro, nos mestiza. Desde mi postura, historizar la relación daría luz sobre
acercamos al objetivo político de Entre voces: la convivencia
en el espacio público.
7
Guadalajara es la segunda ciudad más grande de México con 4.5 milloiles
Si bien me interesa la expresión de los "propios nombres", reco- de habitantes. Los jóvenes salieron de San Miguel Huaixtita, s u poblado de
336 habitantes, localizado en el norte del estado de Jalisco. El viaje diiió
nozco que no hay un sólo discurso sobre la visión del mundo; 10
20 horas eri camión. pues no hay carreteras paviinentadas que f'aciliteri la
hay por familias, por generaciones, por ideologías. cada quien salida desde la Sierra Wiuárika. Estos jóvenes. además de ser primeros
ofrece otra respuesta, pero también poseen una respuesta pro- viajeros a una urbe, tarilbién eran primeros fgtógraf'os.
el racismo g la exclusibn; traducir nuestros hallazgos a u n libh
para jóvenes indígenas y no indigenas nos situaría en u n lugaI. los jóvenes necesitarían tiempo durante su estancia para
Y -
privilegiado para hacer teoría desde la práctica. realizar Compras.
-. A su llegada a la ciudad se repartieron 31 chmaras fotográ-
Sin embargo, mis interlocutores me recordaron que había mu-
chos ejemplares en bodega de nuestra anterior publicación Por ficas de un sólo uso con 27 tomas cada una. Cabe hacer notar
que en esta perspectiva las cámaras sean propias y no "presta-
10 que no veían aún la necesidad de hacer otro libro; además,
se encontraban sin tiempo para distraerse del nuevo programa das", con el objeto de que no se "preste", de ninguna forma, la
intermediaria. Se instruyó a los jóvenes e n el uso técnico
oficial, demasiado demandante -para su situación.-.
del aparato más no e n los encuadres y la estética occidental, y
Por otro lado, no podíamos desperdiciar el presupuesto con.
,e les invitó a fotografiar la ciudad como "investigadores" de la
seguido para investigar la educación intercultural. De allí que
,isma. Al final del viaje se recogieron las cámaras, se revelaron
decidimos en conjunto modificar el objeto de estudio. Para empe-
10s rollos y una copia se regresó a cada fotógrafo y otra se guardó
zar serian los jóvenes mismos quienes aprenderían con la propia
experiencia lo que significa ser wixárika en la ciudad. Nosotros como acervo para esta investigación. Al entregar las imágenes,
,e preguntó en cada caso qué pensaba cuando hizo la fotografía
conoceríamos quiénes somos los urbanos frente a ellos no urba-
y si salió como q u e ~ i a . ~
nos. La investigación se construiría sobre el principio de que se-
;Porqué fotos? A diferencia de la antropología visual, en la que
r í a horizontal y basada en la praxis.
la imagen se usa para corroborar la presencia de otros distintos
y como herramienta auxiliar para la descripción minuciosa del
campo (objetivo propio de su disciplina), y también a diferencia
El trabajo de campo en la ciudad
de los fotógrafos artistas indígenas, que si bien exponen una cara
propia, es l a del autor individual, en este proyecto se trata de
Un grupo de 31 jóvenes indigenas de entre 13 y 16 años. y
alcanzar la autonomía propia y del otro mediante sus imágenes.
seis acompañantes profesores y padres de familia también
Nadie entra al estudio con autonomías, ni purezas, sino que la
wixáritari, salieron por primera vez durante seis días de su
meta de la investigación horizontal es alcanzar la autonomía de
comunidad, en la Sierra Wixárika, para visitar la ciudad de
la propia mirada en la confrontación con otros, en conflicto con
Guadalajara.
10s diferentes.
Los maestros de su secundaria pidieron que los jóvenes gra-
Por eso las fotografías tomadas por los jóvenes wilcc;,ritari en
baran sus impresiones y llevaran un diario de campo individual
la ciudad. son una forma de decir su "propio nombre", de posar
durante el viaje. El director de la escuela y los profesores bus-
como desean ser conocidos, jóvenes modernos e indígenas a la vez.
caban aprovechar la travesía a la ciudad para que los mucha-
También nos muestran la forma en que nos ven a nosotros urba-
chos adquirieran conocimiento útil para sus futuras salidas del
nos y mestizos.
poblado. El material sería posteriormente discutido en las cla-
Ahora bien, la fotografía, por su obstinación formal de pare-
ses. Los profesores pidieron que se colocara en la agenda de la
cerse tanto a la realidad, siendo que es sólo un recorte posible,
visita a la ciudad un paseo por el zoológico ("porque quieren ver
gana fuerza con una explicación del mismo fotógrafo. Los t<extos
animales que no conocen") y alguna zona "donde la gente vive
sin agua, sin tierra para sembrar, en casas de cartón", para que
además de conocer los atractivos de la urbe se dieran una idea
La discusión más completa y las fotografías están publicadas en Corona
de cómo se vive e n ella cuando no se tiene dinero. Subrayaron
de los jóvenes como pie de foto anclan y amplían el significado y
venes fotógrafos es que su cultura se construye de manera con-
completan la narración. De esta manera, la imagen con la pala. creta e n la relación con el otro. en u n proceso dinámico en el qiie
bra de los wixáritari se vuelve una poderosa herramienta para
se integran a la propia identidad elementos que dan respuesta
nombrarse a sí mismos. Yo por mi parte. también como ''lectora"
a nuevas necesidades. Desde s u propio lu,aar no existen wixá-
de la foto y sus textos, hago mi propio discurso. Fotos. textos,
,jtari a medias, ni contaminados y menos en vías de desapa-
diarios de campo, conversaciones. permiten construir u n nuevo rición. Tal vez los wixáritari han sobrevivido los últimos 500
texto de autoría a varias voces. porque su historia es la de u n permanente mestizaje en la
¿Qué nos aporta esta fotografía horizontal? Nuestro supuesto
confrontación con el otro, y que en espacios de encuentro como
es que contribuye en tres niveles: el político, el conocimiento del
conflicto fundador, pueden hacer explícitas.
otro y el conocimiento propio. Respecto al conocimiento propio del occidental urbano, las
En cuanto al aspecto político, tomado como el lugar para solu.
fotografías nos permitieron observar nuestro espacio como es-
cionar un daño social (es decir, corregir las etiquetas excluyentes
cenario vacío. Cuando no está cargado con nuestras propias
que se otorgan al indígena), estas fotografías nos permiten ale.
historias personales. mitos urbanos y símbolos nacionales, la
jarnos de la costumbre de reconocer a un indígena en una foto.
ciudad es una infraestructura moderna colmada de cables, ca-
grafia sólo si s u traje es bordado o si aparece sembrando, tejiendo
lles, edificios, topes, fuentes. señales, semáforos, parquirnetros,
en telar de cintura o llevando pesadas cargas en la espalda. Esta coches.
imagen la encontramos entre ios profesionales artistas, cientifi- La gente ningún interés despierta y tampoco se observa la
cos sociales, periodistas, y también en los fotógrafos aficionados. necesidad de registrarla. El peatón que cruza la calle no ame-
quienes reproducen lo niismo porque es la única narración visual rita una fotografía salvo si muestra una apariencia distinta:
que conocen. "Nunca habíamos visto una persona sentada e n silla con rue-
Esa historia visual única como "nombre correcto" es incorn- das", "La señora no me interesaba, eran los tacones ...luego me
pleta. La fotografía estereotipada del indígena lo caracteriza con compré unos". "Esos se abrazaron mucho tiempo y así se que-
una esencia arcaica, vulnerable, pueril y folclórica. El peligro de daron, no hicieron nada más", comentan los jóvenes sobre sus
una imagen homogénea, es que enfatiza la diferencia, la jerar- imágenes.
quiza y excluye a estos sujetos del espacio público y la política. Por otro lado, sus fotografías realizadas con encuadres abier-
Es importante equilibrar esa foto con narraciones visuales tos, e n las que el entorno es fundamental, la ausencia de gran-
propias, que expresen otras versiones de los pueblos indígenas. des acercarnientos e n sus fotos, s u dificultad de encontrar la
E n esta ocasión, la cámara otorgó al joven fotógrafo una nueva relación horizontal 1 vertical dentro de los espacios cerrados
posición productiva: aquí se ha trasformado de un objeto, o cuan- de la ciudad, nos dejan reconocer nuestra mirada disciplinada
do más, de u n observador de la fotografía, en sujeto fotógrafo. por las pantallas y la publicidad. Nuestras fotos privilegian los
con nuevas técnicas de poder.
fragmentos de cuerpos y espacios, la estetización sobre la des-
En relación con el conocimiento del otro, las fotografías nos cripción. la ausencia de contextos y la centralidad de la gestua-
acercan a la cara que el joven wixárika desea mostrar. En sus lidad humana.
tomas se muestran jóvenes apuestos, sanos, divertidos, actua- Conclusiones
les. El placer de comprar camisetas y zapatos de tacón, tomar
refresco y comida chatarra durante su viaje a la ciudad, no los
La metodología horizontal, sin ser una propuesta acabada. me
hace perder su identidad indígena. Lo que parecen decir los jó-
permitió llegar a cuatro concliisiones:
En primer lugar, mostrar procesos y el proyecto de inves. No se trata de "devolver" una mirada desde el exterior en
tigación que se forma en movimiento. Partir de los proce. un producto terminado. Margaret Mead regresó a la isla a
sos significa no producir indagación y prueba, ni ejercer 1, mostrar la película hecha sobre Manus. Empero, su exhi-
observación para autentificar "la verdad". Me intereso por bición fue interrumpida por las autoridades tradicionales
las estrategias indígenas y las formas en que ellos mismos v de frente a la lente del documentalista, Utula Samaila
buscan la verdad sobre sí mismos. En la comunicación con destaca: "como comentario general quiero decir que en el
10s demás, éstos lo nombran y le atribuyen lugares sociales futuro se debe consultar a los líderes de las comunidades
a partir de que lo recubren de cualidades y defectos. Pero lo qué puede ser registrado: algunas cosas van en contra de
el indígena también forja un ideal con el que quisiera ser nuestras costumbres". Lo que pretendemos con métodos ho-
conocido. Las distintas soluciones al propio nombre pueden rizontales es construir conocimiento sobre el otro y sobre la
responder a un movimiento de autonomía; si bien está claro propia cultura a partir de lo que cada quien desea expresar.
que el ideal de la autonomia wixárika no es el de la moder- La voz mediada, prestada o robada, sólo permite conocer
nidad donde se anhela la autonomía individual. una verdad mediada, prestada o robada.
No need to hear your voice when 1 can talk about you better
than you can speak about yourself.
No need to hear your voice. Only te11 me about your pain.
1 want to know your story. And then 1 will te11 it back to you in a new way
Te11 it back to you in such a way that it has become mine, rny own.
Re-writing you 1 write rnyself anew. 1 am still author, authority U
1 am still colonizer the speaking subject and you are now at the center of rny talk 2
O
bell hooks (1990: 241) Lo.
~
Li1
más, pone de relieve las regularidades del texto, y al mismo tiempo hace La literatura de solidaridad además se había suscitado para cri- 2
una serie de preguntas heurísticas de los textos y los cuerpos de textos. ticar las condiciones y los efectos del mercado en las zonas de
z
10
Quiere hacer notar las bases lógicas: ¿Por qué están relacionados justa- y
libre comercio, pues eran sistemas de explotación capitalista en
mente estos conceptos? Para deducir de ellos reglas y formaciones.
forma de maquiladoras y, así, como n~uchosotros, para señalar
1
La metodología de Ia investigación del discurso puede, según armados. Las temperaturas e n la fábrica alcanzan
Rainer Diaz-Bone, ltasta los 37 grados; las trabajadoras son insultadas
y humilladas. El agua de la fábrica está contaminada
(.../ ser caracterizada como u n a Iaernzenéutica de se- con heces fecales que pueden provocar diarrea, enfer-
g u n d o orden: tarea del análisis del discurso es hacer medades estomacales e infecciones. Seis trabajadoras
inteligible u n a regularidad que para los individuos fueron despedida.^ porque ellas osaron informar a,
no es convincente (la de las reglas de formación) den- s u s coinpañeras de que el agua estaba contaminada.
tro de u n a práctica discursiva orientada hacia. u n a Las cámaras de seguridad controlan cada movimien-
práctica analítica, es decir, entender reconstru- to de las trabajadoras al interior de la fábrica. El su-
yendo (Diaz-Bone, 1999: 126-127; el énfasis es de la lario -de 72 a 92 centavos por minuto- cubre sólo
autora). u n cu,arto de las necesidades básicas de u n a familia.
Quien osa nombrar la palabra '2indicato" corre el peli-
La pregunta central en el proceso de investigación es: ¿Qué, por gro de u n despido (Ad hoc news, 2011).
quién, para qué y cómo es presentado discursivamente? Por tan-
to: ¿Quién tiene el derecho a hablar? ¿Cómo se origina el objeto
discursivo (por ejemplo. "la mujer migrante")? ¿Cómo se ponen en En la página web de la agrupación Solidaridad de Mujeres se hace
conexión los diversos discursos (es decir, por género, explotación. énfasis sobre el escaso color rosa de la "realidad desde la mirada
rnaterx~idad)?~ de las trabajadoras". Se dice:
Las publicaciones sobre la situación laboral en las rnaquila-
doras en la frontera norte de México se enfocan a las relaciones La industria maquiladora es verdad que ofrece traba-
laborales sesistas, de explotación y que violan los derechos hu- jo, pero también es fá.cil perderlo otra vez. El número
manos. No sólo el desarrollo monótono del trabajo sino también de quienes hacen fila, cada sevtana, dela.nte de la en-
las relaciones personales, la sexualidad, la fertilidad, así como trada de la z0n.a en búsqueda de trabajo es grande.
las necesidades corporales están sujetas a control. Sandra Ramos, la directora de esta. organización de
En la campaña de "vestido limpio" se formula así la crítica a mujeres "María Elena CuadraJ'yque se encarga de los
la producción de Adidas 1 Reebok en la zona libre de comercio: derech.0~de las mujeres e n ' L a s Mercedes': caracteriza
szc trabajo como u n acto de balance debido a que: do-
Los trabajadores -fundamentalmente mujeres- tra- mina u n fuerte miedo de que nuestros esfuerzos para
bajan en u n a zona de libre comercio, que está rodeada lograr mejores condiciones de trabajo asusten a loa in-
de alambre de púa.s y que es patrullada por guardias versores extranjeros y ellos se va:lJany no quiera,n se-
guir invirtiendo (http://www.no-racism.netlold/c26/epz/
>análisis del discurso sociológico se basa cn los actores (cfr. Diaz-Bone.
maquilas-besuch.htm1).
Ig99) y considera que es importante ~araeterizarlosan el discurso. Ade-
más? Pone de relieve las regularidades del texto. y al mismo tiempo hace
La literatura de solidaridad además s e había suscitado para cri-
'"aserie de preguntas heuristicas de los textos ). los cuerpos de textos. ticar las condiciones y los efectos del mercado e n las zonas de
Q41ere hacer notar las hases lógicas: ;Por qué estbn relacionados justa- libre comercio, pues eran sistemas de explotación capitalista en
4
mente estos conceptos? Para deducir de ellos r e d a s y formaciones. forma de rnaquiladoras y, así, como muchos otros, para señalar
la situación catastdfica de las mndiciOnes de trabajo de los tra. tada, asesinada -pero ciertamente no como U n sujeto con poder
bajadores. de negociación.
10
- LO siguiente se basa e n la entrevista biográfica hecha por Marcela Gualo- es a una mujer de 64 allos y a sus cuatro hijas migrantes. Cada entrevista
tufia, Mauricio Carrera y Elisabeth Tuider durante el viaje de estudios. En se reilliz6 por separado. Esta parte se concentra en la entrevista hecha a
total se hicieron cinco entrevistas biográficas en un contexto familiar, estu Sonia Ortiz Martínez.
no. Entonces, pues no, le queda más, u,i poquito más La t o m a de un. trabajo en Ea industria maquiladora
libre el dinero aquí que ítllé. Y este, por eso, eso fue 10 no tiene el propósito ernancipatorio, de ninguna nzane-
que nos hizo venirnos p a m acá. Duré w u i sin trabajar ra,sino que están primero 10s necesidades económicas.
(risas) no muclio [. ..] No ha)! sindicato, pero con todas Pero la participación en el mercado laboral significa,
las prestaciones que tienes, es el alzorro (Sonia, 2008). sin embargo, fanto la creación de una relativa inde-
pendencia econbrnica, así como que en la mayoría de
Un análisis biográfico diferenciado también se dirige a l concepto vecespuede efectuarse con ello una ampliación del es-
de ernpoderamiento, que desde s u surgimiento a mediados de b pacio de negociación en el plano individual (Trzeciak.
década de 1980, por medio de las Redes de Mujeres del Sur, DA\YN 2809: 166-16'7).
(Development Alternatives with Women for a New Era), se ha
difundido en la critica." Resulta útil como Naila Kabeer (1999) Las narraciones biográficas de Sonia nos permiten concluir que
I
define al empoderamiento como un proceso de cambio para al- el trabajo en una maquila se puede calificar como positivo. Ella lo
canzar la posibilidad de elegir entre diversas fermas de ser y ha- valora así, pese a las dificultades, entre otras, en parte sexistas y
cer. Esta definición sirve para mirar el trabajo en la rnaquiladora de las malas condiciones, porque a l mismo tiempo también les
de la frontera norte mexicana, pues no sólo dirige su atención origina nuevos espacios de negociación y nuevas prácticas. Éstos
a la obtención de recursos económicos sino que también esta uni- se relacionan. por ejemplo, con sus decisiones sobre su propio
do con las prácticas de negociación y elección. salario, su capacitación actual, la perspectiva de una promoción
En el análisis de las entrevistas biográficas. se muestra que laboral, o varias veces. sobre los derechos alcanzados en seguri-
el concepto solidario feminista difundido de "empoderamiento dad social o médica.
igual trabajo", sólo en parte es acertado, pues el trabajo e n una En una situación de migración, las mujeres conciben nuevas
nlaquila, según lo señala el análisis de la situación en Ciudad prácticas sociales corno, por ejemplo, el ejercicio de la inatemi-
Juárez (cfr. Tuider, Wienold y Bewernitz, 2009; Trzeciak, 2009). dad a distancia, pues su hija de 18 años Carina, vive con una
es más que la entrada a un empleo pagado. Las mujeres migran- amiga suya en Durango. Sonia dice lo siguiente:
tes describen cómo y qué libertades de acción y estructuración se
han abierto para ellas en u n espacio discursivo de explotación. Todos los días me manda mensaje o le mando mensaje.
Si es mediante el trabajo en la maquila que se da o no el empo- Este, le hablo los lunes, de lógica que le hablo, a veces
deramiento depende de las circunstancias concretas de cada una el miércoles, y si todavba me queda saldo el viernes,
de las mujeres (cfr. Trzeciak, 2009: 159ss.). y si no me queda mucho saldo le mando u n ~aensaje,
pero casi siempre, ahora he encontrado la manera de
que... un compañero de trabajo tiene u m m m Internet.
. -
n ori~rnalmente
coiileilzó con ~1 objetivo de la igualdad de derechos a nivel Entonces, ya nos ponenzos en contacto por el Inter~zet
mundial en térn-iinos de raza, clase y género. por lo que este concepto fue (Sonia, 2008).
fuertemciite criticado a lo largo de la dbcada de 1990 como una estrategia
unidimensionnl y eurocéntrica, debido a que en el cmpoderamiento yace Aquí están presentes, tanto l a s redes locales coino también la te-
como base una representación totalmente cierta dc una "vida indcpendien-
te", en la que las mujeres del llamado Tercer Mundo serían colonizadas de lecomunicación, que los migrantes mantienen con sus familiares
nuevo, y en sus capacidades se verían privadas a decidir sobre sus propias para el apoyo de la maternidad a distancia. Los medios técni-
vidas y ponmlas en práctica. cos coino el teléfolio celular y la Inteinet (con cámaras de video)
son una ventaja para el enriquecimiento fundamental de estas internacional de1 trabajo. Sin embargo, también describe en
prácticas, para vivir y mantener las relaciones emocionales, la su entrevista biográfica un empoderamiento indudable, median-
corresponsabilidad, el cuidado y e1 compromiso. te su trabajo, y modifica con esto las consideraciones dominantes
de las relaciones de explottacibn global, así como la predominante
Entonces cualquier cosa que no está bien, mi ami* me teoría del empoderamiento feminista.
manda un mensaje. Estepas6 esto, esto, esto, esto, esto. Asimismo. se puede poner de relieve en la biografía de Soilia
Elz, no le digas que yo te dije (risas). Y ya yo marco las prácticas de estructuración de una "maternidad a distancia"
para allá. '2 ver, iqu&pasó?;Me tienes algo que decir? (Salazar Parreñas, 2005). Las madres trasnacionales cuestionan
Ayy, es que si ya sabes para qué me dices (risas). Pues con e!sto la interpretación ampliamente difundida en este mo-
quiero que tú me lo digas". O a veces ella misma me ) en Alemania y Europa de que la cercanía corporal y el
marca. O yo le marco y me dice: 'Y es que pasó esto y emocional coinciden (o tienen que).
esto y esto y mi tia se enojó': Así, y ya, 3'0 le doy su rega- El análisis de las prácticas (de vida) trasnacionales muestra
fiada y ella sabe que mis regañadas son regañadas, y cómo las libertades de acción se han aprehendido, estructurado
aparte me molesta y ya no le hablo, y eso le duele rnás, y cambiado. Con esto se presentan las mujeres, migrantes, t r a -
que cualquier otra cosa, le duele que yo ni le lzable (So- bajadoras de maquila, como actoras de sus biografias, y ellas no
nia, 2008). permanecen mas como objetos de nuestra investigación.
A nivel teórico se señala una vez más que los conceptos glo-
bales - c o m o el vinculante feminista "Nosotras-mujeresn- sólo
Reflexiones finales: son limitadamente útiles. porque no han sido incorporados en la
horizontalidad-reciprocidad-diálogo especificidad histórica y de contexto. No sólo las situaciones de
vida de las mujeres / migrailtes se diferencian a lo largo de la
La feminista chicana Gloria Anzaldúa h a trazado cómo (sobre) pertenencia de clase, religión o edad, sino también que las estra-
vivir en el borderland mediante las experiencias entre los es- tegias de superación las diferencian a unas de las otras.
pacios geográficos y nacionales (como México-Estados Unidos). La investigación biogrhfica se presenta con esto como un mé-
Una zona experiencia1 que está caracterizada por los actuales todo empírico, al que pueden pertenecer las experiencias y voces
regímenes de migración a ambos lados de 10s territorios. El es- de las migrantes / subalternas / trabajadoras de la maquila. Así,
pacio fronterizo resume la vida e n u n transespacio y la figura de se puede limitar su c?asificación unidimensional, por ejemplo.
la mestiza captura la lógica binaria en u n feminismo de frontera coma "víctimas", "explotadas" u "oprimidas". Precisamente la mi-
que tiene muchas posiciones subjetivas ambiguas, la que se cons- rada biográfica nos abre una diferenciacion de la normativa ' h a
tituye mediante la llamada y, al mismo tiempo, la disolución del de dos" a un "tanto ... como" que es característico para la vida e n
"otro", de la mujer indígena e n el discurso nacional de México, el borderland.
así como por medio de la exclusión y violencia de su experiencia Al mismo tiempo, se deben hacer de nuevo siempre preguntas
de las subjetividades de tsansfronteriza. criticas: iQuién y a quién, aquí, se le da VOZ? Porque es desde
En eI ejemplo presentado, se muestra que Sonia es posiciona- la "blanca", la feminista y académica que justamente aquí se re-
da como una mujer mexicana, migrante, madre cabeza de hogar. flexiona sobre las relaciones de poder metodológicamente.
trabajadora e n una maquiIa. Como mano de obra barata en una Con ayuda del análisis del discurso nos despedimos del su-
maquiladora, ella es utilizada además para estabilizar la divj- Puesto dei orden de ias diferencias naturales y binarias, en vez
!
de eso nos centramos en las relaciones de poder y estandariza.
ciones, los que son prerrequisitos para la constitución del sujeto
diversas experiencias subjetivas y superpuestas, y la incorpora-
ción discursiva.
IP
- c o m o sometido y con poder de acción. En mi aportación reflexioné sobre esta estancia de investiga-
Los campos de poder, la complejidad " p o d e r - c o n o ~ i m i e n t ~ ~ ción en la frontera norte mexicana, las particularidades del acce-
(en al abras de Foucault) son constitutivos a nivel global, Da- so al campo y la captura de datos en la interfaz de relaciones con
regional, vecinal e individual. La interseccionalidad que interseccionales. En este camino también pregunté qué
juega un rol importante en el contexto del escenario de la entre- potencial depara el border-feminismo para una metodología que
vista, de la investigación, del análisis. de la interpretación y del sujeta la simultaiieidad de experiencias distintas, solapantec y
contexto de presentación. .tnbuciones discursivas.
Bajo una perspectiva horizontal se tienen que tomar en cuen. A nivel metódico planteo una conexión entre análisis del dis-
t a la interaccihn, los regímenes de estandarizaciones, de jerar. curso y análisis biográfico. Semejante conexión permite soslayar
quizaciones, de demarcaciones fronterizas, así como de las inclu- las deficiencias de ambas tradiciones: mientras el primero revela
siones y exclusiones. nuevas formas de subjetivación sin encontrar métodos adecua-
Pienso que tanto la investigación biográfica como el análisis dos para estudiarlas, el segundo centra su objetivo en las posi-
del discurso pueden ser insertados dentro de los métodos de in- ciones de los sujetos sin conectarlos, de manera sistemática, con
vestigación horizontal. La primera, porque justamente es un pro- los discursos que los circundan. E n particular, reflexioné sobre
cedimiento muy abierto y un método orientado a las experiencias la posibilidad de un diálogo e intercambio en un contexto discur-
y significaciones del sujeto. El segundo, porque refleja de manera sivo de poder.
explícita las relaciones de poder.
Empero, la investigaciíin biográfica y los análisis del discurso
son per se dialógicos o basados en la reciprocidad. Sostengo que
el término "horizontalidad" es acertado, pues éste considera el
encuentro a l misino nivel, tanto en el marco del levantamiento
de datos, ser escuchado y dar la voz, como en el marco del anali-
sis y presentación de resultados.
Sin embargo, la horizontalidad no se la puede equiparar con
igualdad de derechos. Más bien, tienen que ser incluidas en una
discusión sobre horizontalidad las distintas posiciones del entre-
vistado y del entrevistador en la estructura normativa del poder
( y la estructura del conocimiento).
Esto es, los métodos horizontales necesitan la tematización de
10s cruces interseccionales de la estruct~irade poder, así como
la tematización de nuevas relaciones de poder (trasnacionales),
Y finalmente una perspectiva feminista y poscolonial. En este
sentido, la investigación de la gobernabilidad y su cruce con el
análisis de la biografía y del discurso contienen el potencial de
una metodología, la misma que incluye la simultaneidad de las
Capitulo 5
La producción de conocimientos
"minga" y las barreras
a la equidad en el
proceso investigativo
Ywonne Riaño
De intercambio comunicativo 1
Tener que limitarse a informar sin posibilidad de intercambio
Identificando y rompiendo comunicativo.
barreras a la equidad
Si bien es clara la necesidad de esforzarse en realizar investi-
En el poder de definición
1
La ausencia de codeterminación respecto a la definición de metas de
gaciones basadas en los principios de la codeterminación y la investigación y categorías de análisis e interpretación.
reciprocidad, el cuestionamiento es cómo alcanzarlos e imple-
mentarlos de manera concreta en el proceso investigativo. Conlo Hacia el aprendizaje mutuo
se decía arriba, la gran mayoría de los críticos poscolonialistas
lesigualdad entre los participantes de la investigacibn respecto a la
d a n t e a n una pregunta sofisticada de las prácticas occidenta- expansión de su conocimiento.
es de producción de conocimieiito, pero siguen sin dar mayores
listas sobre cómo podría llevarse a cabo en concreto una prácti-
a investigativa más equitativa. Aquí se argumenta que el reto I Espaciales
La separación entre "investigadores" e "investigados" empieza en los
l
le alcanzar relaciones de investigación más igualitarias implica lugares escogidos para el encuentro.
nte todo u n a reflexión sobre las barreras que se anteponen
Barreras de imaginarios los nominativos de "investigadores" e "investigados". Este tipo
de denominaciones se usan sin mayor reflexión, a pesar de que
iCOrno nos imaginamos al "otro" al que vamos a investiga,?
Como ya explicábamos en la introducción, nuestros temas y
,, la práctica tienen el efecto de construir a los investigados
como "objetos de investigación" y a los investigadores como
de investigación producen a menudo una visiGn del únicos expertos y Legitimados para producir conocimiento. Los
que lo construye de una manera homogénea, sin relevar denominativos crean así los términos de referencia para el tipo
las diferencias que existen a l interior de u n grupo y, a veces, de relación que existirá entre los participantes de u n a inves-
desde una perspectiva etnocent,rista que coloca a los hombres tiga~16n.De esta manera es importante esforzarse por buscar
v mujeres provenientes del "Oriente" (Said, 1978a), del "Tercer delianrinativos que señalen la situación de igualdad que se bus-
Mundo" (Mohanty, 1991), de la península balcánica (Redepen. ca entre los participantes de u n proceso de producción de cono-
ning, 2002), del mundo musulmán o del indígena (Smith. 1999) cimiento.
como "atrasados", caracterizados por acciones violentas, ~ Í c t i . ¿Cómo romper las barreras de jerarquía social? Aquí argu-
ma de estructuras (patriarcales) de explotación y con poca auto-
nomía de actuación. Este tipo de imaginarios geográficos crean ' mentamos que es imperativo reconocer que hay varios tipos de
saberes y diferentes tipos de espacios donde se produce conoci-
una práctica de investigación en l a que los investigadores de 1 miento. Sería conveniente pensar que tanto el saber que se pro-
países "desarrollados" sean vistos como más avanzados y con la I duce e n las esferas académicas coino el que se produce en el con-
legitimidad de producir conocimiento sobre el otro. texto de prácticas cotidianas tiene un valor imporkante. Si bien
¿Cómo enfrentar las barreras de imaginarios? Aquí ar_gu- es cierto que en el ámbito de los "proyectos de desarrollo" se !e
mentamos que una actitud critica en la investigación respecto
a cómo se ve y se construye al otro es un paso esencial para 1 ha dado en los años recientes mucha relevancia a la integración
del conocimiento de las poblaciones locales, también en muchos
"descolonizar" los rn6todos de investigación. Esa reflexión ne- otros contextos académicos afín existe reticencia a considerar
cesita ser orientada por la biisqueda de la diferencia respecto a a las personas o poblaciones estudiadas como "expertas". Reco-
los lugares / fenómenos investigados en vez de tratar de produ-
cir u n a imagen homogénea y monolítica. A la vez, se requiere
1 nocer el valor del conocimiento adquirido en la práctica cotidia-
na además significa construir una práctica investigativa que
t r a t a r de desvelar los potenciales y estrategias de las personas busca la cooperación entre grupos o individuos que cuentan con
1
investigadas y no sólo concentrarse en mostrar sus deficiencias Y diferentes tipos de saber.
limitaciones. Linda Smith (1999) aboga por u n a actitud crítica
respecto a los supuestos, valores y categorías sobre los que ce / <<a
Por eso proponemos que la relación entre "investigadores" e
~nvestigados"sea construida sobre la base de una relación equi-
funda una investigación. Esto significa respecto a las maneras valente a una sociedad (con fines investigativos), donde las dos
y formas de representación del "otro", y el preguntarse hasta Partes son consideradas como expertas, aportan diferentes ti-
qué punto está incluido o excluido del proceso investigativo. pos de saberes, y trabajan como '%sociosde investigacien". La in-
dagación se trasforma así en un proyecto cooperativo donde los
socios aportan conocimientos y reciben beneficios mutuos de
Barreras de jerarquía social expansión de su saber. Tal concepción no solo apunta a una ma-
yor justicia social sino a lograr u n conocimiento mas profundo
Otra barrera hacia la equidad empieza con el proceso de dife- del fenómeno investigado ya que se combinan diferentes tipos
renciación que se establece en los medios académicos al usar de saberes.
Barreras de intercambio comunicativo Barreras respecto al aprendizaje mutuo
Estas b a n e r a s surgen e n las practicas de investigación en que 61 tema de los beneficios de un proyecto investigativo para todos
las poblaciones estudiadas se limitan a informar sin posibilidad los participantes es de suma importancia. Por lo regular se parte
de intercambio comunicativo respecto a los objetivos de análisis del supuesto que la meta de los "investigadores" es mejorar Ia
y las categorías de interpretación y representación. omprensión de las personas 5' lugares investigados, lo cual de-
El rol del "otro" se reduce meramente a la tarea de informante bería contribuir a avanzar el conocimiento cientifico en general.
sin posibilidad de interacción comunicativa. La importancia En la investigación que se denomina como "aplicada" también se
de ésta ha sido revelada desde hace muchos años por autores busca contribuir a formular políticas para mejorar la situación
como Paulo Freire (1970) y Orlando Fals Borda (1998), quienes con. de las personas investigadas. Sin embargo, en la práctica existe
ciben la investigación como u n proceso dialógico. una desigualdad respecto a las utilidades de un proyecto investi-
Aquí argumentamos que es necesario romper las barreras a la gativo. Mientras que los investigadores ven como frutos concre-
interaccián comunicativa desarrollando métodos que permitan tos sus esfuerzos, la expansión de su conocimiento y su avance
u n sistemático intercambio de conocimiento entre todos los so- en los círculos de trabajo, los beneficios concretos que reciben los
cios de investigación. De esta manera se logran tres tipos de "investigados" son menos evideirtes. especialmente en lo que res-
beneficios para todas las partes participantes en el proceso: la pecta a su expansión de coiiocimiento. Por eso conviene hacerse
inclusión explícita de todos los tipos de conocimientos, la expan- la pregunta de cómo las prácticas y métodos investigativos pue-
sión del saber de cada uno de los participantes. y la generación den conducir a la mutua adquisicióii de nuevo "capital cultural"
de un conocimiento general que va más allá de los límites usua- pourdieu, 1986) o conocimiento.
les de comprensión.
Barreras espaciales
Barreras en e1 poder de definición
Las barreras que separan a los "investigadores" de los "investi-
En muchas prácticas corrientes de producción de conocimiento gados" no sólo son sociales sino también de tipo espacial, pues
existe una ausencia de codeterminación respecto a la definición pueden empezar en el lugar escogido para la producción de cono-
de metas de investigación, enfoques investigativos y categorías cimiento. Por lo general, los iiivestigadores recogen datos en el
de análisis. El poder de definición reside exclusivamente e n los "temeno". o sea, en los lugares donde las personas investigadas
investigadores, creando asi una situación de desigualdad entre viven o son activas, para después examinar y analizar los datos re-
las dos partes que participan en el proceso investigativo.Corno cogidos en los centros universitarios. Esta separación espacial
se mencionaba en la introducción, esta desigualdad de poder de entre ambos mundos conduce al ref'orzarniento de las desigualda-
representación conlleva el riesgo que se produzcan representa- des entre "investigadores" e "investigados". Mientras que los pri-
ciones unilaterales y poco diferenciadas de las personas y los lu- meros logran u n conocimiento profundo, tanto del terreno como
gares investigados. del mundo académico, los segundos casi ningún conocimiento ad-
La pregunta surge, por tanto, e n cómo romper estas barreras quieren sobre los lugares académicos, perpetuando así la imagen
para alcanzar una situación más igualitaria e n el poder de defi- de las universidades como "torre de marfil". ;Cómo enf'relitar las
nición. barreras espaciales? La respuesta parece obvia, aunque rara vez
se lleva a cabo. En una concepción de los "investigados" como sa
cios para la producción de conocimiento, éstos tambibn tendrían a1 mercado de trabajo de mujeres extracomunitarias
acceso a espacios académicos donde se llevaría a cabo el inter- en Sui2a.l La investigación fue concebida y dirigida
cambio coinunicativo. "Conquistar" los centros académicos pormi, realizada con el apoyo d e Nadia Baghdadi (estudian-
más tiene una función simbólica: desmitificar estos espacios te de doctorado) y l a cooperación de 57 mujeres uiiiversitarias
como lugares inaccesibles, caracterizándolos así como espacios de de América Latina, Europa del sureste y el Medio Oriente, quie-
nes participaron en los talleres minga que serán presentados
trabaja conjunto, y desmontar la torre de marfil.
más adelante. La financiación de la investigación estuvo a cargo
del Fondo Nacional Suizo para la Investigación Científica, en el
marco del Programa Nacional de Investigación sobre la Integra-
,--
La metodología minga ,ión y la Exclusión Social (NFP 51).
El nuevo enfoque metodológico producido para ese proyec-
¿Cómo implementar de manera concreta los principios postu.
to fue bautizado con el nombre de ininga. con el fin de relevar
lados en el apartado anterior? A continuación presentamos la
los paralelos entre nuestros objetivos de construir conocimien-
metodología minga, cuyo objetivo era desarrollar u n nuevo enfo-
que metodológico que permitiera la implementación de los prin- -- de manera conjunta y recíproca, y la práctica ancestral
t.n - . de la
.
lisis crítico de los resultados de investigación. , que también intervinieron en el análisis de sus propias experien-
cias y de las otras compañeras. Cada una logró situar su propia
biografía profesional en un contexto comparativo, propagando el
conocimiento sobre su propio caniino y los caminos seguidos por
Talleres de trabajo para producir conocimiento sobre las otras, y expandiendo así su capital cultural.
barreras y recursos Los talleres también permitieron reforzar el capital social de
todas las participantes, pues el intercambio de trabajo logró
El primer paso consiste en realizar talleres de trabajo en peque-
ños grupos de cinco a seis mujeres con el objeto de oroducir cono-
- . - .---
, que tanto mujeres activas en medios académicos como en otros
ámbitos de la sociedad se acercaran y- conocieran mejor. Para
cimienta sobre las barreras que ellas encuentran,; los recursos 1 romper barreras espaciales, los talleres minga se realizaron.
con los que cuentan, para lograr su integración profesional en tanto en los salones de seminario del departamento de Geogra-
Suiza. Los talleres duraron un día y su organización estuvo a fia Humana de la Universidad de Berna como en los salones de
cargo de Yvonne Riaño y Nadia Baghdadi, junto con una repre-
sentante del grupo de mujeres inigrantes (Cristina Gutzwiler) v
l reunión de las organizaciones de mujeres rnigrantes (cfd, Mi-
-
1 grantinnenraurn Aargau y CEDAP). En total se desarrollaron diez
otra de la organización cfd (Alicia Gainboa). Los talleres fueron talleres, e n los que participaron un total de 57 mujeres. y se lle-
precedidos por un intercambio entre el grupo de las cinco a seis
. . ---
-.
participantes respecto a las metas de investigación, la definición
~ varon a cabo en las ciudades de Berna, Aargau y Zurich.
I
de conceptos clave y la perspectiva de análisis. De esta mane-
a se logró un acuerdo sobre las metas que se podían alcanzar 1 Profundización de la reflexión en conversaciones
estos talleres, la definición del concepto de "integración" y individuales
.'AL Perspectiva de análisis. la cual se acordó que debería incluir
t¿Into factores de tipo individual como de la sociedad en general
El objetivo del segundo paso era profundizar en el análisis de
Y Sus iilstituciones. las biografías individuales y. a la vez, abordar temas delicados
que no habían sido pertinentes para la discusión en grupo. be
esta manera, las iniciadoras de la investigación W n n e Riao0 Prjrnera versión de síntesis y análisis de los resultados.Desde
y Nadia Baghdadi) realizaron reuniones en pares con cada uQa
el punto de vista organizativo, cada una de las participantes
recibido con algunos días de antelación el resumen de
de las participantes. Al inicio del encuentro se presentaron los
la presentación para que tuvieran tiempo de preparar sus co-
temas que a ambas les interesaba profundizar. Estos tópicos no
mentario~.Las mujeres se organizaron después de la presen-
sólo eubrÍaii la biografía profesional sino también la biografía
tación en subgrupos de cuatro personas para hacer el trabajo
individual, desde la infancia hasta el momento de la migración
de análisis critico. Los resultados generaron intenso debate entre
a Suiza. A continuacióii, las iniciadoras de la investigación toma-
los subgrupos de trabajo. Después una representante de cada
ron el m1 de formular las preguntas v la otra persona procedió a
subgrupo presentó los resultados del análisis al pleno de las
reflexionar y a realizar su recuento. Al final del intercambio la,
La principal critica se concentró en las tipolo-
dos partes realizaron un balance analítico de los temas tratados.
gias propuestas por las iniciadoras de la investigación respecto
Los frutos que se lograron eii esta segunda fase fueron expan.
al tipo de situaciones de integración al mercado de trabajo por
dir el capital cultural de las dos participantes (expaiisión de su
no ser suficientemente diferenciadas. Luego de u n fructífero de-
conocimiento y con~prensiónde s u s procesos de migración e
bate, las iniciadoras de la investigación procedieron a adaptar y
integración profesional) y reforzar su capital social (este tipo
diferenciar los resultados obtenidos y las tipologías propuestas.
de intercambio permite un mejor acercamiento y conocimiento de
1 ¿Cómo concluyó el taller? Al final una orientadora profesional,
las dos partes).
contactada por las organizadoras del proywto, presentó las di-
ferentes redes institucionales de apoyo para el acceso al inerca-
acordó que las iniciadoras de la investigación (Yvonne Riaño y ( proyecto aquí descrito.
Nadia Baghdadi) estarían a cargo de este proceso. y que a con-
Para los empleadores suizos e s muy importante saber que
sus futuras empleadas tengan experiencia suiza y. por tanto, el
tinuación harían una presentación formal al conjunto de par-
ticipantes en las que sintetizarían los resultados principales
1 objetivo de esta certificación era apoyar a las mujeres en este
requerimiento. Además de este documento, cada mujer recibió
del trabajo y presentarían sus primeras interpretaciories. Con
este fin se realizaron dos talleres tipo sintesis. de mediodía de l una carpeta con los resultados del primer taller (en forma de
auración, uno en la ciudad de Berna (en las instalaciones del
- -. cuadro resumen), la trascripción de su biografía personal, las
cfd, con 25 participantes) j7otro en Zurich (en las instalacio- fotos d e los talleres, las direcciones de l a s participantes y
nes del cao'w, con 30 participantes), en los que se presentó una
1 las direcciones de las instituciones que apoyan el acceso al mer-
cado suizo.
Publicacisn destinada ~ o n a s incluyendo
, responsables de la política de integración de
a los responsables de la politica de integracibn cantones, i-esponsables de organizaciones de migrantes,
organizaciones no gubernamentales de apoyo a los inigrantes, re-
s los medios de comunicación masiva. académicos
p ~ s e n t a n t e de
El paso siguiente consistió en la elaboración de una p ~ b l i c ~ ~ i 6 ~ y las mujeres que participaron en los talleres minga.
tipo librillo destinado a los respoiisables de la politica de integra. La publicación tuvo una gran acogida en los mass media, pues
ción con los resultados principales de la investigación, según lo, el periOdico Des Bund, uno de los principales de la ciudad de
acuerdos del taller final y una serie de recomendaciones perti. Berna, sacó una pagina entera sobre los resultados de esta inves-
nentes. Esta edición fue presentada oficialmente en la Universi. tigación. A continuación miembros del Partido Verde de Suiza
dad de Berna, en un acto al que asistieron alrededor de 100 pep. lanzaron una petición al consejo de la ciudad de Berna, solicitan-
do accianes para mejorar la situación de las mujeres migrantes.
Como resultado, la Oficina Federal por la Igualdad de las Muje-
'
res y los Hombres otorgó financiacI6n a la organización cfd para
que realizara un proyecto que apoyara la integración de mujeres
migrantes al mercado laboral suizo. Este proyecto se está desa-
rrollan actualmente en cooperación con la Universidad de Ber-
na. a, través de Yvonne Riaño.
Las posibilidades
y retos de la metodología minga
Como se vio en la sección anterior, los frutos que se logran con
la metodología minga son numerosos: profundizacibn del conoci-
1 miento científico gracias a la conjunción del saber de tipo acadé-
mico y de la vida cotidiana, así como expansión del capital cultu-
ral y social de todas las participant,es en el proceso investigativo.
De esta manera, la metodologia rninga es un enfoque que permite
I
la doble meta de producir un tipo de conocimiento más profundo
Y cercano a Ias percepciones de Ias personas estudiadas respecto
Figura 1. Publicación para responsables de la politica de integración a los métodos tradicionales y tener un impacto social concreto en
basada en los talleres rninga2 las vidas de las participantes. ¿Cómo evaluaron las mujeres par-
ticipantes esta metodología? He aquí algunos pronunciamientos
' La traducción del titulo en alemán es: Las migrantes calificadas y siis posi- al final del último taller.3
bilidades de integración profesional e n Suiza. Resultados y recomendacio-
nes de u n estudio realizado en el marco del Programa Nacional de Investi- -
3
gaciiin sobre la Integración y la Exclusión Social NFP 51. Los nonlbres originales de las mujeres se conservan cn el anonimato.
Los talleres rninga fueron para mi una experiencia de esta última tiene necesariamente sus límites. Uno de
muy enriquecedora. Yo estoy convencida que el Izaúer los primeros retos con el que se enfrentaron las iniciadoras del
compartido mis experiencias de trabajo con otras m u - roye~tofueron las voces críticas que expresaron algunas de las
jeres el2 una situación similar a la mía me Iza ayzidado P
mucho a dejar atrás miedos y frustraciones. Por esa Participante~en los talleres respecto a los alcances de la metodo-
logía Por ejemplo, alguien inailifestó su desilusión, pues espera-
razón me siento más fuerte (Alejandra Amacher, admi- ba que los talleres se constituyeran en la base para la formación
nistradora de empresas, México). de un movimiento político que luchara por mejorar la situación de
A m i me gustó ntuclzo Ea experiencia de haber com- las mujeres inigrantes en Suiza.
partido con otras mujeres que también tienen expe- Otra de ellas expresó su descontento, ya que entre sus expec-
riencia de migración. Las mujeres se esforzaron por tativas figuraba que las responsables del proyecto le ofrecieran
contar sus biografías, reflexionar al respecto y además un puesto de trabajo en la universidad. La discusión sobre los
hacer recomendaciones prácticas para mejorar su inte- alcances sociales de las metodologías de tipo horizontal no es, sin
gración profesional. El clinza de trabajo era muy agra- embargo, un tema nuevo. Ya en décadas pasadas hubo intensos
dable. Además me alegré nzuclzo de volver a ver algu- debates respecto al alcance de los métodos que se entendían como
nas mujeres que hace algún tiempo no veía y de conocer "participativos" (Riaño, 1995), pues e n algunas visiones muy am-
a otras (Cemyle ~ z k i r a ntrabajadora
, social. Turquía). I
biciosas estos enfbques deberían tener u11 alcance político que
Los talleres tninga fz~eronmuy fructíferos para mi. condujera a la trasformación de las estructuras capitalistas
El análisis de ?nibiografía de trabajo me permitió eua- de explotación. &Cómopensar a l respecto? Nuestro punto de vis-
luar mejor mis prioridades profesionales. Mi confianza 1 ta es tener claro que el objetivo y alcance de una metodología
e n mi misma y mis actitudes personales cambiaron de como minga es iniciar un proceso de trasformación reflexiva que
manera m u y positiva. E n la práctica esto quiere decir conduzca al enriquecimiento individual y del grupo. Querer ir
que nze hice más activa en la búsqueda de contacto col2 1 más allá sería demasiado pretencioso y además pondría en duda
posibles emnpleadores. i E l resultado? He sido invitada la realización de este tipo de métodos, lo cual sería verdadera-
a entrevistas para trabajos que corresponden a mis ca- mente lastimoso. Por eso nos parece muy importante que desde
lificaciones. NO es eso ya u n éxito? La fuerza que se
nos trasmitió para sentirnos m á s fuertes y actuar
1 un primer momento todos los participantes tengan muy claro
cuál es el "contrato de utilidades" para que puedan decidir desde
d e esa m i s m a manera fue increíble (Juliana Gygax, 1 un inicio si tal proyecto puede satisfacer o no sus expectativas.
socióloga, Perú).
A pesar de sus numerosas posibilidades y de sus aspectos positi-
vos, cabe también relevar que la n~etodologíaminga es bastante El p r i n c i p i o d e la codeterminación: ¿cómo r e p a r t i r las
compleja y genera varios retos que se presentan a continuación. tareas?
7
6
-
El equipo de investigación está formado por diez integrantes, alumnos dc
El proyecto de investigación narrado c11 este apartado h e desarrollado en licei~ciaturay posgrado en Educación. y tambikn por profesores de Edu-
el programa de posgrado en Educación de la Universidad del Estado de Rjo cación Básica: Fernanda Méndes Goncalvez, Joana Loureiro Freire, Joao
de Janeiro. Brasil, coordinado por la doctora Rita Marisa Ribes Perei1.a. Marcclo Lai~zilloti.Ivaila de Sousa Soares. Nélia Mara Rezende Macedo,
con apoyo del CNPq (Conselho Nacional dc Desenvo!viniento Científico Núbia de Oliveira Santos, Renata Lucía Raptista Flores, Regina María
Tecnológico) y de la FAPEM (Fundaqao de apoio a Pesquisa do Estado do Neiva Mesquita, Rita Marisa Ribcs Pereira (coordinadora) y Vania Lúcia
Rio de Janeiro). Monteiro de Souza.
la necesidad de delimitar un punto de partida, dada la ehxten.
sión y complejidad del tema. optamos por iniciar nuestro estudio
1 La amistad es una forma de experimentar la alteridsd y, des-
de hace mucho, se inserta en el campo de la construcción y sig-
buscando conocer los usos que de la computadora con acceso a 1,
Internet hacen los niños: cómo la utilizan. dónde, con quién, a
1 llificacibn de los saberes. No por casualidad h r m a parte de la
contenidos acceden, porqué la usan, qué crean y comunican con est r u d r a etimológica de la palabra filocofia, y era tratada por
~ ~ t ó t ~como l e suna virtud, superior a la riqueza y el poder.
esos usos.' a s para que nuestro abordaje no corriera el riesgo
~ i ~ n t r tanto,
I
A lo largo del levantamiento percibimos que la presencia del de dirigirse por una perspectiva romantizada de la amistad, to-
aparato técnico -ia computadora con conexión- durante la,
mamos del mismo filósofo griego una ponderación que aclara que
entrevistas afectaba de manera significativa la calidad de in.
terloeuei6n que se establecía entre investigador y niños. La Po-
1 le puede tener muchas facetac. De entre ellas, Aristóte-
les distinguía la amistad deleitosa, cuya base es el simple placer
sibilidad de los niños de acceder y mostrar concretamente la,
de la mrnpafiia; la aiilistad Útil, cuyos fundamentos se encontra-
situaciones a l a s que se referian ampliaba las posibilidades de
ban en la política, y la amistad honesta, que se funda en la ética
comunicación y las formas de comprensión de situaciones que, por ella desarrollada.
e n la ausencia de computadora 1 Internet, quedaban restrin- abordaje inicial del tema de la amistad condujo a estudios
gidas al mero campo del discurso. Esto nos indicó que seria im- iofes de filósof'os como Espinosa, Hanna Arendt y Michel
portante incorporar las tecnologías y su uso efectivo por parte
roucault que, actualizando el conisepto y atribuyéndoles nuevos
de los niños como constitutiva e n las estrategias metodoló-
sentidos, dieron a conocer su extensión. que va desde la idea de
gicas de nuestra comunidad de estudio. La pregunta que sur- comunidad (el bien común) hasta la de "cuidado de sí", funda-
gía entonces era cómo definir el campo en que la investigación mentada en una ética del individuo. Por la brevedad de la ar-
> .
empírica seria realizada, pues encontrar u n grupo de nifios u
Consideraciones sobre
la traducción en la investigación
horizontal
Ma. del Carmen de la Peza Casares
'
material, sino "un fenómeno del mundo exterior. Tanto el signo
de hablantes.
mismo como todos sus efectos [. ..] ocurren en la experiencia es- EI s~ihi-ayadoes iiiio.
La condición a la vez material e inmaterial del signo.* contemporáneas coinciden e n afirmar el carácter polisémico
de los signos, la condición a l a vez social e individual del len-
Una gramática que simultáneamente se despliega en el guaje, la multiplicidad y heterogeneidad de l a s lenguas y, por
tiempo y organiza nuestra experiencia de tiempo. 1 tanto, 10s inodos diversos en que las distintas lenguas consti-
1
ca y horizontal, ofrece la posibilidad de producir un acto reflexivo comunicación y comprensión." 2.
JT critico sobre la tarea misma del investigador, la violencia O
Existe una diferencia en el acto de trnduccibn cuando la co- 3
que produce sobre el objeto en el proceso de conocimiento. Permi- aunicación es cara a cara o mediada por documentos y diferida rD
<n
te pensar el conocimiento de la realidad social no como realidad
objetiva sino como un proceso siinbólico de coiistrucción social de
sentido. En esta perspectiva, la realidad social es siempre *ea.
1 en el espacio y en el tiempo. Cuando un sujeto está frente a otro,
,i bien es posible acercarse a los sentidos del otro en sucesivas
aproximaciones, en el proceso mismo de interacción, requiere
8
CTrD
lidad pensada por alguien. El conocimiento de la realidad social 1 S7
una especial atención por parte del investigador. Es necesario r,
consiste en comprender el sentido que los sujetos sociales -en tener conciencia de las distancias culturales, de los sentidos dis-
2
P
este ejemplo los hip hoperos- le dan al mundo desde su propia tintos del mundo y de los matices que pueden tener a ú n las mis- 5
experiencia, desde los lugares distintos en que ellos la habitan, mas palabras. En el caso de la investigación que no cuenta con
o*
0.
mediante un proceso de con~unicación,de traducciones sucesivas la presencia de los sujetos, requiere de la reconstrucción de los =
o semiosis infinita. sentidos potenciales del texto de acuerdo coi1 las condiciones his-
La investigación dialógica y horizontal concibe a la indagación tóricas de su creación.
como un acto de traducción -no como un acto de descubrimien- Durante el proceso de traducción, se produce una extraposi- jZ071
t+, de comprensión de los sentidos que los sujetos investigados cidn en el espacio y el tiempo, y siempre se pierde algo de la
dan al mundo y a sus vidas. En este caso particular, el sentido lengua de partida a la lengua de destino, pero a cambio se crean
que los jiivenes raperos y hip hoperos le dan al mundo y a sus nuevos sentidos en la diferencia que se percibe en el acto de tras-
vidas desde los lugares de exclusión a los que la sociedad los ha lado de un habla a otra, de una lengua a otra, de una cultura a
confinado. m
otra. 3
El acto de traducción parte del supuesto de que los sujetos La comprensión es un acto de creación no sólo de descif'ra- S
2
construyen el sentido del mundo a partir de sus lenguajes y des- miento. Justamente, en la inadecuación de una lengua a otra, O
ln
de distintos lugares sociohistóricamente determinados. Enfoque de una cultura a otra, en esa diferencia de enfoques, es donde se ?
que no instaura al saber académico como el "saber verdadero" z
producen nuevos sentidas y se enriquecen ambas culturas (hip E
sino como uno de tantos modos de ver y construir la realidad. o
hopera y academica). EII términos de Bajtin: ' U n sentido descu- P
Un saber que busca acercarse a los sentidos del mundo, cons- 2
bre sus profundidades al encontrarse, al tocarse con otro sentido, O
truidos desde el lugar de los sujetos de estudio para su mejor un sentido ajeno: entre ellos se establece una suerte de diálogo 'sY.
c.r
comprensión. que supera el carácter cerrado y unilateral de estos sentidos, de 3
o
En la investigación horizontal, u n buen trabajo de traducción estas culturas" (Bajtín, 1982: 352).
?spefa el sentido del habla de partida -de los sujetos investige- 2
al trasladarla a l habla de destino -el lenguaje académico.
El habla acad6mica se tiene que trasformar para dejarse habitar
Por e1 habla de los siijetos estudiados -en este caso los jóvenes I Desde este punto dc vista enunciar u n a ponencia a ritiiio de lzip lzop 110 per-
mite trasladar el sentido de la cansibn al lenguaje académico.
Capítulo 8
una sociedad (Foucault. 20 10: 20-2 1). es el resultado de una operación compleja, en la que el sujeto
designado como autor lo proyecta. En otras palabras, los diseur- que comprender. Un ejemplo de esta visibilización son los dos
sos no se crean, se instauran. Por ello, la auto& es considerada ,iguientes fragmentos, en los que se evocan los discursos de
como "instauradora de discursividad". las culturas wiráritari y citadina-mestiza:
Lo que interesa en la metodología de Entre voces es crear una
condición de diálogo que permita instaurar discursos culturales Los wixáritari: "Nos gusta mucha ir u2 zoológico por-
de carácter político, que den evidencia del espacio común entre que vimos todos los animales ahí, de cerca. En la sie-
~ u l t u r a sy, las ~osibilidadesde encuentro y acuerdo entre elll. rra los vemos de lejos. Por eso nos gustó verlos acá"
- ----u,
LOS autores, en este sentido, como dice Roger Chartier (19941, {Pérez Daniel y Corona, 201 1: 28).
quedan dependientes y coaccionados por el discurso cultural que Los que viven en la ciudad: '3 al zoológico ms d a la
los atraviesa. Son sólo instauradores y no creadores de la rel.. impresión de encierro. Nos d a la impresión de que los
., ..
ción que se estudia.
--
animales se la pasan mal estando a h i Si está bonito
Así, cuando los wixáritari dicen "querenios que nuestros jó. porque les arreglan sus jau,las como su hábitat, pero
venes conozcan cómo es la ciudad, no sólo su lado bonito, sino en realidad nos deja esa impresión.De seguro es mejor
también lo difícil. porque no sabenios qué les tocará vivir a ellos ver a los animales al aire libre"(Pérez Daniel y Corona,
si migran" (Pérez Daniel y Corona, 2011: 2). están instaurando 2011: 32).
una condición de diálogo, en la que ellos asumen una postura
evaluativa ante el otro, dispuestos a reconocer pms y contras. Para producir estos textos sobre el encuentro no basta sólo con
Esta postura no es propia del que habla sino del discurso que lo reunir a los grupos de autores para que escriban. También es
atraviesa. Eso es lo que se imprime en la autorla. necesario asegurar ciertas condiciones para el encuentro. La me-
Entre voces es. entonces, una propuesta nietodológica para la -
toddotzía de autoría del proyecto editorial Entre-Voces .propone
autoría. Dicha autoria se construye a partir de dos gnipos que los siguientes elementos como distintivos para conseguir el pro-
dialogan a propósito de su encuentro. Se trata. pues. de una-- n-.i--] -
-- ducto textual antes descrito:
toria grupa1 que, en diálogo con otro grupo de autores de otro
referente cultural, reflexionan en común cobre temáticas de mu- Es indispensable buscar el encuentro cara a cara. No es
tuo interés evocadas por la presencia del otro. En estos textos se posible simularlo, ni hacerlo virtual, sino real en to-
hacen visibles las dos posturas y los encuentros y desencuentros dos los sentidos. Sólo así se detonan los discursos viilcu-
entre ambas, evidenciando no sólo el proceso de diálogo sino lados al otro.
--
los sentidos negociables y los innegociables para cada uno.
- -
6 1 resultado es un texto polifónico y simétrico, en cuanto a que Se debe clarificar el origen del texto, es decir, evidenciar
mbos grupos de autores participan en el proceso con la misma quién fue el que lo propuso, para qué lo hizo y por qué
.. - a c e ~ t a r o nparticipar todos los ii~volucrados.Esto
. pro-
inmon, logrando expresar posicionamientos distintos, desde ei -
[arco de referencia desde donde se posicionan. No hay un saber mueve romper con el dominio que, por lo general, tiene el
ií:" i ~ EI . sentido del texto esta en la visibilización de dos vnrm proponente sobre los demás. Proponente y participante,
-- ---- al final, se involucraráil en el trabajo desempeñando la
dj stintas que se posicionan frente al otro sin tratar de definirlo.
01
no intentando esclarecer su propia visión sobre una teniática misina función, es decir, siendo autores.
:hterés común. Este tipo de autoría fomenta un proceso de re- Los sujetos que se han de mostrar en el texto tienen que
x i ó n critica, en el que no hay verdad que develar sino posturas participar con la misma función en el proceso de autoriñ.
U n a forma de hacerlo es lograr quecada uno exponga, Estas condiciones del proceso de autoría constituyen los criterios
en igualdad de circunstancias. su perspectiva sobre si y de rigurosidad del método. Aún sin ellas se produce el encuentro o
sobre la realidad que desea proponer. un texta interdiscursivo, sin embargo, con ellas se puede garanti-
zar su producción, sobre todo en el estudio de diálogos entre cultu-
Ls traducción y la compilación no pueden estar al mismo rales históricamente asimétricos. como los existentes en México.
nivel que la producción. Por tanto, no son comparables, I
Para garantizar la simetria de los autoi-es, deben parti.
cipar con la iiiisma clase de acciones, e n especial, con la
producción.
1 Entre voces como metodología
se trasforma: ambos son parte del diálogo que se estudia y, por l La propia necesidad de diálogo sirve para justificar una
tanto. objeto y sujeto de estudio. En ese sentido, este método intervención que detone el intercambio.
contempla una serie de supuestos sobre cómo manejar las situa-
ciones que suelen ser conflictivas en otras metodologias sobre el
estudio del "otro". Dichos supuestos son los siguientes: Acerca de qué tipo de relaciones se producen en el encuentro
1
Acerca de la participación del investigador
1 Aceptar el diálogo no implica, en auton~ático,la creación
de una relación simétrica.
El tipo de relaciones que se establecen en el diálogo de-
El investigador no puede ser observador, ni pretender la a los participan-
I
- - .
nenden de los discursos que atraviesan
objetividad, porque en la distancia no es posible enten- I tes, no de las condiciones de igualdad.
1
der la relación entre cultuyas. Sólo siendo parte del dia-
logo y. por tanto, de la autoria. puede asir los discursos l Las relaciones simttricas. al igual que las complementa-
l
dei encuentro. l
rias, están enmarcadas en sistemas de fuiicionamiento.
Es imposible que funcionen siempre en la simetría. Si no
I se logra la simetria no es u n fracaso. Dejar de estudiar
La relación de la cultura a la que pertenece el investi-
gador con otras culturas es la que se vuelve objeto de l las relaciones que se dan. sean las que sean, si.
estudio. Sin el referente que tiene éste sobre su propia Se debe esplicitar por qué se dio tal relación y no otra.
cultura, es imposible, de nuevo, asir los elementos dis-
cursivos sohre el encuentro. Por ello es indispensable
que él participe.
Acerca de la naturaleza del texto o los textos que se
producen
El investigador debe intervenir con el compromiso real
de entrar en diálogo, es decir, de exponerse y reflexionar 1 Todos los textos se producen en el marco de la interac-
sobre su propia posición frente al otro. Si éste participa ción misma. En este sentido, ningún participante tiene
con el compromiso de ayudar al otro o de salvarlo. en la ventaja de la posterior reelaboración.
- Laun produccihn no termina en una denuncia en
siempre u
empoderamiento, es decir, sólo hace visible la rela. Mucho menos, implica que sean armoniosas. La que po-
ción. Nunca alecciona sobre cómo debe de ser dicha re- sibilita este método es crear las condiciones para estudiar cómo
lación. 1 ,S que se comportarían los que dialogan si se dieran las condicio-
para hablar con el otro en igualdad de circunstaiicias. Ins-
taurar esto en el encuentro concreto sólo dispara discursos que.
Acerca de los discursos que se visibilizan
1
1 de otro modo, no son visibles. Entre uoces no ensefia. por si mis-
I
ma, cómo dialogar de manera correcta o cómo llegar a acuerdos.
I Empero. analizando la naturaleza de los discursos provocados
* El resultado no habla de los sujetos sino de la relación de 1
por este método, podemos ir avanzando en la construcción del
las culturas. I
l
l
diálogo.
Lo que se debe hacer es evidenciar la naturaleza djscur- Tampoco pretende ser la vía para que el investigador se re-
siva de esa relación. lacione de manera simétrica con los "otros", ni el recurso para
El producto no es la visibilización de los sujetos sino de la I
llegar a acuerdos sobre qué pensar o decir sobre la realidad. Su
l rihietivo
- -, sólo es entender la naturaleza de las relaciones entre
relación y su naturaleza sociohistórica.
1 culturas en un contexto determinado, poniendo en juego su pro-
pia visión cultural. La igualdad como condición del diálogo, la
que se maneja incluso entre investigador y sujetos participantes,
Conclusiones
J z
11 Sobre la base de las discusiones anteriores, cabe destacar que el
estudio de la "población indígena" del Perú, y de la América La-
Bibliografía
1 'D
tina en general, debe concentrarse en el análisis de constelacio.
m nes históricas concretas, sin duda caracterizadas por relaciones
Q asimétricas de poder, en las que diferentes actores luchan por
E
w imponer su visión del mundo y de la sociedad, y posicionarse en
el contexto de relaciones sociales concretas. En este contexto, g
particularmente con respecto a periodos históricos de los que dis- Ackermann, Tiin y Torsten Bewernitz (2009). "Gewerkschaftliche O p a n s i s i e -
1 r u n g in der Maquiladora-lndustrie Nordmexiko", en Twider, Elisabeth;
l ponemos sólo de pocas fuentes de origen subalterno, el ejercicio H a n n s Wienold y Torsten Bewernitz (eds.), D o l l a ~ e und
s Trüume. ,W$-
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mentación oficial (del Estado o de las élites sociales). Como han Hauptversammlung: Kampagne fiir Saubere Kleidung kritisiert anhal-
demostrado los ejemplos discutidos de los siglos xvrri y xix, lo tende Arbeitsr&h€sverletzungen und Huilgerlohne" (DE, junio de 2011:
l http://www.ad-hoc-news.de/kontrollen-verkoinn~en-zu-alibi-i~~as~
I "indio 1 indígena" fue nada más una categoría de (auto) identifi- nahnlen--/de/News/22134593).
l 4aJ cación de los actores subalternos estudiados. reemplazado según Alabarces, Pablo y Valeria Afión (2008). "iPopular(es) o subalterno(s)? De l a
u
<G el contexto por otras categorías étnicas ("mestizo", por ejemplo) retórica a la pregunta por el poder", e n Alabarces, Pablo y María G.
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.-NO
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l
Christian Büschges
1
Metropolitana (LJAW) -Xochimilco y en la Universidad Autóno- 1 versidad de Guadalajara (México). Su línea de investigación es
4 ma de Baja California, en México; en la Universidad de Florida, l a comunicación y la educación intercultural. En particular ha
?! en Gainesville (Estados Unidos), y en la Universidad de Biele- desarrollado trabajos de aplicacióii y esclarecimiento de la me-
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3 feld (Alemania). Actualmente es profesora de la Universidad de todología Entre voces, una propuesta centrada e n el diálogo ho-
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Guadalajara (México). Realiza investigación en los campos de rizontal para el estudio de la comunicaci6n entrecultural y para
-O la comunicación escrita, la fotografía en distintos grupos socia- la autoría grupal. Su más reciente libro: Los wisáritari viajan a
E les y la educación intercultural. Algunos de sus libros: Miradas la ciudad (2011).
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entrevistas: aproximación a la cultura, comunicación y fotogra-
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fía huichola (2002); Querido novio. Cartas, escritura y contextos
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culturales (2007); Entre voces.. .Fragmentos de educación entre- Carmen de la Peza
P cultural (2007), y Postales de la diferencia. La ciudad vista por
fotógrafos wixáritari (2011). Doctora en Filosofía de la Universidad de Loughborough (Ingla-
terra), en el área de Comunicación. A partir de la crítica a los es-
tudios de recepción y opinión pública ha desarrollado investiga-
Olaf Kaltmeier ci6n sobre los procesos sociales de significación. En la actualidad
trabaja sobre la lengua en México. metodologías de investigación
Profesor en Historia transnacional de las Américas y director del I cualitativas y análisis del discurso, Es profesora del posgrado en
Centro de Estudios Interamericanos en la Universidad de Biele- Comunicación y Política, y de la licenciatura en Comunicación
feld (Alemania). Enseñó en las universidades de Bielefeld (Ale- Social de la UAM-Xochimilco.Ha sido coordinadora de la licen-
mania), Andina Siinón Bolívar (Ecuador), de Guadalajara (Mkxi- ciatura en Comunicación; jefa del departamento de Educación y
co), y Católica de Temuco (Chile). Sus eilfoques de investigación Comunicación, y coordinadora del doctorado en Ciencias Socia-
abarcan etnicidad, movimientos s3ciales y antropología social, les de la UAM. Entre sus publicaciones más importantes se puede
estudios culturales y poscoloniales, y la historia transnacional mencionar el libro: Canciones metnorias e identidades. El bolero
de las Américas. Entre sus últimas publicaciones destacan: Se- y la educación sentinzental en México (2001).
lling EthniCit~~: Urban Cultural Politics in the Americas (2011);
ATeoliberalismus - Autonomie - Widerstand (con J e n s Kastner Y
Elisabeth Tuider. 2004); Etnicidad y poder en los paises undinos Mailisa Carla Pinto Passos
(con Christian Büschges y Guillermo Bustos, 2007). y Jataris-
hun. Testimonios de la lucha indígena de Saquisilí (2008). Doctora en Educación por la Pontificia Universidad Católica de
Río de Janeiro. Profesora de la Universidad del Estado de Río
de daneiro (Brasil), en la facultad de Educación. Es investigado-
Rebeca Pérez-Daniel ra del Laboratorio de Educaci8n e Imagen de la misma institu-
cien. Coordina el grupo de investigación "Culturas e identidades
Profesora de tiempo completo de la Universidad Autónoma de de lo cotidiano" y realiza investigación en torno al arte de hacer:
Chiapas @!léxico), adscrita a la facultad de Ciencias Sociales, diálogos y alianzas de la afrodiáspora e n las redes educativas.
donde es coordinadora del Centro de Apoyo Psicopedagógico. Con Rita Marisa - oordinó el libro: Iden tidad@,Diversi da-
Doctora en Educación y maestra en Comunicación por la Uni- de: prácticas c u l t ~ urb u
CIIZ pesquisa (2009).
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Yvoiine Riaño
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leras de poner en práctica estas refkxiaies.
Ums. La premte publicaOdn busca c o n ~ u i$::@
iar esta carencia &siendo pautas a mnsjdmr CW
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