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el ser humano ha venido decayendo de tal manera que, durante la Edad
Media se produjo una concepción excesiva en lo divino a tal grado de
terminar olvidando en cierto modo lo humano1. Esta fue entonces la
característica por la cual Maritain se dignó escribir la obra.
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modus vivendi. Es decir, “proponer un humanismo integral, significa sugerir
una nueva forma de vida”6, esto es, entiende por humanismo como un estilo
de vida que ensalza los valores que, a lo largo de la historia han ido
poniendo de relieve y, con respecto a integral, no se refiere a un cúmulo de
elementos heterogéneos, sino vertebración cultural sobre el concepto de
personas, centro, más allá del individuo y de la colectividad.
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humano obrara conforme a los mandatos de Dios, sin embargo, se
mantuvieron estáticos en ese ideal, ahora bien, Maritain considera eso como
una manera de concienciar al hombre, no obstante, era prudente regular sus
fundamentos y no solo quedarse en un mero teocentrismo.
8 Cfr., ibidem., p. 11
9 Idem.
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aunque en la época se respiraba una establecimiento de leyes y actitudes
humanas, éstas se inclinaron más hacia lo dogmático, y por tanto, sucedía
todo un marguen de heroísmo ingenuo donde lo único que permanecía era el
mundo divino por encima del humano.
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En última instancia, el humanismo que propone Maritain, contiene
características muy propias que surgen a partir de la necesidad de hacer un
complemento, es decir, unir los valores absolutos de la Edad Media y los
avances de la modernidad, para que sea un humanismo completo, integral,
no sin dejar en claro que también es parte principal del momento. Es
importante considerar “la aceptación al pluralismo; la importancia esencial de
la acción de los laicos en la transformación cristiana de la sociedad; la
distinción entre valores cristianos comunes y posturas personales que serán
necesariamente distintas y la autonomía relativa de lo temporal; etc.”12. Todo
esto para construir el humanismo integral de Jacques Maritain.
12 Ibidem., p. 13
13 LEVINAS Emmanuel, Totalidad e Infinito. Ensayo sobre la exterioridad, SÍGUEME,
Salamanca, 19872, p. 38
14 MARITAIN Jacques, op. cit., p. 13
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Por lo tanto, continua Maritain, “si una nueva cristiandad15 surge en la
historia, será obra de una tal santidad16”17.
15 N.B., Es necesario hacer la distinción entre cristianismo y cristiandad para no creer que es
lo mismo, el primero refiere a una doctrina religiosa; el segundo, por el contrario, especifica
en que se incultura esa religiosidad, siendo el referente por excelencia la Cristiandad
medieval. Por eso lo que Maritain propone es una nueva inculturación, en un contexto
histórico diferente del mensaje cristiano. Por eso lo que rechaza es una cristiandad ya
caduca, la medieval, y no un cristianismo (Cfr., SECLÉS Juan Fernando, Propuestas
antropológicas del siglo XX-I, “La Antropología de Jacques Maritain”, EUNSA, España, 2006,
p. 128)
16 N.B., En relación al término santidad, Maritain lo refiere como el estado de liberación
propiamente divino, puesto que la vida misma de Dios vive entonces en el hombre. Dicho de
otro modo, aquel hombre virtuoso que actúa con amor hacia el prójimo (Cfr., Maritain
Jacques, Humanismo Integral. Problemas espirituales y temporales de una nueva
Cristiandad, EDICIONES PALABRA, Madrid, 1999, pp.174-175)
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SECLÉS Juan Fernando, op.cit. pp. 128-129
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2.2.1 Humanismo Integral
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herramienta de Maritain para salvaguardar la humanidad y realizar un cambio
radical en este nuevo paradigma que se instala en la ilusión y el engaño.
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la modernidad y el renacimiento y del mismo modo, hace la exhortación de
repensar el concepto y ver la necesidad de utilizarlo como medio para que el
hombre alcance el fin, es decir, la felicidad24.
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La libertad, por lo tanto, es parte fundamental en el ser humano, ésta
va en comunión con el amor, es decir, el hombre libre actúa de tal modo que
no denigre al otro, ni mucho menos desprecie su individualidad, puesto que
ambos comparten la misma esencia y entonces, tienden al mismo fin.
Otro punto clave del humanismo integral es la voluntad, ésta parte del
querer, un querer donde todo tiende al bien, pero en concreto, al bien puro 29.
El autor considera que “la voluntad siempre tiende a un fin, y que este fin es
absoluto, por eso dirá que toda voluntad, aún la más perversa, desea a Dios
sin saberlo”30. Incluso lo inicia desde los actos más pequeños que en algunos
casos son inconscientes, hasta los más grandes sacrificios que son a
sabiendas de lo que viene, buenas en sí misma.
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tomará como elemento que ayudará a tener esa conexión con Dios, y
entonces, permitirá que el hombre actúe de tal manera que busque un bien
común.
“El hombre está llamado a algo mejor que una vida puramente
humana”34, algo que, dentro de su misma naturaleza compuesta, permite
trascender, por medio del espíritu, hacia una contemplación más perfecta y
pura que la humanidad misma. Todo esto por medio de una felicidad que por
voluntad busca y desea sin condición.
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“Para ello, es necesario que el hombre desarrolle las virtualidades en
él contenidas, sus fuerzas creadoras y la vida de la razón, y trabaje para
convertir las fuerzas del mundo físico en instrumento de su libertad” 35. Esto
implica naturalmente la concepción de persona que refiere el filósofo,
manteniendo el carácter existencial, es decir, la “subjetividad, el mundo
complejo de la libertad, la creatividad y la cultura”36.
35 Ibidem., p. 27
36 SECLÉS Juan Fernando, op. cit., pp.111-112
37 Idem.
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son meramente una forma de explicar la naturaleza de la existencia de los
caracteres espirituales que posee de suyo38.
38 N. B., cuando se menciona sobre los términos de carácter espirituales, estos refieren a los
siguientes: inteligencia, voluntad, conocimiento y amor; ahora bien, cuando se menciona los
de tinte cronológico, son: carne, huesos, útero y sepulcro.
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2.3.1. La libertad como elemento necesario del humanismo integral
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2.3.2. Jacques Maritain y sus inicios con el concepto de libertad
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Como primera parte de la libertad, Maritain atiende a la concepción de
un bien total, donde agrega la capacidad de elegir que ya se nos es dada por
naturaleza, por el hecho de ser personas. Hay que tener en cuenta que está
concepción es de tinte cristiano, el cual hace que el filósofo se incline hacia
el absoluto.
La segunda se basa en una comprensión de la libertad como libertad
de autonomía, pero encarnada en el fin supremo del Estado,
entendido como un Leviatán que esclaviza a los hombres entregados
a él. Se produce así una búsqueda de los fines temporales y el olvido
de los intemporales46.
46 Idem.
47 Cfr., WASHBUM Calvo Jimmy, “PERSONA Y SOCIEDAD SEGUN JACQUES MARITAIN”,
Rev. Filosofía .Univ. Costa Rica. XXVIII (67/68), 153-157, Costa Rica, 1990, p. 153,
recuperado el 30 de octubre de 2019, disponible en
http://www.inif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista%20de%20Filosof%C3%ADa%20UCR/Vol.%2
0XXVIII/No.%2067-68/Persona%20y%20sociedad%20segun%20Jacques%20Maritain.pdf
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Jacques Maritain, afirma que “el orden de la fe debe vivificar el orden
temporal como la gracia contempla y auxilia la libertad humana”48. Esto es,
considera que debe ser auxiliado por la fe, este valor absoluto que como
cristiano, ofrece al hombre moderno. No obstante, ejemplifica con la libertad,
como aquella que verdaderamente se sostiene por medio de la gracia divina.
48 Idem.
49 Ibidem., p. 155
50 Cfr., idem.
51 BRUGGER Walter, “Diccionario de Filosofía, Herder, Barcelona, 2000, p. 424
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la simple individualidad a la misma personalidad con capacidad de elegir y
acceder a otra dimensión en su totalidad52.
52 Cfr.,idem.
53 Cfr.,ibidem., p. 338
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Esos valores que permiten al hombre actuar de tal manera que no
agreda al otro; donde se vea inmerso en una sociedad que le atribuye
responsabilidad por el otro igual que él y por la sencilla razón de tener esa
naturaleza espiritual que le permite utilizar adecuadamente todas sus
facultades recibidas de su propia naturaleza.
Por último, hay que tener claro que Maritain considera a la libertad de
dos maneras, es decir, el hombre tiende a una libertad meramente relativa y
compatible con las condiciones de lo temporal y ubicado en la vida social.
Por otro lado, esa aspiración transnatural que el hombre tiene con respecto a
la libertad, esto es, una libertad simple y pura, no obstante, esa libertad
divina, que se podría traducir de esta manera, no le corresponde
enteramente al hombre, más bien, la trascendencia divina es quien obliga al
hombre a optar por esta libertad y, entonces, se le da la capacidad para
contemplar al absoluto, que, según Maritain, se realiza en Él54.
54N.B. Esto último es fruto de la reflexión del capítulo, es por ello que no hay referencia de
un autor concreto, más bien, es el resultado de toda la reflexión que mi autor ha desarrollado
y por ende, lo he tomado como consecuencia del trabajo.
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