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ESTUDIANTES:
SEMESTRE: VII
AÑO: 2019
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 1
1. NOCIÓN DEL CONTRATO.................................................................................... 2
A. LA EVOLUCIÓN DEL FUNDAMENTO DE LA OBLIGATORIEDAD DEL
CONTRATO .............................................................................................................. 3
B. DEFINICIÓN DEL CONTRATO EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO ................... 5
C. EL CONCEPTO DE CONTRATO EN LA DOCTRINA ........................................ 6
D. ALGUNAS CONCLUSIONES SOBRE LA NOCIÓN DEL CONTRATO .............. 6
2. EL CONTRATO Y LA LIBERTAD CONTRACTUAL ............................................... 7
3. ELEMENTOS ESENCIALES DEL CONTRATO ..................................................... 8
A. LOS SUJETOS COMO ELEMENTO ESENCIAL DEL CONTRATO ................... 8
CAPACIDAD PARA CONTRATAR ........................................................................ 9
B. LA DOCTRINA ADEMÁS DE LOS ELEMENTOS ESENCIALES, TAMBIÉN
DISTINGUE ENTRE LOS ELEMENTOS NATURALES Y ACCIDENTALES DEL
CONTRATO, CON LO CUAL LA RELACIÓN DE ELEMENTOS DEL CONTRATO
QUEDARÁ ESTRUCTURADA DE LA SIGUIENTE FORMA: .................................... 9
4. FORMA DE LOS CONTRATOS .......................................................................... 10
A. PRINCIPIO DE LIBERTAD DE FORMA ........................................................... 10
B. FORMALIDAD AD SOLEMNITATEM Y AD PROBATIONEM ........................... 11
5. IMPORTANCIA DEL INCUMPLIMIENTO Y BUENA FE CONTRACTUAL ........... 12
A. LA BUENA FE CONTRACTUAL ...................................................................... 12
B. GRAVEDAD DEL INCUMPLIMIENTO.............................................................. 14
C. LA RESOLUCIÓN CONTRACTUAL................................................................. 15
6. LA REFORMA DEL DERECHO FRANCÉS DE LOS CONTRATOS .................... 18
A. ADAPTACIÓN A LAS NUEVAS REALIDADES ECONÓMICAS ....................... 20
1. ORGANIZAR LA NEGOCIACIÓN CONTRACTUAL ..................................... 20
2. FAVORECER LA FLEXIBILIDAD CONTRACTUAL ...................................... 22
B. ADAPTACIÓN A NUEVAS REALIDADES SOCIALES ..................................... 24
1. PROTECCIÓN DE LA PARTE MÁS DÉBIL .................................................. 24
2. ADMISIÓN DE LA TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN ....................................... 26
7. EL HECHO JURÍDICO EN EL DERECHO CIVIL PERUANO ............................... 28
A. DEFINICIÓN DEL HECHO JURÍDICO ............................................................. 33
8. ACTO JURÍDICO ................................................................................................. 34
A. DEFINICIÓN .................................................................................................... 34
B. REQUISITOS DE VALIDEZ ............................................................................. 35
C. CARACTERÍSTICAS........................................................................................ 40
D. CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS JURÍDICOS............................................... 41
CONCLUSIONES ....................................................................................................... 43
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................................ 44
UNIVERSIDAD NACIONAL AMAZÓNICA DE MADRE DE DIOS
“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS.
INTRODUCCIÓN
Puesto que es necesario reconocer el valor e importancia que tiene esta institución en
el campo del Derecho, sobre todo en el campo del Derecho Civil. Precisamente su
esencia radica en lo patrimonial, de ahí su influencia no solo en el ámbito del Jurídico,
sino también en el Ámbito económico, Político y Social; como operadores del derecho
debemos conocer de qué trata el Contrato y como se aplica en las relaciones jurídicas
que se suscitan en nuestra sociedad. Dicho esto, hemos desarrollado todo acerca de
la Noción del Contrato.
Por otra parte desarrollaremos también el Hecho jurídico y el Acto jurídico, puesto que
conocer ello, ampliará nuestro conocimiento sobre el contrato, dado que se considera
al Acto jurídico como el género y el contrato como la especie, en tanto que los
requisitos de validez del Acto jurídico también se aplican por extensión a los contratos.
Por eso, creemos que para fijar el contenido del concepto de contrato es fundamental
partir desde su noción más esencial, esto es, como mecanismo creador de
obligaciones. Así, iniciaremos nuestro análisis entendiendo que el contrato es una
fuente de obligaciones y, por ello es relevante responder a la interrogante de por qué
éstos obligan. Estas respuestas han variado y dependido también de contextos
El artículo 1351 del Código Civil vigente define el contrato de la siguiente manera:
"El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular, modificar o
extinguir una relación jurídica patrimonial".
Código Civil portugués de 1966, el Código Civil holandés de 1972 y el Código Civil
brasileño de 2002, contienen definiciones de las relaciones jurídicas normadas por
ellos.
En virtud de todo ello el código civil define que el contrato, es el acuerdo de dos o
más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica de
carácter patrimonial, y que esta se forma con la perfecta coincidencia entre la
propuesta y la aceptación, que es lo que se denomina consentimiento, esto es
compartir el sentimiento común, de donde surge una voluntad común de
conformidad con el artículo 1351 del código civil.
El único límite que tiene la libertad contractual es la ley imperativa, tal como indica la
premisa del artículo 1353 “siempre que no sea contrario a norma legal de carácter
imperativo.
Según el artículo 1352 del Código Civil los contratos se perfeccionan por el
consentimiento de las partes, excepto aquellos que, además, deben observar la forma
señalada por la ley bajo sanción de nulidad.
Partiendo de esa premisa, es correcto afirmar que toda persona sea natural o
jurídica está facultada para poder contratar, o ser parte en un contrato civil. Si bien
es cierto, los requisitos de validez del acto jurídico serán aplicados por extensión
al contrato, al ser el acto jurídico el género y el contrato la especie. Por lo tanto uno
de los requisitos de validez del contrato lo será también la plena capacidad de
ejercicio, que importa el desenvolvimiento de la persona en todas sus facultades
para poder celebrar un contrato. De ahí que la capacidad para contratar forma
parte de los elementos esenciales del contrato, puesto que la ley también
establece que existen personas con capacidad de ejercicio restringida, en tanto
estas personas al estar limitadas no puedan celebrar plenamente los contratos
civiles (salvo aquellos que irrumpan directamente en su vida cotidiana, como la
compra de medicamentos, alimentos u otro). Por todo ello la capacidad para
contratar es un elemento que debe ser analizado al momento de determinar un
acto jurídico como contrato, pero ello no quita su característica esencial como
elemento del contrato.
Por medio de este principio las partes pueden decidir la forma que crean conveniente
para manifestar su voluntad. Ésta tiene que ser la más idónea para la concreción del
acto y dar a conocer exactamente su intimidad por medio de la manifestación de la
voluntad. Este principio de libertad de forma ha sido recogido por la Convención de
Viena de 1980 sobre los contratos de compraventa internacional de mercaderías y
también en los Principios Unidroit sobre los contratos comerciales internacionales.
Como indica Lohmann, que las partes pueden convenir una formalidad determinada
para la conclusión de cierto negocio. Ello obedece al principio de autonomía privada
que inspira la figura negocial, según el cual los negociantes son libres de establecer
los preceptos reguladores de sus intereses, intereses que bien pueden comprender el
de dotar a tales preceptos de las seguridades y garantías que proporcionan las
formalidades.
Asimismo, el citado autor señala que además de poder utilizar cualquier formalidad
que deseen cuando no exista formalidad legal previamente ordenada, las partes
interesadas pueden también indicar la función de tales formalidades en la vida
negocial. Es decir, señalar si la formalidad elegida es ad solemnitatem o ad
probationem. Pueden hacerlo de manera explícita o implícita.
Sobre el particular, Aníbal Torres Vásquez manifiesta que La solemnidad vale el acto
jurídico mismo; es un elemento constitutivo del acto y, por consiguiente, el único medio
probatorio de su existencia. La formalidad ad solemnitatem está dirigida a dotar de
eficacia constitutiva al negocio. En cambio, la forma probatoria (forma ad probationem)
no es requisito de validez del acto jurídico; se puede prescindir de ella sin que por eso
se vea afectada la validez y eficacia del acto. La forma impuesta por la ley sin
sancionar su inobservancia con la nulidad, sirve únicamente para facilitar la prueba de
la existencia y del contenido del acto; tiene una función procesal y no sustantiva, por
ser un medio probatorio y no un elemento necesario para la validez del acto. La
formalidad ad probationem es usada para probar la existencia de un acto de manera
En ese sentido, podemos recordar el aforismo: Verba volant, scripta manentl. Las
palabras desaparecen, los escritos permanecen.
A. LA BUENA FE CONTRACTUAL
Uno de los temas más fascinantes e interesantes de la Teoría General del Derecho
es sin lugar a dudas la interpretación jurídica considerada mayoritariamente como una
“atribución de significados a un documento legislativo por parte de un intérprete”.
IMPORTANTE
Clausulas generales-locuciones
Clausulas generales-disposiciones;
Clausulas generales-normas explicitas;
Clausulas generales-normas implícitas
El concepto de clausula general dependerá de la elección de una de las propuestas
mencionadas. Chiassoni, sin embargo, adopta una definición amplia:
La buena fe contractual debe aparecer en todas las etapas del contrato, lo que
significa que deberá operar como principio rector durante la vida contractual. Para
fines del estudio se pondrá atención en la buena fe en la fase de ejecución del
contrato, es decir, en la etapa donde las partes actúan dentro de una relación
(obligatoria) contractual.
IMPORTANTE
Por eso, la violación de los deberes de ejecución según la buena fe, es violación del
contrato, incumplimiento contractual, idóneo aunque solo para justificar, si resulta de
no poca importancia a la otra parte, la resolución del contrato por incumplimiento.
Dentro de este contexto, se debe considerar que en la ejecución del contrato y de la
relación obligatoria, la buena fe se especifica también como obligación de
salvaguardia. Aquí, la buena fe impone a cada una de las partes actuar de tal modo
que se preserven los intereses de la otra parte, independientemente de las
obligaciones contractuales específicas y del deber extracontractual del neminen
laedere. Este compromiso de solidaridad, que se proyecta más allá del contenido de
la obligación, y los deberes de respeto de la otra, encuentra su límite en el interés
propio del sujeto. El sujeto está obligado a salvar el interés del otro, pero no al punto
de sufrir un apreciable sacrificio, personal o económico. En efecto, ante la falta de una
particular tutela jurídica del interés del otro, No se justificaría la prevalencia del mismo
sobre el interés del propio sujeto. La buena fe, como obligación de salvaguardia,
puede entonces ser identificada como la obligación de cada una de las partes la
utilidad de la otra en los límites que esto no comporte un apreciable sacrificio a su
cargo.
Se puede decir que los sistemas jurídicos muestran una amplia variedad de enfoques
con respecto a los derechos de una parte que afirma que la otra parte ha incumplido
el contrato. Se puede plantear dos preguntas. La primera, ¿Cómo un tribunal
C. LA RESOLUCIÓN CONTRACTUAL
La resolución judicial en el derecho francés tiene dos premisas que justifican el rol de
las cortes como legitimación de la determinación de los contratos. Le principe de la
fonce obligatoive du contrat y la moralisme contractuel. “la corte actúa como un
árbitro, generando seguridad que el incumplimiento justifica un final al contrato. Así,
el “juez es descrito usualmente como el protector de la resolución contractual
(protectuer du lien contractuel). Sin embargo, en la actualidad se sostiene que el rol
de los tribunales sera reducido en el futuro en el futuro dando pase a una resolución
de modelo sustancial o de derecho. El avance a una resolución unilateral ha sido
posible gracias al proyecto de reforma del ministerio de justicia francés y al Avant-
IMPORTANTE
“En el derecho alemán, el punto de partida continua siendo el mismo que ha venido a
lo largo de todo el siglo XX; los contratantes pueden exigir El las e in specie. Según
el 241 1 BGB, que inicia el Libro II, El efecto de una obligación “es que el acreedor
puede exigir la prestación de su deudor”. La consecuencia es: cumplimiento
específico. Sin embargo, “la excepción más importante se encuentra en el 275 I BGB:
se excluye la pretensión al incumplimiento especifico cunado la prestación es
imposible”. “cuando se está ante una infracción contractual que obedece a causas
distintas de la imposibilidad, el acreedor tiene un derecho a la resolución, suponiendo
que se cumplan los requisitos establecidos en los 323 o 324 BGB, que en buena parte,
reflejan los que exigen los 281 y 282 BGB ( sobre los daños en lugar de la prestación).
negarse al cumplimiento en virtud del 275 II, III BGB. El resultado es que decae su
derecho a la contraprestación (326 I 1 BGB). Dicho de otra manera, el acreedor no
necesita recurrir a la resolución del contrato, porque queda automáticamente liberado
de cumplir con su obligación.
Así,” en los supuestos de imposibilidad, la exclusión ipso iure de la contraprestación
del otro contratante es el equivalente funcional al derecho de resolución. La reforma
del derecho de obligaciones en el BGB trajo modificaciones en materia de resolución
tales como la no dependencia de la culpa como un prerrequisito para pretender la
resolución del contrato, la armonía cintra otras disposiciones normativas en relación a
los remedios frente al incumplimiento, la posibilidad de combinar resolución y daños,
la centralidad del 323 BGB como la disposición de las condiciones de resolución y,
por último, los efectos de la resolución regulados en el 346 BGB.
La celebración del bicentenario del código civil francés, en 2004 en Francia y de todo
el mundo, fue una oportunidad para observar su éxito y su perennidad, pero también
para poner bajo la luz sus lagunas. En el Código Civil Francés, hay partes moderna y
partes antiguas, es decir, que datan desde 1804, El derecho de las personas y de la
familia fueron reformados durante la segunda mitad del siglo XX, con las leyes
adoptadas bajo la influencia del decano Jean Carbonnier, reformas que han permitido
una “quieta revolución de nuestro Derecho Civil contemporáneo”, Pero los textos
relativos al derecho de obligaciones no fueron reformados desde 1804.
Ahora bien la realidad económica y social ha cambiado desde el principio del siglo
XIX, Textos concebidos por la época de la diligencias, parea una sociedad
esencialmente rural como lo era Francia en 1804. No eran satisfactorias en nuestro
mundo de hoy: en la época de internet y de la mundialización.
La jurisprudencia ha tratado de adaptar los textos. Pero fue difícil porque los tribunales
en Francia deben respetar la ley. Hay una palabra famosa de Montesquieu que dice
“el juez es solo la boca que pronuncia las palabras de la ley” Significa que el juez no
tiene un poder sin límites para interpretar la ley. Así. El envejecimiento del derecho
francés de los contratos dañaba nuestro derecho a nivel internacional desde dos
puntos de vista.
IMPORTANTE
Actualmente, la realidad económica y social ha cambiado desde el principio del siglo
XIX. Textos concebidos por la época de la diligencias, para una sociedad
esencialmente rural como era Francia en 1804, no eran satisfactorias en nuestro
mundo de hoy, en la época del internet y de la mundialización.
Otro proyecto fue elaborado después, bajo la dirección de otro profesor de la Facultad
de Derecho de Paris, François Terre. Este proyecto trata también de todo el Derecho
de las obligaciones. La filosofía de este proyecto era diferente de la filosofía del
proyecto Catalá. François Terre quería acercar el derecho francés de los proyectos
europeos, esencialmente del proyecto Terre quería abandonar la noción de la causa.
Los rasgos caracterizados de este proyecto parecen dos. El proyecto permite una
adaptación del derecho francés de los contratos tanto a las nuevas realidades
económicas como las nuevas realidades sociales.
IMPORTANTE
Veinte especialistas del derecho de contratos elabora un proyecto de reforma del
derecho de las obligaciones, contratos, responsabilidad régimen general de las
obligaciones, cuya finalidad era realizar no una revolución del derecho de las
obligaciones francés sino su renovación, inspirada a las soluciones de la
jurisprudencia, pero conservando la estructura, estilo numeración del código civil.
El contrato, sobre todo en las relaciones mercantiles, puede estar limitado por
una reglamentación excesiva, qué conduce a las partes a no concluir una
relación contractual, Lo cual es un freno al desarrollo de la actividad económica.
El proyecto de reforma intenta llevar más allá la flexibilidad al contrato, cómo
pueden demostrarlo dos ejemplos.
El primer ejemplo es la cuestión de la determinación del precio en los contratos
marco del derecho de distribución
En el derecho de distribución, las relaciones contractuales son a menudo
organizadas por la conclusión de un contrato marco, qué fija el marco general
de los vínculos entre las partes, este contrato Marco es completado después
por contrato de aplicación. Por ejemplo, en las relaciones entre una compañía
petrolera y un vendedor de gasolina, un contrato Marco estipula que este
vendedor tiene que comprar exclusivamente el petróleo de la gasolina a un
precio fijado por cada venta. La ventaja de esta estipulación es de hacer variar
el precio de la gasolina cuando hay evoluciones del precio del petróleo. El
inconveniente es que El vendedor de la gasolina depende totalmente de la
voluntad unilateral de la compañía, Qué puede fijar el precio que quería, porque
El vendedor está vinculado a la compañía por una cláusula de exclusividad.
En ese sentido, la Había decidido en 1971 que en el contrato Marco es nulo si
no tiene precio determinado o determinable por elementos indispensables de
la voluntad de las partes. Esta solución fue criticada por qué afecta la
conclusión de los contratos que se ejecutaban durante Algunos años y también
acreedor resolver el contrato sin protección del deudor, Como por ejemplo lo
hace el derecho inglés. Por ello, la ordenanza adopta una solución de
compromiso influida por la jurisprudencia.
El artículo 1226 dice que el acreedor puede, por su cuenta y riesgo, resolver el
contrato por notificación. Previamente, tiene que constituir en Mora al deudor
para ejecutar la obligación en un plazo razonable. Si la falta de ejecución
persiste, el notifica al deudor que la resolución del contrato y las razones que
lo justifican. El deudor puede, en todo momento, acudir al juez para contestar
la resolución. El acreedor tiene que aprobar la gravedad de la falta de ejecución.
Este texto permite resolver el contrato después de la constitución en Mora. El
acreedor puede acordar un contrato con la otra parte, sin perder el tiempo. El
texto deja un plazo al deudor para la ejecución, para evitar que sea
inmediatamente privado del contrato. Es sólo después de la resolución que hay
una posibilidad de contestar esta resolución para el deudor.
Parece que hay una solución muy interesante en el código civil peruano,
Aunque sea un poco diferente. El artículo 1432 permite que el contrato se ha
resuelto de pleno derecho si la prestación resulta imposible por culpa del
deudor.
El texto de la ordenanza a propósito de la resolución unilateral del contrato en
caso falta de la ejecución da más flexibilidad a las relaciones contractuales.
Pero permiten también adaptar a nuestro derecho a nuestras realidades
sociales, como otros textos del proyecto.
El espíritu del código civil parece aun dominado por los principios filosóficos y
económicos de sus redactores de 1804, liberalismo económico y
conservadurismo social. No parecen adaptados a las realidades sociales de
hoy. Así, nuestro derecho no puede quedar cerrado a la necesidad de más
justicia social. Algunos autores han observado desde el siglo XIX que la libertad
y la igualdad que inspira la teoría general de los contratos eran teóricas. Cuando
hay diferencia de poder económico entre las partes, es el que tiene más poder
quién puede imponer el contrato que quiere a otro. Como lo decía la Lacordaire,
autor Francés del siglo XIX,” entre el fuerte y el débil, es la libertad que esclaviza
y la ley que libera”. Así se ha desarrollado el solidarismo contractual frente al
liberalismo, el solidarismo contractual, fundada por René demogue en el siglo
XIX, influye en las evoluciones de nuestro derecho en principio del Siglo XXI.
El contrato se impone a las partes el artículo 1134 que será el artículo 1103
señala .las convenciones legalmente celebradas tienen fuerza de ley para
quienes celebran. Los contratantes tienen qué ejecutar el contrato cómo
concluido. Es el principio de la fuerza obligatoria de los contratos que se inspira
en la teoría de la autonomía de. Este principio no tiene dificultades en un
período de estabilidad económica. De una manera concreta, se plantea la
pregunta siguiente: saber si el juez puede modificar el contrato en caso de que
un cambio de circunstancias económicas ha transformado el equilibrio de las
prestaciones, querido inicialmente por las partes.
No existe ningún artículo Que responda especialmente a esta pregunta en el
código civil de 1804. La corte de casación no permite al juez la revisión del
contrato. Bajo el fundamento jurídico de la seguridad de las relaciones jurídicas,
la corte de casación tiene temor que la revisión llamé a una nueva revisión. En
efecto, el contratante que ve que su deuda aumenta después de la revisión
puede demandar una nueva revisión en su provecho en los contratos en los
cuales es acreedor. Además, hemos visto que en la tradición francesa hay una
desconfianza para el jueves. La corte de casación no quiere que el juez
intervenga en el equilibrio del contrato. Es cosa de las partes, no del juez
.también el derecho francés considera tradicionalmente que el juez no tiene
competencias económicas para restablecer el equilibrio de las prestaciones.
Este rigor parece criticable cuando se multiplican los contratos de largo plazo y
las circunstancias económicas cada día más inestables. Es también criticable
por qué la mayoría de los países europeos y los países del Mundo permite mirar
jueves restablecer el equilibrio de un contrato transformado por las
circunstancias económicas. Para es inconveniente, las partes pueden estipular
una cláusula de negociación de hardship, frecuente en los contratos
mercantiles, está cláusula obliga a las partes a negociar de nuevo Las
En efecto, debemos hacer notar que una cosa es el hecho jurídico hipotético, es decir,
el hecho previsto hipotéticamente en la norma, y otra cosa es el hecho jurídico
concreto, el cual es el hecho (de la realidad) concreto aplicado en el hecho jurídico
hipotético de la norma jurídica. De la misma manera, una cosa es el efecto jurídico
hipotético y otra cosa es el efecto jurídico concreto. Tendremos un efecto jurídico
concreto cuando exista un efecto jurídico hipotético correspondiente al hecho jurídico
concreto.
Para nosotros, hay cinco conceptos diferentes cuando se estudia la norma jurídica
relacionada con la realidad. Un concepto, es el hecho concreto o el hecho que nace
de la realidad que puede ser jurídicamente valorado por el ordenamiento jurídico o por
el contrario prescinde de toda valoración. Otro concepto, es el hecho jurídico hipotético
que es el hecho previsto hipotéticamente o el hecho jurídico probable regulado en la
norma jurídica. Otro concepto, es el hecho jurídico concreto que es el hecho concreto
incorporado o subsumido en el hecho jurídico hipotético. Otro concepto es el efecto
jurídico hipotético que es aplicable al hecho jurídico hipotético y también está regulado
en la norma jurídica. Y el último concepto, es el efecto jurídico concreto que es el
resultado de la aplicación del efecto jurídico hipotético al hecho jurídico concreto. Los
casos deben ser analizados primero como hechos concretos o hechos de la realidad
y luego como hechos y efectos jurídicos concretos.
Estudiaremos las clases de hechos jurídicos ya sea aquellos regulados en normas
jurídicas o aquellos de realidad que previamente ya fueron previstos.
Empezaremos por describir los siguientes hechos a fin de formular algunas ideas de
los diferentes hechos.
Es común leer y escuchar que los hechos jurídicos son acontecimientos que generan
efectos jurídicos pero ello no es una verdad absoluta.
En otras palabras, la juridicidad de un hecho hace que un hecho sea jurídico. Un hecho
sin juridicidad no será un hecho jurídico. El hecho jurídico forma parte de un conjunto
llamado mundo jurídico. Este mundo está conformado por los sujetos, objetos, actos
y hechos. ¿Qué los hacen jurídicos?
Constituyen datos esenciales de la juridicidad: (a) la norma jurídica y (b) los hechos
por ella calificados. Sin norma jurídica y sin la ocurrencia de los hechos por ella
previstos no es posible hablar de Derecho. Cualquier tentativa de tratar el fenómeno
jurídico sin considerar, conjuntamente, esos dos elementos llegará, fatalmente, a
fracasar, por despreciar su propia sustancia7 • De ahí que es fundamental estudiar la
norma jurídica vinculada con la realidad.
Por eso, para un estudio del fenómeno jurídico deben ser considerados los datos
siguientes:
Nótese que en el nivel (i) se menciona a la norma jurídica en función del hecho jurídico
hipotético y del efecto jurídico hipotético. En el nivel (ii) aparece en el mundo jurídico
el hecho jurídico concreto. Y en el nivel (iii) aparece en el mundo jurídico el efecto
jurídico concreto. De otro lado, el espacio y el tiempo forman parte del mundo de la
realidad. Todo fenómeno de la realidad puede ser considerado espacial y
temporalmente. Espacialmente se configura el objeto, temporalmente se configura el
hecho. Los dos niveles están estrechamente ligados. Los mismos sujetos humanos
son los objetos del espacio y los actos humanos son los hechos del tiempo porque se
desarrollan temporalmente. Así como los hechos están vinculados a los objetos,
también los actos están relacionados a los sujetos.
Entonces, en el mundo de los seres humanos no hay duda que nos movemos en dos
niveles. En el espacio están los objetos y los sujetos. En el tiempo están los hechos y
los actos. De ahí que la norma jurídica y el mundo real están intensamente ligados.
No se puede hablar de uno sin el otro. Los objetos, los sujetos, los hechos y los actos
están permanentemente moviéndose en la realidad. Lo que hace la norma jurídica es
normar esos elementos del espacio y del tiempo para permitir crear un lenguaje
jurídico hipotético y concreto. Asimismo, el mundo jurídico tiene tres planos netamente
definidos:
hecho es jurídico si ha sido normado con anterioridad en una norma jurídica. Ahora
bien, un sector de la doctrina nacional (Ver cuadros 2, 3 y 4) clasifica los hechos sin
aclarar los conceptos de cada hecho y sobre todo sin respetar la clasificación
tradicional nacida en la doctrina alemana. Un sector de la doctrina brasileña explica
mejor los conceptos y sus diferencias. Describiremos una óptima clasificación
desarrollada por esta doctrina. El hecho jurídico en sentido amplio se clasifica en
hecho conforme a derecho y en hecho contrario a derecho (ilícito).
CUADRO N° 1
CUADRO N° 2
CUADRO N° 3
CUADRO N° 4
Con respecto a su definición tenemos muchos respecto a este tema, tanto como del
derecho comparado así como del derecho nacional; dentro de la explicación
señalaremos que el entendimiento que daremos será ser claros y concretos. Para
Savigny lo define como los eventos que producen una adquisición, modificación,
transferencia, variación o extensión de derechos. El tratadista alemán Enneccerus nos
dice que el hecho jurídico implica la generación de una variedad extraordinaria de
consecuencias jurídicas. Para el doctrinario español Manuel Albaladejo, el hecho
jurídico se define como todo acontecimiento o estado al que, por su sola realizacion,
o juntamente con otros, relacionan a derecho objetivo la producción de un efecto
También existe la generalizada noción de que el hecho jurídico es todo hecho que
produce una consecuencia de derecho, en la cual el maestro José León Barandiaran
agrega el vocablo “jurígeno”.
Bajo este contexto es que Fernando Vidal Ramírez señala que el hecho jurídico o
“jurígeno” viene a ser el hecho que por sí, o junto con otro, producen efectos jurídicos
y constituye, mediata o inmediatamente, en fuente de toda relación jurídica o en causa
de su extinción. Como se ha mencionado, el hecho jurídico o “jurígeno” es el resultado
de una calificación del Derecho objetivo y, debe ser considerado como tal, en la
medida que produzca consecuencias jurídicas, no concibiéndose como hecho jurídico
algo puramente factico desligado de toda connotación jurídica.
Así podríamos decir que existen hechos naturales o humanos que no necesariamente
generan consecuencias jurídicas. Tal es el caso del derrumbe de un cerro en un lugar
inhóspito que no trae la muerte de ninguna persona o la afectación o modificación de
algún derecho, o el saludo que realiza una persona a otra como acto de buena
educación y cordialidad; en ambos casos estaremos frente a hechos que no son
jurídicos. Contario sensu, si el derrumbe ocasiona la muerte de algunas personas y
altera las mediaciones del derecho de propiedad de algún predio contiguo al cerro, o
si ese saludo va acompañado de insultos y agravios que ofenden la dignidad y
honorabilidad de dicha persona en público; menoscabando su buen nombre y
reputación, en ambos casos estaremos frente a hechos jurídicos, según se trate de
un hecho natural o humano, respectivamente. En este punto debemos precisar que
existe una diferencia sustancial entre el hecho, propiamente dicho y, el hecho jurídico,
por cuanto se debe partir de la definición del hecho como «aquel acontecimiento o
suceso producido con la intervención del hombre o sin ella (por la naturaleza) que
puede o no generar consecuencias jurídicas»; por lo tanto es de colegir que el
concepto de hecho es más amplio ya que no solo concibe lo jurídico sino además todo
aquello que no lo sea (es decir desde el punto de vista netamente fáctico). En ese
sentido, desde la óptica de una relación de género a especie, podríamos decir que el
hecho es el género; mientras que el hecho jurídico viene a ser una especie de aquel.
En conclusión, de manera general, se puede señalar que el hecho jurídico es aquel
hecho humano o de la naturaleza que tiene implicancia jurídica para las personas y
todo aquello que esté en relación con estas, para cuyo efecto debe recibir la
calificación jurídica de la norma.
8. ACTO JURÍDICO
A. DEFINICIÓN
omisión), voluntario, lícito, y que el agente haya querido el acto y haya querido sus
efectos, a este supuesto la norma le atribuye, mediante un vínculo de deber ser, el
efecto consistente en crear una relación jurídica o en regularla, modificarla o
extinguirla. La sola voluntariedad del acto no es suficiente, como sucede en los actos
meramente lícitos, para que se produzca el efecto jurídico, sino es innecesario que el
sujeto haya querido también los efectos del acto. Es decir, debe haber: voluntad y “el
querer”. La manifestación sea como simple declaración o como comportamiento tiene
carácter preceptivo, esto es, no es una simple revelación de la voluntad psicológica,
sino que mediante ella se dictan reglas de conducta para sí mismo y para los demás.
El acto jurídico da vida a una regulación de intereses; está destinado a tener una
eficacia constitutiva o modificativa o extintiva de relaciones jurídicas.
B. REQUISITOS DE VALIDEZ
LA MANIFESTACIÓN DE LA VOLUNTAD:
La voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico, pero sólo por la
manifestación el sujeto lo hace conocer. La conjunción de la voluntad y su
manifestación es el resultado de un proceso que va de lo subjetivo a lo objetivo, de la
voluntad interna o real a la voluntad manifestada.
Así pues, el Código en su Art. 142 ha dejado establecido que "El silencio importa
manifestación de voluntad cuando la ley o al convenio le atribuyen ese significado". La
norma se contradice con la concepción del silencio en la moderna doctrina, pues no.
constituye manifestación de voluntad en ningún sentido ya 'que carece de significado
jurídico en sí mismo. El significado sólo se le puede atribuir la ley o el convenio; la
primera con sus normas supletorias; y, el segundo con la hipótesis y consecuencias
previstas.
Manual de la Puente y Susana Zusman dicen que no significa que la ley o el convenio
traten de presumir cuál es la voluntad de silente, sino que se da al silencio el valor de
determinada declaración de voluntad, de tal manera Que si el sujeto calla, sabe que
con ello están dando lugar a que su actitud tenga los efectos jurídicos que señala la
ley o se convenga entre las partes.
Sólo la ley o el convenio pueden, pues, atribuir significado al silencio.
LA CAPACIDAD
Si bien la manifestación de voluntad es la esencia misma del acto jurídico, la sola
manifestación no es suficiente para darle eficacia y validez. Es necesario que la
manifestación emane de un sujeto capaz. La capacidad se constituye por ello, en un
segundo requisito de validez.
Las personas naturales tienen, pues, tal capacidad de ejercicio a partir de los 18 años
de edad, pues antes de cumplirlos están en estado de Incapacidad y esta será para
menores de 16 años y relativa para los menores de 18 años pero mayores de 16, salvo
que contraigan matrimonio y obtengan título que los autorice oficialmente a ejercer
una profesión u oficio. Así resulta de los Art. 42, 43, inc. 1; 44, inc. 1 y 46 del Código
Civil. Pero no obstante la mayoría de edad, existen otras causas de incapacidad de
ejercicio.
Si bien la voluntad que es la esencia del acto jurídico, debe ser manifestada por un
agente capaz, para que exista el acto jurídico se requiere, además, de un objeto, que
por ello se constituye también en un requisito de validez. Tanto el código del 36 como
el vigente se refieren al objeto como requisito de validez.
Caracteres del Objeto
Atendiendo a lo dispuesto por el Art 140, inc. 2 del Código, el objeto debe ser posible
tísica y jurídicamente; y según el artículo 219. Inc.3 debe ser también determinable.
La identificación de la finalidad con el contenido del acto jurídico, debe estar referida
al contenido específico de cada acto, determinado por la manifestación o
manifestaciones de voluntad que le dan la existencia jurídica y a cuyos efectos le son
aplicables las previsiones establecidas por el o los celebrantes. Si las previsiones
presentan vacíos o defectos, pueden ser integrados por normas de carácter supletorio;
así el arrendamiento del predio urbano en el que no se proveen las causas para la
resolución del contrato, les son aplicables las previstas en la Ley. Pero si las
previsiones colisionan con normas de orden público, ésta prevalecen sea para hacer
nulo el acto o para asignarle los defectos que la ley tiene previstos.
LA FORMA
La forma, dice LEON BARANDIARAN comentando el Código del 36, es esencial para
el acto, pues sin forma no caería dentro del ámbito de la vida jurídica.
La forma es, así otro de los requisitos para la validez del acto jurídico. Pero es
necesario dejar establecido que no toda forma se constituye en requisito de validez,
aunque no puede concebirse un acto jurídico sin forma y que además, esta constituye
un medio de prueba de la existencia del acto.
a) Forma Verbal
d) Forma Prescrita
Es la forma que la ley prescribe en carácter imperativo. Es por eso también llamada
forma necesaria, legal o forzosa; y la ley la designa refiriéndola aún con formalidades
adicionales a la forma escrita o instrumental.
La noción de la forma prescrita se vincula a la de los actos formales a las cuales la ley
les prescribe una forma. A su vez, la forma necesaria puede ser Ad Solemnitatem,
cuando la forma es consustancial al acto de modo que sin ella el acto no adquiere
existencia, y Ad Probationem, cuando la forma sólo es exigida como medio de prueba.
Su incumplimiento tiene por efecto declarar la nulidad.
C. CARACTERÍSTICAS
Entre hecho jurídico y acto jurídico existe una relación de género a especie. Todo acto
jurídico es un hecho jurídico pero no todo hecho jurídico es un acto jurídico.
El hecho jurídico comprende, además de los actos jurídicos, a los actos meramente
lícitos, los actos ilícitos, los actos involuntarios, sean estos conformes o contrarios con
el ordenamiento jurídico, y también a los hechos naturales o externos que inciden en
la vida de relación social del ser humano.
Es decir, el hecho jurídico comprende:
Actos jurídicos
Actos meramente lícitos,
Actos ilícitos,
Actos involuntarios, sean estos conformes o contrarios con el ordenamiento
jurídico
Hechos naturales o externos que inciden en la vida de relación social del ser
humano.
El acto jurídico presenta los siguientes caracteres:
Es un acto voluntario;
Es un acto lícito;
Tiene por fin inmediato producir efectos jurídicos.
El acto jurídico es una hecho humano por oposición a los actos naturales o externos.
En la esencia predominante del acto jurídico está la voluntad manifestada, razón por
la que un acto realizado sin voluntad (sin discernimiento, o sin intención, o sin libertad)
es nulo o si ha sido realizado con voluntad, pero ésta adolece de vicios, el acto es
anulable.
produce efectos jurídicos, por ello se considera como una clasificación del acto
jurídico.
Actos de eficacia real y de eficacia obligatoria. Los primeros son los
constitutivos o traslativos de derechos reales, Verbigracia: constitución de
usufructo. Los segundos son las que originan relaciones de crédito. Verbigracia:
compraventa.
Actos formales y no formales. Para los primeros hay ley que es obligatoria para
su formación, y puede ser probatoria (ad probationem) y solemne (ad
solemnitatem).
Actos consensuales y reales. Los reales son aquellos que se perfeccionan con
la entrega del bien. Verbigracia: constitución de prenda. Los actos consensuales
son aquellos de común acuerdo, por ejemplo la designación o encargo.
Actos onerosos y actos gratuitos. El primero implica un costo al momento de la
celebración del acto (Escritura Pública, etc.). En cambio los actos gratuitos no
generan costo alguno respecto de la celebración del acto.
Actos de administración y de disposición.
Actos constitutivos y actos declarativos.
Actos principales y accesorios.
Actos puros y modales. Los actos puros son los sólo necesitan los requisitos
generales para todo acto, Verbigracia: capacidad, objeto, forma. Los modales son
aquellos que además de los requisitos anteriores, están sujetos a condición o
cargo.
Actos conmutativos y aleatorios. En la primera las prestaciones son
equivalentes. En el segundo no.
Actos Positivos o Negativos. En el primero la prestación es de dar o hacer, en
el segundo es una abstención.
Actos de ejecución instantánea, diferida y de tracto sucesivo. En el tracto
sucesivo la prestación se desarrolla a través de un periodo más o menos
prolongado.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS