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Diálogo

El diálogo es una forma de comunicación verbal o escrita en la que se


comunican dos o más personas en un intercambio de información, alternándose el
papel de emisor y receptor Siguiendo esta definición, en un diálogo hay que tener
en cuenta lo siguiente:
 Para que se produzca el diálogo, es necesario un intercambio de papeles
entre los denominados interlocutores. Este cambio de papeles entre emisor
y receptor se denomina turno de palabra o intervendcion.
 Estrictamente el diálogo es oral, pero también puede encontrarse escrito,
como ocurre en las novelas. Al mismo tiempo se utiliza signos no verbales,
como son los signo paralingüístico y los signos cinésicos . Entre los
signos paralingüísticos destaca la intensidad de la voz, y entre los signos
cinésicos destacan los gestos y las posturas.
También se usa como la tipología textual en la lingüística y en la literatura
cuando aparecen dos o más personajes al usar el discurso diegético, llamados
interlocutores. Razón por la cual constituye la forma literaria propia del mismo
género (dramático), así mismo, se divide en parlamentos (retórica) u oraciones
entre personajes que se dirigen mutuamente la palabra.

Tipos de Dialogo
 Debate: Aquel que es preparado y generalmente definido como discursos o
: Son la mayoría de las conversaciones ocasionales, también se pueden
tomar en cuenta algunos programas en vivo de la radio o televisión. Es la
conversación común, no requiere de planificación; en la que puede influir el
ambiente o contexto, es también una conversación espontánea.
 Entrevista: Es cuando se realizan una serie de argumentos.

Organización
 Apertura: Da inicio a la conversación. Indicación del deseo de entablar el
diálogo mediante una invocación al destinatario. También consiste en un
saludo o llamada de atención con los que se da inicio a la conversación.
 Orientación: Se introduce el tema o se orienta el diálogo hacia él.
 Desarrollo: Los interlocutores intercambian sus opiniones sobre el tema y
van introduciendo otros temas nuevos.
 Cierre: Es la despedida, pone fin al diálogo.
Clases de diálogos
Diálogo espontáneo: es un diálogo improvisado, libre y amistoso. El
diálogo es la forma de comunicación más frecuente. Un ejemplo de diálogo
espontáneo sería la charla
Diálogos organizados: como ya se ha definido, sí tienen pactos previos,
como por ejemplo el debate, la mesa redonda, la tertulia y la entrevista.

 Debate: Un grupo de personas discuten un tema pactado cuya finalidad es


firmar una decisión mayoritaria. Está presidido por un moderador, cuya
finalidad es respetar el orden del turno de palabra y su duración. En el caso
de los grupos formados por numerosas personas, el portavoz es el
encargado de exponer las ideas del grupo. Esto ocurre en el Parlamento y
en el Congreso de Diputados.
 Mesa redonda: Grupo de personas es siempre reducido, y también ponen en
común sus opiniones sobre un tema. Ha la vez que el debate, está dirigido
por un moderador, que es quien propone los temas y cede la palabra a los
participantes.
 Tertulia: es una charla más espontánea y con temas menos planificados. Los
turnos de palabra son menos estrictos y los participantes disponen de
libertad para intervenir sobre los temas a tratar.
 Entrevista: es un diálogo formal, cuya finalidad es conseguir información de
interés sobre la persona entrevistada. Se hace el uso de preguntas y
respuestas, donde un entrevistador pregunta al entrevistado. Entre las
entrevistas destacan lasentrevistas de trabajo, etc.

Partes del Diálogo


Emisor: Recae la responsabilidad de transmitir un mensaje claro y preciso,
además de elaborar un mensaje de interés para su receptor o interlocutores.
Receptor: Es la persona que recibe, interpresa y evalúa el mensaje
entregado por el emisor. Se dice que el mensaje no es lo que diga el emisor, si no,
lo que entienda el receptor, es por ello que se hace énfasis en la claridad y
veracidad de lo que se expone.
Presentación: Se utiliza para que los interlocutores establecen un lazo de
confianza antes de iniciar el diálogo. En esta parte los interlocutores se presentan
y pautan el tema que se tratara en la conversación.
Desarrollo: es la parte donde se inicia el dialogo. En el mismo se
establecen el intercambio de ideas, tanto del emisor como del receptor.
Final: es lo que indica que el dialogo ha terminado y que ambos
participantes ha llevado una conversación amena.

Estructura del diálogo escrito


|El diálogo es una estructura que contiene dos elementos:
 Los parlamentos: son las intervenciones habladas de los personajes, sus
palabras directas.
 Los incisos: son aclaraciones que hace el narrador y que sirven para
marcar los movimientos o expresiones de estos personajes mientras hablan
o incluso sus sentimientos y su conciencia.
—Haz lo que te dé la gana, pero conmigo no cuentes —dijo Andrés
levantándose bruscamente de la silla.

Características del diálogo escrito


El diálogo es una de las estrategias más eficaces y, a la vez, más difíciles
de lograr. En él, el narrador se hace de lado para dejar hablar directamente a
los personajes, que pasan a ser en esos momentos los que informan y hacen
progresar la trama. Al no tener aparentemente intermediarios y presentar las
voces de forma directa, es una técnica sugestiva que, si se usa bien, genera
cercanía y confianza con el lector y lo introduce rápidamente en la historia.
Además, contribuye al dinamismo general, revelando cómo son los interlocutores
y ofreciendo datos de los personajes restantes y del entorno.
El diálogo debe hacernos creer que realmente estamos escuchando y
asistiendo a la conversación, aunque no nos vean. Pero para ello es necesario
que las voces transmitan información precisa, que estén bien diferenciadas
entre sí y que tengan una entonación adecuada y sin ritmo monótono.
Las características básicas del diálogo son las siguientes:

 El diálogo debe introducirse con una intencionalidad. Los personajes


nunca deben hablar porque sí o para rellenar espacio. Una novela,
comparada con todo el universo que representa, es muy pequeña.
Constantemente seleccionamos de ese universo imaginario qué cosas nos
interesa destacar. Así, si un personaje se dirige a un museo, tal vez
describamos ese edificio una vez esté delante pero pasemos por alto la
descripción de todas las calles y demás edificios o fachadas mientras está
de camino, porque no colaboran al desarrollo de la trama y no nos interesa
destacarlas. En este sentido, un diálogo debe estar ahí por algún
motivo, esté o no directamente vinculado a los acontecimientos, pero
nunca gratuitamente.

 El diálogo debe ser una imitación del lenguaje conversacional, sin


ampulosidad, florituras o adornos verbales y sin palabras rebuscadas y
poco usadas. Debe ser verosímil, creíble.
 —La fiesta fue satisfactoria y altamente gratificante. Todos los presentes
disfrutamos de una exquisita cena y pasamos el resto de la velada
conversando con informalidad y moviendo nuestros cuerpos al son de la
música.*
 —La fiesta estuvo muy bien. La cena fue muy rica y pasamos el resto de
la noche charlando y bailando.
 Este tipo de lenguaje más solemne —y menos coloquial y espontaneo—
solamente será adecuado si el contexto en el que se mueve el personaje lo
requiere. Así, por ejemplo, si el personaje es el director de una empresa y
va a reunirse para presentar un nuevo proyecto a sus accionistas, podrá y
de hecho deberá usar un registro más formal y elevado. Sin embargo, en
cuanto salga del trabajo y se reúna con su familia y amigos, deberá volver
al lenguaje coloquial. Si usamos el lenguaje formal —o, peor aún, el
exceso "literario"— en un contexto en que no corresponde, el resultado
será, cuanto menos, ridículo.
 Paradójicamente, para crear esa naturalidad y espontaneidad del lenguaje
coloquial hay que recurrir a la artificiosidad. No es tan fácil como parece.
Cuando las personas hablamos, lo hacemos de forma desordenada, a
menudo agramatical y sin terminar las frases. Además, aparte del
contenido de nuestro mensaje, agregamos verbalmente ciertas palabras
y expresiones con la única intención de confirmar que el canal
comunicativo con nuestro interlocutor prospera correctamente.
 “Emmm… A ver. Él es mi amigo y no quiero que piense que… Bueno, si
fuera al revés y yo no le hubiese contado nada no me gustaría enterarme
de que otros se lo han explicado antes que yo, ¿sabes? Así que bueno, no
dije nada y pensé “ya si eso lo dirá él”, ¿no? Y al final poco a poco
hablamos de otros temas y poco a poco, no recuerdo por qué, salió el tema
y me lo contó. Claro, yo me hice el tonto como si no supiera nada, pero
estuvimos hablando un buen rato y al final le aconsejé visitarse por algún
médico especializado y eso, ¿sabes? Creo que se quedará más tranquilo”.

 Así es, en la práctica, cómo hablamos. Solemos utilizar expresiones del


tipo “bueno” “ a ver”, que en realidad no significan nada ni aportan
ningún contenido a nuestro mensaje. Son expresiones que decimos
mientras nosotros mismos nos estamos ubicando para elegir la manera en
cómo comunicaremos lo que vamos a comunicar. Podríamos decirlas
mentalmente, pero las verbalizamos.
 Después, solemos dejar frases inacabadas (Él es mi amigo y no quiero
que…). También somos repetitivos (al final poco a poco hablamos de
otros temas y poco a poco, no recuerdo por qué, salió el tema y me lo
contó).
 Otras expresiones como “¿no?“ o “¿sabes?” tampoco tienen relación
alguna con el contenido real del mensaje y se usan únicamente para
asegurar el canal comunicativo con nuestro interlocutor. Cuando
decimos “¿sabes?” no esperamos que nuestro interlocutor nos diga “sí, lo
sé” o “no, no lo sé”. No es una pregunta real. Pero sí esperamos que haga
un gesto o que pronuncie algo del tipo “ya”, “ahá” o “claro”, por ejemplo,
porque eso nos confirmará que no ha desconectado y que sigue atento a
nuestras palabras y sigue escuchándonos. Es como cuando hablamos por
teléfono. En ese caso, como no se visualiza al otro, esas expresiones se
hacen más necesarias para que no creamos que estamos hablando solos, y
es mucho más fácil que el que no habla refuerce su presencia usando
mucho el “ya”, “ahá”, que vienen a decir “sigo aquí; sigo escuchándote”.
 Pues bien, en un diálogo toda esta “paja” debe desaparecer. Es decir,
debemos imitar el lenguaje conversacional pero sintetizándolo y
sacando únicamente aquella parte de él en la que reside el auténtico
mensaje. A lo sumo, podemos dejar alguna de las primeras
expresiones que he señalado, pero no en todos los parlamentos sino
de forma aislada y sin abusar.
 —A ver... —balbuceó un momento—. No quise que supiera que otros ya
me lo habían contado, así que esperé a que saliera el tema por voluntad
suya. Cuando finalmente m

Glosario de terminos
Signos paralingüísticos: son aquellos que complementan la comunicación
y suelen utilizarse en la comunicación interpersonal. Dentro de los signos
paralingüísticos destacan la expresión corporal, y los estados afectivo y
emocional.Estos signos son acompañantes de los mensajes de tipo verbal. Entre
los signos paralingüísticos se encuentran la risa, el llanto, los suspiros, los gritos,
el bostezo y el jadeo, entre otros.Si una persona frunce el ceño da la impresión de
que está molesta. Fruncir el ceño es el signo paralingüístico que caracteriza a una
persona enojada. Por ende, aunque la persona no exprese su molestia, el gesto
en su cara delata su sentir.

La Cinésica: Se ocupa del estudio de los gestos y de los movimientos


corporales que acompañan a las palabras en cualquier intercambio de
información, así como de los códigos relacionados con el vestido y los
complementos: vestirse de una determinada manera, tatuarse, hacerse un pirsin
(que es la forma en la que la RAE recomienda escribir la palabra inglesa ‘piercing’,
si no queremos usar la española ‘perforación’), ponerse un perfume o maquillarse
constituyen actos de comunicación voluntarios.

Discurso diegético: Sonido y música. En las películas suele denominarse


sonido diegético a todo aquello que forme parte de la historia narrada, no de la
narración en sí. De este modo, si uno de los personajes está tocando algún
instrumento musical, o reproduce un disco compacto, el sonido resultante
es diegético.

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