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ETICA, ETHOS Y MORAL

Tanto Montesinos como Guzmán, realizaron tratos que quebrantaron la ética y la moral. Estos eran en
busca de su propio beneficio, con cierto poder que sentían de manera consciente, engañaron, y
provocaron como consecuencia corrupción. Ellos sabían que no era correcto lo que hacían pero era
justificable para ellos y a la vez era reprochable si otros lo hacían. Primero estuvieron sus intereses
personales y generaron injusticia. Pero en el caso de Eichmann, a pesar de haber estado involucrado
directamente en la muerte de muchos judíos, sus actos pueden considerarse permitidos para una ley
que lo que hacía era permitir que todos sean criminales y la consciencia de no querer matar a los judíos
sea visto como no cumplir la ley, como si esto fuera lo que realmente estuviera incorrecto. A pesar de
ser consciente Eichmann, él cumplía con su deber como ciudadano y en la circunstancia que se
encontraba no solo era seguir órdenes, sino que Hitler lo que hizo fue hacer que estos crímenes sean
lo correcto. Lo que nos muestra que no solo se deben cumplir las órdenes, sino que hay que reflexionar
sobre estas, tal como es la ética, desde nuestra perspectiva y decidir sí es lo correcto y ayuda a la
convivencia en sociedad. Algo parecido a lo vivido por Eichmann ocurrió en nuestro país, ya que el
régimen se empeñó en introducir, en la mentalidad de la sociedad, la idea de percibir con normalidad
los actos atroces que se venían cometiendo y el quebrantamiento de las defensas morales. Lo que
conllevó a que la sociedad interiorizara la idea del “todo vale”, dejando de lado el cuestionamiento de si
era correcto o no. Esta mala praxis, si bien no es una ley, inconscientemente se fue adoptando como
una, a raíz del mal ejemplo de los altos funcionarios de nuestro país.
Vladimiro por su lado, ávido de poder, logró situarse en la cúpula de gobierno, no sólo la política, sino
que también la militar y la de inteligencia. Con esta cantidad de poder y la ausente fiscalización, dicho
personaje pudo obrar como se le vino en gana, demoliendo cualquier muralla que se encuentre en su
camino. Montesinos sobornó en su actuar a muchas personas, destruyó a otras desestimándolas o
eliminándolas de la historia, vulneró derechos. Todo realizado en aras de un país moderno libre del
terrorismo, mentira con la que justificó todo su actuar. Vladimiro junto a Fujimori estuvieron dispuestos
a todo, cueste lo que cueste, importando el fin y nunca el medio. Tomaron decisiones que rompían las
normas y perjudicaban a personas, pero lo único que importaba era su propio interés de poder, confort
y dinero.

Queda claro, entonces, que nuestros personajes justificaron sus actos bajo la premisa de “estar
dedicados a cumplir las obligaciones propias del cargo que ejercen”. Si bien consideramos reprochable
lo que hicieron, debemos reflexionar sobre las veces que nosotros nos dejamos llevar por situaciones
parecidas. Por ejemplo, en la sociedad peruana, la corrupción es cosa de cada día. Estamos tan
acostumbrados a ello que a veces hasta lo naturalizamos. Podemos mencionar situaciones cotidianas
como cuando un policía de tránsito realiza un operativo. En aras de que al conductor no le pongan una
papeleta, este entrega un “dinerillo” para “facilitar” las cosas, siendo conscientes de que ambos están
cometiendo una falta, tanto el conductor que intenta sobornar como el policía que recibe el soborno.
Otro ejemplo cotidiano podría ser la existencia de una “doble moral” en algo tan simple como viajar en
el micro. Si estamos apurados le pedimos al conductor que nos deje bajar aún estando en media pista
“porque el semáforo está en rojo” pero nos indignamos cuando quiere recoger a otro pasajero en un
paradero no autorizado. Sin embargo, podemos resaltar aspectos positivos de nuestra sociedad. Si bien
es cierto que existen veces en que naturalizamos la corrupción (“Roba pero hace obras”), últimamente
podemos percibir mejor que, frente a actos de injusticia, ante la impotencia de no poder hacer algo más
para mejorar la situación que vivimos, la sociedad se moviliza para demandar el cumplimiento de sus
derechos.

En el 2014, la Compañía Peruano de Estudios de Mercados y Opinión Pública realizó encuestas en 19


regiones del país con el fin de identificar las características asociadas con los peruanos. Donde las 2
positivas más resaltantes fueron el ser trabajadores y creativos. La mayoría de trabajadores peruanos
comienzan su día laboral desde la madrugada cosa inimaginable para otros países cuyos horarios son
bien demarcados y en el caso de la creatividad se puede reconocer con mucha facilidad en el aspecto
gastronómico y el marketing. La investigación reveló también que existe una mayor inclinación hacia la
práctica de valores individuales por encima de los colectivos. Al día de hoy los peruanos son más
individualistas, menos amables y tolerantes porque aparte de que su prioridad es ser creativo, trabajador
y perseverante, también ha sido afectado por su historia llena de corrupción y apología a la “pendejada”.

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