Sei sulla pagina 1di 2

5.2. Tipos de problemas al resolver casos difíciles.

Existen diversos criterios


para clasificar los tipos de problemas o dificultades que hacen que un caso judicial
sea calificado de difícil o trágico; sin embargo, todas las dificultades posibles están
referidas al derecho aplicable o los hechos discutidos. Aquí se destacarán las
dificultades o problemas que dan lugar a casos difíciles o complejos en las versiones
de Neil MacCormick y Manuel Atienza.

MacCormick (2018; 132.) identificó cuatro tipos de dificultades o problemas al


resolver casos difíciles, siendo dos de carácter jurídico y las dos de carácter fáctico
y son las siguientes:

1) Problemas de interpretación (cuando existe acuerdo sobre la norma aplicable


pero se discrepa sobre cómo debe ser interpretada);

2) Problema de relevancia (cuando existe duda sobre la existencia de la norma


aplicable o sobre cuál es la norma aplicable;

3) Problemas de prueba (cuando existen dudas sobre si un hecho determinado


ocurrió o no y si se encuentra o no probado en el proceso); 4) Problemas de
calificación (cuando existe duda si un hecho determinado, discutido en el proceso,
está o no dentro de los alcances de una norma jurídica).

Atienza (2013; 432) Identifica ocho criterios o cuestiones que permiten calificar un
caso difícil o complejo y son los siguientes:

1) Cuestiones procesales. Exigen previo y especial pronunciamiento antes de


expedir sentencia sobre el fondo y están referidas a presupuestos o prerrequisitos
de validez de la actividad procesal, como son la verificación de la competencia del
juez que ha conocido la causa, si se ha seguido el procedimiento adecuado,
observación de plazos, falta de agotamiento de recursos previos, legitimación
procesal, recusación; dando lugar estas y otras cuestiones de carácter procesal a
dificultades sobre el derecho aplicable o sobre los hechos;

2) Cuestiones de prueba. Cuando existen dudas para decidir si un hecho del pasado
se ha probado, por inducción, con los medios de prueba del proceso; los jueces
deben combinar la apreciación racional de las pruebas, mediante la inducción con
el derecho probatorio, existiendo normas que prohíben ciertos medios de prueba,
que requieran un estándar de prueba con ciertas exigencias o criterios, por ejemplo,
sobre cómo interrogar a los testigos;

3) Cuestiones de calificación. Se presenta cuando existen dudas para calificar si un


hecho que se discute en el proceso (ejemplo: si la muerte de la víctima en un
accidente de tránsito fue a causa de la imprudencia del demandado o por culpa
exclusiva o concurrente de la víctima) Las cuestiones de calificación, en la tradición
retórica, se le denomina cuestión de definición en la versión de Quintiliano y de
interpretación según Herenio;
4) Cuestiones de aplicabilidad. MacCormick la denomina cuestión de relevancia.
Consiste en saber cuál es la norma aplicable al caso, al concurrir diversas normas
reclamadas por las partes que concurren en contradicción. Las cuestiones de
aplicabilidad o relevancia son más frecuentes en el Estado Constitucional y la
sociedad liberal de mercado global, al coexistir diversos sistemas jurídicos;

5) Cuestiones de validez. Cuando se discute si la norma aplicable es formalmente


válida, si fue emitida por autoridad competente y aprobada conforme al
procedimiento previsto y; sustantivamente válida, si la norma aplicable es
compatible con las normas y principios constitucionales. También se puede discutir
y decidir si una sentencia, una resolución administrativa, un contrato o acto jurídico
determinado son o no válidos con los mismos criterios anotados;

6) Cuestiones de interpretación. Cuando se presentan dudas relativas a los


siguientes factores o a una combinación de ellos: cuando el texto a ser interpretado
presenta ambigüedad o vaguedad, cuando el texto a ser interpretado sea
contradictorio, cuando se presentan lagunas, cuando es problemática la relación
entre el texto a ser interpretado con las finalidades que persigue o bienes jurídicos
a ser tutelados, cuando el texto a ser interpretado está en contradicción con
principios o valores del ordenamiento jurídico.

7) Las cuestiones de discrecionalidad. Son relaciones jurídicas en controversia que


deben ser resueltas con normas de fines, bajo la forma de reglas, directrices o
principios de fines. Las reglas de fin son aquellas que deónticamente fijan la
obtención de cierto estado de cosas, distinguiéndose de las reglas de acción porque
éstas regulan acciones humanas. Las directrices son normas que abiertamente fijan
condiciones de consecución de objetivos o un estado de cosas, como la seguridad,
la salud, los intereses económicos de los consumidores. Los principios de fin fijan
fines en forma abierta para que se realicen en la medida de lo posible, teniendo en
cuenta otros fines y los medios disponibles. Por ejemplo, los jueces en el control de
la actividad administrativa o política, como son los nombramientos o los planes
urbanísticos, deben recurrir a argumentos de adecuación (si determinado medio es
adecuado para lograr determinado fin), de medio a fin o a razonamientos prácticos
(dirigidos a la acción), que son distintos a los de naturaleza de subsunción.

8) Cuestiones de ponderación. Es necesario recurrir a la ponderación en casos de


lagunas normativas o axiológicas, cuando debe justificarse decisiones basadas en
principios o ante el concurso de reglas y principios en contradicción. La ponderación
puede estar referida a directrices que da lugar a la necesidad de concretar objetivos,
siendo función de jueces controlar si el proceso ha sido el adecuado. La
ponderación de principios en sentido estricto y entre principios y directrices, que
supone pasar de los principios a las reglas y luego concretar la regla individual para
el caso concreto

Potrebbero piacerti anche