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Giovanni Sartori advierte: un mundo concentrado sólo en el hecho de ver es un

mundo estúpido. El homo sapiens, un ser caracterizado por la reflexión, por su


capacidad para generar abstracciones, se está convirtiendo en un homo videns,
una criatura que mira pero que no piensa, que ve pero que no entiende.
El presente ensayo pretende mostrar las consecuencias tan graves de esta
transformación de homo sapiens a homo videns.
E l proceso de transformación inicia desde la infancia. La televisión es la
primera escuela del niño, en donde se educa con base en imágenes que le
enseñan que lo que ve es lo único que cuenta. De esta manera la palabra queda
relegada frente a la representación visual. Muchos de los niños aprenden de
este medio de comunicación antes que de los libros: se forma viendo y ya no lee.
Pero claro, ¿cómo va a leer si sus padres tampoco leen.

Dicha formación va atrofiando su capacidad para comprender, pues su


mente crece ajena al concepto.Esta es la razón fundamental por la cual al llegar
a la edad adulta únicamente responden a estímulos visuales.

Resulta obvia la función de entretenimiento que la televisión tiene,


pero Sartori prefiere centrarse en su labor formativa. Si el niño crece junto al
televisor, su concepción del mundo se vuelve una caricatura; conoce la realidad
por medio de sus imágenes y la reduce a éstas. Su capacidad de administrar los
acontecimientos que lo rodean está condicionada a lo visible: su capacidad de
abstracción es sumamente pobre, "no sólo en cuanto a palabras, sino sobre
todo en cuanto a la riqueza de significado".

La imagen no tiene contenido cognoscitivo, El acto de ver anula, en este


caso, el de pensar. El concepto queda sumergido entre colores, formas,
secuencias y ruidos de fondo. En tanto que la asimilación de una palabra
requiere del conocimiento de un lenguaje y de una lengua, la imagen, por su
parte, se procesa automáticamente: se ve, y con eso es suficiente.

En el mundo del homo videns no hay más autoridad que la de la pantalla: el


individuo sólo cree en lo que ve . Sin embargo, lo proyectado por la imagen no
siempre es real; en muchas ocasiones puede falsear los hechos con la misma
facilidad que cualquier otro medio de comunicación. Además, la propia
naturaleza del espacio televisivo tiende, irremediablemente, a descontextualizar
las imágenes que transmite, pues mientras se ocupa de las últimas noticias y de
las imágenes más escandalosas, margina otros aspectos que aunque pueden
ser más importantes que los que se ven, no son tan atractivos.

Asimismo, el hecho de que la televisión lo convierta todo en espectáculo,


atropella la posibilidad del diálogo. La imagen no discute, es juicio y sentencia.
Cuantas veces hemos escuchado en los medios informaciones de asesinatos o
secuestros, y quien resulta ser acusado por los medios, es, en la mente de
nosotros, culpable irremediablemente.

¿Cómo influyen los medios de comunicación, y en particular la televisión


en nuestros alumnos? ¿Cómo contrarrestar sus efectos? ¿Es del todo negativa
la televisión? ¿Aporta algo a la educación de nuestros jóvenes?
La educación es un arte y un arte particularmente difícil y como cualquier
arte implica un impulso dinámico hacia un fin. Ahora bien, la finalidad propia de
la educación es ayudar a la persona a su perfeccionamiento humano.(Maritain).
Considerando que no todo es negativo en la televisión, es importante hacer
énfasis en la finalidad de la educación y utilizarla como una herramienta para
lograr este fin, no como un obstáculo.

La educación en sí puede y debe ser promotora de grandes y significativos


cambios sociales. La sociedad funciona como un todo y como tal todos sus
elementos o subsistemas están interrelacionados, la educación como parte de
este sistema se ve influenciada por múltiples variables que la afectan y la
estructuran de una manera particular.

Las sociedades organizan su educación dependiendo de su filosofía social,


su cultura, su sistema político, las características de su óoblación e incluso
de sus modos de producción.

La educación transmitirá los valores, pautas de conducta o comportamiento,


costumbres y tradiciones y tipos de conocimiento acordes con la cultura de que
se trate. Toda educación formara a los individuos para funcionar dentro de los
valores acordes y legitimadores de la filosofía polítia que prevalezca. Forma y
selecciona para el trabajo partiendo de las relaciones de producción, de las
características de su población y del modelo económico que predomine.

Dentro del ámbito cognitivo, el desafío educativo se centra más en la


necesidad de favorecer y estimular la organización consciente y racional de la
información, que en el incremento de datos e informaciones sobre los diferentes
escenarios de la realidad natural y social que rodea a la persona.

El sistema educativo formal y por tanto el profesor, no deben ser quienes


incorporen a la sociedad, de forma prácticamente exclusiva, cada uno de los
contenidos, conductas, habilidades, que vayan apareciendo en cada momento
y que los responsables sociales consideren que hay que incorporar.

Medio ambiente, tráfico, consumo, nuevos medios, salud, etc. son algunos de
los contenidos que, día a día , se incorporan a los sistemas educativos, haciendo
responsable al profesor de su impartición junto con los contenidos tradicionales
propios del sistema escolar, que por supuesto también debe impartir. Tanto el
tiempo disponible, como las limitaciones humanas de los docentes hace
imposible estas imposiciones, conduciendo, irremediablemente, al fracaso.

Ahora bien, los medios de comunicación , ¿ayudan o entorpecen estas


funciones sociales de la educación?
La comunicación es esencial para la educación, a través de esta el hombre
puede transmitir diferentes conocimientos. El hombre que se comunica se puede
dirigir a un individuo o varios mediante diferentes formas como: corporalmente,
mediante gestos, el tacto, la vista, la escritura, el lenguaje y muchos más.
Actualmente con ayuda de la tecnología existen diferentes medios de
comunicación masivos y un ejemplo de estos es la televisión.
Actualmente en la televisión denominada “abierta” , que es la que llega a la
mayoría de hogares en el territorio mexicano, en su mayoría los programas que
existen para niños, adolescentes y adultos carecen de calidad: en lenguaje, de
trama, valores, son materialistas, en las jóvenes provocan insatisfacción por sus
cuerpos y baja autoestima, marcan estereotipos, lenguajes muy cortos en la
población o groseros, propician conductas agresivas entre otras problemáticas.
Es importante la participación de los medios de comunicación y que ellos
reconozcan el papel y la responsabilidad que adquieren ante la sociedad y
principalmente en cuanto a la educación de la población.
De acuerdo con la teoría del aprendizaje social, existe el aprendizaje por
observación dentro de las cuales existe una clase donde el observador imita la
conducta del modelo. Los modelos no necesitan ser personas de verdad.
También se utiliza personajes ficticios o imágenes estereotipadas como modelos
y tratar de comportarse como se imaginan que el modelo se comportaría.
Esto explica como la televisión es una influencia en la educación de los
observadores, no solo se pueden producir conductas deseadas sino también no
deseadas: ejemplo de esto al tener modelos disponibles de conductas agresivas
o violentas, imitándolas.
La familia es la más antigua de las instituciones sociales humanas, el proceso
de socialización del ser humano se inicia en el hogar, en la familia, con todo lo
positivo o negativo que pueda estar ahí presente. La familia, en especifico los
padres, deben de asumir su papel también en la educación de sus hijos en el
caso que estamos tratando.

Deben monitorear y estar atentos a la calidad de información que transmite la


televisión y que están recibiendo sus hijos, enseñarlos a ser críticos sobre lo que
queremos ver y el trasfondo de la misma.
Igualmente las instituciones educativas y directamente el cuerpo docente,
se pueden y deben sumar a este objetivo de formar alumnos críticos y selectivos
en los programas que ofrece la televisión.
Como se puede entender, con lo antes citado, la sociedad que actualmente
vivimos donde existe tanta violencia, donde existe un alto índice de jóvenes que
se suicidan, donde comienzan a aparecer males sociales como el que un niño
porte un arma y dispare a sus compañeros de escuela, donde se tiene un alto
índice de jovencitas con anorexia o bulimia al tener modelos tan delgadas en los
programas de televisión y sean sus patrones a seguir.
Sin embargo no se puede descargar completamente la culpabilidad a los
programas de televisión sino como un factor que puede provocar este tipo de
males sociales. Y podemos ver que es responsabilidad de quien selecciona los
programas, el horario en que sean transmitidos, de la familia que permite que
sus hijos vean programas no adecuados para ellos, etc.
Finalmente la relación existente entre el binomio televisión y consumo
produce interacciones muy diversas. No se trata únicamente de que la gran
cantidad de publicidad proyectada incite al consumo de toda clase de bienes y
servicios. Se trata de que incita, además, y de manera primordial al propio
consumo, es decir al consumo de sí misma.
La televisión busca, y de manera constante y hasta obsesiva en convertirse
ella misma en objeto prioritario de consumo. En este sentido, en una sociedad
de consumo como la nuestra, un aspecto primordial es la educación del
telespectador la cual requiere prestar atención preferencial a unos contenidos y
a unos valores específicos.
Y como soluciones, es necesaria la participación de las televisoras, la familia
y el apoyo de las escuelas para mejorar la sociedad que todos deseamos ó
seguir igual para buscar a quien culpar de lo que ocurre en nuestra sociedad.

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