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EL CAPITAL SOCIAL COMO PIEZA FUNDAMENTAL DE UNA MAQUINA LLAMADA

“SOCIEDAD”

El capital social está integrado por las aportaciones de los socios (Art. 285, L.G.S), por lo tanto,
se entiende que el capital social se llegará a componer por los importes patrimoniales de los
societarios, dichos importes que el societario dirige hacia la sociedad pueden se pueden dar en
las modalidades de dinerarios o no dinerarios. Hablamos de aportes dinerarios cuando estos se
realicen en la moneda que se establezca en el estatuto de la sociedad, los aportes no dinerarios
se compondrán por aportes diferentes a los dinerarios que pueden contribuir a la sociedad como:
Maquinaria, servicios, bienes inmuebles y entre otros, los cuales deben quedar registrados y
valorados dentro de la sociedad. Estos bienes dinerarios o no dinerarios son los cuales van a
permitir que la sociedad pueda desarrollar plenamente su objeto social para la cual fue creada,
puesto que, tratándose de una sociedad que tenga por razón social la construcción esta no podría
cumplir con su actividad si no cuenta con maquinara y dinero para pagar a sus trabajadores. He
aquí donde podemos comenzar a ver el rol vital que tiene el capital social dentro de una
sociedad, ya que, es mediante este que comienza desenvolverse.

El rol fundamental que cumple el capital social se denota desde el momento en que se comienza
los trámites para la creación de la sociedad, puesto que, aunque la normativa legal bajo la cual
se rigen las sociedades, en el Perú, no establece un mínimo legal, es importante saber que para
que una sociedad se formalice y obtenga personalidad jurídica es necesario que se abra un
cuenta bancaria a nombre de sociedad y se deposite un capital inicial. Como se ha señalado
antes no existe un mínimo legal respecto al capital social, en el proceso para lograr su
formalización, este dependerá de la entidad financiera con la con la cual desearan trabajar los
socios, puesto que, cada banco tiene su propio mínimo exigible para habilitar una cuenta
bancaria. Tal como lo señala el art 285 de la L.G.S “el capital debe ser depositado en entidad
bancaria o financiera del sistema financiero nacional a nombre de la sociedad.”.

Cabe resaltar que antes de que se ingrese a una cuenta bancaria los aportes que conformarán el
capital social, el cual se establecerá en una minuta, este debe estar íntegramente pagado al
momento de ser celebrado el pacto social, el valor mínimo por el cual se puede suscribir una
acción es ¼ de su valor nominal. Por lo tanto, si celebra un pacto social donde se suscribren
1000 acciones a un valor nominal de S./ 10.00, el mínimo que se puede abonar por estas
acciones será S./2.500.00.

A su vez, dentro de una sociedad es importante que el capital social se encuentre en una relación
directamente proporcional al objeto social (conjunto de actividades precisas y determinadas en
el estatuto a las cuales se dedicara una sociedad), puesto que, no existiría razón de ser en una
sociedad que no puede cumplir los fines para los cuales fue creada. Razón por la cual considero
que una sociedad desde el momento de creación hasta el fenecimiento debería contar con un
capital social que permita la realización de su objeto social, puesto que, si no existiría esta
relación nos encontraría frente a un estado de infracapitalización. Cuando una sociedad actúa y
realiza actividades encontrándose en este estado se pierde la característica fundamental de las
sociedades “la responsabilidad limitada”, puesto que, la infracapitalización es una las causas por
las cuales se puede levantar el velo societario, con la finalidad de hacer ilimitadamente
responsables a los societarios, si su accionar en este estado causo perjuicios a terceros quedando
obligados estos a responder.

Desde el punto de vista de los acreedores, una sociedad será fiable siempre y cuando el capital
social pueda responder a las obligaciones que se lleguen a formar entre ellos, puesto que, lo que
buscan los acreedores es preservar sus intereses con la finalidad de maximizar sus ganancias y
minimizar sus pérdidas. Ya son muy pocos los que desearían configurarse como acreedores de
una sociedad que tenga múltiples obligaciones y muy poco capital para satisfacerles, he ahí la
razón por la cual es importante la relación entre objeto social y capital social.

Dentro de una sociedad mercantil como la “sociedad anónima” la participación o influencia que
tenga un accionista dentro de la sociedad se vera estrechamente ligada al importe que este
realice al capital social, puesto que, la realización del importe (dinerario o no dinerario) será una
especie de transacción con la sociedad anónima, esta recibe el importe y otorga una cierta
cantidad de acciones con un valor nominal igual al importe. Un ejemplo de esto seria si X y Z
conforman una sociedad anónima, la cual regula que sus acciones tienen un valor nominal de
S./10.00, Si X aportan S./ 800.00 y Z S./200.00, entonces X seria dueño de un 80% de acciones
y Z dueño de un 20% de las acciones. X podría tomar decisiones por si solo dentro de la junta
general de accionistas, puesto que, representa más del 66%, esto en base al principio de
mayoría. Z no podría tomar decisiones dentro de la junta general de accionistas, pero, al contar
con un 20% podría impugnar las decisiones tomadas en esta, siempre y cuando el se opusiera a
estas, en base al derecho de minorías.

Como se observa, el capital aportado a una sociedad determinara el porcentaje de participación


que tendrías dentro de una sociedad, por lo tanto, quienes tienen la mayoría son los que tomaran
las decisiones, es de esta forma que se representa la connotación jurídica del capital social. Los
roles entre mayorías y minorías pueden llegar a cambiar y esto se podría dar mediante una
ampliación del capital social de la sociedad. Esta se da mediante el acuerdo mutuo entre los
socios, con la finalidad de conseguir mayores fondos para la sociedad y crecer constantemente
en el marcado. El intercambio de roles podría venir en el momento de realizar el nuevo aporte al
capital social. Siguiendo el anterior ejemplo, Si X en esta ocasión ya no desea realizar un aporte
a la sociedad su aporte se mantendría en S./800.00, Z decide aportar S./3000.00 a la sociedad
configurando de esta forma un aporte total de S/3.200.00. Ahora como vemos a Z que se
transforma en accionistas mayoritario, puesto que, su aporte transformado a acciones representa
un 80% y el aporte de X transformado a acciones representaría un 20%, es así como al jugar con
el capital social se puede generar un cambio de roles entre mayorías y minorías.

Por otro lado, la connotación económica del capital social se verá estrechamente ligado con los
beneficios y perdidas de los accionistas, puesto que, los beneficios adquiridos o perdidas
asumidas se verán en una relación directamente proporcional al numero de acciones con los que
cuenta un accionista, lo cual nos dice que a mayor acciones mayores beneficios y lo mismo para
las perdidas. La forma de calcular los beneficios o perdidas, a groso modo, se realizará
dividiendo el número total de acciones, con las que cuenta la sociedad, entre los beneficios o
perdidas adquiridas. Los beneficios y perdidas se encuentran regulados en la LGS (Ley general
de sociedades) en esta se nos dice que:

“La distribución de los beneficios a los socios se realizará en proporción a sus aportes
capitales. Sin embargo, el pacto social o el estatuto pueden fijar otras proporciones o
formas distintas de distribución. Todos los socios deben asumir la proporción de las
pérdidas de la sociedad que se fije en el pacto social o estatuto.”

Habiendo dejado claro la connotación jurídica y económica del capital social, así como también,
el rol que cumple dentro de una sociedad, es innegable la importancia que lleva consigo el
capital social. Puesto que, como he demostrado es de vital importancia desde el momento del
nacimiento de la sociedad, ya que, sin un capital social no se obtendría la personalidad jurídica,
sin un capital suficiente una sociedad no podría cumplir con el fin para el cual fue constituida,
sin una variación en el capital no existirá un cambio de roles entre minorías y mayorías, sin un
capital capaz de responder obligaciones no existiría rentabilidad de inversión en una sociedad y
sin un capital no existiría una sociedad. Razón por la cual considero al capital social como una
pieza fundamental de la maquina llamada “Sociedad”.

Agregar Reserva legal.


Agregar L.G.S

Agregar liquidaciones del capital social.

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