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RESPIRANDO EL UNIVERSO

Esther Guillem. 2019

Acojamos una actitud de seres universales, relajar nuestro ego para sentirnos un
elemento del conjunto de la vida donde realizamos nuestra función dentro de la
totalidad, sin perder nuestra individualidad, pero sin identificación. NO ME
IDENTIFICO CON NADA, SIMPLEMENTE SOY.

Y con esta actitud comienzo a respirar profundamente sintiendo el ciclo de mi


respiración como el ciclo de las estaciones:
•Sintiendo el llenado como la expansión en primavera
•la pausa en lo lleno como la culminación de esa expansión en el verano
•el vaciado como el otoño que suelta y va hacia dentro,
•la pausa en el vacío como la quietud del invierno.

En cada respiración recogemos la información para nuestra realización.


En cada respiración se produce la alquimia que transforma lo mas preciado, el aire, en nuestro
alimento celestial. Es la herramienta que permite al hombre la conexión con la TOTALIDAD.

Sintamos La estación del otoño en nosotros, mientras somos concientes de nuestra RESPIRACIÓN
el proceso de aquietamiento, el caer de las hojas, el recogimiento de la naturaleza, nuestro
recogimiento, el ir entrando en uno mismo, así como baja la sabia de los árboles, también baja
nuestra energía. el Yin crece, El Yang decrece.

Sintamos el placer del Regocijo que produce el otoño en nosotros, es el placer del deber
consumado, de la recogida de los frutos de la estación que nos prepara para el invierno, es el placer
de la melancolía en su punto justo.

En otoño la oscuridad Yin, predomina sobre la luz Yang, las noches son más largas, nuestra energía
desciende hacia dentro.

En el cielo es la bóveda de la Tierra, y donde se encuentra los más preciado para nosotros, lo más
puro, nuestro Oro, el Aire, el Chi, la energía celestial que nos mantiene. Que entra en nosotros
gracias al pulmón, esa bóveda rosada, el bien llamado EL MAESTRO DE LA ENERGÍA
responsable de esa alimentacion celeste. TODO MI ORGANISMO RESPIRA A TRAVES DE ÉL,
mis células, mi piel...

Dominando el cielo están las aves, animal del otoño, como representante LA GRULLA que vuela
muy alto gracias a la fuerza de sus alas y a su esternón abierto hacia fuera. La Grulla GRITA MUY
FUERTE mostrando así la potencia de sus pulmones.

Con la primera inspiración al nacer, comienza nuestra independencia, con la aparición de la


respiración en nosotros, se corta el cordón umbilical que nos unía a la madre.
En la última espiración, todo nuestro eventual océano inconmensurable de posibilidades retorna al
PRINCIPIO, a la VACUIDAD... Desde donde todo se crea de nuevo.
Permanezcamos en la nada, como el cuenco, que suena gracias a su vacío interior.

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