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Desde mediados del siglo anterior, Venezuela había vivido un período de febril expansión de su agricultura

de plantaciones, brutalmente interrumpido por las guerras que habían asilado progresivamente a la colonia,
del mercado principal para su cacao: la metrópoli.
Este ascenso económico, se había dado en medio de transformaciones sociales, también intensas:
La expansión de las plantaciones ensanchaba la población esclava.
Parte de los negros libres participaban en la nueva prosperidad, con mayor éxito de lo que hubiera deseado
una élite, cada vez más alarmada por estos avances, evidenciando fisuras internas en la sociedad colonial.
Halperín Donghi, describe a esta sociedad como preparada para volverse contra sí misma. Ya había habido
algunos episodios en el siglo XVIII, por ejemplo en 1794, cuando una conspiración de negros y pardos en
Coro, invocaban el ejemplo de Francia y Haití.
La élite criolla (“mantuanos”), no había participado de estas aventuras, sin embargo, estos ricos de Caracas,
vivían más que en otras partes, la vida de un imperio en honda transformación, bajo fuertes inspiraciones
ideológicas, siendo revelador, que en 1811, Venezuela proclamase a la vez la independencia pero también, la
república.
Esta intimidad con la experiencia de la Europa en revolución, está reflejada en la trayectoria personal de dos
figuras que dominan la revolución, Miranda y Bolívar.
Miranda: El retorno a la patria de este veterano de demasiados destierros, no fue recibido con entusiasmo entre
los jefes del movimiento, al que su presencia, daba un colorido revolucionario. Fue la influencia de Bolívar y
la Sociedad Patriótica, que logró que se levantara la prohibición de que volviera a su tierra.
REVOLUCIÓN DE VENEZUELA

Primera etapa: 1810-1811


Que Caracas, la capital de Venezuela, fuese el primer centro de América del Sur española, en reaccionar al
derrumbe metropolitano, se debe ante todo, a la mayor rapidez de las comunicaciones oceánicas respecto a los
demás focos revolucionarios.
En 1808, el movimiento juntista intentado por los criollos, fracasó. Es consecuencia del conocimiento de los
sucesos en España, que como en toda América, tuvieron como resultado la misma respuesta inmediata: la
creación de juntas. Insurgentes son reprimidos.
El Capitán General Vicente Emparán, mantuvo el poder.
En 1810 se produjo un nuevo intento revolucionario, dirigido por los criollos, que culminó con el
establecimiento de una Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII. La junta, representaba la clase
dominante criolla, dividida entre los “autonomistas” y los “independentistas”. Los primeros, reclaman
libertad económica y aspiraban a la participación política. Los segundos, reclaman la ruptura con
España.
Este nuevo intento revolucionario, consecuencia de la creación del Consejo de Regencia en España, no
reconocida su legitimidad, la cual emanó de la Junta Central de Sevilla sin la potestad de hacerlo.
En un primer momento, triunfaron los autonomistas, evidenciado en el Congreso Nacional reunido el 2 de
marzo de 1811, integrado por grandes terratenientes.
La tendencia independentista, estaba liderada por Miranda y Bolívar, quienes lograron imponer su posición y
la independencia se proclamó el 5 de julio de 1811. Se proclamó un gobierno republicano de base federal.
Defendió los intereses de los criollos, provocando la oposición de la gente de color y de los peninsulares. Se
trata del primer lugar donde se declara la independencia de España. Los principios del sistema general, la
libertad, igualdad, seguridad y propiedad, responden al pensamiento de Locke.
La Constitución federal consolida la estratificación social, dividida entre los ciudadanos con derecho a votar
(los propietarios) y los ciudadanos sin derecho a votar.

La independencia era obra de una minoría audaz, dentro de los dirigentes del movimiento. La prudencia,
dominaba frente al orden social legado por la reciente expansión. El tráfico de negros fue prohibido, pero la
esclavitud permaneció intacta. Aunque se eliminaron las discriminaciones legales contra las castas, sólo la
exigua minoría entre los pardos y negros libres, había alcanzado alguna prosperidad, viendo el acceso abierto
a la vida política, sin embargo, allí descubrió las discriminaciones que no habían sido borradas de los textos
legales.
Los dirigentes del movimiento, tenían el corazón dividido, entre el radicalismo político con el
conservadurismo social. Los realistas, frente a estas acciones, estaban dispuestos incluso a legitimar rebeliones
de esclavos en las plantaciones. No buscaban introducir un nuevo equilibrio entre los grupos sociales de
Venezuela, pero emplearon el conservadurismo de sus rivales, para reavivar el rencor de los sectores
marginales, contra los criollos, que en realidad eran la expresión política de los plantadores.
La causa realista contaba con el apoyo del clero. En marzo de 1812, el terremoto que devastó Caracas, fue
señalado por el clero, como signo de la cólera divina.

La República Boba caducó en 1812, llamada así porque carecía del apoyo popular.
El autor John Lynch, haciendo referencia al fracaso de la primera república, señaló que esta se vio estorbada
por la estructura social de la colonia:
-Los realistas, combatían por el Antiguo Orden.
-Los independentistas, combatían por la supremacía criolla.
-Los pardos y esclavos luchaban por su propia liberación.
De este modo, hubo diversos movimientos y cada uno se enfrentó o explotó al otro. Estas divisiones, crearon
unas circunstancias propicias para la restauración del poder real. En fin, dentro de una misma revolución hubo
muchos movimientos.
Más que enfrentar al poder español, hay guerras civiles (Chaunu, Hobsbawm, Vilar).
La derrota de la primera república venezolana, impulsó a Bolívar a dentro de su sistema de ideas, los motivos
democráticos y autoritarios. La Patria Boba, había sido una república patricia, en donde el poder era
celosamente monopolizado e internamente dividido, por una cerrada oligarquía. Eso, había tenido dos
consecuencias:
1. Había impedido al nuevo orden ganar el favor de los sectores populares, a los que excluía.
2. Le había restado toda capacidad de afrontar la lucha sin cuartel que sólo podría haberle salvado.
En su Memoria, fechada el 15 de diciembre de 1812 en Cartagena, Bolívar ofrecía a los revolucionarios, las
lecciones de la durísima experiencia. Sin embargo, las experiencias las recogía de la esfera únicamente
político-militar. Políticamente, la revolución requería de un poder centralizado y autoritario, dispuesto a
abandonar el sistema tolerante y a imponerse a sus enemigos por el terror, y sostenido por un ejército regular
y disciplinado, en lugar de las milicias que la Patria Boba, había juzgado como la única organización militar
compatible con la libertad republicana.
Por debajo de esas propuestas organizativas, lo que inspira el Manifiesto de Cartagena, es el desengaño acerca
de la vocación revolucionaria de los pueblos hispanoamericanos. Ello, no lleva a Bolívar a revisar su
compromiso revolucionario, sino, a redefinirlo. La tarea de los jefes de la revolución, considera que es hacer
por la fuerza, libres a los pueblos estúpidos, que desconocen el valor de sus derechos.
Se dibujan aquí algunas de las ideas básicas que orientarán la acción política de Bolívar. El manifiesto sin
embargo, no toma en cuenta la incidencia de las tensiones internas, en una sociedad cruelmente dividida entre
opulentos y pobres, entre blancos y casas, entre libres y esclavos.
Segunda etapa: 1813-1814
Luego del fracaso de la Primera República, Bolívar se dirigió a Cartagena, desde donde emitió el Manifiesto
de Cartagena.
En Nueva Granada, Bolívar obtuvo importantes éxitos militares y solicitó al Congreso de Nueva Granada
autorización para realizar operaciones en Venezuela.
La guerra se caracterizó por la violencia: “guerra a muerte” contra el imperio español. La guerra a muerte
intentaba imponer, un clivaje fundamental en la sociedad venezolana, al separar a los peninsulares,
condenados a muerte (excepto si habían brindado servicios efectivos a la causa de la independencia) de los
nativos, protegidos contra las pasadas faltas políticas, con el título ahora de americanos.
Entre mayo y agosto de 1813, Bolívar se apoderó de las principales ciudades y finalmente tomó Caracas, el
de agosto de 1813. Fue proclamado Libertador. Sin embargo, su éxito fue limitado, excepto en el este
venezolano.
Mientras Bolívar fracasaba en su intento de ampliar la base del poder revolucionario hasta incluir toda la
población nativa, sus enemigos tenían éxito en lanzar a la lucha un elemento hasta entonces apenas tocado por
ellos: los españoles se aliaron con los llaneros, mestizos e indios, dirigidos por Boves, quien les prometía
reparto de tierras y guerra a los criollos, a quienes se les quitarían sus propiedades.
Como en 1812, la revolución fue de nuevo menos afortunada que los defensores del antiguo orden en conseguir
apoyos dentro de la sociedad venezolana.
Bolívar fue nuevamente derrotado en junio de 1814 y fue a Jamaica. Nuevamente Venezuela quedó bajo el
poder español.
Etapa final: 1816-1821
En setiembre de 1815, en Jamaica, Bolívar había trazado un balance de la trayectoria de la revolución en
Venezuela. También, realizaba una defensa apasionada de la legitimidad de la propia empresa. En ella, el
análisis volvía a centrarse, en las insuficiencias político-militares del movimiento, atribuidas a una herencia
colonial.
Antes de su retorno a Venezuela, en diciembre de 1815, su instalación en Haití, supone una toma de posición
sobre ella. Haití, ha sido y seguirá siendo, un ejemplo para ser recordado con horror: la liquidación de una
sociedad esclavócrata, por la rebelión de la población de color.
El regreso de Bolívar, se produjo gracias al apoyo prestado por el presidente de Haití, Alexandre Pétion, a
cambio del compromiso de liberar a los negros de la esclavitud. Este compromiso sin embargo, no se
cumpliría. El horror de Bolívar por la esclavitud, era hondo y sincero. A su vez, su disposición a encarar temas
que en el pasado había preferido marginar, refleja sin duda la convicción de que para sobrevivir la revolución
venezolana, debe buscar raíces más hondas en la sociedad.
Bolívar vuelve a Venezuela para establecer su base en Guayana, para futuras ofensivas y se desarrolla allí el
episodio que refleja hasta qué punto la base humana del movimiento se ha modificado. En él, la élite costeña
y plantadora que lo desencadenó sólo hace cinco años, no tiene ya lugar como grupo, y la población de color
libre, lo tiene en cambio esencial, al condenar el separatismo ético que acusa a Piar de promover la promesa
de una república ciega a las diferencias de casta.
En esta tercera etapa, la causa independentista es sostenida por jefes locales, cuya disposición a subordinarse
a la autoridad suprema de Bolívar, es dudosa.
Bolívar decreta la liberación de la esclavitud y con la ayuda de un caudillo, José Páez, atrajo a las masas de
los llanos y obtuvo importantes victorias.
En 1819 emitió un discurso ante el Congreso de Angostura, donde establecía los planes para crear la Gran
Colombia, por la reunión de Venezuela y Nueva Granada.
Posteriormente, se dirigió a Bogotá y constituyó la República de Colombia.
El retorno de la metrópoli al constitucionalismo, atenuaba también la firmeza de líneas con que el conflicto se
había definido hasta entonces. Morillo, el feroz represor de la revolución neogranadina, el exitoso defensor
del poder realista en Venezuela, debía adoptar un nuevo papel: el de negociador. No logró persuadir a los
independentistas de que se reintegrasen a un orden español, al que proclamaba hondamente transformado por
el retorno al régimen constitucional. Sin embargo, esa falta de acuerdo de fondo no impidió la concertación
de un armisticio, que debilitaría la voluntad de resistencia realista, sin embargo, fue quebrado por un
alzamiento republicano en Maracaibo, que marcó el comienzo de un avance general sobre Venezuela central.
Bolívar, en la decisiva batalla de Carabobo, obtenía el control de Caracas.
Venció a los españoles en la Batalla de Carabobo, en 1821.
Poco después, el territorio de Panamá se liberó de los españoles y se incorporó a la Gran Colombia.
En 1821 se celebró el congreso de Cúcuta, que dotó a Colombia de una organización más centralizada que la
de Angostura. Venezuela, Nueva Granada y Quito perdieron su autonomía al dividirse todo el territorio en
departamentos gobernados desde Bogotá. El vicepresidente Francisco de Paula Santander asumió la tarea
organizativa. La autoridad de Bogotá sobre Venezuela era bastante relativa ya que Páez, dueño del poder
militar, controlaba la vida política.
En Bogotá no se veía con buenos ojos la gestión liberal de Santander.

Comportamiento de los distintos grupos sociales:


-Se trata de una sociedad estratificada, jerarquizada, heterogénea y compleja, y su población es escasa en
relación con México. En 1800, de 780.000 que eran, el 25,5% eran blancos. De estos blancos, la mayoría eran
criollos, quienes se enfrentan a los españoles, a diferencia de en México. El otro sector dentro de este
porcentaje eran los españoles, un sector minoritario que sin embargo mueve los hilos. Se encontraban en el
consulado, el ejército, la audiencia, la iglesia, el comercio exterior.
-El 61,3% restante estaba compuesto por negros, pardos, mestizos, mulatos, zambos, criollos pobres. Además
del color, la pobreza fue una característica definitoria.
REALISTAS: Españoles.
CRIOLLOS: Autonomistas e independentistas. Se opusieron al avance de la gente de color, quejándose de
la venta de blancura. Se opusieron a la educación de la educación popular, y a la presencia de pardos en la
milicia. Se quejaban de la política imperial hacia los pardos, por ser demasiado indulgente.
El temor de los criollos era que las castas se sublevaran y por eso, trataban de impedir su ascenso social.
Prueba de eso lo demuestra la oposición de los blancos a la ley establecida por el gobierno español, en 1789,
que reglamentaba la situación de los esclavos, para mejorar su situación de vida. Se resistieron a la ley y fue
derogada.
La aristocracia era contraria a la independencia, debido a que ven en la revolución la pérdida de sus esclavos.
Preferían una dominación extranjera a la autoridad ejercida por americanos de una casta inferior.
La aristocracia rural estaba imbuida de una profunda conciencia de clase, nacida de sus estrechos vínculos de
clan y agudizada por el conflicto con los españoles y con los pardos. Como productores de artículos de
exportación, los latifundistas querían colocar sus productos directamente en el mercado mundial y procurarse
importaciones más baratas. Esto hacía que estuvieran resentidos con los monopolistas españoles por el control
del comercio ultramarino.
Este conflicto de interese económicos entre terratenientes y comerciantes, aumentó el antagonismo político
entre los criollos y España.
Más allá de que se esquivaron las restricciones monopolísticas, por ejemplo mediante el contrabando, el
control metropolitano era considerado como un obstáculo al crecimiento: y a los criollos les faltaban los
medios para cambiar la política.
Aunque se apropiaban de las posiciones clave en los cabildos y gozaban de las mejores oportunidades en la
universidad y en la Iglesia, no podían penetrar en la alta burocracia y en las más importantes instituciones
legales.
Su frustración era más aguda cuando se sentían amenazados por la política sociorracial.
Lynch llama a los criollos como gente asustada: temían una guerra de castas, inflamada por las doctrinas
revolucionarias francesas y la violencia contagiosa de Santo Domingo.
Hasta los últimos años del régimen colonial, la aristocracia criolla no vio alternativa a la estructura de poder
existente y aceptó el dominio español, como la más efectiva garantía de la ley, el orden y la jerarquía. Pero
gradualmente, su lealtad se fue erosionando.
PARDOS: Son la mayoría de la población. Estaban marcados por sus orígenes. Eran descendientes de
esclavos negros. El grupo comprendía mulatos, zambos y mestizos en general, así como blancos cuya
ascendencia era sospechosa. En las ciudades, eran artesanos y formaban un grupo incipiente de mano de obra
asalariada. En el campo, se dedicaban a la agricultura de subsistencia y las empresas ganaderas, o constituían
un peonaje rural. Junto con los negros libres, formaban casi la mitad de la población.
No eran una clase, sino una masa inestable e intermedia, de límites imprecisos. Pero fueren lo que fueran,
alarmaban a los blancos, por su número y sus aspiraciones.
Los criollos consideraban que el poder que habían adquirido los pardos, con el establecimiento de milicias,
dirigidas y regladas por oficiales de su misma clase en lo económico, será la ruina de América.
ESCLAVOS:

Motivos económicos y sociales distanciaron a los americanos de los peninsulares.


Por ejemplo, las continuas guerras europeas de fines del siglo XVIII, perjudicaban al comercio venezolano.
John Lynch, afirma que la gran escasez y los altos costos de los productos manufacturados, sumado a la
dificultad de enviar los productos coloniales a los mercados extranjeros, provocó la reacción de los criollos.
Además, el monopolio dejó de ser una alternativa posible porque se convirtió en un monopolio de
comerciantes ingleses y holandeses, lo que estaba lejos de ser libertad comercial.
Los criollos se convencieron de que sus intereses sólo podían estar seguros si eran defendidos por ellos. Lo
mismo ocurrió en el ámbito social: era necesario un mayor control sobre las clases de color.
La aristocracia criolla contaba con dos enemigos, los españoles, que monopolizaban el control del comercio
interior y los pardos, de quienes temen una sublevación, lo que llevaría además, a quedarse sin mano de obra.
Desde el punto de vista español, ninguno de los asuntos pedidos por los criollos eran negociables: fue su
intransigencia lo que persuadió a la mayoría de criollos de que sus intereses sólo podrían estar seguros con la
independencia absoluta. Comprobaron que ellos mismos eran mejores guardianes de la estructura social
existente que la metrópoli,
Los objetivos políticos quedaron más centrados cuando en julio de 1808, llegaron noticias de la conquista
francesa de España a Caracas. Mientras que la burocracia española se estremecía, un grupo de dirigentes
criollos presentó una petición para el establecimiento de una junta independiente, que decidiera la posición
política de Venezuela.
Economía
Su ubicación geográfica se caracteriza por encontrarse cerca de la región antillana y de España, siendo una
zona que requiere de control.
Una clara diferencia económica con México es que Venezuela se caracterizó por la producción agrícola y
ganadera.
La zona habitable era solamente la costa y los llanos del sur. El centro era pantanoso. La tierra cultivable
entonces era muy poca y además, se encontraba en pocas manos que la monopolizaban.
Exportaban un 30% de productos tropicales como el tabaco, el algodón y el café, y un 60% de cacao.
Es importante tener en cuenta la economía ya que crea un tipo particular de sociedad, que desemboca en que
las riquezas en tierra se encuentren en pocas manos: las manos protagonistas de la revolución.
Lynch:
Venezuela era la clásica economía colonial, con baja productividad y bajo consumo.

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