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Liberalismo político y liberalismo económico

Las revoluciones burguesas europeas, producidas entre 1789 y 1848 dieron


lugar a un nuevo tipo de Estado que los historiadores denominan «liberal». La
ideología que sustentaba estos régimenes es el denominado «liberalismo»,
que a mediados del siglo XIX presentaba un doble aspecto: político y
económico.

El liberalismo político significaba respeto a las libertades ciudadanas e


individuales (libertad de expresión, asociación, reunión), existencia de una
constitución inviolable que determinase los derechos y deberes de ciudadanos
y gobernantes; separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) para
evitar cualquier tiranía; y el derecho al voto, muchas veces limitado a minorías.

Junto a este liberalismo político, el estado burgués del siglo XIX estaba también
asentado en el liberalismo económico: un conjunto de teorías y de prácticas al
servicio de la alta burguesía y que, en gran medida eran consecuencia de la
revolución industrial. Desde el punto de vista de al práctica, el liberalismo
económico significó la no intervención del estado en las cuestiones sociales,
financieras y empresariales. A nivel técnico supuso un intento de explicr y
justificar el fenómeno de la industrialización y sus más inmediatas
consecuencias: el gran capitalismo y las penurias de las clases trabajadoras.

La alta burguesía europea veía con preocupación cómo alrededor de las


ciudades industriales iba surgiendo una masa de trabajadores. Necesita por
tanto una doctrina que explicase esta hecho como inevitable y, en
consecuencia, sirviese para tranquilizar su propia inquietud. Tal doctrina fue
desarrollada por dos brillantes pensadores: el escocés Adam Smith (1723-
1790) y el británico Thomas Malthus (1766-1834).

Smith pensaba que todo el sistema económica debía basarse en la ley de la


oferta y la demanda. Para que un país prosperase, los gobiernos debían
abstenerse de intervenir en el funcionamiento de esa ley «natural»: los precios
y los salarios se regularían por sí solos, sin intervención alguna del estado y
ello, entendía Smith, no podía ser de otra manera, por cuanto si se dejaba una
absoluta libertad económica, cada hombre, al actuar buscando su propio
beneficio, provocaría el enriquecimiento de la sociedad en su conjunto.

Principios del liberalismo politico

Sobre la libertad y su origen“La libertad natural del hombre radica en no


reconocer ninguna autoridad que le sea superior en la tierra; en no estar
sometido a la voluntad o a la autoridad legislativa de nadie y en no retener más
regla que la ley natural.”

Locke, John. Ensayo sobre el poder civil (1690). Barcelona. Planeta-De


Agostini, 1996.

Sobre la libertad y sus límites “Libertad natural: derecho que la naturaleza


otorga a todos los hombres para disponer de su persona y bienes de la forma
que consideren más conveniente para su felicidad, con la condición de que lo
hagan dentro de los límites de la ley natural y que no abusen en perjuicio de
otros hombres. Las leyes naturales son, por tanto, la regla y medida de esta
libertad.”

Diderot, Denis. “La Enciclopedia (1751)”. En: Alonso, M. E. y Vázquez, E.


C. Historia. El mundo contemporáneo. Documentos y testimonios. Buenos
Aires, Aique, 1999.

Sobre los poderes del estado y la protección a la libertad“Cuando el poder


legislativo y el poder ejecutivo se reúnen en la misma persona o el mismo
cuerpo, no hay libertad; falta la confianza, porque puede suceder que el
monarca o el senado hagan leyes tiránicas y las ejecuten ellos mismos
tiránicamente. No hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del
poder legislativo y del poder ejecutivo. [...] Todo estaría perdido si el mismo
hombre, la misma corporación de próceres, la misma asamblea del pueblo
ejerciera los tres poderes: el dictar las leyes, el de ejecutar resoluciones
públicas y el de juzgar los delitos o los pleitos entre los particulares.”

Barón de Montesquieu. “Consideraciones sobre las causas de la grandeza y


decadencia de los romanos (1734)”. En: Vázquez, E. C., Alonso, M. E. y
Soletic, A. Historia del mundo moderno y la América colonial. Buenos Aires,
Aique, 2006.
Sobre la tolerancia ideológica y la libertad de expresión“X. Nadie puede ser
molestado por sus opiniones, ni siquiera por las religiosas, con tal que su
manifestación no trastorne el orden público establecido por la ley.XI. La libre
comunicación de los pensamientos y de las opiniones es uno de los derechos
más preciosos del hombre; todo ciudadano puede, pues, hablar, escribir o
imprimir libremente, pero debe responder del abuso de esta libertad en los
casos determinados por la ley.”

Declaración de derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.

Sobre la propiedad“XVII. Siendo la propiedad un derecho inviolable, nadie


puede ser privado de ella, sino cuando la necesidad pública, legalmente
comprobable, lo exija evidentemente, y bajo condición de una justa y previa
indemnización".

Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.

Sobre la igualdad“La igualdad de los ciudadanos radica en que todos estén


sometidos a las mismas leyes.”

Diderot, Denis. “Textos políticos”. En: Alonso, M. E. y Vázquez, E. C.Historia. El


mundo contemporáneo. Documentos y testimonios. Buenos Aires, Aique, 1999.

Sobre la función del gobierno“El objetivo de la sociedad es la felicidad


común. El gobierno se constituye para garantizar el disfrute de los derechos
naturales e imprescindibles. Estos derechos son la igualdad, la libertad, la
seguridad y la propiedad. La seguridad consiste en la protección concedida por
la sociedad a cada uno de sus miembros…”

Constitución Francesa del 14 de junio de 1793. En: Vázquez, E. C., Alonso, M.


E. y Soletic, A. Historia del mundo moderno y la América colonial. Buenos
Aires, Aique, 2006.
Liberalismo económico

El liberalismo económico es una doctrina que señala que la mejor forma de


alcanzar el desarrollo económico y la eficiencia en la asignación de los
recursos es a través de un mercado libre sin la intervención del Estado
(regulaciones, impuestos, etc.)
De acuerdo al liberalismo económico, las fuerzas de oferta y demanda son la
que de forma natural, nos llevarán a un equilibrio en donde los precios reflejan
la escasez relativa de los bienes y se produce una asignación de recursos
eficiente. Al mismo tiempo, la libre iniciativa de personas o empresas y la
búsqueda de rentas impulsan el crecimiento económico.

El liberalismo económico se basa en un conjunto de ideas esenciales, las que a


continuación pasamos a revisar:

 La libre interacción de la oferta y demanda equilibran la producción y el


consumo.
 Las intervenciones del Estado rompen el equilibrio natural de la oferta y
demanda generando ineficiencia.
 El rol del Estado debería limitarse a garantizar el cumplimiento de los acuerdos
y contratos establecidos libremente por las personas y empresas. Esta idea se
asocia al concepto de “Laissez Faire, laissez passer” en donde el Estado debe
limitarse a “dejar hacer, dejar pasar”.
 Cada individuo tiene la responsabilidad de ahorrar para educar a sus hijos,
pagar su salud y mantenerse durante su vejez.
 El ahorro y la acumulación de capital es el factor que impulsa el desarrollo
económico.
 Los individuos deben buscar su beneficio personal, de esta forma impulsarán el
bienestar social.

Existe una concepción definida del hombre y la sociedad, moderna en su


carácter, que es común a todas las variantes de la tradición liberal.

¿Cuáles son los elementos de esta concepción? Es individualista en cuanto


que afirma la primacía moral de la persona frente a exigencias de cualquier
colectividad social; es igualitaria porque confiere a todos los hombres el
mismo estatus moral y niega la aplicabilidad, dentro de un orden político o
legal, de diferencias en el valor moral entre los seres humanos; es
universalista, ya que afirma la unidad moral de la especie humana y concede
una importancia secundaria a las asociaciones históricas específicas y a las
formas culturales; y cree en el progreso individual: en la corregibilidad y las
posibilidades de mejoramiento de cualquier institución social y acuerdo político.
Cree en la igualdad de oportunidades: la posibilidad para todos de ocupar
cualquier posición en función de un principio meritocrático.

Lucha contra las discriminaciones que obstaculizan la realización del mérito,


permitiéndole a cada cual acceder a posiciones desiguales como resultado de
una competencia equitativa en la que individuos iguales se enfrentan para
ocupar puestos sociales. En este caso, las desigualdades son justas, ya que
todos los puestos están abiertos a todos.

Esto puede entender como meritocracia: un sistema basado en el mérito.


Esto es, las posiciones jerarquizadas son conquistadas con base al
merecimiento, en virtud, del talento, educación, competencia o aptitud
específica para un determinado puesto de trabajo.
La sociedad meritocrática suele integrar el concepto de talento con esfuerzo.
Como tal, es un concepto relacionado a la prevalencia proporcionada entre la
capacidad intelectual que posee el individuo con el conjunto de actividades
enlazadas al puesto de trabajo.

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