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Respuesta a la pregunta 4: Aristoteles – Bacón

La ciencia, al igual que la filosofía es una actividad contemplativa para Aristóteles, porque
considera que el hombre filosofa acerca de lo que le genera inquietud de conocer, de saber acerca
de la esencia de las cosas y sus causas, se queda maravillado y perplejo, en ese momento, el afán
de conocer la verdad, es generado por huir de la ignorancia, por el afán de conocer y comprender,
no piensa en ese momento en la utilidad del conocimiento que puede estar descubriendo o
adquiriendo. Solo contempla el objeto, lo observa, trata de responder porque tiene esas
características y cuáles son las causas que generaron su forma, su existencia, y es sólo motivado
por su propia perplejidad generada al observar o conocer el objeto de estudio.

El conocimiento de “la esencia de las cosas y sus causas que las generan”, hacen del hombre un
sabio (en la materia que estudia), se diferencia de aquellos que sólo saben hacer o trabajar con
“las cosas”, son considerados más sabios y de mayor valía sobre los otros, porque pueden enseñar
a muchos ese conocimiento, es decir, los filósofos tendrían por objetivo el servicio a los demás,
guiados por la búsqueda de conocimiento al servicio de la humanidad, sin distraerse en la utilidad
de sus descubrimientos, lo cual los llevaría a una virtuosa de excelencia, lo cual es la búsqueda
constante de la verdad.

Por otro lado, para Bacón los filósofos son amadores de la verdad y que sólo ese amor los empuja
a adquirir el conocimiento de las cosas. Asimismo, postula que los hombres no deberían ser meros
lectores de los conocimientos de los antiguos investigadores o sabios que plasmaron sus
conocimientos en escritos, ya que se aceptan como verdad absoluta, sin embargo, si se considera
que el conocimiento se basa en la observación y la experiencia, estas dependen de los sentidos, lo
cual no es conveniente, puesto que como seres humanos, nuestros sentidos pueden errar en la
observación o más aún, podemos errar en nuestro análisis de lo que observamos. Por otro lado,
tendemos a generalizar los principios descubiertos en un hecho y generalizarlos a hechos
similares, sin conocer cabalmente el contexto de cada hecho.

En consecuencia, los hombres deberían asumir una posición crítica, examinar permanentemente
sus creencias, opiniones o formas de vida, porque ello hace que el saber se enriquezca, la vida
humana se replantee nuevos y mejores ideales en pos de una sociedad mejor y las ciencias se
desarrollen o lo que él llama “la restauración de las ciencias”.

Para Aristóteles, las ventajas de esta concepción ética y política, radica en que el desarrollo de la
ciencia y sus áreas de estudio, no debería limitarse a la utilidad económica, o de cualquier otro
tipo, puesto que de ser así, se estaría limitado el descubrimiento del conocimiento a áreas
específicas, de acuerdo a lo que el investigador considere útil o los intereses que tiene es ese
momento, no obstante, la verdad y el conocimiento son inconmensurables, tal como es el mundo
que nos rodea y el universo. Por otro lado, los problemas que aquejan a la humanidad y a su
entorno, deben ser abordados de manera integral, conociendo todos los aspectos, esto no es
posible, si la ciencia se limita a conocer la verdad de lo que algunos consideran útil.
Es cierto, que generar conocimiento e investigación tiene un costo importante, y que los estados y
otros organismos (empresas, universidades, laboratorios) destinan recursos para su desarrollo, de
acuerdo a temas prioritarios u utilitarios. Es así que muchas empresas destinan recursos
económicos para realizar investigaciones o estudios en áreas donde se encuentra el giro de su
negocio o con miras a invertir de ello, ya sea para optimizar sus inversiones o transformación de la
naturaleza, esto con el fin de incrementar las utilidades del dinero invertido en estos estudios. Sin
embargo, este no debería ser el único criterio que debería prevalecer, puesto que limitaría el
desarrollo de las ciencias, y las posibilidades de mejora y solución de los diversos problemas de la
humanidad y su entorno, como se mencionó antes, la ciencia debe estar al servicio de la
humanidad y no al servicio de grupos económicos.

Por el contrario Bacón postula, que los hombres de ciencia, estudiosos y prácticos de todas las
artes y ciencias deberían centrar esfuerzos al estudio de cosas útiles a la humanidad, puesto que la
naturaleza del mundo que nos rodea es infinita y la humanidad tiene aún grandes problemas que
superar y no hacer dispendios de ingenio, tiempo y recursos en estudios de mucho menor uso e
importancia.

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