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ENFERMEDADES O PROBLEMAS DE SALUD.

A Alirio Gruezo Mafla, con más de 25 años de trabajo en la Refinería de Esmeraldas, se le


vino el mundo encima cuando fue despedido
el 17 de septiembre de 2010. Pero no solo
porque se quedaba sin su fuente de ingreso,
sino porque no podría continuar el
tratamiento contra la enfermedad que había
adquirido en su trabajo: leucopenia
(disminución de glóbulos blancos en la
sangre). “Ha pasado un año y estoy muy
preocupado porque no he recibido el
tratamiento adecuado para combatir la enfermedad que me aqueja”, comentó. (Centeno,
2011) Él forma parte del grupo despedido por tener conflicto de intereses con la empresa al
ser, supuestamente, accionista de Gaspetsa, empresa que vendía gasolina para pesca artesanal
a la Refinería y, afirma, está en fase de reintegro. Según un informe de la Universidad de
Huelva, España, 29 trabajadores de la Refinería de Esmeraldas padecen enfermedades
catastróficas y/o profesionales. De esos casos confirmados, tres tienen leucemia (cáncer de
sangre) y 26 con leucopenia. Según se conoce, de los 29 afectados dos han fallecido con
leucemia y los demás continúan con tratamientos. Para los trabajadores de la Refinería no
fue suficiente contar con protección como máscaras, guantes, trajes especiales contra la
contaminaron con químicos que se manipulan para adquirir la enfermedad. En cambio, sin
protección, los ciudadanos que viven en los alrededores sufren otro tipo de enfermedades.
Inhalaciones tóxicas
En un recorrido hecho por La Hora a los barrios asentados al sur de la ciudad de Esmeraldas,
cercanos a la planta petrolera, sus habitantes coinciden en señalar que los olores de los gases
tóxicos que emana la Refinería son insoportables. Liliana Pineda Montaño, de 22 años de
edad, asegura que casi todas las noches tiene que soportar un tóxico molestoso que entra por
la nariz y pica. Ella habita una vivienda decente del sector ‘15 de Marzo’. El mismo impacto
afecta a los habitantes de los barrios ‘Unidos Somos Más’, las Tolitas y Codesa. Évelin
Benítez Márquez, habitante del barrio ‘La Florida’, añade que estos fuertes olores les
producen dolores de cabeza, vómitos y ardor en los ojos. Incluso, dice que a su mamá (50
años), se le baja la presión a causa de la putrefacción que inhala.

Según (BARRERA, 2018) nos da a conocer algunas de ellas son:

 Visión borrosa y otros problemas en los ojos.


 Dolor de cabeza, alucinaciones, euforia (sentimiento súbito de felicidad), cansancio,
habla arrastrada, daño cerebral, coma.
 Convulsiones y muerte súbita.
 Llagas en la nariz y hemorragias de la nariz.
 Infecciones del oído.
 Asma, bronquitis, neumonía y otras enfermedades respiratorias.
 Infecciones de pulmones y garganta y cáncer.
 Mayor riesgo de contraer tuberculosis.
 Ataque al corazón.
 Problemas digestivos, incluidos vómitos, úlceras y cáncer de estómago.
 Daño al hígado, los riñones y la médula ósea.
 Problemas menstruales, abortos espontáneos, parto de niños muertos y defectos de
nacimiento.
 Sarpullido, hongos y cáncer de piel.
 Contaminación del aire.

En el libro ‘Perspectiva del Medio Ambiente urbano’ del proyecto GEO Esmeraldas
del Municipio de Esmeraldas, que es un trabajo de investigación sobre la situación
ambiental del Cantón, página 54, habla específicamente de la contaminación del aire
en Esmeraldas.
 Ríos están contaminados
En noviembre de 2010 la exministra de la Secretaría de Pueblos y Movimientos
Sociales, Alexandra Ocles, presidió la presentación del informe de la Veeduría
Ciudadana al Plan de Reparación Ambiental y Social del río Teaone y estuario del
Esmeraldas.

Efectos en la salud a largo plazo

El petróleo causa problemas para la salud reproductive. Aspirar los vapores, consumir
alimentos o beber líquidos contaminados con petróleo y gas ocasiona problemas para la salud
reproductiva, tales como la regla (menstruación) irregular, abortos espontáneos, parto de
niños muertos y defectos de nacimiento. Estos problemas pueden dar señas previas de alerta
como dolores abdominales o la regla irregular. (BARRERA, 2018)

El petróleo causa cancer: El contacto regular con petróleo y gas ocasiona cáncer. Los niños
que viven cerca de las refinerías de petróleo corren mayor riesgo de contraer cáncer de sangre
(leucemia) que los que viven más lejos. Los residentes de las zonas de perforación petrolera
corren un riesgo mayor de contraer cáncer de estómago, vejiga y pulmones, que la gente que
vive en otros lugares. Los trabajadores de las refinerías de petróleo tienen un alto riesgo de
contraer cáncer de labios, estómago, hígado, páncreas, tejido conjuntivo, próstata, ojo,
cerebro y sangre.

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