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El mesero del restaurante donde Arnaldo Gutiérrez y su familia almorzaban, dejó caer la
frase en confidencia, rompiendo la tranquilidad del domingo soleado. Con cálidos vientos
del norte, transcurría típico el invierno Paraguayo. Empezaba Agosto de dos mil cuatro.
En realidad el nombre del sitio era: “ La fuente de Bolaños”, pero los Paraguayos - tan
adeptos a simplificar las cosas- le llamaban de aquella manera.
A Gutiérrez, la información no le pareció rara en cuanto siniestro. Un incendio es algo a lo
que uno está acostumbrado, es un hecho cotidiano- pensó. Pero lo que sí le llamó la
atención y también a algunos otros en la mesa, fue el dato sobre las víctimas: ¿ cientos de
muertos?
El comentario se debió a dos motivos: Primero, nunca ocurrió algo similar en Paraguay.
Segundo, todos conocían ese moderno Centro Comercial , y sabían que era muy “ seguro ”.
Los Gutiérrez frecuentemente realizaban compras allí, por estar ubicado cerca de su hogar.
Era un bello y lujoso edificio, concreción del modelo de hiper-tienda; típico del concepto
globalizado de la economía. De aspecto elegante, confortable; en cuyo interior uno podía
encontrar todo tipo de productos.
- Tal vez el mesero escuchó mal, y a lo sumo se trata de cientos de... heridos-
agregó Amalia, la madre de Arnaldo, mientras terminaba su postre.
Al ser confirmada la noticia, todos coincidieron en preguntarse: ¿Pero cómo fue aquello
posible? ¿Por qué no escaparon muchas personas de las llamas asesinas?
Ni bien llegaron a casa, la televisión les brindó imágenes directas del horror. El cronista
informaba frente al edificio aún humeante. Detrás de él, entraban y salían Bomberos,
Socorristas y Voluntarios en general, tratando de rescatar algún sobreviviente. Pero ya para
esa hora ( las cuatro de la tarde ), poco era lo que se podía hacer al respecto.
En efecto, los diferentes medios informaban que el incendio se había desatado alrededor de
las once y treinta de la mañana, y que apenas quince minutos después, ya se habían
producido la mayoría de las víctimas fatales.
Esta información les extrañó aún más. ¿ Cómo era posible que se generen tantas Víctimas
en cuestión de minutos? Roxanne preparaba café en la cocina, intercambiando comentarios
con su Esposo, cuando Adrián informa:
Toda la gente estaba en shock, consternada, sin saber qué decir ni cómo reaccionar. Solo de
tanto en tanto, los pedidos de “ abrir paso ” de los Bomberos, Policías y Militares, cortaban
aquel silencio angustioso. Pedían acceso para las ambulancias, para los camiones que
llegaban acarreando cientos de féretros y los descargaban en el “Tropical Club”, un local
nocturno ubicado frente al sitio de la tragedia; y que se había convertido en improvisado
cuartel general de la operación de rescate.
Los socorristas salían del Centro Comercial, cargando camillas cubiertas con piezas de
plástico negro. Como la muerte. Como las manos chamuscadas de aquellos cuerpos, que se
asomaban, confirmando la presencia de la más pavorosa de las tragedias ocurrida alguna
vez en Paraguay.
En medio del caos, alguien a quien Gutiérrez se identificó como Psicólogo, le coloca una
improvisada acreditación y le empuja -casi con violencia- hacia el lugar donde agrupaban a
los familiares de las Víctimas que iban llegando al lugar de los hechos.
El primer “caso ” que le tocó atender fue el de Juan: un hombre de unos cincuenta años.
Parecía un luchador profesional, y aún con toda su fortaleza, aquel gigante lloraba
desesperadamente como un niño desvalido. Todo su cuerpo temblaba y se convulsionaba
por el llanto.
Cuando Arnaldo se acerca y pone la mano sobre su hombro, se abraza a él con tanta fuerza
que casi no le deja respirar.
- ¿ Por qué? ¿Por qué?- Juan reclama una y otra vez, tomándose la cabeza con
las manos. Entre sollozos cuenta: - Perdí a mi hijo de dieciséis años. Le
pedí esta mañana que haga las compras para el almuerzo. Yo estaba
arreglando algunas cosas en el depósito de la casa ¿ Por qué no vine yo a
hacer las compras? - insistía con evidente culpa.
Pero él no era el responsable. Ya a estas alturas de los acontecimientos, de todos lados le
llegaban a Gutiérrez los mismos comentarios, repetidos en coro hasta el infinito: “ Cerraron
las puertas del local ”. La gente comentaba que los clientes no pudieron salir porque los
habían encerrado. Según decían, al empezar el incendio, el Gerente de esa sucursal, hijo del
dueño de la Cadena, había ordenado a los Guardias de Seguridad, que cierren todas las
salidas, y así evitar que la gente aproveche el caos y la confusión para robarles, para huir
sin pagar por las mercaderías.
Francamente ridículo – pensó Gutiérrez. ¿Cómo sería posible que alguien privilegie el lucro
por sobre el valor de vidas humanas? De ser esto cierto, finalmente convertiría aquella
decisión Empresaria ¡en un indiscutible acto de genocidio!.
- ¿ Héroes por Azar ? ¿ Cómo llega alguien a convertirse en héroe?-
preguntaba la periodista Diana Domínguez del Canal 4, en su reportaje
especial sobre la tragedia, para la CNN
Las películas de Hollywood - continua- nos muestran personas
predestinadas desde su nacimiento a hacer grandes cosa que asombran al
mundo. Pero en la realidad, ¿ es el simple azar el que pone a alguien en un
momento y lugar donde le toca realizar actos heroicos?
En estos casos, si bien son los Bomberos quienes tienen el mayor trabajo, la
presencia de la Policía es también obligatoria para establecer condiciones
de seguridad y evitar actos de vandalismo, frecuentes en tales situaciones.
Cuando Fernández llegó al local junto con sus demás camaradas, el
incendio estaba en su apogeo. Podía escuchar los gritos desgarradores y
pedidos de socorro de la gente dentro del edificio. Vio salir a algunas
personas por sus propios medios. Otros eran sacados en brazos por los
Socorristas. Dado que en ese momento lo principal era el rescate, se unió
rápidamente al grupo que entraba por más Víctimas.
Arturo, quién ese día cumplía diez años -continúa el informe- escuchaba la
radio en el auto, aparcado en el subsuelo del Centro Comercial, junto a su
hermano Enzo. Ambos recibieron la indicación de que esperen allí a su
Padre, quién deseaba comprar un regalo para su hijo, sin que este lo viera
hasta el momento de abrirlo. Al despedirse, el hombre les sonrió y se alejó
diciendo: Vuelvo enseguida-
Pero nunca regresó. Transcurridos varios minutos de espera, Arturo vio una
gigantesca bola de fuego, descendiendo arrolladora por la rampa que daba
al estacionamiento. En medio del fuego, ve correr y caer a muchas
personas, pidiendo auxilio. Todo parece transcurrir lentamente. Como una
típica pesadilla en la que por más que uno quiera moverse con rapidez, el
cuerpo pesa y las piernas no responden.
Arturo abrió la puerta del vehículo del lado de su hermano, y lo arrastró de
un brazo hacia la calle. Eran metros solamente, pero a él se le hicieron
kilómetros. Sentía detrás un calor infernal, sentía las llamas devorando sus
ropas, pero llegó vivo a la salida. Cruzó la línea y también se convirtió en
héroe, por salvar a su hermano de seis años. Un héroe huérfano.
- Gusto en verte Gutiérrez- dice Jorge Suárez, dueño de la librería del
Bolaños, ese viernes antes de la tragedia.
Se habían conocido cuando aquel fue Asesor de la Editorial “El Lector”, una de las más
grandes de Paraguay, y este aún era su mejor vendedor mayorista.
Años después, gracias a su emprendedurismo, Suárez alcanzó el sueño del negocio propio.
Se encontraron frente al pequeño local. La Librería tenía buenos productos: los títulos más
vendidos, revistas interesantes, etc. Como era su costumbre, a Gutiérrez le agradaba
charlar con los “libreros”. Siempre tenían algo que enseñarle del negocio editorial.
- Vamos a recorrer los Hospitales, que tenemos que seguir filmando- sentenció
simplemente ésta, entre malhumorada y fatigada.
Ya habían pasado tres días desde la tragedia, y desde entonces no habían parado de
trabajar. En ese lapso, la Periodista solo había podido dormir intervalos de dos horas, en un
sofá del canal.
2. UN HUMILDE MIGRANTE
SEGUIR ACA
Transcurridos dos años de la muerte de aquel, su único hijo varón (de un grupo de cuatro
descendientes), estaba decidido a seguir la recomendación de su progenitor.
Un día de mil novecientos setenta y uno, se despide de su Madre y Hermanas, y cargando al
hombro solo una bolsa con sus ropas, abandona su Caazapá natal, y llega hasta Asunción
La capital del Paraguay, estaba en ese entonces en pleno apogeo de desarrollo, a partir del
“boom” de las centrales hidroeléctricas, cuya construcción, el gobierno de Stroessner había
logrado negociar hábilmente con Argentina y Brasil.
En estrecho contacto con estos, los Operadores Políticos, gestionaban contratos y fuentes de
trabajo para sus “correligionarios”, amigos y allegados, afiliados al gobernante partido
Colorado.
Aquel humilde migrante, llega un caluroso mediodía de Enero, hasta la casa de Juan José
Decoud, caudillo de “Sajonia” y “Varadero”, populosas zonas de la capital del país,
enclavadas a orillas del río Paraguay, y por tanto; canales obligados de tránsito del
contrabando de mercaderías desde la Argentina.
- Si señor, mi familia cosechó algodón para él durante varios años, pero ahora
al morir mi Padre, decidí buscar otros rumbos- responde el campesino.
Durante los siguientes dos años, “ Caazapá” - como le bautizaron sus compañeros al nuevo
contratado- fue el primero en llegar al trabajo, y el último en irse a descansar. Mantenía su
vehículo impecable, a diferencia de los demás conductores, cuyos móviles sin falta tenían
algún desperfecto todos los meses.
Con el paso del tiempo, el hombre fue conociendo los vericuetos del submundo del
contrabando. Al transportar las mercaderías de los principales jerarcas de frontera, pronto
conocería en detalle quién vendía mas barato el tomate, la cebolla, la papa, etc.
Sin embargo, y para no desentonar con el grupo, en el transcurso de aquellos dos años,
Pavía aceptaba de tanto en tanto, y cuando la insistencia era más fuerte, las invitaciones de
sus compañeros para ir a festejar la noche del sábado en el local regenteado por “Ña
Pablita”, uno de los burdeles más populares de la época. La mujer vivía en compañía de su
hermano, “Naito”, cuya condición de homosexual era conocida en toda la zona.
Fuera de estos aspectos, Ña Pablita y su hermano, eran buenas personas. Es más, muchas de
sus “chicas”, le profesaban profunda gratitud, por haberlas acogido y dado trabajo, ni bien
llegaron del interior del país.
Una de las damas que recaló en aquel local, fue María Bendecida Gómez, cándida morena,
oriunda de la ciudad de Pilar, devota de la Virgen de Caacupé, quién creyó estar llegando a
un bar donde trabajaría de camarera.
Normalmente el proceso de Doña Pablita era gradual para con sus chicas. La primera
semana les hacia trabajar exclusivamente haciendo la limpieza y sirviendo bebidas.
La segunda, les encargaba atender especialmente una mesa, para familiarizarse con los
clientes, y en la tercera; pues había que ser generosas con ellos, y acompañarles hasta la
parte posterior del local, donde malolientes cuartos, apestando humedad y alcohol, servían
de transitorio escenario para la descarga de las pasiones masculinas...y de sus respectivos
bolsillos.
Fue justamente en una noche de sábado de su segunda semana, que “ Caazapá ” conoce a
María, cuando ella sirve las bebidas en la mesa que él compartía con sus amigotes.
Mucha gente transitaba todos los días por allí, y además el barrio carecía de un negocio
bien surtido en comestibles y mercaderías diversas.
Los voluntarios iban y venían presurosamente, sirviendo café o agua a los familiares de los
Víctimas. Algunos ayudaban a confeccionar las listas parciales de muertos y heridos que
cada cinco minutos eran actualizadas por los micrófonos, produciendo desmayos y crisis de
llanto en los parientes que abruptamente se enteraban de las trágicas noticias.
Más allá, otros ayudaban a sostener en pie a una Madre que presa de desesperación
preguntaba gritando: - ¿Dónde está mi hija?- Ella trabajaba como Cajera en el local
siniestrado.
Los Sacerdotes se turnaban para decir oraciones por los altavoces. Trataban de empezar a
infundir en aquellas personas, la tan mentada y a veces -como en este caso- difícil
“ cristiana resignación ” típica de la religiosidad Paraguaya.
Evidentemente, en estos primeros instantes, nada podía bastar a todos aquellos que esa
mañana se separaron con naturalidad de sus seres queridos.
Los dejaron ir a trabajar a aquel lugar, de compras en el sitio, a almorzar con otros amigos y
familiares en el sector de Comidas del establecimiento. Los dejaron ir...para siempre.
No tuvieron tiempo de despedirse, de decirles cuanto los amaban, de reconciliarse con
ellos por alguna vieja rencilla pendiente. Solo los vieron partir de sus hogares para nunca
regresar.
Pero lo peor aún estaba por venir. Cerca de las siete PM, y a fin de facilitar el avance del
proceso de identificación de las Víctimas, Juan Sánchez, el Fiscal interviniente dispone que
todos los cuerpos sean trasladados hasta una dependencia del Ejército: la Primera División
de Caballería. Al interior de esta, el lugar elegido fue el estadio cerrado “ Catorce de
Marzo”. ( denominado así en alusión a una fecha importante para la milicia)
Esta decisión tomó por sorpresa a muchos, tanto familiares como gente que trabajaba en el
suministro de ayuda, ya que inicialmente se había anunciado que todo iba a centralizarse en
el campo deportivo de “ La Trinidad ”. Había cientos de voluntarios Médicos, Psicólogos y
Paramédicos, prestos a dar asistencia a los familiares de las Víctimas.
Sin embargo, en aquel estadio, ¡la visión era aterradora! La superficie destinada a las
competencias, tenía más o menos la misma medida que una manzana, unos diez mil metros
cuadrados... Todo ese espacio estaba cubierto de cadáveres
Para fines de identificación, habían clasificado los cuerpos por sexo, y diferenciando entre
adultos y niños. En el piso, yacían cientos de cadáveres totalmente calcinados,
absolutamente irreconocibles. Muchos que aún mantenían un poco de piel y músculos en el
rostro, tenían una expresión de agonía.
En sus caras se había plasmado para siempre un rictus de desesperación y dolor, dejando
entrever el infierno que fue la experiencia de aquellos últimos momentos, tal vez luchando
por salir del local incendiado, tal vez empujando impotentes las puertas sin lograr abrirlas.
¡Clamando auxilio desesperadamente!
Y por si todo fuera poco, aquel olor. Al ser un estadio cerrado, todo el sitio estaba saturado
de un hedor insoportable. Carne chamuscada, asada. ¡Carne humana!
El panorama era terrible. A Gutiérrez que tenía una preparación técnica para lo que veía, se
le revolvía el estómago. Más allá una joven paramédica corre a vomitar en un rincón.
Aquello era indescriptible. Recién entonces pudo dimensionar en toda su magnitud la
tragedia en la que estaban inmersos.
Y si quienes estaban técnicamente preparados para esa tragedia se veían afectados, ¿cuánto
más los familiares de las Víctimas?.
A estos forzosamente se les hacia recorrer todas las filas de cadáveres, mirándolos uno a
uno en búsqueda de sus parientes. Muchos no lo soportaban. Caían desmayados, tenían
crisis de llanto, sufrían convulsiones, vomitaban, salían corriendo del lugar.
¿Será cierto que cerraron las puertas? Se preguntaba una y otra vez en su interior Gutierrez,
al contemplar aquellos guiñapos humanos. Entre ellos habia también niños. A consecuencia
del “ rigor mortis ”, muchos aún conservaban las piernas abiertas, típica de la posición en
la que iban sentados en el carro del Supermercado, cuando abruptamente les alcanzó la
explosión de fuego calcinándolos de manera instantánea.
Más allá, el cadáver de una mujer embarazada, con su placenta y feto colgándole fuera del
vientre, acabó por confirmar a Gutiérrez , que aquel día, una decisión basada en la codicia;
amputaría el futuro a cientos de personas, y a miles de sus familiares.
Al llegar a casa cerca de la medianoche, pasó un largo rato bajo la ducha. Sentía que todo
su cuerpo estaba impregnado del fétido olor a carne chamuscada. Incluso dejó hasta el día
siguiente colgada toda su ropa en el patio. Y a partir de allí, y hasta varias semanas después,
no soportaba ver, ni oler carne asada, aún siendo un gran amante de la carne preparada a la
parrilla, como se acostumbra a consumir en el País.
4. NACE UN EMPRESARIO
Paraguay no era una excepción. A inicio de los ochenta , el gobierno militar del General
Alfredo Stroessner estaba fuertemente instalado en el poder y dirigía el país sobre la base
del terror y la prebenda. “ Mano dura para con los enemigos, y ayuda para los amigos”,
decía el General-Presidente.
Una mañana invernal de mil novecientos ochenta y uno, José Pavía se dirigía preocupado al
centro de Asunción. Había sido citado para audiencia con el tenebroso Ministro del Interior,
Severino Augusto Montaner. Casi no pudo dormir la noche anterior, puesto que sabía de la
prepotencia y crueldad del hombre público. Era capaz de mandar asesinar o desaparecer a
cualquiera por simples sospechas o acusaciones infundadas de conspiración.
Además, el oficial que le había informado telefónicamente sobre la convocatoria, fue muy
parco: ni siquiera atinó a responder acerca de los motivos de la misma.
Por otro lado, si bien Pavía se había encontrado un par de veces con Montaner en reuniones
políticas en el interior del país, en ambas ocasiones no intercambiaron mas que dos
palabras, respecto a la marcha del pequeño negocio que Pavía inició unos años antes, tras
instalarse en la Capital, luego de abandonar su ciudad natal.
Todos quieren ver al capo Montaner, apodado “ la tortuga”, por las peculiares
características físicas del hombre al que se considera mano derecha del dictador Stroessner.
Su cuello es casi inexistente y su espalda arqueada, trae reminiscencias de una caparazón.
Finamente, llega el momento tan anhelado y a la vez temido :
Frente a él, con el rostro casi escondido tras el humo de un puro de fino corte, “ La tortuga”
le recibe con una efusividad inesperada para el visitante.
- Descuide señor Ministro, los colorados siempre estamos listos, para cuando
el Partido nos necesita- responde Pavía ya más aliviado por el recibimiento.
- Mire Pavía, Usted sabe que por mi trabajo es mi deber estar informado de
todo lo que pasa en el país, e incluso más allá de nuestras fronteras. Bien, a
decir verdad me tome el trabajo de investigarlo, pero por buenas razones no
se preocupe –se adelanta en aclarar Montaner al sorprendido visitante.
- La verdad que no Señor- responde Pavía sudoroso y angustiado. -Le juro que
yo no tengo nada que ver con esa gente, las mercaderías que yo vendo son
todas proveídas por personas leales al General- amplía.
- Lo sé, lo sé Pavía, y es por eso que lo llamé. Digamos para ser precisos que
le estoy haciendo una propuesta para que usted cambie de proveedores, y
hagamos negocios de mutua conveniencia. Mire, yo tengo casos como el que
le conté por lo menos una vez al mes.
En realidad, de lo que se confisca en la frontera, yo apenas puedo usar en mi
casa un cinco por ciento. ¿Y del resto qué hago, me estuve preguntando? Y
allí me acorde de usted, un comerciante emprendedor, honesto y sobre todo
leal a su Partido. Así que entonces mi idea es que reciba esas mercaderías
cada mes y se encargue de venderlas y luego pues, me paga mi parte como
su nuevo proveedor ¿Qué le parece?
Recién entonces se le aclaró la mente a Pavía, y su corazón empezó a latir más despacio.
Estaba recibiendo la propuesta de asociarse con uno de los hombres más poderosos del
país. Muchos pagarían lo que fuera por estar en sus zapatos en este momento.
Una hora después, al salir del edificio Ministerial, Pavía vio incrementado su capital
operativo unas cien veces más. Súbitamente había recibido mercaderías por valor de unos
dos millones de dólares. Sin solicitar préstamos, sin ofrecer garantías, nada. Su única
garantía era su propio pellejo que de ahora en más estaba en manos de Montaner. Pero él no
estaba dispuesto a perder esa oportunidad.
5. CERRADAS O ABIERTAS ?
Simultáneamente con los otros, busca en el suelo, en los alrededores. Cualquier cosa
servirá: piedras, trozos de madera, objetos metálicos. Atacan decididos al engendro de
vidrio y metal. Rompen sus cristales, para que la gente salga. Luego se decide a entrar.
“ Dominguí”, sin tener gruesas cuentas bancarias, dio a muchos lo más valioso del mundo:
la vida, a cambio de la suya, pues luego de salvar a muchas personas heridas, cae presa del
humo tóxico, pasando a integrar la lista de cuatrocientos sesenta y cinco muertos.
A las once y quince de la mañana, Juan Carlos Bravo se dirige tranquilamente hacia el
Centro Comercial, desde la zona del Jardín Botánico y Zoológico, donde tiene su
residencia. Iba a hacer sus compras de la semana.
Súbitamente, escucha una explosión y observa una bocanada negra que comienza a
extenderse hacia el cielo. Desde varias calles de distancia se divisa una columna de humo.
Entonces, camina presuroso en esa dirección.
Al llegar, se dirige hacia una de las puertas del estacionamiento, pero no puede ingresar por
la densidad del humo. Entonces trata de entrar por el acceso peatonal, ubicado en una
esquina. Accede hasta la zona cercana al Supermercado, y encuentra allí a un Guardia
dirigiéndose hacia un portón de rejas.
Acto seguido, llegan otras personas que se acoplan a los esfuerzos de acceder al local,
empujando la puerta. El Guardia, les grita que se alejen oponiendo su propio cuerpo para
resistir los embates. En el forcejeo, su escopeta cae al suelo. Entonces extrae su revólver y
apunta tratando de amedrentar a los invasores.
Pero los socorristas, gracias a su superioridad numérica logran sujetarlo, le desarman; y así
pueden ingresar y rescatar algunas personas del área de Comidas. Una siguiente explosión
que se produce, derrumba gran parte del techo en ese sector, y ya no pueden seguir con el
rescate, debiendo abandonar el lugar.
Al salir le llama la atención a Bravo, la visión de un hombre muy obeso, sentado en una de
las escaleras, hablando por teléfono.
Nueve días antes de la tragedia René Zotti, almuerza con su esposa y dos hijas en el sector
de Comidas del Centro Comercial. Por experiencias anteriores en su hogar, reconoce
enseguida un penetrante olor a gas licuado de petróleo. Al advertir del hecho a la Cajera del
lugar, ésta le confirma la existencia de una fuga en la Cocina, aseverándole que era una
cuestión menor. Pero como el aroma era muy intenso, la familia prefiere salir del lugar,
llevando la comida a casa.
Zotti sabe que el cierre de los portones en ciertas situaciones, es un procedimiento normal
en el local siniestrado. En otra ocasión estando allí, se produce un corte de energía eléctrica,
quedando el lugar totalmente a obscuras. A consecuencia de esto, la gente entra en pánico y
corre hacia la salida. Inmediatamente el personal de Seguridad la bloquea, cerrando todos
los portones, para evitar huidas con productos que no han sido pagados.
Cuando él intenta retirarse del sitio, uno de los Guardias le detiene apuntándole con su
arma. El cliente informa al empleado que si no le deja salir, lo va a agredir. Solo entonces le
deja el paso libre.
Zotti es una de las muchas personas que lamenta la tragedia y llora a sus dos Hijas, su
Esposa y un Hermano, quienes murieron calcinados en el Centro Comercial ese domingo,
habiendo ido a comer sin su acompañamiento; pues él estaba trabajando.
En uno de sus escritos, cita como evidencia, una entrevista publicada por el Diario Abc, al
Capitán del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, Miguel Vélez:
El profesional solicita entonces al Juez a cargo del caso, que convoque al Capitán como
testigo, para ampliar sus declaraciones al respecto. Así se procede y el Bombero se ratifica
en su versión.
Esto genera una ola de protestas y reclamos por parte de las Víctimas sobrevivientes y sus
familiares. Insinúan que tal vez el testigo fue comprado para que brinde una versión
diferente que contradiga la suministrada por la mayoría de los que estuvieron en el sitio y
pudieron salir con vida..
Sus principales Directivos, en realidad nunca aparecían, pues estaban ocupando altos
cargos en las Entidades Binacionales o en los Ministerios vinculados a la marcha de las
mismas, tales como el de Relaciones Exteriores, y el de Obras Públicas.
A decir verdad, eran “ negocios” que se habían montado, única y exclusivamente para
obtener los contratos que, aunque escuálidos comparados con los que se llevaba el sector
privado Brasilero o Argentino; eran importantes para el “ mercado ” Paraguayo de aquel
entonces.
- Creo que está bien lo que decidimos. Tenemos que abrir “el Grupo” al sector
privado en general, porque no nos conviene depender exclusivamente de los
contratos de una sola “vaca lechera”- dice el Ingeniero Hugo Callizo, refiriéndose a
la Entidad Binacional “Itaipú”, mientras baja en el ascensor en compañía de José
Manchini,
- Si, pero tenemos el problema de nuestra eficiencia. Es diferente ser los únicos en
tener los contratos, que competir con otros por ellos- responde Manchini, Director
Principal del “Grupo”.
Este, era primo del entonces Presidente de la República Juan Carlos Wasmendel. Incluso su
segundo apellido también era Wasmendel.
- Tendremos que fortalecer a nuestros recursos humanos. Creo es hora de tener una
Gerencia en esa área- concluye Manchini Wasmendel
Callizo por entonces Presidente de Informex, solo asiente con la cabeza. Él había sido
compañero de Manchini en la Escuela Secundaria, y tenía buena amistad con “el primo”
como se le denominaba íntimamente a Manchini.
Sabia que cuando éste decía algo, era una orden que había que cumplirla sea como sea. Si
bien, en aquel momento, Callizo podía fácilmente identificar docenas de Ingenieros y
Analistas de Sistemas para cumplir funciones técnicas, no se le ocurría nadie a quien
encargarle una Gerencia de Recursos Humanos, y menos todavía si iba a ser un área nueva
en su Organización.
Fue ese fin de semana mientras hacia ejercicio, que Callizo recuerda a Arnaldo Gutiérrez,
Psicólogo con formación Industrial, a quién conoció por casualidad, y que le estaba
suministrando una Asesoría en Management, en paralelo a su trabajo como Ejecutivo de
Recursos Humanos en una Empresa privada. .
Esa respuesta parecía aclararle todo a Callizo. Tenia enfrente a un técnico experimentado en
el área de Recursos Humanos, que sabia como organizar desde el inicio ese sector en una
Empresa; y además estaba “suelto” en el mercado.
- No, a decir verdad es solo una posibilidad que se presenta. Por eso estoy viajando la
semana próxima. Estaré un mes contactando con algunos Empresarios, amigos de
un tío de mi esposa, que vive en Isla Margarita. Veré que me pueden ofrecer y
analizaremos con ella si me conviene. Si no, pues permaneceremos en el país.-
Responde el Psicólogo
- Comprendo, dice Callizo. -Sabe, en realidad mis preguntas tienen que ver con una
decisión que tomamos hace poco en el Directorio del Grupo. Usted está enterado
que hasta el momento nuestras Empresas tienen como cliente mayoritario a Itaipú.
Bueno en realidad el noventa y siete por ciento de nuestros ingresos provienen de
esa única fuente, y ya a estas alturas eso es algo que nos preocupa. Sabemos que
tenemos a los mejores Técnicos Informáticos e Ingenieros y que los mismos bien
pueden ocuparse también en proyectos para otros clientes. Pero eso requiere una
cierta transformación en nuestra Cultura Organizacional. Es por eso que se ha
decidido crear una Gerencia de Recursos Humanos en Informex y, honestamente
usted es la única persona a quién yo conozco de esa especialidad, y además me
parece muy competente.
- Entiendo- responde Gutiérrez - ¿ Es esto una oferta de trabajo?
- Bueno, puede decirse que sí. En todo caso si usted no estuviere interesado tal vez
nos podría ayudar a realizar la búsqueda entre sus colegas más calificados.
- Con mucho gusto lo haré. Realmente me siento muy halagado por la proposición,
pero, en realidad yo había decidido independizarme y emprender mi desarrollo
como Consultor. Me siento profesionalmente maduro como para intentarlo.
- No lo dudo, pero me gustaría que considere esta oferta salarial y estos beneficios
adicionales- tienta Callizo a su interlocutor extendiendo una hoja con datos
impresos
Las cifras que Gutiérrez tenía a la vista, incluidos los beneficios complementarios eran
realmente muy atrayentes. Representaban cinco veces más de lo que en ese momento
ganaba en su último empleo.
- En todo caso déjeme pensarlo, pero solo le puedo responder al regreso de mi viaje el
próximo ( mes de) mayo- aclara con aplomo Gutiérrez.
“ ... Por lo tanto, se resuelve el nombramiento del Licenciado Arnaldo Gutiérrez en el cargo
de Superintendente de Recursos Humanos, a partir del diez de mayo de mil novecientos
noventa y cinco. Comuníquese a quienes corresponda, y archívese.
La vida de Arnaldo Gutiérrez y su familia había sufrido una gran transformación. Dos
meses antes el jefe de familia tenia un empleo en el país, que había dejado para ver otra
oportunidad en Venezuela, y ahora, de vuelta y no satisfecho con lo que había visto;
empezaba un desafiante nuevo empleo, al interior de uno de los Grupos Empresariales más
poderosos del país.
Por el lado de Arnaldo, solían asistir siempre a las reuniones: José Cabalcanti, con quien
aquel compartió departamento en su época de soltero, y Gustavo Vieira, también
Psicólogo, igual que José. Ambos habían sido compañeros de Arnaldo en la Universidad.
Por el lado de Beatriz, asistían siempre Mercedes Artaza y Patricia Zapata, “la Peruana”.
Ambas Psicólogas, que también fueron compañeras de Beatriz en la Universidad. De
manera que en realidad, más que reuniones sociales, los parientes y allegados del
matrimonio, les decían en broma que aquello era... un congreso permanente de Psicólogos.
El festejo se organizó un viernes, y para dicha ocasión, José consultó al dueño de casa si
podía invitar a su Jefe, el Fiscal General del Estado, con quien ( luego de tres años de
trabajar en el Ministerio Público), mantenía una sólida amistad.
Al ser consultada por formalidad, Beatriz se sintió un tanto turbada. Aquella seria una
reunión íntima y, la idea que el Fiscal General del Estado visite su casa le preocupaba un
poco como era natural en toda mujer. Ella sentía que entonces la casa debía tener una
ambientación especial, la vajilla, la comida, etc.
- No te preocupes- dijo José. - Él es realmente una persona simple. Vas a ver que
el Fiscal General Escobedo, se integra sin dificultades a nuestro grupo.
Y así fue. Aquella noche Escobedo bebió, cantó y rió como uno más del grupo. Además
pasó gran parte del tiempo hablando con Mercedes, a quién conoció esa noche.
Dos meses después, ambos estaban viviendo en pareja en casa del hombre público. Fue un
amor a primera vista entre aquel divorciado de cincuenta años y aquella profesional
treintañal. A partir de allí, al Abogado le uniría una gran amistad con el matrimonio
Gutiérrez, ya que compartirían salidas en pareja, invitaciones a comer, etc.
7. ¡NUNCA MAS!!
Escribieron notas de despedida y las dejaron allí. Colocaron plegarias escritas, citas de la
Biblia, libros. Dejaron flores. Miles de niños y jóvenes de Escuelas cercanas y lejanas,
visitaron el lugar para dejar alguna ofrenda.
Pero estas no solo provenían de Asunción, la capital del País, sino que en una reafirmación
del espíritu solidario del pueblo Paraguayo, empezaron a llegar desde cientos de kilómetros
de distancia.
No obstante, según era de esperarse, aún con toda esa corriente solidaria y de apoyo,
muchos familiares de las Víctimas fueron superados en sus fuerzas y en sus recursos de
enfrentamiento, por la magnitud de la tragedia.
A dos días del hecho, una joven de dieciséis años, que perdió a sus dos Padres y a su único
hermano, quedando sin ningún familiar cercano vivo, toma la decisión voluntaria de
unírseles en el más allá.
Resultado similar tuvo el caso de una anciana que perdió a todos sus hijos y nietos: murió
de un paro cardiaco.
Aldo, tenía seis años en ese momento. A nivel físico, solo sufrió quemaduras menores. Pero
desde el día de la tragedia, si bien está consciente, ¡se niega a abrir sus ojos !.
Invitado a un panel televisivo donde se discutieron este y otros casos, Arnaldo Gutiérrez,
reflexiona sobre esta reacción del afectado y concluye:
- ¿Qué otra cosa puede llevar a un niño de esta edad a mantener permanentemente
cerrados los ojos, sino el temor a la visión del propio infierno?
El otro niño, Simón de unos cuatro años, simplemente dejó de hablar. Enmudeció desde que
ocurrió todo. También vio morir frente a él a sus Padres. Su dolor era tan intenso, que
literalmente se quedó sin habla.
Una de las cosas que mucho se discutió entre la gente, era que se necesitaba dejar de
enfocar en el dolor y la tragedia, y ver qué de positivo podría tener todo esto, que cosas se
podrían aprender para el futuro.
En realidad fueron muchas.Una de ellas era que los Paraguayos se habían reencontrado con
su “ser” solidario natural. Hasta unos días antes de la tragedia, todos vivían su existencia de
manera individualista. Empujados por el espíritu globalizado de consumo, cada persona
vivía preocupada por sus propios asuntos, criticando al Gobierno, criticando la corrupción
que desde siempre les aquejaba; pero sin hacer nada para mejorar la situación.
Pero a partir del primero de Agosto algo había cambiado, y se mantendría así durante
mucho tiempo en el país. Los ciudadanos dejaron de pelearse, de criticarse, el pueblo
(a excepción de los políticos) hizo a un lado Partidos, credos y banderías. En su lugar, se
generaron marchas de repudio a la excesiva codicia y ambición empresaria. En la calle, en
los Centros Comerciales, todos se interesaban por la seguridad. Había una especie de
“ paranoia ”, de temor social, que llevaba a la gente a cerciorarse de identificar las puertas
de salida al ingresar a un local a realizar compras.
Otras personas, entraban y salían lo más pronto posible, casi corriendo. Muchas familias
cambiaron sus hábitos de compra: solo iban los adultos, y los niños quedaban en casa con
algún familiar.
Surgió una corriente de opinión, alentada por las Asociaciones de Consumidores, y las de
Control de Calidad, que exigía a todas las Empresas revisar sus extinguidores, sus fechas de
caducidad, realizar mantenimiento de sus instalaciones. ¡ Nunca más ! Era el grito de
indignación que se extendía por toda la sociedad Paraguaya.
8. BACKDRAFT 1-A
Finalmente, el monstruo flamígero lo cubre todo. Investido de gran poder, termina por
invadir el estacionamiento con tanta fuerza, que destruye todos los vehículos a su paso.
En varios de ellos se hallaron cuerpos completamente calcinados. Las personas murieron
atrapadas sin poder moverse
En poco menos de cinco minutos, una violenta conflagración !había devastado diez mil
metros cuadrados de superficie!
Días después de la tragedia, el Oficial Marcos Torres, de la FOPE, ingresa en plena
madrugada a la residencia del ex Fiscal General Oscar Escobedo. Pasaron años desde que
éste dejó la función pública. Ahora ejerce la profesión de Abogado en su Bufete propio; y
recientemente fue contratado como defensor de los Pavía.
En el “Libro” ( que era en realidad un cuaderno ), se asentaban día a día, comentarios sobre
hechos importantes en la marcha del establecimiento siniestrado.
Torres no hizo muchas preguntas acerca de los motivos por los que le interesaba ese
documento en particular al Abogado. Luego de entregar el mismo a su anfitrión, toma los
mil dólares acordados, y se marcha.
Minutos después, la evidencia desaparece calcinada en la chimenea de la sala de Escobedo.
- ¡Quiero respuestas, y las quiero pronto!- grita el Comandante de Bomberos a los
Capitanes de las diferentes Brigadas. - Tenemos que determinar cómo ocurrió esta
tragedia, ya que nunca pasó algo así- Anochecía el primero de agosto.
- Si pero no podemos esperarlos, pues tardaran por lo menos veinti cuatro horas.-
informa el Comandante.- Tenemos que empezar mañana mismo a investigar
Al amanecer, con las ruinas aun humeantes, decenas de Bomberos ingresan al local,
equipados con sofisticados equipos para poder inspeccionar a fondo las instalaciones.
Toman fotografías, levantan muestras de objetos que les llaman la atención, inspeccionan
los restos de instalaciones eléctricas, equipos, etc.
Al concluir la jornada, los investigadores se reunen en una improvisada mesa. Por pedido
expreso del Ministro del Interior, un periodista de la BBC de Londres que vino a cubrir el
evento, está presente en la reunión para recabar datos.
Los Capitanes de Unidades presentan su informe preliminar al Comandante.
Inicia la presentación Vélez::
- Podría ser Isobutano, un gas altamente inflamable que se utiliza en algunos equipos
de refrigeración, aunque no podemos confirmar que este equipo estaba cargado con
la sustancia.
- Creí que se lo había dejado de usar por su peligrosidad- acotó el Capitán Meréles
- Lo que sabemos con certeza- termina su informe Vélez- es que al iniciarse el primer
incendio, se dirigió hacia la parte superior del edificio, donde casi consume todo el
oxígeno. El fuego entra entonces en un estado latente, generando una acumulación
de humo y diferentes gases, en el espacio que existe entre el cielo raso y el techo del
edificio; alcanzando una elevada temperatura. Esta masa gaseosa, en algún
momento se pone en contacto con un microclima frio, produciéndose entonces la
explosión que tuvimos. Se trata del fenómeno que llamamos “Backdraft”
Este hecho, tal vez daba nuevamente la razón al escritor Roa Bastos; quién refiriéndose en
una ocasión a su patria aseveró: “el infortunio se enamoró del Paraguay”.
9. EL SECRETO DEL FISCAL
- Fiscal Sánchez, soy el Asistente Meréles, me estoy dirigiendo al local del Centro
Comercial Bolaños, donde se desató un gran incendio. Dicen que ya hay muchos
muertos.
- Entiendo, voy para allá - dice el Abogado fastidiado. Este se dirigía con su familia a
casa de su suegra, a compartir un almuerzo de domingo.
- ¿Es estrictamente necesario que vayas ahora, no puedes ir mas tarde? pregunta
igualmente molesta Ivonne, su esposa .
- Con lo poco que compartes conmigo y con los niños durante la semana, ¡y ahora
esto! -sentencia fastidiada la mujer
- Te aseguro que yo tampoco estoy contento por este cambio, pero debo acudir.
Al llegar a la sede del incendio, Sánchez se identifica ante los Policías y declara tener
jurisdicción en el siniestro. Poco a poco, a medida que llegan sus asistentes, va indicando
procedimientos a seguir. El problema es que la tragedia desborda en mucho la capacidad de
gestión de los intervinientes.
- Dios como pudo pasar esto?- le comenta a su colega, la Fiscala Teresa Sasi.
- Aun no podemos determinarlo, pero parece ser la peor tragedia que nunca se vivió
en este país- responde la mujer.
Transcurridas las primeras seis horas luego de la tragedia, Sánchez ya había ejecutado casi
en su totalidad los diversos pasos del protocolo procesal para este tipo de eventos: un grupo
de tareas, se abocaba a la tarea de identificar los cadáveres, y labrar el acta de fallecimiento.
Otro grupo, con ayuda de los Bomberos ingresó hasta donde pudo al local siniestrado a fin
de tomar las primeras fotografías y realizar filmaciones que serían utilizadas como
evidencia para el proceso que seguiría posteriormente
Un tercer grupo de Abogados del Ministerio Público empezaron “in situ” los interrogatorios
a sobrevivientes, vecinos y testigos, a fin de empezar a reconstruir la cadena de
acontecimientos que se sucedieron.
Él, personalmente, escoltado por tres Policías y dos Militares fuertemente armados, se
dirigió hasta el sitio donde a unos metros, el Director Presidente de la cadena Bolaños,
junto a su hijo, eran también testigos incrédulos de lo que había sucedido.
- Señor José Pavía, señor Digno Pavía, en nombre del Ministerio Público, les
comunico que el Juez de Turno Pedro Darío Pozzoli, ha dictado orden de detención
preventiva en su contra. Sírvanse acompañarme.
Los aludidos, sin decir palabra, se sumaron a la comitiva, hasta ingresar a uno de los
vehículos que estaban esperando. Los detenidos fueron trasladados a la Penitenciaría
Nacional de “Tacumbú”.
Atento a la solicitud de los Fiscales, el Juez que dictó la medida restrictiva de la libertad de
los mencionados, embarga los bienes de Pavía y de la Sociedad “ Bolaños”, hasta cubrir la
suma de Diez millones de dólares americanos. También de manera preventiva, se dispuso el
cierre temporal de los demás locales de la Cadena, ordenándose una inspección en materia
de seguridad y riesgo de incendios.
En las siguientes semanas, el nombre de Juan Sánchez se repitió cientos de veces en todos
los medios de prensa. Junto con la Abogada Teresa Sasi, eran los Fiscales a cargo de la
investigación del caso 1-A ( como ya se lo denominaba para ese entonces), y sobre sus
espaldas pesaba la tremenda responsabilidad de armar un caso penal en contra de los
Directivos, Propietarios y Accionistas de la cadena Bolaños, por los delitos de homicidio
doloso y omisión de auxilio.
En las calles, el pueblo rumoreaba que quizás - como ocurrió en casos similares anteriores,
con personas de poder económico- los Pavía se libren del castigo, comprando a la justicia.
Esta posibilidd era propalada día y noche por los medios radiales y escritos. La prensa
televisiva tomaba una postura diferente. Su enfoque se centraba en dar permanente
cobertura a las acciones del Fiscal Sánchez, para -a la vez de informar a la ciudadanía-
comprometerlo en sus decisiones presentes y futuras.
Su momento más rutilante, Sánchez lo vivió una noche al asistir como invitado al programa
del conocido hombre de prensa Humberto Robadín. Encuadrado dentro del estilo “ Talk
Show”, el espacio convocó a un panel selecto de Fiscales, Investigadores, representantes de
la Asociación de Víctimas y el Abogado de los empresarios acusados: Oscar Escobedo.
Lo más resaltante del debate fue que a su turno, frente a las cámaras, el Abogado Juan
Sánchez, Agente Fiscal a cargo de toda la investigación del caso...rompió en llanto.
Se declaró profundamente dolido por la tragedia y agobiado por la responsabilidad que le
tocaba en esta hora aciaga para el país. Dijo además:
- Pido a Dios que nos ilumine para tomar los caminos mas ecuánimes en nuestra
difícil labor.
“Vendida, vendida”- abucheaban las Víctimas a la Fiscala Teresa Sasi una semana después,
al salir de su despacho en el Ministerio Público. En el estacionamiento del subsuelo, se
encuentra con su colega Juan Sánchez, quién le pregunta:
- Es que no les gusto lo que dije anoche en la televisión. Respecto al tema de las
puertas de salida, comenté que pudieron estar abiertas y no cerradas como todo el
mundo afirma .
- Tal vez pero como estamos juntos en esto, te pido que de ahora en más hagamos un
pacto de cuidarnos mutuamente las espaldas. Todo lo que digamos ante los Medios
y la opinión pública debe estar previamente consensuado entre nosotros, Ok?
El diecisiete de septiembre ( un mes y medio después del incendio), se daba a conocer ante
los Medios de Prensa la decisión del Fiscal General de “desafectar de la presente causa a la
Agente Fiscal Penal, Abogada Teresa Sasi Gubetich, atendiendo la recusación planteada por
el dirigente de la recientemente formada “Asociación de Víctimas”, Doctor Roberto
Amaral; contra esta funcionaria pública.
Con esta medida, todo el peso de la causa, en su vertiente acusadora, quedaba volcado
sobre el Fiscal Sánchez.
El Poder Judicial establece que el Ministerio Público debe velar por los intereses del pueblo
Paraguayo veinticuatro horas al día, los trescientos sesenta y cinco días del año. A tal
efecto, se configuró un sistema de turnos rotativos para los distintos Agentes Fiscales en
todo el país.
Merced a esta organización, el fiscal Juan Sánchez se ausentaba de su casa dos domingos al
mes, pues debía “hacer oficina”.Al menos eso era lo que le decía a su esposa.
En realidad, el hombre de cuarenta y nueve años, aprovechaba estos “ turnos” para visitar
en su departamento de la zona de “La Trinidad”, a María, la madre de Jonathan, hijo
extramatrimonial de siete años del fiscal Sánchez; producto de una relación que ya se
extendía por nueve años.
Aquel domingo primero, como de costumbre, María no se levantó temprano. Sabía que en
esa ocasión no iba a poder disfrutar de la compañía de su pareja, a quién compartía con su
esposa. Así que, no le preocupo mucho el horario para realizar la limpieza del pequeño
departamento donde moraba con su hijo.
Luego de asearse y despertar al niño, le invita a acompañarla a realizar las compras para el
almuerzo del día.
- Conque chantajeándome de vuelta pequeño bribón, deja que te ponga las manos
encima- responde risueña la mujer, iniciando una persecución simulada, juego en el
que el niño entra gustoso
Cuando el reloj marca las once de la mañana, Madre e hijo, tomados de la mano, ingresan
al local de la cadena Bolaños-Botánico. No volverían a salir con vida.
- Abogado Escobedo- le recomiendo que guarde ese cheque y se retire
inmediatamente de mi vista- amenaza irritado el Fiscal Sánchez. El tono formal que
utiliza con su interlocutor, no coincide con la afinidad que hay entre ellos, pues se
conocen bastante bien desde la época en que aquel era Fiscal General.
- Tal vez la cantidad no le parece razonable. Dígame el monto que tiene en mente
-interroga paciente el Abogado defensor de los Pavía, sintonizando en su
contestación con el tono del Fiscal.
- ¿No se da cuenta de lo grave de esta tragedia? Por mas que desee ayudarles – y
créame que no tengo la más mínima intención- la opinión publica está monitoreando
cada paso que damos en este proceso. Le aseguro que nos lincharan si tomamos
opciones que al pueblo y sobre todo a las Víctimas no les satisfacen.
Ni bien se retira el Abogado, el Fiscal hace trizas la pequeña pieza de cartulina. Si bien no
se puede negar que haya aceptado este tipo de propuestas en el pasado, en esta ocasión para
él, es un asunto personal.
Aunque nadie lo sabría nunca, entre el grupo de cuatrocientos sesenta y cinco fallecidos, se
encontraban su pequeño hijo, y la Madre de éste, su amante.
10. QUEMA DE ARCHIVOS
Entre ellas se encontraba la Cajera Maria Benítez, quien en vivo por televisión, habiendo
sido rescatada de entre las ruinas humeantes del Centro Comercial, afirma tajantemente que
esa mañana, ella estaba al lado de Digno Pavía mientras este conversaba con su Padre por
teléfono, luego de lo cual – asegura – el hijo ordenó a los Guardias que cerraran las puertas.
La empleada estaba destinada a ser un testigo clave en el proceso judicial que se avecinaba,
pues las declaraciones que brindase, podrían ayudar a resolver la cuestión de si se cerraron
o no las puertas del establecimiento.
Su cuadro clínico no era grave. Si bien había recibido quemaduras de segundo grado, las
mismas no ocupaban una superficie importante de su cuerpo.
Se le internó un día viernes, con la intención de que recibiera el injerto de piel el siguiente
domingo. La cirugía no revestía igualmente ninguna complicación ni riesgo importante.
Para los profesionales que iban a realizar la intervención, María sería el paciente número
quince en una semana. Los galenos ya tenían un buen “training” anterior.
- Vamos, creo que ya estás exagerando, ¿como podría suceder esto en Paraguay?-
responde su compañero Pedro Ruggero
- ¿No te das cuenta? Esta mujer era una testigo clave contra los Pavía. Si estuvieses
en el lugar de ellos, ¿dejarías que se restablezca y llegue a testificar en contra tuya ?
¿O tratarías de hacer algo para evitarlo?
- Está bien, pero respecto a esta Cajera, tenemos que investigar, ¿no te parece?
- Hagámoslo.
Silenciosamente, a lo largo de varios meses, la periodista Diana Domínguez fue atando
cabos, recolectando información: quienes habían sido los médicos intervinientes, cual era el
informe oficial de la causa de fallecimiento de la empleada, etc.
En esta ocasión los datos de la ficha clínica eran todos correctos. Entonces ¿qué paso?
Nadie supo explicarlo. Los familiares de María se opusieron de manera tajante a que se
realice una autopsia, sugerida por algunos periodistas. Los Fiscales intervinientes, estaban
más interesados en ese momento, en recolectar evidencias materiales en el local de la
tragedia; y no se les paso por la mente ordenar el estudio en el cuerpo de la joven empleada.
Así las cosas, no se pudo comprobar la versión que la paciente ( sin saberlo) era portadora
de una cardiopatía, la cual no había sido detectada en las pruebas previas a la operación.
El mismo día que a María le toco realizarse el procedimiento previo a la cirugía, esperaban
su turno otros noventa pacientes, todos Víctimas del siniestro. Con solo tres funcionarios
asignados a dicho servicio Hospitalario, era imposible procesar tal cantidad de casos en el
mismo día. Aunque igual lo hicieron.
Lo que nadie supo, era que el Doctor Finestra era conocido del Abogado Escobedo. Habían
sido compañeros en el Colegio “San José” (uno de los más prestigiosos centros educativos
privados del país), durante la adolescencia..
Ya cuando salían de vuelta a las calles para otra cobertura, Ruggero, pregunta curioso:
- ¿De verdad crees que puede tratarse de un asesinato encargado por Pavía, para
librarse del testimonio acusador de esta mujer?
- Pero, ¿crees que este empresario, llegaría hasta tal extremo con tal de acallar a la
testigo?
- Mira te lo diré de esta forma: cuando te van a juzgar por matar a más de
cuatrocientas personas, da igual que eventualmente, se agregue un muerto más a la
lista. ¿No te parece?- Y dando media vuelta la mujer sube al vehículo.
En pleno proceso de ahondar las investigaciones sobre el caso 1-A, Diana Domínguez se
entera también que Bernardo Ríos, un Panadero que estuvo trabajando ese día y salió ileso
de la tragedia, había desaparecido varios días atrás.
La mañana del incendio, el hombre salió a recoger unas piezas de su horno, que dejo
expuestas al sol en el patio trasero del local, luego de limpiarlas.
En el mismo instante que se aprestaba a ingresar, escucha las primeras explosiones, y una
onda expansiva que llega hasta él, le tira violentamente contra el muro que separaba el
fondo de la propiedad de una vivienda particular vecina.
Intuyendo la gravedad de lo que estaba pasando, trepa el muro y salta al patio vecino,
pudiendo salir rápidamente a la calle. En instantes al contemplar las llamas emergentes
confirma sus temores.
Ya no vuelve a ingresar al local, y al llegar los Bomberos; les ayuda a cargar heridos en las
ambulancias, pero sin exponerse demasiado.
En esos instantes nadie sabía lo vital de la información que manejaba y el papel
protagónico que le toco desempeñar en la génesis de la tragedia.
Quince días después, Ríos se presenta entre dudoso y esperanzado al local central de la
cadena Bolaños, donde tras ser recibido por María Gómez de Pavía ; le solicita la
reposición de su empleo, en cualquier otro local del Grupo Empresarial
La empresaria conocía al hombre, pues era uno de los funcionarios más antiguos. Incluso
inicialmente presto servicios con ellos en esa sede. Promete resolver con celeridad el
pedido y deja ir al hombre. Esa tarde en visita a la penitenciaria, charlando con su esposo
sobre el pedido de Ríos, recibe de aquel la orden tajante:
- Le creo y quédese tranquilo - dice el Abogado. - Lo que pasa es que la prensa esta
investigando a todos los posibles testigos y su nombre ya está empezando a ser
citado por algunos periodistas. Tarde o temprano van a dar con usted, y querran que
dé su versión sobre los hechos. De ahí a que la Fiscalía le designe como testigo ya
hay muy poco trecho.
Dos días después, pasada la medianoche, el Panadero cruza furtivamente la frontera, con
destino a Buenos Aires (Argentina). Allá le aguarda un familiar cercano, quien prometió
conseguirle un trabajo.
En sus bolsillos, Ríos lleva cinco mil dólares, recibidos de manos del Abogado de los Pavía
en el ultimo encuentro que tuvo con este. El hombre estaba dispuesto a no regresar al país,
nunca.
No tenía opción. Era aceptar el dinero o sufrir un “accidente fatal ” en cualquier momento,
según le aclaró Escobedo, por encargo de sus clientes encarcelados.
11. VOCES DEL MAS ALLA
En consonancia con esta creencia, desde los primeros días de la catástrofe 1-A, las
ceremonias y rituales se sucedieron unas tras otras. Misas por el descanso de las almas de
las Víctimas, responsos, etc. Los altares improvisados en el lugar se llenaron de fotos, velas
y carteles con oraciones. Todos pedían a Dios por los fallecidos y desaparecidos.
Una noche, los Oficiales Cantalicio Zanabria y Celestino Mendoza montaban guardia en las
afueras del local siniestrado. La Fiscalia había establecido esta custodia, a fin de proteger el
sitio de vándalos, evitando que saqueen los restos de productos y mercaderías existentes; y
para preservar lo más intacto posible el escenario del desastre, ya que dentro del Juicio
Penal debían realizarse varias inspecciones “in situ”, a fin de recoger evidencias en las
investigaciones que se realizarían.
Aún las noches de Septiembre eran frescas, testimonio de un invierno que no se resignaba a
morir. Si bien Paraguay es un país tropical, acostumbrados sus pobladores a días calurosos
la mayor parte del año, los pocos días con bajas temperaturas, los sienten intensamente. Por
eso, estos servidores públicos estaban bien provistos de un generoso termo de café caliente,
atención de una de las esposas..
Mientras sostenían con agrado sus tazas, repentinamente ambos escuchan un aterrador grito
de auxilio
- Parece que entró alguien y tuvo una caída o un golpe- responde su compañero
El Dr. Fresco, Director del Hospital, examinó varias veces a los Oficiales. Cuando (luego
de días de tratamiento con sedantes) pudo estabilizar medianamente a los internados, decide
inducir un trance hipnótico en uno de ellos, para recabar datos sobre la experiencia que los
había traumado hasta ese punto:
- Usted está totalmente calmado, Oficial Zanabria, nada le pasará, solo vea de nuevo
aquel día. Dígame ¿qué ve?
- Dejo mis cosas en la Comisaría. Llevo mi termo de café. También mi abrigo para
cobijarme durante la noche. Todo está tranquilo. Hablamos con Mendoza, contamos
chistes. De pronto escucho un grito. Me da miedo, no quiero entrar...
- Entramos con mi compañero. Todo esta oscuro. Aun se siente el olor putrefacto de
la carne chamuscada. Estamos en medio del Salón. De repente, todo se ilumina, no
es luz, es fuego. Estamos en medio del incendio. Siento las quemaduras de las
llamas. Veo gente muriendo por todos lados, niños cayendo y achicharrándose en el
piso.
Aquella mujer y su bebé. Corre desesperada con su hijo en brazos, su cuerpo se
incendia por completo, se tambalea. Su niño cae al piso, también se quema. Está
muriendo. La madre me toma del brazo, me pide que salve a su bebé, es horrible- el
hombre se agita y trata de incorporarse.
- Tranquilo Oficial, esto no está pasando, sólo recuerda lo que vio allí. ¿Quiere
continuar?
En el informe clínico inicial de los Médicos que examinaron a los Policías, se asentó una
descripción sobre el estado físico de los hombres: “ambos presentaban en todo el cuerpo
quemaduras leves”. Lo más raro era que no habían estado expuestos a ningún tipo de fuego
en el local, y que sus ropas...estaban intactas.
Era un domingo caluroso en el Jardín Botánico. Miguel Allende había llevado a pasear a su
pequeño hijo de seis años. Mientras lo veía correr tras una pelota, a lo ancho de aquel
campo deportivo, disfrutaba su refrescante “tereré ” bajo la sombra de un árbol.
El tereré es una institución entre los Paraguayos. Bebida refrescante que se prepara con
agua, vertiéndola en una guampa ( recipiente hecho de cuerno de vaca ) con yerba mate;
sorbiendo el liquido a través de una bombilla. La infusión es oriunda de la guerra del
Chaco. Ante la escasez de agua, los soldados bebían agua sucia de los esteros, usando la
yerba para filtrar el agua. En ocasiones, a falta de agua, bebían su propia orina, con lo que
el filtrado era todavía más útil.
En los años siguientes, el preparado pasó a ser un símbolo distintivo de la nacionalidad
Paraguaya.
- Mucho gusto, soy Miguel- responde el hombre extendiendo la mano, que la mujer
no acepta. - ¿Qué haces aquí?
- Vine a traer a mi hija para que juegue. Está por allá. La ves?
- Tal vez, o no quiere que la veas -aclara la visitante. - Tengo mucha sed, ¿me invitas
tu tereré?
Allende no comprende por qué la mujer no acepta directamente el recipiente. Tal vez es
tímida- pensó. En ese instante escucha el grito de dolor de su hijo, a quien - tras voltearse-
ve caído en el suelo.
Sin siquiera atinar a despedirse de su acompañante, hecha a correr en dirección al pequeño.
Al llegar a su lado, comprueba que tiene una herida en la rodilla. La cortadura la causó la
piedra sobre la que cayó el niño al tropezar con su pelota.
Alzando en brazos a su hijo, vuelve al lugar donde estaba sentado. Busca su termo de agua
fría para rociarla sobre la pierna del niño. No lo encuentra. Tampoco está la mujer con la
que estuvo hablando hace apenas un minuto. Solo encuentra su guampa. En ese primer
momento, le importaba más auxiliar a su hijo, entonces corre a buscar un grifo de agua en
las cercanías. Al encontrarlo, limpia la herida y consigue unos apósitos autoadhesivos en la
pequeña cantina del local.
Sin preocuparse más por esta pérdida, lleva a su pequeño directamente al puesto de salud
cercano
- Es solo una pequeña herida. Le dimos dos puntos de sutura. Que tome estos
analgésicos y repose un par de días- indica el Médico interviniente
Ya más tranquilo en su casa, Allende relata a su mujer lo acontecido. Ella, sin entender del
todo lo extrañado que estaba su esposo por el episodio, malinterpreta la situación, y arma
una escena de celos.
- Y dime, ¿era bella? ¿te dio su teléfono? ¿vas a llamarla? ¿te vas a acostar con ella?
- Teresa por favor, no es nada de eso. Si así fuera ni siquiera te lo hubiese contado.
¿Para qué hacerlo si pensaba tener una ventura con esa mujer?, ¿No lo crees?
Lo concreto era que el hombre deseaba recuperar sus pertenencias. Aquella guampa había
sido un regalo de su Padre, cuando él terminó la universidad. El termo era de buena calidad,
por tanto su precio era superior a otros. Una y otra vez se preguntaba, ¿por qué le habrá
robado las cosas?
- Allá al lado de aquel Bar- señaló poco antes de que su interlocutor saliera corriendo
a auxiliar a su hijo
Allende recuerda el lugar señalado. Decide entonces ir a buscar la casa. Estaba decidido a
encontrar a la mujer y exigir la devolución de sus pertenencias.
- Buenos días- saluda en voz alta, llamando la atención de la mujer que barría el
patio.
- Señor, ¿qué desea? - responde la anciana, curiosa ante la visita del extraño
- Es que tiene algo que me pertenece. Mire yo estuve hace dos días aquí en el
Botánico con mi hijo; y ella se acercó a pedirme agua. Me dijo que tenia mucha sed.
Entonces, yo me aleje unos instantes para ayudar a mi hijo que tuvo un pequeño
accidente y...
- Bueno, era una mujer joven, pelo castaño, como de treinta años. Tenia ojos verdes.
La mujer palidece y pierde el equilibrio. El hombre la sujeta para que no caiga al piso.
- Señora, ¿que le pasa? ¿se siente mal? - el hombre sostiene a la anciana que rompe a
llorar, presa de una crisis de nervios.
- Cálmese Señora. Deje que le traiga un vaso de agua- actúa presuroso el visitante
- ¿Qué le paso Señora? ¿Por qué se puso así con lo que yo le dije?
- Hijo, no puedo creer lo que me estás contando. No es posible que hayas hablado
hace dos días con mi hija, porque ella... ella murió hace tres meses en el incendio
del Bolaños - aclara la mujer. - Falleció quemada con su pequeña hija, mi nieta de
cuatro años.
- Si era ella, pero no puede ser. ¿Cómo es posible? - exclama confundido el hombre.
Al llegar al sitio donde su hija estaba enterrada, la mujer saca la llave de su cartera y abre la
puerta del mausoleo. Allende retrocede. No sabe qué pensar. La primera en entrar es la
Madre. Ingresa en silencio.
Tal vez tardó unos diez o quince segundos. El hombre aguardaba impaciente afuera, sin
saber qué hacer. La mujer sale con la mirada perdida. Da unos pasos y... cae muerta tras
sufrir un ataque cardíaco.
El hombre corre a buscar ayuda, sin saber que su acompañante ya había fallecido.
Encuentra a unos obreros trabajando en un pequeño taller mecánico frente al cementerio; y
éstos le ayudan a trasladar en un vehículo a la anciana.
Al llegar al Hospital más cercano, confirman su fallecimiento, y la causa.
Traspasado por la curiosidad, Allende decide regresar al sitio. ¿Qué será lo que vio la
mujer que tanto le impresiono? - se pregunta.
Al llegar todo esta igual. La puerta sigue abierta, con la llave puesta en la cerradura.
Ingresa temeroso al panteón. Y allí las ve. Sus pertenencias reposan sobre el ataúd de la
mujer, intactas. Debajo de las mismas, garabateado en un trozo de papel, podía leerse:
“Gracias. Tenía sed. Marcela.”
12. CARNAVAL
Otro de los que se plegaron a la visita fue el Licenciado Héctor Prado, hombre de confianza
de Amaral.
Por su parte, aunque no a la vista de todos, Alejandra la Secretaria del Médico también
insistió en acompañar al grupo. Amaral le encargó otras tareas pendientes.
En la zona central, estaban instalados los toldos de la Coordinación del operativo: allí, en
primer lugar se ubicaban las “Señoras Bien”, engalanadas en sus lujosos vestidos,
voluminosos peinados y finos zapatos de tacón. Fingían colaborar llenando planillas con
datos de las Víctimas, o realizando el inventario de las mercaderías donadas.
Detrás de ellas un ejército de Camareros, estaba pendiente a la menor señal de estas esposas
de Ministros del Poder Ejecutivo y Diplomáticos extranjeros.
Entre el grupo, también pugnaban por integrarse las “amantes de lujo”, convertidas en
acompañantes oficiales de los políticos encumbrados del momento.
Las esposas actuales (ex amantes que habían conseguido desplazar a las esposas
anteriores), repudiaban sutil e incoherentemente a aquellas. Sabido es que los pecadores
blanqueados son los más acérrimos críticos de los que aun no se han redimido. Por ese
motivo, entre estas mujeres, era posible distinguir dos categorías: las que habían
conseguido hacer firmar el acta matrimonial a sus amantes, y las que aún estaban en
proceso de lograrlo. Estas últimas eran más jóvenes que las otras. Y cómo aún su situación
no estaba “ resuelta del todo”, no perdían oportunidad de coquetear sin disimulo con
cualquier hombre que se les acercara, toda vez que reúna el perfil para ser calificado de
“buen partido”
Por su parte, la prensa escrita y televisiva alimentaba el ego de las féminas, con sus flashes,
entrevistas y notas en directo.
Más allá estaban los “buitres rojos”: los operadores políticos, funcionarios públicos
Ministeriales que no trabajaban, sino que se dedicaban a hacer política desde sus
Instituciones. Gutiérrez pudo reconocer a uno de ellos: Hugo Pirovano, eterno estudiante de
la Universidad donde él asistió.
Ya en aquel tiempo en el ambiente universitario, Pirovano era un activista del régimen del
entonces General-Presidente Stroessner. Se habían enfrentado en varios paneles, debates, e
incluso elecciones de Centro de Estudiantes, en bandos opuestos. Tras encontrarse, se
saludaron diplomáticamente:
Los “Seccionaleros” eran conocidos por su típica apariencia. Vestían el riguroso y formal
traje negro, anteojos al tono, corbata de color rojo (el color del Partido) y cabellos cortos
al estilo militar. Su sonrisa fingida estaba siempre semi-desplegada. Saludaban a todos con
cortesía, buscando a quien timar o de quién aprovecharse.
Una de las tareas de los operadores políticos era ayudar en el procesamiento de los
donativos de productos y mercaderías. El dinero era sencillo de procesar. Se lo depositaba
en cuentas habilitadas en diversos Bancos. Sin embargo, las donaciones materiales, al tener
diferente naturaleza y sobre todo variar en cantidad y calidad; eran objeto de una minuciosa
clasificación.
En el sector B, se almacenaban las cosas para el “pueblo”: fideos, pan de mala calidad,
azúcar y arroz. Nada apetecible para los “exquisitos”.
Más allá estaba el “lumpenaje”. Las verdaderas Víctimas que imploraban atención, que
formaban largas filas bajo el sol, frente a los toldos que protegían a los de la clase
dominante. Estos no tenían Camareros que los atiendan. Debían servirse por sí mismos,
agua de los bebederos dispuestos a un costado del predio, utilizando cientos de veces los
mismos tres vasos desechables ubicados junto a los contenedores.
Los restantes miles que habían sido donados por las fábricas del rubro, ya habían ido a
parar a las casas de Militares y Policías que servían en el local.
Los niños, hijos de Víctimas y familiares, sin tener clara esta agrupación por clases, corrían
libremente por todo el local. En una de sus incursiones, un grupo de ellos invade la “zona
VIP ”, y trata de apropiarse y consumir los bocadillos dulces que en ese momento los
Camareros distribuían entre la “nobleza ”.
Un Policía les propina golpes - no precisamente suaves- en la cabeza para indicarles que
ese no era su terreno. En su todavía inmaduro cerebro de seis años, el pequeño Oscar,
quién perdió a su Padre y a su Madre en el incendio, no logra comprender por qué no podía
acceder a todos esos exquisitos manjares, que según se anunció en la televisión, las
Empresas habían donado para las Víctimas.
Al costado del sitio, y completando el circo, estaban los poderosos: Políticos, Ministros y
Altos Funcionarios Gubernamentales involucrados forzosamente en el operativo, por la
naturaleza de sus instituciones. Entre ellos el Ministro del Interior Esteban Fiorotti, hasta
quien un confiado Doctor Amaral llega, recibiendo de aquel un saludo efusivo:
- Gracias Ministro. Esta es una hora difícil para todos, para el país, es por eso que no
puedo quedar a lamentarme en mi casa . Siento que trabajando en la campaña de
asistencia puedo ser más útil.
Terminado el trámite, y habiendo tomado una cierta distancia del resto de los presentes,
Fiorotti interroga al Médico:
- ¿Cómo va tu Asociación?
- Está siendo difícil manejar a unos cuantos, la mayoría me apoya, pero otros no
quieren iniciar las querellas. Solo quieren negociar con los Pavía, cobrar algo y
disponer inmediatamente del dinero. Son los más pobres entre las Víctimas. Gente
que no tiene trabajo o que perdieron a las personas que aportaban económicamente
en la casa.
- Sí, seguiremos haciendo varias actividades para que la prensa destaque. Y nosotros,
¿cuándo nos reuniremos?
- Mira, creo que por ahora tenemos que dejar de encontrarnos por lo menos dos
semanas. Yo sé que nuestro movimiento ( político ) debe continuar activando pero
ya vez como estamos aquí. Tenemos trabajo hasta el cuello
Luego de estrechar la mano del Ministro, el Médico regresa a buscar al resto de sus
compañeros y abandonan el lugar.
13. ARTIMAÑAS DE LA IGLESIA
A mediados del dos mil tres, habiendo terminada su asamblea ordinaria ( a la que solía
tener libre acceso la prensa), la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), realiza en secreto,
una “ Asamblea Extraordinaria”, en la quinta del Empresario Cristiano Pedro Fedel. Asisten
todos los Obispos, los Laicos Secretarios, y algunos “ invitados especiales”.
Esta vez, no se permiten religiosas. Ellas serían informadas después, de las decisiones que
se tomen. Luego de la oración de apertura en la que se pide “esclarecimiento de mente”, los
Obispos empiezan a argumentar:
- Por más que lo niegue oficialmente, este Gobierno tiene una clara orientación
Protestante hermanos – dice Monseñor Pelayo. - Como señales basta considerar que
en la casa Presidencial, la Primera Dama ha mandado retirar todas las imágenes de
los Santos. Lo mismo ocurrió con los íconos católicos en las Instituciones Públicas:
imágenes, cuadros, etc.
- Los Empresarios Cristianos también observamos con preocupación otra señal del
giro Protestante de esta administración Gubernamental: a diferencia de los
Gobiernos anteriores, en este, todos los contratos públicos se adjudican a empresas
de los “Hermanos”, es decir a los Menonitas y Evangélicos. Ahí tienen el caso de
Chacomar por ejemplo, las Cooperativas de la región oriental, etc.
Seis horas después de iniciado el evento, estaba configurado un ambicioso plan para que los
Católicos recuperen el poder en el Paraguay. Los abanderados serian los laicos dirigidos por
Fedel, y la Iglesia apoyaría financieramente el proyecto.
Mientras esperaban ser recogidos por sus respectivos vehículos, los obispos Fernando
Lagos y Ricardo Benítez siguen deliberando:
- Entonces creo que será hora que uno de nosotros se sacrifique y tome el liderazgo
del proyecto, aclara Lagos.
- A qué te refieres?
- A que solo un Obispo conocido por sus luchas y con imagen positiva ante el pueblo
puede captar los votos necesarios para tumbar a este Partido de ladrones.
En los tres meses siguientes al 1-A, numerosas actividades sociales fueron emprendidas
para recaudar fondos de asistencia a las Víctimas y familiares. Incluso en el ámbito
internacional se realizaron festivales de solidaridad con los afectados.
Y como ante la opinión pública, la Iglesia no podía quedarse cruzada de brazos, utilizando
su Órgano ejecutor de Proyectos, la Pastoral Social Arquidiocesana, se montó un gigantesco
operativo de recaudación, a través de medios de prensa ( radios, periódicos y televisión).
Días antes del inicio de la campaña, la Coordinadora de la Pastoral Social, Mavi Brucatti
asiste a una reunión con el Arzobispo de Asunción y algunos laicos, líderes de los grupos
más conservadores de la iglesia: “Comunión y Liberación” y “Schoenstat ”.
Brucatti sabe que no puede rehusarse, bajo pena de ser irradiada de la Organización. En
Paraguay, la Pastoral Social es una enorme Institución, que maneja millones de dólares en
fondos sociales para diferentes proyectos. Esto naturalmente implica para el Coordinador
de esta Unidad, un gran poder al interior de la Iglesia, y fuera de ella. Por eso mismo, más
se sentía molesta, ya que ella no estaba acostumbrada a que le impongan cosas en contra de
su voluntad.
Al terminar la reunión, se había estructurado el súper proyecto de recaudación de fondos
para las Víctimas 1-A.
Lastimosamente para sus partidarios, los esfuerzos realizados no fueron suficientes para
tumbar al poderoso y manipulador Partido Colorado Gobernante.
En la siguiente justa electoral podría ser diferente, ya que en esta ocasión, los fondos de
campaña se verán fuertemente reforzados con dinero suministrado por la propia Iglesia
Católica, parte de lo recaudado en la campaña del 1-A
Las publicaciones se extendieron por dos meses, y en el inicio de éstas, el periodista relata:
“Mucho se ha escrito sobre la tragedia del primero de agosto en sus aspectos más
externamente evidentes: el incendio del Centro Comercial, el número de familias
afectadas, la detención de los Pavía, la organización de las Víctimas para la lucha
por sus derechos, etc. En esta investigación, se presentan en exclusiva los
resultados de una minuciosa investigación que revelará la cara oculta del 1-A.
Se irá enfocando en los distintos actores involucrados en el polémico evento,
develando perfiles ocultos hasta el momento. Y, como se podrá evidenciar,
realmente este caso es una verdadera caldera del diablo, donde, ni Víctimas ni
acusados, son totalmente inocentes; o totalmente culpables.
El Dr. Roberto Amaral era uno de los pobladores de “La Trinidad” al tiempo que
ocurría la catástrofe. Médico y Empresario, fundó el Hospital “Santa Barbarella”.
Fue el creador y es el actual Presidente de la “combativa ” Asociación de
Familiares de Víctimas del Bolaños (afvb), la primera agrupación que aglutina a
personas directamente afectadas por la tragedia ( de la que luego se desprenderían
otras).
En el incendio muere uno de sus hijos, y con base en esta situación se erige en
portavoz y líder de los demás afectados por el siniestro.
Amaral es un hombre con fuertes aspiraciones políticas, y el haberse involucrado
circunstancialmente en la tragedia, le vendría como anillo al dedo para acelerar
sus planes.
Era una relación laboral muy exigente, ya que por un sueldo mínimo que se le
pagaba en fracciones los fines de semana, Eric tenía que trabajar a veces doce y
hasta catorce horas, seis días a la semana. En ocasiones también se le ocupaba los
domingos hasta el mediodía.
En cuanto a la relación con su Padre, esta nunca fue muy cálida ni estrecha. Al
estar casado Amaral, y tener hijos dentro de su matrimonio, su esposa (Mónica)
siempre le presionaba para dar más atenciones e importancia a los hijos de ambos.
Así las cosas, si bien no se puede poner en duda la existencia de algún afecto
mínimo por este, en realidad al ocurrir la tragedia del primero de agosto, Roberto
Amaral se embandera con la figura de su hijo fallecido, y se presenta frente a la
sociedad Paraguaya, como un Padre abnegado y sufriente, a quién se le arrancó
un amado hijo de su lado. Sin embargo la realidad era otra.
Amaral, nunca estuvo muy comprometido con su hijo. Una de las pruebas de esto
es que ese mismo día de la tragedia, él estuvo trabajando como si no hubiese
ocurrido nada, como un Médico más, en las labores de auxilio.
En días posteriores, incluso Amaral utiliza esta actitud como un elemento más a su
favor. En el programa del famoso periodista Humberto Robadín, él sostiene que “
su deber era estar al lado de las Víctimas, a pesar de su “desgarrador dolor ”.
Amaral tenía un sólido proyecto político. Tres meses antes de la tragedia (22 de
mayo de 2004) en la Escuela “ Silvina Molas de Cantero”, barrio San Jorge, zona
de la Santísima Trinidad, se produce el lanzamiento del “ Movimiento Social de
Transformación ” (MST), línea interna del gubernamental Partido Colorado con la
finalidad de llegar a ocupar posiciones de poder tanto en el Congreso de la Nación,
como en la Alcaldía (Municipalidad) de Asunción.
Su Presidente: Roberto Amaral, según se anunciaba en el tríptico que prepararon
para su difusión. El objetivo de Amaral era hacer carrera en la política,
candidatarse inicialmente como Concejal Municipal, por Trinidad, luego postularse
a Intendente, y según como le vayan las cosas, pugnar por la Presidencia de la
República.
Este sería para Amaral uno de aquellos casos en los que se aplica perfectamente el
refrán: “no hay mal que por bien no venga”.
A partir del primero de agosto, el MST se llama a silencio. Todos los dípticos se
guardan celosamente y de ahí en adelante la estrategia política pasa por explotar
al máximo, la condición de líder de la Asociación de Víctimas, del Doctor Amaral.
Durante los primeros días de su creación, todas las familias de los afectados tenían
muchas esperanzas en la recientemente creada Organización y en su
(aparentemente noble) líder.
Para la familia Torras, esa respuesta acabó con todas sus esperanzas. Al día
siguiente, los Medios de Prensa informaban del fallecimiento del bebé.
Qué paradoja: la misma gente por quién el esposo de Rossana arriesga su vida en
el siniestro, le negó al hijo de este matrimonio de Bomberos ( por decisión de su
dirigente Roberto Amaral ) la posibilidad de aferrarse a la vida.
En consonancia con este espíritu, Amaral arreó en varias ocasiones a los dolientes
familiares de las Víctimas, trasladándolos en ambulancias para manifestarse frente
a la Fiscalia, repudiando a la -hoy separada del caso- Fiscala Teresa Sasi, y
consiguiendo así el destaque en la prensa como dirigente de las Víctimas.
En otras ocasiones organizó marchas y manifestaciones que culminaban frente al
local siniestrado. Este perfil “combativo” fue planificado de manera deliberada y
minuciosa en todo momento.
Prueba de esta premeditación son los hechos del primero de septiembre ( un mes
después de la tragedia), que casi culminan en un nuevo desastre.
En la Iglesia de “La Trinidad”, se celebra una misa, con asistencia del Fiscal
General del Estado Raúl Laterra , del Intendente (Alcalde) de Asunción Enrique
Rienzi, y otras autoridades; oficiada por el Obispo de Asunción Pastor Cuqueja.
Al día siguiente de los acontecimientos, por todos los medios de prensa, Amaral
aseguraba que aquello “no estuvo preparado ”, que ellos se enteraron en ese
momento de la presencia del Intendente Rienzi, del Fiscal Laterra y otros
importantes personajes, en la misa que estaba celebrando el Monseñor Cuqueja en
el templo; y que “ espontáneamente” la gente se aglutinó para repudiar la
presencia de Rienzi, al que acusaron de querer manipular políticamente el dolor de
las Víctimas.
Este reclamo se debió - a más del rechazo por la agresión al Arzobispo- a que ese
día estaba teniendo lugar un homenaje a los niños huérfanos, consistente en un
almuerzo en el Salón parroquial. Y dado que la gresca con Rienzi tuvo lugar frente
a este sitio, muchos pequeños se asustaron y tuvieron crisis de llanto ante las
escenas de violencia; niños, que eran familiares de las propias Víctimas.
La reacción de la Iglesia
Desde el mismo día del siniestro, y dado que en ese primer momento el templo de
“La Trinidad ” se convirtió en sede de las acciones de asistencia a los afectados, la
naciente “ Asociación de Víctimas y Familiares” había encontrado un espacio para
sus operaciones en el Salón parroquial, ubicado al costado de la Iglesia.
Se les permitía utilizar una oficina, en la cuál realizaban sus diferentes actividades.
En poco tiempo equipan sólidamente sus instalaciones: tenían computadoras para
carga de la base de datos sobre la tragedia, armarios y gavetas, lotes de
medicamentos y víveres.
El Ministro Fiorotti era muy allegado al Doctor Amaral, pues no solo se conocían desde la
infancia y eran vecinos; sino que ( si bien nadie lo sabía) también integraban el mismo
movimiento político (MST), al interior del partido de Gobierno.
Por estos motivos, recién un año después, a kilómetros de distancia, la verdad pudo ser
publicada.
15. CUEVA DE LADRONES
- Mira Roberto; yo no supe nada hasta ayer, y creo que tenemos que
indagar en el Banco, quién retiró el giro- responde Héctor Prado.
Al día siguiente en el Banco de Londres, Amaral recibe del Gerente una copia de la planilla
de retiro de dinero, con una firma ilegible. Adjunto al documento se encuentra una carta de
autorización firmada por él, con el sello de la Asociación de Víctimas.
Alguien había falsificado la nota para que se retiren los fondos. Quince Mil Dólares
pertenecientes a las Víctimas, se habían esfumado en menos de dos horas luego de ser
recibidos en donación desde Estados Unidos.
Poco después, al revisar la filmación de circuito cerrado, a la hora del retiro del dinero,
Amaral sorprendido, identifica al secretario de su “amigo” Gustavo Doldán.
“ Muy junto a Amaral, estaba Héctor Prado, otro integrante del MST, y miembro –
según textuales palabras de Amaral- de su ´primer anillo´. Prado perdió a algunos
tíos en el incendio, y esto ya le habilitaba a formar parte de la Asociación de
Víctimas. Gracias a sus gestiones e influencias, las reuniones posteriores al
desalojo del Salón parroquial, tuvieron lugar en una oficina, dependiente del
Ministerio de Industria y Comercio, de ubicación cercana al local siniestrado.
Por entonces, este dirigente era funcionario de la “Secretaría de la Primera Dama
de la Nación”. Cuando ocurre el siniestro, ya se desempeñaba en su actual cargo.
Tres meses después del 1-A, se produce un doble delito imperdonable para Amaral:
el robo de fondos donados a la Asociación; y el descubrimiento que en el caso
estaban implicados su amigo Gustavo Doldán, y su amante Alejandra Pintos;
quienes mantenían en paralelo un amorío.
Fue detenido varias veces por apoyar movilizaciones callejeras de grupos urbanos
de población pobre. En síntesis, el hombre era una persona que no transigía con
nada ni nadie.
Uno de los que convenció a Llamosas de crear una nueva Asociación de Víctimas
fue el Abogado Gustavo Doldán, al poco tiempo de haber sido corrido de la
agrupación dirigida por Amaral por las razones ya mencionadas.
Tal fue el caso de los incidentes que se produjeron al cumplirse veintiocho meses de la
tragedia. En un momento dado del proceso, el Juez interviniente concede el pedido de
prisión domiciliaria, presentado por el Abogado Escobedo, a favor de su cliente José Pavía.
Inmediatamente el detenido es trasladado a su residencia, ubicada en el mismo edificio del
local central que la Cadena había habilitado veinte años atrás. Al enterarse de esta medida
judicial, las Víctimas sobrevivientes y sus familiares montaron en cólera y rápidamente se
corrió la voz de que se haría una movilización.
Durante seis horas, la sociedad Paraguaya fue testigo por los canales de televisión, de
cuanto dolor portaban aun los afectados por el 1-A. Las dos agrupaciones existentes se
juntaron frente al edificio.
La Policía no pudo evitar que los exaltados manifestantes arrojaran piedras y otros objetos,
contra los ventanales vidriados del local comercial ubicado en la planta baja del inmueble.
En realidad los uniformados no quisieron evitarlo. Cada uno de los doscientos policías anti-
motines apostados como custodios de la propiedad, muy en el fondo pensaban que lo que
hacían estas personas era correcto. Aunque su trabajo les exigía proteger a los Pavía,
secretamente se identificaban con el sufrimiento de las Víctimas. Muchos de ellos, tenían
familiares lejanos que fueron afectados por el siniestro.
En una sociedad tan pequeña como esta, la mayoría tiene un pariente en cualquier parte del
país. Incluso a modo de chiste, los Paraguayos suelen afirmar -cuando traban conversación
con personas desconocidas- que si empiezan a hurgar en su árbol genealógico, acabaran
descubriendo lazos de parentesco con su interlocutor.
La nación había atravesado por dos terribles guerras que diezmaron la población. La
contienda del setenta ( siglo XIX) que culmina con la pérdida de costas sobre el mar,
dejando un Paraguay mediterráneo a partir de entonces. La guerra del Chaco ( siglo XX),
donde la población masculina casi desaparece por completo. Entonces, para reconstruir la
Patria, las mujeres se atrincheraron alrededor de los escasos hombres que sobrevivieron,
buscando la semilla redentora y salvadora de la República. El objetivo se consiguió, pero
como efecto concomitante, surgió un machismo recalcitrante que hasta hoy azota a esta
sociedad.
Oscar Llamosas fue detenido por arrojar un cóctel molotov al interior del local comercial,
generando un principio de incendio. Su liberación se produjo al día siguiente, merced a
presiones de Organismos Internacionales con sede en Suecia y Holanda. Los Medios de
Prensa destacaban su participación en la causa 1-A, y su trayectoria de líder, luchador por
los Derechos Humanos.
Al ver los noticieros internacionales, Amaral montó en cólera, estrellando un vaso contra la
pared de su oficina. No soportaba que frente a sus narices, alguien le esté robando su
protagonismo ante los Medios. Aunque él había estado también en la movilización del día
anterior, en el episodio no logro realizar ningún acto que concitara, más que Llamosas, la
atención de los medios.
A partir de ese momento, Amaral decidió configurar una estrategia para deshacerse de su
“competidor”. La nueva “Asociación” desprendida de la primera debía desaparecer o ser
desacreditada frente a la opinión publica. Su líder debía quedar totalmente desprestigiado.
Tiempo después, la misma prensa que había ensalzado por meses a Llamosas, destaca en
los titulares, su arresto. Se habían descubierto evidencias de desvíos de fondos de los
Proyectos Sociales, monitoreados por las Naciones Unidas, en los que el hombre estaba
involucrado, y cuyo destino se ignoraba.
- ¿Qué puede decir usted sobre estas evidencias halladas en la ultima auditoria de los
Proyectos?
- Fui objeto de una trampa hábilmente montada. Si bien, no puedo negar que esos
fondos no se utilizaron para lo que inicialmente estaban destinados; en tiempo y
forma daré a conocer los motivos por los que se dispusieron otros destinos a los
mismos
- Por ahora no puedo decir más, hasta el juicio. Puedo adelantar que efectivamente
sobre el manejo de estos rubros, se me acercaron personas a las que voy a
individualizar más adelante, a proponerme tales acciones, con argumentaciones que
me parecieron convincentes.
En el transcurso del largo del juicio, Llamosas se defendió con uñas y dientes. Informó en
el proceso que las personas que le propusieron realizar inversiones “seguras” para
aumentar los fondos a ser utilizados en Proyectos Sociales, fueron dos miembros de la
Pastoral Social Arquidiocesana de la Iglesia Católica: Amadeo Buogerminni y Tomas
Franco. Estos eran técnicos (Economistas) que estaban muy adentrados en el ambiente de
la ejecución de Proyectos financiados por Organismos Internacionales.
En su declaración, los citados aseguraron que Llamosas fue el que les consultó acerca de las
opciones que existían, para realizar inversiones provechosas con “unos fondos disponibles”,
sin haberles aclarado la naturaleza de los mismos. Ellos se limitaron a dar un par de
sugerencias.
La población no se enteraría que Buogerminni y Franco eran grandes amigos de Amaral,
pues habían sido compañeros en la Universidad de La Plata (Argentina).
Aunque estudiaban carreras diferentes, el haber sido integrantes del grupo de estudiantes
Paraguayos con residencia en dicha ciudad Universitaria, en aquellos años de formación
superior, les unió bastante; amistad que Amaral no dejó de explotar en esta ocasión,
buscando alcanzar los fines que se había propuesto.
Llamosas fue absuelto tras tres años de proceso. Pero todo ese tiempo estuvo forzosamente
desvinculado de la lucha del 1-A. Su lugar de líder, había sido ocupado por el Abogado
Gustavo Doldán, que en el fondo no tenía reales intenciones de hacer justicia con las
Víctimas sino de lucrar a costa de ellas, como ya lo había demostrado al trabajar en la
Organización liderada por Amaral.
16. ¿CHIVOS EXPIATORIOS?
- Quizá, pero usted está con la soga al cuello y tal vez este es el único camino que nos
quede. Además, estoy seguro que una vez acusado, y en el eventual caso de que se
le declare culpable, él sabrá apelar y reducir su sentencia, o trocarla por alguna
medida sustitutiva. Tal vez pague una fianza millonaria y solicite que se le autorice
a realizar trabajo comunitario como parte del cumplimiento de su sentencia. Una
persona como él, sin antecedentes, podrá conseguir fácilmente ese tratamiento
...“ lo realizado en la obra, no coincide en todos sus aspectos con los planos que en su
momento solicitara mi cliente al Arquitecto Oschmahovietz, los que luego fueron
presentados a la Municipalidad de Asunción para su aprobación. Es nuestro criterio que
al haberse incumplido con lo previsto inicialmente, el Profesional a cargo violó
elementales normas de seguridad, siendo por tanto el principal responsable de la tragedia
ocurrida en el local número tres de la cadena Bolaños” - destacaba en su parte principal un
escrito del Abogado, presentado al Tribunal interviniente en el caso.
Cuarenta y ocho horas después de recibida esta presentación, el Fiscal Juan Sánchez
procede a imputar al Arquitecto Oschmahovietz por negligencia dolosa, fijándose
audiencia en un plazo de dos semanas. La jugada del defensor de Pavía, estaba dando
resultados.
Una tarde de viernes, dos años antes de la tragedia, en una reunión con el Arquitecto
Oschmahovietz, luego de haber analizado en detalle los planos presentados, y chequeado
las cifras de la inversión que iba a ser necesaria, un complacido José Pavía congratula a su
interlocutor:
- Gracias Señor Pavía. Le aclaro que hemos previsto los mejores criterios estéticos,
urbanísticos y de seguridad en la obra. Verdaderamente la construcción de este
nuevo local comercial, jerarquizará el nivel de la Cadena Bolaños.
- A decir verdad, hay un aspecto que me preocupa de este emprendimiento: los costos
que representaran los sistemas de prevención y seguridad. De veras es necesario
gastar tanto en esto?
- Si lo sé pero en todo caso yo preferiría gastar ese dinero en mejorar aun más otros
aspectos del local, por ejemplo la estética. Quiero darle a nuestros clientes el más
hermoso Centro Comercial que exista en el País.
Un mes antes de la inauguración del Centro Comercial Bolaños “Botánico”, local número
tres de la cadena, el Director Presidente del Holding, recibe en su despacho al Jefe del
Departamento Inmobiliario de la Municipalidad de Asunción, Arquitecto Agustín Planas.
Le acompaña el profesional diseñador del proyecto:
Planas, quien era conocido por ser un funcionario corrupto, enseguida comprende la
indirecta, y le brillan los ojos:
- Bueno, en realidad no tiene por que ser así. Seria un problema si esto se da a
conocer, si se hace público. Pero tal vez podamos encontrar la manera de que eso no
ocurra.
Una hora después, el Arquitecto Planas deja el despacho del Empresario con un cheque de
cinco mil dólares en el bolsillo. A cambio, dejó estampada su firma en el documento de
autorización que habilita el funcionamiento del flamante Centro Comercial “Bolaños-
Botánico”.
El nombre del local, le fue asignado por estar ubicado a unas pocas calles del Jardín
Botánico y Zoológico de la ciudad. En la fachada del edificio, se recreaban figuras que
aludían a flores y animales. La inauguración estaba prevista para las siguientes dos
semanas.
De regreso en el año dos mil cuatro, encontramos al diseñador del proyecto, increpando
duramente al defensor de los Pavía:
- Son unos sucios, yo le advertí claramente a Pavía que era peligroso eliminar las
previsiones de Seguridad, y ahora quieren echarme la culpa a mí- reclama airado
Oschmahovietz.
- Mire Arquitecto: usted puede afirmar cuantas veces quiera que hizo estas
recomendaciones, pero no existen constancias escritas de las mismas. Mi cliente no
tiene un solo memorando suyo donde se toca este tema. Así que, ¿porqué mejor no
escucha lo que le puedo aconsejar para su defensa, de tal manera que le pueda
sugerir esas estrategias a su Abogado?
- Caso Fuente Bolaños: Reafirman que Municipalidad es también culpable del 1-A.
La Municipalidad de la Capital es una de las principales responsables de la
tragedia del 1-A, porque cobró todos los impuestos que correspondían, pero no hizo
su trabajo, afirmó el Dr. Oscar Escobedo, Abogado de los dueños del Centro
Comercial siniestrado el 1 de Agosto. Reivindicó la necesidad de trabajo de
muchos desempleados, y aclaró que hasta la finalización del juicio, ya no planteará
la libertad de su defendido por respeto a las Víctimas.
Además, debe tenerse presente que todas las pericias hechas con relación al origen
del incendio determinaron que se trató de un caso accidental y que no hubo dolo de
ningún tipo- concluye el Abogado sus declaraciones.
Esa noche, cuando estaba a punto de retirarse a descansar, Escobedo recibe un llamado en
su celular. Era el Jefe del Departamento Inmobiliario de la Municipalidad de Asunción,
Arquitecto Planas:
- Señor Escobedo, tome conocimiento de sus declaraciones en la televisión, y debo
advertirle que si usted y su defendido insisten en echarnos la culpa, tendré que
informar a la opinión pública que su cliente me pagó para que no se realicen las
inspecciones correspondientes como eran necesarias.
- Me sorprende esta amenaza Arquitecto, pero pensó usted que en caso de cumplirla,
también resultaría seriamente perjudicado?
- Eso no me preocupa, puesto que tengo poderosos “Padrinos ” en altas esferas del
Gobierno. ¿Cómo cree que obtuve el puesto que tengo? En el peor de los casos,
luego de un sumario administrativo, seré suspendido máximo por un año, ¿pero y su
defendido? Esta nueva evidencia, de seguro que tendrá un efecto trágico en la
marcha de su proceso, ¿no le parece?
- Exactamente. Ahora usted ya no tiene el poder que tenía cuando era Fiscal General.
Podrá tener mucho dinero, pero para las personas que me protegen, usted es un
simple ciudadano.
Dicho esto, el hombre colgó. Esa noche, Escobedo apenas pudo conciliar el sueño. Sin
saber quienes eran los que apadrinaban a este hombre, su conocimiento del sistema político
y de las estructuras de poder que subyacen al interior de este, le indicaban que la amenaza
iba en serio.
- Mire Pavía, lo primero que debemos hacer es identificar con claridad cuáles son las
principales necesidades de estas personas. Necesitamos realizar una investigación
profunda para saber que es lo más urgente para ellos, a fin de podérselo ofrecer en
vez de las indemnizaciones.
- Así es, creo que tenemos que darles a esta gente, una salida laboral. Esto es, que se
conviertan en propietarios del local. Debemos reabrir el Centro Comercial y
proponer que un miembro de cada familia afectada sea contratado y trabaje en el
sitio.
- Otra pregunta, que seria bueno hacerles es: si están dispuestos a recibir alguna
indemnización consensuada antes del juicio, agrega el Abogado
- Bien- asiente Pavía. - De todas maneras hay que hacer las indagaciones con astucia,
para no generar sospechas. ¿Cómo vamos a obtener esos datos? Si alguien se acerca
a preguntarles algo en nuestro nombre, lo van a linchar.
- Tengo un contacto de confianza, que estuvo trabajando de cerca con las Víctimas,
un Psicólogo que luego se alejó por desilusionarse de los dirigentes de su
Asociación. Él sigue en comunicación con ellos, y con la gente de la Iglesia de la
Trinidad. Será nuestro “infiltrado” y conseguirá toda la información que
necesitamos.
Días más tarde, cenando en la residencia del Arzobispo de Asunción, el Abogado Escobedo
expone cauteloso el plan a su anfitrión:
- De ninguna manera Monseñor, pero usted comprenderá que ellos tienen que
defenderse y yo como su Abogado, debo utilizar todos los recursos a mi alcance.
Tres semanas después, luego de terminada la misa de las once de la mañana, los principales
líderes de las diferentes agrupaciones religiosas y de las asociaciones de Víctimas
existentes para entonces; asisten convocados por el Párroco, Padre Giaccomo.
Ni bien termina de hablar el Sacerdote, se levanta uno de los dirigentes Laicos y reclama:
- Y ¿puede usted decirme realmente de donde proviene el dinero para este proyecto?
- En realidad me sorprende que tu también dudes de este tema. Lo que pasa es que los
que financian este trabajo no quieren por ahora que se les conozca. Pero ya que
confío en ti voy a darte la información. El principal contribuyente es el señor
Gustavo Huespe, Presidente de la Empresa Luminec. Es un Empresario Cristiano
que quiere comprometerse junto con un grupo de compañeros de su movimiento
religioso.
Huespe fue llamado poco antes por José Pavía a su lugar de confinamiento, quién le
planteo:
- Mira aquí tengo un informe de peritaje donde se consigna que el fuego empezó en el
cableado eléctrico del Sector de Comidas.
- Tal vez, pero te aseguro que si no me sirve para salir en libertad, deteriorará
bastante la imagen de tu Empresa.
Las Asociaciones de Víctimas, abrieron con gusto sus datos informatizados para el estudio.
Los encuestadores celebraban cobrar el equivalente a dos dólares por cada encuesta
realizada, sin saber que en realidad en el presupuesto se había previsto pagar cinco. Los
otros tres restantes, se los embolsaba Gutiérrez, adicionalmente a sus honorarios.
Incluso, dado que muchos dirigentes Laicos que participaron del estudio, hicieron las
encuestas de manera gratuita, para colaborar con el proyecto; las ganancias del Técnico en
este rubro, aumentaron.
“ En la tragedia del 1-A hubo mil cuatrocientas quince Víctimas en total. De estas,
cuatrocientas sesenta y cinco han muerto, seiscientas cincuenta están quemadas y,
trescientas heridas de distinta gravedad”
“ Lo que más necesitan las victimas y sus familiares, es generar fuentes de trabajo, ya
que los fallecidos eran en su mayoría sostenes de cada hogar y cabezas de familia.
Con estos datos, los Pavía y su Abogado tenían nuevos insumos para fortalecer la
estrategia de defensa en Tribunales. Sabían lo que las Víctimas deseaban y rechazaban. El
resto era cuestión de tiempo y negociaciones que sepan emprenderse.
18. CONTRAPUNTO
... Uno de estos casos es el del Policía Miguel Fernández, quién fue distinguido
cómo héroe por su accionar que salva la vida a un bebé de meses. El Agente
Policíal al ingresar ese día al local siniestrado, se ubica en una fila de socorristas
que estaban trabajando en el lugar. Encabezaba la misma, un Bombero que iba
avanzando abriéndose paso entre los materiales chamuscados, quién pisa sin
querer al niño, que producto de esto - aunque inconsciente- emite un quejido de
manera refleja, con lo cual el rescatista se percata de que estaba vivo.
El hombre lo levanta y le aplica respiración de boca a boca, varias veces,, logrando
que empiece a reaccionar. Acto seguido le entrega el niño al que estaba detrás en
la fila, con el encargo de que lo vaya pasando de mano en mano hasta la salida. El
policía Fernández era el último de esta cadena, y como al recibir al niño también
se le indica que necesita respiración artificial, entonces realiza su público y
fotografiado gesto, convirtiéndose accidentalmente en héroe.
La noticia dio la vuelta al mundo a través de la Internet y otros medios de
comunicación.
Al día siguiente del rescate del bebé, Fernández se reúne con el Comandante de la Policía
Nacional, Comisario general Saprone, a solicitud del primero.
- Yo le recomiendo que vaya sin dudar. Esta es una excelente oportunidad y le pido
que colabore con nuestra “casa” para mejorar la credibilidad que tenemos.
- A su orden mi Comandante. Voy a ir a todos los lugares donde sea posible para
enaltecer el buen nombre de la Policía Nacional.
Y así lo hizo.
Suárez acude hasta allí, removiendo las piezas caídas, buscando su dinero. Cada
incursión solo dura varios minutos, pues el humo le ahoga y necesita volver a salir
para respirar aire puro. En su trayectoria de salida, encuentra a heridos pidiendo
auxilio, y recoge uno por cada vez que sale. Luego de la tercera salida, alguien le
cuenta que su hermano ya estaba a salvo, lo cual le trae una importante dosis de
tranquilidad, puesto que también le era motivo de preocupación.
Al ingresar por octava vez, Suárez no sabía que estaba atravesando por capas de
humo tóxico, producto de la combustión de materiales químicos combinados.
Metros antes de llegar a su desplomado local, cae desmayado por la acción del
humo. Las llamas asesinas harían poco después su fatídico trabajo.
Las “ picardías ” de las Victimas
Sólo se entregarían fondos a los familiares directos (Padres o hijos) y a los cónyuges de los
fallecidos. El trámite era lento y engorroso, y exigía esperar largas horas de pie, en la fila.
Luego de censarse, la gente debía aguardar a que se confeccione el cheque, tras lo cual les
era proveído ese mismo día. Las entregas de los valores eran en orden de confección, no
alfabéticas. Y como la aglomeración de personas era intensa, había varios funcionarios
encargados de la tarea, quienes llamaban a gritos a los beneficiarios:
- Aquí, aquí - responde una mujer embarazada con otro niño de apenas catorce meses
en brazos.
Sorpresivamente, desde extremos opuestos de las mesas de trabajo, dos mujeres con niños
de casi la misma edad, responden presentándose como aludidas.
- Néstor sosa- vuelve a gritar la funcionaria, para descartar confusión con el nombre
de la Víctima, en alguna de ellas.
La funcionaria, intuyendo lo que estaba pasando, aparta a ambas mujeres que a esas alturas
ya empezaban a insultarse, introduciéndolas en el cubículo para reuniones:
- Veamos Señoras. Acá por un lado, usted Rosalinda Garcete, presenta su declaración
diciendo que era concubina del fallecido desde hace doce años, y que tiene dos hijos
de él. Y por otro, -dice leyendo el segundo documento- usted es la Señora
Mercedes Cabello de Sosa, según su constancia de matrimonio de la vecina Ciudad
de Clorinda, Argentina. Tuvieron tres hijos con el Señor Sosa..
- Correcto yo soy la esposa “legitima ”, esta es una ladrona roba-hombres que ni
siquiera en la hora de la muerte del Padre de mis hijos nos deja en paz. Yo siempre
supe de su existencia, pero nunca nos habíamos encontrado. Ahora no voy a
permitirle que ella le arrebate a mis hijos lo que les corresponde.
- El no te amaba ¿sabes? Estaba cansado de ti, porque eres una histérica. Me contó
que solo seguía en tu casa por los niños, pero el siempre me juro que era a mí a
quien amaba- desafía la “otra”.
La escena transcurre frente a los hijos de ambas mujeres, que no entienden del todo lo que
pasa. La discusión sigue por unos minutos más hasta que las rivales terminan trenzadas,
estirándose de los pelos y arañándose mutuamente. Tras lo cual son recluidas por un día en
la Comisaría de la zona.
Qué paradoja. La muerte del hombre, viene a desnudar su vida real. Lo triste del caso es
que su imagen se ve desdibujada para quienes en vida, tenían otra percepción de su
persona.
Tres días después de iniciar sus gestiones, la señora Mercedes Alves, recibe el cheque
equivalente a Doscientos dólares, que se había establecido como ayuda para los heridos
sobrevivientes del 1-A. Este monto representaba por entonces dos salarios mínimos
mensuales en el Paraguay.
Al día siguiente la señora Alves vuelve a presentarse ante la mesa del CEN y confiesa que
mintió a las autoridades, que en realidad su marido no fue una Víctima de la tragedia.
Agrega que "está arrepentida", y devuelve el dinero, en efectivo
La mujer había presentado todos los documentos, incluso un “certificado médico”, por el
cuál pago un soborno, en un puesto de salud cercano.
La noche anterior, la señora Alves tuvo un extraño sueño: se le apareció su difunta madre,
Clota, llorando y pidiéndole que “no mate al niño”, porque eso le haría sufrir. Ella se
despierta sobresaltada y concluye que el mensaje hacía referencia directa a su acción
dolosa. Como el plan lo urdió conjuntamente con el esposo, cuando le comenta a este su
sueño -y por tanto, su intención de devolver el dinero- el hombre responde sarcásticamente:
Marido y mujer discuten por varias horas, pero la arrepentida mantiene su decisión.
Aquella mañana, ante lo irreversible, un apesadumbrado Britos se encuentra con su amante
de quince años, a quién comunica:
El hombre - como cada dos días- se dirige al CEN, a retirar el cupo de medicamentos que
le fueron asignados como miembro del grupo de personas afectadas por la tragedia.
El mecánico de cuarenta y tres años, estuvo el día del incendio realizando compras en el
Centro Comercial con uno de sus hijos de siete años. Si bien salió del local un par de
minutos antes de la primera explosión, al ocurrir ésta, luego de dejar a su hijo con uno de
los empleados de la Gasolinera de enfrente, ingresa nuevamente al sitio para ayudar.
Alcohólico desde hace quince años, su cuerpo no estaba en muy buenas condiciones, por lo
que fácilmente cae asfixiado por la espesa humareda.
El sistema funcionó muy bien durante meses. Luego se cortó bruscamente, porque desde el
otro lado, a los Administradores de estos insumos, también se les descubrieron algunas
“picardías”.
Un Periódico denunció que los medicamentos destinados a las Víctimas, estaban siendo
vendidos en Farmacias y otros locales particulares, al público en general.
Los propietarios de los negocios, recibían de los funcionarios del CEN, la oferta para
adquirir los productos, a precios menores que los correspondientes en el mercado a tales
insumos.
El órgano de prensa, envió a un Periodista haciéndose pasar por dueño de una Farmacia, a
reunirse con uno de los funcionarios públicos implicados. La transacción fue filmada con
cámara oculta, y el video exhibido por televisión, en simultaneo a la publicación escrita.
Dos mil dólares de medicamentos destinados a las Víctimas, fueron comprados por sólo
quinientos; en una operación que apenas duró tres minutos.
Gutiérrez y “Los Padrinos de la Esperanza”
Quienes conocían a Gutiérrez le veían como un profesional integro y probo. ¿Cómo pudo
entonces involucrarse en la conspiración de los “Padrinos de la Esperanza” y su solapado
Diagnóstico socioeconómico? Y, qué le llevo a embolsarse, incluso para sí mismo, parte del
dinero destinado al pago de los familiares de Víctimas que actuaron como encuestadores?
A mediados del año dos mil, el matrimonio de Gutiérrez se desmorona. Venían arrastrando
con su esposa Beatriz, una serie de diferencias de criterio sobre distintos temas vinculados a
la marcha de la familia, la educación de sus hijos, etc. Aunque hicieron varios intentos por
restaurar la relación, ambos se dieron cuenta pronto, en que acabaría todo.
“ Si no pudo hacer un buen matrimonio, haga un buen divorcio”, fue la frase que impactó al
hombre, en un libro que cayó en sus manos por aquella época.
Así lo hicieron con Beatriz. El divorcio fue de común acuerdo, tanto que hasta tuvieron un
solo Abogado que redacto los términos de la decisión. Gutiérrez, consciente de las
complejidades de la realidad económica, ofreció voluntariamente ante el Juez, aportar para
la manutención de sus hijos; un porcentaje mayor al que estaba obligado por la ley, en
función a sus ingresos.
Además, no se le paso por la mente que podría llegar un momento en que no podría cumplir
con su aporte para la prestación de alimentos, como le ocurrió varios años después. Los
primeros tiempos no tuvo dificultades en cumplir su compromiso, pues siempre fue un
hombre trabajador.
Pero una enfermedad de su Padre, le pondría en el dilema de tener que elegir entre seguir
trabajando para que no se resientan sus depósitos en el Banco, o dedicarse a cuidar de su
progenitor.
Ser un hijo “natura ” que crece sin tener a un Padre cerca, es una situación casi normal en
Paraguay, dadas sus peculiares características culturales. Gutiérrez no fue la excepción, y su
infancia estuvo marcada por esta importante ausencia. Recién años después de adulto, y a
partir de su proceso terapéutico personal, pudo elaborar estos dolores y rencores, tomando
la decisión de acercarse él mismo a su Padre, ya por entonces jubilado.
El proceso fue muy sanador para ambos: se reconciliaron, gracias al perdón de uno para con
el otro; y disfrutaron de su relación familiar. Es en medio de este proceso que aparece la
cardiopatía del anciano, derivación de una antigua condición diabética, debiendo entonces
recibir un largo y complicado tratamiento. Siete meses de consultas médicas, estudios y
análisis, todos los días.
Gutiérrez nunca había tenido problemas con la policía, ni había tenido un litigio que le
obligase a contratar un Abogado. Sus contactos con la estructura judicial siempre fueron
como profesional solicitado como testigo, en casos y disputas de tenencia de los hijos, por
parte de Padres en proceso de divorcio.
Pero en este caso, su situación se veía cada vez peor, ya que luego de fallecido su Padre a
consecuencia de un accidente vascular post-operatorio, no le fue fácil retomar sus
actividades, dada la terrible crisis económica que por entonces azotaba al país. Es la época
en que empiezan masivamente las migraciones de sus compatriotas a España, en busca de
mejores horizontes, flujo que se agudizaría en los siguientes diez años.
Ya en plena ejecución del mismo, al comprobar que los encuestadores ( familiares de las
Víctimas) independientemente de la cantidad a cobrar, simplemente estaban satisfechos de
percibir alguna remuneración por su trabajo; de manera unilateral - dado que él dirigía las
operaciones- establece como pago para éstos, un monto menor a lo previsto en el
presupuesto aprobado. Destina entonces la diferencia a sus propios bolsillos, a fin de
aumentar el total de dinero que recibiría por el Proyecto.
Esta decisión no le fue fácil tomar. Es más, ni siquiera hubiese aceptado cobrar por el
trabajo, de no haber sido por la desesperada situación en que le había sumido la
incomprensión de su ex-cónyuge. Semana tras semana depositaba en la cuenta judicial
habilitada, casi todo el dinero que le generaba la actividad, dejando solo lo mínimo
necesario, para la subsistencia de los actuales integrantes de su hogar: Amalia su Madre,
Roxanne quien le ayudaba incondicionalmente en todos los esfuerzos por sobreponerse al
mal trance sobrevenido, y él mismo.
Pero aun con los ingresos que le reportaron los “Padrinos de la Esperanza”, le tomó a
Gutiérrez mucho tiempo y esfuerzo, actualizarse en sus depósitos atrasados, lográndolo
recién varios años después.
Al recordar aquella situación en la que tuvo que optar entre sus principios y la necesidad de
sus hijos, el profesional está consciente que no cometió ningún delito. Tomó -eso sí- una
decisión arbitraria, incluso injusta, pagando menos por algo que se previó pagar más; del
fondo presupuestado que se le entregó al inicio del Proyecto. Pero, ni Escobedo ni los
Pavía, se molestaron mucho en solicitar una detallada rendición de cómo se administró el
dinero proveído. Ellos estaban únicamente interesados en los datos sobre las Víctimas.
Gutiérrez siente que en su lugar, muchos Padres hubiesen elegido lo mismo que él. De
todas maneras, si de juzgar negativamente a alguien se tratase, la gran pregunta en este caso
sería: quién es verdaderamente culpable de todo esto?
19. JUICIO AL JUICIO.
Esto, automáticamente implicaba que los acusados sólo podrían recibir un máximo de cinco
años de prisión.
En las siguientes veinticuatro horas, todo el Paraguay se vio convulsionado. Hubo saqueos,
incendios, detenidos y hasta represión del Ejército. Pero, ¿qué fue lo que causo tanta
indignación en la ciudadanía?
Habían transcurrido casi tres años luego de la tragedia. El juicio avanzaba lentamente por
su magnitud. Nunca tantos Abogados querellantes y defensores tuvieron que encontrarse
bajo un mismo techo y compartir un mismo expediente donde arrimar sus pruebas y
escritos. De ahí que (excepcionalmente) se decidiera realizar el Proceso en un edificio
militar, más amplio que el del Poder Judicial.
Cada prueba presentada por los acusadores era recusada o descalificada por los defensores.
Uno de los ítems más importantes de esta lucha encarnizada, fue la integración del Tribunal
que se encargaría de juzgar a los acusados..
Se propusieron y recusaron en total, más de cien magistrados, para llegar finalmente a ese
cuerpo Judicial, en aquel mayo de dos mil siete.
Las argumentaciones de la Fiscalia, apoyadas por los Abogados querellantes duraron dos
días, luego de iniciado el juicio. Las de los defensores duraron quince. En total entre
testigos interrogados, pruebas presentadas y pericias analizadas habían transcurrido casi
sesenta días, luego que el juicio oral empezara. Dos meses que llegaban hoy a su fin,
ocasión en la que -según la prensa se hacía gran eco- sería leída en primer lugar la
calificación del hecho juzgado, es decir bajo qué tipo de delito se lo categorizaba; y en
función a esto, se establecería la sentencia correspondiente.
Cerca de las once de la mañana, llegó por fin el momento. Tomó la palabra el Presidente del
Tribunal, Juez Calderoli, quién habló en representación de sus tres integrantes..
Al concluir la calificación del delito, las Víctimas y familiares presentes en el local del
juicio estallaron en ira. Tomaron las sillas del local y las lanzaron contra los Jueces.
Atropellaron la mesa donde se ubicaban los Prelados. Arrasaron todo a su paso. La Policía
poco pudo hacer en el sitio, debido a la desproporción numérica con la turba enfurecida.
Los Jueces huyeron despavoridos por la parte de atrás del edificio, y a duras penas llegaron
a sus vehículos para alejarse raudamente del sitio, evitando así un linchamiento seguro.
Al salir del lugar, los manifestantes rompieron ventanales y todo lo que encontraban a su
paso. La indignación afloraba por todos los poros. Salieron a la calle y se detuvieron a
deliberar en el cruce de las dos avenidas principales situado al costado del edificio. El
tránsito empezó a paralizarse y a desviarse, generando más caos.
Realizaron una asamblea extraordinaria para decidir que harían. Luego de una hora se tomó
la decisión: harían justicia por mano propia.
Irían a buscar a los familiares de los Pavía. Estos mientras tanto, eran transportados en
camiones militares directo a la penitenciaría de donde fueron traídos para el juicio.
Por las emisoras radiales que cubrían el evento en directo, las Víctimas y familiares
hicieron la convocatoria: todos a la calle a defender nuestros derechos. Fue una orden que
el país entero parecía estar esperando.
Miles de estudiantes abandonaron sus aulas universitarias y de enseñanza media, y se
volcaron a las calles.
Los trabajadores también se plegaron a la convocatoria. Parecía una gigantesca marea
humana que pretendía corregir la más grande injusticia cometida en aquellos tiempos.
La FOPE fue puesta en máxima alerta. Todos sus integrantes fueron convocados de
urgencia al cuartel general. En una hora, diez camiones repletos de Policías anti-motines
fueron desplegados en los alrededores de la zona donde se ubica la casa central de la cadena
Bolaños, por segunda vez.
Por los diferentes Medios de Prensa, se informaba que incluso desde las afueras de la
Capital, grupos de campesinos sin tierra, estaban empezado a llegar para plegarse a la
manifestación.
Ante la magnitud de esta movilización ciudadana, a las dos horas de iniciada la misma, el
Gobierno decretó el estado de sitio. Eso dio automáticamente pie, a que el Ejército tomara
las calles con caballos y carros blindados de asalto.
Transcurridas seis horas, la presión de los manifestantes había quebrado las primeras
barreras Policíales. Un grupo importante, logró penetrar al edificio del Centro Comercial, y
le prendió fuego. Los Bomberos, aunque llegaron rápidamente, no pudieron evitar que todo
se calcine.
En los depósitos la gente tomó por asalto las cajas con mercaderías. Se tiraron a la calle
alimentos, bebidas, se llevaron artículos de electrónica. Se destruyeron frutas y verduras.
- Esta gente nos linchara si no les damos una respuesta que les satisfaga- aclaró
Duarte Fretes
- Tiene usted razón señor Presidente. Escuché que ya están pidiendo su renuncia y el
nombramiento de un Presidente provisorio - aclaró el Ministro Hurtado.
El pedido fue escuchado. Doce horas después de haberse iniciado todo, la ciudadanía dejó
las calles y regreso a sus hogares. Pero aquello recién empezaba.
En los siguientes tres meses, volvió a repetirse la interminable lista de Jueces propuestos y
recusados por diferentes motivos, de parte de los defensores. En ese sentido, ya se
comentaba que quedaban muy pocos magistrados disponibles para ser nominados a integrar
el nuevo Tribunal que se debía constituir.
Pero las Víctimas, sus familiares y la ciudadanía toda, estaban atentos a lo que iba
aconteciendo. Como declararon “asamblea permanente” para desmovilizarse el día de los
incidentes; se reunían cada dos semanas a analizar la marcha del proceso.
Los Medios de Prensa cubrían periódicamente tales asambleas, por lo que el Gobierno, el
Poder Judicial y las Fuerzas de Seguridad, estaban muy conscientes que el avance del
nuevo Juicio, era minuciosamente monitoreado por los afectados.
Pero esta vez, se tomarían medidas especiales para evitar siguientes desmanes: se decidió
realizar el nuevo proceso, en el Salón Auditorio del propio Palacio de Justicia. También se
decidió limitar el número de asistentes por sesión. Se permitirían un máximo de cincuenta
personas por parte de las Víctimas y sus familiares.
El Salón fue especialmente preparado con rejas para separar a los Jueces y acusados, del
público. Se instalaron detectores de metal en las puertas de acceso. Ni siquiera los propios
Abogados fueron exonerados de las revisiones de seguridad que se debían realizar antes de
ingresar al local..
Era la primera vez en Paraguay, que un Juicio Penal suscitaba tanta atención de la
ciudadanía, la Prensa; y por ende de la comunidad internacional. Todos estaban pendientes
de lo que pasaría con el caso 1-A, en este nuevo Juicio.
Para desdicha de muchos y alegría de los acusados, la fecha de inicio tuvo que posponerse
por otras tres semanas, debido a que el día antes de lo establecido para el nuevo comienzo,
el Presidente del Tribunal conformado, Juez Vaqueta, fallece súbitamente de un paro
cardiaco.
La gente afirmaba que este prelado, tenía formada una opinión al respecto, y que era un
ferviente partidario de darle a los Pavía, la pena máxima posible.
Iracem Da Rosa era un conocido asesino a sueldo que operaba entre Sao Paulo (Brasil) y
Ponta Porá, ciudad fronteriza con Paraguay. Los que le conocen, afirman que a lo largo de
su carrera delictiva, ha liquidado a más de cien personas; a pesar de que no pasa de los
cuarenta años. Sus allegados le atribuyen un carácter frío y desalmado. Le consideran casi
un psicópata.
Nadie sabría nunca, que la noche de la muerte del Juez Vaqueta, Da Rosa invade su
vivienda, se infiltra en el dormitorio y le inmoviliza atándole de pies y manos.
Mientras le inyecta lentamente un líquido contenido en una jeringa, le susurra
maliciosamente al oído: mi querido Juez, este regalo te lo envía tu amigo (el Abogado )
Oscar Escobedo. ¡Hasta nunca miserable!.
Luego del funeral, se dispuso que el nuevo Presidente del Tribunal sea uno de sus
miembros: el Juez Oscar Netto, gran amigo de Escobedo. Quedaba una posición vacante. El
lugar sería ocupado por una ex compañera de universidad del Abogado defensor: la Jueza
Marilina Vouge. ¡Los acusados habían conseguido comprar un Tribunal!!
20. INVESTIGA LA ATF
La investigación se realizó entre el cinco y el diez de agosto del dos mil cuatro. El equipo
incluye la participación de ocho miembros de la ATF.
El informe, detallaba descubrimientos realizados sobre el origen y desarrollo del fuego en
el caso 1-A, y sobre el estado en que se encontraban las puertas del local, al tiempo del
siniestro..
Los Fiscales intervinientes, entregaron copia del estudio a la prensa, y respondieron a las
preguntas de los periodistas. Los “expertos de la ATF ” que realizaron el estudio ya no se
encontraban presentes, pues recibieron instrucciones de regresar rápidamente a su país de
origen.
Con el objetivo de distribuir tareas, y conformar los equipos de trabajo, se organiza una
reunión entre todos los que integran el equipo:
Todos dijeron que sí, entre sorprendidos y molestos. Dos horas después, habiendo vestido
trajes protectores, y cascos, para prevenirse de la contaminación biológica, por los restos
humanos aún presentes; tres equipos entran al sitio.
En las carpas, improvisado cuartel de operaciones, Murphy empieza a observar las pantallas
monitoras. En una - sin que los investigadores locales se percaten- está conectado por
satélite a una oficina en Langley, donde su Jefe, Peter Jones está atento a las primeras
incursiones de los equipos. Las otras dos, están conectadas a las cámaras que llevan los
exploradores, enganchadas a sus hombros
- Queen, empezamos a grabar -dice Murphy, dirigiéndose al líder del primer equipo
investigador.
Por su parte, al ingresar al local, el agente Whitakker observa la estructura sobre su cabeza.
Activando su equipo enganchado a la cintura, y enfocando su cámara, hacia arriba, empieza
a relatar:
- Observando los daños ocasionados en la estructura y los diversos materiales que ahí
se encontraban y fueron expuestos a la acción del calor, comprobamos un mayor
impacto en el área frente a la Panadería. Se puede observar la caída del revoque, una
coloración clara del concreto, y desgarramiento de los soportes metálicos.
- ¿Qué le parece que esto significa Capitán?- pregunta Murphy al Jefe de Bomberos
- Estas señales evidencian mayor exposición a los efectos del fuego en esos puntos.
Puede indicar que esta es la zona de origen del incendio.
- Confirmo la ausencia total de signos de fuga de gas que pudieran haber entrado en
contacto con el fuego, ya sea para iniciar o generalizar el incendio- recalca Ferrara,
tras analizar los equipos del sitio con un aparato de alta tecnología capaz de detectar
restos de esa sustancia. Con esto quedaba desacreditada la hipótesis inicial de los
Bomberos Paraguayos, que explicaba el fuego y las explosiones siguientes como
resultado de la fuga de un elemento de este tipo.
Después, Morgan inspecciona las mercaderías ubicadas en las góndolas. Todo está como el
día del incendio:
- Se constata que las mismas fueron afectadas por el fuego de arriba hacia abajo, lo
que indica que las llamas provenían de los niveles superiores. Sin embargo, al
principio nadie se percató de su presencia, entonces mi conclusión es que se
originaron entre el cielorraso y el techo del establecimiento.
El equipo dirigido por Morgan llega luego a la planta alta del sector de Comidas:
- Aquí vemos una chimenea, perteneciente a la parrilla de uno de los locales
gastronómicos. Detrás de la parilla, en la Cocina, encontramos tres freidoras
industriales, que también tienen tubos de ventilación conectados a la chimenea
- Estos artefactos sólo pueden extinguir fuegos incipientes- dice el Capitán Vélez
desde el centro operativo
- Lo que refuerza la hipótesis de que el fuego pudo originarse en este sitio- responde
Murphy.
- Esta sección superior está compuesta de dos ductos rectangulares, con un largo
total de cinco metros y medio. El primero se extiende hasta llegar a una desviación
tipo codo. Allí se conecta el otro tramo, terminando en la parte externa del techo,
donde se instaló un extractor de aire, para realizar la evacuación forzada del humo
de la parrilla y la cocina.
El Panadero trató de arreglar el problema vertiendo agua con una manguera hacia la parte
superior de la estructura metálica, logrando apagar lo que sin dudas era un “principio de
incendio”. Al terminar, informa a su Patrón:
- Hay mucha grasa acumulada ahí arriba. Tenemos que removerla completamente.
Tal vez en algún momento podamos desarmar la chimenea y hacerlo.
- Veo difícil que eso pueda hacerse. Para trabajar, habrá que cerrar el Restaurante al
público. Y esa idea, no creo que le guste mucho a Papá- aclara el encargado del
local.
Sin embargo, el problema vuelve a presentarse dos días después ( sábado treinta y uno de
julio ). Nuevamente se convoca a Ríos, quién sugiere que se llame a un conocido que
trabaja en una Parrillada (restaurante típico Paraguayo) y “entiende de estas cosas”.
Ese domingo, la parrilla funciona a plena capacidad. Siendo aproximadamente las diez y
cincuenta horas, el personal asignado al sector, detecta que la combustión se vuelve a
producir. Convocan nuevamente al Panadero Ríos, quién al percatarse de la gravedad del
asunto, recomienda a su Jefe desalojar a la gente ante un eventual riesgo de incendio.
El hombre trata de llamar por celular con su Padre, pero la estructura del edificio bloquea la
señal. Decide entonces salir a la calle para comunicarse, y cuando lo consigue; recibe de su
progenitor, esta trágica orden :
- Cierren todas las puertas, que la gente pague y vaya saliendo. Trabajen en la
reparación toda la noche si es necesario, para poder abrir tranquilos ( el local )
mañana.
... Minutos después de terminada la comunicación entre ambos, se producen varias
explosiones.
Introduciendo una pequeña muestra en un liquido que agita en un tubo de ensayo, y luego
de colocarlo en una máquina portátil de análisis, el agente Ferrara concluye:
- Traigan más muestras. ¡Las enviaremos a nuestro laboratorio para que se hagan
pruebas de mayor profundidad!- ordena Murphy excitado. Ese podría ser el
combustible que causó el terrible desastre.
Además del material citado, Ferrara identifica restos de otra sustancia. El análisis indicaba
que eran restos de papel, lo que le sorprende dado el lugar donde se encontraba. Tal vez
llegó allí por accidente. Con las explosiones que se produjeron, pudo subir hasta ahí, desde
el Salón principal- pensó
Se decide entonces realizar una minuciosa limpieza, que incluye barrer los pisos y verter
agua a presión utilizando las mangueras de los Bomberos. Al filmarlos, Van Vlendet relata:
- Las marcas son producto de una combustión lenta al inicio del incendio. Los
paneles iban cayendo gradualmente al piso de forma aleatoria.- Deduce Van
Vlendet
De regreso tras su primera incursión, y luego del almuerzo, los técnicos deciden realizar
una prueba con el aislante contenido en las planchas de yeso.
Tomaron un trozo de madera impregnada con el poliuretano. La colocaron en una posición
vertical al suelo y le aplicaron fuego con un encendedor. Al retirarse la llama, el fuego se
auto-extinguía, produciendo gran cantidad de gases tóxicos
- Este olor coincide con el que presentaba el local luego del incendio- aclara Vélez
- La grasa acumulada a la altura del codo de desvío, empezó a arder. Este fuego
dentro de la chimenea se propagó al techo causando que el aislante se incendiara-
concluye Morgan
A la vista de los investigadores estaba la evidencia que explicaba cómo se generalizó tan
rapidamente, el devastador incendio.
Aquel primero de agosto, dos horas después de haber sido detenido José Pavía, su esposa,
ingresa apresurada al despacho del empresario, en el local central de la Cadena. Luego de
abrir una gaveta de archivos, busca las carpetas del proyecto del local siniestrado. En el
interior de esta, encuentra un Memorando del Arquitecto Oschmahovietz, dirigido a su
cónyuge, que en su parte principal señalaba:
- La parilla fue encendida esa mañana a las nueve. El fuego pudo producir
alguna chispa que se elevó por el dúcto sin apagarse. Llegó hasta la grasa y la
carbonilla acumuladas en la desviación tipo codo, incendiándolas. Esta combustión,
al dilatar el material por su alta temperatura alcanzada, separó las uniones en el
punto, escapando la llama generada, por los espacios existentes, dirigiéndose hacia
arriba, hasta alcanzar el poliuretano aislante, inflamándolo lentamente
Una vez ocurrido esto, se propagó hacia la parte superior del techo, llenando el
espacio entre éste y el cielorraso, de una gran cantidad de gases calientes que fueron
reduciendo el oxígeno de este sector, dejando a la combustión sin el elemento
necesario para la reacción.
Al reducirse el oxígeno, los gases calientes secos se dirigieron hacia abajo,
buscando el componente faltante. Encontraron otros gases calientes, pero de
características húmedas, lo que aumentó la agitación de esta mezcla, ocasionando de
manera aleatoria la caída de las placas de cielorraso en una zona del edificio donde
nadie se percató al principio.
Es por estos huecos donde se produce la entrada súbita de oxígeno, lo que crea una
violenta inflamación en la planta alta del sector de comidas.
- Allí quema varios vehículos estacionados, generalizando el incendio del local, con
ayuda del viento proveniente del sector norte, tal como se comprobaría en los daños
observados en las cajas registradoras. – agrega Queen
- Y ahora fíjense en el tramo final: tiene una coloración clara- agrega Queen.
- El tramo inicial de la guía queda al descubierto, cuando la puerta cubre la salida del
local. Y es por eso que a la parte final no le afectó el fuego: la protegió la estructura
que estaba encima- afirma concluyente el jefe Murphy
Ante los ojos de los investigadores, estaba la prueba que confirmaba lo que todo el mundo
ya sospechaba, y que los empresarios acusados negaban reiteradamente, tratando de ocultar.
En el momento en que la gente llega hasta la puerta queriendo huir de las llamas asesinas,
no pudieron salir, porque la misma ¡estaba cerrada!!.
... En la conferencia de prensa, la periodista Diana Domínguez ojea rápidamente el
ejemplar de su informe, saltando paginas y buscando las conclusiones finales. El texto que
lee es categórico:
- Señores, existen circunstancias en que la Patria exige a sus hijos, tomar decisiones
pensando en el bien común por sobre todas las cosas. Esta es una de esas
situaciones- comenzó su discurso. - Debido a circunstancias que no puedo darles a
conocer por Seguridad Nacional, el Presidente me ha ordenado que el juicio por la
tragedia del 1-A, concluya con la condena de los acusados, a la pena máxima
posible según nuestro Código Procesal Penal.
No será aceptado otro veredicto, y por si acaso alguno de ustedes falla en contra de
esta “orden superior”, puede ir despidiéndose de su carrera en el Poder Judicial..
Buenos días – dice el Ministro, levantándose para despedir a sus subalternos.
Los Jueces se miraron sobresaltados. Que terrible jugada del destino. Apenas veinticuatro
horas antes, cada uno de ellos había recibido de manos del Abogado Escobedo, la suma de
Un Millón de Dólares, a fin de garantizar nuevamente la calificación mínima del delito; y
por tanto, el establecimiento de una condena “leve ”, para los declarados culpables.
Esta “orden superior” les planteaba una encrucijada, ya que al aceptar el dinero del
Abogado defensor se habían comprometido a emitir un fallo favorable. Pero por otro lado,
estaban en juego sus cargos y carreras, cosas que para todos ellos valían más de Un Millón
de Dólares
Luego de retirarse de las oficinas del Ministro de la Suprema Corte, se reúnen a deliberar
en el subsuelo del edificio:
- Si, ¿por qué no?. después de todo, ni Escobedo ni los Pavía podrán reclamarnos
nada. Ellos no se incriminarían denunciándose a si mismos por soborno. Y aunque
lo hagan por desesperación, no tienen pruebas de que recibimos ese dinero- sostuvo
Corbatti.
Los sentenciados bajan resignados la cabeza. Las vivas y aplausos llenan la sala. Hay
abrazos y lágrimas entre los parientes y las Víctimas sobrevivientes..
- Por fin se hizo justicia- exclama una anciana que perdió a su única hija en el
incendio
- Que se pudran en la cárcel- grita otra mujer que perdió a toda su familia
( marido y tres hijos ).
Esa noche, en los alrededores del local siniestrado, en cada hogar, en cada vivienda de la
zona de la Trinidad en Asunción, capital de la República del Paraguay, cientos de personas
respiraban complacidas, disponiéndose a descansar, diciéndose mutuamente una y otra
vez: ... Por fin se hizo justicia... Por fin los culpables están sentenciados..
Dos semanas más tarde, otro tribunal, declaraba al Arquitecto Oschmahovietz, constructor
del siniestrado edificio, culpable de negligencia profesional, estableciéndole una pena de
dos años de cárcel y una multa de Un millón de Dólares a ser distribuidos en partes iguales
entre los familiares de las víctimas fallecidas.
22. DAÑOS COLATERALES
Desde entonces, Padre e hija no tuvieron mucho tiempo para compartir. Recluida la niña en
un Colegio Privado, veía a su Padre solo una o dos veces al mes. Los constantes viajes de
éste, le impedían visitar con mayor frecuencia a su hija.
Así lo habían hecho dos días atrás. En aquella ocasión, entre lágrimas de añoranza, y de
dolor por ver a su hija crecer sin Madre; el Agente Norteamericano murmura:
- Me gustaría tanto que estemos reunidos... Tu país es hermoso, es un paraíso.
Pero sin ti está vacío.
Quizás por sus largos años de entrenamiento que le llevaron a intuir el peligro, quizás
porque hubo alguna evidencia mínima de lo que se avecinaba, el hombre decidió
abruptamente dar por terminadas sus compras y dirigirse presuroso a las cajas, aun cuando
todavía le faltaban varios productos de su lista.
Incluso arrastro del brazo a su sorprendida hija, que insistía no haber elegido aún el
obsequio prometido.
La Cajera inició el cómputo. Al comprobar el monto total, Taylor paga y con su hija en
brazos, empieza a dirigirse presuroso hacia el estacionamiento. Indica al niño que
transporta las mercaderías en el carro metálico, que lo siga.
A solo tres metros de la rampa de salida, el hombre siente a sus espaldas la inconfundible
onda expansiva de una explosión. Por instinto se tira al piso, cubriendo con su cuerpo a su
hija. Todo transcurre en segundos. Las llamas cayendo del techo, los gritos desesperados de
la gente, el humo que todo lo envuelve...la oscuridad.
Las autoridades Paraguayas acceden, sin hacer preguntas sobre los motivos de este pedido.
Incluso se pacta que en la lista de fallecidos no se incluirían estos dos nombres.
- De todas maneras, algo me dice que debemos investigar mas a fondo este episodio.
El agente Taylor tenia varios enemigos. Este país perdido es el mejor sitio que
podría elegir alguien que desee asesinarlo- aclara el Embajador Davis.
Esa misma tarde, en la residencia Presidencial, un guardaespaldas, sosteniendo en la mano
el teléfono inalámbrico, informa:
Duarte Fretes estaba tomando sol plácidamente, interiorizándose por televisión de los
pormenores del incendio. Sabia que este acontecimiento “arruinaría su Domingo”. Debía
asistir en breve al lugar de la tragedia, hacerse presente, como corresponde a todo “buen
Presidente ”.
- Señor Embajador muchas gracias por comunicarse, ¿en qué le puedo servir?
- Quisiera expresarle en primer lugar mis condolencias y pesar en nombre del pueblo
y Gobierno Norteamericanos ante la gran tragedia que enluta a este gran país.
- Lo sé, lo sé. Es por eso que no podemos dejar de mirar el caso con cierta
preocupación, y con el fin de descartar si el siniestro fue o no intencionado, nos
atrevemos a solicitar respetuosamente que permita el envío de una unidad de
especialistas que colaboraran en la investigación a fin de determinar si puede
tratarse de un atentado terrorista.
Duarte Fretes se sobresalta al escuchar las ultimas palabras: en estos momentos es lo que
menos necesita su país y su Gobierno. Sin percatarse enmudece por unos instantes
- Eh... si disculpe Embajador, es que este tipo de posibilidades nos crea una sensación
difícil de manejar. Mire, con gusto recibiremos a los expertos que su país envíe. Es
más, nuevamente le digo que nuestra nación y mi Gobierno están en deuda con el
pueblo y Gobierno Norteamericanos por un gesto tan solidario en estas horas.
- Gracias Señor Presidente. Lo que desearía acordar con usted es que los motivos de
la venida de los expertos sean manejados con absoluta discreción. Lo presentaremos
como parte de un procedimiento de ayuda humanitaria, junto con la venida de
médicos, y peritos en este tipo de siniestros, ¿Qué le parece?
- De acuerdo Señor Embajador. Que su gente se ponga en contacto con mis Edecanes
para coordinar el operativo.
Dos días después en la sede central de la CIA, en Langley, la División de Asuntos
Latinoamericanos, dispone el envío de sus mejores agentes, al Paraguay. Su ingreso al país
seria encubierto bajo la figura de técnicos de la ATF.
Su misión tenía tres objetivos: determinar si el episodio del 1-A fue un ataque terrorista. Si
lo fue, comprobar si estaba dirigido a eliminar al agente Taylor. De lo contrario, debían
comprobar si existía alguna vinculación con el conflicto político interno, por el regreso al
país del General Lino César Ovando, procesado en el caso del “marzo Paraguayo”, episodio
que se inicia con la muerte del entonces VicePresidente de la República, Abogado Lagraña,
continua con la muerte de varios jóvenes manifestantes frente al Congreso Nacional, a
manos de francotiradores; y culmina con la caída del Gobierno de entonces.
- Bienvenido al Paraguay Señor Burton - dice el Oficial de Aduanas al hombre que
sonríe tratando de disimular su dura mirada. Detrás, aguarda en la fila Emanuel
Jackson, cómplice del primero. Ambos eran terroristas que llegaban al Paraguay con
una misión específica, a mediados de julio del dos mil cuatro.
Venían siguiendo a su blanco desde los Estados Unidos. Sabían que este solicitó licencia
para visitar el pequeño país del cual fue oriunda su fallecida esposa.
Al vigilar la casa de su suegra, comprobaron que Taylor la acompañaba a realizar las
compras, en el Supermercado del Centro Comercial más cercano a la vivienda de la
anciana: El Bolaños.
Poco tiempo les tomó decidir que harían allí el “trabajo”. Empezaron a visitar a diario las
instalaciones del local, realizando compras, tomando fotos fingiendo ser turistas, etc.
En una ocasión se hicieron pasar por inversionistas extranjeros y solicitaron una entrevista
con el Gerente del local, siendo atendidos por Digno Pavía.
- ¡No que va!. El patrón poca importancia le da a esos detalles. Además es solo grasa
acumulada que no se ve- dice riendo el cocinero, a la vez que exhibe la falta de un
diente.
- Y también apuesto a que esta gente ni se imagina el riesgo que están corriendo -
comenta condescendiente Jackson.
- Tengo un plan para llevar a cabo la misión. Si, parecerá un accidente. Le enviaré por
e-mail los detalles. Descuide la información estará encriptada. Adiós.
Dos días antes de la tragedia, los equipos de cocina del sector de Comidas, reciben
mantenimiento de un Técnico, enviado por la empresa proveedora. Twin Burton se hace
pasar por el empleado, para investigar a fondo las instalaciones.
En la madrugada de ese mismo día, los dos hombres irrumpen a escondidas en el local del
Centro Comercial. En sus mochilas llevan sofisticados explosivos de ultima generación.
Colocan las cargas en serie, empezando por la desviación tipo codo de la chimenea de la
parrilla. Para lograrlo, cortan el metal y luego de colocar en su interior el mortal contenido,
lo sueldan y lo recubren con una pintura de secado rápido para que no se note que fue
alterada. Luego continúan por diferentes tramos del cielorraso; hasta llegar al extremo
opuesto del Salón, cubriendo así todo el perímetro del techo.
- El resto del trabajo lo hará la reacción química de los gases que van a liberarse con
el incendio- comenta Jackson.
Al amanecer, desde su habitación del hotel , tras haber discado el mismo número en
Colombia, Jackson informa complacido:
- Sabemos con certeza que uno de los elementos es el poliuretano expandido. Este
componente es el que se usa como relleno en las placas de cielorraso. El otro
material resultó ser un glúcido polisacárido presente en todas las membranas
vegetales. Comúnmente lo conocemos como: celulosa.
- Si, pero uno muy especial. Hemos cotejado su estructura molecular en nuestra base
de datos de explosivos y está confirmado que se trata de un nuevo tipo de Sentex,
conocido como C5 – responde el Químico Kriug
- Sabían muy bien lo que hacían. Desgraciados - maldice Queen. - El objetivo era
matar a Taylor pero no les importó asesinar adicionalmente a un montón de civiles.
- Debemos atrapar a estos bastardos, aunque sea lo último que hagamos - propone
airado Morgan
- ¿Qué pasará “allá” con el episodio? ¿Es conveniente informar que en realidad fue
un atentado?- pregunta Dollen, refiriéndose a Paraguay.
- No. Es mejor que esa gente, tanto los del Gobierno como la ciudadanía sigan
creyendo que fue una tragedia accidental – propone Murphy.
- Esa decisión tendrá que tomarla el Departamento de Estado. Una vez que decidan
que hacer, acataremos las órdenes - concluye el Jefe Jones.
En mitad del proceso penal contra los Pavia, el Presidente de la República, recibe al
Embajador Norteamericano en su despacho. Este le entrega un material clasificado para que
lo lea.
Cuando Duarte Fretes terminó de leer aquellos papeles, se puso pálido. El logotipo de la
CIA y la indicación de “ Secreto”, resaltaban en rojo sobre el fondo negro de la carpeta.
- Dejo a su criterio que hacer con esta información Señor Presidente- dice el
Embajador Norteamericano. Luego se levanta, y se dirige hacia la salida del
despacho Presidencial.
Dos horas mas tarde en reunión privada con sus principales asesores, Duarte Fretes
reclama:
- ¿Cómo nos pudo venir a pasar esto? ¿Cómo no pudimos detectar el ingreso de estos
terroristas?
Un silencio gélido invadió el ambiente. Todos los presentes bajaron la mirada al piso sin
atinar a responder nada ante la furia del mandatario
Luego de unos segundos, que a la mayoría le parecieron horas, Duarte Fretes, mas calmado
solicita:
- Pero en tal caso estoy seguro que el pueblo se levantará en rebelión- pronosticó el
Jefe de Policía.
- No podemos dejar que los Pavía se libren de esta acusación, aunque sean inocentes.
Solo de esta manera la ciudadanía se sentirá satisfecha y tendremos estabilidad
social y política- agrega el Presidente del Partido Oficialista.
- Véalo como un daño colateral mínimo que tendremos que pagar como precio final
para que se termine este maldito caso- propuso el Secretario Presidencial
Duarte Fretes se queda callado. Camina hasta la ventana y se queda un largo rato mirando a
lo lejos con las manos en los bolsillos. Afuera, la gente en las calles, su pueblo; iba y venía
como todos los días sin saber lo que se estaba decidiendo. Finalmente, suspira hondo y da
media vuelta hacia los presentes:
Una vez culminada la reunión y tras haberse retirado todos los asistentes, el Mandatario
solicita por intercomunicador a su Secretaria:
Desde aquel día, valoro más a mis familiares. Me siento más comprensiva y
tolerante con mis hijos. Tengo más ganas de abrazar y besar a mi Madre.
Me siento más cariñosa con mi pareja.
Tal vez iba a ese lugar, a buscar respuestas que necesitaba encontrar; y que no podía
hallarlas en otro lado.
En varios rincones del Salón, estaban expuestos diversos objetos vinculados a la tragedia.
En un sector, cientos de zapatos chamuscados, de diferentes tallas, recordaban con tristeza
que alguien los utilizó durante ese primero de Agosto. Personas que ya no están.
En otro, en fila se encuentran varios carros metálicos, de los utilizados para las compras en
el Supermercado. En cada uno de ellos vemos algún objeto personal dejado ahí, por sus
ocasionales usuarios.
En uno, un pequeño sonajero de plástico, ennegrecido por la acción del fuego, yaciendo en
el asiento del bebé, nos confirma que un niño lo usó por última vez ese día.
En otro, un teléfono celular derretido a medias, nos cuenta que tal vez alguien esperaba un
último llamado en esa ocasión.
Más allá, se apilan vestimentas y objetos personales diversos: peines, billeteras, relojes;
destruidos por el incendio, gritando estruendosamente que pertenecieron a personas reales,
con nombre y apellido. Vidas que se truncaron injustamente, erróneamente.
Por último, en el fondo de aquel Salón Memorial, como corolario del terrible dolor, están
las fotografías. Decenas, cientas de fotografías. Rostros eternamente cándidos que claman y
esparcen repetidamente por todos los rincones una sola pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué?
Cada una lleva debajo su nombre y edad. Rostros de bebés, de niños, de hombres y mujeres
jóvenes, adultos y ancianos. Todos reunidos bajo un mismo signo de dolor e impotencia.
Estas fotografías, amiga, amigo mío, aún hoy, después de varios años de aquel doloroso
trance, siguen expuestas para recordarnos aquel día en que, al decir de los propios
Paraguayos; Dios se olvidó de nosotros.-
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