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Estrofa 1.* Muchas cosas asombrosas existen y, con todo, nada mds asombroso que el hombre. Fl se dirige al otro lado det blanco** mar con la ayuda del tempestuoso viento Sur, bajo las rugientes olas avanzando, y a la més Po- 335 derosa de las diosas, a la imperecedera e infatigable Tierra, trabaja sin descanso, haciendo girar los arados 3 afio tras atio, al ararla con mulos, Antistrofa 1.* El hombre que es hdbil da caza, envolviéndolos con los lazos de sus redes, a la especie de los aturdidos pd- i a los rebafos de agrestes fieras, yala famitig 345 as marinos. Por sus eee S€ apoderg det de del campo que va a través de los montes lo a ca la cerviz al caballo de espesas ‘od ce al yugo que 1 a sien ke como al incansable toro montaraz. Estrofa 2.* . Se ensefid a si mismo el lenguaje y el alado pensa. 355 miento, asi como las civilizadas maneras de comportar. se, y también, fecundo en recursos, aprendis a esquivar bajo el cielo los dardos de los desapacibles hielos y los 300 de las Iluvias inclementes*°. Nada de lo por venir te encuentra falto de recursos. Sdlo dei Hades no tendrd escapatoria. De enfermedades que no tenian remedio ya ha discurrido posibles evasiones. Antistrofa 2.* Poseyendo una habilidad superior a lo que se puede 365 uno imaginar, la destreza para ingeniar recursos, la en- camina unas veces al mal, otras veces al bien. Serd un alto cargo en la ciudad, respetando las leyes de 1a tie- rra y la justicia de los dioses que obliga por juramento. Desterrado sea aquel que, debido @ su osadia, se da a lo que no esta bien, jQue no lMegue a sentarse junto 35 @ mi hogar ni partici i. i pe de mis pensami 1 que haga esto! p omoses (Entra ot Pec 40+ 370

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