Sei sulla pagina 1di 2

Arturo Uslar Pietro no fue exclusivamente un educador, y no podría ser de otro

modo, puesto que él no estaba exclusivamente encerrado en el aspecto intelectual.


Aunque es importante resaltar que su paso por educador genero impacto en la
sociedad venezolana puesto que como educador lo hacía con gran, devoción y una
dedicación única. De la misma manera en un discurso, pronunciado en la
Universidad de los Andes en 1963 y titulado “Una educación para la vida”, Arturo
Uslar Pietri sintetizaba algunas preguntas que ahora, luego de 33 años, adquieren
una presión apremiante y promueven una vigencia estremecedora. Cuatro eran las
interrogantes: “¿Qué estamos haciendo con nuestros jóvenes? ¿De cuáles
sistemas y dispositivos disponemos para recibirlos, guiarlos e incorporarlos
atinadamente a una vida útil para ellos y a una obra de desarrollo correcto del país?
¿Estamos listos para manejar y dirigir ese inmenso capital de juventud, de energía,
de esperanza o, por el contrario, no podremos hacer otra cosa que despilfarrarlo,
desaprovecharlo o, lo que aún sería peor, convertirlo en factor negativo y en lastre
para el avance social y económico de la nación? ¿Tiene nuestra educación una
respuesta adecuada que ofrecerle a las ansias y a las premuras con que esa ávida
y material muchedumbre surge en el horizonte de nuestro quehacer histórico?
Asimismo, tendríamos que recordar que en 1937 fue designado profesor de la
cátedra de Economía Política de la Facultad de Derecho de la U.C.V. Esta
dedicación por la economía derivó en la creación de la Facultad de Economía en
1938, Cabe reseñar, en una dimensión cualitativa, que impulsa y crea escuelas
normales con la clara intención de favorecer la calidad del trabajo docente.
Paralelamente y con el mismo propósito, promueve la capacitación de los maestros
en ejercicio mediante actividades que van, desde cursos de verano, hasta iniciativas
por correspondencia.
En el mismo orden de ideas, Arturo Uslar Pietro tubo amplio dominio de tantos
campos del saber lo ejerció con la intención reiterada, y casi obsesiva, de
comunicar, transmitir y transferir, con lo cual demostraba que la vocación educadora
constituía el núcleo desde el cual emanaban las fuerzas centrífugas y centrípetas
de su esfuerzo humano. Desde otra perspectiva en el mismo año que comienza su
labor docente, se entrega con una devoción y una dedicación ininterrumpida a
escribir y opinar sobre la educación. Su primer artículo fue sobre la escuela rural y
lo publicó en la revista Elite. Desde ese momento no abandonará la reflexión
continua sobre los temas del niño, del maestro, de la escuela, de la calidad de la
educación y, en general, del impacto de estos asuntos en el destino de Venezuela.
Esa identificación intelectual y afectiva lo conducen al Ministerio de Educación
durante el periodo presidencial del General Eleazar López Contreras. Asumió la
responsabilidad del Ministerio siendo muy joven y con las limitaciones asociadas a
la segunda guerra mundial. Ejerció esta cartera desde el 19 de julio de 1939 hasta
el 3 de marzo de 1941. Durante estos escasos veintidós meses desarrolló iniciativas
y concretó realizaciones de fuertes repercusiones. Algunas cifras muestran
resultados reveladores: en 1936, el índice de analfabetismo en Venezuela superaba
el 70% de la población adulta, mientras que para 1941 se había reducido a 57%. En
1936, sólo estaba inscrita en las escuelas 20% de la población en edad escolar,
mientras que para 1941 se contaban 4.663 planteles federales. Asimismo, puede
destacarse que para el año 1935 había dos escuelas normales federales y un plantel
privado con apenas 141 inscritos, en cambio para 1940 funcionaban cinco
establecimientos federales y catorce privados, con un total de 1.105 estudiantes. De
la misma manera es importante destacar que desde una perspectiva propiamente
pedagógica, su preocupación por estimular la dedicación y el rendimiento
estudiantil. Amparado en esta idea establece el requisito de efectividad y buena
conducta para repitientes y fomenta el reconocimiento a los estudiantes de mejores
promedios. Asimismo, estimula el concepto vocacional y la orientación de la
educación hacia las necesidades del desarrollo del país. Para ello, establece dos
ciclos para la educación media: uno dedicado al bachillerato general con una
duración de cuatro años, y otro de especialización preuniversitaria, de dos años.
Las ideas de diversificación también fueron objeto de un importante impulso. En
varias ocasiones sostuvo que el concepto unilateral y lineal del sistema educativo
encerraba la secuencia de los estudios e impedía salidas eficientes hacia
profesiones prácticas. Inspirado en esta razón, promovió la expansión de los
programas de las escuelas técnicas, especialmente las relacionadas con la
educación técnica industrial, la de artes y oficios para mujeres, y la de artes plásticas
y aplicadas. Por consiguiente, la acción y la influencia educativa de Uslar Pietri
también encontró un poderoso medio en los espacios de opinión de la prensa. Su
primera opinión formal sobre educación se produjo en un artículo titulado
“Conciencia general” en el Diario Ahora (Caracas, 2 de febrero de 1936). Luego
escribió seis ensayos que fueron publicados en la revista Elite durante 1936 y 1937,
los cuales estaban dedicados a: “Matamos sistemáticamente al venezolano”, “La
crisis de la responsabilidad”, “El libro venezolano”, “Rumbo a las asociaciones
culturales”, “Una escuela rural” y “La historia y la cultura”.
En conclusión, Arturo Uslar Pietri vio a la educación como el mejor medio para
relacionarse con los demás y para crecer con los otros. Desde esta perspectiva se
entiende que Arturo Uslar Pietri no vio a la educación solamente como un educador,
la acometió como todo lo que era y desde todo lo que pensaba. Reflexionó sobre
ella con todo lo que sentía y a partir de todo lo que aspiraba. La entendió como una
expresión relacionada con el origen de todo, como un acontecimiento asociado con
la naturaleza de todo y como una referencia vinculada con el destino de todo.
Asimismo, aunque sea de manera muy apresurada, con los propósitos y propuestas,
así como con los deseos y visiones que Arturo Uslar Pietri tuvo sobre el tema
educativo, nos deja la sensación de que ellos, además de continuar pendientes, se
han hecho más severos. Pero, lo más doloroso es que incluso, ahora, se está
desmontando hasta la plataforma sobre la cual él afianzó sus exhortaciones. Esta
dramática realidad nos obliga a aceptar que, además de pensar como Uslar, en
cómo reconstruir a Venezuela, nos toca previamente evitar que siga siendo des
construida.

Potrebbero piacerti anche