Incidencia de la inflación y la devaluación en las tasas de interés

Para empezar, debemos tener claro que el alse en las tasas de interés conlleva
considerables efectos sobre el comportamiento de estas dos variables claves
en el desarrollo de la economía de un país, dado por el simple hecho de que
las tasas de interés son el precio asignado al dinero dentro del mercado
financiero, al igual que el precio asignado a cualquier producto que se
encuentre disponible en el mercado. Esto de alguna forma nos permite ver
también que cuando hay más dinero a disposición estas tasas bajan su valor y
cuando se presenta una situación inversa como la escasez de dinero estas se
incrementan.

De esta manera cuando las tasas de interés tienen su aumento, los

demandantes desean hacer menos compras, es por esto que solicitan menos
recursos en cuanto a préstamos a los intermediarios financieros, muy por el
contrario que los oferentes, ya que ellos buscan colocar más recursos. Todo lo
contrario sucede cuando la tasa de interés baja y esto se da porque los
demandantes dentro del mercado financiero solicitan más créditos y los
oferentes retiran sus ahorros. Lo anterior nos indica que de acuerdo a todos los
movimientos financieros y a las condiciones que vive a diario el mercado el
valor de las tasas de interés en lo que va del transcurso del año se mantiene en
constantes fluctuaciones.

Ahora bien, por un lado encontramos la incidencia que posee la inflación con
las tasas de interés y estas mantienen una relación en la medida que cuando
una de ellas varía la otra también le sucederá lo mismo, dado primordialmente
por la razón que siendo el interés el precio del dinero a medida que el dinero
tenga un valor más inferior, la tendencia al gasto en este caso tendrá su
aumento, ya que el costo de los productos se vuelve respectivamente más
económico.
De acuerdo a este comportamiento presentado en la influencia que las tasas
de interés tienen sobre la inflación es como vemos que el aumento de estas
tasas nos hace un freno en nuestro dinero, por lo que tendremos menos
presupuesto para otros gastos, es decir, que tendremos menos solvencia.

Resaltando la incidencia que mantiene la inflación con las tasas de interés,

cabe resaltar que para detener la inflación, la medida que toman los bancos
centrales es incrementar las tasas de interés de la deuda pública. De este
modo se aumentan las tasas de interés en los préstamos al consumo, lo
referente a tarjetas de crédito, hipotecas, etc. Por lo tanto al aumentar las tasas
de interés del consumo, automáticamente se frena la demanda de los
productos.