Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
4) Primer Período Clásico: Siglo V (450 – 400 a.C.). El mundo en orden (POLLITE).
Los dos supuestos confianza y duda pensamiento y expresión del periodo Protoclásico, estaban por naturaleza, en
conflicto. En Atenas durante las dos décadas siguientes al centro del siglo V la balanza se inclinó del lado de la confianza,
la creencia de que el hombre podía configurar su mundo según su propia visión de él. Varias fuerzas contribuyeron a
crear esta atmosfera de autoconfianza en el periodo clásico:
Legado psicológico de la victoria sobre los persas (había en la filosofía griega una inclinación antropocentrista
que se apartaba del interés del mundo físico. Tienden a preocuparse por la sociedad de Atenas).
Prosperidad y poder que se concentran en Atenas gracias a la confederación egea, dándole sensación de
bienestar. Pero ninguno de estos factores pueden explicar del todo este nuevo estado de ánimo.
Los efectos embriagadores de la victoria sobre los persas se iban debilitando: la tendencia antropocéntrica de la
filosofía era tanto consecuencia como causa de la nueva era; y el acceso de Atenas al poder tropezó con tantos reveces
en fracasos como triunfos. Lo que necesitaba para hacer eficaces todas estas fuerzas recoger sus frutos era la voluntad
de creer y portavoces que articularan esta voluntad. Los grandes creyentes y portavoces fueron Pericles y los artistas
como Fidias y Sófocles que ayudaron a darle esta visión una forma material.
La Atenas de Pericles
Atenas se describe como única ciudad en que la justicia se aplica a todos por igual y en que las restricciones sociales no
impiden a ningún hombre llegar a ser todo lo eminente en la vida pública que sus capacidades naturales les permita.
La sumisión a la ley, a la autoridad y la aceptación de los peligros de la guerra se mantienen voluntariamente, sin
coacción sin queja: el poder y la disciplina esta equilibrados por vida intelectual libre y espíritu optimista, el
funcionamiento de la sociedad está abierto para quien lo quiera ver, no existe el secreto ni la suspicacia. Una sociedad
así era un paradigma.
No todo el arte clásico es ateniense, ni todas las características de la Atenas clásica son atribuibles a Pericles, pero sin
Atenas el arte griego no habría llegado donde llego y sin Pericles nunca habría sido Atenas lo que fue. Como dirigente
de la facción Pericles ejerció su influencia en el curso de la política ateniense desde 460 a. C hasta su muerte en 429 a.
C. él se va a dedicar a un solo propósito, a la glorificación de Atenas como poder político y como ideal cultural; incurrió
en el imperialismo nacionalista que lleva a Atenas a adaptar a la liga Delica a sus propios intereses y para que la ciudad
hiciera real su visión de ella como centro cultural ejemplar de Grecia, se hizo patrono de las filosofías y las artes.
Subvencionando y fomentando las artes visuales, esperaba crear el escenario físico que simbolizara la grandeza de
Atenas y fuera parte de ella.
Va a tomar decisiones importantes como arreglo de paz con los persas pero no abandonó el dominio de sus aliados
tributarios.
Va a restaurar templos y edificios públicos de Atenas como monumentos de victoria de Grecia sobre la barbarie, que
fue financiada en parte por tesoros atenienses y también con el tesoro de la liga que debía legalmente utilizarse para
acciones coordinadas de la liga. Pericles lo justifica ante los aliados sosteniendo que Atenas les daría protección y
seguridad.
La usurpación del tesoro de la liga Delica podría sugerir los acontecimientos políticos del periodo comprendido entre la
firma de paz con los persas y el estallido de la guerra de Peloponeso, contrata de forma casi sangrienta con la visión
que Pericles tenia de Atenas y los grandiosos edificios que se hicieron para expresarlas.
Durante el siglo V las luchas entre facciones oligarca (normalmente antiateniense) y la democrática tendrá efectos
decisivos en la ciudades griega, incluida Atenas, que las verdaderas confrontaciones militares, empezó pronto a
desbaratar las posiciones recientemente adquiridas por Atenas en la península griega. El fracaso de Pericles de impedir
los golpes de estados de la oligarquía tiene como consecuencia la perdida de territorios (Beocia, Focea y Megara). Todo
esto obliga a Atenas a buscar una nueva paz con la alianza el Peloponeso, la cual se firma por 30 años, pero cediendo
puertos de Megarida y Acava en el golfo de Corintio.
A consecuencia de estos reveses, Pericles decide consolidar su imperio marítimo y no competirá con la alianza espartana
por el dominio territorial de la península. Al poder de la flota ateniense ejercía en las islas del Egeo y las costas de Asia
Menor, Tracia y parte del Mar Negro, se añadió una serie de avanzadas coloniales y comerciales en el sur de Italia y
Sicilia. Esta decisión resulto oportuna como eficaz. Pero esta política arrastro una serie de enfrentamientos con Corintio,
la única ciudad peloponesia que tenía intereses comerciales en ultramar. Una serie de ciudades que fueron tributarias
a Atenas empiezan a rebelarse contra su dominio. A raíz de estos y otros avatares la tregua de 30 años se deterioró.
Los aliados peloponesios, reunidos en Esparta decidieron la guerra siendo en el 431 la invasión al Ática haciendo
estragos en sus tierras que quedaron inútiles como fuente de recursos alimenticios.
Siguiendo la estrategia de Pericles los atenienses decidieron no oponerse al ejército espartano de tierra y contestaron
en cambio con una serie de operaciones navales contra la costa del Peloponeso, que con treguas periódicas iba a durar
una generación y alterar drásticamente la mentalidad cultural griega.
EL HOMBRE Y LA MEDIDA DE TODAS LAS COSAS
Una amplia corriente cultural en la segunda mitad del siglo V trascendía los límites de Atenas. Dentro de la filosofía
griega halla su articulación más clara el movimiento sofista. Los sofistas eran un variado grupo de maestros itinerantes,
eruditos y excéntricos muy diferentes entre sí en los detalles de sus doctrinas y actividades pero unificado como un
grupo por su común insistencia en la importancia de la percepción humana y las instituciones humanas para interpretar
la experiencia y los valores establecidos. La filosofía en el periodo arcaico buscaba un orden racional que este más allá
de la percepción humana y la mutabilidad de la condición humana. El deseo de los pensadores clásicos de invertir esta
corriente y traer el cosmos a la tierra, construye un reflejo de la confianza humanística de la época.
El sofista más influyente fue Protágoras cuya frase famosa “el hombre es la medida de todas las cosas” se ha
desbordado de su contexto original para servir como lema del periodo clásico en conjunto. Lo que Protágoras quería
decir con esta frase era que todo conocimiento es subjetivo, es decir, dependiente de la mente y de los órganos
sensoriales del individuo y que el conocimiento objetivo que prescindía del sujeto perceptivo es imposible. La experiencia
personal y subjetiva de cada hombre se convierte en criterio por el que había que juzgar la naturaleza de la existencia
el conocimiento y la ética. Una cosa era lo que parecía ser: la naturaleza real de un objeto pasó a incumbir a la
determinación subjetiva; el hombre y no ninguna norma absoluta ajena a él era su medida. Esta actitud tiene amplias
implicaciones, extensibles no solo a la política y la moral, sino también a la historia del arte. Ya fuera por influencia
directa, o por una asociación en espíritu, la escultura griega del periodo clásico, y en particular las esculturas del
Partenón, muestra una tendencia al subjetivismo en concepción de la forma escultórica, es decir, una tendencia a
considerar las esculturas no solo como objetos sólidos “reales”, cognoscible por el tacto y la medida, sino también como
impresiones como algo que está en proceso de cambio, que participa del flujo de a experiencia limitada no por su solidez
y contornos netos, sino por sombras vacilantes y transiciones casi indiscernibles.
La doctrina del hombre como medida de todas las cosas se interpreta como reflejo de un cierto antropocentrismo
general. Uno de los frutos de la actitud antropocéntrica fue la aparición de una creencia en el progreso humano y en la
posibilidad de una edad de oro.
4.1) Arquitectura: Acrópolis de Atenas: -Propileos, Templo de Atenea Niké, Erecteón, Partenón:
a) Órdenes
b) Decoración escultórica:- Metopas, Frontones, Friso Corrido.
ACROPOLIS DE ATENAS
Zona de la ciudad ubicada en la parte más alta de la polis destinada a función religiosa. La Acrópolis de Atenas contiene
una serie de templos y recintos religiosos, destacando el Partenón, el Erecteón, el templo de Atenea Nike, etc.
Fue totalmente destruida y saqueada por los persas en dos ocasiones. El terreno que fue allanado para construir la
nueva acrópolis que se comienza a reconstruir en la época de Pericles, hacia 450 a.C., aprovechando el tesoro recogido
de la confederación, para evitar un nuevo ataque Persa y que Atenas custodiaba.
Cada año, se conmemoraba con una procesión que cruzando la ciudad subía hacia la acrópolis para ofrecer a la diosa
el Peplo, tejido durante ese año por las panateneas. Viajaba en un carro que simulaba un barco, prendido en el mástil
como si fuera una vela. Estas eran seguidas por la caballería y por otros carros. Lo más viejos llevaban ramas de olivo,
el árbol de Atenea; después venían los músicos y muchachos jóvenes con tinajas de aceite y vino, y los animales del
sacrificio.
PROPILEOS
Pórtico monumental de acceso a la acrópolis. Se comenzaron en el 438 a. C. antes de que el Partenón fuera terminado
y no fueron concluidos. Es una construcción colosal: las naves próstilas y hexástilos de los extremos producen la
impresión de un frente de templo y forman, junto con el muro de cinco puertas el pórtico propiamente dicho. Son de
orden dórico y jónico.
El proyecto lo realizó el arquitecto Menesicles y contemplaba la realización simétrica de ambos Propileos, pero esto
resultó imposible por la carencia de espacio en la Acrópolis, por el estallido de la guerra en el 432-31 a. C. se
interrumpieron y nunca se terminaron. Se trata de una puerta monumental a la que se accede a través de una rampa.
El proyecto inicial contemplaba el aspecto de un templo hexástilo dórico de mármol pentélico en cuanto a la fachada.
El intercolumnio central era más ancho para dar paso a la calzada, en cuanto a la parte trasera se reflejaba de la misma
forma.
La parte norte constaba de dos estancias, una de las cuales tenía tres columnas en el centro. Así mismo había un pasillo,
cubierto, con tres escalones en cada uno de los lados de la calzada tras los que se hallaban tres pilares que ayudaban
a sostener las cubiertas. Para finalizar se encontraban tres columnas dóricas en cada una de las partes. Las tres
columnas que enmarcaban a cada uno de los lados las calzadas son de orden jónico. No se conservan restos de la
decoración escultórica de los frontones
PARTENON
1) _Como llego a construirse el Partenón
Las guerras médicas: en el 490 a.C. la flota persa navegaba a lo largo de la costa ateniense con el propósito de desembarcar un
ejército en la llanura de Maratón.
Los atenienses lo esperaban; pues 9 años antes las ciudades estados griegas de Asia Menor se habían rebelado contra el poder del
rey persa, solicitando la ayuda de las polis griegas continentales. Los persas aplastaron la rebelión en 5 años, después pudieron
pensar en castigar a las ciudades griegas que apoyaron a los rebeldes.
Las fuerzas de los persas superaban en gran número al pequeño ejército ateniense que acudió a enfrentárseles, acompañado de
1000 hombres de la ciudad aliada de Platea.
Solo dos cosas tenían a favor los atenienses: un cuerpo de soldados de infantería bien entrenado y armado y un amor apasionado
por la libertad. La victoria ateniense pareció más gloriosa por haber sido inesperada: hizo que los atenienses se sintieran orgullosos
y los persas coléricos. Juraron que vengarían la humillación que habían sufrido, pero tardarían 10 años en lanzar un nuevo ataque.
Los atenienses decidieron celebrar el triunfo construyendo un templo esplendido y nuevo en el lado de la acrópolis, que significa
“ciudad alta”. La Acrópolis de Atenas era una gran roca, llana en la parte superior, a la que solo podía accederse por el oeste.
Originalmente había sido una fortaleza, pero acabaron reservándola como santuario para venerar a sus dioses. El nuevo templo se
pensó no solo como ofrenda de gratitud a la diosa Atenea, sino también como recuerdo de los hombres que habían luchado y
muerto en la batalla. Cuando los persas regresaron contada su fuerza en el 480 a. C., el proyecto de construcción se encontraba
todavía en las fases iniciales. Esta vez consiguieron invadir Atenas, saquearon la ciudad y quemaron todos los edificios de la
acrópolis, incluyendo los inicios del nuevo templo.
La conquista de Atenas formo parte de una invasión general en Grecia, llevada a cabo por tierra y por mar. Los griegos vivían en
ciudades estados independientes que peleaban una con otras. Pero ahora la mayoría de ellas se unió para hacer frente a la amenaza
persa; a pesar de ello, los persas lo barrían todo a su paso. Cuando a los atenienses les resulto evidente que Atenas no podía ser
defendida, tras evacuar a todos los que no podían luchar, lo abandonaron todo para subirse a sus barcos y trasladar la guerra al
mar.
Su valor se vio recompensado, pues gracias a la habilidad y osadía los griegos pudieron vencer a la flota persa en la batalla de
Salamina. Un año más tarde y bajo el liderazgo de Esparta, la ciudad que contaba con un mejor ejército, los griegos, unidos,
derrotaron a los persas por tierra en un lugar próximo a Platea. El pueblo griego volvió a triunfar. Atenas había sido destruida pero
no los atenienses. Cuando estos regresaron pusieron los restos en las paredes de la acrópolis a modo de recuerdo de la guerra. Los
colocaron de forma que pudieran ser vistos desde el ágora, el centro comercial y cívico de la ciudad.
La confederación de Delos se convierte en un imperio ateniense: las victorias de los años 480-479 a. C., fueron aprovechadas por
tierra y mar, liberando el poder persa a las ciudades griegas de Asia Menor, pese a lo cual los pueblos que vivían en las islas y
ciudades costeras se sentían temerosos de los persas, quienes seguían siendo muy poderosos. En consecuencia se unieron en un
liga o confederación, por la que cada ciudad aceptaba contribuir al mantenimiento de una armada lo bastante fuerte para
mantener a raya a los persas. Su dirección recayó en los atenienses, que eran lo que tenían la flota mayor. Las ciudades estados
contribuían con barcos o dinero, de acuerdo con sus posibilidades. Las reuniones se celebraban en Delos, isla situada en mitad del
Egeo cuyo santuario, dedicado al dios Apolo, era un centro religioso sagrado para los jonios, rama del pueblo griego a la que
pertenecía la mayoría de las ciudades de la alianza. Los bienes de la liga se pusieron bajo la protección de Apolo y paso a llamarse
la Confederación de Delos. Casi todas las ciudades decidieron finalmente proporcionar dinero en lugar de barcos, acordándose que
los atenienses utilizarían el dinero para equipar una fuerte armada.
Tiempo más tarde la confederación paso a ser más un imperio de los ateniense ya que muchas polis trataron de actuar de manera
independiente y no pudieron hacerlo. En el 454, se transfirió los bienes de la liga de Delos a Atenas, en donde quedaron bajo la
protección de la diosa Atenea, y allí permaneció mientras duro el imperio.
Los atenienses reconstruyeron la ciudad y levantaron largas murallas para unirlas con el puerto de Pireo, a 6 km.
Pericles cabeza de la democracia, debió pensar que el encanto del imperio se reduciría si no había ninguna evidencia visible de su
poder y distinción. Hacia el 449 Atenas había firmado la paz con Persia y terminada la guerra, Pericles opinaba que había llegado
el momento de reconstruir los templos destruidos por los persas. El creciente poder de Atenas generaría desconfianza y envidia por
parte de Esparta y sus aliados del Peloponeso que no eran miembros de la liga.
Pericles propuso a la asamblea ateniense que se construyera un nuevo templo en el lugar en donde se había iniciado la batalla de
Maratón. La asamblea, compuesta por los ciudadanos adultos varones, redactaba todas las leyes y tomaba las decisiones de la
ciudad; controlaba los fondos del estado y exigía a quienes los recibía que explicaran satisfactoriamente su utilización. Pericles
sugirió que el templo fuera financiado con los fondos estatales, que se habían visto incrementados con el dinero transferido por la
confederación. Recomendó que el templo fuera lo bastante grande para contener una estatua de Atenea de una magnificencia no
vista hasta entonces.
Pericles propuso que se reservara dinero suficiente para mantener la flota y añadirles diez barcos nuevos cada año. Argumento que
puesto que Atenas proporcionaba la armada requerida según los términos de la confederación, tenía derecho a utilizar el dinero
sobrante tal como se deseara. La asamblea voto, aprobando las proposiciones.
Así se decidió hacia el año 448 a. C., la construcción del Partenón. Eligieron como arquitectos a Ictinos y Calícrates, designando al
escultor Fidias, amigo de Pericles para que hiciera la estatua de oro y marfil y se encargara de modo general del proyecto. La
denominación Partenón se aplica a una estancia posterior, utilizada como tesoro. La palabra es morfológicamente equivalente a
gynaikon, recinto destinado a mujeres y a andrón, habitación para los hombres, (comedor) en una casa privada, lo que sugiere la
posibilidad de que lugar en el que se encuentra o en parte de el hubiera no un templo, sino un edificio destinado a las doncellas que
tenían un papel preponderante en el ritual de la acrópolis.
2) _Como veneraban a los dioses: los griegos no creían en un dios único y omnipresente, sino en muchos dioses. Que
controlaban las fuerzas de la naturaleza y el destino de los hombres. El dios principal era Zeus, señor del trueno y el rayo que reunía
las nubes y enviaba la lluvia. Poseidón su hermano era el dios del mar y el señor de los terremotos. Atenea hija favorita de Zeus,
era fuerte en la guerra y versada en las artesanías. Contaba con una curiosa historia que no nació de una mujer, sino de la cabeza
de Zeus, adulta y plenamente armada. Era la diosa de los atenienses. Según la leyenda ateniense, Poseidón y Atenea, habían
rivalizado por la posesión de Atenas. En la acrópolis, la alta roca que dominaba la ciudad, habían celebrado una prueba. Poseidón
golpeo la roca con el tridente e hizo brotar un manantial salado; Atenea hundió la lana en el suelo y broto un olivo. Los olivos
crecían especialmente bien en los alrededores de Atenas, y jugaban un papel importante en la economía. Tanto el manantial salado
como el olivo se consideraban sagrados e independientemente del modo en que aparecían allí podrían verse en la acrópolis. Según
una tradición el enfrentamiento entre Atenea y Poseidón se zanjo con el voto de los atenienses, mientras que según otra, el juez
Zeus. Ambas sin embargo, concuerda en el resultado: gano Atenea y en consecuencia la ciudad tomo de ella su nombre. Los
atenienses le rendían culto y dirigían a ella sus plegarias. Los griegos imaginaban que sus dioses se parecían muchos a los seres
humanos y que sentían y se comportaban como estos aunque eran más hermosos y poderosos que los hombres libres de debilidades
humanas, como la enfermedad o muerte. A los dioses les gustaba que se les dedicaran estatuas. Que les representaran a ellos
mismos o a sus veneradores o que se celebraran carreras o se entonaran canciones en su honor. Por eso tenían lugar todos los años
fiestas especiales en su nombre: a veces se hacían cada 4 años y tenían un esplendor inusual. La parte más importante de la
veneración religiosa era el sacrificio de animales acompañado de oraciones en honor de los dioses. Los sacrificios se celebraban en
un altar al aire libre, elemento esencial en la veneración y el único realmente importante. En los santuarios había altares mucho
antes de que hubiera construido cualquier otra cosa. Todas las grandes fiestas culminaban en una ceremonia en la que se recitan
oraciones mientras en el altar se quemaban grasa y los huesos de los animales sacrificados como ofrenda a los dioses. Después se
asaba cuidadosamente la carne, que comían los fieles. La fiesta compartida por los dioses era también un acontecimiento muy
especial para el pueblo solo en raras ocasiones lo griegos comían carne. Su alimentación habitual se componía de pan, queso, ajo,
cebollas, judías y aceitunas, acompañado de miel. El pescado era algo inusual. Los atenienses honraban todos los años a Atenea
en una fiesta llamada panateneas. Se celebraba en un día de verano que se suponía que el aniversario del extraordinario nacimiento
de Atenea de la cabeza de su padre. Cada 4 años la panateneas adquiría una magnificencia mayor de lo habitual. Incluía
competiciones atléticas, lucha, boxeo, lanzamiento de jabalina y de disco. Al final de la gran panateneas, los atenienses regalaban
a su amada diosa un nuevo vestido llamado, Peplo, que durante nueve meses habían tejido cuidadosamente doncellas atenienses
especialmente elegidas. El peplo se llevaba hasta la acrópolis en una gran procesión en la que participaban gentes de todos los
niveles de la sociedad ateniense. El punto culminante de la ceremonia era la presentación del peplo a una antigua estatua de
madera de Atenea y el sacrificio de muchos animales en su honor de la diosa.
Plantas del templo: cuatro tipos básicos: aunque para la ceremonias religiosas solo era realmente necesario un altar, los griegos
pensaron a veces que el dios o la diosa q quienes veneraban debía tener una casa en la que la estatua de la divinidad pudiera
mantenerse a salvo de los pájaros y las condiciones climáticas. No tenía que ser muy elaborada; bastaba una sola sala, a la que
por la dignidad del dios se le añadía un pórtico por la parte frontal. Esa sala recibía el nombre de Naos, y el pórtico delantero se
llamaba pronaos. Este era el templo más simple que construyeron. Como los griegos les gustaban que las cosas tuvieran una
apariencia equilibrada, solían añadir también un pórtico por la parte trasera. El pórtico trasero no conducía a ninguna parte. Era
tan solo un elemento decorativo. Cuando un templo tenía un pórtico por delante y otro por detrás, sus dos extremos se parecían
mucho, y se distinguían claramente de sus lados. En general los griegos pensaban que un templo tendría mejor aspecto si contaba
con la misma decoración por los 4 lados, por lo que si tenían suficiente dinero levantaban un perímetro de columnas alrededor del
templo, una columnata que rodeara al naos y los dos pórticos. Algunas ciudades ricas (jónicas de Asia Menor) construyeron grandes
templos con peristilo doble. Se les denomina dípteros. Habitualmente había 8 columnas por la parte delantera, períptero. Los
templos se construían como protección de la estatua del dios y no para acomodo de los rituales religiosos o para albergar fieles.
Las ceremonias se celebraban en el exterior, en altares colocados en el lado oriental del templo. Allí se sacrificaban los animales y
se recitaban oraciones en honor del dios o la diosa. La estatua de la divinidad, junto a la puerta del extremo este del templo, estaba
bien situada para contemplar las ceremonias. Los fieles que rodeaban el altar se hallaban en buena posición para admirar el templo.
Diseño del tempo: ordenes dórico y jónico: tanto las columnas como las vigas horizontales se pueden hacer de dos maneras
diferentes. En el topo más simple de templo y en el períptero las columnas son bajas y fuertes con remates superiores (capiteles)
muy simples y encima de la hilada de bloque de piedras lisos que soportaban hay otra hilada decorada con rectángulos alternos
rallados y sin rallar. En cambio el templo con dos pórticos y el díptero tiene columnas más delgadas con capiteles más elaborados
y una disposición muy distinta de la decoración de la parte superior. Estos sistemas decorativos utilizados por los griegos en los
templos se llaman orden dórico y orden jónico. La mayoría de los grandes templos de Grecia continental eran perípteros y estaban
construido según el orden dórico. En Asia Menor (Jonia) y sus alrededores se construyeron templos dípteros, enormes y
complicados, según el orden jónico.
Principios estructurales: el principio estructural utilizado para la edificación del templo griego es un sistema de poste y dintel.
Postes erguidos sirven de apoyo para unos dinteles horizontales. Solo el tejado en pendiente es un poco más complicado. La viga
de cubierta se sostiene con facilidad con apoyos verticales; lo importante es que la pendiente de los pares sea tan suave que las
tejas se mantengan en su sitio por su propio peso. La pendiente de un tejado de un templo griego deja un aguilón triangular
(frontón) en la parte delantera y trasera, el cual podría rellenarse con esculturas.
Los frontones (438-432 a.C.) la última parte de la decoración escultórica que se acabo fue la de los frontones.
Pudieron tallarse cómodamente en el suelo pues se utilizaron poleas para levantarlos y colocarlos en su lugar y para
hacer el techo del templo no era necesario que estuvieran en su sitio. El pago final se hizo en el año 432 a.C., por lo que
para entonces debía estar finalizados. Se cree que Fidias abandono Atenas cuando termino de hacer la gran estatua de
Atenea, en el año 438 a.C. Fue entonces cuando se inició el trabajo serio en los frontones, por lo que aunque Fidias pudo
haberlos diseñado, su ejecución debió de hacerse sin su ayuda.
En el frontón del oeste, aunque se halla en la parte posterior del templo, es el primero que se ve al acercarse al
Partenón. Muestra el enfrentamiento de Atenea y Poseidón por el patronazgo de Atenas. Del frontón occidental
prácticamente no quedan restos, apenas unos pequeños detalles. El tema es la famosa lucha entre Atenea y Poseidón
por el dominio de la Ática, en la que cada uno de ellos tuvo que realizar un prodigio. En el caso de Poseidón clavo el
tridente en la Acrópolis y allí brotó un manantial de agua salada, por su parte Atenea clavo su lanza y brotó un olivo.
Los dioses juzgaron que tenía más mérito la hazaña de Atenea y se convirtió en la patrona de Atenas. En el frontón
aparecían los dos protagonistas realizando sus prodigios y una serie de dioses y héroes contemplando la escena. Los
dioses han saltado de los carros, detenidos repentinamente, y ahora se encuentran, el uno frente al otro, la intervención
de Zeus se pone de manifiesto a través de sus mensajeros, Hermes e Iris, que han llegado hacia los carros
precipitadamente, y quizás originalmente también a través de un rayo de bronce dorado que salía de la inclinada
cornisa por encima de los contendientes. Detrás de los carros aparecen un grupo de mujeres y niños sobre todo el
pueblo ático, probablemente las familias reales legendarias. Al lado de Atenas aparece una pareja compuesta por un
hombre anciano y una muchacha apoyada en su hombro, y entre ambos una serpiente de gran tamaño: Cecrope,
frecuentemente representado con piernas de serpientes y una de sus hijas. Las figuras de los ángulos se han
interpretado como al dios fluvial, en lado opuesto una figura femenina, probablemente una ninfa-fuente, Calirroe.
El frontón este en la parte delantera muestra el sorpréndete nacimiento de Atenea. Todos los dioses y diosas se
reunieron para la ocasión, según la mitología, nació de la cabeza de Zeus, revestida ya de sus atributos de guerrera. La
escena era contemplada por todo el Panteón de dioses griegos.
La escena se representa de forma que los personajes se adaptan a la forma triangular del frontón dependiendo de su
situación en él. Las figuras de los extremos, de la izquierda, parecen surgir del suelo la cabeza y brazos de una estatua
masculina, así como 4 cabezas de caballos empinándose delante de ella. En el otro extremo aparecen otras 4 cabezas
de caballos también con una media figura de un auriga femenino que parece hundirse en él. Los aurigas del frontón
parecen ser, como en el frontón de Olimpia, las figuras de Helio (el sol) y un carro y Selene (la luna) montando sobre un
caballo, a no ser que la diosa sea Nicte (la noche) o Eos (la aurora) desapareciendo en el momento de salir el sol.
La identificación de todas las figuras es dudosa. Frente al amanecer un joven aparece echado sobre una roca cubierta
por un manto y una piel (león o de pantera). A su lado se encuentran figuras femeninas sentadas sobre unas arcas, la
primera apoyada sobre el hombro de la segunda. Esta pareja parece tratarse de Perséfone y Deméter, el joven puede
tratarse de Dionisio o Heracles. Hay que decir que el artista alcanza, en esta obra, el máximo grado de perfección en la
técnica que se ha llamado de paños mojados y más que mármol pentélico parece que tenga la calidad de la tela, por la
forma tan natural en que caen los plegados. La figura más central, que aparece de pie, se identifica con la diosa Hebe
o de modo sugestivo Artemis, en ésta también se aprecia el tratamiento naturalista de las telas, con un Apolo junto a
ella. Detrás de Selene, en la otra ala, se encuentran dos diosas, una de ella apoyada en el regazo de la otra, tallada en
un solo bloque de piedra, con asiento rocoso vagamente caracterizado. A su lado una tercera figura, separada que
dirige su mirada al centro de la composición. La figura reclinada parece ser Afrodita. La figura sentada situada a su
lado como Artemis. La tercera parece tratarse de Hestia. Es posible que en el frontón existieran asimismo dos carros:
se ha sugerido que para Hefestos e Ilicia, diosa del nacimiento. En la parte central Hera y otra divinidad. La figura de
Zeus y Atenea, la victoria alada que dispone a coronar a Atenea. Considerado como máxima expresión del clasicismo
total. En este grupo también se aprecia el tratamiento de las telas que se muestran pegadas al cuerpo con un
poderosísimo tratamiento naturalista de los plegados. El volumen lo consigue con un juego de luces que hace notorios
los claro-oscuros.
Es muy poco lo que queda de esas grandes composiciones. Un dibujo del siglo XVII nos sugiere el aspecto que debía
tener el frontón en aquella época, aunque son escasas las estatuas dibujadas allí. Los estudiosos modernos han tratado
de llenar ese vacío y han realizado reconstrucciones del centro del frontón oriental.
Las esculturas esta echa en piedra son de bulto redondo formando una composición escultórica que a su vez muestran
comunicación entre ellas. Esta obra tiene vista frontal solo puede ser vista de frente y el movimiento está presente en
todas sus figuras.
La estatua de Atenea: Fidias su creador, gran innovador en asuntos de interpretación, tamaño y técnica. Sus imágenes
de los dioses, recubiertas de ricos materiales, eran ms grandes e inspiraban más respeto. La Atenea del Partenón tenía
unos 10 m. de altura, el rostro, brazos y pies estaban recubiertas de chapas de oro, y en los ojos se había incrustado
piedras preciosas. Las estatuas que se hacen de este modo – Fidias hizo otra para el templo de Zeus en Olimpia-, se
denomina CRISOELEFANTINAS (de oro y marfil). Evidentemente, el oro y el marfil solo se ponían sobre la superficie de
la estatua. El cuerpo, cabeza y miembros estaban construidos sobre un armazón (andamiaje interno) de madera. La
única luz que entraba en la naos procedía de la puerta. Un visitante pasaba de la luz brillante de Grecia un salón
oscurecido. En la parte posterior se levantaba una enorme estatua de Atenea. El oro de su vestido brillaba como el
marfil de su piel, y las gemas de sus ojos destellaban. Había una pequeña piscina delante de la estatua (para mantener
la humedad e impedir que el marfil se agrietara), su agua debía captar la luz y reflejar la estatua. El peplo que se ofreció
a Atenea con ocasión de la gran panateneas no se utilizó para vestir esta estatua. Se dio a una imagen mucho más
pequeña y vieja de la diosa hecha con madera de olivo, la cual se conservaba en el lado norte de la acrópolis, pero no
en el Partenón. Se decía que esta antigua y sagrada estatua de madera de olivo había caído del cielo. Debía de tener
un aspecto tosco. La Atenea del Partenón no es la típica imagen sagrada de la diosa, es más bien una rica ofrenda de
agradecimiento que se le regala.
No se construyeron altares para los sacrificios delante del Partenón. Parece ser que el templo no se pensó como lugar
de veneración, sino como una especie de inmenso joyero, una parte necesaria de la ofrenda que iba a hacerse a la
diosa.
El núcleo de madera de la estatua se estropeaba con facilidad, que se realizaron muchas reparaciones. Al final de la
edad media, todos los rastros de la estatua habían desaparecido por completo. Es difícil de hacerse la idea del aspecto
que pudo tener, solo quedaron algunas descripciones largas y copias que se hicieron en piedra a escala reducida.
4.2) Escultura. Cambios con respecto a los períodos precedentes. (RIDDER Y DEONNA)
Libertad absoluta en el juego de extremidades:
1) Las korés y los kurois dejaban caer sus brazos a lo largo del cuerpo o los levantaba un poco, que no eran más que
gestos estereotipados y sin significación. Ahora los brazos se pliegan y se dirigen en todos sentidos, según su ritmo. El
artista establece una relación rítmica entre los movimientos de los brazos y de las piernas. Una correspondencia
cruzada de las extremidades que alternan su movimiento: el brazo derecho que se adelanta responde a la pierna
izquierda doblada hacia atrás; a la acción de un miembro superior responde la acción del miembro inferior opuesto.
Este quiasmo se convierte en norma: en cada lado del cuerpo los movimientos de brazos y piernas se oponen, se
contrabalancean de manera que para hallar correspondencia hay que buscarla diagonalmente.
2) En el antiguo tipo del siglo VI, la línea de los hombros es horizontal y paralela a la de las caderas; con la ruptura de
la frontalidad, se contraponen con frecuencia, una hacia abajo y otra hacia arriba.
3) El tronco se vuelve en todos sentidos, según las necesidades del asunto y los gestos de los brazos y piernas,
modificando su apariencia.
En la estatuaria del siglo V, el cuerpo humano de pie es siempre activo, aun hallándose en reposo. Incluso sin realizar
ninguna acción, dejando caer los brazos inertes, está sólidamente apoyado sobre una pierna, la otra doblada, y se basta
a sí mismo para su equilibrio, que no pide apoyo exterior. Conservar este dominio de sí mismo, es de alta dignidad, es
un rasgo característico del arte clásico.
Las actitudes del siglo V aunque naturales revelan poco esfuerzo y tensión en cuanto su postura, pues, los pies sostenían
naturalmente el cuerpo y por tanto las piernas apenas podían cruzarse. Se olvidan de las dejadeces del todo reales y
humanas, del cuerpo que se abandona y se contenta con vivir feliz sin tratar de actuar. A partir del próximo siglo IV
esta será una nueva actitud por asaltar
ANATOMIA: La forma del ojo se modifica sabiendo que los parpados no se juntan en ángulo agudo en su extremo
exterior, sino que el parpado superior desborda un poco al inferior.
Una anatomía idealista, conociendo la forma y la posición de las diferentes partes del cuerpo, daba a su musculatura
un carácter general y abstracto, el mismo para todos.
Se conoce bien el cuerpo. A partir de los comienzos del siglo V se quieren representar las diferencias de musculatura
según la edad, el rango social y el individuo. Dar a cada uno la anatomía que le conviene y comprender sus matices,
será tarea del artista del siglo V.
La estatuaria rechaza la frontalidad y el dibujo adquiere el conocimiento del escorzo, consecuencia del deseo de
reproducción de la realidad tal como es, gracias a una observación precisa.
La musculatura es precisa y a menudo seca, incluso con exceso.
En estatuas de Policleto muestran claridad y precisión siendo su rasgo característico: La musculatura se reduce a sus
grandes divisiones, se la trata en amplios planos, un poco geométricos. No pretende reproducir todos los detalles;
sintetiza y generaliza.
En cuanto a la caballera Fidias da más soltura que Policleto a los mechones cortos, enmarañados. Tanto la caballera
como la musculatura conservan durante el siglo V un carácter monumental y arquitectónico.
EL IDEAL
La liberación del arte griego, empezó hacia el año 500 y terminada a mediados del s. V. el artista sabe realizar su ideal
sin verse detenido por dificultades técnicas. Los artistas imponen su personalidad, libre en adoptar actitudes y asuntos
que mejor les convengan, empieza el papel de las individualidades. El deseo de abstracción es lo que se impone; este
deseo elimina de los rostros toda expresión individual y accidental. No traduce ninguna pasión, sea cualquiera la acción
a la que el cuerpo se entregue; ya no se sonríe con en el siglo VI, ni muestra aspecto de enfado como en los comienzos
del s V, en el momento que artista rompe con la sonrisa clásica, daba por reacción, a las boca de sus estatuas una
aspecto algo retraído. Casi impasible se hallan equidistantes de la alegría y la tristeza, tranquila con una serenidad
sobrehumana. Ninguna fealdad que perturbe la armonía de la cabeza y el cuerpo. Nada de retratos; el de Pericles de
Cresilas, podría ser muy bien un dios o un héroe. Nada de vejez que debilite el cuerpo y arruga el rostro, adulto en la
plenitud de su fuerza juvenil. Este arte tan noble es abstracto, racionalista ideológico; se dirige más a la inteligencia
que al corazón. La “serenidad griega” atribuye a todo el arte griego la calma, la ausencia de pasiones. La serenidad
existe pero en el siglo V. Puesto que a partir del siglo IV, el arte se inclina hacia el realismo. El griego del siglo V está
orgulloso de sí mismo, vive en esa época heroica en que la pequeña nación helénica, ha rechazado gloriosamente al
enemigo; una serenidad signo de confianza humana en la divinidad, ya que es un arte todavía religioso y cívico. La
guerra de Peloponeso estorba poco este brillante florecimiento, las consecuencias espirituales son sensibles en el arte
del s. IV.
ROPAJE: El ropaje renunciara cada vez a su papel primitivo de vestido para convertirse en un medio de realizar la
belleza.
Adaptar el ropaje no solo a las formas del cuerpo, sino a sus movimientos, ver y representar las modificaciones que
estos producen en el vestido constituye un problema que no preocupara al artista hasta comienzos del siglo V.
Buscando la unión del cuerpo desnudo con el vestido el artista encuentra la solución en los vestidos transparentes. El
origen de vestido transparente es de orden técnico: la atención de artista se ve atraída en primer término por el cuerpo
y luego después piensa vestirlo. El artista dibuja el cuerpo desnudo y después lo viste del o que se origina la
transparencia de la silueta bajo el vestido. Obras de Fidias en el Partenón donde vestidos transparentes como si
estuviera mojado, Chorrea en pequeños pliegues finos y múltiples por el cuerpo, del que sin embargo nada permanece
oculto. Se aprecia el tratamiento naturalista de las telas. El artista alcanza, en esta obra, el máximo grado de perfección
en la técnica que se ha llamado de paños mojados y más que mármol pentélico parece que tenga la calidad de la tela,
por la forma tan natural en que caen los plegados. Esto se observa en las esculturas del frontón del Partenón. Vestidos
agitados por el viento, la carrera o la lucha, retorcidos en todos los sentidos, pegados al cuerpo o crujiendo al soplo del
aire, refuerzan la violencia corporal, subrayando sus esfuerzos y su dirección al mismo tiempo que exaltan, por el
contraste de sus pliegues, la desnudez humana.
El ropaje del siglo V es veraz, pero conserva el mismo carácter de regularidad y abstracción algo ficticia que se observa
en la musculatura y una simetría demasiado rigurosa.
4.3) Ejemplos de los escultores: Mirón, Policleto, Fidias. Análisis de sus obras ( Pollite – M. Robertson- Woodford)
MIRON:
Maestro indiscutido del ritmoi. Es un escultor que nace en Eleuthera entre Ática y Beocia, pero su hogar artístico fue
Atenas.
El ejemplo más expresivo de la utilización de un determinado ritmoi para definir un movimiento completo es el
Discóbolo. El original en bronce realizado hacia 460 a. C. es una figura en acción.
El lanzador de disco está representado en el momento extremo de su impulso hacia atrás, el punto en que como un
péndulo, detiene un segundo su movimiento antes de lanzarse hacia adelante.
Aquí la simetría ha sido rechazada, se evita la simetría. El lado derecho está regido por una curva casi continua, lisa y
cerrada. El lado izquierdo por un zigzag siendo angular y abierto. La sencillez de las formas principales, un gran arco y
4 rectas que hacen ángulos de 90° infunden armonía a la figura agitada.
Otra obra de Mirón es la composición de Atenea y Marsias, copia romana, 450 a.C., el sátiro que habiendo escuchado
a la diosa tocar la flauta que ella misma había creado, la cogió del suelo cuando la diosa la tiro porque le deformaba
la mejillas. A pesar de las advertencias de Atenea de que no lo hiciera, hizo salir de ella tan dulces sonidos que
obnubilado, reto a Apolo a una competición musical en la que las musas actuaban como jueces. El sátiro perdió la
competición y el vengativo dios hizo que lo despellejaran.
La anatomía del sátiro corresponde al estilo cuidado, firme y carente de énfasis de la tradición clásica temprana, pero
sus movimiento, complejo y vivido –retrocede, pero anhela acercarse-, es una nueva creación de un gran artista. La
Atenea sigue la línea de la estatua del peplo característica de la primera época clásica, con la falda acanalada e
interrumpida por una de las rodillas, pero es más estilizada, más joven y esta relajada en un movimiento sutil; los dos
movimientos se equilibran entre sí en una auténtica quietud.
Analisis de obra: Atenea y Marsias:
Idea de serie de estilos. Atenea el autocontrol de su cuerpo y el satiro lo descontrolado.
Atenea con peplo dorico. Pesado grandes pliegues que se tensa en los pechos, pierna en descanso, la tela se
ve tensa en esa zona.
Idea de autocontrol (son rostros invasivos).
Marsias rostro de descontrol. El rostro pierde la armonia, rasgo que separa de la belleza clasica.
POLICLETO: Escultor no ateniense del periodo clasico. Nativo de Argos. Es recordado como maestro exponente del
principio de simetria conmensurablidad de las partes en el arte. A mediados del siglo V a.C. escribió un tratado
conocido como canon en el que trataba de justificar el sistema de simetría que él había desarrollado para la
representación del cuerpo humano en la escultura.
La idea del principio de simetria a que una composicion artistica ha de estar compuesta de partes claramente definibles
era ya una idea antigua en el arte griego.
Lo que se distinguia era que tuvo un contenido filosofico y no solo una funcion practica. Su aspiracion era expresar lo
perfecto, lo bello. Hay ciertos indicios de que la tradicion que hizo surgir esta concepcion filosofica de la simetria y la
ayudo a formarse fue el pitagorismo.
Los pitagoricos se ocuparan de buscar un sustracto (un principio) del que se pudiera explicarse todos los fenomenos
visibles y este sustracto era el numero. Los numeros se consideraban como elementos constitutivos basicos no solo de
los cuerpos fisicos sino tambien de las cualidades abstractas, como la justicia. La contemplacion de la armonia numerica
en lo diversos fenomenos tenia una finalidad espiritual.
Policleto, es posible que al expresar esta cualidad mediante una armonia de partes en las forma escultorica, estuviera
tratando de dar cuerpo a una concepcion ideal de la naturaleza humana.
En el doriforo existe una visible armonia de fuerzas contrapesadas que esta logrado mediante la ordenacion de las
partes del cuerpo.
Se representa el Doriforo (el que lleva la lanza) en actitud de avanzar, una pausa momentanea une la estabilidad al
sentido de movimiento en potencia. Con una acción de menor fuerza que el discobolo de Miron.
El Doriforo sostiene una lanza con la mano izquierda tensando el hombro izquierdo y levantandolo ligeramente. La
pierna izquierda no soporta el peso y la cadera cae, el torso se expande. El brazo derecho cuelga relajado, el hombro
caido. La pierna derecha soporta el peso la cadera esta levantada. El torso entre la cadera y la axila se halla contraido.
La inclinacion hacia la derecha de la cabeza del doriforo, describe una suave curva en forma de S invertida.
El contraste por un lado del torso contraido y por el otro, extendido, da al cuerpo un aspecto de dinamico equilibrio.
Esta alternancia de miembros tensos y relajados combinada con un tor so amoldable se denomina CONTRAPOSTO.
Infunde un sentido de vitalidad a figuras hechas de piedras.
Policleto fue en esencia un artista del bronce y especialistas en estatuas de atletas victoriosos dedicados en Olimpia. La
bella estatua de un muchacho, conocido a traves de muchas copias romanas en marmol, y que eleva el brazo derecho
para coronarse, representa a Kiniscos, un joven pugilista. La posicion de los pies es poco frecuente. Una postura relajada
y libre. Con una composicion abierta en el lado izquierdo del espectador. Un rostro impersonal, idea; estas estatuas
victoriosas eran retratos en un sentido sumamente abstracto.
En el Diadumeno (joven que ciñe una banda a la cabeza) este tipo de accion, es propio de un atleta victorioso. Erigido
para conmemorar una victoria atletica en algunos de los santuarios panhelenicos. Esta estatua presenta mayor libertad
de construccion y una mayor delicadeza que el Doriforo: la cabeza mas inclinada, y ambos brazos levantados y
separados en accion, los pies aparecen ligeramente mas separado, sin duda para equilibrar la expansion de los brazos,
pero la postura es casi identica. Tambien lo es el trazado anatomico y las transiciones mas suaves, aunque la suavidad,
sera una cualidad que se desarrolla en el siglo IV. El Diadumeno al ser menos rigidamente intelectual y programatica
que el Doriforo, y una anatomia mas suavizada se piensa que es una obra mas tardia. Son evidentes los mismo rasgos,
con el contraste suplementarios entre los ejes de la caderas y los hombros. El objetivo de su sistema de simetria era
describir en el hombre una naturaleza ideal.
La pierna derecha soporta todo el peso del cuerpo, el pies izquierdo, sin carga esta retrasado y toca levemente el suelo,
la pierna estatica se comprime fuertemente sobre las caderas, mientras que el hombro correspondiente esta inclinado:
CONTRAPOSTO.