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TERCER MILITARISMO EN EL PERÚ

El tercer militarismo es una etapa de la historia de Perú en la que se


sucedieron varios gobiernos militares. Su comienzo tuvo lugar en 1930, con
la llegada al poder de Luis Miguel Sánchez Cerro mediante un golpe de
Estado. Tras tener que renunciar al cargo, formó un partido político con el
que venció en las elecciones de 1931.

Algunos historiadores alargan este periodo hasta la década de los 50,


englobando a los gobiernos militares de esa época. Sin embargo, la
mayoría lo limita el mandato de Sánchez Cerro y al de su sucesor, Oscar R.
Benavides. Este permaneció hasta 1939 en la presidencia.

La aparición del tercer militarismo estuvo precedido por las repercusiones


en Perú de la crisis económica mundial de 1929. A esto se unió el cansancio
tras los once años de dictadura de Leguía, en los que la inestabilidad, la
represión y la corrupción fueron moneda corriente.

No obstante, Sánchez Cerro no significó una gran cambio en esos aspectos.


Su ideología, muy cercana al fascismo europeo, lo llevó a prohibir partidos
políticos y a reprimir a los opositores. Benavides suavizó un poco la
situación y emprendió una serie de medidas sociales.

 Causas

El último periodo presidencial de Augusto Bernardino de Leguía es conocido


por el Oncenio, ya que duró 11 años, desde 1919 a 1930. Esta etapa
estuvo caracterizada por el desplazamiento del civilismo como fuerza
política dominante, por la implantación de un sistema de gobierno
autoritario y por el culto a la personalidad.

El presidente abrió la economía al exterior, sobre todo a los


estadounidenses. Igualmente, trató de modernizar las estructuras del
Estado y emprendió un ambicioso plan de obras públicas.
Durante su mandato, se produjo en Perú un cambio respecto a las fuerzas
políticas dominantes. Aparecieron, así, nuevas organizaciones, como el
APRA y los comunistas.

Un golpe de Estado, encabezado por el comandante Luis Miguel Sánchez


Cerro, puso fin a su estancia en el poder.

a. Causas económicas

Las políticas económicas de Leguía había hecho que Perú pasara a


ser totalmente dependiente de los Estados Unidos en esa materia.
Su plan de obras públicas, emprendido con préstamos
estadounidenses, había aumentado la deuda externa de manera
sustancial.

El Crac del 29 y la consiguiente Gran Depresión empeoró la


situación. Perú, como el resto del planeta, se vio seriamente
afectado, hasta el punto de entrar en bancarrota fiscal.

EE.UU, que estaba también sufriendo por la crisis, cerró las


fronteras al comercio exterior. Esto provocó un descenso de las
exportaciones peruanas, aumentando los problemas económicos
internos.

b. Causas sociales

La oligarquía peruana vio amenazado su poder por el creciente


descontento sociopolítico. Esta inestabilidad, llevó a que formaran
una alianza con los militares, apoyando el golpe de Estado.

Al mismo tiempo, Perú no fue ajeno a un fenómeno que estaba


ocurriendo en buena parte del mundo: el nacimiento del fascismo.
Así, surgieron varios movimientos con esa ideología, como el
nacionalcatolicismo, el nacionalsindicalista o el fascismo clerical.
Por otro lado, también comenzaron a fortalecerse las
organizaciones obreras y comunistas.

c. Causas políticas

El panorama político en Perú había sufrido grandes cambios


durante la época del Oncenio. Fue en esos años cuando
aparecieron los primeros partidos modernos del país,
reemplazando a los tradicionales, como el Civil o el Democrático.

Las organizaciones más importantes que se formaron durante


esos años fueron el Partido Aprista Peruano y el Partido Socialista
Peruano. El primero tenía un carácter marcadamente
antiimperialista y contrario a la oligarquía. El segundo, adoptó
como ideario el marxismo-leninismo, aunque era bastante
moderado.

Ambos partidos provocaron que los sectores más privilegiados de


Perú se sintieran preocupados. El temor a perder parte de su
poder hizo que apoyaran a los militares en su toma del gobierno.

 Inestabilidad territorial

Durante el mandato de Leguía se vivieron varias insurrecciones en


provincias como Cuzco, Puno, Chicama y, especialmente, Cajamarca.

La respuesta violenta del gobierno solo empeoró la situación, creando


un clima de inestabilidad que repercutió negativamente en la economía
y en la tranquilidad política y social.

 Características
El periodo del tercer militarismo comenzó con el golpe de Estado
perpetrado por Luis Sánchez Cerro, quien luego fue elegido presidente
constitucional. Tras su muerte, fue sustituido por el general Óscar R.
Benavides.

 Aspecto Político

Los militares que protagonizaron esta etapa de la historia de Perú eran


caudillos que respondieron a la crisis económica y política tomado el
poder. Para ello, establecieron una alianza con la oligarquía nacional,
temerosa del avance de los movimientos progresistas.

Sánchez Cerro, quien había estado en Italia antes de su golpe, tenía


ideas muy cercanas al fascismo. Su gobierno fue autoritario y
xenófobo, aplicando algunas medidas populistas y corporativistas.

El militar, después de tener que abandonar el poder en 1930, fundó un


partido político para presentarse a las siguientes elecciones: la Unión
Revolucionaria. Sánchez logró ganar las votaciones, organizando un
gobierno represivo con los opositores.

La Unión Revolucionaria tenía una faceta populista, combinado con un


potente culto al líder.

Al llegar Benavides al poder, intentó relajar los aspectos más


represivos de su antecesor. Así, decretó una Ley de Amnistía para los
presos políticos y los partidos pudieron reabrir sus sedes.

Sin embargo, tampoco dudó en reprimir a los apristas cuando


consideraba que amenazaba su presidencia.

 Aspecto Económico
La Crisis del 29 había golpeado con dureza a Perú. Había escasez de
productos y la inflación era muy alta. Esto provocó que la población
comenzar a protestar y se convocaron varias huelgas durante los años
30.

Sánchez Cerro contrató a la Misión Kemmerer para tratar de encontrar


soluciones a la situación. Los economistas de esta comisión
recomendaron efectuar reformas económicas, pero el presidente solo
acepto unas pocas. Aun así, Perú pudo reajustar algo su política
monetaria y reemplazó la libra peruana por el Sol.

Durante el mandato de Benavides, el ciclo económico había comenzado


a cambiar. La oligarquía apostó por un conservadurismo liberal, con un
estado fuerte que garantizará la ley y el orden, condiciones que
consideraban imprescindibles para conseguir la estabilidad económica.

 Aspecto social

El tercer militarismo, especialmente durante la presidencia de Sánchez


Cerro, se caracterizó por la represión contra los opositores y contra los
sectores minoritarios de la sociedad. Su carácter fascista apareció en
los actos de violencias contra los apristas y los comunistas, además de
por el control ejercido sobre la prensa.

Otro ámbito en el que el gobierno demostró gran crueldad fue en el


trato contra los extranjeros. Durante la década de los 30, impulsaron
varias campañas xenófobas contra la inmigración asiática. Esto se
acentuó tras la muerte de Sánchez y el nombramiento de Luis A.
Flores como líder de su partido.

La Unión Revolucionaria se organizó como una estructura vertical, con


una milicia muy relacionada con la iglesia. Su acción política estaba
enfocada hacía la creación de un Estado corporativista y autoritario,
con un partido único.

Esto no fue óbice para que, durante todo el Tercer Militarismo, se


promulgaran algunas medidas sociales en favor de la clase obrera. Por
otra parte, ese aspecto también era muy propio del fascismo.

 Aspecto internacional

Un incidente, aparentemente menor, estuvo a punto de provocar una


guerra entre Perú y Colombia durante la presidencia de Sánchez Cerro.
Los peruanos llegaron a movilizar a sus tropas y estaban preparados
para enviarlas a la frontera.

Sin embargo, el asesinato del presidente, precisamente justo después


de pasar revista a las tropas, permitió evitar el conflicto. Benavides,
sustituto de Sánchez, procedió a arreglar el problema pacíficamente.

 Presidentes

Tras la salida del poder de Augusto Leguía, una Junta Militar presidida
por el general Manuela Ponce Brousset se hizo cargo del gobierno del
país. La falta de popularidad del nuevo mandatario hizo que fuera
sustituido por Luis Sánchez Cerro, mucho más conocido por el pueblo.

Sánchez, que se había levantado en armas, al igual que otros, contra


Leguía, llegó a Lima el 27 de agosto de 1930. Su recibimiento, según
las crónicas, fue apoteósico. La Junta Militar de Brousset fue disuelta y
se formó otra bajo el mando de Sánchez Cerro.

a. Gobierno provisional de Sánchez Cerro


La situación de Perú cuando el nuevo presidente ocupó el cargo
era crítica. Los disturbios se sucedían en buena parte del país,
protagonizados por obreros, estudiantes y militares.

Cerro promulgó medidas para detener las protestas y, además,


creó un tribunal especial para juzgar los casos de corrupción
durante la presidencia de Leguía.

La política de represión, con ilegalización de algún sindicato


incluida, culminó con la masacre de Malpaso, el 12 de noviembre.
En ella, 34 mineros fueron asesinados.

En el aspecto económico, Sánchez Cerro contrató a la Misión


Kemmerer, un grupo de economistas estadounidenses. Las
medidas propuestas por los expertos fueron, en su mayoría,
desechadas por el presidente, aunque las aprobadas tuvieron un
pequeño efecto positivo.

Antes de que convocara elecciones, un grupo de oficiales del


Ejército y miembros de la policía se rebelaron contra el gobierno
provisional, en febrero de 1931. El levantamiento fracasó, pero
mostró el descontento hacia el régimen.

Una nueva rebelión, esta en Arequipo, obligó a Sánchez Cerro a


dimitir el 1 de marzo de 1931. Tras él se sucedieron una serie de
presidentes interinos que apenas duraron en el cargo. El más
importante de estos fue Samanez Ocampo.

b. Gobierno provisional de Samanez Ocampo

Samanez Ocampo se puso al mando del congreso Constituyente y


logró pacificar momentáneamente el país. Su mandato, corto, fue
dedicado a preparar las siguientes elecciones. Para ello creó un
Estatuto electoral y el Jurado Nacional de Elecciones.

Dentro de las leyes aprobadas para los comicios, quedaron


excluidos de derecho de sufragio los curas, los militares, las
mujeres, los analfabetos y los menores de 21 años. Igualmente,
se prohibió que se presentaran cualquier partidario del
expresidente Leguía.

A pesar de la mejora de la situación, Samanez Ocampo tuvo que


hacer frente a algunas rebeliones en Cuzco. Todas fueron
reprimidas con violencia.

Finalmente, las presidenciales se celebraron el 11 de octubre de


1931. Algunos historiadores las consideran como las primeras
elecciones modernas de la historia de Perú.

Entre los candidatos se encontraba Luis Sánchez Cerro, quien


había fundado un partido de corte fascista para presentarse, la
Unión Revolucionaria. El APRA fue su principal rival.

Las votaciones fueron favorables a Sánchez Cerro, aunque sus


rivales denunciaron fraude electoral y desconocieron el resultado.
No obstante, Samanez Ocampo se mantuvo firme y cedió su
puesto a Sánchez Cerro.

c. Gobierno constitucional de Luis Sánchez Cerro

Sánchez Cerro asumió la presidencia el 8 de diciembre de 1931.


Una de sus primeras medidas fue ordenar que se empezara a
trabajar en la redacción de un nueva Constitución, que fue,
finalmente, promulgada el 9 de abril de 1933.
Su gobierno se caracterizó por la represión desatada contra sus
opositores, especialmente apristas y comunistas. Además,
emprendió campañas tachadas de xenófobas contra los
trabajadores provenientes de Asia.

El nuevo presidente tuvo que hacer frente a la crisis económica


que ya padecía el país antes de su llegada al cargo. Las materias
primas perdían cada vez más valor y la inflación se había
disparado.

La inestabilidad política, con numerosas huelgas convocadas por el


Partido Comunista y el APRA, no ayudó a que la economía se
recuperara. El presidente, incluso, sufrió un atentado fallido y vio
como los buques del Callao se sublevaron en su contra.

Durante su mandato estuvo a punto de declararse una guerra


contra Colombia. Solo su asesinato, ocurrido el 30 de abril de
1933, detuvo los preparativos para el conflicto.

d. Gobierno de Oscar Benavides

Benavides fue nombrado presidente por el Congreso el mismo día


que Sánchez Cerro fue asesinado. A pesar de que la medida
contravenía la Constitución, asumió el cargo para completar el
periodo del difunto mandatario, hasta 1936.

Benavides consiguió detener el conflicto con Colombia, llegando a


un acuerdo de paz en 1934. Igualmente, aprovechó el cambio de
ciclo económico para dejar atrás lo más grave de la crisis.
En 1936, Benavides se presentó como candidato para las nuevas
elecciones. Sus rivales principales fueron Jorge Prado (apoyado
inicialmente por le gobierno) y Luis Antonio Eguiguren, quien
contaba con más apoyo social.

Nada más comenzar el escrutinio, el Jurado Nacional anuló las


elecciones. La excusa fue que los apristas, cuyo partido tenía
prohibido concurrir a las votaciones, habían apoyado en masa a
Eguiguren.

El Congreso decidió que Benavides alargara su mandato tres años


más y, además, asumiera el poder legislativo. Su lema para ese
periodo fue “orden, paz y trabajo”. Contó con el apoyo del ejército
y la oligarquía.

Al final de su mandato tuvo que hacer frente a un intento de golpe


de Estado. A pesar de que consiguió detener la intentona,
Benavides asumió que no debía continuar en el cargo.

 Consecuencias

Las elecciones de 1939 marcaron, para muchos historiadores, el final


del tercer militarismo. Benavides dio su apoyo a Prado Ugarteche, hijo
del entonces presidente del Banco Central de Reserva de Perú.

El otro candidato principal fue José Quesada Larrea, un joven


empresario que peleó por la libertad electoral ante las evidencias de
que el gobierno podía cometer fraude.

Por otra parte, el APRA aún seguía ilegalizado, aunque era el más
importante del país. Por último, la Unión Revolucionaria también fue
prohibida.
Las votaciones declararon vencedor a Prado, con una ventaja bastante
considerable. Muchos denunciaron irregularidades masivas durante las
elecciones, pero nada cambió el resultado final.

 Nueva Constitución

El Tercer Militarismo no acabó con la inestabilidad política del país. La


Unión Revolucionaria de Sánchez Cerro, con su ideología fascista,
reprimió con dureza todo tipo de protesta popular y a los partidos
opositores, sobre todo al APRA y al Partido Comunista.

A pesar de la persistente crisis económica, las clases medias


aumentaron. La oligarquía, por su parte, fortaleció su posición
privilegiada apoyando a los gobiernos militares y a los presidentes
elegidos tras estos.

Según los historiadores, el final del Tercer Militarismo llevó a Perú lo


que se ha catalogado como democracia débil, con gobiernos
controlados en buena parte por la mencionada oligarquía.

El legado más importante de este periodo fue la Constitución de 1933.


Esta se convirtió en la base económica, política y social del país hasta
1979.

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