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LA MUERTE ES COSA DE LOS VIVOS

I. Introducción
I.1 Propósito del ensayo
I.2 Tesis( dos variables)
I.3 Importancia del tema

II. ¿Qué es la muerte? Definición desde diferentes posturas


III. Actitudes generales del hombre ante la muerte.
IV. Actitud de los adolescentes frente a la muerte.
V. La muerte es cosa de los vivos

I. Introducción

La muerte es un concepto universal, está presente durante todo nuestra vida,


aprendemos a convivir con ella, comprenderla y respetarla. Sin embargo no sabemos
mucho de lo que sucede después de la misma y esto es pues uno de los problemas
filosóficos que no puede ser resuelto hasta el momento.

Es un tema bastante complejo de abordar debido a la infinidad de perspectivas para


usarla, ha sido una de las herramientas ideológicas más utilizadas en todo el mundo y
durante toda la historia de la humanidad, que incluso nos lleva a hablar de un culto a la
muerte o de una vida para la muerte.

Actualmente y a pesar de su presencia en los medios de comunicación día tras día, es


un tema del que se suele evitar hablar. La industria se ha encargado de utilizar la muerte
como un medio de entretenimiento masivo en géneros como el terror o suspenso donde
la muerte es utilizada como indicador de miedo, desorden y final. Esto ha generado una
gran gama de respuestas de los consumidores desde aceptación, terror, intriga y en
algunos casos verla como una salida o escape de la realidad del mundo. Todas estas
perspectivas nos llevan a considerar a una población frágil en estos temas, los jóvenes,
quienes durante esta época de afianzamiento de su individualidad suelen confundir toda
esta información generando ideas erróneas sobre la vida y con ello también la muerte.
El propósito de este ensayo es definir esta idea de la muerte fuera del contexto industrial
para generar una reflexión en los jóvenes de su forma de vivir, conectando dos puntos
varolables que solemos dar por entendidos.
Consideramos a la muerte como un punto de partida para la reflexión sobre la vida y las
actividades que se realizan diariamente. Además de la importancia de las otras
personas en la valoración y tratado de los cuerpos inertes y la decisión de decidir el
proceso post-muerte en vida.

II. Definición de muerte y sus perspectivas

La primera referencia de muerte la podemos encontrar en la biblia, la cual la define como


“la interrupción absoluta de la vida y la consciencia”, que nos genera la idea de un corte
de la realidad pero que al mismo tiempo se retroalimenta con la promesa divina de la
resurrección como principio escatológico del cristianismo.

La muerte se concibe como un pase o transe, una situación de espera ante la segunda
venida de Jesucristo quien gobernara y “los muertos se levantaran” (Mateo 12:41) o
“Viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán [mi] voz
y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron
cosas viles a una resurrección de juicio” (Juan 5:28, 29) en estos versículos y en gran
parte de la vida la muerte no es un final del todo puesto que se habla de una resurrección
para la vida eterna, propia de los justos, personas que sigan la ley de Dios.

Contrariamente a este concepto religioso de concebir la muerte, la propuesta cientificista


menciona que la muerte es el fin de la vida y que no existe nada después de ella,
negando la propuesta de la salvación así como la idea de un Dios creador. Esta visión
ateísta es bastante común en los últimos tiempos en los cuales las personas se
preocupan más por las actividades cotidianas y en el aprovechamiento de su tiempo sin
centrarse en la vida espiritual.

Otra concepción bastante interesante corresponde a la visión oriental de la muerte,


puesto que esta es concebida como un renacer, debido a la creencia de la
reencarnación del alma, se mantiene la idea de la vida después de la muerte sin
embargo esto se manifiesta de otra forma.

A pesar de que la muerte es un tema bastante amplio y con muchas perspectivas


podemos distinguir dos grandes bloques en cuanto a su concepto, el primero que nos
lo presenta como un tránsito hacia otro estado ya demarcado y el segundo como el
completo final de la vida y por tanto de la realidad. Como ya se había mencionado líneas
arriba este es un debate que seguirá vigente formando parte del argot filosófico del
hombre.

III. Actitudes Generales del Hombre ante la Muerte

“La concepción de la muerte como el fin de la vida o como el tránsito hacia una vida
ulterior, actúa como condicionante en los comportamientos y en las actitudes de los
individuos y de las sociedades, generando un impacto que es determinado básicamente
por cada cultura” (Alvarado, Templer, Bresler y Thomas-Dobson, 1995; Fry, 2000).

La posición que tomemos frente a la muerte dependerá muchas veces de la forma en la


que concebimos la vida, al ser un problema cultural, la respuesta también debe tomarse
como factor el eje de desarrollo del individuo. Sin embargo hay ciertas actitudes que son
propias de todo ser humano ante la muerte estas son (a) evitar el tema, existen muchas
personas que creen que hablar del tema puede llamar a la muerte, por lo que se
muestran una cierta resistencia al tema, refugiándose en la evasión, (b) Vivir el día al
día sin pensar en la muerte puesto que se acepta e final pero no se espera que llegue.

Estas actitudes se relacionan con la cultura actual, donde el desarrollo de las


tecnologías ha permitido una resistencia hacia la muerte puesto que existen más
mecanismos para alargas la vida como es el caso de los avances en la medicina que
influyen en la higiene pública, la terapia médica y la prevención de las enfermedades.
Por otro lado el mercantilismo en torno a la muerte ha generado que muchas personas
hoy en día la acepten de alguna forma pero la omitan, justificándose en la necesidad de
vivir como si no hubiera mañana.

Las actitudes frente a la muerte son variadas sin embargo la conducta humana lleva a
generarse ciertas preguntas que son parte del interés por vivir, una vez más nos
encontramos con la necesidad de respuestas propio de la razón, que llevan a generar
convencionalismos teológicos o paradigmas de vida que cambian según la persona. La
cultura de hoy acepta la muerte con miedo, según otro elemento que es parte humana,
los sentimientos, que nos hacen preocuparnos por lo que hay después no solo para
nosotros sino también para nuestros seres amados que sufren este proceso, que nos
obliga a creer en promesas religiosas. Por lo que podemos decir que la muerte tiene
que ver con la vida puesto que la promesa de vida posterior depende de la clase de
persona que hayas sido en vida y el bien que hayas logrado.

A pesar de este miedo e intriga hacia la muerte y de ser un elemento que se ha usado
para mitigar las conductas morales no aceptadas socialmente, la población cada vez se
preocupa menos por cuidar este comportamiento con la finalidad de obtener la vida
eterna, esta transacción divina está perdiendo adeptos, debido quizá a comercialización
de la idea de muerte hacia un mercado susceptible que cada vez la normaliza y consume
junto con otros elementos como la violencia, y la maldad.

IV. Actitud de los adolescentes frente a la muerte

La adolescencia supone el tránsito entre la pubertad y la juventud, alrededor de los 11


a los 21 años aproximadamente, y se divide en tres etapas: la adolescencia temprana
o pubertad (11-13 años aprox.), adolescencia media (14-17 años aprox.) y adolescencia
tardía (17-21 años aprox.) durante las cuales el adolescente genera su sentido de
independencia y comprensión de su entorno individualmente.

Es una etapa de cambios y crisis puesto que el adolescente busca el reconocimiento de


su autonomía pero sin tener claro varios conceptos sobre la vida, por lo que podemos
decir que también es una etapa de autodescubrimiento, en este punto podemos abordar
la concepción de la muerte puesto que el adolescente se hace más consciente de ella,
pero la sigue viendo lejana por lo que su mayor interés se basa en el disfrute de la vida
y de su edad.

A fines de la década de los años sesenta autores como Hagan (1970), Grollman (1974),
Jackson (1974), Barnes (1983), Corr & McNeil (1986), Kastembaum (1986), González
& Ramos (1996), Y Was, Miller & Reddit (1991) entre otros, se dedicaron a investigar
las actitudes hacia la muerte en los adolescentes, sus efectos y los factores que influyen
en ella. Como menciona Jackson (1974) “en esta etapa evolutiva se forman las actitudes
ante la muerte por ello es que en esta etapa se involucran con el tema, les interesa y
quieren comprender qué significa la muerte para su vida en el futuro.”

La idea de muerte durante esta etapa si bien es parte del desarrollo también es un riesgo
para jóvenes que no tienen la información suficiente sobre la misma y que generar ideas
de escape o libertad sobre ella, que lamentablemente repercute en suicidios u
homicidios. Si bien es cierto lo que menciona Jackson (1974) la muerte se vuelve un
tema de interés para el adolescente, la comercialización o normalización de la muerte
relacionada a modelos violentos y sin información o condicionados por sentimientos de
rencor y odio pueden generar desenlaces fatales, por lo que es imprescindible a
información y la comunicación de los adolescentes con los padres durante esta etapa
de desarrollo. Como menciona Kastembaum 1986:
“El grado de desarrollo intelectual, el tipo y maduración de la personalidad, las
experiencias vitales y el nivel de comunicación pueden influir decisivamente en la
configuración de la actitud del adolescente ante la muerte en dichas situaciones”
(Kastembaum, 1986)

Las experiencias de los adolescentes son las que llevaran a asumir su posición frente a
la muerte, estas son muy variadas sin embargo el contacto con la muerte de forma
cercana genera una visión mucho más madura y responsable para con ella. Como es el
caso del fallecimiento de un ser amado (amigo, familiar) o, incluso, el asumir su propia
muerte en situaciones de enfermedad terminal, que suponen para él tener un nuevo
concepto y asimilación de muerte.

V. La muerte es cosa de los vivos

Como ya se ha venido mencionando líneas arriba, los conceptos y el desarrollo de la


idea de muerte durante la adolescencia se enmarca en muchos factores de la vida del
adolescente, siendo este concepto una respuesta a las vivencias que se tienen durante
tan corta edad.

Sin embargo debemos tener en cuenta que el concepto de muerte es una referencia de
las personas que están vivas y que ven en ella un cierto pánico o rechazo hacia la idea
de la finitud de la vida. Utilizando cualquier herramienta, tendencia o paradigma religioso
para mitigar el concepto del fin de la existencia.

Morir no es un tema nuevo, sin embargo su aceptación parece no ser completa, lo único
cierto de la vida es la muerte, y a pesar de no saber cuándo pasara deberíamos estar
preparados para ella. Tomemos en cuenta que los proceso post-muerte ya no dependen
del difunto si no de las personas cercanas a él y del mensaje que se quiera transmitir de
él.

Todo escuchamos alguna vez “cuando mueres todos te quieren” y a pesar de ser una
respuesta a la conducta humana, si lo evaluamos en este sistema el mensaje que
transmite la familia del difunto es diferente a lo que de verdad sucedía con él. Este acto
del que todos hemos sido testigos es parte de una conducta humana pero no frente a la
muerte si no a los vivos.
Por lo que se hace importante hablar de este fenómeno, y de lo que queremos para
nuestro final, muchos de nosotros nos sentiríamos incomodos en el centro de un
ambiente rodeados de las personas que amamos sufriendo. Como propone The
Conversation Project, fundación estadounidense cuyo objetivo es motivar y ayudar a
todos los ciudadanos a mantener la conversación más difícil pero más necesaria de
nuestra vida con nuestros seres queridos: nuestra voluntad para cuando muramos. Todo
esto parte de que muchas personas por evitar el tema, cuando parten de este mundo
no han concluido y no deja pautas para que se den término a sus proyectos.

El colectivo The Conversation Project, da unos datos interesantes en su comunidad de


estudio, de la cual señalan que: un 56% de personas afirman no haber expresado jamás
sus deseos para el final de sus vidas, determinó una encuesta realizada por la California
HealthCare Foundation en 2012. Y la importancia de hablar de la muerte según este
colectivo parte, de que, el decidir cómo queremos morir, qué cuidados queremos recibir
y qué no o qué queremos que sea de nosotros es tan necesario para nuestra tranquilidad
como para la de nuestro entorno.

No se trata de esperar la muerte como algo trágico y sin sentido, si no de aceptarla,


asumirla y poder manifestar nuestros deseos sobre lo que queremos o estamos
haciendo. La muerte es algo que no podemos controlar pero si es algo en lo que
podemos participar y depende de cada uno de nosotros. Ya sea por cultura o por
creencias a muerte es algo de lo que no podemos hablar, y esto genera confusión en
los adolescentes que recientemente están logrando entender este proceso, si seguimos
conteniendo nuestros deseos y evitando hablar de algo que es inevitable, pues estamos
sesgando una parte de vivir, este miedo hacia el final ya no funciona como pauta moral,
se está transgiversando por lo que el papel que asumamos sobre nuestra vida también
influye en nuestra muerte.

Referencias

Pryor Algarra, J. C. (2012). Formación y evolución de los conceptos y actitudes acerca


de la muerte en el adolescente. Trabajo de Grado. Universidad de La Sabana, Chía
(Colombia)

Piñeiro Fernández, B. (2016). Morir: la muerte como ámbito de intervención de la


Educación Social (Trabajo de Grado). Universidad de Santiago de Compostela,
Santiago de Compostela (España)
Noemi C. (2007) Vida y muerte: una reflexión teológico-fundamental en Teología y Vida,
Vol. XLVIII (2007), 41 – 55

Se llega a la conclusión que la muerte es un problema humano. Debido que


aparece como un ciclo en toda persona y nadie la puede evitar. Esto genera que el
hombre se plantee serias preguntas y una de las más frecuentes y que preocupa a todos
es saber qué pasa después de la muerte. Esto es lo que interesa y hace de cierta forma
reflexionar acerca de nuestras vidas.
Como se ha mencionado anteriormente la muerte es el punto de partida para que el ser
humano y en especial los jóvenes recapaciten de su vida. Aunque parezca irónico que
dos conceptos tan opuestos se complementen y sean indisolubles en lo que al ser
humano se hace referencia. La importancia que la muerte tiene se desarrollada a lo
largo de este trabajo, sin embargo, una pincelada de la misma es la que da el colectivo
de The Conversation Project, fundación estadounidense cuyo objetivo es motivar y
ayudar a todos los ciudadanos a mantener la conversación más difícil pero más
necesaria de nuestra vida con nuestros seres queridos: nuestra voluntad para cuando
mueramos. Todo esto parte de que muchas personas por evitar el tema, cuando parten
de este mundo no han concluido y no deja pautas para que se den término a sus
proyectos.

El colectivo The Conversation Project, da unos datos interesantes en su comunidad de


estudio, de la cual señalan que: un 56% de personas afirman no haber expresado jamás
sus deseos para el final de sus vidas, determinó una encuesta realizada por la California
HealthCare Foundation en 2012. Y la importancia de hablar de la muerte según este
colectivo parte, de que, el decidir cómo queremos morir, qué cuidados queremos recibir
y qué no o qué queremos que sea de nosotros es tan necesario para nuestra tranquilidad
como para la de nuestro entorno. Ya sea por cultura o por creencias, tendemos a evitar
hablar de la muerte en el transcurso de toda nuestra vida, sin tener en cuenta que es un
hecho inevitable y consecuencial al que todos llegaremos.

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