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Revolución africana, un vistazo desde los Palop

La guerra colonial portuguesa ocurrida durante los años 1.961 y 1.974 se llevó a cabo
entre las Fuerzas Armadas Portuguesas y las fuerzas organizadas por los movimientos de
liberación de las antiguas colonias portuguesas de Angola, Guinea-Bisáu y Mozambique.
Los Palop (países africanos de lengua oficial portuguesa), ejercían resistencia al
imperio colonial africano. Sin embargo, cada país es único en cuanto a división social y
cantidad de recursos económicos se refiere.
Durante el imperio de Salazar (dictador portugués), entre los 50 y los 60’s, surgieron
las primeras organizaciones revolucionarias con influencia marxista-leninista y con apoyo de
la URSS y Cuba, que se mostraron decididas a derrotar a los colonizadores portugueses, entre
las más importantes, se encuentran: el partido africano por la independencia de Cabo Verde
y Guinea-Bisáu, el movimiento por la liberación de Angola, y el frente de liberación de
Mozambique.
Su objetivo era producir la revolución africana, que consistía en eliminar cualquier
forma de dominación africana a implantar un Estado socialista. El fin de la dictadura de
Salazar ocurrió tras la Revolución de los Claveles en 1.974. Poco tiempo después, el gobierno
portugués reconoció la «independencia de los Palop» en 1.975.
Sin embargo, una vez conseguida la independencia, los Palop eran el conjunto de
países más pobres del mundo, porque la poca industria que se había desarrollado fue destruida
durante la guerra y se alejaron las personas formadas (portugueses) que allí vivían. En el
poder se afianzaron los partidos revolucionarios anticoloniales, que intentaron aplicar
políticas socialistas. A pesar de establecer regímenes unipartidarios, estos partidos contaron
con una oposición que intentó en todo momento minar su poder y torpedear todos sus
movimientos.
Esto provocó que varios de los Palop se vieran envueltos en guerras civiles; las más
sangrientas serían las de Angola (1975-2002) y Mozambique (1977-1992). Ambas guerras
involucraron los dos bloques enfrentados en aquel momento en la Guerra Fría: el bloque
soviético, liderado por la URSS, y el capitalista, liderado por EE. UU.
En los años 90’s se desintegró el bloque soviético y cambiaría la política sudafricana
gracias a su presidente Nelson Mandela, que retiro su apoyo a dos de los movimientos que
participaron en las guerras civiles, respectivamente Unita (Unión Nacional por la
Independencia Total de Angola) y Renamo (Resistencia Nacional Mozambiqueña). Sin
embargo, no fue sino hasta el año 2.002, cuando el conflicto de Angola terminó
definitivamente. Una vez conseguido el logro de la paz y con la colaboración de las Naciones
Unida, se realizaron las primeras elecciones democráticas, en los que resultaron ganadores el
movimiento por la liberación de Angola y el frente de liberación de Mozambique.
A nivel ideológico, los movimientos que comenzaron a gobernar en el siglo XXI, los
cuáles eran los mismos que lucharon por su independencia, posiblemente por la voluntad de
conciliar los bandos en cada país y por la pérdida de sus referentes intelectuales, comenzaron
a alejarse del socialismo para abrazar el capitalismo y la socialdemocracia. Ambos
movimientos, abandonaron la pretensión de nacionalizar los recursos y servicios del país y
permitieron el ingreso de inversionistas extranjeros que progresivamente fueron adueñándose
de ellos.
Entre las inversiones extranjeras que se encuentran en estos países, podemos
mencionar el petróleo y el gas natural que se encuentra en la capital de Angola, Luanda, el
cuál es el principal recurso económico de ese país. Además, en Angola se encuentra uno de
los mayores puertos de África. Sin embargo, aunque el petróleo representa la mayor fuente
de ingresos del país, solo el 0,5% de la fuerza de trabajo angolana está empleada en este
sector.
En Mozambique, por ejemplo, las inversiones extranjeras se basan en la minería y la
construcción. Sin embargo, las principales provincias mineras, son a su vez, las más pobres.
Las explotaciones, son llevadase a cabo por compañías de origen estadounidense, chino,
japonés o surcoreano. Debido a que muchas de las explotaciones se realizan de forma ilegal,
han ocurrido derrumbamientos de tierra, entre otros accidentes por falta de seguridad.

En Cabo Verde, las principales actividades económicas son el turismo y la pesca, lo cuál ha
atraído a flotas pesqueras, especialmente españolas y portuguesas que no quisieron afectar
su negocio tras la independencia en el año 1.975, por lo cuál han ido firmando diversos
acuerdos de pesca. Sin embargo, la capacidad pesquera europea es considerablemente mayor
que la caboverdiana, por lo que las embarcaciones nativas deben adentrarse más para
encontrar peces, lo que es algo peligroso dado el carácter precario de sus embarcaciones.

Otro de los países que se ha visto involucrado a nivel económico es China, principal
importador de petróleo en Angola y de minería en Mozambique, quien ha tenido
participación en la construcción de infraestructura, asimismo, se ha involucrado en obras
importantes en los Palop y se ha asentado en estos países para desarrollar el comercio.

Contrario a lo que inicialmente ofrecieron los gobernantes de los Palop al cambiar su


ideología política, al aplicar unas políticas que no se parecen a lo que se prometieron en su
momento, los beneficios millonarios de la explotación de sus recursos no han hecho progresar
a estos países y su economía sigue siendo primaria, mientras que múltiples compañías
extranjeras se han aprovechado para establecerse y expandir sus negocios, alejadas de la
situación de pobreza y necesidad de la población.

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