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RESTAURACION DE ECOSISTEMAS
Nombres y Apellido Código de estudiante
Autor Cecilia Gallardo Surriabre 201506871
Fecha 01/10/2019
Los incendios forestales tienen un impacto devastador. Una de las consecuencias más
visible es la destrucción del ecosistema y del paisaje. La vegetación destruida aportaba
oxígeno, capturaba CO2, sostenía el suelo y daba cobijo y alimento a una gran variedad
de organismos.
La pérdida de suelo por erosión es la más grave de todas las consecuencias de incendios
forestales. La destrucción de la estructura superficial del suelo y arrastre de cenizas
origina una compactación que impide la penetración del agua, reduciendo así su
humidificación. Las lluvias torrenciales arrastran las cenizas y las aguas aumentan su
turbidez contaminándolas.
Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad
de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer
los árboles, lo que permite que la luz del sol reseque el bosque y produzca una
acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los incendios,
como las herbáceas inflamables. La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial
porque es uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los
ecosistemas de los bosques pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la
colonización e infestación de insectos que perturban el equilibrio ecológico.
En los bosques en los que el fuego no es un mecanismo de alteración natural, éste puede
tener efectos devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados,
no sólo porque les causa la muerte directa, sino también porque provoca efectos indirectos
más duraderos como estrés y desaparición de hábitats, territorios, cobijo y alimento. La
desaparición de organismos de gran importancia para los ecosistemas forestales, tales
como invertebrados, polinizadores y descomponedores, puede retardar de forma muy
significativa el índice de recuperación del bosque (Boer, 1989).
Pérdida de alimentos
La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves
y de animales que se alimentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los
bosques tropicales. Algunos meses después de los incendios que ocurrieron en 1982-1983
en el parque nacional de Kutai, en Kalimantan oriental, disminuyó drásticamente el
número de ejemplares de aves como el bucero, cuya alimentación depende de los frutos,
y sólo pervivieron en gran número las aves insectívoras, como el pájaro carpintero,
gracias a la abundancia de insectos xilófagos.
Sistemas de restauración
Los incendios forestales representan una causa significativa de pérdida del patrimonio
nacional. Anualmente se queman entre 20.000 y 85.000 hectáreas de vegetación,
afectando principalmente vegetación natural, perdiéndose tanto su biodiversidad como
los bienes y servicios ecosistémicos y sociales que esa vegetación presta. En la medida
que la frecuencia e intensidad de los incendios forestales aumenta, la necesidad por
recuperar los ecosistemas nativos es cada vez más patente.
Las acciones de rehabilitación urgente después de incendio son cruciales para mitigar el
riesgo hidrológico-erosivo subsiguiente.
El mulchde paja de cereal se ha revelado como el material con mejores propiedades para
proteger el suelo
Los incendios pueden alterar severamente la estabilidad de los ecosistemas, modifi cando
la estructura y composición de especies, afectando las dinámicas sucesionales, y
perturbando interacciones ecológicas clave del sistema. Factores que sumados se traducen
en una pérdida de funcionalidad del ecosistema de difícil recuperación. Además algunos
incendios, especialmente los de gran extensión y severidad, o repetidos en un corto
espacio de tiempo, pueden dejar profundas huellas en el ecosistema y desencadenar
procesos erosivos y degradativos que pueden incrementan notablemente la magnitud y
duración de los impactos provocados por los incendios. Los ecosistemas brindan
importantes servicios para el ser humano (e.g. regulación del clima, purifi cación del agua,
descontaminación del aire, control de inundaciones, recreación, paisaje, etc.), sin
embargo la constante presión antrópica sobre los hábitats naturales ha provocado que
éstos sean incapaces de suministrar los servicios al mismo nivel que en el pasado,
poniendo en riesgo actividades económicas, la salud humana y por ende repercutiendo
negativamente en el bienestar humano. Por tanto, junto con estrategias preventivas que
eviten que la constante presión los siga degradando, el desarrollo y aplicación de planes
de recuperación debe considerarse como un factor clave para restituir los daños generados
sobre los ecosistemas.
Con el objetivo de revertir los impactos provocados por los incendios sobre los
ecosistemas naturales podemos recurrir a la «Restauración Ecológica», la cual busca,
mediante la aceleración de los procesos sucesionales naturales, lograr la recuperación de
un ecosistema degradado respecto a su salud, integridad y sustentabilidad.
Etapas de la Restauración
1. Planificación
Un proyecto de restauración correctamente planeado trata de satisfacer metas claramente
expresadas que reflejen atributos importantes del ecosistema de referencia (Davis &
Meurk, 2001; SER 2004). El proceso de planificación de la restauración comienza
eliminando o neutralizando los factores que impiden la recuperación del sistema, por lo
que es de vital importancia definir la problemática del sitio para posteriormente definir la
meta y objetivos que se quieren conseguir. Además, es de suma importancia que los
procesos de planificación se basen en el conocimiento, estructura, funcionamiento y
dinámica de los ecosistemas a restaurar y en las relaciones establecidas entre éstos y los
sistemas humanos (Montes, 2002; SER, 2004; Hobbs, 2005; Vega, 2007). Igualmente es
necesario que éstos sean elaborados por equipos multidisciplinarios formados por
científicos y técnicos de diferentes áreas de conocimiento de las ciencias de la naturaleza,
sociales y tecnológicas,
2. Implementación
Una vez que el agente de daño se remueve o se controla, las comunidades originales
pueden reestablecerse por procesos de sucesión natural a partir de las poblaciones
remanentes. Sin embargo, la recuperación es improbable cuando la mayor parte de las
especies originales ha sido eliminada en grandes áreas y no existen fuentes de
colonizadores (Primack & Massardo, 2001). Tanto los factores bióticos como los
abióticos son críticos en el desarrollo de las comunidades, por lo que las estrategias de
recuperación deben estar basadas en el conocimiento de los efectos de estos factores en
el establecimiento de las plantas (Marsdottir et al., 2003; Dorner & Brown, 2000; SER,
2004). Con esto claro, se procede a evaluar el sitio a restaurar, siendo su condición un
factor crítico para el éxito del proceso de restauración. Es primordial entonces conocer
las condiciones del área que será restaurada (SER, 2004; Kosiel, 2006; Vega, 2007).
Según Dorner y Brown (2000), las variables de importancia que deben incluirse en este
punto son: Suelo, principalmente factores como:
3. Monitoreo
Incendios de las reservas nacionales Malleco, China Muerta y Parque Nacional Tolhuaca:
causas, impactos y acciones desarrolladas (César Ibáñez, CONAF Región de La
Araucanía).
Los bosques de Araucaria araucana han sido modelados por el fuego desde milenios. En
la Región de La Araucanía, la frecuencia de incendios durante las primeras décadas del
siglo XX aumentó significativamente asociada al proceso de colonización euro-chilena
del territorio (González, 2005).
A partir de los estudios de largo plazo establecidos en el Parque Nacional Tolhuaca, luego
del incendio del año 2002, que afectó más del 60% de la unidad, se comenzó a comprender
adecuadamente las características de los procesos iniciales de recuperación de los bosques
de AraucariaNothofagus. Uno de los aspectos importantes develados fue que,
independiente de la severidad de los incendios, la araucaria tiene la capacidad de
restablecerse a través de semilla o por regeneración vegetativa, junto con otras especies
propias del ecosistema (González et al. 2014).
Conociendo estos antecedentes básicos de las respuestas que tienen estas especies, se
puede planificar y diseñar de mejor forma la estrategia de restauración, definiendo -por
ejemplo- cómo y dónde sería necesario restaurar activamente o con un enfoque de
restauración asistida, es decir, controlando algunos factores que presionan al sistema
cuando está en proceso de recuperación.
En este sentido, el impacto de la ganadería es un problema serio en las áreas protegidas
después de un incendio y también la invasión de especies exóticas. Por otro lado, el
potencial incentivo al madereo de salvataje (salvage logging) para extraer la madera
quemada es otro aspecto que surge como amenaza en áreas protegidas (González y
Veblen 2007). Esta actividad, que en la práctica constituye un nuevo y consecutivo
disturbio al ecosistema en recuperación, puede socavar definitivamente la resiliencia de
éste. Por tanto, si estos factores son controlados podría esperarse una recuperación natural
del ecosistema, con una pertinente asistencia en casos puntuales asociados a procesos
erosivos e hidrológicos.
DISCUSIÓN