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Asignatura:
Intervención en Crisis
Profesora:
Mg. Millones Alba, Erika Lucy
Responsables:
Adrian Garcia, Olga Patricia
Alegre Rosario, Diego
Torres Piscoche, Jennifer
Chimbote – Perú
2019
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INDICE
1. Definiciones……………………………………………………………………. 3
2. Marco Teórico…………………………………………………………………. 4
3. El ciclo de la violencia………………………………………………………….5
4. Factores………………………………………………………………….………7
5. Etiología…………………………………………………………………………8
6. Consecuencias……………………………………………………..……………9
7. Como prevenir…………………………………………………..…………….10
8. Sugerencias o soluciones...................................................................................11
9. Referencia Bibliográfica………………………………………………………12
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I. DEFINICIONES:
Violencia:
La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso intencional de
la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona
o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
Familia:
La familia es un grupo de personas unidas por vínculo de parentesco, ya sea
consanguíneo, por matrimonio o adopción, que viven juntos por un periodo indefinido
de tiempo. Constituye la unidad básica de la sociedad y es el origen de toda
colectividad humana.
Violencia familiar:
La violencia familiar se basa en una dinámica de poder, siendo los dos ejes del
desequilibrio de poder dentro de la familia el sexo y la edad. (Fábrega, C., 2000
La violencia familiar se produce, por lo tanto, de forma sistemática a lo largo del
tiempo por maltrato de uno de los integrantes de la familia hacia otros miembros más
débiles, que no sólo afectan al género, sino que incluyen también a niños y niñas,
personas ancianas y /o de ambos sexos con discapacidades.
Violencia intrafamiliar:
El Consejo de Europa define la violencia intrafamiliar como “toda acción u omisión
cometido en el seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscaba la vida o
la integridad física o psicológica, o incluso la libertad de otro de los miembros de la
misma familia, y que causa un serio daño al desarrollo de la personalidad”.
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II. MARCO TEORICO
2.1 Modelos que explican los motivos de la violencia familiar:
Por mucho tiempo la psicología fue el principal recurso utilizado para explicar el
problema de la violencia familiar. Este problema fue estudiado y se llegó a lo que hoy
es el modelo teórico psiquiátrico, que sostiene como hipótesis que las personas que
ejercen violencia sobre un miembro de la familia sufren algún tipo de trastorno mental
(sado-masoquismo) en este momento se pone a todos los miembros de la familia en
el mismo nivel de violencia. Además la utilización muy común de técnicas de
mediación, resulta tan peligrosa que pueden provocar hasta provocar hasta crímenes.
Este modelo es muy raro de encontrar en la literatura especializada actual, a la luz de
las investigaciones realizadas. Se reconoce sin embargo que si bien algunos agresores
padecen efectivamente de trastornos psicológicos, la proporción de enfermos
mentales no es mayor que entre la población en general. También es conocido como
modelo médico porque busca el microbio que explique las causas de la violencia
familiar, este microbio puede ser el alcohol, la locura o el comportamiento de la
víctima.
2.1.1 EL MODELO TEÓRICO DE LOS RECURSOS: se sustenta aceptando que
el problema de la violencia familiar se origina por la falta de recursos, principalmente
los económicos, por lo tanto, considerar como respuesta el proporcionar los recursos
faltantes resulta un mito. Los gobiernos de Canadá y España, por ejemplo, apoyan
mucho este modelo, proporcionando albergues, recursos de viviendas, empleo,
dinero, etc. Pero los especialistas aseguran que todo no es suficiente.
2.1.2 EL MODELO TEÓRICO CULTURAL ha intentado dar respuesta al
interrogante acerca de las causas de la violencia familiar, recurriendo a variables tales
como:
La clase social
El estrés socioeconómico
La distribución de poder dentro de la sociedad y la familia
La violencia institucional, político y otros.
Aun cuando no se puede decir que algunos de los factores analizados esté vinculado
por completo del fenómeno de la violencia en la familia, ninguno de ellos por si
mismo, puede explicar la totalidad del problema. Los especialistas establecen que
hipotéticamente es una subforma de la violencia estructural que existe a nivel macro,
por el concepto del género. (sociedad patriarcal)
2.1.3 EL MODELO TEÓRICO ECOLÓGICO: Se postula que la realidad familiar,
la realidad social y la cultura pueden entenderse organizadas como un todo articulado,
como un sistema compuesto por diferentes subsistemas que se articulan entre sí de
manera dinámica.
Desde una perspectiva ecológica, necesitamos considerar simultáneamente los
distintos contextos en los que se desarrolla una persona, si no queremos recortarla y
aislarla de su entorno ecológico.
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El microsistema: Nos remite a las formas de organización social, los sistemas de
creencias y los estilos de vida que prevalecen en una cultura o subcultura en particular.
Son patrones generalizados que impregan los distintos sectores de una sociedad por
ejemplo, la cultura patriarcal (sistema político, la ideología, la religión, la economía,
los sistemas legislativos y judiciales, etc.)
Creencias y valores culturales acerca de: mujer, hombre, niños, familia.
Concepción acerca del poder y la obediencia.
Actitudes hacia el uso de la fuerza para la resolución de conflictos.
Concepto de roles familiares, derechos y responsabilidades.
El exosistema: está compuesto por la comunidad más próxima, incluye las
instituciones mediadoras entre el nivel de la cultura y el nivel individual, como sería
la escuela, la iglesia, los ámbitos laborales, las instituciones recreativas, los
organismos judiciales y de seguridad.
Factores de riesgo: estrés económico, desempleo, aislamiento social, alcoholismo.
Legitimación institucional de la violencia
Modelos violentos ( medios de comunicación)
Victimización secundaria
Carencia de legislación adecuada
Escasez de apoyo institucional para las víctimas
Impunidad de los perpetradores
El microsistema: es el contexto mas reducido y se refiere a las relaciones cara a cara
que constituyen la red vincular más próxima a la persona. Dentro de esa red, juega un
papel privilegiado las familias, entendida como estructura básica del microsistema.
Historia personal (violencia en la familia de origen)
Aprendizaje de resolución violenta de conflictos (ojo por ojo)
Autoritarismo en las relaciones familiares
Baja autoestima
Aislamiento
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En la tercera fase, llamada "luna de miel", se produce el arrepentimiento, a veces
instantáneo, por parte del hombre, sobreviviendo un período de disculpas y la promesa
de que nunca más volverá a ocurrir. Al tiempo vuelven a recompensar los episodios
de acumulación de tensión, y a cumplirse nuevamente el ciclo.
3.2 ENFOQUE TEÓRICO ECOLÓGICO
Violencia: es la forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza física,
económica, política… e implica la existencia de un arriba y un abajo, reales o
simbólicos, que adoptan habitualmente la forma de los rol complementarios: padre
hijo, hombre mujer, maestro, joven viejo, etc. Encontrando que el uso o abuso de la
fuerza es un método para la resolución de conflictos interpersonales, en el que
doblegar o anular la voluntad del otro es la solución.
Violencia conyugal: este tipo de violencia está basado en las reacciones inequitativas
entre el hombre y la mujer, por lo que se hace necesario enfocarla desde la perspectiva
de género, que nos permita identificar claramente la diferencia entre sexo como una
función biológica natural que diferencia al hombre y a la mujer y el género concebido
como el comportamiento social del hombre y la mujer, es decir lo femenino y
masculino, y es justamente aquí donde estos patrones de comportamiento social
transforman la diferencia sexual en una desventaja social, ya que posesiona a los
géneros en escenas diferentes en donde el poder se enfatiza hacia uno de los géneros,
usualmente el masculino, y donde la negociación en la resolución de los conflictos de
la vida diaria parece no tener cabida.
Maltrato a ancianos: es cualquier acción u omisión no accidental que provoca daño
físico o psicológico por parte de un miembro de la familia.
3.3 LAS FORMAS ACTIVAS DE MALTRATO INFANTIL:
Abuso físico: incluye una escala que puede comenzar con un pellizco y continuar con
empujones, bofetadas, torceduras, pudiendo llega a provocar lesiones internas,
desfiguraciones, hasta el homicidio.
Abuso emocional: típicamente se presenta bajo la forma de hostilidad verbal crónica
(insultos, burlas, desprecio, críticas o amenazas de abandono) y constante bloqueo de
las iniciativas infantiles (que puede llegar hasta el encierro o confinamiento) por parte
de cualquier miembro adulto del grupo familiar.
Abuso sexual: cualquier clase de contacto sexual con un niño/a por parte de un
familiar o tutor adulto, con el objeto de obtener la excitación o gratificación sexual
del adulto. La intensidad del abuso puede variar desde la exhibición sexual hasta la
violación.
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IV. FACTORES:
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V. ETIOLOGÍA
Descripción de los indicadores epidemiológicos:
Los casos de violencia familiar siguen en aumento. En los primeros tres meses del
presente año, las diversas comisarías de la División Policial (Divpol) Chimbote, en la
zona costa de Áncash, han reportado 1,305 denuncias por hechos de este tipo.
Seguidamente hasta julio del presente año se han reportado 5,096 denuncias de violencia
familiar en Áncash, convirtiéndola en la quinta región con más casos a nivel nacional,
según la estadística del Ministerio de Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
Según la información estadística de la Divpol Chimbote, que tiene como jurisdicción las
provincias del Santa, Casma, Huarmey y Pallasca; en enero se registraron 428 denuncias
por violencia familiar, en febrero la cifra fue de 434 y en marzo de 443. La mayoría de
víctimas fueron mujeres, es decir 1,073; mientras que 232 varones denunciaron las
agresiones en su contra. Respecto al tipo de violencia, 611 víctimas denunciaron haber
sido agredidas física y psicológicamente. En tanto, 539 señalaron que solo se les agredió
de forma psicológica y otras 88 solo de manera física. Además, unas 67 personas
denunciaron ser víctimas de violencia económica o patrimonial. En tanto, solo se reportó
un caso de violencia sexual.
En Ancash en el (2018), mediante el centro de emergencia mujer y poblaciones
vulnerables se registró de enero a abril la atención de 1 293 casos de violencia contra
mujeres, los cuales 642 se trataron de violencia psicológica, 570 de violencia física, 72
de violencia sexual y 8 de violencia económica-patrimonial. Por otro lado, en el 2017 se
registró 3 311 casos de violencia de género. La mayor cantidad de casos se dio en la
ciudad de Nuevo Chimbote (461), seguido por Chimbote (288), Casma (212), Huarmey
(207), Corongo es el que menos casos de violencia registró (70).
El 61,5% de mujeres de 15 a 49 años de edad que tienen o han tenido relación de pareja
fueron víctimas de violencia psicológica; el 30,6% de violencia física y 6,5% de violencia
sexual por parte de su actual o último esposo o compañero en algún momento de su vida.
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VI. CONSECUENCIAS:
“Los niños y niñas no son víctimas solo porque sean testigos de la violencia entre sus
progenitores, sino porque ‘viven en la violencia’. Son víctimas de la violencia
psicológica, a veces también física, y crecen creyendo que la violencia es una pauta de
relación normal entre personas adultas”. (Save the Children)
Se entiende por violencia familiar cualquier acto que ponga en riesgo la salud física y
emocional de una persona, mediante el uso de la fuerza o las amenazas.
Es, además, un problema social que afecta, sobre todo, a las poblaciones más vulnerables
en función de su sexo, edad y condiciones físicas, entre las que se comprenden mujeres,
niñas, niños, personas adultas mayores o con alguna discapacidad.
La violencia familiar no diferencia sexo, raza, edad o condición social; se produce en
diversos escenarios de la sociedad. Un hogar que vive en un contexto cotidiano de
violencia, donde el hombre agrede física o verbalmente a la mujer delante de sus hijos o
hijas, va a convertir a estos últimos también en víctimas de esa violencia.
En los niños: va a perjudicar su desarrollo evolutivo a corto, mediano o largo
plazo; inevitablemente les originará secuelas físicas, emocionales y psicológicas.
Serán más vulnerables que aquellos que viven en hogares pacíficos.
Los niños y niñas afectados por la violencia ejercida por sus padres, pueden
sufrir de insomnio, falta de concentración y escaso rendimiento escolar,
enuresis, terrores nocturnos, falta de apetito, ira, depresión, estrés,
ansiedad, entre otros.
A nivel físico: aparecen retraso en el crecimiento, problemas de sueño,
trastornos de la conducta alimentaria y síntomas psicosomáticos como
alergias, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, etc.
A nivel emocional: aparecen problemas de ansiedad, depresión, baja
autoestima, déficit de habilidades sociales, estrés post-traumático y
aislamiento social.
A nivel cognitivo: pueden aparecer retrasos en el desarrollo verbal y del
lenguaje y alteración del rendimiento escolar.
A nivel de comportamiento: conductas violentas hacia los demás,
inmadurez, déficit de atención, retraimiento y conductas autodestructivas.
En la pareja: Aunque la gran mayoría de los casos de violencia son ejercidos del
hombre hacia la mujer, también existen casos en los que el maltrato lo sufren los
hombres, especialmente del tipo psicológico. Las consecuencias derivadas del
maltrato las encontramos en tres niveles:
A nivel físico: lesiones (heridas, golpes, quemaduras, etc.), mayor
vulnerabilidad a padecer una enfermedad y descuido personal. En el caso
de las mujeres sufren riesgo de embarazos no deseados si son forzadas a
mantener relaciones sexuales.
A nivel psicológico: puede aparecer estrés postraumático, depresión,
ansiedad, baja autoestima, intentos de suicidio, abuso de alcohol y otras
sustancias, disfunciones sexuales, trastornos somáticos (dolores de
cabeza, problemas gastrointestinales, malestar generalizado e
inespecífico, etc.), sentimiento de culpabilidad, sentimiento de
desesperanza y vacío.
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A nivel social: actitud de desconfianza y hostilidad hacia todo el mundo,
aislamiento social, sentimiento de peligro y amenaza constantes por parte
de todo lo que les rodea.
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de violencia para que entiendan la situación en la que se encuentran y poder
ayudarles de la forma más adecuada. En este contexto es especialmente
importante la formación al personal sanitario, a las fuerzas de seguridad, servicios
sociales, abogados y jueces. En definitiva, a todos los profesionales que puedan
estar implicados en la detección o intervención en situaciones de violencia.
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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
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