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Las lenguas de África revelan las principales migraciones y expansiones de pueblos durante
el neolítico reciente. En África continental existen cuatro grupos lingüísticos principales: (1)
las lenguas Níger-Congo se expandieron desde regiones ceranas a la costa del golfo de Guinea en
África Occidental hacia la parte oriental y sur del continente. (2) La expansión de pueblos Níger-
Congo debió desplazar a los antecesores de los pigmenos y a pueblos posiblemente relacionado
con los actuales hablantes de lenguas joisanas (naranja, actualmente sólo restos en África
Meridional). (3) Las lenguas afroasiáticas parecen haberse originado en África Oriental desde
donde se habrían expandido hacia el norte de África y África occidental septentrional e incluso
hacia Próximo Oriente y la península arábiga. (4) Los pueblos Nilo-saharianos parecen formar
parte de poblaciones que oscilaron entre el actual Sáhara cuando las condiciones eran más
favorables y el actual Sahel y algo más al sur hacia donde debieron migrar al desecarse el Sáhara.
Índice
1Prehistoria
2Culturas prehistóricas
o 2.1Norte
o 2.2Este
o 2.3Oeste
o 2.4Centro
o 2.5Sur
3Protohistoria
4Siglos VII a XVI
o 4.1Expansión del islam
o 4.2Reinos del Sahel
o 4.3Región de los Grandes Lagos
5Intervención y conquista europea
o 5.1Exploración europea
o 5.2El tráfico de esclavos
o 5.3Exploradores europeos del siglo XIX
o 5.4Reparto de África y conquista europea
6Descolonización e Independencia
7África Postcolonial
o 7.1Conflictos armados modernos
7.1.1Norte de África
7.1.2Cuerno de África
7.1.3Grandes Lagos
7.1.4África Occidental
7.1.5Africa Central
7.1.6África del Sur
7.1.7África Insular
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Prehistoria[editar]
Según se dice en las últimas exploraciones paleontológicas y arqueológicas,
los homínidos ya existían en África hace por lo menos 5 millones de años. La anatomía de
su cráneoera similar a la de sus parientes cercanos, los grandes simios africanos, pero
habían adoptado una forma bípeda de locomoción, la cual les otorgaba una ventaja crucial,
pues les permitía vivir tanto en áreas boscosas como en la sabana en una era en la que
África se estaba volviendo árida, con las sabanas superponiéndose a los bosques y
selvas.
Hace unos 3 millones de años varias especies de homínidos del
género Australopithecus habían surgido a lo largo del sur, este y centro de África. El
siguiente gran paso evolutivo ocurrió hace aproximadamente 2 millones de años con la
llegada del Homo habilis, la cual se cree que fue la primera especie de homínido capaz de
fabricar herramientas. Esto le permitió a H. habilis comenzar a comer carne. En la
cacería, H. habilis no era capaz de competir con grandes depredadores, y seguía siendo
más presa que cazador, aunque probablemente podía robar huevos de nidos y pudo haber
sido capaz de capturar pequeños animales.
Hace 1,8 millones de años, Homo erectus apareció por primera vez en África, aunque de
igual forma lo hizo casi simultáneamente en el Cáucaso (Europa Oriental). Algunos de los
primeros representantes de esta especie seguían teniendo cerebros bastante pequeños y
usaban primitivas herramientas de roca, de forma muy similar a H. habilis. Su cerebro más
adelante creció y H. erectus terminó desarrollando una tecnología de herramientas más
compleja, de tipo achelense. Posiblemente fueron los primeros grandes cazadores.
Además, Homo erectus dominó el arte de producir fuego, y fue el primer homínido en salir
de África, expandiéndose por todo el Viejo Mundo. También se ha sugerido que Homo
georgicus, un descendiente de Homo habilis, pudo ser el primero homínido y el más
primitivo en vivir fuera de África. No obstante, muchos científicos consideran al Homo
georgicus como un miembro anterior y más primitivo de la especie Homo erectus.
El registro de fósiles muestra que Homo sapiens pudo haber vivido en el sur y este de
África hace al menos 100.000 y posiblemente 150.000 años. Hace unos 40.000 años
comenzó la colonización de nuestro planeta por los seres humanos modernos con su
expansión hacia fuera de África. Su migración es indicada por evidencias lingüísticas,
culturales y genéticas.
Al final de la Edad de Hielo (alrededor del 10.500 a. C.), el Sahara se había convertido de
nuevo en un fértil valle, y su población africana regresó del interior del continente y de las
montañas costeras en el África subsahariana. Sin embargo, el clima cada vez más seco y
cálido hizo que para el año 5000 a. C. la región del Sahara se fuera volviendo cada vez
más árida. La población se desplazó fuera de la zona dirigiéndose hacia el valle del Nilo,
donde crearon asentamientos permanentes o semipermanentes. Una recesión climática
mayor ocurrió, disminuyendo las fuertes y persistentes lluvias en África central y oriental;
desde entonces las condiciones secas han prevalecido en el este de África.
Culturas prehistóricas[editar]
Las dos áreas de inicio de la agricultura en África parecen corresponderse bien, con el origen de las
dos principales familias lingüísticas del continente, las lenguas Níger-Congo en la parte occidental y
las lenguas afroasiáticas en la parte oriental.
Protohistoria[editar]
Artículo principal: Expansión bantú
En el siglo VII hubo una considerable inmigración árabe, resultando en una gran absorción
de la cultura bereber. Incluso antes de esto los bereberes en general habían adoptado la
lengua y religión de sus conquistadores. La influencia árabe y la religión islámica se
adhirieron indeleblemente al norte de África. Juntas se propagaron hacia el sur, a través
del Sahara. También se establecieron firmemente a lo largo de la costa oriental, donde los
árabes, los persas y los indios establecieron florecientes colonias, tales
como Mombasa, Malindi y Sofala, ejerciendo una influencia análoga a aquella
desempeñado en siglos previos por los cartagineses en la costa norte. Hasta el siglo XIV,
Europa y los árabes en África del Norte ignoraban la existencia de estas ciudades y
estados orientales.
Los primeros inmigrantes árabes habían reconocido la autoridad de los califas de Bagdad,
y la dinastía Aglabí—fundada por Aglab, uno de los generales de Harún al-Rashid, a fines
del siglo VIII— reinó como vasalla del califato. No obstante, a comienzos del siglo X la
dinastía Fatimí se estableció en Egipto donde El Cairo había sido fundado en el año 968, y
desde ahí dominó hasta regiones tan lejanas como la costa del Atlántico. Más tarde
surgirían otras dinastías como la Almorávide y la Almohade. Eventualmente los turcos,
quienes habían conquistado Constantinopla en 1453 y habían tomado Egipto en 1517,
establecieron las regencias de Argelia, Túnez y Trípoli (entre 1519 y 1551),
permaneciendo Marruecos como un estado bereber arabizado independiente bajo el
dominio de la dinastía Sharifan, la cual surgió a fines del siglo XIII.
Bajo el dominio de las dinastías previas, la cultura árabe había alcanzado un alto grado de
excelencia, mientras que el proselitismo de los seguidores del islam condujeron a una
considerable extensión de esta religión en el continente. Esto se llevó a cabo más
fácilmente por el uso del camello (introducido originalmente en África por los
conquistadores persas de Egipto), el cual permitió que los árabes pudieran atravesar el
desierto. De esta forma las regiones de Senegambia y el centro de Níger se convirtieron
en zonas clave para el comercio transahariano y el intercambio de ideas.
Expansión del islam[editar]
El islam también se difundió a través del interior de África occidental, como la religión de
los mansas del Imperio de Malí (1235-1400) y muchos gobernantes del Imperio
Songhay (1460-1591). Después del legendario hajj de 1324 de Mansa Musa, Timbuctú se
volvió célebre como centro de enseñanza islámica teniendo la primera universidad de
África subsahariana. La ciudad había sido visitada en 1352 por el gran viajero árabe Ibn
Battuta, cuya travesía a Mombasa y Quiloa (Kilwa) proporcionó los primeros conocimientos
acertados de aquellas florecientes ciudades musulmanes de los swahili en las costas
orientales africanas.
El avance árabe hacia el sur fue detenido por el ancho cinturón de densa selva,
desplegándose casi a todo el ancho del continente aproximadamente al sur de la latitud
10° N, y mismo que bloqueó su avance tal como el Sahara lo había hecho con sus
predecesores. La selva evitó que supieran de la existencia de la costa de Guinea y del
resto de África que se encontraba más allá. Una de las últimas regiones en caer bajo el
control de los árabes fue Nubia, la cual había sido dominada por cristianos hasta el siglo
XIV.
Por un tiempo las conquistas musulmanes en el sur de Europa prácticamente convirtieron
al Mediterráneo en un lago musulmán, pero la expulsión en el siglo XI de
los sarracenos de Sicilia y el sur de Italia por parte de los normandos fue seguida por
descendientes de los conquistadores de Túnez y Trípoli. Un poco después un fuerte
comercio con las costas africanas, y especialmente con Egipto, se desarrolló
con Venecia, Pisa, Génova y otras ciudades del norte de Italia. Para fines del siglo
XV Españahabía expulsado completamente a los musulmanes, pero aún en la época en la
que los moros seguían en Granada, Portugal había sido lo suficientemente fuerte para
llevar la guerra hacia África. En 1415 un ejército portugués capturó la ciudadela
de Ceuta en la costa mora. De ahí en adelante Portugal interfirió repetidamente en los
asuntos de Marruecos, mientras que España adquirió muchos puertos en Argelia y Túnez.
Portugal, no obstante, sufrió una aplastante derrota en 1578 en Alcazarquivir, siendo
comandados los moros por Abu Marwan Abd al-Malik I Saadi de la entonces recién
establecida Dinastía Saadi. Por ese entonces los españoles habían perdido casi todas sus
posesiones africanas. Los Estados berberiscos, primariamente a partir del ejemplo de los
moros expulsados de España, degeneraron en meras comunidades de piratas, y bajo la
influencia turca la civilización y el comercio decayeron. La historia de estos estados desde
inicios del siglo XVI hasta la tercera década del siglo XIX se compone en gran parte de
hazañas piratas por una parte y de inútiles represalias por la otra.
Reinos del Sahel[editar]
Las naves portuguesas rodearon al Cabo Bojador en 1434, Cabo Verde en 1445 y
para 1480 la totalidad de la costa de Guinea era conocida por los portugueses.
En 1482, Diogo Cão llegó a la desembocadura del Congo, el Cabo de Buena
Esperanza fue rodeado por Bartolomé Díaz en 1488, y en 1498 Vasco da Gama, después
de haber rodeado aquel cabo, exploró la costa oriental, desembarcando
en Sofala y Malindi, y de ahí fue hacia la India. Portugal declaró su soberanía en todo
punto en que sus navegantes desembarcaran, pero esta no fue ejercida en el extremo sur
del continente.
La costa de Guinea, siendo la más cercana a Europa, fue la primera en ser explotada.
Numerosos fuertes europeos y establecimientos comerciales fueron fundados, siendo el
primero de ellos São Jorge da Mina (Elmina), establecido en 1482. Las principales
mercancías comerciadas fueron esclavos, oro, marfil y especias. El descubrimiento
europeo de América (1492) fue seguido por un gran desarrollo del tráfico de esclavos, el
cual, antes de la era portuguesa, había sido un tráfico por tierra confinado casi
exclusivamente al África musulmana. La naturaleza lucrativa de este tráfico y las grandes
cantidades de oro aluvial obtenido por los portugueses atrajeron a otras naciones a la
costa de Guinea. Los navegantes ingleses llegaron en 1553, y fueron seguidos por los
españoles, holandeses, franceses y daneses, entre otros. La supremacía colonial a lo
largo de la costa pasó en el siglo XVII de Portugal a los Países Bajos y de los holandeses
en los siglos XVIII y XIX a Francia y el Reino Unido. Toda la costa de Senegal a Lagos fue
dotada de fuertes y "fábricas" de las potencias europeas, y este panorama internacional
persistió hasta el siglo XX aunque todas las tierras interiores del oeste de África se habían
vuelto territorio francés o británico.
Al sur de la desembocadura del Congo en la región de Damaraland (en lo que hoy en día
es Namibia), los portugueses, de 1491 en adelante, ganaron influencia sobre los nativos, y
a comienzos del siglo XVI a través de sus esfuerzos el cristianismo fue adoptado en gran
parte del Reino del Congo. Una incursión de tribus del interior más tarde ese mismo siglo
acabó con el poder del estado semi-cristiano, y la actividad portuguesa fue transferida en
buena parte hacia el sur, fundando São Paulo de Loanda (hoy Luanda) en 1576. Antes de
la independencia de Angola en 1975, la soberanía de Portugal sobre esta región costera,
excepto en la desembocadura del Congo, solamente había sido desafiada por una
potencia europea, los holandeses, de 1640 a 1648 cuando Portugal perdió el control de los
puertos marítimos.
El tráfico de esclavos[editar]
Artículos principales: Comercio de esclavos africanos y Dum Diversas.
El más antiguo tráfico africano de esclavos externo fue transahariano. Aunque hace mucho
ya había ocurrido algo de tráfico a lo largo del Nilo y muy poco a través del desierto
occidental, el transporte de grandes cantidades de esclavos no fue viable hasta que se
introdujeron los camellos provenientes de Arabia en el siglo X. En este punto, una red
transahariana comercial fue establecida para transportar esclavos hacia el norte. A
diferencia de las Américas, los esclavos en África del Norte eran principalmente sirvientes
en lugar de peones, y un número de mujeres igual o mayor que de hombres fue llevado,
mismas que por lo general eran empleadas como camareras de las mujeres de
los harenes. Tampoco era poco común convertir a los esclavos varones en eunucos.
El tráfico de esclavos a través del Atlántico se desarrolló más adelante, pero terminaría
convirtiéndose mucho más grande y tendría un impacto mucho mayor. La penetración en
incremento de las Américas por parte de portugueses, españoles, ingleses, franceses y
holandeses, entre otros, propició una enorme demanda de mano de obra
en Brasil, Guyena, el Caribe y Norteamérica. Los trabajadores eran requeridos para la
agricultura, la minería y otras tareas. Para satisfacer esta demanda, se desarrolló un tráfico
transatlántico de esclavos. Los esclavos adquiridos en aquellas regiones de África
occidental conocidas por los europeos como Costa del Esclavo, Costa de Oro y Costa de
Marfil con frecuencia eran el desafortunado producto de las luchas entre los estados
africanos enemigos. Los poderosos reyes africanos de la bahía de Biafra podían vender
sus presos internamente o intercambiarlos con los traficantes de esclavos europeos por
bienes como armas de fuego, ron, telas y semillas. Cabe destacar que los traficantes
europeos también realizaban sus propias cacerías de esclavos.
Exploradores europeos del siglo XIX[editar]
Mientras la exploración de las áreas más remotas e inaccesibles del continente era
incipientes, ya se habían producido en otras partes del continente, siendo el más notable la
invasión de Argel por parte de Francia en 1830. Esta acción puso fin a los estados
bereberes independientes, un obstáculo mayor para la estrategia francesa en el
Mediterráneo. La autoridad egipcia continuó su expansión hacia el sur. La ciudad
de Zanzíbar, en la isla homónima, rápidamente cobró importancia. Relatos acerca de un
vasto mar interior, y el "descubrimiento" en 1840-1848, por parte de los misioneros Johann
Ludwig Krapf y Johannes Rebmann, del monte Kilimanjaro y de Kenia, estimularon en
Europa el deseo de mayor conocimiento.
Aun así a finales del siglo XIX, el África subsahariana, era una de las últimas regiones del
mundo en gran parte sin afectar por el "imperialismo informal", también resultaba atractiva
para las potencias europeas por razones económicas y raciales. Durante una época donde
la balanza comercial de Gran Bretaña mostraba un creciente déficit, con los mercados
continentales encogiéndose y cada vez más proteccionistas debido a la Gran Depresión
entre los años 1873y 1896, África ofrecía al Reino Unido, Imperio Alemán, Francia y otros
países un mercado abierto del que se cosecharía un gran excedente: un mercado que
comprara más de la metrópoli de lo que vendía en total. El Reino Unido, al igual que la
mayoría de los otros países industriales, había empezado a tener un desfavorable balance
de comercio (que era contrarrestado, de todos modos, por el ingreso de las inversiones de
sus colonias). Estas razones de fondo condujeron a la conferencia de Berlín donde los
principales imperios europeos decidirían el reparto de África y la asignación de áreas de
influencia que llevarían al colonialismo europeo de finales del siglo XIX y al sometimiento
militar efectivo de millones de africanos.
Descolonización e Independencia[editar]
Artículos principales: Independencia de África y Descolonización de África.
Países de África agrupados por época de independencia
África Postcolonial[editar]
Hoy en día, África contiene 54 países soberanos, la mayoría de los cuales tienen fronteras
que se dibujaron durante la era del colonialismo europeo. Desde el colonialismo, los
estados africanos han sido frecuentemente obstaculizados por la inestabilidad, la
corrupción, la violencia y el autoritarismo. La gran mayoría de los estados africanos son
repúblicas que operan bajo alguna forma del sistema presidencial de gobierno. Sin
embargo, pocos de ellos han sido capaces de sostener gobiernos democráticos de manera
permanente, y muchos en su lugar tenido ciclos a través de una serie de golpes de Estado,
produciendo dictaduras militares. Como ejemplos opuestos se puede tomar
a Botsuana que desde su independencia en 1966 ha mantenido una fuerte tradición de
estables democracias representativas, con consistentes registros de elecciones
ininterrumpidas y la percepción de corrupción más baja de África, mientras que por el otro
extremo está Somalía, país que sufre de una guerra civil desde 1991, entre varios bandos
que han declarado autonomías regionales sin que un gobierno estatal pueda revertirlo.
Estas autonomías regionales no son reconocidas internacionalmente, y han generado que
Somalía sea considerado un Estado fallido.
Gran inestabilidad fue principalmente el resultado de la marginación de los grupos étnicos,
y el injerto bajo estos líderes. Por razones políticas, muchos dirigentes abrieron conflictos
étnicos, algunos de los cuales fueron exacerbados, o incluso creados, por el dominio
colonial. En muchos países, el ejército era percibido como el único grupo que podía
mantener efectivamente el orden y gobernó a muchas naciones en África durante los años
setenta y principios de los ochenta. Durante el período comprendido entre los primeros
años de la década de 1960 y finales de los ochenta, África tuvo más de 70 golpes de
Estado y 13 asesinatos presidenciales. Las disputas fronterizas y territoriales también eran
comunes, con las fronteras impuestas por Europa de muchas naciones siendo
ampliamente disputadas a través de conflictos armados.
El conflicto de la guerra fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, así como las
políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) también jugaron un papel en la
inestabilidad. Cuando un país se independizó por primera vez, se esperaba que se
alineara con una de las dos superpotencias. Muchos países del norte de África recibieron
ayuda militar soviética, mientras que otros en África central y meridional recibieron el
apoyo de Estados Unidos, Francia o ambos. La década de 1970 vio una escalada de los
conflictos de la Guerra Fría, ya que la nueva Angola independiente y Mozambique se
alinearon con la Unión Soviética, y África Occidental y Sudáfrica trataron de contener la
influencia soviética apoyando regímenes amistosos o movimientos insurgentes.
En Rhodesia, la guerrilla izquierdista apoyada por los soviéticos y los chinos del Frente
Patriótico de Zimbabue llevó a cabo una brutal guerra de guerrillas contra el gobierno
blanco del país. Hubo una gran hambruna en Etiopía, cuando cientos de miles de
personas murieron de hambre. Algunos afirmaron que las políticas económicas marxistas
empeoraron la situación. El conflicto militar más devastador en África independiente
moderna ha sido la Segunda Guerra del Congo; este conflicto y sus secuelas han causado
la muerte de unos 5,5 millones de personas. Desde 2003 se ha producido un Conflicto de
Darfur que se ha convertido en un desastre humanitario. Otro acontecimiento trágico
notable es el genocidio ruandés de 1994 en el cual se calcula que 800,000 personas
fueron asesinadas. El SIDA en el África poscolonial también ha sido una cuestión
frecuente.
En el siglo XXI, sin embargo, el número de conflictos armados en África ha disminuido
constantemente. Por ejemplo, la guerra civil de Angola llegó a su fin en 2002 después de
casi 30 años. Esto ha coincidido con muchos países que abandonan las economías de
mando del estilo comunista y se abren a las reformas del mercado. La mejora de la
estabilidad y las reformas económicas han llevado a un gran aumento de la inversión
extranjera en muchas naciones africanas, principalmente de China, lo que ha impulsado un
rápido crecimiento económico en muchos países, paralizando décadas de estancamiento y
declive. Varias economías africanas se encuentran entre las de mayor crecimiento mundial
a partir de 2016. Una parte significativa de este crecimiento, que a veces se
denomina Africa Rising, también puede atribuirse a la difusión facilitada de las tecnologías
de la información y específicamente el teléfono móvil.
Por otra parte, el surgimiento de la primavera árabe y los conflictos asociados, sumado a la
insurgencia del Estado Islámico y movimientos que lo apoyan tales como el Boko
Haramen Nigeria, han generados nuevos brotes de violencia en el norte y occidente de
áfrica durante la década de 2010.