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ESTUDIO

Se denomina estudio al proceso por el cual una persona se expone a


incorporar información útil en lo que respecta a un tema o disciplina.
El estudio puede ser de índole formal, cuando se realiza con la finalidad de
cumplir con un programa de una entidad educativa que validará con
posterioridad este conocimiento, o de índole informal, cuando se lleva a cabo
por el mero hecho de aumentar el conocimiento que se tiene. El estudio es un
proceso al que una persona está expuesta a lo largo de toda su vida, en la medida
en que necesita estar continuamente adquiriendo conocimientos y esta
circunstancia en muchas ocasiones entraña un esfuerzo de asimilación.
Comienza generalmente de modo sistemático cuando la persona se incorpora a
un proceso de educación formal que se extenderá de modo obligatorio en
general hasta la adolescencia.

Proceso de Estudio
Kelly (1982) entendía que "estudiar” implicaba sobre todo "aplicar las
facultades mentales para la adquisición, comprensión y organización del
conocimiento”. En su definición se puede observar una clara tendencia
cognitiva del proceso. Sin embargo, este proceso no puede ni debe limitarse
exclusivamente a lo cognitivo, sino que tiene la obligación de acercarse más a
los aspectos personales, funcionales y tecnológicos.

Una de las principales rémoras que tienen las técnicas de estudio es la


fortaleza de las ideas erróneas extendidas entre los alumnos, destacando las
siguientes:
1. Categorizar las técnicas de estudio como un método único, estándar e
impersonal.
2. Etiquetar a estas estrategias como fórmulas salvadoras para aprender
empleando el menor esfuerzo y el mínimo tiempo.
3. Interpretarlas como un recurso de emergencia ante la falta de tiempo.
Estos sesgos promueven una concepción y una utilización inadecuada de las
técnicas que se convierten en una leyenda más que en una realidad, ya que la
negatividad de los resultados obtenidos perpetúa estas tendencias de
pensamiento.
Por otro lado, es preciso incidir en los factores implicados en el desarrollo
de un buen método de estudio, clasificándolos en dos grandes grupos:

1. Factores externos.

- Contenidos.
Los contenidos deben estar adecuados al nivel de desarrollo cognitivo del
sujeto y tener una organización interna lógica en su presentación. Es
fundamental no romper la secuencia de aprendizaje de conceptos ya que se
crean dificultades de comprensión e interpretación.

- Lugar
La zona de estudio debe ubicarse en una habitación tranquila, silenciosa y
con una temperatura adecuada. La mesa debe ser amplia y estar ordenada. Los
útiles de estudio estarán organizados y disponibles antes de sentarse a estudiar.
La iluminación, ya sea natural o artificial, debe llegar por el lado opuesto al de
la mano con la que se escribe. La existencia de elementos llamativos que capten
la atención y la colocación de la mesa de estudio cerca de una ventana exterior
deben evitarse.

- Tiempo
Estudiar todos los días dentro de un horario predeterminado ayuda a crear
una habituación al estudio.
La valoración cualitativa debe prevalecer sobre la cuantitativa partiendo del
principio de rentabilidad.
Nuestra atención fluctúa cada 45 o 60 minutos por lo que necesitamos hacer
descansos de 5 o 10 minutos entre las sesiones de estudio que superen estos
tiempos referenciales.

- Organización
La tarea de estudio debe ser una responsabilidad más que no debe ocupar más
tiempo del estrictamente necesario y que debe permitir atender a otras tareas sin
necesidad de renunciar a ellas. Para ello, es recomendable realizar un plan de
estudio que incluya, junto a todas las tareas cotidianas, la fracción del día que
se va a dedicar a estudiar.

2. Factores internos.

- Lectura
El proceso lector es la herramienta básica que permite acceder al significado
de los contenidos mediante dos subprocesos:
a) La Decodificación: consiste en la atribución de sonidos a la combinación
de la serie de grafías que configuran un texto.
b) La Comprensión: se basa en la interpretación y acceso al significado de
la información decodificada.
Una de las principales dificultades de aprendizaje que padecen los alumnos
tiene su origen en la inadecuada adquisición y aplicación de la lectura. De ahí,
la importancia de subsanar estas carencias en las edades tempranas para evitar
problemas de compleja solución en el futuro.
Tras la conclusión de la actividad lectora, es recomendable mencionar las
principales técnicas de extracción y organización de información que permiten
al estudiante distinguir lo sustancial de lo irrelevante.
- Subrayado.
Se debe comenzar a subrayar en la segunda lectura basándose en las ideas o
anotaciones que hayamos realizado previamente en los márgenes.
No deben subrayarse párrafos completos sino palabras clave o frases cortas.
Se recomienda emplear lápiz bicolor y regla.

- Resumen
Busca la reducción del texto pero manteniendo su significado, apoyándose
en los mismos términos empleados por el autor y en el subrayado.

- Esquema
Es la representación de la información prestando atención a sus elementos
más significativos. Su elaboración favorece la comprensión, el papel activo del
alumno, la creatividad y la acción de repaso.

- Mapa conceptual
Promueve la organización e interrelación de los conceptos empleando
representaciones visuales que facilitan la organización y recuperación de la
información. Su utilización fomenta la capacidad de análisis y estructuración de
la información y la creatividad.

- Memoria
Se trata de un proceso psicológico que permite al sujeto mantener activa la
información presentada por periodos de tiempo variables. La memoria a corto
plazo, también llamada memoria de trabajo, se caracteriza por tener una
capacidad y permanencia de la información limitada, permaneciendo activa
mientras se mantenga la repetición. Una vez cesa esta acción repetitiva, la
información se desvanece y no es posible recuperarla.
Por el contrario, la memoria a largo plazo, también llamada permanente, se
caracteriza por disponer de una capacidad ilimitada y por permitir recuperar la
información sin necesidad de recurrir a la repetición. Para ello, es necesario que
el individuo establezca conexiones entre la información ya existente en su
estructura de conocimiento y los nuevos contenidos a interiorizar. La facilidad
para recuperar lo aprendido dependerá en gran medida de la riqueza de las
conexiones. El problema del olvido y las dificultades para recordar obedecen a
la creación relaciones cognitivas frágiles que se debilitan con el paso del tiempo
y con la escasa o nula utilización de las mismas. Así pues, es importante que se
promuevan acciones que permitan establecer redes de conocimientos
interrelacionadas que favorezcan el acceso a lo aprendido por numerosas vías.
Los esquemas y los mapas conceptuales refuerzan este planteamiento.

- Atención
Es el proceso psicológico que permite concentrarse en aquellos estímulos
que se consideran trascendentes mientras se ignoran otros que se estiman
irrelevantes. Por consiguiente, la atención favorece la selectividad de la
información. Una de las dificultades más habituales entre los estudiantes es su
incapacidad para aislar, de su entorno físico y psíquico, los estímulos atractivos
que les impiden fijar su atención en la tarea de aprendizaje. Es necesario, por
tanto, que exista una buena predisposición hacia el estudio asumiendo que el
espacio temporal reservado a este cometido no se vea invadido por estímulos
distractores.

- Motivación
Es una de las asignaturas pendientes dentro del sector educativo. La
motivación invita a llevar a cabo iniciativas y proyectos, a realizar acciones e
implicarse con mayor o menor interés en las tareas. Si esta motivación está
basada en factores externos, existirá un desarrollo inestable de la misma ya que
no tiene su origen en una iniciativa particular sino promovida por una propuesta
estimulante externa y que tiene un ciclo muy corto. La verdadera motivación
debe ser interna ya que es el propio sujeto el que plantea sus objetivos en
función de sus aspiraciones y su autoconocimiento.
Organización y planificación del estudio

Disponer de la planificación de nuestro trabajo es el primer paso a realizar.


Las razones que justifican la existencia de un horario son:

 Alivia psicológicamente.
 Evita malgastar el tiempo y estudiar más de lo necesario.
 Permite la concentración.
 Ayuda a crear el hábito del estudio.
 Permite estudiar lo justo en el tiempo justo.

Para realizar nuestro horario personal debemos tener en cuenta los siguientes
elementos:

 Debe ser estructurado semanalmente.


 Hay que tener en cuenta los tiempos de todas nuestras actividades.
 Hay que hacer una escala de autovaloración de las asignaturas según el
agrado y el grado de dificultad que representan para nosotros.
 Hay que distribuirse lo más concretamente posible tanto las asignaturas
como las tareas.
 Las asignaturas que son parecidas nunca deben estudiarse seguidas.
 Dejar cada día un rato para el ocio.
 Hacer ejercicio físico habitualmente.
 Ser realista y ajustarse a nuestro ritmo de vida.
 Su carácter es provisional.
 Una vez determinado, hay que cumplirlo.
 Debemos tenerlo siempre a mano.

Existen dos causas principales que hacen fracasar el horario:

1. La distracción, que puede ser interna (pensamientos) o externa (ruidos,


familia, amigos...)
2. El hecho de no valorar como importante el horario, lo que conduce a su
incumplimiento.
Las estrategias que podemos llevar a cabo para facilitar el cumplimiento
horario son:

 Efectuar períodos más breves de estudio, pero manteniendo el nivel de


horas establecido.
 Tener las metas y los propósitos concretizados al máximo.
 Intercalar más descansos.
 Adecuar mejor el lugar de estudio.
 Realizar ejercicios de concentración.
 Estudiar en las mejores horas para cada uno.
 Controlar el pensamiento.
 Hacer comprender a la familia y a los amigos la importancia de estudiar,
para que respeten dicha actividad.
 Conseguir "hacer nuestro" el lugar donde trabajamos.
 Acudir asiduamente a una biblioteca.

Estudiar de forma adecuada fatiga y existen unas técnicas que ayudan al


descanso del trabajo intelectual y al mismo tiempo favorecen la concentración.
Hay dos momentos en los que conviene reposar del trabajo:

1. Cuando paramos el trabajo y hacemos los descansos correspondientes,


hay tres niveles progresivos: cambio de trabajo intelectual, cambio
mental completo y cambio de ocupación total. Asimismo, existen una
serie de ejercicios de relajación que pueden practicarse: Relajación
física de los sentidos (por ejemplo, 20" mirando a alguna cosa a una
distancia de dos o más metros. Con tranquilidad, pasivamente, con el
pensamiento centrado en lo que se mira como si fuera visto por primera
vez). Relajación de los músculos de la cabeza (por ejemplo, mover los
músculos de la frente varias veces hasta cansarlos, dejarlos ir y sentirlos
relajarse). Cambios de postura física para movilizar los músculos
inactivos durante el estudio y ejercicios respiratorios.
2. Cuando nos sentimos cansados para el trabajo intelectual: Si piensas que
estás fatigado te cansarás más, por lo tanto, hay que distraerse del
cansancio, hay que observar si hay tensiones internas que nos restan
energía, hay que observar si estamos aplicando bien las técnicas de
lectura y relajar la vista. Si aun así no podemos seguir trabajando, hay
que posponerlo 15 o 20 minutos, durante los cuales realizaremos
actividades completamente distintas de estudiar.

Cronograma de Actividades
Un cronograma de actividades es simplemente un calendario en
el que estableces los tiempos en los que realizaras el proyecto, una tarea, o un
conjunto de actividades a trabajar o desarrollar.
El cronograma de actividades sirve como guía, método o referencia de
gestión para medir las metas propuestas o trazadas a realizarse durante un
determinado lapso de tiempo. Las mismas seguirán un orden secuencial y deben
describirse lo más claramente posible.

Para poder realizar el programa de un buen cronograma de actividades


ejemplo necesario es tener en cuenta que las actividades a desarrollarse deben
ser eminentemente técnicas o metodológicas.

En ningún caso las que no sean de alguna manera influyentes sobre el


proyecto a desarrollar.

La Lectura. Tipos

La lectura es comprender, y este acto implica el ejercicio de habilidades


mentales superiores tales como: predecir, inferir, analizar, sintetizar, entre otras
(Santiago, Castillo & Ruíz. 2005). El acto lector aporta conocimientos previos,
establecer hipótesis y verificarlas, elaborar inferencias para comprender lo que
se sugiere, para finalmente construir significados posibles. De acuerdo a esto,
la lectura no sólo depende de la de-construcción del texto, sino que involucra al
lector, sus saberes, su visión de mundo, adaptándola al contexto en que se lee.

Esto sugiere que el lector identifique y recupere información presente en uno


o varios textos, construya su sentido global, establezca relaciones entre
enunciados y evalúe su intencionalidad. Para esto se abordan tres niveles de
lectura: Lectura literal, Lectura inferencial y la Lectura Crítica.
La Lectura literal se constituye la lectura predominante en el ámbito
académico. Es el nivel básico de lectura centrado en las ideas y la información
que está explícitamente expuesta en el texto. La Lectura literal es
reconocimiento de detalles (nombres, personajes, tiempos y lugar del relato),
reconocimiento de la idea principal de un párrafo o del texto, identificación de
secuencias de los hechos o acciones, e identificación de relaciones de causa o
efecto (identificación de razones explícitas relacionadas con los hechos o
sucesos del texto).

La Lectura inferencial se constituye la lectura implícita del texto y requiere


un alto grado de abstracción por parte del lector. Las inferencias se construyen
cuando se comprende por medio de relaciones y asociaciones el significado
local o global del texto. Las relaciones se establecen cuando se logra explicar
las ideas del texto más allá de lo leído o manifestado explícitamente en el texto,
sumando información, experiencias anteriores, a los saberes previos para llegar
a formular hipótesis y nuevas ideas. El objetivo de la lectura inferencial es la
elaboración de conclusiones y se reconoce por inferir detalles adicionales,
inferir ideas principales no explícitas en el texto, inferir secuencias de acciones
relacionadas con la temática del texto, inferir relaciones de cauda y efecto
(partiendo de formulación de conjeturas e hipótesis acerca de ideas o razones),
predecir acontecimientos sobre la lectura e interpretar el lenguaje figurativo a
partir de la significación literal del texto.

La lectura crítica es la lectura de carácter evaluativo donde intervienen los


saberes previos del lector, su criterio y el conocimiento de lo leído, tomando
distancia del contenido del texto para lograr emitir juicios valorativos desde una
posición documentada y sustentada. Los juicios deben centrarse en la exactitud,
aceptabilidad y probabilidad; pueden ser: de adecuación y validez (compara lo
escrito con otras fuentes de información), de apropiación (requiere de la
evaluación relativa de las partes) y de rechazo o aceptación (depende del código
moral y del sistema de valores del lector).
Importancia de la Lectura
Podemos decir que la Lectura es el medio más eficaz para la adquisición de
conocimientos ya que enriquecen nuestra visión de la realidad, intensifica
nuestro pensamiento lógico y creativo, y facilita la capacidad de expresión.
Cumple un papel fundamental en el incremento de nuestra capacidad
intelectual y por lo tanto, de nuestro desarrollo como ser humano
independiente.
Leer equivale a pensar, así como saber leer significa tener la capacidad de
identificar las ideas básicas de un texto, captar los detalles más relevantes y
brindar un juicio crítico sobre lo que se está leyendo.
En definitiva leer implica razonar, crear, soñar y convertirnos en seres cada vez
más tolerantes y respetuosos de las diferencias de los demás, consiste en
aprender a observar la sociedad desde un nuevo punto de vista mucho más
objetivo, alejándonos de prejuicios e ideas contradictorias a la realidad.
¡Lea, Lea… y siga leyendo!
Desarrollar el gusto por la lectura, así como incentivar a las personas que nos
rodean hacia la lectura debe ser un reto que debemos plantearnos cada uno de
nosotros.
Las sociedades democráticas en que vivimos exigen cada vez más
ciudadanos pensantes y libres de ideas arcaicas y peligrosas que podrían
perjudicar su buen funcionamiento.
Debemos hacer de la lectura un hábito permanente, convertir el acto de leer
en un momento placentero, gratificante y compartido.
Indiscutiblemente no saber leer en la sociedad tecnologizada en que vivimos
solo puede conducirnos a una exclusión social, cultural, política y económica;
o lo que es peor, a un destierro absoluto de los principales ámbitos en que se
mueven la mayoría de los miembros de la sociedad de la que formamos parte.
Si queremos ser los dueños de las Nuevas Tecnologías y no solo sus esclavos,
solo nos queda un camino: Aprender a leer y a comprender aquello que hemos
leído.
Ese, es el principal desafío que todos tenemos actualmente.

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