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RENACIMIENTO SUMERIO (2155-2004 a.

C)
Y EL DESPERTAR DE SIRIA
1. El renacimiento sumerio (neosumerio)

*Los Guti
La caída del imperio acadio sume al mundo mesopotámico en una época de caos atribuida por las fuentes a
los "odiados" guti, pueblo montañés del Luristan (montes Zagros) y que según los textos habían sido
enviados por los dioses (especialmente Enlil) para acabar con el poder acadio (como castigo por la
destrucción del templo Ekur en Nippur --> "la maldición de Ágade")
Aunque no debió ser un pueblo demasiado numeroso, los guti estuvieron presentes en la historia de la Baja
Mesopotamia durante casi un siglo, pero sin ejercer un domino total ni centralizado sobre la misma,
concentrando su poder en torno a la región del Diyala. Este clima de inestabilidad política se ve reflejado en
la Lista real sumeria que llega a nombrar a 23 reyes guti e incluye frases que parecen "ridiculizar" este
status quo ("¿quién fue rey?","¿ quién no fue rey?")
La entrada de los guti fragmentó el mundo mesopotámico, naciendo los estados hurritas de Urkesh y
Nawar en el norte sirio, mientras que Susa pasaba a formar parte del Estado de Awan y en Mari quedaba
establecida una dinastía de generales (shakkanakku) Reflejo de esta inestabilidad será la independencia de
las ciudades del sur, donde se establecieron diferentes dinastías que recuperaron las tradiciones de las
antiguas ciudades-Estado sumerias, dándose así lo que se conoce como la época de Renacimiento Sumerio
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En definitiva, con la decadencia del poder acadio (tras Shar-kali-sharri) y con el posterior dominio de los
guti, las ciudades del sur sumerio (desde Uruk hasta Ur y Lagash) conservan cierta autonomía. Aunque a
nivel comercial el periodo guti será bastante negativo sobre todo por la inseguridad general, también es
cierto que seguramente los monarcas disfrutaron de importantes exenciones fiscales y que reinaban de
forma bastante nominal al menos en el sur. En el norte por el contrario el control guti pudo ser más
concreto, ya que al haber reemplazado a los reyes acadios, habían heredado su sistema administrativo.
Así, en el sur existieron dinastías de "ensis" locales, que recuperaron la tradición de las ciudades-estado
sumerias. De la lista real destaca principalmente la IV dinastía de Uruk, pero la documentación epigráfica y
monumental ponen en primer lugar a la II dinastía de Lagash siguiéndole la III dinastía de Ur.
Por lo tanto, la época conocida como "Renacimiento sumerio" se caracteriza por la recuperación de Súmer
de la supremacía política tras la época anterior de predominio acadio y como ya se ha dicho comprende
principalmente dos etapas:

1º. La II dinastía de Lagash (2155-2111 a.C.)


2º. La III dinastía de Ur (2112-2004 a.C.)

La II dinastía de Lagash será conocida principalmente por la secuencia de Ur-Baba, Gudea y Ur-Ningirsu.
De ellos Gudea es quien ha dejado mayor cantidad de textos literarios y estatuas votivas.
El radio de actividades de Gudea es estrictamente local y solo se conoce un enfrentamiento con Anshan y
Elam (Lagash es la ciudad sumeria más oriental y por tanto está expuesta directamente a las incursiones
elamitas) Sin embargo Gudea destaca sobre todo por su actividad constructiva y administrativa. La gran
labor de su reinado es la construcción del templo dedicado al dios-ciudadano Ningirsu, el E-ninnu. Lo
innovador de este hecho es que siendo una empresa de carácter local Gudea le da una proyección mundial,
y así participan en su realización todos los países suministrando cada uno su material más característico. La
afluencia de estos materiales desde la periferia hacia el centro del "mundo", donde se erigirá el templo,
supone un triunfo ideológico del prestigio de Ningirsu y un triunfo técnico de la capacidad de Gudea.
Esta relativa libertad de acción de las ciudades estado puede explicar el hecho de que el dominio guti se
mantuviera durante casi un siglo sin encontrar demasiada oposición.
El fin del poder guti se debe a un único episodio bélico: Utu-hegal, rey de Uruk (único rey de la V dinastía de
Uruk) será el encargado de ello, movilizando moral y militarmente a sus súbditos y enfrentándose con el
ejército enviado por el rey guti Tirigan siendo este último derrotado. El domino guti al no poder contar con el
apoyo de una población desperdigada y muy minoritaria, desapareció sin dejar rastro. Utu-hegal de esta
forma se hará con el poder sobre las ciudades mesopotámicas, pero no será capaz de mantener el control
durante mucho tiempo, ya que muy pronto será suplantado por el ensi (o shagin??) de Ur, Ur-Nammu,
comenzando así la III dinastía de Ur y surgiendo una organización política mucho más sólida y duradera, en la
que el particularismo de las ciudades estado sumerias y la aspiración hacia el dominio universal encontraron
un marco idóneo.

2. Gudea de Lagash
Gudea será el rey más destacado de la II dinastía de Lagash (h. 2120) Usa el título de ensi en sus
inscripciones pero su poder en realidad se extendió más allá de los límites de esta ciudad. También se
autoproclama como una buen administrador y como un seguidor de las normas divinas. Gudea se
caracteriza sobre todo por ser un gran constructor especialmente de templos, destacando el gran templo
de Ningirsu en Lagash (el Eninnu) en el que el rey asegura haber utilizado materiales procedentes de todos
los lugares conocidos, tanto del norte sirio como del golfo Pérsico y también mano de obra elamita. Esto
parece demostrar que el periodo guti no fue tan negativo en lo que se refiere a las relaciones comerciales
de la época.
Las estatuas de Gudea reflejan la principal función de los reyes en el mundo mesopotámico, es decir,
construir y mantener las casas de los dioses ("rey constructor") La iconografía que ha llegado a nosotros de
estos reyes es la representación de éstos con cesto sobre la cabeza, tradición que enlaza con Ur-Nanshe de
Lagash y perdura hasta el rey asirio Asurbánipal. Esta representación iconográfica trata de transmitir la idea
de orden. Gudea en cambio será representado tanto de pie como sentado, con las manos enlazadas como
muestra de piedad ante la divinidad y junto a planos de los templos que construyó. Muchas de las estatuas
de Gudea están realizadas en diorita (piedra procedente de Magan en la península de Omán), material muy
valorado por su exotismo y que refleja una fuerte relación entre el material usado y el mensaje que se
quiere transmitir.
Durante su reinado (cuya duración desconocemos) tendrán lugar enfrentamientos con Elam (tradicional
enemigo de Súmer) aunque el poder de Lagash nunca llegará a extenderse más allá de la propia ciudad.
Aún así Gudea será honrado como un dios, sobre todo durante Ur III.
En cuanto al poder guti, este finaliza cuando diversos príncipes se coaligaron en torno a Utuhegal, único rey
de la V dinastía de Uruk, que recobró el título de "rey de las Cuatro Regiones" y que por mandato de Enlil
lograría vencer a Tirigan, último rey guti, dando fin así a su presencia.
Utuhegal solo reinará siete años según la Lista real sumeria, destacando de su reinado su vinculación con el
legendario Gilgamesh, con quien llegaría a establecer una filiación directa. Utuhegal será destronado por
Ur-Nammu (hasta entonces gobernador militar (shagin) en Ur al servicio de Utuhegal) que instaurará la III
dinastía de Ur.

En resumen: tras los últimos reyes de Akad, en Lagash reinaba el rey Ur-Baba o Ur-Bau, al que sucedieron
sus tres yernos, el último de ellos, Gudea. Marcan el apogeo de Lagash y son contemporáneos de los
últimos reyes Guti o qutu.
Gudea, construyó numerosos templos en Lagash, de los que destacan sus esculturas en diorita. También
construyó otros templos en Ur, Nippur, Uruk..., así como canales, presas para riegos y otras para
saneamiento de pantanos. Sus construcciones y los ricos materiales que usó evidencian la importancia del
comercio en esta época, la seguridad en los transportes y el control del Estado sobre el oro, cobre, diorita,
cornalina y diversas clases de árboles como el ébano. Las expediciones a Elam le proporcionaban
prisioneros de guerra como esclavos.
De forma general, se puede decir que esta II Dinastía de Lagash constituyó la vuelta a la organización
política de las Ciudades-Estado que imperaban en Mesopotamia, especialmente en el sur, antes de la
hegemonía acadia.
Sus reyes, trataron principalmente de mantener una autarquía económica por medio de las relaciones
comerciales, tratando incluso con los Guti para atravesar libremente su territorio.
La cultura sigue siendo sumeria pero con influencia acadia por las palabras semíticas que han enriquecido el
vocabulario y por las nuevas expresiones literarias usadas, propias de la lengua acadia.
La religión es sumeria con ciertas concepciones acadias, como el papel "real" de los dioses. El más
importante de los quince santuarios que construyó Gudea fue el "Eninnu", morada de Ningirsu, dios tutelar
de la ciudad de Girsu, dios nacional y titular de la vegetación, de la guerra y de la caza, equiparado desde
muy antiguo con Ninurta.
Tras el reinado de esta II Dinastía, la ciudad de Lagash pasó a ser vasalla de Ur III, regida por gobernadores
como Ur-Ninsuna, Ur-Ninkimara, Lu-Krilaza e Ir-Nanna, hasta que enn 2023 se independizó de nuevo.

3. La III dinastía de Ur (2112-2004 a.C / V.Hoys) (2113-2004 Largacha)


Ur III se caracteriza por una importante centralización administrativa y la recuperación del pasado, por ello
este periodo (que como ya se ha dicho engloba también la IV dinastía de Uruk, la II dinastía de Lagash y la
importancia de otras ciudades-estado sumerias) se conoce como Renacimiento sumerio.
Ur-Nammu (2112-2095 a.C.) será el fundador de esta dinastía en la ciudad de Ur. El rey comenzó su reinado
con la conquista de Lagash y la posterior extensión de su dominio por toda la Baja Mesopotamia. Tras ello
se proclama rey de Súmer y Akkad pero renunciaría a cualquier otro título que representara un dominio
más universal.
Con él se restablece el intercambio comercial tradicionalmente existente entre Ur y el golfo Pérsico. Según
las fuentes Ur-Nammu también se dedica a la reparación de la red de canales (red abandonada durante
periodo guti con la consecuente devastación agraria) Como Ute-hegal también busca una vinculación con
Gilgamesh, y presta una atención especial a la restauración de templos "arruinados" en fechas anteriores.
Inicia la construcción del primer zigurat en honor al dios lunar Nannar en Ur, y el dedicado a la diosa Inanna
en Uruk. Sin embargo, Ur-Nammu será conocido principalmente por su Código de leyes que constituye un
intento por restablecer el marco legal y social perdido (hay que tener en cuenta que la autoría de su Código
actualmente se pone en duda- algunos lo atribuyen a Shulgi)
Como ocurre en el resto de ciudades-estado de la Baja Mesopotamia, en Ur estos son unos tiempos de
cambio y adaptaciones con el resto de regiones del Próximo Oriente, también afectadas por la
descomposición del mundo acadio. Por ello, los textos reflejan una preocupación especial hacia los "martu"
(amorreos o amoritas), llegando incluso los reyes de Ur a construir una muralla para evitar incursiones de
estos pueblos.
Sin embargo, no será el único problema al que tendrán que enfrentarse sino que también intentaran buscar
solución a otras cuestiones como la fragmentación del mundo mesopotámico, debiendo recurrir a
matrimonios con hijas de las familias más poderosas con la finalidad de fortalecer su poder o para estrechar
lazos de amistad (ej. matrimonio entre un hijo de Ur-Nammu con una princesa de Mari, ciudad con
gobernador independiente de Ur)
Parece ser que Ur-Nammu murió durante una batalla contra los guti y será sucedido por su hijo Shulgi
(2094-2047) que durante sus primeros años de reinado se centra en la política interior y continuará además
con la ya tradicional costumbre de buscar una vinculación con los reyes anteriores, llegando a proclamarse
como "hermano de Gilgamesh" y por tanto hijo de la diosa Ninsum y el rey Lugalbanda. También adoptará
el título de "rey de las Cuatro Regiones" lo que supone un cambio respecto a Ur-Nammu. Pero sobre todo
con Shulgi se continúa con la política de deificación iniciada por Narâm-Sin, presentándose como un "dios
fuerte en la tierra", llegando su sucesor Shu-Sin a dedicarle un templo en Eshnunna. Sin embargo el rey no
tiene ningún símbolo divino. También destaca su reforma y unificación del sistema de pesos y medidas,
algo fundamental para el desarrollo de la administración y el control que los reyes de esta dinastía
ejercieron sobre las actividades económicas o agrícolas. Por otro lado llevará a cabo también la reforma del
ejército (creando un cuerpo específico de lanceros para hacer frente a la belicosidad creciente con la
irrupción de pueblos nómadas) y puso las propiedades del templo bajo control de los gobernadores.
Además recuperará la costumbre de distribuir tierras entre sus seguidores.
En política exterior también continua con la práctica de matrimonios diplomáticos (llegará a tener 9
esposas aunque también entregará en matrimonio a princesas urarteas a gobernante exteriores) Sin
embargo sus intentos por consolidar las alianzas exteriores no siempre le repercutirán buenos resultados,
por lo que Shulgi tendrá que desarrollar una intensa actividad militar durante la segunda parte de su
reinado. También tendrá que fortalecer las defensas contra los "lullubi" en torno a Khabur y contra
elementos hurritas.
Sus hijos y sucesores, Amar-Sin y Shu-Sin tendrán que enfrentarse a presiones cada vez mayores de los
pueblos amorreos. En tiempos de Shu-Sin se llegará a construir el muro de los martu, pero estas defensas
aunque protegían la Baja Mesopotamia dejaban aisladas y desprotegidas a ciudades como Mari o Assur.
Ibbi-Sin, último rey de la dinastía reinará durante 25 años pero la extensión y control de sus posesiones se
irá reduciendo hasta quedar relegado a Ur.

Caída de Ur III: aunque sus causas no están del todo claras, tradicionalmente se ha atribuido el fin de la III
dinastía de Ur a la continua presión de los pueblos martu, gutium y simashki, originarios de los Zagros, que
según estas hipótesis acabarían socavando las estructuras del Estado. Sin embargo también juegan un
papel muy importante los elamitas, ya que fueron estos los que conquistaron y saquearon la ciudad de Ur,
siendo Ibbi-Sin trasladado a Susa (este hecho hará que el reinado de Ibbi-Sin sea visto como ejemplo de
adversidad y destrucción) Por otro lado también se mencionan a grupos de población hurrita organizados
en pequeños reinos como el de Urkish o el de Nawar.
El final de Ur III se encuentra descrito en dos documentos:
 Las "Lamentaciones por la destrucción de Ur" : en el que no se menciona como causa de la caída la
propia actuación de sus reyes como ocurriera con Naràm-Sin en La maldición de Ágade, sino que se
atribuye a la simple decisión de los dioses de poner fin a la realeza en una ciudad para que
"descendiera" sobre otra, en este caso la ciudad de Isin. Sin embargo este texto también nos habla de
calamidades internas como crecidas desastrosas que podrían haber empujado a otros pueblos
nómadas y periféricos a buscar un lugar de asentamiento lo que conllevaría a una mala situación de los
campos al estar sobreexplotados, lo que a su vez llevaría al abandono de los campos.
 Correspondencia entre Ibbi-Sin y Ishbi-Erra, uno de sus funcionarios que llegaría a ser gobernador en la
ciudad de Isin. En estas cartas se encuentran peticiones de grano (envio que Ishbi-Erra retrasa) por
parte de Ibbi-Sin que reflejan la mala situación de los campos y también se menciona la conquista de
los "martu" de diferentes fortalezas.
Ishbi-Erra aprovecha la situación para lograr el control sobre los restos de Ur III fundado la Dinastía de Isin.

Territorios del Imperio de la III Dinastía de Ur

En el Imperio de Ur III se distinguen geográficamente tres zonas:

1. Países independientes periféricos, a veces unidos a Ur a través de alianzas matrimoniales.


2. Las ciudades de Susa, Asur y Mari, regidas por gobernadores generalmente naturales del país.
3. El centro del Imperio, los antiguos Principados, eran ahora provincia del imperio. Sólo hay "lugal" en Ur y los
"ensis" ahora son nuevos funcionarios administrativos del imperio.

El este era tan extenso como el Imperio Acadio y comprendía parte de Mesopotamia más Transtigrinia hasta
Elam e incluso Susa. Sólo Simash logró conservar su autonomía, siendo el núcleo de la oposición antisumeria.

En el oeste, los reinos de Ebla y Tuttul (sobre el río Balikh) e incluso Biblos, en la costa mediterránea, reconocían
la autoridad de la III Dinastía de Ur, al menos durante el reinado de Amarsuen.

La organización del Imperio de Ur III

El Rey tenía poder patrimonial, basado en sus cualidades personales y el mandato divino que Enlil le confería,
siendo el propietario teórico de todo el reino. El país era una suma de circunscripciones en las que gobernaban
el Ensi y el Shagin.

Los funcionarios se dividían en varias categorías:

A. Altos funcionarios:

 Ensi: funcionarios con poder civil, encargados de mantener el orden, organizar las obras públicas, actuar
como jueces y recaudar tributos.
 Shagin: como norma general funcionarios con poder militar, aunque con circunstancias específicas
locales: en Mari, el Shagin dirigía el ejército y los trabajos agrícolas y comunales (construcción de canales y su
mantenimiento...)

En general los Ensis, en la III Dinastía de Ur ya no tenían el mismo poder que los antiguos jefes de las ciudades;
eran simples funcionarios nombrados por el Gobierno, e incluso se dio la circunstancia de haber dos en una
misma ciudad. Estos cargos eran arrendados y los titulares recuperaban su dinero tras recaudar los impuestos.
También solían perpetuarse dentro del mismo núcleo familiar.
Tareas de los funcionarios reales. recopilar los impuestos, recoger ofrendas destinadas al rey y a las divinidades,
ocuparse del mantenimiento de los funcionarios subalternos, vigilar los negocios y presidir las cortes de justicia.
De un modo más genérico, no había una distinción absoluta entre los poderes civiles y militares y a veces había
colaboración para una misma misión entre Ensi y Shagin.
B. Funcionarios subalternos:
Aga-Ush (policia); Nubanda (inspector); Mashkin (comisario); Sukkal (inspector real, encargado de vigilar el
funcionamiento de las administraciones locales); Sukkalmah (jefe del Sukkal o Gran Canciller y Jefe de Correos,
dependía directamente del rey)
Estos funcionarios vivían probablemente de lotes de tierras concedidos por el Palacio a los Templos, ya que
subsistía en esta época la división tripartita de la tierra. También recibirían raciones, de importancia
proporcional a su rango.

Características principales del Imperio de Ur III

Esta época se caracterizaba por el estatismo, la centralización administrativa, la separación de los circuitos
económicos del Templo y el Palacio y la suspensión de las autoridades locales:

 Estatismo, con cargos arrendados a los recaudadores de impuestos, que recuperaban lo invertido en el arriendo,
cargos que tendían a ser hereditarios. La organización estática que se iba desarrollando en época Dinástica
Arcaica y que cristalizó alrededor del Templo y del Palacio, se reforzó en esta época. toda Mesopotamia era un
gran Principado, con Enlil como dios principal, Ur su capital y el lugal de Ur como soberano. También existían
oligarquías dentro del funcionariado.
 Centralización administrativa: el servicio de correos servía también de medio de información, protegido por
escoltas de seguridad. Su jefe era igualmente el jefe de la Cancillería Real.
 Supresión de las Autonomías locales.
 Se conoce el "bala" o sistema de rotación en el pago de impuestos de las diferentes ciudades. Estos impuestos
en especie se centralizaban hacia Nippur, capital religiosa y Ur, capital administrativa.
 Separación de los circuitos económicos Templo-Palacio.

Conocemos los Servicios Reales de Registros, por los que sabemos que la economía estaba basada en el dinero
(aunque aún no existía la moneda como tal) y que también se usaba el canje.
Parece que no existía la propiedad privada de las tierras, excepto con los jardines, palmerales, o terrenos
lindantes a los inmuebles.
El Estado se encargaba en gran parte del aprovisionamiento de los templos, lo que representaba una carga
enorme (proporción de animales, harina, cereales, cerveza, vino, frutas...)
La principal característica de esta época, y que la diferenciaba de las anteriores, es la separación entre Templo y
Palacio: sus circuitos económicos eran diferentes. Los salarios de los funcionarios consistían en raciones en
especie.

Clases sociales: la sociedad estaba organizada alrededor de dos polos: el Gobierno central y el provincial, con
una serie de funcionarios que van desde el "sukkalmah" al alcalde de los pueblos o "hazannu", y las grandes
unidades de producción con personal administrativo y personal productivo (hombres o "gurush" y mujeres o
"geme")
La sociedad, en general, estaba organizada según tres estratos principales: Aristocracia de funcionarios
(comerciantes, campesinado, artesanos, englobada en los circuitos de Templo-Palacio; y el pueblo empobrecido.
La condición social de estas personas era diferente. Podían ser:

1) Con estatuto jurídico:

a) Personas acomodadas entre las que se encontrarían los grandes comerciantes o "damgar", también
funcionarios, intermediarios en el comercio.
b) Mashda o Mushkenum: pueblo con derechos inferiores a la clase acomodada. El uso de esta palabra se
generaliza en esta época. Sujetos a la tierra, se vendían con ella. Tenían hijos libres y podían contraer
matrimonio libremente.

2) Sin estatuto jurídico:

a) Eren o "Tropa": tropas asignadas por el Palacio o los Templos a las ocupaciones más diversas: trabajos
agrícolas, transporte, servicio militar... Dependían de un Shagin o de un Ensi. No podían desplazarse libremente
de su lugar de residencia.
b) Esclavos: eran aquellas personas que perdían en cierto modo su libertad: los condenados por tribunales, los
que se vendían como esclavos así mismos o a sus hijos, y los hijos de esclavos.
c) Ir o geme (criados): clase intermedia de semi-libres. Podían ser: del campo y de la casa: con personalidad
jurídica. Podían casarse con personas libres, poseer bienes y comparecer ante la justicia.

- Los verdadero esclavos eran casi siempre extranjeros: prisioneros de guerra y los tomados como botín durante
las expediciones.

En resumen:

Ur-Nammu (2112-2095), rey de Ur, recogió la herencia de Utuhegal de Uruk (quien había expulsado a los
Guti), pero en lugar de conservar la sede real en Uruk, la trasladó a Ur. Con él comenzó la III Dinastía de esta
ciudad.
En el pasado, la ampliación del poder más allá del radio de influencia de la ciudad era considerado una suma
de los diferentes poderes locales. Con Ur-Nammu en cambio, el planteamiento será regional, con sus
implicaciones etnolingüísticas. Súmer es la zona meridional, el nombre de las ciudades no aparecen, y Akkad
representa ahora el norte, asumiendo una posición que antes había correspondido a Kish. Lo que Ur-Nammu
pretende mostrar con estos cambios, es que su soberanía se extiende sin fisuras por toda la Mesopotamia
central y meridional, que las aspiraciones expansionistas y universalistas no están en primer plano y que el
papel de las ciudades aisladas es secundario. Las ciudades del reino de Ur pierden su autonomía. Colocó a un
partidario suyo en el gobierno de Lagash. Al frente de las ciudades siguen estando la figura del "ensi" pero
este título ya no designa a una dinastía local, sino que se trata de un funcionario, administrador por cuenta
del rey de Ur y designado por la capital. Ur-Nammu y sus sucesores mantienen la innovación de la
"deificación", con el fin de concentrar en sus manos toda la organización productiva y redistributiva, aunque
con ciertas delegaciones a los gobernadores y "ensis" locales. Este proceso de centralización es muy
importante a nivel ideológico pero difícil de llevar a la práctica. La sustitución de los reyes locales por
funcionarios centrales provoca fricciones, aunque apenas existe documentación sobre estos hechos, puesto
que los reyes de Ur prefirieron mantener la idea de una Mesopotamia unida, olvidando sus victorias sobre las
ciudades sumerias.
Las inscripciones de Ur-Nammu hablan de actividades pacíficas: construyó templos y ziqurrats (en Ur,
Nippur...), restauró las ciudades, construyó murallas, reconstruyó santuarios, abrió canales para desarrollar
la agricultura y el comercio, organizó los territorios agrícolas y abrió rutas comerciales... En los documentos
administrativos se empieza a perfilar esa organización homogénea del reino que será precisada por su
sucesor. Una labor muy importante en esta obra organizativa fue la promulgación del primer Código de
Justicia conocido precedente directo del Código de Hammurabi, con la intención de regular las relaciones
económicas.
Su elaboración es atribuida a Ur-Nammu, aunque ese posible que sea posterior. Aunque su formulación
deriva de edictos de reforma anteriores, este Código va más allá, con un planteamiento distinto. Se trata
ahora de administrar la justicia de una forma sistemática y estable, con un claro interés reformador: se fija en
este código la medida normalizada del "sila" (capacidad), la mina y el siclo (pesos), establece las
indemnizaciones a pagar en caso de homicidio, delitos sexuales y otros delitos. Del esporádico edicto de
reforma se pasa al código orgánico mientras que se alardea de la eficiencia organizativa del reino por parte
del rey. También destaca la redacción del catastro general del reino en el que las provincias están medidas y
delimitadas con fronteras precisas y sometidas a la gestión de los dioses y los funcionarios imperiales.
Su hijo Shulgi (2094-2047) consolida la expansión y organización del reino de Ur-Nammu. En política interior,
restauró santuarios, reformó los pesos y medidas, introduciendo el "gur" real (equivalente a 300 "sila"),
reorganizó el ejército, introduciendo un cuerpo de arqueros según modelo de Akad y se hizo divinizar,
siguiendo el ejemplo de Narâm-Sin, elevándose templos en su honor, siendo alabado literariamente por su
concubina Kubatum. También tomó el título de "Rey de las Cuatro Regiones". En sus himnos de autoalabanza
insiste en sus dotes de pacificador, sus aptitudes como escriba, juez, administrador y constructor; presume
también de haber defendido Súmer y Akad en su conjunto de los ataques de los bárbaros montañeses del
norte. Tras la reorganización del ejército y la redacción de un nuevo catastro, en la segunda parte de su
reinado se centra en sus campañas militares en el norte, contra las tierras que forman un arco entre el Diyala
y el Khabur. Detrás de esta franja de lengua hurrita se encuentra el peligro de los lullubi. Hubo de hacer
frente a la presión elamita del este, que resolvió en el plano diplomático, casando a su hija con el Ensi de
Anshan, aunque luego luchó contra él. Durante su reinado se extendió la efervescencia política a todo el
actual Kurdistán.
Para justificar el título de "rey de las Cuatro Regiones", intenta ampliar territorialmente más allá del núcleo
Súmer-Akad y recuperar el control de las rutas comerciales controladas por Susa, Asiria y Mari. En las zonas
occidentales también tiene que luchar contra las tribus montañesas de los "martu" (amoritas)
Shulgi morirá sin poder asegurar la victoria sobre todos estos rebeldes.
Amarsuen, o Amar-Sin (2046-2038) su hijo, destruyó la ciudad de Arbelas al año siguiente de su subida al
trono. Y tras esta campaña, hubo paz hasta el reinado de Ibbi-Sîn. A Amarsuen le sucedió en el poder su hijo
Shu-Sin (2037-2029) que mantuvo la paz.
Ibbi Sin (2028-2004) fue el último rey de esta III Dinastía de Ur. Después de él hubo una penetración de
nómadas amoritas (martu). Tras la desmembración del Imperio de Ur III, se fundaron los Estados de Isin,
Larsa y Babilonia (Época Paleobabilónica)

4. Ur-Nammu y su código de leyes

En el ámbito del derecho de esta época las normas y leyes evidencian el intento de plasmar la idea de unos
reyes que dictan lo que los dioses esperan. Las leyes de estos momentos transmiten unas normas de
convivencia y actuación que abarcan todos los ámbitos de la vida, incluyendo la protección de los más
desfavorecidos, especialmente las viudas y huérfanos. De esta forma los reyes se presentan como
restauradores del orden.
Un buen ejemplo de ello sería el "Código de Ur-Nammu" que aunque no lo conocemos en su totalidad,
presenta una estructura que será característica de los códigos mesopotámicos (prólogo, conjunto de leyes y
epílogo) como por ejemplo el famoso Código de Hammurabi de época paleobabilónica. * ver esquema al final
del tema "El derecho en el Próximo Oriente antiguo y Egipto"
El prólogo empieza con una introducción mitológica y narra cómo los dioses le habían otorgado a Ur-
Nammu la potestad para gobernar la ciudad de Ur bajo los preceptos de la justicia y verdad. También
menciona en esta parte del código la reapertura de la actividad comercial en el golfo Pérsico, detalle muy
significativo ya que se obtienen gracias al comercio muchos materiales y productos que posibilitarán la
construcción y restauración de templos. Con ello el rey logra transmitir una imagen de garante de la justicia
y el orden.
El conjunto o "corpus" de leyes se caracteriza por la introducción de la partícula "si" seguida de la
consecuencia en caso de que no se cumpla lo expuesto (causa/ efecto; prótasis/apódosis) Esta
característica también será común al Código de Hammurabi. Las leyes del Código de Ur-Nammu abarcan
crímenes, falsos testimonios, normas matrimoniales, esclavitud, injurias o cuestiones relacionadas con
propiedades de las tierras. Una de las principales características de estas leyes es que los pagos están
limitados a delitos considerados muy graves: homicidios o robos. Como ocurre con el Código de
Hammurabi no se puede determinar si estas leyes se aplicaban o si se limitaban a ofrecer un marco general.
En esta línea hay que tener en cuenta que la casuística legal de estas sociedades antiguas era mucho más
compleja, siendo el derecho consuetudinario (es decir la tradición) el más importante y recayendo la
administración de justicia en los hazannum (alcaldes). La importancia de los códigos reales estriba sobre
todo en tratarse de inscripciones reales en las que el rey da explicaciones de sus acciones de gobierno a los
dioses.
En el epílogo (desconocido en el caso del Código de Ur-Nammu) en el que los dioses obran como testigos.
Esto garantiza el respeto a las leyes impuestas por parte de los ciudadanos.

Para comprender la complejidad de estos momentos (y a pesar de estas proclamaciones) cabe destacar que
uno de los principales problemas a los que tiene que enfrentarse la realeza y la sociedad de esta época es el
que supone la esclavitud por deudas (en las sociedades mesopotámicas los reyes intentarán suavizar esta
situación mediante Edictos de condonación de deudas o "misharrum" especialmente al comienzo de cada
reinado) Como garantía de los préstamos personales los ciudadanos y sus familias eran "entregados" y esto
tiene como consecuencia el incremento de personas con un gran grado de dependencia y que pierden
temporalmente su libertad.
El Código de Ur-Nammu en definitiva se trata más bien de una recuperación de las tradiciones, una
vinculación real con los templos y una actitud devota hacia los dioses. Más allá de esto no se puede
establecer el grado de obligatoriedad que suponían los códigos legislativos mesopotámicos.

En resumen:
Con el fin de establecer la igualdad y acabar con los conflictos Ur-Nammu promulgó la más antigua
recopilación de leyes de la que poseemos dos ejemplares incompletos: una tablilla en muy mal estado
hallada en Nippur y dos fragmentos procedentes de Ur. Estas fuentes nos informan de que el rey hizo
fabricar en bronce un patrón de medidas de volúmenes (el "sila") y uniformó el peso de la mina y el siclo de
plata, que desde época de los guti servían como patrón monetario. Protegió a los huérfanos, viudas y
pobres y estableció leyes contra el repudio hacia las esposas. Además se sustituía la pena de muerte o
mutilación por la compensación en metálico en muchos crímenes y delitos, lo que da cuenta de una
sociedad más civilizada de lo que se podría suponer en esta época. Algunas de estas leyes e inscripciones
indican que Ur-Nammu promovió el desarrollo de la agricultura, a través de grandes canales y desarrollará
la ciudad de Ur como puerto comercial, reconstruirá fortificaciones y construirá un gran número de
templos, añadiéndoles los "zigurats" o torres escalonadas, características de los yacimientos
mesopotámicos.

5. Aspectos económicos y religiosos

ADMINISTRACIÓN Y ECONOMÍA
Durante la III dinastía de Ur la llanura mesopotámica (desde el "muro de martu" y el golfo Pérsico disfrutó
de una gran prosperidad económica gracias seguramente a la semi-autonomía que disfrutaban las ciudades
sumerias durante el periodo guti.
Las incursiones y destrucciones provocadas por los pueblos amorreo y guti durante el imperio acadio
afectaron de forma más evidente a los asentamientos más pequeños o aldeas al no estar amuralladas. Esto
provocará la concentración poblacional en ciudades más grandes. Algunas ciudades sobre todo en el sur
(Eridu, Uruk o Shuruppak) durante el periodo Protodinástico habían sido centros muy importantes, sin
embargo ahora están en decadencia. Sin embargo otras como Umma, Larsa o Isin aumentan de tamaño,
mientras otras aparecen en estos momentos como centros administrativos como será el caso de Babilonia y
otras ciudades del norte. Por lo tanto, se puede decir que el centro de gravedad se desplaza hacia el norte.
Sin embargo, la apertura de nuevos canales y la consecuente ventaja de unas rutas sobre otras genera el
desplazamiento en el eje este-oeste (sobre todo hacia el oeste, siguiendo el tradicional desplazamiento del
Éufrates hacia Occidente) Esta obra de reestructuración urbana e hidrológica se refleja en los documentos
que nos hablan de la construcción de numerosos templos, murallas y canales.
El incremento demográfico y la ordenación urbanística se apoyan en la producción agrícola del país. Pero lo
más innovador de Ur III es un afán de racionalización y unificación de la gestión administrativa de la
economía y los reyes intentarán gestionar directamente los recursos del imperio, que ya no se divide en
reinos ciudadanos tributarios sino en simples "provincias". A la cabeza de cada provincia se encuentra la
figura del "ensi", que ahora tendrán menos poder que durante el Protodinástico, siendo simples
gobernadores de dichas provincias nombrados por el rey. Se da ahora una fuerte burocratización de forma
homogénea. En particular, serán los templos la unidad básica de gestión de la economía neosumeria.
Gracias a una serie de datos catastrales de Lagash se puede reconstruir la gestión agrícola, obteniéndose un
organigrama piramidal, desde los campesinos hasta los funcionarios, responsables de la gestión,
recaudación y control. Las tierras están parceladas y la administración tiene un control total de cada una de
las parcelas y de la producción, teniendo en cuenta baremos como la calidad del suelo, el nivel de
salinización, la distancia entre surcos, la intensidad de la siembra... Estos documentos sin embargo solo se
refieren a las tierras de gestión "pública" directa, pero existe un vacío documental respecto a las tierras de
gestión familiar o personal. Estas son tierras estatales dadas en usufructo, o tierras residuales de propiedad
familiar libre (pero existen textos jurídicos que nos hablan de la existencia de estas tierras, objeto de
transmisión o enajenación.
Toda esta "racionalización" también es aplicada a la ganadería tanto lanar como bovina y en los sectores
artesanales (con mano de obra de obra especializada) con la dosificación de las materias primas, el cálculo
global de las "pérdidas de fabricación" así como de las jornadas de trabajo. En metalurgia sin embargo se
hace más difícil el cálculo del tiempo de elaboración y por tanto la racionalización afecta principalmente a
la materia prima. También se somete a un control racionalizado el trabajo de los mercaderes que deberán
rendir cuentas a la administración. El comercio, en manos de estos mercaderes está muy enfocado al
abastecimiento de materias primas carentes en la metrópoli.
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Las tablillas administrativas conservadas de la III dinastía de Ur nos informan sobre todos los aspectos
relativos a la construcción y mantenimiento de la red de canales, la industria textil y sobre todo las
actividades agrícolas, contando también con un catastro con la extensión de los campos y sus
características, con detalles de la producción, rendimiento y problemas y sus soluciones. Además estas
tablillas también hablan de los impuestos que pagaban las distintas regiones y ciudades, del sistema de
raciones y del grado de especialización... Otros textos reales nos informan de la relación de los reyes con los
dioses, su política constructiva o de mejoras relativas a la comunicación de todo el reino potenciando la red
de caminos. Por toda esta labor Ur III se considera el periodo de máxima centralización en la que el Estado
tenía control directo sobre cualquier actividad.
La administración aprovechó las estructuras e innovaciones acadias, desarrollando un aparato burocrático
más complejo. De esta forma la administración se extendió por todas las provincias, a cuyo frente se
encuentran los gobernadores provinciales (Ensi) nombrados por el rey, reemplazando a las dinastías locales
aunque en algunas ciudades los gobernadores podían ser miembros de las familias más importantes. Estos
gobernadores actuaban como representantes reales, y una de sus principales funciones era el
mantenimiento del sistema de canales y la recaudación de impuestos. A veces actuaban junto a los Shagin,
gobernadores militares, que dependían también de la administración central y que en ocasiones estaban
ligados a la familia real a través de matrimonios lo que parece evidenciar una búsqueda por parte de los
reyes de una clase política leal y subordinada a la corte. Entre estos shagin también se encontraban
elamitas, hurritas e incluso amorreos. En cuanto a las regiones más periféricas, éstas estaban dirigidas por
los Sukkal.Mah, con poder civil y militar.
Este sistema permite distinguir un centro político (la Mesopotamia tradicional) en el que los gobernadores
actúan para la administración, una periferia, donde el conjunto de súbditos del rey recibían como
recompensa por sus servicios tierras, y por último unos Estados vasallos.
Los esfuerzos de los reyes de Ur se centran en controlar o estrechar lazos con ciudades como Mari o Susa
que facilitan el intercambio comercial y en dotar de seguridad al núcleo del reino, así como llevar a cabo
una política de alianzas que refleja un contexto internacional complejo. Sin embargo, no será de gran
importancia la presencia de los reyes de Ur fuera de la Baja Mesopotamia por lo que no se puede hablar de
un auténtico imperio.
Por otro lado también establecen un férreo sistema tributario, que recaudaba una parte importante de los
recursos provinciales, conocido como "sistema bala" y que presenta como novedad la dependencia de la
capacidad de producción que tenía cada provincia y por tanto este sistema era rotativo. Parte de los
impuestos se empleaban en el mantenimiento de la administración local, y el resto era trasladado a la
capital para su manufacturación o almacenamiento. También se observa la existencia de trabajo
obligatorio sobre todo en la construcción o el mantenimiento de la red de canales (obras que aparecen más
mencionadas en las inscripciones reales)
Toda esta centralización administrativa parece estar concentrada en dos ámbitos: las obras hidráulicas y la
reconstrucción de los antiguos lugares de culto, su embellecimiento o la construcción de nuevos templos.
Esto obliga al Estado a contar con una numerosa mano de obra.
La población trabaja sobre todo en los campos que empiezan a estar sobreexplotados a parte de
observarse problemas de salinización. En este contexto se entiende la gran obra en la construcción y
mantenimiento de canales pero no se dan evidencias de un aumento de la superficie agrícola. Desde la
administración hay una preocupación por el control de las cosechas, la fertilidad de los campos, los efectos
de las plagas, el nivel de las crecidas, de la salinización...

RELIGIÓN
El panorama religioso del Próximo Oriente es muy complicado, dado la gran cantidad de pueblos que
conviven en esta amplia zona, pueblos que, además, tienen tradiciones religiosas muy diferentes.
Comenzando con el pueblo sumerio se pueden establecer unas principales características:

 Los sumerios tenían numerosos dioses a los que invocaban su protección.


 Existía una trinidad de dioses mayores (Enlil, Enki, Ea ).
 También existían dioses y diosas patronos o protectores de una determinada ciudad ( el dios Ningirsu en
Lagash, Shara en Umma).
 Algunos reyes también tenían sus dioses protectores, como Ningizzidda y Lama , protectores del
rey Gudea de Lagash.
 Los acadios, semitas, que tras la toma del poder por Sargón I de Akad ejercieron la hegemonía en la
región mesopotámica a partir del año 2334 a.C., adoptaron estas mismas deidades, cambiando sus
nombres.
 Las tradiciones semita, hebrea y posteriores tienen muchos mitemas comunes con la mitología sumeria:
 Cosmogonía: Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), Su hijo Enlil creó la atmósfera, el
viento , la tormenta y separó el día de la noche. Enlil y Ki crearon los animales, y las plantas. Los
hombres fueron creados por Enki y Ki para servir los dioses.
 La mujer (Eva). Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. Una
mala traducción añadió todo lo demás.
 El paraíso. Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas,
escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los
humanos y los expulsó.
 Caín y Abel. Dos dioses, Emesh (el verano) y Enten (el invierno), que inicialmente fueron encargados por
Enlil , uno de las cosechas y la agricultura y otro de los animales y el ganado, pero que tuvieron una gran
disputa.
Un problema parecido hubo entre Ashnan (diosa del grano) y Lahar (diosa del ganado). Después de una
borrachera se pelearon y Enlili y Enki tuvieron que mediar entre ambos.
 El Diluvio Universal. Durante 7 días y 7 noches llovió sin parar pero Ziusudra, avisado por el dios Utu,
creó un barco, donde guardó ejemplares de semillas y animales. Cuando dejó de llover, y apareció el sol,
Ziusudra hizo el sacrificio de una oveja al dios Utu.
 Es lógico suponer que la religión de Abraham que huyó de Ur, posiblemente, al final de la III Dinastía (a
fines del II milenio a.C.) tal vez por la invasión amorita, tuviese un fondo común con estas tradiciones
mesopotámicas.

DIOSES PRINCIPALES // EXISTIA UNA Primera Triada, formada por ANU, ENLIL Y EA:

Anu: Era rey de los dioses, cabeza de familia. Dios del paraíso y de la tierra. Dios del firmamento estrellado,
el espíritu monarca de la esfera superior. Su símbolo era una estrella. De acuerdo con la tradición sumeria,
vivía en el Paraíso y hacía visitas a la tierra en épocas de crisis o en ceremoniales. Su Templo en Uruk recibía
el nombre de EANNA ("la casa de AN"). De su unión con Nannu tuvo a Enki, y de su unión con Ki tuvo a Enlil.
Fue asimilado al dios asirio Assur y al filisteo Dagon. Se representa con un disco alado, que emerge de un
busto humano con una tiara real con dobles cuernos y cola de águila, en el acto de tensar un arco para
lanzar una flecha. Sus hijos y seguidores fueron los Anunnaki o Annuna.

Enlil: Era el dios más importante del Panteón sumerio. Hijo de An (El paraíso) y de la diosa Ki (la tierra).
Señor del "lil", padre de los dioses y de los hombres. Reinaba sobre la atmósfera, el aire, las tormentas y el
viento. Era también el dios de la fuerza y de la violencia. Llegó a la tierra antes de la llegada de los
hombres, separó el paraíso de la tierra. En el Paraíso se sitúa detrás de su padre, y en la tierra cuando se
reúnen los dioses, lo hacen en su templo Ekur en Nippur, la ciudad sagrada, solo habitada por sacerdotes.
De su unión con la diosa Ninlil tuvo a su hija Sin. Fue el padre de Ningirsu.

Enki (Ea en acadio): Era el dios sumerio de las Aguas, la fertilidad y de la sabiduría. Surge del caos húmedo,
de las aguas marinas, e impregna a la Tierra y da vida a los seres que la pueblan. Protector de marinos y
navegantes. Llamado Ea por los acadios. El Guardián de las leyes divinas y del ME (el orden sin el caos, el
gran atributo de la civilización y el poder de los dioses). Su ciudad era Eridu. Innana le convenció
(¿engaño?) para que le cediera algunas de sus responsabilidades. Se le representa a menudo como un ser
con cuerpo de pez del que surge una cabeza humana y con pies similares a los humanos.

**Ver Otros dioses al final del tema


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De los reyes de la III dinastía de Ur también destaca una política de deidificación, (iniciada por el acadio
Narâm-Sim) retomada ahora por Shulgi cuyo sucesor Shu-Sin llegará a erigir un templo en su honor en
Eshnunna. Este culto real se representa también en la glíptica: el rey aparece representado entronizado
mientras que un dios menor se dirige a él acompañado por el dueño del sello-cilindro. El rey no tiene
ningún símbolo divino aunque presenta la misma actitud que los dioses.
En los Himnos reales, redactados en primera persona el rey realiza una autoalabanza de sus actos de
gobierno, vistos como necesarios y justos, mientras que muestra un interés por la justicia y como protector
de la sociedad, sin embargo como representante que había sido elegido por los dioses, dejando el tono
épico y propagandístico de los reyes acadios. Algunos de los Himnos reales describen la naturaleza casi
divina del rey, como será en el himno de Shulgi y el Ekur, que narra el nacimiento de Shulgi en el templo de
Enlil, concebido el rey por los dioses.
Todo ello también se observa en el arte: las estelas o estatuas se conciben para representar al rey como
delegado de los dioses, no como sustitutos de éstos (como hacían los reyes acadios) Esta visión se refleja en
la Estela de Ur-Nammu, donde el rey aparece como piadoso constructor que llega a transportar las
herramientas necesarias para la construcción y que participa en las ceremonias religiosas. En derecho
(Código de Ur-Nammu) también se observa en las leyes la imposición divina: los reyes actúan siguiendo las
órdenes divinas y son los encargados directos de establecer las normas (en nombre de los dioses) para regir
el comportamiento de la sociedad y por tanto los reyes son presentados como restauradores de un orden.

En definitiva, se trata de recuperar las tradiciones, de vincular el rey con los templos y de presentarlos con
una actitud piadosa hacia los dioses. Todo ello queda registrado en los depósitos de fundación que se
realizaban con motivo de alguna obra en los templos y en estos depósitos se almacenaban unos ladrillos
estampados con el nombre del rey y los planos de construcción del templo. Toda esta labor constructora y
de restauración de templos y ciudades precisará de una gran cantidad de ofrendas, para lo que Shulgi
construye Puzris-Dagan, cerca de Nippur, como gran "almacén" al que llegaban las contribuciones de las
provincias y particulares que se usaban como ofrendas a los dioses, en especial al Ekur, templo de Enlil en
Nippur. Toda esta actividad de culto y constructora tiene su máxima expresión en los conocidos zigurat: Ur-
Nammu construirá varios en diferentes ciudades, lo que en definitiva es una prueba más de la
centralización y capacidad organizativa de la dinastía *** ver descripción de zigurat al final del tema
Esto también se observa en la importancia adquirida por los cargos sacerdotales ya que reflejan una
posición social y además disfrutan de unos privilegios como la posibilidad de participar en los repartos de
ofrendas, constatándose además en esta III dinastía la venta de cargos. Por otro lado los reyes continúan
con la tradición sargónida de nombrar a sus hijas sacerdotisas de los templos.
De esta época también destaca el Gipar, construcción en la que residían las sacerdotisas (en, entu en
acadio) de la diosa Ningal junto a sus séquitos, en cuyo interior eran enterradas.
El intento de los reyes por vincularse a los dioses se refleja en todo ello, así como también en el
establecimiento de las "bodas sagradas" (hierogamia), ceremonia por la que el rey representando el papel
de Dumuzi, esposo mortal de la diosa Inanna, llevaba a cabo una unión sagrada, transmitiendo así su
cercanía a los dioses con el fin de garantizar la prosperidad de las cosechas. Por ello Shulgi será alabado
como consorte mítico de Inanna e incluso calificado como "esposo de Inanna".
Este universo religioso, al igual que la administración, se basa en los escribas. Hay constancia de esta época
de la existencia de edubas o "casa de las tablillas" donde se instruía en el arte de la escritura y el
conocimiento de los textos, conservándose muchos de ellos gracias a las copias que realizaban los escribas.

6. El despertar de Siria

A finales del III milenio se encuentran nuevamente en Mesopotamia y Siria una serie de Ciudades-Estado,
que luchas por la hegemonía, entre las que destacan: Ebla, Isin, Larsa y Mari.

EBLA y MARI

El hecho de no poder llevar a cabo excavaciones en Irak ha desplazado la investigación a regiones durante
mucho tiempo consideradas "periféricas", sin embargo en la actualidad se admite gracias a los
descubrimientos el dinamismo y capacidad cultural de estas zonas, especialmente si se tienen en cuenta los
hallazgos en Ebla, una ciudad y una cultura con identidad propia reflejada en su lengua, el eblaíta, en sus
palacios y en sus archivos. Estos últimos completan la información hallada en Mari, en el Éufrates medio,
ciudad citada en la Lista real sumeria como depositaria de la realeza durante un tiempo.
También cabe destacar otros asentamientos, en la cuenca del Khabur, el centro de la Alta Mesopotamia,
donde lugares como Tell Brak demuestran una continuidad cultural durante todo el III milenio y centros
como Tell Chuera manifiestan la conjugación de las tradiciones locales y las procedentes del mundo
Protodinástico, destacando también las excavaciones actuales en Tell Mozan, identificada con la ciudad de
Urkesh, uno de los principales centros hurritas del III milenio. En cuanto a la región que constituirá el
mundo asirio, los asentamientos se concentran en Nínive y Arbela, triangulo agrícola localizado entre el Zab
Superior y el Tigris, mientras que de su capital Assur se conoce el templo del Protodinástico III dedicado a
Ishtar.
Respecto a Elam, desde tiempos de Uruk la Baja Mesopotamia mantiene relaciones ("difíciles") con el
mundo iraní. Así Elam siempre ha sido considerado como el enemigo mesopotámico por antonomasia.
Tras desaparecer las colonias de Uruk en el norte de Siria se da un declive cultural y político, así como
centros en Anatolia pierden importancia. Se podría decir que las dinámicas culturales del norte
mesopotámico van a la par que los acontecimientos en la Baja Mesopotamia durante el III milenio.
El descubrimiento de Ebla en 1968 con el hallazgo del busto y la estatua de Ibbit-Lim causó un gran
impacto: se trata de una nueva cultura, con una población semítica y una ciudad donde las excavaciones en
el palacio real G facilitan el descubrimiento de un enorme archivo y la evidencia de una lengua propia, el
eblaíta. Este archivo nos informa de la complejidad administrativa y de las relaciones diplomáticas y de
lucha entre Ebla y otros centros (por ej. Mari) o acerca de las alianzas mediante tratados con otros centros.
En cuanto al periodo de formación de Ebla aún hay muchas dudas. Fue un reino extenso, cuya capital
rondaba unos 20.000 habitantes, grandes cifras que explican la necesidad de control sobre regiones
adyacentes para poder abastecer la ciudad y lograr unos excedentes. Aunque tendrá que convivir con otros
centros, tanto en la costa mediterránea (Biblos) o en torno al Éufrates (Emar, Mari o Tuttul), durante el s.
XXIV Ebla controla la Siria interior y se extiende hacia el sur (región de Homs) y hacia el norte (hasta el
acceso al Tauro) La zona eblaíta del Éufrates tiene una gran densidad poblacional con entidades que llegan
a ser independientes como Emar, Carchemish o Tuttul.
Esta región presenta una condiciones geográficas diferentes a la Baja Mesopotamia: su agricultura depende
de la lluvia, no teniendo tanta importancia la agricultura de regadío ni la construcción de canales, pero en
contrapartida la producción y los excedentes son más irregulares. Por ello tendrá gran importancia la
ganadería. A diferencia del sur mesopotámico por otro lado también cobra gran importancia el palacio
frente al templo.
El reino eblaíta cuenta con unos órganos de gobierno que convierten a la "ciudad" en la institución por
excelencia. Al frente de ésta se encuentra el rey (bajo el título de En, maliku en eblaíta) cuyo poder está
fuertemente marcado por su función religiosa, ejerciendo el poder junto a su esposa, maliktu, con
funciones como reina madre que se mantienen tras la muerte de su esposo, y que tiene un gran papel en
las ceremonias religiosas. Los reyes del Estado eblaíta recibían un culto funerario en una población llamada
en los textos Darib. El rey era ayudado por un consejo de ancianos (abba) con funciones desconocidas y por
un conjunto de lugal, que son los señores territoriales que controlaban los territorios de la ciudad. Entre
ellos surge la figura de un visir que dirige la administración.
En la ciudad existían espacios abiertos públicos donde se solían reunir asambleas.
La base de la sociedad y de la economía eblaíta es la redistribución de productos desde la institución del
palacio, redistribución de la que dependía la población vinculada al palacio como trabajadores, artesanos o
funcionarios. Este sistema redistributivo se basaba en una organización territorial en aldeas que
proporcionaban una cuota de su producción al palacio.
Frente al palacio se encuentra los templos, que según la información disponible eran de tamaño más
reducido que el palacio, actuando como casa de la divinidad y no como centros económicos y políticos. El
panteón eblaíta es numeroso con divinidades como Dagan, Reshef, Baa, Kura y Nidakul.
Sin embargo, la principal fuentes de riqueza de Ebla radica en el comercio, dirigido por el palacio,
conociéndose la firma de tratados comerciales con otros poderes (entre Ebla y Abarsal= Assur?). En un
primer momento se habla de Ebla como un imperio comercial pero en la actualidad queda claro que la
importancia del comercio radicaba en su posición geográfica, desarrollando una extensa red comercial que
convivió con otras de otros reinos. Los pilares del comercio son los metales y la industria textil y los
beneficios que se obtenían se reinvertían. Gracias a su red comercial el reino eblaíta puede entrar en
contacto con centros y entidades alejadas: Biblos, Zagros y Egipto...y por otro lado le permite actuar como
centro distribuidor de productos y objetos elaborados. Ebla con todo ello parece anticipar la función que
tendrá Mari en el Bronce Medio: servir de intermediario en las relaciones comerciales existentes.
Paradójicamente serán las relaciones con Mari las más importantes ya que esta ciudad constituía el punto
de entrada en la Baja Mesopotamia.
Los orígenes de Mari se remontan a comienzos del III milenio, sufriendo un importante declive en torno al
2650, pero reapareciendo después sobre el 2500. Mari es mencionada en la Lista real sumeria seguramente
por la importancia de la ciudad cuando fue redactada la Lista real, durante la dinastía de Isin (2004-1800)
La ciudad de Mari se ubica en un entorno árido que obliga a obras de irrigación. El desarrollo de Mari no se
debe a las posibilidades de sus campos sino por localizarse en el Éufrates medio pudiendo actuar como
centro intermedio en las relaciones comerciales.
La dinastía de la ciudad es iniciada por An.Bu y será contemporánea a la I dinastía de Ur, destacando su
palacio con un gran santuario en su interior y una cultura material que evidencia las estrechas relaciones
con el sur mesopotámico. Sin embargo, Mari estará muy limitada por el poder de Ebla que le impide
acceder directamente al norte de Siria. El rey Enna-Dagan en cambio logra ciertas victorias en amplias
regiones de la Alta Mesopotamia, lo que parece reflejar un dominio mayor que Ebla. Otros reyes como
Iplulil pudo aliarse con otras ciudades y llegar a suponer una amenaza para Ebla que reaccionó capturando
al rey. En cualquier caso las relaciones entre Mari y Ebla debieron ser frecuentes.
Al igual que Ebla su importancia y prosperidad reside en la actividad comercial, estableciendo una red
diplomática que durante el III milenio estuvo más enfocada hacia la Baja Mesopotamia que hacia el mundo
mediterráneo.
Junto a estas dos ciudades, existirán otros centros menos conocidos, como Assur que pudo haber firmado
un tratado con Ebla y cuya importancia se debía a su posición estratégica en el Tigris y su control sobre el
acceso a Irán y a Anatolia (no será hasta el II milenio que el mundo asirio explotará sus posibilidades
comerciales)

ISIN

Ciudad de Mesopotamia en la que los reyes de la I Dinastía fueron los auténticos sucesores del Imperio de
Ur III. Al desmembrarse el reino de la III Dinastía de Ur (2003), parte de esa herencia la recogió Ishbi-Erra
(2017-1985), acadio (semita) nativo de Mari, que fue rey de Isin durante unos 50 años. Este rey logró
hacerse con Nippur, ciudad religiosa, lo que le proporcionó grandes riquezas.
Su reino, fue en realidad nuevamente, la restauración de la situación política y de la tradición sumero-
acadia. Así, en esta época se copiaron y transmitieron casi todas las grandes obras literarias sumerias que
se conservan actualmente.
Le sucedió Shu-Ilishu (1984-1975) y a éste, Iddin-Dagan (1974-1954) que tuvo un reinado tranquilo. Pero en
la Baja Mesopotamia las Ciudades-Estado de Lagash y Larsa parece que escaparon de su poder. A este
monarca le sucedieron sucesivamente Ishme-Dagan (1953-1935) y Lipot-Ishtar (1934-1924) que tuvo que
oponerse a la incursión del rey de Asiria, Ilushuma. Con él se extinguió esta Dinastía, siendo reemplazado
por el usurpador, Ur-Ninurta (1923-1896), al que venció Abi-Sare de Larsa (1896)
Poco a poco se acentuó la decadencia a medida que aumentaba la importancia de la Ciudad-Estado de
Larsa y Mesopotamia se dividió en un mosaico de pequeños Estados gobernados por semitas amoritas,
hasta que Rim-Sin de Larsa (1822-1763) tomó la ciudad de Isin, unificando ambas ciudades bajo su poder.
Pocos años después de su muerte, desde 1750, reinará en Isin la Dinastía del País del Mar (en la orilla del
Golfo Pérsico) hasta 1460.

LARSA

Hacia 1930 comenzó la importancia de la Ciudad-Estado de Larsa. Su rey Gungu-Num (1932-1906) extendió
el reino hasta el río Diyala, tomó Elam y después Uruk y Ur, y se estableció como rey de Súmer y Akad. A Ur
afluían en esta época las grandes riquezas del Golfo Pérsico: piedras preciosa, marfil, maderas, metales
preciosos, estaño y sobre todo cobre.
Durante esta época hubo un cambio importante: el comercio estaba en manos de comerciantes privados y
el Estado cobraba impuestos sobre las mercancías. El rey vigilaba el desarrollo de la agricultura, la
construcción de canales, fortificaciones...
Abi-Saré (1905-1895) y Sumu-El (1894-1866) continuaron la obra de sus predecesores en comercio y
agricultura. Los últimos reyes fueron Warad-Sin (1834-1823) y Rim-Sin (1822-1763) tras cuyo reinado hubo
un desmenuzamiento político y se abandonaron las estructuras estatales heredadas de Ur III. Parece que se
secularizaron las propiedades eclesiásticas. Uruk se hizo independiente. Y el reino de Larsa pasó a formar
parte tras ser conquistado por Hammurabi, del reino babilónico.

7. Ebla y su significado. Problemática histórica y dinastías


El reino de Ebla (entre Alepo y Hama, en el norte de Siria) es desconocido hasta 1964/1968 cuando
empezaron las excavaciones dirigidas por el profesor Mathiae.
Arqueológicamente, Ebla ser formó hacia mediados del III milenio a.C. y fue destruida hacia 1600 a.C. por
los hititas. Extendió su poder hacia Kanish, Karkemish, Harran y Mari y de su historia se distingue varias
épocas:

1) Esplendor (2550-2400 a.C. o Dinásticos Arcaico III): se conocen los nombres de 6 reyes consecutivos.
En esta época sus dirigentes llevan el nombre de En-Malik y sus esposas el de Maliktum. Estas reinas eran
las verdaderas transmisoras del derecho por matrimonio = hierogamía?) Existía además un Consejo de
Ancianos o Abbu y los gobernadores de las ciudades subordinadas a Ebla llevaban el título de Lugal o Diku.
También estaba el Mi-sita o Visir. El rey era elegido por un procedimiento adivinatorio cada 7 años, por el
Consejo de Ancianos, por lo que su reinado parece que era temporal. El primer oficial de la administración
era el Adanum. Había además 14 gobernadores: 12 para los diferentes Distritos y 2 para Ebla. Existía una
Tesorería, denominada Sa-Za, donde se acumulaban todos los bienes que ingresaba el reino y de la que
partían las grandes cantidades de plata-moneda usadas para las distintas transacciones comerciales. En
esta sociedad, la mujer tenía la misma importancia que el hombre y los reyes pagaban impuestos, siendo
tal vez la monarquía hereditaria por vía femenina. La reina o Maliktum también era elegida por un
procedimiento adivinatorio y transmitía la legalidad conferida por la divinidad, al rey, en su matrimonio.

2) Se mantiene el poder e importancia de Ebla a principios del II milenio (2000-1800) aunque la derrota
ante los poderosos vecinos mermó su poder político.

3) Ebla conservó su importancia hasta el siglo XVII a.C.

4) Desde el siglo XV a.C. ya no se tuvo ninguna noticia de la ciudad hasta el descubrimiento de sus
ruinas hace pocos años. Son extraordinariamente importantes los dos archivos de la ciudad, descubiertos
en 1975 (con más de 15000 tablillas de arcilla), por las que se ha podido saber (tras la lectura que ha hecho
Pettinato) que:

 En la época paleoacadia, Ebla dominaba la ciudad de Mari y luego fue Ebla dominada por los acadios.
 Su lengua, el eblateo, era semita, escrita en caracteres cuneiformes sumerios, a la que Pettinato
llama "protocananeo" o "eblateo", por lo que se llega a la conclusión de que ya en la segunda mitad del III
milenio los semitas estaban mucho más allá de las regiones de los ríos Khabur y Éufrates medio, de la que
se suponía que no habían pasado.

"En la localidad siria de Tell-Mardikh, se encuentra el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad de Ebla,
donde realizaron las excavaciones equipos de la Universidad de Roma dirigidos por Paolo Matthiae. En 1968
una expedición de arqueólogos italianos encontró, bajo un montículo de unos 16 metros de altura y una
superficie de 60 hectáreas, más de 15.000 tablillas, con escritura cuneiforme, en lengua eblaíta. Las tablillas
pertenecían al palacio real del antiguo reino de Ebla, contemporáneo del imperio antiguo egipcio y de los
sumerios y acadios en Mesopotamia, un reino que controlaba parte de las actuales Siria y Palestina.

Los niveles arqueológicos de Ebla - Tell Mardikh se pueden definir desde el protohistórico Mardikh I entre el
3500 y el 2900 a.C. hasta el romano tardío y bizantino, con Mardikh VII (hasta el siglo VII d.C.). Los niveles
de mayor interés de Ebla son Mardikh II B 2, que cubre, según Paolo Matthiae el periodo de 2250-2000 a.C.
y Mardikh II A, c. 2500 a.C. donde se han hallado la mayoría de las tablillas, con itinerarios, vocabularios,
transacciones comerciales, y con menciones de la tierra de Canaán y de ciudades cananeas.

Así pues, este lugar estuvo habitado durante buena parte de la edad antigua. pero su importancia fue
decisiva durante el tercer milenio a.C. En uno de los palacios datado en la Edad de Broce temprana, cuya
destrucción se debe a Naram-Sin de Agadé, se descubrió el archivo de tablillas. El material arqueológico fue
analizado y posteriormente descifrado por el profesor Giovanni Pettinato, de la Universidad de Roma, que
fue quien llamó eblaíta a la lengua utilizada en las tablillas. Antes de este descubrimiento se ignoraba que al
final de la Primera dinastía de Mesopotamia hubiera en Siria una civilización que utilizara la escritura"

(extracto completo del blog de Ana Mª Vázquez Hoys)

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"Hacia el 2500 a.C., Ebla era un Estado que comprendía parte de la actual Siria y el sudeste de Turquía. Este
reino, era seguramente el mayor centro cultural y comercial de la época. La población de Ebla fue una
civilización que estableció archivos estatales, construyó bibliotecas y registró contratos comerciales de
forma escrita, rivalizado con las ciudades de la baja Mesopotamia. La ciudad ejercía su control político
sobre una extensa área, y que tenía tratos comerciales con lugares muy apartados, incluyendo Ur cerca del
golfo Pérsico, Asdod y Laquis en el sur de Palestina, Ákaba sobre el mar Rojo, Kanish en Asia Menor, y Nínive
y Assur. El poderío político que llegó a alcanzar se evidencia del texto de un tratado en el que se establecen
las condiciones de intercambio comercial y protección de los súbditos en las zonas controladas por Ebla
sobre Assur, en el que el rey de Ebla es el poder dominante.

La ciudad poseía una estructura urbana ideada como centro de intercambio de mercancías. La estructura se
definía a través de cuatro largas calzadas y una acrópolis, donde residían los funcionarios de la
administración y la clase dominante. Allí se trataban los intercambios, junto al gran Palacio Real. Las
caravanas llegaban de todas partes, para enriquecer los recursos de esta gran urbe del centro de Siria.

Era claro que este emporio económico no sería ignorado por los grandes centros de poder de Mesopotamia.
Enseguida encontramos rivalidades con la gran Mari - Tell Hariri, en el Éufrates medio, y con la mismísima
Akad (Agadé) de los históricos Sargón y Naram-Sin. Akad, había situado a Ebla entre sus objetivos de
imperio universal. El rey Sargón I conquistador de Sumeria fracasó, según podemos comprobar en las
tablillas, en su intento de dominar a Ebla. Pero su vasallo el rey Iblul II de Mari atacó la ciudad siendo
rechazado por el general eblaíta Enna-Dagan, quien respondió con un duro contraataque que redujo a la
ciudad de Mari al vasallaje.

Los frustrados intentos de Sargón fueron continuados por su sucesor al trono, Naram-Sin, quien provocó una
campaña económica contra la ciudad siria, obligando a las ciudades cercanas a un boicot sobre las
mercancías que daban vida a Ebla. Arruinada y exhausta, Ebla fue conquistada e incendiada por Naram-Sin
hacia el año 2250 a.C. El Palacio Real, las riquezas, las casas, templos y palacios de Ebla desaparecieron
ante los soldados acadios. Pero el fuego y la destrucción, como en Pompeya, no supusieron el final de la
ciudad, sino un espectacular proceso de conservación, al quedar sepultados bajo los escombros miles de
tablillas de arcilla esperando a ser descubiertas cuatro mil años más tarde.

Las tablillas se hallaban cuidadosamente almacenadas en estanterías. Estaban apiladas de canto en los
estantes de una sala de archivo. La destrucción dañó las estanterías y rompió centenares de tablillas, pero al
mismo tiempo endureció la mayoría mejorando su conservación. En la datación de la civilización de Ebla
tiene mucha importancia la tapa de una vasija de alabastro encontrada en el palacio. Contenía un rollo del
faraón egipcio Pepi I, cuyo reinado duró, según estimaciones, desde el 2289 hasta el 2255 a.C.
coincidiendo aproximadamente con los reyes Sargón (2334-2279 a.C.) y Naram-Sin (2254-2218 a.C.) de
Agadé en Mesopotamia.

El furioso ataque de Naram-Sin no significó el final para la ciudad. Mermada en su esplendor, Ebla continuó
siendo un lugar estratégico, en las rutas comerciales de Oriente Medio, durante los siglos posteriores. En el
Tercer Milenio los amorritas reconstruyeron la ciudad, la amurallaron y reforzaron con un enorme terraplén
de de veinte metros de altura y cincuenta metros de espesor en su base. Las puertas se reforzaron con
sillares de basalto y la ciudad recobró parte de su pujanza comercial durante otros siete siglos, que
culminan con una última destrucción, que coincide con la expansión de los indoeuropeos (hurritas o hititas)
por Siria a mediados del Segundo Milenio antes de nuestra Era. Seguramente Ebla fue saqueada hacia el
1600 a.C quizá por el rey hitita Mursilis I, que luego se apoderó de Babilonia. Las ciudades sirio fenicias de
Ugarit, Aleppo y Biblos crecían y prosperaban ante la ruina de la antigua Ebla, no hubo tercera
oportunidad.

Los registros egipcios del faraón Tutmosis III en Karnak citan a Ebla como una enorme ciudad en ruinas.
Asirios y persas dominaron la pequeña comunidad establecida entre esas ruinas, reconstruyendo
parcialmente algunos edificios. Pero a partir de entonces la ciudad decayó definitivamente. Los centros
económicos se desplazaron hacia Palmira y Petra, desde donde nabateos, romanos y bizantinos controlaron
el comercio de las caravanas.

Hacia el siglo V llegaron a las ruinas comunidades de monjes seguidores de la regla de San Simeón y unos
siglos más tarde los cruzados, pero ya nadie reconstruyó ni edificios ni muros. En 1098, la ciudad se
convierte en base cruzada para la posterior conquista de Maarret el-Numan. Cuando el profesor italiano
Paolo Matthiae llegó a este lugar en 1963 solo pudo observar un enorme montículo donde el desierto había
depositado toneladas de arena. El tesoro estaba preparado para ofrecernos todo su esplendor"

(extracto completo de www.xtec.cat/~jarrimad/historia/ebla/Ebla.htm)


8. Sociedad, economía y aspectos culturales // Contenido de las tablillas:
(extracto completo de www.xtec.cat/~jarrimad/historia/ebla/Ebla.htm)

LENGUA

Las piezas no son de tamaño uniforme, sus dimensiones varían desde 5 hasta 30 cm. La escritura es
cuneiforme sumerio pero el idioma de la mayoría era el eblaíta local. Al principio se pensó que el eblaíta
sería un dialecto antiguo del hebreo, pero se ha demostrado que tiene más parentesco con el acadio. Más
de las tres cuartas partes de los textos se referían a la administración y el resto pertenecía al campo
tradicional de aprendizaje de los escribas e incluía léxicos, así como unos veinte textos literarios escritos en
sumerio y eblaíta que podrían considerarse como un "diccionario" eblaíta-sumerio. Esta lengua eblaita, en
la opinión de los especialistas romanos debe ser calificada como una lengua "culta" en el contexto de la
civilización siria de la época.

REYES Y ESTADO

Los textos registran los reinados de tres soberanos de Ebla que tomaron el título de malikum y
tuvieron lugales a su servicio. Los reyes eran: Ar-Ennum, Ibrium e Ibbi-Zikir, que probablemente pertenecían
al final del Dinástico temprano mesopotámico. Es posible que el reinado de Ibbi-Zikir fuera contemporáneo
al de Sargón de Agadé, que pretendío haber dominado Ebla, o de su nieto Naram-Sin, que fue el destructor
Ebla.

No se sabe bien hasta dónde llegaba el reino eblaíta: puede haber llegado hasta Damasco por el Sur y
seguramente tenía relaciones estrechas con Mari, por el Este.

RELIGIÓN

Entre los dioses citados en los textos figuraban algunos sumero-acadios, pero muchos de ellos, como Baal,
Lim, Rasap y El, fueron conocidos en Occidente en épocas posteriores. Estudios más recientes citan a Dabir
como dios principal de la ciudad, acompañado de Dagón, Sipish, Hadad, Balatu y Astarté. Los cultos se
oficiaban en la antigua lengua sumeria, que como el latín en Occidente, era respetada como lengua litúrgica
en gran parte de Oriente Medio.

COMERCIO

La mayoría de los textos de Ebla trataban de tejidos, especialmente de lana (el rey poseía 80.000 ovejas) y
lino. Citaban cultivos de cebada, aceitunas y uva. Otro texto se refería a lo rica que había sido Ebla,
afirmando que Ibbi-zikir recibía todos los años el equivalente de 5 kg. de oro y 500 kg. de plata.
Sociedad y economía eblaita

SOCIEDAD

 La Sociedad estaba compuesta por:

 Ciudadanos libres o "hijos de Ebla": dumunita eblaki


 Extranjeros y prisioneros de guerra: baran-baran

ECONOMÍA

 La Economía era la base de la importancia de Ebla, constituida por:

 Agricultura: trigo, vid, olivo.


 Ganadería menor, para industria textil (lana). También se usó el lino.
 Industria de metales.
 Comercio importante, firmándose tratados con diversos países.
 Esta ciudad ejerció influencia en las zonas de Sinaí, Chipre, Éufrates septentrional y Palestina.

Existían al menos 4 Palacios: el Real, el Administrativo o del Señor con un aparato burocrático muy
desarrollado que comprendía 4700 funcionarios superintendentes sobre unos 260000 funcionarios, el Kari y
el Thori, palacios de comercio y comunicaciones.

En resumen:

Fue una importante Ciudad-Estado a orillas del Éufrates, en el actual Siria, que cobró importancia tras su
independencia de Ebla. Se trata de una de las más importantes ciudades de la economía del siglo XIX a.C.
Sus reyes amoritas fueron Iahdun-Lim, Iasmad-Adad (1810-1781) y Zimri-Lim (1780-1759) que mantuvieron
una actividad comercial muy compleja que englobó todo el Golfo Pérsico. Comerciaban con toda clase de
mercancías: madera, aceites, cobre en bruto y elaborado, estaño, orfebrería...
Mari resistió muchas incursiones asirias y amoritas y pro su extraordinaria importancia, fue casi un anticipo
de las ciudades griegas de Asia Menor. Fue destruida por Hammurabi y su territorio entró a formar parte
del reino amorita de Babilonia, del que éste era rey.
ANEXOS

* El Derecho en el Próximo Oriente Antiguo y Egipto


** Otros DIOSES:

Adab: dios del trueno y de la tormenta.


Alla: dios menor. Mensajero de Ningizzidda.
Antu: madre de Anu.
Anunitu: dios acadio.
Baba: diosa protectora de Lagash. Templo en Lagash.
Dagan (Dagon): dios de Tutul en el Balikh, ciudad conquistada por Sargón I. Este dios fue incorporado al
panteón sumeroacadio.
Dumuzi o Dumuzz: consorte de Inanna, era dios de la vegetación, que moría todos los años en invierno y
renacía en primavera.
Ereshkigal: hermana de Enki e Inanna, era diosa del mundo subterráneo, la oscuridad y la muerte.
Geshtinnana: dios menor.
Gugalamma: marido de Ereshkngal.Su nombre significa "Toro del Cielo".
Inanna (Innin, Ishtar en acadio): era la diosa de la fertilidad, del amor y de la guerra y tenía un templo en
Zabalam y era la protectora de Uruk (Erech). Se la asociaba con la estrella de la mañana (el planeta
Venus). Era también la diosa de la naturaleza y de la fecundidad, prolongación de la tradición de "diosas
madres" prehistóricas, fue la protagonista de mitos tan arquetípicos como el del "descenso a los infiernos".
Se la identificaba con la diosa griega Afrodita y la Astarté fenicia. En algunas tradiciones es hija de Anu y Ki
(la tierra), y en otras de Sim y Ningal (la luna). Tuvo 7 templos en Sumer, aunque el mayor estaba en
Uruk, dedicado a ella y a Anu. Su consorte fue Dumuzi, dios menor o semidiós y héroe de Uruk.
Ki: diosa de la tierra, madre de Enlil. A menudo se le confunde con Ninhursag (reina de las montañas),
Ninmah (la señora exaltada) o Nintu: participó con Enlil y con Enki en la creación del mundo y de los
hombres. Algunos la consideran parte de la primera tríada como un dios mayor.
Lama: diosa personal de Gudea.
Nanna o Nannar o Zuen: otro nombre de la dios de la luna Sin acadio.
Nannu o Nammu: diosa inicial del mundo, existía desde el inicio. Diosa de las profundidades marinas. Ella
creó el cielo y la tierra. Madre de los dioses, como Enki. Mujer de An.
Nanshe: diosa protectora de Lagash.
Nergal o Menslamtaea: dios de mundo subterráneo. Segundo Hijo de Enlil y Ninlil.
Nidaval o Nisaba o Nasaba: diosa de la escritura. Diosa de los cereales. Protectora de archivos reales. Diosa
protectora de Umma.
Ninazu: dios hijo de Ninlil y Enlil en el mundo oculto. Permanece allí, pues Ninlil no se pudo traer.
Ningal: diosa de la luna. (Protectora de Ur).
Ningirsu: dios sumerio, protector de Lagash (dios de Girsu). Es un dios guerrero y eliminador de demonios.
Dios del huracán. Su templo construido por Ur-Nasne, rey de Lagash, en Tello, fue destruido por
Lugalzagesi, rey de Umma, y posteriormente reconstruido por Gudea (época neosumeria). Se le asocia a
Ninurta.
Ningizzida: dios sumerio de la vegetación y el mundo subterráneo, era la divinidad personal del rey Gudea
de Lagash. Su emblema era la serpiente.
Ninkasi: diosa de la bebida. Hija de Ninhursag y Enki. (Uno de sus 8 hijos).
Ninhursag o Ninkhursag: hija de Anu. A veces se confunde con Ki. Fue amante de Enki, diosa de la
medicina y de la naturaleza. Siguiendo los consejos de Enki creó al hombre. Se le llamaba "Mammu"
(madre, mama). Tuvo un hijo con Enlil que se llamo NINURTA (el señor de la fuente). Su principal templo
estaba en El Obeid.
Ninisinna: diosa protectora de Isin.
Ninki: diosa esposa de Enki.
Ninlil: diosa esposa de Enlil. Madre de Sim. Protectora de Tummal, distrito de Nippur.
Ninmakh o Ninmah: la señora de la montaña, de carácter agrícola. Equivale a Ninhursag.
Ninurta: hijo de Enlil y Ninhursag, titular de la vegetación y de la caza. Señor del arado.
Shara: diosa sumeria, protectora de Umma.
Sin: dios sumerio de la luna. Hijo de Enlil y Ninlil, nació en el mundo subterráneo y fue obligado a
permanecer durante su infancia en el mundo de la muerte. Deidad tutelar de Ur. Es el dios de la noche,
representado a veces como un toro; rige los movimientos de la noche y del día y las fases de la luna. Otras
veces se le representa como el disco lunar, o con forma de hombre mitrado. Sim se caso con Ningal (diosa
de la luna) y tuvieron como hijos a Inanna y Utu (Shamash), el dios del sol.
Utu (Shamash en acadio): era hijo de Sim y Ningal. Era el dios sumerio del sol y de la justicia y de los
oráculos. Llamado Shamash por los acadios. Dios solar que surge por el Este en su carro de oro y que
recorre el firmamento en torno al mundo entero, y que finalmente se va por Occidente y se recoge en su
morada Ebabbarra (en las profundidades) al finalizar cada día. Protegía a todos los seres creados de la
oscuridad y de las potencias del mal que acchan en ella. Dios bueno y justo, era considerado el patrón de la
"magia blanca", de las leyes y de la justicia.

*** ZIGURAT

Los templos son construidos sobre plataformas ya desde tiempos neolíticos, y se van elevando en las
posteriores reconstrucciones o ampliaciones. Pero será durante Ur III cuando se empezarán a construir los
zigurat (reciben su nombre del acadio saqaru (estar alto) ya que su fin era alcanzar los cielos, ya que se
trataba de montañas artificiales que facilitaban a los sacerdotes el ascenso y por tanto estar más cerca de
los dioses. Por lo general se ubicaban en el centro de las ciudades, dominando su urbanismo y la
contemplación de la ciudad. Se trataba de la superposición de terrazas cuyo tamaño va disminuyendo
gradualmente, variando el número de pisos de tres a siete, llegando a la cima a través de escaleras. Los
textos mencionan también la existencia de jardines y árboles y en su interior no contaban con habitaciones.
Uno de los zigurat más conocidos es el construido en Ur por Ur-Nammu, sin embargo el que ha perdurado
gracias a la leyenda es el famoso Etemendi, construido al dios Marduk en Babilonia, y que contaba con un
santuario en la plataforma superior, constituyendo el origen de la idea y concepción de la Torre de Babel.
En cuanto a los ritos y ceremonias que se realizaban en estas construcciones existen varias hipótesis:
celebración del matrimonio sagrado del rey, lugar donde descendía la divinidad o como observatorios
astronómicos.

PALABRAS CLAVE

Ebla: ciudad al norte de Siria muy cercana a Alepo (al sur de ésta) fundada en el III milenio y destruida por
los hititas en 1600 a.C. Descubierta en 1964/68 destaca su archivo (resultado de las excavaciones en el
Palacio G) con más de 15.000 tablillas con escritura cuneiforme pero que sacan a la luz una nueva lengua o
dialecto semítico (el eblaíta o eblateo) El periodo más importante de su historia transcurre desde mediados
del III milenio hasta mediados del II.
Isin: Ciudad-Estado del sur mesopotámico. Los reyes de la I dinastía de Isin son los verdaderos sucesores de
la III dinastía de Ur que al desmembrarse su herencia es recogida por Ishbi-Erra, acadio (semita) nativo de
Mari, rey de Isin durante medio siglo. Su reino supone la restauración de la situación política y de la
tradición sumerio-acadia.
Mari: Ciudad-Estado siria ubicada a orillas del Éufrates, que tras independizarse de Ebla cobrará
importancia. Sus reyes mantuvieron una actividad comercial muy compleja que englobó todo el Golfo
Pérsico. Por su importancia se puede decir que casi se trata de un anticipo de las ciudades griegas de Asia
Menor. Mari será destruida por Hammurabi entrando su territorio a formar parte del reino amorita de
Babilonia.
Lagash: Ciudad-Estado sumeria, que durante el Dinástico Arcaico o época protodinástica entre 2900-2334
a.C. mantuvo una lucha por la hegemonía política con Ciudades-Estado como Kish, Uruk y Ur, ciudades que
fueron estableciendo las primeras dinastías sumerias y se alternaron la supremacía en el Súmer durante
esta época. Durante la época conocida como "Renacimiento Sumerio" (2155-2004) destaca su II dinastía
(2155-2111) que junto a la V dinastía de Uruk y la III de Ur constituye un retorno a la organización de las
Ciudades-Estado sumerias anteriores al Imperio acadio. De esta II dinastía de Lagash destaca la figura del
rey Gudea.
Gudea: rey de Lagash (2141-2122) que reinó durante la II dinastía de Lagash tras el Imperio acadio. Esta
dinastía constituyó junto a otras ciudades del sur mesopotámico (Ur, Uruk) una vuelta a la organización
política de las Ciudades-Estado que imperaban en Mesopotamia antes de la hegemonía de los acadios (II
dinastía de Lagash (2155-2111) De Gudea destacan sus construcciones de templos, canales, presas para
riegos... y sobre todo sus famosas estatuas de diorita.
Urbaba: tras la caída de la dinastía acadia o sargónida, Ur-Baba (o Ur-Bau) reina en la ciudad de Lagash. Le
sucederán sus tres yernos, siendo el más importante de los tres el rey Gudea que marcará el apogeo de
Lagash durante su II dinastía (2155-2111) Esta dinastía supone la recuperación territorial de Súmer tras
época acadia junto a otras ciudades del sur mesopotámico como Uruk o Ur III.
Utukhengal: último rey de la V dinastía de Uruk que expulsará a los guti (que acabaron con el Imperio
acadio) Será destronado por Ur-Nammu de Ur comenzando la III dinastía de esta ciudad.
Ur-nammu: fundador de la III dinastía de Ur (2112-2004) que constituye junto a Uruk y Lagash la vuelta a la
organización política de las Ciudades-Estado sumerias anteriores al Imperio de Akad. Ur-Nammu (2112-
2095) pacificó el país, se autoproclamó "rey de Sumer y Akad" y se le debe la promulgación del primer
código de justicia de la historia cuya finalidad radica en la regulación de las relaciones económicas y de las
injusticias sociales. Le sucede su hijo Shulgi.
Shulgi: hijo y sucesor de Ur-Nammu, será rey de la III dinastía de Ur. Realizó diversas reformas y mejoras,
restauró santuarios, reformó los pesos y medidas, reorganizó el ejército, realizó un catastro... Su reinado y
el de su hijo Amarsuen (Amar-Sin) marcan el apogeo de la dinastía. Pero Shulgi será conocido
especialmente por llevar el título de "Rey de las Cuatro Regiones" y sobre todo por hacerse divinizar
siguiendo el ejemplo del acadio Narâm-Sin.
Amar-Sin: hijo y sucesor de Shulgi será rey de la III dinastía de Ur. Su reinado se caracteriza por ser un
periodo pacífico, eso sí tras destruir la ciudad de Arbelas después de su ascenso al trono. Le sucederá su
hijo Shu-Sin, que mantuvo una paz que llegaría hasta el reinado de Ibbi-Sin.
Shu-Sin: rey de la III dinastía de Ur, conocido por un gobierno pacífico al igual que su padre y por la
construcción de un muro de contención destinado a evitar el paso de los amorreos. Durante su época es
muy probable que se dé una pérdida del control en los territorios conquistados por el poder central, es
decir una posible descentralización.
Ibbi-Sin: último rey de la III dinastía de Ur que será coronado en las tres ciudades principales del reino:
Nippur (capital religiosa), Uruk (cuna dinástica) y Ur (capital del Imperio) Durante su reinado irrumpen los
nómada amoritas que provocaron una época de hambre tras destruir las cosechas. Ibbi-Sin fortificó Ur y
Nippur y puso al mando de las regiones amenazadas a Ishbi-Erra.
Ishbi-Erra: oficial nativo de Mari a quien Ibbi-Sin entregó el mando de las regiones amenazadas por los
amoritas, tras lo que se hace independiente en la ciudad de Isin, fundando la primera dinastía de la ciudad.
Por lo que a partir del 2009 Ur III está dividido en dos partes.
Sukklamah: Gran Canciller o Jefe de los Correos que dependía directamente del rey. A su vez era jefe de los
Sukkal: inspectores reales, encargados de vigilar el funcionamiento de las administraciones locales. Junto a
otros funcionarios (Aga-Ush:policía; Nubanda:inspector; Mahkin:comisario...) vivían probablemente de
lotes de tierra concedidos por el Palacio o los Templos.
Ensi: (III milenio-2004 a.C) Súmer: jefe de la ciudad que vivía en un Palacio (otras veces llevaba el nombre
de Lugal o rey); Akad: lugartenientes o gobernadores que ayudaban al rey en su gobierno, con la autoridad
que éste les concediera; Ur III: funcionarios con poder civil que mantenían el orden, organizaban obras
públicas, recaudaban tributos, etc. (durante esta época ya no disponían de tanto poder como los antiguos
jefes de las ciudades sumerias)
Shagin: funcionarios que junto a los Ensi formaban parte del alto funcionariado del Imperio de Ur III. Eran
funcionarios con poder militar como regla general, pero había circunstancias locales: en Mari, el Shagin
dirigía el ejército y los trabajos agrícolas y comunales, como la construcción de canales y su mantenimiento.
Damgar: durante el Imperio de Ur III (2112-2004) eran los grandes comerciantes que formaban parte de las
personas acomodadas pertenecientes a la clase social de hombres libres y que por tanto tenían estatuto
jurídico.
Mashda o Mushkenum: durante el Imperio de Ur III, clase social libre, con estatuto jurídico. Eran el pueblo
propiamente dicho, con derechos inferiores a la clase acomodada, sujetos a la tierra y que se vendían con
ella. Tenían hijos libres y podían contraer matrimonio libremente. En Babilonia, según el Código de
Hammurabi, Mushkenum, es también dentro de las clases sociales, el pueblo o "siervo de palacio", también
con estatuto jurídico.
Eren: o "Tropa": durante el Imperio de Ur III, tropas asignadas por el Palacio o los Templos a ocupaciones
muy diversas: trabajos agrícolas, transporte, servicio militar... Carecían de estatuto jurídico y dependían de
un Shagin o de un Ensi. No podían desplazarse a voluntad fuera de su lugar de residencia.
Namru o Namra: esclavos prisioneros de guerra durante Ur III. Namru: uno de los dioses mesopotámicos
perteneciente al grupo de los Anunnaki.
Samsi-Adad:
Tukulti-Ninurta: tema 5 Asiria
Lipit-Ishtar: rey de la V dinastía de Isin, uno de los más importantes de dicha ciudad gracias al conjunto de
leyes que promulgó durante su reinado.
Gundunum o Gungunum: rey fundador del reino de Larsa (o así considerado) de origen amorreo. Durante
su reinado se estableció como rey de Súmer y Akad y tomó Ur y Uruk. Además casi todo Elam se
encontraba bajo su poder.
Abisare: sucesor de Gundunum en Larsa. Vence y asesina a Ur-Ninurta, usurpador y sucesor de Lipith-
Ishtar.
Tell Mardikh: nombre actual de la antigua ciudad siria de Ebla, donde las excavaciones desde 1968 han
descubierto sus famosos archivos con más de 15.000 tablillas que nos informan del reino, las relaciones y
de la lengua eblaíta.
Ebrium: rey de Ebla o Visir según algunos historiadores. Durante su reinado convierte a Ebla en una
potencia capaz de hacer frente a Mari o al Imperio acadio impulsando las relaciones comerciales.
Ibbit-Lim: rey de Ebla conocido por una estatua votiva de basalto dedicada a la diosa Ishtar (y con texto
esculpido cuneiforme) hallada durante las excavaciones de 1968 en Tell-Mardikh.
Mi-sita: Visir del reino de Ebla.
Dumu-nita eb-bla-ki: ciudadanos libres o "hijos de Ebla"
Zimri-Lim: último rey de la ciudad siria de Mari (Tell-Hariri) Con ayuda del rey de Alepo podrá recuperar el
trono de Mari tras la expulsión de su padre por parte del rey asirio Shamsi-Adad I. Tras reconquistar del
trono tratará de recuperar y recomponer la ciudad impulsando el comercio y la diplomacia, reformando la
organización administrativa, dotando a la ciudad de un puerto fluvial y embelleciendo el palacio. Entablará
relaciones comerciales con el norte de Mesopotamia y Babilonia. Confluirán así riquezas que convertirán a
Mari en un enclave internacional.

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