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10/10/2019 Evitemos desarrollar un corazón altivo — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2005


w05 15/10 págs. 21-26

Evitemos desarrollar un corazón altivo


“Dios se opone a los altivos.” (SANTIAGO 4:6.)

1. Mencione un ejemplo de orgullo apropiado.

¿ALGUNA vez le ha ocurrido algo que lo haya llenado de orgullo? La mayoría de


nosotros hemos experimentado esa agradable sensación. Sentir cierto grado de
orgullo no tiene nada de malo. Por ejemplo, cuando los padres se enteran por el
boletín de calificaciones de la buena conducta y aplicación de su hijo en la escuela,
sus rostros probablemente se iluminan de satisfacción. El apóstol Pablo y sus
compañeros se enorgullecieron de una congregación que habían ayudado a fundar,
pues sus miembros habían soportado fielmente la persecución (1 Tesalonicenses
1:1, 6; 2:19, 20; 2 Tesalonicenses 1:1, 4).
2. ¿Por qué suele ser indeseable el orgullo?

2 De los ejemplos anteriores se desprende que el orgullo puede referirse a la


satisfacción que se siente por algo que se hace o se posee. Sin embargo, con
frecuencia designa un exceso de estimación propia, el sentimiento del que se
considera superior a otros por su capacidad, apariencia, riqueza o posición social;
suele manifestarse con una actitud arrogante y un porte altanero. De esta clase de
orgullo debemos huir decididamente los cristianos. ¿Por qué razón? Porque todos
nacemos con tendencia al egoísmo, tendencia que hemos heredado de nuestro
primer padre, Adán (Génesis 8:21). Así pues, el corazón puede engañarnos para que
nos enorgullezcamos de cosas indebidas, como serían la raza, las riquezas, la
educación, las cualidades o los logros en el trabajo. El orgullo que nace de estas
causas no solo no es bueno, sino que además desagrada a Jehová (Jeremías 9:23;
Hechos 10:34, 35; 1 Corintios 4:7; Gálatas 5:26; 6:3, 4).
3. ¿Qué es la altivez, y qué dijo Jesús al respecto?

3 Existe otra razón para evitar el orgullo indebido: si lo dejamos crecer en el corazón,
puede convertirse en una de las expresiones más detestables del orgullo, a saber, la
altivez o la altanería. ¿Qué es la altivez? La persona altiva no solo se considera
superior a los demás, sino que es despectiva en su trato (Lucas 18:9; Juan 7:47-49).
Jesús incluyó la “altanería” en la lista de cosas malas que salen “del corazón” y
“contaminan al hombre” (Marcos 7:20-23). De ahí la importancia de no dejar que el
corazón se vuelva altivo.
4. ¿Por qué es conveniente que analicemos algunos ejemplos bíblicos de altivez?

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4 Para evitar la altivez, es conveniente que analicemos algunos pasajes bíblicos de
personas que tuvieron ese defecto. De este modo estaremos mejor preparados para

detectar sentimientos impropios de orgullo que tal vez existan en nosotros o que
puedan aflorar más adelante. Tal análisis nos ayudará a desechar pensamientos o
sentimientos que pudieran volvernos altivo el corazón. Si así lo hacemos,
no sufriremos daño cuando Dios actúe contra este mundo en conformidad con la
advertencia que dio a su antigua nación: “Removeré de en medio de ti a los tuyos
que altivamente se alborozan; y nunca más serás altiva en mi santa montaña”
(Sofonías 3:11).

Dios se encarga de los altivos


5, 6. ¿Cómo demostró su altivez el Faraón, y con qué consecuencias?

5 También es posible conocer lo que Jehová opina de la altivez por el trato que dio a
ciertos gobernantes poderosos, como el Faraón de Egipto, quien ciertamente tenía
un corazón altivo. Considerándose un ser divino al que había que adorar,
despreciaba a sus esclavos, los israelitas. A la solicitud de que los dejara ir al
desierto ‘para que le celebraran una fiesta’ a Jehová, respondió con arrogancia:
“¿Quién es Jehová, para que yo obedezca su voz y envíe a Israel?” (Éxodo 5:1, 2).
6 Tras castigar al rey egipcio con seis plagas, Jehová mandó a Moisés a
preguntarle: “¿Todavía estás portándote altivamente contra mi pueblo al
no enviarlo?” (Éxodo 9:17). A continuación, Moisés anunció la séptima plaga: una
granizada que arruinó la tierra. Tan pronto como se liberó a los israelitas después de
la décima plaga, el Faraón cambió de parecer y salió a perseguirlos. Finalmente, el
Faraón y sus ejércitos quedaron atrapados en el mar Rojo. Imaginemos los
pensamientos que debieron cruzar por su cabeza cuando las aguas los cubrían.
¿Qué consecuencias tuvo la altivez de aquel gobernante? Sus tropas de élite
exclamaron: “Huyamos de todo contacto con Israel, porque Jehová ciertamente
pelea por ellos contra los egipcios” (Éxodo 14:25).
7. ¿Cómo demostraron su altivez los monarcas babilonios?

7 Hubo otros gobernantes engreídos a quienes Jehová humilló. Uno de ellos fue
Senaquerib, rey de Asiria (Isaías 36:1-4, 20; 37:36-38). Andando el tiempo, Asiria fue
conquistada por Babilonia, y más tarde dos altivos monarcas babilonios también
fueron humillados. Recordemos el banquete que celebró el rey Belsasar, en el que él
y sus invitados reales alabaron a sus dioses bebiendo vino en las copas tomadas
del templo de Jehová; de repente apareció una mano humana que comenzó a
escribir en la pared. Cuando se le pidió al profeta Daniel que descifrara el misterioso
mensaje, este le recordó al rey: “El Dios Altísimo mismo dio a Nabucodonosor tu
padre el reino [...]. Pero cuando su corazón se hizo altivo [...], fue bajado del trono de
su reino, y su propia dignidad le fue quitada. [...] En cuanto a ti, su hijo Belsasar, tú
no has humillado tu corazón, aunque sabías todo esto” (Daniel 5:3, 18, 20, 22). Esa
misma noche, el ejército medopersa conquistó Babilonia, y Belsasar fue muerto
(Daniel 5:30, 31).
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8. ¿Cómo se encargó Dios de ciertos hombres altivos?

8 Pensemos, asimismo, en otros hombres insolentes que despreciaron al pueblo de


Jehová: el gigante filisteo Goliat, el primer ministro persa Hamán y el rey Herodes
Agripa, que gobernó la provincia de Judea. Dios hizo que por su arrogancia sufrieran
una muerte humillante (1 Samuel 17:42-51; Ester 3:5, 6; 7:10; Hechos 12:1-3, 21-23).
La manera como Dios se encargó de estos hombres altivos recalca la siguiente
verdad: “El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del
tropiezo” (Proverbios 16:18). Es evidente, pues, que “Dios se opone a los altivos”
(Santiago 4:6).
9. ¿Qué traición cometieron los reyes de Tiro?

9 A diferencia de los soberbios gobernantes de Egipto, Asiria y Babilonia, el rey de


Tiro colaboró en un principio con el pueblo de Dios. Durante los reinados de David y
Salomón proporcionó materiales y artesanos de gran habilidad para la construcción
de los edificios reales y del templo de Dios (2 Samuel 5:11; 2 Crónicas 2:11-16).
Lamentablemente, los reyes de Tiro acabaron volviéndose contra el pueblo de
Jehová. ¿Por qué motivo? (Salmo 83:3-7; Joel 3:4-6; Amós 1:9, 10.)

“Tu corazón se hizo altivo”


10, 11. a) ¿Quién es semejante a los reyes de Tiro? b) ¿Por qué cambió la actitud de los tirios hacia
Israel?

10 Jehová inspiró al profeta Ezequiel para que denunciara y condenara a la dinastía


real de Tiro. El mensaje dirigido al “rey de Tiro” contiene expresiones aplicables
tanto a la dinastía tiria como al primer traidor, Satanás, quien “no permaneció firme
en la verdad” (Ezequiel 28:12; Juan 8:44). Al principio, Satanás era un espíritu leal
que formaba parte de la organización de hijos celestiales de Jehová. Mediante
Ezequiel, Jehová Dios indicó la causa básica de la deslealtad de la dinastía tiria y de
Satanás:
11 “En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu
cobertura [...]. Tú eres el querubín ungido que cubre [...]. Estuviste exento de falta en
tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló injusticia en ti. Por
la abundancia de tus artículos de venta llenaron el centro tuyo de violencia, y
empezaste a pecar. Y yo [...] te destruiré, oh querubín que cubre [...]. Tu corazón se
hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante
esplendor.” (Ezequiel 28:13-17.) En efecto, la altivez indujo a los reyes tirios a tratar
con violencia al pueblo de Jehová. Tiro acumuló grandes riquezas como centro del
comercio y fue famoso por la belleza de sus productos (Isaías 23:8, 9). Sus reyes se
volvieron arrogantes y empezaron a oprimir al pueblo de Dios.
12. ¿Qué llevó a Satanás a volverse traidor, y qué sigue haciendo?

12 De igual manera, la criatura espiritual que se convirtió en Satanás contó


inicialmente con la sabiduría necesaria para desempeñar cualquier comisión que
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Jehová le diera; pero en vez de estar agradecido, “se [hinchó] de orgullo” y despreció
el modo de gobernar de Dios (1 Timoteo 3:6). Lleno de ínfulas, comenzó a

ambicionar que Adán y Eva lo adoraran a él. Una vez que su mal deseo se hizo
fecundo, dio a luz el pecado (Santiago 1:14, 15). Satanás persuadió a Eva para que
comiera del fruto del único árbol que Dios les había prohibido, y luego la utilizó para
incitar a Adán a hacer lo mismo (Génesis 3:1-6). Así, nuestros primeros padres
rechazaron el derecho de Dios a gobernarlos y llegaron a ser adoradores de
Satanás. La altivez del Diablo no conoce fronteras. De hecho, él ha procurado tentar
a todas las criaturas inteligentes del cielo y la Tierra, incluso a Jesucristo, a que lo
adoren y rechacen la soberanía de Jehová (Mateo 4:8-10; Revelación [Apocalipsis]
12:3, 4, 9).
13. ¿Qué fruto ha producido la altivez?

13 Como hemos visto, la altivez empezó con Satanás, y es la raíz del pecado, el


sufrimiento y la corrupción que existen en el mundo. El Diablo, en su papel de “dios
de este sistema de cosas”, sigue fomentando el orgullo y la altivez (2 Corintios 4:4).
Consciente de que le queda poco tiempo, guerrea contra los cristianos verdaderos.
Su objetivo es apartarlos de Dios y convertirlos en personas egoístas, presumidas y
altivas. La Biblia predijo que estas características carnales serían comunes en estos
“últimos días” (2 Timoteo 3:1, 2, nota; Revelación 12:12, 17).
14. ¿Qué pauta sigue Jehová al tratar con sus criaturas inteligentes?

14 Jesucristo, por su parte, denunció con valor las nefastas consecuencias de la


altivez de Satanás. Por lo menos en tres ocasiones y delante de enemigos que se
creían moralmente superiores, marcó la pauta que Jehová sigue al tratar con la
humanidad: “Todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será
ensalzado” (Lucas 14:11; 18:14; Mateo 23:12).

Protejamos el corazón contra la altivez


15, 16. ¿Por qué se volvió altiva Agar?

15 Tal vez haya notado que los ejemplos de altivez citados son de hombres
prominentes. ¿Significa esto que la gente común y corriente no tiende a la
arrogancia? De ninguna manera. Veamos un episodio que tuvo lugar en la familia de
Abrahán. El patriarca no tenía hijo que lo sucediera, y su esposa, Sara, ya no estaba
en edad fértil. Era costumbre que un hombre en tales circunstancias tomara una
segunda esposa y tuviera hijos con ella. Dios toleró tales uniones porque aún no era
el momento de restablecer la norma original del matrimonio entre sus siervos
verdaderos (Mateo 19:3-9).
16 A instancias de su mujer, Abrahán accedió a engendrar un heredero potencial a
través de Agar, la sirvienta egipcia de Sara. Como esposa secundaria del patriarca,
Agar quedó embarazada; pero en lugar de mostrarse agradecida por su honrosa
posición, dejó que su corazón se tornara altivo. “Cuando ella se dio cuenta de que
estaba encinta, entonces su ama empezó a ser despreciada a los ojos de ella”, dice
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la Biblia. Su actitud ocasionó tanto conflicto en la familia de Abrahán que Sara hizo
que huyera. Pero el problema tenía solución. El ángel de Dios le aconsejó a Agar:

“Vuélvete a tu ama y humíllate bajo su mano” (Génesis 16:4, 9). Al parecer, ella


siguió el consejo, corrigió su actitud hacia Sara y fue la antecesora de una gran
multitud.
17, 18. ¿Por qué debemos todos evitar la altivez?

17 El caso de Agar muestra que cuando la situación de una persona mejora, esta
puede volverse altiva. La lección es que las riquezas o la autoridad pueden engreír
incluso a un cristiano que haya servido a Jehová con corazón puro. También es
posible que se vuelva soberbio si otros lo alaban por sus éxitos, sabiduría o
capacidad. Efectivamente, el cristiano debe estar alerta para no dejar que la altivez
se aloje en el corazón, sobre todo si tiene éxito en lo que hace o si se le confían más
responsabilidades.
18 La principal razón para evitar la altivez es la opinión que Dios tiene de ella.
Su Palabra afirma: “Ojos altivos y un corazón arrogante —lámpara de los inicuos—
son pecado” (Proverbios 21:4). Es interesante el hecho de que la Biblia exhorta
especialmente a los cristianos “que son ricos en el presente sistema de cosas” a
que no sean “altaneros” u “orgullosos” (1 Timoteo 6:17, nota; Deuteronomio 8:11-
17). Por su parte, los cristianos que no son ricos deben evitar tener un “ojo
envidioso” y han de recordar que la altivez puede desarrollarse en cualquiera de
nosotros, seamos ricos o pobres (Marcos 7:21-23; Santiago 4:5).
19. ¿De qué manera echó a perder Uzías su espléndida trayectoria?

19 La altivez, junto con otros defectos, puede echar a perder una buena relación con
Jehová. Pongamos por caso a Uzías, quien en la primera parte de su reinado “siguió
haciendo lo que era recto a los ojos de Jehová [...]. Y continuamente tendió a buscar
a Dios [...]; y, en los días de buscar él a Jehová, el Dios verdadero lo hizo próspero”
(2 Crónicas 26:4, 5). Por desgracia, aquel rey empañó su espléndida trayectoria
porque “su corazón se hizo altivo aun hasta el punto de causar ruina”. Lleno de
soberbia, entró en el templo a ofrecer incienso, y cuando los sacerdotes trataron de
disuadirlo para que no realizara esa acción insolente, “Uzías se enfureció”. Como
consecuencia, Jehová lo castigó con lepra, y, finalmente, murió sin el favor de Dios
(2 Crónicas 26:16-21).
20. a) ¿Qué puso en peligro la buena reputación de Ezequías? b) ¿Qué analizaremos en el siguiente
artículo?

20 Comparemos el caso del rey Uzías con el de otro rey, Ezequías, quien en cierta
ocasión estuvo a punto de manchar su excelente reputación “porque su corazón se
hizo altivo”. Afortunadamente, “Ezequías se humilló por la altivez de su corazón” y
recobró el favor de Dios (2 Crónicas 32:25, 26). Observemos que el remedio contra
su altivez fue la humildad. En efecto, la humildad es lo opuesto a la altivez. Por lo
tanto, en el siguiente artículo analizaremos cómo cultivar y mantener la humildad
cristiana.

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10/10/2019 Evitemos desarrollar un corazón altivo — BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
21. ¿Qué pueden esperar con anhelo los cristianos humildes?

21 No olvidemos, pues, el mal fruto que ha producido la altivez. Dado que “Dios se
opone a los altivos”, resolvámonos a rechazar el orgullo impropio. Si seguimos
luchando por ser cristianos humildes, podemos esperar con anhelo sobrevivir al
gran día de Dios, en el que se eliminará de la Tierra a los altivos juntamente con su
fruto. En ese día, “la altivez del hombre terrestre tiene que inclinarse, y la altanería
de los hombres tiene que ser rebajada; y solo Jehová tiene que ser puesto en alto”
(Isaías 2:17).

Preguntas para meditar

• ¿Cómo describiría usted a una persona altiva?

• ¿Con quién empezó la altivez?

• ¿Qué cosas pueden hacer que una persona se vuelva altiva?

• ¿Por qué debemos evitar la altivez?

[Ilustración de la página 23]

La altivez del Faraón le acarreó humillación

[Ilustración de la página 24]

Agar se volvió altiva cuando mejoró su posición

[Ilustración de la página 25]

Ezequías se humilló y recobró el favor de Dios

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