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Lic. Ejecutiva en Ingeniería en Sistemas Computacionales.

Cuatrimestre 17-1

Ensayo: Ética Empresarial.

Asignatura: Modelos De Gestión De Negocios.

Nombre del Alumno: Eric Cortés Pérez.

No Cuenta: 17713016

Grupo: DGC01V

Profesora: Nydia Karen Silva Tapia.

Fecha de Entregable: 19 de noviembre de 2016.


Por Eric Cortés Pérez.

Objetivo:
Lograr un análisis y reflexión acerca de la ética empresarial que se debe seguir en el ser humano
tomando como referencia el libro “ética para la empresa” de Fernando Savater.

Ya que este libro nos presenta una clara radiografía de nuestra situación como sociedad. En la
que el marketing, las ventas, y el enriquecimiento es el común denominador.

A continuación, vamos a desarrollar un ensayo con todos los elementos que nos ofrece el libro
“ética para la empresa”, mediante una postura crítica y buscando una conclusión positiva al tema.
Por Eric Cortés Pérez.

1. El empresario como héroe.


“Para los griegos, por ejemplo, la figura emblemática, era el héroe de la ciudad. Más tarde, en el
medioevo, la figura fue la del santo. Después, en el siglo XVIII, fue la del sabio, la del hombre de
conocimiento, de sabiduría. En nuestra época el empresario, creador de actividad productiva y
económica porque es el que de alguna manera todos quieren ser y alcanzar, y porque representa
el nivel más alto, envidiable y logrado de la escala social. (Savater, 2014)”

Durante nuestra evolución como raza humana se han manifestados diferentes figuras de
empresarios; diferentes civilizaciones que comenzaron con el trueque como las nuestras; como
los mayas y los mexicas, hasta los fenicios y romanos con la paga con sal o la aparición de la
moneda, sin dejar de lado el gran auge que genero empresarios en la revolución industrial. El
empresario ha generado la actividad mercantil durante la evolución del hombre, formal o
informalmente.

“Empresario, es ser emprendedor, emprender cosas, alguien que actúa y cuyo objetivo es
satisfacer necesidades humanas, aquel que se encarga de estilizar las necesidades humanas en
formas diferentes a las habituales. Nuestras necesidades son, en cierta medida, la fuente de
nuestros placeres; las necesidades nos acucian cuando no se pueden satisfacer, pero cuando se
satisfacen son parte de nuestros placeres. Y parte de la tarea del empresario es satisfacerlas
siguiendo las virtudes que le son propias” (Savater, 2014).

Debemos comprender que la naturaleza del empresario es satisfacer necesidades de los


individuos, el ser humano además de cubrir sus necesidades, desde su origen se ha caracterizado
por acaparar, poseer y ostentar diversos bienes de consumo que le permitan gozar de un estatus
social, la cual psicológicamente le hace sentir superior en una sociedad, situación que le produce
placer, mismo que el empresario aprovecha para aumentar sus ventas.
Por Eric Cortés Pérez.

2. Las virtudes del empresario.

a) La audacia.

“Quien al querer emprender cosas no es audaz no emprende nada. Sin un mínimo de audacia, de
asunción de riesgo y de arrojo que implique pérdidas o ganancias, no se puede ser empresario”
(Savater, 2014).

Sin duda alguna una de las propiedades fundamentales de un empresario debe ser la audacia, ya
que existe la probabilidad de fracasar o prosperar un negocio, lo dice un refrán: “el que no arriesga
no gana”, todo tiene una dosis de riesgo y los negocios no son la excepción.

b) Capacidad de identificar el interés común.

“Es la capacidad de entender un interés común, un algo que no solo le interesa a él sino también
a los demás. es la habilidad de generalizar intereses, de ubicar a cada cual, en su lugar, de
comprender las exigencias ajenas y de compatibilizarlas con las propias”. (Savater, 2014)

Entender las necesidades de su entorno o de su sociedad es una de las misiones más importantes
de un empresario ya que de ellos dependerá la vida de la organización, pero debemos tener claro
que el empresario debe perseguir necesidades y no modas ya que las modas son pasajeras, las
necesidades duraderas.

c) La prudencia.

“El empresario debe cumplir con otra característica y es la prudencia; existe la posibilidad de
pérdida y ganancia. Un empresario con una disposición próxima a la renuncia absoluta, a la
santidad o a la generosidad sin cálculo evidentemente sería un mal empresario, un hombre
imprudente” (Savater, 2014).

El empresario debe tener claro dos cosas que ninguna empresa genera dividendos de la noche a
la mañana, que requiere de tiempo y esfuerzo y que no se puede ser totalmente generoso con sus
consumidores.
Por Eric Cortés Pérez.

d) La responsabilidad.

“La responsabilidad también se encuentra entre las virtudes necesarias de todo empresario. El
empresario tiene que responder, no puede sacrificar a los demás para ocultarse, sucede con aquel
que comercia con una botella de licor adulterado o falsificado: no podemos llamarlo empresario
porque sencillamente es un estafador que camina por el mundo engañando a la gente” (Savater,
2014).

Un empresario debe tener claro que una empresa no siempre tendrá buenos momentos, la
responsabilidad de la garantía de sus productos o servicios debe ser su máxima carta de
presentación, ya que todo consumidor busca sentirse respaldado por la garantía que ofrezca el
producto o servicio y no sentirse engañado.

e) La eficacia.

“La eficacia o la capacidad de generar ganancias es otra virtud propia del empresario, virtud que
tradicionalmente ha sido estigmatizada si se quiere por las culturas católicas. En la tradición
católica existe cierta indignación hacia la idea de ganancia y de lucro, considerándola como algo
inmoral de por sí. El dinero que produce dinero es un hecho que ha horrorizado al pensamiento
cristiano, señalándolo no pocas veces como el fruto de la usura” (Savater, 2014).

Es natural que un empresario busque la eficacia en un negocio, pero si hay algunos elementos
con los cuales no es permisible lucrar de mala manera es con la salud, caso de los estupefacientes
(Drogas) que para muchos narcotraficantes es un negocio eficaz y fructífero, y con la fe, tal y como
lo es la religión, generando ganancias con la fe, en el caso del “diezmo”.

f) La confianza.

“Es una virtud imprescindible para cualquier empresa y empresario. Una empresa no puede
funcionar, quizá ni siquiera pueda existir, si no inspira un mínimo de confianza. Es imprescindible
tratar lealmente al cliente, suministrarle el producto que él espera de la empresa” (Savater, 2014).

Esta es la característica fundamental de una empresa, empresa que no inspira confianza


simplemente está destinada al fracaso. El cliente satisfecho es la mejor recomendación a su propio
mercado, pero esto también es inversamente proporcional ya que un cliente insatisfecho provoca
que la empresa pierda credibilidad ante su mercado.
Por Eric Cortés Pérez.

3. La ética en medio del holocausto.


“El psicoanalista Bruno Bettelheim en su libro, “Sobrevivir”, su experiencia como prisionero de un
campo de concentración nazi. “Contraria a esta lógica, Bettelheim anota que fueron precisamente
todos los que así pensaron los que primero perecieron, mientras que aquellas personas que por
convicciones morales o por la simple rutina de toda la vida de comportarse de una cierta manera
moral, que admitían los aplazamientos y las restricciones de su propio deseo y reconocían la
realidad del otro, eran las que tenían mayor posibilidad de sobrevivir”.

Debemos recordar que la época de la segunda guerra mundial (1939 – 1945) millones de seres
humanos en Alemania y Polonia (principalmente judíos y musulmanes) por cuestiones de
supervivencia trabajaron en fábricas de producción de armas para exterminio de su propia raza,
situación que daba lugar a la ética, sino a la única posibilidad de sobrevivir, tal y como lo relata la
película “la lista de Schindler”.

4. La dimension social del hombre


“No esperéis de la benevolencia del cervecero la cerveza, o de la del panadero el pan; ellos os lo
dan por su propio interés, pero también su interés es teneros contentos con su cerveza y con su
pan, pues de ello dependen sus propias satisfacciones” (Savater, 2014).

Una de las grandes herramientas de los empresarios es como coloquialmente se dice: “El que no
enseña, no vende”. El dar a probar sus productos de manera “gratuita” por un tiempo determinado
es la mejor arma que un empresario tiene para envolver a un mercado para convertirlo cautivo con
la premisa de satisfacer necesidades primarias.

“¿Y qué tiene que ver la ética con esta jungla despiadada? Desde el punto de vista ético, se
considera que toda fuente de riqueza es social y por tanto implica responsabilidades sociales en
quienes se benefician de ella, tanto más cuanto más provecho obtengan. Esto es cierto
primordialmente a escala nacional, pero también dada la internacionalización creciente y la
interdependencia sin fronteras de los negocios, a escala mundial” (Savater, 2014).

Si bien la globalización ha convertido a las organizaciones o empresarios en la coloquial frase: “el


pez grande se come al chico”, haciendo que los empresarios u organizaciones solo piensen en el
marketing, la venta y estas sean menos sensibles ante la ética empresarial, el empresario debe
considerar la responsabilidad de no dañar su propio mercado.
Por Eric Cortés Pérez.

“La concentración en una porción mínima de la población planetaria de la inmensa mayoría de


bienes, recursos y servicios, así como la utilización excluyente de los dones de la naturaleza,
amplía de manera excepcional el alcance de la responsabilidad de los privilegios por tan desigual
reparto” (Savater, 2014).

No debemos olvidar que los bienes de consumo se generan de materias primas, las cuales
provienen de la naturaleza, desde los tiempos de la revolución hasta nuestros días, hemos
sobreexplotado los recursos naturales del planeta, lo cual, la ética empresarial debe contemplar
este punto importante para el ser humano.

“Es curioso que los acontecimientos financieros en Estados Unidos y otros países que han llevado
al desastre de la crisis, con sus ejemplos de desvergüenza y abuso de las posiciones de privilegio
con las peores consecuencias empresariales, han reforzado la idea de que prescindir de toda
consideración ética en los negocios no solo es indecente sino también y sobre todo imprudente:
vuelve a escuchar se con énfasis renovado el clásico: good ethics is good business” (Savater,
2014).

Situaciones de negocios sin ética, han generado crisis en algunas economías del mundo, debemos
recordar que, en estados unidos en octubre de 2008, diversas organizaciones inmobiliarias
vendieron casas de manera irracional generando con esto una crisis hipotecaria, numerosas
quiebras financieras, ya que el consumidor no tenía capacidad de pago. Todo por perseguir un
nivel de ventas alto, sin equilibrio, sin ética.

“La modernidad capitalista ha ido desmontando las barreras jerárquicas tradicionales de


nacimiento, sexo, raza, etc., pero se ha encargado de reproducirlas de nuevo a otro nivel, como
castas de poseedores” (Savater, 2014).

Como lo comenté anteriormente, nuestra sociedad se está transformando por medio del marketing
en una sociedad consumista, el poseer bienes de mayor calidad y prestigio es la muestra de mayor
estatus económico, generando una máscara social que marketing sin ética ha generado para
consumir, por su parte el mismo empresario ha generado promociones como: (“el buen fin”) o
aprovechado fechas como: “la época Navideña”, para elevar sus ventas y mantener al consumidor
cautivo, aunque durante el año el consumidor no tenga dinero para otra cosa, más que para pagar
estas “promociones”.
Por Eric Cortés Pérez.

“Tampoco sería un buen egoísta quien ignorara hasta qué punto la capacidad de comprender la
realidad de los otros, la realidad de los deseos de los demás, la realidad de las exigencias de los
otros, en última instancia de ponerse en el lugar del otro, es fundamental para el funcionamiento
armónico de cualquier intercambio” (Savater, 2014).

Por último, debemos recordar que la principal actividad de un empresario es la venta, pero debe
existir un equilibrio entre esta actividad y no perjudicar a la sociedad, por la ambición solo en
vender, las organizaciones hoy día deben empezar a cambiar su filosofía a empresas socialmente
responsables, lo que permita un crecimiento económico equilibrado con ética.
Por Eric Cortés Pérez.

5. Conclusión:
El empresario es una figura importante en el desarrollo de nuestra sociedad, ya que sin él las
fuentes de empleo, economía, y el progreso prácticamente serían imposibles. Desgraciadamente
en nuestra sociedad se ha degradado esta figura por la ideología de solo importar la venta sin
tomar en cuenta cuáles son sus impactos. Hoy día la mercadotecnia ha transformado la mentalidad
del ser humano convirtiéndolo en consumista, en la búsqueda de clientes cautivos.

“Es muy importante, que el ser humano, eche un vistazo y considere que los bienes de consumo
no generan su felicidad”.
Por Eric Cortés Pérez.

Bibliografía
Savater, F. (2014). Ética para la empresa. (C. Editorial, Ed.) Madrid, España: Conecta.

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