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PREDICTIVO: TURBINAS DE
GAS
[Subtítulo del documento]
11 DE DICIEMBRE DE 2015
EDUARDO PÁEZ
VERENISSE MOYANO
LUIS QUINZO
Mecanismos Básicos
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo es el conjunto de actividades programadas, tales como
inspecciones regulares, pruebas, revisiones, reparaciones, etc., encaminadas a reducir la
frecuencia y el impacto de los fallos de un sistema. Así, se basa en la ejecución periódica
de intervenciones programadas, con el objeto de disminuir la cantidad de fallos aleatorios
que se producen en una instalación. El sistema preventivo nace a comienzos del siglo XX,
concretamente en 1910 en el seno de la firma estadounidense "Ford", si bien su desarrollo
completo no se alcanza hasta mediados de siglo, gracias a su implantación en Europa y
Japón. Las necesidades de mejora de los costes derivados de las bajas disponibilidades de
la máquina y de las consiguientes paradas de producción llevaron a los técnicos de
mantenimiento a programar revisiones periódicas con el objeto de mantener las máquinas
en el mejor estado posible y reducir su probabilidad de fallo. Presenta la incertidumbre
del coste que genera. Este tipo de mantenimiento surge de la necesidad de rebajar el
correctivo y todo lo que representa. Pretende reducir la reparación mediante una rutina de
inspecciones periódicas y la renovación de los elementos dañados. Básicamente consiste
en programar revisiones de los equipos, apoyándose en el conocimiento de la máquina en
base a la experiencia y los datos históricos obtenidos de las mismas. Se confecciona un
plan de mantenimiento para cada máquina, donde se realizarán las acciones necesarias.
El mantenimiento preventivo se basa en la sustitución de componentes cuando se supone
que se ha agotado la vida de los mismos. El estudio teórico de sus vidas lo suele
suministrar el fabricante del equipo, quien normalmente incluye una gama de
mantenimiento preventivo, con indicación de sustitución de componentes y cambios en
la lubricación. Representa un paso más con respecto al mantenimiento correctivo. Este
mantenimiento también es denominado “mantenimiento planificado”. Tiene lugar antes
de que ocurra un fallo o avería, y se efectúa bajo condiciones controladas sin la existencia
de algún error en el sistema. Se realiza a razón de la experiencia y pericia del personal a
cargo, los cuales son los encargados de llevar a cabo dicho procedimiento. Normalmente,
es el fabricante el que estipula el momento adecuado a través de los manuales técnicos.
Con el empleo del mantenimiento preventivo se reduce la frecuencia y los fallos de los
equipos, lo que supone una disminución del coste de las reparaciones. Otra de las ventajas
de este tipo de mantenimiento es la detección temprana de los primeros síntomas de
deterioro. En la siguiente figura se puede observar un esquema que presenta los pasos que
se deben llevar a cabo al realizar un mantenimiento preventivo.
Control de ruidos
Además de en la detección de sonidos espaciales, como los generados por las fugas, el
control de ruidos se puede aplicar de la misma forma que la monitorización de
vibraciones. Sin embargo, aunque un ruido es indicador del estado de un equipo, éste se
origina a partir de la vibración de alguna parte de dicho equipo, por lo que normalmente
es más efectivo monitorizar la vibración original.
Control de corrosión
Algunos dispositivos eléctricos cambian su resistencia a medida que progresa la
corrosión. Usando probetas especiales se puede medir la velocidad de corrosión a partir
de la resistencia de polarización de la probeta, ya que la simple medida del potencial entre
el electrodo de referencia y el sistema indicará si existe corrosión.
Análisis de ultrasonidos
Existen numerosos fenómenos que van acompañados de emisión acústica por encima de
las frecuencias del rango audible. Las características de estos fenómenos ultrasónicos
hacen posible la utilización de detectores de ultrasonidos en infinidad de aplicaciones
industriales dentro del mantenimiento como por ejemplo: detección de grietas y medición
de espesores (por impulso eco); detección de fugas en conducciones, válvulas, etc;
verificación de purgadores de vapor; inspección de rodamientos; control de descargas
eléctricas. Estas son algunas de las aplicaciones no habituales de los ultrasonidos, además
de las normalmente usadas como ensayo no destructivo para la determinación de defectos
internos en piezas, en cuyo caso, es el técnico el que realiza la emisión acústica para poder
detectar el defecto. El ultrasonido es una onda acústica cuya frecuencia está por encima
del límite perceptible por el oído humano (aproximadamente 20.000 Hz), por lo que con
el
analizador de ultrasonidos se consigue detectar dichos sonidos y analizarlos para poder
ver las causas que los provocan, localizando gracias a ellos partes de la maquinaria
analizada (por ejemplo una turbina) que no estén funcionando de forma correcta y en un
futuro nos puedan provocar una avería.
El análisis y la detección de estos sonidos de alta frecuencia permiten, entre otras cosas:
detección de fricción en maquinas rotativas, detección de fallas y/o fugas en válvulas,
detección de fugas internas en válvulas, comportamiento anormal de rodamientos de
bombas, etc. Detección de fugas de fluidos, detección de pérdidas de vacío, detección de
"arco eléctrico", verificación de la integridad de juntas de recintos estancos.
Esta tecnología se basa en que casi todas las fricciones mecánicas, arcos eléctricos y fugas
de presión o vacío producen ultrasonido en frecuencias cercanas a los 40.000 Hz, y de
unas características que lo hacen muy interesante para su aplicación en mantenimiento
predictivo: las ondas sonoras son de corta longitud atenuándose rápidamente sin producir
rebotes. Por esta razón, el ruido ambiental por más intenso que sea, no interfiere en la
detección del ultrasonido. Además, la alta direccionalidad del ultrasonido en 40 kHz
permite con rapidez y precisión la ubicación del fallo. La
aplicación del análisis por ultrasonido se hace indispensable especialmente en la
detección de fallos existentes en equipos rotativos que giran a velocidades inferiores a las
300 rpm, donde la técnica de medición de vibraciones es un procedimiento poco eficiente.
Monitoreo en línea
Esta técnica consiste en mediciones de carácter periódico o constante, que se realiza por
medio de instrumentos de medición instalados en equipos críticos que merecen especial
atención en el comportamiento de los diferentes parámetros de operación. Estas señales
son enviadas al control central donde son analizadas. Estas mediciones pueden ser:
• Análisis químicos.
• Mediciones eléctricas (resistencia).
• Partículas (ferrografías).
• Temperaturas (termografía, fibra óptica, infrarrojos).
• Dinámica (torques, vibraciones, caudales, acústicos).
Inspecciones boroscópicas
Las inspecciones boroscópicas son inspecciones visuales en lugares inaccesibles para el
ojo humano con la ayuda de un equipo óptico, el boroscopio. Se desarrolló en el área
industrial a raíz del éxito de las endoscopias en humanos y animales. El boroscopio,
también llamado videoscopio o videoboroscopio, es un dispositivo largo y delgado en
forma de varilla flexible [15]. En el interior de este tubo hay un sistema telescópico con
numerosas lentes, que aportan una gran definición a la imagen. Además, está equipado
con una poderosa fuente de luz. La imagen resultante puede verse en la lente principal del
aparato, en un monitor, o ser registrada en un videograbador o una impresora para su
análisis posterior.
La boroscopia o motoscopia no es una especialidad médica, pero a raíz del éxito de la
endoscopia en humanos y animales se determino que se podrían aplicar los mismos
principios en el área industrial para analizar las máquinas por dentro una vez montadas.
Así, el boroscopio es sin duda una de las herramientas imprescindibles para acometer
trabajos de inspección en las partes internas de determinadas máquinas sin realizar
grandes desmontajes. Así, se utiliza ampliamente para la observación de las partes
internas de motores térmicos (motores alternativos de combustión interna, turbinas de gas
y turbinas de vapor), y para observar determinadas partes de calderas, como haces
tubulares o domos. Entre las ventajas de este tipo de inspecciones están la facilidad para
llevarla a cabo sin apenas tener que desmontar nada y la posibilidad de guardar las
imágenes, para su consulta posterior. Se puede observar dos modelos de boroscopios de
dos marcas diferentes en la siguiente figura.
Las boroscopias se utilizan para realizar inspecciones en motores alternativos, en turbinas
de gas, en turbinas de vapor, en calderas, y en general, en cualquier equipo de difícil
acceso cuyos fallos pueden ser observados a simple vista, pero lo que se pretende observar
no está accesible con facilidad para el ojo humano, pues implica dificultad de acceso, o
grandes desmontajes. Así, en los motores alternativos se utilizan para conocer el estado
de elementos internos, como el tren alternativo, la culata, el cigüeñal y sus cojinetes,
corrosiones en el circuito de refrigeración, etc. En las turbina de gas, se utiliza para
conocer el estado de la cámara de combustión, de los quemadores y de los álabes.
En las turbinas de vapor, se utiliza para conocer el estado de álabes. En las calderas, se
emplea para detectar fallos y fugas en haces tubulares y en zonas de difícil acceso. No
sólo se usa en tareas de mantenimiento predictivo rutinario, sino también en auditorias
técnicas, para determinar el estado interno del equipo ante una operación de compra, de
evaluación de una empresa contratista o del estado de una instalación para acometer una
ampliación o renovar equipos.
Si se analiza un poco más en profundidad el uso de las inspecciones boroscópicas en el
funcionamiento de las turbinas de gas, se puede reseñar que las boroscopias en las turbinas
de gas se realizan en cada una de las partes de la turbina: compresor, cámara de
combustión y turbina de expansión. Además añadir que es necesario que la turbina esté
fría, y esa es la parte que más tiempo consume, también es importante un buen equipo,
pero es mucho más importante el técnico que tiene que saber diferenciar entre simples
anomalías y defectos importantes. Esta técnica permite confirmar otras observaciones que
se han hecho en la turbina (vibraciones, “path análisis”, etc.).
Los defectos que se pueden identificar en las inspecciones boroscópicas son, entre otras:
• Erosión.
• Corrosión.
• Pérdida de material cerámico en álabes o en placas aislantes.
• Roces entre álabes fijos y móviles.
• Decoloraciones en álabes del compresor, por alta temperatura.
• Pérdidas de material de los álabes del compresor que se depositan en los álabes de
turbina o en la cámara.
• Deformaciones.
• Piezas sueltas o mal fijadas, sobre todo de material aislante.
• Fracturas y agrietamiento en álabes, sobre todo en la parte inferior que los fija al rotor.
• Marcas de sobretemperatura en álabes.
• Obstrucción de orificios de refrigeración.
• Daños por impactos provocados por objetos extraños (FOD, Foreign Object Damages).
• Ensayo de corrientes inducidas: Una bobina por la que circula corriente situada cerca de
la superficie induce corrientes de Foucoult en el material. Estas corrientes se detectan o
por un cambio en la inductancia de la bobina generadora o en la de otra bobina. Aunque
no es necesario disponer de una superficie suave y limpia, pueden aparecer problemas de
interpretación de resultados.
• Ensayo de ultrasonidos: Es el método más común para detectar grietas y otras
discontinuidades (fisuras por fatiga, corrosión o defectos de fabricación del material) en
materiales gruesos, donde la inspección por rayos X se muestra insuficiente al ser
absorbidos, en parte, por el material. El ultrasonido se genera y detecta mediante
fenómenos de piezoelectricidad y magnetostricción.
Midiendo el tiempo que transcurre entre la emisión de la señal y la recepción de su eco
se puede determinar la distancia del defecto, ya que la velocidad de propagación del
ultrasonido en el material es conocida. Tiene la ventaja adicional de que además de indicar
la existencia de grietas en el material, permite estimar su tamaño lo que facilita llevar un
seguimiento del estado y evolución del defecto. También se está utilizando esta técnica
para identificar fugas localizadas en procesos tales como sistemas de vapor, aire o gas por
detección de los componentes ultrasónicos presentes en el flujo altamente turbulentos que
se generan en fugas (válvulas de corte, válvulas de seguridad,
purgadores de vapor, etc.).
• Examen o inspección radiográfica: Técnica usada para la detección de defectos internos
del material como grietas, burbujas o impurezas interiores. Especialmente indicadas en el
control de calidad de uniones soldadas. Como es bien conocido consiste en intercalar el
elemento a radiografiar entre una fuente radioactiva y una pantalla fotosensible a dicha
radiación. Las imperfecciones pueden fotografiarse utilizando Rayos X o gamma con una
fuente radioactiva y material fotográfico especial. El método puede requerir desmantelar
la unidad a examinar y plantea problemas asociados con la protección del personal a las
radiaciones.
Detección de fugas
La detección por ultrasonidos puede aplicarse a las unidades fuera de servicio colocando
un generador ultrasónico en el interior del equipo que se examina.
Ensayo de vibraciones
La respuesta de un sistema a una vibración puede revelar mucha información. Uno de los
ensayos más comunes para máquinas rotativas es el de “run-down” que se realiza cuando
se está procediendo a la reducción de la velocidad que antecede a la parada total y que
aplica el efecto de amplificación de las vibraciones cuando el sistema entra en resonancia.
Control de corrosión
Además de los métodos descritos en servicio, el avance de la corrosión se puede
determinar instalando probetas en el equipo y retirándolas periódicamente para su
posterior medida y pesada. Las medidas de espesor por ultrasonidos detectarán el cambio
en las dimensiones debidas a la corrosión.
Los medios físicos son los instrumentos de medida y de captura y registro de datos. Los
programas de gestión informáticos manejan los datos captados elaborando informes y
gráficos de evolución. Finalmente los medios humanos incluyen el personal que hace las
medidas rutinarias, que deben ser profesionales cualificados y con conocimientos
específicos del tipo de equipos a tratar y, además, el personal técnico que es altamente
cualificado capaz de desarrollar análisis y diagnóstico de averías.
La implantación requiere unos pasos sucesivos:
• Diseño, preparación inicial e instalación.
• Implantación y operación.
• Revisión de resultados.
Conclusiones
El éxito del programa de mantenimiento depende de la implicación de la organización en
su conjunto.
No es suficiente con tomar mediciones o valores de niveles de parámetros, sino que es
necesario estar seguros de que hayan sido adquiridos correctamente y disponer de
personal capacitado para analizar dicha información, para realizar un diagnóstico
adecuado que permita evaluar correctamente el estado del equipo o maquinaria, y para
que se tomen las decisiones adecuadas y se actúe sobre las máquinas de forma idónea
(reparándolas, cambiando piezas, etc.), emitiendo de forma concisa las órdenes de trabajo
que se deben realizar.