EMPRENDIMIENTOS

SOLIDARIOS EMBLEMÁTICOS
MEMORIAS 2017

Elaborado por:
Dirección de Comunicación Social - Enero 2018
Esta memoria recoge todas
aquellas experiencias de
emprendimientos de la Economía
Popular y Solidaria a nivel nacional
que por su esfuerzo y nivel
de organización, han logrado
posicionar sus productos y
servicios en diferentes ámbitos y
espacios de comercialización, a
fin de demostrar que el modelo de
desarrollo asociativo que impulsa
la EPS, es una alternativa real y
legítima para la generación de
fuentes de empleo e ingresos,
dinamización económica y
superación de la pobreza.
SAN SIMÓN
un modelo asociativo que conjuga
desarrollo social y productivo
Al sur este de la ciudad de Guaranda y junto al río Chimbo,
en Bolívar, se localiza la parroquia San Simón, una de las
ocho parroquias rurales que conforman la organización
territorial de la capital bolivarense.
En este paraje, rodeado de montañas y suelos fértiles
aptos para una variedad de cultivos, se localiza la
Asociación de productores e industrializadores de
lácteos y sus derivados San Simón, que reúne a 50
miembros, entre socios y productores, provenientes de
las comunidades de Gradas, Pachagrón, Conventillo,
Capito, Shacundo, San Lorenzo, Santiago y San Vicente,
dedicados a las labores agrícolas, crianza de ganado y
animales menores, producción lechera, entre otras.
La organización nacida en 2003, como una iniciativa
apoyada por la Fundación “Su cambio por el cambio”
para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida
de los pequeños productores de leche de esta zona, se
constituye formalmente en 2011 con apoyo del Instituto
Nacional de Economía Popular y Solidaria –IEPS.
Juan Carlos Monar, representante legal de la
organización, menciona que en sus inicios la agrupación
estuvo enfocada a la producción lechera, para lo cual, el
IEPS junto con la fundación y demás entidades estatales
llevaron adelante diferentes acciones, entre ellas: un
proyecto dirigido al mejoramiento y conservación de
pastos, así como la implementación de una planta
procesadora con la finalidad de mejorar la producción
ganadera y lechera de esta organización.
Para él, el apoyo recibido por parte de estas entidades
está rindiendo frutos, puesto que han logrado incrementar
su producción lechera de 50 a 1200 litros, lo que les ha
permitido ingresar con su línea de quesos y yogures a
importantes cadenas comerciales, a nivel nacional.
En la actualidad, la agrupación apuesta por la diversificación
productiva con la implementación de microproyectos en
los sectores agrícola (cultivo de hortalizas, legumbres,
verduras y frutas); pecuario (crianza de ganado vacuno,
ovino y porcino); y agroindustria (procesamiento de
harinas de trigo y cebada). Producción que, según Juan
Carlos, en primera instancia está destinada a satisfacer
la demanda de sus socios y comunidades, para luego
ser comercializada a través de ferias en distintos puntos
de la provincia y fuera de ella, contribuyendo así con la
soberanía alimentaria del país.
Asimismo, han sido preseleccionados por el IEPS para
formar parte del proyecto piloto IncubaEPS, con el cual,
se pretende brindar un acompañamiento integral a las
organizaciones de este sector mediante el cofinanciamiento
y fortalecimiento de sus actividades productivas. Con ello,
la agrupación busca optimizar las instalaciones de su
planta procesadora de lácteos, lo que les permita mejorar
la calidad de su producción para ganar sostenibilidad y
posicionamiento en los mercados, además, de incursionar
con una nueva línea de productos, que incluye leche de
soya, pollos faenados, harinas, entre otros.
La organización, además, brinda varios servicios sociales
como: atención médica gratuita y terapia física para
adultos mayores, comedores comunitarios, espacios de
recreación y tareas dirigidas para niños y niñas.
San Simón aspira continuar aportando al desarrollo
productivo del sector, para lo cual, buscan que el
Gobierno Nacional incentive el trabajo asociativo en esta
provincia, aprovechando su gran potencial agrícola y
ganadero.
“Hoy se pueden ver los resultados de
este trabajo, no solo en nosotros, sino
en toda la gente de las comunidades
que se beneficia, que ya no debe vender
sus animales por falta de pastos”
Juan Carlos Monar

AROMAS DEL YASUNÍ
busca competir con los mejores del mundo
Aprovechar la cantidad del mejor café y uno de los
mejores cacaos del mundo con que cuenta la provincia
de Orellana, es el sueño con el que según Tony
Angulo, oriundo de Esmeraldas, nació la Asociación
de Producción, Comercialización e Industrialización
Agropecuaria Bethesda (Asopriabet), dedicada a la
producción y comercialización de café (robusta) tostado
y molido, y pasta de chocolate, en la cual se desempeña
como administrador.
La organización nacida en 2015, bajo el modelo de
trabajo asociativo que promueve la Economía Popular
y Solidaria- EPS, agrupa a 14 familias de la parroquia
rural Inés Arango, de esta localidad amazónica, misma
que en la actualidad ha logrado ingresar con su marca
Aromas del Yasuní a importantes cadenas comerciales,
a nivel nacional, y proyectarse hacia los mercados de
exportación.
Para ello, se trabaja con al menos
200 productores provenientes de
la zona de amortiguamiento que
separa el Parque Nacional Yasuní
de la actividad petrolera.
En lo referente a la articulación
comercial comenta que sus
productos han logrado ingresar
a las perchas de reconocidas
cadenas de supermercados como
Tía, Santa María, Coral, Corporación
Favorita y El Rosado, para lo
cual la participación en espacios
como ferias y ruedas de negocios
organizados por el IEPS ha sido un
aporte fundamental.
“Empezamos en tierra casi sin nada y hemos ido
mejorando con el paso del tiempo tanto las instalaciones “Es emocionante decir que el
como la calidad de nuestro producto” comenta Tony, al IEPS no solamente nos ayuda a
tiempo que expresa la alegría que le causa el cambio que conseguir mercados, sino que va
percibe en sus compañeros que empezaron con muchos más allá, acerca el mercado a las
temores y hoy se los ve emocionados y seguros del asociaciones”, sostiene Tony.
producto que envían al mercado, “porque sabemos que
es de excelente calidad” señala con entusiasmo. Asopriabet más conocida por su
marca comercial como “Aromas
La producción semanal de café bordea las 5 mil fundas del Yasuní” es una organización
en temporada baja y 7 mil en temporada alta, en sus en constante innovación, por
presentaciones clásica y especial (a la que se le añade la lo que al momento trabajan en
semilla de cardamomo conocida por mejorar la presión la implementación de nuevos “La asociatividad es la columna vertebral de
arterial). En tanto que se elaboran, en promedio, 350 productos que les permita
pastas de cacao diario y 3500 semanalmente, en sus diversificarse y continuar un país, no podemos hacerlo todo solos, pero
presentaciones clásica (100% pura) y especial (que posicionándose en los diferentes lo que hacemos juntos no tiene límites, es
contiene canela, anís, clavo de olor y pimienta dulce). mercados. inmenso, nos permite llegar mucho más lejos
y en menor tiempo”.
Tony Angulo
SALINERITO
un ejemplo de desarrollo comunitario
de Ecuador para el mundo
Apostar al crecimiento económico a través de la integración
de toda la comunidad y no de manera individual es el
lema que para Armando Toalombo, representante de la
Cooperativa de Producción Agropecuaria El Salinerito
(PRODUCOOP), una de las empresas asociadas al
Gruppo Salinas, les ha permitido mantenerse como un
ejemplo de desarrollo asociativo en el país, bajo la lógica
de Economía Popular y Solidaria -EPS, por casi cuatro
décadas.
El Salinerito como se conoce comúnmente a esta
organización, toma el nombre de la parroquia Salinas,
ubicada al norte de la provincia de Bolívar, donde
tiene lugar la primera quesería comunitaria, en 1973,
que marcaría el hito que a la postre les llevaría a
ubicarse como uno de los referentes en la producción
y comercialización comunitaria de quesos artesanales
maduros y semimaduros, a nivel nacional.
Según Toalombo, esta primera quesería daría lugar a
varias réplicas en esta y otras provincias, y se constituiría
en lo que actualmente se conoce como PRODUCOOP,
que en 2006 obtendría su personería jurídica como
entidad especializada en la agroindustria rural campesina
formada por los pequeños ganaderos de esta zona.
PRODUCOOP agrupa a 27 queserías ubicadas en las
comunidades aledañas a la parroquia Salinas, que suman
un total de 28 y se encuentran distribuidas en un territorio de
440 km2. A su vez, estas forman parte de las 33 queserías
localizadas en Bolívar, articuladas a la marca El Salinerito,
que benefician a 1300 productores de manera directa y
5000 de manera indirecta, y cuya capacidad productiva
alcanza en promedio los 50 000 litros de leche diarios.
Además, sostiene que la facturación anual generada
a través de sus empresas comunitarias dedicadas a la
producción de confites, lácteos, textiles, soya, hongos y
frutas deshidratadas alcanza los 10 millones de dólares,
de los cuales el 20% proviene de la exportación de
productos como pepa y tabletas de cacao, hongos y
textiles a los países de Italia, Alemania, EEUU, México y
Venezuela.
Esto, asegura, ha sido posible gracias al trabajo
articulado con entidades públicas y privadas, entre lo
que destaca el apoyo recibido por el IEPS, que en 2014,
implementó un proyecto para el fortalecimiento de la
competitividad en esta cooperativa, que comprendió la
entrega de infraestructura y maquinaria de trabajo, por un
monto de más de 250 000 dólares, y que benefició a 445
productores de siete queserías comunitarias.
Con estas acciones, la quesería localizada en la parroquia
Salinas se convirtió en la primera quesería de la provincia
de Bolívar en obtener la certificación en Buenas Prácticas
de Manufactura –BPM. Asimismo, aquellas que formaron
parte del proyecto recibieron un informe favorable en
Prácticas Correctas de Higiene por parte del ARCSA,
lo que se ha traducido en enormes mejoras a la
productividad, inocuidad e higiene de los alimentos.
“Son diez mil salineritos, en todo el país, los que han
puesto su hombro para presentarse ante el mundo.
Muchos de ellos madrugan desde las 3am para entregar
su producto, de manera puntual, a las 6 am, para que
las queserías inicien con su producción cada día. Es
“El Salinerito está conformado
nuestra constancia, sumada a los esfuerzos de entidades
públicas y privadas, lo que ha permitido que esta iniciativa por miles de familias que entregan
comunitaria se mantenga durante todos estos años”, desde 5 hasta 300 litros de leche
finaliza Armando.
por día, por lo cual reciben un peso
y precio justo”
Armando Toalombo.
ASOINKAN
Un servicio de calidad es nuestra
mayor satisfacción
A sus 50 años, Marianita Chalán al igual que miles de
madres en el país, encontró en el trabajo asociativo que
promueve la Economía Popular y Solidaria –EPS, una
fuente de ingresos que le ha permitido mejorar su calidad
de vida y la de su familia.
Oriunda del cantón Saraguro, en la provincia de Loja,
es la representante de la Asociación de Servicios de
Alimentación, Limpieza y Mensajería Inkan Samana
“Descanso del Inca” (Asoinkan), que actualmente ofrece
sus servicios en el Centro Infantil del Buen Vivir –CIBV
del cantón Saraguro y la comunidad de Ñamarín, gracias
a lo cual 90 niños de este sector reciben alimentación
diariamente.
La organización constituida en 2003, cuenta con 18 socias
provenientes de este cantón y otras zonas aledañas.
Iniciamos como un grupo de madres
educadoras de niños que salimos
a la ciudad a conseguir apoyo
y encontramos en el IEPS una
institución que nos guió
guio en todos los
pasos para conformarnos legalmente
afirma Mariana.
Esto confiesa les ha abierto la puerta para participar
en varios procesos de contratación pública llevados a
cabo por entidades del Estado, entre ellas, los CIBV de
la localidad y el Hospital Básico de Saraguro, en el que
a más de ofrecer el servicio de limpieza de oficinas, lo
hacen también en el área de atención hospitalaria, las 24
horas del día.
“Iniciamos desde cero, pero
gracias al Gobierno Nacional
y al IEPS, que han confiado en
nuestras capacidades, hemos
podido salir adelante, devolviendo
con responsabilidad y calidad en
nuestro trabajo, el apoyo que nos
han brindado”
Mariana Chalán.
Nada de esto habría sido posible comenta, de su lado,
Gladys Medina, integrante de la agrupación, sin el
aporte brindado por el Instituto Nacional de Economía
Popular y Solidaria –IEPS, a través de un proyecto de
cofinanciamiento para la adecuación de su espacio de
trabajo, que comprendió la entrega de equipos, menaje
de cocina, mobiliario de oficina, capacitación y asistencia
técnica, por un monto que alcanzó los 31 000 dólares.
En la actualidad, la agrupación busca sumar nuevas socias,
a fin de ampliar su oferta de servicios a nuevas entidades
públicas y privadas; asimismo han agregado nuevos
componentes a su cadena productiva, abasteciéndose
de insumos como: especias, cebolla, zanahoria, papa,
queso y leche, de los pequeños productores locales,
dinamizando así la economía de su comunidad.
“Pedimos al Gobierno Nacional que siga trabajando con
nosotros, estamos muy agradecidas por el apoyo que
hemos recibido y satisfechas por el trabajo que venimos
realizando, pero las organizaciones de la EPS necesitamos
todavía un mayor impulso para poder sostener nuestros
emprendimientos”, concluye Mariana.

APECAP
café de alta calidad con un enfoque asociativo
Un grupo motivado, una administración con cuentas
claras y un producto de calidad es lo que para Camilo
Luzuriaga, representante de la Asociación Agroartesanal
de Productores Ecológicos de Palanda y Chinchipe
(APECAP), les ha convertido en uno de los referentes
en la producción y comercialización asociativa de café y
otros productos agrícolas, a nivel nacional.
APECAP inicia su vida jurídica a partir del año 2002 y
reúne en la actualidad a 185 pequeños productores (entre
hombres y mujeres), dedicados a las labores agrícolas y
al cultivo de café, provenientes de los cantones Palanda
y Chinchipe de la provincia de Zamora Chinchipe, al sur
del país.
Su producción de café de alta calidad enfocada,
principalmente, a cubrir los mercados de exportación,
les ha permitido mejorar la calidad de vida de sus
socios y establecer un precio justo para los pequeños
productores; haciéndoles merecedores, además, de
importantes reconocimientos y posicionamiento a nivel
nacional e internacional.
“En 2017, hemos logrado acopiar 3000 quintales de
café que han sido exportados a países como Alemania,
Francia, Canadá y Estados Unidos, lo que representa
un ingreso aproximado de 450 000 dólares para la
organización. Esto nos ha permitido cumplir con la
demanda total de nuestros clientes y garantizar un buen
precio para nuestros socios”, señala su representante.
La agrupación cuenta, además, con certificaciones
internacionales de Comercio Justo, Orgánica y sello del
Símbolo de Pequeños Productores -SPP, lo que avala
una producción social y ambientalmente responsable, y
la vuelve mucho más apetecida por los consumidores,
a nivel internacional, que prefieren productos cultivados
de manera natural por sobre aquellos que contienen
químicos.
Asimismo, se han encaminado a dinamizar las economías
de sus socios y familias con la implementación de nuevos
productos como yuca, plátano, guayaba, cacao y café
natural, a lo que se suma la elaboración de miel de abeja,
que se comercializan a nivel local y con los que también
han podido llegar a mercados internacionales como
Francia y Estados Unidos.
Agradece, de manera especial, el apoyo recibido por
parte del Instituto Nacional de Economía Popular y
Solidaria –IEPS, en la creación de marca para su línea de
café tostado y molido, denominada “Infinito”. “Con esta
marca hemos logrado incursionar en mercados locales en
ciudades como Cuenca, Quito y Zamora Chinchipe, lo que
ha permitido paliar varios gastos a nuestra organización”,
sostiene.
De su lado, Mario Guerrero, socio de APECAP, afirma
que el trabajo grupal ha hecho más rentable su actividad
y les ha dado la posibilidad de llegar mucho más lejos.
“Estando asociados, nos pagan mejores precios, nuestras
familias ya no tienen que migrar a las ciudades porque
tenemos un trabajo seguro que nos permite cubrir todas
nuestras necesidades”, puntualiza.
A 2018, la organización prevé un crecimiento de 3500
a 4000 quintales en su producción de café, por lo que
esperan que continúe el apoyo por parte del Gobierno
Nacional a estas iniciativas, que contribuyen a mejorar
las condiciones de vida de los pequeños productores del
país.
“Nada de esto habría sido posible, sin el aporte que hemos recibido
por parte de entidades públicas y privadas, como materiales, insumos,
herramientas básicas, infraestructura y asistencia técnica que han
servido para mejorar nuestra productividad y elevar la calidad del café
que producimos”,
Camilo Luzuriaga
APICULTORES produce un promedio de 15 litros por cosecha, llegando
a realizarse hasta dos anualmente, cuando existen las
condiciones climáticas adecuadas. “Esto no ha sido
“El apoyo del Instituto Nacional
de Economía Popular y Solidaria

DEL ECUADOR
una organización de la EPS que
apunta a la excelencia
Tras ser invitado por un amigo a rescatar una abeja
silvestre, Javier Sotomayor, oriundo de la provincia del
Guayas, comprendió la importancia que estos insectos
significan para la vida del ser humano. Desde aquel día,
decidió que su camino estaba en la conservación, crianza
y producción de miel de abeja y sus derivados de manera
asociativa, como estilo de vida, y medio alternativo para
la generación de ingresos.
A sus 48 años, Javier es el presidente de la Asociación
de Trabajadores Apícolas Autónomos “Apicultores del
Ecuador”, misma que se constituye legalmente en 2010,
con 22 integrantes; sin embargo, comenta que junto con
sus socios trabaja desde hace 15 años en la crianza y
conservación de las abejas.
Sostiene que en el Ecuador, existe un déficit de 200 000
colmenas por lo que se trata de un mercado abierto para la
incorporación de una gran cantidad de nuevos apicultores.
“En muchos casos, los actores de la Economía Popular y
Solidaria dependen de su jornal para poder sobrevivir, y
esta es una fuente alternativa e innovadora de generar
ingresos, sobretodo por ser ecológica y amigable con el
medio ambiente”, señala.
posible en los últimos tiempos, pero si se implementa
tecnología en nuestros apiarios tendríamos hasta cuatro
cosechas anuales”, afirma Javier.
El producto “estrella” de la organización es la miel pura
de abeja, la cual se comercializa en envases de 300 y 600
gramos, 1 litro, galón o caneca de 20 litros. Además, se
elaboran otros productos a base de miel de abeja como
jabones naturales, polen (multivitamínico), propóleo,
licor, cremas faciales y hasta colirios a base de miel de
abeja real para el tratamiento de los terigios, para lo cual
cuentan con su propia marca comercial denominada
“Colmena Real”.
En la actualidad, la agrupación apunta a fortalecer
su aspecto productivo y organizativo, mediante la
implementación de una planta procesadora, con la cual
buscan obtener la certificación en Buenas Prácticas
de Manufactura –BPM y alcanzar las normas ISO, lo
que les permita ganar en competitividad y promover
la exportación de sus productos. “Queremos lograr la
excelencia y trabajar en igualdad de condiciones con el
mercado externo”, enfatiza.
–IEPS ha sido fundamental en
cuanto a la articulación comercial
de nuestros productos, pues
gracias a que nos han invitado
a participar en ferias y espacios
de promoción, varias cadenas de
supermercados se han interesado
en ellos”
Javier Sotomayor
Asimismo, tienen previsto incorporar a personas con
discapacidad como vendedores de sus productos, con
la finalidad de fomentar la inclusión laboral de este sector
de la población. “Nos sentimos muy agradecidos con
el Gobierno Nacional por haber sido el motor para la
generación de estos emprendimientos, todos tenemos
las mismas capacidades y juntos podemos hacer de
estas iniciativas grandes y que crezcan”, concluye Javier.

La organización cuenta con apiarios ubicados en los

cantones Palestina y Daule de la provincia del Guayas, en
los recintos El Guabito, Petrillo, Las Maravillas, Chungón
y Los Limos, respectivamente; sin embargo, existen más
apicultores trabajando en otros cantones como Lomas
de Sargentillo, Pedro Carbo, Balzar, y otros recintos
aledaños.

Cada apicultor cuenta con 10 cajas (colmenas) donde

las abejas fabrican la miel de manera natural. Cada una

ASOSERAVI
la solidaridad, principio fundamental,
en una organización de la EPS
Entender e involucrarse en el trabajo conjunto, equitativo
y solidario es la filosofía con la que Marcia Quishpe,
representante de la Asociación de servicios de catering
y anexos Viki – Asoseravi, incentiva diariamente a sus
socios para mejorar los servicios de alimentación que
ofrecen en la parroquia La Victoria del cantón Pujilí,
provincia de Cotopaxi.
Asoseravi está integrada por 13 socios, encargados de
atender a alrededor de 270 niños (comprendidos entre
los 0 a 3 años de edad), que forman parte de los Centros
Infantiles del Buen Vivir – CIBV que funcionan actualmente
en esta provincia. La alimentación que brindan está
basada en cuatro comidas diarias, que cumplen con los
estándares establecidos por el Ministerio de Inclusión
Económica y Social y el Ministerio de Salud Pública para
estos espacios.
La elaboración de los menús, por parte de la organización,
consiste en utilizar los recursos de calidad que genera la
El apoyo del Instituto Nacional de
Economía Popular y Solidaria ha sido
fundamental para capacitarnos en
temas organizativos, administrativos,
manipulación e higiene de alimentos
entre otros, que nos han abierto las
puertas para ser reconocidos como un
referente en la prestación de servicios
de alimentación, en esta provincia
indica su representante.
“Por eso, para Asoseravi es
importante mantener reuniones,
cada fin de mes, en las que los
socios intercambien ideas, den
a conocer sus necesidades
y propongan soluciones que
permitan mejorar nuestros
servicios”
Marcia Quispe.
provincia, entre estos: cultivos, ganadería, movilización,
capital humano, distribución. “Esto, con la finalidad de
formar una cadena de solidaridad que genere empleo
dentro la zona”, explica Marcia.
Para sus integrantes, es necesario, además, la
colaboración mutua entre los moradores del sector; y
sobre todo, entender y aplicar este valor a diario dentro
de su organización.
Para esta organización el bien común se ha convertido en
un principio fundamental para el desarrollo y organización
de sus actividades económicas, en las que todos sus
integrantes son partícipes, voceros y actores de su
progreso.

LA CLEMENTINA
un modelo asociativo de exportación
con justicia social
12.200 hectáreas componen la hacienda La Clementina,
una propiedad comunitaria que es presidida por Edison
Osvaldo Orellana Miranda, oriundo del cantón Babahoyo
de la Provincia de Los Ríos. A sus 52 años, el presidente
de la Cooperativa de Producción y Comercialización La
Clementina Trabajadores-Propietarios (COOPROCLEM),
ha sido testigo del proyecto insignia que tiene el Gobierno
Nacional a favor de los cerca de 2000 trabajadores que
conforman esta cooperativa de la Economía Popular y
Solidaria.
Cooproclem está ubicada en la parroquia La Unión, de la
ciudad de Babahoyo. Una de las zonas más ricas y fértiles
del Ecuador, en donde yacen las mayores fuentes de agua
y de riego para el desarrollo de las actividades agrícolas
de la zona. La hacienda posee además hectáreas dentro
de la gran reserva forestal Bosque Protector Samama, la
cual es considerada un ícono en el ámbito ecológico.
Para el presidente de Cooproclem, este proyecto es
la materialización del esquema social y solidario que
establece la Constitución ecuatoriana.
Los bienes agropecuarios y forestales que producen
y comercializan están relacionados principalmente al
sector bananero, ganadero, cafetalero y maderero.
A raíz del cambio de modelo de
relación de dependencia por el
de propietarios, los trabajadores
cuentan con mayores posibilidades
de desarrollarse gracias al trabajo
asociativo. Además, que aquí no
se busca enriquecerse, sino llegar
al Buen Vivir de los integrantes
de la cooperativa y las familias
que dependen de este trabajo
indica su representante.
Cuentan también con proyectos de siembra de frutos
cítricos, como el limón de exportación. En lo que respecta
a madera, en su tercer año existen ya 340 hectáreas de
teca sembrada. La cristalización de estos proyectos
permitirá la sostenibilidad de la hacienda, así como la
revalidación de los activos que posee la cooperativa.
El trabajo mancomunado de los socios y los entes
gubernamentales ha permitido incrementar la producción
de banano, principal producto de la hacienda.
Anteriormente se producían 1700 cajas por hectárea,
hoy en día la cifra es de 2200 cajas. Sin embargo, la
meta al finalizar el año 2018, es alcanzar una producción
de 9 millones de cajas, con el objeto de obtener una
facturación anual de USD 50 MM, lo cual dependerá
también del precio del banano en el mercado.
Actualmente, están también incursionando en cultivos
de ciclo corto en relación al arroz, maíz y la soya. Para
apuntalar estos proyectos, han programado la adquisición
de una piladora, a fin de desarrollar el gran potencial
agrícola que existe en toda la extensión territorial de la
hacienda. Además, están trabajando arduamente con el
apoyo de los organismos gubernamentales respectivos,
para llegar de manera directa con su producto estrella al
exterior, dado que en la actualidad el banano lo proveen
a empresas exportadoras con clientes en Canadá y los
países del Cono Sur, Unión Europea y Asia.
Osvaldo considera que este es un proceso bastante largo,
quizás difícil, pero no complicado. Aunque existan todavía
ciertas limitaciones, él afirma que en La Clementina están
conscientes del giro que han dado.
“En general, prevalece una alta
autoestima por parte de los
socios, porque gracias al esfuerzo
del Estado, contamos con un
proyecto de vida y entre todos
arrimamos el hombro para seguir
incrementando la productividad,
porque sabemos que ahora existe
un reconocimiento a la fuerza
laboral, debido a los cambios
sustanciales que se hicieron en
las condiciones de trabajo”
Osvaldo Orellana.
Elaborado por:
Dirección de Comunicación Social - Enero 2018
Av. Orellana OE 3-62 y 9 de Octubre
Quito - Ecuador
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