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Universidad de Guayaquil

Licenciatura en Gastronomía

Cultura Gastronómica

Docente: Lcda. Victoria García

Tema:
Cultura y alimentación. aspectos fundamentales para una visión comprensiva
de la alimentación humana
Integrantes:
Asanza Bani
Bosquez Tania
Condo Christian
Delvalle Sandy
Hermida Franklin
Romero Josue

Curso: GAS VESPERTINO 3-2

2019-2020 CII
Cultura y alimentación. aspectos fundamentales para una visión comprensiva de la

alimentación humana

La alimentación humana en general comprende un espectro muy grande de

información y de individuos ya que no solo se refiere a lo que comemos sino ¿Cómo se

come?, ¿Por qué se come? Y muchas mas preguntas que dan razón a la complejidad de

estudiar o en si de realizar un estudio sobre este tema. Al mismo tiempo se ha de reconocer

que la alimentación humana ha sido un proceso evolutivo que incluso en la actualidad sigue

en desarrollo, todo dependiendo del espacio temporal y geográfico en el cual nos

ubiquemos. De manera concreta tomamos a la antropología como el estudio de la cultura,

pero como se relaciona esto con la alimentación, pues en si el estudio de la cultura en

general que realiza la antropología se torna a la vertiente de la antropología de la

alimentación y a través de la misma se estudia la cultura de la alimentación que al mismo

tiempo se conecta con muchas áreas del conocimiento que están relacionadas con la

antropología o con la alimentación general y humana, y que de manera global aportan al

estudio de este amplio tema completándolo holísticamente.

Esta diversidad antes planteada en términos de disciplinas se muestra de manera que

se consideran los campos de conocimiento que se han acercado de manera más frecuente y

que han aportado elementos para profundizar la investigación sobre el fenómeno de la

alimentación humana de forma que encontramos: Arqueología, Historia cultural, Economía,

Biología (botánica y zoología), Ciencias médicas y de la salud. Al final encontramos que la

natural complejidad que posee el tema nos remite no sólo al fenómeno de la alimentación

humana en sí, sino también a la pertinencia de hacer coincidir diversas miradas

disciplinarias dadas las naturales y múltiples determinaciones que lo configuran.


Destacando de manera breve, para Fred Eggan “La alimentación humana es un

proceso continuo de producción, distribución y consumo”, siendo que para este

investigador el estudio antropológico de la alimentación debía ser en su tiempo mas

minucioso y completo llegando a tomar en cuenta hasta el ultimo momento en el cual se

consumían los alimentos.

Cabe destacar en cambio que la mayoría de los estudios relacionados a la

alimentación humana realizados en el siglo XX se enfocaron y tuvieron aplicaciones mas

guiadas a la medicina y nutrición, y aunque no es una visión errónea del estudio de la

alimentación debido a que las aportaciones desarrolladas desde la relación de la

antropología física con la medicina institucional y las ciencias de la salud desde

perspectivas epidemiológicas, de seguridad alimentaria y ontogénica tuvieron repercusiones

positivas que ayudaron a analizar la posición en la que se encontraban los distintos grupos

sociales que pertenecían a la sociedad de la época, aunque a partir del ámbito anterior se

marcó una tendencia general a descuidar los aspectos de la tradición y de la historia cultural

de los grupos indígenas que aunque con una raigambre cultural grande poseían atrasos

importantes en relación al bienestar y progreso social de la época dada su marginalidad y

pobreza.

A partir de la perspectiva de Marvin Harris encontramos lo siguiente “La necesidad

específicamente humana precisa lo que se habrá de comer, pero ésta se funda

primariamente en los actos de la costumbre y la tradición, las cuales a su vez expresan las

necesidades de apropiación y gestión óptima de los productos comestibles, generando una

economía orgánica de la nutrición”. La optimización de la que nos habla Harris en su obra

Bueno para Comer en si se refiere a la adecuación funcional de las capacidades y


posibilidades a las necesidades alimentarias específicas. Dicha optimización constituye un

problema de especificidad material en la que se desenvuelven los diferentes sistemas de

alimentación, pero no se refiere solamente a una reducción economicista de costo-beneficio

en términos energético-cuantificables, sino que es una relación más compleja en donde se

encuentran los aspectos materiales de la cultura, pero también las posibilidades de pensar

determinados objetos como objetos que alimentan al cuerpo individual y al cuerpo social.

Esta relatividad tiene dos condiciones sustanciales en Harris: por un lado, las

capacidades tecno económicas y tecno ecológicas y, por otro, la simultaneidad del conjunto

de las otras potencialidades sociales que posibilitan que un elemento sea concebido como

alimento. De este modo, los juicios valorativos sobre los diferentes sistemas de

alimentación no tienen cabida desde la perspectiva antropológica, pues la comprensión de

sus condiciones materiales y sociales no se define por lo que no come una cultura, sino por

lo que come.

Al mismo tiempo señalamos lo siguiente “La necesidad de alimentarse, la

obtención, la depuración, el almacenamiento, el procesamiento y el consumo de alimentos

(proceso de alimentación en tanto acción histórico-social) expresan necesariamente rasgos

de la cultura que, en términos de la invención de lo cotidiano, albergan una riqueza cultural

fundamental.”

La comprensión antropológica pasa por la construcción del dato etnográfico a partir

de una descripción meticulosa de la historicidad del sistema y del proceso de alimentación

mismos, fundamentalmente detectando aquellos elementos innovadores, internos o externos

que modifican los diferentes sistemas de alimentación. La dimensión antropológica pasa

también por la interpretación del papel que desempeñan los diferentes factores que
intervienen en el desarrollo de las dinámicas de alimentación, tanto en el tiempo como en el

espacio, desde los espacios de la concepción, la producción, pasando por la dimensión

material y simbólica que especifican lo que es considerado alimento y lo que no, hasta los

patrones de consumo. En la medida en que me refiero a un proceso con carácter perpetuo,

dialógico y dialéctico (en el sentido de que a cada fin del proceso se replantean condiciones

cualitativa y cuantitativamente diferentes), se vuelve necesario definir las diferencias que a

través del tiempo han presentado las costumbres en la alimentación que a la vez se traducen

también en la definición de lo que ha cambiado en términos de contenido en los sujetos que

han experimentado esas modificaciones.

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