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VOCALISMO

Fenómenos que se ocasionaron por la pérdida de la cantidad vocálica y la aparición del nuevo
acento de intensidad

Tendencia a eliminar los hiatos  convertir los hiatos en diptongos


con un elemento cerrado como
sucedió en FI-LI-UM > FI-LIUM
‘hijo’ y PU-TE-UM > PU-TEUM
‘pozo’.
 cierre vocálico en palabras
como PALEA > palia > paja y la
 epéntesis de la consonante “y”
en formas frecuentes durante el
periodo medieval como leyer
(leer) y seyer (seer > ser).

La síncopa Eliminar vocal intertónica en


esdrújulasen contacto con
consonantes líquidas (l y r)
CÁLIDUM>caldo.
AURICULAM>oric´la>oreja.
Formación de la yod Yod y Wau pueden ser
semiconsonantes (si el elemento
cerrado está al principio del
diptongo)piano o semivocal (si está
al final del diptongo) “cau-sa
La desaparición de diptongos
provocó efectos entre vocales y
consonantes contiguas. Por ejemplo
la yod provocó la aparición de
sonidos palatales con evoluciones
del tipo NOCTEN>noite>noche.

Orígenes de la yod Cierre de la vocal e VI-NE-AM> Vi-nia>viña.


Vocalización de consonants PEC-TUM>pei-to>pecho.
oclusivas sordas (p, t, c) en implisiva,
final de sílaba:
Síncopa consonántica SAR-TA-GI-NEM>sar-tai-ne>sartén.
Metátesis CA-RRA-RIAM>Ca-rrai-ra> carrera.
MONOPTONGACIÓN DE AE>ie CAECUM>ciego
DIPTONGOS. OE>e COENAM>cena
AU> o PAUCUM>POCO

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1.1. El vocalismo tónico

En la evolución del vocalismo se redujeron a las cinco actuales, todas ellas cerradas; mientras
que las dos vocales abiertas dieron lugar a sendos diptongos, según se puede apreciar en el siguiente
esquema:

(Pons Rodríguez: 2010)

inflexión por yod, ya que produjo algunas alteraciones importantes en el esquema anterior.

La inflexión es el cierre en un grado de abertura de una vocal debido al influjo de otra vocal
cerrada contigua. Entre los casos más frecuentes de inflexión por yod hay que destacar:

- El cierre del diptongo decreciente /ai/ en /e/, como sucede en BASIUM > baisu (metátesis) >
beso.

- La reducción del diptongo decreciente /ei/ en /e/, según se observa en MATERIAM > mateira
(metátesis) > madera.

 /ue/, que procede de /o/, en el castellano medieval era frecuente que se combinara con formas
sin diptongo, según sucede en las parejas como / cuemo, bono / bueno y fosa / huesa, alternancia que
puede estar motivada por cuestiones cronológicas o geográficas.
 El proceso tiene una deriva posterior, ya que el diptongo romance /ue/ se redujo a /e/ en los
siguientes contextos:
• f,b + r,l + ue: FRONTEM > fruente > frente.
• ue + f,b + r,l: COLOBRAM > culuebra > culebra.

1. Otro origen, menos frecuente, que explica el diptongo /ue/ en castellano es la evolución
del diptongo decreciente /oi/ producido como resultado de la metátesis de una vocal
palatal, como en CORIUM > coiru (metátesis) > cuero.
El paso de /e/ al diptongo /ie/ presenta en castellano medieval mayor estabilidad que la
diptongación de /o/.
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Sin embargo, en algunos casos la forma patrimonial con diptongo fue sustituida por el cultismo
sin él.
Esto es lo que sucedió con la terminación -mente de los adverbios, ya que a lo largo de la Edad
Media existió una gran alternancia entre -mente / -miente, lo que será un importante marcador
cronológico, como veremos más adelante.
Lo mismo se observa con las fluctuaciones entre mugier / mujer, traxieron / traxeron y dixieron /
dixeron que se mantuvieron hasta comienzos del siglo XV, cuando la consonante palatal terminó
por absorber la yod semiconsonante.
A este respecto, es interesante ver que en un mismo documento encontramos tanto la forma con
diptongo como sin él, reflejo de lo comentado en el módulo anterior sobre el desarrollo de los cambios
lingüísticos.
Dixeron ellos:

- Mas el sacramento se quede fasta Pentescosté.

E el arçobispo dixo:

- Nin aun por eso no quedará.

E otro día después de la grand missa traxieron el niño a la electión e sacó la espada como de ante.

El baladro del sabio Merlín (ca. 1400)


En algunas palabras, el diptongo /ie/ se redujo /i/. El principal contexto de esta reducción del
diptongo es el sufijo diminutivo -ELLUM, tal y como se observa en CASTELLUM > castiello > castillo. La
evolución de este fenómeno a lo largo del castellano medieval nos ayudará en gran medida a datar
los textos, pues responde a una marcada periodización a la que haremos referencia durante el curso.

1.2. El vocalismo átono

Las vocales átonas son las que presentan mayor debilidad fonética, lo que explica que en la
evolución del latín al castellano se produjeran varias confluencias, hasta llegar a los cinco elementos
actuales, según se recoge en el siguiente esquema:

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Ahora bien, el desarrollo de estas cinco vocales dependió, fundamentalmente de dos factores:

- La posición de la sílaba dentro de la palabra, que podía ser inicial, interior o final.
- La posición de la sílaba respecto al acento principal de la palabra, ya fuera pretónica o
postónica.

1. En la posición inicial las vocales son más estables, por lo que las alteraciones se reducen
a los siguientes casos:

 Aférisis, del tipo ELEEMOSYNAM > limosna.


 Paso de los demostrativos latinos a los artículos: ILLEM > el, ILLAM > la,
ILLOS > los, ILLAS > las.
 Protésis de /e/ ante /s/ líquida, como en STATUM > estado.
 Inflexión por yod y diversos procesos de asimilación y disimilación favorecidos por la
debilidad de las vocales, según vemos en RENIONEM > riñón.

2. En posición interior solamente la /a/ mantiene el timbre, mientras que el resto de las
vocales sufre distintos fenómenos:

o Síncopa, especialmente frecuente en contacto con /l/, /r/ y /s/, como


sucede en SPECULUM > spec’lu > espejo.

o Confusiones de timbre, sobre todo, entre /e/ - /i/, como sucede en las parejas discreción
/ descrición, esperiencia / espiriencia, perfecionar / perficionar y muchas más semejantes a lo largo
de toda la historia del español.

3. En posición final el sistema vocálico patrimonial queda reducido a tres elementos /e/ - /a/
- /o/, pues acabados en /i/ o /u/ solo encontramos monosílabos, como mi, ti, su; la primera
persona del singular del pretérito perfecto simple, del tipo comí y salí y extranjerismos,
muchos de ellos, de origen árabe, por ejemplo, maravedí.
 alteraciones de timbre, merece la pena señalar la fluctuación entre /a/ y /e/ en la terminación
-EBAT del pretérito imperfecto de indicativo, que genera parejas como tenía / tenié, lo que será
un fenómeno muy relevante para datar los textos medievales.
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4. la /e/ en posición final, destacan dos fenómenos:

• La secuencia de dos /e/ ocasionada por síncopa de una consonante presenta dos soluciones:
la reducción, documentada entre los siglos XIII y XIV y la disimilación en /ei/ que es la que se ha
impuesto, según se observa en palabras como REGEM > ree > re (reducción) – rey (disimilación).

• La apócope, que consiste en la pérdida de la /e/ al final de la palabra y donde hay que diferenciar
dos tipos:

a) Apócope normal: se documenta desde el siglo X y se produce tras las consonantes


n,l,d,s,r,z (como fórmula mnemotécnica, es útil la frase “no de les arroz” para recordar estas
consonantes).
Este tipo de apócope es muy frecuente en español y aparece en palabras como SOLE(M) > sol,
AMARE > amar, VOCE(M) > voz, etc.

b) Apócope extrema: es la pérdida ocasional de la -e, que se produjo entre el siglo XII y
comienzos del siglo XIV, probablemente, por influencia franca, y que tienen lugar tras cualquier
consonante distinta de las de la apócope normal, tal y como se observa en los siguientes textos:

Pora Toledo el rey tornada da, essa noch mio Cid Tajo non
quiso pasar.
Cantar de mio Cid (ca. 1140)
Cuidóseles a todos don Hiulcos mejorar, en un elefant fiero vino al
rey colpar.
Libro de Alexandre (ca. 1230)
E la nuve tirós otrossí de sobre la tienda, e pareció María malata d'una malatez blanca como nief.
General Estoria, Alfonso X (ca. 1270)

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