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INFORME
CAPÍTULO 11
LA VIDA ESPIRITUAL EN EL HOGAR
La familia es la unidad básica de la sociedad podemos ver que la familia está sufriendo
ataques y algunos decidieron cambiar su estructura en pleno Siglo XX. Sin embargo, la
realidad es que muy pocas familias están siguiendo las directrices y principios que Dios nos
ha dado.
Tenemos que ver que en algunos productos que llevan en su envase lo siguiente: “Para
mejor resultado siga las instrucciones de la fábrica.” Dios nos ha hecho y es él quien creó la
familia. Él sabe cómo hacerla funcionar mejor. Por lo tanto, debemos someternos a las
instrucciones de la “fábrica eterna”.
No debe sorprendernos que haya una desintegración en los hogares. Muy pocos hogares se
caracterizan por poner en práctica los principios bíblicos del amor, la consideración, la
comprensión, la disciplina, el respeto y el orden.
Hemos visto sobre la importancia de aplicar los principios bíblicos a las relaciones
personales del hogar. Ahora veremos la dimensión de lo espiritual al desarrollo del hogar
cristiano. A la pregunta: ¿Qué es un hogar cristiano?, quizá algunos dirían que es aquella
familia en que juntos los miembros oran, estudian la Biblia, comparten la vida cristiana y
sirven al Señor.
Para que un hogar sea sano espiritual, emocional y sicológicamente, la presencia de Dios
tiene que ser reconocida y experimentada. Lo espiritual tiene que ver tanto con nuestra
actitud como con nuestras acciones.
Una consciencia abierta a Dios es el primer peldaño en subir hacia una vida espiritual que
sea vital en nuestros hogares. Aquello tiene que ver con nuestra actitud hacia Dios, su
mundo y nuestra vida familiar.
Sin falla, en cada hogar cristiano, Cristo debe estar presente y reinante. El reino de Dios
puede ser definido por ser cualquier lugar donde Dios reina. Si nuestros hogares quieren
pretender ser de Cristo, deben permitir y promover que él sea seguido, dejándose ser guiado
por sus motivos y principios.
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Para que Cristo reine en nuestros hogares tenemos que amarle y obedecerle. Así tenemos
la confianza de su morada con nosotros (Juan 14:23) y la confianza de que nuestras vidas
resultarán más felices y victoriosas en todos sus aspectos.
Tenemos la confianza de que las bendiciones de nuestro señor quedan con aquellos que
ponen en práctica su palabra y ejemplo. (1 Pedro 2:21; 3:812.)
Los padres y los que en una familia son cristianos, son llamados a dar la pauta en dirigir el
pensar y el actuar del resto de los suyos.
Un aspecto del reino de Cristo en nuestros hogares ciertamente sería el testimonio cristiano
a los que no conocen al Señor, sean los hijos, padres o familiares. El ambiente hogareño es
el más natural, pero también el lugar más difícil para dar nuestro testimonio.
Cuando los padres son cristianos, se hace relativamente fácil que testifiquen de Cristo a los
hijos. Pero si los hijos se convierten y los padres no comparten su fe, puede resultar
dificultoso testificar a los padres.
La vida espiritual del hogar cristiano demanda que lo esencial de lo que la Biblia presenta
como la fe cristiana sea hecha viva y patente en el laboratorio más común del mundo:
nuestros hogares.
Afirmamos que la fe cristiana (o sea, la religión cristiana) tiene que ser puesta en práctica y
enseñada dentro del círculo familiar para que nuestros hogares se desarrollen en la gracia
del Señor y produzcan una madurez espiritual. En esencia, nuestros hogares son
laboratorios para nuestra fe cristiana. Si funciona allí, servirá en el mundo.
Examinaremos brevemente siete ejemplos de principios cristianos que deben estar puestos
en función para vitalizar la vida espiritual de cualquier hogar cristiano.
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e. Debemos vivir por fe dentro de nuestras familias. Sin embargo, el vivir por fe
quiere decir que tomamos decisiones habiendo orado y buscado seguir la voluntad de
Dios. También, quiere decir que intentamos actuar por fe en nuestra manera de orar,
considerar a otros, ofrendar, etc., dejando un claro ejemplo para los niños y demás
familiares.
g. El hogar cristiano debe mantener en alto los ideales de Dios, sus mandatos y
principios. Aunque esto es un poco general, estamos resaltando la validez de ayudar
a nuestras familias a formar un sistema de valores que resulta por seguir en pos de
Cristo, viviendo según su modelo de hacer bien a todo hombre, aborrecer lo malo y
amar sin fingimiento. Para una lista de altos valores y virtudes cristianas, lea
Romanos 12:9-21.
Las actividades que contribuirán más a que aquella práctica de la fe sea un éxito son
tres:
Cada una de estas actividades hace que la vida espiritual sea más objetiva para los
miembros de la familia, proveyendo que vean y entiendan su significado en formas
aplicables a sus vidas.
CULTOS FAMILIARES
- Los cultos familiares forman el mejor modelo a seguir para los niños y otros.
Dios sabía que nosotros necesitamos modelos para poder imitar lo que es mejor
para nuestras vidas. Deuteronomio 6:1-9
de una vida de muerte (al pecado; Efesios 2:1 y Colosenses 2:20) y porque
nuestra vida está “escondida” en Cristo.
- Los cultos familiares facilitan una mayor comunicación entre los miembros
de la familia.
- Los cultos familiares proveen un medio visible para colocar al padre en el papel de
líder del hogar.
- Manera por la cual los hijos pueden ver a los padres como seres humanos.
Si los vástagos ven solamente nuestra pretensión de ser fuertes y no nos perciben
como seres humanos con ansiedades, preocupaciones, presiones, anhelos, etc.,
difícilmente se identificarán con nosotros, ni sentirán que nosotros necesitamos de
sus oraciones tanto como ellos necesitan de las nuestras.
- Para que los cultos familiares sean regulares hay que programarlos cuando la
familia esté reunida. Es recomendable comenzar el día juntos, orando y leyendo la
Biblia. Sirve de inspiración, dando perspectiva a todo el día.
- Los padres harán bien en buscar materiales que enfoquen las necesidades
sicológicas, sociales y espirituales de sus hijos. Si son pequeños, historietas
bíblicas son mejores que lecturas largas de las Escrituras.
- Otro aspecto que hace que los cultos familiares sean algo inolvidable es la música.
EL USO DE LA BIBLIA
Quisiera presentar ahora algunos conceptos sobre su uso para recordar al lector la
múltiple utilidad de la Biblia en los cultos familiares.
- Aunque no forme parte del tiempo del culto, será una contribución estimulante y
agradable para los niños que los padres provean juegos bíblicos, tales como Tic
Tac Tuf157, que permite repasar lo que los niños han aprendido de la Biblia,
igualmente a jóvenes y adultos
- En último lugar, debemos estar siempre aplicando la Biblia a nuestra vida.
LA ORACIÓN
- Haga que sea sencilla, no en tono grave ni ministerial, sino con sencillez y
sensibilidad a los problemas, ansiedades y anhelos de cada miembro de la familia.
- Oremos específicamente, nombrando necesidades sentidas y expuestas por los
diferentes miembros de la familia.
- Seamos flexibles en nuestra manera de orar, o sea, variemos la forma.
TIEMPOS FAMILIARES
- Algunas familias miran juntos algunos programas televisados. Pueden discutir los
valores demostrados en tales programas, evaluarlos según el concepto
presentado de amor, fe, fidelidad, honor, etc. a la luz de las normas bíblicas.
Puesto que nuestras actitudes anteceden nuestras acciones, es mejor que oremos por
aquellos que necesitan nuestro ministerio antes que vayamos a ayudarles. Hace bien para
los niños aprender a orar por los amigos inconversos y aquellos que sufren y necesitan
ayuda espiritual o física.
La compasión hacia las personas sin Cristo y las que tienen profundos problemas surge en
nosotros cuando nos acercamos al Señor. (Mateo 9:36-38.)
Los niños fácilmente aprenden el gozo que acompaña el ofrendar para la obra del Señor.
Cuando oramos por la obra misionera y después ofrendamos generosamente, los niños ven
que es importante para nosotros.
En alguna oportunidad, la familia puede decidir socorrer a una persona que carece de
ayuda; como sería el caso de reparar un techo o la plomería, o de pintar la casa. Los niños
pueden participar en estos proyectos.
Todas estas ideas son nada más que unas sugerencias para estimular a nuestras familias a
ser más creativas en su forma de desempeñar su vida. Dios ha creado la familia para ser la
base de la sociedad y del mundo. Debemos preocuparnos en que nuestra familia contribuya
a la integridad del mundo y no a su desintegración.
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