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Bernadette College

Dpto. Biología
Prof. Juan Luís Vega
La Florida

Kiandra Hurtado A.
Curso: 4to Medio A.
Fecha:30 de agosto
2017.
Introducción.

La sífilis corresponde a una enfermedad infecciosa aguda o crónica cuyo agente


causal es la espiroqueta Treponema pallidum. Su distribución es mundial, variando la
incidencia con la distribución geográfica y el entorno socioeconómico. Se desconoce
la cifra mínima de treponemas necesaria para establecer una infección en cualquiera
de los casos, pero puede ser tan baja como un solo microorganismo.

Comúnmente se le ha llamado “la gran imitadora” porque muchos de sus signos


y síntomas, no se distinguen fácilmente de otras enfermedades. En la Edad Media, la
sífilis causó estragos semejantes a los de la peste, y devastó pueblos y ciudades
enteras. Después de la introducción dela penicilina en la terapia de la sífilis, no parecía
estar lejano el día en que se llegara a una total erradicación de la epidemia.

Se puede adquirir, por contacto de la piel con la ligera secreción que generan
los chancros o por contacto con los clavos sifilíticos de la persona enferma: al realizar
sexo oral sin preservativo (ya sea que los chancros estén en la boca, en el pene o en
la vulva), al besar una boca con chancros (que son indoloros), por inoculación
accidental (por compartir jeringas), o puede ser transmitida de la madre al hijo a través
de la placenta (sífilis congénita) o a través del canal de parto (sífilis con natal).

Gracias a los avances que ha ido desarrollando la humanidad y la ciencia,


actualmente existen métodos de prevención y tratamientos en caso de haber
adquirido una de estas enfermedades, esto ha reducido el número de
muertes por enfermedades de transmisión sexual. La finalidad del presente informe
tiene por objeto, investigar y aclarar la enfermedad de Sífilis, como medio para
recopilar información bibliográfica y atreves de esto, obtener un temprano diagnóstico
o prevención de esta misma.
Desarrollo.

Etimología e Historia.

El agente responsable es la espiroqueta Treponema pallidum, un microorganismo


frágil, pero con capacidad de persistir en algunos tejidos por periodos prolongados sin
apenas replicación (fases de latencia). Su único huésped es el ser humano, que se
infecta por contacto sexual de lesiones mucocutáneas infectadas, habitualmente de
genitales y boca. Uno de cada tres contactos sexuales con una persona infectada en
fase precoz resulta infectante. También es posible la transmisión intraútero o los
contagios por vía no sexual, en profesionales sanitarios, transfusiones o los
denominados chancros de barbería. El germen es capaz de atravesar piel o mucosas
intactas, migrar rápidamente por vía linfática hasta los ganglios regionales y
diseminarse por vía sanguínea, antes de producir la lesión primaria.

El estudio de la sífilis supone un reto para los investigadores, en parte porque no


pueden hacerse cultivos o manipular genéticamente y porque las subespecies de
Treponema pallidum son morfológicamente indiferenciables por inmunofluorescencia
o microscopia de electrones. Esto hace extremadamente difícil el diagnóstico y
complica los análisis epidemiológicos y filogenéticos. En cambio, la tipificación
molecular se ha mostrado como un método que sí puede ser útil para detectar algunas
de estas subespecies, como la que afecta los humanos, T. pallidum pallidum.

En 1546 publicó su ensayo De contagione et contagiosis morbis (Sobre el contagio y


las enfermedades contagiosas) en el que describió minuciosamente la enfermedad
dándole el nombre de «mal de Syphilus».

Aunque esta infección existe en todo el planeta existen 3 teorías de donde se originó
la Sífilis.

1. La Teoría Precolombina menciona que existen esqueletos de le etapa neolítica


con lesiones sugerentes de sífilis. Incluso menciona que Hipócrates habría
descrito los síntomas de la sífilis en su fase terciaria. También han encontrado
esqueletos en Pompeya con signos sugerente de sífilis congénita (adquirido al
nacimiento).

2. La Teoría del Intercambio Colombino menciona que la sífilis se originó en América


y fue llevada a Europa por Cristóbal Colon.

3. La Teoría de la Guiñada creada por el historiador Alfred Crosby menciona que las
dos teorías son correctas. Sugiere que las epidemias que han aparecido en el
mundo pueden haber sido causadas por una treponema propia del lugar que mutó
(cambió) o alguno que vino de otro lado, por ejemplo, las Américas.
¿Qué es la Sífilis?

La denominada Sífilis o Lúes, es una enfermedad crónica, es una Infección de


Transmisión Sexual (ITS) causada por una bacteria con forma de sacacorchos
llamada Treponema pallidum. Mide aproximadamente en promedio 10 micrones
(1 micrón es la milésima parte de un milímetro) de largo y de 0,1 a 0,2 micrones
de diámetro. Esta bacteria solo vive en los humanos.

Figura 1 Treponema pallidum

Se multiplica por división simple y tiene mucho requerimiento de alimentos


especiales para crecer en los medios de cultivos para bacterias.

Figura 2 Resumen de Sífilis.


Taxonomía y Morfología

T. pallidum subespecie pallidum es una célula helicoidal delgada de alrededor de 0.15 µ de


ancho y 6 a 50 µ de largo. Suele tener entre seis y catorce espirales de aproximadamente 1
µ de longitud. El citoplasma está envuelto en una membrana formada por tres láminas,
revestida a su vez de una capa sutil de peptidoglucanos que le confieren cierta rigidez
estructural. Este microorganismo tiene forma de huso en ambos extremos. Puede observarse
con montajes húmedos mediante microscopía de campo oscuro

La familia Spirochaetales comprende tres géneros que son patógenas para el ser humano y
para algunos animales: Leptospira, Borrelia y Treponema. El género Treponema comprende
T. pallidum subespecie pallidum, causante de la sífilis venérea; T. pallidum subespecie
partenue, que produce el pian y la frambesía; T. pallidum subespecie endemicum, que
ocasiona el bejel o sífilis endémica; y T. carateum, que es el agente causal de la pinta.

A diferencia de la otra parte de bacterias, la membrana externa está formada principalmente


por fosfolípidos con muy pocas proteínas en la superficie. Es a causa de esta estructura que
la sífilis avanza ante la respuesta inmediata de los anticuerpos (contra los antígenos internos
que no están expuestos en la superficie). Entre la membrana externa y la pared celular de
peptidoglucano se encuentran seis fibrillas axiles, unidas tres en cada extremo y
superpuestas en el centro del microorganismo.

Figura 3 BacteriaTreponema pallidum, 54X.

Causas

Infectarse de sífilis por una transfusión de sangre es extremadamente complicado,


porque se realiza un análisis de la sangre de los donantes, por lo que en caso de
detectarse el personal sanitario desecharía la muestra. Además, la bacteria no
sobrevive más de uno o dos días en la sangre almacenada.
La forma más frecuente de adquirir la infección es a través de cualquier tipo de
contacto sexual: penetración vaginal o anal, pero también se contagia por sexo
oral o cualquier otro tipo de contacto íntimo con una lesión sifilítica activa. Usar el
preservativo de forma correcta y evitar el contacto íntimo con una persona
contagiosa permite evitar la transmisión.

Si una embarazada tiene sífilis, y ésta no se detecta y se trata, se puede


producir sífilis congénita en el bebé. En estos casos, lo más frecuente es que el
bebé se infecte en el útero, aunque es posible también que adquiera la infección al
atravesar el canal del parto.

Finalmente, otras de las posibles causas de sífilis es que podría producirse un


contagio por inoculación por una aguja previamente utilizada en un paciente
infectado, o por manipulación de material biológico infectado.

Etapas y Cuadro clínico

1. Sífilis Primaria: se caracteriza por la presencia de un chancro en el sitio de la


inoculación inicial. Anteriormente se conocía como “chancro duro” para
distinguirlo del “chancro blando” o chancroide, ocasionado por Haemophilus
ducreyi.

En los hombres el chancro primario suele localizarse sobre el pene. En mujeres


pueden presentarse múltiples chancros, de manera habitual en la vagina o sobre
el cérvix uterino. Sin embargo también es posible observar chancros en faringe,
lengua, alrededor de los labios, dedos de las manos, pezones, etc. La
morfología dependerá del área del cuerpo en la que ocurren y también de la
reacción inmunitaria del huésped. El chancro se inicia como una pápula
pequeña sobre elevada, roja, firme, que crece de manera gradual hasta producir
una úlcera indolora con márgenes indurados, bien definidos, y una base húmeda
limpia.

Con frecuencia los ganglios linfáticos regionales están ligeramente


hipertrofiados y duros, pero indoloros. El examen histológico de la úlcera revela
pérdida de la epidermis de recubrimiento, con hiperplasia epidérmica en la
periferia.

2. Sífilis Secundaria Aproximadamente dos meses después de la resolución del


chancro primario, aparecen las lesiones de la sífilis secundaria. Las
manifestaciones de esta etapa son variadas, pero por lo general incluyen una
combinación de síntomas sistémicos (malestar, fiebre, anorexia, cefalea,
faringitis, etc.), hipertrofia generalizada de ganglios linfáticos y varias lesiones
mucocutáneas. Las lesiones de la piel suelen presentar distribución simétrica
de color cobrizo o rojo oscuro y pueden ser maculopapulares, escamosas o
pustulares. La afección de las palmas de las manos y plantas de los pies es
común, observándose con frecuencia una escama superficial e
hiperpigmentación. En las áreas húmedas de la piel, como región anogenital,
cara interna de los muslos y axilas, es posible que aparezcan lesiones
prominentes de base ancha denominadas condiloma lata o plano. Lesiones
mucosas superficiales similares al condiloma lata pueden presentarse en
cualquier parte, pero son particularmente comunes en la cavidad bucal, faringe
y genitales externos.
El examen histológico de las lesiones mucocutáneas durante la fase secundaria
de la enfermedad revela la característica endarteritis proliferativa, acompañada
de infiltrado inflamatorio linfoplasmacítico. Otras manifestaciones menos
comunes de sífilis secundaria incluyen hepatitis, enfermedad renal, enfermedad
ocular (iritis) y anomalías gastrointestinales. Tanto las lesiones mucocutáneas
como las manifestaciones poco comunes de la sífilis secundaria se resuelven
espontáneamente tras un período de seis meses

3. Sífilis Recurrente Una vez resueltas las lesiones cutáneas sifilíticas primarias
o secundarias por medio de un tratamiento adecuado es posible que,
aproximadamente el 30% de los pacientes experimenten recurrencia. Estas
lesiones suelen ser más escasas o más induradas que las iniciales y, al igual
que las típicas de la sífilis primaria o secundaria, son contagiosas para las
parejas sexuales.

4. Sífilis Latente La sífilis latente es la etapa en la que no existen signos clínicos


de sífilis. Se inicia luego de resolverse la etapa de sífilis primaria o secundaria
pudiendo durar toda la vida. En este estadío, el diagnóstico se realiza sólo por
los antecedentes (lesiones de sífilis primaria o secundaria, exposición a la sífilis
o alumbramiento de un lactante afectado de sífilis congénita), la falta de signos
de sífilis y la presencia de anticuerpos antitreponémicos.

La latencia se divide en dos etapas: temprana y tardía. La latencia temprana


aparece en el primer año tras la infección; los pacientes siguen siendo
potencialmente infecciosos y pueden experimentar recaídas clínicas. La latencia
tardía, comienza un año o más después de la infección de un paciente no
tratado, conlleva inmunidad relativa frente a una recidiva contagiosa; los
pacientes no suelen ser ya infecciosos, aunque sigue siendo posible que una
madre infectada transmita la enfermedad a su feto o que la infección se
transmita a través de una transfusión sanguínea. Epidemiológicamente, la
mayor infectividad para la transmisión sexual o fetal de la sífilis coincide con el
primer año de la infección.

5. Sífilis Terciaria La sífilis terciaria se presenta en cerca de una tercera parte de


los pacientes no tratados, en general después de un período latente de 5 años
o más. Esta fase de la sífilis se divide en tres categorías principales: sífilis
cardiovascular, neurosífilis y la denominada sífilis terciaria benigna. Las
diferentes formas pueden aparecer solas o combinadas en un paciente
específico. Las pruebas no treponémicas pueden revertirse a la negatividad
durante la fase terciaria, aunque las pruebas treponémicas permanecen
positivas.

La sífilis cardiovascular en su forma de aortitis sifilítica explica más del 80% de


casos de enfermedad terciaria; es mucho más común en hombres que en
mujeres. La enfermedad es fundamentalmente una endarteritis de la vasa
vasorum de la aorta proximal.

La enfermedad microvascular produce cicatrices en la túnica media de la pared


aórtica proximal, con pérdida consecuente de la elasticidad. La enfermedad
aórtica se caracteriza por dilatación progresiva lenta de la raíz y el cayado
aórtico, con la resultante insuficiencia aórtica y aneurismas saculares de la aorta
proximal.
La sífilis terciaria benigna es una forma poco común que se caracteriza por el
surgimiento de gomas en varios tejidos, los cuales consisten en lesiones
granulomatosas profundas que se encuentran en el tejido subcutáneo, con
tendencia a sufrir necrosis y úlceras. Estas lesiones quizás se relacionan con
hipersensibilidad retardada. Aparecen con mayor frecuencia en hueso, piel y
membranas mucosas de las vías respiratorias altas y la boca, aunque cualquier
órgano puede afectarse. La afección del esqueleto suele producir dolor local,
hiperestesia, inflamación y a veces fracturas patológicas. Es posible que la
afección de piel y membranas mucosas ocasione lesiones nodulares o, en casos
excepcionales, lesiones ulcerativas destructivas que simulan neoplasia maligna.
Las espiroquetas raras veces pueden demostrarse dentro de las lesiones.
Aunque alguna vez fueron comunes, en la actualidad las gomas son
excesivamente raros gracias al desarrollo de antibióticos eficaces como la
penicilina. G.

6. Sífilis en el Embarazo Durante el embarazo, la sífilis tiene en sus períodos


secundario y terciario una especial selectividad por la placenta, de tal manera
que la espiroqueta se fija en el tejido corial, produciendo lesiones de placentitis
luética, que permite su paso al feto colonizando sus órganos, especialmente el
hígado. También es posible que la espiroqueta se filtre a través de la placenta.
La sífilis se adquiere antes del nacimiento, pero no en la fecundación. (15). La
madre puede transmitir sífilis al feto hasta cuatro años después de la infección
materna original cuando no ha sido tratada. Se estima que de todas las
embarazadas con sífilis no tratada, solo el 20% llevaran al feto al término del
embarazo y obtendrán un niño 17 normal. Las complicaciones incluyen: aborto
espontáneo, mortinato, hidrops no inmune, retardo del crecimiento intrauterino,
parto prematuro, muerte perinatal y secuelas serias en los niños que nacen
vivos. Se ha visto que puede llevar a muerte intrauterina en un 30% de los casos,
muerte neonatal en un 10% y trastorno neonatal en un 40%.

El riesgo de transmitir la enfermedad a su descendencia es de 6 a 14 % en la


fase latente tardía, de 30% en la latente reciente, hasta un 70% en la etapa
primaria y de 90 a 100% en la etapa secundaria. Se piensa que la
inmunocompetencia fetal explica la falta de compromiso clínico y el alto éxito del
tratamiento antes de las 16 a 18 semanas. La mayoría de los niños infectados
congénitamente son producto de mujeres con sífilis reciente siendo el
secundarismo sifilítico el de mayor riesgo. El mecanismo por el cual esta
infección feto placentaria produce parto prematuro es desconocido.

La infección no tratada en el primero y segundo trimestres produce morbilidad


fetal significativa, pero cuando la infección se produce en el tercer trimestre,
muchos niños se afectan en forma asintomática. Cuando hay compromiso feto
placentario severo la infección puede llevar a muerte fetal. La mortalidad
neonatal puede ser tan alta como de 54% de los niños afectados, siendo la
prematurez una causa importante de esta mortalidad.

Figura 4 Lesiones en Vagina, en etapa terciaria.


Tratamiento

La sífilis primaria se trata con penicilina benzatina, 2,4 millones de unidades en


una sola dosis, aunque generalmente se prefiere repetir la dosis durante 2-4
semanas para evitar fracasos terapéuticos.

En alérgicos se puede utilizar doxiciclina v.o./12 h, o eritromicina 500 mg/6h, al


menos durante 2 semanas. En la sífilis tardía con LCR normal se utiliza el mismo
tratamiento, manteniéndolo durante 1-2 meses. La neurosífilis exige
penicilina intravenosa a dosis de 3-4 millones iv/4 horas durante dos semanas.

Este tratamiento está justificado en casos de pacientes con síntomas


neurológicos y LCR normal. En alérgicos a la penicilina se debe intentar la
desensibilización hospitalaria.

La identificación del T. pallidum mediante el examen directo del exudado de la


lesión (campo oscuro y/o fluorescencia directa) es una prueba definitiva para
asegurar el diagnóstico. Las ventajas de este tipo de método son la inmediatez
y bajo costo. Este diagnóstico puede ser previo a la positivización de las pruebas
serológicas y es probablemente, el de más rendimiento en la fase primaria,
secundaria, recaídas y en la sífilis congénita, cuando las lesiones son ricas en
treponemas. Sin embargo, un resultado negativo no descarta la posibilidad de la
enfermedad, ya que pueden existir pocas treponemas en la misma lesión,
dependiendo de los días de evolución y de la administración de tratamientos
previos. La sensibilidad de esta prueba es del 75 a 80%.

Actualmente existen nuevas pruebas para el diagnóstico de sífilis como


inmunoensayos enzimáticos (EIA), reacción de la cadena de la polimerasa (PCR)
y técnicas de inmunotransferencia ligada a enzimas (Inmunoblotting).

Cualquiera que sea la edad gestacional y el estadío de la sífilis, la penicilina


continúa siendo el medicamento de elección ya que cura a la madre, previene la
transmisión vertical y trata al recién nacido. Las preparaciones benzatínica,
procaínica o acuosa, así como la dosis y duración del tratamiento, dependerá del
estadío y manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Prevención

Las intervenciones más importantes para la prevención son la promoción del


sexo sin riesgo, la educación sexual, el control de las ITS en grupos vulnerables,
la provisión de servicios de diagnóstico y tratamiento con un componente de
asesoramiento y notificación de contactos, promoción del uso del condón,
enseñar cómo usarlos y, siempre que sea posible, entregar algunos para uso
futuro.

En las mujeres embarazadas, durante la consulta prenatal es indispensable


poner énfasis en la prevención de la sífilis congénita, por medio de estudios
regulares de detección (tamizaje) y tratamiento de la sífilis materna. Se
recomienda realizar el seguimiento clínico y serológico a intervalos máximos de
tres meses hasta el parto.

Síntomas.

La sífilis es silenciosa, ya que tú y tu pareja pueden no tener síntomas visibles o


perceptibles. La mayoría de las veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de
que tienen sífilis: ese es uno de los motivos por los cuales es una infección tan
común (y por qué es tan importante hacerse las pruebas).

Los signos de sífilis pueden ser tan leves que ni siquiera los adviertas. A veces,
los síntomas de esta enfermedad se confunden con los de otras afecciones,
como granos o erupciones. Los síntomas de la sífilis aparecen y desaparecen a
lo largo del tiempo, pero eso no significa que la infección desaparezca. La ÚNICA
forma de acabar con la sífilis es tomar medicamentos.
Conclusión.

La sífilis congénita continúa siendo un serio problema de salud en el mundo y se


hace necesario hacer un gran esfuerzo para cumplir el compromiso de
eliminación en los países en que ello aún no se ha conseguido. Las úlceras
genitales que provocan ciertas enfermedades, como la sífilis, pueden aparecer
tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas, estén o no cubiertas
o protegidas con un condón de látex.

El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de


contraer la sífilis, así como los herpes genitales y los chancros, solamente si el
área infectada o el área de posible contacto está protegida.

La manera más segura de evitar contraer la sífilis, es absteniéndose del contacto


sexual o tener con una relación duradera, con una sola pareja a quien le han
hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.
Bibliografía.

 Sífilis: actualidad, diagnóstico y tratamiento. Teodoro Carrada Bravo.


Hospital General de Zona y Medicina Familiar 2, IMSS.Rev Fac Med
UNAM Vol.46 No.6 Noviembre-Diciembre, 2003

 Eliminación de la sífilis congénita en América Latina y el Caribe: un


objetivo alcanzable. OPS

 Normas de manejo t tratamiento de las enfermedades de transmisión


sexual 2000 República de Chile. Ministerio de Salud. Comisión nacional
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 https://verbiclara.wordpress.com/2013/09/23/origen-de-la-palabra-sifilis/

 https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADfilis

 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1851-
300X2007000100001

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