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LA CONSTRUCCIÓN DE MAPAS CONCEPTUALES PARA FORTALECER PROCESOS DE

AUTONOMIA EN EL APRENDIZAJE

Enith Castaño Bermúdez – Universidad del Valle – Colombia1

El artículo presenta una experiencia en las que el conocimiento y la construcción de los mapas conceptuales se han trabajado
como una estrategia de aprendizaje metacognitivo, cognitivo y socio-afectivo, contribuyendo al proceso de autoformación de
los sujetos que aprenden. En un mundo interconectado, todos somos aprendices y este hecho demanda la transformación de
las prácticas educativas para cooperar y apoyarnos en procesos de construcción de conocimiento y en la aplicación de éste a
las problemáticas para contribuir a crear sociedades justas y con equidad social.

Este planteamiento, se presenta en dos apartados, el primero de ellos, los mapas conceptuales como una estrategia para la
autoformación sobre la base de la relación de la autonomía y las estrategias de aprendizaje, teniendo como referente la
experiencia el curso de Metodologías de Autoformación. Y el segundo apartado, el aporte de los mapas conceptuales en la
cualificación docente en entornos virtuales de aprendizaje, a partir de las transformaciones en las prácticas educativas ligadas
a la virtualización.

1. Introducción

En la actualidad todos somos aprendices, de aquí una exigencia para una cualificación permanente que demanda
sujetos capaces de autorregular sus procesos de aprendizaje. La realidad de un mundo académico interrelacionado,
libre de fronteras artificiosas, significa un universo de oportunidades para mejorar la calidad de los métodos de
enseñanza-aprendizaje y con los que se multiplican las opciones de formación y autoformación. La actualización de
los saberes continuamente, la existencia de una red mundial de conocimientos y los avances permanentes con
novedosas tecnologías exigen un trabajo interdisciplinario para abordar diversas problemáticas cuyo grado de
complejidad exige la cooperación y el apoyo entre los seres humanos, en el propósito de que éstos aprendizajes
tanto individuales como colectivos contribuyan a la emancipación humana y al mejoramiento de la calidad de vida.

La visión del trabajo colaborativo y cooperativo permite poner el acento en las actividades cognitivas de
alto nivel mediante un compromiso mental de carácter meta-cognitivo, es decir, trabajando y apoyando a otros con
estrategias que ayuden a planificar, organizar y evaluar el propio proceso de aprendizaje.

Desde esta perspectiva, los mapas conceptuales son una herramienta cognitiva que potencia estrategias de
aprendizaje como la comprensión, la organización y la elaboración de una temática específica. Pero lo fundamental
de un mapa conceptual no está sólo en el producto final, sino, sobre todo en la actividad que se genera al
construirlo. Este construir y reconstruir activa y desarrolla el pensamiento reflexivo y facilita profundizar en la
comprensión significativa del tema, exigiendo un estudio eminentemente activo y cuidadoso.

La comprensión significativa que se va logrando al construir mapas conceptuales es una estrategia que
lleva también a procesos de tipo metacognitivo porque cuando se comprende el proceso de producción del
conocimiento a través de las relaciones cruzadas que se establecen entre los conceptos, el intercambio de
significados y el cooperar con otros, se promueve la apropiación y el uso de herramientas cognitivas y habilidades
para la propia valoración y autoevaluación del proceso de aprendizaje.

Este papel fundamental que cumplen los mapas conceptuales está ligado al reto de formar sujetos
autónomos en el ámbito intelectual y en el uso de la tecnología, sujetos capaces de decidir y realizar actividades
creativas e innovativas en su proceso de formación y en su área de conocimiento.

El concepto de mapa conceptual, se desarrolló a partir de la década del sesenta en el Departamento de


Educación de la Universidad de Cornell, en los Estados Unidos y surge como una propuesta de un grupo de
investigadores liderados por Joseph D. Novak y D. Bob Gowin. Estos profesores conjuntamente con sus alumnos

1
Artículo completo, al presentado en el 4to. Conferencia Mundial sobre mapas conceptuales en Viña del Mar,
2010. La publicación en: http://cmc.ihmc.us/cmc2010papers/cmc2010-88.pdf
ponen en marcha dos estrategias para lograr aprendizajes significativos: Los mapas conceptuales y la Heurística
UVE. (1988). Novak y Gowin consideran que tanto los mapas conceptuales como la heurística UVE, además de ser
potentes herramientas cognitivas son también una estrategia que apoya procesos de tipo metacognitivo y socio-
afectivo ya que ambas tienen como propósito central el aprender a aprender. “Cuando los estudiantes aprenden
sobre el aprendizaje según recomendamos, -con estas estrategias-, pueden hacerse cargo de la responsabilidad de
su propio aprendizaje”. (Aprendiendo a Aprender. Prefacio, Ibíd..pág.15.)

El profesor Novak explica que el mapa conceptual surge como una “proyección práctica de la teoría del
aprendizaje de David Ausubel”; para este autor, en el aprendizaje significativo, es clave articular los conocimientos
o nueva información con los conocimientos previos que ya tiene el aprendiz, pero esa articulación debe suceder de
una forma sustancial y no de manera arbitraria. Esta relación significativa ocurre cuando hay una intencionalidad
de conexión entre el conocimiento recién adquirido con los de nivel superior más inclusivos, ya existentes en la
estructura cognitiva del sujeto que aprende. El aprendizaje significativo, es un proceso continuo y requiere de una
predisposición para ello teniendo en cuenta las ideas-ancla o mas inclusivas para trabajar en la jerarquización de
ideas y conceptos. Es esta jerarquización y la estructura proposicional de los mapas conceptuales las que nos
permiten adquirir nuevas relaciones y en este sentido, mayor significado de los conceptos tratados.

2. Experiencias en el conocimiento y en el uso de los mapas conceptuales.

En la Universidad del Valle, hemos involucrado el estudio y la aplicación de los mapas conceptuales en los
procesos de formación estudiantil y de cualificación docente en dos asignaturas, la primera dirigida a estudiantes de
universidad denominada Metodologías de Autoformación y la otra dirigida a profesores universitarios relacionada
con el Diseño de cursos para entornos virtuales de aprendizaje. En ambos casos, consideramos los mapas
conceptuales como una estrategia que apoya la construcción de procesos de autoformación.

2.1. Los mapas conceptuales una estrategia para la autoformación

La autonomía es una construcción social, porque si bien el responsable principal o protagonista esencial del proceso
de autoformación es el sujeto que aprende, éste se construye con relación a otros y en un contexto socio-histórico
determinado. Es necesario el trabajo personal en el sentido de revisar, cambiar, innovar y transformar prácticas pero
éstas, están relacionadas con el entorno social, con sus niveles de participación pública y política y con sus
posibilidades de formación.

Explorar nuestra percepción del mundo, pensar qué sujeto está al frente de nosotros, quien es nuestro
interlocutor válido y trabajar en los procesos de autorregulación para comunicarnos y aprender de los otros, son
rutas importantes para dar cuenta de qué, cómo y para qué aprendemos lo que aprendemos. En últimas, el sentido
que le doy a mi aprendizaje en mi vida personal y colectiva.

Esta visión es el eje articulador de lo que denominamos Metodologías de Autoformación, una experiencia
de formación estudiantil que ha involucrado el conocimiento y el uso de mapas conceptuales desde el año de 1995,
como una estrategia potente para coadyuvar en el proceso de autoformación. Y es a partir del 2005 que iniciamos el
trabajo con la herramienta CmapTools desarrollada por el IHMC.

La propuesta de las Metodologías de Autoformación se concreta a través de una asignatura -pero que no
termina con la realización de la misma- es orientar al estudiante en conceptos y prácticas para que sus labores
académicas sean eficientes. Hemos involucrado así, un conjunto de herramientas para que el estudiante aprenda a
aprender, para lo cual, debe conocer cómo regular su propio aprendizaje, cómo desarrollar un plan personal de
aprendizaje, cómo diagnosticar sus puntos fuertes y débiles, cómo describir su estilo de aprendizaje, como superar
los bloqueos personales, conocer en qué condiciones aprende mejor, cómo participar en grupos de discusión y de
resolución de problemas, cómo hacer una lectura crítica de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
TIC y la integración de estrategias cognitivas que potencien su proceso de formación y la reflexión sobre su propio
conocimiento.

La construcción de mapas conceptuales aporta al proceso de autoformación, mejorando la capacidad del


sujeto con respecto a maximizar la autodirección y la autogestión. Proceso dado por la construcción conjunta, por
la cooperación mutua y por la interacción permanente de la producción de los mismos. Este proceso, que exige un
intercambio y negociación de significados entre profesores y alumnos con relación a un objeto de aprendizaje o con
un material académico, cuenta actualmente con las potencialidades de los escenarios virtuales para fortalecer
procesos de interactividad y aprovechar los recursos que ofrece la Web a través de la herramienta desarrollada por
el IHMC -Institute of Human and Machina Cognition-.

2.1.1. Estrategias de Aprendizaje y Autoformación.

Beltrán Llera (1997) muestra desde qué enfoque y por qué promover las estrategias de aprendizaje, precisa que este
término, fue propuesto McKeachie, quien entre 1974 y 1986 se interesó en trabajar el aprendizaje desde un enfoque
cognitivo, sustituyendo el esquema estímulo-respuesta por un enfoque de procesamiento de la información,
centrado “en las interacciones entre las características de los estudiantes interpretadas como procesos dinámicos y
las características de la instrucción”. Entre los factores que influyen en el planteamiento de las estrategias de
aprendizaje, está aquel, que parte, de la concepción del aprendizaje que concibe al sujeto que aprende como un ser
activo que construye sus propios conocimientos, y como tal, aplica cada vez mejor sus habilidades intelectuales a
los contenidos de aprendizaje.

Abordemos a través de dos mapas conceptuales la clasificación de las estrategias de aprendizaje que
propone Beltrán Llera y que permite formular las actividades de aprendizaje en un plan de acción que realice el
aprendiz, en las que proponga el profesor en el diseño de una asignatura, o en la elaboración de un material
académico.

Figura 1: Las estatregias socioafectivas


Figura 2: Las estrategias cognitivas y metacognitivas

Aunque como observamos en la clasificación que propone Beltrán (1997) los mapas conceptuales se
consideran como una técnica que sirve a procesos de selección y organización; la teoría del aprendizaje
significativo que fundamenta el uso del mapeo conceptual y la actividad que se genera al construirlos, los convierte
en una estrategia socio-afectiva que requiere la decisión, la voluntad y la disposición del sujeto para aprender
significativamente, esto es, una alta implicación del sujeto que aprende con relación a sus procesos de pensamiento,
a sus motivaciones internas y a la disposición para crear y establecer relaciones significativas para comprender,
interpretar y transformar su entorno.

Por tanto, para la intervención sobre la estructura cognitiva, a partir de las relaciones conceptuales entre los
conocimientos nuevos con los previos involucra la negociación e intercambio de significados y por ende requiere el
conocimiento del proceso de autoformación. Y como lo hemos expresado, este proceso es social, por ende, es
necesario establecer las relaciones entre profesores y estudiantes y objeto de aprendizaje, desde el reconocimiento
de la diferencia, y la transformación de prácticas educativas. Todos somos aprendices significa que estamos
decididos a que el control dependa exclusivamente del sujeto que aprende sobre ideas y conocimientos socialmente
compartidos. Esa horizontalidad significa también que generamos herramientas y relaciones para autorregularnos,

El aprendiz que tiene conciencia y domina diversas estrategias de aprendizaje y puede tomar las decisiones
adecuadas en un determinado momento del proceso, conoce cómo y para qué aprende, esto es, domina procesos
meta-cognitivos, porque si bien los estudiantes asumen la responsabilidad principal en la planificación y realización
de sus actividades de aprendizaje, no trabajaban aislados de otras personas que comparten sus intereses (Knowles,
1975). Por ende, la importancia del intercambio de significados y de la interacción que propicia el mapeo
conceptual reafirma su contribución a la maduración del proceso de autoformación.

Según Brockett y Hiemstra, en 1987, en su tesis doctoral en la Universidad de Columbia, el profesor


Candy A. diferenció la auto-dirección como atributo personal -un enfoque del aprendizaje que tiene lugar fuera de
las instituciones (audodidactismo)-, de la auto-dirección como el resultado del esfuerzo de promover en el sujeto
que aprende, el control de su propio proceso de aprendizaje. En su investigación encontró que el conocimiento de
la perspectiva del estudiante es esencial para comprender las estrategias utilizadas y los resultados obtenidos; que la
investigación de los resultados del aprendizaje debería subrayar las dimensiones cualitativas en vez de las
cuantitativas de la adquisición de conocimiento.

Por tanto, las aptitudes, la disposición y las actitudes para la auto-dirección en las personas son variables,
lo cual exige diversos grados de orientación por parte de los profesores, especialmente, en lo que tiene que ver con
el aprendizaje. Exige también involucrar a los aprendices en el proceso de construcción del conocimiento, de
desarrollo y evaluación de argumentos, de reflexión y de la comprensión desde múltiples puntos de vista. La
construcción de mapas conceptuales es una forma para trabajar el proceso de adquisición significativa, lo que
requiere acompañamiento, seguimiento del profesor o experto hacia el estudiante o aprendiz, porque además de la
predisposición del sujeto, como lo expresan Ausubel y Novak el aprendizaje significativo no ocurre de manera
súbita y requiere que el sujeto establezca relaciones sustantivas y no arbitrarias entre los conceptos.

A partir de estos planteamientos hemos trabajado la construcción de mapas conceptuales aplicados a la


comprensión de los temas que hacen parte del curso de Metodologías de Autoformación y como una estrategia
permanente para trabajar las demás asignaturas del currículo de un programa académico.

2.2 Construcción de mapas conceptuales, y cualificación docente en entornos virtuales de aprendizaje

En la cualificación docente en escenarios virtuales hemos integrado el conocimiento y uso de los mapas
conceptuales como una estrategia de asesoramiento, en la que los profesores puedan involucrarla en su práctica
docente, ya como una estrategia didáctica, de evaluación y como organizador previo en la elaboración de materiales
académicos, obviamente la finalidad última es mejorar la capacidad de los alumnos para autorregular sus procesos
de formación.

El trabajo de construcción de los mapas conceptuales se ha concretado en facilitar la comprensión teórica


que sustenta su naturaleza y utilidad, con respecto a la forma en la que aprenden y la emplean los estudiantes como
una estrategia de aprendizaje con relación a las decisiones orientadas a garantizar la comprensión en un área
disciplinar. El énfasis ha estado orientado a que los profesores construyan sus propios mapas conceptuales como
organizadores previos en la elaboración de materiales académicos dentro del curso que cada uno ha seleccionado
para virtualizar. Por eso, además del estudio y fundamentación del para qué de los mapas conceptuales, en esa
cualificación integramos el uso de herramientas tecnológicas, en este caso, Cmap Tools.

Un ejemplo de ellos, lo podemos observar en el siguiente mapa conceptual construido por el profesor del
tema de autoexploración y calidad dentro del curso de Metodologías de Autoformación.

Figura 3: mapa conceptual del tema de autoexploración y calidad de vida MAF

El trabajo con mapas conceptuales hace parte de un conjunto de estrategias de asesoramiento que parten de
considerar que el fenómeno de la virtualización atraviesa todos los ámbitos de nuestra vida, “la virtualización es la
propia dinámica del mundo común, aquello por lo que compartimos una realidad”(Lévy, 1999.) y que requiere de
una intencionalidad pedagógica al usar herramientas tecnológicas que potencien características de la virtualidad
como la sincronía y la asincronía, la desterritorialización y especialmente procesos creativos y reflexivos que
superan un uso tecnocrático y mecánico de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

En el campo educativo, el desarrollo de los entornos virtuales incide y potencia significativamente los
procesos de enseñanza-aprendizaje. Esa potenciación en gran medida depende del compromiso, de la concepción y
de la implicación de cada sujeto a partir del trabajo de sus estrategias de aprendizaje y al sentido del por qué y el
para qué hace uso de las herramientas tecnológicas.
Desde esa premisa los profesores juegan un papel protagónico, porque ahora tienen una exigencia en
transformar prácticas docentes que consideren los aportes de la psicología del aprendizaje, en el sentido que todos
tenemos una tendencia particular en el aprendizaje, así como ritmos de aprendizaje y ritmos de estudio diferentes.
El papel docente se ve modificado sustancialmente, porque no sólo el estudiante debe ganar en autonomía y
responsabilidad en el aprendizaje; sino que es un compromiso de los profesores en proveer herramientas o
coadyuvar en la estructura de estrategias que le permitan al aprendiz tomar la regulación de su propio proceso. A
ambos, profesores y estudiantes les implica hacer una lectura crítica de la realidad, para propiciar un mundo mejor,
de mayor reconocimiento a lo diferente, el respeto al otro, y construir una sociedad justa y con mayor equidad
social.

Los profesores deben enseñar a aprender los contenidos correspondientes de cada una de las materias y
esto requerirá que hagan explícitas sus estrategias de aprendizaje como expertos en dicha área, así como apoyar y
facilitar ese aprendizaje en los alumnos. Además de orientar a sus estudiantes en conocimientos específicos,
también fomenten en ellos, la conciencia de las herramientas intelectuales que poseen, para investigar, explorar,
analizar, cuestionarse, discutir, criticar y aplicar la información en la solución de problemas teóricos y prácticos
para interpretar y transformar la realidad y producir en conjunto, con el aprendiz, nuevos conocimientos. Es decir,
compartir criterios y fundamentos éticos, estéticos y de sensibilidad social para buscar y aplicar dichos
conocimientos para la mejora la dignidad humana en todos sus contextos.

En los entornos virtuales de aprendizaje, se hace más notoria la necesaria construcción de sujetos
autónomos capaces de decidir, crear y producir conocimiento y prácticas de mayor inclusión y socialización, la
construcción de mapas conceptuales por sí mismos, diría Novak, no producen Aprendizaje Significativo pero una
práctica continua de ellos y el conocimiento del por qué y el para qué de su uso, es una contribución importante en
el proceso de autoformación de consecución de autonomía intelectual.

Al plantear las estrategias de aprendizaje concebimos al docente en los entornos virtuales como un
protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje que orienta, guía, media, acompaña, facilita, regula, propicia,
motiva, evalúa los procesos de aprendizaje en los estudiantes, y quien, además, ni es, ni funde como el depositario
por excelencia del conocimiento ni como el transmisor del mismo, ni cuyo único papel es expositivo desde la
oralidad constante. Es más bien aquel que, más que enseñar, hace aprender. “Pero aunque a veces quizá haya que
renunciar a enseñar, no hay que renunciar nunca a ‘hacer aprender’.”, precisa Meirieu. Meirieu, Philippe.
(1998). Frankenstein Educador. Barcelona: Editorial Alertes. p. 77.

En consecuencia, un docente que se actualiza y se cualifica permanentemente para su práctica docente y


que es cada vez más conciente y solvente frente al uso de herramientas conceptuales y tecnológicas, para el trabajo
cooperativo. Por consiguiente, la construcción del mapeo conceptual y la visualización que permite del proceso de
producción y construcción del conocimiento, es un referente y una variable importante para fortalecer los procesos
de enseñanza-aprendizaje.

3. Resumen

El artículo presenta dos experiencias en las que el conocimiento y la construcción de los mapas conceptuales se han
trabajado como una estrategia de aprendizaje metacognitivo, cognitivo y socio-afectivo, contribuyendo al proceso
de autoformación de los sujetos que aprenden. La articulación y la continuidad en la actualización docente
relacionada con el Cmaptools ha favorecido procesos de diseño de materiales para entornos virtuales de aprendizaje
y para el acompañamiento y seguimiento de los docentes a los estudiantes para modelar a partir de sus propias
estrategias de aprendizaje y del uso de herramientas novedosas articulando recursos de la Web.

4. Agradecimientos

Lo presentado en el artículo es fruto de las experiencias que ha permitido la Dirección de Nuevas Tecnologías y
Educación Virtual de la Universidad del Valle en la formación de profesores y en la formación de estudiantes.
Damos las gracias a Pacífico Abella Millán, por sus aportes y apoyo permanente.

5. Referencias Bibliográficas
Beltrán Llera, Jesús. Estrategias de Aprendizaje En: Psicología de la Educación. Alfaomega. 1997. México, D.F.

Brockett, R., y Hiemstra R., El aprendizaje autodirigido en la educación de adultos. Paidós Ibérica. 1991. Buenos
Aires.

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del saber”. Educación tradicional y pedagogía crítica. En: Revista Educación y Cultura. CEID-Fecode. N° 59.
Diciembre de 2001 – enero de 2002.

Lévy, Pierre. ¿Qué es lo virtual? Madrid: Paidós Ibérica. S.A. 1999.

Martín Elena. Estrategias de Aprendizaje y Asesoramiento Psicopedagógico. En el Aprendizaje Estratégico. Aula


XXI Santillana. Madrid. 1999.

Meirieu, Philippe. Frankenstein Educador. Barcelona: Editorial Alertes. p. 77. 1998.

Rodríguez, P. Ma. Luz. La Teoría del Aprendizaje Significativo en la perspectiva de la Psicología Cognitiva.
Editorial Octaedro. Barcelona. 2008

Novak Joseph D. y Gowin D. Bob. Aprendiendo a aprender. Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona. 1988.

Novak, Joseph D. y A. J. Cañas. La Teoría Subyacente a los Mapas Conceptuales y a Cómo Construirlos, Reporte
Técnico IHMC Cmap Tools 2006-01, Florida Institue for Human an Machina Cognition, 2006, disponible en:
http://cmap.ihmc.us. Traducción al Español por Carmen M. Collado y Norma Millar, Proyecto Conéctate al
Conocimiento, Panamá.

Not Louis. Las Pedagogías del Conocimiento. Fondo de Cultura Económica. Santafé de Bogotá. 2000.

Paz Prendes, María Aprendemos... ¿Cooperando o colaborando? En: Las claves del método en Redes de
Comunicación en la Enseñanza. Ediciones Paidós Ibérica, 2003. Barcelona.

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