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Deceleración
En física, la aceleración (a) es la magnitud que indica la
variación de velocidad de un cuerpo en una unidad de
tiempo, es decir la unidad de medida que indica cuanto se
incrementa la velocidad en un tiempo determinado, por
convención de medida establecido en 1 segundo. Por lo general,
se entiende que dicha variación es positiva, es decir, que el
objeto aumenta de velocidad según transcurre el tiempo. Cuando
la variación es negativa (como en una frenada) se denomina
comúnmente deceleración o desaceleración.
Energía cinética
La energía cinética (Ec) es la resultante del trabajo desarrollado
para lograr el desplazamiento de un objeto, es decir, la fuerza
aplicada sobre un cuerpo durante cierto tiempo para que este
alcance una determinada velocidad. La energía cinética de un
cuerpo se obtiene de dos valores fundamentales; la masa (m) del
objeto y la velocidad (v) a la que se desplaza: a mayor masa o
velocidad, más energía cinética se acumula. Para detener un
vehículo, el trabajo desarrollado por la fuerza de frenado debe ser
superior a la energía cinética del mismo, de lo contrario
solamente se conseguiría reducir su velocidad, pero no detenerlo
por completo. Su resultado se expresa en Joules (J).
La energía cinética acumulada por la materia es la responsable
de que esta continúe en movimiento un determinado tiempo aun
cuando no actué sobre ella ninguna fuerza externa a favor,
efecto conocido como movimiento inercial o inercia. En ese
momento se considera que la fuerza que mantiene el movimiento
es la desarrollada por la energía cinética acumulada en la
materia, que es la energía previamente empleada para lograr el
desplazamiento y conseguir una determinada velocidad que no
se ha transformado en otro tipo de energía ( calor por fricción por
ejemplo).
Fuerza de ejecución
La fuerza de ejecución es la fuerza que realiza el
conductor sobre el mando del freno para modular la frenada.
Según la magnitud de dicha fuerza se obtendrá una potencia de
frenado mayor o menor. En los automóviles antiguos, la fuerza de
frenado necesaria era desarrollada de forma directa por el
conductor. Hoy en día el conductor, en muchos casos, no podría
ejercer la fuerza suficiente como para de tener el vehículo en la
distancia idónea; por ello, se multiplica la fuerza mediante
palancas o circuitos hidráulicos consiguiendo así mayor poder de
fricción y una utilización más cómoda del sistema de frenos.
Fuerza de frenado
Es la fuerza que se desarrolla para disminuir la velocidad o
detener el vehículo, se calcula multiplicando la masa (m) del
vehículo por la deceleración (d) y su resultado se expresa
en Newtons (N). Traducido al vehículo, es la fuerza total que
desarrollan las pastillas contra los discos de freno, por eso no se
tienen en cuenta factores como la adherencia del neumático.
Representación y fórmula de la fuerza de frenado
Superficie de contacto
Es la superficie en la que dos elementos entran físicamente
en contacto y se mide en m2. En los sistemas de freno suele
referirse a la superficie de rozamiento entre la pastilla y el disco,
entre la zapata y el tambor, o entre el neumático y la via; en todos
los casos, a mayor superficie de contacto, mayor fuerza de
frenado. La variación de las dimensiones de alguno de los
elementos mencionados influye directamente sobre la fuerza de
frenado.
Si se reduce el área de contacto entre la pastilla y el disco o la
zapata y el tambor aumenta la temperatura en la zona de fricción
ya que se reduce la superficie para transmitir el calor. Esto puede
provocar el sobrecalentamiento en los elementos de frenado,
reduciendo su eficiencia y la duración de los mismos.
El sistema de frenado basa su rendimiento en la fricción y en la
transmisión de calor; cuanto más calor se evacue, más energía
cinética se transformará y el frenando el vehículo de manera más
eficaz.
Coeficiente de fricción
Este parámetro expresa el poder de fricción, es decir, la fuerza
de oposición al movimiento en dirección opuesta que
ofrecen las superficies de dos elementos en contacto, se
representa con la letra griega μ (mi) y cuanto mayor sea su valor,
mayor será la fuerza de frenado.
La mayoría de superficies, aunque a simple vista parezcan
pulidas, a escala microscópica muestran rugosidades que al estar
en contacto y ser puestas en movimiento una respecto a la otra,
crean una fuerza contraria a la dirección del movimiento. La
magnitud de esta fuerza depende de las partículas que forman
las superficies implicadas, es decir, los materiales empleados en
la fabricación de las mismas.
Existen dos tipos de fricción; la estática y la dinámica. La fricción
estática es la resistencia que impide que un cuerpo inicie el
movimiento y la dinámica es la magnitud constante que se opone
al movimiento una vez este ha comenzado. Para determinar el
coeficiente de fricción de los diferentes materiales utilizados en
los sistemas de frenos, se analiza su comportamiento en los
denominados dinamómetro de inercia y dinamómetro de Krauss.
Una vez superada esta fase, se prueban directamente en
vehículos equipados con sensores específicos para recopilar los
datos necesarios de temperatura, vibración, etc. A continuación
algunos ejemplos:
Coeficiente de adherencia
Es el coeficiente de fricción entre el neumático y el asfalto y
al igual que el coeficiente de fricción, es un valor experimental y
se determina sobre un valor máximo de 1. En última instancia, el
contacto del neumático con el terreno es lo que determina la
eficacia y el límite de la fuerza de frenado real del vehículo. El
coeficiente de adherencia depende de los materiales empleados
en la fabricación del neumático, su desgaste y superficie de
contacto, la velocidad y el tipo de terreno por el que se desplaza.
Por ejemplo: un valor alto (0,9) corresponde a un neumático en
buen estado junto a una superficie rugosa y muy adherente,
mientras que un valor bajo (0,2) puede darse en condiciones de
un pavimento mojado junto con neumáticos desgastados.
Tabla de ejemplo de los coeficientes de adherencia del neumático
Aerodinámica
Cuando el vehículo se desplaza a través del aire aparecen
fuerzas generadas por el movimiento de ambos elementos. Estas
fuerzas crecen de forma exponencial al aumentar de la
velocidad, alcanzando valores significativos únicamente a alta
velocidad, por lo que no se suele tener en cuenta en los cálculos
de las fuerzas de frenado.
Durante el avance del vehículo, actúan principalmente dos tipos
de fuerzas aerodinámicas: la fuerza de sustentación, que actúa
de forma perpendicular al avance del vehículo, es decir, lo
empuja contra el suelo, y la resistencia aerodinámica; que es la
fuerza que actúa en sentido contrario al avance del vehículo, de
forma parecida a la fuerza de frenado. Estas fuerzas modifican
las cargas dinámicas que soportan las ruedas, es decir, varían el
reparto de pesos del vehículo incidiendo en la adherencia de
los neumáticos.
La magnitud de las fuerzas aerodinámicas depende de cuatro
factores: la densidad del aire, la velocidad (tanto del vehículo
como del propio aire), la superficie frontal y el coeficiente
aerodinámico del vehículo.
Efectos de la aerodinámica
En los modelos más deportivos y en competición, se emplean
alerones móviles que actúan como frenos aerodinámicos.
Cuando el conductor frena a alta velocidad, estos varían su
inclinación aumentando la resistencia al aire, la adherencia de la
parte trasera del vehículo y limitando la transferencia de pesos.
Inclinación de la via
Otro factor que no se suele tener en cuenta es el de la inclinación
de la via, esto es debido a que durante las condiciones operativas
normales del vehículo la inclinación suele ser muy pequeña.
Cuando el automóvil circula por una pendiente, actúan dos
fuerzas principales: El peso del vehículo (P), que debido a la
fuerza de la gravedad se descompone en una fuerza
perpendicular al suelo (Py) y en una fuerza longitudinal (Px) en
dirección a la base de la pendiente, y la fuerza de fricción (Fr),
que siempre se opone al movimiento del vehículo.
Fuerzas que intervienen en una frenada sobre un plano inclinado