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Instituto Forestal
Sucre 2397
Ñuñoa. Santiago
Chile 2016
F: 223667115
www.infor.cl
Se autoriza la reproducción parcial de esta publicación siempre y cuando se haga la cita correspondiente:
Reyes, R.; Blanco, G.; Lagarrigue, A. y Rojas, F., 2016. Ley de Bosque Nativo: Desafíos Socioculturales para su
Implementación. Instituto Forestal y Universidad Austral de Chile. 82 p.
Ley de bosque nativo:
Desafíos Socioculturales
para su Implementación
Agosto, 2017
Valdivia, Chile
Agradecimientos
Nuestros agradecimientos al Fondo de Investigación del Bosque Nativo, administrado
por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que hizo posible esta investigación, como
también al Instituto Forestal (INFOR) y la Universidad Austral de Chile (UACH) quienes la
patrocinaron. Queremos agradecer también al Sr. Lisandro Rocco, profesor de la Facultad
de Cs. Forestales de la Universidad Católica del Maule, quien nos apoyó y aportó valiosas
ideas durante el trabajo de campo.
3
Tabla de Contenido
Agradecimientos ................................................................................... 3
Tabla de Contenido ................................................................................ 4
Índice de Tablas .................................................................................... 5
Índice de Figuras ................................................................................... 6
Resumen ............................................................................................... 7
1. Introducción .................................................................................... 11
2. Marco Teórico.................................................................................. 13
3. Metodología.................................................................................... 23
4. Resultados...................................................................................... 36
5. Discusión y Conclusiones................................................................. 61
Referencias ........................................................................................... 75
Reseña Autores...................................................................................... 78
4
Índice de Tablas
5
Índice de Figuras
6
Resumen
Este estudio tuvo como objetivo analizar la incidencia del contexto socioeconómico y
cultural de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo en la implementación de la
Ley 20.283, más conocida como “Ley de Bosque Nativo”. Para esto, se propuso identificar
y analizar las variables sociales y económicas que más se asocian con la extracción de
madera y forraje desde el bosque nativo, así como también las fuerzas de mercado y los
costos de oportunidad que inciden en el proceso. A partir de esta información se elaboraron
una serie de recomendaciones tendientes a mejorar el diseño de la Ley y sus reglamentos.
2. El bosque nativo es utilizado en un 85% y 95% de los casos como lugar de pastoreo, en las
regiones del Maule y Los Ríos, respectivamente, el 60% de los cuales estarían ejerciendo
una presión significativa. La extracción de forraje desde el bosque nativo fluctúa entre 1
y 3 toneladas de materia seca por hectárea de bosque nativo al año, especialmente en
7
predios que tienen menos de 50 hectáreas de bosque nativo. Por otra parte, la extracción
de madera nativa para la venta está presente en el 33% y 48% de los casos en las regiones
del Maule y Los Ríos, respectivamente, de los cuales el 82% y 67% lo hacen fuera de la
ley (sin plan de manejo). El 80% de ellos estarían extrayendo por sobre el crecimiento del
bosque. La Ley de Bosque Nativo es muy poco conocida y utilizada por los productores.
3. En la Región del Maule las dos variables que más pesan en la decisión de extraer
madera del bosque nativo son la superficie de bosque nativo y plantaciones (hectáreas)
y el nivel de autoconsumo (nivel de autarquía, %). Ambas variables son estructurales, lo
que implica que son relativamente estables y no cambian en el corto plazo. En la Región de
Los Ríos, en cambio, las variables que más pesan en el modelo son la cobertura de bosque
nativo y plantaciones (porcentaje con respecto a la superficie total de la explotación) y
la importancia del ingreso extrapredial (porcentaje con respecto al ingreso total). La
cobertura de bosque nativo y plantaciones es una variable estructural, pero la importancia
del ingreso extrapredial es una variable transitoria, lo que indica que en esta región el
rol del bosque en la generación de ingresos presentaría fluctuaciones de corto plazo en
función del escenario económico regional- nacional (cambios interanuales).
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5. La Ley de Bosque Nativo tiene tres líneas de financiamiento, denominadas literales. El
tercer literal, y probablemente el más importante hasta ahora, ha sido el de producción
maderera. Esta línea funciona en base al plan de manejo, el cual define una serie de
actividades, plazos y procedimientos. Para aquellos productores que extraen madera del
bosque en forma ocasional (cuenta de ahorro), es muy difícil asumir los compromisos que
implica un plan de manejo convencional. La mayor parte de los propietarios-usufructuarios
están justamente en esta situación, viéndose en la necesidad de extraer madera de forma
ilegal dado que los instrumentos existentes no se adaptan a su realidad. Esta primera
observación es fundamental pues convierte al plan de manejo en un obstáculo para
regularizar el manejo del bosque e implementar la Ley, en un contexto social y económico
como el chileno.
El primer literal está orientado a la preservación. Esta línea de incentivos ha sido utilizada
básicamente por personas que ya tenían un interés y una vocación por la preservación. Sin
embargo, la idea de “incentivar” algo es generar un efecto “adicional” al que ocurriría en
ausencia de dicho incentivo. Se observa que hasta el momento esta línea de financiamiento
no estaría generando dicha adicionalidad, lo que lleva a proponer mecanismos que si
permitan lograrla. Desde ese punto de vista, la idea sería transformar áreas de bosque
que hoy están destinadas a la producción maderera o de forraje en áreas de preservación,
al menos durante ciertos periodos de tiempo (5, 10 ó 15 años). Es decir, el incentivo no
debería obligar a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo a destinar para siempre
esas áreas del predio a la preservación, sino permitirles un descanso transitorio (con el
potencial de transformarse en permanente) aprovechando ciertos escenarios sociales
9
que son propicios. Por ejemplo, periodos en que existe una alta demanda de mano de
obra como ocurrió durante el boom de la minería en el norte del país. En esos periodos
el bosque puede recuperarse (tener un descanso) para luego comenzar un nuevo ciclo
de producción en mejores condiciones. Estos ciclos pueden ser económicos (periodos de
empleo y desempleo), como también humanos (proceso de envejecimiento del tomador de
decisiones y su familia) y generacionales (cuando la tierra es heredada).
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1. Introducción
Durante las últimas décadas se ha desarrollado bastante investigación sobre la ecología
de los bosques nativos, la cual ha servido de base para desarrollar métodos silviculturales
que permiten su manejo. Sin embargo, existe un número bastante reducido de trabajos
sobre la dimensión sociocultural del manejo del bosque nativo en Chile (Catalán et al.,
2006; Otero, 2006; Carrasco, 2012), y dentro de este cuerpo documental, existen brechas
en el nivel de conocimiento sobre los propietarios-usufructuarios3 de las explotaciones,
quienes son los que finalmente deciden que ocurre con los bosques. Excepciones, tan
puntuales como interesantes, la constituyen el trabajo realizado por Monroy y Pincheira
(2013) sobre el nivel de conocimiento que los pequeños propietarios-usufructuarios tienen
de la Ley de Bosque Nativo (Ley N° 20.283).
Comprender las razones de esta situación requiere de un análisis amplio que aborde la
política pública, sus programas, y por supuesto, la propia realidad de las personas, quienes
finalmente son los que deciden cómo manejar el bosque y hacer o no uso de la ley. Acceso
a la información, vínculo con las instituciones, monto de los subsidios, infraestructura y
medios tecnológicos, valores culturales, presiones económicas, conocimientos y prácticas
de manejo tradicionales, son algunas de las muchas variables que se pueden mencionar.
3 El concepto de propietarios y usufructuarios de bosque nativo incluye a hombres y mujeres, con o sin título de dominio sobre la explotación
que utilizan.
11
de mercado que están actuando sobre sus propietarios-usufructuarios, los costos de
oportunidad asociados, y generar recomendaciones para mejorar la implementación de la
Ley N° 20.283.
En la primera sección del documento se desarrolla el estado del arte, mencionando los
problemas de conservación que enfrenta el bosque nativo en Chile, la forma como se
ha enfrentado su manejo y el rol que cumple o debería cumplir la Ley Nº 20.283 en ese
proceso. Posteriormente, se describen los métodos utilizados, los principales resultados,
y se termina con una sección de discusión y conclusiones.
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2. Marco Teórico
2.1. Pérdida y degradación del bosque nativo
Los bosques templados de Chile son una reserva mundial de biodiversidad, con un alto
nivel de endemismos (Armesto et al., 1995). Myers et al. (2000) clasificaron a los bosques
de la zona centro y centro-sur de Chile como una de las 25 ecorregiones a nivel mundial
cuya conservación es prioritaria debido a su alto valor biológico. Sin embargo, entre 1550 y
1997 casi la mitad de estos bosques desaparecieron (Lara et al., 2012).
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La degradación de los bosques nativos es un proceso menos visible que la deforestación,
sobre el cual no hay consenso aún en términos de cómo medirlo (Mujica, 2008). La extracción
de madera y leña sin un manejo adecuado de los bosques, y el ramoneo permanente de
la regeneración por parte del ganado vacuno, son las principales actividades asociadas
a la degradación del bosque nativo (Lara et al., 2010). La degradación puede producir
fragmentación y con el tiempo deforestación (Echeverría et al., 2006).
Desde esta perspectiva, la degradación del bosque nativo puede avanzar en dos direcciones,
desde arriba hacia abajo (cortando selectivamente los mejores árboles del bosque), y
desde abajo hacia arriba (ramoneando la regeneración). Los árboles que sobreviven a este
proceso van dando forma al nuevo bosque.
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Las cifras así lo indican: el 2009 el consumo industrial de madera nativa descendió a un
mínimo histórico de 411 mil metros cúbicos, mientras la producción de leña nativa superó
los 9 millones de metros cúbicos (Lara et al., 2010). La proporción de madera aserrable y
debobinable ha disminuido, especialmente en los bosques de pequeños y medianos
propietarios.
El plan de manejo debe ser elaborado por un ingeniero forestal contratado por el
propietario del bosque. Dado el costo que esto implica, a partir de la década de los 90s
CONAF y varias ONGs han creado programas de asistencia técnica gratuita para pequeños
y medianos propietarios forestales. Sin embargo, y a pesar de estos programas y de la
sencillez del plan de manejo como tal, sólo una pequeña fracción de los propietarios-
usufructuarios que explotan bosque nativo cuentan con un plan de manejo vigente (Lara
et al., 2010). En términos de superficie, unas 23 mil hectáreas de bosque nativo estarían
siendo correctamente manejadas en Chile, lo cual representa menos del 1% de la superficie
potencial de manejo (de la Fuente et al., 2013). Al mismo tiempo, INFOR (2012) estima que
unas 77 mil hectáreas de bosque nativo estarían siendo degradadas. Es decir, un balance
claramente negativo.
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Predio con plan de manejo en la Comuna de La Unión.
Fotografía: Jennifer Romero
En ese contexto, en 1992 el Gobierno envió al Congreso la primera versión del Proyecto
de Ley “Recuperación del bosque nativo y fomento forestal”. En 2008, y tras 16 años de
discusión, la ley fue promulgada. La Ley de Bosque Nativo ha sido un paso muy importante
hacia el objetivo de recuperar y manejar adecuadamente los bosques nativos, toda vez que
define una serie de incentivos económicos en esa dirección. Sin embargo, en sus primeros
años de aplicación, la Ley de Bosque Nativo no ha tenido un impacto significativo. Las
evaluaciones disponibles muestran que entre los años 2009 y 2012 sólo el 16% de los
proyectos adjudicados han recibido el pago de la bonificación, lo cual representa menos
del 4% del presupuesto total de los concursos (de la Fuente et al., 2013).
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serie de factores “extra-programa” que podrían estar determinando su baja efectividad
(tamaño predial, disponibilidad y estado de los bosques, características socioeconómicas
de los propietarios-usufructuarios, etc.), razón por la cual recomiendan “profundizar, a
través de estudios específicos, en el conocimiento sobre la población objetivo y sobre las
razones de la baja participación de los propietarios de bosque nativo en el sistema de
bonificaciones del Programa” (Figura 1).
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17
Por otra parte, una propietaria plantea, “el bosque es la fuente de trabajo y un ingreso
cuando, por ejemplo, yo digo no tengo plata, yo misma le doy trabajo a una persona, que
como tengo plan de manejo, “córtate tantos hualles y hace leña para ti”, él la vende y si yo
puedo vender unos metros para salir de algunos problemas, y me arreglo yo y se arregla
mi socio...” (Reyes et al., 2011). Es decir, el bosque sirve para complementar ingresos,
sobretodo en momentos de crisis. Desde ese punto de vista las intervenciones en el
bosque nativo tienen ritmos y periodicidades muy distintas a las que se derivan de la Ley
de Bosque Nativo. La Ley está diseñada para seguir el ritmo del Estado y probablemente de
los silvicultores, pero no se ajusta bien a las necesidades de las personas.
Existen también problemas con la forma en que se intervienen los bosques. El propietario
adapta lo que dice el plan de manejo (porcentajes de extracción, área basal residual, etc.) a
sus conocimientos y necesidades, lo que posteriormente puede ser rechazado por el personal
a cargo de las acreditaciones. Así lo describe un funcionario de CONAF Araucanía, “...existe
un distanciamiento entre lo que el propietario está manejando y lo que piden las cifras.
Cómo lograr el punto de equilibrio entre las cifras y lo que hace un pequeño propietario
manejando su bosque... el año pasado fue bien traumático, porque ellos (campesinos)
tenían más expectativas que eso se transformara en lucas, y cuando empezaron las primeras
revisiones y fueron rechazadas, porque no habían cumplido en teoría con los porcentajes de
extracción, ellos se sintieron bien defraudados...” (Reyes et al., 2011).
18
al., 2011). Desde CONAF y varias ONGs se han hecho esfuerzos infructuosos por fomentar la
asociatividad entre propietarios-usufructuarios de bosque nativo, los cuales por lo general
han sido poco efectivos al no considerar aspectos de contexto que son básicos (historia
de las localidades). Hay lugares donde la reforma agraria y la dictadura dejaron heridas
profundas, complicando cualquier esfuerzo en esa dirección. Además, no es posible
soslayar más de 30 años de políticas neoliberales que han fomentado lo individual por
sobre lo colectivo (Kurtz, 1999).
Finalmente, un profesional de CONAF Aysén menciona una frase interesante, que de alguna
manera resume la importancia de considerar el contexto socio-cultural y económico en
el que se desenvuelven los propietarios-usufructuarios de bosque nativo, en el diseño e
implementación de la Ley, “...ahora yo entendí que este es un proceso político del bosque
y esas palabras son mayores, eso tiene que ver con lo que los viejos querían para sus
bosques y no lo que el Estado entendía hacer en los bosques...” (Reyes et al., 2011).
Probablemente lo que falta es justamente eso, armonizar los intereses del Estado con los
intereses, necesidades y capacidades de los propietarios-usufructuarios del bosque.
Mientras en la década de los 70’s las exportaciones representaban el 15% del PIB, el 2008
alcanzaron el 45% (Banco Mundial, 2010). Esto refleja no sólo una mayor exposición de la
economía chilena al comercio mundial, sino que también permite tener una noción más
clara del real peso que tiene el mercado internacional en el uso de los recursos naturales. Es
decir, Chile no sólo está abierto al mundo sino que depende estrechamente de él (Ffrench-
Davis, 2002). Por consiguiente, las decisiones que toman los propietarios- usufructuarios
de predios rurales con respecto al uso de sus recursos naturales, entre ellos el bosque,
están crecientemente relacionadas a las tendencias del mercado internacional.
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celulosa (INFOR, 2010). Tendencias similares se observan en el mercado de la leche
(Esnaola, 2011), la carne, y otros productos silvoagropecuarios. Por lo general, cuando el
precio internacional de los cereales u otros productos agropecuarios aumenta (ingresos
intraprediales), también lo hace la deforestación (Henrich, 1997). Por el contrario, cuando
salarios, pensiones y subsidios aumentan (ingresos extraprediales) la presión sobre los
bosques se reduce (Bluffstone, 1995; Amacher et al., 1996; Reyes, 2004). Amtmann y
Blanco (2001) mencionan el caso de la industria acuícola en la región de Los Lagos, cuya
expansión generó una enorme demanda de mano de obra que se suplió en parte con
trabajadores rurales. Esto produjo un aumento en los ingresos extraprediales por parte de
las familias campesinas, reduciendo la presión extractiva sobre los bosques.
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2.5. Aspectos socioculturales
Los propietarios-usufructuarios de bosque nativo tienen lógicas de producción distintas
que determinan la manera en que se relacionan con los bosques, las cuales dependen de
su disponibilidad de recursos, sus experiencias (propias o aprendidas) y su origen cultural.
Mientras algunos mantienen economías de subsistencia que dependen básicamente de la
mano de obra familiar, otros están orientados a la generación de excedentes, a partir de su
articulación con el mercado local, regional e internacional (Bahamondes, 2000).
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Por otra parte, aquellos propietarios-usufructuarios que están orientados a la generación
de excedentes -normalmente empresas familiares y sociedades- tienden a concentrarse en
unos pocos rubros más rentables, en los cuales invierten buena parte de sus tierras y del
capital financiero disponible. Estos propietarios-usufructuarios están más conectados con
el mercado internacional, vía fijación de precios, y tienden a establecer una relación mucho
más pragmática con el bosque nativo, en términos que periodos de expansión (aumentos
de producción) pueden implicar deforestación (ejemplo: habilitaciones agrícolas), y
periodos de contracción (mermas de producción) pueden terminar en el abandono de
potreros (surgimiento de brinzales). Por el contrario, las economías de subsistencia están
más asociadas a la corta selectiva del bosque (degradación), especialmente en periodos
de crisis (menor disponibilidad de ingresos extraprediales).
Existen otros factores que también inciden en el manejo del bosque nativo, como por ejemplo
la tenencia de la tierra, la educación, el capital social y el origen cultural de los propietarios-
usufructuarios (Figura 2). Godoy et al. (1998a) menciona que una mayor seguridad en la
tenencia de la tierra reduce la presión sobre los bosques nativos. Al mismo tiempo, más
años de escolaridad estarían asociados a una disminución de la deforestación, debido a
que la educación aumenta las posibilidades de generar ingresos extraprediales (Godoy
et al., 1998b). Por otra parte, Katz (2000) plantea que el capital social puede reemplazar
al título de dominio (derechos de propiedad), ya que promueve un sentido de respeto y
reconocimiento entre las personas. Sin embargo, ninguna de estas aseveraciones ha sido
estudiada en profundidad en Chile.
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3. Metodología
3.1. Área de estudio
La investigación se realizó en las regiones del Maule y Los Ríos, dado que ambas representan
extremos en términos de su efectividad en la implementación de la Ley N° 20.283. En el
periodo 2009-2012, la región del Maule fue la más exitosa en la implementación de la
Ley con un total de 682 proyectos adjudicados, de los cuales el 32% recibió bonificación.
Por el contrario, la región de los Ríos fue la menos exitosa con un total de 989 proyectos
adjudicados, de los cuales sólo el 2% recibió bonificación (de la Fuente et al., 2013).
En ambas regiones, el grupo objetivo estuvo conformado por todos los propietarios-
usufructuarios de explotaciones con bosque nativo. Es decir, 4.041 explotaciones en la
región del Maule y 9.404 explotaciones en la región de Los Ríos (de la Fuente et al., 2013).
Los estudios de caso se realizaron en las localidades de Los Mogotes (comuna de Linares)
y Los Litres (comuna de Pencahue), en la región del Maule, y en las localidades de Punahue
(comuna de Panguipulli) y Los Tractores (comuna de La Unión), en la región de Los Ríos
(Figura 3). El criterio utilizado para la selección de los casos se detalla en la siguiente
sección del documento.
3.2. Métodos
3.2.1. Métodos generales
Para estimar el número de encuestas a realizar por región se utilizó la siguiente expresión:
4 Normalmente el o la propietario(a) de la explotación, aunque también pueden asumir ese rol el hijo o hija mayor, el (la) gerente de la
empresa, entre otros.
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Donde,
n= tamaño de muestra.
np= tamaño de la población objetivo (por región). p= 0,5.
B= margen de error (10%).
C= 1.96 (95% de probabilidad).
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Las muestras se distribuyeron aleatoriamente en el territorio utilizando el siguiente
procedimiento:
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Aplicación de entrevista semi-estructurada en sector de Los Mogotes,
comuna de Linares (Sra. Bella conversando con entrevistador).
Fotografía: Jennifer Romero
A partir de las encuestas se elaboró una base de datos, de la cual se generaron un conjunto
de variables (Tabla 1). Éstas fueron utilizadas posteriormente en los análisis estadísticos.
Algunas de estas variables fueron clasificadas como variables estructurales y otras
como variables transitorias. Las primeras no cambian en el corto plazo, mientras que las
segundas sí. Esta distinción es importante, pues las variables transitorias podrían generar
cambios de corto plazo en la relación que los propietarios- usufructuarios establecen con
sus bosques nativos, lo cual generaría ciclos (ciclos de utilización-abandono, o de otro
tipo).
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Además, a partir de la información generada en las encuestas-entrevistas se clasificó
a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo en dos grupos: a) aquellos donde
la extracción de madera nativa cumple un rol permanente en la generación de ingresos
(bosque como cuenta corriente), y b) aquellos donde cumple un rol esporádico (bosque
como cuenta de ahorro). Esta clasificación se basa en observaciones realizadas en estudios
previos (Reyes, 2004), y tiene una relación directa con las posibilidades de manejar los
bosques nativos y por tanto de aplicar la Ley Nº 20.283.
1 Si bien la importancia del autoconsumo parece una variable transitoria, dado que en cualquier momento el núcleo familiar podría comenzar
a consumir menos/más productos de la explotación, los patrones de autoconsumo siguen lógicas culturales que no cambian en el corto
plazo.
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3.2.1.2. Estudios de caso (componente cualitativo)
Se realizaron cuatro estudios de caso6, dos en cada una de las regiones consideradas
en la investigación. Éstos permitieron identificar, describir y analizar las lógicas socio-
agroecológicas que sustentan la relación de los propietarios-usufructuarios con el bosque
nativo, y que afectan la implementación de la Ley de Bosque Nativo y sus dinámicas
asociadas, como los planes de manejo y la actividad de extensión de CONAF.
Sobre la base de las 191 encuestas aplicadas en las regiones del Maule y Los Ríos
(componente cuantitativo), se escogieron cuatro casos que estuvieran distribuidos
territorialmente y que fueran representativos de una tipología preliminar de propietarios-
usufructuarios de bosque nativo, elaborada a partir del análisis de dichas encuestas.
6 Un estudio de caso es una pregunta empírica que investiga un fenómeno contemporáneo dentro de su contexto de vida real, sobre todo
cuando los límites entre fenómeno y contexto no son claramente evidentes (Yin, 2009). Los estudios de caso no sólo tienen fines descriptivos
pues se trata de “la información levantada sobre un fenómeno particular o sobre un conjunto de eventos que han sido ensamblados con el
objetivo explícito de extraer conclusiones teóricas a partir de él” (Mitchell 2006). En esta investigación se han contemplado dos tipos de
estudios de casos: ilustraciones aptas y situaciones sociales.
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Esta tipología agrupa a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de acuerdo a la
periodicidad con que extraen madera del bosque nativo (madera para venta7). De esta
forma, la primera distinción se establece entre usuarios que lo hacen de forma permanente,
como parte de sus actividades regulares (bosque como cuenta corriente), y aquellos que lo
utilizan esporádicamente (bosque como cuenta de ahorro).
Periodicidad de la Intervención
Importancia relativa
de la venta de madera Permanente Esporádica
nativa (bosque como cuenta corriente) (bosque como cuenta de ahorro)
Menos de 1/3 del ingreso Explotaciones en que se extrae Explotaciones con bosque
total madera de forma permanente, pero nativo donde la comercialización
su venta tiene una importancia de madera nativa se realiza
menor para la unidad. esporádicamente, dependiendo de
otros factores (mercado agrícola,
Entre 1/3 y 2/3 del ingreso Explotaciones en que se extrae disponibilidad de trabajos, etc.).
total madera de forma permanente, Los ingresos generados pueden
siendo su venta importante en llegar a ser importantes para la
relación a otros ingresos. economía de la explotación, pero
están dispersos temporalmente
Más de 2/3 del ingreso total Explotaciones en que se extrae
(ingresos esporádicos).
madera de forma permanente,
cuya venta representa la base de la
economía de la unidad.
7 Esta madera puede ser vendida en forma de leña, carbón, trozas aserrables, etc.
8 El ingreso total considera los ingresos intraprediales (venta de productos agrícolas, forestales, etc.) y los ingresos extraprediales (salarios,
pensiones, etc.).
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Tabla 3. Resumen de los casos seleccionados
VFB = A – B
Donde,
VFB: volumen de forraje que los animales obtienen del bosque nativo
(toneladas de materia seca por año; tonMS/año).
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A: forraje disponible (tonMS/año), lo que equivale a la suma del forraje producido en el predio
(fardos, bolos, silos y productividad de praderas) y comprado (fardos y bolos). Para esta estimación
se consideró el forraje comprado (fardos= 35 kg/unidad; y bolos= 650 kg/unidad) más el forraje
producido por las praderas de la explotación (áreas de pastoreo). Se consideraron rangos de
productividad de 0,6-2,0 tonMS/año para praderas naturales y 4,0-8,0 tonMS/año para praderas
mejoradas en la región del Maule, y 2,0-5,0 tonMS/año para praderas naturales y 6,0-12,0 tonMS/
año para praderas mejoradas en la región de Los Ríos9.
B: forraje requerido por la masa animal existente en la explotación a lo largo del año (tonMS/año),
lo cual se estimó en base a sus requerimientos de alimentación. Se consideró un peso promedio de
300 kg por animal para bovinos y equinos, y 35 kg por animal para ovinos y caprinos. La demanda
diaria de alimento por parte de bovinos y equinos se estimó en el 2% de su peso, mientras que para
ovinos y caprinos fue del 10%. Se consideró que el 75% del ganado declarado por los propietarios-
usufructuarios se mantenía dentro de la explotación durante todo el año, y el 25% restante era
vendido (no fue considerado en el balance). Se consideró además una eficiencia en la utilización
del forraje del 60% (forraje aprovechado por los animales versus forraje total disponible). El periodo
en que los animales se alimentan fuera de la explotación (veranadas, arriendo de praderas, etc.) fue
descontado para efectos del balance.
Ambos análisis se efectuaron usando el software estadístico SAS, chequeando que los
supuestos de normalidad, homocedasticidad e independencia se cumplan, y que no se
produzca multicolinearidad. Esto último se realizó utilizando el Factor de Inflación de
Varianza (VIF). Para la selección de las variables se utilizaron los métodos de eliminación
hacia atrás y selección hacia adelante, mientras que para realizar comparaciones entre
modelos se utilizó AIC (Akaike information criterion).
9 Conversación personal con el profesor Oscar Balocchi, de la Facultad de Cs. Agrarias de la Universidad Austral de Chile.
31
3.2.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.
Para identificar y analizar estas fuerzas de mercado se definió como variable dependiente
el “ingreso total de la explotación”, medido en pesos por año. Este análisis tuvo por
finalidad determinar qué componentes de la explotación son los que presentan una mayor
incidencia en el ingreso total, para que a partir de ahí se pueda caracterizar la estrategia
económica del propietario-usufructuario.
A partir de un análisis de regresión lineal múltiple en SAS, se identificaron las variables que
más se asocian al ingreso. Éstas fueron elegidas utilizando los métodos se eliminación hacia
atrás y selección hacia adelante, chequeando el cumplimiento de supuestos (normalidad,
homocedasticidad e independencia), y evitando efectos de multicolinearidad a través del
Factor de Inflación de Varianza (VIF). Para realizar comparaciones entre modelos se utilizó
el factor AIC (Akaike information criterion).
10 Los grupos focales son discusiones planeadas cuidadosamente, las cuales se diseñan con el fin de conocer percepciones con respecto a
un tema en particular. En ellos se utiliza la interacción de grupo como parte del método (Smithson, 2000). El análisis y la interpretación
de los datos de un grupo focal requieren de un juicio cuidadoso. La naturaleza del análisis de un grupo focal dependerá de la pregunta de
investigación y el propósito para el cual ha sido levantada la información (Stewart et al., 2007)
32
Se realizaron dos grupos focales en la región del Maule, en las comunas de Pencahue
(sector Los Litres) y Linares (sector Los Mogotes), ambos en septiembre de 2015. Los
grupos focales tuvieron como objetivo generar discusión frente a situaciones hipotéticas
(escenarios) relativas al acceso y uso del bosque nativo, presentadas por los moderadores.
Presentación
Presentación Escenarios
Sondeo Conversación
grupo y hipotéticos y
preliminar abierta de cierre
metodología reacciones
a) Escenarios
33
Escenario 3: Subsidio por hectárea para implementar un plan de manejo
Escenario 4: Subsidio por familia para no sacar madera ni llevar animales al bosque
Para cada escenario se expusieron imágenes gráficas que ilustraban la idea central,
salvo para el cuarto caso que se acompañó con un contrato ficticio que representaba
el compromiso asumido por los y las propietarios- usufructuarios de cuidar el bosque a
cambio de un pago.
34
b) Análisis de los grupos focales
El análisis de la información generada consideró las siguientes posibilidades: se acepta
o rechaza el escenario. En caso de rechazo, los escenarios fueron relativizados en la
búsqueda de un nuevo escenario aceptado por todos (Figura 6).
Los grupos focales fueron registrados mediante grabadoras de audio y fotografías. Los
archivos de audio fueron procesados mediante el software Atlas.ti versión 7. El tratamiento
de las grabaciones se realizó generando familias de códigos correspondientes a cada
escenario. Esta información permitió identificar y analizar costos de oportunidad asociados
a la decisión de proteger, recuperar y mejorar el bosque nativo.
35
4. Resultados
Ambas regiones son similares en lo que respecta a la edad de los principales tomadores
de decisión, con un promedio de 62-63 años y una desviación estándar de 14 años para
los dos grupos (Tabla 4). Además, el 70% de los propietarios-usufructuarios entrevistados
tienen regularizada la tenencia de la tierra, y en torno al 85% corresponden a personas
naturales. En relación con el sistema productivo, el 45% de los productores entrevistados
en ambas regiones contratan personal, ya sea de manera temporal o permanente.
Figura 5. Esquema de organización de reacciones y/o situaciones frente al planteamiento de un escenario
Por otra parte, el 78% de los propietarios-usufructuarios que fueron entrevistados en la Fuente: elaboración propia.
región de Los Ríos viven en la explotación, lo cual disminuye al 60% en la región del Maule.
Además, en la región de Los Ríos sólo el 7% de los propietarios-usufructuarios trabaja
tiempo completo fuera de la explotación, lo que aumenta al 22% en el Maule.
En la región de Los Ríos la crianza de ganado (bovino, ovino y caprino) está presente en el
93% de las explotaciones, lo cual se reduce al 73% en la región del Maule. A pesar de que
en promedio las explotaciones de la región de Los Ríos son más pequeñas que en el Maule,
aquellas que crían vacunos tienen en promedio 133 animales (con un mínimo de cero y un
máximo de 4.785 animales), mientras que en el Maule tienen 16 animales (entre cero y 170
animales). En términos de ovinos y caprinos las proporciones se invierten, con promedios
de 83 animales (entre cero y 2.040 animales) en la región del Maule, y 13 animales (entre
cero y 87 animales) en la región de Los Ríos, respectivamente.
36
Tabla 4. Características generales de los propietarios-usufructuarios que formaron parte
de la muestra (n= 191)
En las regiones del Maule y Los Ríos, el 85% y 95% de los propietarios- usufructuarios
utilizan el bosque nativo como lugar de pastoreo, respectivamente.
37
Impacto de la ganadería en la regeneración arbórea. En el lado izquierdo del cerco se observa
regeneración sin impacto de ganado, y en el lado derecho regeneración ramoneada por ganado ovino.
Comuna de Mariquina.
Fotografía: René Reyes
Nivel educacional
50
45
40 Los Ríos
35 Maule
30
%
25
20
15
10
5
0
Sin Básica Básica Media Media Técnica Profes.
escola. incom. com. incom. com.
Escolaridad
38
Los ingresos brutos12 de las explotaciones se distribuyen de forma exponencial. Entre el
primer y séptimo decil el ingreso promedio de las explotaciones aumenta suavemente,
para luego duplicarse y sextuplicarse en el octavo y noveno decil, respectivamente. El
décimo decil se dispara diez veces por sobre el valor del noveno decil (Figura 8).
160 Maule
120
80
40
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Deciles de ingreso
50 Los Ríos
Maule
40
%
30
20
10
0
0-15 15-200 200-1000 >1000
Hectáreas
39
En la región del Maule las familias son más pequeñas que en la región de Los Ríos. En el Maule, el
40% de los casos corresponden a familias compuestas por dos personas, mientras que en la región
de Los Ríos abundan las familias compuestas por 3, 4 y 5 personas (Figura 10). En ambas regiones
se observa un proceso de envejecimiento de la población rural muy significativo, con el grueso de
la población en los niveles etarios superiores, aunque en la región de Los Ríos la proporción de
jóvenes es ligeramente mayor (Figura 11).
Tamaño familiar
45
40
35 Los Ríos
30 Maule
25
%
20
15
10
5
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Cantidad de miembros
40
No se observan diferencias significativas con respecto a la historia de las familias en el
territorio (pregunta 31: ¿En qué año compró/obtuvo su familia el predio?). En promedio,
los padres o abuelos de los propietarios- usufructuarios entrevistados en la región de Los
Ríos tomaron control de sus explotaciones en 1954 (des. estándar= 36 años), mientras
que en la región del Maule fue en 1965 (des. estándar= 36 años)13. En ambas regiones,
alrededor del 20% de los propietarios-usufructuarios tendrían una presencia de muy larga
data en el territorio (anterior a 1850). En el caso de la región de Los Ríos esos propietarios-
usufructuarios son de origen Mapuche, mientras que en la región del Maule corresponden
a mestizos chilenos (Figura 12).
20
10
0
1850-
1900-
1950-
Antes de
Después
de 2000
1900
1950
2000
1850
Años
13 Es importante considerar que este análisis tiene limitaciones importantes, ya que se basa en estimaciones realizadas por los entrevistados
(recuerdos y percepciones) y estandarizaciones hechas para presentar la información de una manera simple y resumida.
14 Se pregunta por camiones, debido a que la presencia de camiones se asocia fuertemente con la extracción de madera del bosque nativo.
41
Antiguedad caminos de acceso
80
70 Los Ríos
60 Maule
50
%
40
30
20
10
0
Antes de 1900 1900-1950 1950-2000 Después de
2000
Años
15 Se estima en 50 años, dado que las preguntas fueron planteadas en relación al momento en que los propietarios eran niños. Dado que la
edad promedio de los entrevistados es de 62-63 años, se considera que a partir de los 12 o 13 años habría recuerdos suficientemente claros
acerca de cómo era el paisaje en aquella época. Es decir, las tendencias que se mencionan en este párrafo describirían cambios producidos
en el paisaje local en torno a 1965.
42
Tendencias sistemas productivos
90
80 Los Ríos
70 Maule
% 60
50
40
30
20
10
0
Pérdida BN Recuperación BN Disminución Aumento carga
carga animal animal
e) Pertenencia cultural: la cultura influye en la visión que se tiene del bosque y el rol que
este tiene dentro de las estrategias de subsistencia de las familias.
Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.
43
4.1.2. Caracterización de la extracción de madera y forraje del bosque nativo
16 Estos porcentajes no suman 33% porque un mismo propietario puede producir dos o tres productos.
17 Los precios corresponden a valores 2015.
18 Bosques en distintos estados de conservación y cobertura de copas (abiertos, semi- abiertos y cerrados).
44
Figura 15. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en predios con distinta
superficie de bosque nativo en la región del Maule
Figura 16. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en predios con distinta
superficie de bosque nativo en la región de Los Ríos
Nota: BN significa Bosque Nativo
Desde un punto de vista ganadero, en la región del Maule el 85% de los propietarios-
usufructuarios utilizan el bosque nativo como área de pastoreo, mientras que en la región
de Los Ríos lo hace el 95%.
Al realizar un balance entre forraje disponible y forraje requerido por parte del ganado, se
observa que el 57% de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de la región del
Maule presenta déficit, el cual se estaría cubriendo con forraje proveniente del bosque
nativo. En promedio, los animales estarían extrayendo 1,2 toneladas de materia seca por
hectárea de bosque nativo al año, con una desviación estándar de 1,9 toneladas. Si se
45
considera un factor de transformación de 20 kg de materia seca por kilógramo de carne, el
forraje obtenido del bosque nativo equivaldría a 61 kg de carne de vacuno por hectárea de
bosque nativo al año, con una desviación estándar de 98 kg.
3
ton MS/ha BN/año
0
0-15 15-50 50-100 100-200 >200
Hectáreas de bosque nativo
Figura 17. Tasa promedio de extracción de forraje y su intervalo de confianza en la región del Maule
3
ton MS/ha BN/año
0
0-15 15-50 50-100 100-200 >200
Hectáreas de bosque nativo
Figura 18. Tasa promedio de extracción de forraje y su intervalo de confianza en la región de Los Ríos
46
Ganado vacuno y bosques sin protección. Comuna
de Pangupulli.
Fotografía: René Reyes
47
4.2. Factores que inciden en la utilización maderera y ganadera de los bosques
4.2.1. Regresiones logísticas
El 33% y 45% de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de las regiones del Maule
y Los Ríos, respectivamente, extraen madera nativa como parte de su estrategia productiva
habitual, es decir, se relacionan con el bosque como cuenta corriente, mientras que el 67%
y 55% restantes lo hacen como cuenta de ahorro.
Los modelos generados para las regiones del Maule y Los Ríos alcanzaron niveles de
coincidencia del 85% y 88%, respectivamente19. En el caso de la región del Maule, las
variables que más se asociaron a un uso del bosque nativo como cuenta corriente fueron:
a) superficie de bosque nativo y plantaciones (hectáreas), b) importancia del autoconsumo
(%), y c) presencia de medieros (Tabla 5).
La probabilidad de utilizar el bosque nativo como cuenta corriente aumenta 2,8 veces
por cada punto adicional en la variable “logaritmo de la superficie de bosque nativo y
plantaciones”, un 3,5% por cada punto porcentual en que aumenta la importancia del
48
autoconsumo, y 4,4 veces cuando hay presencia de medieros. Esta última variable es de
carácter transitoria, razón por la cual puede generar cambios de corto plazo en la utilización
del bosque nativo (la disponibilidad de medieros es muy relativa).
300
Sup. de bosque na. y planta. (ha)
200
Extraen
150
Figura 19a No extraen
madera
madera
100
50
0
0 20 40 60 80 100
Importancia del autoconsumo (%)
Figura 19b
Figura 19. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo como cuenta corriente en la región
del Maule
Nota: la línea roja representa el escenario en presencia de medieros, y la línea azul en ausencia de medieros.
La probabilidad de que el bosque nativo se utilice como cuenta corriente aumenta hacia la derecha de las
líneas (extraen madera), y disminuye hacia la izquierda (no extraen madera).
49
Recuadro 2. Variables económicas que inciden en la utilización del bosque nativo
b) Mano de obra: incide en el tipo y escala de la producción. La principal fuente de mano de obra es
la familia. La migración de los hijos se ha visto acompañada de una menor intensidad de la actividad
forestal (menor presión sobre los bosques).
c) Medios físicos y tecnológicos: incide en el tipo y escala de la producción. Cuando el bosque se utiliza
de forma permanente (cuenta corriente) existe disposición a invertir en estos medios. Cuando no, se
resuelve a través de terceros, quienes normalmente tienden a sobreexplotar el recurso (ej. maquila,
arriendo de bosques, etc.).
Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.
En el caso de la región de Los Ríos, las variables más asociadas a la utilización del bosque
nativo como cuenta corriente fueron: a) importancia del ingreso extrapredial (%), b)
juventud del grupo familiar (%), y c) cobertura de bosque nativo y plantaciones (%) (Tabla
6). Una variable transitoria (importancia del ingreso extrapredial) y dos estructurales.
50
La probabilidad de utilizar el bosque nativo como cuenta corriente aumenta un 5,7% por
cada punto porcentual de cobertura de bosque nativo y plantaciones, un 4,6% por cada
punto porcentual en la juventud del grupo familiar, y disminuye un 4,2% por cada punto
porcentual en que aumenta la importancia del ingreso extrapredial.
Cuando la importancia del ingreso extrapredial es del 35% se requiere una cobertura de
bosques de al menos 44% para que el bosque nativo se utilice como cuenta corriente, en
familias con un índice de juventud familiar bajo (familias envejecidas; línea negra). Sin
embargo, en el caso de familias jóvenes (línea azul) se requeriría sólo un 4% de cobertura
(Figura 20).
Figura 20. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo como cuenta corriente en la región
de Los Ríos
Nota: la Línea A (negra) corresponde al 50% de probabilidad de que el bosque nativo se utilice como cuenta
corriente en el caso de familias con un índice de juventud familiar del 25% (familias envejecidas). La
Línea B (roja) corresponde al 50% de probabilidad para el caso de familias con un índice de juventud
familiar del 50% (familias intermedias), y la Línea C (azul) corresponde al 50% de probabilidad para el
caso de familias con un índice de juventud familiar del 75% (familias jóvenes). La probabilidad de que el
bosque nativo se utilice como cuenta corriente aumenta hacia arriba de las líneas (ocurre) y disminuye
hacia abajo (no ocurre).
51
Variables muy similares determinan la intensidad de la extracción maderera, las cuales
fueron estimadas a partir de regresiones Tobit. En el caso de la Región del Maule, la
intensidad aumenta con la importancia del autoconsumo, la cobertura de plantaciones
forestales y la disponibilidad de fuerza de trabajo20, mientras que en Los Ríos, la intensidad
aumenta con la cobertura de bosque nativo, la juventud del grupo familiar, y disminuye
con el ingreso extrapredial y la educación del principal tomador de decisiones.
Con respecto a la extracción de forraje desde el bosque nativo, en la región del Maule, la
intensidad aumenta con la cantidad de ovinos y caprinos, en bosques de espino que están
más deteriorados, y cuando existen bajos niveles de escolaridad. En el caso de Los Ríos, la
intensidad aumenta con la cantidad de ovinos y caprinos y la cobertura de bosque nativo
y plantaciones, y disminuye cuando aumenta la superficie de praderas. La cantidad de
ovinos y caprinos seria la unica variable transitoria que podria modificarse para reducir el
sobrepastoreo en los bosques.
En ambas regiones, la extracción de forraje desde el bosque nativo está asociada al ingreso,
lo cual no ocurre en el caso de la extracción de madera. Es decir, familias con ingresos más
bajos tienden a ejercer una mayor presión de extracción de forraje desde el bosque nativo.
Sin embargo, este análisis tiene limitaciones debido a que no considera las prácticas de
manejo forestal. Un propietario-usufructuario podría realizar una extracción maderera
menos intensa, pero con pésimas prácticas de manejo forestal, y generar un impacto
mucho mayor sobre los bosques (Tabla 7). Por lo tanto, la degradación de los bosques no
está asociada linealmente a la intensidad de la extracción maderera, sino que incorpora
además otros factores que escapan a este estudio.
Tabla 7. Estado del bosque en función de distintas intensidades de extracción y prácticas de manejo forestal
20 Este índice considera a todas las personas que pertenecen al grupo familiar del propietario de la explotación, y que se dedican a trabajar el
o los predios, descontando aquellas que están enfermas, estudian, o le dedican tiempo a otras actividades, entre otros aspectos. Es decir,
representa la mano de obra realmente disponible para producir.
52
4.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.
En la región del Maule, dos variables explican el 61% de la variación en el ingreso total:
a) superficie agrícola dentro de la explotación (hectáreas), y b) escolaridad del principal
tomador de decisiones (años); mientras, en la región de los Ríos, dos variables explican
el 81% de la variación: a) cantidad de bovinos, y b) superficie total de la explotación
(hectáreas). Cuando estas variables aumentan, aumenta también el ingreso total.
Esto indica que el mercado de los productos forestales es menos atractivo que los mercados
agrícola y ganadero, y el mercado del trabajo, por lo que sería una actividad secundaria en
el marco de las diversas alternativas de producción intra y extrapredial.
Tabla 8. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso total por hectárea ($/
hectárea /año)”, en la región del Maule (R2= 0.51)
53
Tabla 9. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso total por hectárea
($/hectárea/año)”, en la región de Los Ríos (R2= 0.47)
54
4.4. Costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger, recuperar y
mejorar el bosque nativo.
4.4.1. Escenario de restricción a la extracción maderera
En Los Litres (Pencahue), la prohibición de extraer madera del bosque nativo afectaría los
modos de vida de gran parte de la población. Un asistente al taller declaró que con la
leña ellos calientan el hogar y con el carbón se ganan la vida. El carbón es visto como un
recurso vital. Una asistente explicó que el carbón es un recurso estacional y depende del
comportamiento de otras actividades:
Asistente a: “Es que el cordero uno lo vende en diciembre y el carbón lo deja como último
recurso para el invierno. Cuando las vacas están flacas, uno tiene que echarle mano al
carbón”.
Asistente b: “En tiempo de invierno, (uno) se dedica al carbón porque la pega es escasa.
Además, el otro problema es que en el verano no se puede cocer carbón por los incendios”.
Asistente c: “Nosotros lo dividimos en una sexta parte, porque en invierno trabajamos con
eso, después viene el tiempo de trabajar la agricultura: el melón, la sandía, el maíz, el
zapallo. Es una temporada no más esa, una temporadita. No vivimos sólo de eso, tenemos
que cortar la leña y dejarla corta’ pal invierno”.
55
Como complemento, algunos asistentes enfatizaron en que el proceso de extracción de
madera para carbón no es una actividad que perjudique al bosque, mientras se haga
correctamente:
Asistente d: “En el fondo es que uno se mide. Hay que ir buscando la más gruesa (tronco)
(...) en el fondo es como un raleo que (uno) le hace”.
El escenario fue relativizado por una asistente, quien propuso que si la restricción fuera
flexible, es decir, con un plan de manejo, entonces se podría considerar:
Asistente e: “Es que si hicieran la prohibición total de no cortar ningún árbol.... Pero si
dicen ‘tienen que hacer un plan de manejo, donde usted puede ralear el árbol’, ahí no
habría problema”.
En Los Mogotes (Linares) la consecuencia de este escenario es más grave, ya que el ingreso
depende fuertemente de la producción de carbón:
Asistente a: “Nos cortan los brazos (...) si es que no nos dejan cortar más leña y carbón,
nos cortan los brazos”.
Un asistente bromeó con la idea de robar para vivir. Otro comentó que la agricultura no se
da bien en el sector.
56
Recuadro 4. Variables que inciden en la utilización del bosque nativo asociadas a la
situación actual del conjunto familia-predio
a) Valoración: la valoración que los actores tengan del bosque nativo tiene un
impacto considerable sobre su conservación, puesto que determina la disposición a
intervenirlo de una u otra forma, o a no intervenirlo.
Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.
Asistente a: “Todos tenemos que tener ovejas: yo tengo veinte ovejas, he gastado 130
fardos y vendo seis, siete corderos ¿qué ganancia? por tenerlos no más po’”.
Asistente b: “Un fardo vale unas seis lucas y tanto. Yo tengo unas diez bestias allá y me lo
comen en un día”
Otra asistente esbozó que además están las vacas, bueyes y otros animales. Se precisó
que las ovejas no le hacen daño al bosque, ya que consumen la vegetación herbácea, a
diferencia de las cabras que ramonean. Un asistente relativizó el escenario proponiendo
un subsidio desde el Estado para comprar fardos, dado que los predios son pequeños. El
costo de alimentar corderos con fardos es de aproximadamente $750 pesos por animal al
día.
57
En Los Mogotes, algunos asistentes reaccionaron de manera similar al primer escenario:
Otros asistentes encontraron este escenario menos perjudicial que el primero, ya que
muchos de ellos no tienen animales debido a problemas en la tenencia de la tierra. Los
animales constituyen una inversión de capital que requiere certeza (tierra regularizada, lo
que a su vez se asocia a buenos cercos). Esta es la razón por la cual en Los Mogotes hay
pocos animales, lo cual incrementa la dependencia del bosque (producción de carbón).
Asistente a: “Y si yo tengo diez hectáreas y las cierro y no puedo criar... ¿pa’onde se me van
los animalitos?”
Asistente b: “y usted qué hace... ya, en el caso de que tenga diez hectáreas, tengo cinco
con el subsidio de Conaf que ustedes dicen. Y las otras, ¿ustedes piensan que me da pa’
mantener a los animalitos? no los mantiene... Póngale, tenga quince ovejas, la oveja es
comedora. Y ustedes con ese (subsidio) de... 500 lucas, ¿va a tener pa’ comprarle comida
a las ovejas? no lo tiene.”
Se preguntó por la cantidad de hectáreas sin bosque necesarias para mantener quince
ovejas, alimentándolas con pasto. La respuesta fue de cinco hectáreas, es decir, tres
ovejas por hectárea. Finalmente, se constató que el monto ofrecido por una sola vez, no
es suficiente para la realidad de las personas. A partir de esto, una asistente relativizó el
escenario en torno a la superficie y la tenencia de animales, dando un ejemplo donde el
escenario podría ser conveniente para el propietario:
Asistente c: “Yo creo que no es igual, es relativo, por el lado monetario. Una persona que
tiene tres hectáreas, 300 lucas (el monto recibido desde el Estado) y que no tiene dónde
criar póngale”.
Finalmente, la misma asistente propuso que este escenario no fuese fijo, sino que
permitiera cambiar la relación en el contrato:
58
Asistente c: “Esto es como adquirir un contrato en realidad. Yo quiero hacer este contrato
por cinco años. Ya, cinco años, y si yo no quiero más, que se respete que yo no quiero más”.
Para cerrar el escenario, el moderador preguntó uno a uno a los asistentes si aceptarían la
propuesta. Nadie aceptó.
En Los Mogotes este escenario fue considerado inadecuado por ser muy bajo el monto del
subsidio. Algunos asistentes hicieron cálculos para argumentar esto:
Asistente a: “Es harto poco cien lucas por una vez, muy poco (...) y ese cerco lo tiene que
hacer uno, ese costo lo paga el propietario ¿cierto? Yo po’, con cien mil pesos yo no alcanzo a
cerrar toda mi propiedad, si tengo tres hectáreas (300 mil pesos), ¿cuánto rollo de alambre
me alcanza?”
La discusión giró en torno a si sería o no suficiente para producir carbón. Hubo preguntas
en torno a la cantidad de madera que los propietarios- usufructuarios podrían sacar en un
régimen de plan de manejo, pero la mayoría piensa que no habría suficiente para generar
el ingreso familiar. Algunos se mostraron confundidos si es que sería posible postular al
subsidio sin tener los títulos de dominio saneados. El tema de la tenencia de la tierra volvió
a surgir en este escenario.
En Los Litres, la posibilidad de un pago mensual para “jubilar el bosque” (85 mil pesos
mensuales por propietario) no tuvo acogida. Varios opinaron que era muy poco dinero, ya
que en una semana podían generar un monto similar con unos diez sacos de carbón. Una
carretada de 30 sacos equivale a $240.000 pesos ($8.000 por saco), lo cual se produce
en 10 días. En general el escenario no fue bien visto ya que cerraba la posibilidad de
toda actividad vinculada al bosque. Respecto de eso, una asistente dio una opinión más
detallada:
Asistente a: “Las personas que vivimos acá, de todas maneras, sacamos provecho de los
animales y del carbón (...). Yo creo que este escenario sería por ejemplo, para una persona
de plata, que no tiene conciencia realmente porque no trabaja el carbón, no cría animales,
no vive de eso.”
59
Asistente b: “No quieren subir el sueldo mínimo y van a pagar esto. Y eso que el sueldo
mínimo sirve pa’ alimentar a los chiquillos chicos”.
Una asistente comentó que el Estado podría volver a plantar bosque nativo, tal como lo hizo
con los pinos, pero no lo hace porque no es rentable. Finalmente, una asistente planteó
que la mejor opción sería un contrato similar, pero que permitiera el ingreso de animales a
los bosques, cuidando que no coman los árboles en crecimiento.
Asistente c: “Dejar descansar el bosque, no cortarlo, pero los animales pueden seguir
estando ahí”.
Asistente a: “Imagínese que le pagan 83 mil pesos, supongamos. Y ellos (los habitantes)
con una carretada de carbón harían...colocándolo a 8 mil pesos no más, harían 240 mil
pesos mensuales, con 30 sacos”.
Frente al rechazo masivo de este escenario, tanto por los conflictos de sucesión de tierras
como por la escaza diversidad de fuentes de ingresos, el moderador flexibilizó el escenario,
introduciendo la posibilidad de ingresar animales al bosque, una vez que éste alcanzara
un estado adulto. No hubo reacciones positivas.
60
5. Discusión y conclusiones
Las regiones del Maule y Los Ríos son muy similares en cuanto a las características de los
tomadores de decisión, las explotaciones y los sistemas productivos, sin embargo, tienen
diferencias significativas en una serie de otros aspectos. En la región del Maule, más de
dos tercios de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo que viven en el campo, lo
hacen en el contexto de familias muy pequeñas (2 o 3 personas), y casi un cuarto trabajan
tiempo completo fuera de la explotación. Es decir, existe una baja disponibilidad de mano
de obra, lo cual impacta en las posibilidades de trabajar el bosque. Esto difiere de la
situación observada en la región de Los Ríos, donde hay una vida rural más activa.
La región del Maule tiene una historia distinta a la región de Los Ríos. El área que hoy se
conoce como región del Maule fue una de las primeras zonas ocupadas por los españoles
en el siglo XVI, ocupación que en el caso de la región de Los Ríos fue mucho más tardía.
Esta diferencia se refleja en la antigüedad de los caminos de acceso a los predios
(accesibilidad), y en los procesos de deforestación y sobrepastoreo.
En la región del Maule, la antigüedad de la red caminera implica una intervención mucho
más temprana del territorio (deforestación). La deforestación habría gatillado procesos de
erosión y pérdida de productividad, que a la larga se tradujo en menores posibilidades de
sostener ganado (reducción de las fuentes de forraje) y realizar agricultura. Las propiedades
de menor tamaño habrían ido desapareciendo, dando paso a plantaciones forestales.
En ambas regiones, el uso maderero comercial del bosque nativo es frecuente pero no
mayoritario, y en buena medida se realiza al margen de la ley. Considerando tasas
de crecimiento del bosque bastante conservadoras, el porcentaje de propietarios-
usufructuarios de bosque nativo que extraen más de lo que el bosque crece es bajo (8%
en el Maule y 17% en Los Ríos), lo cual implica que si bien existe una presión ésta no
es extremadamente significativa. En el Maule, el bosque esclerófilo soporta una enorme
presión en predios que tienen menos de 15 hectáreas de bosque nativo, aunque también
hay problemas en el resto del gradiente. Esto no ocurre en los bosques de Nothofagus
sp. En Los Ríos, la presión se concentra en predios que tienen menos de 50 hectáreas de
bosque nativo.
En las regiones del Maule y Los Ríos el 85% y 95% de los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo utilizan los bosques como lugar de pastoreo. La biomasa aérea de las
plantas está siendo utilizada como forraje, lo cual representa un “producto no maderero”
61
del bosque, que no ha sido adecuadamente reconocido ni valorado. En el 50% de las
explotaciones el forraje disponible (comprado y producido en las praderas) no alcanza para
cubrir las necesidades del ganado, lo cual implica una fuerte presión sobre los bosques
(cada hectárea de bosque nativo está “produciendo” varios kilos de carne). En ambas
regiones, el problema se concentraría en predios que tienen menos de 50 hectáreas de
bosque nativo.
62
del plan de manejo, el cual está diseñado para cumplir con ciertas tareas, intensidades,
plazos y procedimientos21. Para una persona que extrae madera nativa de forma ocasional,
el plan de manejo implica compromisos que difícilmente puede asumir.
En la región del Maule, la decisión de extraer madera de forma permanente (bosque como
cuenta corriente) depende de variables estructurales, mientras que en Los Ríos depende de
una mezcla de variables estructurales y transitorias (importancia del ingreso extrapredial).
Es decir, en El Maule la extracción de madera nativa (principalmente carbón vegetal) sería
un componente bastante estable en las estrategias productivas de aquellos propietarios-
usufructuarios de bosque nativo que se dedican a este rubro, lo cual está muy asociado
también con la trayectoria personal y familiar de los productores. En el caso de Los Ríos,
en cambio, existiría una mayor fluctuación interanual (volatilidad) dependiendo de las
oportunidades de empleo, subsidios, etc., las cuales aumentan la importancia del ingreso
extrapredial y “sacan a la gente del bosque”.
Este rol más estructural del bosque nativo en la estrategia productiva de los propietarios-
usufructuarios de bosque nativo en la región del Maule, podría ser uno de los factores
que han incidido en facilitar la implementación de la Ley de Bosque Nativo en esa región
(mayor impacto), a diferencia de lo que ocurre en la región de Los Ríos.
En la región del Maule, con más de 20 hectáreas de bosque nativo y plantaciones forestales
(disponibilidad absoluta, que depende estrechamente del tamaño predial), y un nivel
de autoconsumo medianamente alto (explotaciones más tradicionales) basta para que
exista una alta probabilidad de que el bosque nativo funcione como cuenta corriente.
Esta probabilidad aumenta si además existen medieros (mano de obra). En Los Ríos, en
cambio, tiene más peso la cobertura forestal, es decir, el porcentaje de la explotación que
está cubierta por bosques (disponibilidad relativa, independiente del tamaño predial)22.
Cuando ésta es superior al 25% y los ingresos extraprediales se mantienen bajos, existe una
alta probabilidad de usar el bosque nativo como cuenta corriente, más aún si corresponden
a familias relativamente jóvenes.
21 Por ejemplo, Artículo 8º.- (quinto párrafo) “Aprobado un plan de manejo, el interesado deberá dar aviso a la Corporación cuando inicie la
ejecución de faenas y, cumplido un año de inicio de su ejecución, deberá acreditar anualmente ante la Corporación, el grado de avance del
mismo, cuando ello ocurra, por medio de un informe elaborado por el interesado.”; Artículo 12º.- (primer párrafo) “Los planes de manejo
aprobados podrán ser modificados durante su vigencia, previa presentación y aprobación de un estudio técnico elaborado por uno de los
profesionales señalados en el artículo 7o de esta ley. La Corporación deberá pronunciarse respecto de las modificaciones dentro del plazo
de 60 días hábiles.”
22 Llama la atención que sea la cobertura de bosque nativo la variable que esté más asociada con la intensidad de la extracción, y no la
superficie. Esto ocurre porque la extracción maderera es vista como una actividad de emergencia, más que un fin en sí mismo o el reflejo de
un interés real por realizar manejo forestal cuando hay disponibilidad de bosques (hectáreas). Es decir, la leña sería una consecuencia más
que un fin, en explotaciones con una alta cobertura de bosque nativo
63
En la región del Maule, la extracción de madera nativa sería una actividad “en retroceso”
(en proceso de desaparecer), en la medida que está asociada a formas de vida y trabajo
más bien tradicionales, donde se observan pocas posibilidades de renovación (familias
pequeñas con escasa presencia de jóvenes, en una región con crecientes dificultades para
conseguir trabajadores). En la región de Los Ríos, en cambio, la extracción de madera nativa
es más bien intermitente, en la medida que depende de un sin número de otros rubros23. El
escaso beneficio económico asociado a la producción y comercialización de leña, es una
de las razones detrás de esta mayor inestabilidad en la extracción de madera nativa en Los
Ríos, ya que cualquier otra actividad puede igualar dicho beneficio con relativa facilidad.
Por otra parte, los estudios de caso muestran que si bien los bosques que se mantienen
como cuenta de ahorro podrían estar recibiendo una menor presión, al mismo tiempo son
más vulnerables a periodos de explotación intensos (habilitaciones agrícolas, reemplazo
por praderas, etc.). Al respecto, la ley debería incorporar mecanismos que permitan
promover el manejo y conservación de estos bosques, aunque sea bajo esquemas no
convencionales.
Otro aspecto interesante es la influencia que ejercen las plantaciones forestales sobre
el bosque nativo. En Los Ríos, la presencia de plantaciones forestales se asocia a una
menor presión sobre el bosque nativo, ya que ambos recursos están siendo utilizados
con el mismo fin (producción de leña; recursos intercambiables), siendo el manejo de las
plantaciones mucho más simple y barato que el del bosque nativo. En el Maule ocurre lo
opuesto. En aquellos predios dedicados a la extracción de madera nativa, la presencia de
plantaciones se asocia a una mayor presión sobre el bosque nativo, ya que ambos recursos
se utilizan con fines distintos (leña y carbón, respectivamente).
Por otra parte, en ambas regiones la extracción de forraje desde el bosque nativo está muy
asociada a situaciones de pobreza (menor ingreso, mayor presión). En el caso del Maule,
la intensidad de la extracción aumenta en explotaciones ubicadas en el secano costero,
cubiertas por espinales y bosque esclerófilo en mal estado de conservación. De alguna
forma, se va consolidando una dinámica territorial en torno a la pérdida de bosque nativo,
el sobrepastoreo y la erosión, que en algunos casos termina con el establecimiento de
plantaciones forestales.
64
bosque a ramonear, sino que ellos son un indicador de sistemas productivos donde el
forraje disponible es menor al forraje requerido.
En la región del Maule la extracción de forraje desde el bosque nativo no sería tan intenso
en los bosques de Nothofagus, mientras que en Los Ríos las peores situaciones se verían
en predios con menos de 50 hectáreas de bosque nativo. En ambas regiones sólo se
evaluaron intensidades promedio, sin considerar los esquemas de manejo asociados.
Desde ese punto de vista, estas conclusiones son preliminares e incompletas con respecto
al análisis de la degradación del bosque nativo, pues la degradación es el resultado de la
interacción de ambos elementos (intensidad y esquemas de manejo).
65
para mantener ganado. En ese escenario, la ganadería pierde peso, lo cual aumenta la
dependencia sobre los recursos forestales. En ese contexto, el bosque nativo soporta una
mayor presión lo que puede terminar con altos niveles de extracción.
5.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.
En términos generales, hay mercado para una amplia variedad de bienes y servicios,
siendo el propietario-usufructuario junto a su familia (o junta directiva, en el caso de
empresas) quienes deciden a qué se dedican, dependiendo de las oportunidades que se
le presenten y la capacidad que tengan para aprovecharlas. Las oportunidades dependen
del contexto económico en el que la persona está inserta (niveles de inversión, presencia
de emprendimientos, etc.), mientras que las capacidades dependen de su educación y una
serie de otras cualidades/habilidades, innatas o aprendidas, que las personas desarrollan
a través del tiempo.
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El mercado tiene tres escalas de expresión: a) local, b) regional-nacional, y c) global. Éstas
pueden incidir en el uso del bosque nativo en distintas direcciones. En el caso de la región
de Los Ríos, la ganadería bovina (mercado nacional y global) es la principal generadora de
ingresos intraprediales24, lo cual implica que todas las demás actividades se ven afectadas
por los vaivenes del mercado de la carne, la leche y sus derivados. En el caso de la región
del Maule, es la agricultura la que cumple ese rol (mercado nacional y global). La influencia
de estos mercados sobre el bosque nativo puede verse afectada por particularidades
locales, como ocurre con la demanda de servicios turísticos. Allí, el bosque vale mucho
más como paisaje que transformado en praderas de pastoreo o cultivos.
En general, se observa que en predios medianos y grandes hay una mayor influencia del
mercado de los bienes (productos agrícolas, pecuarios y forestales), mientras que en
predios pequeños ocurre lo propio con el mercado de los servicios (actividades asalariadas
o emprendimientos por cuenta propia). Es decir, cuando hay una menor disponibilidad de
capital natural, la importancia del capital humano aumenta. Por ello, en este segmento
(pequeños propietarios) el desarrollo de capacidades (educación y otras habilidades)
es fundamental para reducir la presión sobre los bosques. El peor escenario para el
bosque nativo es aquel donde hay restricciones de capital natural (predios pequeños), y
24 La crianza de animales requiere menos trabajo, el cual además puede ser asumido por distintos miembros de la familia (niños, ancianos,
etc.), mientras que la producción forestal es una actividad pesada y riesgosa que implica mucho tiempo y esfuerzo. La ganadería satisface
además necesidades de la misma explotación, proveyendo carne de bajo costo que de otra forma sería difícil de obtener. La ganadería es
compatible con el trabajo asalariado y por cuenta propia, mientras que la producción maderera no.
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bajos niveles de escolaridad y habilidades de otro tipo (sociales, emocionales, físicas o
simplemente problemas de salud, como el alcoholismo). En ese contexto, las posibilidades
de proveer servicios se reducen, como también su valoración (retribución potencial).
En la región del Maule el mercado del trabajo (asalariado o por cuenta propia) es muy
relevante, ya que casi un cuarto de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo
trabajan tiempo completo fuera de la explotación (muchos de ellos profesionales). En esta
región existe una gran demanda de mano de obra en la agroindustria, la fruticultura, y la
agricultura en general, lo cual genera oportunidades laborales para una población que
además muestra mayores niveles de escolaridad que la reportada en la región de Los
Ríos (la escasa población rural es una consecuencia de este mayor nivel de escolaridad, y
mayores oportunidades de empleo extrapredial).
El mercado de los productos forestales también incide sobre las decisiones de los
propietarios-usufructuarios de bosque nativo, aunque en menor medida si se compara con
el mercado agrícola, ganadero o el mercado del trabajo (asalariado o por cuenta propia)25.
En la región del Maule, la enorme demanda de carbón proveniente de Santiago y otros
grandes centros urbanos, hace que prácticamente toda la madera nativa se utilice con ese
fin26. La venta de carbón genera un mayor margen de utilidad que la leña, lo cual se asocia
a una menor tasa de extracción (la misma madera se trabaja más tiempo). En la región
del Maule, la demanda de leña se satisface con biomasa que proviene de plantaciones
forestales, frutales y desechos. En esta región los bosques nativos son más escasos y
existen mayores trabas para su aprovechamiento, lo cual los hace menos competitivos en
el mercado de la leña. En la región de Los Ríos, en cambio, el bosque nativo es abundante
y existe una enorme demanda de leña.
25 A pesar de que la agricultura y la ganadería son más rentable que la producción de madera nativa, su marcada estacionalidad obliga a
los productores a buscar otras fuentes de ingreso durante ciertos periodos del año. Es ahí donde se genera espacio para la producción
maderera.
26 Las maderas nativas tienen mejores características que las exóticas cuando se trata de producir carbón: son más densas y tienen un mayor
poder calorífico.
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5.4. Costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger, recuperar y
mejorar el bosque nativo.
Se identificaron una serie de costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger y
manejar los bosques. Considerar estos costos en la tabla de valores de la Ley Nº 20.283 es
muy importante, especialmente en el caso de predios que tienen una alta disponibilidad
de mano de obra y familias en riesgo social (predios con menos de 50 hectáreas de bosque
nativo, y predios que cuentan con bosque esclerófilo). Uno de los costos que debe ser
tomado en cuenta es la compra de forraje para reducir la carga animal, en bosques que
están sometidos a sobrepastoreo.
Sin embargo, la incorporación de estos costos y su valoración debe hacerse con mucho
cuidado para evitar resultados contraproducentes. Por ejemplo, generar incentivos para
reducir la carga animal, con el fin de reducir la presión ganadera sobre los bosques,
puede terminar en un aumento de la extracción maderera. Las explotaciones son sistemas
complejos, por tanto la identificación y valoración de estos costos de oportunidad debe
hacerse a nivel regional.
La ley debería tomar en cuenta las diferencias socioculturales y económicas que existen a
lo largo del país y generar mecanismos de incentivo ad-hoc a cada realidad. En la misma
dirección, debería realizarse una zonificación del bosque nativo en base a su estado de
conservación, sus amenazas (actuales y potenciales; ej. cambio climático), y los procesos
socioeconómicos en los cuales están insertos (dinámicas territoriales, especialmente
aquellas caracterizadas por degradación ambiental y pobreza), con el fin de generar criterios
de priorización y focalización territorial que permitan asegurar una implementación más
efectiva. Por ejemplo, programas de extensión forestal en aquellos territorios que están
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más empobrecidos. No es lo mismo enfrentar el desafío del manejo y conservación del
bosque nativo en el secano costero de la región del Maule, que en la Precordillera de
Panguipulli.
El primer literal de la Ley, Artículo 22º, está orientado a “Actividades que favorezcan la
regeneración, recuperación o protección de formaciones xerofíticas de alto valor ecológico
o de bosques nativos de preservación”. Esta línea de incentivos ha sido utilizada
básicamente por personas que ya tenían un interés y una vocación por la protección y
la preservación del bosque. Sin embargo, la idea de incentivar algo es generar un efecto
“adicional” al que ocurriría en ausencia de dicho incentivo. Hasta el momento, esta línea
de financiamiento no estaría generando dicha adicionalidad, lo que lleva a proponer
mecanismos que sí permitan lograrla.
Un esquema de pagos por servicios ambientales, orientado a predios que tienen una menor
presión de extracción maderera o de forraje, sería una buena alternativa (especialmente
para propietarios-usufructuarios de edad avanzada). Esto implicaría un pago anual por
predio, no por hectárea, interesante por ejemplo para propietarios-usufructuarios urbanos
que no hacen un uso intenso del bosque, personas mayores que viven de jubilaciones u
otros ingresos extraprediales, etc. Para este perfil de propietario, el costo de oportunidad
de proteger y preservar su bosque es relativamente bajo, lo cual podría aprovecharse
para recuperar miles de hectáreas de bosque nativo a un costo menor del que significaría
administrar, planificar y ejecutar actividades de manejo forestal en ellos.
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El segundo literal de la Ley, Artículo 22º, está orientado a “Actividades silviculturales
dirigidas a la obtención de productos no madereros”. En lo que respecta a extracción no
maderera, el bosque nativo cumple un rol muy importante como proveedor de forraje para el
ganado. Debido a que normalmente no se considera al forraje como un PFNM “aceptable”,
sería necesario incorporarlo. Por ejemplo, incentivos para el manejo silvopastoral de ciertas
áreas, donde se incremente la producción de forraje y al mismo tiempo se mantenga la
cobertura arbórea. El definir áreas especiales para el forrajeo de animales sería un buen
camino para sacar a los animales de otras partes del bosque, y permitir su recuperación.
Las áreas de forrajeo podrían ir rotando, en el marco de un plan de ordenación predial que
considere este elemento. Hay que recordar que la ganadería es un componente estructural
de las explotaciones, razón por la cual es prácticamente imposible pensar en sacar a los
animales del bosque.
71
Una forma de fortalecer el rol del bosque como cuenta corriente, y así facilitar la
implementación de planes de manejo, es incrementar el valor agregado de los productos.
Para ello, la ley de bosque nativo debería considerar incentivos al procesamiento de la
madera que se obtiene del bosque y su comercialización. Por ejemplo, incentivos para la
construcción de hornos de carbón, la instalación de pequeños aserraderos, chipeadoras
portátiles, etc.
c) Tabla de Valores
En predios que tienen menos de 15 hectáreas de bosque nativo y que están sujetos a
extracción maderera permanente (bosque como cuenta corriente) debería establecerse
una política especial, debido a la altísima presión que están recibiendo. Estas unidades,
normalmente asociadas a situaciones de pobreza y pobreza extrema, requieren de
programas especiales de extensión forestal a través de los cuales fluyan los beneficios
de la Ley (sin concurso). La diversidad de situaciones es tan grande, que la Ley podría
establecer un acápite especial en la cual se permita flexibilizar la entrega de beneficios
y la forma como se aplica la ley en esos predios, en función del criterio del extensionista
y los técnicos de CONAF. Es decir, poder salirse de las líneas de incentivos tradicionales,
con techos presupuestarios un poco mayores (tabla de costos), que permitan resolver
cada caso. Esto permitiría abrir la posibilidad de crear soluciones innovadores bajo
72
distintos contextos sociales y ambientales (diversidad regional). Esto le daría además un
mayor empoderamiento a los extensionistas, quienes generarían propuestas en conjunto
con los productores (relaciones de colaboración y aprendizaje, en vez de relaciones
asistencialistas).
Este estudio es de carácter exploratorio, razón por la cual se recomienda realizar estudios más
profundos que permitan afinar algunas de las propuestas que se realizan en el documento.
Por ejemplo, estudios orientados a estimar la factibilidad de implementar un sistema de
pago por servicios ambientales, dirigidos a ciertos tipos de propietarios- usufructuarios.
Estudios para diseñar esquemas silvopastoriles que permitan compatibilizar la crianza de
animales con el manejo del bosque. Estudios que permitan analizar con mayor detalle los
ciclos de extracción-no extracción (cuenta corriente – cuenta de ahorro) que se generan
cuando se producen fluctuaciones en el mercado del trabajo, entre otros.
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RESEÑA DE AUTORES
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