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Autores:

René Reyes Gallardo


Gustavo Blanco Wells
Andrés Lagarrigue Ibañez
Fernanda Rojas Marchini
Financiado por:
Fondo de Investigación del Bosque Nativo

Fotografía Portada: Andrés Lagarrigue

Instituto Forestal
Sucre 2397
Ñuñoa. Santiago
Chile 2016
F: 223667115
www.infor.cl

Registro Propiedad Intelectual N° A-280217


ISBN N° 978 956 318 128 9

Se autoriza la reproducción parcial de esta publicación siempre y cuando se haga la cita correspondiente:
Reyes, R.; Blanco, G.; Lagarrigue, A. y Rojas, F., 2016. Ley de Bosque Nativo: Desafíos Socioculturales para su
Implementación. Instituto Forestal y Universidad Austral de Chile. 82 p.
Ley de bosque nativo:

Desafíos Socioculturales
para su Implementación

Agosto, 2017

Valdivia, Chile
Agradecimientos
Nuestros agradecimientos al Fondo de Investigación del Bosque Nativo, administrado
por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), que hizo posible esta investigación, como
también al Instituto Forestal (INFOR) y la Universidad Austral de Chile (UACH) quienes la
patrocinaron. Queremos agradecer también al Sr. Lisandro Rocco, profesor de la Facultad
de Cs. Forestales de la Universidad Católica del Maule, quien nos apoyó y aportó valiosas
ideas durante el trabajo de campo.

Nuestro especial agradecimiento a los 191 propietarios-usufructuarios de bosque nativo


de las regiones del Maule y Los Ríos, que aceptaron responder las encuestas y participaron
de las entrevistas. Ellos, en su inmensa diversidad, son los protagonistas de este libro.
En particular, quisiéramos destacar y agradecer la colaboración de las cuatro familias
donde desarrollamos los estudios de caso, quienes tuvieron la confianza para abrirnos
sus hogares, contarnos sus historias y permitirnos conocer sus vidas. También queremos
agradecer a las juntas de vecinos de Los Litres (Pencahue) y Los Mogotes (Linares), en
especial a sus dirigentes, quienes nos ayudaron a organizar dos de los cuatro grupos
focales que estaban planificados.

Sra. Eliana Galindo, madre, abuela, campesina y folclorista.

3
Tabla de Contenido
Agradecimientos ................................................................................... 3
Tabla de Contenido ................................................................................ 4
Índice de Tablas .................................................................................... 5
Índice de Figuras ................................................................................... 6
Resumen ............................................................................................... 7
1. Introducción .................................................................................... 11
2. Marco Teórico.................................................................................. 13
3. Metodología.................................................................................... 23
4. Resultados...................................................................................... 36
5. Discusión y Conclusiones................................................................. 61
Referencias ........................................................................................... 75
Reseña Autores...................................................................................... 78

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Índice de Tablas

Tabla 1. Variables consideradas en los análisis........................................................ 27


Tabla 2. Tipología utilizada para la selección de los casos........................................ 29
Tabla 3. Resumen de los casos seleccionados.......................................................... 30
Tabla 4. Características generales de los propietarios-usufructuarios
que formaron parte de la muestra (n= 191).................................................. 37
Tabla 5. Resultados del análisis de regresión logística, región del Maule ................. 48
Tabla 6. Resultados del análisis de regresión logística, región de Los Ríos................ 50
Tabla 7. Estado del bosque en función de distintas
intensidades y prácticas de manejo forestal................................................ 52
Tabla 8. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso
total por hectárea ($/hectárea/año)”, en la región del Maule (R2= 0.51)....... 53
Tabla 9. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso
total por hectárea ($/hectárea/año)”, en la región de Los Ríos (R2= 0.47).... 54

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Índice de Figuras

Figura 1. Factores que inciden en la implementación de la Ley de Bosque Nativo....... 17


Figura 2. Causas subyacentes de la pérdida y degradación del bosque nativo............ 22
Figura 3. Ubicación geográfica de los estudios de caso y grupos focales.................... 24
Figura 4. Estudio de los grupos focales .................................................................... 33
Figura 5. Escenarios presentados en los grupos focales............................................ 34
Figura 6. Esquema de organización de reacciones y/o situaciones
frente al planteamiento de un escenario.................................................... 35
Figura 7. Nivel educacional del principal tomador de decisiones............................... 38
Figura 8. Ingreso bruto de las explotaciones ($/año)................................................. 39
Figura 9. Tamaño de las explotaciones (% de los casos)............................................ 39
Figura 10. Tamaño de la familia propietaria o
usufructuaria del predio (% de los casos)................................................... 40
Figura 11. Pirámides etarias regiones del Maule y Los Ríos.......................................... 40
Figura 12. Antigüedad de las familias en el territorio (% de los casos)......................... 41
Figura 13. Antigüedad de los caminos de acceso a la explotación............................... 42
Figura 14. Tendencias últimos 50 años (% de los casos)............................................. 43
Figura 15. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en
predios con distinta superficie de bosque nativo en la Región del Maule..... 45
Figura 16. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en
predios con distinta superficie de bosque nativo en la región de Los Ríos.... 45
Figura 17. Tasa promedio de extracción de forraje
y su intervalo de confianza en la región del Maule...................................... 46
Figura 18. Tasa promedio de extracción de forraje
y su intervalo de confianza en la región de Los Ríos.................................... 46
Figura 19. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo como
cuenta corriente, en la región del Maule..................................................... 49
Figura 20. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo
como cuenta corriente en la región de Los Ríos........................................... 51

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Resumen
Este estudio tuvo como objetivo analizar la incidencia del contexto socioeconómico y
cultural de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo en la implementación de la
Ley 20.283, más conocida como “Ley de Bosque Nativo”. Para esto, se propuso identificar
y analizar las variables sociales y económicas que más se asocian con la extracción de
madera y forraje desde el bosque nativo, así como también las fuerzas de mercado y los
costos de oportunidad que inciden en el proceso. A partir de esta información se elaboraron
una serie de recomendaciones tendientes a mejorar el diseño de la Ley y sus reglamentos.

La metodología propuesta integró instrumentos cuantitativos y cualitativos, los cuales


fueron implementados por un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales
del Instituto Forestal y el Instituto de Historia y Cs. Sociales de la Universidad Austral
de Chile. Para el componente cuantitativo se diseñó y aplicó una encuesta-entrevista
semiestructurada, a un total de 191 propietarios-usufructuarios de bosque nativo en las
regiones del Maule y Los Ríos, los cuales fueron seleccionados al azar. Para el componente
cualitativo se realizaron cuatro estudios de caso, orientados a caracterizar situaciones
tipo previamente identificadas, y dos grupos focales con propietarios-usufructuarios
(identificación de costos de oportunidad).

Los principales resultados fueron los siguientes:


1. Se observaron diferencias importantes entre las regiones del Maule y Los Ríos en términos
demográficos y productivos, como también con respecto a los procesos históricos que han
incidido sobre el estado actual del bosque (trayectorias territoriales). Durante los últimos
50 años se observa una disminución de la carga ganadera en la Región del Maule, así como
un aumento de la deforestación (50% de los casos, aprox.). Por el contrario, en la Región
de Los Ríos se observa un aumento de la carga ganadera (50% de los casos, aprox.), y un
aumento bastante generalizado de la deforestación. Estas diferencias crean escenarios
totalmente distintos para el análisis de la Ley Nº 20.283.

2. El bosque nativo es utilizado en un 85% y 95% de los casos como lugar de pastoreo, en las
regiones del Maule y Los Ríos, respectivamente, el 60% de los cuales estarían ejerciendo
una presión significativa. La extracción de forraje desde el bosque nativo fluctúa entre 1
y 3 toneladas de materia seca por hectárea de bosque nativo al año, especialmente en

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predios que tienen menos de 50 hectáreas de bosque nativo. Por otra parte, la extracción
de madera nativa para la venta está presente en el 33% y 48% de los casos en las regiones
del Maule y Los Ríos, respectivamente, de los cuales el 82% y 67% lo hacen fuera de la
ley (sin plan de manejo). El 80% de ellos estarían extrayendo por sobre el crecimiento del
bosque. La Ley de Bosque Nativo es muy poco conocida y utilizada por los productores.

3. En la Región del Maule las dos variables que más pesan en la decisión de extraer
madera del bosque nativo son la superficie de bosque nativo y plantaciones (hectáreas)
y el nivel de autoconsumo (nivel de autarquía, %). Ambas variables son estructurales, lo
que implica que son relativamente estables y no cambian en el corto plazo. En la Región de
Los Ríos, en cambio, las variables que más pesan en el modelo son la cobertura de bosque
nativo y plantaciones (porcentaje con respecto a la superficie total de la explotación) y
la importancia del ingreso extrapredial (porcentaje con respecto al ingreso total). La
cobertura de bosque nativo y plantaciones es una variable estructural, pero la importancia
del ingreso extrapredial es una variable transitoria, lo que indica que en esta región el
rol del bosque en la generación de ingresos presentaría fluctuaciones de corto plazo en
función del escenario económico regional- nacional (cambios interanuales).

4. La extracción de forraje desde el bosque nativo, tanto en términos absolutos (magnitud


total) como relativos (intensidad), depende de variables estructurales, y está fuertemente
asociada a situaciones de pobreza (ingreso). En el Maule, está asociada al secano interior
costero (pequeñas propiedades - baja escolaridad - bosque esclerófilo), mientras que en
Los Ríos a pequeñas propiedades con escasa disponibilidad de praderas. La extracción
maderera, en cambio, no está asociada al ingreso, por tanto no tiene que ver con pobreza
sino con disponibilidad de bosques, mano de obra y otras variables. En el Maule, la
disponibilidad de mano de obra y en Los Ríos la importancia de los ingresos extraprediales
son variables transitorias que inciden sobre los volúmenes de extracción, produciendo
fluctuaciones interanuales asociadas a la economía regional-nacional. Es importante
aclarar que el análisis de la extracción maderera y de forraje sólo consideró los volúmenes
de extracción y no las prácticas de manejo. Las prácticas de manejo pueden hacer una
gran diferencia en relación al impacto real que la extracción maderera y de forraje genera
en los bosques. Por esa razón, en este análisis no se menciona el concepto “degradación
de bosques”, ya que la degradación resulta de la interacción entre aspectos cuantitativos
(volúmenes/intensidades) y cualitativos (prácticas de manejo).

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5. La Ley de Bosque Nativo tiene tres líneas de financiamiento, denominadas literales. El
tercer literal, y probablemente el más importante hasta ahora, ha sido el de producción
maderera. Esta línea funciona en base al plan de manejo, el cual define una serie de
actividades, plazos y procedimientos. Para aquellos productores que extraen madera del
bosque en forma ocasional (cuenta de ahorro), es muy difícil asumir los compromisos que
implica un plan de manejo convencional. La mayor parte de los propietarios-usufructuarios
están justamente en esta situación, viéndose en la necesidad de extraer madera de forma
ilegal dado que los instrumentos existentes no se adaptan a su realidad. Esta primera
observación es fundamental pues convierte al plan de manejo en un obstáculo para
regularizar el manejo del bosque e implementar la Ley, en un contexto social y económico
como el chileno.

El segundo literal está orientado a la producción no maderera. Por lejos, el principal


producto que se obtiene del bosque nativo actualmente es el forraje. Miles de animales
están viviendo del bosque, lo que se traduce en beneficios concretos para los propietarios-
usufructuarios de bosque nativo (carne para autoconsumo y venta), reduciendo además la
necesidad de extraer madera. Sin embargo, la extracción de forraje, conocida normalmente
como “ramoneo”, no ha sido valorada ni reconocida por la sociedad y los técnicos en toda
su magnitud. El forraje es un producto forestal no maderero, razón por la cual debería ser
tratado en la Ley como tal, promoviéndose esquemas de manejo silvopastoril que permitan
regular el uso ganadero de los bosques. Esto es especialmente crucial en explotaciones
que tienen menos de 50 hectáreas de bosque nativo en ambas regiones.

El primer literal está orientado a la preservación. Esta línea de incentivos ha sido utilizada
básicamente por personas que ya tenían un interés y una vocación por la preservación. Sin
embargo, la idea de “incentivar” algo es generar un efecto “adicional” al que ocurriría en
ausencia de dicho incentivo. Se observa que hasta el momento esta línea de financiamiento
no estaría generando dicha adicionalidad, lo que lleva a proponer mecanismos que si
permitan lograrla. Desde ese punto de vista, la idea sería transformar áreas de bosque
que hoy están destinadas a la producción maderera o de forraje en áreas de preservación,
al menos durante ciertos periodos de tiempo (5, 10 ó 15 años). Es decir, el incentivo no
debería obligar a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo a destinar para siempre
esas áreas del predio a la preservación, sino permitirles un descanso transitorio (con el
potencial de transformarse en permanente) aprovechando ciertos escenarios sociales

9
que son propicios. Por ejemplo, periodos en que existe una alta demanda de mano de
obra como ocurrió durante el boom de la minería en el norte del país. En esos periodos
el bosque puede recuperarse (tener un descanso) para luego comenzar un nuevo ciclo
de producción en mejores condiciones. Estos ciclos pueden ser económicos (periodos de
empleo y desempleo), como también humanos (proceso de envejecimiento del tomador de
decisiones y su familia) y generacionales (cuando la tierra es heredada).

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1. Introducción
Durante las últimas décadas se ha desarrollado bastante investigación sobre la ecología
de los bosques nativos, la cual ha servido de base para desarrollar métodos silviculturales
que permiten su manejo. Sin embargo, existe un número bastante reducido de trabajos
sobre la dimensión sociocultural del manejo del bosque nativo en Chile (Catalán et al.,
2006; Otero, 2006; Carrasco, 2012), y dentro de este cuerpo documental, existen brechas
en el nivel de conocimiento sobre los propietarios-usufructuarios3 de las explotaciones,
quienes son los que finalmente deciden que ocurre con los bosques. Excepciones, tan
puntuales como interesantes, la constituyen el trabajo realizado por Monroy y Pincheira
(2013) sobre el nivel de conocimiento que los pequeños propietarios-usufructuarios tienen
de la Ley de Bosque Nativo (Ley N° 20.283).

La Ley de Bosque Nativo tiene como objetivo promover la recuperación y el manejo


sustentable del bosque nativo, para lo cual establece una serie de normas e incentivos
económicos. Sin embargo, durante sus primeros años de funcionamiento se ha mostrado
poco eficaz en el cumplimiento de dichos objetivos (Cruz et al., 2012; de la Fuente et al.,
2013).

Comprender las razones de esta situación requiere de un análisis amplio que aborde la
política pública, sus programas, y por supuesto, la propia realidad de las personas, quienes
finalmente son los que deciden cómo manejar el bosque y hacer o no uso de la ley. Acceso
a la información, vínculo con las instituciones, monto de los subsidios, infraestructura y
medios tecnológicos, valores culturales, presiones económicas, conocimientos y prácticas
de manejo tradicionales, son algunas de las muchas variables que se pueden mencionar.

El estudio que se presenta a continuación busca profundizar en estas realidades,


partiendo de la base de que las decisiones y prácticas que los propietarios-usufructuarios
demuestran, se explican por el conjunto de relaciones en las que se inserta su actividad y su
bosque nativo, sean relaciones agro-ecológicas, institucionales, económicas, o culturales.
El estudio aporta una aproximación cuantitativa y cualitativa que permite abordar esta
problemática de manera multidimensional.

El estudio tiene por finalidad identificar y analizar las variables socioeconómicas y


culturales que más se relacionan con la utilización de los bosques, analizar las fuerzas

3 El concepto de propietarios y usufructuarios de bosque nativo incluye a hombres y mujeres, con o sin título de dominio sobre la explotación
que utilizan.

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de mercado que están actuando sobre sus propietarios-usufructuarios, los costos de
oportunidad asociados, y generar recomendaciones para mejorar la implementación de la
Ley N° 20.283.

En la primera sección del documento se desarrolla el estado del arte, mencionando los
problemas de conservación que enfrenta el bosque nativo en Chile, la forma como se
ha enfrentado su manejo y el rol que cumple o debería cumplir la Ley Nº 20.283 en ese
proceso. Posteriormente, se describen los métodos utilizados, los principales resultados,
y se termina con una sección de discusión y conclusiones.

Don Daniel y la Sra. Janet posando para la foto.


Fotografía: Andrés Lagarrigue

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2. Marco Teórico
2.1. Pérdida y degradación del bosque nativo
Los bosques templados de Chile son una reserva mundial de biodiversidad, con un alto
nivel de endemismos (Armesto et al., 1995). Myers et al. (2000) clasificaron a los bosques
de la zona centro y centro-sur de Chile como una de las 25 ecorregiones a nivel mundial
cuya conservación es prioritaria debido a su alto valor biológico. Sin embargo, entre 1550 y
1997 casi la mitad de estos bosques desaparecieron (Lara et al., 2012).

Las actualizaciones del “Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos


de Chile” (en adelante Catastro de Bosque Nativo) dirigidas por la Corporación Nacional
Forestal (CONAF), muestran que la pérdida de bosque nativo continúa. Por ejemplo, entre
1993 y 2007 se perdieron 39.827 hectáreas de bosque nativo en la región de la Araucanía,
y entre 2006 y 2013 otras 32.699 hectáreas en la región de Los Lagos (CONAF, 2009;
CONAF, 2014). En el caso de la región de Los Lagos, la pérdida se debió principalmente a
la conversión de bosques nativos en praderas y matorrales (79%) y plantaciones forestales
(17%) (CONAF, 2014).

Corta de bosque esclerófilo para ampliar zonas de cultivo en la comuna


de Pencahue.
Fotografía: René Reyes

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La degradación de los bosques nativos es un proceso menos visible que la deforestación,
sobre el cual no hay consenso aún en términos de cómo medirlo (Mujica, 2008). La extracción
de madera y leña sin un manejo adecuado de los bosques, y el ramoneo permanente de
la regeneración por parte del ganado vacuno, son las principales actividades asociadas
a la degradación del bosque nativo (Lara et al., 2010). La degradación puede producir
fragmentación y con el tiempo deforestación (Echeverría et al., 2006).

En Chile, tanto la deforestación como la degradación de los bosques son procesos


antrópicos que dependen de las decisiones que toman los propietarios-usufructuarios
de predios rurales, ya que cerca del 70% de los bosques están en manos privadas. Si
bien, existe una gran superficie de bosques nativos que prácticamente no han sido
intervenidos (especialmente en grandes propiedades) (Neira et al., 2002), existen otros
–probablemente la mayor parte- que han sido intensamente explotados para producir
madera o simplemente para criar animales. Vergara y Gayoso (2004) mencionan que
los bosques más accesibles son los que soportan una mayor presión antrópica, dada la
relación que existe entre la presencia de caminos y de población urbana y rural, y el nivel
de deforestación y degradación de bosques. Esto es evidente en el caso del abastecimiento
de leña, cuyo precio depende estrechamente del costo de transporte (Medel, 2008).

En general, los propietarios-usufructuarios de bosque nativo cortan selectivamente los


árboles más grandes y de mejores características, en función de la demanda del mercado
y de criterios económicos propios (rentabilidad, eficiencia, etc.). En el caso de la madera
aserrable o debobinable, esta selección se orienta hacia fustes rectos y sanos de ciertas
especies, mientras que en el caso de la leña a especies densas de alto poder calorífico
(Reyes, 2000). Al mismo tiempo, los propietarios- usufructuarios permiten el acceso de
animales al bosque, lo cual incide negativamente sobre su capacidad de regeneración
(Zamorano-Elgueta et al., 2012). En invierno, cuando el forraje almacenado o aquel que
crece en praderas y matorrales no es suficiente para alimentar al ganado, los propietarios-
usufructuarios “abren el cerco” transformando los bosques en áreas de pastoreo.

Desde esta perspectiva, la degradación del bosque nativo puede avanzar en dos direcciones,
desde arriba hacia abajo (cortando selectivamente los mejores árboles del bosque), y
desde abajo hacia arriba (ramoneando la regeneración). Los árboles que sobreviven a este
proceso van dando forma al nuevo bosque.

La ausencia de un manejo adecuado del bosque nativo ha terminado por reducir la


disponibilidad de madera de alta calidad para el mercado interno y externo (INFOR, 2010).

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Las cifras así lo indican: el 2009 el consumo industrial de madera nativa descendió a un
mínimo histórico de 411 mil metros cúbicos, mientras la producción de leña nativa superó
los 9 millones de metros cúbicos (Lara et al., 2010). La proporción de madera aserrable y
debobinable ha disminuido, especialmente en los bosques de pequeños y medianos
propietarios.

De acuerdo al último informe del proyecto “Inventario Continuo de Ecosistemas Forestales”,


que implementa el Instituto Forestal (INFOR), entre 2004 y 2009 los bosques nativos entre
las regiones de Coquimbo y Magallanes tuvieron una pérdida neta (stock inicial menos
stock final) de 7,5 millones de metros cúbicos de madera en pie (INFOR, 2011). Es decir, la
extracción maderera durante ese periodo superó al crecimiento natural del bosque, lo cual
deja en evidencia el proceso de descapitalización en el que se encuentra buena parte del
bosque nativo chileno.

2.2. La Ley N° 20.283 y el manejo del bosque nativo


A partir de la dictación del Decreto Ley Nº 701 de 1974, toda corta de bosque nativo debe
ser realizada en el marco de un plan de manejo aprobado por la Corporación Nacional
Forestal (CONAF), el cual tiene por finalidad “regular el aprovechamiento de los recursos
naturales renovables de un terreno determinado, con el fin de obtener el máximo beneficio
de ellos, asegurando al mismo tiempo la preservación, conservación, mejoramiento y
acrecentamiento de dichos recursos y su ecosistema” (Decreto Ley Nº 701). Lara et al. (1995),
Lara et al. (2003) y Cruz et al. (2005) han señalado que el plan de manejo no ha resuelto el
problema de la degradación de los bosques, debido a que no corresponde a un instrumento de
planificación forestal de largo plazo, funcionado sólo como un permiso de corta.

El plan de manejo debe ser elaborado por un ingeniero forestal contratado por el
propietario del bosque. Dado el costo que esto implica, a partir de la década de los 90s
CONAF y varias ONGs han creado programas de asistencia técnica gratuita para pequeños
y medianos propietarios forestales. Sin embargo, y a pesar de estos programas y de la
sencillez del plan de manejo como tal, sólo una pequeña fracción de los propietarios-
usufructuarios que explotan bosque nativo cuentan con un plan de manejo vigente (Lara
et al., 2010). En términos de superficie, unas 23 mil hectáreas de bosque nativo estarían
siendo correctamente manejadas en Chile, lo cual representa menos del 1% de la superficie
potencial de manejo (de la Fuente et al., 2013). Al mismo tiempo, INFOR (2012) estima que
unas 77 mil hectáreas de bosque nativo estarían siendo degradadas. Es decir, un balance
claramente negativo.

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Predio con plan de manejo en la Comuna de La Unión.
Fotografía: Jennifer Romero

En ese contexto, en 1992 el Gobierno envió al Congreso la primera versión del Proyecto
de Ley “Recuperación del bosque nativo y fomento forestal”. En 2008, y tras 16 años de
discusión, la ley fue promulgada. La Ley de Bosque Nativo ha sido un paso muy importante
hacia el objetivo de recuperar y manejar adecuadamente los bosques nativos, toda vez que
define una serie de incentivos económicos en esa dirección. Sin embargo, en sus primeros
años de aplicación, la Ley de Bosque Nativo no ha tenido un impacto significativo. Las
evaluaciones disponibles muestran que entre los años 2009 y 2012 sólo el 16% de los
proyectos adjudicados han recibido el pago de la bonificación, lo cual representa menos
del 4% del presupuesto total de los concursos (de la Fuente et al., 2013).

Los propietarios-usufructuarios de bosque nativo muestran poco interés en participar


debido a que el monto de los incentivos es bajo en comparación a los costos de
las intervenciones silvícolas, siendo además inferiores a otros subsidios del sector
silvoagropecuario. Además, existen barreras de acceso que dificultan la participación de
los productores, y el proceso de postulación es engorroso y lento (Cruz et al., 2012; de la
Fuente et al., 2013).

Si bien, aspectos como el monto de los incentivos y la burocracia asociada al proceso de


postulación (barreras atribuibles al programa) estarían detrás de la baja efectividad de la
Ley, existen otros aspectos, quizás más complejos, que también inciden. Según de la Fuente
et al. (2013) el diseño e implementación de la Ley no ha considerado suficientemente una

16
serie de factores “extra-programa” que podrían estar determinando su baja efectividad
(tamaño predial, disponibilidad y estado de los bosques, características socioeconómicas
de los propietarios-usufructuarios, etc.), razón por la cual recomiendan “profundizar, a
través de estudios específicos, en el conocimiento sobre la población objetivo y sobre las
razones de la baja participación de los propietarios de bosque nativo en el sistema de
bonificaciones del Programa” (Figura 1).
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POCO EFECTIVA PARA


LEY DEL PROMOVER EL MANEJO Y
BOSQUE NATIVO IMPLEMENTACIÓN
LA RECUPERACIÓN DEL
BOSQUE NATIVO

Figura 1. Factores que inciden en la implementación de la Ley de Bosque Nativo


Fuente: Elaboración propia.

Adicionalmente, Reyes et al. (2011) plantean que los usuarios-beneficiarios directos de


la ley casi no tuvieron incidencia en el proceso legislativo. En general, el debate estuvo
monopolizado por organizaciones ambientales, académicas y empresariales (Reyes et al.,
2011).

2.3. La visión de los propietarios-usufructuarios


Para muchos pequeños y medianos propietarios-usufructuarios, el bosque nativo es
un recurso de emergencia que está disponible cuando no hay otras fuentes de ingreso
(cuenta de ahorro). También se plantea que el manejo del bosque nativo es una inversión
intergeneracional, es decir, hoy se invierte pero mañana se ven los resultados. Eso implica
costos de oportunidad que no han sido suficientemente estudiados ni considerados en el
diseño de la Ley de Bosque Nativo. Así lo plantea un propietario de la región del Maule “...
va tirando pa’ arriba el bosquecito, pero eso será pa’ los nietos, porque uno ya no lo va a
ver... es importante que se cuide el bosque porque a lo mejor ellos van a vivir del bosque,
ya que aquí no hay trabajo...” (Reyes et al., 2011).

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Por otra parte, una propietaria plantea, “el bosque es la fuente de trabajo y un ingreso
cuando, por ejemplo, yo digo no tengo plata, yo misma le doy trabajo a una persona, que
como tengo plan de manejo, “córtate tantos hualles y hace leña para ti”, él la vende y si yo
puedo vender unos metros para salir de algunos problemas, y me arreglo yo y se arregla
mi socio...” (Reyes et al., 2011). Es decir, el bosque sirve para complementar ingresos,
sobretodo en momentos de crisis. Desde ese punto de vista las intervenciones en el
bosque nativo tienen ritmos y periodicidades muy distintas a las que se derivan de la Ley
de Bosque Nativo. La Ley está diseñada para seguir el ritmo del Estado y probablemente de
los silvicultores, pero no se ajusta bien a las necesidades de las personas.

Existen también problemas con la forma en que se intervienen los bosques. El propietario
adapta lo que dice el plan de manejo (porcentajes de extracción, área basal residual, etc.) a
sus conocimientos y necesidades, lo que posteriormente puede ser rechazado por el personal
a cargo de las acreditaciones. Así lo describe un funcionario de CONAF Araucanía, “...existe
un distanciamiento entre lo que el propietario está manejando y lo que piden las cifras.
Cómo lograr el punto de equilibrio entre las cifras y lo que hace un pequeño propietario
manejando su bosque... el año pasado fue bien traumático, porque ellos (campesinos)
tenían más expectativas que eso se transformara en lucas, y cuando empezaron las primeras
revisiones y fueron rechazadas, porque no habían cumplido en teoría con los porcentajes de
extracción, ellos se sintieron bien defraudados...” (Reyes et al., 2011).

Los propietarios-usufructuarios mencionan además que la Ley debería considerar la


diversidad regional. Por ejemplo, en sus primeras versiones los reglamentos de la Ley
impedían la intervención del Hualo (Nothofagus glauca (Phil.) Krasser), especie relevante
para la economía de cientos de propietarios-usufructuarios en la región del Maule. Esto
generó reclamos por parte de organizaciones campesinas. La ley tampoco reconoce la
diversidad cultural existente en Chile. Indígenas y no indígenas tienen distintas visiones,
ritmos, y necesidades en relación al manejo de los bosques. Un propietario de la región
de Aysén tiene necesidades muy distintas a las de un propietario Mapuche. La diversidad
regional fue poco considerada en el diseño de la Ley, salvo en el cálculo de los costos de
manejo.

Los propietarios-usufructuarios mencionan además la escasez de mano de obra joven.


El envejecimiento de la población rural, la migración, la baja escolaridad de muchos
propietarios-usufructuarios, las dificultades de comercialización, etc., son temas
importantes que deberían ser relevados en el diseño e implementación de la Ley (Reyes et

18
al., 2011). Desde CONAF y varias ONGs se han hecho esfuerzos infructuosos por fomentar la
asociatividad entre propietarios-usufructuarios de bosque nativo, los cuales por lo general
han sido poco efectivos al no considerar aspectos de contexto que son básicos (historia
de las localidades). Hay lugares donde la reforma agraria y la dictadura dejaron heridas
profundas, complicando cualquier esfuerzo en esa dirección. Además, no es posible
soslayar más de 30 años de políticas neoliberales que han fomentado lo individual por
sobre lo colectivo (Kurtz, 1999).

Finalmente, un profesional de CONAF Aysén menciona una frase interesante, que de alguna
manera resume la importancia de considerar el contexto socio-cultural y económico en
el que se desenvuelven los propietarios-usufructuarios de bosque nativo, en el diseño e
implementación de la Ley, “...ahora yo entendí que este es un proceso político del bosque
y esas palabras son mayores, eso tiene que ver con lo que los viejos querían para sus
bosques y no lo que el Estado entendía hacer en los bosques...” (Reyes et al., 2011).
Probablemente lo que falta es justamente eso, armonizar los intereses del Estado con los
intereses, necesidades y capacidades de los propietarios-usufructuarios del bosque.

2.4. La incidencia del mercado


La apertura comercial iniciada a mediados de los 70s y fortalecida posteriormente, ha
consolidado un modelo de desarrollo basado en la exportación de recursos naturales (Sáez
y Valdés, 1999; Leight, 2008). Para facilitar dicho proceso, entre 1990 y 2009 se firmaron
más de 45 acuerdos de libre comercio o acuerdos de complementación económica, lo
cual ha convertido a Chile en uno de los países más abiertos al comercio internacional del
mundo (Leight, 2008; O’Ryan et al., 2010).

Mientras en la década de los 70’s las exportaciones representaban el 15% del PIB, el 2008
alcanzaron el 45% (Banco Mundial, 2010). Esto refleja no sólo una mayor exposición de la
economía chilena al comercio mundial, sino que también permite tener una noción más
clara del real peso que tiene el mercado internacional en el uso de los recursos naturales. Es
decir, Chile no sólo está abierto al mundo sino que depende estrechamente de él (Ffrench-
Davis, 2002). Por consiguiente, las decisiones que toman los propietarios- usufructuarios
de predios rurales con respecto al uso de sus recursos naturales, entre ellos el bosque,
están crecientemente relacionadas a las tendencias del mercado internacional.

Esto es bastante claro en el caso de la industria forestal, donde se observa un aumento


significativo de las plantaciones de Eucaliptus sp. de la mano de la demanda China de

19
celulosa (INFOR, 2010). Tendencias similares se observan en el mercado de la leche
(Esnaola, 2011), la carne, y otros productos silvoagropecuarios. Por lo general, cuando el
precio internacional de los cereales u otros productos agropecuarios aumenta (ingresos
intraprediales), también lo hace la deforestación (Henrich, 1997). Por el contrario, cuando
salarios, pensiones y subsidios aumentan (ingresos extraprediales) la presión sobre los
bosques se reduce (Bluffstone, 1995; Amacher et al., 1996; Reyes, 2004). Amtmann y
Blanco (2001) mencionan el caso de la industria acuícola en la región de Los Lagos, cuya
expansión generó una enorme demanda de mano de obra que se suplió en parte con
trabajadores rurales. Esto produjo un aumento en los ingresos extraprediales por parte de
las familias campesinas, reduciendo la presión extractiva sobre los bosques.

También es relevante considerar el comportamiento del mercado doméstico de leña y


carbón. Cambios en la demanda de ambos productos, así como también en sus precios y
regulaciones (como el sistema de certificación de leña, los planes de descontaminación
ambiental, etc.) inciden sobre el uso del bosque nativo (Reyes, 2017).

Ensacado de leña certificada de eucaliptus, comuna de La Unión


Fotografía: Jennifer Romero

20
2.5. Aspectos socioculturales
Los propietarios-usufructuarios de bosque nativo tienen lógicas de producción distintas
que determinan la manera en que se relacionan con los bosques, las cuales dependen de
su disponibilidad de recursos, sus experiencias (propias o aprendidas) y su origen cultural.
Mientras algunos mantienen economías de subsistencia que dependen básicamente de la
mano de obra familiar, otros están orientados a la generación de excedentes, a partir de su
articulación con el mercado local, regional e internacional (Bahamondes, 2000).

Las economías de subsistencia desarrollan múltiples subsistemas para mantener la


estabilidad económica del grupo familiar (agrícola, ganadero, forestal, etc.) (Bahamondes,
2000). Bajo este esquema, una parte de la producción es consumida por la familia, mientras
otra se vende para adquirir aquello que el predio no produce. En esta estrategia todos
los subsistemas productivos, incluidos el bosque nativo, tienen una función. Mientras los
subsistemas agrícola y ganadero son la principal fuente de alimento e ingresos monetarios,
el subsistema forestal es la principal fuente de energía (leña), materiales de construcción,
y protección y alimento para los animales durante el invierno.

Don Luis hilando, mientras conversa con las visitas.


Fotografía: Andrés Lagarrigue

21
Por otra parte, aquellos propietarios-usufructuarios que están orientados a la generación
de excedentes -normalmente empresas familiares y sociedades- tienden a concentrarse en
unos pocos rubros más rentables, en los cuales invierten buena parte de sus tierras y del
capital financiero disponible. Estos propietarios-usufructuarios están más conectados con
el mercado internacional, vía fijación de precios, y tienden a establecer una relación mucho
más pragmática con el bosque nativo, en términos que periodos de expansión (aumentos
de producción) pueden implicar deforestación (ejemplo: habilitaciones agrícolas), y
periodos de contracción (mermas de producción) pueden terminar en el abandono de
potreros (surgimiento de brinzales). Por el contrario, las economías de subsistencia están
más asociadas a la corta selectiva del bosque (degradación), especialmente en periodos
de crisis (menor disponibilidad de ingresos extraprediales).

Existen otros factores que también inciden en el manejo del bosque nativo, como por ejemplo
la tenencia de la tierra, la educación, el capital social y el origen cultural de los propietarios-
usufructuarios (Figura 2). Godoy et al. (1998a) menciona que una mayor seguridad en la
tenencia de la tierra reduce la presión sobre los bosques nativos. Al mismo tiempo, más
años de escolaridad estarían asociados a una disminución de la deforestación, debido a
que la educación aumenta las posibilidades de generar ingresos extraprediales (Godoy
et al., 1998b). Por otra parte, Katz (2000) plantea que el capital social puede reemplazar
al título de dominio (derechos de propiedad), ya que promueve un sentido de respeto y
reconocimiento entre las personas. Sin embargo, ninguna de estas aseveraciones ha sido
estudiada en profundidad en Chile.

Figura 2. Causas subyacentes de la pérdida y degradación del bosque nativo


Fuente: Elaboración propia.

22
3. Metodología
3.1. Área de estudio
La investigación se realizó en las regiones del Maule y Los Ríos, dado que ambas representan
extremos en términos de su efectividad en la implementación de la Ley N° 20.283. En el
periodo 2009-2012, la región del Maule fue la más exitosa en la implementación de la
Ley con un total de 682 proyectos adjudicados, de los cuales el 32% recibió bonificación.
Por el contrario, la región de los Ríos fue la menos exitosa con un total de 989 proyectos
adjudicados, de los cuales sólo el 2% recibió bonificación (de la Fuente et al., 2013).

En ambas regiones, el grupo objetivo estuvo conformado por todos los propietarios-
usufructuarios de explotaciones con bosque nativo. Es decir, 4.041 explotaciones en la
región del Maule y 9.404 explotaciones en la región de Los Ríos (de la Fuente et al., 2013).

Los estudios de caso se realizaron en las localidades de Los Mogotes (comuna de Linares)
y Los Litres (comuna de Pencahue), en la región del Maule, y en las localidades de Punahue
(comuna de Panguipulli) y Los Tractores (comuna de La Unión), en la región de Los Ríos
(Figura 3). El criterio utilizado para la selección de los casos se detalla en la siguiente
sección del documento.

3.2. Métodos
3.2.1. Métodos generales

3.2.1.1. Encuestas y entrevistas semi-estructuradas (componente cuantitativo)

Se realizó un muestreo de corte transversal orientado a propietarios-usufructuarios


de bosque nativo en ambas regiones, a quienes se les aplicó una encuesta-entrevista
semiestructurada. La persona encuestada fue el principal tomador de decisiones4 de la
explotación5.

Para estimar el número de encuestas a realizar por región se utilizó la siguiente expresión:

n= (np × p × (1-p))⁄([(np-1) × (B/C)2 + p × (1-p)])

4 Normalmente el o la propietario(a) de la explotación, aunque también pueden asumir ese rol el hijo o hija mayor, el (la) gerente de la
empresa, entre otros.

5 Predio o conjunto de predios de un(a) mismo(a) propietario(a) existentes en la región.

23
Donde,
n= tamaño de muestra.
np= tamaño de la población objetivo (por región). p= 0,5.
B= margen de error (10%).
C= 1.96 (95% de probabilidad).

Considerando un 10% de error, el tamaño de la muestra debería ser de al menos 94


explotaciones por región.

Figura 3. Ubicación geográfica de los estudios de caso y grupos focales


Nota: Dado que se trata de localidades rurales dispersas, en el mapa se ha optado por representar espacialmente
la ubicación de las escuelas respectivas como centro neurálgico de la actividad social de sus habitantes.

24
Las muestras se distribuyeron aleatoriamente en el territorio utilizando el siguiente
procedimiento:

a) Se marcaron aleatoriamente 100 puntos de muestreo en las regiones del Maule y


Los Ríos, utilizando la aplicación Randomize de ArcView 3.2.

b) En cada punto de muestreo se observó la presencia de bosque nativo, utilizando


Google Earth. Todos los puntos que cayeron en áreas eminentemente agrícolas (sin
presencia de bosque nativo) fueron reemplazados.

c) Se imprimieron imágenes de Google Earth a distintas escalas, para ubicar los


puntos en terreno.

d) Se visitaron los puntos de muestreo usando GPS. En caso de que la explotación


estuviera deshabitada, se averiguó el nombre de su dueño o administrador y sus
teléfonos de contacto.

e) Se localizó al dueño o administrador de la explotación y se le aplicó una


encuesta (datos demográficos y de producción), y posteriormente una entrevista
semiestructurada.

f) Antes de realizar la encuesta-entrevista se entregó una carta explicando los


objetivos del estudio y los derechos del encuestado (consentimiento previo e
informado).

g) En el caso de aquellos propietarios-usufructuarios que no fueron ubicados, o


decidieron no participar en el estudio, fueron reemplazados por otros puntos de
muestreo.

25
Aplicación de entrevista semi-estructurada en sector de Los Mogotes,
comuna de Linares (Sra. Bella conversando con entrevistador).
Fotografía: Jennifer Romero

A partir de las encuestas se elaboró una base de datos, de la cual se generaron un conjunto
de variables (Tabla 1). Éstas fueron utilizadas posteriormente en los análisis estadísticos.
Algunas de estas variables fueron clasificadas como variables estructurales y otras
como variables transitorias. Las primeras no cambian en el corto plazo, mientras que las
segundas sí. Esta distinción es importante, pues las variables transitorias podrían generar
cambios de corto plazo en la relación que los propietarios- usufructuarios establecen con
sus bosques nativos, lo cual generaría ciclos (ciclos de utilización-abandono, o de otro
tipo).

26
Además, a partir de la información generada en las encuestas-entrevistas se clasificó
a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo en dos grupos: a) aquellos donde
la extracción de madera nativa cumple un rol permanente en la generación de ingresos
(bosque como cuenta corriente), y b) aquellos donde cumple un rol esporádico (bosque
como cuenta de ahorro). Esta clasificación se basa en observaciones realizadas en estudios
previos (Reyes, 2004), y tiene una relación directa con las posibilidades de manejar los
bosques nativos y por tanto de aplicar la Ley Nº 20.283.

Tabla 1. Variables consideradas en el análisis estadístico.

Capital Variables independientes Tipo de Variable


Financiero Ingreso total ($/año) Transitoria
Valor del jornal ($/día) Estructural
Importancia del ingreso extrapredial (%) Transitoria
Cantidad ovinos y caprinos Transitoria
Cantidad de bovinos Transitoria
Importancia del autoconsumo (%) 1 Estructural
Social Índice de participación Transitoria
Índice de redes Transitoria
Natural Superficie de la explotación (ha) Estructural
Superficie de praderas y matorrales (ha) Estructural
Superficie de bosque nativo (ha) Estructural
Cobertura bosque nativo (%) Estructural
Superficie de plantaciones (ha) Estructural
Cobertura plantaciones (%) Estructural
Superficie de bosque nativo y plantaciones (ha) Estructural
Cobertura bosque nativo y plantaciones (%) Estructural
Tipo de bosque Estructural
Estado del bosque Estructural
Humano Escolaridad del tomador de decisiones (años) Estructural
Edad del principal tomador de decisiones (años) Estructural
Índice de Fuerza de Trabajo Estructural
Índice de Juventud Familiar Estructural
Escolaridad promedio masculina Estructural
Presencia de medieros Transitoria

1 Si bien la importancia del autoconsumo parece una variable transitoria, dado que en cualquier momento el núcleo familiar podría comenzar
a consumir menos/más productos de la explotación, los patrones de autoconsumo siguen lógicas culturales que no cambian en el corto
plazo.

27
3.2.1.2. Estudios de caso (componente cualitativo)

Se realizaron cuatro estudios de caso6, dos en cada una de las regiones consideradas
en la investigación. Éstos permitieron identificar, describir y analizar las lógicas socio-
agroecológicas que sustentan la relación de los propietarios-usufructuarios con el bosque
nativo, y que afectan la implementación de la Ley de Bosque Nativo y sus dinámicas
asociadas, como los planes de manejo y la actividad de extensión de CONAF.

Los estudios de caso utilizaron una combinación de herramientas provenientes del


método etnográfico, pero circunscritas temporal y espacialmente a los objetivos de esta
investigación. Esto quiere decir que el foco de los estudios estuvo puesto en el sistema
usuario-predio, incorporando sus condiciones de contexto (comunidad, paisaje, territorio,
economía, etc.). El trabajo se realizó en dos días, directamente en el predio con la
participación de los y las integrantes del grupo familiar.

Don Daniel mostrándonos sus cerditos nuevos.


Fotografía: Andrés Lagarrigue

a) Criterios de selección de los casos

Sobre la base de las 191 encuestas aplicadas en las regiones del Maule y Los Ríos
(componente cuantitativo), se escogieron cuatro casos que estuvieran distribuidos
territorialmente y que fueran representativos de una tipología preliminar de propietarios-
usufructuarios de bosque nativo, elaborada a partir del análisis de dichas encuestas.

6 Un estudio de caso es una pregunta empírica que investiga un fenómeno contemporáneo dentro de su contexto de vida real, sobre todo
cuando los límites entre fenómeno y contexto no son claramente evidentes (Yin, 2009). Los estudios de caso no sólo tienen fines descriptivos
pues se trata de “la información levantada sobre un fenómeno particular o sobre un conjunto de eventos que han sido ensamblados con el
objetivo explícito de extraer conclusiones teóricas a partir de él” (Mitchell 2006). En esta investigación se han contemplado dos tipos de
estudios de casos: ilustraciones aptas y situaciones sociales.

28
Esta tipología agrupa a los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de acuerdo a la
periodicidad con que extraen madera del bosque nativo (madera para venta7). De esta
forma, la primera distinción se establece entre usuarios que lo hacen de forma permanente,
como parte de sus actividades regulares (bosque como cuenta corriente), y aquellos que lo
utilizan esporádicamente (bosque como cuenta de ahorro).

Dentro del grupo de propietarios-usufructuarios que utilizan el bosque como cuenta


corriente, se generó una tipificación de acuerdo a la importancia relativa que tienen los
ingresos provenientes de la venta de madera con respecto al ingreso total8 . De esta forma,
se tiene un grupo de propietarios- usufructuarios donde el ingreso por venta de madera
nativa representa más de dos tercios del ingreso total, otro donde representan entre uno y
dos tercios, y finalmente otro donde representan menos de un tercio (Tabla 2).

Tabla 2. Tipología utilizada para la selección de los casos

Periodicidad de la Intervención
Importancia relativa
de la venta de madera Permanente Esporádica
nativa (bosque como cuenta corriente) (bosque como cuenta de ahorro)

Menos de 1/3 del ingreso Explotaciones en que se extrae Explotaciones con bosque
total madera de forma permanente, pero nativo donde la comercialización
su venta tiene una importancia de madera nativa se realiza
menor para la unidad. esporádicamente, dependiendo de
otros factores (mercado agrícola,
Entre 1/3 y 2/3 del ingreso Explotaciones en que se extrae disponibilidad de trabajos, etc.).
total madera de forma permanente, Los ingresos generados pueden
siendo su venta importante en llegar a ser importantes para la
relación a otros ingresos. economía de la explotación, pero
están dispersos temporalmente
Más de 2/3 del ingreso total Explotaciones en que se extrae
(ingresos esporádicos).
madera de forma permanente,
cuya venta representa la base de la
economía de la unidad.

Fuente: Elaboración propia.

Para la selección final de los casos se elaboró un listado de propietarios- usufructuarios


que fueron encuestados, y que cumplían con los criterios mencionados anteriormente
(candidatos), y se visitaron en terreno para conocer su disponibilidad a participar (Tabla 3).

7 Esta madera puede ser vendida en forma de leña, carbón, trozas aserrables, etc.

8 El ingreso total considera los ingresos intraprediales (venta de productos agrícolas, forestales, etc.) y los ingresos extraprediales (salarios,
pensiones, etc.).

29
Tabla 3. Resumen de los casos seleccionados

Región Sector Tipología


Maule Linares/Los Mogotes Corresponde a un predio en que se hace un uso
permanente del bosque nativo (carbón), sin plan de
manejo, donde la venta de madera nativa representa
entre un tercio y dos tercios del ingreso total.
Pencahue/Los Litres Corresponde a un predio en que se hace un uso
esporádico del bosque nativo (producción de carbón
cuando otros componentes del sistema productivo
fallan, o cuando hay problemas de salud).
Los Ríos La Unión/Los Tractores Corresponde a un caso en que se hace un uso
permanente del bosque nativo (leña y carbón), con
plan de manejo, donde la venta de madera nativa
representa más de dos tercios del ingreso total.
Panguipulli/Punahue Corresponde a un predio en que se hace un uso
esporádico del bosque nativo (producción de leña y
trozas, cuando existe baja disponibilidad de empleo
extrapredial).

3.2.2. Factores asociados a la utilización maderera y ganadera de los bosques

Para identificar y analizar los factores asociados a la utilización maderera y ganadera de


los bosques el primer paso fue definir lo que se entiende por utilización del bosque nativo.
Esta definición consideró dos dimensiones:

a) Dimensión 1: decisión de intervenir o no el bosque (0 y 1), donde 0 representa una


intervención esporádica (bosque como cuenta de ahorro), y 1 representa una intervención
permanente (bosque como cuenta corriente).

b) Dimensión 2: intensidad de la extracción (volumen/ha/año), considerando dos


actividades: extracción de madera y extracción de forraje.

La extracción de madera se expresó en metros cúbicos sólidos por hectárea de bosque


nativo y año, considerando la producción de leña, carbón y trozas aserrables. La extracción
de forraje se expresó en toneladas de materia seca por hectárea de bosque nativo y año,
considerando el volumen de forraje que los animales obtienen del bosque. Esto último se
estimó de la siguiente forma:

VFB = A – B
Donde,
VFB: volumen de forraje que los animales obtienen del bosque nativo
(toneladas de materia seca por año; tonMS/año).

30
A: forraje disponible (tonMS/año), lo que equivale a la suma del forraje producido en el predio
(fardos, bolos, silos y productividad de praderas) y comprado (fardos y bolos). Para esta estimación
se consideró el forraje comprado (fardos= 35 kg/unidad; y bolos= 650 kg/unidad) más el forraje
producido por las praderas de la explotación (áreas de pastoreo). Se consideraron rangos de
productividad de 0,6-2,0 tonMS/año para praderas naturales y 4,0-8,0 tonMS/año para praderas
mejoradas en la región del Maule, y 2,0-5,0 tonMS/año para praderas naturales y 6,0-12,0 tonMS/
año para praderas mejoradas en la región de Los Ríos9.

B: forraje requerido por la masa animal existente en la explotación a lo largo del año (tonMS/año),
lo cual se estimó en base a sus requerimientos de alimentación. Se consideró un peso promedio de
300 kg por animal para bovinos y equinos, y 35 kg por animal para ovinos y caprinos. La demanda
diaria de alimento por parte de bovinos y equinos se estimó en el 2% de su peso, mientras que para
ovinos y caprinos fue del 10%. Se consideró que el 75% del ganado declarado por los propietarios-
usufructuarios se mantenía dentro de la explotación durante todo el año, y el 25% restante era
vendido (no fue considerado en el balance). Se consideró además una eficiencia en la utilización
del forraje del 60% (forraje aprovechado por los animales versus forraje total disponible). El periodo
en que los animales se alimentan fuera de la explotación (veranadas, arriendo de praderas, etc.) fue
descontado para efectos del balance.

El análisis estadístico de la dimensión 1 se realizó a través de regresiones logísticas, a


partir de las cuales se identificaron las variables más relacionadas con la probabilidad de
utilizar el bosque nativo como cuenta corriente. Mientras que el análisis de la dimensión 2
se realizó a través de regresiones Tobit, a partir de las cuales se identificaron las variables
que más se asocian con la intensidad de la extracción de madera y forraje desde el bosque
nativo.

Ambos análisis se efectuaron usando el software estadístico SAS, chequeando que los
supuestos de normalidad, homocedasticidad e independencia se cumplan, y que no se
produzca multicolinearidad. Esto último se realizó utilizando el Factor de Inflación de
Varianza (VIF). Para la selección de las variables se utilizaron los métodos de eliminación
hacia atrás y selección hacia adelante, mientras que para realizar comparaciones entre
modelos se utilizó AIC (Akaike information criterion).

9 Conversación personal con el profesor Oscar Balocchi, de la Facultad de Cs. Agrarias de la Universidad Austral de Chile.

31
3.2.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.

Para identificar y analizar estas fuerzas de mercado se definió como variable dependiente
el “ingreso total de la explotación”, medido en pesos por año. Este análisis tuvo por
finalidad determinar qué componentes de la explotación son los que presentan una mayor
incidencia en el ingreso total, para que a partir de ahí se pueda caracterizar la estrategia
económica del propietario-usufructuario.

A partir de un análisis de regresión lineal múltiple en SAS, se identificaron las variables que
más se asocian al ingreso. Éstas fueron elegidas utilizando los métodos se eliminación hacia
atrás y selección hacia adelante, chequeando el cumplimiento de supuestos (normalidad,
homocedasticidad e independencia), y evitando efectos de multicolinearidad a través del
Factor de Inflación de Varianza (VIF). Para realizar comparaciones entre modelos se utilizó
el factor AIC (Akaike information criterion).

3.2.4. Costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger, recuperar y mejorar


el bosque nativo.

Para identificar y analizar estos costos de oportunidad se utilizó la información generada


en los grupos focales10. Esta actividad se desarrolló en los mismos territorios donde
previamente se habían desarrollado estudios de caso. Esta metodología permitió
visibilizar los problemas asociados al manejo del bosque nativo, desde la perspectiva de
los propietarios-usufructuarios de bosque nativo.

Grupo focal realizado en la localidad de


Los Litres, comuna de Pencahue.
Fotografía: Fernanda Rojas

10 Los grupos focales son discusiones planeadas cuidadosamente, las cuales se diseñan con el fin de conocer percepciones con respecto a
un tema en particular. En ellos se utiliza la interacción de grupo como parte del método (Smithson, 2000). El análisis y la interpretación
de los datos de un grupo focal requieren de un juicio cuidadoso. La naturaleza del análisis de un grupo focal dependerá de la pregunta de
investigación y el propósito para el cual ha sido levantada la información (Stewart et al., 2007)

32
Se realizaron dos grupos focales en la región del Maule, en las comunas de Pencahue
(sector Los Litres) y Linares (sector Los Mogotes), ambos en septiembre de 2015. Los
grupos focales tuvieron como objetivo generar discusión frente a situaciones hipotéticas
(escenarios) relativas al acceso y uso del bosque nativo, presentadas por los moderadores.

Los grupos focales reunieron entre 8 y 15 propietarios-usufructuarios de cada localidad,


convocados con ayuda de dirigentes vecinales. La actividad se dividió en cuatro etapas:
a) presentación grupal y metodológica; b) conversación preliminar; c) presentación de
escenarios hipotéticos y reacciones del grupo; y d) conversación abierta de cierre (Figura 4).

1er momento: 2do momento: 3er momento: 4to momento:


10 minutos 10 minutos 40 minutos 10 minutos

Presentación
Presentación Escenarios
Sondeo Conversación
grupo y hipotéticos y
preliminar abierta de cierre
metodología reacciones

Figura 4. Etapas consideradas en la realización de los grupos focales.


Fuente: Elaboración propia.

a) Escenarios

Escenario 1: Restricción sobre la extracción de madera

Planteamiento hipotético: “Debido a compromisos ambientales asumidos a nivel


internacional, el Gobierno de Chile decide prohibir la extracción de madera desde el
bosque nativo. Para hacer efectiva la medida se implementa un sistema de control satelital
que permite controlar la tala de bosques, junto con un reforzamiento de las brigadas de
fiscalización de CONAF y Carabineros.”

Escenario 2: Restricción al ingreso de animales

Planteamiento hipotético: “El Gobierno de Chile decide prohibir la entrada de animales


(vacunos, ovinos y caprinos) a áreas de bosque nativo, debido a restricciones fitosanitarias
impuestas por la Unión Europea (ingreso de carne Chilena). Esta medida será fiscalizada
por el SAG a través de imágenes satelitales e inspecciones en terreno, y multas fuertes para
los infractores.”

33
Escenario 3: Subsidio por hectárea para implementar un plan de manejo

Planteamiento hipotético: “El Gobierno de Chile decide pagar un subsidio de $100.000


por hectárea a todos aquellos propietarios-usufructuarios de bosque nativo, que tengan un
plan de manejo y lo cumplan. El plan de manejo obliga a los propietarios-usufructuarios a
cercar, podar y ralear sus bosques, y a no volver a cortar en un mismo sitio después de que
se extrajo la madera aprobada.”

Escenario 4: Subsidio por familia para no sacar madera ni llevar animales al bosque

Planteamiento hipotético: “El Gobierno de Chile decide ofrecer un pago de $83.000


mensuales a todas aquellas familias que protejan sus bosques nativos, lo cual implica dejar
de sacar madera e introducir animales. Este compromiso será parte de un contrato firmado
entre el propietario o usuario del bosque y el Estado de Chile. Cualquier incumplimiento
implicará la suspensión de los pagos.”

Para cada escenario se expusieron imágenes gráficas que ilustraban la idea central,
salvo para el cuarto caso que se acompañó con un contrato ficticio que representaba
el compromiso asumido por los y las propietarios- usufructuarios de cuidar el bosque a
cambio de un pago.

Figura 5. Escenarios presentados en los grupos focales

34
b) Análisis de los grupos focales
El análisis de la información generada consideró las siguientes posibilidades: se acepta
o rechaza el escenario. En caso de rechazo, los escenarios fueron relativizados en la
búsqueda de un nuevo escenario aceptado por todos (Figura 6).

Figura 6. Esquema de organización de reacciones y/o situaciones frente al planteamiento


de un escenario.
Fuente: elaboración propia.

Los grupos focales fueron registrados mediante grabadoras de audio y fotografías. Los
archivos de audio fueron procesados mediante el software Atlas.ti versión 7. El tratamiento
de las grabaciones se realizó generando familias de códigos correspondientes a cada
escenario. Esta información permitió identificar y analizar costos de oportunidad asociados
a la decisión de proteger, recuperar y mejorar el bosque nativo.

35
4. Resultados

4.1. Resultados generales


4.1.1. Caracterización de los propietarios-usufructuarios y sus explotaciones

Ambas regiones son similares en lo que respecta a la edad de los principales tomadores
de decisión, con un promedio de 62-63 años y una desviación estándar de 14 años para
los dos grupos (Tabla 4). Además, el 70% de los propietarios-usufructuarios entrevistados
tienen regularizada la tenencia de la tierra, y en torno al 85% corresponden a personas
naturales. En relación con el sistema productivo, el 45% de los productores entrevistados
en ambas regiones contratan personal, ya sea de manera temporal o permanente.
Figura 5. Esquema de organización de reacciones y/o situaciones frente al planteamiento de un escenario

Por otra parte, el 78% de los propietarios-usufructuarios que fueron entrevistados en la Fuente: elaboración propia.

región de Los Ríos viven en la explotación, lo cual disminuye al 60% en la región del Maule.
Además, en la región de Los Ríos sólo el 7% de los propietarios-usufructuarios trabaja
tiempo completo fuera de la explotación, lo que aumenta al 22% en el Maule.

En la región de Los Ríos la crianza de ganado (bovino, ovino y caprino) está presente en el
93% de las explotaciones, lo cual se reduce al 73% en la región del Maule. A pesar de que
en promedio las explotaciones de la región de Los Ríos son más pequeñas que en el Maule,
aquellas que crían vacunos tienen en promedio 133 animales (con un mínimo de cero y un
máximo de 4.785 animales), mientras que en el Maule tienen 16 animales (entre cero y 170
animales). En términos de ovinos y caprinos las proporciones se invierten, con promedios
de 83 animales (entre cero y 2.040 animales) en la región del Maule, y 13 animales (entre
cero y 87 animales) en la región de Los Ríos, respectivamente.

Si bien, sólo una pequeña proporción de los propietarios-usufructuarios realizan


producción ganadera o forestal fuera del predio (producción extrapredial por cuenta
propia), es interesante constatar que los porcentajes son mayores en la región del Maule.
En esta región, el 17% de los propietarios-usufructuarios entrevistados crían animales y
el 8% produce carbón fuera de la explotación, lo cual es mínimo en la región de Los Ríos.
Las veranadas, presentes en la región del Maule, representan una oportunidad importante
para ampliar la masa ganadera y generar ingresos extraprediales, especialmente para
las explotaciones que se encuentran en comunas precordilleranas, mientras que la gran
demanda de carbón genera oportunidades similares en el ámbito forestal (medierías).

36
Tabla 4. Características generales de los propietarios-usufructuarios que formaron parte
de la muestra (n= 191)

Características Maule (n=91) Los Ríos (n=100)

1. Con respecto al tomador de decisiones:


Edad promedio (años)1 62 63
Vive en la explotación (%) 60 78
Trabaja tiempo completo fuera de la explotación (%) 22 7
Participa en organizaciones locales (%) 52 71
2. Con respecto a la explotación:
Explotaciones con tenencia de la tierra regularizada (%) 71 68
Explotaciones en manos de personas naturales (%) 2
85 87
3. Con respecto al sistema productivo:
Contratan trabajadores (%)3 46 44
Crían bovinos (%) 52 87
Crían ovinos (%) 47 65
Crían caprinos (%) 25 13
Existen plantaciones forestales (%) 42 52
Existe producción extrapredial ganadera (%) 17 4
Existe producción extrapredial forestal (%) 8 3
4. Con respecto al bosque nativo:
Usan el bosque nativo como lugar de pastoreo (%) 85 95
Extraen madera para venta (leña, carbón o trozos) (%) 33 48
Existe un plan de manejo vigente (% de los que extraen) 18 33
Ha postulado a la ley de BN (% del total de propietarios) 10 1

1 En ambos casos la desviación estándar es de 14 años, aproximadamente.


2 El resto de los predios están en manos de personas jurídicas.
3 Este “contrato” no necesariamente es formal, puede ser un trato de palabra. Su duración es variable, desde 1 semana al
año hasta tiempo completo (1 semana al año equivaldría a 1/52= 0.02 años).

En las regiones del Maule y Los Ríos, el 85% y 95% de los propietarios- usufructuarios
utilizan el bosque nativo como lugar de pastoreo, respectivamente.

En la región del Maule, el 33% de los propietarios-usufructuarios extraen y comercializan


madera del bosque nativo, principalmente carbón, pero sólo el 18% cuenta con un plan
de manejo vigente. Los niveles de extracción fluctúan entre 4 y 308 m3 sólidos/año, con
un promedio11 y desviación estándar de 64 y 79 m3 sólidos/año, respectivamente. En

11 Promedios y desviaciones estándar estimadas entre quienes extraen.

37
Impacto de la ganadería en la regeneración arbórea. En el lado izquierdo del cerco se observa
regeneración sin impacto de ganado, y en el lado derecho regeneración ramoneada por ganado ovino.
Comuna de Mariquina.
Fotografía: René Reyes

la región de Los Ríos, el 48% de los propietarios-usufructuarios extraen madera nativa


para la venta, especialmente leña, pero sólo un tercio de ellos tiene un plan de manejo
vigente. La extracción fluctúa entre 8 y 1.722 m3 sólidos/año (153 y 289 m3 sólidos/año
como promedio y desviación estándar, respectivamente). En ambos casos un porcentaje
muy pequeño de los productores ha postulado a la Ley de Bosque Nativo, gran parte de
los cuales lo han hecho como consecuencia del trabajo de los extensionistas de CONAF,
municipios y otras organizaciones.

Los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de la región del Maule tienen una


escolaridad mayor que los de la región de Los Ríos. En el Maule el 25% corresponde a
profesionales, lo cual cae a menos del 15% en Los Ríos (Figura 7).

Nivel educacional
50
45
40 Los Ríos
35 Maule
30
%

25
20
15
10
5
0
Sin Básica Básica Media Media Técnica Profes.
escola. incom. com. incom. com.
Escolaridad

Figura 7. Nivel educacional del principal tomador de decisiones

38
Los ingresos brutos12 de las explotaciones se distribuyen de forma exponencial. Entre el
primer y séptimo decil el ingreso promedio de las explotaciones aumenta suavemente,
para luego duplicarse y sextuplicarse en el octavo y noveno decil, respectivamente. El
décimo decil se dispara diez veces por sobre el valor del noveno decil (Figura 8).

Ingreso bruto de la explotación


200
Los Ríos
Millones de pesos/año

160 Maule

120

80

40

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Deciles de ingreso

Figura 8. Ingreso bruto de las explotaciones ($/año)

Con respecto al tamaño de las explotaciones, se observan casos en todo el gradiente,


incluyendo un porcentaje no menor de explotaciones con más de 1.000 hectáreas. Sin
embargo, la mayor parte de ellas tienen menos de 200 hectáreas (Figura 9).

Tamaño de las explotaciones


60

50 Los Ríos
Maule
40
%

30

20

10

0
0-15 15-200 200-1000 >1000
Hectáreas

Figura 9. Tamaño de las explotaciones (% de los casos)

12 Ingresos sin descontar gastos.

39
En la región del Maule las familias son más pequeñas que en la región de Los Ríos. En el Maule, el
40% de los casos corresponden a familias compuestas por dos personas, mientras que en la región
de Los Ríos abundan las familias compuestas por 3, 4 y 5 personas (Figura 10). En ambas regiones
se observa un proceso de envejecimiento de la población rural muy significativo, con el grueso de
la población en los niveles etarios superiores, aunque en la región de Los Ríos la proporción de
jóvenes es ligeramente mayor (Figura 11).

Tamaño familiar
45
40
35 Los Ríos

30 Maule

25
%

20
15
10
5
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Cantidad de miembros

Figura 10. Tamaño de la familia propietaria o usufructuaria del


predio (% de los casos)
Nota: no se considera personas jurídicas

Figura 11. Pirámides etarias regiones del Maule y Los Ríos

40
No se observan diferencias significativas con respecto a la historia de las familias en el
territorio (pregunta 31: ¿En qué año compró/obtuvo su familia el predio?). En promedio,
los padres o abuelos de los propietarios- usufructuarios entrevistados en la región de Los
Ríos tomaron control de sus explotaciones en 1954 (des. estándar= 36 años), mientras
que en la región del Maule fue en 1965 (des. estándar= 36 años)13. En ambas regiones,
alrededor del 20% de los propietarios-usufructuarios tendrían una presencia de muy larga
data en el territorio (anterior a 1850). En el caso de la región de Los Ríos esos propietarios-
usufructuarios son de origen Mapuche, mientras que en la región del Maule corresponden
a mestizos chilenos (Figura 12).

Presencia de las familias en el territorio


50
Los Ríos
40
Maule
30
%

20

10

0
1850-

1900-

1950-
Antes de

Después
de 2000
1900

1950

2000
1850

Años

Figura 12. Antigüedad de las familias en el territorio (% de los casos)

Si bien, no existen diferencias importantes entre los propietarios- usufructuarios de ambas


regiones con respecto a la historia de las familias en el territorio, sí las hay en relación con
la antigüedad de los caminos de acceso. Cuando se pregunta por el año en que los caminos
fueron ripiados y comenzaron a circular camiones14 de manera habitual, se producen
diferencias importantes. En el caso de la región del Maule, se observa una conectividad de
muy larga data (más del 50% de los casos plantean que sería anterior a 1950), mientras en
la región de Los Ríos la construcción y mejoramiento de los caminos sería un proceso más
reciente (Figura 13).

13 Es importante considerar que este análisis tiene limitaciones importantes, ya que se basa en estimaciones realizadas por los entrevistados
(recuerdos y percepciones) y estandarizaciones hechas para presentar la información de una manera simple y resumida.

14 Se pregunta por camiones, debido a que la presencia de camiones se asocia fuertemente con la extracción de madera del bosque nativo.

41
Antiguedad caminos de acceso
80
70 Los Ríos
60 Maule
50
%

40
30
20
10
0
Antes de 1900 1900-1950 1950-2000 Después de
2000
Años

Figura 13. Antigüedad de los caminos de acceso a la explotación

Por otra parte, ambos grupos de propietarios-usufructuarios describen tendencias


distintas en relación a cómo cambió su entorno productivo en los últimos 50 años15. Ante
las preguntas, (36) ¿en esos años había más o menos bosque nativo que ahora?, y (37) ¿en
esos años se criaban más o menos animales que ahora?, ambos grupos de propietarios-
usufructuarios describen un periodo de bastante deforestación (pérdida de bosque
nativo), especialmente en la región de Los Ríos (en la región del Maule el grueso de la
deforestación habría ocurrido con anterioridad). En relación a la ganadería, más del 80%
de los entrevistados en la región del Maule reportan una disminución de la carga ganadera,
mientras que en la región de Los Ríos se observa un aumento (Figura 14).

15 Se estima en 50 años, dado que las preguntas fueron planteadas en relación al momento en que los propietarios eran niños. Dado que la
edad promedio de los entrevistados es de 62-63 años, se considera que a partir de los 12 o 13 años habría recuerdos suficientemente claros
acerca de cómo era el paisaje en aquella época. Es decir, las tendencias que se mencionan en este párrafo describirían cambios producidos
en el paisaje local en torno a 1965.

42
Tendencias sistemas productivos
90
80 Los Ríos
70 Maule
% 60
50
40
30
20
10
0
Pérdida BN Recuperación BN Disminución Aumento carga
carga animal animal

Figura 14. Tendencias últimos 50 años (% de los casos)

Recuadro 1. Variables que inciden en la utilización del bosque nativo asociadas al


desarrollo histórico del conjunto familia-predio

a) Dinámicas territoriales: la percepción de las personas sobre las transformaciones que


ocurren en el territorio incide sobre las decisiones que se toman con respecto al bosque
nativo. Los propietarios- usufructuarios tienden a imitar ciertos procesos territoriales en
sus explotaciones.

b) Procesos prediales: al mismo tiempo, la transformación del predio y sus consecuencias


(ejemplo: escasez de agua) inciden sobre la disposición a hacer uso y/o conservar el
bosque nativo. Esto podría compensar en cierta medida el efecto que generan las
dinámicas territoriales.

c) Trayectorias personales: las experiencias de vida de los tomadores de decisión


influyen enormemente sobre las decisiones que se toman con respecto a los bosques.
Las experiencias podrían evitar la pérdida de bosque nativo, o por el contrario fomentarla.

d) Trayectorias familiares: las relaciones que se han establecido en torno a la toma de


decisiones (participación de otros miembros de la familia; ej. hijos), la distribución de
roles y el desarrollo de oficios influyen en el uso que se le da al bosque nativo.

e) Pertenencia cultural: la cultura influye en la visión que se tiene del bosque y el rol que
este tiene dentro de las estrategias de subsistencia de las familias.

Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.

43
4.1.2. Caracterización de la extracción de madera y forraje del bosque nativo

4.1.2.1. Extracción de madera

En la región del Maule, el 33% de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo extraen


madera para la venta (24% produce carbón, el 2% leña16 y el 7% ambos productos), mientras
que en la región de Los Ríos lo hace el 48% (37% produce leña, el 3% carbón, el 1% trozas,
el 5% leña y trozas y el 2% leña y carbón). En promedio, los productores del Maule obtienen
$40.252 por cada metro cúbico sólido que extraen del bosque nativo (desv. estándar=
$12.752), mientras que en Los Ríos el monto baja a $27.420 (Desv. Estándar= $10.020)17.
La diferencia se debe al valor agregado que implica la producción de carbón (principal
producto en el Maule) por sobre la producción de leña (principal producto en Los Ríos).

Producción de carbón a partir de espinales, comuna de Pencahue.


Fotografía: Jennifer Romero.

Asumiendo tasas de crecimiento promedio de 1 m3/ha/año para el bosque esclerófilo18 y


6 m3/ha/año para el resto de los bosques (siempreverde, Nothofagus sp., etc.), el 25% de
los propietarios-usufructuarios que extraen madera nativa para la venta en la región del
Maule estarían sobrexplotando sus bosques (equivalente al 8% del total de propietarios-
usufructuarios de bosque nativo de la región), lo cual aumenta al 35% en la región de Los
Ríos (17% del total de propietarios-usufructuarios) (Figuras 15 y 16).

16 Estos porcentajes no suman 33% porque un mismo propietario puede producir dos o tres productos.
17 Los precios corresponden a valores 2015.
18 Bosques en distintos estados de conservación y cobertura de copas (abiertos, semi- abiertos y cerrados).

44
Figura 15. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en predios con distinta
superficie de bosque nativo en la región del Maule

Figura 16. Tasa promedio de extracción maderera y su intervalo de confianza en predios con distinta
superficie de bosque nativo en la región de Los Ríos
Nota: BN significa Bosque Nativo

4.1.2.2. Extracción de forraje

Desde un punto de vista ganadero, en la región del Maule el 85% de los propietarios-
usufructuarios utilizan el bosque nativo como área de pastoreo, mientras que en la región
de Los Ríos lo hace el 95%.

Al realizar un balance entre forraje disponible y forraje requerido por parte del ganado, se
observa que el 57% de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de la región del
Maule presenta déficit, el cual se estaría cubriendo con forraje proveniente del bosque
nativo. En promedio, los animales estarían extrayendo 1,2 toneladas de materia seca por
hectárea de bosque nativo al año, con una desviación estándar de 1,9 toneladas. Si se

45
considera un factor de transformación de 20 kg de materia seca por kilógramo de carne, el
forraje obtenido del bosque nativo equivaldría a 61 kg de carne de vacuno por hectárea de
bosque nativo al año, con una desviación estándar de 98 kg.

En la región de Los Ríos, en tanto, el 49% de los propietarios-usufructuarios de bosque


nativo presenta déficit de forraje, el cual se suple con biomasa nativa. En promedio, el
ganado estaría consumiendo 2,4 toneladas de materia seca por hectárea de bosque nativo
al año, con una desviación estándar de 2,6 toneladas. Esto equivale a 120 kg de carne de
vacuno por hectárea de bosque nativo al año, con una desviación estándar de 130 kg. Las
figuras 17 y 18 muestran las tasas promedio de extracción de forraje según la disponibilidad
de bosque nativo en los predios.

3
ton MS/ha BN/año

0
0-15 15-50 50-100 100-200 >200
Hectáreas de bosque nativo

Figura 17. Tasa promedio de extracción de forraje y su intervalo de confianza en la región del Maule

3
ton MS/ha BN/año

0
0-15 15-50 50-100 100-200 >200
Hectáreas de bosque nativo

Figura 18. Tasa promedio de extracción de forraje y su intervalo de confianza en la región de Los Ríos

46
Ganado vacuno y bosques sin protección. Comuna
de Pangupulli.
Fotografía: René Reyes

47
4.2. Factores que inciden en la utilización maderera y ganadera de los bosques
4.2.1. Regresiones logísticas

El 33% y 45% de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo de las regiones del Maule
y Los Ríos, respectivamente, extraen madera nativa como parte de su estrategia productiva
habitual, es decir, se relacionan con el bosque como cuenta corriente, mientras que el 67%
y 55% restantes lo hacen como cuenta de ahorro.

El análisis estadístico permitió identificar variables que se asocian a la decisión de extraer


madera nativa de forma permanente (bosque como cuenta corriente). Algunas de ellas
corresponden a variables estructurales, las cuales no cambian en el corto plazo, y otras a
variables transitorias (cambian en el corto plazo).

Los modelos generados para las regiones del Maule y Los Ríos alcanzaron niveles de
coincidencia del 85% y 88%, respectivamente19. En el caso de la región del Maule, las
variables que más se asociaron a un uso del bosque nativo como cuenta corriente fueron:
a) superficie de bosque nativo y plantaciones (hectáreas), b) importancia del autoconsumo
(%), y c) presencia de medieros (Tabla 5).

Tabla 5. Resultados del análisis de regresión logística, región del Maule

1 Logaritmo en base 10. GL: grados de libertad.

La probabilidad de utilizar el bosque nativo como cuenta corriente aumenta 2,8 veces
por cada punto adicional en la variable “logaritmo de la superficie de bosque nativo y
plantaciones”, un 3,5% por cada punto porcentual en que aumenta la importancia del

19 No hay problemas de multicolinearidad en los modelos.

48
autoconsumo, y 4,4 veces cuando hay presencia de medieros. Esta última variable es de
carácter transitoria, razón por la cual puede generar cambios de corto plazo en la utilización
del bosque nativo (la disponibilidad de medieros es muy relativa).

En ausencia de medieros la probabilidad de utilizar el bosque nativo como cuenta


corriente es baja (Figura 19a). Sin embargo, en presencia de medieros, la probabilidad de
utilizar el bosque nativo como cuenta corriente es mayor y se asocia a predios con grandes
superficies de bosque nativos y plantaciones forestales. Cuando esta superficie es menor
a 50 hectáreas (pequeños y medianos propietarios-usufructuarios), el uso del bosque
nativo como cuenta corriente se asocia a altos niveles de autoconsumo (altos niveles de
autarquia), lo cual ocurre normalmente en predios que mantienen formas de producción
tradicional (Figura 19b).

300
Sup. de bosque na. y planta. (ha)

Línea del 50%


de probabilidad
250

200

Extraen
150
Figura 19a No extraen
madera
madera
100

50

0
0 20 40 60 80 100
Importancia del autoconsumo (%)

Figura 19b

Figura 19. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo como cuenta corriente en la región
del Maule
Nota: la línea roja representa el escenario en presencia de medieros, y la línea azul en ausencia de medieros.
La probabilidad de que el bosque nativo se utilice como cuenta corriente aumenta hacia la derecha de las
líneas (extraen madera), y disminuye hacia la izquierda (no extraen madera).

49
Recuadro 2. Variables económicas que inciden en la utilización del bosque nativo

a) Autoconsumo: el autoconsumo promueve la diversificación, lo que implica mantener cierto equilibrio


entre los distintos componentes del sistema productivo (todos aportan algo; bosque como cuenta
corriente), y desincentiva cambios de uso del suelo.

b) Mano de obra: incide en el tipo y escala de la producción. La principal fuente de mano de obra es
la familia. La migración de los hijos se ha visto acompañada de una menor intensidad de la actividad
forestal (menor presión sobre los bosques).

c) Medios físicos y tecnológicos: incide en el tipo y escala de la producción. Cuando el bosque se utiliza
de forma permanente (cuenta corriente) existe disposición a invertir en estos medios. Cuando no, se
resuelve a través de terceros, quienes normalmente tienden a sobreexplotar el recurso (ej. maquila,
arriendo de bosques, etc.).

Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.

En el caso de la región de Los Ríos, las variables más asociadas a la utilización del bosque
nativo como cuenta corriente fueron: a) importancia del ingreso extrapredial (%), b)
juventud del grupo familiar (%), y c) cobertura de bosque nativo y plantaciones (%) (Tabla
6). Una variable transitoria (importancia del ingreso extrapredial) y dos estructurales.

Tabla 6. Resultados del análisis de regresión logística, región de Los Ríos

50
La probabilidad de utilizar el bosque nativo como cuenta corriente aumenta un 5,7% por
cada punto porcentual de cobertura de bosque nativo y plantaciones, un 4,6% por cada
punto porcentual en la juventud del grupo familiar, y disminuye un 4,2% por cada punto
porcentual en que aumenta la importancia del ingreso extrapredial.

Cuando la importancia del ingreso extrapredial es del 35% se requiere una cobertura de
bosques de al menos 44% para que el bosque nativo se utilice como cuenta corriente, en
familias con un índice de juventud familiar bajo (familias envejecidas; línea negra). Sin
embargo, en el caso de familias jóvenes (línea azul) se requeriría sólo un 4% de cobertura
(Figura 20).

Figura 20. Variables asociadas a la utilización del bosque nativo como cuenta corriente en la región
de Los Ríos

Nota: la Línea A (negra) corresponde al 50% de probabilidad de que el bosque nativo se utilice como cuenta
corriente en el caso de familias con un índice de juventud familiar del 25% (familias envejecidas). La
Línea B (roja) corresponde al 50% de probabilidad para el caso de familias con un índice de juventud
familiar del 50% (familias intermedias), y la Línea C (azul) corresponde al 50% de probabilidad para el
caso de familias con un índice de juventud familiar del 75% (familias jóvenes). La probabilidad de que el
bosque nativo se utilice como cuenta corriente aumenta hacia arriba de las líneas (ocurre) y disminuye
hacia abajo (no ocurre).

51
Variables muy similares determinan la intensidad de la extracción maderera, las cuales
fueron estimadas a partir de regresiones Tobit. En el caso de la Región del Maule, la
intensidad aumenta con la importancia del autoconsumo, la cobertura de plantaciones
forestales y la disponibilidad de fuerza de trabajo20, mientras que en Los Ríos, la intensidad
aumenta con la cobertura de bosque nativo, la juventud del grupo familiar, y disminuye
con el ingreso extrapredial y la educación del principal tomador de decisiones.

Con respecto a la extracción de forraje desde el bosque nativo, en la región del Maule, la
intensidad aumenta con la cantidad de ovinos y caprinos, en bosques de espino que están
más deteriorados, y cuando existen bajos niveles de escolaridad. En el caso de Los Ríos, la
intensidad aumenta con la cantidad de ovinos y caprinos y la cobertura de bosque nativo
y plantaciones, y disminuye cuando aumenta la superficie de praderas. La cantidad de
ovinos y caprinos seria la unica variable transitoria que podria modificarse para reducir el
sobrepastoreo en los bosques.

En ambas regiones, la extracción de forraje desde el bosque nativo está asociada al ingreso,
lo cual no ocurre en el caso de la extracción de madera. Es decir, familias con ingresos más
bajos tienden a ejercer una mayor presión de extracción de forraje desde el bosque nativo.

Sin embargo, este análisis tiene limitaciones debido a que no considera las prácticas de
manejo forestal. Un propietario-usufructuario podría realizar una extracción maderera
menos intensa, pero con pésimas prácticas de manejo forestal, y generar un impacto
mucho mayor sobre los bosques (Tabla 7). Por lo tanto, la degradación de los bosques no
está asociada linealmente a la intensidad de la extracción maderera, sino que incorpora
además otros factores que escapan a este estudio.

Tabla 7. Estado del bosque en función de distintas intensidades de extracción y prácticas de manejo forestal

Intensidad/prácticas Buenas prácticas Malas prácticas


Alta intensidad Depende de la relación con el Fuerte degradación-
crecimiento del bosque
deforestación
Baja intensidad Sustentable Degradación

20 Este índice considera a todas las personas que pertenecen al grupo familiar del propietario de la explotación, y que se dedican a trabajar el
o los predios, descontando aquellas que están enfermas, estudian, o le dedican tiempo a otras actividades, entre otros aspectos. Es decir,
representa la mano de obra realmente disponible para producir.

52
4.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.
En la región del Maule, dos variables explican el 61% de la variación en el ingreso total:
a) superficie agrícola dentro de la explotación (hectáreas), y b) escolaridad del principal
tomador de decisiones (años); mientras, en la región de los Ríos, dos variables explican
el 81% de la variación: a) cantidad de bovinos, y b) superficie total de la explotación
(hectáreas). Cuando estas variables aumentan, aumenta también el ingreso total.

Sin embargo, se realizó un segundo análisis, en el cual se ajustó el ingreso total a


la superficie de la explotación ($/ha) para reducir el sesgo producido por la enorme
variabilidad existente en el tamaño predial. Los resultados muestran que en ambas
regiones la cobertura forestal tiene un impacto negativo en los ingresos (tablas 8 y 9).

En la Región del Maule, la ganadería (ovinos y caprinos principalmente) y la producción


extrapredial tienen un efecto positivo en los ingresos ($/hectárea/año), así como también, pero
en menor medida, la escolaridad promedio masculina (acceso a empleos bien remunerados).
En la Región de Los Ríos, por su parte, el ganado vacuno y los ingresos extraprediales (salarios,
pensiones, subsidios, etc.) tienen un efecto similar, junto con la calidad de los caminos de
acceso (conectividad para aprovechar oportunidades fuera del predio).

Esto indica que el mercado de los productos forestales es menos atractivo que los mercados
agrícola y ganadero, y el mercado del trabajo, por lo que sería una actividad secundaria en
el marco de las diversas alternativas de producción intra y extrapredial.

Tabla 8. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso total por hectárea ($/
hectárea /año)”, en la región del Maule (R2= 0.51)

Variable GL Parámetro Error Valor t Pr > ItI VIF


estimado estándar
Intercept 1 0.40254 0.048 8.29 < .0001 0
Cobertura de bosque nativo 1 -0.00351 0.001 -6.97 < .0001 1.03
y plantaciones
Logaritmo del ingreso por 1 0.02519 0.006 4.40 < .0001 1.03
producción extrapredial ($)
Logaritmo de la cantidad de 1 0.10672 0.024 -4.40 < .0001 1.13
ganado (bovinos, ovinos y
caprinos)
Escolaridad promedio 1 0.00959 0.003 3.17 0.0022 1.17
masculina

53
Tabla 9. Parámetros estimados para la variable dependiente “ingreso total por hectárea
($/hectárea/año)”, en la región de Los Ríos (R2= 0.47)

Variable GL Parámetro Error Valor t Pr > ItI VIF


estimado estándar

Intercept 1 5.04227 0.148 34.05 < .0001 0


Cobertura de bosque nativo 1 -0.00707 0.001 -5.19 < .0001 1.07
(%)
Logaritmo de la cantidad de 1 0.51191 0.134 3.81 < .0003 1.05
bovinos por hectárea de
praderas
Importancia de los salarios 1 0.46017 0.149 3.09 < .0027 1.01
en el ingreso total (%)
Calidad del camino de 1 0.12468 0.048 2.61 0.0107 1.03
acceso al predio

54
4.4. Costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger, recuperar y
mejorar el bosque nativo.
4.4.1. Escenario de restricción a la extracción maderera

En Los Litres (Pencahue), la prohibición de extraer madera del bosque nativo afectaría los
modos de vida de gran parte de la población. Un asistente al taller declaró que con la
leña ellos calientan el hogar y con el carbón se ganan la vida. El carbón es visto como un
recurso vital. Una asistente explicó que el carbón es un recurso estacional y depende del
comportamiento de otras actividades:

Asistente a: “Es que el cordero uno lo vende en diciembre y el carbón lo deja como último
recurso para el invierno. Cuando las vacas están flacas, uno tiene que echarle mano al
carbón”.

Asistente b: “En tiempo de invierno, (uno) se dedica al carbón porque la pega es escasa.
Además, el otro problema es que en el verano no se puede cocer carbón por los incendios”.

Asistente c: “Nosotros lo dividimos en una sexta parte, porque en invierno trabajamos con
eso, después viene el tiempo de trabajar la agricultura: el melón, la sandía, el maíz, el
zapallo. Es una temporada no más esa, una temporadita. No vivimos sólo de eso, tenemos
que cortar la leña y dejarla corta’ pal invierno”.

Producción de carbón a partir de madera de hualo, maitén, boldo, etc.


Comuna de Linares.
Fotografía: Andrés Lagarrigue

55
Como complemento, algunos asistentes enfatizaron en que el proceso de extracción de
madera para carbón no es una actividad que perjudique al bosque, mientras se haga
correctamente:

Asistente d: “En el fondo es que uno se mide. Hay que ir buscando la más gruesa (tronco)
(...) en el fondo es como un raleo que (uno) le hace”.

El escenario fue relativizado por una asistente, quien propuso que si la restricción fuera
flexible, es decir, con un plan de manejo, entonces se podría considerar:

Asistente e: “Es que si hicieran la prohibición total de no cortar ningún árbol.... Pero si
dicen ‘tienen que hacer un plan de manejo, donde usted puede ralear el árbol’, ahí no
habría problema”.

En Los Mogotes (Linares) la consecuencia de este escenario es más grave, ya que el ingreso
depende fuertemente de la producción de carbón:

Asistente a: “Nos cortan los brazos (...) si es que no nos dejan cortar más leña y carbón,
nos cortan los brazos”.

Un asistente bromeó con la idea de robar para vivir. Otro comentó que la agricultura no se
da bien en el sector.

Frente a la posibilidad de criar animales para suplir la prohibición de extraer madera


-consultada por los moderadores- la mayoría de los asistentes en Los Mogotes rechazó
la idea, aclarando que se debía gastar mucho dinero en alimento, incluso más de lo
que gastan en ellos mismos (en Los Mogotes hay escasez de praderas y existen serios
problemas de tenencia de la tierra).

56
Recuadro 4. Variables que inciden en la utilización del bosque nativo asociadas a la
situación actual del conjunto familia-predio

a) Valoración: la valoración que los actores tengan del bosque nativo tiene un
impacto considerable sobre su conservación, puesto que determina la disposición a
intervenirlo de una u otra forma, o a no intervenirlo.

b) Conocimientos y saberes: en la medida que el bosque nativo es parte del “saber”


se multiplica y fortalece su valor simbólico y de uso. Esto aumenta sus posibilidades
de conservación.

c) Campo de prácticas: cuando lo forestal no es parte de lo cotidiano (bosque como


cuenta de ahorro) los bosques reciben poca presión, pero al mismo tiempo son más
vulnerables a periodos de explotación intensos (cambios de uso del suelo).

Nota: esta información corresponde a un resumen de los resultados obtenidos en los estudios de caso.

4.4.2. Escenario de restricción al ingreso de animales

En Los Litres, la prohibición de ingresar animales al bosque produjo reacciones diversas,


aunque todas negativas. Se consultó por quiénes tenían animales en el bosque y la mayoría
asintió. En el grupo casi todos tienen ovejas. Otro asistente declaró que este escenario no
cuadra con las necesidades económicas, ya que habría que comprar más fardos y extraer
más madera para hacer carbón, como estrategia para alimentar a los animales o suplir su
ausencia. Una persona expresó que todos tienen que tener ovejas y que el alimento en
fardos es demasiado caro.

Asistente a: “Todos tenemos que tener ovejas: yo tengo veinte ovejas, he gastado 130
fardos y vendo seis, siete corderos ¿qué ganancia? por tenerlos no más po’”.

Asistente b: “Un fardo vale unas seis lucas y tanto. Yo tengo unas diez bestias allá y me lo
comen en un día”

Otra asistente esbozó que además están las vacas, bueyes y otros animales. Se precisó
que las ovejas no le hacen daño al bosque, ya que consumen la vegetación herbácea, a
diferencia de las cabras que ramonean. Un asistente relativizó el escenario proponiendo
un subsidio desde el Estado para comprar fardos, dado que los predios son pequeños. El
costo de alimentar corderos con fardos es de aproximadamente $750 pesos por animal al
día.

57
En Los Mogotes, algunos asistentes reaccionaron de manera similar al primer escenario:

Asistente a: “¡quedaríamos pobres pero pobres!”

Asistente b: “tendríamos que vender los animales”.

Otros asistentes encontraron este escenario menos perjudicial que el primero, ya que
muchos de ellos no tienen animales debido a problemas en la tenencia de la tierra. Los
animales constituyen una inversión de capital que requiere certeza (tierra regularizada, lo
que a su vez se asocia a buenos cercos). Esta es la razón por la cual en Los Mogotes hay
pocos animales, lo cual incrementa la dependencia del bosque (producción de carbón).

4.4.3. Escenario de subsidios a la implementación de planes de manejo


En Los Litres, la idea de pagar 100 mil pesos por hectárea de bosque nativo que esté bajo un
plan de manejo (pagado una sola vez) generó rechazo. Otros tardaron más en comprender
las implicancias del escenario:

Asistente a: “Y si yo tengo diez hectáreas y las cierro y no puedo criar... ¿pa’onde se me van
los animalitos?”

Moderador: “pa’ las otras hectáreas que tiene (sin bosque)”

Asistente b: “y usted qué hace... ya, en el caso de que tenga diez hectáreas, tengo cinco
con el subsidio de Conaf que ustedes dicen. Y las otras, ¿ustedes piensan que me da pa’
mantener a los animalitos? no los mantiene... Póngale, tenga quince ovejas, la oveja es
comedora. Y ustedes con ese (subsidio) de... 500 lucas, ¿va a tener pa’ comprarle comida
a las ovejas? no lo tiene.”

Se preguntó por la cantidad de hectáreas sin bosque necesarias para mantener quince
ovejas, alimentándolas con pasto. La respuesta fue de cinco hectáreas, es decir, tres
ovejas por hectárea. Finalmente, se constató que el monto ofrecido por una sola vez, no
es suficiente para la realidad de las personas. A partir de esto, una asistente relativizó el
escenario en torno a la superficie y la tenencia de animales, dando un ejemplo donde el
escenario podría ser conveniente para el propietario:

Asistente c: “Yo creo que no es igual, es relativo, por el lado monetario. Una persona que
tiene tres hectáreas, 300 lucas (el monto recibido desde el Estado) y que no tiene dónde
criar póngale”.

Finalmente, la misma asistente propuso que este escenario no fuese fijo, sino que
permitiera cambiar la relación en el contrato:

58
Asistente c: “Esto es como adquirir un contrato en realidad. Yo quiero hacer este contrato
por cinco años. Ya, cinco años, y si yo no quiero más, que se respete que yo no quiero más”.

Para cerrar el escenario, el moderador preguntó uno a uno a los asistentes si aceptarían la
propuesta. Nadie aceptó.

En Los Mogotes este escenario fue considerado inadecuado por ser muy bajo el monto del
subsidio. Algunos asistentes hicieron cálculos para argumentar esto:

Asistente a: “Es harto poco cien lucas por una vez, muy poco (...) y ese cerco lo tiene que
hacer uno, ese costo lo paga el propietario ¿cierto? Yo po’, con cien mil pesos yo no alcanzo a
cerrar toda mi propiedad, si tengo tres hectáreas (300 mil pesos), ¿cuánto rollo de alambre
me alcanza?”

La discusión giró en torno a si sería o no suficiente para producir carbón. Hubo preguntas
en torno a la cantidad de madera que los propietarios- usufructuarios podrían sacar en un
régimen de plan de manejo, pero la mayoría piensa que no habría suficiente para generar
el ingreso familiar. Algunos se mostraron confundidos si es que sería posible postular al
subsidio sin tener los títulos de dominio saneados. El tema de la tenencia de la tierra volvió
a surgir en este escenario.

4.4.4. Escenario de subsidios a la preservación

En Los Litres, la posibilidad de un pago mensual para “jubilar el bosque” (85 mil pesos
mensuales por propietario) no tuvo acogida. Varios opinaron que era muy poco dinero, ya
que en una semana podían generar un monto similar con unos diez sacos de carbón. Una
carretada de 30 sacos equivale a $240.000 pesos ($8.000 por saco), lo cual se produce
en 10 días. En general el escenario no fue bien visto ya que cerraba la posibilidad de
toda actividad vinculada al bosque. Respecto de eso, una asistente dio una opinión más
detallada:

Asistente a: “Las personas que vivimos acá, de todas maneras, sacamos provecho de los
animales y del carbón (...). Yo creo que este escenario sería por ejemplo, para una persona
de plata, que no tiene conciencia realmente porque no trabaja el carbón, no cría animales,
no vive de eso.”

Otra asistente se mostró incrédula de la existencia de un sistema de pagos desde el Estado


para cuidar el bosque:

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Asistente b: “No quieren subir el sueldo mínimo y van a pagar esto. Y eso que el sueldo
mínimo sirve pa’ alimentar a los chiquillos chicos”.

Una asistente comentó que el Estado podría volver a plantar bosque nativo, tal como lo hizo
con los pinos, pero no lo hace porque no es rentable. Finalmente, una asistente planteó
que la mejor opción sería un contrato similar, pero que permitiera el ingreso de animales a
los bosques, cuidando que no coman los árboles en crecimiento.

Asistente c: “Dejar descansar el bosque, no cortarlo, pero los animales pueden seguir
estando ahí”.

El moderador aceptó el cambio y preguntó si estarían todos de acuerdo con el pago y


el permiso de ingreso de animales. La respuesta fue más positiva que negativa. En Los
Mogotes esta propuesta no fue bien recibida en un principio. Nuevamente se antepuso
la actividad de producción de carbón, y además se comentó que el dinero le llegaría sólo
al propietario, a nadie más. Esta estrategia nuevamente no considera el problema de la
tenencia de la tierra que afecta a los vecinos de Los Mogotes. Posteriormente un asistente
expuso los cálculos para refutar este escenario:

Asistente a: “Imagínese que le pagan 83 mil pesos, supongamos. Y ellos (los habitantes)
con una carretada de carbón harían...colocándolo a 8 mil pesos no más, harían 240 mil
pesos mensuales, con 30 sacos”.

Frente al rechazo masivo de este escenario, tanto por los conflictos de sucesión de tierras
como por la escaza diversidad de fuentes de ingresos, el moderador flexibilizó el escenario,
introduciendo la posibilidad de ingresar animales al bosque, una vez que éste alcanzara
un estado adulto. No hubo reacciones positivas.

60
5. Discusión y conclusiones
Las regiones del Maule y Los Ríos son muy similares en cuanto a las características de los
tomadores de decisión, las explotaciones y los sistemas productivos, sin embargo, tienen
diferencias significativas en una serie de otros aspectos. En la región del Maule, más de
dos tercios de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo que viven en el campo, lo
hacen en el contexto de familias muy pequeñas (2 o 3 personas), y casi un cuarto trabajan
tiempo completo fuera de la explotación. Es decir, existe una baja disponibilidad de mano
de obra, lo cual impacta en las posibilidades de trabajar el bosque. Esto difiere de la
situación observada en la región de Los Ríos, donde hay una vida rural más activa.

La región del Maule tiene una historia distinta a la región de Los Ríos. El área que hoy se
conoce como región del Maule fue una de las primeras zonas ocupadas por los españoles
en el siglo XVI, ocupación que en el caso de la región de Los Ríos fue mucho más tardía.
Esta diferencia se refleja en la antigüedad de los caminos de acceso a los predios
(accesibilidad), y en los procesos de deforestación y sobrepastoreo.

En la región del Maule, la antigüedad de la red caminera implica una intervención mucho
más temprana del territorio (deforestación). La deforestación habría gatillado procesos de
erosión y pérdida de productividad, que a la larga se tradujo en menores posibilidades de
sostener ganado (reducción de las fuentes de forraje) y realizar agricultura. Las propiedades
de menor tamaño habrían ido desapareciendo, dando paso a plantaciones forestales.

En ambas regiones, el uso maderero comercial del bosque nativo es frecuente pero no
mayoritario, y en buena medida se realiza al margen de la ley. Considerando tasas
de crecimiento del bosque bastante conservadoras, el porcentaje de propietarios-
usufructuarios de bosque nativo que extraen más de lo que el bosque crece es bajo (8%
en el Maule y 17% en Los Ríos), lo cual implica que si bien existe una presión ésta no
es extremadamente significativa. En el Maule, el bosque esclerófilo soporta una enorme
presión en predios que tienen menos de 15 hectáreas de bosque nativo, aunque también
hay problemas en el resto del gradiente. Esto no ocurre en los bosques de Nothofagus
sp. En Los Ríos, la presión se concentra en predios que tienen menos de 50 hectáreas de
bosque nativo.

En las regiones del Maule y Los Ríos el 85% y 95% de los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo utilizan los bosques como lugar de pastoreo. La biomasa aérea de las
plantas está siendo utilizada como forraje, lo cual representa un “producto no maderero”

61
del bosque, que no ha sido adecuadamente reconocido ni valorado. En el 50% de las
explotaciones el forraje disponible (comprado y producido en las praderas) no alcanza para
cubrir las necesidades del ganado, lo cual implica una fuerte presión sobre los bosques
(cada hectárea de bosque nativo está “produciendo” varios kilos de carne). En ambas
regiones, el problema se concentraría en predios que tienen menos de 50 hectáreas de
bosque nativo.

Impacto de la ganadería en la regeneración arbórea.


Coigue de 6 años ramoneado por ganado vacuno. Este
árbol debería tener como mínimo 3-4 metros de altura,
y tiene 30 centímetros. Comuna de Valdivia.
Fotografía: René Reyes

5.1. Variables sociales, económicas y culturales que más inciden en la utilización


maderera y ganadera de los bosques.
La extracción de madera nativa no es una actividad relevante para la mayoría de los
propietarios-usufructuarios de bosque nativo, en la medida que sólo una fracción de ellos la
considera una fuente de ingresos permanente (bosque como cuenta corriente). En general,
la extracción de madera nativa corresponde más bien a una actividad ocasional (bosque
como cuenta de ahorro). Esto es relevante, pues la Ley de Bosque Nativo funciona a través

62
del plan de manejo, el cual está diseñado para cumplir con ciertas tareas, intensidades,
plazos y procedimientos21. Para una persona que extrae madera nativa de forma ocasional,
el plan de manejo implica compromisos que difícilmente puede asumir.

En la región del Maule, la decisión de extraer madera de forma permanente (bosque como
cuenta corriente) depende de variables estructurales, mientras que en Los Ríos depende de
una mezcla de variables estructurales y transitorias (importancia del ingreso extrapredial).
Es decir, en El Maule la extracción de madera nativa (principalmente carbón vegetal) sería
un componente bastante estable en las estrategias productivas de aquellos propietarios-
usufructuarios de bosque nativo que se dedican a este rubro, lo cual está muy asociado
también con la trayectoria personal y familiar de los productores. En el caso de Los Ríos,
en cambio, existiría una mayor fluctuación interanual (volatilidad) dependiendo de las
oportunidades de empleo, subsidios, etc., las cuales aumentan la importancia del ingreso
extrapredial y “sacan a la gente del bosque”.

Este rol más estructural del bosque nativo en la estrategia productiva de los propietarios-
usufructuarios de bosque nativo en la región del Maule, podría ser uno de los factores
que han incidido en facilitar la implementación de la Ley de Bosque Nativo en esa región
(mayor impacto), a diferencia de lo que ocurre en la región de Los Ríos.

En la región del Maule, con más de 20 hectáreas de bosque nativo y plantaciones forestales
(disponibilidad absoluta, que depende estrechamente del tamaño predial), y un nivel
de autoconsumo medianamente alto (explotaciones más tradicionales) basta para que
exista una alta probabilidad de que el bosque nativo funcione como cuenta corriente.
Esta probabilidad aumenta si además existen medieros (mano de obra). En Los Ríos, en
cambio, tiene más peso la cobertura forestal, es decir, el porcentaje de la explotación que
está cubierta por bosques (disponibilidad relativa, independiente del tamaño predial)22.
Cuando ésta es superior al 25% y los ingresos extraprediales se mantienen bajos, existe una
alta probabilidad de usar el bosque nativo como cuenta corriente, más aún si corresponden
a familias relativamente jóvenes.

21 Por ejemplo, Artículo 8º.- (quinto párrafo) “Aprobado un plan de manejo, el interesado deberá dar aviso a la Corporación cuando inicie la
ejecución de faenas y, cumplido un año de inicio de su ejecución, deberá acreditar anualmente ante la Corporación, el grado de avance del
mismo, cuando ello ocurra, por medio de un informe elaborado por el interesado.”; Artículo 12º.- (primer párrafo) “Los planes de manejo
aprobados podrán ser modificados durante su vigencia, previa presentación y aprobación de un estudio técnico elaborado por uno de los
profesionales señalados en el artículo 7o de esta ley. La Corporación deberá pronunciarse respecto de las modificaciones dentro del plazo
de 60 días hábiles.”

22 Llama la atención que sea la cobertura de bosque nativo la variable que esté más asociada con la intensidad de la extracción, y no la
superficie. Esto ocurre porque la extracción maderera es vista como una actividad de emergencia, más que un fin en sí mismo o el reflejo de
un interés real por realizar manejo forestal cuando hay disponibilidad de bosques (hectáreas). Es decir, la leña sería una consecuencia más
que un fin, en explotaciones con una alta cobertura de bosque nativo

63
En la región del Maule, la extracción de madera nativa sería una actividad “en retroceso”
(en proceso de desaparecer), en la medida que está asociada a formas de vida y trabajo
más bien tradicionales, donde se observan pocas posibilidades de renovación (familias
pequeñas con escasa presencia de jóvenes, en una región con crecientes dificultades para
conseguir trabajadores). En la región de Los Ríos, en cambio, la extracción de madera nativa
es más bien intermitente, en la medida que depende de un sin número de otros rubros23. El
escaso beneficio económico asociado a la producción y comercialización de leña, es una
de las razones detrás de esta mayor inestabilidad en la extracción de madera nativa en Los
Ríos, ya que cualquier otra actividad puede igualar dicho beneficio con relativa facilidad.

Por otra parte, los estudios de caso muestran que si bien los bosques que se mantienen
como cuenta de ahorro podrían estar recibiendo una menor presión, al mismo tiempo son
más vulnerables a periodos de explotación intensos (habilitaciones agrícolas, reemplazo
por praderas, etc.). Al respecto, la ley debería incorporar mecanismos que permitan
promover el manejo y conservación de estos bosques, aunque sea bajo esquemas no
convencionales.

Otro aspecto interesante es la influencia que ejercen las plantaciones forestales sobre
el bosque nativo. En Los Ríos, la presencia de plantaciones forestales se asocia a una
menor presión sobre el bosque nativo, ya que ambos recursos están siendo utilizados
con el mismo fin (producción de leña; recursos intercambiables), siendo el manejo de las
plantaciones mucho más simple y barato que el del bosque nativo. En el Maule ocurre lo
opuesto. En aquellos predios dedicados a la extracción de madera nativa, la presencia de
plantaciones se asocia a una mayor presión sobre el bosque nativo, ya que ambos recursos
se utilizan con fines distintos (leña y carbón, respectivamente).

Por otra parte, en ambas regiones la extracción de forraje desde el bosque nativo está muy
asociada a situaciones de pobreza (menor ingreso, mayor presión). En el caso del Maule,
la intensidad de la extracción aumenta en explotaciones ubicadas en el secano costero,
cubiertas por espinales y bosque esclerófilo en mal estado de conservación. De alguna
forma, se va consolidando una dinámica territorial en torno a la pérdida de bosque nativo,
el sobrepastoreo y la erosión, que en algunos casos termina con el establecimiento de
plantaciones forestales.

En ambas regiones el sobrepastoreo estaría más asociado a la presencia de ganado ovino


y caprino, lo cual no implica necesariamente que sean estos animales los que entran al
23 La cuenta corriente se transforma en cuenta de ahorro, o al revés, con bastante frecuencia, dependiendo del contexto económico.

64
bosque a ramonear, sino que ellos son un indicador de sistemas productivos donde el
forraje disponible es menor al forraje requerido.

En la región del Maule la extracción de forraje desde el bosque nativo no sería tan intenso
en los bosques de Nothofagus, mientras que en Los Ríos las peores situaciones se verían
en predios con menos de 50 hectáreas de bosque nativo. En ambas regiones sólo se
evaluaron intensidades promedio, sin considerar los esquemas de manejo asociados.
Desde ese punto de vista, estas conclusiones son preliminares e incompletas con respecto
al análisis de la degradación del bosque nativo, pues la degradación es el resultado de la
interacción de ambos elementos (intensidad y esquemas de manejo).

Adicionalmente, se observa una relación estrecha entre tenencia de la tierra y ganadería.


Cuando la propiedad de la tierra no está saneada existe una mayor incertidumbre sobre su
utilización, lo cual inhibe la inversión en cercos y otras infraestructuras que son necesarias

Suelo erosionado, comuna de Linares


Fotografía: René Reyes

65
para mantener ganado. En ese escenario, la ganadería pierde peso, lo cual aumenta la
dependencia sobre los recursos forestales. En ese contexto, el bosque nativo soporta una
mayor presión lo que puede terminar con altos niveles de extracción.

Lo anterior es importante, pues deja en evidencia el “valor” de la ganadería para la


conservación del bosque nativo. Aunque parezca contradictorio, si bien la extracción de
forraje desde el bosque nativo es negativa, al mismo tiempo permite disminuir la extracción
maderera, lo que indicaría la necesidad de compatibilizar ambas actividades. El forraje
obtenido del bosque es un producto forestal no maderero que no ha sido suficientemente
estudiado ni valorado por la sociedad chilena, pero que es parte fundamental de la
ecuación mental que tienen los propietarios- usufructuarios de bosque nativo, al momento
de tomar decisiones sobre el predio. El forraje es valorado, al igual que la protección que
le provee el bosque al ganado, lo cual determina menores tasas de extracción maderera.

5.3. Fuerzas de mercado que están actuando sobre los propietarios- usufructuarios
de bosque nativo, incluyendo el mercado del trabajo.

En términos generales, hay mercado para una amplia variedad de bienes y servicios,
siendo el propietario-usufructuario junto a su familia (o junta directiva, en el caso de
empresas) quienes deciden a qué se dedican, dependiendo de las oportunidades que se
le presenten y la capacidad que tengan para aprovecharlas. Las oportunidades dependen
del contexto económico en el que la persona está inserta (niveles de inversión, presencia
de emprendimientos, etc.), mientras que las capacidades dependen de su educación y una
serie de otras cualidades/habilidades, innatas o aprendidas, que las personas desarrollan
a través del tiempo.

Producción de frazadas de lana, comuna de Pencahue


Fotografía: René Reyes

66
El mercado tiene tres escalas de expresión: a) local, b) regional-nacional, y c) global. Éstas
pueden incidir en el uso del bosque nativo en distintas direcciones. En el caso de la región
de Los Ríos, la ganadería bovina (mercado nacional y global) es la principal generadora de
ingresos intraprediales24, lo cual implica que todas las demás actividades se ven afectadas
por los vaivenes del mercado de la carne, la leche y sus derivados. En el caso de la región
del Maule, es la agricultura la que cumple ese rol (mercado nacional y global). La influencia
de estos mercados sobre el bosque nativo puede verse afectada por particularidades
locales, como ocurre con la demanda de servicios turísticos. Allí, el bosque vale mucho
más como paisaje que transformado en praderas de pastoreo o cultivos.

Don Francisco en la viña familiar.


Fotografía: Andrés Lagarrigue

En general, se observa que en predios medianos y grandes hay una mayor influencia del
mercado de los bienes (productos agrícolas, pecuarios y forestales), mientras que en
predios pequeños ocurre lo propio con el mercado de los servicios (actividades asalariadas
o emprendimientos por cuenta propia). Es decir, cuando hay una menor disponibilidad de
capital natural, la importancia del capital humano aumenta. Por ello, en este segmento
(pequeños propietarios) el desarrollo de capacidades (educación y otras habilidades)
es fundamental para reducir la presión sobre los bosques. El peor escenario para el
bosque nativo es aquel donde hay restricciones de capital natural (predios pequeños), y

24 La crianza de animales requiere menos trabajo, el cual además puede ser asumido por distintos miembros de la familia (niños, ancianos,
etc.), mientras que la producción forestal es una actividad pesada y riesgosa que implica mucho tiempo y esfuerzo. La ganadería satisface
además necesidades de la misma explotación, proveyendo carne de bajo costo que de otra forma sería difícil de obtener. La ganadería es
compatible con el trabajo asalariado y por cuenta propia, mientras que la producción maderera no.

67
bajos niveles de escolaridad y habilidades de otro tipo (sociales, emocionales, físicas o
simplemente problemas de salud, como el alcoholismo). En ese contexto, las posibilidades
de proveer servicios se reducen, como también su valoración (retribución potencial).

En la región del Maule el mercado del trabajo (asalariado o por cuenta propia) es muy
relevante, ya que casi un cuarto de los propietarios-usufructuarios de bosque nativo
trabajan tiempo completo fuera de la explotación (muchos de ellos profesionales). En esta
región existe una gran demanda de mano de obra en la agroindustria, la fruticultura, y la
agricultura en general, lo cual genera oportunidades laborales para una población que
además muestra mayores niveles de escolaridad que la reportada en la región de Los
Ríos (la escasa población rural es una consecuencia de este mayor nivel de escolaridad, y
mayores oportunidades de empleo extrapredial).

Cuando el trabajo extrapredial es permanente, implica la salida de personas de los


territorios por periodos relativamente prolongados. Cuando la venta de mano de obra es
estacional, se concentra sólo en ciertos meses (temporeros). Ambas formas de empleo
reducen el tiempo que las personas tienen para trabajar sus predios, aunque el trabajo
permanente implica cambios mucho más profundos: hábitos, gustos, prioridades, etc., en
el fondo cambios culturales. Esto puede generar periodos de recuperación para el bosque.

El mercado de los productos forestales también incide sobre las decisiones de los
propietarios-usufructuarios de bosque nativo, aunque en menor medida si se compara con
el mercado agrícola, ganadero o el mercado del trabajo (asalariado o por cuenta propia)25.
En la región del Maule, la enorme demanda de carbón proveniente de Santiago y otros
grandes centros urbanos, hace que prácticamente toda la madera nativa se utilice con ese
fin26. La venta de carbón genera un mayor margen de utilidad que la leña, lo cual se asocia
a una menor tasa de extracción (la misma madera se trabaja más tiempo). En la región
del Maule, la demanda de leña se satisface con biomasa que proviene de plantaciones
forestales, frutales y desechos. En esta región los bosques nativos son más escasos y
existen mayores trabas para su aprovechamiento, lo cual los hace menos competitivos en
el mercado de la leña. En la región de Los Ríos, en cambio, el bosque nativo es abundante
y existe una enorme demanda de leña.

25 A pesar de que la agricultura y la ganadería son más rentable que la producción de madera nativa, su marcada estacionalidad obliga a
los productores a buscar otras fuentes de ingreso durante ciertos periodos del año. Es ahí donde se genera espacio para la producción
maderera.

26 Las maderas nativas tienen mejores características que las exóticas cuando se trata de producir carbón: son más densas y tienen un mayor
poder calorífico.

68
5.4. Costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger, recuperar y
mejorar el bosque nativo.
Se identificaron una serie de costos de oportunidad asociados a la decisión de proteger y
manejar los bosques. Considerar estos costos en la tabla de valores de la Ley Nº 20.283 es
muy importante, especialmente en el caso de predios que tienen una alta disponibilidad
de mano de obra y familias en riesgo social (predios con menos de 50 hectáreas de bosque
nativo, y predios que cuentan con bosque esclerófilo). Uno de los costos que debe ser
tomado en cuenta es la compra de forraje para reducir la carga animal, en bosques que
están sometidos a sobrepastoreo.

Sin embargo, la incorporación de estos costos y su valoración debe hacerse con mucho
cuidado para evitar resultados contraproducentes. Por ejemplo, generar incentivos para
reducir la carga animal, con el fin de reducir la presión ganadera sobre los bosques,
puede terminar en un aumento de la extracción maderera. Las explotaciones son sistemas
complejos, por tanto la identificación y valoración de estos costos de oportunidad debe
hacerse a nivel regional.

Para propietarios-usufructuarios que tienen la fuerza de trabajo suficiente para producir


carbón y criar animales, el costo de oportunidad de reducir la presión sobre el bosque
es más alto, que para aquellos que no (adultos- mayores, personas enfermas, familias
pequeñas, etc.). Por tanto, aquellos territorios que tienen una menor proporción de
población rural, con familias más pequeñas y una mayor proporción de adultos mayores,
tendrían una mayor receptividad a cierto tipo y monto de incentivos, más aún si la tenencia
de la tierra está regularizada.

5.5. Recomendaciones para mejorar la implementación de la Ley Nº 20.283


- Focalización de los incentivos

La ley debería tomar en cuenta las diferencias socioculturales y económicas que existen a
lo largo del país y generar mecanismos de incentivo ad-hoc a cada realidad. En la misma
dirección, debería realizarse una zonificación del bosque nativo en base a su estado de
conservación, sus amenazas (actuales y potenciales; ej. cambio climático), y los procesos
socioeconómicos en los cuales están insertos (dinámicas territoriales, especialmente
aquellas caracterizadas por degradación ambiental y pobreza), con el fin de generar criterios
de priorización y focalización territorial que permitan asegurar una implementación más
efectiva. Por ejemplo, programas de extensión forestal en aquellos territorios que están

69
más empobrecidos. No es lo mismo enfrentar el desafío del manejo y conservación del
bosque nativo en el secano costero de la región del Maule, que en la Precordillera de
Panguipulli.

- Literales de la Ley (Artículo Nº 22)

El primer literal de la Ley, Artículo 22º, está orientado a “Actividades que favorezcan la
regeneración, recuperación o protección de formaciones xerofíticas de alto valor ecológico
o de bosques nativos de preservación”. Esta línea de incentivos ha sido utilizada
básicamente por personas que ya tenían un interés y una vocación por la protección y
la preservación del bosque. Sin embargo, la idea de incentivar algo es generar un efecto
“adicional” al que ocurriría en ausencia de dicho incentivo. Hasta el momento, esta línea
de financiamiento no estaría generando dicha adicionalidad, lo que lleva a proponer
mecanismos que sí permitan lograrla.

La propuesta es transformar áreas de bosque que hoy están destinadas a la producción


maderera y/o de forraje de baja intensidad, en áreas de preservación transitoria (durante
5, 10 o más años). Es decir, el incentivo no obligaría a los propietarios-usufructuarios
a destinar para siempre esas áreas del predio a la preservación, sino permitirles un
descanso transitorio (con el potencial de transformarse en permanente) aprovechando
ciertos escenarios sociales que son propicios. Por ejemplo, periodos en que existe una alta
demanda de mano de obra (como ocurrió durante el boom de la minería en el norte del país).
En esos periodos, el bosque puede recuperarse (tener un descanso) para luego comenzar
un nuevo ciclo productivo en mejores condiciones. Este nuevo ciclo puede ser económico
(periodos de empleo y desempleo), como también humano (proceso de envejecimiento
del tomador de decisiones y su familia) y generacional (periodos de tenencia de la tierra
regularizada y no regularizada).

Un esquema de pagos por servicios ambientales, orientado a predios que tienen una menor
presión de extracción maderera o de forraje, sería una buena alternativa (especialmente
para propietarios-usufructuarios de edad avanzada). Esto implicaría un pago anual por
predio, no por hectárea, interesante por ejemplo para propietarios-usufructuarios urbanos
que no hacen un uso intenso del bosque, personas mayores que viven de jubilaciones u
otros ingresos extraprediales, etc. Para este perfil de propietario, el costo de oportunidad
de proteger y preservar su bosque es relativamente bajo, lo cual podría aprovecharse
para recuperar miles de hectáreas de bosque nativo a un costo menor del que significaría
administrar, planificar y ejecutar actividades de manejo forestal en ellos.

70
El segundo literal de la Ley, Artículo 22º, está orientado a “Actividades silviculturales
dirigidas a la obtención de productos no madereros”. En lo que respecta a extracción no
maderera, el bosque nativo cumple un rol muy importante como proveedor de forraje para el
ganado. Debido a que normalmente no se considera al forraje como un PFNM “aceptable”,
sería necesario incorporarlo. Por ejemplo, incentivos para el manejo silvopastoral de ciertas
áreas, donde se incremente la producción de forraje y al mismo tiempo se mantenga la
cobertura arbórea. El definir áreas especiales para el forrajeo de animales sería un buen
camino para sacar a los animales de otras partes del bosque, y permitir su recuperación.
Las áreas de forrajeo podrían ir rotando, en el marco de un plan de ordenación predial que
considere este elemento. Hay que recordar que la ganadería es un componente estructural
de las explotaciones, razón por la cual es prácticamente imposible pensar en sacar a los
animales del bosque.

El tercer literal de la Ley, Artículo 22º, está orientado a “Actividades silviculturales


destinadas a manejar y recuperar bosques nativos para fines de producción maderera.”
En lo que respecta a extracción maderera, el bosque nativo puede funcionar como cuenta
corriente o cuenta de ahorro. Esta clasificación es dinámica, es decir, una cuenta corriente
puede convertirse en cuenta de ahorro y viceversa. Dado que el componente maderero de
la Ley de Bosque Nativo funciona a partir de la presentación e implementación de un plan
de manejo convencional, sería aconsejable dotar al plan de manejo de herramientas que
le permitan enfrentar situaciones donde el bosque funciona como cuenta de ahorro. Por
ejemplo, mayor flexibilidad con los plazos, autorizaciones puntuales y, en general, una
menor burocracia en relación a la forma como se planifica e implementa el manejo del
bosque, con el fin de ir incorporando a estos bosques en los registros formales de CONAF y
tener información sobre las intervenciones que se van realizando en ellos.

Sra. Herminda y su hijo.


Fotografía: René Reyes

71
Una forma de fortalecer el rol del bosque como cuenta corriente, y así facilitar la
implementación de planes de manejo, es incrementar el valor agregado de los productos.
Para ello, la ley de bosque nativo debería considerar incentivos al procesamiento de la
madera que se obtiene del bosque y su comercialización. Por ejemplo, incentivos para la
construcción de hornos de carbón, la instalación de pequeños aserraderos, chipeadoras
portátiles, etc.

c) Tabla de Valores

La tabla de valores debería incorporar una serie de costos de oportunidad asociados al


manejo del bosque nativo, en función de distintos perfiles de propietarios-usufructuarios.
Por ejemplo, un monto para compensar la menor carga ganadera. El primer paso sería
estimar la cantidad de animales que están siendo alimentados por el bosque a lo largo de
Chile. En el caso del Maule, la extracción promedio de forraje en predios que tienen menos
de 50 hectáreas de bosque nativo (especialmente en el secano costero), es de 1.200 kilos
de materia seca por hectárea de bosque nativo al año, lo cual equivale a 60 kilos de carne.
Es decir, un poco más de un cordero al año ($50.000). La tabla de valores podría incorporar
este valor, multiplicado por el número de años en que se requiere mantener al ganado
fuera del bosque después de la intervención silvícola, por ejemplo 5 años (asegurar que
la regeneración que va a surgir de la intervención silvícola alcance la altura necesaria para
no ser tan afectada por los animales). Es decir, 250 mil pesos por hectárea para aquellos
bosques que están más presionados por el ganado (predios con menos 50 ha de bosque
nativo).

d) Los sujetos de la Ley

En predios que tienen menos de 15 hectáreas de bosque nativo y que están sujetos a
extracción maderera permanente (bosque como cuenta corriente) debería establecerse
una política especial, debido a la altísima presión que están recibiendo. Estas unidades,
normalmente asociadas a situaciones de pobreza y pobreza extrema, requieren de
programas especiales de extensión forestal a través de los cuales fluyan los beneficios
de la Ley (sin concurso). La diversidad de situaciones es tan grande, que la Ley podría
establecer un acápite especial en la cual se permita flexibilizar la entrega de beneficios
y la forma como se aplica la ley en esos predios, en función del criterio del extensionista
y los técnicos de CONAF. Es decir, poder salirse de las líneas de incentivos tradicionales,
con techos presupuestarios un poco mayores (tabla de costos), que permitan resolver
cada caso. Esto permitiría abrir la posibilidad de crear soluciones innovadores bajo

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distintos contextos sociales y ambientales (diversidad regional). Esto le daría además un
mayor empoderamiento a los extensionistas, quienes generarían propuestas en conjunto
con los productores (relaciones de colaboración y aprendizaje, en vez de relaciones
asistencialistas).

Este estudio es de carácter exploratorio, razón por la cual se recomienda realizar estudios más
profundos que permitan afinar algunas de las propuestas que se realizan en el documento.
Por ejemplo, estudios orientados a estimar la factibilidad de implementar un sistema de
pago por servicios ambientales, dirigidos a ciertos tipos de propietarios- usufructuarios.
Estudios para diseñar esquemas silvopastoriles que permitan compatibilizar la crianza de
animales con el manejo del bosque. Estudios que permitan analizar con mayor detalle los
ciclos de extracción-no extracción (cuenta corriente – cuenta de ahorro) que se generan
cuando se producen fluctuaciones en el mercado del trabajo, entre otros.

Sra. Eliana disfrutando la conversación mientras comparte su mate.


Fotografía: René Reyes

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RESEÑA DE AUTORES

René Reyes Gallardo

Ingeniero Forestal (U. de Chile), Magister en Ciencias


(Universidad Austral de Chile), y doctor de la
Universidad de British Columbia (Canadá). Desde
noviembre del 2014 es investigador del Instituto
Forestal (INFOR) en las áreas de Información y
Economía Forestal, e Inventario y Monitoreo de
Ecosistemas Forestales.

Gustavo Blanco Wells

Ingeniero Agrónomo, M.A en Estudios Sociales


de Ciencia y Tecnología y Doctor en Sociología
del Desarrollo por la Universidad de Wageningen,
Holanda. Es Profesor Asociado del Instituto de
Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral
de Chile y su área de investigación se encuentra en la
interfaz entre las teorías y políticas de desarrollo, los
cambios ambientales y los territorios rurales.

Andrés Lagarrigue Ibañez

Licenciado en Antropología Social y Magíster en


Desarrollo Rural. Sus áreas de desempeño se
centran en la antropología rural, la agroecología y la
diversidad biocultural, desarrollando investigación
y trabajo aplicado junto a comunidades campesinas
del sur de Chile.

Fernanda Rojas Marchini

Es Geógrafa con una maestría en Desarrollo Rural.


Ha participado en equipos interdisciplinarios
de investigación aplicada y en la ONG FogQuest.
Desde el 2014 se desempeña como profesional
independiente y profesora adjunta de la Escuela
de Geografía, Instituto de Ciencias Ambientales y
Evolutivas de la Universidad Austral de Chile.

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