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Equipo No.2
TABLA DE CONTENIDO Pág.
1) SOLICITUDES…………………………………………………………………………...4
A) SOLICITUDES DE ORDEN PROCESAL.………………………………………...4
B) SOLICITUDES DE ORDEN SUSTANCIAL……………………………………….4
2) HECHOS………………………………………………………………………………….5
3) FUNDAMENTOS DE DERECHO………………………………………………………7
I. FUNDAMENTOS DE DERECHO DE ORDEN PROCESAL……………………...7
i. EL PRESENTE TRIBUNAL NO ES COMPETENTE PARA CONOCER DE
LAS PRETENSIONES ……………………………………………………………….7
A) El tribunal no es competente por cuanto la demanda sobrepasa el
alcance de la cláusula
compromisoria…………………………………………………………………….7
B) Los demandantes utilizan en favor su propia culpa para
demandar………………………………………………………………………….10
ii. ANTONIO EDER NO DEBE SER VINCULADO AL PROCESO COMO
TERCERO LLAMADO EN GARANTIA…………………………………………...11
A) Antonio Éder no hace parte del pacto arbitral y, por consiguiente, no
le es oponible…………………………………………………………………….12
B) No hay ninguna fuente legal por la cual Antonio Éder pueda ser
llamado en garantía al presente proceso…………………………………...14
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO DE ORDEN SUSTANCIAL………………….15
i. EL CONTRATO DE COMPRAVENTA DE ACCIONES CELEBRADO ENTRE
CARVAJALES S.A.S. Y DANIEL Y ALICIA SCHIMIDT ES EXISTENTE…….15
A) El CCA celebrado por el representante legal suplente existe y es
vinculante para Carvajales S.A.S……………………………………………..15
B) El CCA celebrado por Santiaguito Carvajal es vinculante para
Carvajales S.A.S. debido a la existencia de una representación
aparente…………………………………………………………………………...16
C) El CCA celebrado por Santiaguito Carvajal es vinculante para
Carvajales S.A.S. en virtud de la existencia de un mandato
aparente…………………………………………………………………………...17
D) No existen vicios de validez predicables del CCA…………………….18
ii. EL PAGO REALIZADO POR LAS ACCIONES DE KÁISER S.A. NO
CONSTITUYE ENRIQUECIMIENTO SIN JUSTA CAUSA……………………..20
A) No existió enriquecimiento de los hermanos Schmidt y tampoco
un empobrecimiento de Carvajales S.A.S. de manera correlativa……..20
B) El traslado patrimonial se realizó con una causa justificada……..21
iii. LOS DEMANDADOS CUMPLIERON EL CONTRATO DE COMPRAVENTA
DE ACCIONES……………………………………………………………………….22
A) Cumplimiento de la Cláusula 3.9 del Contrato de
Compraventa……………………………………………………………………..22
B) Improcedencia de quanti minoris e indemnización de
perjuicios………………………………………………………………………….26
5) NOTIFICACIONES……………………………………………………………………...28
6) BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….28
TABLA DE ABREVIATURAS
1) SOLICTUDES:
2) HECHOS
1. En el año 1989 se constituyó Káiser S.A. para el desarrollo del objeto social
relacionado con el diseño y la construcción de obras de ingeniería civil, teniendo
domicilio en el municipio de Buenaventura.
2. Entre los accionistas se encontraban los señores Daniel Schmidt y Alicia Schmidt,
con una participación en la sociedad de 33% de las acciones.
3. En febrero del año 2014 se conformó el Consorcio Energía para el Valle, entre
Káiser S.A., Montajes In Expertos y Construimos en el Aire, para la construcción de
tres centrales hidroeléctricas sin embalse.
4. La participación de las empresas en el Consorcio fue de un 43% para Empresas
Montajes In Expertos Ltda., 43% para Construimos Sobre Aire S.A. y 14% para
Káiser S.A. Las dos primeras se encargaron de las actividades de construcción,
mientras que Káiser S.A. de las labores de estudios y diseños del proyecto.
5. El 14 de mayo del año 2014, se celebró el Contrato de Construcción entre
Empresa de Energía del Valle y Consorcio Energía para el Valle, para la
construcción de tres centrales hidroeléctricas sin embalse.
6. De forma concomitante a la celebración del contrato, Daniel y Alicia Schmidt
hicieron pública la intención de vender sus acciones en Káiser S.A. al culminar el
Proyecto de Construcción, frente a lo cual los demás accionistas anticiparon que no
iban a ejercer el correspondiente derecho de preferencia.
7. El 30 de junio de 2015 finalizó la construcción del proyecto hidroeléctrico para el
Valle, dándose su respectiva inauguración.
8. El 15 de julio de 2015 fue firmada el acta de entrega y liquidación del contrato. En
tal Acta, la Empresa Energía del Valle recibió las hidroeléctricas sin salvedades.
9. Paralelamente a la liquidación del contrato iniciaron los acercamientos entre los
hermanos Schmidt y Carvajales S.A.S para la celebración del CCA.
10. En septiembre del año 2015, una de las tres centrales energéticas construidas
por el Consorcio Energía para el Valle presentó fallas técnicas que impidieron el
funcionamiento de la central.
11. Debido a la falla técnica que detuvo el generador de energía y generó la
desconexión de la central de Dagua, el 13 de enero de 2016, la Empresa de Energía
del Valle presentó una demanda únicamente contra Káiser S.A. ante el Juez Civil del
Circuito de Buenaventura, con pretensiones de indemnización que ascendían a los
7.200 millones de pesos.
12. Para el mismo 13 de enero de 2016, Santiaguito Carvajal tenía en su poder el
modelo ultimado del CCA, que había circulado en más de 5 versiones con
comentarios de ambas partes. Sin embargo, Daniel y Alicia Schmidt, conscientes de
la demanda iniciada por la Empresa de Energía del Valle, decidieron suspender las
negociaciones.
13. Posteriormente, Carvajales S.A.S decide nombrar a Santiaguito Carvajal como
representante legal suplente conforme a los Estatutos de la empresa, tal y como
consta en un acta de asamblea, que fue inscrita en el registro mercantil y sin
impugnación alguna; junto a ello se decidió fuera el negociador del CCA.
14. El 17 de enero de 2018 se profirió sentencia condenatoria contra Káiser
Construcciones S.A. por valor de $7.200 millones, más intereses de mora calculados
desde que se presentó la demanda, sentencia que fue confirmada posteriormente
por el ad quem. El pago de la condena impuesta a Káiser Construcciones S.A. se
reflejó en los estados financieros de la sociedad.
15. El 21 de febrero de 2018 se retomaron las negociaciones entre las partes del
CCA, negociaciones en las cuales la parte compradora ofreció un precio menor a la
inicial.
16. Durante el due diligence, el Comprador tuvo acceso a la información que
conforme a las prácticas legales actuales está disponible para una debida diligencia,
y esta versó sobre los aspectos usuales de un due diligence para la compraventa de
acciones.
17. El 12 de abril de 2018, Santiaguito Carvajal, en representación de Carvajales
S.A.S., y Daniel y Alicia Schmidt celebraron el CCA, cuyo precio de venta fue de
37.500 millones.
18. El 15 de abril de 2018 se inscribió en el libro de accionistas la enajenación de las
acciones.
19. El 28 de mayo de 2018 Antonio Éder informó a todos los accionistas de Káiser
S.A. que Montajes In Expertos había sido admitida en proceso de reorganización
empresarial mediante auto del 19 de febrero de 2018 y que, Construimos Sobre El
Aire había presentado la solicitud para el proceso de reorganización empresarial el 1
de abril de 2018; posteriormente fue admitida en proceso de reorganización el 16 de
julio de 2018.
20. El 18 de julio de 2018 se presentó la demanda de arbitraje ante el Centro de
Arbitraje de la Cámara de Comercio de Cali, en contra de Daniel y Alicia Schmidt,
llamando en garantía a Antonio Éder.
3) FUNDAMENTOS DE DERECHO
26. Así, debe diferenciarse las controversias relativas del CCA que cubre la cláusula
compromisoria de aquellas que versan sobre relaciones jurídicas diferentes de una
parte con sujetos y vínculos ajenos al contrato del que versa el pacto arbitral.
27. Tal es la situación en la que erróneamente recae Carvajales S.A.S. al demandar
a los hermanos Schmidt por cuanto, intenta incluir en las controversias cubiertas por
la cláusula compromisoria acciones que se sustentan, en su parecer, en la errónea
actuación de su representante legal suplente. Siendo que la responsabilidad de
Santiaguito por ser representante legal se encuentra regulada en el artículo 200 del
C.Co., y tal dispone frente a los “administradores” que:
28. De tal forma que, en primer lugar, Santiaguito sería directamente responsable de
su actuar frente a los perjuicios a Carvajales S.A.S., por los que alega Mariana; en
segundo lugar, Santiaguito fue quien sostuvo las negociaciones finales y suscribió el
contrato, a su vez, que tal actuar nace de las decisiones de su padre como socio
mayoritario de Carvajales S.A.S., quien lo designa como representante y encargado
de la negociación; y que, finalmente, la extralimitación que alega la contraparte se
encuentra precisamente encausada en la culpa del representante.
29. Tal situación también se encuentra regulada en el artículo 87 de la ley 222 de
1995 donde se establece que:
30. En tal medida, el artículo 200 del C.Co. y el artículo 87 de la Ley 222 de 1985
disponen las medidas pertinentes para los casos en los cuales dentro de la
respectiva sociedad se determinen irregularidades respecto a sus representantes.
Siendo que, se puede actuar contra aquellos cuando, por sus actuaciones indebidas,
llegarán a ser contrariados los intereses de la persona jurídica.
31. Así, al hallarse que el conflicto que plantea la parte demandante deriva de la
inconformidad de Carvajales S.A.S. hacia Santiaguito por las acciones logradas por
este último, en razón de sus funciones y acuerdos realizados, es consecuencia de
ello que se ejerza la acción social de responsabilidad en lugar de acudir al presente
proceso arbitral, pues escapa del alcance de la cláusula compromisoria tal conflicto y
su solución societaria, toda vez que los demandados son ajenos a tal relación y su
vínculo con Carvajales S.A.S. es únicamente el CCA, por lo que este tribunal no es
competente para conocer de la controversia ya que el demandante equivoca la
acción pertinente para la procura de sus pretensiones.
41. Así las cosas, siendo que Antonio Éder no formó parte del contrato, pues no
ejecutó obligaciones de este y ni siquiera tenía una relación cercana al mismo, no es
dable afirmar que puede ser vinculado al presente proceso, por cuanto, los llamados
en garantía al ser no signatarios del pacto, deben conocer tanto del contrato como
de la cláusula para poder ser vinculados al proceso, lo que implica que este no tiene
efectos para él (Gómez Londoño, J 2013, P.9)
42. Adicionalmente, de haber responsabilidad de su parte en cuanto a su accionar
en calidad de representante legal de Káiser S.A., es menester tener en cuenta que
,al tenor de lo dispuesto en el artículo 200 del C.Co, los representantes legales
deben responder por sus acciones ante los socios y ante a terceros, pero esto debe
darse por medio de la pertinente acción social dispuesta en el artículo 25 de la Ley
222 de 1995, que es el móvil idóneo en caso de que se demuestre que ocasionó
perjuicios actuando como representante legal.
43. En conclusión y trayendo colación lo dicho por la Corte Constitucional en la
sentencia C-170 de 2014, toda vez que si bien declaró constitucional el parágrafo 1
del artículo 37 de la Ley 1563 del 2012, relativo a que quien garantice un contrato
que contenga una cláusula arbitral podrá ser llamado en garantía, es preciso poner
de presente que la Corte, únicamente se refirió a que no se viola el principio de
habilitación en existencia de contratos que contengan una garantía, puesto que al
garantizar la obligación mediante el contrato, se brinda el consentimiento necesario
para ser llamados a responder por el mismo (Corte Constitucional, Sentencia C-170
de 2014). En el presente caso, no existe ningún pacto entre las partes del CCA y
Antonio Éder en virtud del cual, este último se haya comprometido a garantizar el
CCA, y como consecuencia necesaria, no existe fuente que haga posible vincularlo
al proceso.
44. En este orden de ideas, es preciso tener en cuenta que Antonio éder no tiene
relación con el contrato, ya que no tenía ningún interés en el contrato, y más aún,
este no lo afectaba de manera alguna. Adicionalmente, no es cierto que tuviese
interés en el contrato, puesto que, más allá de brindar la información solicitada, en
nada lo relaciona esto con el contrato.
B) No hay ninguna fuente legal por la cual Antonio Éder pueda ser
llamado en garantía al presente proceso
45. En consonancia con el citado artículo 64 del Código General del Proceso, es
menester traer a colación que debe haber una fuente contractual o legal por la que,
prima facie, sea posible vincular a un proceso en calidad de llamado en garantía a
un tercero.
46. Para estos efectos, el Auto interlocutorio 504 del cinco de junio de 2015, el
Juzgado doce administrativo oral de Medellín se pronunció poniendo de presente
que no es dable vincular en tal calidad a un tercero si no se evidencia “la existencia
de una relación legal o contractual en virtud de la cual se pueda derivar, prima facie,
la existencia de una obligación del llamado para que se haga presente en el
proceso” (Juzgado doce administrativo de Medellín, Rad. 05-001-33-33-012-2014-
00907-00, 2015) tal y como ocurre en el presente caso.
47. Como se puso de manifiesto en el acápite anterior, no existe ninguna fuente legal
o contractual por la cual Antonio Éder pueda ser llamado en garantía, y aún más, de
haber lugar a responsabilidad por parte del mencionado, tendría que acudirse a la
acción social pertinente para que éste responda.
48. Adicionalmente, no hay fuente de responsabilidad que se pueda extraer de los
hechos que suscitaron la disputa y que permitan establecer que la actuación de
Antonio Éder desembocará en perjuicios, toda vez que la información que brindó era
correspondiente a la realidad y a los requerimientos realizados por Carvajales S.A.S.
en el marco de la negociación de la CCA.
49. En mérito de lo anteriormente expuesto, ante la inexistencia de fuente legal o
contractual que habilite a las partes a vincular a Antonio Éder a este proceso en
calidad de llamado en garantía, solicitamos al Tribunal denegar la solicitud de
llamado en garantía a Antonio Éder en virtud de la ausencia de fuente legal o
contractual y habilitación en cabeza de los demandantes para realizar dicho
llamamiento.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO DE ORDEN SUSTANCIAL
52. El CCA celebrado entre Daniel y Alicia Schmidt y Carvajales S.A.S., mediante su
representante legal suplente, aun cuando la demandante afirma que tal no estaba
facultado para ello, es existente y oponible a Carvajales S.A.S.
53. La sociedad demandante sostiene que el CCA es inexistente por no haber sido
suscrito por el comprador (H. 32), argumentando que Santiaguito Carvajal como
representante legal suplente no estaba facultado para celebrar el contrato pues,
únicamente Mariana Carvajal como representante legal principal tenía tal facultad (H.
30).
54. La Superintendencia de Sociedades ha sostenido en reiteradas ocasiones que
tratándose de negocios jurídicos celebrados por el representante legal suplente sin
estar facultado para representar a la sociedad, es decir, sin que se presentara la “no
la ausencia material del titular, sino la imposibilidad de desempeñar las funciones
que le han sido asignadas” resulta válido entre quienes lo suscribieron pero
inoponible a la sociedad que se pretendía vincular (Superintendencia de Sociedades,
22 de marzo de 1991; 26 de Noviembre de 2010). De allí se infiere entonces que la
sanción prevista para este caso no es la inexistencia como sostiene la demandante,
pues el contrato es válido y existente entre quienes lo suscribieron.
55. A su vez, la Superintendencia de Sociedades también ha previsto excepciones a
la aplicación de la sanción de inoponibilidad cuando el representante legal suplente
actúa sin facultades para ello, pues, si bien la actuación del suplente “lo situaría
como deudor de la prestación o de su valor, cuando no sea posible su cumplimiento
ante los terceros de buena fe con los cuales haya pretendido contratar, (...),
excepción hecha, claro está́ , que el titular ratifique las actuaciones del mencionado
administrador” (Superintendencia de Sociedades, 17 de julio de 2012;
Superintendencia de Sociedades, 13 de julio de 2016) (Subrayado propio).
56. En efecto, Mariana Carvajal, como titular de la facultad para obligar a Carvajales
S.A.S. ha ratificado de forma tácita el negocio jurídico celebrado por Santiaguito
Carvajal, pues tuvo conocimiento de la existencia del negocio un día después de su
celebración y no emitió pronunciamiento alguno respecto de dicho contrato (Ac. 34),
por el contrario, el precio acordado fue pagado por Carvajales S.A.S. (Ac. 33).
57. En otras palabras, la oponibilidad supone una garantía “que tienen los terceros
adquirentes de buena fe para que un negocio del que no hicieron parte no los afecte
cuando no se cumplió el requisito de publicidad; de suerte que ni su celebración ni
su eventual nulidad pueden perjudicarlos” (C.S.J., Sala de Casación Civil, ID:
541171, 2017). Sin embargo, en este caso es claro que la sociedad mediante el
conocimiento del representante legal principal y el pago del valor acordado en virtud
del contrato ratifica el negocio jurídico convirtiéndose en parte. Por lo cual no puede
predicarse en ningún caso la inoponibilidad frente a Carvajales S.A.S. del contrato
objeto de debate.
71. El contrato de compraventa de acciones posee una justa causa, pues existe
título para el traslado patrimonial, el cual se realizó con plena voluntad e información
por parte de los contratantes.
A) No existió enriquecimiento de los hermanos Schmidt y tampoco un
empobrecimiento de Carvajales S.A.S. de manera correlativa.
72. En el caso concreto, el precio fue acordado libremente por las partes y no se ha
consolidado ninguna situación que haga imposible la recuperación del patrimonio de
la sociedad en los términos acordados por las partes, razón por la cual no existe un
empobrecimiento consolidado para la existencia del enriquecimiento sin justa causa.
73. La Corte Suprema de Justicia ha fijado que, para la existencia del
enriquecimiento sin justa causa, entre otro requisitos, se encuentra el requisito de
que exista un enriquecimiento, es decir, que el obligado haya obtenido una ventaja
patrimonial y que, de manera correlativa, haya un empobrecimiento, lo cual significa
que la ventaja obtenida por el enriquecido haya costado algo al empobrecido (CSJ,
Sala de Casación Civil, ID:224268, 2002).
74. Adicionalmente, de acuerdo con el oficio 220-75439 de la Superintendencia de
Sociedades, el precio de las acciones “no debe ser inferior a su valor nominal y se
deja a la libre voluntad de las partes involucradas establecer un valor superior.”
75. En el caso concreto, encontramos que el precio de las acciones fue libremente
negociado entre las partes, es así como las partes, teniendo en cuenta el riesgo de
la no recuperación de la condena por la falla en la hidroeléctrica Dagua, decidieron
contratar; asumiendo el riesgo común de cualquier negocio jurídico. De lo anterior,
se desprende la especial observancia a que se garantizó la alta probabilidad y no la
plena certeza de recuperar el dinero [H. 23]. Aun así, las partes contratantes, a
sabiendas de que la recuperación del precio de la condena no era 100% segura,
fijaron el precio de 37.500 millones de pesos por el 33% de la participación de la
empresa Káiser S.A.
76. En este sentido, no es posible hablar de una desproporción en el equilibrio
contractual cuando el mismo ha sido pactado por las partes. Es así como el 33% de
la condena, que es la participación accionaria de la sociedad demandante,
representa apenas el 5% del dinero pagado por las acciones; es decir, que las
partes, en uso de su libre albedrío, acordaron un precio mayor al valor nominal de
las acciones.
77. En conclusión, no se ha consumado una desproporción entre los patrimonios,
toda vez el proceso de reorganización no implica la imposibilidad de cobrar el valor
de la condena que afecte el precio pagado, precio que en todo caso, no supera el
5% el precio actual de las acciones.
B) El traslado patrimonial se realizó con una causa justificada.
78. La interacción patrimonial entre los dos patrimonios se hizo en virtud del
cumplimiento de una obligación contractual, en consecuencia, existió una justa
causa para el traslado patrimonial.
79. De acuerdo con León (León, 2017) en el contexto del enriquecimiento sin justa
causa, la causa se entiende como la situación jurídica que aprueba el cumplimiento
de una obligación. En este orden de ideas, la C.S.J. ha indicado que la justa causa
es asimilable a la existencia de un título con base en el cual se realice un traslado
patrimonial (CSJ, Sala de Casación Civil, ID:224268, 2002).
80. En esta misma vía, el Tribunal Superior de Armenia en sentencia del 21 de junio
de 2006 señaló que aun cuando se vea de manera clara la existencia de un
desequilibrio en un contrato, si este desequilibrio tuvo como fuente la voluntad
expresada por las partes, no hay enriquecimiento sin justa causa:
“Dicho lo anterior y, retornando al estudio del caso concreto a la luz de la
jurisprudencia nacional decantada alrededor de la figura del enriquecimiento
sin causa, encontramos que el plenario informa con palmaria nitidez que se
ha dado un enriquecimiento en cabeza de la demandada con el advenimiento
a su patrimonio de dineros provenientes del patrimonio del demandante quien,
correlativamente, se ha empobrecido, lo que ha llevado al desequilibrio entre
los dos patrimonios (...) lo anterior no ofrece controversia ni tampoco hay
discusión en que ese traslado de bienes de un patrimonio a otro ocurrido
entre los adversarios en esta litis tuvo como causa el acuerdo entre
demandante y demandada que para el uno es un mandato y para la otra
constituía donación; con todo, tuvo una causa jurídica radicada en la voluntad
convergente de los litigantes (Tribunal Superior de Armenia, Sala Civil,
Familia y Laboral, 2010).
81. En este sentido encontramos que la interpretación más autorizada del principio
de enriquecimiento sin justa causa manifiesta que la justa causa asimilada a un
acuerdo de voluntades es suficiente para darle plena validez a un traslado
patrimonial, aún con el enriquecimiento y empobrecimiento correlativo de dos
patrimonios.
82. Es así como nos permitimos señalar que aun cuando exista la posible
desproporción entre el flujo de ambos patrimonios, encontramos que el CCA justifica
el traslado de un patrimonio al otro; en este sentido, al imponer obligaciones a
ambas partes se elimina la posibilidad de contemplar un enriquecimiento sin justa
causa, pues todo enriquecimiento que se produzca por el efecto de una obligación
no se considera injustificado (León, J., 2017).
83. Al haberse dado el pago de las acciones en virtud del cumplimiento de las
obligaciones de un contrato, el traslado patrimonial entre las partes tiene justa causa,
y, en consecuencia, no hay enriquecimiento injustificado.
84. En conclusión, al no configurarse el enriquecimiento sin justa causa por lo aquí
expuesto, resulta improcedente la condena al pago de la suma que solicita la parte
demandante.
iii. LOS DEMANDADOS CUMPLIERON EL CONTRATO DE COMPRAVENTA
DE ACCIONES.
85. La parte demandada cumplió con todas sus obligaciones contractuales derivadas
de la compraventa de acciones. De manera específica, A) cumplió con las
contenidas en la cláusula 3.9 del contrato referente a las declaraciones y garantías
del vendedor y por ello, B) la pretensión de disminución del precio y la indemnización
de perjuicios está llamada a no prosperar.
105. Lo que resulta aún más improcedente es que este tipo de incumplimiento se
intenten esgrimir por la acción quanti minoris establecida en el artículo 934 del
Código de Comercio. Dicha acción tiene un carácter especial que la hace
únicamente procedente ante el incumplimiento en la calidad del objeto o en su
aptitud con relación al uso determinado por el contratante, no para cualquier tipo de
incumplimiento sino para ese en específico (C.S.J. Sala de Casación Civil, ID:
225463, 2005).
106. Es decir, el demandante no puede alegar el incumplimiento de las cláusulas del
contrato y solicitar como su consecuencia la de un cumplimiento imperfecto en la
obligación de entregar la cosa. Resulta incongruente si se tiene en cuenta que las
calidades y aptitudes de las acciones objeto del contrato de compraventa ni siquiera
se ponen en duda por la parte demandante. Son dos elementos divergentes que
hacen improcedente la acción quanti minoris del artículo 934 del Código de
Comercio.
107. Ligado a lo anterior, resulta también improcedente la indemnización de
perjuicios a que hace referencia el artículo 934 del Código de Comercio en su inciso
segundo, pues la misma solo procede para los casos en que existen vicios ocultos
en la cosa objeto del contrato, cuestión que en ningún momento plantea el
demandante, sino que por el contrario se fundamenta en el incumplimiento de la
cláusula 3.9.
108. Aún, si el demandante hubiera alegado la presencia de vicios ocultos, no
resultaría procedente en el caso el supuesto del artículo 934 del C. Co. Lo que se
podría alegar como vicio oculto, no tiene tal carácter por lo ya descrito anteriormente
referente a la calidad de público del registro mercantil y las inscripciones que en este
se deben hacer de los procesos de reorganización que tengan las respectivas
sociedades.
109. La indemnización de perjuicios de dicha normativa tampoco tendría
procedencia pues la misma solo aplica para los casos en que se tiene conocimiento
que el vendedor conocía o debía conocer el vicio y no lo informó así al comprador.
En el caso, el vendedor se enteró con posterioridad a la compraventa de la
existencia de los procesos de reorganización y tampoco era de su obligatoriedad
conocerlos por el ya referenciado deber de auto información.
110. De igual manera, la indemnización de perjuicios resulta improcedente en virtud
de que la parte demandada no faltó nunca al principio de buena fe. Por el contrario,
fue muy diligente y acorde a los requerimientos que hizo la parte compradora
primero, al suspender las negociaciones (H. 14) y segundo, al acceder y entregar
toda la información de su competencia en el marco del proceso de due dilligencie
(H.23). En últimas, se cumplió con los postulados que demanda el deber de
información y con ello con la buena fe contractual y así, se hace improcedente la
indemnización de perjuicios que establecida en el artículo 863 del Código de
Comercio.
111. Por último, teniendo en cuenta que en el caso la parte demandada cumplió con
sus obligaciones de acuerdo con lo expuesto en el apartado anterior, resultaría
también improcedente las indemnizaciones consagradas en los artículos 1613, 1614
y 1615 del Código Civil, pues las mismas solo aplican para los casos de
incumplimientos en las obligaciones contractuales y, en el presente caso, los mismos
se demuestran no configurados.
5) NOTIFICACIONES
7) BIBLIOGRAFÍA
Libros y artículos