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Modificación de conducta
1.1. Introducción
La modificación de conducta tiene como objetivo promover el cambio a través de técnicas
de intervención psicológicas para mejorar elcomportamiento de las personas, de forma que
desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su medio, optimicen su
ambiente, y adopten actitudes valoraciones y conductas útiles para adaptarse a lo que no
puede cambiarse. El área de la modificación deconducta es el diseño y aplicación de métodos
de intervención psicológicas que permitan el control de la conducta para producir el
bienestar, lasatisfacción y la competencia personal.
b) La aplicación tanto al campo clínico como no clínico (por la similitud de principios que
gobiernan la conducta normal y anormal)
c) El aprendizaje social.
d) El cognitivo-conductual.
5. El campo de aplicación de este enfoque es muy amplio pero se pueden destacar dos áreas
preferentes: a) el tratamiento de personas con capacidades cognitivas limitadas y b) la
modificación de ambientes sociales o institucionales.
2. Los procesos cognitivos tales como imágenes, la mediación verbal u otros semejantes se
tienen en cuenta en la teoría y en la terapia.
2. La influencia del medio sobre el sujeto está afectada por los procesos cognitivos que
determinan la percepción o interpretación de aquél y/o variables del sujeto.
El desarrollo de métodos de intervención que incidan en aspectos cognitivos que sirvan para
potenciar el cambio conductual, el mantenimiento y las transferencias de las ganancias
terapéuticas tuvo lugar en los años setenta y continúa en la actualidad. La mejora de los
procedimientos detratamiento conductuales precisa abordar vías a través de las cuales se
pueda incidir sobre la actividad cognitiva.
La introducción de métodos que incidan sobre verbalizaciones internas o actividades
cognitivas no ha de ser incompatible o contradictoria con la base de técnicas
de tratamiento conductual más tradicionales, de hecho en el enfoque operante se ha llevado a
cabo un análisis del control de la conducta por medio de reglas verbales o conducta
gobernada por reglas, que son útiles para mejorar estas técnicas. Un aspecto problemático
existente es la escasa investigación básica en torno a estas técnicas.
Consideraciones a tener en cuenta: 1) existe el riesgo de que el buscar una etiqueta en la que
encaje el trastorno actual del paciente sesgue elanálisis conductual dirigiéndole a la
confirmación de determinados datos y a la ignorancia de otros, así muchos clínicos noveles
están más pendientes de etiquetar el problema del cliente que en conocer en qué consiste y
cuáles son sus causas, y 2) no todas las categorías que se utilizan en esas clasificaciones tienen
igual validez; algunas clasificaciones como las de los trastornos del sueño o los trastornos
de personalidaden la DSM-III-R han sido muy criticadas y no pueden servir de orientación
al análisis funcional.
D) Investigación básica
Por otro lado, igualmente se precisa investigación en relación a las habilidades del terapeuta y
la relación terapeuta-cliente.
En términos formales habría que diferenciar dos tipos de procederes básicos para
el desarrollo de nuevas conductas (de acuerdo con la lógicaoperante), a saber: uno consiste en
el desarrollo gradual, que se llamará moldeamiento, y el otro en la combinación de conductas
ya tenidas, cuya denominación será encadenamiento.
2.1. MOLDEAMIENTO
Puesto que se trata de formar determinada conducta que ahora no puede darse, el
reforzamiento es selectivo respecto del repertorio disponible. En particular, se empezarán
a fortalecer aquellas conductas que más se asemejen topográfica y funcionalmente a la que se
pretende conseguir. Sucesivamente, el reforzamiento se hará más exigente en función de
ciertos aspectos de dicha conducta y de acuerdo por lo demás con su variabilidad. De esta
manera, el moldeamiento resulta un proceso dinámico en el que se van transformando
conjugadamente la conducta y sus consecuencias. En rigor hay que decir que
la acción selectiva de las consecuencias transforma la conducta, esto es, la moldea.
2.1.2. Aplicación
2.2. ENCADENAMIENTO
Consiguientemente, hay que contar de entrada con conductas que vienen a ser «fragmentos»
de la que vaya a resultar. En términos técnicos, se diría que
cada conducta del complejo resultante tienen una doble función como estímulo. Esto es,
funcionaría, por un lado, en calidad de estímulo discriminativo para la siguiente y, por otro,
como estímulo reforzante de la anterior. Finalmente adquiriría la unidad funcional a que se ha
aludido. Este encadenamiento entre estímulos discriminativos (ed), que en realidad son
respuestas ya dadas, y respuestas (r), que, ademásde ser estímulos reforzantes para las
anteriores son también ed para la siguiente, se suele esquematizar así:
Se ha de decir que el primer componente de la cadena puede ser una instrucción o una regla
que diga cómo se empieza.
2.2.2. Aplicación
La instrucción académica también cuenta con situaciones a las que les conviene este
procedimiento. Por ejemplo en la organización del discurso(escrito o hablado) en función de
los efectos que se pretendan. La cuestión es que los argumentos pueden exponerse de una u
otra manera, cuyo encadenamiento es importante cara a alguna función pretendida. Se tiene
un contenido temático, dado quizá en varias «unidades», desde proposiciones o frases, hasta
párrafos o capítulos, y se trata de darle forma. Una vez que se sabe lo que se va a decir, se
ordenarán las ideas con gran diligencia. El asunto de interés aquí es que las estrategias
de composición de textos, y la oratoria, se pueden enseñar, y ello supone,además de
la habilidad expositiva, un adiestramiento en la forma de aprender. Hacerse cargo de
la lógica expositiva de un texto, si es que noreorganizar su contenido, es una destreza
del oficio de estudiante. Por supuesto, también se puede aplicar a la enseñanza de la
aritmética.
Hay otros supuestos que por su heterogeneidad se ofrecen como miscelánea. Uno puede verse
en la estrategia seguida a veces en el mutismoselectivo y otro supuesto (bien distinto) tiene
que ver con la rehabilitación de la memoria para la vida cotidiana en pacientes que han
sufrido daños neurológicos. De lo que se trata es de aliviar los problemas debidos
al deterioro de la memoria, más que de su restauración propiamente.
1. A pesar de que estas técnicas tienen filiación con las prácticas sociales convencionales
su aplicación quizá resulta no obstante demasiado formalizada, debido probablemente a que
su uso profesional se ha tomado como una extensión del laboratorio. De modo entonces que
elanálisis aplicado ha heredado los rigores del análisis experimental; pero en las situaciones
aplicadas no se cuenta con las mismas facilidades que en el laboratorio.
3.1. EXTINCIÓN
3.1.2. Aplicación
3.1.3. Evaluación
En este procedimiento se refuerza al sujeto por mantener una tasa de conducta más baja de la
observada en línea base. Es decir, se refuerza por la emisión de la conducta pero sólo si ésta se
emite a tasas bajas.
3.2.1.2 Aplicación
Esta técnica es aplicable cuando lo que se desea es reducir ciertos comportamientos, pero no
eliminarlos del todo. Dado que su objetivo es moderar, no eliminar conductas, puede ser útil
para el desarrollo del autocontrol en conductas como fumar, consumo de alcohol, comer en
exceso, etc.
3.2.1.3. Evaluación
3.2.2.2. Aplicación
3.2.2.3. Evaluación
El RDO presenta como principales ventajas el que es un enfoque positivo, que no utiliza
estímulos aversivos. Hace posible el reforzamiento de lapersona tratada por emitir una
infinita variedad de conductas salvo la especificada. Por lo común es un procedimiento muy
eficaz. Aunque esposible encontrar personas que se entreguen a una conducta problemática a
una tasa tan alta que no sea probable que ocurran otras conductas (por ejemplo, el hábito de
balancearse de un niño autista), la mayoría de las personas disponen de todo tipo de opciones
asequibles, y por logeneral emiten alguna de ellas. En consecuencia, las conductas reforzadas
se incrementan, reduciéndose en consecuencia la conducta no reforzada.
3.2.3.2. Aplicación
- Si las conductas alternativas no están en el repertorio del cliente, se hará uso del
moldeamiento o encadenamiento para implantar dichas conductas.
- Hacer que el sujeto ejecute la conducta alternativa en todos los contextos habituales.
3.2.3.3. Evaluación
Los programas de economía de fichas aparecen con frecuencia en la vida cotidiana, aunque no
estén explicitados como tal, por ejemplo, lamaestra que da puntos a los alumnos que rinden
bien para que los canjeen por un rato de recreo adicional, o los proveedores que dan puntos a
sus cliente habituales para que puedan cambiarlos por una cafetera o un pañuelo de seda.
4.1.2. Aplicación
En los primeros momentos es necesario llevar a cabo estas entregas de fichas gratuitas varias
veces a fin de que se establezca el valor de la ficha como objeto de intercambio. Hay
que recordar lo importante que es el que se cambien las fichas por distintos reforzadores
eficaces con elsujeto y no sólo por uno. A la hora de cambiar las fichas por los refuerzos es
interesante remarcar explícitamente el valor de intercambio de las fichas. En estos primeros
momentos el cambio de las fichas por los refuerzos ha de ser poco menos que inmediato.
Estos periodos de muestreode las fichas pueden hacerse constantes en el tiempo o bien
desarrollarse sólo en determinados intervalos temporales.
b) Fase de aplicación contingente de las fichas por las conductas deseadas. Se entregan las
fichas de manera contingentes a las conductas que se desee establecer o
incrementar. Aunque no es necesario aclarar al sujeto el porqué se le entrega la ficha,
obviamente el especificarlo deantemano en la mayoría de los casos facilita su efecto, así como
el aclarar el valor de las fichas y el tipo de reforzadores que se pueden adquirircon ellas.
Conviene que los pacientes tengan una copia de la lista de los reforzadores, con su valor en
fichas, o puedan acceder a ellas fácilmente.
c) Fase de desvanecimiento o finalización del control de las conductas por fichas. Dado que
el objetivo de un programa de economía de fichas esfacilitar la aparición y consolidación de
determinadas conductas, una vez que éstas se han dado y están consolidadas el paso siguiente
debeconsistir en poner esas conductas bajo el control de las condiciones habituales
“normales” en que actúa el sujeto.
Las razones por las que debe retirarse el programa son: la economía de fichas es
un sistema artificial, que supone un coste de tiempo, de recursos, etc, que no se asemeja a la
vida cotidiana en la que hay pocos reforzadores no naturales y no directos. Además implica
un controlartificial de las conductas y puede interferir con la adquisición de la motivación
intrínseca.
4.1.3. Evaluación
La economía de fichas se ha mostrado como una técnica eficaz y aplicable a gran número de
problemas y poblaciones. Su aplicación no está exenta de dificultades. En primer lugar, para
que la economía de fichas funcione, es necesarios que exista un estricto control sobre las
conductas emitidas por los pacientes, las fichas entregadas
etc...Este control tan estricto supone el entrenamiento y la capacitación del personala cargo
del programa. La instrucción por sí sola no es, muchas veces, suficiente. Hay que reforzar de
alguna manera el desempeño adecuado de este personal, pues
la implantación del programa supone para ellos un esfuerzo extra que no todos están
dispuesto a desempeñar. En segundolugar, la economía de fichas
puede resultar un programa caro.
Otra dificultad son las restricciones legales y éticas con las que tropieza a veces el programa.
Un problema muy obvio para aquellos que siguen un sistema de fichas fuera de
una institución es la posibilidad de obtener los refuerzos de forma no contingente, a parte del
programa.
a) La conducta o conductas que se espera que emita cada una de las personas implicadas.
De esta forma, los contratos conductuales sirven para ayudar a la persona o personas
implicadas a iniciar determinadas conductas específicas, señalando cuáles deben llevar a cabo
y cuáles no. Por último permite aclarar las consecuencias derivadas de llevar a cabo o no una
determinada conducta. Con esta información explícita a la persona le será mucho más fácil
controlar sus conductas de acuerdo con sus propios intereses.
4.2.2. Aplicación
(FALTA LA EVALUACIÓN)
5. TÉCNICAS AVERSIVAS
Los modelos propuestos para explicar el desarrollo de las reacciones aversivas podrían
resumirse en:
- Teoría del estado: Hallam y Rachman proponen su “Teoría del Estado” como base del
funcionamiento de las terapias aversivas. Ésta se basa, en el cambio producido en el
grado general de responsividad de un individuo y no tanto en los cambios en cuanto a las
conexiones específicas entre estímulos y respuestas.
5.2. Aplicación
Pocos han sido los comportamientos problema, por exceso, que no hayan sido sometidos en
alguna ocasión a procedimientos aversivos. Mucho más delicado nos parece la utilización de
tales estrategias con individuos motivados a solucionar algunos problemas cuya
conceptualización como tales esté determinada por influencias sociales, por ejemplo el caso
del homosexual que acude a nuestra consulta “voluntariamente” deseando una reorientación
de su impulso sexual, reorientación forzada, en parte, por los valores generales adoptados por
la sociedad y por lasactitudes de quienes le rodean. En tales casos, pensamos que
nuestra intervención ha de orientarse prioritariamente a ayudar al individuo a
autoafirmarse frente a tales presiones... el que apliquemos el término “tratamiento”,
especialmente en el caso de la homosexualidad, no implica que consideremos a tales
situaciones como enfermedad, ni siquiera como un comportamiento sexual desviado. En éstos
casos, la verdaderalibertad implica ofrecerle al individuo cualquier recurso que esté en
nuestra mano, y que sea eficaz.
5.3. Evaluación
Consideramos que este tipo de técnica pueden ser eficaces en aquellos casos en los que
el comportamiento problema es elicitado por el grado de apetitividad que el estímulo
desencadenante tiene para el paciente( por ejemplo, parafilias, obesos en los que las
características externas de los alimentos juegan un papel especial, etc...), y mucho menos
efectivos en los que el comportamiento problema se ve mantenido por otro tipo de procesos
(por ejemplo, el bebedor excesivo que utiliza el alcohol como ansiolítico, donde lo que importa
son las reacciones internas subsiguientes).
6. TÉCNICAS DE AUTOCONTROL
Para Kanfer la importancia de los programas de autocontrol viene fundamentada por las
siguientes razones:
- Puesto que los sujetos, aún buscando ayuda, resulta difícil que alteren sus estilos de vida,
es necesario plantear una intervención quepresente el cambio como positivo y factible para el
sujeto, de tal manera que se maximice su motivación para el cambio.
- Por último, la intervención no debe tan sólo acabar con los conflictos presentes,
sin enseñar al sujeto cómo manejar posibles recaídas o nuevos problemas..
6.2. Aplicación
4. Aplicación de las técnicas en contexto real: una vez que el entrenamiento se ha llevado a
cabo en la consulta, el siguiente paso es la puesta en práctica de lo aprendido en su vida diaria.
5. Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: una vez que el sujeto empieza
a afrontar situaciones reales, la tarea en las sesiones con elterapeuta consistirá en revisar las
aplicaciones concretas realizadas, analizando las dificultades y problemas surgidos para su
solución.
6.3. Evaluación
Llegar a obtener un nivel adecuado de autocontrol permite al sujeto una mejor adaptación al
medio y una mayor autoestima. El individuo se percibe como una persona más libre que posee
un amplio repertorio de estrategias de afrontamiento, así como una metodología de usos que
le permiten decidir qué actuación es la más adecuada a la situación que se le presenta.
El terapeuta en este proceso tiene un papel temporal, de apoyo y guía del cambio conductual
del cliente, debiendo ser muy cuidadoso para no detentar ciertas responsabilidades
del proceso terapéutico que el cliente ya esté en condiciones de asumir.
Estos programas ofrecen, por una parte, la posibilidad de que el individuo aprenda
a cambiar su comportamiento sin necesidad de la ayuda de un terapeuta,
motivándole mediante la presentación de casos similares que consiguieron resolver el
problema; por otra parte, aportan al sujetoideas que le pueden permitir el aplicar y ajustar las
técnicas a sus propios problemas aun cuando no sena los que específicamente se abordan.
7. TÉCNICAS DE MODELADO
El modelado puede utilizarse para aprenden nuevas conductas, inhibir o desinhibir patrones
comportamentales, facilitar respuestas, aumentarlos efectos de los estímulos o incrementar la
activación emocional o afectiva. Las distintas técnicas de moderado difieren en su utilización
según se use con un objetivo u otro.
7.2. Aplicación
Las principales áreas de aplicación de las técnicas de modelado podemos dividirlas en tres:
7.3. Evaluación
Las técnicas de modelados son útiles y eficaces en áreas educativas, clínicas y preventivas, sus
posibilidades de aplicación en niveles grupales y comunitarios las hacen ventajosas en
términos coste/beneficio. Las técnicas de modelado cada vez se utilizan de forma
más eficaz para elaprendizaje de comportamientos adecuados. No obstante, también facilita
el aprendizaje de conductas desadaptativas, y deberían ser utilizados como razones
para reducir la exposición sistemática en televisión y medios de comunicación de modelos
de violencia que han de tener efectos negativos en el comportamiento social.
8.2. Aplicación
(FALTA LA EVALUACIÓN)
9.2. Aplicación
9.3. Evaluación
El fin de la Era Industrial está dando paso a una nueva era con sus propias reglas de juego,
muy diferentes a las que estamos acostumbrados. De ahí que para obtener nuevos y mejores
resultados en el ámbito laboral y económico, sea necesario experimentar un «cambio de
paradigma». Es decir, un profundo cambio de mentalidad, aprendiendo a relacionarnos con
el sistema de una manera mucho más madura, libre y responsable.
El primer paso es, sin duda alguna, el más difícil. Y consiste en ser honestos con nosotros
mismos, atreviéndonos a decir en voz alta que anhelamos un cambio y reconociendo que
éste depende enteramente de nosotros. Cambiar de paradigma es un acto de profunda
humildad. Implica abandonar la arrogancia de creer que lo sabemos todo y de reconocer
que nuestra forma de pensar y de comprender la vida puede ser errónea y limitada.
Los valientes que decidimos adentrarnos a ciegas, poco a poco vamos notando como
nuestros ojos se acostumbran a la falta de luz. Y tras dar unos cuantos pasos, finalmente
localizamos el interruptor que andamos buscando, también conocido como «consciencia».
Y menudo susto nos pegamos algunos cuando vemos con claridad el estado en el que se
encuentra nuestra casa interior…
Una vez sabemos quiénes somos y desarrollamos el potencial que hay dentro de nosotros,
entramos en la tercera etapa: el «liderazgo en valores». Por medio de una estrategia
orientada al cambio y la reinvención profesional, esta fase nos lleva a descubrir nuestro
talento y nuestra vocación. Sólo así podemos orientar nuestra existencia al bien común,
desarrollando una función profesional útil, creativa y con sentido que beneficie a otros seres
humanos. Son estas revelaciones las que nos permiten crear riqueza y aportar valor a la
sociedad, obteniendo ingresos económicos como resultado.
Lo más bonito de este viaje es que en el preciso momento en que vencemos los miedos que
nos impiden ser libres, empezamos a escuchar nítidamente los mensajes que nos envía
nuestra voz interior. Así es como descubrimos el propósito por el cual estamos aquí.
Curiosamente, todas las personas que nos hemos adentrado en este tipo de procesos de
cambio, tarde o temprano llegamos a una misma conclusión: que al cambiar la manera de
ver las cosas, las cosas que vemos cambian. Y la vida, por fin, empieza a cobrar sentido.
El diálogo que tengamos con él tiene que cumplir los siguientes requisitos para ser un diálogo
asertivo:
1. Describir los hechos concretos. Se trata de poner una base firme a la negociación, en la que no
pueda haber discusión. Cuando describimos hechos que han ocurrido el otro no puede negarlos y
así podemos partir de ellos para discutir y hacer los planteamientos precisos. En este punto es
donde más tenemos que evitar hacer los juicios de intenciones. No se trata de decir “eres un
vago” sino decir, “vengo observando que te levantas desde hace ya varias semanas a la hora de
comer”. Diremos me has dicho 10 veces “no sirves para nada” en lugar de “me quieres denigrar y
hundir” (juicio de intenciones.)
3. Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos que haga. No se trata de hablar de forma
general o genérica, “quiero que seas más educado”, “quiero que me respetes” “quiero que no seas
vago”; sino que hay que ser concreto y operativo: “quiero que quites los pies de mi
PsicoInfantil_Escobar: Escobar Psicóloga Infantil Página 3 mesa”, “quiero que cuando hablo me
mires a los ojos y contestes a lo que te pregunto”, “quiero que estudies tres horas diarias”. Son
conductas concretas que el otro puede entender y hacer.
4. Especificar las consecuencias. Es decir, aquello que va a ocurrir cuando haga lo que se le ha
pedido. Se le podría plantear también las consecuencias que tendrá para él no hacerlo, pero es
preferible especificar lo que va a obtener de forma positiva. De otra manera lo que planteamos es
un castigo y los castigos son mucho menos efectivos que los premios o refuerzos. Muchas veces se
trata solamente de una forma de presentación, hay que tener en cuenta que frecuentemente algo
que puede ser planteado como un castigo, si no lo hace, se puede ver como algo positivo si lo
hace. “Si no lo haces tendrás un castigo” se puede convertir en “Si lo haces evitarás que haga lo
que no quiero hacer que es lo que supone un castigo para ti, que es algo que, por supuesto, yo
tengo que hacer para ser consecuente con mis objetivos y los sentimientos que ya he expresado”.
Ensayo Lo que se ha preparado, preferentemente por escrito, se tiene que ensayar hasta
aprendérselo de memoria, hasta internalizarlo. Si la situación causa ansiedad, es una razón más
para el ensayo. Cuando nos imaginamos la situación de la negociación nos estaremos exponiendo
a ella en la imaginación y al menos cuando pensemos en hablar con el otro no nos pondremos
nerviosos y comenzaremos nuestra negociación en mejor posición anímica. Si nos ponemos
nerviosos podemos acogernos al diálogo que hemos preparado en la seguridad de que vamos a
expresar nuestros deseos de forma completa. Cuando la ansiedad es demasiado grande hasta el
punto de que nos impide expresar nuestros deseos, hemos de PsicoInfantil_Escobar: Escobar
Psicóloga Infantil Página 4 plantearnos una estrategia para superarla. En este sentido la psicología
ayuda a superar la ansiedad y superar los límites que se imponen bajo los miedos. Ejecución
Durante la fase de ejecución hay que tener en cuenta algunas técnicas básicas que nos permiten
llevar a cabo lo que hemos preparado. No hay que olvidar nunca que nuestros objetivos están
plasmados en el diálogo que hemos preparado y que nuestra meta inmediata es decirlo. No se
trata de contestar a todas las digresiones que nos hagan, no es necesario ser rápido y agudo para
poder responder de forma inmediata a todo lo que nos digan.
Situación 1:
Un amigo acaba llega a cenar, pero una hora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado para
avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza. Tienes estas alternativas:
1. CONDUCTA PASIVA. Saludarle como si tal cosa y decirle “Entra la cena está en la mesa”.
2. CONDUCTA ASERTIVA. He estado esperando durante una hora sin saber lo que pasaba (hechos).
Me has puesto nervioso e irritado (sentimientos), si otra vez te retrasas avísame (conducta
concreta) harás la espera más agradable (consecuencias).
3. CONDUCTA AGRESIVA. Me has puesto muy nervioso llegando tarde. Es la última vez que te
invito.
Situación 2:
1. CONDUCTA PASIVA. Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar.
2. CONDUCTA AGRESIVA. Olvídalo. Casi no queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un
esclavo. Eres un desconsiderado.
3. CONDUCTA ASERTIVA. Muy frecuentemente me pides que te eche una mano en el trabajo que
te asignan, porque no te da tiempo o porque no sabes hacerlo (hechos). Estoy cansado de hacer,
además de mi trabajo, el tuyo (sentimientos), así que intenta hacerlo tú mismo (conductas),
seguro que así te costará menos la próxima vez (consecuencias).
Situación 3:
Vas a un restaurante a cenar. Cuando el mesonero trae lo que has pedido, te das cuenta de que la
copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Se trata de llevarse bien con el
mesonero para que nos sirva bien, pero eso no es un buen servicio, podrías:
2. CONDUCTA AGRESIVA. Armar un gran escándalo en el local y decir al mesonero que como el
servicio es asqueroso nunca volverás a ir a ese establecimiento.
3. CONDUCTA ASERTIVA. Llamar al mesonero y, mirándole a la cara y sonriendo, pedirle que por
favor le cambie la copa.
1. ¿Qué es la comunicación?
La comunicación hace referencia a la interacción social, es decir, a la acción y al resultado de
comunicarse. Es una acción social necesaria, ya que si esta no existiese, nadie sería capaz de
conocer a fondo el mundo que nos rodea y mucho menos compartir las experiencias propias de
cada ser humano con los demás.
La comunicación es una necesidad para las personas, por eso es que aquellas que tienen
dificultades y no tienen la capacidad de adquirir el habla, como por ejemplo, los hipoacúsicos,
tienen formas alternativas para hacerlo. El lenguaje que suelen utilizar es a través de gestos y
señas con las manos. Cualquier persona puede aprender este tipo de lenguaje.
Lo mismo sucede con las personas que poseen una discapacidad visual. El poder leer es un tipo
de comunicación, por eso, los ciegos o disminuidos visuales cuentan con su propio sistema de
lectura, este se denomina sistema Braille. El sistema Braille se caracteriza por brindar la
oportunidad de lectura y escritura a través del tacto.
2. ¿Cuál es su importancia?
La comunicación es esencial en la vida, sin ella no podríamos expresar nuestras
emociones ni disfrutar de las experiencias compartidas durante el desarrollo de la vida.
Sin darnos cuenta, mantenemos una comunicación constante, sin necesidad de tener que estar
hablando con alguien, es decir, desde que nos levantamos podemos ver diarios, revistas,
radio, televisión, etc.
El mensaje: Este se construye por los diferentes códigos, señas y cualquier tipo de
comunicación posible, es decir, imágenes, claves, sonidos, entre otros.
El emisor: Se trata de aquel que toma la iniciativa para comenzar la comunicación. Es el
que decide mandar un mensaje.
El receptor: Es quien recibe todos los mensajes que ofrece el emisor.
El código: Es un conjunto de imágenes, claves y lenguaje que debe ser compartido por las
dos partes, es decir el emisor y el receptor, de modo contrario el mensaje no podría
transmitirse y no produciría la comunicación.
El canal: Al hablar de canal se hace referencia a el medio por el cual el mensaje es
transmitido, este puede ser gráfico visual, como por ejemplo una publicidad en una revista
u oral-auditivo, como puede ser hablar con otra persona. Sin embargo, existen otros
canales para aquellas personas que tienen dificultades en la comunicación.
El contexto: Generalmente no se suele tomar en cuenta este elemento, pero la realidad
es que depende del contexto en el que se desarrolle el mensaje que se va enviar, es cómo
lo va a recibir el receptor. Deben tener en cuenta la forma y ámbito en el que se produzca.
Los sonidos: Los sonidos que interfieran en la transmisión de un mensaje pueden
afectarlo y cambiar su contexto.
La retroalimentación: Esta se genera cuando el receptor devuelve información luego de
que recibió el mensaje del emisor. Hace referencia a la interpretación que le haya dado el
receptor bajo todos los elementos nombrados anteriormente que afecten a esa
transmisión, como el código, sonido, canal, etc.
4. Características de la comunicación
La comunicación es un proceso que suele darse con cierto nivel de dinamismo entre el emisor y
el receptor. A medida que transcurre, se crea una secuencia donde cada uno de ellos es partícipe
en mayor o menor grado.
Cuando alguna de estas dos fallan, el mensaje claramente no llegará como fue pensado, de modo
tal que puede ser mal interpretado, no comprendido o recibido pero no con la claridad
necesaria por parte del emisor. Estos problemas varían y dependen del conocimiento y formación
que poseen el emisor y el receptor.
Las dificultades más frecuentes en las fallas de transmisión de un mensaje son los ruidos.
Cualquier tipo de sonido que no haya sido incluido en el mensaje por parte del emisor, puede llegar
a alterar de forma completa o parcial el modo de interpretación del receptor, esto se debe a la
interrupción involuntaria que se originó.
El Entrenamiento Asertivo
Las habilidades sociales y más concretamente la asertividad son habilidades básicas para
nuestro desenvolvimiento en la vida diaria. Las personas tenemos intereses y formas de ver el
mundo distinto, por lo cual el conflicto interpersonal está a la orden del día. Cuando estas
habilidades no están lo suficientemente desarrolladas o se emplean de forma equivocada
surge la frustración y la insatisfacción.
Con respecto a la salud mental es una técnica que se ha demostrado efectiva en el tratamiento
de la depresión, ansiedad y estrés provocados por las relaciones interpersonales. Nos ayuda
a respetar a los demás, y por ende a nosotros mismos.
2º Identificar las situaciones en las cuales queremos ser más asertivos. Se trata de identificar
en qué situaciones fallamos, y cómo deberíamos actuar en un futuro. Se analiza el grado en
que nuestra respuesta a las situaciones problemáticas puede hacer que el resultado sea
positivo o negativo.
3º Describir las situaciones problemáticas. Se trata de analizar las situaciones en términos de
quién, cuando, qué y cómo interviene en esa escena, identificando nuestros pensamientos
negativos y el objetivo que queremos conseguir.
4º Escribir un guión para el cambio de nuestra conducta. Es un plan escrito para afrontar la
conducta de forma asertiva. Aquí se intenta poner por escrito las situaciones problema y
clarificar lo que queremos conseguir. El entrenador moldea junto al paciente el guión para que
este sea expresado de forma específica.
5º Desarrollo del lenguaje corporal adecuado. Se dan una serie de pautas de comportamiento
en cuanto a lenguaje no verbal (la mirada, el tono de voz, la postura, etc.), y se dan las
oportunas indicaciones para que la persona ensaye ante un espejo.
Es importante que nos manifestemos de forma asertiva con los afectados TDAH. Logrando un
adecuado control emocional que permita no caer en ninguno de los dos extremos, ni en
manifestaciones agresivas, ni en reacciones pasivas y permisivas.
Nuestra actitud debe ser comprensiva y empática y utilizar técnicas de intervención que
contribuyan a un adecuado manejo de este padecimiento.
Los estados emocionales son el motor del ser humano, forman parte de nuestra existencia, y sin
ninguna duda, ellos condicionan nuestras acciones, las que vemos como posibles y las que no, y
también las decisiones que tomamos. En los años 80´s sorprendió un estudio realizado en EE.UU.
que hablaba de las atrevidas y a veces irresponsables decisiones que tomaban determinados
directivos, llevados por estados emocionales de euforia conseguidos no siempre de manera natural.
Todos los seres humanos siempre estamos inmersos en algún estado emocional, aunque en la
mayoría de las ocasiones no seamos conscientes de ello. En un momento dado, nos descubrimos y
sin saber por qué percibiendo nuestra realidad, nuestro entorno y el mundo en general, de manera
diferente a como lo percibíamos hace un día, un mes o seis. Eso le pasó a una clienta de coaching
con la que estuve trabajando su motivación y su gestión emocional; cuando terminó el proceso me
dijo llena de sorpresa y de satisfacción: “Sabes, Rosa, he descubierto que en mi jardín hay flores y
pájaros y hasta ahora no los había visto”. Un determinado estado emocional hace que
percibamos nuestra cotidianeidad de una forma determinada, hace que nos asalten
determinados pensamientos, que emitamos determinados juicios y que realicemos determinadas
acciones, sin a veces, ser muy conscientes de cual está siendo en ese momento nuestro motor o en
ocasiones, sin saber por qué no tenemos motor.
También los estados emocionales de las personas están condicionados por el estado emocional del
entorno en el que se encuentre, tanto en empresa como de familia, ya que los estados emocionales
siempre se generan dentro de un estado emocional social más amplio. Las organizaciones, a
menudo, son las responsables de los estados emocionales de los individuos que pertenecen a ellas.
Y estos estados emocionales colectivos, a los que casi nunca prestamos atención, son tan
importantes que condicionan la mayoría de las acciones que los trabajadores creen que pueden
llevar a cabo o no. Por eso el papel que juegan los líderes de los equipos es crucial en este aspecto,
ya que ellos generan espacios emocionales, abren nuevas posibilidades de acción y amplían el
espectro de las acciones que sus colaboradores ven como posibles.
Otro factor desencadenante de la generación de los estados emocionales en los individuos y en las
organizaciones es la actitud que la persona presenta ante los hechos que se pueden cambiar y los
que no. Así el resentimiento se produce cuando el hecho no se puede cambiar y no lo aceptamos y
gastamos todas nuestras energías en cambiarlo; el estado emocional de paz es el opuesto al de
resentimiento, aparece cuando un hecho no se puede cambiar y así lo aceptamos desde el principio,
utilizándolo además para aprender de él. El estado emocional de resignación aparece cuando algo
está en nuestras manos cambiarlo pero decidimos no hacerlo, lo contrario del estado de ambición o
superación que aparece cuando ponemos todo nuestro empeño en cambiar aquello que está en
nuestras manos cambiar.
Inteligencia Emocional
Definimos la IE como la capacidad de:
En términos prácticos, esto significa ser consciente de las emociones que se hallan tras
nuestro comportamiento, así como en impacto que ejercen en las demás
personas (positiva y negativamente), además de aprender cómo manejar esas emociones,
tanto nuestras como los otros, especialmente cuando estamos bajo presión.
Las emociones que percibimos pueden tener a una gran variedad de significados. Si alguien
está expresando emociones de ira, el observador debe interpretar la causa de su ira y lo que
podría significar. Por ejemplo, si nuestro jefe está actuando de manera airada, podría
significar que está insatisfecho con nuestro trabajo, o tal vez que tiene un exceso de carga
laboral o que ha estado discutiendo con su esposa por la mañana.
La capacidad de gestionar con eficacia las emociones es una parte crucial de la Inteligencia
Emocional. La regulación de las emociones, responder de manera apropiada, y saber cómo y
cuando responder a las emociones de los demás, son todos aspectos importantes de la gestión
emocional.
1940 – David Wechsler sugiere que los componentes afectivos de la inteligencia pueden ser
esenciales para el éxito en la vida.
1950 – Los psicólogos humanistas como Abraham Maslow describen cómo la gente puede
construir su fuerza emocional.
1975 – Howard Gardner publica “La mente rota”, donde introduce el concepto de las
Inteligencias Múltiples.
1985 – Wayne Payne introduce el término Inteligencia Emocional en su tesis doctoral titulada
“Un estudio de la emoción: el desarrollo de la inteligencia emocional”.
1990 – Los psicólogos Peter Salovey y John Mayer publican su artículo de referencia,
“Inteligencia Emocional”, en la revista La imaginación, la cognición y la personalidad.
1995 – El concepto de Inteligencia Emocional se popularizó después de la publicación del
libro del psicólogo Daniel Goleman “La Inteligencia Emocional”. Este libro se mantuvo
durante un año y medio en la lista de los libros más vendidos según el The New York Times.
En 2006, ya se habían vendido alrededor de 5.000.000 de ejemplares en treinta idiomas
diferentes, y ha sido best seller en numerosos países.
Daniel Goleman describe así la Inteligencia Emocional como la capacidad de una persona
para manejar sus sentimientos de manera que esos sentimientos se expresan de manera
adecuada y efectiva. De acuerdo con Goleman, la Inteligencia Emocional es el mayor predictor
de éxito en el lugar de trabajo.
Los expertos coinciden en que este tipo de inteligencia juega un papel vital en el éxito tanto
personal como profesional, siendo incluso más importante que el cociente intelectual. En
cualquier caso, la Inteligencia Emocional parece estar vinculada a todo, desde la toma de
decisiones para el rendimiento académico.
Entonces, ¿qué se necesita para ser emocionalmente inteligente? Daniel Goleman habla de
cinco componentes críticos de la Inteligencia Emocional.
Esta es la forma en que nos damos cuenta de nuestras emociones y somos capaces de
evaluarlas. La mayoría de nosotros estamos tan ocupados con la rutina diaria, que rara vez
nos paramos a pensar en cómo estamos respondiendo a las situaciones y cómo nos
encontramos. La otra forma de conciencia de uno mismo es el reconocer las emociones de los
demás hacia nosotros. Esto a menudo es difícil debido a que tendemos a ver lo que queremos
ver y solemos evitar pedir a los demás opiniones si creemos que van a resultar incómodas
para nosotros.
Las personas con un buen nivel de autorregulación tienden a ser flexibles y adaptarse bien a
los cambios. También son buenas en la gestión de conflictos y la difusión de situaciones tensas
o difíciles. Goleman también sugiere que las personas con fuertes habilidades de
autorregulación siguen su camino sin desviarse de él. Son capaces de influir positivamente en
los demás y asumir la responsabilidad de sus propias acciones.
Ser empático también permite a la gente entender la dinámica de poder que a menudo
influyen en las relaciones sociales, especialmente en los lugares de trabajo. Los que tienen una
buena competencia en esta área, son capaces de ejercer una correcta influencia en las
relaciones, comprender cómo funcionan los sentimientos y comportamientos, e interpretar
eficazmente las diferentes situaciones que giran en torno a este tipo de dinámicas de poder.
Automotivación
Las personas que son competentes en esta área tienden a estar orientadas hacia la acción. Se
fijan metas, tienen una alta necesidad de logro y siempre están buscando maneras de hacerlo
mejor. También tienden a mostrarse muy comprometidas con los temas sociales y son buenas
tomando la iniciativa para llevar a cabo gran diversidad de tareas.
MANEJO DE CONFLICTO
“El conflicto es el proceso en el que una de las partes percibe que la otra se opone o afecta
de forma negativa sus intereses” (J. A. Walls, Jr.) En un sentido más restringido del
término, De Bono plantea que el problema del conflicto no se encuentra en el conflicto
mismo, sino en las creencias de las personas.
“Las creencias son muy difíciles de erradicar o alterar. A menudo las personas prefieren
mantener una creencia y no aceptar la evidencia de sus sentidos. El conflicto surge cuando
un sistema de creencias cree que los valores que de él se desprenden deben ser aplicados en
todas partes, y adopta como misión que esto suceda”
TIPOS DE CONFLICTOS
Conflictos intrapersonales Este tipo de conflictos remite al conflicto interior con uno
mismo. En diversas ocasiones, nos debatimos entre aquello que queremos y aquello que
debemos, conviven en nosotros alternativas que se presentan como dilemáticas. Conflictos
interpersonales Se refieren a los conflictos que existen entre dos o más personas porque
existen intereses, necesidades, opiniones, y valores opuestos; o bien aspectos socio
emocionales que les generan conflictos.
Conflictos organizacionales Son los conflictos que tienen lugar entre las diferentes áreas u
objetivos aparentemente contrapuestos. www.compromiso.org 4
Positivo El conflicto en las organizaciones puede ser una fuerza positiva. La aparición y
solución puede conducir a un resultado constructivo del problema. La necesidad de
solucionar el conflicto lleva a que la gente busque formas de cambiar cómo hace las cosas.
El proceso de solución de conflictos es un estímulo para el cambio positivo dentro de la
organización.
Negativo El conflicto también llega a presentar efectos negativos importantes, con lo que
desvía los esfuerzos para el logro de las metas y agota los recursos, en particular el tiempo
y el dinero. Si son graves las opiniones, ideas y creencias enfrentadas, afectan también, el
bienestar psicológico de las personas ocasionando altos niveles de resentimiento angustia,
bronca, tensión y ansiedad y estrés. Estos sentimientos se derivan de la amenaza que
representa el conflicto para el sistema de creencias personales. Durante un período amplio,
el conflicto quizás dificulte la creación y el mantenimiento de relaciones de apoyo y
confianza. Muchas veces se visualiza el conflicto negativo como una batalla que se lleva a
cabo con un gran costo personal, produce resultados negativos e incluso llega a ser
irremediable. Las palabras asociadas con esta forma que toma el conflicto son dolor,
pérdida, agresión, peligro, bronca y hasta muerte. En general, los conflictos negativos
profundos y duraderos que no se intentan resolver, llegan a desatar importantes grados de
agresión entre los involucrados.
‹ Características personales Dado que las partes que dirimen los conflictos son personas,
las actitudes y características personales de cada uno frente al conflicto incidirán en el
mismo (sensibilidad, dureza, objetividad, autocrítica, reflexión, etc.).
‹ Emociones Atravesar por un conflicto genera emociones, por la tensión entre el acuerdo
y desacuerdo propio de la situación de conflicto. (aceptación, rechazo, enojo, agresión,
sumisión, etc.).
‹ Historia Los conflictos, tienen su propia “evolución” hasta convertirse en tales. Son el
resultado de la historia entre las partes. Esta historia, sea positiva o negativa, influirá en la
posibilidad de abordaje del mismo.
‹ Terceros En la resolución de un conflicto siempre hay más implicados que las partes en
cuestión. Las personas del entorno que rodean la situación también se ven afectadas, de
algún modo. Por esto es que tanto amigos, familiares, colaboradores, suelen intentar influir,
persuadir, aconsejar, exhortar, tanto explícita como implícitamente.
‹ Recursos Al afrontar un conflicto contamos con diversos recursos: los externos tales
como: el tiempo, el dinero, la cercanía de los centros de poder, los procedimientos de
trabajo, los bienes y los internos tales como la paciencia, la inteligencia, la fuerza, la
capacidad para relacionarse, la creatividad para “echar mano” a otros recursos, etc.
1 VARIABLES ESTRUCTURALES
2 VARIABLES COMUNICACIONALES
3 VARIABLES PERSONALES www.compromiso.org 6
2- “Personas interdependientes”:
Si las partes en conflicto pudieran prescindir una de la otra, el conflicto dejaría de existir.
Lo mismo ocurriría si pudieran lograr un 100% de acuerdo y evitar las disidencias.
Precisamente lo incómodo de un conflicto reside en que por un lado las partes se necesitan,
son interdependientes; pero a la vez, están en desacuerdo. Presencia de antagonismo y
rivalidad entre personas interdependientes, producto de un sistema de creencias opuestas,
que dificultan la consecución de algún fin. www.compromiso.org 10
3- “Sistema de creencias opuestas”:
‹ Características personales Dado que las partes que dirimen los conflictos son personas,
las actitudes y características personales de cada uno frente al conflicto incidirán en el
mismo (sensibilidad, dureza, objetividad, autocrítica, reflexión, etc.).
‹ Emociones Atravesar por un conflicto genera emociones, por la tensión entre el acuerdo
y desacuerdo propio de la situación de conflicto. (aceptación, rechazo, enojo, agresión,
sumisión, etc.).
‹ Terceros En la resolución de un conflicto siempre hay más implicados que las partes en
cuestión. Las personas del entorno que rodean la situación también se ven afectadas, de
algún modo. Por esto es que tanto amigos, familiares, colaboradores, suelen intentar influir,
persuadir, aconsejar, exhortar, tanto explícita como implícitamente. ‹ Recursos Al afrontar
un conflicto contamos con diversos recursos: los externos tales como: el tiempo, el dinero,
la cercanía de los centros de poder, los procedimientos de trabajo, los bienes y los internos
tales como la paciencia, la inteligencia, la fuerza, la capacidad para relacionarse, la
creatividad para “echar mano” a otros recursos, etc.
Un conflicto comienza cuando una parte, de modo intencional o no, invade o afecta
negativamente algún aspecto psicológico, físico o territorial de la otra
www.compromiso.org 12 parte. El daño puede ser real (objetivamente comprobable) o
puede ser solamente percibido por la parte afectada (daño subjetivo).
Pero tal vez estemos dispuestos a correr los riesgos, porque lo que se juega es esencial para
nosotros. Para persuadir tratemos de:
cooperar sin esperar nada a cambio renunciar de buen grado reconocer al otro sus
aspiraciones
explicitar las razones de nuestra concesión CONTENCIÓN Suele ocurrir que algunos
conflictos sean tan “espinosos” que cualquier propuesta de solución dé lugar a discusiones
interminables. O que determinados aspectos de la personalidad de la otra parte nos
predispongan negativamente y nos dificulten la búsqueda de una solución constructiva. En
estas situaciones, lo más conveniente es esperar, reunir información y trabajar sobre la
relación. Cuando los diplomáticos “ponen bajo el paraguas” los temas escabrosos y
entretanto siguen manteniendo reuniones están adoptando la contención como alternativa.
El riesgo que implica esta alternativa es la dilación, el perpetuarse en el tratamiento de
temas “periféricos”. Por eso es preciso mantenerse atento a los cambios (en el contexto, en
la relación) para advertir cuándo “migrar” hacia otra alternativa. Para contener tratemos de:
conservar la calma
escuchar
mantenernos flexibles ante cualquier idea nueva escuchar y aprender del otro
Cuidemos la equidad.
TIPOS DE CONVERSACIONES
La Solución de Problemas.
2. Defina su problema de forma Concreta: evite las valoraciones subjetivas, y en especial, las
expectativas de resolución, estas no le ayudarán a resolver su problema y simplemente
distraerán su atención. Definir el problema le ayudará a resolverlo, pues si no sabe cuál es su
problema no es posible que lo solucione.
3. Proponga la mayor cantidad de soluciones: una frase que enseño a las personas dice que
“la vida es sabia, y nunca me enfrenta a ninguna situación sin darme al menos tres
alternativas”. La primer pregunta puede ser “¿Cuáles son mis tres opciones?”... entre mayor
sea el número de opciones que se generen mejor, pues el malestar inicial creado por un
problema es la idea de que éste no se va a resolver, pues no tiene solución.
4. Evalúe y seleccione tres soluciones: esto pues no necesariamente la primer solución sea la
más viable. Es bueno tener la tranquilidad de saber que hay dos planes de contingencia por si
el primero llegase a fallar.
5. Ejecute la solución: ningún problema se resuelve si usted se sienta a esperar que su plan se
ponga en práctica por sí solo, actúe.
Toma de decisiones?
La toma de decisiones forma parte de nuestro diario vivir, En nuestra vida profesional
también tomamos diariamente decisiones que pueden marcar nuestro futuro en la empresa y
el éxito o fracaso de una idea o proyecto.
Considero que en muchas ocasiones nos apresuramos a tomar algunas decisiones, nos
dejamos presionar por el momento o circunstancia, evitamos la participación de otro, (siendo
esta muy importante el consultar otros puntos de vistas), entre otras situaciones de las cuales
no medimos el impacto en nuestras vidas (negativo y positivo) y nuestro alrededor y por esta
razón donde quiera que se nos presente la oportunidad de tomar una decisión debemos ser
críticos con la misma y a la vez muy hábiles. Hay que tomar en cuenta que nuestras decisiones
involucran una series de factores que debemos considerar, pueden ser factores humanos,
financieros, entre otros que finalmente pueden ser fuente principal de un futuro más exitoso.
A continuación les presento 6 pasos que la puesta en marcha de ellos nos ayudara mucho a
lograr el éxito en nuestras decisiones y más cuando esta está en manos de la alta dirección de
una empresa u organización:
1. Describir el problema o el objetivo al que queremos llegar.Definiendo
claramente los objetivos que queremos alcanzar podremos tener más claro qué
decisiones van a ayudarnos.
2. Análisis del problema o la decisión a tomar. Una vez hemos definido el problema
al que nos enfrentamos hemos de recopilar la información necesaria para analizarlo
de la forma más objetiva y completa posible. Para ello debemos ser objetivos al
plantear las situaciones, sin opiniones ni juicios de valor, sino únicamente las
circunstancias de la forma más objetiva posible. Para esta definición y recopilación de
información nos puede ayudar elaborar un cheklist. Es importante recabar toda la
información que sea posible sin obsesionarnos con este paso, ya que podemos llegar a
la parálisis por análisis, dedicando tanto tiempo a esta fase que resulta demasiado
tarde para tomar decisiones. Debemos atender a la información relevante, y desechar
la que no nos aporta valor.
3.Generar alternativas. En esta fase debemos generar todas las alternativas que nos
sea posible. Analizaremos todas las posibilidades y las consecuencias de las mismas.
Debemos valorar si estas alternativas realmente nos permitirán llevar a cabo los
objetivos que nos hemos planteado. Existen técnicas de solución de problemas que
pueden ayudarnos a generar alternativas. Cuantas más personas participen en el
proceso más aspectos se tendrán en cuenta y más ideas podremos obtener.
2.
Posiblemente en nuestra dinámica diaria ya tomamos decisiones, en algunos de estos
procesos tenemos en cuenta los pasos descritos aunque de forma casi automática, pero sin
duda en muchas otras no. Si somos conscientes de las diferentes fases del proceso y de los
éxitos y errores que nos encontramos en el camino, conseguiremos ir depurando nuestra
toma de decisiones y mejorando través de nuestra experiencia.
La toma de decisiones es un proceso que atraviesan las personas cuando deben elegir
entre distintas opciones. Diariamente nos encontramos con situaciones donde debemos
optar por algo, pero no siempre resulta simple. El proceso de la toma de decisiones hace
hincapié en conflictos que se presentan y a los cuales hay que encontrarles solución.
Por ejemplo, quienes tienden a ser ansiosos suelen agobiarse incluso aunque el conflicto sea
pequeño para algunos. Alguien que ha sufrido violencia de género constantemente, es
probable que tenga perturbada su capacidad de tomar decisiones. Por otra parte, un sujeto
que sea sumamente creativo podrá tener muchas más habilidades para encontrar curiosas
salidas.
Por ello han sido diversos los modelos creados a partir de distintos enfoques teóricos, éstos
sirven tanto para encontrar la explicación a la conducta en situaciones problemáticas, como
para tener las bases en la elaboración de técnicas terapéuticas para ayudar, a quienes lo
precisan, a desarrollar y potenciar la toma de decisiones.
Modificación de conducta
[Psicología] El término "modificación de conducta" se refiere a ciertas formas de intervención
psicológica dirigidas a disminuir o eliminar conductas desadaptadas e instaurar o incrementar
conductas adaptadas, con el propósito de resolver problemas, tanto de índole personal como
social, y de mejorar el funcionamiento humano en general. La mayoría de estas formas de
intervención se han desarrollado a partir de la investigación en psicología experimental,
especialmente en psicología del aprendiza.
B. F. Skinner (1904-1990).
Thorndike realizó experimentos con animales en los que éstos (perros, gatos o pollos) eran encerrados en las
que él llamaba “cajas-problema”. Para poder escapar de estas cajas y acceder a la comida que tenían visible,
los animales debían mover un cerrojo o presionar una palanca.
A partir de aquí, Skinner desarrolló dicho modelo utilizando el término de condicionamiento operante. Su
principio básico era que las conductas se aprenden y se mantienen como resultado de sus consecuencias,
sentando así la importancia del ambiente. Skinner llama conductas operantes a aquellas que pueden ser
controladas mediante la alteración de sus consecuencias; así, el sujeto realiza una conducta operante cuando
ésta produce unas consecuencias en el medio, que a su vez pueden controlar dicha conducta.
Pero además, para que podamos cambiar la conducta mediante la alteración de sus consecuencias, éstas
deben ser contingentes a la conducta. Es decir, las consecuencias deben producirse justo después de la
aparición de la conducta.
Los procedimientos en los que se basan las técnicas de modificación de conducta del condicionamiento
operante son el reforzamiento, el castigo, la extinción y el control de estímulos.
Procedimientos operantes básicos[editar]
Los procedimientos operantes básicos se definen como la presentación o eliminación contingente de
un estímulo que puede ser apetitivo o aversivo para el individuo. Además, según la presentación o retirada y
el tipo de estímulos que estemos manipulando, obtendremos diferentes variantes de los procedimientos
mencionados.
Reforzamiento positivo[editar]
En este caso, se trata de incrementar una conducta deseable mediante la eliminación de un estímulo o
situación que sea desagradable para el sujeto, justo después de la realización de dicha conducta (retiro
contingente). Éste tipo de procedimiento suele emplearse menos que el anterior por las implicaciones éticas
que supone utilizarlo.
Un reforzador positivo es un estímulo que se añade al entorno y que trae consigo una respuesta precedente.
Si se otorga alimento, agua, dinero o elogios después de una respuesta, es más probable que ésta se repita
en el futuro.
Castigo positivo[editar]
Consiste en presentar un estímulo o situación desagradable para el individuo tras lo cual se espera que
disminuya su conducta.
Castigo negativo[editar]
Éste procedimiento supone la retirada de una situación o estímulo agradable para el sujeto tras la realización
de la conducta problemática. Lo que se pretende es disminuir la frecuencia de la conducta castigada
negativamente.
Cuando un individuo realiza una respuesta, que ha sido anteriormente reforzada, y no obtiene el reforzamiento
la frecuencia de dicha respuesta disminuye. Esto es lo que se conoce como extinción.
En palabras de Méndez y Olivares (2001, p.146), la extinción trae consigo dos efectos: “En primer lugar, es
esperable que inmediatamente después de poner en marcha un programa de extinción se produzca un
aumento de la frecuencia de la conducta que se pretende disminuir […]. En segundo lugar, al implantar la
extinción es probable que se produzcan reacciones emocionales (por ejemplo, frustración) y agresivas […]".
Estas características principales hacen que sea un procedimiento inadecuado para personas que realizan
conductas peligrosas para ellas mismas (conductas autolesivas) o cuando sea intolerable que aumente
temporalmente la conducta.
Técnicas para desarrollar y mantener las conductas[editar]
Se destacan tres técnicas para llevar a cabo el desarrollo y mantenimiento de las conductas a lo largo del
tiempo: moldeamiento, desvanecimiento y encadenamiento. Antes de aplicar cualquiera de estas técnicas, así
como cualquier técnica de modificación de conducta, es preciso definir la conducta en términos operacionales.
Es decir, en forma de conducta observable y de manera objetiva. Así nos será más fácil llevar a cabo el
registro de las mismas y la contrastación realista de los resultados.
Moldeamiento[editar]
El moldeamiento es una técnica mediante la cual se adquieren conductas ausentes o presentes muy
vagamente en el repertorio conductual del sujeto (Méndez y Olivares, 2001). Consiste en reforzar
consistentemente conductas semejantes a la conducta que pretendemos que el sujeto adquiera y eliminar
mediante extinción aquellas que se alejan de la conducta deseada.
Para realizarlo correctamente, deben seguirse una serie de pasos:
Desvanecimiento[editar]
El desvanecimiento se basa en la disminución gradual de las ayudas que se le han dado al individuo para que
realice la conducta deseada. Pretende que se mantenga el comportamiento del individuo a pesar de la
reducción de las ayudas que se le proporcionaron para aprenderlo.
Diversos autores (Méndez, Olivares y Beléndez, 2001; Larroy, 2008) coinciden en que el desvanecimiento
consta de dos fases:
Fase aditiva: se le suministra al sujeto todas las ayudas necesarias para la consecución de la conducta
meta.
Fase sustractiva: las ayudas se van reduciendo de forma progresiva hasta que el sujeto pueda realizar la
conducta sin ninguna ayuda externa. La disminución puede desarrollarse de distintas maneras:
disminuyendo o demorando la ayuda o bien reduciendo su intensidad.
En ambas fases, se han de facilitar tras la emisión de conductas cercanas a la conducta objetivo, un refuerzo
continuo y contingente a dicha emisión. Esta técnica es utilizada junto con el moldeamiento y, al igual que ella,
suele emplearse tanto para el aprendizaje cotidiano como para conductas más específicas (ámbito educativo,
por ejemplo).
Encadenamiento[editar]
La técnica del encadenamiento supone descomponer una conducta compleja en conductas sencillas, de
manera que cada una de ellas suponga un eslabón de la cadena. La adquisición de la conducta se produce
mediante el reforzamiento de los “eslabones”, los cuales son estímulos reforzadores para la respuesta anterior
y estímulos discriminativos (Ed) para la siguiente. Tal como ejemplifica Larroy (2008, p. 299):
Si una chica quiere prepararse para salir a la calle tendrá que realizar distintas conductas como ducharse,
vestirse, peinarse…De manera que cada uno de estos actos funciona como estímulo discriminativo del
siguiente (si ya me duché, ahora tengo que vestirme) y como reforzador de anterior (poder peinarme es el
reforzador de haberme vestido, que a su vez es el reforzador de haberme duchado).
El aprendizaje mediante esta técnica puede realizarse de varias formas:
1. La primera vez que se aplique, se le deja claro al sujeto que no se le dejará de aislar
hasta que la conducta cese.
2. Antes de aplicar el aislamiento debemos intentar controlar la conducta de modo
verbal.
3. El tiempo de aislamiento debe ser de minuto por año de edad y puede aplicarse así
hasta los 15 años. De esta manera evitaremos que pueda entretenerse con la
invención de alguna actividad.
4. No reforzaremos ni positivamente ni negativamente antes o después del aislamiento.
5. Si esta técnica no resulta en una semana debemos cambiar el procedimiento.
Cruzado y Labrador, (2002, p.522) consideran que este procedimiento es útil en el
tratamiento de la conducta alborotadora, agresiva y de desobediencia y se desaconseja en
conductas autoestimulatorias y autolesivas.
Saciedad[editar]
Con este procedimiento utilizaremos el reforzador, que mantiene la conducta, de una manera
continua hasta que éste pierda su valor.
Primero se debe detectar la frecuencia de la conducta para así determinar las sesiones. A
continuación se aplicará el reforzador de manera continuada y en grandes cantidades hasta
que la conducta adquiera un valor aversivo. Por ejemplo, si a un niño le encantan las
hamburguesas le daremos hamburguesas todos los días y a todas horas.
Se puede aplicar en trastornos como los tics, en el tabaquismo, etc. Y no pueden aplicarse en
conductas que son peligrosas para el sujeto como las conductas autolesivas.
Sobrecorrección[editar]
El objetivo principal es compensar las consecuencias de la conducta desadaptativa. Se puede
aplicar de dos maneras (Cruzado y Labrador, 2002, pp. 523-528):
Las partes implicadas deben llegar a un consenso a la hora de marcar el objetivo del
contrato.
Deben especificarse los privilegios que se lograran tras la ejecución de la conducta y las
penalizaciones por no llevar a cabo los cambios correspondientes.
El contrato debe contener una cláusula adicional de bonificaciones por si la persona
excede las demandas mínimas del contrato.
Los contratos de contingencia se pueden usar en gran cantidad de problemas y tanto con
adultos como con niños. Por ejemplo en toxicomanías, tratamiento de la obesidad, problemas
de pareja, tabaquismo, etc.
Técnicas aversivas[editar]
Lo que intentan es asociar un patrón de reacción de algún comportamiento no deseado con un
estímulo desagradable para que así el emisor deje de realizarlo.
Según Cáceres, (2002, p. 563-572) los procedimientos básicos empleados en las técnicas
aversivas pueden diferenciarse en:
Técnicas de autocontrol[editar]
Muchos problemas de autocontrol se relacionan con aprender a moderarse para reducir
comportamientos excesivos que son inmediatamente gratificantes, como por ejemplo; comer,
beber… Otros problemas de autocontrol requieren un incremento de la conducta como por
ejemplo estudiar, limpiar… Existen cinco fases básicas en la mayoría de los programas de
auto-modificación o de manejo personal (Martín y Osborne, 1993).
Causas de los problemas de autocontrol[editar]
Problemas relacionados con excesos comportamentales[editar]
Éstos problemas son generados por un exceso de una acción: comer demasiado, beber,
fumar…
Los comportamientos exagerados son reforzados inmediatamente por un sabor agradable,
sensación de saciedad… aunque acarrean consecuencias negativas, pero esas consecuencias
no son eficaces para el autocontrol de ese exceso comportamental.
En dichos casos se puede actuar de la siguiente forma:
Reforzar inmediatamente o castigar con demora un comportamiento[editar]
La persona realiza alguna acción para hacer algo que quiere aunque sabe que luego será
castigado, pero el reforzador instantáneo es el que prevalece sobre el castigo. Pongamos un
ejemplo: Un niño que quiere salir a la calle con sus amigos y sabe que sus padres no se lo van a
permitir; para conseguir salir, miente a sus padres aunque sabe que cuando llegue será
castigado, pero el placer de salir prevalece sobre el castigo.
Reforzadores inmediatos frente a castigos menores con efecto acumulativo[editar]
Un reforzador que se da instantáneamente se impone ante un castigo que se da poco a poco,
como por ejemplo; el fumador se relaja fumando mientras el alquitrán se va depositando poco
a poco en sus pulmones dañándolos. Sólo ve las consecuencias de sus actos (castigo) cuando
ha fumado mucho y tiene tos, dolor de garganta.
Reforzadores inmediatos de conductas problemáticas frente a reforzadores diferidos de
conductas alternativas deseables[editar]
En los problemas de autocontrol que implican escoger entre dos comportamientos
alternativos, ambos con consecuencias positivas, prevalece la que produce un refuerzo
inmediato. Por ejemplo, elegir entre estudiar sin saber si aprobarás o ver la serie preferida;
probablemente se escogería la serie preferida porque es un reforzador instantáneo.
Problemas relacionados con carencias comportamentales[editar]
Estos problemas están generados por conductas que habría que potenciar, como por ejemplo;
estudiar más, limpiar la casa… Veamos las consecuencias de estas conductas en el caso de que
no se realicen:
Pequeños castigos inmediatos o refuerzos acumulativamente significativos del
comportamiento[editar]
Se trata de realizar comportamientos que generan un pequeño castigo inmediato para
conseguir con el tiempo efectos positivos. Por ejemplo: realizar deporte crea agujetas si no lo
has hecho anteriormente pero con el tiempo esas agujetas ya no aparecen, el cuerpo se estiliza
y nos vemos mejor en el espejo.
Pequeños castigos inmediatos si se produce el comportamiento o castigos mayores pero
improbables si no se produce[editar]
Las personas eligen un comportamiento negativo porque saben que es muy poco probable
que reciban un castigo mayor que si eligen un comportamiento positivo que les proporciona
pequeños castigos. Por ejemplo: un ciclista que no se pone casco, porque le aprieta, le molesta
y le crea sudor. Sabe que es muy poco probable que se caiga y sufra una lesión cerebral.
Pequeños castigos inmediatos si se produce el comportamiento o castigos mayores diferidos
si no se produce =[editar]
Se pueden realizar conductas positivas que producen un castigo débil instantáneo, o no
realizar esas conductas positivas, pero se consigue un castigo bastante mayor que se produce
tras muchos ensayos. En muchas ocasiones predomina la conducta con respuesta más
aversiva. Por ejemplo, ir al dentista para empastarse una muela aunque se sepa que va a doler
un poco o cancelar la cita una y otra vez aún sabiendo que se sufrirán terribles dolores de
muelas.
Elegir el modelo de autocontrol[editar]
Para elegir un modelo de autocontrol eficaz, se deberán analizar las causas de los problemas
de autocontrol, emitir la conducta deseable frente a la que ha de ser controlada, elegir el
modelo y aplicar las técnicas elegidas para resolver el problema. El objetivo final será que la
persona emita su propia conducta controladora para así provocar un cambio en la conducta a
controlar (Skinner, 1953. p.240, citado por Garry y otros, 2007).
Fases de un programa de autocontrol[editar]
Los pasos que se deberían seguir para realizar un programa de autocontrol son:
PRESENTACIÓN
Nos encontramos con que las conductas o comportamientos a tratar son variadas. Se llaman
problemas cotidianos de conducta, aunque es difícil catalogarlos de “problema” puesto que en
la mayoría de los casos se interpretan como el producto de la crisis que genera el desarrollo
interactivo entre un niño y sus padres.
Muy asociado a este conflicto está el llamado “Negativismo” que supone una añadido
comportamiento verbal o no ante la instrucción.
Todo esto genera trastornos en la conducta de comer, dormir, bajo rendimiento escolar,
sentarse, conflictos fraternales, etc.
OBJETIVOS.
La intervención se realizará utilizando todo el ambiente del niño, lo que permite un mejor
análisis de las relaciones contingenciales del niño, así como facilitar su organización.
Para todo esto se solicita la total disponibilidad de los padres, ya que es parte del programa, la
creación de nuevos patrones de comportamiento eficaces para la administración de
contingencias, lo que en la práctica supone el aprendizaje de habilidades o pautas para la
administración de contingencias en relación a las conductas de su hijo, con lo que se logra
proporcionar repertorios funcionales a las madres y padres para enfrentarse con cierto
margen de éxito a conductas futuras de sus hijos.
LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA.
Antes de pasar a explicar las posibles técnicas, voy a ofrecer una serie de recomendaciones
para conseguir la efectividad del programa:
– La rutina es indispensable, es decir hay que ser constantes encuanto a las normas
establecidas y las actitudes de los padres.
– Evitar los castigos físicos, gritos, amenazas etc. El establecimiento de reglas explicitas suele
ser más efectivo.
– Se debe registrar ( anotar por escrito ) las conductas realizadas por el niño o niña y las
recompensas positivas o negativas utilizadas.
PROGRAMA
El primer paso del programa sería establecer junto con el niño/niña un Contrato Conductual.
En él, se especificaran las normas, actitudes y comportamientos deseados y sus consecuencias,
así como de los comportamientos no deseados.
Ojo!
Cuando la rabieta de la niña/niño o la actividad motriz sea excesiva, ántes de aplicar ninguna
técnica es necesario relajar al niño/niña, esperar unos minutos y pasar inmediatamente a
explicarle la consecuencia de su conducta razonandolo con él . Si es cosciente de lo que ha
ocurrido, si intenta mejorar su conducta, hay que reforzarlo de inmediato, pero en este caso
con alabanza o una muestra de afecto.
1. Fase inicial o de evaluación: Consiste en medir la frecuencia con que se producen las
conductas, tanto apropiadas como inapropiadas, y determinar las condiciones bajo las que se
producen estas conductas operantes. En esta fase de evaluación se identifica también el
reforzamiento que mantiene la conducta inapropiada y los reforzadores potenciales que se
utilizarán para las conductas adecuadas.
En esta fase el terapeuta debe definir la conducta problema y determinar cuáles son las
condiciones en las que se produce. Como técnicas de recogida de información se suele utilizar
la entrevista con el cliente y con sus familiares, aunque el terapeuta no sólo se basa en estos
datos, por lo que utilizará también la observación directa para establecer de forma precisa el
nivel de línea base de las conductas objeto de la terapia. Estas observaciones las pueden
realizar el personal de la institución, personas próximas al cliente o el propio cliente. Con
independencia de quien realice la observación es preciso entrenamiento para realizar una
observación fiable y obtener por tanto un registro correcto de los datos.
Unos padres acuden al terapeuta con quejas sobre la conducta de su hijo, el cual tiene
frecuente rabietas que pese a sus intentos, no consiguen eliminar. El terapeuta instruye a los
padres para que elaboren un registro en el que se indique el número y la duración de las
rabietas que se producen cada día de la semana así como sus reacciones ante ellas. La
observación de los padres proporciona un registro relativamente fiable de la frecuencia y de la
intensidad de la conducta problema, además del reforzamiento que mantiene la conducta
problema. Por tanto, es fundamental en esta fase que se registren los acontecimientos que
siguen a la conducta objeto de la terapia, y también cuándo y dónde se produce la conducta.
Los acontecimientos que siguen indicarán cuál es el reforzamiento que mantiene la conducta y
el cuándo y dónde mostrarán el alcance de la conducta problema, así como las condiciones
estimulares que desencadenan su aparición.
En esta fase también se eligen los reforzadores que se utilizarán. Los terapeutas
comportamentales han desarrollado varias técnicas para identificar los reforzadores que
utilizarán posteriormente. Un ejemplo de una de ellas es el Mediation-Reinforcer Incomplete
Blank (MRB), inventario de reforzadores elaborado por Tharp y Wetzel, que revela qué cosas
son reforzantes para el paciente mediante la respuesta a la frase «haré cualquier cosa por
conseguir….».
Ante la cuestión de quién administrará el reforzamiento nos encontramos con las siguientes
opciones:
· Reforzamiento aplicado por otros diferentes al propio cliente: En la aplicación tradicional del
tratamiento de manejo de contingencias, son personas distintas al paciente las encargadas de
suministrar el reforzamiento contingentemente sobre la ocurrencia de una conducta operante
adecuada. Para ello, durante la fase de contrato, se entrena a las personas que administrarán el
reforzamiento para identificar y reforzar la conducta adecuada.
· Reforzamiento aplicado por el propio cliente o autorreforzamiento: Este método fue utilizado
con éxito por Bandura y Perloff, demostrando que esta técnica era tan eficaz como el
procedimiento típico.
Los resultados de los trabajos de estos dos autores mostraron que las conductas apropiadas
mejoraban significativamente como resultado del programa de reforzamiento utilizado.
Para terminar debemos mencionar que el manejo de contingencias se ha utilizado con éxito en
muy diferentes situaciones: Depresión, ansiedad, incremento de conductas adecuadas, con
psicóticos… El programa de economía de fichas en concreto se ha utilizado exitosamente
también con delincuentes.
EL CONDUCTISMO EN LA EDUCACIÓN
Los educadores que aceptan la perspectiva conductista asumen que el comportamiento de
los educandos es una respuesta a su ambiente pasado y presente y que todo
comportamiento es aprendido. Por tanto, cualquier problema con el comportamiento de un
educando es visto como el historial de refuerzos que dicho comportamiento ha recibido.
· Cada estudiante debe ser calificado en base a los estándares de aprendizaje, que el
educador traza para todos los estudiantes por igual.
· Las conductas no deseadas de los estudiantes en el aula pueden ser modificadas utilizando
los principios básicos de modificación de conducta.
· Las siguientes son técnicas aplicadas en la educación tradicional para eliminar conductas
no deseadas en los estudiantes:
La DS, tal como la propone Joseph Wolpe, se basa en el condicionamiento clásico. El principio
consiste en que la intensidad de una respuesta como la ansiedad puede ser reducida a través
de la emisión de una respuesta incompatible, como podría ser la relajación. La aparición de
ciertos estímulos fóbicos produce respuestas de ansiedad. determinados estímulos produce
de forma automática respuestas de ansiedad. De forma conjunta, se pretende provocar una
respuesta automática de relajación que interfiera con el malestar del estímulo
aversivo.
Hay que explicarle qué son respuestas incompatibles y por qué si aparece una, no puede
aparecer la otra (como relajación y tensión), qué es una jerarquía de estímulos, qué es el
contracondicionamiento y la generalización en términos que pueda comprender.
Entrenamiento en relajación
Jerarquía de ansiedad
Práctica en imaginación
Una vez asegurado esto, se procederá la presentación de las situaciones que causan
ansiedad. Esta presentación puede ser en imaginación o bien en vivo. Se comenzará por la
situación que cause ansiedad cero y se irá subiendo por la jerarquía de ansiedad
gradualmente. Las primeras presentaciones se hacen de forma breve, pero se irá aumentando
cada vez más el tiempo de exposición. Al mismo tiempo que se presenta el ítem ansiógeno, se
ponen en marcha las estrategias de relajación que se han aprendido previamente para
interferir con la ansiedad y desaprender la respuesta ansiosa.
Además de su uso en fobias y trastornos de ansiedad, también puede ser adecuada para tratar
ansiedad a estímulos específicos sin que sean fóbicos. Por ejemplo en disfunciones
sexuales, alcoholismo, otras adicciones, parafilias o insomnio.
El proceso
Es fundamental exponerse de forma real o imaginaria a los estímulos que producen
emociones ansiógenas y cuantas más veces mejor. Se trata de no evitar nunca, de
enfrentarse pero armado de unos recursos que antes no se tenían pero que se pueden
aprender. Por eso es muy importante repetir, repetir y repetir. Llevando a cabo acercamientos
sistemáticos y progresivos (despacio pero sin pausa, poco a poco hasta que vaya perdiendo
fuerza el elemento ansiógeno) los cuales serán reforzados puntualmente, de modo que la
respuesta pierda poder ante dicha situación.
Podemos hacerlo repasando con la imaginación la exposición al estímulo que genera
ansiedad (por ej. cómo responder ante una situación o pensamiento ante los que sentimos
descontrolar o con gran malestar psicológico o fisiológico) y tras dominar la situación con la
imaginación (viéndonos por ej. a nosotros mismos respondiendo controladamente y de una
forma mucho más positiva y adaptativa) pasar posteriormente a practicar con la exposición
directa. Se trata de deshacer condicionamientos que provocan ansiedad y aprender otros más
positivos y adaptativos. Esto sirve para cualquier situación que pueda provocarnos ansiedad.
Los pasos son:
1. Relajar los músculos a voluntad (Relajación diferencial o progresiva).
2. Hacer una lista con todos los temores o situaciones ansiógenas.
3. Construir una jerarquía de escenas ansiógenas de menor a mayor intensidad de ansiedad.
4. Avanzar, a través de la imaginación o mediante enfrentamiento, con las situaciones
temidas de la jerarquía. Es importante que se practique la visualización para que la
situación se viva como muy real. No se pasará a una nueva situación ansiógena hasta no
haber logrado que la anterior situación de la jerarquía quede totalmente resuelta en cuanto a
la ansiedad vivida.
Técnica de inundación.
Inundación o terapia implosiva
La inundación o terapia implosiva es una terapia utilizada para el tratamiento de las
respuestas de ansiedad y las fobias. Se basa en el enfrentamiento directodel sujeto con el
estímulo o la situación que le provocan esa respuesta de ansiedad, evitando que la persona
escape. Para que esta terapia no resulte traumática primero se suele entrenar al sujeto
en técnicas de relajación, para que sea capaz de controlar las respuestas de ansiedad que
pueden aparecer al enfrentarse con el estímulo temido.
Esta técnica tiene la ventaja de conseguir resultados mucho más rápidos y espectaculares que
la desensibilización sistemática. Por el contrario, presenta algunas desventajas, como son:
Si el sujeto no está preparado, la situación puede resultarle extremadamente angustiosa y
desagradable.
Hay veces en las que el uso de esta terapia no será posible, ya sea por razones físicas (no
puedes someter a una persona a una tormenta con relámpagos a tu voluntad), éticas (no
puedes introducir a una persona aracnofóbica en una habitación llena de arañas)
o médicas (no puedes hacer que alguien con fobia a las enfermedades se ponga a recoger
jeringuillas usadas).
Si la persona está intentando superar la fobia por sí sola, le resultará muy difícil no huir de la
situación cuando su ansiedad llegue a niveles altos. Si escapa de la situación antes de que la
ansiedad se haya reducido, estará reforzando de nuevo su fobia.
Por estas razones, se recomienda que esta técnica se practique contando con la supervisión
de un profesional que valore en qué momento la persona está preparada para someterse a
cada situación, le acompañe y refuerce sus esfuerzos.
Creadores de la técnica:
Descripción de la técnica:
Ya que esta técnica no es gradual, se puede decir que no hay pasos específicos para
su realización pero se toman en cuenta algunos aspectos:
También:
Con la aplicación de esta técnica se espera que el paciente vaya habituándose a los
estímulos aversivos que se le presentan en cada sesión, para que después de un
número determinado de sesiones se dé la extinción de la ansiedad provocada por la
fobia y el paciente se comporte de manera relajada al estar en contacto con el
estímulo.
Técnicas de relajación
La relajación son un conjunto de técnicas psicológicas que tienen como objetivo reducir el
nivel de activación, “calmarnos”. Es habitual que también se utilice como una herramienta
para poder “desconectar” y parar nuestros pensamientos, y para dar un alto en nuestro ritmo
de vida.
Los problemas psicológicos producen en multitud de ocasiones altos niveles de activación y
malestar. Por este motivo, las técnicas de relajación son ampliamente utilizadas en la terapia
psicológica.
Las técnicas de relajación además, han demostrado su eficacia en multitud de estudios
empíricos. Esta eficacia se ha constatado tanto como técnica en determinados trastornos
psicológicos (como por ejemplo: ansiedad, fobias, trastorno de pánico y agorafobia,
entrenamiento en habilidades sociales, etc.), como un recurso personal eficaz para el
afrontamiento de las dificultades del día a día.
Respiración diafragmática
La técnica de respiración es una de las técnicas más conocidas de relajación. Como su
nombre indica, en esta técnica se va a trabajar mediante la respiración profunda o
diafragmática para disminuir nuestro nivel de activación. Es una técnica que muestra grandes
resultados y que permite una rápida reducción de la actividad fisiológica, además de la
posibilidad de aplicación en diferentes contextos.
Mindfulness
El mindfulness o atención plena es una de las técnicas de relajación más en boga en la
actualidad. Es una técnica proveniente del budismo que busca la relajación a través de la
regulación atencional y la contemplación no valorativa (sin juzgar). El aprendizaje de esa
técnica supone un entrenamiento no sólo en relajación, sino en una actitud vital que ayuda a
no centrar la atención en los estímulos que no generan estrés y a centrarse en el presente.
Fases
1. Durante las dos primeras semanas, se practicará cada día el tensar y después el relajar los 16
grupos de músculos.
2. En la tercera semana, el tiempo para relajarse se reduce.
3. Durante la cuarta semana, se aprende a relajarse directamente sin poner los músculos
previamente en tensión.
4. En la quinta y sexta semana se aprende a estar relajado mientras se hacen varias actividades
sentado y también mientras se está de pie y andando.
5. En la última semana, se práctica la relajación rápida muchas veces al día en situaciones no
estresantes.
6. Finalmente, se empieza a aplicar la relajación en situaciones provocadoras de ansiedad
empezando por aquellas situaciones que provocan menos ansiedad. Una vez que se consigue
disminuir la ansiedad en esta situación, se pasa a la siguiente.
Realización
Sentado en una butaca, con la cabeza apoyada, así como la espalda y los pies apoyados en el
suelo. Los brazos están relajados sobre los muslos.
Tumbado sobre una superficie dura, para tener apoyado todo el cuerpo y la cabeza
ligeramente elevada.
Postura del cochero, sentado en una silla, con el cuerpo inclinado hacia adelante, la cabeza
apoyada en el pecho y los brazos sobre las piernas.
Aplicación de la Relajación Progresiva de Jacobson
Ejemplo
Hoy en día está ampliamente aceptado que imaginamos constantemente. Sin embargo, la
imaginación más común está constituida por imágenes negativas de inseguridad, desconfianza
y orientadas hacia el fracaso y la enfermedad. Normalmente solemos anticipar e imaginar
consecuencias negativas pero nos cuesta mucho imaginar que todo va a salir bien o que vamos
a solventar un determinado problema. Ya sabéis que las emociones están precedidas y
acompañadas por imágenes. El estrés está creado por percepciones (pensamientos) e
imágenes negativas. Los pensamientos y visualizaciones positivas, hacen que el cerebro, a su
vez, fabrique sustancias para “sentirse bien”, por ejemplo, el neurotransmisor llamado
serotonina
En 1971, el doctor Carl Simonton, oncólogo y director médico del Centro de Consejo e
Investigación del Cáncer, en Texas, fue pionero en la utilización de visualizaciones junto con el
tratamiento médico tradicional. Enseñaba a sus pacientes a visualizar una batalla librándose
en sus cuerpos, en la cual los glóbulos blancos destruían las células malignas que encontraban.
Los pacientes imaginaban a continuación como iba desapareciendo el tumor y como
recobraban una salud radiante. Esto no significa que la visualización cure por sí misma este
tipo de enfermedades, pero poner en la mente imágenes creativas proporciona numerosos
beneficios, y en la actualidad es bien sabido que la visualización es efectiva para tratar el
stress, y las enfermedades físicas, entre ellas la migraña, los espasmos musculares y el dolor
crónico. Muchos investigadores han descubierto que desempeña un papel importante en
programas de tratamiento para un amplio abanico de enfermedades. También se ha
demostrado que la visualización mejora la memoria, desarrolla la confianza en uno mismo y
aumenta la actitud positiva.
La imaginación
Las técnicas de relajación basadas en la imaginación proponen la visualización mental de
situaciones, sensaciones y emociones como vehículo para alcanzar un estado de relajación. A
través de una serie de instrucciones verbales, se induce al organismo a experimentar
mentalmente estados de tranquilidad, sosiego y relajación mental. Está recomendada ante
síntomas físicos y cognitivos asociados al estrés, en la preparación para actividades que
requieren esfuerzo y afrontamiento de situaciones estresantes asociadas a estímulos
específicos y para la recuperación después de realizar actividades de afrontamiento.
La visualización es una herramienta muy útil para conseguir un mayor control de la mente, de
las emociones y del cuerpo así como para efectuar los cambios deseados del comportamiento.
Gracias a la visualización vamos a poder explorar nuestro marco de referencia, vamos a tomar
un poco de distancia para poder elegir lo que queremos guardar y lo que queremos cambiar.
Muchos de nuestros problemas residen en el miedo que tenemos a lo que no conocemos. Con
la visualización vamos a imaginarnos la situación que queramos cambiar y vamos a establecer
nuestros comportamientos. Es como una forma de practicar mentalmente y de enfrentarnos a
esas situaciones. De este modo, cuando llegue la situación real, estaremos más seguros y
sabremos mejor cómo actuar.
* Curación de enfermedades, más que curación yo diría que una ayuda importante para
optimizar los resultados de las técnicas médicas tradicionales.
CONSIDERACIONES
Las imágenes son particulares en cada sujeto, cada uno de nosotros tenemos nuestras
propias imágenes.
Hay que realizar un entrenamiento en imaginación previo si eres de las personas que
le cuesta imaginar.
La eficacia de estas técnicas va a depender del deseo, confianza y aceptación que
tengamos de ellas, y por supuesto, también de la práctica continuada.
Siempre debemos empezar realizando ejercicios de respiración profunda, tenemos
que empezar en un estado previo de relajación y tranquilidad.
Mantener los ojos cerrados e implicarse activamente en el ejercicio.
Una sesión de visualización debe finalizarse de modo gradual. Primero, se deja
deliberadamente que la imagen se desvanezca. Luego se vuelve a dirigir su atención
lentamente hacia la habitación en la que está tendido y, en su momento, abre los ojos.
Durante los pocos minutos siguientes da a sus extremidades un suave estiramiento y
luego reemprende la actividad normal.
ENTRENAMIENTO EN IMAGINACIÓN:
Algunas personas tienen mucha facilidad para visualizar, son aquellas que tienen la
costumbre de fantasear o que tienen gran imaginación, a otras personas, por el contrario, no
les es fácil poner imágenes en su mente. En consulta, normalmente cuando encontramos a un
paciente que presenta este problema, lo primero que hacemos es entrenarle en imaginación
mediante ejercicios con imágenes sencillas:
Vista: intenta imaginar durante unos 20 segundos cada una de estas imágenes:
Un roble.
Una forma: círculo, triángulo, cuadrado.
Un caracol.
Un velero.
Un botón.
Una trenza de cabello.
Oído: Imagina
El viento soplando por entre los árboles, a través de los juncos de un río, por entre las
sábanas de un alambre para tender la ropa.
El timbre de tu teléfono.
Diferentes personas diciendo tu nombre.
Cascos de caballo sobre distintas superficies: empedrado con guijarros, en arena dura,
barro profundo.
Escalas tocadas en un piano.
Tráfico arrancando.
Agua fluyendo a lo largo del lecho rocoso, las olas del mar, una cascada…
Olfato: Evocar lentamente uno por uno los siguientes olores:
Gusto: Imagina el gusto de: coles de Bruselas, higos, plátano, azúcar, chocolate, mayonesa,
uvas, pasta de dientes…
Temperatura:
Sentido cinestésico: este sentido es la percepción del movimiento y posición del cuerpo.
Siéntase llevando a cabo una forma de actividad como:
Nadar.
Correr sobre hierba.
Serrar madera.
Lanzar una pelota.
Ascender por una duna de arena.
Colgar un abrigo en un gancho.
Remover un jarabe.
Son ejercicios muy sencillos donde ya se integran todos los sentidos creando una especie de
“película mental”.
EJERCICIO DE LA NARANJA
A continuación, pensad en una naranja e intentad percibirla con los cinco sentidos:
VISUALIZACIÓN DE UN PAISAJE
Imagina que vas caminando por un prado de hierba muy verde situado entre altas
montañas nevadas.
Fíjate en las montañas a tu alrededor, son muy altas, y ves como contrasta el blanco de
la nieve con el intenso color azul del cielo. Es mediodía y encima de ti brilla un sol muy
radiante y luminoso. Mira el verde de la hierba, el blanco de la nieve de las montañas y
el azul del cielo.
La temperatura en ese lugar es muy agradable, no hace frío ni calor y sopla una
agradable brisa templada que roza delicadamente sobre la piel de tu cara.
Al caminar notas, ya que vas descalzo, el suave roce de la hierba bajo las plantas de tus
pies. Puedes percibir el tacto de la hierba algo húmedo y fresco.
Vas muy despacio deleitándote de todo lo que ves y sientes a tu alrededor.
Tienes una gran sensación de tranquilidad y paz.
Oyes el canto de los pájaros y los ves volar a tu alrededor.
Fíjate ahora en las plantas, hierbas y flores que hay a tu alrededor. Hay pequeñas
flores de colores muy vivos, blancas, amarillas, anaranjadas, azules….acércate a
olerlas. Corta una flor y acércala a la nariz. Huele su aroma mientras te concentras en
el color de sus pétalos.
Sigue caminando muy despacio, si ninguna prisa, disfrutando del paseo.
Mira los riachuelos de agua que bajan de las montañas formando pequeños arroyos,
donde las aguas saltan, corren, formando pequeñas cascadas y tranquilas pozas.
Concéntrate hasta que escuches el murmullo de las aguas………
Ahora te vas a acercar a un arroyo y vas a agacharte e introducir tus dos manos unidas
en el agua para recogerla y beber. Siente el frescor del agua en tus manos. Dirígelas a
la boca y bebe. Siente el agua fresca, pura, limpia y cristalina entrando en el interior de
tu cuerpo. Esa agua revitaliza a todo tu organismo y te sientes lleno de salud y
bienestar.
Sigue tu paseo y fíjate en una pequeña planta de menta, acércate y corta algunas hojas.
Mastícalas y percibe el fuerte sabor a menta en tu paladar. Concéntrate hasta notarlo
con total nitidez.
Finalmente vas a buscar un sitio ene se lugar donde poderte tumbar cómodamente.
Túmbate y descansa, cierra los ojos y percibe los ruidos, los olores, la
temperatura……….y descansa profundamente, muy profundamente……………
Busca un lugar tranquilo donde nadie te moleste, con una intensidad de iluminación baja, y
toma una postura cómoda. A continuación intenta recordar un lugar que conozcas bien y que
te transmita tranquilidad, en el que te sientas cómodo/a, con el mayor número de detalles y
utilizando todos los sentidos
Visualiza el sitio dónde estás: ¿Qué elementos hay? ¿Hay gente a tu alrededor? ¿Qué colores
puedes ver en el paisaje? Trata de experimentar sensaciones corporales: ¿Hace frío o calor?
¿Puedes notar el viento? Haz un esfuerzo y describe bien el lugar a través de tus sentidos: ¿Se
oye algo en esa escena? ¿Cuáles son los olores que hay a tu alrededor? Visualízate en el lugar,
tocando los elementos que hay a tu alrededor: ¿Qué textura tienen? Una vez que hayas vivido
todas las sensaciones abandona el lugar poco a poco, realizando 2 ó 3 respiraciones profundas
antes de salir completamente del estado de relajación.
Busca una posición cómoda, con los brazos a los lados del cuerpo, y las piernas siendo una
prolongación del vientre.
LUZ BLANCA
Ahora que estas tranquilo y relajado…………vamos a comenzar con la
visualización……………….trata de imaginar simplemente un foco de luz blanca sobre tu
cabeza………………como esos que se usan para iluminar las filmaciones………………
Es una luz blanca, brillante, casi dorada, que baña tu cuerpo pero que no te
deslumbra……………..Es como una lluvia de luz que cae sobre ti……………Puedes sentirla
cayendo sobre tu piel, entrando en tu cuerpo a través de los poros……metiéndose en los
músculos………….llegando hasta la médula de tus huesos………..
Esta luz produce un efecto limpiador, cuando pasa por tu cuerpo arrastra y se lleva consigo
toda la tensión muscular……….también se lleva todo sentimiento o emoción negativa como el
miedo, la angustia o las preocupaciones……………………..puedes ver y notar la lluvia de luz que
te baña desde tu cabeza y sale por tus pies llevándose con ella todas las impurezas……………
El día perfecto
En una posición relajada, con los ojos cerrados y respirando con suavidad.
Lentamente, en vuestra imaginación, abrís los ojos… Ahora mirad a vuestro alrededor… ¿Qué
aspecto tiene el dormitorio? ¿Hay alguien con vosotros? Poco a poco, sin esfuerzo, os levantáis
de la cama, os levantáis e iniciáis la rutina matinal en este día perfecto y sin estrés. ¿Adónde
habéis ido? ¿Estáis en el trabajo? ¿Estáis en casa? ¿Hay gente a vuestro alrededor? Mirad a
vuestro alrededor, muy lentamente… Os sentís a gusto, en paz… ¿Dónde estáis y qué hacéis?
Es la hora del almuerzo de este día perfecto y sin estrés. Mirad a vuestro alrededor, muy
lentamente… ¿Dónde coméis y con quién? Ahora es la tarde y aún os sentís tranquilos y
relajados, como si todo estuviera bien en el mundo. ¿Dónde estáis? ¿Qué hacéis? ¿Quién está a
vuestro lado, si es que hay alguien? Ha llegado la hora de la cena. ¿Qué coméis? ¿Estáis solos o
con otras personas?
Es la noche de este día perfecto, sereno y sin estrés… ¿Qué hacéis a esta hora? ¿Qué hay a
vuestro alrededor? ¿Quién hay a vuestro alrededor?
Por último es la hora de acostarse. Os sentís satisfechos y en paz… Estáis en la cama, con los
ojos cerrados, y percibís una sensación cálida, pesada y sosegada… Gradualmente, conciliáis el
sueño, mientras reflexionáis sobre lo que habéis visto y experimentado durante este día
perfecto y sin estrés…
Una música agradable y un poco de incienso pueden ser utilizados para favorecer tu
relajación.
Visualiza que las dos puertas están abiertas y cómo los pensamientos que entran por la puerta
de la izquierda se van por la puerta de la derecha.
Centra tu atención en los que todavía están en tu mente y vete despidiéndolos y observando
cómo van saliendo de ti por la puerta de la derecha.
Cuando haya salido el último pensamiento, cierra la puerta de la derecha. Así, ahora tu
cerebro es una habitación vacía que está a oscuras.
No hay pensamientos, no hay nada. Mantén el estado de vacío mental todo lo que te sea
posible, y si lo haces para poder dormir bien, déjate dormir con esa sensación.
Es en este punto es donde los autores (Schwartz y Haynes, 1974), proponen la inclusión
de instrucciones autógenas para consolidar el proceso de relajación:
Estás muy relajado, sientes que tus músculos se han vuelto pesados y notas un agradable calor
en ellos… Siente lo agradable que es ese calor y como tus músculos se relajan todavía más…
Al final la técnica finaliza con instrucciones para relajar todo el cuerpo y además se incluye
el control sobre la respiración:
Nota todo tu cuerpo relajado, muy, muy tranquilo. Deja tus pies…, tus piernas…, tu
estómago…, tu pecho…, tu espalda…, tus hombros…, tus brazos…, tu cuello…, tu cara…, muy,
muy relajados. Deja que tu respiración lleve su propio ritmo monótono, tranquilo. Déjate
llevar por este estado de tranquilidad… Todas las partes de tu cuerpo están muy relajadas,
muy cálidas, muy pesadas…
Finalmente comentar que el tono de voz suele ser más lento y pausado que el de la
relajación progresiva pero sin llegara a adquirir tonos hipnóticos.
Si aplicamos esta técnica a niños o personas con dificultades debemos evitar pasar de un
grupo muscular a otro si no se consigue un mínimo de relajación en el grupo previo. Recordad
que hay que adaptarse a la edad y características de cada persona.
Relajación Autógena
En esta Guía conocerás la Relajación Autógena de Schultz para relajar cuerpo y mente a través de las
sensaciones de peso y calor. Consta de 6 Ejercicios repartidos en 6 zonas corporales. Podrás
también descargar una Relajación Global basada en estos 6 ejercicios.
1. INTRODUCCIÓN Y ORIGEN DE LA RELAJACIÓN AUTÓGENA
El método de relajación que te traigo fue desarrollado por el neuropsiquiatra J.H. Schultz.
Concibe a la persona como una unidad donde el cuerpo y la mente están unidos.
La relajación autógena hace un recorrido por el interior de nuestro cuerpo a través de una
serie de ejercicios que llevan un orden y una dirección. Estos ejercicios están basados
en percibir las sensaciones de peso y calor, tomar conciencia de nuestro ritmo cardiaco y
respiratorio, percibir el calor en nuestra zona abdominal y percibir frescor en nuestra cabeza.
Vogt observó que había pacientes que eran capaces por sí mismos de llegar a un estado
hipnótico o hipnoide, concentrándose en sensaciones de peso y calor. Parece ser que estas
sensaciones están asociadas a ese estado. También se vio que la práctica regular de ejercicios
mentales de este tipo tiene efectos en la reducción de la fatiga y la tensión nerviosa.
Schultz pensaba que era necesario un entrenamiento de cada uno de los ejercicios y el
dominio adecuado de cada uno de ellos para llegar a un estado de relajación profunda.
RECUERDA realizar los ejercicios de relajación en un ambiente tranquilo, sin ruidos, con ropa
cómoda, sin distracciones, con una temperatura adecuada y una luz tenue.
Podemos practicar esta Relajación Autógena a través de tres tipos de posiciones, puedes
elegir la que quieras:
Comienza por el primer ejercicio, practícalo una semana todos los días en dos ocasiones
para pasar al siguiente ejercicio y así sucesivamente. Ten presente que son ejercicios
sencillos y cortos como verás a continuación y su práctica diaria te generará grandes
beneficios. Además no hay prisa estamos aprendiendo.
Una vez domines cada ejercicio puedes pasar a una fase siguiente, donde incluyes también el
brazo izquierdo, la pierna derecha y la pierna izquierda. Simplemente has de seguir los
mismos pasos.
Una vez te hayas familiarizado con estos 6 ejercicios te propongo una relajación global que
incluye las 6 zonas corporales para que alcances un estado de relajación profunda. Recuerda
primero practicar cada ejercicio por separado. A continuación podrás VER y DESCARGAR
el Entrenamiento Autógeno de T. Carnwath y D. Miller(siguiendo el patrón inicial
propuesto por J.H. Schultz).
La respuesta de relajación.
Descansar, después de un día agotador en el sofá, leer un libro, escuchar música o dormir, no
implica que se ponga en marcha la respuesta de relajación; esta actividad puede ayudar pero
no permite eliminar por completo la activación producida por el estrés. No es lo mismo
realizar actividades relajantes que activar la respuesta de relajación. Se requiere
entrenamiento y práctica para poder activarla porque no es automática.
Practicar este ejercicio es muy beneficioso para las personas que tienen dolor crónico,
dificultades para dormir, ansiedad, fatiga, enfermedades autoinmunes, dolor de cabeza
o enfermedades por estrés, entre otras.
La práctica regular de técnicas que activen la respuesta de relajación, dificulta que el sistema
nervioso simpático se altere cuando interpretamos que alguna situación nos pone en alerta o
bien por factores externos. Como consecuencia, se produce un descenso de la presión
sanguínea, de la frecuencia cardíaca y respiratoria y, al mantener nuestro cuerpo con una
menor activación, se disminuye el riesgo de contraer enfermedades de tipo
psicofisiológicas y psicológicas. Además, puede aumentar la capacidad para afrontar las
situaciones difíciles de la vida diaria.
Una variedad de enfoques provocan la respuesta de relajación, entre los que se puede
destacar: diversas formas de meditación (como la atención plena o el mindfulness), la
relajación muscular progresiva, el Biofeedback, ejercicios de respiración, la imaginación
guiada, hipnosis, visualización.
Centra tu mente en repetir una frase corta o palabra cada vez que espires (puedes
contar “uno” al inspirar y “dos” al espirar, o si prefieres, decir una palabra que te
reconforte como “relax” o “paz”). Mantén esa palabra, no la cambies.
Al finalizar, abre tus ojos y cambia de posición poco a poco hasta levantarte.
Estrategias de afrontamiento
Se han ido sucediendo, a lo largo de las últimas décadas, los estudios destinados a descubrir cuales son las estrategias
genéricas de afrontamiento: Rippere* (1977), Coyne y cols., (1981), WOC (Escala de Modos de Afrontamiento, de
Folkman y Lazarus, 1985), Moos (1988), COPE (Inventario de Respuestas de Afrontamiento, de Carver, Scheier y
Weintraub, 1989), CSI (Inventario de Estrategias de Afrontamiento, de Tobin, Holroyd, Reynolds y Kigal, 1989,
adaptación española de Cano, Rodríguez y García, 2006), Frydenberg y Lewis (1996), CID* (Inventario de Afrontamiento
de Depresión, de Vázquez y Ring, 1996) * Estos dos estudios analizan sólo cómo la gente afronta una situación anímica
negativa.
Aquí les aporto una integración y descripción de las estrategias que se han ido proponiendo por éstos diversos estudios (en
algún caso hay nombres diferentes para lo que se puede considerar la misma estrategia), más alguna propuesta personal,
tomando como criterio de orden los dominios de afrontamiento cognitivo, afectivo y conductual, haciendo caso omiso
(respecto al orden) de la calificación activo/pasivo-evitativo, por ser poco precisa (basada en un “voluntarismo”, o bien en
problemas simples ajenos a la complejidad real de la vida), teniendo en cuenta que habría que calificar una estrategia de
una u otra forma en función de su efectividad para afrontar una determinada situación o problema.
Imaginen, por ejemplo, una partida de ajedrez donde se llega a una posición (situación) muy compleja, que requiere, para
su comprensión, un análisis profundo de variantes. Imaginen que, no obstante, el jugador al que le toca mover (que no es
Viswanathan Anand, el genio hindú de prodigiosa intuición, excampeón del mundo), realiza su movimiento en pocos
segundos, con fuerte convicción y gesto desafiante, tras lo cual levanta la mirada buscando la complicidad de algún
espectador, esbozando media sonrisa. Ésta conducta podría calificarse de “activa” por una persona no entendida en ajedez
(correspondería a un afrontamiento directo). Sin embargo, como pueden imaginar, la seguridad subjetiva y la impulsividad
conductual, no tendría en éste caso un final feliz. Es fácil comprender, para un aficionado al ajedrez, que aquí la respuesta
más activa era el análisis exhaustivo de variantes, que implicaría autocontrol emocional, postergación de la respuesta,
planificación y anticipación.
Afrontamiento cognitivo
Buscar un significado al suceso (comprenderlo), valorarlo de manera que resulte menos aversivo, o enfrentarlo
mentalmente.
“Cuando el cliente experimenta la actitud de aceptación que el terapeuta tiene hacia él, es capaz de asumir y experimentar
esta misma actitud hacia sí mismo. Luego, cuando comienza a aceptarse, respetarse y amarse a sí mismo, es capaz de
experimentar estas actitudes hacia los demás” (Carl Rogers).
La actitud de aceptación (incondicional) implica una superación del amor condicionado (aceptación condicionada) de la
infancia: “Te quiero si (a condición de que)...”. Ver en Lecturas La Aceptación
Anticipación
Anticipar problemas o situaciones conflictivas posibles, considerando las reacciones emocionales y las respuestas o
soluciones alternativas. La idea es evitar un estado de preocupación (ansiedad) presente, e inmunizarse para una situación
futura posible, a semejanza del objetivo preventivo de las vacunas; pero, en éste caso, sin nocividad posible, puesto que no
alteran el cuerpo.
Humor
El sentido del humor permite afrontar conflictos, o situaciones potencialmente angustiantes, de forma humorística,
acentuando los aspectos cómicos o irónicos.
En otros casos, una expresión de humor (por ejemplo, un chiste) es una formación de compromiso (forma que adopta lo
reprimido para ser admitido en lo consciente; a semejanza del síntoma, los lapsus o los sueños) en la que se satisfacen, a la
vez, el deseo inconsciente y las exigencias defensivas. Respecto a algunas personas, usted podría tener como primera
impresión la de una permanente amabilidad y felicidad, porque siempre están riendo; pero ya saben, las apariencias
engañan:
- Una especie de risa falsa al final de cada frase, puede tener el efecto psicológico subliminal de decir al oyente: "Estoy
realmente atemorizado por los conflictos; así que, por favor, no tome en serio todo lo que digo, no sea que se ofenda y se
encare conmigo".
- La risa puede encubrir un impulso agresivo: “Vaya, casi le derramo el café encima (seguido de una risa)”. Esta persona
podría tener mucho resentimiento residual desde la infancia, por la forma en que los padres lo (mal)trataron, por lo que
causar ahora sufrimiento a alguien proporciona una satisfacción inconsciente por las injusticias sufridas de niño. Así pues,
su risa revela la verdad: estaría inconscientemente encantado de derramar el café sobre usted.
Planificación (planeamiento)
Pensar y estudiar el problema, analizando los diferentes puntos de vista u opciones, y desarrollar estrategias para
solucionarlo
La Metafísica esotérica es la ciencia que va “más allá de la Física”, y que se ocupa de “lo invisible y sin forma”. Se divide
en 3 campos de estudio: Ontología, que estudia el Ser (“Yo Soy”), Teología, que estudia a Dios en manifestación (“Yo
Soy el que Soy”), y Gnoseología, que estudia el conocimiento en sí mismo (“Yo sé lo que Soy”).
Preocupación
Se trata de una preocupación (improductiva) por la felicidad futura (“Preocuparme por lo que está pasando”), relacionada
con la afectividad negativa (tendencia a estar angustiado, a preocuparse, al pesimismo, y a estados de infelicidad o
depresivos). Ver Personalidad y enfermedad/Personalidad tipo D
Reevaluación positiva
Modificar el significado de la situación estresante, especialmente atendiendo a los posibles aspectos positivos que tenga, o
haya tenido (fijarse en lo positivo), que expresa optimismo, y una tendencia a ver el lado positivo de las cosas y
considerarse afortunado. Por ejemplo, considerar el problema de forma relativa, y como un estímulo para el desarrollo
personal.
Afrontamiento afectivo
Centrarse en mantener el equilibrio afectivo, o aminorar el impacto emocional de la situación estresante.
Agresión pasiva
Expresión de agresividad hacia los demás de forma indirecta y no asertiva. Muchas veces se da como respuesta a una
demanda de acción o desempeño independiente, o a la falta de satisfacción de deseos de independencia, pero puede ser
adaptativo para personas en situaciones de subordinación, donde la comunicación directa y asertiva está castigada, por lo
que no es posible expresar asertividad de una forma más abierta (un subordinado respecto a su jefe, relaciones de abusos o
maltrato).
Hostilidad o resentimiento latente hacia los demás (a menudo ira hacia el padre)
Aquí la agresión pasiva se entiende como mecanismo de defensa, ya que la agresividad se ha desvinculado de su motivo o
de su objeto, pudiendo haber conciencia o no del sentimiento (ver Mecanismos de Defensa/Represión/Afecto).
- "Lo siento muchísimo, perdóname, pero es que el autobús llegó tarde" (sobre todo si lo dice una persona muy habituada
a llegar tarde).
Quejas y rechazo de ayuda (DSM IV TR)
Expresión de quejas o demandas repetidas de ayuda (referidas a síntomas físicos o psicológicos, o problemas de la vida
diaria), seguidas por el rechazo a cualquier sugerencia, consejo u ofrecimiento de ayuda.
- Un cliente potencial de psicoterapia realiza la primera sesión, que es gratuita, en la que se recrea ampliamente, centrado
en sus problemas, y más allá del tiempo establecido para una sesión de encuadre. Al final de la sesión, le dice al psicólogo
que “se tiene que pensar” si hacer psicoterapia, porque la consulta está bastante lejos de su casa, y, a lo mejor, lo "único"
que tiene que hacer es “quererse más a sí mismo”.
Apoyo social
Acudir a otras personas cercanas (pareja, familiares, amigos), organizaciones (peticiones) o grupos (organizando o
formando parte de ellos), profesionales (abogados, psicólogos, sanadores, etc.) o líderes espirituales, para buscar apoyo
instrumental (por ejemplo, dinero), información, apoyo emocional o apoyo espiritual (donde el fenómeno más saliente es
el de la sugestión). Implica compartir los problemas con otros, pero sin tratar de hacerles responsables de ellos (sin culpar
a los que nos ayudan o apoyan - Afiliación, DSM IV TR-).
Es curioso, aunque no sorprendente (por la fuerza expresiva de la palabra escrita, como queda demostrado por la
efectividad de la Psicoterapia Online), que el uso de un diario, en el que se detallen por escrito las preocupaciones,
mejora de manera significativa el funcionamiento inmunológico en diversas variables de los sujetos (Pennebaker y cols.,
1988).
La retirada de la interacción con el mundo (retirada apática), en lugar de hacer frente a los problemas y retos con la
adopción de acciones eficaces, es un componente clave de todas las adicciones. El sentimiento de falta de amor verdadero
de los padres, lleva a recurrir (induce) a la autosatisfacción a través de sustancias (por ejemplo, drogas), conductas (por
ejemplo, ludopatías), o el propio cuerpo (por ejemplo, adicción al sexo) con lo que se evita dar amor verdadero a otros.
Supresión
Consiste en la evitación intencional de ideas, recuerdos (pensar en problemas), deseos, sentimientos, impulsos o
experiencias que son desagradables (que producen malestar). Es un mecanismo consciente que tendría lugar a nivel de la
“segunda censura”, que Freud sitúa entre el consciente y el preconsciente. Es una exclusión fuera del campo de conciencia
actual, y donde desempeñan una función primordial las motivaciones morales. El contenido suprimido se convierte en
preconsciente y no en inconsciente (es la acepción más frecuente, existente desde “La interpretación de los sueños”,
1900). El afecto no es transpuesto al inconsciente (no puede hablarse en rigor de afecto inconsciente), sino inhibido,
abolido (sentido que se encuentra, sobre todo, en la teoría freudiana de la represión: sólo corresponde en el sistema
inconsciente “... a un rudimento que no ha llegado a desarrollarse”). Ver Mecanismos de Defensa/Represión/Afecto
La vida en sociedad a veces requiere que el individuo aplace la satisfacción de sus necesidades. Una persona puede estar
convencida de que, para evitar males mayores, debe postergar, quizá indefinidamente, la expresión de una conducta
(verbal, motriz, etc.) y, por tanto, la satisfacción de la necesidad percibida que subyace a la misma.
. - Un ejemplo de supresión es cuando una persona inhibe pensamientos sexuales (hay una necesidad sexual percibida)
cuando interactúa con compañeros de trabajo atractivos, para no poner en riesgo su puesto de trabajo, y, por tanto, su
fuente de ingresos y su nivel de vida (que es un mal mayor).
Método de autocontrol.
Afrontamiento conductual
Afrontar la situación estresante de forma directa, a través de un proceso que optimice el resultado, o bien no reaccionar de
ninguna manera, ni empleando ninguna estrategia de las anteriores.
Técnicas de autocontrol
El autocontrol es un dominio de los pensamientos, emociones y acciones para experimentar bienestar y
satisfacción la mayor parte del tiempo.
Técnicas de autocontrol.
Método de autoinstrucciones.
Entrenamiento en Autoinstrucciones
May
31
Las autoinstrucciones nacen en los años 60 de la idea de Donald Meichenbaum de
asociar la técnica de solución de problemas en el modelo de Aleksandr Lúria, que
reconoce el lenguaje interno como “director y controlador “del comportamiento.
La mayoría de niños hacen este proceso de manera automática, pero los niños con
dificultades lo han de aprender, la han de entrenar. Desde las primeras aplicaciones de
las autoinstrucciones, que se hicieron en niños hiperactivos, se ha puesto de
manifiesto la eficacia de esta técnica aplicada al tratamiento de niños impulsivos, con
déficit atencional, con falta de autocontrol, con trastornos de ansiedad y con
dificultades de aprendizaje en general.
II. Guía externa en voz alta: El niño lleva a cabo la misma tarea propuesta por el adulto
mientras este verbaliza las instrucciones.
Podemos encontrarnos en un aula donde la mayoría seguirán, a simple vista, un mismo ritmo. Pero también
nos encontraremos con algunos niños y niñas con un ritmo diferente al que deberemos adecuarnos para poder
ayudarles a impulsarse en su proceso de enseñanza y aprendizaje.
En este artículo quiero centrarme en esos niños con un ritmo de aprendizaje diferente, concretamente en los
niños y niñas con dificultades específicas de aprendizaje.
Dentro del ámbito pedagógico este déficit puede parecer un impedimento fácil de salvar si se trabaja
adecuadamente, pero cabe destacar que no por ser fácil no vaya a ser crucial trabajarlo desde edades
tempranas.
Ya que en apariencia este déficit en funciones ejecutivas puede parecer algo simple y superficial, hay que
tener muy en cuenta la manera tan arraigada en que puede afectar a los procesos de desarrollo integral de
los niños, llevándoles a la frustración personal, a un desajuste emocional y a un posible futuro de abandono
escolar.
Las funciones ejecutivas abarcan una serie de procesos cognitivos básicos y de gran necesidad de ser
integrados adecuadamente por las personas, como son la memoria de trabajo que nos permite manipular la
información en nuestra mente, el razonamiento que nos permite elaborar inferencias, la planificación en
general, la flexibilidad que nos permite crear estrategias eventualizadas, la toma de decisiones, el
seguimiento en multitarea…etc.
Todos estos procesos conforman un cómputo que afecta de forma directa en la generación y regulación de
conductasenfocadas a una práctica efectiva y adecuada con la finalidad de alcanzar una serie de objetivos.
Si alguno o algunos de estos procesos fallan en su ejecución, entonces falla la cadena de funciones
cognitivas y la tarea a realizar tiende a tener una ejecución frustrada o errada.
Pero, ¿qué pasa cuando alguna de estas pautas falla? Pues, sucede que resulta dificultoso alcanzar el
objetivo final, en este caso adquirir ese conocimiento. En el momento en que el niño tiene dificultades en la
lectura, en la recreación de razonamientos lógicos que le lleven a una mayor comprensión o en la realización
de tareas alternativas, es entonces cuando el objetivo final se aleja bastante de lo deseado.
Cabe destacar que además de efectos negativos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, también
podemos evidenciar problemas importantes en el proceso de desarrollo emocional y conductual del niño
o la niña en cuestión. Es entonces cuando aparecen una serie de conductas muy concretas como respuesta
a esa frustración debida a la dificultad de llevar a cabo tareas simples de manera continuada.
Estas conductas las podemos observar a través de una impulsividad en la realización de tareas como método
para atajar el problema, problemas de atención y concentración, conductas de evitación hacia el aprendizaje,
berrinches, enfados, sentimientos de incomprensión hacia el entorno directo…etc.
Es muy importante comprender que estas conductas son respuestas emocionales directas debidas a la
frustración interna que supone el hecho de no ser capaz de planificar tareas simples.
Si además nos paramos a pensar en el enfoque tan competitivo que suele generalizarse en la escuela de hoy
en día, este déficit en las funciones ejecutivas puede convertirse a corto plazo en un gran impedimento en el
desarrollo personal de un niño.
La primera pauta consiste en que el maestro o el profesional a cargo actúe como un modelo para el niño,
mostrándole la forma en que de manera oral puede ser capaz de hablarse a si mismo indicándose qué es lo que
está haciendo exactamente en ese momento.
La segunda pauta está basada en la repetición del modelo por parte del niño en cuestión. Es aquí donde el niño debe
repetir la misma acción realizada por el guía mientras el propio guía relata en voz alta (como anteriormente) lo que
está realizando, modelando la tarea si fuese necesario.
Durante la tercera pauta el niño debe repetir la misma tarea, pero en esta ocasión debe ser él mismo quien repite en
voz alta la instrucción en sí misma.
En la cuarta pauta el niño repite la misma tarea y repite la instrucción, solo que esta vez debe hacerlo en una voz
más baja.
Finalmente, en la quinta pauta y una vez haya adquirido la estrategia, el niño debe repetir la tarea en silencio,
realizando las propias autoinstrucciones de manera interna.
Otra forma de llevar a cabo este entrenamiento basado en autoinstrucciones puede ser acompañando el
refuerzo verbal con refuerzos visuales o quinestésicos. Considero, que el tipo de refuerzo debe der ir
siempre razonado según el perfil sensorial del niño o la niña en cuestión con quien trabajemos, y según
sus necesidades de refuerzo.
La hora de preocuparse
Cuando pensamos mucho en nuestras preocupaciones y no paramos de hablar de ellas, lo
queestamos haciendo es ayudarlas a crecer, (lo mismo que pasa con una tomatera si la
cuidamos yla regamos). Por el contrario, si no cuidas la tomatera; no la riegas y no te ocupas
de ella pronto empezará a marchitarse y acabará secándose. Lo mismo pasa con las
preocupaciones: si no gastamos mucho tiempo en ellas empezarán a hacerse cada vez más
pequeñas hastadesaparecer.
Si eres una persona que se preocupa mucho por cosas pequeñas puedes intentar poner
untiempo al que llamamos: la hora de preocuparse. Durante este tiempo, que durará unos
15minutos, podrás pensar todo lo que quieras en tus preocupaciones. Hay sólo una norma
muy importante, si alguna preocupación intenta molestarte en cualquier otro momento del
día, deberás evitar pensar en ella o hablar de ella hasta que sea la hora de preocuparse.
Si una preocupación se mete en tu cabeza y no es la hora piensa en una caja fuerte. Cierra
losojos para que puedas imaginar cómo es esa caja; tiene que tener una tapa y una
cerradura muy segura. Después, tendrás que pensar que metes tu preocupación en la caja y la
cierrascompletamente. Ya sabes que podrás pensar en tus preocupaciones cuando sea la hora,
peropor el momento déjala encerrada en la caja y ocúpate de otra cosa. Es posible que a veces
te cueste esperar, pero es lo mejor porque hablar sobre las preocupaciones una y otra vez o
contestar a cada pregunta que se te ocurre sobre el tema es como estar todo el día regando la
tomatera. Lo único que se consigue es que las preocupaciones crezcan mucho más.
Distracción cognitiva
Las distracciones, que habitualmente valoramos como algo negativo en la
v i d a cotidiana, surgen de la capacidad que tenemos de cambiar un foco de atención
por otro, en principio, de manera involuntaria.La técnica de la distracción cognitiva
pretende que de manera voluntaria seamos capaces de romper con el pensamiento que nos crea
la ansiedad.
1) Con distracción: ponte a hacer una tarea, ya sea mental o motora, que te distraiga y te
absorba lo suficiente: contar, cantar, hablar con alguien, cocinar, pasear… Cada uno sabemos lo que
nos gusta y no distrae. También puedes consultar una guía de actividades distractoras.
2) Con pensamientos positivos: Puedes empezar a decirte mensajes que te sean agradables y
reconfortantes, o incluso crearte tus propias afirmaciones y repetírtelas una y otra vez, del tipo:
“Toda va bien” “No pasa nada, todo se soluciona” “Cuando llegue el momento lo sabré resolver”…
Es una técnica realmente fácil y valiosa, y aunque a priori no lo parezca por su simpleza,
funciona de verdad. Sólo requiere entrenamiento y dedicación.
Hay que tener en cuenta el papel de las emociones en la solución de problemas sociales, pues las
respuestas emocionales pueden facilitar o inhibir la ejecución de la solución de problemas. Por
tanto, el conocimiento y control de las respuestas emocionales es importante para una eficiente y
efectiva ejecución de las soluciones. En ese sentido, pueden servir de ayuda las técnicas de
relajación como estrategia de control de la activación.
El procedimiento básico a seguir para la solución de problemas está basado en la formulación
original de D´Zurilla y Goldfried, en el cual se dan 5 etapas:
La asertividad? Técnicas de
entrenamiento en asertividad
La asertividad es un término psicológico que define una forma de comportamiento social
que favorece que nuestras relaciones sean cordiales, pero sin por ello dejarnos llevar por
la pasividad o el “dejarnos pisar”. Si sabemos mantener una conducta asertiva, podremos
mantener nuestras opiniones y creencias delante de los demás con corrección y aceptando
también las de los otros.
Para muchos la forma de interaccionar con los demás puede convertirse en una fuente
considerable de estrés en la vida. El entrenamiento asertivo permite reducir ese estrés,
enseñando a defender los legítimos derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido. Cuando
se es una persona asertiva hay una mayor relajación en las relaciones interpersonales.
La aserción implica tener respeto hacia uno mismo al expresar necesidades propias y
defender los propios derechos y respeto hacia los derechos y necesidades de las otras
personas. Las personas tienen que reconocer también cuáles son sus responsabilidades en
esa situación y qué consecuencias resultan de la expresión de sus sentimientos. La conducta
asertiva no tiene siempre como resultado la ausencia de conflicto entre las dos partes; pero su
objetivo es la potenciación de las consecuencias favorables y la minimización de las
desfavorables.
Una conducta pasiva es aquella en la que sentimos que se han transgredido de algún modo
los propios derechos y no somos capaces de expresar abiertamente nuestros
sentimientos, pensamientos y opiniones, o al expresarlos lo hacemos de una manera
autoderrotista, con disculpas y con falta de confianza, de tal modo que los demás no nos
suelen hacer caso.
La no aserción por pasividad muestra una falta de respeto hacia las propias necesidades. En
un inicio tomamos este camino para apaciguar a los demás y el evitar conflictos a toda costa,
pero a la larga lo que causa es sensación de perder identidad, resentimiento hacia uno mismo
y hacia los demás, y decepción. Comportarse de este modo en una situación puede dar como
resultado una serie de consecuencias no deseables tanto para la persona que está
comportándose de manera no asertiva como para la persona con la que está interactuando. La
probabilidad de que la persona no asertiva satisfaga sus necesidades o de que sean entendidas
sus opiniones se encuentra sustancialmente reducida debido a la falta de comunicación o a la
comunicación indirecta o incompleta.
La persona que actúa así se puede sentir a menudo incomprendida, no tomada en cuenta
y manipulada. Además, puede sentirse molesta respecto al resultado de la situación o
volverse hostil o irritable hacia las otras personas. Después de varias situaciones en las que un
individuo ha sido no asertivo, es probable que termine por estallar. Hay un límite respecto a la
cantidad de frustración que un individuo puede almacenar dentro de sí mismo. El que recibe
la conducta no asertiva puede experimentar también una variedad de consecuencias
desfavorables; tener que inferir constantemente lo que está realmente diciendo la otra
persona o tener que leer los pensamientos de la otra persona es una tarea difícil y
abrumadora que puede dar lugar a sentimientos de frustración, molestia o incluso ira hacia la
persona que se está comportando de forma no asertiva.
Las víctimas de las personas agresivas acaban, más tarde o más temprano, por sentir
resentimiento y por evitarlas. El objetivo habitual de la agresión es la dominación de las
otras personas. La victoria se asegura por medio de la humillación y la degradación. Se trata
en último término de que los demás se hagan más débiles y menos capaces de expresar y
defender sus derechos y necesidades. La conducta agresiva es reflejo a menudo de una
conducta ambiciosa, que intenta conseguir los objetivos a cualquier precio, incluso si eso
supone transgredir las normas éticas y vulnerar los derechos de los demás. La conducta
agresiva puede traer como resultado a corto plazo consecuencias favorables, como
una expresión emocional satisfactoria, un sentimiento de poder y la consecución de los
objetivos deseados. No obstante, pueden surgir sentimientos de culpa, una enérgica
contraagresión directa en forma de un ataque verbal o físico por parte de los demás o una
contraagresión indirecta bajo la forma de una réplica sarcástica o de una mirada desafiante.
Las consecuencias a largo plazo de este tipo de conductas son siempre negativas.
1. Sólo yo tengo derecho a intentar conseguir mis objetivos y a defender mis derechos.
2. Sólo yo merezco ser respetado (en esta circunstancia , aquí, etc.) porque yo soy.. y
los demás son.. (o no son..), y, por tanto, no merecen mi respeto.
3. Sólo yo tengo derecho a pedirle ayuda y los demás no pueden negarse. Sólo yo
puedo negarme a prestar ayuda.
4. Sólo yo tengo derecho a sentirme… y a decírselo a … cómo se sientan ellos/ellas es
su problema, a mí no me importa en absoluto.
5. Sólo yo tengo derecho a opinar sobre… los demás no lo tienen porque…
6. Sólo yo puedo equivocarme, y no me importan las consecuencias que tengan mis
actos u opiniones; para algo soy el/la…
Los derechos asertivos han sido elaborados para que todos tomemos consciencia de que,
como personas, nos merecemos una serie de cosas, las cuales estamos en disposición de
defender frente a los demás, para así mantener nuestra identidad y nuestra autoestima
positiva.
Conseguir que todos los hechos y puntos estén aclarados con antelación, confeccionando
notas de referencia si la situación lo permite. Esto ahorra tiempo, produce confianza y puede
disminuir la intimidación por parte de los demás.
Ser educado
Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás vean al individuo
débil, histérico y con una baja credibilidad. Hay que recordar que se deben tomar en
consideración los puntos de vista de los demás y comunicarles que se entiende su punto
de vista. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar la calma y
educada, pero firmemente, exponer la opinión propia.
No se debe pedir excusas, a menos que sea necesario hacerlo. Si se reservan las disculpas
para cuando sean apropiadas, no se disminuirá ni su valor ni el propio, y los demás
tomarán al individuo en serio para otros asuntos.
Son un conjunto de técnicas que nos permiten realizar conductas asertivas cuando tenemos
dificultad en que éstas nos salgan de forma instintiva o natural.
Disco rayado
Consiste en la repetición ecuánime de una frase que exprese claramente lo que deseamos de la
otra persona. Esta conducta asertiva nos permite insistir en nuestros legítimos deseos sin caer
en trampas verbales o artimañas manipuladoras del interlocutor y sin dejarnos desviar del
tema que nos importa, hasta lograr nuestro objetivo.
Asertividad positiva
Esta forma de conducta asertiva consiste en expresar auténtico afecto y aprecio por otras
personas. La asertividad positiva supone que uno se mantiene atento a lo bueno y valioso que
hay en los demás y, habiéndose dado cuenta de ello, la persona asertiva está dispuesta a
reconocer generosamente eso bueno y valioso y a comunicarlo de manera verbal o no-verbal.
La aserción negativa
La aserción negativa tiene que ver con el hecho de que todos cometemos errores. Con esta
técnica hacemos primero una autocrítica real sobre nosotros, lo cual generará en el otro una
reacción menos agresiva cuando posteriormente hagamos una crítica (observación
constructiva) a nuestro interlocutor, para seguir adelante con las propias reivindicaciones.
Asertividad empática
Asertividad progresiva
Asertividad confrontativa
Banco de niebla
Otra técnica sugerida por algunos es el Banco de Niebla, que consisten en encontrar algún
punto limitado de verdad en el que puedes estar de acuerdo con lo que tu antagonista está
diciendo. Dicho expresamente, puedes estar de acuerdo en parte o de acuerdo en principio.
Interrogación negativa
Responde a los síntomas de ansiedad que puedas sentir con acercamiento y no con
huida o evitación.
Ten presente dónde te encuentras y no pienses que estás en algún otro lugar.
Saluda a la gente de una forma adecuada y con una mirada a los ojos.
Escucha atentamente a la gente y elabora mentalmente una lista de posibles temas de
conversación.
Muestra que quieres hablar. Puede ser bueno hacerlo inicialmente con alguna
pregunta (ya que concentra la atención en la persona que realiza la pregunta y en la
que se espera que responda).
Habla alto y claro, con una entonación adecuada. No susurres.
Intenta soportar algunos silencios sin ponerte nervioso/a.
Espera señales de los demás para decidirte dónde sentarte, cuándo tomar una copa o
de qué se va a hablar.
Aprende a tolerar críticas.
El origen de este enfoque radica en una terapia de reestructuración, la Terapia Racional Emotiva
Conductual (TREC), que fue desarrollado por Albert Ellis en 1955. Los principios básicos detrás de la
terapia cognitiva sin embargo están detrás de la obra del psiquiatra americano, Aaron Beck. Él identificó que
lo llevaba a sufrir a sus pacientes en la mayor parte eran los pensamientos negativos y las creencias poco
realistas.
Según Beck, los pensamientos, sentimientos y comportamientos están interconectados y mediante la
identificación y el cambio de estos pensamientos incorrectos o distorsionados, el comportamiento
problemático y las respuestas emocionales angustiantes, las personas pueden trabajar en la superación de sus
dificultades y el cumplimiento de sus objetivos.
La Terapia Cognitiva implica terapeutas que trabajan en colaboración con los clientes para desarrollar
habilidades para identificar y reemplazar los pensamientos y creencias distorsionadas, en última instancia,
cambiar el comportamiento habitual asociada a ellos. Por lo general se centra en el presente y es un
tratamiento orientado a la resolución de problemas.
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Por ejemplo, si una persona comete un pequeño error se puede pensar “Soy un inútil, no puedo hacer nada
bien”. Este patrón de pensamiento negativo puede entonces desencadenar un ciclo, con lo que se evita la
actividad en la que se ha cometido el error y este acto en sí mismo trabaja para consolidar aún más el
comportamiento negativo.
El direccionamiento y la reevaluación de este patrón de pensamiento negativo sin embargo, allana el camino
para formas más flexibles de pensamiento, el aumento de la positividad y la voluntad de asumir actividades
que pondrán a prueba las creencias negativas.
La Terapia Cognitiva también asume un enfoque de desarrollo de habilidades, lo que significa que el
terapeuta ayudará al cliente a aprender y practicar estas habilidades de forma independiente para que pueda
seguir disfrutando de los beneficios después de que hayan finalizado sus sesiones.
La Teoría Cognitiva
Aaron Beck es considerado el padre fundador de la Terapia Cognitiva y su teoría y el modelo continúa
para formar los cimientos de muchos enfoques de Terapia Cognitiva y Conductual utilizados en la actualidad.
Trabajando con pacientes que sufren de depresión, Beck encontró que comúnmente experimentan una
avalancha de pensamientos negativos que se presentaban espontáneamente. Llamó a estos conocimientos
“pensamientos automáticos”, y descubrió que su contenido clasificándolo en tres categorías:
A partir de sus estudios Beck llegó a la conclusión de que el tiempo dedicado reflexionar sobre estos
conocimientos conducen generalmente a los pacientes que tratarlos como válidos. Comenzó a ayudar a los
clientes a volver a evaluar estos pensamientos para que pensaran de manera más realista, lo que conduce a
mejoras en la funcionalidad emocional y conductual.
Según Beck, se producen intervenciones exitosas tras educar a una persona a reconocer y ser consciente de
su pensamiento distorsionado y poner a prueba sus efectos.
Hoy en día, la Terapia Cognitiva es más comúnmente conocida como la Terapia Cognitiva Conductual
(TCC), debido a que es casi exclusivamente practicada en tándem con los principios de comportamiento –
aunque algunos terapeutas siguen ofreciendo la Terapia Cognitiva de forma independiente.
Este tipo de terapia se utiliza más comúnmente para el tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión,
a pesar de que puede ser adecuada en algunas otras situaciones donde los patrones negativos de pensamiento
se han desarrollado.
La TREC emplea un marco sencillo ABC que describe la relación entre acontecimientos, creencias y
consecuencias:
B) Las creencias
Nuestra evaluación del evento y nuestra creencia racional o irracional en relación con el caso, por ejemplo:
C) Las consecuencias
TREC utiliza el marco de arriba para ayudar a las personas frente a las emociones y comportamientos poco
saludables, tales como los descritos, y trabaja para identificar las creencias personales que con frecuencia
conducen a la angustia emocional para que puedan ser reformuladas.
TREC puede ser eficaz para el tratamiento de una serie de trastornos psicológicos, incluyendo los trastornos
de ansiedad y fobias, así como comportamientos específicos como la timidez o una necesidad constante de
aprobación.
El primero será ayudar a educar a las personas acerca de la depresión, mientras que la atención plena y la
meditación se centran en la sensibilización de los sentimientos y pensamientos para aceptarlos.
Terapia racional emotiva de ellis.
La Terapia Racional Emotiva es una forma de psicología terapéutica que emerge del conductismo. Se trata
de utilizar la razón y la racionalidad para reconocer los procesos cognitivos autodestructivos y aprender a
sintonizar con una emoción más apropiada. Efectivamente, la idea es que los pensamientos destructivos
subconscientes se reconocen conscientemente y luego se cambian por pensamientos más constructivos.
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Objetivos del bienestar mental de la TRE
La Terapia Racional Emotiva fue desarrollada por primera vez por Albert Ellis en la década de 1950.
Aunque Ellis había hecho originalmente el trabajo en el campo del conductismo, más tarde se convenció de
la naturaleza causal de los procesos cognitivos. En concreto, desarrolló un modelo de comportamiento que
implica una interacción continua entre el medio ambiente y el estado mental interno.
Se puede afirmar que la TRE está basada en unos pocos principios simples pero de gran trascendencia. Dichos
principios son:
Las emociones negativas inadecuadas se definen como aquellas que hacen que las condiciones
adversas y las frustraciones empeoren e impiden resolver el problema o la causa del malestar.
Entre ellas se encuentran la ansiedad, depresión ira, culpa vergüenza y dolor emocional etc.
Como hemos visto, son causadas por creencias irracionales.
Las emociones negativas adecuadas son aquellas que tienden a darse cuando los deseos y
preferencias humanas se ven bloqueados y frustrados, y ayudan a las personas a minimizar o
eliminar el problema. Es decir, nos ponen en marcha para solucionarlo. Entre ellas se encuentran
la preocupación, la tristeza, el enfado, el remordimiento, el pudor y la decepción.
La Terapia Racional Emotiva ayuda a las personas a sustituir sus emociones negativas inadecuadas por
emociones negativas adecuadas, de modo que, ante una situación conflictiva, en vez de sentir una ansiedad
paralizante, por ejemplo, pueda sentir solamente una preocupación que le lleve a resolver el problema.
Los sentimientos positivos también pueden ser inadecuados. Por ejemplo, el sentimiento de
grandiosidad o superioridad es una emoción positiva porque hace que una persona se sienta bien.
Sin embargo, se basa en una percepción irreal de uno mismo y a la larga provocará problemas en
las relaciones con los demás y rechazo.
Las emociones positivas adecuadas son el resultado de la satisfacción de los deseos, metas e
ideales humanos. Incluyen el amor, el placer, la curiosidad, la felicidad…
1. Activating Event: Representa el Suceso Activador. Es decir, “A” representa la realidad, los sucesos
que acontecen a nuestro alrededor y a los que (en numerosas ocasiones) acusamos erróneamente de ser
el origen de nuestras emociones.
2. Beliefs: Hace referencia a las creencias o sistema de valores del individuo. En ellas se incluyen las
cogniciones, evaluaciones, sistema de valores y cualquier otro tipo de pensamiento a través del cual
filtramos la realidad que percibimos o, dicho de otra forma, a través del que vemos los eventos
activadores (A). Estas creencias pueden ser rígidas y absolutas o flexibles y adaptadas a la realidad, a
las primeras las denominamos irracionales y a las segundas racionales.
3. Consequence: Representa las consecuencias emocionales y conductuales derivadas de las
creencias B respecto al suceso activador A. Las C, o emociones que se derivan de creencias B
irracionales y rígidas acerca de sucesos A negativos, producirán alteraciones emocionales y las
denominamos consecuencias negativas inapropiadas, mientras que las consecuencias que siguen a
pensamientos racionales respecto a sucesos negativos las denominaremos consecuencias negativas
apropiadas (Crawford & Ellis, 1989).
4. Dispute: Representa la “Disputa” enérgica de las creencias irracionales que hay siempre detrás de
toda alteración emocional. Dichas creencias irracionales están muy arraigadas en nuestra mente, de ahí
que la disputa deba ser enérgica y continuada.
5. Effective Rational Belief: Representa la sustitución de la idea irracional por su equivalente
racional en nuestro sistema de valores y creencias, en nuestra filosofía personal. En la mayoría de las
ocasiones la diferencia entre una y otra es muy sutil y por lo tanto difícil de encontrar. En ocasiones la
diferencia es una cuestión de grado en el nivel de nuestras preferencias. En todas las ocasiones la idea
racional está más ajustada a la realidad que la idea irracional.
Exigencias absolutistas
Creencias irracionales hay de muchos y diferentes tipos, dado que cada persona las expresa forma distinta e
individual, pero casi todas ellas pueden encuadrarse en tres grandes grupos de las que derivan todas las
demás. Estas creencias rígidas suponen mantener tres tipos de demandas extremas o “DEBES” básicos.
1. Demandas acerca de uno mismo. Los “DEBO” o demandas rígidas acerca de uno mismo se ponen de
manifiesto en afirmaciones parecidas a: “DEBO hacer esto o aquello o no seré feliz, he de conseguir la
aprobación de los demás, especialmente si esas personas son significativas para mí, de lo contrario es
no podría soportarlo, no me respetarían, etc.” Las consecuencias de este tipo de demandas son la
ansiedad, la depresión, la vergüenza y la culpa.
2. Demandas acerca de los demás. Las demandas que hacemos a los demás normalmente adquieren la
forma: “DEBES tratarme bien, de forma justa, o de lo contrario eres una persona absolutamente
despreciable, sería terrible para mí y no podría soportarlo.” Este tipo de creencias lleva a sentimientos
de ira, rabia, así como a conductas pasivo-agresivas y a actos de violencia.
3. Demandas acerca del futuro, del mundo y de las condiciones de vida. Las demandas absolutas y
rígidas acerca del mundo y de las condiciones de vida, a menudo tienen la forma de creencias como: “
el mundo DEBERÍA ofrecerme una vida más cómoda” o “Mis condiciones de vida DEBERÍAN ser tal
como yo quiero que sean y si no es así, pobre de mí, es terrible, no puedo soportarlo.” Tales creencias
están asociadas con sentimientos de auto compasión, problemas de auto disciplina, conductas de
postergación y conductas adictivas.
Los modelos cognitivos ponen especial atención a las cogniciones, entendiendo por éstas en un
sentido amplio a las ideas, los constructos personales, las creencias, las imágenes, las
atribuciones de sentido o significado, las expectativas... y por eso estudia los procesos básicos
tales como la memoria, la atención, la formación de conceptos, el procesamiento de la
información, la resolución de conflictos, etc.
Es importante destacar que existen diferentes modelos de terapia cognitiva, y éstos son dos de
las más conocidas debido a su gran utilidad práctica. Las terapia cognitivas no son “técnicas”,
sino ciencia aplicada, por lo que suelen constar de un método más o menos definido para lograr
unos objetivos según su enfoque teórico de partida.
El modelo de Beck, y también el de Ellis, son una parte importante de las estrategias que se
emplean dentro de la terapia cognitivo-conductual pues, a través de la reestructuración
cognitiva, un individuo es capaz de modificar el modo de interpretación y valoración subjetiva
de los hechos y de las situaciones que vive, y de esta manera se estimula a éste para que altere
los esquemas de pensamiento desordenados y se vea a sí mismo y al mundo de forma más
realista y adaptativa.
Para Beck, “los esquemas son patrones cognitivos estables que constituyen la base de la
regularidad de las interpretaciones de la realidad. Las personas utilizan sus esquemas para
localizar, codificar, diferenciar y atribuir significaciones a los datos del mundo”. En otras
palabras, los esquemas son construcciones mentales subjetivas, más o menos estables, que
actúan como filtros a la hora de percibir el mundo por parte del individuo.
Las creencias
Las creencias son los contenidos de los esquemas, y son el resultado directo de la relación entre
la realidad y éstos. Son todo aquello en lo que uno cree, son como mapas internos que nos
permiten dar sentido al mundo, se construyen y generalizan a través de la experiencia.
Creencias periféricas: Son influidas por las nucleares, por tanto, están ubicadas entre las éstas
y los productos cognitivos o pensamientos automáticos. Consisten en actitudes, reglas y
presunciones (o supuestos). Por lo tanto, influyen en la forma de ver la situación, y esa visión
influye en cómo se siente, actúa o piensa un individuo.
Las personas que sufren depresión se vuelven vulnerables ante ciertas situaciones, y es
importante entender que en esta teoría no se plantea que las cogniciones sean la causa de la
depresión o de otro trastorno emocional, lo que realmente se postula es la primacía de los
síntomas: la activación de esquemas negativos y las distorsiones cognitivas consiguientes,
serían el primer eslabón de la cadena de síntomas depresivos.
El esquema característico que sufren las personas deprimidas, y que Beck denomina la triada
depresiva, consiste en una visión negativa de:
Sí mismo: las personas que padecen depresión suelen considerarse deficientes e inútiles.
Atribuyen los errores que cometen a un defecto físico, mental o moral suyo, y piensan que los
demás les rechazarán.
Del mundo: Se sienten como derrotados socialmente y no están a la altura de las exigencias, ni
tienen la capacidad de superar los obstáculos.
Del futuro: La persona que padece depresión piensa que esta situación no se puede modificar,
por lo que seguirá así siempre.
Distorsiones cognitivas
Los esquemas negativos activados en los individuos depresivos les llevan a cometer una serie
de errores en el procesamiento de la información que facilitan los sesgos y permiten al
depresivo mantener la validez de sus creencias. Beck enumeró una serie de distorsiones
cognitivas, son las siguientes:
Inferencia arbitraria: consiste en sacar conclusiones de una situación que no están apoyadas
por los hechos, incluso cuando la evidencia es contraria a la conclusión.
Personalización: hace referencia a la costumbre de relacionar los hechos del entorno con uno
mismo, mostrándose susceptible.
Visión catastrófica: adelantar acontecimientos y, de entre las distintas opciones, pensar que
siempre va a ocurrir lo peor.
Deberías: consiste en mantener reglas rígidas y exigentes sobre cómo deben suceder las cosas.
Etiquetas globales: consiste en poner etiquetas globales a nosotros mismos o a los demás sin
tener en cuenta otros matices.
Culpabilidad: consiste en atribuirse a uno mismo o a los demás toda responsabilidad de los
acontecimientos, ignorando otros factores que contribuyen a los mismos.
Pensamientos automáticos
Por tanto, al activarse estos esquemas característicos de las personas depresivas, los productos
cognitivos serán desadaptativos y negativos.
Los pensamientos automáticos son los diálogos internos, pensamientos o imágenes que
aparecen ante una situación determinada, y los pacientes suelen considerarlos afirmaciones
verdaderas no distorsionadas. Éstos muestran una serie de características y son las siguientes:
Son aprendidos
No son fáciles de detectar ni controlar, pues aparecen en el flujo del diálogo interno
La psicopatología Infantil brinda una perspectiva de las diferentes dificultades que pueden presentarse a lo
largo del desarrollo evolutivo del infante. El análisis, la comprensión y la interpretación de los cuadros
psicopatológicos, podrán determinar las causas, las consecuencias y el diagnóstico diferencial que permitirá
tener una visión biopsicosocial del infante. Los conocimientos procedentes del sujeto y sus relaciones,
personalidad, estructura familiar, mundo social entre otros aspectos, permiten la comprensión global del
infante, facilitando a su vez la relación con el paciente.
Índice
Tras la segunda guerra mundial y hasta la mitad del siglo XX,la intervención terapéutica infanto-
juvenil estará fundamentalmente mediada por la "Holy Trinity": un asistente social que
entrevistaba a los padres, un psicólogo que administraba y aplicaba pruebas de evaluación y un
psiquiatra que aplicaba el tratamiento.
Afectan en mayor medida a niños que a niñas (esto no se cumple para trastornos emocionales
como la depresión o los trastornos de ansiedad). Importancia vital de los factores psicosociales. En
cuanto a la edad de inicio, existe peor pronóstico cuanto menor sea la edad de inicio del trastorno.
Los trastornos del desarrollo, retrasos evolutivos y trastornos de la ingesta pueden detectarse a
edades tempranas. Los trastornos por déficit de atención con hiperactividad suelen hallarse poco
antes o después de la escolarización. Los trastornos de ansiedad aparecen a cualquier edad.
Según Evans y Nelson hay que considerar la edad y el grado de desarrollo alcanzado por el niño o
la niña, a la hora de realizar un diagnóstico y de elegir un tratamiento. Se debe enfatizar por parte
del terapeuta el énfasis en la observación y registro de la conducta manifiesta.
La conceptualización de una conducta como problemática, tanto por defecto como por exceso,
está relacionada con la concepción que tienen los adultos del problema
Hasta los 10-11 años los niños no adquieren las habilidades de auto observación y evaluación
Posibilidad muy limitada de realizar registros psicofisiológicos.
Hay dos consideraciones básicas que tiene que tomar en cuenta el terapeuta:
Respecto a las características del tratamiento a aplicar: Conocer el nivel de entrenamiento previo
que puede requerir, tanto del terapeuta como de loa coterapeutas, así como la cantidad y tipo de
recursos técnicos requeridos.
Retraso mental: Se caracteriza por una capacidad intelectual por debajo del promedio (CI próximo
a 70 o inferior).
Trastorno autista
Trastorno de Rett
Trastorno de la lectura
Trastorno de la escritura
Transtornos de la comunicación
Trastorno fonológico
Tartamudeo
Trastornos de pica
Trastornos de rumiación
Transtornos de la emoción
Encopresis Enuresis
Transtornos de Tics
Trastorno de Tourette
Trastorno de tics motores o vocales crónicos
Otros transtornos
Mutismo selectivo
Clínicas: El DSM-IV distingue los trastornos infantiles de los generales por un único criterio:
Empíricas: Uso de instrumentos para medir conductas, que son aplicados a los adultos que se
ocupan del cuidado de los niños y adolescentes. ACHENBACH elabora una clasificación empírica
(clasifica los trastornos en función del resultado de investigaciones y multiaxial)
Test de Rorschard
Test de la Casa-Árbol-Persona,CAT.
Escalas de desarrollo:
Colaboración estrecha con los padres Nivel de estrés familiar o coexistencia de trastornos con los
padres PSICOTERAPIA INDIVIDUAL Y DE GRUPO Arminda Aberasturi fue la creadora del
psicoanálisis infantil en Argentina Slavson:
3 Historia ClínicaEs principalmente una anamnesis , es decir, una serie de datos biográficos acerca de la historia de
desarrollo biológico , psicológico y social de un sujeto particular. En pocas palabras, la historia clínica intenta responder a
la pregunta ¿Cómo se convirtió este paciente en la persona que veo ante mí ahora?
4 Historia ClínicaEl orden en el cual serán cubiertas las variadas áreas depende de las molestias actuales, la forma como
el paciente las relata al clínico y las propias preferencias del clínicoNo existe una pauta universal para realizar el examen
mental y registrar la Historia Clínica. El modelo que se propone a continuación intenta cubrir las principales áreas de
desarrollo.
8 Examen MentalEs una recolección de datos que evalúan el estado mental del paciente, desde el modelo médico. Está
orientado a detectar signos y síntomas en un determinado sujeto en un momento dado
12 Conciencia- Se debe indagar si estamos frente a un paciente lúcido o si se observan alteraciones psicopatológicas de la
conciencia- Alteraciones Cuantitativas-Alteraciones Cualitativas
13 PsicomotricidadResulta muy importante en la descripción semiológica del paciente, ya que es la expresión final de
una serie de instancias psicológicas que nos hablan del sujeto en profundidad. Nos da la información por ejemplo, de los
instintos, la voluntad, estado de ánimo actual; además expresa rasgos de la personalidad y el modo de percibir el mundo y
relacionarse con él. (En términos de una visión general, por supuesto).
16 PensamientoLas alteraciones del pensamiento se estudian a partir del discurso del paciente, es decir , a partir de su
lenguaje. Puede estar alterado en 4 dimensiones fundamentales.a) Curso o Estructura: Continuidad del pensamiento en
cuanto a los principios lógicos que subyacen al discurso y a su orientación finalística (“hilo conductor”) . Ej: pensamiento
laxo, incoherente, disgregado, jergafasia.
17 Pensamientob) Velocidad: Taquipsiquia-bradipsiquia; ideofugalidad, fuga de ideas.c) Contenido: Por ejemplo, ideas
sobrevaloradas y delirio.( en todas sus formas y temáticas). Importante en el contenido es indagar la presencia de ideas
suicidas.d) Control: Por ejemplo, obsesiones, fobias, pseudo obsesiones.
18 AfectividadSe puede utilizar la percepción subjetiva del examinador (describiendo y no interpretando) o bien
preguntando directamente al paciente.Algunas alteraciones de la afectividad: euforia-disforia; anhedonia, paratimias,
ambivalencia afectiva, irritabilidad, labilidad afectiva, miedo, etc.
21 JuicioPara evaluar las alteraciones presentes en el sentido de realidad del pacientea) Juicio Socialb) Conciencia de
Enfermedad- Sin conciencia de enfermedad- Conciencia de enfermedad- Noción de enfermedad
23 Evaluación Estructural
No se incluye siempre en el examen mental, pero resulta útil para evaluar la personalidad desde una perspectiva
estructural-psicodinámica. Incluye:- Estilos defensivos predominantes.- Integración de identidad.- Juicio de realidad.-
Vínculo y relaciones objetales.
Nuestra evaluación consta de una a tres entrevistas clínicas “clásicas”, caracterizadas por
una posición general del terapeuta de “neutralidad activa” siguiendo y participando en la
relación, pero sin introducir ningún elemento personal en la medida de lo posible. El
objetivo del encuadre (setting) es facilitar al niño o al adolescente el máximo de
asociaciones libres posible, expresadas según la edad, en juegos espontáneos en los que
participa el terapeuta; en dibujos, verbalizaciones, expresiones de afectos, sueños y
fantasmas. Generalmente al concluir la primera entrevista el terapeuta, en función del
material presentado por el niño, introduce algunas cuestiones abiertas sobre los temas
que el niño no ha explicitado suficientemente. Conciernen a las actividades escolares,
sociales y de tiempo libre, los proyectos futuros, la vida familiar, los temores y angustias y
los sentimientos de tristeza. No se trata en ningún modo de seguir una lista de items,
como si fuera un cuestionario.
Nuestra tabla de evaluación deriva del perfil psicoanalítico elaborado por A. Freud y
constituye un corte transversal del mundo psíquico del niño tal como se percibe en una
momento dado y en circunstancias estandarizadas: su valor clínico se completa
naturalmente con su puesta en relación con la anamnesis y las informaciones familiares y
escolares. No se trata solo de describir la patología, sino igualmente todos los aspectos
positivos y sanos. Nuestra tabla es capaz de señalar con objetividad, en la medida de lo
posible, las diversas facetas de la personalidad del niño considerando las variaciones de lo
normal y el punto de partida de la patología como un umbral a la vez cuantitativo y
cualitativo.
El objetivo de tal evaluación, es permitir al clínico clarificar el justo valor y el lugar de los
elementos que forman parte del conjunto de la vida del niño. Estos elementos, que el
clínico aprecia en el curso de su evaluación se refieren a diferentes niveles de la
personalidad del niño, orgánicos, psíquicos… Establecer el diagnóstico teniendo en
cuenta, de la manera más integradora posible, los diferentes componentes, fuertes y
débiles de la personalidad del niño, el lugar de la sintomatología en el conjunto de su
funcionamiento en este momento concreto de su desarrollo, las consecuencias de estos
trastornos sobre su vida, los recursos y las demandas de su entorno, las manifestaciones
transitorias o permanentes de estos trastornos,…
1. Impresión general (las características más destacables que diferencian al niño de otro
de la misma edad; actitud dominante y/o cambio en el transcurso de la entrevista.
Apariencia en función de la edad.Aspecto físico y signos observables que
eventualmente puedan ser asociados a una afección orgánica.)
Ejemplo: Aislamiento relacional, reservado, poco comunicativo, temeroso, desafiante,
complaciente, vivo, demasiado familiar, agresivo, hiper/hipoactivo, sumiso, muestra
clara rivalidad, controlador,…
2. Relación de objeto (tipo de relación establecida con el
terapeuta, personas investidas). Ejemplo: Como habla de las relaciones con sus
padres; modo de separación; como vive la relación con el terapeuta: con reserva,
distancia, familiaridad, frialdad, control, sumisión, persecución, seducción
excitación, necesidad de ser estimulado, necesidad de un intermediario, oposición,
…
Concepción del Self (da una imagen coherente de sí mismo). Ejemplo: Sentimiento de
sí mismo integrado, disociado, desvalorizado. Grandioso, omnipotente, cómo se ve
él, a qué se compara, claramente diferenciado de otros.
Identificaciones (aspecto maternal /paternal asimilado, a qué imagen
maternal/paternal podría identificarse). Ejemplo: Identificación masculina/femenina
fuerte, débil, dañada, omnipotente, confusión de sexos, tiene una identidad
autónoma.
3. Funciones del Yo.
a. Autónomas.
Inteligencia (orientación, percepción, juicio, razonamiento, producciones
simbólicas)… Ejemplo: Tiempo, espacio, cronología, cuestionamiento,
curiosidad, iniciativas,… Lenguaje (ritmo, fluidez, defectos). Ejemplo: Lacónico,
breve, económico, dependiente de solicitación, tendencia a la logorrea, lapsus,
seseo, tartamudeo,… Motricidad global y fina (habilidad, actividad).
Ejemplo: Rígido, contenido, minucioso, hiperactividad, descarga motriz,
gestos…
b. Test de realidad y conciencia de los problemas (distinción entre mundo externo
y mundo interno). Ejemplo: Globalmente conservado; sin ser puesto en
cuestionamiento, puede estar a veces alterado, patinazo, delirio, alucinaciones,
confusión deseo/realidad, imaginación consciente, capacidad de nombrar sus
miedos, de expresar sus problemas…
c. Mecanismos de defensa (cómo el Yo se defiende para evitar sentir angustia de
castracción, fragmentación, depresión, separación,…).
Ejemplo: Desplazamiento, proyección, regresión, represión, formación reactiva,
racionalización, sublimación, contrainvestidura, aislamiento de los afectos,
identificación con el agresor, defensas maníacas, renegación, negación,
escisión, identificación proyectiva…
4. Afectos (son deducidos de sus signos externos y se
diferencian de lo que nos hace sentir). Ejemplo: Presentes, expresados, variados,
adecuados, modulados, monótono, controlados, inhibidos, ansiedad, tristeza,
euforia,…
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Añadiría que la utilización durante 30 años de este modo de evalución y esta tabla
diagnóstica se han mostrado satisfactorias, en opinión de todos los colaboradores,
notablemente por las razones siguientes:
Todos los especialistas aconsejan, para paliar esos problemas, la utilización de muchas
fuentes (multifuente) y de distintas técnicas de evaluación (multimétodo) siempre que
se estudia a niños y jóvenes.
Sin embargo, la realidad cursa de distinta manera. Por un lado, y a la hora de acudir a
fuentes para obtener la información necesaria, hay una tendencia muy generalizada
que se inclina por usar de modo casi exclusivo los datos que proporcionan los adultos
sobre el niño, básicamente los padres, y a veces también los educadores. Se omite,
entonces, aquel segmento de información que puede aportar el niño. Y lo más notable
es que, cuando se han hecho estudios comparativos, ha tendido a aparecer la
información infantil precisamente como la más fidedigna y más provechosa.
Cuando la fuente son los otros niños, los compañeros de aquél sobre el que gira la
evaluación, esa información es relevante especialmente en relación con todo aquello
que tiene que ver con la socialización (Cohen, 1976).
Desde luego, parece que hay que recurrir mejor a los padres cuando se trata de la
obtención de fechas de comienzo de un problemas y datos sobre la historia del mismo,
y, en fin, se tiende a atender preferentemente a los maestros en todo lo que respecta
a problemas de atención y aprendizaje, que son centrales en todas las conductas que
tienen por escenario el aula. Esta cierta heterogeneidad de las informaciones es un
hecho con el que siempre se ha de contar.
Algo parecido ocurre en el caso de las técnicas empleadas. Para empezar, las más
usadas son aquellas que concuerdan con el marco teórico en que el evaluador se
mueve; raro es el evaluador conductual que usa técnicas proyectivas y raro también el
dinámico que usa las psicométricas.
Por si esto no fuera ya suficiente problema, resulta que el niño es un ser que consiste
en continuo cambio, por lo que se ha de plantear su evaluación teniendo en cuenta ese
desarrollo. Para enfrentarse con este problema de manera adecuada se hará preciso
adoptar una perspectiva longitudinal. Ésta sigue a un sujeto o grupo de sujetos a lo
largo del tiempo y obtiene datos fehacientes de su cambio a través del tiempo, así
como de las circunstancias ambientales concomitantes.
Pero hay aún otras varias cuestiones que introducen rasgos diferenciales entre la
evaluación adulta y la de los niños y en ellas se basan también los problemas
específicos que aquí vamos a analizar.
Hay luego una segunda decisión que tomar antes de que el proceso evaluador se
ponga en marcha; es la que se refiere a si la cita se da sólo a los padres, se da a los
padres y al niño, o se atiende sólo al niño -o adolescente. Cada profesional tiene
alguna idea al respecto. Lo más habitual es citar a todos juntos para el primer contacto
y entrevistar sólo a los padres, mientras el niño con un segundo profesional sólo juega
y se habitúa al contexto. En la siguiente sesión ya se ve al niño, con padres o sin ellos
según la edad de aquél. En el caso del adolescente se recomienda siempre establecer
un contacto personal con él desde el momento de la demanda. Sin embargo, hay otras
formas de enfocar este asunto.
Para empezar, hay que informar a los clientes del tiempo estimado para la evaluación
solicitada, así como acerca de la colaboración que en ella se pedirá. El proceso de
evaluación de un niño debe recabar toda posible información directa o indirecta sobre
su desarrollo, físico, mental, emocional, escolar y social y por tanto hay que obtener el
permiso correspondiente para recurrir a otras fuentes que faciliten los datos
necesarios.
También hay que escoger las técnicas de evaluación acordes con la hipótesis de
diagnóstico forjada ya en el primer contacto.
Hay que tener presente que, a la altura de nuestro tiempo, la evaluación infantil, a
pesar de su tardío desarrollo y de su dependencia de la evaluación adulta, ha
experimentado en años recientes una evolución inusitadamente vigorosa y hoy
podemos afirmar que nos hallamos en una situación, si no óptima, sí francamente
satisfactoria.
Recordemos que todo comenzó, como por otra parte parece natural en el mundo
infantil, por construir una evaluación del desarrollo especialmente centrada en la
dimensión intelectual; ésta ha sido durante muchos años el valor permanente en la
sociedad cambiante en la que nos movemos. El primer test que adquirió fama y se
extendió como la pólvora fue el de Binet y Simon (1905) para la medida de la
inteligencia. Hubo que esperar unos años para la aparición de pruebas importantes
sobre otros aspectos o dimensiones personales, como la Personal Data Sheet de
Woodworth (1920) o el Psychodiagnostik de Rorschach (1921) para hablar sólo de
algunos de los pioneros más conocidos.
Veamos ahora no tanto los logros cuanto las dificultades que un profesional puede
encontrarse ante la evaluación de un niño. Es una cuestión sumamente interesante,
puesto que si no contamos con las que pueden surgir, muy probablemente
fracasaremos en el intento de realizar una evaluación con precisión. Es esencial que los
potenciales evaluadores conozcan los repertorios de pruebas aplicables, y sean
conscientes de que cuanto más bajo es el rango de edad del sujeto, más hay que
cuidar el entrenamiento previo en la aplicación de la prueba.
Toda evaluación infantil tendrá que ser especialmente respetuosa y ajustada al nivel de
la edad del sujeto, ya que es tan cambiante, y tan relevante para el proceso. Habrá de
ser, en cierto modo, un estudio puntual, ya que las técnicas, los instrumentos, y el
interlocutor va cambiando velozmente a medida que pasa el tiempo. Estamos ante un
sujeto especialmente móvil. Aquí está lo que es quizás la mayor dificultad de la tarea.
En cada momento el niño tiene “un umbral temporal de normalidad” (del Barrio, 1984)
que depende del punto de maduración en el que se encuentra.
Todo evaluador infantil tiene que saber que los que informan sobre los niños tienen sus
sistemas de valores, expectativas y motivaciones, todo lo cual modifica, aún sin
pretenderlo, la información que luego proporcionan. Ello exige la constatación de la
veracidad y objetividad de la información; tal constatación, por ejemplo, puede
obtenerse mediante la observación de la conducta del niño vista a través de alguna de
las pruebas normalizadas, construidas por profesionales, como el Peabody (Dunn y
Dunn, 1981; Dunn, Dunn y Arribas, 2006) que consiste en señalar una imagen cuyo
nombre se enuncia, o empleando escalas de desarrollo como la Battelle (1996)
(Newborg, Stock y Wnek, 1996) que exige observar al niño cuando realiza unas
determinadas acciones, como el test de Brazelton que observa además de conductas
reactivas fisiológicas básicas la interacción social madre-hijo y los procesos de
habituación en los primeros momentos de vida (Brazelton, 1973). En general, todos
los Baby Testsse basan en una observación reglada del niño ante determinados
estímulos, precisamente para objetivar y estandarizar las informaciones que se busca
obtener.
También se usan para objetivar la toma de datos ciertos registros de conducta
confeccionados “ad hoc”, y construidos para la detección de elementos concretos,
como palabras que emite, rabietas, ingesta, etc.
Este período de vida es tan especial que los expertos han considerado necesario crear
un sistema de clasificación específico y diferente de los DSM o CIE. Se trata del Zero to
Three (1994) que lista las patologías que se pueden diagnosticar antes de los tres
años.
Los cuestionarios a padres son los instrumentos más rápidos, asequibles y baratos, y
por tanto los más usados, pero el buen evaluador de un infante no debe quedarse
meramente con sólo estos datos.
Desde los tres a los siete años el niño puede ser sujeto paciente de la evaluación
realizando numerosas pruebas, aunque las técnicas elegidas serán siempre de
observación de la ejecución, ya se realice ésta a través de la denominación, la elección
o la mostración de algo. Por ejemplo, se puede evaluar la psicomotricidad de un niño
comparando su nivel de ejecución (equilibrio, coordinación) con los niños de su edad,
como ocurre en el EPP (Cruz y Mazaira, 2004) o cabe medir su inteligencia a partir del
análisis de cómo empareja formas o distingue lo diferente, como se lleva a cabo en el
CMMS (Burgemeister, Blum y Lorge, 1986) o como se hace en el muy conocido WPPSI
de Wechsler (2009). En todas estas pruebas siempre ocurre que el niño hace algo y el
evaluador observa su operación y la computa.
Muchos profesionales, especialmente los dinámicos, usan del juego y el dibujo para
conocer la subjetividad del niño en este período de edad. Es evidente que en el juego
el niño se encuentra en su medio y es un modo idóneo para establecer confianza y
comenzar la comunicación. Sin embargo, hay que ser especialmente cuidadosos en
grabar las sesiones de juego cuando se utiliza éste para una evaluación, a fin de poder
analizarlas con precisión y a ser posible mediante el juicio de distintos jueces.
Existen pruebas normalizadas que establecen los reactivos mediante el juego como
pueden ser el Test de la Pata Negra (Corman, 2001) o el CAT (Murray y Bellak, 1996).
En estos casos hay que tener especial cuidado puesto que el nivel de inferencia que
exige el uso de estos tests es elevado.
Con los dibujos ocurren además otro tipo de cosas. La mayor parte de las pruebas de
dibujo han sido construidas cuando la escolarización en los primeros años de vida no
estaba generalizada. Cuando al niño se le presentaba la tarea de pintar un niño
(Goodenough y Harris, 1999), o un árbol (Koch, 1996), o una casa, árbol y persona
(Buck y Warren, 1995), el niño se enfrentaba a una tarea nueva para la cual recurría a
sus propios recursos intelectuales. Hoy, en cambio, todos los niños aprenden a pintar
esos y otros objetos ya en la escuela y desde edades precocísimas; por lo tanto, los
elementos de sus dibujos ya no responden a los propios recursos personales, sino más
bien al tipo de escuela y maestro que se han tenido, y a la edad a la que el niño ha
sido escolarizado. Por eso, hay que ser enormemente cautos a la hora de la corrección
e interpretación de los mismos.
Las pruebas más usadas, en este rango de edad, desde una perspectiva dimensional
son el CBCL de Achenbach y Edelbrock (1983), con readaptaciones para maestros y
cuya adaptación al castellano se puede encontrar en del Barrio y Cerezo (1990),
Ezpeleta (2001), y la forma para jóvenes en Lemos, Fidalgo, Calvo y Menéndez
(1992). Cada vez se extiende más el uso del BASC (Reynolds y Kamphaus, 2004) que
en este nivel se aplica a padres y que tiene la ventaja de contar con la evaluación de
patologías como ansiedad, depresión, hiperactividad, problemas de conducta y un
largo etcétera, pero también con datos sobre aspectos positivos como autoestima,
liderazgo, adaptación, habilidades sociales y otros muchos.
Notemos, a este respecto, que como la capacidad de lectura se instala tarde, muchos
profesionales tienden a comenzar la evaluación después de los siete años y éste es un
error que hay que subsanar. Acabamos de ver las posibilidades que hay ya para los
niveles de edad más bajos.
Ahora, bien, es cierto que a partir de los siete años, con la conclusión del aprendizaje
del lenguaje escrito, se inaugura una nueva fase en la que los niños pueden contestar
ya a cuestionarios y participar en cualquier clase de interacción con el evaluador. El
niño de ese nivel de edad es especialmente colaborador y asequible, aunque
naturalmente se pueden seguir usando con él, y muchas veces se usan, todos los
cuestionarios antes mencionados.
Como entrevista diagnóstica genérica contamos con el DICA (Herjanic, Herjanic, Brown
y Heatt, 1975; Reich, 2000) cuya adaptación al español está disponible (Ezpeleta, Osa,
Domenech, Navarro y Losilla, 2001).
Podría pensarse que ésta es la edad de oro de la evaluación infantil ya que el niño
suele contestar sinceramente a toda clase de preguntas. Sin embargo, también aquí
surgen algunos nuevos problemas.
En este rango de edad proliferan todo tipo de pruebas relacionadas con el rendimiento
escolar y adaptación social. Valgan como ejemplos el Prolec- R (Cuetos, Rodríguez
Ruano y Arribas, 2009) para evaluación de procesos lectores o el TAMAI (Hernández,
1990) para evaluación de procesos adaptativos. También se inauguran todo tipo de
cuestionarios relacionados con patologías aplicables directamente al niño como el
BASC, instrumento genérico y ya anteriormente mencionado, que en este nuevo nivel
se aplica ya directamente a los niños.
También proliferan aquí los instrumentos creados para evaluar trastornos específicos:
ansiedad, depresión, hiperactividad, trastornos de alimentación, trastornos del
lenguaje, trastornos de conducta, habilidades para la lectura, trastornos del
aprendizaje, habilidades sociales, autoestima, autismo, esquizofrenia y un largo
etcétera; no hay lugar para entrar en ellos pero desde luego constan en los catálogos
de las casas distribuidoras de tests como TEA, EOS, SYMTEC, Paidós.
En el tiempo actual hay que atender especialmente al factor nuevo que introduce en
este terreno la población emigrante recién llegada, cuyo dominio del lenguaje y, por
ende, su comprensión lectora están frecuentemente por debajo de su nivel de
escolarización.
Como la evaluación en este nivel de edad se lleva a cabo en la escuela, excepto la más
propiamente clínica, hay que cuidar no se produzcan casos de contaminación. En este
período el niño es especialmente corporativo y suele consultar sus respuestas con sus
semejantes, y tratar de contestar algo parecido a lo que contestan sus compañeros.
Tanto en la investigación como en la evaluación orientativa se debe cuidar que no se
produzcan esos procesos de osmosis, que desvirtuarían el proceso de la toma de
datos.
Evaluación de la adolescencia
La evaluación de los adolescentes tiene una mayor similitud con los adultos. Aquí ya se
dan por superados los problemas de comprensión y reflexividad, aunque los individuos
todavía no están conclusos como personas y se mantienen algunas de las dificultades
que son características de la niñez.
Desde luego hay situaciones plurales en las que el adolescente no da permiso para
hablar de algo con los padres, en las que sería enormemente útil la colaboración de
éstos. El profesional debe esforzarse por persuadir a su cliente hasta conseguir su
consentimiento. En caso de no conseguirlo, debe buscar estrategias que permitan la
solución del problema sin defraudar la confidencialidad. Por ejemplo, ocurre en
ocasiones que el adolescente roba dinero a sus padres; si no conseguimos autorización
para hablar de ello con estos, podemos idear establecer un sistema de control de
refuerzos basado el dinero, con la expresa recomendación de que el adolescente no
tenga acceso a ningún tipo de dinero excepto aquel que gane con trabajos (del Barrio,
2008). Eso puede resolver la situación.
Respecto a las pruebas a utilizar, hay por un lado pruebas de diagnóstico genéricas
para el diagnóstico de adultos que se han adaptado a la etapa adolescente. Es lo que
ocurre con el MACI (Millon, 2004) o el MMPI-A que tienen baremos especiales y son
útiles para focalizar el campo de la evaluación específica.
Cuando un adolescente es llevado a consulta por sus padres puede ocurrir que no
asuma el punto de vista de ellos y, movido por su tendencia a la oposición, se niegue a
aceptar su visión y por tanto a colaborar con el profesional. En este caso el evaluador
tiene que consumir todo el tiempo necesario para conseguir la complicidad del
adolescente.
Por eso es conveniente que el profesional que es solicitado por los padres pida que sea
el propio adolescente el que demande el servicio, y para ello puede aconsejar a los
padres el uso de diferentes estrategias. Por ejemplo, puede sugerir que ellos declaren
que tal vez pueden estar cometiendo algún error a la hora de apreciar al hijo, y que
por eso quieren recurrir a un profesional que les explique qué es lo que hacen mal. Si
el adolescente contesta: -Bien, id vosotros-, se le podrá entonces replicar: -Nuestra
versión puede ser distinta de la tuya, y suponemos que es mejor que el experto tenga
la de todos-.
Cuando el chico o chica ya están delante del psicólogo, se puede recurrir a ejemplos
literarios o de filmes en donde cada personaje ve la realidad de distintas maneras y
cada uno parte de una perspectiva diferente. El juego de Reversal Role (cambio de
papeles) puede ayudar en este punto y pone un tono de humor sano para la
percepción de diferencias.
Es cierto que hay que intentar todo para no llegar a este punto, pero en ocasiones hay
que llegar a ello. Se ha demostrado que los adolescentes y sus padres pueden llegar a
compartir metas y de hecho las comparten si el adolescente es poco conflictivo Sin
embargo, aquellos que son llevados a consulta suelen ser conflictivos, y por ello el
encontrar un acuerdo en el comienzo es una garantía de solución del problema que se
quiere evaluar (Morton y Markey, 2009).
Comunicación de resultados.
Por otra parte, cuando llega el fin de la evaluación hay que comunicar los resultados.
Es preciso que este acto se lleve a cabo conjuntamente con el joven y los padres,
porque la aceptación del diagnóstico es esencial por ambas partes, las cuales tienen
que asumir las tareas respectivas que deben conducir a su solución. Esto es algo que
siempre ha estado claro en el mundo de la evaluación de adolescentes, pero no ha
solido ser asumido en etapas anteriores, en las que el profesional solamente
comunicaba los resultados a los padres. Hoy la recomendación es que esa
comunicación se haga conjuntamente en lo que se ha venido a llamar una Evaluación
colaborativa (Tharinger, Finn, Hersh, Wilkinson, Christopher et al., 2008) que incluye a
los miembros de la familia tanto en el proceso de evaluación como en la comunicación
de resultados. Por lo demás, se ha comprobado también que una evaluación conjunta
puede mejorar y facilitar la preparación de la intervención (Tharinger, Austin, Gentry,
Bailey, Parton et al. 2008).
Dependencia
Los niños sí son dependientes. Ellos no van al psicólogo, sino que los llevan,
generalmente los padres y maestros. Sólo un 5% de los niños acude por decisión
propia (del Barrio, 2002). Este dato es fundamental porque incluso el tipo de problema
depende de la percepción que los adultos tengan de la situación.
Por ejemplo, puede darse el caso de un niño muy agresivo, que puede ser considerado
perfectamente normal por sus padres y entonces éstos no buscarán ayuda por mucho
que el niño la necesite. En el otro extremo, unos padres muy cuadriculados pueden
considerar que hay un problema serio de atención, cuando sólo aparece la variabilidad
típica y normal en un niño pequeño.
Todo esto hace que hoy se considere que el proceso de evaluación del niño y del
adolescente tiene que incluir a múltiples informantes y entre ellos deben figurar los
servicios sociales, a fin de que recaben información sobre el entorno del niño y
comprueben la exactitud de la información obtenida a través de otras fuentes (Woley,
2008).
En caso de divorcio
Un tema que cada vez tiene más relevancia es el de la dependencia de un niño, cuando
sus progenitores viven separados. Este es un tema sumamente vidrioso a la hora de la
evaluación. En primer lugar hay que considerar que el padre no custodio tiene patria
potestad y por tanto un profesional tiene que ser sumamente cauto en esta materia.
Cuando un miembro de una pareja separada demanda una evaluación hay que poner
inmediatamente sobre la mesa el tema de consensuar la posición del otro cónyuge y
demandar el permiso para ponerse en contacto con el otro. Hay que dejar claro que se
va a evaluar a su hijo y que sería conveniente, o incluso necesario, contar con su
colaboración en el proceso.
El cliente que solicitó la evaluación suele presentar una sola versión y el profesional, en
cambio, debe escuchar ambas partes para contrastar los datos. Es muy frecuente que
en casos de lucha por la custodia se descubra la existencia de falsas acusaciones. El
profesional no puede verter esas declaraciones, muchas veces interesadas, en el
contenido de su informe sin tener constancia fehaciente de ese contenido. En este caso
el niño vuelve a ser más fiable que el adulto y hay que explorar las afirmaciones
taxativas de sus padres con la narración espontánea del niño.
Hay que cerciorarse de la veracidad de todos los informes, y hay que tener en cuenta
que es muy diferente, el buscar ayuda clínica cuando se busca la solución de un
problema personal, que aquellos casos donde lo que se pide es la ayuda del profesional
para resolver un problema legal. La motivación para conseguir un fin muchas veces
introduce una distorsión en la información. Todos los profesionales que hayan de
realizar evaluaciones forenses deberían ser extremadamente cuidadosos en este
punto.
La plasticidad
La plasticidad del niño es una gran aliada del profesional, puesto que puede ser usada
con éxito para producir cambios terapéuticos, pero hay que tener mucho cuidado en
mantener la plasticidad lejos, en la etapa de evaluación, para no contaminar la
veracidad de la respuesta.
Comorbilidad
Por si todo esto fuera poco, la evaluación infantil tiene un problema añadido de
discriminación diagnóstica, puesto que la probabilidad de que se den conjuntamente
dos trastornos es altísima.
En ocasiones los datos de una evaluación genérica bastan para aclarar el problema,
pero a veces se desatienden aquellos datos que no son concordantes, sin caer en la
cuenta de que pueden responder a una comorbilidad. Es especialmente importante su
detección, porque la comorbilidad conlleva una mayor duración, severidad y peor
respuesta al tratamiento y pronóstico (Youngstrom, Findling y Calabrese, 2003).
Conclusión
Subrayemos, para terminar, una vez más, que la evaluación infantil tiene unos
requisitos especiales que hay que conocer para poder llevarla a cabo con éxito
También hemos visto que se impone la necesidad de usar múltiples informantes, dadas
las características del niño pequeño, pero además, hay que resaltar la prioridad de la
fuente infantil sobre todas ellas.
También hay que cuidar en el primer contacto el acostumbramiento del niño a la
situación y al evaluador. Hay que admitir que una buena empatía es el mejor
conductor de una relación interpersonal.
Los países miembros de la Unión Europea destacan como prioridad mejorar la salud mental y el bienestar de los
niños y adolescentes. En España, la Estrategia Nacional de Salud Mental también favorece las acciones dirigidas a la
prevención de la enfermedad mental en la infancia y adolescencia. Para contribuir a la consecución de este objetivo,
la psicología dispone de una amplia variedad de estrategias y procedimientos terapéuticos para los problemas
infanto-juveniles. Sin embargo, el gran número de técnicas de intervención disponibles no justifica la aplicación de
cualquiera de ellas, sino que debemos elegir el tratamiento que mayor evidencia haya demostrado. Ofrecer atención
psicológica a niños y adolescentes no es, por tanto, suficiente; es necesario proporcionar el mejor tratamiento,
aquél cuya base experimental pueda garantizar su eficacia.
Depresión infanto-juvenil
En la depresión infantil, la terapia de conducta es la única intervención bien establecida, siendo el programa de
tratamiento cognitivo-conductual Action, desarrollado por el profesor Stark de la Universidad de Texas, el más
recomendable con un nivel de eficacia medio-alto. Incluye entre sus componentes aprendizaje de habilidades de
afrontamiento, resolución de problemas, establecimiento de expectativas realistas y restructuración cognitiva de los
pensamientos negativos como procedimientos para reducir los síntomas de la depresión.
Con adolescentes, el tratamiento de
elección es el programa Adolescent
Coping with Depression Course de los
profesoresClarke, Lewinsohn y Hops d
el Oregon Research Institute, dirigido a
que jóvenes de 14 a 18 años aprendan
habilidades para superar la depresión.
Entre sus componentes, destacan
técnicas de resolución de problemas,
habilidades sociales y de comunicación,
relajación, actividades agradables, y
reestructuración cognitiva para el cambio
de los pensamientos irracionales
negativos.
La terapia cognitivo-conductual es para los trastornos de ansiedad infantiles y juveniles el tratamiento de primera
elección.
Para la fobia social, se recomienda el programa Cognitive Behavioral Group Therapy for Adolescents, desarrollado
por el grupo de investigación liderado por la profesora Albano de la Universidad de Columbia en Nueva York, y que
está compuesto por una fase educativa, reestructuración cognitiva, entrenamiento en habilidades sociales,
exposición, entrenamiento en solución de problemas y prevención de recaídas.
Para las fobias específicas, han probado una elevada eficacia el modelado participante, la desensibilización
sistemática en vivo y la práctica reforzada, tratamientos que comparten como principio activo la interacción gradual
en vivo del niño o adolescente con los estímulos temidos.
La terapia cognitivo-conductual se considera el tratamiento con mayor evidencia para la ansiedad por separación y
ansiedad generalizada en niños y adolescentes, que incluye habitualmente técnicas de exposición y reestructuración
cognitiva y, en la mayoría de las intervenciones, también psicoeducación y técnicas de relajación o respiración. Los
programas de tratamiento Coping Cat, desarrollado por el profesor Kendall de la Temple University de Filadelfia,
y FRIENDS de la profesora Barrett de la Universidad de Queensland en Australia, que incorpora además trabajo con
las familias, son las intervenciones recomendadas para la ansiedad por separación y ansiedad generalizada. Ambos
programas han sido adaptados en diversos países y cuentan con numerosos estudios que avalan su eficacia.
Para la fobia escolar, la técnica cognitivo-conductual de elección dependerá de la etiología del problema. Se
recomienda aplicar la técnica de desensibilización sistemática si destacan las respuestas de evitación ante las
situaciones escolares temidas, reestructuración cognitiva y modelado ante la evitación de situaciones sociales
aversivas, y técnicas operantes si el rechazo se debe a una búsqueda de atención de los padres o a la obtención de
ganancias.
Para la hiperactividad infantil es la terapia combinada de intervención conductual y fármacos la que obtiene los
mejores resultados. La medicación disminuye la inquietud, impulsividad y nivel de actividad del niño. La
intervención conductual mejora la atención y el rendimiento académico, reduce la actividad motora excesiva y
mejora la adaptación social. El entrenamiento de padres y la modificación de conducta en el aula son los
procedimientos conductuales que mejores resultados han obtenido con niños hiperactivos, y suelen aplicarse como
parte de programas multicomponentes junto con otras técnicas como el entrenamiento en autoinstrucciones o la
resolución de problemas.
Trastornos de la eliminación: enuresis y encopresis
Mientras que en los trastornos anteriores existe un tratamiento cuya eficacia ha sido probada, en los trastornos de
la eliminación encontramos dos panoramas diferentes. Para la enuresis nocturna el método de la alarma es el
tratamiento de elección y cuenta con numerosos estudios controlados metodológicamente que apoyan su eficacia. El
entrenamiento en cama seca también se considera un tratamiento bien establecido, pero su complejidad y las
elevadas demandas familiares que son necesarias para su aplicación lo sitúan como alternativa terapéutica al
método de alarma.
Algunos de los procedimientos o programas terapéuticos que se revelan como eficaces en las revisiones llevadas a
cabo no se encuentran adaptados al castellano, lo cual es una asignatura pendiente para el avance de los
tratamientos en nuestro país. Sin embargo, disponemos en español de programas descritos con detalle que
comparten la mayoría de los componentes o técnicas de los programas de tratamiento eficaces que todavía no han
sido validados o adaptados con población española. Por ejemplo, el programa Emoción-Acción-Cognición para la
depresión infantil del profesor Méndez de la Universidad de Murcia comparte componentes con el
programa Action de Stark, entre ellos el entrenamiento en habilidades sociales y la restructuración cognitiva,
técnicas que han mostrado eficacia elevada en numerosos estudios controlados.
Además de los tratamientos bien establecidos, existen otros procedimientos terapéuticos que se consideran
probablemente eficaces, debido a que no cumplen todos los criterios para ser de eficacia probada, por ejemplo
carecen de estudios controlados llevados a cabo por parte de equipos de investigación diferentes. Algunos ejemplos
son el modelado sin participación o las escenificaciones emotivas para las fobias específicas. Su aplicación logra una
mejoría clínica y estadísticamente significativa pero, a falta de más estudios, no cumplen los requisitos para ser
considerados bien establecidos. A la vista de los resultados prometedores de estos tratamientos, conviene seguir
profundizando en su eficacia, especialmente en aquellos problemas para los que no se dispone todavía de
procedimientos terapéuticos bien establecidos, por ejemplo la encopresis. También debe continuarse el estudio de
los tratamientos bien establecidos, valorando los aspectos que contribuyen al éxito terapéutico, sus efectos a largo
plazo o la contribución de cada componente a su eficacia.
En comparación con los tratamientos psicológicos, los farmacológicos han demostrado menor eficacia para los
trastornos infanto-juveniles. Además de los estudios que experimentalmente señalan la terapia psicológica como
tratamiento de elección, determinados organismos como el NICE (National Institute for Health and Clinical
Excellence), que asesora al gobierno del Reino Unido sobre las principales estrategias y tratamientos de salud física
y mental, la recomiendan especialmente para problemas de niños y adolescentes frente a la terapia farmacológica.
Algunos autores sugieren el uso de fármacos para reducir la ansiedad en adolescentes en los que no es posible
aplicar terapia cognitivo-conductual, pero la evidencia hallada sobre su eficacia es escasa. Para la enuresis
nocturna, la eficacia de los tratamientos psicológicos supera con creces la de los tratamientos farmacológicos según
evidencias encontradas en estudios con seguimiento a corto y largo plazo. En la encopresis, sin embargo, parece
necesaria la terapia con laxantes, que alcanza, junto con el entrenamiento en el uso del baño, la mayor eficacia,
aunque ninguno de estos procedimientos es un tratamiento de eficacia probada. En la hiperactividad infantil, el
tratamiento farmacológico junto con el conductual obtiene los mejores resultados, aunque el uso de la medicación
puede no ser eficaz o estar desaconsejado en determinados pacientes, como por ejemplo en niños muy pequeños
que con frecuencia no se benefician de este tipo de tratamiento. Además, cuenta con efectos secundarios negativos
y en algunos casos no se mantienen los beneficios logrados cuando se interrumpe la medicación. Para la depresión
infantil y adolescente, se aconseja como tratamiento de elección la terapia cognitivo-conductual, pero en aquéllos
casos en que no hay respuesta a la intervención o la depresión es grave se combinará el tratamiento psicológico con
un tratamiento médico.
Conclusiones
Disponemos de excelentes revisiones en castellano que advierten de los tratamientos más eficaces para los
trastornos infanto-juveniles más comunes. Por ejemplo, el tercer volumen de la "Guía de Tratamientos Psicológicos
Eficaces", dedicado a la infancia y adolescencia, coordinada por un grupo de expertos de la Universidad de Oviedo;
o la "Guía para la Elección de Tratamientos Psicológicos Efectivos" de los
profesores Labrador, Echeburúa y Becoña, que recomienda las intervenciones eficaces para diferentes trastornos
en niños, adolescentes y adultos. Para conocer con más detalle los avances en los procedimientos terapéuticos
eficaces de los trastornos infanto-juveniles interiorizados, pueden consultarse en la revista Psicología Conductual los
monográficos "Tratamientos Psicológicos para los Trastornos Interiorizados en Niños y Adolescentes" o "Avances
Recientes en los Trastornos de Ansiedad en la Infancia". En inglés, el "Handbook of Evidence-Based Treatment
Manuals for Children and Adolescents" recoge una descripción detallada de las intervenciones terapéuticas
protocolizadas basadas en la evidencia para los trastornos infantiles más frecuentes.
Establecer científicamente la eficacia de los tratamientos psicológicos en niños y adolescentes mejora la práctica
clínica. Aplicar los tratamientos que funcionan, es decir, aquéllos que han probado experimentalmente su eficacia,
supone una reducción del gasto sanitario y sobre todo una mejor atención psicológica. Es nuestra obligación
proporcionar al niño o adolescente el tratamiento más adecuado para solucionar su problema, ya que de ser así la
mejoría es más rápida y las recaídas menos frecuentes. Afortunadamente, disponemos hoy en día de
procedimientos psicológicos que han demostrado ser eficaces. Entre ellos, la terapia cognitivo-conductual cuenta
con gran evidencia acumulada y destaca por ello como tratamiento de elección en la mayoría de los problemas
infanto-juveniles.
¿Por qué es tan difícil para los padres identificar una enfermedad
mental en los niños?
Por lo general, identificar si un niño tiene problemas de salud mental depende de los adultos
presentes en la vida del niño. Lamentablemente, muchos adultos no conocen los signos y síntomas
de las enfermedades mentales en los niños.
Aunque conozcas las señales de alerta, puede ser difícil distinguir un problema de un
comportamiento normal de la niñez. Es posible que creas que todos los niños manifiestan algunos
de estos síntomas en algún momento. Además, los niños generalmente carecen del vocabulario o
de la capacidad de desarrollo para explicar sus problemas.
Las preocupaciones sobre el estigma relacionado con la enfermedad mental, el uso de ciertos
medicamentos, y el costo o los problemas de logística del tratamiento también pueden impedir que
los padres busquen atención médica para un niño con una presunta enfermedad mental.
Los seres humanos, no nacen con un instinto disciplinario innato. Para entender cómo deben actuar necesitan
aprender lo que pueden hacer y lo que no. Las conductas inadecuadas, se definen como conductas que aún
siendo adaptativas o necesaria para el sujeto, este las realiza fuera de lugar o en un momento que no corresponde.
En todos los casos, es necesario reforzar la conducta, pero solo cuando esta sea emitida en los momentos
adecuados. La manifestación o presencia de Conductas Inadecuadas, esta relacionada con múltiples factores;
lo que significa que muchos factores contribuyen a la causa. La manera más eficaz será mostrarle al sujeto las
consecuencias (tanto positivas como negativas) de su conducta. El secreto de este trabajo será siempre la
constancia y la uniformidad en las respuestas emitidas por parte de los terapeutas o facilitadores. Es así, como
cualquier individuo tenderá a repetir o evitar determinadas conductas según las consecuencias, positivas o
negativas, que estas conductas le acarreen.
Las conductas deben ser guiadas con normas y límites, y reguladas mediante consecuencias (positivas o
negativas) hasta que el sujeto, adquiera capacidad de autocontrol. Este proceso no podrá ser posible si este,
no experimenta las consecuencias de sus comportamientos y no entiende las reacciones que su conducta
provoca en los demás. Así, aprenderá que las cosas no son siempre como uno desea, y desarrollará la
capacidad de Tolerancia a la Frustración. Esta capacidad será el mejor aprendizaje para controlar tanto su
comportamiento, la ansiedad y, sobre todo le permitirá adaptarse a las exigencias del entorno.
MÓDULO I: CONCEPTOS Y PROCEDIMIENTOS BÁSICOS DE LAS TDCI
No existen conductas buenas o malas sino que éstas pueden ser adecuadas o inadecuadas
dependiendo del contexto en donde se realizan.
Por ejemplo saltar y correr en una plaza es una conducta adecuada, pero hacerlo en la clase de
matemática es una conducta inadecuada, ya que si se mantiene en el tiempo interfiere en el
desarrollo del niño.
Por consiguiente una conducta inadecuada es toda aquella que cumpla con alguna de estas
características:
Estas conductas pueden tener una función comunicativa como pedir, rechazar, llamar la
atención. O pueden no tener función comunicativa como las autoestimulatorias (movimientos
corporales mediante los cuales busca conseguir estimulación sensorial) o las orgánicas (algún
dolor que no hayamos descubierto ).
Las conductas inadecuadas será conveniente trabajarlas con cuidado de no reforzarlas. En todos
los casos es fundamental hacer un exhaustivo análisis funcional de cada conducta para poder
comprenderla contextual y funcionalmente, y de ese modo programar la intervención con
enseñanza simultánea de conductas alternativas adecuadas.
En este análisis se exploran la conducta, sus antecedentes (lo que sucedió inmediatamente
antes) , la consecuencia (lo que sucedió después de la conducta) y la reacción del niño frente a
la consecuencia.
Una vez hecho el análisis se realiza una hipótesis acerca de propósito de la conducta para luego
acordar dos estrategias de intervención, una para ser efectuada durante la crisis y otra para
prevenirla, con estrategias de comunicación adecuada y adaptando el ambiente.
Todas las personas que interactúen con el niño deberán estar informadas para intervenir del
mismo modo.
1. Extinción
2. Refuerzo diferencial de conductas alternativas
3. Hipercorrección
4. Tiempo fuera
5. Autocontrol
6. Negociación
7. Redirección de la conducta
1.-Extinción: Es ignorar la conducta. Ignorar es la manera más segura de saber que no estamos
reforzando un mal comportamiento.
Ignorar es, no retarlo, no pelear con él, no gritarle, no hablarle, procurar no mirarlo, no hacer
gestos, continuar con lo que estábamos haciendo, no decirle “NO”
Es una de las estrategias más efectivas pero uno de las más difíciles de aplicar.
Esta estrategia SOLO se utiliza en aquellas conductas que no pongan en riesgo la integridad del
niño y de los otros.
Si bien pareciera que la conducta empeoró, esto es sólo una etapa que pasará luego de un
tiempo (que varía en cada niño y en cada conducta), pasado ese tiempo y si sostenemos esta
estrategia lograremos erradicar la conducta inadecuada.
2.-Refuerzo diferencial de las conductas adecuadas: Se refuerzan otras conductas que pueden o
no ser incompatibles con la conducta inadecuada. Existen dos modalidades: reforzar conductas
incompatibles:
4.- Autocontrol: Apunta a que el niño pueda controlar por si mismo la conducta inadecuada
mediante diferentes sistemas de refuerzo. Por ejemplo: un niño que cuando pierde se enoja,
grita y rompe el juego; le enseñaremos a través de una tarjeta que le dice lo que debe hacer en
esa situación la forma adecuada de expresar su enojo.
6.- Redirección de la conducta inadecuada: Consiste en generar una conducta alternativa que
reemplace la conducta inadecuada. El objetivo es lograr que el paciente deje de realizar la
conducta inadecuada realizando la que le pide el terapeuta. Ambas conductas no pueden darse
de modo simultáneo. Por ejemplo: si un niño está pegando sobre la mesa de vidrio, le daremos
un tambor para redirigir esta conducta hacia una adecuada.
7.- Tiempo fuera: Consiste en privar al sujeto de todos los estímulos a los que estaba expuesto
en el momento de la conducta inadecuada.
Especificar con anterioridad la conducta por la cual el niño va a estar en tiempo fuera.
En el momento de la conducta no hace falta explicarle porque.
Se debe actuar con firmeza.
Si por ejemplo le decimos “anda al rincón” y no va, lo llevamos firme pero suavemente al lugar
establecido.
Mientras permanezca en el área del tiempo fuera, ignorar el resto de las conductas que pueda
presentar.
Ni ustedes, ni ninguna otra persona debe hablarle durante el tiempo fuera.
Asegúrense de no perderlo de vista durante el tiempo fuera, observándolo mientras continúan
con sus actividades.
Cuando el tiempo estipulado se cumpla, el niño puede salir del tiempo fuera. Podemos
recordarle “Ahora que estas tranquilo podes seguir jugando”.
El lugar en donde se haga el tiempo fuera debe ser seguro para su integridad física y psíquica:
lejos de la pared para que no pueda golpearse, no debe haber objetos cerca que puedan usarse
para jugar o tirar, no colocarlo en un lugar oscuro o que le de miedo.
No se debe permitir que vea televisión durante el tiempo fuera, ni tener al alcance actividades
placenteras para él.
Sólo se aplicará cuando sea imposible implementar otras estrategias.
La actitud debe ser sistemática.
El tiempo fuera suele diminuir las escaladas de agresiones. Evita el circuito de gritos que en
ocasiones puede terminar en castigo físico. Se evita a largo plazo una serie de situaciones que
podrían deteriorar los vínculos y la convivencia.
Los castigos NO son un buen método para la enseñanza, podrán tener una utilidad
relativa en tanto inhibirán una conducta por temor, pero estarán limitados a la
persona que castigó, nosotros NO los utilizamos, NO los recomendamos.
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA
¿Cómo identificar a un niño con un trastorno del comportamiento?
Cuando se da un caso de niño con un trastorno del comportamiento padres y maestros se encuentran ante un
niño que no obedece, que puede mostrarse agresivo y que tiene dificultades en sus relaciones sociales. Se
observa también que:
Se enfada frecuentemente
Miente
Comete hurtos
Estos comportamientos desbordan. Que el niño conteste mal y se niegue a obedecer genera sentimientos de
salud mental.
La evaluación del niño y la familia es necesaria para diferenciar entre un trastorno del comportamiento y las
posibles conductas dentro de la normalidad, conductas que pueden ser transitorias y que pueden experimentar
los niños, por ejemplo, en fases de cambio como es el paso de la infancia a la adolescencia.
La última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders), el DSM-5 , la herramienta con la que los profesionales cuentan a la hora de
diagnosticar los diversos trastornos mentales, cataloga los criterios diagnósticos para cada uno de los
posibles conductas dentro de la normalidad, conductas que pueden ser transitorias y que pueden experimentar
los niños, por ejemplo, en fases de cambio como es el paso de la infancia a la adolescencia.
La última versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders), el DSM-5 , la herramienta con la que los profesionales cuentan a la hora de
diagnosticar los diversos trastornos mentales, cataloga los criterios diagnósticos para cada uno de los
trastornos del comportamiento.
1. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses,
que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe
durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad
1. A menudo pierde la calma.
2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
4. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
5. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
6. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
7. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
8. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
2. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno
social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las
áreas social, educativa, profesional u otras importantes.
dificultades en la lectura, con dificultad en la expresión escrita o con dificultad matemática. En el mismo
diagnóstico se especificará también la gravedad actual, indicando si se trata de leve (el niño presenta algunas
dificultades y puede compensarlas o funcionar bien si recibe adaptación adecuada), moderado (presenta
dificultades notables y precisa de una enseñanza intensiva y especializada) o grave (presenta dificultades
graves que precisan de una enseñanza constante e intensiva individualizada y especializada durante la mayor
parte de los años escolares).
3. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial.
En el mismo diagnóstico se deberá especificar el tipo (Tipo de inicio infantil Tipo de inicio adolescente o
Tipo de inicio no especificado) y si se da con emociones prosociales limitadas, falta de remordimientos o
culpabilidad, si se muestra insensible, carente de empatía, despreocupado por su rendimiento o con afecto
superficial o deficiente.
Los padres que advierten síntomas de trastorno del comportamiento en sus hijos pequeños o adolescentes
deberán acudir a un profesional para procurar una evaluación y un tratamiento lo más precoz posible, decisión
Desde Fundación Adana, los trastornos del comportamiento son diagnosticados por un equipo conjunto
de psicólogos y psiquiatras especializados. En la misma fundación se lleva a cabo el proceso diagnóstico
completo mediante una historia detallada del comportamiento del niño por parte de los padres y maestros,
observaciones clínicas del comportamiento del niño y un examen psicológico completo. Al finalizar el
proceso de diagnóstico las familias reciben un Plan Terapéutico individualizado y se les proporciona los
Los expertos señalan también que la implicación de la propia familia es fundamental para conseguir
resultados satisfactorios en el tratamiento.
Los problemas de comportamiento pueden empeorar o mejorar en función de las estrategias que utilicemos y
para que el tratamiento sea efectivo, se debe iniciar en forma temprana.
Clase 1: Conductas. Tipos de Conductas. Conductas Inadecuadas.
Completa guía sobre la conducta humana: Qué es, significado, definición y concepto. ¿Cuál es
la diferencia entre conducta y comportamiento? En este manual abordamos el término desde el
punto de vista de la psicología. Te ayudamos a comprender los problemas de conducta en niños y
adultos, los diferentes tipos y modelos de psicología que basan su intervención en la conducta del
ser humano, y te damos algunos consejos y técnicas que pueden ayudarnos a disminuir
comportamientos negativos y no deseables.
Este término puede analizarse diferentes ángulos. La psicología aborda la conducta desde el
punto de vista de los mecanismos que influyen en nuestro comportamiento y los aspectos
mentales que determinan nuestras acciones. La conducta en psicología es muy importante,
puesto que nos da mucha información sobre la persona y nos permite actuar sobre los
diferentes estímulos que pueden desencadenar el comportamiento o la conducta en sí misma
y sus consecuencias.
Hay diferentes trastornos o patologías cognitivas que pueden estar muy relacionadas con
nuestra conducta y comportamiento. Por eso, es esencial conocer en profundidad nuestro
funcionamiento cerebral, nuestras fortalezas y debilidades. cada vez se utilizan mas
evaluaciones neuropsicológicas. . Cada vez mas familias y psicólogos educativos aplican
innovadores test neuropiscológicos clínicos para detectar el funcionamiento cerebral de niños
y alumnos e identificar si están en riesgo de padecer algún trastorno del neurodesarrollo
como el TDAH o la Dislexia. CogniFit es la herramienta líder del sector y pone a disposición de
psicólogos, escuelas y familias de todo el mundo potentes herramientas clínicas, como su Test
de dislexia o su Test de TDA y TDAH. Este último permite realizar un completo screening
cognitivo, y evaluar online el índice de riesgo de presencia del Trastorno por Déficit de
Atención con o sin Hiperactividad y su subtipo con una excelente fiabilidad. Estas
herramientas son altamente accesibles para niños a partir de 7 años y permiten obtener un
completo informe explicativo con el funcionamiento cerebral y el índice de riesgo del alumno.
Al hablar de un concepto tan amplio, podríamos hacer clasificaciones muy diversas de los
tipos de conducta que podemos encontrarnos. En este artículo desarrollaremos los tipos y
clasificación de conductas en función de cómo nos relacionamos con los demás.
Conducta de tipo agresivo
Es una de las clases de conducta más fácil de identificar. Muchas conductas agresivas que
realiza el ser humano, son heredadas de nuestros antepasados, puesto que tenían un
propósito evolutivo muy útil. A lo largo de la historia las conductas agresivas se utilizaban
para advertir a posibles enemigos de que estaban invadiendo propiedades, sobrepasando
límites, defender posiciones de poder… En general, defender derechos.
Las conductas de tipo agresivo están relacionadas con acciones como: elevar la voz, tensar los
músculos faciales, apretar puños… Hoy en día cunado alguien experimenta conductas de tipo
agresivo pensamos que está fuera de control o que está teniendo reacciones
desproporcionadas o fuera de lugar.
Las conductas asertivas son aquellas que en nuestra sociedad consideramos como las más
aceptadas y adecuadas para relacionarnos con los demás. Sin embargo, como hemos visto, no
todo el mundo sabe ser asertivo.
Las conductas de tipo asertivo, engloban una habilidad que, adquirida de forma temprana,
seria un medio preventivo para que no se desarrollen las conductas disruptivas en niños. Sin
embargo, pueden adquirirse después también, para paliar el problema. Podría ser una forma
de ayudar a los jóvenes/adultos con problemas de conducta o conductas inadecuadas.
¿Cómo contribuye enseñar a un niño a ser asertivo en que se comporte bien?, ¿es posible que
la asertividad ayuda a los jóvenes adultos con problemas de conducta?
Cuando intervenimos con niños, con jóvenes, incluso con adultos, es recomendable partir con
una mente abierta y desde la perspectiva de que la persona que tenemos en frente, no es
asertiva porque no sabe, no por qué no quiera. Se debe explorar qué tipo de respuestas conoce
y cuales utiliza en cada contexto. Descubre algunas técnicas de asertividad:
1- Enseñar a argumentar:
Cuando los niños tienen que adquirir este tipo de habilidades, los adultos juegan un
papel fundamental. Por ejemplo, si un niño pide algo y el adulto se lo niega de una forma
asertiva, clara, calmada y en base a unos argumentos, el niño irá integrando este modo
de respuesta. Si por el contrario, optamos por irritarnos, gritar, imponer… “por que lo
digo yo y punto”, no podemos esperar después, que el niño no tenga rabietas, pataletas y
chille para imponerse, puesto que ha observado que para conseguir lo que quiere, tiene
que imponerse.
Cuando interactuamos con jóvenes u otros adultos, también se
modela. Nuestras neuronas espejo juega un papel muy importante en este aspecto. Por
ejemplo, piensa en como has actuado tú en alguna discusión ¿has acabado levantando la
voz sin darte cuenta, a la vez que la otra persona?, ¿te has cerrado enfadado la
conversación porque no tenías argumentos para continuar?. Los estados de ánimo
tienden a contagiarse, por eso te invito a que en tu próxima discusión acalorada, centres
tu atención en hablar pausado y bajito cuando tu “rival” levante la voz. A ver que pasa.
2- Aprende a aceptar los argumentos de otros:
En el ámbito familiar, nuestros hijos observarán qué hay que hacer cuando hay un
intercambio de opiniones. Tenemos que recordar que en un debate es una “discusión” de
opiniones, no de personas. Por tanto, no es tan importante quien encuentre la solución
correcta, si no encontrarla y obtener el mejor resultado. Si tu hijo, pareja, tu amigo, el
vecino, ha encontrado la mejor solución, ¡reconóceselo! Ambos saldréis ganando. En el
caso de los niños, además, conseguirás que adquiera el hábito de escucha y la capacidad
de valorar las opiniones de los demás, viendo como se tolera frustración e integrando
que no siempre se tiene la razón, pero no pasa nada. De este modo evitaremos gritos,
enfados y conductas verbalmente agresivas.
3- Aprende a hacer y recibir críticas:
En el ámbito infantil: Los adultos tenemos que aprender a hacer críticas hacia el
comportamiento de los niños, explicando por qué lo que está haciendo el niño no es
correcto y una forma de mejora. Incluso podemos darle la oportunidad al niño de que
elabore una mejora de forma autónoma. ¡Y no solo eso! Los niños tienen una creatividad
y originalidad desbordante. Podemos preguntarles su opinión al respecto de ciertos
temas y así, entrenar con ellos la asertividad.
Los adultos, a menudo, tienen miedo de hacer daño al otro, por otro lado, consideramos
injusto que el otro no tenga esa consideración con nosotros “¿pero qué se habrá
creído?. Una crítica bien hecha, con la intención de ser constructivos, ayudar a la persona
a mejorar y sin juicios de valor, no tiene por qué dañar. Eso es algo que tenemos que
aprender y asumir ¿cómo? Quitando la intencionalidad negativa que le otorgamos a la
otra persona. Si nos duele, es porque interpretamos que la otra persona quiere
fastidiarnos, hacernos de menos, piensa que no valemos… y entonces recibimos esos
comentarios como fatales, dañinos y hasta humillantes. Si trabajamos con esto,
aprendemos a tolerar y pensamos en el contenido real de las críticas que nos hacen, nos
ayudará a responder de una forma más social. Nos ayuda a evitar conductas de rabia,
odio, venganzas posteriores, incluso insultos o enfrentamientos.
Problemas de conducta en niños ¿Cuáles son los trastornos de conducta más habituales
en niños y adolescentes?
Muchos de los trastornos de conducta que se dan en los adolescentes, se gestan en la infancia,
ocasionando después problemas de conducta en el aula, en el colegio.
Muchos son los factores que han sido relacionados con la aparición y posterior desarrollo de
los trastornos de conducta. Si tomamos con referencia los trabajos de estudio realizados por
Máximo Aláez Fernández, Rosario Martinez Arias y Carlos Rodriguez-Sutil, desde la
Universidad Complutense de Madrid:
Sexo y Edad: Cuando hablamos de niños hasta los 10 años, los trastornos de conducta
son más frecuentes en niños que en niñas, sin embargo en la adolescencia, esta diferencia
no resulta significativa. En cuanto a estos trastornos, en chicas es más frecuentes que se
den los trastornos por ansiedad, depresivos y de alimentación y enchicos, los trastornos en
los que predomina la hiperactividad, falta de atención y conductas impulsivas. Estos
últimos irán más relacionados con mal comportamiento en clase y en casa.
Familias desestructuradas: Tomando como referencia el artículo de investigación del
Dr. Nilo Valentín Noroño Morales, Dra. Regla Cruz Segundo et al. se observa que las
características más significativas como influyentes en los niños (9-11 años) con
manifestaciones agresivas eran el consumo de alcohol por los miembros de la familia,
sentimiento de rechazo en los niños, manifes taciones agresivas por parte de las figuras
de autoridad, bajo nivel cultural y falta de vínculos laborales.
Patrones de crianza: En el estudio realizado en la Universidad de la Sabana, con niños
de 7-11 años, se comprobó que afectaba notablemente en el comportamiento de los
niños la forma en la que los educaban sus padres y los tipos y estilos de apego. Siendo
más favorable que se establecieran normas básicas con el niño, directrices claras y
acuerdo en las decisiones que tomaran las figuras de autoridad.
Conductas disruptivas en niños y adolescentes
Por lo general, hablamos de conducta disruptiva para hablar de acciones que “están fuera de
lugar”. Que no son apropiadas y que provocan un daño o perjuicio a las personas que están en
el mismo entorno que el actor de dicha conducta (incluso a si mismo).
Por ejemplo, en niños, algunas son gritar, tener pataletas, pegar a otro, escupir, levantarse en
medio de clase, tirar comida, dar conductas impulsivas, desafiar a la autoridad (padres,
madres, profesores). En adolescentes, hablaríamos de conductas más elaboradas, que en su
mayoría, se han ido consolidando a lo largo de su desarrollo. Por ejemplo, tomar drogas,
destruir material escolar o urbano, formar parte de bandas organizadas, meterse en
problemas con otros colectivos, conductas desafiantes, plantarle cara a la autoridad.
Cuando oímos a un adulto decir “es que se porta fatal”, “ui, que niño más malo”, “es un
trasto”, estos comentarios puedenhacer referencia a un niño que lleva a cabo conductas
disruptivas.
Es importante que se trabaje en la disminución de este tipo de conductas, puesto que los
aprendizajes adquiridos en la niñez, aunque no sean determinantes para toda la vida, si que
constituirán una base bastante sólida sobre el estilo de afrontamiento de esa persona en su
adolescencia y posteriormente, en su adultez. Bien es así, que se puede prever en estos niños,
la tendencia a desembocar en jóvenes con problemas de conducta si no se toman medidas.
Cada vez mas familias y psicólogos educativos aplican innovadores test
neuropiscológicos clínicos para detectar conductas impulsivas o trastornos del
neurodesarrollo en niños. En muchos casos suele existir un trastorno cognitivo detrás de los
problemas de conducta. Por eso, es esencial valorar el funcionamiento cerebral para
identificar si existe riesgo de padecer algún trastorno como el TDAH,
la dislexia o discalculia. CogniFit es la herramienta líder del sector y pone a disposición de
psicólogos, escuelas y familias de todo el mundo potentes herramientas clínicas, como su Test
de dislexia, su test de discalculia o su Test de TDA y TDAH. Este último permite realizar un
completo screening cognitivo, y evaluar online el índice de riesgo de presencia del Trastorno
por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad y su subtipo con una excelente fiabilidad.
Estas herramientas son altamente accesibles para niños a partir de 7 años y permiten obtener
un completo informe explicativo con el funcionamiento cerebral y el índice de riesgo del
alumno.
Se trata de emociones que van acompañada de reacciones fisiológicas muy potentes y rápidas.
Pueden poner al individuo “a cien” en cuestión de segundos.
Cuando no somos capaces de controlar el efecto que alguna de estas emociones provoca,
puede desembocar en conductas rápidas. El procesamiento de la información compleja no se
realiza de una forma eficaz, siendo así que la toma de decisiones se ve afectada y parece que
reaccionamos “por instinto”. Lo que ocurre es que se llevan a cabo las conductas más sencillas
de ejecutar, más simples y básicas. Serían las que antes hemos integrado en nuestro
desarrollo evolutivo, por lo que llevan en nuestro repertorio conductual desde que somos
pequeños. De ahí que en muchas ocasiones se diga “se comporta como un niño”.
Ese adulto busca responder lo más rápido posible ante la situación y reacciona de manera
impulsiva. Por ejemplo, ante un ataque de enfado, si ese adulto no ha adquirido habilidades
para manejar una situación de enfado como esa, lo más fácil sera propinar golpes a lo que tenga
más cercano.
Cuando estas formas de actuar impulsivas y poco adaptativas son la forma cotidiana de
proceder, hablamos de trastorno de conducta. Se establece un patrón de respuesta típico en
esa persona que afecta a las diferentes áreas de su vida. Los trastornos de conducta afectan
tanto a las personas que están a su alrededor como, en muchas ocasiones, a sí mismo.
Técnica de Extinción
A menudo, pasamos por alto las cosas buenas que hacen los demás, porque nos
acostumbramos. Adoptamos una actitud, a menudo sin darnos cuenta, de que lo que tenemos,
al ser estable, no puede desaparecer. Incluso que tenemos cierto derecho a recibirlo. ¿A que
me refiero? A situaciones tipo como: “nuestra amiga siempre escucha pacientemente cuando
nos sentimos mal”, “nuestra pareja va a buscarnos siempre a la salida del trabajo”, “siempre
tolera mi fuerte carácter”, “mis hijos siempre llegan a casa a la hora que se les indica, recogen su
plato después de cenar,te dan un beso antes de acostarse”.
Invertís esfuerzo y tiempo en realizar una conducta, como por ejemplo, preocuparte por
alguien, hacer la comida todos los días para todos, pedir el plato preferido de tu pareja en
lugar del tuyo. Hay mil cosas que ocurren, que parecen insignificantes pero que “¡es que parece
mentira!, “nunca está contento/a con nada”, ¡no valora nada de lo que hago!, ¡si lo sé, ni me
molesto!.
Sin siquiera saberlo, estamos ante una técnica para disminuir conductas. Hablamos de la
Técnica de Extinción.Lo correcto sería utilizarlo para las conductas que de otros que
queremos disminuir. ¿Cómo lo hacemos? Dejamos de prestarles atención y como la otra
persona percibirá que no obtiene ningún resultado, poco a poco dejará de repetirlo.
Cuando los niños tienen pataletas ¿qué quieren? En primer lugar, causar malestar a los padres
y así llamar la atención; en segundo lugar, llevar la razón. A pesar de ser muy muy complicado
por parte de los padres aguantar el chaparrón, sería lo más recomendable para terminar con
las rabietas.
Técnica de Castigo
El castigo está a la orden del día. Sobretodo papás y mamás desbordados “¡castigado sin
tablet!, ¡castigado sin móvil!, ¡castigado sin fútbol!…”.
Pero no solo ocurre en este ámbito. El ser humano, es verdaderamente castigador, y somos
expertos en proporcionar castigos. Los castigos, como se entienden en psicología, pueden ser
tangibles (restringir el uso de objetos), pero también pueden ser verbales “se va a enterar, voy
a hacerle lo mismo para que vea”, “eres un idiota, no sirves para nada”, “te odio”, “no te soporto”,
“es que no me quieres, me tratas fatal”.
Los castigos, pueden ser eficaces a corto plazo para disminuir conductas indeseadas en los
demás, sin embargo, a largo plazo pierden efectividad y aumentan rabia y frustración en la
otra persona. Es más recomendable utilizar la extinción y contrarrestar con las técnicas que
aumentan conductas deseadas que veremos más adelante.
En uno de los puntos anteriores, hemos visto como disminuir las conductas que provocan un
mal comportamiento y que no queremos que se den. Pero no sólo vale con eso. Es necesario
que estas se sustituyan por otras, para que no quede un vacío y la persona en cuestión sepa
qué es lo que debe hacer.
Para el ser humano, el lenguaje ha ido cobrando una importancia absoluta. Las
comunicaciones vienen y van, a velocidades de vértigo, transportando la información por las
redes allá donde vayamos. La información de las comunicaciones nos influye constantemente,
en nuestro estado de ánimo, en nuestra conducta, en nuestro comportamiento, relaciones
personales, trabajo, gustos, tendencias… En fin, es omnipotente.
Sin embargo, a nivel individual, muy pocas veces aprovechamos el poder de la comunicación.
Estoy hablando de los refuerzos verbales. Es necesario saber tener detalles lingüisticos con los
demás. Muchas veces, el reconocimiento a través de un sincero “¡vaya!, qué bueno eres! “Estoy
muy contento de lo bien que lo has hecho!”, un toque en el hombro, un “gracias”, “me gustas”, es
de lo más efectivo.
Es la técnica más barata, más rápida y más sencilla. Decirle a la gente las cosas que nos gustan,
de una forma realmente sincera. No nos confundamos, no consiste en decirle a la otra persona
lo que quiere escuchar. No, no. Decimos lo que nos gusta a nosotros respecto a su conducta,
puesto que si para esa persona es importante nuestra opinión, volverá a repetirlo.
Muchas veces, se utiliza como refuerzo un regalo, una recompensa material, para provocar un
aumento de la conducta en el otro. A menudo regalamos y ya está, y nos olvidamos
de acompañamos el regalo con un por qué. ¿Hace falta un por qué para regalar? Solemos
pensar que no, pero acompañar un regalo con una explicación de por qué hacemos ese regalo
potencia su fuerza y significado. Piensa en el último regalo que hiciste. ¿a quién?, ¿que te
motivo a hacerlo?.
Regalamos porque estamos agradecidos por cómo nos trata la otra persona, porque nos
entiende, porque nos apoya, porque nos hace sentir orgullosos, porque nos gusta que nos
salude por la mañana, porque queremos felicitarla, porque es trabajador/a, cocina de
maravilla… o por que nos sentimos estupendamente en su compañía. Pero no lo decimos.
En las relaciones sean del tipo que sean (personales, con pareja, amigos…) siempre hay
contratos implícitos. Se crean a través de repetir conductas de forma sistemática.
Por ejemplo, en una familia de varios hermanos puede suceder que siempre sea uno de ellos el
encargado de hablar con el padre o la madre ante una situación importante. En una pareja uno
de los miembros sabe que no hay que hablarle mucho al otro cuando está recién levantado,
etc…
En estos casos, no hace falta comunicar de una forma explícita que es lo que le gustaría a uno y
a otro, si no que de alguna manera, se interpreta, se asume y se conoce. Pero en muchas
ocasiones, es necesario que exista comunicación. Que ambos miembros de la relación
interpersonal hablen y establezcan sus preferencias y objetivos. A partir de aquí, se puede
establecer una negociación para que ambas partes de la relación queden satisfechas de alguna
manera.
Bien, cada modelo gira en torno a unas premisas para explicar los mismos fenómenos, pero
desde diferentes prismas y dotando de mayor importancia o menor cada factor. Por ejemplo:
Modelo conductista
Este modelo defiende que solamente podemos utilizar las conductas que vemos, para poder
medir, de forma clara y concreta, el comportamiento del ser humano. De este modo, el
comportamiento humano se explica a través de una serie de conductas que dan las personas y
las consecuencias que obtienen con ellas. Por ejemplo, “si yo cruzo un semáforo en rojo, me
pilla un coche, por tanto, esperaré a que se ponga en verde”.
Para verlo claro, se puede consultar el interesante experimento de los perros de Paulov, en
donde vemos que tras darles comida acompañada del sonido de una campana, los perros
condicionaron la campana con la comida, siendo así, que al escuchar esa campana, salivaban
aunque no hubiera comida.
Skinner es otro de los psicólogos importantes en esa línea. Introdujo el conductismo radical,
centrando su atención en la importancia de las consecuencias de la conducta para que se
produzca el aprendizaje.
Es muy conocida la caja de Skinner. Donde experimentaban con ratas. Les hizo aprender que
tenían que apretar una palanca (conducta) para recibir comida (consecuencia).
Modelo congnitivo-conductual
Este modelo es el que añade a la ecuación el valor del pensamiento. La cognición. El individuo
no solamente responde a los elementos que le presenta el entorno, si no que además, procesa.
Por tanto, en este sistema, lo que pienso, siento y hago, afectará a lo que pienso, siento y hago
y todo esto, interactuará con el entorno.
Dentro de este modelo podemos introducir el tipo de aprendizaje por modelado de Bandura.
Se diferencia del condicionamiento clásico en que estamos introduciendo la variable de
interpretación y decisión de las personas de imitar y reproducir la conducta aprendida a
través del modelado.
Conducta prosocial
Partiendo de la definición que plantea Mª Dolores González Portal, profesora de la
Universidad Complutense de Madrid (Premio Nacional de Investigación del Ministerio de
Educación y Ciencia en 1983), podemos entender por conducta social, cualquier acción acción
que, al llevarse a cabo, beneficia a una o más personas y hace que la sociedad funcione mejor.
Independientemente del deseo de la persona de obtener un beneficio añadido para sí mismo.
En 1964, tuvo lugar el suceso de Kitty Genovese, mujer que fue asesinada en el portal de su
casa. Aunque hubo 38 personas que observaron el asesinato, solo uno llamo a la policía media
hora después del suceso, por lo que no se pudo evitar que Kitty muriera. En este punto, la
investigación sobre las conductas prosociales arrancó, con el punto de mira de poder
responder ¿por qué ayuda el ser humano a otros humanos?, ¿qué le motiva?.
Al final, las conductas prosociales se adquieren del mismo modo que las demás conductas que
hemos ido viendo a lo largo del artículo.
Condiciones Especiales.
Es posible que los niños con problemas médicos requieran de más exámenes de
lo normal, deban permanecer en el hospital de forma prolongada o
permanente, requieran y dependan de equipo costoso para preservar
su salud, y además, necesiten de hospedaje, lugares o sitios de
aprendizaje aptos para personas con discapacidad para que ellos
puedan funcionar. Algunas de las condiciones médicas graves que
afectan a los niños incluyen el cáncer, la distrofia muscular, defectos
en el corazón, fibrosis quística, así como condiciones crónicas, tales
como el asma y la diabetes. Igualmente abarca condiciones
congénitas tales como la parálisis cerebral, enanismo y otros
padecimientos como la obesidad o alergias alimenticias entre otros.
Necesidades especiales por el comportamiento:
Desde el retraso metal, hasta diagnósticos como el Síndrome de Down y el autismo son
ejemplos de las enfermedades que evitan a los niños que la padecen participen y sean
integrados a la educación convencional. En Estados Unidos existen leyes como No Child Left
Behind que integrana dichos niños al sistema educativo y además,
garantizan que dicha población infantil puede beneficiarse de los
servicios, terapias, educación e integración que tanto necesitan.
Necesidades especiales por el aprendizaje:
Los trastornos de aprendizaje son problemas que afectan la habilidad del cerebro de
recibir, procesar, analizar y almacenar información. La mayoría de los niños afectados por
dicho trastorno, normalmente les cuesta cumplir con la tareas escolares, a pesar a su
capacidad intelectual. Estos niños requieren de estrategias de aprendizaje especializadas para
lograr su máxima capacidad y evitar problemas de baja autoestima y problemas de conducta.
Entre los trastornos de aprendizaje más comunes están: la dislexia y el Trastorno Centrales de
Percepción Auditiva o (conocido por sus siglas en inglés como (DPAC ) el cual abarca varios
trastorno relacionados a la manera que el cerebro procesa la información auditiva. Algunas
escuelas desarrollan programas llamados Programa de Educación individualizado o (IEP) para
definirlas fortalezas y debilidades de aprendizaje de los niños y trabajan conjuntamente con
las familias para garantizar el avance académico de los niños que padecen de estostrastornos.
Hecho esto y priorizando los objetivos, resultará más fácil seleccionar y diseñar los métodos de recogida de
información necesarios.
El triple sistema de respuestas es el modo de responder de cada persona ante las distintas situaciones y
problemas.
Respuestas motoras: Aquellas respuestas que muestran lo que la persona hace o no hace. Son respuestas
visibles, y observables por los demás, de ahí que también se las denomine externas. Incluye los actos
motores, conducta verbal y no verbal.
Respuestas fisiológicas: hace referencia a las distintas sensaciones físicas que experimenta la persona.
La mayoría son sensaciones que ocurren dentro del organismo, por tanto, internas, y no son observables
por los demás. Por ejemplo: palpitaciones, tensión muscular, aumento de la presión sanguínea, etc.
Algunas pueden ser observables y por eso podría incluirse también como respuestas externas, y son,
entre otras, la sudoración, llorar, enrojecer, temblar…
Respuestas cognitivas: Se incluyen los pensamientos, imágenes, opiniones, creencias, atribuciones,
sentimientos, etc. A diferencia de las respuestas motoras, las respuestas cognitivas no son observables
por los demás.
Estos niveles de respuesta están interrelacionados en todas las personas, aunque el nivel afectación no es
sincróno, es decir, en cada persona y cada situación se responde en cada nivel con una mayor o menor
afectación.
Para completar el análisis topográfico es importante cuantificar distintos parámetros, con el fin de determinar
si el problema se manifiesta por exceso o por defecto, y para establecer la línea base de la conducta
problemática. Los parámetros utilizados son:
Una vez definidas las conductas-problema a través del análisis topográfico, la evaluación ha de completarse
con la determinación de las variables que controlan dichas conductas. y para ello se recurre al análisis
funcional.
b) Análisis funcional:
Tendrá como objetivo analizar la información relacionada con cada uno de los elementos básicos y determinar
las relaciones establecidas entre ellos.
Consiste en identificar las variables antecedentes y consecuentes, tanto externas como internas, que controlas
una conducta, un problema o un trastorno, y en establecer las relaciones de contingencia entre tales variables
y dicho problema. Los elementos que forman parte del análisis funcional son: estímulos antecedentes,
variables orgánicas, respuesta de la persona y estímulos consecuentes.
Estímulos antecedentes: Son aquellos acontecimientos que ocurren inmediatamente antes de la emisión
o aparición de una conducta problema y que guardan una relación funcional con la misma
Variables orgánicas: Son determinadas características específicas de cada persona que se encuentran
presentes y que son capaces de interferir y contribuir al mantenimiento de la conducta.
Determinantes biológicos: pueden ser anteriores y actuales. Los anteriores responden a factores
hereditarios, perinatales o prenatales (parada cardíaca, anoxia) que aparecieron en el pasado pero
cuyas consecuencias se encuentran en el momento de la evaluación. Su existencia puede actuar
interfiriendo y manteniendo el problema, por lo que hay que tenerlos en cuenta a la hora de
diseñar el tratamiento. Los actuales incluyen factores como enfermedades, traumatismos o
indisposiciones transitorias o crónicas, los efectos secundarios o colaterales de la ingesta de
fármacos, la fatiga, etc. Que alteran el equilibrio físico y orgánico de la persona.
Repertorio de conductas que posee el alumno, y que nos va a permitir sustituir las conductas
problema por conductas más adaptativas (o una aproximación a las mismas).
Historia de aprendizaje: consiste en los modelos que ha tenido la persona a lo largo de su vida
que han producido un efecto negativo o que han fomentado la utilización de recursos inadecuados
de cara a su funcionamiento del problema existente.
Respuesta: Descripción de las conductas emitidas por el alumno.
Estímulos consecuentes: Son aquellos acontecimientos que ocurren inmediatamente después de la
aparición de la conducta-problema y que inciden sobre que el problema se mantenga.
Externos: son los efectos o cambios que se producen en el entorno del alumno y que con su
actuación contribuyen al mantenimiento del problema. Ejemplo: los compañeros se ríen cuando
el alumno hace un comentario inapropiado.
Internos: son los efectos o cambios producidos en la propia persona y que se convierten en
mantenedores del problema. Ejemplo: la disminución del nivel de ansiedad en un alumno con
mutismo selectivo al evitar la situación de hablar delante de todo el grupo.
Por otra parte, las conductas no se producen en el vacío, tienen una finalidad y actúan como un mecanismo de
relación y reacción social. Por tanto, la evaluación ha de ampliarse al contexto natural y social (profesores,
padres, compañeros…).
En relación al alumno/a
En relación al
contexto
2.1.El alumno
a) Dimensión cognitiva académica:
Se trata de determinar el nivel de aptitud, habilidades, nivel de desarrollo y capacidad, factores muy
importantes a la hora de determinar las estrategias a aplicar.
Por otra parte, ha de evaluarse la competencia curricular y el estilo de aprendizaje, para conocer si la
respuesta curricular favorece una respuesta comportamental ajustada.
b) Dimensión social y emocional:
Las habilidades sociales del individuo y su grado de integración determinarán el tipo de intervención.
Asimismo, la autoestima, las atribuciones y expectativas que hace o tienen el alumno condicionan el tipo de
intervención.
Se valorará la dificultad de asunción de roles sociales, la incidencia de las medidas disciplinarias y las
habilidades sociales, así como la motivación, locus de control, autoeficacia, nivel de ansiedad, autoconcepto y
autoestima.
2.2.El contexto
a)Estructura organizativa:
El tipo de estructura organizativa de la familia y la escuela condiciona las posibilidades de intervención.
Se valorará el clima del aula en función de factores de organización y sistema social, características físicas del
aula, relación alumno- profesor, características de los alumnos.
c) Estilo de enseñanza:
Los estilos de enseñanza condicionan las interacciones en el aula. Cada profesor tiene una serie de recursos
didácticos que pueden encajar mejor o peor con el estilo reactivo del alumnado que presenta problemas de
comportamiento.
d) Experiencia:
Un profesorado experto en el tratamiento de este alumnado podrá transferir su aprendizaje, con lo que su
intervención será más rica. Se valorarán las cogniciones previas del profesorado y las adquiridas ante el
alumno en concreto.
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¿Su hijo se mete en problemas en clase? ¿Las visitas a la oficina del director de la
escuela son comunes pero improductivas? Si es así, podría estar preguntándose
sobre nuevas maneras de modificar la conducta de su hijo. Quizás sea el
momento de solicitar que la escuela realize una evaluación funcional, también
conocida como una evaluación funcional del comportamiento (FBA, por sus siglas
en inglés).
Por ejemplo, tal vez a su hijo le cuesta trabajo mostrar los problemas de
matemáticas en los que estuvo trabajando. En la clase de matemáticas se enoja,
arruga el papel de ejercicios y molesta al resto de la clase. El maestro lo envía a la
oficina del director.
Aunque los compañeros de escuela de su hijo no sean parte del equipo, podrían
proporcionar información útil que aclare aspectos del comportamiento de su hijo.
Usar palabras poco precisas para describir la conducta de su hijo puede dificultar
la obtención de información específica. Por ejemplo, decir que su hijo “perturba” no
proporciona suficiente información y puede significar diferentes cosas para
diferentes personas.
Este incluye varios pasos incluidos en uno solo. Los miembros del equipo trabajan
para reunir la información de los reportes de su hijo, las entrevistas y los
cuestionarios. Su objetivo es responder a preguntas como las siguientes:
Una tabla ABC es una herramienta que con frecuencia es utilizada en este
paso. Aindica la palabra Antecedente (lo que pasa antes), B indica la palabra en
inglés ‘behavior’ o conducta (la acción o la reacción) y C indica la palabra
consecuencia (lo que pasa después).
Una vez que el equipo tiene una idea de las razones que explican la conducta
inapropiada de su hijo, el equipo trabaja más estrechamente con el especialista de
conducta o el psicólogo para ver si la hipótesis es correcta. Esto quiere decir,
cambiar algo en el ambiente para ver si la conducta cambia.
Para hacer esto crean un plan de intervención del comportamiento (BIP, por sus
siglas en inglés). Un BIP es un plan que está diseñado para enseñar y
recompensar las conductas positivas. Esto puede ayudar a prevenir o eliminar las
conductas problemáticas en la escuela. Por ejemplo, podría ser útil ver cómo su
hijo actúa cuando se le pide que explique en voz alta los pasos de un problema de
matemáticas, pero no enfrente de toda la clase. O podría mostrar algunos de los
problemas que hizo pero no todos. Las sugerencias en el plan podrían incluir:
Antes de comenzar con el plan, el equipo tiene que asegurarse que su hijo
entiende cuáles son las expectativas. Tienen que estar seguros que puede
controlar las conductas inapropiadas y que está motivado a cambiar. Aquí es
donde la información de una evaluación integral o exhaustiva es útil.
Una evaluación funcional puede que no ofrezca una solución inmediata a los
problemas de conducta de su hijo, pero puede darle una visión más completa de
sus dificultades. Luego, usted y la escuela pueden trabajar conjuntamente para
seguir los próximos pasos para ayudar a su hijo.