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FACILITADOR

EDUARDO JESUS MORONTA ALBORNOZ

PARTICIPANTE

MARÍA BETANIA GÓMEZ TORRES

V-25717850

Universidad Bicentenaria de Aragua

San Joaquin de Turmero


Es indiscutible que el consumo de sustancias psicoactivas tiene consecuencias en toda las

áreas de la vida de una persona, así como en todo tipo de actividades que realiza, como también

muchos cambios específicos en el funcionamiento cerebral. Siendo este un problema social que

afecta a cualquier individuo sin diferenciar su estrato económico, social o académico. En este

fenómeno intervienen: la situación económica, política e histórico-social, el estado de salud

física y psíquica del individuo. Es preciso aclarar que el consumo de sustancias adictivas no es

algo exclusivo de la actualidad, pues desde tiempos remotos el ser humano ha hecho uso de la

misma ya sea con fines religiosos, médicos o ceremoniales.

“El abuso de drogas implica la presencia en algunos sujetos de ciertas características,

atributos individuales o factores de riesgo psicosociales que facilitan la transición de un consumo

esporádico o irregular, a un consumo abusivo y compulsivo de drogas”. (Castro, M. y Col.,

2000).

Actualmente en la sociedad el problema de las adicciones es mayor, presentándose en

edades más tempranas y con sustancias más adictivas con mayor facilidad de acceder a ellas.

En concordancia, en el presente ensayo abordaremos temas específicos de la

drogodependencia, tales como lo son; los tipos de sustancias psicoactivas, dependencia

psicología y física, alteraciones neurológicas y las áreas de afectación por el consumo de

sustancias.
Sustancias psicoactivas

Una sustancia psicoactiva se encarga de alterar el comportamiento, la percepción y el

estado de ánimo. Además tienen un efecto directo sobre el sistema nervioso central, ocasionando

cambios específicos en sus funciones.

Cuando hablamos de sustancias psicoactivas hay un sinfín de clasificaciones. De acuerdo

a su origen están las naturales (estas no necesitan un proceso químico para su elaboración, ya que

se producen en la naturaleza) y las sintéticas, (son las que necesita un proceso ya sea químico o

físico.) De igual forma está la clasificación de las drogas duras y blandas. Las duras representan

un grave peligro para la salud y bienestar del individuo, mientras que las blandas aparentemente

son “menos” nocivas.

En cuanto la clasificación más usada, está la que hace relevancia a su mecanismo de

acción y los efectos cerebrales que conllevan, y estas son: las sustancias psicodélicas,

estimulantes y las sustancias depresoras

 Estimulantes: Abarcan la cocaína, las anfetaminas, la nicotina y la cafeína. Se refiere a

todas aquellas sustancias psicoactivas que alteran el sistema nervioso central,

incrementando así mismo su actividad.

 Psicodélicas: Abarca el LSD, la psilocibina o la ketamina, etc. Y su efecto principal es

alterar la percepción del individuo.

 Depresoras: Entre las más comunes tenemos el alcohol, los barbitúricos y

las benzodiacepinas. Y estas, a diferencia de las estimulantes producen una disminución

en la actividad del sistema nervioso central.


No obstante a eso, Eugen Goldstein creó una clasificación más especificada, la cual se

desarrolla en:

 Nicotina: Esta promueve la liberación de dopamina y noradrenalina. Generan fuerte

adicción.

 Cannabis: Altera la percepción , la memoria. Produce una falta de

coordinación, depresión o somnolencia.

 Cafeína: La cafeína estimula o excita el cerebro y el sistema nervioso. Promueve la

liberación de dopamina y noradrenalina. Tiende a reducir la necesidad del sueño.

 Sustancias sedantes: Entran en el grupo de las depresoras. Incrementa la inhibición.

Abarcan sustancias como el alcohol, los barbitúricos y las benzodiacepinas. Así como

inhalantes disolventes, inhalantes gases y el éxtasis líquido. Su consumo provoca efectos

como sedación, somnolencia, tranquilidad y relajación corporal.

 Cocaína y Anfetaminas: Son sustancias estimulantes. Incrementa la actividad cerebral.

 Psicodélicos: Generan efectos alucinógenos en el cerebro. Abarcan los derivados del

ácido lisérgico, las triptaminas sustituidas o las feniletilaminas.

 Sustancias de síntesis: Abarcan las sustancias sintéticas ya que se producen mediantes

químicos.

 Esteroides anabólicos: Son sustancias sintéticas, estas se utilizan para incrementar el

desarrollo físico del organismo.

Dependencia Física

En nuestro cerebro cuando realizamos actividades que nos gustan o son importantes para

la supervivencia se liberan químicos mejor conocidos como neurotransmisores, como la


dopamina y endorfina. En situaciones normales se liberan en forma moderada y razonable. La

dopamina juega un papel muy importante, guiar al cerebro a reconocer que experiencias son

agradables y cuales no. Por ejemplo, el comer libera dopamina y el cerebro lo recuerda como

algo de beneficio propio, el caso contrario cuando se es golpeado y no se libera dopamina,

nuestro cerebro lo recordará como algo no provechoso y que causa malestar. Toda esa actividad

sucede en nuestro sistema límbico. Cuando se consume alguna droga, los niveles de dopamina se

incrementa de una forma anormal a la actividad regular, causando un desequilibro en todo

nuestro organismo. El uso prolongado de una sustancia daña los receptores que se encargar de

regular la actividad de dopamina y otros neurotransmisores haciendo difícil la detección de

estímulos naturales y artificiales, en consecuencia se origina la tolerancia a la droga.

Aunado a esto, la dependencia física no es más que la necesidad fisiológica de una droga

en cuestión. Los dos componentes básicos de la dependencia física es la tolerancia y el síndrome

de abstinencia agudo. En cuanto la tolerancia, esta se produce ya que el organismo necesita más

sustancia para conseguir el mismo efecto deseado. Ejemplo: Una droga aumenta una sustancia

química en el cuerpo y la misma nos produce placer, en cuestión es el aumento de tal droga la

que produce tal placer, por ende, el consumidor necesitará más droga para sintetizar la misma y

que se produzca el efecto deseado.

Asimismo, el Síndrome de abstinencia agudo se puede decir que son los síntomas que

presenta el individuo cuando deja de consumir la droga. Ejemplo: Un sujeto que tiene un

consumo habitual de una droga, debido a ese consumo se produce una alteración en las neuronas,

una disminución de dopamina. Cuando deje de consumir la droga volverá a aumentar la

dopamina y eso producirá una serie de trastornos físicos que varían la intensidad según el tipo de

sustancia psicoactiva. Es importante destacar que los síntomas que presenta el síndrome de
abstinencia agudo suelen ser los contrarios a los que produce la droga en cuestión. Un ejemplo

de ello es; si la droga produce relajación, tranquilidad etc… Al disminuir una sustancia en el

sistema límbico, al dejar de consumirla, producirá esa sustancia incluso en más cantidades de lo

usual, y esto se conoce como el “efecto rebote” y al producirse la sustancia en exceso, habrá

nerviosismo, ansiedad, etc. Es decir, lo contrario que producía la droga como se dijo

anteriormente.

Dependencia Psicológica.

Es un factor clave en la drogodependencia. Esta dependencia se refiere a el deseo de

repetir el consumo de una droga, llevando al individuo a pensar que realmente necesita la

sustancia, para así evitar los efectos desagradables que se tienen si no consumen la sustancia por

elección. En esta se abarca el síndrome de abstinencia condicionada, la cual se puede decir que

aparece cuando una persona que sufre adicción a una sustancia deja de consumirla y está muy

relacionada con la dependencia psicológica. Ejemplo: Un sujeto que ha sido drogodependiente y

ha pasado un largo tiempo sin consumir, asimismo se expone a estímulos ambientales donde

tenía lugar su consumo, este puede llegar a tener la necesidad urgente de volver a consumir. En

ese momento el individuo tiene riesgo de recaída.

Áreas de Afectación por el consumo de Sustancias.

Las sustancias psicoactivas afectan el sistema nervioso central y tienen efectos sobre el

sistema límbico, la cual se encarga de controlar emociones e impulsos primitivos, cada que

hacemos algo que nos produce bienestar o placer el sistema límbico activa su centro de
recompensa y le asigna una connotación agradable, cuando sentimos o hacemos algo que nos

molesta se le asigna una connotación desagradable. Nuestro comportamiento siempre se va

inclinar por procurar sentir sensaciones placenteras repitiendo lo que las produce, en este caso

activando el centro de recompensa. Ahora bien, el Núcleo Accumbens se encuentra ubicado en el

centro de placer, estese activa y libera hormonas que generan una sensación agradable en el

cerebro, como la dopamina y la endorfina. Cuando se consume una sustancia psicoactiva, la

misma activa el núcleo generando diferentes sensaciones de bienestar. Esta es la base para que se

pueda producir una adicción. A pesar de que el cerebro se puede recuperar con diferentes

procesos de rehabilitación, la adicción queda instaurada para siempre gracias a la memoria

emotiva que puede llegar activarse con diferentes estímulos, generando así una posible recaída.

Es importante acotar que las sustancias psicoactivas entorpecen la forma en que las

neuronas reciben, envían y procesan las señales que transmiten la dopamina, acetilcolina, GABA

y serotonina. Ya sea ocasionando que se envíen mensajes defectuosos por no activar las neuronas

de una manera parecida a la de un neurotransmisor natural. Del mismo modo, existen sustancias

psicoactivas que permiten que se liberen cantidades exageradamente altas de dopamina,

acetilcolina, GABA y serotonina, ocasionando también alterar la comunicación normal entre las

neuronas.

Dicho esto, podemos decir que las sustancias psicoactivas producen daños y alteraciones

considerables en zonas relevantes de nuestro cerebro que son necesaria para nuestro correcto

funcionamiento. Estas áreas incluyen:

Los ganglios basales: Los mismos cumplen una función importante en la motivación,

interacción social, el apetito, del mismo el apetito sexual, como también en el hábito y rutina.

Estas zonas componen un punto clave en lo que se denomina el "circuito de recompensas" del
cerebro. Una explicación de este seria que comúnmente las sustancias psicoactivas producen

hiperactividad en el circuito, ocasionando la euforia (lo que se siente al consumirlas), pero

cuando la presencia de la droga se repite, el circuito se adapta y disminuye su sensibilidad, lo que

hace que el individuo le resulte complicado sentir placer con otra cosa que no sea la sustancia en

cuestión.

La amígdala: está medida que incrementa el consumo de la sustancia psicoactiva, el

circuito se vuelve constantemente más sensible. A través del tiempo, un sujeto con un trastorno

por el consumo de psicoactivos no la ingiere con un de alcanzar un estado de euforia sino para

calmar, moderar transitoriamente ese malestar. La amígdala ocupa las sensaciones estresantes

como la irritabilidad, la ansiedad, y la inquietud, estás son propias de la abstinencia.

La corteza prefrontal: por su parte está se encarga del pensamiento, de la planificación, la

toma decisiones, solución de problemas, y controlar los impulsos. La variabilidad en el equilibrio

entre este circuito y los circuitos de recompensa y de estrés de los ganglios basales y la amígdala

extendida hacen que un individuo que sufre de un trastorno por el consumo de sustancias

psicoactivas busque la sustancia en forma compulsiva, sin tener control de sus impulsos.

De ahí que, algunas sustancias psicoactivas, como por ejemplo; los opioides, también

llegan a dañar otras partes del cerebro, así como: el tronco del encéfalo, el cual se encargar de

controlar las funciones esenciales, como lo es; la frecuencia cardíaca, la respiración y el sueño,

por tal motivo se puede llegar a demostrar el por qué las sobredosis pueden disminuir

trascendentalmente la respiración y ocasionar la muerte.

Entre las drogas más consumidas se presentan las siguientes afectaciones:


El alcohol y su abuso constante destruye de manera irreversible las áreas de la memoria

(hipocampo), el cerebelo (que controla la coordinación) y la corteza cerebral. Mientras que la

Marihuana perjudica la memoria a corto plazo y la concentración. La Cocaina por su parte, llena

el cerebro de dopamina, produciendo una aceleración del corazón y con esto un posible infarto,

además de causar ansiedad y paranoia. En el caso del Éxtasis y MDMA afectan la serotonina,

ocasionando depresión y ansiedad. Los Alucinogenos afectan la percepción, pueden llegar a

causar episodios psicóticos y los individuos pueden llegar a tener conductas que pongan en

riegos su bienestar físico.

Es importante destacar, que a pesar del daño cerebral evidente que ocasionan las

sustancias psicoactivas, también afectan otras áreas de nuestros organismo como el corazón, ya

que se presentan patologías cardiovasculares como lo son: la hipertensión, arritmias, la

formación anormal de coágulos sanguíneos, estrechamiento de las arterias, miocardiopatias. De

igual manera resulta afectado el hígado, mayormente por el consumo abusivo de alcohol,

produciendo cirrosis y/o hepatitis. También ocurren daños en el riñón, ya que con el consumo de

ciertas dogas es común que el riñón deje de eliminar los desechos, ocasionando enfermedades

como la insuficiencia renal crónica (es la más común en alcohólicos). Mayormente el sistema

respiratorio resulta muy afectado por patologías como cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar

obstructiva crónica, cardiopatías isquémicas, enfermedad broncopulmonar, bronquitis crónica, el

enfisema pulmonar, etc. Del mismo modo ocurren enfermedades digestivas como gastritis,

pancreatitis o peritonitis. Enfermedades en la sangre como anemias, hemorragias. También

enfermedades infecciosas como el VIH/SIDA. Hepatitis B y C e infecciones bacterianas son muy

comunes en el abuso de drogas, ya que es más probable que se ocasionen las relaciones sexuales
sin protección aumentando así el riego de embarazos no deseados y enfermedades de

transmisión sexual.

Por último pero no menos importante, las sustancias psicoactivas dañan increíblemente la

psiquis humana, bien como vimos al principio tiene una afectación notable en las áreas

importantes del cerebro, asimismo el consumo de drogas provoca alteraciones del

comportamiento en el individuo, como la depresión, ansiedad, insomnio, agresividad,

irritabilidad, paranoia, ataques de pánico y desconfianza, así como también ya se ha comprobado

su poder como desencadenante de la esquizofrenia y psicosis.


Para dar por concluido, las sustancias psicoactivas son agentes naturales o químicos que

afectan las funciones de los individuos. Se considera droga a cualquier sustancia que es capaz

de modificar los circuitos cerebrales hasta el punto de crear una necesidad física y psicológica, y

que tiene efectos nocivos en el organismo. La sustancia al aumentar su consumo el organismo

incrementa su tolerancia y el efecto de la droga ya no es tan fuerte. Esto hace que el sujeto

consuma dosis más altas. De igual manera, nos resulta claro como las drogas pueden llegar a

dañar zonas importantes del cerebro que son imprescindible para las funciones vitales.

Aunque las drogas han existido siempre y seguirán existiendo, su consumo incrementa

un problema social, ya que cada vez hay más individuos que consumen algún tipo de sustancia

en mayores cantidades y a edades más tempranas. A pesar que este problema social puede llegar

a afectar a cualquier individuo, se presenta con más frecuencia en las personas con trastornos

mentales que en la población en general, así como también es más común que los adictos estén

más propensos a padecer enfermedades mentales que el resto de la población. No queda duda de

que los riesgos son grandes y los resultados pueden ser fatales.

Ante esto, diversos autores han señalado que es preciso definir el problema de un

modo objetivo y descriptivo: consumidores, sustancias consumidas, cantidad (dosis),

frecuencia de utilización y causas (Nowlis, H. 1975; Gómez, 2007; Becoña Iglesias, 2002;

Cortés y Mayor, 2002).


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Socidrogalcohol. (2011). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en

psicología clínica en formación. Recuperado de:

http://www.fundacioncsz.org/ArchivosPublicaciones/270.pdf

Organización Panamericana de la Salud.(2005).Neurociencia del consumo y dependencia

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https://www.who.int/substance_abuse/publications/neuroscience_spanish.pdf

Gómez, R. (2012). Introducción al campo de las drogodependencias. Recuperado de:

https://www.researchgate.net/publication/263966265_Introduccion_al_campo_de_las_drogodepe

ndencias

Comisión Ejecutiva Confederal de UGT.(2012). Madrid. Drogodependencias y

adicciones. Codajic. Recuperado el 30 de agosto de 2019, de:

http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/completo_manual-drogodependencias-y-

adicciones.pdf

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